Está en la página 1de 3

Panorama aborigen

Distintas razas indígenas habitaron la Patagonia miles de años


antes de que llegaran los españoles. Su cultura no era
adelantada, por lo cual hoy sólo quedan leves vestigios de esas
poblaciones (depósitos funerarios, cuevas, escrituras rupestres,
lugares de labores de piedras o conchillas).

Las mejores referencias de los antiguos


pobladores se han obtenido en los yacimientos
arqueológicos de El Juncal, lugar cercano a la
ciudad de Viedma, en el este de la Provincia de
Río Negro. Allí fueron hallados los “cráneos
negros”, así llamados por la impregnación de
sales que recibieron en su largo entierro.
Antes de la Conquista del Desierto, la zona era un área de transición de dos
razas indígenas muy diferentes entre sí. Una provenía de la zona pampeana y la
otra de la zona andina del Pacífico: los Tehuelches y los Mapuches argentinos
y chilenos.
Los tehuelches habitaron desde el río Colorado hasta los canales magallánicos,
divididos en varios grupos. Hablaban la lengua del grupo Ken, eran de vida
nómade, cazadores de guanacos y avestruces. Poseían un físico desarrollado,
lo que les valió que los llamaran Patagones, ya que medían seis pies y diez
pulgadas de promedio, de cabeza angosta y larga y cara alargada.
Antonio Pigafetta, un integrante de la expedición de Magallanes, describe así su
encuentro con un tehuelche:
“Un día, un hombre de figura gigantesca se presentó ante
nosotros. Era tan grande que nuestra cabeza llegaba
apenas a su cintura. Su cara era ancha y teñida de rojo. Su
manto estaba hecho de pieles, muy bien cosidas, de un
animal que abunda en este país. Este animal tiene cabeza y
orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y cola
de caballo… Llevaba este hombre también una especie de
zapatos, hechos con la misma piel…”
Su vida estaba condicionada por un medio muy
hostil: terribles vientos, inviernos muy fríos y escasez
de agua, lo que les impidió cultivar la tierra.
Por contraste, los Mapuches eran bajos y robustos, de cabeza ancha y
corta y cara redonda, siendo superior su nivel cultural al ser de
costumbres sedentarias. Eran cazadores y agricultores, con conocimientos de
tejidos y alfarería.
Los Mapuches (nombre que significa gente de la tierra) habitaban originariamente
en territorio chileno. En el siglo XVIII, empujados por los invasores
españoles, aprendieron a montar a caballo y se trasladaron a otras tierras.
Entraron así en la Patagonia argentina, lo que marcó el comienzo de la
agonía de los Tehuelches. Ocuparon el norte de la Patagonia y el sur de la
llanura pampeana, se mezclaron con los tehuelches y los pampas y, dado que
eran más evolucionados culturalmente y mucho más belicosos, les
impusieron sus costumbres y su lengua, y terminaron por avasallarlos.
Esto, sumado al exterminio español y a la incorporación rasgos culturales del
blanco, determinó el fin de los Tehuelches.
Algunas de las actuales agrupaciones son descendientes de núcleos originarios,
con líderes o caciques, otras se construyeron sobre la base de familias dispersas
y cruzamientos.
La zona actualmente ocupada por
aborígenes corresponde en su mayor parte
a las zonas áridas, con bajas precipitaciones,
pastos escasos y duros. Son tierras pobres en
materias orgánicas, donde no existen cursos de
agua relevantes, ni superficiales ni
subterráneos. El clima es frío y riguroso, con
temperaturas extremas durante la mayor parte del año, con siete meses
de sequía y vientos secos e intensos. Las especiales condiciones geográficas y
climáticas no permiten el desarrollo de especies vegetales aptas para la
alimentación del ganado vacuno y por ende de la población; sólo es posible la
cría de ovinos y caprinos.
Tales características indujeron al hombre blanco a ir postergando la ocupación de
dichas tierras, limitándose a la posesión de campos para la explotación extensiva
de la ganadería ovina. Esta situación facilitó la permanencia, hasta el presente, y
el arraigo de los citados aborígenes, los que constituyen uno de los más
importantes grupos indígenas del país.
Se calcula que actualmente son 40000 los mapuches en la región, aunque
los jóvenes emigran a las ciudades de la región en busca de bienestar económico.

También podría gustarte