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Guia para Planes en Salud Mental PDF
Guia para Planes en Salud Mental PDF
COLABORACIÓN NACIONAL
En la construcción del presente documento y en las reuniones de discusión participa-
ron las siguientes personas:
María Cristina de Taborda. Organización Panamericana de la Salud.
Maria Cristina Franco. Secretaria Departamental de Antioquia.
Carlos Felizzola. Sociedad Colombiana de Psiquiatría
José Gregorio Mesa. Bogotá.
Luis Carlos Restrepo. Bogotá.
Hernán Santacruz. Universidad Javeriana.
Cecilia de Santacruz. Universidad Javeriana.
José Daniel Toledo. Hospital Militar Central.
Luz Janeth Forero Martínez. Instituto Nacional de Medicina Legal.
Jorge González. Instituto Nacional de Medicina Legal.
Janeth Mosquera Becerra. Fundación FES Social.
Henry Alejo Alejo. Secretaría Distrital de Salud.
Leonardo Morales. CRU - Secretaría Distrital de Salud.
Luz Helena Rua. Secretaría Distrital de Salud.
Diana Alvis. Secretaría Distrital de Salud.
Jorge Mc Douall Lombana. Consultor.
Carlos Gómez Fuentes. Clínica Montserrat.
Silvio Cárdenas Concha. Fundación Saldarriaga Concha.
José Posada Villa. Fundación Saldarriaga Concha.
Jorge Cardoso. Federación de Salud Mental.
Saúl Franco. Universidad Nacional de Colombia.
María Isabel Gutiérrez. Universidad del Valle.
Hernán Calderón. Manizales.
Rubén Darío Gómez. Universidad de Antioquia.
Julio Lozano. Ibagué.
Pedro Gómez. Barranquilla.
Beatriz Londoño Soto. Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.
José Fernando Orduz. Estudiante Postgrado Universidad de Antioquia.
Carlos Julio González Villa. Representante a la Cámara.
Isabel Cuadros. Asociación Afecto.
Rodrigo Lopera Isaza. Dirección Seccional de Salud de Antioquia.
Leonardo Riveros Santos. Instituto Departamental de Salud de Arauca.
Sandra González Martínez. Secretaría de Salud de Barranquilla.
Gala González Caballero. Secretaría de Salud de Barranquilla.
Martín Barrera Cobos. Instituto Departamental de Salud de Boyacá.
Luis Arturo Serrano. Gobernación de Boyacá.
Jahir Pedreros. Secretaría Distrital de Salud de Bogotá.
María Eugenia Salazar. Dirección Territorial de Salud de Caldas.
Rosalba Montalvo Varón. Instituto Departamental de Salud de Caquetá.
Noralba Maca González. Dirección Departamental de Salud de Cauca.
Luz Myriam Losada Giraldo. Secretaría de Salud de Cundinamarca.
Consuelo García Vanegas. Secretaría de Salud de Cundinamarca.
Alicia Soto Contreras. Secretaría Departamental de La Guajira.
David Plaza Guamanga. Secretaría Municipal de Salud de Pitalito.
Nidia Peña Figueroa. Secretaría Municipal de Salud de Pitalito.
María Teresa Parrado Blanco. Secretaría de Salud del Meta.
Elizabeth Trujillo de Cisneros. Instituto Departamental de Salud de Nariño.
Clara Elisa Gereda. Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander.
Beatriz González Rodríguez. Instituto Seccional de Salud de Quindío.
Patricia Caicedo Higuera. Secretaría de Salud de Santander.
Yolanda Tarazona Alvarez. Secretaría de Salud de Santander.
Ana Deissy Aguirre. Secretaría de Salud del Tolima.
Nancy Janeth Cortés. Departamento Administrativo de Salud de Vaupes.
Giselle Castillo. Usuaria.
Beatriz Sánchez. Usuaria.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
Contenido
PRESENTACIÓN .............................................................................................................................. 7
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 9
I PARTE: TEORIZACION
1. Los conceptos de desarrollo y planeación. .............................................................................. 13
2. Los conceptos de salud y salud mental. ................................................................................... 16
2.1. Relación mente-cuerpo en el concepto de salud mental. ............................................... 18
2.2. Enfoques teóricos de la salud mental: .............................................................................. 21
2.3. Atención Primaria en Salud Mental .................................................................................. 22
3. Marco político y jurídico. .......................................................................................................... 25
3.1. Marco político .................................................................................................................... 25
3.2. Marco jurídico .................................................................................................................... 27
II PARTE: REFLEXION
1. Justificación de la metodología .............................................................................................. 35
2. La salud mental y su planeación .............................................................................................. 36
3. Propósito: .............................................................................................................................. 38
III PARTE: ACCION
1. Definición de la Guía metodológica: ...................................................................................... 39
2. Características y cualidades ...................................................................................................... 40
3. Objetivos de la Guía metodologica:......................................................................................... 44
3.1. General .............................................................................................................................. 44
3.2. Específicos ................................................................................................................. 44
3.2.1. Identificar, organizar y poner en funcionamiento el grupo funcional de trabajo
para liderar el proceso de planeación en salud mental en la entidad territorial. ...... 44
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
Presentación
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
Introducción
Es claro que las patologías, los trastornos y las situaciones alteradas de la salud mental
descansan en las condiciones de vida de la población. Una sociedad con una inequitativa
distribución de la riqueza material, con altos porcentajes de población en situación de
miseria; la condición mental de las personas y la colectividad se ve afectada de manera
sustancial, generando un encerramiento de los individuos que se aíslan de las decisiones
sobre los asuntos públicos, haciéndose cada vez menos participativos e intolerantes.
Son diversos y abundantes los efectos que la condición de salud mental tiene sobre las
personas; por ejemplo, en la parte económica las personas alteradas en su salud mental
afectan su productividad y por consiguiente la de la sociedad; en el terreno sociológico, se
afecta la calidad de las relaciones entre las personas al interior de la familia, de la comu-
nidad, en la vida laboral por el costo de las incapacidades que genera y finalmente en lo
cultural porque contribuye a la producción y reproducción de un sistema de representa-
ciones y simbolismos que inducen muchas veces a la enfermedad mental, porque resultan
permisivos en aspectos que afectan la parte emocional y psicosocial de las personas.
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Como se observa en los datos del informe preliminar del más reciente estudio de salud
mental1 realizado en el país y próximo a publicarse, la carga global de la morbilidad, con
la inclusión de indicadores de discapacidad, además de los de mortalidad, se cambió la
manera de ver las enfermedades y colocaron a los trastornos mentales como una priori-
dad de salud pública.
En el país, al menos el 40.1% de los Colombianos han tenido alguna vez un trastorno
mental, predominantemente de ansiedad, derivado de la falta de afecto y por el uso de
sustancias psicoactivas. Las mujeres son mayormente afectadas por los episodios depre-
sivos mayores, al contrario que en los episodios maniacos, donde los hombres alcanzan
mayores prevalencias.
Los trastornos de ansiedad, según género, vividos alguna vez en la vida afectan más a
las mujeres, así como la fobia específica. La fobia social la comparten por igual hombres
y mujeres y de igual forma la agorafobia sin pánico y la ansiedad generalizada. El estrés
postraumático triplica la presencia en mujeres con relación a los hombres.
Entre los trastornos por uso de sustancias psicoactivas “SPA”, el uso de alcohol es am-
pliamente mas frecuente en hombres que en mujeres, de igual forma, la dependencia a
la nicotina y el abuso y dependencia a las drogas.
El estudio señala que dos de cada cinco personas presentan al menos un trastorno
mental en algún momento de su vida, los trastornos de ansiedad son los más prevalentes.
Entre los hombres el abuso de alcohol es el problema más común en tanto que para las
mujeres, la Depresión Mayor. Bogotá, D. C., es la ciudad que presenta la prevalencia más
elevada de trastornos en la vida (46.7%), explicada por el elevado índice de trastornos
afectivos. La Región Pacífica muestra la prevalencia más elevada de trastornos afectivos
en los últimos 30 días (2.7%). Bogotá, D. C., y la región Pacífica muestran la prevalencia
más elevada de trastornos de ansiedad (6.7%) y la región Pacífica para trastornos por uso
de sustancias. No se puede olvidar la prevalencia del intento de suicidio para la población
colombiana, en donde casi cinco de cada cien hombres y una de cada cien mujeres lo han
intentado realizar en los últimos doce meses.
Como una conclusión general del estudio en mención, se propone considerar a los
trastornos mentales como enfermedades crónicas con derecho a tratamiento, así como
mejorar la conciencia popular acerca de los trastornos mentales y la efectividad del trata-
miento integral. Para ello se hace necesario incidir en las políticas públicas y en su opera-
cionalización a través de los planes de salud en las diferentes entidades territoriales.
En tal sentido, se propone transitar un camino basado en la generación de un proce-
so de planeación colectiva, con la participación de todos los actores que intervienen en
la salud mental, sustentado en unos principios democráticos, que permitan buscar una
relación mas equitativa entre los intereses conjuntos de hombres y mujeres, vista en los
diferentes momentos de la vida; de tal forma que, las transformaciones en la condición
de la salud mental de la población se logre a través de procesos de corto, mediano y
largo, plazo basados en la definición de escenarios posibles y factibles, con una mirada
prospectiva de la salud mental.
1
Informe preliminar del Estudio de Salud Mental, Colombia, 2003.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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Por actores socio-institucionales se entiende el conjunto de personas integrantes de las familias vulnera-
bles, las organizaciones comunitarias existentes que trabajen temas relacionados con salud mental, las
organizaciones sociales y ONG, las organizaciones productivas de rehabilitación, los funcionarios públicos
de las instituciones gubernamentales de salud y de otras instituciones vinculadas a la problemática, funcio-
narios de instituciones prestadoras de servicios y empresas sociales del estado con funciones relacionadas
al manejo de la salud mental y representantes de organismos internacionales con presencia en la entidad
territorial.; por ejemplo: De las instituciones de salud el coordinador del componente de SM en la entidad
territorial de salud, coordinador del PAB, secretario de salud, responsable de aseguramiento, el referen-
te de participación en salud, el referente de planeación en salud; de otras instituciones el referente de
escuelas saludables en el sector educativo, responsables del componente de protección en el ICBF, jueces
de penas y medidas de seguridad, jueces y defensores de familia, un delegado del consejo de política so-
cial, policía de menores, medicina legal, representante del sena, representante del consejo territorial de
SSS, representante de la red de prestación de servicios, representante de las intuiciones de formación del
talento humano en salud mental; de la población, representantes de asociaciones de usuarios comités de
ética médica, representante de la comunidad en las juntas directivas de los hospitales, representante de
las organizaciones familiares, comunitarias y de apoyo social, representante de los Copacos, asociaciones
científicas relacionadas con la SM, y representantes de las autoridades indígenas, raizales, población Afro-
colombiana y pueblos ROM en las entidades territoriales donde tengan presencia, etc.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
I PARTE: TEORIZACIÓN
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Es importante anotar que la planificación es una actividad natural y peculiar del hombre como ser racional,
que considera necesario prever el futuro y organizar su acción de acuerdo con sus convicciones, por lo que
la planeación es tan antigua como el hombre mismo.
4
Proceso capaz de fomentar la participación en las decisiones, la creatividad social, la autonomía política, la
justa distribución de la riqueza y la tolerancia frente a la diversidad de identidades, la autodependencia,
la auto confianza y la demanda de mayores espacios de libertad (Tomado de Desarrollo a Escala Humana
de Max-Neef M).
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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Es el espacio físico apropiado por el ser humano en el intercambio de acciones entre ellos y su entorno,
dirigidas a proveer los elementos que requiere para vivir sin correr el riesgo de extinguirse como especie;
algo así como “proteger al ser humano una especie en vía de extinción”.
15
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6
Hacia un plan operativo de salud mental para Antioquia.
7
Servicio Seccional de Salud de Risaralda-Hospital Mental de Risaralda, “La salud mental en el departamen-
to de Risaralda, Realidades y proyecciones”, Pereira, 1994.
16
Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
Lo claro es que la dimensión mental tiende a expresarse como un estado y una capaci-
dad. Como estado es una condición de completo bienestar físico, mental y social y en este
caso no tendría una diferencia sustancial con el concepto de salud en general.
Para la experiencia de la ciudad de Bogotá, D. C., la salud mental es algo que está en
una forma constructiva en las relaciones consigo mismo y con los demás, de una manera
armónica, que permite señalar soluciones para mí y para los demás con un resultado eco-
lógico y pedagógico. Este concepto se retoma de la experiencia Canadiense en donde el
manejo de la salud mental incluye elementos relacionales, e individuales en el marco de la
equidad y la justicia, posibilitando de manera simultánea la construcción de políticas y la
articulación de acciones. Según este modelo conocido como de Determinantes Sociales10,
el sentido de salud mental podría extenderse hasta las capacidades del ser humano para
generar estados de felicidad, de agradabilidad y de compartición de espacios saludables.
8
Dentro de los modelos explicativos esta. El psiquiátrico, organicista, psicosomático, psicoanalítico, conduc-
tista, cognitivo, socio-genético, comunitario, social, sistémico y alternativo entre otros.
9
Cognitivas, afectivas y relacionales.
10
Para Diana Alvis asesora de la SDS de Bogotá, “El modelo de los determinantes sociales es una concepción
amplia de la salud mental que permite integración a diferentes niveles, viéndola mas allá de la enfer-
medad mental, bajo la óptica de la atención integral, incorporando acciones de promoción, prevención,
diagnóstico, tratamiento y rehabilitación, articulando los diferentes paquetes de atención individual y
colectiva y a los actores del sistema con toda la propuesta de ciudad que hay alrededor de las normas de
convivencia y ciudadanía se viene impulsando”.
11
Doctor Hernán Santacruz. U. Javeriana, Bogotá.
12
Salud mental es amamantar, salud mental es darle bien de comer a los niños, salud mental es que la mamá
pueda estar el mayor tiempo posible con su niño y que pueda tener la disponibilidad de recursos como
para alimentarlo bien; salud mental es alimentar perfectamente y estimular perfectamente a los niños en
los primeros 5 años de vida.
17
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13
Sagan, C. Los Dragones del Edén, Ed. Grijalbo, Bogotá, 1983.
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El complejo reptílico es la capa más antigua de las tres y el ser humano la comparte con todos los verte-
brados inferiores. Es la sede anatómica de los rituales, el ejercicio del poder, la sexualidad primitiva y la
territorialidad, todos ellas conductas primitivas que están en la base del comportamiento humano, y que
constituyen prácticamente todo el repertorio conductual de los reptiles.
15
En un desarrollo ulterior de la evolución de la vida, aparece el sistema límbico, el cual alcanza su mayor
desarrollo en los mamíferos. Es la sede anatómica de la hilaridad, las emociones, el éxtasis místico, del
efecto de las drogas psicodislépticas y, muy especialmente, del amor.
16
La tercera capa evolutiva o corteza cerebral supone un refinamiento importante de la capacidad de co-
nocer del organismo vivo. Su máximo desarrollo se produce obviamente en el ser humano, pero también
presenta logros significativos en el chimpancé, gorilas y bonobos. Es la sede anatómica de la abstracción,
la anticipación y en general de la comprensión racional, todo lo cual se fundamenta en la capacidad de
simbolización que tipifica al ser humano.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
La posibilidad de desarrollo del sistema límbico, marca un hito evolutivo porque per-
mite el surgimiento de la relación altruista asociada íntimamente con conductas y afectos
como el juego y la ternura, generando formas de relación intra y heteroespecíficas dife-
rentes a la agresión reptílica.
El predominio de las capas evolutivas inferiores, han generado una forma de relación
social que lleva implícito el dominio de los fuertes sobre los débiles, con implicaciones
en acciones de fuerza e irracionalidad. En la medida en que la evolución del ser humano
avanza hacia el ser social se producen unas nuevas formas de relación mediadas por las
conductas altruistas del sistema límbico y por las acciones racionales de la corteza.
Los avances de la ciencia han permitido igualmente demostrar la existencia de los he-
misferios cerebrales y su funcionamiento diferencial. Cada hemisferio tiene experiencias y
memorias propias que se interconectan entre sí, y reaccionan de diferente manera a unos
mismos incentivos del medio ambiente; además, solo reaccionan a aquellos estímulos que
caen bajo su competencia. Por lo tanto, todo intento por influir en uno de ellos, debe
utilizar su “lenguaje especifico”, para que la señal enviada alcance su objetivo. Ambos
hemisferios pueden conseguir un alto grado de integración y complementariedad preci-
samente por sus distintas especializaciones17.
Las especializaciones de los cerebros nos hacen replantear el concepto de mente que
generalmente hace referencia a racionalidad, lógica, intelecto, cordura, etc., consideran-
do inferiores, o, de menor importancia las funciones ubicadas en el hemisferio derecho
del cerebro.
Las investigaciones cerebrales recientes muestran como las diferencias sexuales anató-
micas, neuronales y conductuales entre hombres y mujeres, influyen sobre las actividades
laborales que no pueden ser iguales ya que sus habilidades son diferentes.
17
Watzlawick Paul. (1986) “El Lenguaje del cambio”. Editorial Herder, Barcelona.
18
Es el reconocimiento de una totalidad a partir de un detalle esencial.
19
Idem 8.
19
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Esta diferencia parece tener una causa evolutiva relacionada con aspectos culturales
desde los que se generó una especialización de tareas ancestrales ligada a la condición
natural, en la que el hombre era el cazador y el defensor de la tribu mientras la mujer
preparaba la comida y cuidaba el hogar y los hijos.
Dicha especialización se refleja en un fenómeno denominado asimetría cerebral, hipo-
téticamente mayor en los hombres y sustentada en una cultura que presta mas atención
al entrenamiento del hemisferio izquierdo, relegando al derecho dotado de capacidades
artísticas y emocionales muy importantes, que pueden explicar errores de juicio, conducta
y en general de las condiciones de salud mental de las personas.
Modificar esta situación requiere un proceso educativo en la familia y en la escuela,
incorporando metodologías pedagógicas que posibiliten la plasticidad y la diferenciación
cerebral, para establecer nuevas vías ínter neuronales que eviten automatismos aprendi-
dos culturalmente y eludan el determinismo cultural y genético, logrando aprendizajes
conscientes, no automáticos, no establecidos exclusivamente por los instintos, y así alcan-
zar la libertad de pensar y de actuar de un modo más humano. Es en el cerebro donde se
efectúa el proceso de aprendizaje de lo “bueno y lo malo”, de lo dialéctico de la huma-
nidad, la guerra y la paz, los conflictos ideológicos, el avance de la ciencia y su aplicación
equivocada o perversa, y el placer o el sufrir que ofrece la vida”20.
La estructura física del cerebro tiene grandes implicaciones en las consecuencias ideoló-
gicas y emocionales, que conllevan a la resolución no armada de conflictos, posibilitando
soluciones concretas frente al origen de la dualidad, la contradicción, y el determinismo
cultural y genético.
Como los conocimientos se trasmiten transgeneracionalmente, el desarrollo del ser
humano requiere una visión histórica para conocer las bases neurológicas sobre las que
se sustentan los aprendizajes. En este sentido, el concepto complementario de lo mental
sería lo psicoemocional por cuanto define lo racional, verbal y lo emocional, analógico.
Este último aspecto tan negado en la vida intima del ser, constituye el sentido de la
razón que debe desarrollarse hacia un pensamiento lúcido capaz de manejar la emo-
cionalidad, y mantener un sentimiento calmo, necesario para enfrentar las más temidas
amenazas como: Ira, odio, celos, envidia, rabia, etc., tan presentes en la condición mental
de las personas y la colectividad.
Sobre esta base se podría aprender a comprender la ley de la polaridad, como una ley
fundamental del mundo, lo cual ha fracasado por la incapacidad de la ciencia para acep-
tar el pensamiento analógico.
El principio complementario hace que el equilibrio de los dos polos se mantenga inde-
pendientemente de lo que hagan o dejen de hacer los humanos, y determina que todas
las modificaciones se sumen a la inmutabilidad21.
En este sentido, las emociones son el aspecto sensorial del ser humano que hace parte
de esa polaridad negada de la humanidad y que corresponde a su desconocimiento, o,
20
Delgado, J.M.R. (1994). “Mi cerebro y yo”. Colección Fin de Siglo. Serie Mayor. Madrid.
21
Dethlefsen, T. y Dahlke, R. ”La enfermedad como camino”. Ed. Plaza y Janés 1997 cuarta edición. Barcelo-
na.
20
Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
22
Humberto Maturana:”El sentido de lo Humano”. Ed. Dolmen. 1996.
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“Hasta el momento, el mayor esfuerzo de los servicios de salud de los países en desa-
rrollo se ha dirigido hacia el campo de las enfermedades infecciosas y de los problemas
materno infantiles”23. Aunque se han obtenido buenos resultados es necesario extender-
los a otros sectores también desprotegidos; así mismo, es necesario que los sistemas de
salud se modernicen en el campo administrativo reorganizando los recursos dentro de los
modelos más recientes de prestación de servicios de salud.
Uno de ellos es la atención primaria en salud definida en la conferencia de Alma Atta
(OPS, 1.980) como el marco ideológico de un nuevo modelo para el cuidado de la salud;
haciendo parte del sistema de salud, constituyendo su función central y el núcleo princi-
pal, del desarrollo social y económico global de la comunidad.
Representa el primer contacto de los individuos, familia y comunidad con los servicios
de atención integral, acercando la atención en salud al lugar donde viven y/o trabajan
las personas, constituyendo el primer elemento de un proceso permanente de asistencia
sanitaria, descentralizada, humanizada y abierta a las comunidades para fomentar la au-
tosuficiencia y autodeterminación de éstas.
En 1975 la Organización Panamericana de la Salud, luego de sistematizar las experien-
cias de los países del área recomendó como líneas de acción: La formulación de políticas
23
Arango, M. V. “Salud Mental en la y atención primaria de salud”; Tomado de: Temas de salud mental en la
comunidad, OPS, Washington 1992.
22
Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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Las funciones del enfermero en salud mental exigen el dominio de aspectos clínicos en
salud de la salud mental, incluyendo las acciones y efectos colaterales de los psicofárma-
cos y el manejo de las urgencias psiquiátricas.
Finalmente, otro recurso importante son los auxiliares de enfermería o personal técni-
co. En la mayoría de los casos son personas de la misma comunidad que están familiariza-
dos con las creencias, costumbres y hábitos, al punto que pueden percibir e interpretar las
preocupaciones de las personas de la comunidad. Por su lenguaje, constituyen un puente
valioso en la comunicación con las personas y en la transmisión de mensajes sobre salud.
Se convierten en el recurso de primera mano en situaciones apremiantes y por tanto go-
zan de la confianza de las personas.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
La experiencia del Hospital Psiquiátrico San Isidro, permitió obtener instrumentos es-
tandarizados para el registro e identificación de casos, tales como el “Cuestionario de
síntomas” para las personas adultas y el “Cuestionario de niños”24; el instrumento para
adultos permite explorar síntomas psicóticos y no psicóticos. El segundo cuestionario ex-
plora la presencia de trastornos mentales en niños usuarios de los servicios primarios de
atención en salud, se aplica en menores entre cinco y quince años. Otro instrumento es
una tarjeta de registro en donde se anotan sistemáticamente los trastornos identificados
en la consulta médica.
Es recomendable que el TSM en el nivel primario sea supervisado y acompañado técni-
camente por un grupo consultor integrado por especialistas de diferentes áreas del saber
asociadas al estudio del comportamiento humano, es importante la presencia del psi-
quiatra, del enfermero especialista en salud mental, del psicólogo y del trabajador social
especializado en salud mental, entre otros.
24
Los instrumentos en mención se pueden consultar en la bibliografía citada anteriormente, paginas 202-
204.
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acciones de salud mental a manera de programas; así mismo, coinciden en que la política
pública en salud mental sea una política estratégica de estado, en consideración a su im-
portancia en la productividad y desarrollo del país.
En Honduras por ejemplo, el modelo combinó la prestación de los servicios de atención
en salud mental con el trabajo comunitario; de las experiencias de Ciudad Sandino en
Nicaragua y de Carundú en Panamá, se concluye que es posible a través del hospital día
y el centro de salud mental, cubrir las necesidades de la comunidad con una especie de
modelo de atención primaria.
En ambos modelos, se vincula a los pacientes a la red de apoyo familiar y social al que
pertenecen, de tal manera que les sea posible vivir en la comunidad, obviamente dismi-
nuyendo la demanda de servicios hospitalarios.
Así mismo, les importante tener presente que los programas de salud mental que han
fracasado fracasaron, se han caracterizado por la falta de recursos, de una organización
estructural - funcional como soporte y de la voluntad política del gobernante que haga co-
herentes las políticas de gobierno con las necesidades de las poblaciones en salud mental.
Igualmente, las experiencias exitosas se caracterizaron porque:
Tenían la presencia de al menos un funcionario de salud mental; existía un apoyo ex-
plicito de las autoridades nacionales y provinciales; existía un área geográfica y un grupo
poblacional reconocido como foco de los problemas psicosociales; se contaba con asigna-
ción específica de recursos humanos y materiales adecuados; se había logrado organizar
un equipo multidisciplinario de trabajo; el programa subsistió en donde la comunidad
asistida estaba bien delimitada; había un sentimiento de identidad y habían reconocido
sus problemas y áreas de reivindicación; en todos los casos se hizo un estudio preliminar
de la comunidad, pero ninguno se sistematizó ni publicó y por tanto, quedó sin usar para
efectos del proceso de planeación y de toma de decisiones de los gobernantes respecti-
vos; el programa así diseñado, exigió recursos oficiales pertenecientes a otros sectores
del gobierno, circunstancia que hizo difícil la identificación de las fuentes potenciales de
cooperación, con muy pocas excepciones; el modelo incluyó la cooperación de otros mo-
delos alternativos de manejo de la salud mental.
La monitoria del programa se hizo de manera implícita como una actividad rutinaria,
pero no se hizo una evaluación formal de la situación lo cual no permitió analizar costo /
beneficio, en algunos casos, la monitoria y el seguimiento solo consistió en reuniones de
expertos para revisar las metas, las relaciones entre los proyectos del programa de salud
mental comunitaria, el hospital psiquiátrico y los servicios generales de salud variaron
ampliamente desde la colaboración estrecha, hasta la oposición franca; en la mayoría de
los casos se le dió relevancia a la solución de los problemas sociales más evidentemente
confrontados, contando con la opinión de la comunidad.
En todas las experiencias se propiciaron actividades de prevención y fomento, traba-
jando en las escuelas, clubes de madres y grupos comunitarios, como los grupos de ayuda
mutua, alcohólicos anónimos; fue un factor de apoyo el carácter práctico de la capaci-
tación y que se hubiese hecho en los lugares de prestación de servicios permitiendo la
actualización de todo el personal de salud.
Sin embargo, es casi una constante a excepción de un solo país, en donde los progra-
mas de salud mental fueron consecuencia de una política nacional y en donde su éxito y
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
• Educar al público
Está constituido por un conjunto de normas del orden nacional, relacionadas con algu-
nos aspectos de la salud mental, lo integran básicamente, diecisiete leyes, once decretos,
dieciocho resoluciones, un acuerdo y una circular.
Las leyes tocan los siguientes temas: Penalización del consumo de SPA; procedimientos
penales a seguir cuando una persona incurre en un delito asociado a la condición de la
salud mental; organización administrativa de las instituciones de salud, competencias y
recursos para el desarrollo de las acciones prioritarias en salud mental; tratamiento inte-
gral a la violencia intrafamiliar y el maltrato al menor; IVA social para financiar acciones
dirigidas a personas con trastorno mental y grupos de riesgo; integración social de las per-
sonas con limitaciones; anticipación social al riesgo y promoción de la salud; restricciones
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a menores respecto del acceso a alcohol y otras SPA; la salud mental en el Sistema General
de Seguridad Social en Salud; regulaciones para la prestación de servicios de salud mental
en los organismos de salud especializados y medicamentos de control especial.
Los decretos están relacionados con: La organización estructural de las instituciones de
salud y de prestación de servicios, sobre la atención en salud a pacientes inimputables;
participación en salud, restricciones al consumo de SPA, readaptación laboral de las per-
sonas inválidas; código del menor; control a la publicidad de alcohol y cigarrillo; contra-
venciones de policía.
Las resoluciones abordan situaciones relativas a los recursos económicos para salud
mental en situaciones de emergencias y desastres y accidentes; certificación de los centros
de atención en salud mental para personas consumidoras de SPA y demanda inducida y
detección temprana de problemas de salud mental; normas para el manejo de medica-
mentos y precursores; atención integral a victimas del terrorismo; actividades y procedi-
mientos para promoción y prevención; derechos de las personas con problemas de salud
mental; política nacional de salud mental; manuales normativos para el ejercicio de la
enfermería, psicología y trabajo social en el manejo de la salud mental; normas para el
manejo nutricional en los hospitales psiquiátricos.
El Acuerdo del Consejo Nacional de Seguridad Social en Salud, se refiere a los recursos
provenientes del impuesto social a las municiones y explosivos, para la promoción de la
convivencia y la prevención y atención de la violencia. Finalmente la circular hace referen-
cia a los lineamientos para el PAB durante el cuatrenio en lo relacionado con las acciones
prioritarias en salud mental.
El marco jurídico no incluye normatividad internacional relacionada con el tema de la
planeación en salud mental, por cuanto en las experiencias revisadas de algunos países
latinoamericanos, tan solo un país registra la existencia del programa de salud mental
asociado a una política pública; en general las experiencias no mencionan un marco nor-
mativo desarrollado respecto al programa de salud mental referido. De todas maneras,
aun con sus limitaciones, la recopilación de normas que a continuación se presenta cons-
tituye un punto de partida para que los actores socio-institucionales de salud mental en
las entidades territoriales, dispongan de herramientas para justificar la atención integral
en salud mental y argumentar la asignación de recursos.
En general el instrumento jurídico mas importante que regula la intervención en la sa-
lud mental es la Constitución Política de Colombia en sus diferentes artículos relacionados
con la salud de la población, particularmente el artículo 13, donde se señala que el Estado
protegerá especialmente a aquellas personas que por su condición mental, o, física se
encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta.
De igual forma, en el artículo 47 se dispone que el Estado adelantará políticas de previ-
sión, rehabilitación e integración social para los disminuidos psíquicos, a quienes brindará
la atención especializada que requieran. En el inciso final del artículo 68 se establece la
necesidad de erradicar el analfabetismo garantizando el acceso a la educación adecuada
de las personas con limitaciones mentales. Existen además otras normas reglamentarias
de la Constitución Nacional que regulan aspectos específicos relacionados con el tema.
A continuación se presenta el cuadro resumen a manera de mapa normativo en donde
se relacionan cronológicamente y de manera jerárquica las principales normas jurídicas
vinculadas al manejo de la salud mental, útiles para sustentar las acciones de salud en las
entidades territoriales.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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Ministerio de la Protección Social
Norma Propósito
14. Ley 65 de 1993 Por la cual se señala que los establecimientos de rehabilitación y pabe-
llones psiquiátricos tiene el carácter de centros asistenciales y pueden
especializarse en tratamientos psiquiátricos y de drogadicción, forman-
do parte el subsector oficial y estarán destinados a alojar y rehabilitar
personas que tengan la calidad de inimputables por trastorno mental, o,
inmadurez psicológica, según dictamen pericial.
15. Ley 10 de 1990 Por la cual se reorganiza el sistema nacional de salud, prevé el estableci-
miento de la junta nacional de tarifas, para la venta e los servicios en los
hospitales públicos. Obliga a los gobernadores y a los jefes seccionales
de salud a responder por la política regional de salud y les entrega la
administración de los hospitales regionales y universitarios. Declara la
salud como un servicio público y define los servicios de urgencia que
deben ser prestados obligatoriamente a la población. Establece los ser-
vicios básicos gratuitos y moderniza la gestión hospitalaria. Crea la par-
ticipación comunitaria y los fondos especiales de medicamentos.
16. Ley 30 de 1986 Conocida como la ley antidroga. Plasma principios generales y adopta
definiciones relacionadas con las sustancias, sus usos, dosis, etc. Así mis-
mo, señala los programas de educación en la materia, la formación de
comités cívicos para luchar contra el flagelo de la drogadicción. Limita el
trabajo de menores en sitios donde se expenden licores y obliga a incluir
en las cajetillas de cigarrillos la nocividad del tabaco.
17. Ley 9ª de 1979 Se relaciona con la temática en sus artículos cuatrocientos sesenta, qui-
nientos noventa y cuatro, y quinientos noventa y nueve, en lo relacio-
nado a los medicamentos de control especial, el carácter de bien común
que tiene la salud, el derecho a vivir en un ambiente sano, el cuidado
y auto cuidado de la salud, el carácter de orden público de las normas
relativas a la salud de la población, respectivamente.
DECRETOS
1. Decreto 205/03 Por medio del cual se estructura y se definen las funciones del Ministerio
de la Protección Social.
2. Decreto 1320/97 Por medio del cual se crea el comité de evaluación interinstitucional para
la atención de los pacientes inimputables.
3. Decreto 1757/94 Por el cual se organizan y establecen las modalidades y formas de par-
ticipación social en la prestación de los servicios de salud, en particular
lo planteado en el capítulo V “Participación Social”, en donde se habla
de su expresión en los procesos cogestionarios de planeación y veeduría
comunitaria en salud.
4. Decreto 1108/94 Por medio del cual se reglamenta el consumo de SPA.
5. Decreto 2177/89 Por el cual se desarrolla la ley 82 de 1.982, aprobatoria del convenio No.:
159, suscrito con la OIT relativa a la readaptación profesional y el em-
pleo de personas inválidas.
6. Decreto 2737/89 Por el cual se expide el código del menor.
7. Decreto 3788/86 Sobre estupefacientes y control a las campañas para promover el consu-
mo de alcohol y tabaco.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
Norma Propósito
8. Decreto 3430/82 Por medio del cual se reglamentan los artículos 16, 18 y 20 del decreto-ley
1188/74m, sobre la propaganda para promover el consumo de alcohol.
9. Decreto 2358/81 Por el cual se coordina el sistema nacional de rehabilitación.
10. Decreto 1136/70 Por medio del cual se dictan algunas medidas sobre protección social,
sobre rehabilitación de la vagancia, enfermos mentales, toxicómanos y
alcohólicos.
11. Decreto 1355 /70 Por medio del cual se dictan normas sobre policía, disposiciones relativas
a contravenciones nacionales de policía y sus medidas correctivas.
RESOLUCIONES
1. Resolución 474/03 Por la cual se definen los cupos indicativos para la distribución de los re-
cursos de la subcuenta de riesgos catastróficos y accidentes de tránsito.
2. Resolución 196/02 Por medio de la cual se adoptan normas técnicas, científicas y adminis-
trativas para el funcionamiento de los centros de atención, tratamiento
y rehabilitación integral que prestan servicios a personas con problemas
asociados al consumo de SPA.
3. Resolución 412/00 Por la cual se reglamenta el acuerdo 117/98, en lo relativo a la demanda
inducida, protección específica y detección temprana. Permitió la defi-
nición de las normas técnicas y las guías de atención integral (Guía de
atención a la mujer y menor maltratada, y normas técnicas sobre creci-
miento y desarrollo).
4. Resolución 2358/98 Por medio de la cual se acoge la política Nacional de Salud Mental.
5. Resolución 3997/96 Por medio de la cual se establecen las actividades y procedimientos para
el desarrollo de las acciones de promoción y prevención en el SGSSS.
6. Resolución 5261/94 Por la cual se establece el manual de actividades, intervenciones y proce-
dimientos del plan obligatorio e saluden el sistema general de seguridad
social en salud, en lo relativo a:
Artículo 8. Asistencia domiciliaria: es aquella que se brinda en la residen-
cia del paciente con el apoyo de personal médico y/o paramédico y la par-
ticipación de su familia, la que se hará e acuerdo a las guías de atención
integral establecidas para tal fin. Este artículo constituye un argumento
jurídico para incluir acciones de atención primaria en salid mental.
Artículo 37. La estancia en instituciones psiquiatritas y en unidades de
salud mental, de cualquier tipo y nivel, comprende además de los servi-
cios básicos, los de terapia ocupacional, recreativa y de grupo, y la aten-
ción médica especializada.
Artículo 52. Se clasifican como actividades de control y seguimiento en
las guías de atención integral de grupos específicos tales como hiper-
tensos, diabéticos, crecimiento y desarrollo, atención prenatal, higiene
mental e industrial, salud ocupacional, etc. Incluye las actividades reali-
zadas por personal de la salud en las áreas de Enfermería, Trabajo Social,
Salud Mental, Optometría, Nutrición, Terapia y otros.
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Ministerio de la Protección Social
Norma Propósito
Artículo 54. El paciente psiquiátrico se manejará preferencialmente en
el programa de “Hospital día”. Se incluirá la internación de pacientes
psiquiátricos solo durante la fase aguda de su enfermedad, o, en caso de
que ésta ponga en peligro su vida, o, integridad, o, la de sus familiares
o de la comunidad. Para los servicios de Psiquiatría y Psicología, serán
considerados en el nivel II de atención los siguientes exámenes y proce-
dimientos: Valoración por psiquiatría, valoración por psicología, Psicote-
rapia individual por psiquiatría, o, psicología solo en la fase aguda de la
enfermedad, Psicoterapia de grupo por psiquiatría o psicología.
7. Resolución 5165/94 Por medio de la cual se expiden los criterios, parámetros y procedimien-
tos metodológicos para la elaboración, y seguimiento de los planes sec-
toriales y de descentralización de la salud en los departamentos y distri-
tos.
8. Resolución 03913/94 Por la cual se adoptan unas medidas sanitarias en desarrollo de políticas
de salud mental en lo relativo a la adquisición y distribución de los fár-
macos básicos.
9. Resolución 04108/93 Por medio De la cual se establecen los criterios técnicos para la presta-
ción de los servicios de rehabilitación física y mental de las víctimas de
atentados terroristas y se deroga la resolución No.: 003001/93.
10. Resolución 02417/92 Por medio de la cual se adoptan los derechos de las personas con trastor-
no mental.
11. Resolución 06980/91 Por medio de la cual se expiden normas para el control de la importa-
ción, exportación, fabricación, distribución y venta de medicamentos,
materias primas y precursores de control especial.
12. Resolución 14130/85 Por medio de la cual se adopta el documento denominado “Manual
general de organización, modelo normativo para trabajo social en el
programa de salud mental, según niveles de atención, organización y
funciones.
13. Resolución 14129/85 Por medio de la cual se adopta el manual general de organización “Mo-
delo normativo para la psicología en el programa de salud mental, orga-
nización y funciones.
14. Resolución 9090/82 Por medio de la cual se adopta el manual general de organización “Mo-
delo normativo para la unidad de terapia ocupacional en el hospital psi-
quiátrico y la unidad de salud mental integrada al hospital general”.
15. Resolución 02417/82 Relativa a los criterios técnicos para la prestación de los servicios de re-
habilitación física y mental de las victimas de atentados terroristas.
Resolución 08187/82 Por medio de la cual se adopta el manual general de organización “Mo-
delo normativo para enfermería en el programa de salud mental, según
niveles de organización y atención y funciones.
16. Resolución 08186/82 Por medio de la cual se adopta el manual general de organización “Mo-
delo normativo para enfermería en el programa de salud mental a nivel
local.
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Norma Propósito
17. Resolución Por medio de la cual readopta el documento para la organización del
08185/82 departamento de nutrición y dietética en los hospitales psiquiátricos.
18. Resolución Por medio de la cual se adopta el manual normativo y de organización
09089/82 “Propuesta para un taller protegido, en el área de la salud mental”.
ACUERDOS
1. Acuerdo 265 Por medio del cual se regula el empleo de los recursos provenientes del
del CNSSS impuesto social a las municiones y explosivos.
CIRCULARES
1. Circular Externa Está dirigida al ejecutivo de la administración pública en las entidades
del Ministerio de la territoriales y a los integrantes de los de los consejos territoriales de se-
Protección Social guridad social en salud. En ella se establecen los lineamientos para
No.: 00018/04 la formulación y ejecución de los planes estratégicos y operativos
del PAB 2.004-2.007 y de los recursos asignados para salud pública. De-
fine como una acción prioritaria para el país de conformidad con el nu-
meral 12 del artículo 42 de la Ley 715/01 la reducción del impacto de
la violencia e implementación de las políticas de salud mental y de Re-
ducción del Consumo de Sustancias Psicoactivas.
Como se puede apreciar, existe un conjunto de normas que permiten un relativo cam-
po de acción; es posible que no estén todas y que algunas no estén vigentes debido a la
intensa dinámica de su evolución, de todas formas el hecho de relacionarlas permite al
planificador tener una visión panorámica de los recursos jurídicos disponibles, además,
observar los cambios ocurridos en la normativa relacionada con los diversos aspectos de
la salud mental.
Es un sentir generalizado la necesidad de sistematizar y analizar las normas vigentes,
para poder identificar los vacíos normativos y generar un marco que articule orgánica-
mente el soporte jurídico y controle la proliferación de normas aisladas unas de otras, sin
un objetivo claro respecto a la regulación de las acciones en salud mental de una manera
integral y comprensiva.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
II PARTE: REFLEXIÓN
1. Justificación de la metodología
Es una realidad que la condición de salud mental de los colombianos y de la sociedad
en general, se encuentra en una situación crítica derivada de las difíciles condiciones
económicas y políticas por las que atraviesa el país. Así se puede observar en el perfil
epidemiológico, cuando las principales causas de enfermedad y muerte están asociadas
con acciones violentas estrechamente vinculadas a la condición de la salud mental de los
individuos y la colectividad.
Tampoco se puede ignorar que en las demás causas de enfermedad y muerte los com-
portamientos humanos están fuertemente asociados a las condiciones propicias para evi-
tar el riesgo o generar la enfermedad. Tal es el caso de las enfermedades asociadas al
sistema cerebro, cardio, vascular y en general, aquellas en las cuales, los estilos de vida
generan factores protectores, o, de riesgo.
En otras palabras, significa que la condición de salud mental de la población Colom-
biana constituye un problema sentido de salud pública, por cuanto está asociada a las pri-
meras causas de enfermedad y muerte de los colombianos, lo cual requiere una respuesta
organizada, coherente y planificada que permita anticiparse al riesgo, crear condiciones
de vida saludable y una atención integral a la problemática.
Esta situación como ya se expresó, exige una respuesta planificada y coherente con la
naturaleza multicausal y compleja del problema, porque, no todas las metodologías de
planeación existentes se pueden utilizar indiscriminadamente; en el caso de la condición
de la salud mental de los individuos y la población general, el planificador territorial an-
tes de diseñar un plan, debe responderse algunas preguntas que le permitan identificar
los elementos de los diversos modelos de planeación, que quizás sean los más pertinentes
para las características de la situación tratada, estas preguntas son:
¿Como explica la realidad el método seleccionado para la planificación?, ¿Cómo se
diseña el plan?, ¿Cuál es el papel del planificador?, ¿De qué manera se da la participación
de la población?, ¿Cuál es la noción de desarrollo de la metodología? y en ¿Qué casos se
emplea? De la respuesta a estas preguntas dependen las características y especificidad de
la metodología de planeación aplicada a la salud mental.
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Ya que el concepto de salud mental es una idea, una construcción abstracta, el produc-
to de un ejercicio de la imaginación, vista como un sueño asociado al bienestar básico de
la población; en consecuencia, el plan de Salud Mental25 debe expresar la capacidad de
soñar, de contribuir a mejorar la calidad de vida y de coincidir en un esfuerzo colectivo y
desinteresado por el bien de todos.
25
La experiencia del manejo de la salud mental en Chile nos enseña muchas cosas entre ellas la forma de ver
una intervención planificada de la salud mental: ““Un plan en Salud Mental es necesariamente una idea,
una construcción abstracta, el producto de un ejercicio de la imaginación aunque se construya con base
en datos concretos, de información dura y se contraste con la realidad de lo posible, aunque se inspire
en experiencias de personas capaces de sistematizar sus aprendizajes, aunque considere como punto de
partida los valores, las creencias, las actitudes y conductas predominantes en cada grupo involucrado en
sus acciones”.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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3. Propósito:
Contribuir con una guía metodológica a la generación de procesos de planeación del
componente de salud mental dentro de los planes de salud en los municipios y depar-
tamentos, orientados a la construcción de unas mejores condiciones de vida material y
mental de los individuos y de la colectividad.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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2. Características y cualidades
Se parte de considerar que las transformaciones de la condición de la salud mental no
se logran en el corto plazo, debido a su complejidad; transformar el sistema de valores
y representaciones que regulan los comportamientos humanos, no es tarea fácil que se
pueda hacer en un periodo corto de tiempo, ni producir los cambios en las condiciones
materiales y de existencia, requeridos para tener una adecuada salud mental.
Por eso, se exige pensar en el corto plazo para dar respuesta a las demandas inme-
diatas, como por ejemplo, la prestación de servicios asistenciales y de rehabilitación a las
personas enfermas; pero además, en el mediano y largo plazo actuar sobre los factores
estructurales que potencializan y/o afectan la salud mental de las personas.
De los enfoques sobre salud mental descritos en la parte de teorización, esta guía re-
toma fundamentalmente el enfoque estratégico, basado en el modelo de Salud pública
y con participación social; porque, para este modelo la salud mental trasciende el marco
de la enfermedad, concibiéndola como una condición determinada por los componentes
y condicionantes del bienestar, por consiguiente, es un fenómeno multicausal al cual se
le debe dar un manejo multifactorial, interdisciplinario e integral; dimensiones que se
pueden concretar a través de un proceso de planeación del componente de salud mental
coherente con el plan sectorial de salud y el plan de desarrollo de la entidad territorial.
En los planes de beneficios del Sistema General de Seguridad Social, se incluyen accio-
nes de atención integral en salud mental, en lo pertinente a la promoción de la salud,
prevención de la enfermedad, detección, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación; sin
embargo, lo relativo a los componentes del bienestar asociados a la salud mental de la
población, se deben concertar en los planes sectoriales de las instituciones vinculadas con
la problemática, como educación, trabajo, etc.; mientras que los condicionantes políticos,
económicos, sociales y culturales deben quedar en la agenda de trabajo del gobernante
y en el plan de desarrollo.
Este enfoque de la salud mental, se fundamenta en tres grandes ejes a saber: El bioló-
gico, el psicoevolutivo y el ambiental. Trabaja con los saberes y conocimientos sociales y
las acciones dirigidas a lograr el bienestar de los individuos, la colectividad y el Estado, a
través de las prácticas relacionadas con el saneamiento básico ambiental, la conservación
de los bosques, acciones de inmunización, provisión de servicios públicos básicos, existen-
cia de marcos políticos, jurídicos y técnicos.
La atención no se centra exclusivamente en el individuo, sino que, trasciende a la salud
de las comunidades y las poblaciones como un todo. Sus intervenciones se enfocan princi-
palmente hacia los grupos de mayor riesgo y sus objetivos se orientan a lograr promover
la salud, preservar a las personas de enfermar y cuando se presente la enfermedad tratar-
las y rehabilitarlas social y laboralmente.
Considerando que las personas afectadas mentalmente deben ser atendidas en los
servicios de salud, la metodología incluye elementos del Enfoque Anatomoclínico, en el
cual la salud mental se caracteriza por tener un manejo individual y farmacológico de la
persona que convive con una enfermedad mental.
Como uno de los principales problemas de salud pública es la violencia en todas sus
manifestaciones, la propuesta no puede ignorar el enfoque ecológico, por cuanto en-
tiende la salud mental fuertemente asociada con la violencia, intentando comprender
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
su naturaleza polifacética a partir del análisis de los factores que influyen en el compor-
tamiento, o, que potencializan el riesgo de cometer acciones violentas, en un contexto
histórico, social, cultural y ambiental dado.
El enfoque ecológico clasifica estas acciones en cuatro niveles de factores: Los biológi-
cos, intrafamiliares, de amistad, afecto, compañía en el estudio y en el trabajo y los que
inhiben, o potencializan los comportamientos violentos.
Teniendo en cuenta que la salud mental es un proceso dinámico, histórico, construido
social y culturalmente, por tanto cambiante; esta característica exige que en la planea-
ción de sus acciones se requieran elementos de los enfoques prospectivo y estratégico
situacional. El primero permite visualizar sus cambios en el pasado y en el presente y pro-
yectarlos al futuro, haciendo uso de técnicas del enfoque estratégico situacional como la
de los futuros deseables y/o posibles. De estos enfoques se retoma lo relativo a las fases
y momentos, en razón, a que la planeación de la salud mental necesita realizar una serie
de actividades que son consecutivas; pero además, ejecutar otras que se pueden hacer
simultáneamente, de manera que los actores de la planificación en la entidad territorial,
con criterio técnico, pero al mismo tiempo visionario y con la participación activa de la co-
munidad, conviertan a los individuos, familias y población general, en los actores princi-
pales del desarrollo sistémico de programas y proyectos a corto, mediano y largo plazo; y
que con capacidad de decisión, participen en la definición de alternativas de intervención
frente a la salud mental en su territorio.
La mirada prospectiva de la planeación de la salud mental, se caracteriza porque tra-
baja por escenarios, más que por etapas, estableciendo relaciones de cooperación y de
conflicto entre actores e intereses.
La explicación situacional responde a la concepción de problemas bajo una óptica sub-
jetiva, en donde más que etapas lo que hay es momentos bajo un proceso continuo, es-
tructurándose en dos grandes módulos: El de explicación y el de la acción, bajo el supues-
to de que la realidad no se puede determinar en consideración a la incertidumbre que
domina al sistema social, por lo cual se elaboran los escenarios y planes de contingencia.
Para este modelo metodológico el compromiso con los planes se ve representado por
el hecho de que quien diseña los planes es el mismo que los ejecuta, apoyándose en tec-
nologías modernas, circunstancia que le proporciona coherencia al desarrollo de la me-
todología, por cuanto quienes mas conocen de un plan son los que han participado en su
construcción y por tanto los más indicados para ejecutarlo.
Esta guía metodologica facilita que los actores socio-institucionales de la salud men-
tal en la entidad territorial asuman un papel que combine lo técnico con lo político, de
tal forma que como agentes de cambio, tomen partido frente a los intereses de quienes
participan como representantes de la comunidad, para que de manera cooperativa y con
un método equitativo de resolución de conflictos de intereses, se posibiliten cambios en
el comportamiento y el uso de tecnologías actualizadas, dirigidas a obtener resultados, o,
balances en los gobiernos departamentales y municipales, resolviendo problemas situa-
cionales de la salud mental de la población.
Adicionalmente, la propuesta incorpora elementos de la planeación con perspectiva
de género, enfoque epidemiológico y demográfico en lo relativo al ciclo de vida de los
hombres y mujeres, en consideración a que la salud mental es diferencial según estas
condiciones de vida.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
puede prescribirse para las entidades territoriales, acciones y programas específicos para
ser aplicados como una matriz, o, paradigma que éstos deben adoptar y desarrollar. Cada
una de las entidades territoriales determinará las líneas de acción, o, desarrollos progra-
máticos propios, a la luz de las políticas nacionales y sus adaptaciones territoriales, las
prioridades reconocidas y los recursos disponibles.
Igualmente la guía propone una visión holística en la que el todo está en las partes y
las partes en el todo. Tiene que ver con las interacciones, enfatizando la importancia de
la información tanto en el diseño del futuro como en el rediseño constante de la realidad,
insistiendo en la conveniencia de una visión sistémica lo más comprensiva posible.
Es creativa porque propone producir algo nuevo y valioso, y encontrar nuevas y me-
jores formas de hacer las cosas.
Se busca la participación y la cohesión para compartir un objetivo que permita
alcanzar un consenso, o, compromiso entre los actores socio-institucionales. Con la parti-
cipación se promueve el intercambio de ideas, enriqueciendo las posibles alternativas de
solución de conflictos con un criterio de Equidad.
Hay preeminencia del proceso sobre el producto, a partir de compartir un objetivo
común se plantean diversas posturas y acciones consensuales para la construcción de futu-
ro, logrando superar el inmediatismo del activismo que no logra un verdadero proceso de
apropiación de los problemas asociados a la salud mental por parte de la comunidad.
Facilita la convergencia y divergencia basándose en los diferentes puntos de vis-
ta alianzas y conflictos, mediante una secuencia cíclica y permanente posible, tomando
como objetivo las metas a corto, mediano y largo plazo.
Tiene una finalidad constructora que busca transformar la realidad bajo el emble-
ma de la relación práctica-teoría; encierra la complejidad ya que se encuentra asociada a
múltiples y diversos factores de utilidad, cambios políticos y convencimiento acerca de la
apertura de futuro de la condición de salud mental del individuo y la población general.
Se anticipa a la acción por la apropiación, lo cual tiene que ver con el compromiso de
los actores con lo que se va a hacer frente al azar para construir el futuro en el presente.
Una metodología para la planeación del componente de salud mental, con estas carac-
terísticas y cualidades, que combine elementos de diversos enfoques de planeación es de
gran utilidad para trabajar con los agentes socio-institucionales, en consideración a que
surge como una respuesta a las limitaciones de la planeación tradicional en lo relativo a
las prácticas de gobierno y las prácticas de planeación.
La metodología descrita requiere para su implementación de un proceso que integre
al menos las siguientes fases: Fase de conformación del grupo funcional de trabajo; mo-
vilización de recursos socio institucionales alrededor del componente de salud mental y
proceso de planeación propiamente dicho.
La primera fase incluye acciones relacionadas con la convocatoria, organización y pues-
ta en marcha del grupo funcional, o, grupo alternativo de salud mental en la entidad
territorial; la segunda fase incluye actividades orientadas a sensibilizar a los agentes so-
cio-institucionales, construcción colectiva del mapa conceptual para la entidad territorial
y acciones dirigidas a movilizar recursos; en la última fase se trata de operacionalizar la
43
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3.1. General
3.2. Específicos
4. Fases metodológicas.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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ser las que más malestar causan en el día a día, porque están vinculadas con el bienestar
general y no solamente con la salud física.
Lo anteriormente expuesto, conlleva a pensar en la necesidad de que el concepto de sa-
lud mental obtenga validez social en la medida en que sea representado por los ciudada-
nos corrientes y aparezca como un operador fundamental de las acciones en este campo,
tal como lo expresa Restrepo L.C. (1.997), en consideración a que en gran parte, la salud
mental de grupos e individuos, está relacionada con la capacidad que tengan de producir
conceptos pertinentes para enfrentar con acierto las situaciones de crisis que afrontan. La
mayoría de los problemas que se presentan, suelen estar relacionados precisamente con
la ruptura existente entre la enunciación normativa y el soporte afectivo necesario, para
que el valor se convierta en una regla de vida respetada en la acción cotidiana.
Una condición mínima para actuar sobre una situación, consiste en empezar por repre-
sentar esa situación y de esta forma reconocer su existencia. Esto implica, que los agentes
socio-institucionales construyan un mapa conceptual de lo que representa para ellos y su
población la salud mental en el territorio, para que sirva como un referente orientador
del proceso de intervención planificada de las acciones de salud mental en las entidades
territoriales.
“Si damos al trabajo de construcción de conceptos, la importancia que merece, tendre-
mos mayores posibilidades de superar el simple activismo y avanzar de manera más sólida
en nuestra tarea de sacar adelante proyectos comunitarios de salud mental”26.
Las dificultades de la planeación en el caso de la salud mental, pueden verse agudi-
zadas por el desconocimiento y falsa representación mental del concepto. Esto se puede
atenuar mediante estrategias generales dirigidas a promover la apropiación del concepto
de “salud mental” logrando de esta manera la aceptación, seguimiento y evaluación, de
las acciones propuestas.
El objetivo consiste en educar a los decisores y población participante en el tema de la
salud mental, para que comprendan con sencillez el tema y puedan decidir las acciones
mas acertadas. Esto requiere, trabajar inicialmente la motivación a los actores socio-insti-
tucionales y la población en general a través de estrategias de información participativa,
interpersonal y masiva.
La sensibilización puede describirse como el proceso de percibir a través de los senti-
dos, para rescatar explícitamente el valor de las emociones como una forma de conocer,
simultánea al proceso de pensamiento. El rescate de las emociones para acompañar el
proceso de conocimiento en un tema como la salud mental, es relevante a fin de modifi-
car la idea que tiene la población general, sobre el desarrollo y uso óptimo de las poten-
cialidades psicológicas de los seres humanos de carácter cognitivo, afectivo y relacional en
la búsqueda de una sociedad más vinculante.
Lograr este objetivo, implica partir de la presentación de casos cotidianos en eventos
como talleres de construcción colectiva de conocimiento, en donde se represente la vul-
nerabilidad mental de los seres humanos a perturbarse psicológicamente frente a los estí-
26
Restrepo L.C., , “Reformulación de la política colombiana en salud mental-Memorias”, Cáp. I, “la concep-
tualización de la salud mental,” Ministerio de Salud, Bogotá D.C., junio de 1996.
46
Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
mulos aversivos que enfrenta en sus diferentes ciclos de vida. Se pueden emplear diferentes
técnicas como presentación de casos, representación teatral, decodificación de imágenes,
grabaciones etc., útiles para mostrar casos reales relacionados con los principales problemas
de sus pobladores, en donde se vea representada la vulnerabilidad general de presentar
problemas en el ámbito mental, emocional y conductual en relación con el contexto.
Se sugieren casos cortos que hagan evidente el problema en la esfera mental y emocio-
nal, en su relación con el entorno. Los casos deben recogerse en lo posible según el ciclo
de vida incluyendo infancia, adolescencia, juventud, adultez, y adultez mayor. Igualmen-
te, deben seleccionarse teniendo en cuenta el género a fin de visualizar las características
propias de la salud mental según esta condición de vida.
El concepto de salud mental se afirma por un sentimiento que captamos en la rela-
ción contextual con el problema que abordamos27; de ahí la necesidad de reconocer el
componente afectivo y sensitivo de la salud mental para que de esta manera se facilite la
comprensión del problema.
Se sugieren casos cortos que hagan evidente la situación en la esfera mental y emo-
cional, en su relación con el entorno familiar, laboral y social. Algunos temas propuestos
son: Violencia intrafamiliar, Abuso sexual, Embarazos no deseados, Intentos de suicidio,
Problemas del adolescente y familiares, Problemas laborales, Desplazamiento forzado,
Desapariciones, Secuestros, Reincorporación, Abuso de sustancias psicoactivas. Se debe
permitir analizar la multicausalidad de los problemas.
Luego de la movilización emocional, se continúa con la estrategia de construcción del
concepto como tal, partiendo siempre de las características del problema que reclama
atención; concepto y problema son las dos caras de una misma moneda.
A continuación de la presentación de los casos se recoge en lluvia de ideas las emo-
ciones, e, inquietudes que se generaron en los participantes, atendiendo a las siguientes
preguntas:
¿Qué emoción produjeron estos casos?; ¿Cual es el problema psicológico de estas per-
sonas, están sanas mentalmente?; ¿Qué relación tienen sus problemas con el entorno
en que viven?; ¿Que representación mental tienen ellos de sus problemas? y ¿Quien los
atiende, o, a quienes consultan sus problemas?
Se recoge la lluvia de ideas teniendo especial cuidado en diferenciar las sensaciones o
emociones y los pensamientos que produjeron estos casos. Las emociones recogen impre-
siones expresables en términos sensoriales. Los pensamientos, o, ideas recogen lo que se
expresa respecto a los problemas de los casos.
Se colocan en cartelera los problemas que plantean referentes a los casos, diferencian-
do cada uno de ellos para poder profundizar sobre las causas de estos problemas y los
efectos que tiene para el individuo y la sociedad.
Es conveniente hacer un resumen de los problemas similares, dando prioridad a aque-
llos que recogen otros menores. Posteriormente se recogen los problemas priorizados y
se busca encontrar sus causas, colocando el análisis en cartelera.
27
Restrepo, L. C. Idem.
47
Ministerio de la Protección Social
Tras analizar las causas, se reconocen los efectos de estos problemas y se colocan en
cartelera, debajo de las causas, para promover la reflexión acerca de la salud mental, los
factores condicionantes y las áreas de intervención.
4.2.2. Elaboración de la representación colectiva del mapa conceptual de salud mental
como base para la formulación del componente.
Una vez realizados estos análisis y haber fomentado la reflexión respecto a los casos, el
inductor del proceso pregunta sobre lo que se entiende bajo el tema de la salud mental,
buscando integrar todas las ideas que se recogen en el ejercicio. Esta definición puede
ser como un mapa de conceptos que recogen la descripción práctica de lo que se concibe
como salud mental, de manera que pueda ser comprendida, medida, planeada y evalua-
da y constituya un referente para identificar la información a recolectar.
Para ello, se propone elaborar un mapa conceptual; es decir, una visión panorámica de
los aspectos básicos de la salud mental, imprescindibles en la elaboración de un diagnós-
tico y alternativas de solución a los problemas que afectan la condición de salud mental
de la población en un territorio. La información recogida se puede organizar en torno a
los factores biológicos inherentes a las personas y grupos; además, según las condiciones
en que ellos viven; es decir, lo que en Salud Pública se conoce como componentes y condi-
cionantes de la salud y el bienestar28, que para el caso particular que nos ocupa, podrían
coadyuvar a la reducción de la enfermedad y al fomento de salud mental.
Es importante considerar factores que determinen la capacidad de las personas y de
los grupos para interactuar entre si y con el medio ambiente, promover el bienestar sub-
jetivo, el desarrollo y uso óptimo de las potencialidades psicológicas ya sean cognitivas,
afectivas, o relacionales, así como, el logro de metas a nivel individual y colectivo en con-
cordancia con la equidad y el bien común.
Cada cultura define de una forma diversa la salud mental. Sin embargo, de las diversas
definiciones y conceptos, se pueden sustraer elementos semejantes como por ejemplo:
El bienestar subjetivo, la percepción de la propia eficacia, la autonomía, la competencia,
la dependencia intergeneracional y la autorrealización de las capacidades intelectuales y
emocionales y las interacciones entre humanos y entre éstos y los no humanos.
“Desde una perspectiva transcultural es casi imposible llegar a una definición exhaus-
tiva de la salud mental. Se admite, no obstante, que el concepto de salud mental es mas
amplio que la ausencia de trastornos mentales”29.
Los conocimientos sobre salud mental y sobre el funcionamiento de la mente son im-
portantes, porque permiten entender el desarrollo de los trastornos mentales y del com-
portamiento humano.
A continuación se presentan a manera de ejemplos, algunos factores relacionados con
la salud mental de los individuos y la colectividad, que pueden ser considerados como
referencia al momento de definir los indicadores del diagnóstico.
28
Condicionantes de los trastornos mentales y psicosociales: Económicos, políticos, culturales, sociales, bio-
lógicos, ambientales, etc. Componentes de los trastornos mentales y psicosociales: Trabajo, alimentación,
vivienda, vestido, educación, servicios de salud, servicios públicos, trasporte, comunicaciones, seguridad,
recreación y deportes.
29
OMS, “Informe sobre la salud en el mundo 2.001-Salud mental: Nuevos conocimientos nuevas esperanzas,
Cáp. I, Pág. 5. Ginebra Suiza 2.001.
48
Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
En tal sentido, las acciones de salud mental en la comunidad pueden ser de dos tipos:
Las clínicas y las que se desarrollan en y con la comunidad. Las primeras están relacionadas
con la enfermedad, e, incluyen la prevención del primer episodio y las recaídas, promue-
ven las remisiones cuando la situación lo amerita, alivian y curan la enfermedad. De otro
lado, las segundas, está relacionadas con la promoción de la salud mental y consisten en
identificar mantener y potencializar los factores protectores y las condiciones de resilien-
cia que tienen los individuos y la comunidad, todo con una orientación epidemiológica.
51
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Datos socio-demográficos:
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
La religión, o, el grado de religiosidad son de interés tanto por su presencia como por
su ausencia, la secularización progresiva y acelerada de una sociedad sin sustitución de
valores, constituye un factor de riesgo para la condición de salud mental. La migración
entendida como emigración, e inmigración, la situación de desplazamiento forzoso, los
braceros y recolectores de cosechas son generalmente poblaciones móviles, marginales
de alto riesgo para enfermar y/o morir por situaciones relacionadas con la condición de
salud mental.
Características socio-culturales:
Hacen referencia a la organización de la comunidad, sus valores y creencias, sus acti-
tudes y conductas, la presencia de grupos étnicos, población afrocolombiana, población
ROM. Representa el grado de organización y/o desorganización social, conflictividad,
existencia de redes sociales de apoyo, existencia de grupos sociales y comunitarios que
trabajen en salud mental.
Todos estos son elementos que permiten identificar las características de la comunidad
en cuanto a respuesta social, por cuanto se asocian a la presencia de algunos trastornos
mentales como la fobia social, el aislamiento, la presencia, o, ausencia de apoyo social, y
la homogeneidad, o, heterogeneidad de los grupos sociales.
Los valores y el concepto de salud mental tanto en los líderes como en los TSM y en la
comunidad, son importantes porque permiten ver por ejemplo, factores culturales como
el grado de permisibilidad que existe en una comunidad con respecto a la edad, forma de
iniciación y consumo de alcohol (Patrón de ingesta, proporción del consumo por perso-
na). Si la permisibilidad es alta, las acciones de promoción, prevención y tratamiento del
alcoholismo tradicionales, resultarían poco atractivas y por consiguiente, las situaciones
derivadas de su consumo en la salud mental de las personas se incrementarían sustancial-
mente dependiendo del grado de aceptabilidad del consumo de Sustancias psicoactivas
que tenga la cultura que subyace a una comunidad.
En algunas sociedades, la multietnicidad es imprescindible por cuanto es una carac-
terística que sobresale; en tal sentido, es pertinente considerar que los grupos étnicos
tienen sus propios saberes y prácticas para manejar la condición de salud mental desde
cosmovisiones diversas, y que por lo general, poseen determinadas creencias, mitos y
costumbres, así como recursos propios para proporcionarle un manejo distinto a la enfer-
medad mental, según su cultura.
Organización Política:
Tiene que ver con las características, líderes e instituciones relacionados con la estruc-
tura de la administración pública territorial y la división político-administrativo del te-
rritorio: Es importante que los planificadores de la salud mental y los TSM conozcan la
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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Los datos están dados en tasas, o, proporciones; se puede emplear igualmente, un in-
dicador reciente de gran utilidad pero que no ha sido muy acogido a nivel local, llamado
años de vida perdidos. Esta información no solo sirve para la línea de base, sino además,
para la evaluación del proceso de planeación en salud mental. Resulta útil conocer el
estado general de salud de la comunidad por cuanto si en las principales causas existe
asociación con ciertas condiciones de salud mental, éstas necesariamente deberían ser
una prioridad en el plan de acción.
La recolección y análisis de información sobre las características de la demanda y par-
ticularmente de la comunidad, permite observar problemas sobre los cuales se debe pro-
fundizar con estudios, e, investigaciones, también, vislumbrar desigualdades en los esta-
dos de salud enfermedad y de alguna manera priorizar, pero fundamentalmente, para
observar la aceptación de las acciones en salud mental por parte de la comunidad.
Se debe en lo posible comenzar con la recolección de la información disponible; pero,
si no existe la información que se sugiere en esta guía, el plan de acción debe incorporar
una estrategia para ir obteniendo la información faltante, puede ser a través de las uni-
versidades e instituciones de investigación en salud mental. Esta información, recogida en
su mayor proporción resulta útil no solo para los planificadores de la salud mental, sino
además para cualquier otro trabajador de la salud en general.
4.3.1.1.2. Diagnóstico Comunitario30.
Realizado el ejercicio del examen preliminar para definir las características generales
de la comunidad asociadas a la presencia o ausencia de problemas mentales y psicosocia-
les, es imprescindible que el planificador profundice en las condiciones de salud mental
específicas de la población sujeto del diagnóstico.
30
J. Gofin, I. Levav, Diagnóstico comunitario, apartes tomados de: Temas de salud mental en la comunidad,
Pág. 17-27, OPS, Washington 1992.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
Para ello hay que realizar el diagnóstico comunitario en salud mental, sin embargo, an-
tes de entrar en detalles respecto de su contenido y forma de ejecución, es pertinente hacer
algunas precisiones respecto de la naturaleza y sentido de las acciones en salud mental.
Las intervenciones en la comunidad sean de carácter promocional, preventivo, o, cu-
rativo se agrupan en dos grandes líneas a saber: Las orientadas al individuo y su familia,
conocidas como clínicas31 (Incluidas en el plan obligatorio de salud POS); y las orientadas a
la comunidad32, las cuales reconocen que el foco del diagnóstico, tratamiento y vigilancia
incluye al individuo, la familia y la comunidad como sujetos de esta acción (Incluidas en
el PAB).
Es importante considerar que así como el cuidado clínico de la enfermedad requiere de
un diagnóstico previo a la intervención, también el cuidado de la salud mental de la co-
munidad necesita de un diagnóstico que permita conducir racionalmente la intervención
requerida para mantener, o, mejorar la condición de salud y enfermedad mental, que
esté basado en la recolección activa y continua de toda la información necesaria para el
proceso de atención integral en salud mental.
El diagnóstico comunitario está fundamentado en el enfoque epidemiológico, el cual
estudia en los grupos humanos la distribución de los trastornos mentales, emocionales y
psicosociales y sus condiciones determinantes o causas; como diagnóstico epidemiológico
su propósito consiste en determinar la situación actual de salud mental de la población.
Existen dos tipos de diagnósticos comunitarios, cada uno con sus respectivos métodos
de identificación de los problemas de salud mental en la comunidad:
El cualitativo y el cuantitativo; el primero trabaja con un método que parte de la im-
presión subjetiva del TSM, complementada con la opinión de informantes claves, profe-
sionales o no. El segundo emplea un método que incorpora la recolección de la infor-
mación existente, publicada, o, sin publicar que se obtiene en el examen preliminar y
la información recogida en el diagnóstico comunitario a través de la actividad clínica, el
registro de casos, los tamizados y las encuestas diagnósticas.
En el diagnóstico comunitario se evalúa a la comunidad como si fuera un paciente, y a
semejanza de la práctica de naturaleza clínica orientada al individuo, en la práctica de na-
turaleza epidemiológica orientada a la comunidad, se incorpora un método de recolección
de información y análisis bioestadístico que permite orientar la intervención, el tratamiento
y la vigilancia de la condición de salud mental, para determinar la eficacia y el cese de la
intervención por parte de los agentes de salud. A diferencia de la práctica clínica, emplea
grupos interdisciplinarios, de apoyo mutuo y otros grupos de la comunidad.
Es pertinente aclarar que el diagnóstico comunitario es de tipo cuantitativo y continuo
con enfoque epidemiológico y requiere de un sistema de información en funcionamiento
para definir el estado de salud o enfermedad mental; mientras que el diagnóstico de la
comunidad es de carácter cualitativo y define una condición de salud mental, apoyándo-
se fundamentalmente en las ciencias sociales. Por ejemplo, el diagnóstico comunitario
31
En estas actividades se emplean conocimientos derivados de la psicopatología, psicodinámica, biología y
psicofarmacología.
32
En esta orientación se aplican conocimiento de epidemiología psiquiatrita, de las ciencias sociales y de la
conducta y comportamiento humano como la antropología.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
tividad, deben definir la población sobre la que se hará el diagnóstico, los objetivos, los
métodos a utilizar en el proceso de construcción, los instrumentos con sus respectivos ins-
tructivos, la forma de recolectar la información, los responsables, la forma de procesarla
y quienes elaboran el documento.
Es pertinente que quienes participen en el proceso del diagnóstico se familiaricen con
todas las fuentes de datos publicadas o nó, por ejemplo, censos, estadísticas hospitalarias
etc. La actividad clínica es una fuente valiosa siempre que haya sido registrada con cuida-
do y sea de calidad. La información más fidedigna es aquella que registra cuantos de los
que en la realidad tuvieron un trastorno psiquiátrico o psicosocial acudieron, o, nó a un
servicio de salud mental. Los tamisajes permiten separar a las personas en riesgo de la que
están viviendo una situación alterada de la salud mental.
Existe una amplia gama de instrumentos diseñados con los fines descritos, por ejem-
plo, para trastornos emocionales diversos, la literatura científica cita la entrevista epide-
miológica psiquiatrita (PERI) , el cuestionario general de salud (GHO, para síntomas de-
presivos la escala de Zung, o, de de Beck y para ingesta excesiva de alcohol la adaptación
de Florenzano.
No todos los instrumentos funcionan en todas partes, eso depende de las caracterís-
ticas culturales que identifican a la comunidad sujeto del diagnóstico. Las encuestas y
entrevistas diagnósticas se pueden hacer con cierta periodicidad, o, de manera puntual
con toda la población si es factible y con una muestra representativa. Las entrevistas diag-
nósticas requieren para su ejecución de personal especializado.
Para establecer en el diagnóstico comunitario o epidemiológico en salud mental, la
distribución del trastorno o el aspecto de la salud mental que se este estudiando, se debe
definir operacionalmente el trastorno de manera que pueda ser medido, y de igual ma-
nera, las tasas de incidencia y prevalencia, para lo cual se debe determinar el numerador
a partir de lo que representa la información obtenida respecto al problema. Por ejemplo,
el número de consumidores de alcohol en una localidad como numerador y en el deno-
minador el universo en el cual está inmerso el numerador; es decir, el total de personas
de la comunidad que se les permite consumir alcohol de acuerdo a los patrones culturales
de consumo y las normas jurídicas existentes. Para calcular las tasas, los numeradores y
denominadores deben ser proporcionados por el diagnóstico en salud en la parte de ca-
racterización de la demanda; es decir en el examen preliminar de la comunidad.
Los datos relativos a la prevalencia tratada (demanda satisfecha) serán mejorados en lo
posible con base en la prevalencia real, revelados por investigaciones epidemiológicas de
la comunidad, que incluyan la percepción social de la enfermedad y de la salud mental,
por parte del paciente y por los mismos servicios de atención existentes33.
Existen unas medidas, o, parámetros adicionales relacionados con el componente de
salud-enfermedad que se abordan en el diagnóstico, ellos son: el tiempo, el lugar y las
características de las personas y de la red de servicios de salud.
Al cerrar el proceso del diagnóstico comunitario se hace un estudio de los determinan-
tes del trastorno o trastornos seleccionados, con el objetivo de identificar las variables
33
OPS “Guía para la elaboración de planes nacionales de salud mental, división de promoción y protección
en salud, 1994.
59
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• Trastornos del humor (Afectivos); por ejemplo, el trastorno afectivo bipolar, episodio
depresivo.
34
OMS, “Informe sobre la salud en el mundo 2.001-Salud mental: Nuevos conocimientos nuevas esperanzas,
Cáp. II, Pág. 22. Ginebra Suiza 2001.
60
Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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35
Levav, I. Temas de Salud Mental en la Comunidad. OPS. 1992
62
Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
parte también los curanderos, yerbateros y demás trabajadores no oficiales en salud mental
de quienes hace uso la comunidad para el manejo de sus problemas de salud mental.
Finalmente, existe un recurso específico de la comunidad representado en los líderes
formales e informales vinculados a las actividades relacionadas con los componentes de
la atención integral en salud mental.
En resumen, el planificador requiere disponer de un análisis estructural de la red ge-
neral de prestación de servicios de salud mental; estado de la infraestructura de las insti-
tuciones de salud, dotación, descripción de la planta de personal, planta de personal del
sector privado, redes específicas, red de laboratorio, sistema de referencia y contrarrefe-
rencia y nivel de productividad de las instituciones prestadoras de servicios de salud.
El Diagnóstico Organizacional tiene como propósito fundamental identificar los prin-
cipales problemas organizacionales y financieros de los servicios de salud mental apoyada
en el análisis de los datos epidemiológicos existentes. También hace referencia a la exis-
tencia de grupos y redes sociales dentro de la entidad territorial, con los cuales se puedan
apoyar las acciones de salud mental en la comunidad. Es conveniente hacer un análisis del
desarrollo institucional y del proceso de descentralización relacionado con la salud men-
tal en lo referente a las instituciones administrativas y de prestación de servicios.
4.3.1.3. Análisis de la relación oferta-demanda
Consiste en comparar las necesidades en materia de atención integral que demanda la
población con la oferta de servicios disponibles; para establecer lo que le falta a la oferta
para satisfacer la demanda real y con base en unos criterios de factibilidad política, eco-
nómica, normativa y técnica, definir las prioridades y las alternativas de solución viables a
expresar en el plan operativo.
4.3.2. Alternativas de solución
La definición de las prioridades en salud mental está condicionada por la factibilidad
política, técnica, económica y cultural. Igualmente, se debe tener en cuenta el peso que
tiene cada problemática en el perfil epidemiológico del municipio.
Para jerarquizar los problemas identificados se sugiere considerar los siguientes cri-
terios: magnitud, grado de afectación, necesidades de intervención futura, grupos de
población afectados, percepción social del problema, estructura del problema, viabilidad
de la solución. El ejercicio se puede hacer a través del uso de una técnica DOFA o usando
el árbol de problemas.
4.3.2.1. Formulación de objetivos y metas:
Esta subfase se relaciona con la anterior, permite identificar las áreas de trabajo a de-
sarrollar con base en las prioridades en salud mental.
A partir de la descripción de los problemas, se definen los escenarios deseables y los
posibles. Estos deben tener una expresión cuantificada, ser solucionables y plausibles so-
cial y culturalmente.
La conformación del futuro deseado es decir el diseño del futurable o modelo pro-
piamente prospectivo, responde a la pregunta ¿Cual es el futuro que deseamos? ¿Cómo
puede ser nuestro futuro si continuamos en una dirección similar a la actual?
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
Luego se contrastan los resultados de los dos ejercicios descritos, provocándose la con-
vergencia para definir el marco de orientación global, respondiendo a los siguientes in-
terrogantes: ¿Qué distancia existe entre el futurable y la realidad? ¿Cómo pueden con-
verger? ¿Cual deber ser el perfil requerido para que exista la convergencia entre el polo
prospectivo (lo ideal) y lo situacional (lo real)? ¿Cuál habrá de ser la orientación global
para que el futurable sea alcanzado?
Finalmente se determina la visión estratégica y su factibilidad definiendo los futuros
posibles y mostrando opciones políticas concretas a partir de la respuesta a estas inquie-
tudes: ¿Cómo ir construyendo el futuro? ¿Cuáles son las vías para acercarse progresiva-
mente al futurable?
A partir de la construcción de objetivos se determinan las metas a corto, mediano y
largo plazo, las actividades para cumplir con objetivos y los indicadores cualitativos y
cuantitativos para medir el impacto de las acciones.
Las metas son parámetros a través de los cuales se pueden establecer propósitos, para
que en el momento de la evaluación sea posible medir el grado de éxito o eficacia logrado
a través de las acciones que se realzan. Se busca mediante una meta establecida compro-
bar si se resolvió el problema o en que medida se afecto con la intervención realizada.
Las metas hacen referencia a los criterios de tiempo y escala de medida, definidos para
identificar logros a corto, mediano y largo plazo, que en el caso de la salud mental, se ha-
cen recomendables para que las acciones puedan ser sostenibles en el tiempo y así lograr
el impacto esperado.
4.3.2.2. Formulación y ejecución del plan operativo.
Consiste en desarrollar los programas y proyectos para cada objetivo y meta definidos
en la fase anterior a manera de carta de operación, en donde se incluyen para cada pro-
grama y/o proyectos las actividades y tareas con unidades de medida, metas programá-
ticas, resultados esperados, recursos y flujo de estos, según cronograma detallado, de tal
manera que la organización de los recursos humanos, físicos y financieros se orienten al
cumplimiento de los objetivos establecidos.
Para un mejor aprovechamiento de los recursos, se deberá promover la intersectoriali-
dad en el manejo de la salud mental, aduciendo su importancia en la construcción de un
manejo integral, holístico, participativo e interdisciplinario.
4.3.2.3. Evaluación del proceso de planeación del componente de salud mental en el plan
territorial de salud.
Se sugiere hacer dos tipos de evaluación. Una permanente o de proceso (Monitoreo,
seguimiento) y otra de punto, la cual está orientada a determinar el impacto de los pro-
gramas y proyectos en los problemas y necesidades priorizados, para hacer los ajustes
respectivos.
El monitoreo y evaluación de las acciones debe tener un enfoque cuanti-cualitativo. Es
necesario disponer de indicadores adecuados los cuales aunque abundantes, son escasos
en cuanto a su definición operativa; razón por la cual uno de los intereses de la estrategia
de investigación debe ser el estudio e identificación de indicadores que den cuenta de las
transformaciones en la estructura, el proceso y el impacto. Para la evaluación y selección
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
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GLOSARIO DE TERMINOS
Cultura:
“La Cultura se comprende como una red cerrada de conversaciones que constituye y
define una manera de convivir humano. Como una red de coordinaciones de emociones
y acciones que se realizan como una configuración particular de entrelazamiento del ac-
tuar y el emocionar de la gente que vive esa cultura”. Por lo tanto es un sistema cerrado
que genera a sus miembros. Las diferentes culturas son distintas redes cerradas de conver-
saciones con distintas maneras de vivir como distintas configuraciones entre el lenguajear
y el emocionar.
Un cambio cultural se da tan pronto como una comunidad conserva una red particular
de conversaciones como su manera particular. (H. Maturana).
Emociones
Las emociones preexisten al lenguaje, por lo tanto, al distinguir una emoción, se hace
una apreciación de las acciones posibles de esa persona, y se utilizan diferentes palabras.
Al referirnos al amor, miedo, vergüenza, envidia, enojo, se señalan acciones diferentes.
La emoción define a la acción y desde la biología se entiende como las distintas disposi-
ciones corporales dinámicas que especifican en cada instante de la acción, que un cierto
movimiento o una cierta conducta es. En este sentido la emoción bajo la cual se recibe
una conducta, es la que hace que se realice una conducta u otra. En consecuencia para
tratar de comprender lo que sucede en una conversación, tenemos que ver la emoción
que especifican las acciones que se dan, comprendiendo el entrelazamiento del lengua-
jear y el emocionar. Como resultado de esto el significado de las palabras, cambia con el
fluir del emocionar y viceversa el fluir del emocionar cambia al cambiar el significado de
las palabras.
Generalmente al hablar de emociones nos referimos a sentimientos generando una
confusión, lo que se connota al hablar de emociones corresponde a la distinción reflexiva
que hacemos al observar nuestro emocionar o el emocionar del otro. Es en las acciones
que distinguimos las emociones. Es la emoción lo que define al acto como una acción. Es
la emoción con que se realiza o con que se recibe un cierto movimiento lo que lo hace una
caricia o una agresión. Para conocer las emociones se observan las acciones o las disposi-
ciones corporales que especifica el dominio de una acción en el que esta otra persona.
El emocionar es también adquirido en intima convivencia con una cultura determina-
da, percibiendo como natural el emocionar de nuestras madres y de los adultos con los
cuales convivimos y aprendiendo a vivir el flujo emocional de nuestra cultura. De esta
manera todo lo relacionado con esta cultura resulta adecuado y evidente y no se tiene
conciencia que el fluir del emocionar (deseos, preferencias, rechazos, aspiraciones, inten-
ciones, elecciones) guían nuestro actuar36.
36
Maturana Romesin H. “Amor y Juego. Fundamentos olvidados de lo humano. Desde el Patriarcado a la
Democracia. Gerda Verder Editores. Santiago de Chile. Instituto de Terapia Cognoscitiva 1993.
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Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud
Violencia
La OMS define la violencia como el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea
en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comuni-
dad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicoló-
gicos, trastornos del desarrollo o privaciones.
Empoderamiento
Es percibido como auto control y habilidad para traer cambios en las condiciones socia-
les y de salud a través de la movilización colectiva, contrarrestando la sensación de falta
de poder y desesperación. La participación en el proceso de toma de decisiones es cotiza-
da, no solo desde el punto de vista ético, sino para garantizar eficacia.38
Comunidad
El termino “comunidad” puede tener diferentes significados dependiendo del contex-
to. La noción tradicional de comunidad es un área geográfica bien definida con institucio-
nes formales como la iglesia, municipios y escuelas donde las familias viven, cuyos valores
tienen raíces en una historia común. Esto ha comenzado a cambiar en lugares donde los
obstáculos geográficos han sido vencidos por los medios de comunicación y transporte.
Actualmente la gente no vive donde trabaja y las redes de apoyo no consisten en límites
geográficos. Estas consideraciones deben tenerse en cuenta cuando las actividades de
grupo, comunidades o redes sociales en un área especifica son analizadas y evaluadas.39
Epidemiología
Ciencia que estudia la distribución de las enfermedades y sus causas en grupos huma-
nos, disciplina arraigada a la clínica medica.
Planeación:
Es la toma anticipada de decisiones. Planear significa elegir, definir opciones frente al
futuro, pero también significa proveer lo medios necesarios para alcanzarlo40.
Red:
Son los vínculos que se establecen entre personas, grupos e instituciones, los cuales
teniendo cada uno sus características y particularidades, reconocen la necesidad básica de
crear lazos y aunar esfuerzos para el cumplimiento de objetivos comunes, compartiendo
un espacio de igualdad donde las relaciones son horizontales y se reconocen los distintos
saberes y aportes.41
37
Guía para la Elaboración de Planes Nacionales de Salud Mental, División de Promoción y prevención en
Salud OPS-OMS, Mayo de 1994.
38
“Lineamientos para la elaboración de planes nacionales de acción en promoción de la salud”. Versión
Final. Ciudad de México. Junio de 2000. OMS. OPS y Secretaria de Salud de México.
39
Idem
40
Idem 25
41
Plan Nacional de Salud mental y psiquiatría. Ministerio de Salud. Chile 2000.
69
Ministerio de la Protección Social
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