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Revolución tecnológica e informática

Durante el siglo XX, el hombre ha logrado explorar su medio físico y su propia realidad como ser vivo. La
ciencia y la tecnología han alcanzado un gran desarrollo. El trabajo en conjunto de distintos especialistas,
en empresas, universidades y gobiernos, ha iniciado, cada vez más, ambiciosos proyectos, los que
realizados con tecnologías de punta, aumentan la competitividad en los mercados. La ciencia se ha
transformado en un instrumento de poder económico, incidiendo en los distintos ámbitos de la vida
humana.

La vida intelectual en general ha sido de inmensa riqueza y al mismo tiempo ha atravesado numerosas
crisis, siendo el reflejo de los vaivenes que experimentaba la sociedad. Durante el siglo XX se llegó
también a una percepción de la importancia de la ciencia y de la técnica concibiéndolas como inseparables
y como bienes preciados de la sociedad, realizándose, cada vez más, una investigación científica orientada
al desarrollo de nuevas tecnologías.

En la medida que estos conocimientos se desarrollaban y perfeccionaban, la vida cotidiana los fue
incorporando, produciéndose, con ello, cambios en la salud, la alimentación, las comunicaciones, etc.

Teniendo en consideración que los cambios se manifiestan en absolutamente todos los ámbitos de la vida
humana, nos abocaremos solamente a aquellos más pertinentes al tema que nos ocupa: el de las
comunicaciones, pues tuvo un desarrollo crucial en el siglo XX.

Por una parte, tenemos el transporte simbolizado en el automóvil, claro que siempre con antecedentes en
el ferrocarril y el barco, que habían partido con la máquina a vapor creada en el siglo anterior. El siguiente
hito en el desarrollo de los medios de transporte es el avión. Así, la posibilidad de volar permitió al ser
humano alcanzar niveles de movilidad jamás antes experimentados.

Otro sector de adelantos es el de las comunicaciones, conocido como “comunicación social”, que
comprende la comunicación de la palabra escrita y hablada, las noticias, las ideas y la información de todo
tipo, y de las transacciones de finanzas y servicios. El progreso en este campo ha sido importantísimo y va
desde la comunicación por cable, hasta la digitalización. Todos estos medios tienen sus antecedentes en el
siglo XIX con el telégrafo y el teléfono.

Dentro de este último sector, no podemos dejar de mencionar la denominada “comunicación audiovisual”:
la radio y la televisión. La primera, el medio de comunicación más difundido en la primera mitad del siglo
XX, y la segunda, que se desarrolla luego de la Segunda Guerra Mundial y que continúa siendo hasta hoy
un fenómeno social y tecnológico de vital importancia, como fue para el mundo ver las imágenes de la
Guerra de Vietnam, con sus jóvenes soldados muriendo, generando inmediatamente en los Estados
Unidos el movimiento de paz más importante de los años sesenta: los hippies. El establecimiento de
satélites artificiales favorece las comunicaciones simultáneas en distintos lugares del planeta.

“El teléfono, la radio, la televisión tienden a integrarse ahora en la base más amplia aún de la informática
o la computación, que sustenta el fenómeno de la digitalización de todo lo que son señales electrónicas
para llevarlas al mundo de los procesadores de datos. Hoy en día no se conciben ya las comunicaciones
sin el auxilio de la informática y el futuro de la comunicación es la digitalización de todo flujo de
información”

Elementos tales como el avión, la energía nuclear y la televisión, han caracterizado la tecnología del siglo
XX, pero es justamente la informática la que probablemente tendrá un rol decisivo en el futuro de la
humanidad. La informática es el motor de una “tercera revolución tecnológica” que tiene importantes
realizaciones en la segunda mitad del siglo XX, pero su mayor desarrollo se piensa que ocurrirá en el siglo
XXI. De hecho, la informática en la actualidad crece a un ritmo prácticamente exponencial: su tecnología
en corto tiempo queda obsoleta y debe ser reemplazada. El descubrimiento clave para permitir todo esto
ha sido la utilización de la “fibra óptica” que, reemplazando al cable de cobre, permite la transmisión de
señales a la velocidad de la luz.
En lo que se refiere a las tecnologías de la información, la microelectrónica, la informática y las
telecomunicaciones conformaron un sistema de redes integradas a nivel mundial que han acercado
lugares lejanos a una red de información nunca antes experimentada por el mundo.

La informática ha extendido su uso a través de sistemas de diseño y control de los procesos de


información y ha dado solución a problemas que se presentaban en fábricas y oficinas, como el control de
los stocks y de la producción, y en aeropuertos y estaciones de trenes, para controlar el tráfico. Por otra
parte, ha ido cobrando gran importancia en muchos ámbitos de la vida, incluso en la vida cotidiana de las
personas, especialmente, en su acceso a diferentes servicios e información a través del desarrollo de
Internet.

Un aspecto que ha preocupado a muchos autores es el proceso que tiende a desplazar la participación
humana de una serie de procesos productivos y de servicios: muchos de los trámites bancarios o de
impuestos, por ejemplo, que antes se hacían de manera solamente personal, hoy en día se pueden hacer
desde la casa o la oficina a través de la Web. Cada vez en más lugares del mundo los operadores ejecutan
las órdenes impartidas por los sistemas informáticos de lugares lejanos. Por los costos humanos que esto
ha significado, algunos teóricos que han reflexionado al respecto piensan que en el futuro se deberá
decidir si se extiende el campo de aplicación de las operaciones automáticas o se rehabilita el papel de los
operadores, basándose fundamentalmente en una elección que tome en consideración el futuro de las
personas, ya que se puede prescindir de personal, pero se debe pensar en la posibilidad de ofrecer un
trabajo alternativo a quienes han sido desplazados de sus puestos.

Como hemos visto, la verdadera revolución del siglo XX se ha dado en el ámbito de las tecnologías de la
comunicación. Las fronteras casi han desaparecido, dando paso a lo que se ha llamado la “aldea global”,
toda ella informada todo el tiempo de lo que a otros les pasa. Se vive casi simultáneamente una guerra,
un ataque terrorista, un descubrimiento científico, etc.
Historia de la pólvora

La pólvora fue inventada en China para hacer fuegos artificiales y armas, aproximadamente en el siglo IX de nuestra era,
aunque no concibieron las armas de fuego como nosotros las conocemos. Los bizantinos y los árabes la introdujeron en
Europa alrededor del 1200.

Es probable que la pólvora se introdujera en Europa procedente del Oriente Próximo. La primera referencia a su
fabricación en Europa se encuentra en un documento de Roger Bacon,

Berthold Schwarz, un monje alemán, a comienzos del siglo XIV, puede haber sido el primero en emplear pólvora para
impulsar un proyectil, aunque parece ser que por esa misma época los árabes ya la habían usado con ese mismo fin en
la Península Ibérica, según se desprende de las crónicas del rey Alfonso XI de Castilla. El siguiente párrafo, transcrito y
adaptado al castellano moderno, corresponde a la crónica del rey Alfonso XI sobre el sitio de Algeciras (1343), y es la
primera referencia escrita del empleo de la pólvora con fines militares, si bien hay quien sostiene que esa misma
sustancia ya había sido utilizada, también por los árabes, en la defensa de la ciudad de Niebla (Huelva) cuando fue
sitiada por Alfonso X el Sabio, casi un siglo antes.

..tiraban [los árabes] muchas pellas [bolas] de hierro que las lanzaban con truenos, de los que los cristianos sentían un gran espanto,
ya que cualquier miembro del hombre que fuese alcanzado, era cercenado como si lo cortasen con un cuchillo; y como quisiera que el

hombre cayera herido moría después, pues no había cirugía alguna que lo pudiera curar, por un lado porque venían [las pellas]

ardiendo como fuego, y por otro, porque los polvos con que las lanzaban eran de tal naturaleza que cualquier llaga que hicieran

suponía la muerte del hombre.

Sean cuales fueren los datos precisos y las identidades de sus descubridores y primeros usuarios, lo cierto es que la
pólvora se fabricaba en Inglaterra en 1334 y que en 1340 Alemania contaba con instalaciones para producirla.

El primer intento de emplear la pólvora para minar los muros de las fortificaciones se llevó a cabo durante el sitio
de Pisa (Italia) en1403. En la segunda mitad del siglo XVI, la fabricación de pólvora era un monopolio del Estado en la
mayoría de los países.

Fue el único explosivo conocido hasta el descubrimiento del denominado oro fulminante, un poderoso explosivo utilizado
por primera vez en 1628 durante las contiendas bélicas que se desarrollaron en el continente europeo.

Químicamente, el carbón y el azufre arden gracias al nitrato potásico, que es el comburente, pues suministra el oxígeno
para la combustión. Se puede emplear nitrato sódico (nitrato de Chile), pero es higroscópico (condensa sobre sí la
humedad del ambiente). También hay otra pólvora comúnmente usada, que en vez de nitrato potásico, lleva clorato
potásico (KClO3), cuyo uso es común en pirotecnia. El clorato de potasio no es higroscópico y funciona mejor que el
nitrato de potasio, pero la combustión junto al carbón y al azufre se hace mucho más rápidamente, siendo casi explosiva;
por ello se usa en pirotecnia. Las cantidades de cada componente son: 50% KClO 3, 35% carbón y 15% azufre. El azufre
ayuda en la combustión, porque cuando se quema, se produce dióxido y trióxido de azufre, SO 2 y SO3, y al juntarse con
moléculas de agua procedentes, no de la combustión, sino de la humedad, se producen ácido sulfúrico (H 2SO4) y
sulfuroso (H2SO3), que reaccionan violentamente con el clorato de potasio, haciendo que se descomponga muy
rápidamente.

Aunque aún se pueda encontrar este tipo de pólvora para los fines descritos anteriormente, ésta fue desplazada por la
pólvora nitro celulósica o sin humo en la última década del siglo XIX, substituyéndola totalmente por las notables ventajas
que tenía sobre la otra.
Astrolabio
El astrolabio es un antiguo instrumento que permite determinar la posición de las estrellas sobre la bóveda celeste. La
palabra astrolabio procede etimológicamente del griego ἀστρολάβιον,1 que puede traducirse como «buscador de estrellas». El
astrolabio era usado por los navegantes,astrónomos y científicos en general para localizar los astros y observar su movimiento,
para determinar la hora local a partir de la latitud o, viceversa, para averiguar la latitud conociendo la hora. También sirve para
medir distancias por triangulación.2

Los marineros musulmanes a menudo lo usaban también para calcular el horario de oración y localizar la dirección de la Meca.
Durante los siglos XVI a XVIII, fue utilizado como el principal instrumento de navegación, hasta la invención del sextante,
en 1750.

Historia

En realidad, no se sabe bien quien fue el inventor original. Algunas obras del astrónomo y matemático griego Claudio Ptolomeo,
como el Almagesto, ya describen en el siglo II su construcción y fueron utilizadas por otros matemáticos posteriores
como Hipatia de Alejandríapara mejorar sus cálculos. Se sabe que Hipatia trabajó con su padre, el astrónomo Teón, para hacer
correcciones en el Almagesto de Ptolomeo y construir un astrolabio. También sabemos que Hiparco de Nicea ya construía
astrolabios antes que Ptolomeo e Hipatia.[cita requerida] El astrolabio más antiguo que se conserva en la actualidad fue construido
por el astrónomo persa Nastulus hacia el año 927 y se conserva en el Museo Nacional de Kuwait. 3 En el siglo VIII ya era
ampliamente conocido en el mundo islámico. A Europa llega en el siglo XII a través de la España musulmana.

Descripción

El astrolabio se basa en la proyección estereográfica de la esfera celeste. Consiste, básicamente, en una circunferencia
graduada (placa madre o mater) sobre cuyo eje gira una aguja con un punto de mira que se apunta a la estrella elegida. El
borde de la madre, o limbo, muestra una escala graduada en grados y a menudo también otra en horas y minutos. En la parte
superior, consta de una argolla de la que se suspende el instrumento en posición vertical para realizar las mediciones.

La parte delantera del instrumento, o faz de la mater, es ligeramente cóncava y en ella se insertan otros dos discos. El interno,
llamado tímpano, es una placa fija grabada con lascoordenadas de la esfera celeste correspondientes a una latitud concreta,
incluyendo el cénit, el horizonte, líneas de altitud, acimut, el ecuador celeste, la eclíptica y los trópicos de Cáncery Capricornio.
El externo, llamado araña o red, es giratorio y representa un planisferiotransparente con las posiciones del Sol, la Luna y las
estrellas más brillantes del lugar. Sobre la araña, una aguja con visor, la regla se apunta al astro buscado. Dirigiéndola al Sol
indica, por el lado del observador, la hora local.

La parte trasera de la madre sirve para saber la altura de una torre, la distancia a esa torre y el símbolo del zodiaco que está
ocupado por el Sol. Encima de esta parte sólo gira una aguja, la alidada con dos pínulas o visores para las lecturas.

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