La evolución en el sector de la construcción, está ligado a la disponibilidad de los materiales,
la capacidad de construir representa tanto realizar lo nuevo, como reutilizar el potencial de
lo ya construido. Gracias a los conocimientos adquiridos y al trabajo duro, no solo podemos disfrutar de construcciones sorprendentes, sino que también, podemos hacerlo de manera sostenible. Con los avances tecnológicos aplicados a la construcción, no es de extrañar, que la construcción del futuro recoja un sinfín de posibilidades y opciones en cuanto a formas de diseñar y edificar nuestros hogares. Hoy en día, además, materiales como el hormigón hacen posible la creación de edificios que nos permiten pensar de manera diferente sobre lo que puede ser una ciudad, cada vez de manera más eficiente, sostenible y sorprendente. Si nos paramos a pensar en la evolución que ha tenido la construcción a lo largo de los años, nos damos cuenta de que son cada vez más las situaciones en las que la tecnología sustituye al ser humano. Hemos dejado de ser nosotros mismos los que hacemos el esfuerzo. Ahora ese esfuerzo lo dedicamos a crear máquinas y robots que lleven a cabo las tareas más pesadas en nuestro lugar. Un ejemplo lo tenemos en la construcción de puentes. Los robots son los que se encargan de transportar y colocar piezas enormes de forma masiva, reduciendo el tiempo de ejecución los proyectos. Podemos afirmar que, en un corto período de tiempo, más de un 25% de las construcciones ser harán a través de la robótica, aunque, como siempre, algunos países asiáticos ya han superado ese porcentaje a día de hoy. Es por ello que empresas asiáticas, están haciendo una apuesta segura en el mercado con robots, capaces de llevar a buen término una edificación completa ahorrando tiempo y esfuerzo.
También la evolución de la construcción nos lleva al mundo de la impresión 3D, un sector
actualmente en crecimiento y que asegura ser la manera en la que serán construidas las casas del futuro. Sobre todo, por su gran apuesta por los materiales reciclables, sostenibles y ecológicos. Algunas fuentes afirman que para el 2022 más del 50% de las construcciones estarán hechas con sistemas modulares o de impresión 3D. Este dato no sorprende si tenemos en cuenta la necesidad de que los trabajos sean ejecutados con rapidez y efectividad. No debemos olvidar tampoco la creación de nuevos materiales de construcción más baratos, que unidos al uso de la tecnología provocará una considerable diferencia en el precio final. Y esta vez, para beneficio del consumidor.