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Hay muchas profesionales de la salud y la educación deso- Por supuesto, necesitamos capacitarnos y reflexionar aún

cupadas, muchísimas mujeres psicólogas de clases medias y más, para profundizar el sentido de acompañar a cada mujer

altas que se cansaron de trabajar gratis en hospitales, sin sa- a navegar su propia sombra, dentro de la personalísima cons-

ber cómo dar cauce a su desempeño profesional. Por otro la- trucción de los vínculos. Me refiero a los acuerdos amorosos

do, hay un ejército de madres desesperadas esperando encon- y de intercambio, los apoyos emocionales, la comprensión de

trar referentes externos que coincidan con los referentes los mapas de funcionamiento familiar, los mapas equilibra-

internos, ya que sentimos que lo que nos pasa nunca coincide dos y los mapas insostenibles, las crisis vitales, los puntos ce-

con lo correcto. En esencia, hacerlos coincidir será función de ro, la irrupción de los hijos como desencadenantes aparentes

las profesionales que trabajamos a favor de los vínculos hu- de las rupturas de pareja, la repetición de los modelos inter-

manos, nombrando, solidarizándonos y legitimando estas vi- nos de relación, el desconocimiento de uno mismo, las tera-

vencias maternales tan particulares y tan poco aceptadas por pias resolutivas y de las otras, en fin, todo el ordenamiento

«el afuera». En este sentido, hay mucho por hacer. consciente e inconsciente de las redes afectivas; pues la apari-

Pensando en la condición de las mujeres como género, na- ción de los hijos rima con mucho más crecimiento de lo que

ció Crianza, la institución que dirijo y que desarrolla sus acti- parece. Pero este es tema del próximo libro. Gracias por ha-

vidades en la Zona Norte del Gran Buenos Aires. Allí funciona berme acompañado hasta aquí. Por ustedes y por nuestros hi-

una Escuela de Capacitación para Profesionales, varios grupos jos... ¡Salud!

de Crianza para madres y padres, el servicio de doulas a domi-

cilio; se ofrecen seminarios, talleres, supervisiones y charlas

para la comunidad. El presente libro intenta actualizar la vi-

sión que he construido a lo largo de los años, apuntando mi

brújula interna a lograr que la sociedad instaure cada vez más

lugares de encuentro y de intercambio. Capacitar a más profe-

sionales en el acompañamiento de la travesía hacia los mundos

ocultos de la psique. Multiplicar los grupos, hasta que funcio -

nen en cada barrio, en cada ciudad, en cada región geográfica,

pero sobre todo en cada rincón de nuestra conciencia. Crear

cada vez más espacios donde las madres sean bien recibidas

con los bebés y niños a cuestas, donde haya una taza de té ca-

liente para beber. Que se tejan redes solidarias. Que nazcan

amistades y proyectos.

Esta visión me sostiene y me guía en la convicción de pen-

sar que las mujeres somos merecedoras de cuidado, atención

y respeto, si como sociedad nos importa el bienestar de nues-

tros hijos.

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