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La verdad sobre Japón y los japoneses

A tí que idealizas a Japón y lo tienes como tu destino de ensueño, lee esto antes de
viajar y empápate de la realidad.

MITO 1: "EL JAPONES ES HONESTO, TRABAJADOR Y DISCIPLINADO"


Más bien honestidad, trabajo y disciplina forzadas. En la compañía es obligado a ser
casi un robot y a trabajar horas extras sin paga, pero cuando tiene la oportunidad es
igual de holgazán y vicioso que cualquier europeo o americano. Fuera de las oficinas o
talleres, la vida del asalariado japonés de a pie se apoya en tres pilares: fumar, beber
y apostar. La "armonía de trabajo" es una máscara de una intensa competencia de
quién le lametea más las suelas al superior. El empresario japonés es tan oportunista
que hasta la avanzada tecnología electrónica japonesa fue desarrollada a partir del
robo de patentes americanas. Y mejor no hablemos de la política, donde hay tanta
corrupción como el el resto del mundo, sólo que aquí está casi oficializada en el
sistema.

MITO 2: "LA SOCIEDAD JAPONESA NO ES MEJOR NI PEOR, SOLO ES


DIFERENTE"
La sociedad nipona de "calla y acepta", borrega e hipócrita como pocas, conserva por
debajo de la mesa el sistema de castas (incluyendo una de "desterrados" sin nombre),
delimitadas y cerradas por una enorme presión conformista y de "establishment",
que prácticamente prohibe llevar a cabo proyectos independientes o siquiera pensar
fuera de grupo, obligando al mismo tiempo a ser perfectos o ser nadie. Esa presión
hace que los suicidios en las vías de metro sean parte de la cotidianidad japonesa, y
causa el surgimiento de "hikikomoris", seres aislados de la sociedad y muchas veces
ensañados hacia ella, lo que a unos cuantos les hace explotar un mal día y
protagonizar crímenes espeluznantes. ¿En qué otro país sucede esto a tal grado? Se ha
formado un enorme código no escrito de costumbres autómatas, cada una más
absurda que la otra e informalmente obligatorias, en la obsesión por evitar el conflicto
y estar de acuerdo con "lo que piensan todos". La normalización del pensamiento
social provoca que el japonés adulto se reserve un "desván mental" secreto atestado
de frustraciones y resentimientos; por eso consumen tanto alcohol. A quien se ve
incapaz de disimular esa sinceridad, todos se le arrojan encima por "traidor" y por no
hacer las cosas "a la japonesa". De ahí que el cotilleo sea toda una institución.

MITO 3: "JAPON ES LA NACION MAS SEGURA DEL MUNDO"


Las cifras aparentan confirmarlo, pero en todas las consideraciones se obvia lo más
importante: sólo se contabilizan los crímenes REPORTADOS. El exceso de actitud
pasiva y conformista de las familias japonesas (y de los ciudadanos estándar) les lleva
a mantenerse en silencio tras ser víctimas de asaltos, en nombre del "wa" (un
concepto de armonía comunitaria que en realidad es un código de autolimitación para
que todos se mantengan en el pensamiento único emocional y social). La realidad es
ésta: La recesión económica ha incrementado la tasas de robos. Los diarios reportan
horrendos crímenes de lunáticos (la mayoría contra niños). En todos los lugares
concurridos hay carteles que recomiendan resguardar bien los bolsos. Las noches de
las ciudades más pobladas se contaminan con el ruido de las tribus de "bosozoku"
(pandillas de motoristas ilegales temidos hasta por la Policía, por estar ligados a la
Yakuza). En los resultados de sondeos se reduce constantemente el porcentaje de
japoneses que confían en la seguridad de su entorno. No os dejéis engañar por
propagandas turísticas, Japón es un país con la misma frecuencia criminal que
cualquier otro.

MITO 4: "JAPON SE HA ABIERTO A OCCIDENTE"


Nada más falso. Debido al pensamiento grupal, los japoneses se autotratan en plan
"Japón y el resto", siguen siendo cerrados, ultranacionalistas, temerosos de que los
malvados "gaijin" invadan la cultura más pura del universo, pero esconden muy bien
sus inseguridades tras una sonrisa hipócrita, en eso son expertos hasta entre ellos
mismos. El trato personal al extranjero es bien disimulado, excesivamente teñido de
falsa cortesía y humildad ensayada. Mientras tanto, prácticamente NADIE sabe lo
mínimo de inglés, todavía hay tiendas "Japanese only" (apartheid contemporáneo), se
vigila a los visitantes extranjeros por "temor al crimen", y todo producto de
importación se trata casi como material radiactivo y es objeto de un porrón de
pruebas antes de permitírsele su entrada al mercado, si es que entra y si algún japonés
aún no les ha mangado la patente. El lenguaje de negocios nipón hacia Occidente es el
de la infiltración en la competencia, el fraude de aduanas, el dumping, el monopolio y
el tráfico de influencias. Si un japonés te habla de la bomba atómica te sale con paz y
grullas de origami poniéndose de eterna víctima, anda y háblale tú sobre la Masacre
de Nanking o del ataque de Pearl Harbor y si no se enfada no sabrá qué decirte, le han
vetado lo real para enseñarle lo ideal: "somos perfectos".

MITO 5: "LOS JAPONESES RESPETAN LA NATURALEZA"


Más cháchara de postales turísticas. En Japón no hay cada diez pasos un templo
rodeado de jardines y árboles de sakura. Los verdes prados son atravesados por
autopistas y líneas ferroviarias. El reciclaje se institucionalizó sólo porque vieron que
era rentable. Y no sólo se tapan las orejas ante las denuncias de la comunidad
internacional sobre la caza de ballenas y delfines, para colmo las autoridades de pesca
son extremadamente permisivas y cómplices con los barcos balleneros que sobrepasan
las cuotas de captura (casi todos). No les importa extinguir especies en su zona, si eso
les reporta dividendos. La posguerra mató la armonía del pueblo japonés con la
naturaleza.

MITO 6: "LOS PERVERTIDOS EN JAPON SOLO SON COSA DE MANGA Y


ANIME"
¿Cuál es el país con más pedófilos por kilómetro cuadrado? No, no es Tailandia, ni los
Países Bajos, ni el Vaticano. Japón es el paraíso de la pedofilia, una nación que tolera
o se desentiende ante la hipersexualización de los niños, sí, esos mismos que salen en
los documentales dibujando plantitas y contando con ábacos. Es inimaginable la
cantidad de menores víctimas de ultraje que no salen a la luz pública por mantener el
"wa". En Japón el sentimiento de dependencia hace que los adultos conserven
actitudes sociales normalmente relacionadas con la adolescencia y niñez, facilitando la
formación de sujetos con infradesarrollo en sus gustos sexuales. La voracidad
comercial ha hecho que esos desviados no sean vistos como una plaga, sino como un
mercado; a ellos se les dirige una cuantiosa parte de la producción de manga,
eufemizada bajo términos como "kawaii" y "loli", e incluso libros de fotos llenos de
niñas de 6 a 9 años modelando bikinis. Si resulta muy traumatizante, la gente
"normal" puede optar por mangas con situaciones tales como niñas de tercer grado
ofreciéndoles felaciones a sus maestros o pidiéndoles que les eyaculen adentro (100%
verídico). Por no hablar, en la realidad, de tantos "honorables" señores oficinistas
apostados cerca de la salida de los institutos al final de la jornada, buscando chicas
menores de edad que hagan "enjo-kosai" (una forma de prostitución), o de las propias
colegialas que venden sus bragas usadas a los mismos señores. Estamos hablando de
un país donde se venden muñecas "Real Doll" con tamaño y facciones de
preadolescente.

MITO 7: "JAPON TIENE EL PAISAJE NATURAL Y URBANO MAS BELLO DEL


MUNDO"
Todos los países maquillan sus postales, pero ninguno como Japón. En la promoción
ves una tierra de ensueño y panoramas escénicos; al llegar te decepcionas. Templos
rodeados de "love hotels" y pachinkos, jardines de aspecto armónico con autopistas
de 4 carriles al lado, líneas de tendido eléctrico interponiéndose en las fotos,
manantiales y edificios históricos descuidados que en los catálogos se ven majestuosos,
parques llenos de mendigos y borrachos... el concepto de meca de los otakus revienta
en mil trocitos. Las ciudades son el mismo arreglo estéril de edificios y calles que hay
en todo país desarrollado, además el tráfico urbano es un parking en movimiento.

MITO 8: "LA MUJER JAPONESA ES EJEMPLO DE BELLEZA Y GRACIA"


A esos otakus que creen por el anime que todas las japonesas son ninfas de cara
virginal con voz de niña y grandes tetas, que sigan soñando, en Japón es más común la
mujer delgada, plana y con la dentadura en mal estado. También deben ir olvidando a
la "chica anime independiente y emprendedora", la sociedad japonesa es más sexista
que la europea, mucho más. El japonés "trabajador, honesto y disciplinado" del tema
de apertura de este artículo, ve a las mujeres como instrumentos de trabajo casero y
reproductivo, que siempre deben asentir, vestir atractivamente y lucir "kawaii". El
ideal de "Yamato nadeshiko" (la mujer sumisa, tímida y servicial con kimono) aún
pega fuerte; las "idols" son simples mujeres-florero. Sólo se denuncia un pequeño
porcentaje de los crímenes de acoso sexual de superiores a subordinadas, sin embargo
una actriz japonesa interpreta una escena más o menos subida de tono con un actor
americano y le cierran todas las puertas profesionales. La televisión japonesa ha
llegado al extremo de pasar "bromas" de cámara indiscreta con un individuo
sorprendiendo a mujeres por la calle y eyaculándoles en la cara, sin ellas poder hacer
nada más que limpiarse, aceptar y proseguir con su rutina.

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