Está en la página 1de 13

MEDIAEVALIA AMERICANA

REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL


Año 2, N. 2, diciembre 2015, pp. 393-405. ISSN 2422-6599

“Al arzobispo Anselmo”. Un poema de Gilberto Crispino


en el contexto de la querella de las investiduras

Natalia Jakubecki

Introducción

En 1045 nace Gilberto Crispino, tercer hijo de Guillermo Crispino y Eva,


adinerada familia de la alta nobleza normanda, benefactora de la abadía de Bec. Allí
toma los hábitos a la edad de dieciocho años, durante el priorato de Lanfranco y
conoce a Anselmo, quien en ese entonces tenía treinta años. A pesar de la diferencia
de edad, Gilberto y Anselmo se hacen grandes amigos, al punto que Eva lo trata
como al mayor de sus hijos1.

Pero además de estos lazos fraternales, Anselmo fue el primer y gran maestro de
Gilberto quien, a su vez, se mostró como un discípulo excepcional. Alrededor de
1079, Lanfranco, que en esa época detentaba en la sede de Canterbury el cargo de
arzobispo, reclama la presencia de Gilberto para que le sirviera como capellán.
Mientras tanto Anselmo, que ya había sufrido la pérdida de otros pupilos también
llamados por su antiguo prior, se resiste e intenta dilatar –en vano– la partida de su
amigo2. Seis años después, Gilberto fue nombrado abad de Westminster, el cuarto
desde su fundación, y allí permanecerá hasta su muerte, el 6 de diciembre de 1117.
Por los documentos que nos han llegado, sabemos que Gilberto y Anselmo se
encontraron al menos una vez más, en el invierno de 1092-1093, cuando Anselmo
regresa a Inglaterra tan solo unos meses antes de ser consagrado como arzobispo de
Canterbury3.

1
El mismo Anselmo, en una epístola dice de la familia Crispino: “[…] me tomaron amor
familiar de manera que la madre no me llama de otro modo que hijo, y sus hijos, hermano
[…]” ([…] dilectionis familiaritate iunxerunt, ut non aliter me quam filium mater et fratrem
proles nominent […]), Anselmo de Canterbury, Ep. 22, en S. Anselmi Cantuariensis
Archiepiscopi Opera Omnia, F. S. Schmitt (ed.), Edimburgo, Thomas Nelson & Sons, vol. III,
1946, p. 129. Todas las traducciones del latín son propias.
2
Cf. Anselmo, Ep. 103, ed. cit., p. 236.
3
Tenemos noticia cierta de este encuentro dado que Anselmo escribe desde Westminster al
por aquel entonces prior de Bec, Baldrico, y a otros hermanos de la congregación. Allí cuenta
que está en compañía de Gilberto y les ruega que les envíen “epistola nostra”, probablemente
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

Ahora bien, de la correspondencia entre estos dos viejos amigos, conservamos


únicamente cuatro cartas que Anselmo le envía a Gilberto. La primera de ellas fue
escrita hacia 1080, tiempo después de que Lanfranco lo nombrara su capellán en
Canterbury, en la cual Anselmo le cuenta a su amigo la profunda tristeza que le
causa su prolongada ausencia4. La segunda, mucho más alegre por cierto, fue
redactada circa 1085 con motivo del nombramiento de Gilberto como abad de
Westminster5. En la tercera, que no ha sido fechada, Anselmo vuelve a añorar la
compañía del amigo y le responde una pregunta que desconocemos, pero que
posiblemente tuviera que ver con la conducción de la abadía6. Finalmente, la cuarta
epístola fue redactada en alguna de las tantas ocasiones en las cuales Anselmo se
encontraba en Francia. Allí le cuenta que está recuperándose de una fiebre y le pide
consideración por un cierto Ricardo, servidor del abad en Inglaterra7.

De Gilberto, en cambio, tenemos únicamente dos escritos dirigidos


explícitamente al arzobispo: el primero de ellos es una epístola en la que Gilberto le
dedica la Disputatio iudei et christiani, contándole los motivos que lo condujeron a
redactar esta obra –oficiando, al mismo tiempo, como marco narrativo– y pidiéndole
su consejo y revisión8. El segundo es el poema que aquí presentamos.

Sin título más que su misma dedicatoria, Ad Anselmum Archiepiscopum se


encuentra estricto en 78 versos adónicos cuyo esquema métrico consiste en un
pentasílabo compuesto de dos pies: un dáctilo (una sílaba larga y dos breves) y un
espondeo (dos sílabas largas) o un troqueo (una sílaba larga y otra breve)9. Si bien la
traducción al español lamentablemente no ha podido conservar esta métrica, el
cuidado que Gilberto puso en ella podría ser un indicador de que tuvo la intención

refiriéndose a la Epistola de incarnatione Verbi. Cf. Anselmo de Canterbury, Ep. 147, ed. cit.,
pp. 293-294.
4
Cf. Anselmo, ed. cit., Ep. 84, pp. 208-209: “Domno, fratri, amigo, dilecto…”.
5
Cf. ibíd., Ep. 106, p. 239: “Suo dilectisimo, olim divina dispositione filio…”.
6
Cf. ibíd., Ep. 130, pp. 272-27: “Amico fratri, domino patri, dilecto dilectori…”.
7
Cf. ibíd., Ep. 142, pp. 288-289: “Domino servus, amico amicus, dilecto dilectus…”.
8
He traducido esta epístola al castellano en el artículo “Los diálogos disputativos de Gilberto
Crispino”, en Roda da fortuna, 2/2015.
9
Esta métrica ha sido tan difundida en la Edad Media que ha pasado a la poesía española,
principalmente como parte de las estrofas sáficas. Cf. Entrada “Adónico” en AA.VV.,
Enciclopedia española del siglo diez y nueve o biblioteca completa de ciencias, literatura,
artes, oficios etc., Madrid, Boix, 1842, t. IV.
394
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

de que el poema circule públicamente. El poema sólo se encuentra en el Ms.


London, British Library, Add. 8166, f. 28v 10. Ha sido editado sucesivamente por A.
Robinson y F. S. Schimitt, cuya edición, que es la que aquí reproducimos, también
han seguido A. S. Abulafia y G. R. Evans11.

Según la datación propuesta por Schmitt, fue redactado en 1105 cuando Anselmo
se encontraba en su segundo exilio a causa de su postura en la llamada “querella de
las investiduras”12. En efecto, recordemos, en 1103 el arzobispo, enemistado con
Enrique I, viaja por segunda vez a Roma buscando un acuerdo sobre el ejercicio de
las potestades que él creía inherentes a su oficio, es decir, la episcopalis libertas.
Decide instalarse en la casa de Ugo, arzobispo de Lion, a la espera de sus legados, y
con la intención de forzar eventualmente las negociaciones con el rey. Varios
amigos, monjes y obispos de Inglaterra pensaron que este exilio voluntario no sólo
era innecesario sino incluso contraproducente, razón por la que lo exhortaron a
reconsiderar su ausencia y volver en auxilio de una iglesia que se juzgaba a sí misma
abandonada y en serio peligro13. Uno de aquellos que expresaron su angustia y
descontento fue Gilberto.

No se sabe con seguridad en qué situación se hallaba nuestro autor en aquél


momento. Al parecer, su relación con la corona se mantenía en buenos términos,

10
De todos los manuscritos en los que se ha transmitido la obra de Gilberto, éste es el más
importante que poseemos. Fue escrito en el siglo XII, posiblemente en la abadía de
Westminster. Entre los ff. 3v y 39v contiene las siguientes obras: Disputatio Iudei y su
continuación, Sermo in Ramis Palmorum, De angelo perdito, De altaris sacramento, De
Confessione, De corpore et sanguine Domini, Ad Anselmu Archiepiscopum, De creacione,
Disputatio cum Gentili, Sermo in Septuaginta y De anima.
11
Armitage Robinson, Gilbert Crispin, abbot of Westminster: a study of the abbey under
Norman rule, Notes and Documents relating to Westminster Abbey III, Cambridge, 1911, pp.
83-84; F. S. Schmitt, ed. cit., vol. V, 1968, pp. 309-310; Anna S. Abulafia y Gillian R. Evans
(eds.), The works of Gilbert Crispin, Oxford, Oxford University Press, 1986, p. 182,
respectivamente. Con respecto a las ediciones, se debe señalar que la de Abulafia-Evans,
aunque reproduce la de Schmitt, contiene una errata en el verso 4: dice “fistulas” donde debe
decir “fistula”.
12
Cf. F. S. Schmitt, ed. cit., p. 309.
13
Cf. v.g., Anselmo, ed. cit., Ep. 355, pp. 295-297; Ep. 364, pp. 306-307. Véase también
Biffi, I., Anselmo d’Aosta e dintorni: Lanfranco, Guitmondo, Urbano II, Milán, Jaca Book,
2007, pp. 276-283.
395
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

dado que en 1104 el rey Enrique I resuelve un proceso judicial entre un barón y
Westminster a favor de ésta última14. A pesar de ello, veremos que Gilberto expresa
sus angustias y temores respecto de la Iglesia inglesa –y no tanto por el amigo
ausente– de la cual, como deja entrever, Anselmo era el único y legítimo pastor.

14
Cf. Emma Mason, Westminster Abbey and its People, c. 1050-c.1216, Woodbridge, The
Boydell Press, 1996, pp. 157-160.
396
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

Al arzobispo Anselmo

1 La flauta que mira los establos


solía cantar de ovejas abandonadas,
con claridad 25 con total libertad
y recitar tus alabanzas, entra y sale,
5 ahora suena sale y entra:
con ronco murmullo, nadie lo repele.
e incluso se muestra triste Aquél,
y dice: ¿por qué, 30 moviéndose dentro,
pastor, te encuentras manifiesta la furia del lobo:
10 lejos de tu redil? nadie opone resistencia.
El rebaño sin un guía
vaga sin rumbo,
nadie lo reconduce, Todo derriba:
busca los prados y, el cordero y la oveja,
15 puesto que ignora 35 lo débil y lo fuerte;
cuáles son provechosos, todo en conjunto es asesinado.
elige los nocivos. Por supuesto,
Entonces todo se tiene es evidente
por enfermo que nada satisface
20 y moribundo. 40 la voracidad del lobo.
Uno, mil, millones…
nada le parece suficiente.
Pérfido Entiende15 que muchos
el enemigo acosa, se hallan dentro <del redil>.

15
“Entiende” corresponde a “accipe”, es decir, segunda persona singular del imperativo
presente que debería traducirse como “entiende tú”. En este momento del poema Gilberto
interpela directamente a Anselmo.
397
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

45 Incluso verás 60 Ciertamente, vuelve a buscar


cuánto estrago los infinitos bienes
por doquier resulta perdidos
del abandono de las ovejas. que bajo tus ovejas
El acreedor, dice, se encuentran.
50 le exigirá a cada uno 65 Toda Inglaterra,
la cuenta región muy poblaba,
pues procura lo suyo. toda Escocia,
Ustedes, como sospecho, pueblo numeroso,
lo devolverán; e Irlanda,
55 ciertamente fueron 70 gran isla,
sus créditos. mayor que aquellas…
Nadie se opone ¿Cuándo
a restituir lo debido: estos reinos vastísimos
por eso hay que temer. fueron visitados?
75 Nadie viene a verlos;
un año…
y años pasaron:
por eso hay que temer

398
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

Ad Anselmum Archiepiscopum

1 Quae modulando spectat ovilis


clara solebat septa relicti:
dicere laudes 25 undique liber
fistula vestras, intrat et exit,
5 murmure rauco exit et intrat :
nunc canit, atque nemo repellit
lugubris extat: Ille lupinas
dicit et: unde 30 intus agendo
vos ab ovili, exerit iras:
10 pastor, abestis? nemo resistit.
Grex duce nullo
devius errat:
nemo reducit: Omnia sternit;
pascua quaerit; cuncta necantur,
15 et, quia quae sunt, 35 debile, pingue,
commoda nescit, agnus ovisque.
noxia sumit; Quippe luporum
morbidus ergo nil satis exstat
et moribundus ingluviei;
20 omnis habetur. 40 non satis esse
aestimat unus
milia mille.
Insidiosus Accipe plures
circuit hostis, intus adesse,

399
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

45 atque videto 60 Milia quippe


quanta relicti multa requirit,
undique strages quae sub ovili
fiat ovilis. credita vestro
Creditor, inquam, perdita fiunt.
50 illa requiret: 65 Anglia tota,
nam sua quaerit gens populosa:
credita quisque. Scotia tota:
Vos, ut opinor, insula longe
restituetis; longior illis,
55 quippe fuerunt 70 gens numerosa,
credita vobis. sunt et Hiberni:16
Debita reddi quando revisa
nemo refellit: regna parampla
ergo timendum. ista fuere?
75 Nemo revisit:
annus et anni
praeteriere:
ergo timendum.

Recibido 17/11/15
Aceptado 01/12/15

16
La edición de Abulafia-Evans ordena los vv. 68-71 de la siguiente manera: gens
numerosa/sunt et Hiberni/insula longe/longior illis. Para la traducción hemos seguido este
orden dado que entendemos que “insula longe” se refiere a “Hiberni”, términos que en la
edición de Schmitt quedan alejados.
400
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

Resumen. Se presenta la traducción de un poema que Gilberto Crispino, amigo y


antiguo discípulo de Anselmo de Canterbury, le dedica a éste circa 1105, cuando se
hallaba en Lion a raíz de su segundo exilio. El poema expresa las angustias y
temores del abad de Westminster no tanto por su amigo ausente, sino por el bien de
la Iglesia inglesa, la cual se hallaba en medio del conflicto conocido como la
“querella de las investiduras”.

Palabras clave: Gilberto Crispino - Anselmo de Canterbury - Poesía - Investiduras -


Inglaterra.

401
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

402
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

Resumo. É apresentado aqui a tradução de um poema de Gilberto Crispino, um


amigo e ex-aluno de Anselmo de Canterbury, dedica a este circa 1105, quando ele
estava no Lyon por causa de seu segundo exílio. O poema expressa as ansiedades e
medos do Abade de Westminster, não tanto por seu amigo ausente, mas para o bem
da Igreja da Inglaterra, que estava no meio do conflito conhecido como “a querela
das investiduras”.

Palavras-chave: Gilberto Crispino - Anselmo de Cantuária - Poesia - Investiduras -


Inglaterra.

403
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

404
MEDIAEVALIA AMERICANA
REVISTA DE LA RED LATINOAMERICANA DE FILOSOFÍA MEDIEVAL

Abstract. This paper presents the translation of a verse of Gilbert Crispin, a friend
and former pupil of Anselm of Canterbury, dedicated to this circa 1105, when he
was in Lyon due his second exile. The poem expressed the anxieties and fears of the
Abbot of Westminster not for their absent friend, but for the sake of the English
Church, which was in the midst of the conflict known “as the Investitures”.

Keywords: Gilbert Crispin - Anselm of Canterbury - Verse - Investitures - England.

405

También podría gustarte