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TIPOS DE ACERO ESTRUCTURAL

Los aceros estructurales generalmente se agrupan en varias clasificaciones principales de la


ASTM: los aceros al carbono A36, A53, A500, A501 y A529; los aceros de baja aleación y de
alta resistencia A572, A618, A913 y A992, y los aceros de baja aleación y alta resistencia y
resistentes a la corrosión A242, A588 y A847.

Aceros al carbono
Estos aceros tienen como principales elementos de resistencias al carbono y al manganeso
en cantidades cuidadosamente dosificadas. Los aceros al carbono tienen sus contenidos
limitados a los siguientes porcentajes máximos: 1.7% de carbono, 1.65% de manganeso,
0.60% de silicio y 0.60% de cobre. Estos aceros se dividen en cuatro categorías,
dependiendo del porcentaje de carbono:
1. Acero de bajo contenido de carbono: 6 0.15%.
2. Acero dulce: 0.15 a 0.29%. (Los aceros estructurales al carbono quedan dentro de esta
categoría.)
3. Acero medio al carbono: 0.30 a 0.59%.
4. Acero con alto contenido de carbono: 0.60 a 1.70%.

Aceros de alta resistencia y baja aleación


Estos aceros obtienen sus altas resistencias y otras propiedades por la adición, aparte del
carbono y manganeso, de uno a más agentes de aleación como el columbio, vanadio,
cromo, silicio, cobre y níquel. Se incluyen aceros con esfuerzos de fluencia comprendidos
entre 40 klb/plg2 y 70 klb/plg2. Estos aceros generalmente tienen mucha mayor resistencia
a la corrosión atmosférica que los aceros al carbono. El término baja aleación se usa
arbitrariamente para describir aceros en los que el total de elementos de aleación no
excede el 5% de la composición total del acero.

Aceros estructurales de alta resistencia, baja aleación y resistentes a la corrosión


atmosférica
Cuando los aceros se alean con pequeños porcentaje de cobre, se vuelven más resistentes
a la corrosión. Cuando se exponen a la atmósfera, las superficies de estos aceros se oxidan
y se les forma una película adhesiva muy comprimida (conocida también como “pátina bien
adherida” o “capa de óxido”), que impide una mayor oxidación y se elimina así la necesidad
de pintarlos. Después de que ocurre este fenómeno, el acero adquiere un color que va del
rojo oscuro al café y al negro. Estos aceros tienen gran aplicación, particularmente en
estructuras con miembros expuestos y difíciles de pintar como puentes, torres de
transmisión eléctrica, etc., sin embargo, no son apropiados para usarse en lugares donde
queden expuestos a brisas marinas, nieblas o que estén continuamente sumergidos en agua
(dulce o salada) o el suelo, o donde existan humos industriales muy corrosivos.
En la siguiente tabla se enlistan los aceros que se mencionaron anteriormente, junto con
sus resistencias a la fluencia mínimas especificadas (Fy) y sus resistencias a la tensión
mínimas especificadas (Fu) en el sistema internacional de unidades.
Tabla 1 Aceros estructurales y sus resistencias (Fy y Fu).

Uso de los aceros de alta resistencia


Existen otros grupos de aceros de alta resistencia como los de ultra-alta-resistencia que
tienen fluencias de entre 160 klb/plg2 y 300 klb/plg2. Estos aceros no se han incluido en el
Manual del Acero porque la ASTM no les ha asignado un número de clasificación.
Actualmente existen en el mercado más de 200 aceros con esfuerzos de fluencia mayores
de 36 klb/plg2. La industria del acero está experimentando ahora con aceros cuyos
esfuerzos de fluencia varían entre 200 klb/plg2 y 300 klb/plg2, y esto es sólo el principio.
Mucha gente de esta industria cree que en unos cuantos años se dispondrá de aceros con
fluencias de 500 klb/plg2. La fuerza teórica de unión entre los átomos de hierro se ha
estimado en más de 4 000 klb/plg2.
PROPIEDADES Y CURVAS DE COMPORTAMIENTO
La elasticidad es la capacidad de un metal para recobrar su forma original después de ser
cargado y descargado.
La fatiga de un metal se presenta cuando se le aplica un esfuerzo en forma repetida por
encima de su límite de tenacidad a través de muchos ciclos de carga y descarga.
La ductilidad es la capacidad de deformarse sin fractura en el rango inelástico, esto es, más
allá del límite elástico.
En el acero, cuando se carga en un estado de esfuerzos de tensión simple, se presenta un
punto de fluencia muy definido en un esfuerzo ligeramente mayor que el del límite elástico.
Cuando se carga más allá del punto de fluencia, la ductilidad del acero estructural le permite
experimentar alargamientos inelásticos grandes. Por último, se alcanza la resistencia última
de ruptura y el espécimen se fractura. La carga de tensión en la fractura, dividida entre el
área original del espécimen sin carga, se denomina resistencia última de tensión.
La tenacidad se puede definir como una combinación de resistencia y ductilidad.

Si una pieza de acero estructural dúctil se somete a una fuerza de tensión, ésta comenzará
a alargarse. Si se incrementa la fuerza de tensión a razón constante, la magnitud del
alargamiento aumentará en forma lineal dentro de ciertos límites. Cuando el esfuerzo de
tensión alcance un valor aproximadamente igual a tres cuartos de la resistencia última del
acero, el alargamiento comenzará a aumentar más y más rápidamente sin un incremento
correspondiente del esfuerzo.
El mayor esfuerzo para el que todavía es válida la ley de Hooke o el punto más alto de la
porción recta del diagrama esfuerzo-deformación se denomina límite proporcional. El
mayor esfuerzo que un material puede resistir sin deformarse permanentemente se llama
límite elástico.
El esfuerzo en el que se presenta un incremento brusco en el alargamiento o deformación
sin un incremento en el esfuerzo, se denomina esfuerzo de fluencia. La deformación que se
presenta antes del esfuerzo de fluencia se denomina deformación elástica; la deformación
que ocurre después del esfuerzo de fluencia, sin incremento de esfuerzo, se denomina
deformación plástica.
Si el esfuerzo en un punto de una estructura de acero dúctil alcanza el punto de fluencia,
esa parte de la estructura cederá localmente sin incremento en el esfuerzo, impidiendo así
una falla prematura. Esta ductilidad permite que se redistribuyan los esfuerzos en una
estructura de acero.
Después de la deformación plástica, existe un rango en el cual es necesario un esfuerzo
adicional para producir deformación adicional, a esto se le denomina endurecimiento por
deformación. En la Figura 1 se muestra un diagrama típico de esfuerzo-deformación de un
acero estructural dulce o de bajo contenido de carbono. La Figura 2 muestra curvas de
esfuerzo-deformación características para algunos aceros con diferente esfuerzo de
fluencia. La Figura 3 muestra la variación de las resistencias de fluencia para varios grados
de acero cuando sus temperaturas se elevan desde la temperatura ambiente hasta 1 800 °F
y 1 900 °F.
Figura 1

Figura 2

Figura 3
ESFUERZOS RESIDUALES
Investigaciones realizadas en la Universidad de Lehigh han demostrado que los esfuerzos
residuales y su distribución son factores muy importantes que afectan la resistencia de las
columnas de acero cargadas axialmente. Una causa muy importante de los esfuerzos
residuales es el enfriamiento desigual que sufren los perfiles después de haber sido
laminados en caliente.
Por ejemplo, en un perfil W los puntos exteriores de los patines y la parte media del alma
se enfrían rápidamente, en tanto que las zonas de intersección del alma con los patines lo
hacen más lentamente. El resultado neto es que las áreas que se enfriaron más rápidamente
quedan con esfuerzos residuales de compresión, en tanto que las áreas de enfriamiento
más lento quedan con esfuerzos residuales de tensión.
Cuando se prueban secciones de columnas de acero laminadas con sus esfuerzos residuales,
sus límites proporcionales se alcanzan para valores de P/A de poco más que la mitad de sus
esfuerzos de fluencia y la relación esfuerzo-deformación resulta no lineal desde este valor
hasta el esfuerzo de fluencia. Debido a la fluencia prematura en algunos puntos de las
secciones transversales de la columna, se reduce apreciablemente la resistencia al pandeo.
Al incrementarse la carga en una columna, partes de ésta alcanzarán rápidamente el
esfuerzo de fluencia y entrarán al intervalo plástico debido a los esfuerzos residuales de
compresión.
La rigidez de la columna se reduce y es función de la parte de la sección transversal que aún
se comporte elásticamente.
La soldadura puede producir esfuerzos residuales severos en las columnas, que pueden
aproximarse al valor del esfuerzo de fluencia en las cercanías de las partes soldadas. Otro
hecho importante es que las columnas también pueden flexionarse apreciablemente
debido a la aplicación de la soldadura, lo que afecta su capacidad de soportar carga.
La Figura 4 ilustra el efecto de los esfuerzos residuales (debido al enfriamiento y la
fabricación) sobre el diagrama esfuerzo-deformación unitaria para un perfil W laminado en
caliente.

Figura 4

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