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Aceros al carbono
Estos aceros tienen como principales elementos de resistencias al carbono y al manganeso
en cantidades cuidadosamente dosificadas. Los aceros al carbono tienen sus contenidos
limitados a los siguientes porcentajes máximos: 1.7% de carbono, 1.65% de manganeso,
0.60% de silicio y 0.60% de cobre. Estos aceros se dividen en cuatro categorías,
dependiendo del porcentaje de carbono:
1. Acero de bajo contenido de carbono: 6 0.15%.
2. Acero dulce: 0.15 a 0.29%. (Los aceros estructurales al carbono quedan dentro de esta
categoría.)
3. Acero medio al carbono: 0.30 a 0.59%.
4. Acero con alto contenido de carbono: 0.60 a 1.70%.
Si una pieza de acero estructural dúctil se somete a una fuerza de tensión, ésta comenzará
a alargarse. Si se incrementa la fuerza de tensión a razón constante, la magnitud del
alargamiento aumentará en forma lineal dentro de ciertos límites. Cuando el esfuerzo de
tensión alcance un valor aproximadamente igual a tres cuartos de la resistencia última del
acero, el alargamiento comenzará a aumentar más y más rápidamente sin un incremento
correspondiente del esfuerzo.
El mayor esfuerzo para el que todavía es válida la ley de Hooke o el punto más alto de la
porción recta del diagrama esfuerzo-deformación se denomina límite proporcional. El
mayor esfuerzo que un material puede resistir sin deformarse permanentemente se llama
límite elástico.
El esfuerzo en el que se presenta un incremento brusco en el alargamiento o deformación
sin un incremento en el esfuerzo, se denomina esfuerzo de fluencia. La deformación que se
presenta antes del esfuerzo de fluencia se denomina deformación elástica; la deformación
que ocurre después del esfuerzo de fluencia, sin incremento de esfuerzo, se denomina
deformación plástica.
Si el esfuerzo en un punto de una estructura de acero dúctil alcanza el punto de fluencia,
esa parte de la estructura cederá localmente sin incremento en el esfuerzo, impidiendo así
una falla prematura. Esta ductilidad permite que se redistribuyan los esfuerzos en una
estructura de acero.
Después de la deformación plástica, existe un rango en el cual es necesario un esfuerzo
adicional para producir deformación adicional, a esto se le denomina endurecimiento por
deformación. En la Figura 1 se muestra un diagrama típico de esfuerzo-deformación de un
acero estructural dulce o de bajo contenido de carbono. La Figura 2 muestra curvas de
esfuerzo-deformación características para algunos aceros con diferente esfuerzo de
fluencia. La Figura 3 muestra la variación de las resistencias de fluencia para varios grados
de acero cuando sus temperaturas se elevan desde la temperatura ambiente hasta 1 800 °F
y 1 900 °F.
Figura 1
Figura 2
Figura 3
ESFUERZOS RESIDUALES
Investigaciones realizadas en la Universidad de Lehigh han demostrado que los esfuerzos
residuales y su distribución son factores muy importantes que afectan la resistencia de las
columnas de acero cargadas axialmente. Una causa muy importante de los esfuerzos
residuales es el enfriamiento desigual que sufren los perfiles después de haber sido
laminados en caliente.
Por ejemplo, en un perfil W los puntos exteriores de los patines y la parte media del alma
se enfrían rápidamente, en tanto que las zonas de intersección del alma con los patines lo
hacen más lentamente. El resultado neto es que las áreas que se enfriaron más rápidamente
quedan con esfuerzos residuales de compresión, en tanto que las áreas de enfriamiento
más lento quedan con esfuerzos residuales de tensión.
Cuando se prueban secciones de columnas de acero laminadas con sus esfuerzos residuales,
sus límites proporcionales se alcanzan para valores de P/A de poco más que la mitad de sus
esfuerzos de fluencia y la relación esfuerzo-deformación resulta no lineal desde este valor
hasta el esfuerzo de fluencia. Debido a la fluencia prematura en algunos puntos de las
secciones transversales de la columna, se reduce apreciablemente la resistencia al pandeo.
Al incrementarse la carga en una columna, partes de ésta alcanzarán rápidamente el
esfuerzo de fluencia y entrarán al intervalo plástico debido a los esfuerzos residuales de
compresión.
La rigidez de la columna se reduce y es función de la parte de la sección transversal que aún
se comporte elásticamente.
La soldadura puede producir esfuerzos residuales severos en las columnas, que pueden
aproximarse al valor del esfuerzo de fluencia en las cercanías de las partes soldadas. Otro
hecho importante es que las columnas también pueden flexionarse apreciablemente
debido a la aplicación de la soldadura, lo que afecta su capacidad de soportar carga.
La Figura 4 ilustra el efecto de los esfuerzos residuales (debido al enfriamiento y la
fabricación) sobre el diagrama esfuerzo-deformación unitaria para un perfil W laminado en
caliente.
Figura 4