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FE

El creyente vuelve a su manantial como el grano enterrado va hacia la luz 1.

Fe es un proyecto de investigación y creación dramaturgica, basado en el tema de


la Fe. El proyecto se propone comprender y expresar, por medio de las artes
escénicas, ese pulso divino, social, histórico, psicológico2, religioso, etc. que motiva,
mueve y justifica, desde las acciones más simples y cotidianas de la subsistencia,
hasta los acontecimientos más relevantes en la arquitectura moral de la
humanidad.

Es difícil rastrear el concepto de Fe en las culturas del ámbito no cristiano y más aún
fuera del terreno no teísta. En el antiguo testamento el vocablo no es muy usado
como tal, siendo la idea más que la palabra lo que se evoca de diversas maneras.
En el nuevo testamento ocupa un lugar prominente siendo la fe en Cristo el eje de
su doctrina.

El término tiene sus orígenes en el latín fides y entre sus acepciones más amplias, es
el conjunto de creencias de un grupo humano o de una religión. Básicamente
significa creer o tener confianza en alguien o algo. En el contexto del Cristianismo es
una revelación dada por Dios. La Fe es la primera de las virtudes teologales y
constituye el único medio de salvación, la única posibilidad de trascendencia a la
muerte y acceso la vida eterna. La Fe en el Judaísmo es un acto racional
alcanzable sólo mediante el estudio profundo y prolongado de las escrituras,
diferente del dogma irracional que exige absoluta sumisión; y en el Islam
encontramos el término “Imán”, que refiere a una especie de estado de gracia
(felicidad) adquirido mediante la profesión de fe, oración, limosna, ayuno y
peregrinación. La Fe hace al Islam penetrar, de manera profunda y constructiva, en
todos los aspectos de la vida. De acuerdo con el Islam, la Fe auténtica ejerce un
efecto decisivo en la suerte espiritual y material del hombre y, también, en su
comportamiento personal y social, además de su conducta política y su actividad
financiera.

Por su parte, en el Hinduismo o Brahmanismo, la religión más antigua y de alguna


manera menos estructurada3, se parte del “dharma" 4, que entre sus acepciones
más generales figura: “las cosas como son”, y se trata de la ley universal de la
naturaleza, que se encuentra en cada individuo lo mismo que en todo el Cosmos.
Esta ley se manifiesta en movimientos cíclicos y regulares, por lo que se simboliza al
dharma como una rueda ("chakra)" que torna o gira sobre sí misma. Dharma, aún
siendo análogo, es un término demasiado polisémico y de difícil comparación con
las concepciones occidentales de religión. Para el occidental, el Cristianismo tiene un
significado preciso y unas profesiones específicas que lo determinan como tal. Sin
embargo, el término dharma alude más bien a un conjunto de estados o atributos
más que a una serie de prácticas, que, en la conceptualización de un ser supremo,
proviniendo de culturas tan diversas como las hay en la India5, se mezclan
elementos naturalistas, animistas y politeístas, adquiriendo también tendencias
monoteístas. 6

El Budismo es a la vez religión y filosofía en grado más acentuado que las


anteriores por su carácter no teísta7, debido a que no se postula sobre el concepto
de una deidad creadora sino sobre las enseñanzas de Buda, título que en lenguas
antiguas significa “el que ha despertado”. Con claras influencias brahmánicas, estas
enseñanzas no son asumidas como revelaciones divinas, ni dogmas de fe, puesto
que el despertar8 es un asunto personal y accesible a todos, que, mediante ciertas
prácticas y concepciones del mundo natural y social, se encamina a la liberación
espiritual del sufrimiento humano.

La mayoría de las religiones conciben el alma inmortal e intemporal y la vida


material como una etapa de transición a la que es posible retornar después de la
muerte9. El pilar fundamental de la fe es creer en que se puede trascender la
muerte o fin de la vida, ya en un retorno, ya en una vida eterna o en una
conjunción universal. En unas religiones se presenta como la vuelta a la vida del
cuerpo físico; en otras como la reunión (no unión) final del espíritu con el cuerpo,
que no implica necesariamente la vuelta a la vida. Para otras es la vuelta a la vida
corporal en ciclos evolutivos y muchas otras asumen creencias menos fehacientes,
pero con el mismo principio. Llámese resucitamiento, resurrección, renacimiento, o,
reencarnación, este culto de renovación de la naturaleza y del espíritu, tiene un
origen ancestral muy remoto10, constituyéndose paulatinamente en uno de los
cimientos de renovación y consolidación de las estructuras simbólicas de la Fe y las
prácticas que la determinan11.

Cada una de estas devociones es un prisma que se abre y diversifica componiendo


el universo de conceptos, manifestaciones, vías y objetos de la Fe. Sin embargo, no
es la suma de sus componentes lo que la definirá, sino su “telos”12, su fin, su
propósito, su razón de ser. Para los helénicos clásicos conocer de qué materia está
hecha una cosa era solamente parte de la verdad, “porque siendo la materia
original común a todas las cosas, debemos preguntarnos para qué está hecha”13.
Esto nos permite conocer las características que la distinguen de las demás, nos lleva
a conocer su forma peculiar porque esa forma es su todo; según la semiótica
contemporánea es la forma del contenido lo se que constituye como imagen, por
sustitución u otro procedimiento, y es la forma la que apunta y se dirige hacia la
función, fin o propósito de la cosa.
De esta manera se puede abordar más claramente el tema de la Fe, porque
teniendo sus raíces más profundas en lo que el ser percibe como realidad,
promueve un código ético para establecerse en ella y su sostenibilidad depende de
la prevalencia de tales percepciones en la dinámica de la tradición, que a su vez
dan sentido renovado y vigencia al concepto mismo de la Fe.

Haciendo una comparación entre el desarrollo de las creencias y de las leyes, se ve


que, a partir de los postulados religiosos primitivos, se han constituido los núcleos
fundamentales de las sociedades y sus normativas, se han establecido los nexos
familiares, la autoridad, los derechos humanos y sociales. “Esa misma religión, luego
de ampliar y de extender la familia, ha formado una asociación mayor, la ciudad, y
ha reinado en ella como en la familia… De ella han procedido todas las instituciones
y todo el derecho privado de los antiguos. De ella ha recibido la ciudad sus
principios, sus reglas, sus costumbres, sus magistraturas.”14. Esas creencias cambian o
se acaban con el tiempo, y lo interesante es observar como las instituciones cambian
o se acaban con ellas15. Ya en la intimidad de la vida de los seres humanos, ya en lo
institucional de toda sociedad estamental, de castas o de clases, la Fe constituye
una respuesta espiritual a la mera, simple y llana existencia social, dotando a la
vida de dirección y significado.

La fe no es un acto racional que exige pruebas de lo que se cree16, la hermenéutica


y la exégesis no resuelven sus misterios y, sin embargo, para algunos, la fe comienza
a dar pruebas de su veracidad, una vez que se ha asumido como verdadero lo que
se cree, y se tiene fe en ello. La Fe se construye en una dinámica histórica17 como un
flujo ritual altamente codificado18, que hoy como ayer, en la espiral del desarrollo
de la humanidad, hace prevalecer, el pensamiento mítico frente a las demás
formas de pensamiento y permite tener esa certeza trascendental sobre la creación,
el destino y la muerte, incógnitas fundamentales del ser. 19

De la realidad se dice que es lo que queda después de dejar de creer en algo. La fe


consiste en no dejar de creer, estableciendo otro procedimiento de aprehensión de
la realidad mediante un sistema simbólico compartido, un carrusel mítico, un
círculo sagrado en torno al cual gira la realidad, dándole unidad a los que
comparten dicho sistema20. Y como todo sistema tiende a su consolidación
mediante su renovación y cambio permanente. Entre los fenómenos naturales que
más han motivado a la humanidad a desarrollar tales sistemas y prácticas
simbólicas está la salida y puesta del sol, hasta que se comprobó que el sol no sale ni
se oculta cada día, que es la tierra que en su rotación y traslación la que produce
tal efecto a la vista y a la conciencia. En torno al curso diario del sol se crearon
sociedades, arquitecturas, cultos; sistemas agrarios, filosóficos, políticos, en fin, en
torno a la salida matutina del sol y su crepúsculo se bendijo y se maldijo la
naturaleza, la sociedad y la humanidad. Todos los científicos “sabían” que el sol y los
planetas giraban alrededor de la tierra, hasta que se descubrió que los planetas,
incluyendo la tierra, giraban alrededor del sol, produciéndose una gran revolución.
Esta clase de entinemas han regido la historia de la humanidad.

El tema de la fe no se circunscribe únicamente al contexto religioso. Las formas y


manifestaciones de fe, aún cuando adquieran representaciones colectivas
específicas son infinitas. En el Chamanismo sanador en el cual las personas
simbólicamente sensibles, reflejan sus creencias en su propio cuerpo y en sus
experiencias de vida, de tal manera que cuando se afirman o cambian esas
creencias, cambian también las experiencias vitales. En lo profundo del hogar una
anciana adivina los números de la lotería en los diseños de las plantas del jardín y
cree firmemente en ello. Esta diversidad de manifestaciones se nos presenta ahora
también revestida de la plétora de objetos y objetivos que ha caracterizado la
pluralidad de los grupos humanos desde el principio de los tiempos. Sus relaciones a
lo interno y externo varían en tiempo y espacio generando nuevas unidades y
diversidades, particularidades y universalidades, pero algo se mantiene: En la fe
nada es relativo, no lo puede ser y sin embargo la Fe es dogma y apostasía a la vez.
Por fe se ama y por fe se odia.

La teología que, por su origen etimológico, debería cubrir todo estudio sobre lo
divino, ha seguido en occidente una tendencia progresiva a circunscribirse
exclusivamente al contexto del Cristianismo, asumiendo inclusive el estudio de las
otras religiones desde la perspectiva cristiana. Sin embargo, la teología misma, en el
mundo Cristiano, ha experimentado procesos de cambio tanto en el razonamiento
de sus concepciones fundamentales y su materialidad simbólica, como en sus
alcances a corrientes que tradicionalmente eran desterradas del ámbito religioso
institucionalizado, tendiendo cada vez más hacia la abstracción y la subjetividad
individual. Es así como surgen algunas de las tendencias actuales de las diferentes
teologías contemporáneas21, que siguiendo la línea de las iglesias reformadas y las
demandas de movimientos, que de manera integral conllevan las luchas étnicas y
regionales (Asia, Africa y América Latina), han dinamizado el concepto de Fe,
como lo ha hecho particularmente la problemática de la liberación de la mujer,
que aportando no solamente contenidos sino métodos al estudio, propone formas
nuevas que desafían a la misma institucionalidad eclesiástica patriarcal22.

Tratar de comprender esta dinámica y recrearla a su imagen (la forma del


contenido) y semejanza (Mimesis. Obra de arte) es nuestro propósito, con la fe, la
certeza, de que podemos comprender sociedades, religiones y culturas heterogéneas
en sus valores compartidos y que en cada ser humano realmente se celebra un
culto a la vida, que puede abrazar diferencias y aprender de ellas. Buscamos una
revelación, una razón, un despertar, una unidad. TITO ESTRADA A.
1
Símbolos de la filosofía Hermenéutica.
2
Sam Harris. Filósofo y Neurólogo norteamericano que estudia la Fe desde el ámbito de la psicología. Ha escrito The
End of Faith. La RTV dice: “Su objetivo es analizar el cerebro a la búsqueda de la creencia y la incredulidad y propone
un mecanismo neuronal que sirve para todas las creencias, independientemente de su contenido.”
3
El Hinduismo, es básicamente una religión asentada en la India, de esta deriva su nombre, pero adquiere diferentes
formas debido a la diversidad de los grupos humanos que la profesan, su variedad lingüística y los contextos sociales
(castas) y naturales (de la selva al desierto) en que se desarrolla.
4
dharma (voz sánscrita) tiene varios significados: orden establecido, uso, institución, costumbre, prescripción, norma,
deber, virtud, merecimiento, buenas obras, derecho, justicia y ley. (Cristian Bravo. El Hinduismo la Fe más antigua del
mundo).
5
El hinduismo tiene sus raíces en la interrelación de dos sistemas religiosos básicos: el de la civilización antigua que
residía en el valle de río Indus desde el tercer milenio a.C. y las creencias religiosas traídas a la India por el pueblo ario
(posiblemente de la región báltica) que comenzó a infiltrar el valle del Indus unos 2000 años a.c. Rick Word. El
Hinduismo desde una perspectiva Cristiana.
6
Los Vedas, junto a los Brahmana, los Sutra y otros escritos epopéyicos, constituyen las fuentes más antiguas de su
filosofía religiosa, sus libros sagrados doctrinales.
7
En Occidente se asocia la religión con la creencia en una divinidad, y por patrones culturales de este tipo, por estar tan
influenciados por las religiones monoteístas, muchas personas en el occidente tienden a ver al budismo solamente como
una filosofía con tendencias místicas.
8
Se dice que Buda tuvo su despertar (iluminación) a partir de su encuentro con un anciano, un enfermo, un cadáver y un
asceta, fue entonces que renunció a su mundo material y posición social, dedicándose al estudio del sufrimiento
siguiendo ciertas prácticas religiosas monacales.
9
La concepción general (no solamente en religiones del ámbito semítico e indoeuropeo) es que la muerte libera al alma
del cuerpo físico, y se re-integra al gran espíritu creador, pero vuelve de alguna forma a la vida, al mundo sensible, ya en
cuerpo, ya en espíritu, en algún momento de la existencia, en ciclos o al final de los tiempos. Siempre el retorno tendrá
un sentido evolutivo, perfectivo o justiciero.
10
Siglos antes del Cristianismo, en otras religiones, mitologías y tradiciones también figuran las resurrecciones, se
celebraban periódicamente la muerte y resurrección de númenes zoomórficos y deidades como Osiris, Mitra y otros
dioses. Antes de esto se celebraba la renovación de los ciclos de la naturaleza, y no sabemos como comenzó, como era el
concebido el ser antes de concebirse la vida trascendente a la muerte.
11
Saramago dice en su libro “Las intermitencias de la muerte” que sin muerte no hay resurrección y sin resurrección no
hay Iglesia.
12
Teleología, del griego telos, fin. Platón había aprendido de Sócrates que la explicación de las cosas había que buscarla
en su fin, en su propósito. Aristóteles lo aprendió de Platón y se quedó para siempre con esa enseñanza. (Aristóteles:
librolibre.org.ni) Aristóteles. La política. Libro II. El filósofo piensa que el telos del ser humano es encontrar la felicidad
y que puede alcanzarse de formas diferentes, aunque para vivir feliz se requiere vivir una vida de virtud, pues si no fuese
así, no viviría realmente una vida de felicidad, no importa lo que pudiese pensar. Sería como un roble enfermo que no
pudiese crecer y dar frutos. Solo se puede ser virtuoso si se dan las condiciones adecuadas. Si una bellota para cumplir
su telos debe tener suficiente luz y caer en el suelo adecuado para poder fructificar, el ser humano solo podrá cumplir su
telos cuando se encuentre en una comunidad política bien construida, con una educación y unas leyes adecuadas.
13
Diccionario de Filosofía Pelayo García Sierra.
14
Filosofía de los Valores: “Religión y Vida. Fustel de Coulanges” Biblioweb. UNAM.
15
Entonces se llevó a cabo una serie de revoluciones, y las transformaciones sociales siguieron regularmente a las
transformaciones de la inteligencia" Fustel de Coulanges. IDEM.
16
A esto refiere Sam Harris cuando sostiene que debe existir algún proceso neurológico que haga posible a la razón
humana, exigir pruebas de algunas cosas y de otras no.
17
…se pueden establecer fases sistémicas en tres grandes estadios consecutivos: Estadio de la religión primaria (o
nuclear), estadio de la religión secundaria (o mitológica) y estadio de la religión terciaria (o metafísica). El curso de los
tres períodos abarca la totalidad de la evolución humana, tomando como punto cero los últimos momentos del
Paleolítico medio. El primer período parte de una fase prehistórica de preparación religiosa, una fase que podemos
extender a lo largo del Paleolítico inferior (principalmente a partir de la utilización del fuego por el homo erectus, a lo
largo de 600.000 años) que denominaríamos período protoreligioso o período de la religión natural. (Diccionario
Filosófico Pelayo García Sierra. Filosofía. Org)
18
Los rituales, generalmente, con conocidos y transmitidos entre grupos humanos de generación en generación, llegando
a constituir saberes altamente especializados con reglas específicas para su ejecución. La misa cristiana, el dugú
garifuna, por ejemplo.
19
Uno de los temas fundamentales y más debatidos, especialmente a lo largo de la edad media es el de las relaciones
entre razón y fe. La teología se constituyó en un sistema (una ciencia) capaz de desarrollarse y salir exitosa ante esta
contradicción, precisamente por basarse en una revelación, un tipo de conocimiento inaprensible para la razón o la
experiencia (fuentes clásicas de la verdad). Hoy continúa la polémica avivada por los procesos históricos y sociales
contemporáneos que como por arte fenomenológico en el que la historia parecieran repetirse, tal y como lo expone Eco
en su Nueva Edad Media.
20
Malinowski, economista dedicado a la antropología que desarrolló conceptos del Funcionalismo en los que todas las
partes sociales de un grupo humano están relacionadas entre sí y tienen una función dentro del sistema planteaba que el
Mito establece y codifica la creencia, preserva y refuerza la moralidad estableciendo reglas prácticas para el individuo en
sociedad. Según el filósofo italiano Giambattista Vico (S.XVII) el pensamiento mítico ha permitido divinizar la
naturaleza, el dominio de la misma, la institucionalización de las creencias de los grupos humanos y la humanización de
la divinidad. Vico planteaba además que la historia no se repite. Levi Strauss señalaba: "Si el espíritu humano aparece
determinado hasta en sus mitos, a fortiori deberá estarlo en todas partes".
21
Habría que recordar que, con el arribo de la posmodernidad, predomina hoy en los círculos tanto académicos como
culturales y aún en algunos eclesiales la idea de que no hay centros, convicciones ni fundamentos; en todo caso,
paradójicamente, hay muchos de ellos, ya que cada quien puede tener o inventar el suyo no para consumo universal, sino
para el que hoy es válido: el personal. (George Reyes. “El giro hermenéutico contemporáneo”)
22
Ver: Philip Berryman. Teología de la Liberación.

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