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La Preparacion Fisica en El Futbol Base
La Preparacion Fisica en El Futbol Base
En infinidad de ocasiones hemos observado por los estadios de fútbol de nuestro país a
jugadores en edades tempranas realizar ejercicios sin el componente principal de
nuestro deporte: el balón, que es única y exclusivamente por lo que juegan nuestras
promesas, porque quieren meter/parar goles, quieren disfrutar del tacto de éste.
Ejercicios como las carreras continuas infinitas, los fartlecks sin balón, los ejercicios de
subir y bajar escaleras, los ejercicios con mancuernas, etc. tienen que ser abolidos de
nuestro deporte (y más en categorías primerizas que lo que queremos es que se
enganchen a nuestro deporte y que lo amen para toda la vida).
Análisis interno del fútbol
¿Cómo podemos saber lo que tenemos que trabajar en el fútbol sin conocer lo que éste
deporte requiere?
El fútbol es un deporte que tiene variedad en las demandas fisiológicas, según partidos,
posiciones, resultados, estilos de juego, factores ambientales, edades…
Todo ronda sobre una base aeróbica (90%), aunque hay que tener en cuenta los
componentes anaeróbicos, que son claves en el resultado final (ya que dentro de un
partido existen ejercicios acíclicos y con esfuerzos submáximos sobrepuestos a una base
de baja o moderada intensidad).
Por todo ello, en el fútbol base se debe trabajar de forma distinta, ya que todos estos
datos son orientativos, pero a nivel profesional y en edades post-adolescencia.
En éstas fases no se deberían trabajar nada o casi nada las Cualidades Físicas
Específicas y poco de Cualidades Físicas Básicas.
En perfeccionamiento (infantil-cadete), muy poca motricidad y sobre todo Cualidades
Físicas Específicas.
Juegos.
Circuitos.
Ejercicios analíticos.
Nunca Jorge Griffa pensó en otra cosa. Ni cada vez que a los 18 años inclinó las
vértebras que le sostenían la espalda para levantar un cajón de vinos de esos que repartía
para solventar su vida como futuro profesional de la pelota. Ni cuando la vida le abrió
una puerta mágica para volverse una estrella del Atlético de Madrid, donde le ganó
finales al Real Madrid de Alfredo Di Stéfano y de Ferenc Puskas, y al Barcelona de
Ladislao Kubala y de Luis Suárez. Ni cuando regresó a la Argentina para convertirse en
uno de los hombres más importantes de la historia de las inferiores de este país, desde
donde sacó jugadores que van desde Gabriel Batistuta a Carlos Tevez. Nunca,
definitivamente nunca, dejó de pensar en el fútbol.
Fútbol, fútbol, fútbol. A los 76 años, en el living de su casa de Recoleta, Griffa saca una
computadora y, como si fuera un nene con un invento nuevo, muestra todos los
programas para la formación de entrenadores y de dirigentes que creó y que sigue
creando. Aunque ya lleve 39 años en este oficio, aunque tras la victoria de Daniel
Angelici en las elecciones presidenciales de Boca del último 4 de diciembre haya
perdido su cargo de Director Deportivo en esa misma institución en la que logró
construir las inferiores que fueron pilares de las proezas de Carlos Bianchi como
técnico, aunque todo: Griffa nunca frena y, con la lengua como cuchillo filoso, sigue
apostando a la preparación: “El problema es la falta de formación. Creemos que
sabemos cuando no sabemos.”
–Ahora que se fue de Boca, ¿en qué situación deja a las inferiores del club?
–Aquí hay que profundizar lo que ya está hecho. Cuando a mí me llamó Mauricio Macri
en 1995 para acompañarlo en caso de que ganara, encontré que la estructura de
juveniles de Boca arrancaba desde menos cero. Desde ahí, comenzamos a armar un
proyecto que iba a necesitar de diez años. Y así fue. Hace poco volví al club porque
algunos dirigentes me lo habían pedido, pero decidí irme porque, la verdad, yo si llego
con una dirigencia tengo siempre el respeto de irme con ellos. Creo que quedó un buen
proyecto que hay que seguir desarrollando.
–¿Cómo cuáles?
–Hay varias. Pero es determinante la aparición del dinero en el fútbol: los valores
cambiaron. Antes la ambición era llegar y jugar en Primera. No mucho más que eso. Si
te iba bien, lógicamente, podrías comprarte un negocio y sobrevivir luego. Hoy, apenas
jugás, ya juntás una suma que es muy grande. Eso hizo que las cosas cambiaran. Subió
la situación económica y bajaron los afectos. Y las cosas se degradan. Ahora el gran
tema es que se van muy rápido a Europa y eso afecta directamente a la formación y al
nivel de los jugadores.
–¿Se podría decir que Matías Almeyda y Martín Palermo, entre otros, se
apresuran en querer dirigir?
–En mi opinión, creo que se tienen que preparar antes de tomar el riesgo. Es una ley
natural. No es un invento que se me ocurre a mí. Si se va a la facultad para prepararse
para ser un buen médico o un abogado, por qué el fútbol no va a ser así. Hay que
construirse, yo no entiendo la negación que se tiene sobre ese tema.
–¿En dónde tienen que poner mayor hincapié los entrenadores de juveniles?
–Definitivamente, hoy los preparadores tienen que involucrarse en la vida social de los
chicos. Ese es un desafío importante, sobre todo por los duros momentos culturales que
se viven. En un joven, la familia es algo trascendental y si no lo cuidan eso le va a hacer
mal. Muchas veces, los padres se dedican tan sólo a pensar en el desarrollo futbolístico
de sus hijos. Ponen tanto empeño en que se vuelvan estrellas que pierden de vista que
los pibes están en una sociedad que tiene cosas mejores y peores, pero que merecen
muchísimo cuidado. Entonces, sin dudas, los entrenadores tenemos que meternos en
esos temas y ayudarlos, sin dejarlos fuera de nada.
–El Checho Batista dijo en su momento que sería bueno sacarle los puntos a los
torneos de inferiores.
–Eso no funciona así. Yo a los jugadores les enseño a ser ganadores. Los que dicen que
perder da lo mismo, mienten. Todos necesitamos ganar para crecer e ir adquiriendo
confianza. Ningún chico crece perdiendo. Eso que dicen es algo en lo que yo no estoy
de acuerdo. En el setenta, en el fútbol argentino nos creíamos los mejores del mundo,
pero no lo demostrábamos. Nos faltaba un profesionalismo más serio. Yo enseñé en
Newell’s que había que ser los mejores de todos y ahí está: años después, ese club se
sentó en la mesa de los más grandes.
SELECCIONES EN LA MIRA
La historia que une a Jorge Griffa y a Marcelo Bielsa es la de maestro y alumno. Así
han enhebrado una relación que resulta casi paternal, con situaciones curiosas como la
de aquella mañana de 1973, cuando Griffa comenzó con su trabajo en las inferiores de
Newell’s. El Loco Bielsa, quien por ese entonces jugaba en las categorías formativas de
la Lepra, fue tan directo que lo sorprendió. El actual entrenador del Athletic de Bilbao
tenía apenas 18 años cuando se animó a encarar al célebre formador: “¿Usted es
Griffa?”, preguntó Marcelo. “Sí”, fue la breve respuesta del recién llegado de España.
“¿Usted se fue de Europa para venir a trabajar acá?”, agregó el joven defensor central.
“Sí”, repitió Griffa. “Entonces, usted está loco”, cerró Bielsa. Ahora, 38 años después,
ese señor de 76 años no se olvida de esa extraña situación: “Ese día me di cuenta de que
era un tipo muy especial.”
Griffa disfruta de sus recuerdos con Bielsa. Y se ríe: “Cuando Batistuta estaba en
inferiores, Bielsa me preguntaba ‘¿Usted qué le ve al Gordo (Batistuta) para dejarlo?’.
Yo le decía: ‘No te das cuenta de que es un tremendo goleador’. Y, mientras sonríe,
cierra: ‘Al final, tenía razón’. ”
El fútbol puede ser el lugar desde el cual construir la identidad desde lo barrial hasta
lo nacional y más aún hacia lo supranacional. La aparición de equipos exitosos en el
ámbito profesional, permite discutir en el ámbito internacional el estatus de país y
asimismo marcar posición de presencia en el mundo deportivo.
Un fútbol exitoso es aquél que revela que los jugadores, tanto individualmente como
grupalmente dominan los fundamentos técnicos y tácticos y desarrollan una idea clara
de juego, por lo tanto el juego es preciso, abierto y ejecutado con seguridad. Por el
contrario, un fútbol sin éxito es el que revela jugadores imprecisos, faltos de ideas y
carentes de espíritu colectivo, los cuales apelan las más de las veces al uso de la fuerza y
la sucesión de faltas con la consecuente pérdida del ritmo del juego. Pero no sólo las
causas de ello radica en los jugadores puestos en situación de juego, por el contrario las
causas son varias y diversos sus orígenes:
1) Causas de tipo organizativas: tal como la carencia de un proyecto a largo plazo que
contemple todo el proceso de formación de un futuro jugador.
2) Causas de tipo estructural: por ejemplo la carencia de infraestructuras
acondicionadas como para cotejar el trabajo de distintas grupos etarios.
3) Causas de tipo conceptual: en el sentido de no tomar absoluta conciencia de la
importancia de formar desde edades tempranas a los futuros representantes deportivos.
Esto trae aparejado que no sea suficiente el desarrollo del fútbol de base, lo que conlleva
que posibles buenos enseñantes del fútbol, al no encontrar espacio de acción tomen
otros rumbos.
Es por todo lo precedente, que la infancia es el tiempo propicio para recibir los
beneficios de una tarea organizada, no improvisada ni dejada al azar, solamente así
crearemos una base de practicantes lo suficientemente amplia como para efectuar no
sólo una detección temprana de talentos sino aún para aquellos practicantes cuyas dotes
no están para acceder al fútbol profesional y que se desenvolverán en otros campos,
pero a los que se les habrá provisto de una enseñanza de habilidades que serán la base
de su práctica deportiva en función de su salud y su placer, durante toda su vida adulta
Sin duda, los niños y los jóvenes debieran tener, en el ámbito deportivo, el derecho
a una guía adecuada y el sustento de una organización que les permita la oportunidad
de desarrollar su potencial.
Para poder hablar de desarrollo, es necesario contar con capacitados maestros, así como
practicantes dispuestos a aceptar sus consignas y un ámbito organizador donde ponerse
a prueba. Para comprobar el proceso se necesitan las evaluaciones médicas físicas que
califiquen las habilidades desde lo propiamente físico, lo técnico y lo táctico y observar
desde lo psicológico los comportamientos sociales y el grado de autoestima que sostiene
al practicante.
Se debe mantener en mente, que los niños no son adultos en miniatura. El buen
entrenador infantil deberá evitar el uso de un balón demasiado grande o pesado, el de un
arco excesivamente amplio o el de un campo manifiestamente fuera de posibilidad de
recorrido para los grupos etarios menores, al cometer estos errores se observa que
muchos practicantes ante dichas exigencias (que se encuentran fuera de nivel), pierden
interés y desisten de la práctica. Se deben respetar las características físicas,
emocionales y psicológicas que caracterizan a cada edad y recordar que cada jugador
potencial es una individualidad a ser considerada y que no todos reaccionan de idéntica
manera o de la manera previsible.
Por otro lado, el deporte en la infancia es una forma de co-participar con otros; en
la práctica y en la competencia se debe insistir en que se juega con el compañero y con
el adversario, ya que sin su presencia no es posible la actividad; además el acceso
paulatino al conocimiento del reglamento redundará en la aceptación de reglas de acción
y comportamiento que hace que se comprenda derechos y obligaciones de los
practicantes, llevando al juego limpio y sin violencia, y la práctica de esta forma cubrirá
la doble función de práctica deportiva y de educación.
En este convulsionado mundo actual, donde las demandas de aporte laboral al grupo
familiar son muchas y tempranas dadas las actuales circunstancias económicas, aún los
más talentosos han reducido el tiempo que otrora se dedicara a pulir habilidades como
diversión fuera de la práctica deportiva, por esto hay cada vez menos talentosos, esos
que sumaban a sus aptitudes muchas horas en contacto con la pelota. Es vital entonces
para los que quieren dedicarse al aprendizaje y la práctica del fútbol, contar con
buenos maestros, sobre todo en la infancia y adolescencia, etapas en las que se
cementan el dominio del fundamento y el incentivo para la creación.
Autor
Prof. Alfredo Augusto Weber
Presidente de APEFFA
Técnica
"Son los movimientos ideales en los que se utiliza el balón para resolver óptimamente
una situación de juego. Entre las más importantes encontramos las destrezas con la
pelota, los golpes a la pelota con el pie y la cabeza, las recepciones y la conducción"
(Carlos Borzi, 1999)
Durante la juventud (14 a 20 años) también las puede aprender y perfeccionar pero con
mayor dificultad, aunque en estas edades el individuo es beneficiado por el crecimiento
natural de su fuerza muscular.
3.2) Experiencias motrices: Las componen todos los movimientos almacenados ya sea
técnico-tácticos o generales.
3.4) Características antropométricas: Las más sencillas de identificar son talla, peso,
relación peso-talla, composición corporal y armonía corporal.
Los ejercicios técnicos empleados en la preparación física deben ser bien ejecutados
para no fijar errores y para que la acción tenga continuidad y eficacia.
Cuando las técnicas exigen mucha atención o precisión su entrenamiento debe realizarse
al principio de la sesión, momento en que se dispone de mayor frescura nerviosa. La
suma de repeticiones de movimientos generan fatiga en el SNC. Esto hace que se pierda
fineza en el movimiento.
El SNC se cansa más rápido que el corazón, sistema vegetativo y muscular. Solo para
estabilizar un alto nivel de la técnica debe entrenarse con fatiga sin descuidar la
precisión. Para aprovechar el estado descansado del deportista la sesión debería iniciarse
directamente con ejercicios técnicos a velocidades bajas y medias y retardar la aparición
de la fatiga. La exigencia debe tener un orden lógico progresando desde lo fácil a lo
difícil y desde lo sencillo a lo complejo.
La teoría indica que se debe ubicar a los entrenamientos técnicos en días de menor
fatiga acumulada. Pero teniendo en cuenta la importancia y la complejidad del juego, el
entrenamiento de la técnica debería incluirse en todas las sesiones semanales. Se debe
considerar que entrenamientos o competencias intensas y voluminosas producen niveles
de cansancio que no se eliminan en un solo día. Por eso deben armonizarse las cargas y
ubicar las sesiones técnicas cuando se asegure su efecto hasta que comience a
observarse descenso en el nivel de ejecución.
Fuente:
Cátedra "Técnicas de entrenamiento" - Prof. Carlos Borzi
Curso de Entrenador de Fútbol - Instituto Superior de Deportes
Coordinación
Su desarrollo será más completo si abarca a las distintas capacidades coordinativas que
van a incluir a una gran variedad de movimientos simples y complejos que son los que
se originan de los diferentes deportes y disciplinas motoras.
Cuanto más amplio sea el desarrollo coordinativo del futbolista, mejores serán sus
posibilidades de aprender rápido nuevas destrezas y de resolver situaciones del juego
con velocidad y eficacia.
Reacción
Es la capacidad de iniciar y ejecutar acciones motoras con rapidez ante señales acústicas
u ópticas. Medios: juegos deportivos
Orientación
Capacidad de controlar y cambiar adecuadamente la posición del cuerpo en función del
espacio, balón, compañeros y rivales. Medios: juegos deportivos
Equilibrio
Capacidad de mantener o recuperar la estabilidad del cuerpo durante o después de una
acción motora. Medios: gimnasia acrobática,
Ritmo
Capacidad de percibir mediante la audición como la visión o simplemente responder a
una idea del deportista para llevar a cabo correctamente una secuencia de movimientos.
Medios: Carreras, ejercicios rítmicos.
Acoplamiento
Capacidad de armonizar movimientos llevados a cabo por diferentes partes del cuerpo
para lograr una acción eficaz. Medios: Gimnasia acrobática, técnicas del fútbol.
Diferenciación
Capacidad de realizar movimientos precisos y económicos con cada parte del cuerpo
dentro de un movimiento técnico completo. Medios: Gimnasia acrobática, técnicas del
fútbol.
Las tres primeras son las más requeridas en el juego de fútbol, pero el desarrollo de las
otras permitirá resolver con mejor capacidad las acciones del partido y aumentar las
posibilidades motrices dentro de la competencia y en el entrenamiento.
Técnica
"La técnica deportiva es una secuencia de movimientos experimentada, funcional y
eficaz que sirve para resolver una tarea definida en situaciones deportivas" (Martin,
Carl, Lehnertz).
Tiene que ver con un modelo ideal propuesto para que los deportistas intenten
aprenderlo dentro de sus posibilidades. Para entrenar la técnica se utilizan ejercicios,
juegos y otros procedimientos que exijan a sus capacidades coordinativas,
condicionales, intelectuales y
psíquicas. Un buen nivel de las mismas y la acumulación de un número suficiente de
experiencias en situaciones propias del deporte le permitirán desempeñarse con eficacia
en la especialidad. Para enseñar las técnicas del futbolista los entrenadores deben poseer
información acerca de las características de cada una de ellas y de las teorías del
aprendizaje motor.
Ambos aprendizajes se combinan y complementan para llevar a cabo las tareas diarias.
Se adquiere primero la idea de movimiento (aprendizaje mental). El aprendizaje motor
(aprendizaje, perfeccionamiento y refinamiento de las destrezas motoras) tendrá mejor
calidad cuanto más conocimientos se tenga sobre el tipo de destrezas y la estructura de
las mismas. Comienza por la
percepción del movimiento, continúa con el procesamiento de la información a nivel
cerebral para concluir con la memorización de lo aprendido. Este tipo de aprendizaje
está completado cuando se lo utiliza automáticamente sin la atención del deportista.
Es importante que el futbolista tenga una idea clara del movimiento. En el caso de los
juegos deportivos, el jugador piensa para resolver la situación de juego del momento,
pero emplea la destreza técnica en el nivel que la tiene aprendida.
El jugador debe conocer la utilidad de cada técnica a aprender, cuales son los orígenes
de los errores y aciertos, y como va a ser la metodología para lograr una buena destreza
de movimiento.
Su desarrollo será más completo si abarca a las distintas capacidades coordinativas que
van a incluir a una gran variedad de movimientos simples y complejos que son los que
se originan de los diferentes deportes y disciplinas motoras.
Una de las clasificaciones es la siguiente:
- Reacción
– Orientación
– Readaptación
– Equilibrio
– Ritmo
– Acoplamiento
– Diferenciación
Las tres primeras son las más requeridas en el juego de fútbol, pero el desarrollo de las
otras permitirá resolver con mejor capacidad las acciones del partido y aumentar las
posibilidades motrices dentro de la competencia y en el entrenamiento.
Pero esa orden es emitida después que los centros motores alojados en el cerebro
reciban informaciones provenientes del medio ambiente y la conciencia. Esta
información es percibida por los órganos sensoriales que se valen de los analizadores de
movimiento para enviarla a los centros motores.
Sentidos
Son facultades que posee el hombre y los animales para recibir la impresión de los
objetos externos por medio de los órganos corporales. Incluyen: visión – audición –
gusto – olfato – tacto.
Percepción
Es la advertencia de la realidad a partir de los sentidos y de la conciencia. El que percibe
se instruye. Los sentidos utilizan a los analizadores para incorporar información antes
de ordenar un movimiento.
Analizadores de movimiento
Cada analizador tiene: receptores específicos en dichas partes del cuerpo, centros de
procesamiento y vías nerviosas que decodifican, procesan y pueden enviar hacia los
centros motores señales ópticas, auditivas, kinestésicas, táctiles y estático-dinámicas
percibidas en el medio ambiente (Via aferente). Desde estos centros motores y como
respuesta se emite la orden a los músculos para provocar el movimiento deseado (Via
eferente)
Por esto los analizadores kinestésicos son muy utiles en el control de los movimientos
que se generan como respuestas a la información. Influyen en: fuerza aplicada, amplitud
y velocidad, dirección y armonía fina de cada movimiento. Reciben colaboración y
colaboran en sus funciones con los otros 4 analizadores.
Se lo puede entrenar:
- realizando movimientos concientemente.
- describir el gesto ejecutado.
- comparando el gesto ejecutado con el modelo técnico.
2) Analizador táctil
Tiene los receptores en la piel que informan sobre forma, superficie, presión sobre el
objeto, temperatura, acción del viento, etc. Es muy importante en deportes de combate,
juegos con pelota, y gimnasia entre otros.
Se lo puede entrenar:
- utilizando y tomando contacto con variados elementos.
- eliminando la utilización de la visión.
Se lo puede entrenar:
- cambiando de posición al cuerpo
- realizando rotaciones y volteos
- Eliminando la utilización de la visión
4) Analizador óptico
Se lo puede entrenar:
- realizando tareas de observación de movimientos propios y ajenos.
- eliminando el receptor auditivo.
5) Analizador acústico
Informa acerca de los sonidos. En el fútbol su influencia se limita a gritos, golpes del
balón, etc. que suelen modificar la coordinación de un movimiento.
Se lo puede entrenar:
- ejercicios de reacción
- dirigir el movimiento siguiendo sonidos
Aferencia
Es la transmisión hacia los centros motores de lo que se percibe a través de los sentidos.
Consiste en el paso previo a la toma de decisión para realizar el acto motor.
Reaferencia
Es la transmisión de lo percibido hacia los centros motores pero mientras se está
realizando el movimiento para ajustarlo a lo deseado.
Transferencia
Los movimientos aprendidos no solo se expresan con fineza y estabilidad en una
actividad motriz sino que se pueden transferir a acciones de otros deportes.
Interferencia
Se produce cuando coordinaciones ya dominadas influyen de manera negativa en
movimientos nuevos, o al usarlas en otro deporte.
Capacidades condicionales
Fuerza, Velocidad, Resistencia. Es sobre todo un buen nivel de fuerza el que posibilita
un rápido aprendizaje aunque sea imperfecto. También influyen las otras dos.
Capacidades coordinativas
Estas dependen del completamiento y madurez del SNC y de los órganos sensoriales
como también de las experiencias motrices. A mayor expresión de ambos mejor y más
rápido será el aprendizaje. Tengamos en cuenta que la falta de un analizador dificulta el
aprendizaje.
Capacidades intelectuales
Las constituyen los siguientes puntos:
- Conocimiento del movimiento a aprender. Se necesita la palabra precisa del
entrenador.
- Mañas para realizarlo. Eso lo logra cada deportista al practicar sin entorpecer el
movimiento.
- Fineza para expresarlo. El entrenador debe brindar una imagen clara del movimiento y
buscar lograrlo.
- Capacidad de reflexión del deportista durante cada momento del movimiento nuevo.
Motivación para evolucionar en el aprendizaje
Comprende:
- Motivación para aprender algo hacia un objetivo mayor.
- Predisposición para practicar y aprender.
- Entusiasmo para realizar una tarea en el momento.
Concentración: Si los objetivos del aprendizaje se plantean en forma adecuada,
si el deportista se brinda en cada práctica y si las tareas son atractivas, la
concentración en las mismas estará asegurada.
La evaluación del aprendizaje se puede realizar por medio del mismo deportista o de la
observación del entrenador o colaborador.
- Se debe evaluar después de un tiempo de aprendizaje en momentos de
entrenamiento.
- Se pueden sacar conclusiones del accionar en competencia.
- Se pueden observar partes del o de los movimientos técnicos que se
practican en forma aislada.
Fuente:
Cátedra "Técnicas de entrenamiento" - Prof. Carlos Borzi
Tecnicatura de Fútbol - Instituto Superior de Deportes
La importancia de la coordinación
CONTENIDOS:
1) 3 vs. 3 en una mitad de cancha. El juego puede ser facilitado dando 1 punto al que
toca el tablero, 2 puntos al que toca el aro y 3 puntos al que emboca.
2) Idem 1, pero con 1 apoyo en mitad de cancha, tipo comodín
3) Idem 1, pero con 1 comodín jugando libremente
4) 2 vs. 2 con 1 ó 2 comodines, para generar situaciones de superioridad e inferioridad
numérica
5) Juego de los 10 pases
Twitter: @profepochettino
Fuente.
- "Fútbol infantil, entrenamiento programado".
Editorial Stadium. Prof. Carlos Borzi
- Apunte de Cátedra: "Planificación del deporte infanto juvenil"
Instituto Superior de Deportes 2007. Prof. Raúl Paglilla
La entrada en calor del DIA 2 seguirá siendo igual a la que se venía realizando en la
primera mitad del año (en nuestro caso, 10´ de un "mete-gol-entra": todos contra todos
en media cancha, tratando de hacerle un gol a un arquero) mientras que en cuanto a la
coordinación se planificó la implementación de carreras cortas y veloces (2 estímulos
en el mes), saltos (1 estímulo) y lanzamientos (1 estímulo), rotando los meses
siguientes las actividades que tendrán doble estímulación. Ese día el trabajo técnico de
pase-recepción y remate se realizará dentro de un juego reducido, en media cancha, a lo
ancho, con menos jugadores por equipo, para favorecer el contacto de los chicos con la
pelota. Cerramos la sesión nuevamente con el partido formal y ejercicios de flexibilidad.
Nos gustaría que nos hagas llegar tu experiencia sobre la implementación del
entrenamiento de la coordinación en las clases de tu escuela de fútbol: ventajas y
desventajas de su implementación
Entrenamiento de la coordinación de la carrera
El fútbol moderno se
caracteriza por un alto ritmo de juego. Los jugadores no sólo están presionados en el
tiempo en las acciones con el balón sino que, además, para jugar bien al fútbol, hay que
efectuar repentinos cambios de dirección, esprints vertiginosos al espacio libre, un
cambio rápido de defensa a ataque. Las exigencias a los futbolistas son tan altas que es
imprescindible un aprendizaje sistemático en la coordinación de la carrera, sobre todo
en la técnica al correr y en el ritmo de la carrera.
Hacia los 15 años los varones crecen 9 a 10 cms al año. Nuestro cuerpo no coordina por
lo que hay que ser tolerantes y pacientes cuando el chico esta en este periodo.
Hay etapas en la vida que si dejaste escapar el tren de aprendizaje de diferentes técnicas
corres el riesgo de que en el futuro lo aprendas mal y nunca poder mejorarlos o de tener
que gastar mucho tiempo en corregir una técnica. No desarrollar bien una técnica o
capacidad supone una gran traba en el rendimiento deportivo.
Las capacidades condicionales (fuerza, resistencia y velocidad) son así porque dependen
del desarrollo de los niveles energéticos. Las coordinativas involucran al sistema
nervioso central lo que es determinante para poder realizar aquello que quiero realizar.
La coordinación juega un papel importante para todas las acciones motoras. Son
necesarias para un numero bastante elevado de acciones motoras, estas han sido también
encasilladas bajo el termino AGILIDAD o DESTREZA. La mayoría de las acciones
deportivas están reguladas por la coordinación. Cada disciplina deportiva tiene un perfil
típico de las capacidades coordinativas. No existe ninguna disciplina deportiva que
desarrolle todas las capacidades coordinativas en un mismo nivel. Por ejemplo: el
futbolista mayor capacidad de reacción(estímulos visuales) que el gimnasta, y a su vez;
este necesita una mayor capacidad de equilibrio que el futbolista.
1. Demostración
El aprendiz debe ver a alguien realizar la ejecución correcta del movimiento, ya sea el
entrenador, un compañero o una imagen grabada. Es muy importante que sepa cuáles
son los puntos importantes para no acumular errores.
2. Corrección
Durante las ejecuciones en ejercicios o juegos el entrenador o un compañero deben
indicar las partes del movimiento mal ejecutadas.
Variación en la ejecución
Usar ambas piernas, diferentes partes de la frente, golpear el balón con distinta
intensidad, aumentar o disminuir la velocidad de ejecución, etc.
Bibliografía General
- Borzi,C., Futbol Infantil, Editorial Stadium, 1998 – Capítulo X
- Grosser, Neumaier, Técnicas de entrenamiento, Editorial Martinez Roca, 1986 –
Capitulo III
FUENTE
Apunte de Cátedra de la asignatura "Técnicas de Entrenamiento", a cargo del Prof.
Carlos Borzi, correspondiente al 1° año del Curso de Director Técnico de Fútbol que se
dicta en el Instituto Superior de Deportes.
No todos los deportistas parten del mismo punto para aprender o perfeccionar una
técnica del fútbol. Por lo general no todos poseen similar nivel de los aspectos que
influyen en el proceso. Por eso hay que considerar cual debe ser la exigencia para cada
individuo y así poder mantener la motivación para aprender.
Los deportistas de juegos deportivos siguen aprendiendo y perfeccionando sus técnicas
aún después de varios años de competir en el profesionalismo. No todos los practicantes
parten del mismo nivel.
1. Presentación de la técnica
2. Adquisición de la técnica
Comprende la práctica de los ejercicios tratando que los movimientos sean cada vez
más parecidos al ideal hasta que sea igual y lograr automatizarlo. Es conveniente
observar la ejecución del movimiento completo. Se debe insistir en la correcta
realización de las partes principales y corregir los errores. Deducir las razones de los
errores e implementar medidas de corrección.
Como se cita en la parte anterior del apunte los orígenes de los mismos se pueden
originar en:
- Conformación corporal desfavorable.
- Déficit coordinativo y condicional.
- Interferencias de otros movimientos aprendidos.
- Idea errónea del movimiento.
- Temor a lesiones o dolores.
Directas
- Charlas instructivas, videos, descripción verbal del movimiento.
- Demostración correcta e incorrecta.
- Corregir de a un error por vez, primero los mayores y luego los menores.
- Indicar la parte principal del error.
- Estimular la ejecución correcta, evitar resaltar solamente los errores.
- Volver a situaciones más fáciles de ejecución.
Indirectas
- Cambiar las condiciones externas como terreno, compañeros, elementos, etc.
- Entrenar las capacidades coordinativas y condicionales.
Tareas de observación
Otro jugador observa su ejecución, él u otros observan videos propios para aumentar el
conocimiento del movimiento.
Tareas independientes
Proponer ejercicios para que el deportista practique sin el control del entrenador. Los
mismos deben ser útiles para aumentar su responsabilidad, independencia y conciencia
del movimiento.
En el fútbol el jugador debe resolver la situación táctica empleando técnicas del deporte.
En cada caso la expresión de la misma será en el nivel que la ha desarrollado hasta ese
momento. Lo ideal es aprenderla bien para automatizarla en la mejor forma. Para lograr
este nivel de dominio la evaluación debe ser permanente tanto en entrenamiento como
en competencia para sostener la exigencia hacia el objetivo del aprendizaje.
La evaluación la deben realizar tanto el propio jugador como su entrenador pudiendo
colaborar sus compañeros.
Bibliografía
• Borzi,C., Futbol Infantil, Editorial Stadium, 1998 – Capítulo X
• Csandi, El Fútbol, Editorial Planeta, 1969. – Capítulo II
• Harre, Teoria del entrenamiento, Editorial Stadium, 1987 – Capitulo V
• Grosser, Neumaier, Técnicas de entrenamiento, Editorial Martinez Roca, 1986 –
Capitulo II- III
• Martin, Karl, Lehnertz, Manual de metodología del entrenamiento deportivo, Editorial
Paidotribo, 2001. Capítulo 2.
• Nachmanovitch, Stephen, Free Play, La improvisación en la vida y en el arte, Editorial
Paidós, 2004.
El entrenador-educador de fútbol
El niño es el centro de
interés del entrenador-educador, cuya misión principal y esencial es garantizar su
desarrollo en diferentes ámbitos: deportivo, social, psicológico y educativo. El educador
de fútbol es la persona que conoce, que sabe... Es cierto que no lo conoce todo, incluso
dentro de su área, pero debe saber perfectamente lo que quiere transmitir. Las victorias
y las derrotas no significan nada comparado con lo que el fútbol puede transmitir en
cuanto a valores humanos y sociales, que ayudarán a la formación del futuro ciudadano,
así como a su inserción en la sociedad. El fútbol puede ser una herramienta maravillosa
para transmitir valores como el respeto, la solidaridad, la ayuda mutua, el compartir, etc.
Gusto por transmitir, gusto por compartir, gusto por dar, gusto por ocuparse de los
demás. Esa es la misión del educador de fútbol: una vocación.
El juego constituye la principal actividad del niño. Jugar representa una necesidad
esencial, vital e innata en todos los niños. Por tanto, el despertar y la iniciación del
jugador o jugadora de fútbol mediante el juego son los principales objetivos del fútbol
base.
Aprendizaje a través del juego, esa es la misión confiada a los educadores de fútbol.
Jugando, el niño aprende mientras disfruta. Por tanto, el juego supone un medio
extraordinario de desarrollo psicomotor, que permite al niño superar sus temores,
liberarse, tomar iniciativas, asumir riesgos e inventar. Simplemente, la felicidad de jugar
juntos al fútbol y compartir este momento.
El entrenador-educador, en su papel de formador, tiene por vocación el despertar y la
iniciación al fútbol para todos los chicos o chicas que deseen descubrir las maravillas de
este deporte.
Para alcanzar los objetivos que impone este rol de formador, el entrenador-educador de
fútbol, en su “escuela de fútbol”, tendrá por misión:
- Acoger sin espíritu selectivo a todos los jóvenes jugadores y jugadoras a partir de 6
años de edad.
- Transmitir desde la más temprana edad una educación deportiva sobre la base del
respeto y el juego limpio.
- Desarrollar una mentalidad basada en el placer de jugar y la voluntad de progresar.
Sin ser un gran experto, el educador de fútbol debe poseer unos determinados
conocimientos bàsicos:
El educador de fútbol ejerce una gran influencia sobre los jugadores y jugadoras
implicados en el fútbol base. Debido a que los educadores de fútbol pasan mucho
tiempo con los niños, su propia conducta y comportamiento determinará,
invariablemente, las actitudes y la conducta de los propios niños. Por tanto, debe ser un
ejemplo para todos los participantes, siempre de forma positiva, tanto en su aspecto
físico como en sus relaciones sociales y emocionales.
No puede ni debe ser percibido únicamente como organizador o técnico de fútbol, sino
también como guía, educador y ejemplo a seguir.
Cuando se hace referencia a las alumnas, cabe destacar que desde el inicio del
desarrollo de la motricidad general -en todos los niveles anteriores- se deberían incluir
actividades que propicien un amplio repertorio de posibilidades en relación con el
dominio de una pelota, por ejemplo: cabecearla, golpearla con distintas partes del
cuerpo, patearla, pasarla y recibirla con ambos pies, etc.
Cabe recordar que el sistema de juego que los alumnos debieran emplear será el que
mejor se adecue a las características del grupo del que se trate. Tal como se plantea en la
Propuesta N° 6, Organizarse para jugar al handball , este sistema -el elegido- deberá
construirse facilitando el juego, promoviendo la movilidad de los alumnos y
aprovechando sus saberes previos.
ACTIVIDADES SUGERIDAS
- Plantear las actividades ofrecidas en las propuestas, "La iniciación deportiva. ¿Por
dónde empezar?" y "¿Cómo empezar a jugar al handball?" con la respectiva adaptación
al fútbol.
- En espacio reducido, jugar dos contra dos con arcos de 1 m de ancho y sin arquero.
Tratar de convertir la mayor cantidad de goles en un tiempo previamente estipulado
(ideal: 5').
- Dentro del círculo pequeño habrá un defensor y un atacante. Por fuera del círculo, dos
atacantes. Los jugadores que están fuera del círculo le pasan la pelota al compañero que
está ubicado en el círculo central tratando de eludir al defensor. El atacante del círculo
pequeño debe tratar de desmarcarse sin salir del círculo. El defensor debe ganar la
posesión de la pelota. Cambian de funciones al minuto de trabajo.
- Se les puede hablar a los alumnos de diversas propuestas utilizando conos y bancos de
madera largos -o en su defecto, tablones o una pared- para trabajar la conducción de la
pelota, la precisión del pase y el remate al arco.
- Juegan dos parejas. Por un lado, un defensor y un arquero, y por el otro, dos atacantes.
El defensor marcará a uno de los atacantes y sólo cuando éste pueda desmarcarse el otro
atacante -en posesión de la pelota- le hará un pase. Cuando tenga la pelota deberá
rematar al arco. Luego de tres remates al arco, cambian las funciones.
- Un jugador se ubica a una distancia considerable del arco. Desde el lado opuesto sale
corriendo un defensor, mientras que el jugador que está fijo le pasa la pelota a uno de
los atacantes, que corren a derecha o izquierda de él. El defensor tratará de interceptar el
pase. Luego de cinco pases, cambian las funciones
- Marcar tres arcos. Cada pareja defiende su arco y ataca a los otros dos. Juegan dos
tiempos de 5' cada uno. Gana aquella pareja que logra convertir mayor número de goles.
PARA EL ATAQUE
- Al marcar a quien tiene la pelota, hay que ubicarse siempre entre la pelota y el arco, de
frente a la pelota y de espaldas al arco, trazando una línea imaginaria que los una.
- Si es más rápido y tiene la pelota, hay que darle distancia necesaria para que no pueda
aprovechar su velocidad.
Revalorizar la función del arquero dado que es el último recurso defensivo con el que
cuenta el equipo: es quien tiene la visión global del juego y del desempeño de su equipo
y es, también, quien está en mejores condiciones de ordenar a sus compañeros en el
campo de juego por su ubicación y la visión que tiene del mismo.
CRECIMIENTO Y MADURACION
Esta etapa de tres años debe ser abordada, por los profesores, desde lineamientos
científicos respetando las leyes de maduración y crecimiento. Ambos son procesos
importantes pero que pueden tener sus puntos máximos de desarrollo en distintos
momentos de la vida.
Al momento de planificar las cargas de trabajo con niños debemos preguntarnos: ¿en
qué circunstancias psico-biológica se encuentra el niño?
Responder esta pregunta será importante para poder programar el entrenamiento de los
jóvenes futbolistas respetando el principio de individualización y multilateralidad del
entrenamiento.
Durante los procesos de crecimiento y maduración es difícil discernir si los cambios son
producidos por el entrenamiento o por el crecimiento.
Mientras que los cambios fisiológicos producidos por el entrenamiento en adultos son
causados por el programa de entrenamiento en sí, en el niño esos cambios podrán ser
atribuidos en gran parte al proceso de crecimiento y maduración. El incremento del
consumo de oxigeno máximo, el lactato muscular, la fuerza muscular, la potencia
anaeróbica y la resistencia muscular son algunos de los parámetros fisiológicos que
cambian como resultado del entrenamiento, del crecimiento y la maduración física.
Los valores de lactato en niños pre púberes son hasta un 55% menor en comparación
con la de un adulto.
Lo importante aquí es saber que el glucógeno es una reserva limitada y es por ello que
cuando esta se agota es probable que los niños abandonen la actividad ya que este
vaciamiento podría provocar desgano, cansancio continuo y desconcentración.
Durante el último año del fútbol infantil (12 -13 años) muchas veces la edad biológica
(edad de maduración) no concuerda con la edad cronológica y por ende muchos
compañeros del mismo equipo tienen distintos grados madurativos. La edad biológica
se encuentra relacionada con factores de desarrollo, como la altura y peso corporal.
Para conocer a los jóvenes futbolistas sería importante medirlos y pesarlos, con esos
datos se podrá conocer el índice de masa corporal. Esto permitirá básicamente conocer
cuál es el estado nutricional de los jóvenes.
TECNICA Y TACTICA
Jens Bangsbo (2), plantea que el fútbol profesional es un deporte intermitente, donde el
futbolista además de correr realiza otras actividades como aceleraciones, cambios de
direcciones, desaceleraciones, saltos, caídas y levantadas del campo. Por otro lado
remarca que las pausas son pasivas e incompletas.
Aunque el fútbol infantil debe proveer al niño una amplia gama de movimientos y
experiencias, parece muy enriquecedora la práctica de los gestos técnicos en situaciones
jugadas, donde el componente táctico forma parte del trabajo técnico.
Con respecto al componente táctico Weineck (1), menciona que debe trabajarse desde
edades tempranas en paralelo al trabajo técnico. Los contenidos tácticos deberían
orientarse a un desarrollo cognitivo, donde la comprensión del juego sea el punto clave
del entrenamiento. Además deben plantearse en cada entrenamiento el conocimiento de
la totalidad de las reglas. Los principales medios para alcanzar estos objetivos mediante
situaciones jugadas con diversas modalidades y consignas.
Es recomendable realizar el trabajo táctico con los chicos descansados, sin una carga
física previa, para favorecer la comprensión de consignas de manera eficiente.
VELOCIDAD
1- Velocidad de reacción.
2- Velocidad secuencial.
3- Procesos de aprendizaje motriz para desarrollar técnicas motoras que son importantes
para movimientos veloces.
RESISTENCIA
Los volúmenes usados para el entrenamiento de la resistencia deben ser adecuados a las
condiciones del niño. Debemos proponer actividades que no sean de grandes volúmenes
con alta intensidad ya que esto podría provocar vaciamiento glucogénico.
Por otro lado, sabemos que la resistencia está ligada a factores volitivos (capacidad de
esfuerzo), metabólicos aeróbicos y anaeróbicos, funcionales (hormonales, cardio
vasculares y respiratorios) y coordinativos (eficiencia mecánica). La enseñanza de la
técnica de la carrera es importante ya que su eficacia influirá positivamente en la
búsqueda de la máxima económica de los procesos metabólicos y funcionales.
Este autor propone entrenar la capacidad aeróbica en la fase pre puberal a través de
cargas interválicas de corta duración, utilizando el juego como principal contenido en la
actividad.
Para Feigenbaum (4) el músculo esquelético del niño pre púber es más elástico, tiene
poco tono y definición, pero a su vez posee una gran irrigación respecto del adulto. Este
flujo sanguíneo junto a su gran densidad mitocondrial permite realizar trabajos
aeróbicos fraccionados o intermitentes de gran intensidad y corta duración alternados
con pausas cortas ya que su capacidad de recuperación entre esfuerzos es eficiente.
Paul D. Larovede (7) plantea algunos principios para trabajar la resistencia aeróbica en
edades prepuberales. Los mismos hacen mención a conservar el carácter lúdico de la
actividad, donde se utilicen un amplio repertorio de movimientos y gestos propios del
deporte, utilizando circuitos técnicos combinándolos con distintos desplazamientos.
Esta propuesta parece enriquecedora desde su carácter motriz ya que engloba mayores
respuestas técnicas y motoras.
Será el profesor quien deba poner de manifiesto su creatividad, enriqueciendo aún más
la actividad, introduciendo movimientos tácticos en ellas.
Por otro lado, los juegos reducidos, son otra variante que puede ser utilizada para el
trabajo de la resistencia. Desde el punto de vista motriz es más rico que los
anteriormente mencionados, en conjunto al trabajo técnico - táctico realizado. Además
se pueden variar las medidas de la cancha, la cantidad de jugadores y las reglas,
buscando un ajuste táctico si así lo requiere el profesor.
El trabajo de resistencia en jóvenes pre púberes debe tener como objetivo mejorar la
recuperación, creando bases de resistencias y no así provocar aumentos de VO2.
El trabajo de resistencia podría tener mejores efectos sobre los niños realizando tareas
intermitentes de alta intensidad y juegos reducidos. Sin embargo la temprana
especialización no está recomendada en niños. Por lo tanto la combinación de varios
métodos sería la mejor manera de desarrollar la resistencia en esta población.
FUERZA
Resulta muy difícil para los entrenadores conocer el estadío en el cual se encuentra el
joven futbolista. Una modalidad que se podría utilizar para conocer esto sería
demostrarle al niño fotos con las características propias de cada una de las etapas y que
él mismo pueda ubicarse dentro de alguna de ellas.
Cappa (9) menciona que la recomendación del comienzo con trabajos de fuerza en
estadio 5 de Tanner está hecha para trabajos con cargas altas y sistemáticas y que no
existe una edad adecuada para comenzar con trabajos de fuerza cuando los trabajos no
están dirigidos a la fuerza máxima.
Siguiendo con la zona central del cuerpo podemos decir que en la pelvis convergen
acciones que se transmiten de tren superior a inferior y viceversa, es por esto que el
control que el niño pueda ejercer sobre dicha zona es importante para asumir
posteriormente cargas de trabajo.
Según Ozolin (12), los ejercicios con pesos libres ofrecen un mayor estímulo de
entrenamiento acentuando el trabajo de propiocepción, el sentido del equilibrio, la
estabilidad y la coordinación.
Así Feigenbaum (13) asegura que hasta el momento no existen evidencias científicas de
que los ejercicios de fuerza con niños aplicados sistemáticamente pueden causar
lesiones agudas o crónicas. Las lesiones son causadas por fallos técnicos en la ejecución
de los movimientos.
Como hemos visto al comienzo del artículo, el crecimiento provoca ganancias sobre el
rendimiento. En el caso de la fuerza, por crecimiento se producen incrementos de la
misma. Pero también el niño que entrena tiene más fuerza debido a que coordina mejor.
Las capacidades neurales no pueden desarrollarse si no son estimuladas, es por ello que
los trabajos de coordinación y equilibrio (estático y dinámico) tiene gran importancia en
esta etapa (14).
Siguiendo las palabras de Cappa podemos señalar que el tiempo que el profesor dedica a
la enseñanza de las técnicas es una inversión ya que la correcta realización de los
ejercicios permite, en el futuro, trabajar con cargas altas.
A favor de este tipo de entrenamiento, Faigenbaum propone, que las sobrecargas sean
apropiadas, una progresión gradual y respetar los periodos de recuperación entre
sesiones. Destacando el entrenamiento pliométrico en niños como la base para las
posteriores ganancias de fuerza y potencia.
Con respecto a los ejercicios seleccionados para trabajar en las divisiones infantiles
podemos decir que existe una clasificación que los agrupan según la cercanía que estos
tengan con la actividad principal, en nuestro caso fútbol.
La clasificación marca tres tipos: los ejercicios generales, los especiales y los
competitivos.
Los primeros tienen que ver con las actividades que aseguran el desarrollo funcional del
deportista, teniendo como finalidad crear una amplia base para la especialización
progresiva que debe seguir, buscando un acondicionamiento multilateral del deportista.
Entran aquí todos los ejercicios que se extraen de otras disciplinas deportivas y no
necesariamente tienen semejanza con el fútbol.
Los ejercicios especiales son aquellos que por su estructura, intensidad y duración se
acercan al máximo a las actividades de competición. Este tipo de ejercicios constituyen
movimientos y acciones del futbolista que se van a corresponder con su estructura
coordinativa, con el carácter de la ejecución, con la cinética y la dinámica del fútbol.
Por último, los ejercicios competitivos son los que muestran el mismo desarrollo
técnico, funcional y los mismos parámetros que la propia disciplina deportiva. Aquí
entran los juegos reducidos y la práctica y competencia específica.
Lo general siempre tiene que anteceder a lo específico. Sin embargo, los ejercicios que
se destinan a trabajar los contenidos generales del entrenamiento se deben seleccionar
siempre con vistas a las exigencias del fútbol.
La importancia que tiene crear las bases del proceso de entrenamiento/ aprendizaje hace
necesario que los ejercicios generales y especiales tengan mayor preponderancia en
algunas capacidades, como por ejemplo fuerza. Los ejercicios especiales tienen una
acentuada inclinación en el trabajo técnico y táctico, mientras que los ejercicios
generales serán los destinados al mejoramiento o desarrollo de las capacidades
condicionales.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1- Weineck, J. Entrenamiento total. Editorial Paidotribo. Año 2005. p 60.
2- Bangsbo, J. La fisiología del futbol. Instituto august Krogh. Universidad de
Copenhague. Traducido y adaptado por Rubén Argemi, 1999. P 28.
3- Borzi, C. Futbol infantil. Entrenamiento programado. Editorial Estadium. Año 1999.
p 107.
4- Cometti, G. La preparación física en el futbol. Editorial Paidotribo. Año 2007. p 130-
141.
5- Bangsbo, J. Entrenamiento de la condición física en el futbol. Segunda edición. p
119.
6- Lalovere, J. El desarrollo de la resistencia aeróbica en poblaciones infanto- juveniles:
un enfoque fisiológico-pedagógico. Se consigue en: G-SE. 25/06/2001.g-se.com/a/18.
7- Cappa, D. Entrenamiento de la potencia muscular. Versión digital por el grupo sobre
entrenamiento. Año 2000. p 130.
8- Academia Americana de Pediatría. Entrenamiento de la fuerza en niños y
adolescentes.
Pediatrics Volume 107. June 2001.: 1470- 14.
Se consigue en: www.femede.es/documentos/convenio-1.pdf
9- Bompa, T.O. 2003. Periodización, teoría y metodología del entrenamiento. Editorial
Hispano Europea.
10- García Raposo, F. Trabajo preventivo-compensatorio del joven futbolista; Parte I.
Se consigue en: www.futbol-tactico.com/es/futbol/63/futbol-base/acondicionamiento-
general-trabajo-preventivo-compensatorio-del-joven-futbolista-parte-i-sin-
material.html.
11- Ozolin. N. G. 1983. Sistema contemporáneo de entrenamiento deportivo. p 142.
12- Faigenbaum, Avery D. Entrenamiento pliometrico para niños: hechos y falacias.se
consigue en: www.G-SE. Ref. 2012/26.
13- Naclerio, F. entrenamiento de fuerza y potencia en niños. Se consigue en: www.G-
SE.18/04/2007. G-se.com/a/740.
BIBLIOGRAFIA
1-Sebastián del Rosso. Entrenamiento de la potencia anaeróbica y su velocidad. Curso a
distancia de ciencias del ejercicio nivel 2. G-se. Año 2006.
2- Sebastián del Rosso. Desarrollo de las capacidades condicionales. Posgrado
entrenamiento infanto juvenil. G-SE. Año 2012.
3-Veronique Billat. Fisiología y metodología del entrenamiento. Editorial Paidotribo.
Año 2002.
Quedar en Inferiores, se sabe, es una tarea incluso más difícil que romperla en Primera.
En las pruebas de jugadores -numerosas, caóticas e injustas- se quedan varios proyectos
de cracks. Y de personas. En esta nota dos personajes describen el mundo de las pruebas
de ambos lados del mostrador. Ariel Borzillo, DT de la Séptima de Huracán, reconoce
todas las injusticias del sistema. Santiago Fernández, volante de Ferro, cuenta cómo
encontró un atajo en el reality show Camino a la Gloria para abrirse un camino en el
fútbol. Interesante nota publicada en Junio de 2011 en Nos Digital.
“Bueno, chicos, muchas gracias. Los vamos a llamar la semana que viene.” Los días
pasan, los teléfonos no suenan, los sueños se desmigajan y las personas se ignoran.
Probarse y quedar en las Inferiores de un equipo del fútbol argentino, a veces, se vuelve
más difícil que jugar, brillar y llegar a la Primera. El sistema está roto: no funciona
desde lo futbolístico y basurea el costado humano. Como en estas cuestiones los
protagonistas, más que nada sus experiencias, son los que juegan, están ellos para contar
cómo se maneja el sistema de prueba de jugadores. Por un lado, el que observa, el
técnico, que propone, y muy pocas veces dispone a la hora de querer cambiar algo. Él es
Ariel Borzillo, DT de la Septima de Huracán. Cuenta sus experiencias probando chicos
y las cosas que llegó a ver y a sufrir en pruebas de hasta cien jugadores. Por el otro lado,
el que corre, el jugador que es observado y que sufre, en muchos casos, lo hueco de una
estructura futbolística que se derrumba sobre toda historia de vida. Es Santiago
Fernández, el 8 titular de Ferro, que luego de participar en un reality show televisivo
(Camino a la Gloria, en 2004) logró que le dieran pelota en Caballito y así lograr el
sueño del pibe, quedar en un club y llegar a Primera.
Ariel Borzillo asume que una de sus principales tareas como entrenador de inferiores es
“probar jugadores”, por eso describe esos cástings con lujo de detalle: “Las pruebas se
realizan según la estructura del campeonato, según la apertura del libro de pases, es
decir, en diciembre, enero y febrero. Masivamente vienen pibes de todos lados. Se
dividen por edad, por categoría. A veces vienen todos juntos, otras veces en diferentes
días. Eso depende del club. Yo pruebo treinta minutos a todos los que vengan. Hay
veces que son 100, días que son 30. Lo único que dispone el club es el día y el horario,
después vienen todos los pibes que quieran. A medida que van llegando inscriben en
una planilla sus datos y el puesto. Hacés equipos, según los puestos, y jugás los
partidos. Si vienen 100 serán tres o cuatro horas viendo jugadores. Me fijo en lo que me
va a hacer falta, primariamente. Busco lo que el técnico de inferiores anterior me dijo
que le falta al equipo: si es un 2 busco un 2, si es un 9, un 9. Pero, si viene uno muy
bueno de otro puesto lo voy a dejar. De cada prueba hago un selectivo, esos juegan
contra otro selectivo que quedó de otro día de prueba, y de esos sale un tercer equipo
que juega contra el equipo de inferiores. Tenés que ir pasando etapas. De los 100 que
vienen, dejo quince, que juegan con los quince de la otra prueba. De ahí sacas a once
que van a jugar contra los muchachos del club. De esos queda los que juegan en el
puesto que vos necesitas, o los que la rompen. Según mi experiencia, de los 100 que
vienen, quedan 3, a lo sumo 5, si la categoría anterior no le fue bien y necesita varios
puestos. Es un nivel de competitividad extremadamente alto, porque en esos 30 minutos
me tengo que limitar solamente a lo técnico. No se puede ver nada más. Lo intelectual
no se puede evaluar en una primera prueba”.
Los fugaces 30 minutos, en los que se juegan cien maravillosos sueños, evidencian una
crueldad absoluta. Borzillo lo nota: “La parte humana de la prueba es triste. Vos ves
mucha ilusión en esas 100 historias y al final, a casi todos, le tenés que decir ‘gracias,
no es lo que necesitamos’”. Hay historias diferentes, de todos los matices, que hablan de
una pasión que hermana hasta a los más alejados: “En una prueba te encontrás de todo
lo que te imagines. De pibes que vienen con armas, otros que andan solos, chicos cuyas
madres dejan todo para darles de comer. Otros chicos de clase social más acomodada.
Otros que vienen a robar, es decir, se anotan, pero vienen a aprovechar la oportunidad
en donde están todos los bolsos juntos”. Ariel admite las dificultades que tiene el
sistema: “Si a la edad de la séptima categoría (15 años), todavía no fuiste fichado en
algún club, es casi imposible que puedas ser futbolista. Porque además de que la
competencia es muy exigente, existen los acomodos. Son cosas que suceden, sin dudas.
Empresarios que coaccionan de cualquier manera para dejarte a un pibe. La otra clase
de acomodo es que venga una orden de arriba, del presidente del club, Babington
(mandamás de Huracán) me dice que se tiene que quedar, y yo lo tengo que dejar. El
técnico no puede hacer nada, yo tengo dos jugadores que llegaron de esa manera. Se
quedan porque dijo el presidente, cuanto más pregunte, más me involucro, los tengo que
dejar. El sistema está corrupto desde un montón de lugares. Desde la tranza de
jugadores, a que no te importe nada del pibe: que no estudie, no se cuide, no coma, no
se prepare. Porque si estoy arreglado, va a tener que jugar de cualquier manera el
acomodado. Hay pibes que vienen desde lejos todos los putos días y no juegan, juega el
que falta, el indisciplinado, el que no estudia. Más ahora, que hay que sacar resultados
en inferiores. Es una masacre el campeonato que se organizó, te obliga a sacar
resultados, a ganar… ¡en inferiores! Se eligen referís para una séptima categoría, para
ganar, es vergonzoso. Ahí se pierde todo identificación. El pibe a esa edad tiene que
estudiar, estar en la casa, construirse socialmente. Pero, si estás arreglado, te importa
tres pelotas.” Por último Ariel cuenta las miserias del fútbol que lo rodean:
“Ofrecimientos tengo todos los días, pero no voy a ir contra mi estructura moral por
arreglar a algún jugador, que encima lo van a cagar a ese pibe, porque a los 20 no va
andar bien y lo van a dejar tirado en la calle, sin familia, sin estudios, sin nada. Yo
como técnico asumo que el sistema es cruel. Hay chanchuyos y crueldades a patadas:
gente que la prueban cinco minutos, lo ven caminar y ya lo echan”.
La otra campana suena en sintonía, retratando momentos parecidos, propios del mismo
fútbol. Quizás, haya una diferencia: Santiago Fernández ya está jugando en Primera. Lo
logró. Pero él es consciente que además de su esfuerzo, constancia y habilidad tuvo una
ayuda extra, que es lo hizo un “privilegiado”: “La experiencia del reality fue increíble y
excepcional. Fue un trampolín. Me ayudo a saltar muchas barreras que tiene el fútbol.
Me hice un pequeño nombre. Hacer una prueba en Inferiores es complicadísimo, cada
uno se quiere mostrar, nadie se la pasa a nadie. Yo hice la prueba en Ferro como todo el
mundo, pero sabiendo que me conocían del programa. Gracias a Dios quedé. Cada uno
se mata por estar y son muy pocos los que quedan, y menos los que llegan”. El reality
del que habla Santiago es “Camino a la Gloria”, programa televisivo del 2002, que
probó a 12.000 chicos, de los cuales solo a uno le darían la posibilidad de probarse
durante unas semanas en el Real Madrid. Santiago salió segundo de esos 12.000 y la
promesa para los finalistas del show había sido pruebas en diferentes equipos grandes
de Argentina, como esa promesa se incumplió, Santiago logró una puebra en Ferro, la
jugó y quedó.
Ya desde adentro de un club, más tranquilo, con el sueño empezado, vio sufrir a muchos
compañeros y a chicos que se probaban jugando contra el mismo: “Es muy complicado,
la competencia es terrible. Tiene que cambiar el sistema, es difícil para alguien que está
con nervios irse a probar. Además cada vez que te rebotan es peor. Quizás ir mechando,
hacerlos ir diferentes días, jugar con diferentes equipos, integrarlos. Habría que
cambiarlo, pero no soy yo quién tiene que decidirlo. Hay que cambiar porque desde la
parte humana es muy frío, no les dan bola, a veces miran para otro lado. Te rompe la
bolas, levantarte temprano ir con toda la ilusión y que ni te miren: por lo menos mirame
y decime si sirvo o no. Cada uno esta ahí por un sueño, sería importante que no se
olvide. Tampoco habría ilusionar tanto a los pibes. A veces los hacen ir reiterados días
sabiendo que no van a quedar. Lo terminás perjudicando. También me tocó jugar, como
fichado, contra los que se venían a probar. No sirve de nada, yo los veía y son once
pibes que no se la tocan entre ellos, empiezan a pegar, a meter, cada uno buscando su
beneficio y así no funciona. Hay que modificarlo. Además el DT prefiere quedarse con
alguien que ya conoce, por más que el nuevo, con trabajo, juegue mejor. A medida que
pasan los años se vuelve más imposible, es frustrante”.
Hoy en día los padres de los chicos que practican el deporte más popular del mundo
presionan demasiado a sus hijos para que lleguen a ser profesionales y puedan darles un
gran beneficio económico. A partir de una investigación en el Club Ferrocarril Oeste se
podrá conocer lo que sienten y piensan estos niños de diez años que parecen tener muy
claro lo que quieren ser de grandes.
Son las once de la mañana de un sábado de noviembre. Es un día soleado, ideal para
estar al aire libre. En Ferro se respira fútbol. Se respira muchas ganas de ganar y un
clima tranquilo que de a poco se irá poniendo áspero. El árbitro da la orden y el partido
comienza. En ese momento también empiezan los gritos los reproches, los insultos y
también el aliento. Durante una hora veintidós personitas corren atrás de una pelota
buscando ganar. Aunque por sus mentes no sólo pasa eso, sino también la presión que
sufren desde los ruidos de la tribuna. Si usted piensa que esto es un partido de primera
división está muy equivocado. Por lo contrario, esto es el clima que genera el fútbol
infantil. Para algunos una simple diversión, para otros una apuesta hacia el futuro.
En los últimos tiempos, la vorágine de los medios y todo lo que rodea al fútbol como el
merchandising, altísimos contratos y expectativas a futuro hicieron que se desvirtuara
todo lo relacionado al deporte infantil como una diversión, como una manera de
educación y formación personal. En la actualidad, muchos padres piensan en “salvarse”,
es decir, tener un excelente futuro económico gracias al esfuerzo de un hijo que con tan
solo diez años debe comportarse como un adulto. Este fue el caso de un jugador de
River, Eric Lamela, quien fue pretendido por el Barcelona de España a los doce años
con una oferta de 120.000 dólares por su pase. Su padre estaba de acuerdo, pero su
madre no dejó que se llevaran al chico que actualmente está jugando en River.
Para conocer a fondo esta mecánica deportiva, es necesario conocer a sus protagonistas.
Entrenadores, padres y los propios chicos dan su parecer.
El fútbol infantil según Diego Meirama, el coordinador de las inferiores del Club
Ferrocarril Oeste, sirve para formar a la persona antes que al futbolista, porque según él,
son muy pocos los que llegan y los demás deben dedicarse a otra actividad. Opiniones
como esta chocan con la de algunos padres que se contradicen. Jorge Soto es padre de
Tomás de nueve años que juega en Banfield: “Él lo hace porque le gusta, nosotros no lo
obligamos, pero se lo toma como un trabajo”.
Cansancio, sufrimiento, ganas, competencia. Son algunos de los sentimientos que las
caras de estos nenes transmiten. Son las tres de la tarde de un día de semana en el club
Ferrocarril Oeste. La mayoría de los chicos llegan acompañados de sus padres. Tienen
entre ocho y catorce años. Primero hacen la parte física. Abdominales y flexiones de
brazos. Luego practican fútbol y a las cinco de la tarde se sientan en las gradas de la
cancha para tomar la merienda: generalmente una banana y un vaso de chocolatada.
Este es el momento clave para dialogar con ellos y saber qué sienten a la hora de
practicar el deporte.
Joan de once años parece demasiado maduro para su edad. Su sueño es convertirse en
jugador profesional. Le gustaría ser como Cristiano Ronaldo. Cuando se le pregunta por
la competencia, el niño advierte: “Si me viene a ver un dirigente de un club más
importante que el que estoy, voy a dar lo mejor sin que me importe si estoy jugando con
un amigo”. Este pensamiento es claro que no lo formó por sí sólo sino que lo creó
influido por el entorno mediático y futbolístico. Uno podría pensar que también es culpa
de sus padres. Sin embargo, hablando con Verónica, la mamá de Joan, vemos que no es
así: “A mí como madre me parece que una vida deportiva es lo más importante. No se si
llegará o no”.
También hay otras visiones como la de Franco, un nene de diez años que sólo piensa en
divertirse: “Vengo para jugar con mis amigos. Me gustaría llegar de grande, pero sólo
pienso en pasarla bien”.
El momento del entrenamiento es bastante más distendido. Los días lindos practican en
la cancha auxiliar del club y los días de lluvia hacen trabajos reducidos en el gimnasio.
Todos los días entrenan juntos, pero en realidad están divididos por planteles. Hay
cuatro torneos diferentes: la Liga Metropolitana, la Liga Argentina, F.A.F.I y F.E.F.I.
Cada uno de los certámenes se juega cada quince días. Sábados y domingos por la
mañana el Club Ferrocarril Oeste, así como todos los clubes partícipes de estos torneos,
se llenan de chicos, padres, dirigentes y entrenadores dispuestos a todo para ganar.
Es el medio de un partido, hay dos equipos enfrentados, ¿los dos quieren ganar o sólo
divertirse? Desde afuera se escucha: “Dale nene dale”, “Ganaste nene”, “Vamos carajo,
despiértense viejo”, “Pegale”, “Quebralo” y muchas otras barbaridades que escritas no
tienen el mismo significado emocional que en vivo y en directo cuando se las gritan a
chicos de diez años. Ese tipo de agravios son los que hacen que niños de tan corta edad
piensen como adultos: “Ojalá pueda irme a algún club mejor en los próximos años”,
cuenta Julián de diez años.
Por otro lado cuando se les pregunta a los chicos por la actitud de algunos padres, se
muestran totalmente en contra, lo que también se contradice con sus aspiraciones de
gloria: “Se lo tendrían que tomar como una diversión de sus hijos”, comenta Joan.
Diego Meirama sostiene su preocupación sobre algunas actitudes: “este año hubo
reacciones increíbles, hasta hubo problemas con algunos delegados de los clubes que no
pueden controlarse ¿Cómo van a controlar a los pibes?”
Según una encuesta realizada en el club Ferrocarril Oeste, sobre 100 chicos entre 7 y 12
años, 63 ven al fútbol como una profesión y sólo 37 lo ven como un hobby. De los 63,
hay 40 que sienten presión de parte de sus familias. Los 23 restantes sienten que son
apoyados por sus parientes.
Por otra parte, sobre 100 adultos entrevistados, 75 piensan en el futuro de su niño en
algún club importante, mientras que los 25 restantes sólo quieren que sus hijos se
diviertan jugando.
Los números hablan por sí solos y si hay alguna duda sobre la concepción de los niños
de este deporte, basta sólo con darse cuenta de lo que le inculcan sus padres.
Son las ocho de la noche de un sábado de noviembre, se los ve exhaustos, con cara de
sufrimiento. Su jornada futbolística terminó. Sólo pretenden bañarse, cambiarse y
volver a sus hogares para distenderse, aunque otros no. Otros están felices por haber
podido disfrutar el juego. Así se los ve saliendo del club, volviendo a sus casas donde
algunos serán felicitados y otros hostigados para que mejoren su rendimiento el
próximo fin de semana.
Son cinco los certámenes que se juegan cada fin de semana en los distintos clubes
afiliados.
Para empezar, FAFI, Federación Amistad de Fútbol Infantil nació en marzo de 1978 con
diez entidades fundadoras con Racing Club a la cabeza. En la actualidad el torneo se
divide en 6 zonas de dieciocho equipos. La jornada empieza los sábados a las 14.15 y
las edades van desde 7 a 12 años. En síntesis, por sábado se juegan 70 jornadas con
promedio de 100 personas por club, lo que da como resultado una gran movilización.
Los clubes más importantes que participan como Ferro, Huracán, Racing y Platense
están acompañados de otros clubes de barrio como La Paternal, Don Bosco y Caballito
Juniors entre otros.
FEFI, Federación Escuela de Fútbol Infantil es otro tipo de torneo en el que participan
seis zonas de dieciséis equipos de la A a la F y también hay seis zonas por colores:
blanca, bordo, celeste, oro, verde y violeta. La competencia se juega sábados y
domingos y las categorías van desde 96 a 2002. La hora de inicio de jornada es 14.30 y
la de finalización es 20.30 cuando termina la categoría 98. Son más de doscientos
equipos los afiliados a esta federación.
Estos son los cinco torneos de donde provienen las nuevas promesas de nuestro fútbol,
pero también son causa de disgustos para muchos chicos presionados por sus padres.