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CoLECCióN PsiCOLOGíA CoNTEMPORÁNEA


Anny Cordié

UN NIÑO
PSICOTICO

Ediciones Nueva Visión


Buenos Aires

l
Título del original en francés:
1
Un enfant psychotique
LA IDSTORIA DE SYLVIE
~ Éditions du Seuil, 1993

La primera edición de esta obra


fue publicada por Navarin en 1987
con el título de Un enfant devient psychotique

Traducción de Horacio Pons


La traducción fue revisada por la autora Sylvie tiene tres años cuando sus padres me la traen por
primera vez. El comportamiento de esta linda niñita denota
de entrada trastornos profundos. La angustia y el terror
parecen habitarla: eso es lo que llama la atención en los
primeros contactos y en las palabras de los padres.
No tolera ningún contacto que provenga del otro; lavarla
o peinarla es casi imposible, tanto es lo que grita. No soporta
estar desnuda. No obstante, se calma cuando la toman en
brazos, si está cubierta con ropa muy ceñida, de preferencia
los delantales de su madre. Cuando la veo, aún no camina ni
habla. La queja de sus padres se refiere sobre todo al
problema de la alimentación. Sylvie "se rehúsa" (según su
expresión) a comer sola y "exige", para alimentarse, una
serie de conductas invariables: el adulto debe sostenerla
apretada entre sus rodillas, hacerle abrir la boca a la fuerza
y, con una cucharita, "zamparle" la comida -exclusivamente
líquida, ya que cualquier partícula sólida le provoca reflejos
de ahogo- manifestando ira.
Sylvie "se rehúsa" también a defecar en la escupidera. Su
I.S.B.N. 950-602-315-8 madre la pone varias veces al día, produciendo escenas de
© 1994 por Ediciones Nueva Visión SAIC enfrentamiento en las que la niña recibe chirlos pero no hace
Tucumán 3748, (1189) Buenos Aires, República Argentina nada: "exige" hacer en los pañales y guardar con ella sus
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723 excrementos; verlos desaparecer la hunde en una angustia
Impreso en la Argentina 1 Printed in Argentina insostenible.

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trata de un grave retraso del desarrollo, que necesita una
Pero lo más penoso para todos son los gritos, que profiere atención "de por vida" en un hospital psiquiátrico. Los
hasta el agotamiento. A pesar de haberla aislado en un ala padres, sin embargo, no renuncian a toda esperanza. Han
de la gran casa, sus aullidos aún perturban el sueño de toda oído hablar de una psicoanalista parisina que trata con éxito
la familia. Son éstos los que desencadenan las mayores a niños gravemente enfermos, van a consultarla y ésta me los
reacciones: "Ya no puedo escucharlos, dice la madre, me deriva, con un nuevo informe bastante pesimista.
vuelven loca, me dan ganas de matarla". Durante la primera consulta, los padres me participan su
Pero la angustia de Sylvie es provocada también por los inquietud, cada uno a su manera. El padre es un hombre de
objetos, de los que muchos la aterrorizan: la voz que sale del apariencia sólida, de espíritu pragmático. Plantea la cues-
tocadiscos, la masa de tarta que manipula su madre, ciertos tión en estos términos: "Usted es nuestro último recurso,
animales de peluche, también el agua. N o obstante, conserva debe decirnos si ella es idiota o no tiene nada, si es blanco o
junto a sí una gaviota de celuloide. Desde la primera sesión negro". La pregunta de la madre es un poco diferente: "Debe
descubro el terror que le provocan los objetos esféricos: la decirnos si tiene una lesión cerebral o un carácter malo". De
vista de una pelota en el cajón de juguetes desencadenó una entrada observo que la niña tiene reacciones de retraimiento
crisis de angustia con conducta autodestructiva. Sylvie gri- cuando su madre se le acerca, y que parece preferir el
taba y se debatía golpéandose la cabeza contra el embaldo- contacto del padre, junto al cual se apacigua. Bajo una
sado, yo no lograba calmarla. Fue preciso, por lo tanto, que aparente desenvoltura, percibo en la señora H* un gran
sacara de mi consultorio todos los objetos redondos. malestar. Confunde todas las fechas relacionadas con la
Parece siempre a la defensiva, como si todo acercamiento primera infancia de Sylvie y se muestra al mismo tiempo
del otro constituyera una violencia penetrante, destructora. muy animada y ausente. Después de este primer contacto
Permanece inmóvil, no utilizando sus manos más que en un con los padres, me quedo sola con la niña. En mis brazos,
movimiento estereotipado que consiste en golpetear con la grita y me golpea. Si me siento y la pongo sobre mis rodillas,
punta del dedo mayor de la derecha un pedazo de material se inclina y me araña las piernas. A pesar de todo, consigo
plástico que sostiene entre el pulgar y el índice de esa misma hablarle de su miedo, que tal vez algún día podrá mencionar.
mano. A continuación extenderá ese golpeteo a las personas Le digo mi nombre y que soy un médico que cura con
y a diferentes objetos que le interesan, como un signo de palabras, no con pinchazos o enemas. No creo que sea idiota,
exploración, tal vez de reconocimiento. Por otra parte, rechi- como dijeron algunos, sino, al contrario, muy inteligente. Sé
na los dientes. Ella, que nunca se lleva nada a la boca, que que hay en ella algo que hace daño, pero será cosa suya tratar
no tiene ninguna pulsión oral activa de succión o de morde- de curarse. Por mi parte, estaré allí para escuchar lo que
dura, no deja de morder la nada. Llegará con ello a desgastar pueda decir de las cosas que pasan por su cabeza y en su
completamente su primera dentición, a punto tal que las cuerpo.
encías estarán casi desnudas cuando aparezcan los dientes A continuación me reúno con los padres para decirles,
definitivos. siempre en presencia de Sylvie, que no puedo responder a sus
Cuando sus padres me la traen, ya han consultado a preguntas diagnósticas pero que, dado que están "dispuestos
numerosos especialistas. La niña sufrió múltiples exámenes a jugarse la última carta", estoy lista para volver a verlos, así
neurológicos y psicológicos. Si los primeros no permitieron como a su hija, durante algunas sesiones, antes de decidir
detectar ninguna anomalía, los tests psicológicos, en cambio, emprender o no un psicoanálisis. El padre es muy reticente
se revelaron "catastróficos". El cuerpo médico es unánime: se

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con esta modalidad de tratamiento, no cree en él pero,· que provocarla... un tirano... un déspota. Pero ya no se
después de todo, "como no puede hacerle mal, ¿por qué no trataba de separación ni de colocación. Cuando, durante la
probar?" Cuando el señor H* compruebe los progresos de semana, las cosas iban demasiado lejos en la angustia o la
Sylvie, y sobre todo la aparición del lenguaje, será menos agresión, decían: "¡Dentro de cuatro días (o de dos) veremos
negativo con respecto al psicoanálisis, y su confianza en mí a Cordiél" ¡Fue así como Sylvie, poco a poco, adquirió la
no disminuirá con el paso de los años, pese a algunos difíciles noción de tiempo!
cuestionamientos. En los primeros tiempos del análisis, cuando me quedaba
A la segunda consulta, la señora H* viene sin su marido. sola con ella, sostenía en mis brazos una pequeña bola
El tono que adopta esta vez es completamente diferente; aullante. Pero muy pronto encontré una manera de calmar-
expresa sin rodeos su deseo de no ver más a Sylvie: ya no la: la apretaba muy fuerte contra mí y, paseándome con ella
puede escuchar sus aullidos, ya no puede llevar esa vida. por las habitaciones del departamento donde está mi consul-
Profiere esta exclamación dolorosa: "¡Esto no puede durar torio, le nombraba al pasar los objetos con que nos topába-
más, es ella o yo!", una de las dos debe desaparecer. Se mos. Observé que se desviaba cuando pasábamos ante el
preocupa por saber si, durante el tratamiento, no podría espejo. Le hablaba de ella, de mí. Como tenía entonces niños
tener a la niña junto a mí. muy pequeños, se me ocurrió la idea de cantarle lo que quería
Pasado el momento de sorpresa, me sentí perpleja y decirle. Me di cuenta de que la melodía la apaciguaba: ponía
molesta ante la expresión de una violencia semejante en esa entonces su cabeza junto a la mía y parecía muy atenta. Le
pareja de madre e hija. Tuve dudas acerca de si tomar a mi cantaba lo que se me pasaba por la cabeza variando los
cargo, al margen de toda institución, un caso tan pesado. ritmos. Solía retomar las palabras de la madre. Por ejemplo,
Pero, por otra parte, no podía creer en el diagnóstico de "gran canturreaba: "Una mamá dijo: «mi niñita es mala», pero yo
atraso mental", y la perspectiva de una "internación de por he visto a la niñita que miraba a su mamá, pensaba cosas con
vida" para esta niña trastornada me hacía mal. Me digo que su cabeza; ¿qué pensaba esta niñita? Yo veía que sus ojos
es preciso comenzar de inmediato un trabajo, y dejar para querían decir algo, querían responder a su mamá", etcétera.
más adelante la tarea de encontrar una institución. Luego le cantaba también canciones infantiles en las que se
Algunos elementos me parecían de buen augurio: la madre designan las partes del cuerpo tocándolas: frente amplia,
tenía un lenguaje directo frente a su hija, sus pulsiones no bonitos ojos, boca florida, etc., u otras como El bello bebé:
estaban disfrazadas y, si bien su enfrentamiento era a veces
intolerable, era preferible a lo no dicho. Esta relación me -Veo señora
parecía más cercana a lo que Lacan llama el "odienamora- Que tiene usted un bello bebé.
miento" que a una en la que predominaran las pulsiones de - Pero sí, señora,
muerte. Hasta el momento en que la niña ingresó a un Estoy arrullándolo.
hospital de día en París, a los siete años, y vivió con su abuela Tire lan boulé, tire lan boulaine,
¡Oh!, qué trabajo cuesta
paterna, la señora H*la acompañó regularmente todas las Tire lan boulaine, tire lan boulé,
semanas, desde su lejana provincia, a la sesión. En primer Criar a un bebé.
lugar yo la recibía en presencia de la niña y la escuchaba [con sus variantes: "Estoy lavándolo", "Estoy dándole de
desgranar sus quejas sin hacer ningún comentario: Sylvie comer", etcétera.]
era mala, una comediante, un carácter malo, no hacía más

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Durante varias sesiones proseguimos esta marcha explo- · luego le recordé que ella había sido una beba que mamaba del
ratoria. Cuando amagaba detenerme, Sylvie volvía a aullar pecho de su madre. Reanudó sus acercamientos en las
y a arañarme. Por fin, aceptó que me sentara a la mesa de sesiones siguientes y, un día, logró desprenderme un botón
juegos teniéndola en las rodillas, rechazó todo lo que había de la blusa -lo que para ella era una hazaña- y me tocó el
en ella, lápices, plastilina, cuya visión no soportaba y, una pecho con la punta de los dedos. Su terror a los objetos
vez calmada, se puso a golpetear en el borde de la mesa. Yo redondos se atenuó pero, en ese momento, yo no había hecho
intentaba identificar un ritmo en sus golpes y respondía a él, la comparación con las secuencias que acababan de desarro-
ya fuera con el mismo, ya con uno alternado, introduciendo llarse. Me dejaba llevar por lo que Sylvie traía de nuevo en
palabras: "Uno dos, uno dos tres, iremos a ver un pez", cada encuentro, improvisando, día a día, nuevas maneras de
etcétera. Cuando accedió a sentarse a mi lado en ángulo rec- abordar el material de las sesiones, dejando para más
to, el trabajo se facilitó. Esta disposición me parecía preferi- adelante el momento de la reflexión. Para ello, escribía lo que
ble: nuestras miradas no se cruzaban forzosamente, como sucedía durante la sesión y anotaba igualmente lo que me
estando frente a frente, y ella no estaba obligada a dar vuelta decía la señora H*. Le explicaba a Sylvie que así registraba
la cara para verme, como cuando uno se sienta al lado del su historia y el trabajo que ella hacía conmigo, que todo eso
otro. Los juegos de reconocimiento del cuerpo se repitieron quedaba en el legajo que guardaba en un armario cerrado.
entonces con otra modalidad. Sylvie pudo tomarme la mano Cuando me dejo, a los once años, me dijo que un día volvería
y, sosteniéndola firmemente, explorar las cosas a través de a verme para buscarlo, y se lo mostraría a sus hijos.
ella. Me la llevaba a mis cabellos, luego a los suyos, a su boca Alrededor de siete meses después del comienzo del análisis
y la mía, a diferentes partes del cuerpo o a los objetps. se produjo un acontecimiento importante. Desde hacía algún
A través de estos juegos en espejo, Sylvie tomaba poco a tiempo los padres me señalaban un principio de lenguaje.
poco posesión de su cuerpo, por intermedio de mi mano en Sylvie pronunciaba algunas palabras: "papá salió", "mamá",
primer lugar, después, y progresivamente, con la punta de "garganta", "pies Cordié". Yo había olvidado esta última
sus dedos. Luego de la cabellera, que siempre ejerció una locución, que no recordé sino recientemente, al releer el
gran fascinación sobre ella, exploró mi boca y después mis legajo. Ahora bien, algún tiempo después de la aparición de
di en tes. Yo le mencionaba su felicidad al mamar, cuando era estos primeros vocablos, con Sylvie sentada en mis rodillas,
una beba muy pequeña, luego su rechazo cuando su mamá le dibujé el mar, una casa, barcos -vivía en una ciudad
se iba; su boca bien abierta para gritar, y que volvía a costera. Golpetée con el lápiz, como lo hacía ella misma, para
cerrarse para morder "nada en absoluto" y desgastar sus representar los granos de arena de la playa. Se volvió
dientes; la boca para hablar, la boca para cantar, etc. Ponía entonces hacia mí y pronunció la palabra "arena", que repitió
entonces su mano sobre mi garganta para sentir las vibracio- incansablemente con granjúbilo. Esa palabra era la primera
nes. Pero todo nuevo avance la angustiaba: retomaba de que pronunciaba en mi presencia. Me sorprendió que fuera
inmediato sus frenéticos estereotipos, o se tapaba los oídos, justamente ésa:"¿Qué pasó en la playa? ¿Te gusta la arena?
cerraba los ojos y rechinaba los dientes. Si quieres, vamos a hablar de eso con tu madre". Después de
Un día, vi que la mano de Sylvie avanzaba hacia mi pecho, la sesión, le pregunté a la señora H* si a su hija le gustaba la
se encontraba en un estado que no le conocía, como fascinada playa. Me enteré de ese modo de que le tenía mucho miedo
y aterrorizada a la vez; con la boca abierta, muda, señalaba al mar y se negaba obstinadamente a salir del auto cuando
mi pecho con el índice extendido. Al principio no dije nada, la familia iba a la playa; se quedaba gritando, arrinconada

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capacidad de razonamiento cuya lógica era sorprendente.
entre los asientos. Sin embargo, me düo la madre, hubo un · Iba a una escuela cercana a su casa, una hora y media a la
tiempo en que a Sylvie le gustaba mucho jugar en la arena. mañana y otra hora y media a la tarde. En ella permanecía
La señora H* recordó entonces que un día en que chapoteaba "tranquila". Pero, paralelamente a esta mejoría, estaba
completamente vestida a orillas de las olas y se había siempre angustiada por todo lo tocante a su cuerpo y sus
ensuciado, ella, furioea por tener que cambiarla, la había orificios corporales, y expresaba cada vez más ruidosamente
agarrado con brutalidad y le había dado una buena paliza. sus angustias. Se ahogaba al comer. No sólo rechazaba la
La nifta, que en esa época daba. sus primeros pasos, se había escupidera sino que "tenía miedo a sus excrementos", gritaba
"rehusado" luego a sostenerse sobre sus piernas. Al principio durante la noche, en ocasiones lloraba todo el día, tanto más
arrastró una durante un tiempo y luego no caminó en angustiada por el hecho de que "ahora miraba e interpretaba
absoluto. todo, mientras que antes no miraba nada"~ decía la madre.
En la sesión siguiente vuelvo a hablar con Sylvie de lo que Esta ausencia de estructuración de la imagen del cuerpo era
me había contado su madre y le digo, un poco al azar: "Tal patente en el análisis (Sylvie recién se reconoció en el espejo
vez, al hundirte en la arena, creíste que habías perdido los a los cinco años). Durante esta evolución, la madre estaba
pies, por el hecho de que tu madre se enojó tanto y te pegó". cada vez más convencida de que la niña hacía teatro, y de que
Sylvie me hace entender que quiere descalzarse, y la ayudo sus exigencias eran de orden caracterial. El enfrentamiento
a hacerlo. Cuando se ve con los pies desnudos, quiere que yo, madre-hija tomó un cariz de relación sadomasoquista que
a mi vez, me saque los zapatos; obedezco. Luego la pongo de analizaremos más adelante. Desdichadamente, la opinión
pie, sosteni~ndola, con sus pies tocando los míos, y comento de la madre era compartida por las instituciones: "No enten-
la situación: sus pequeños pies junto a los grandes de Qordié. demos por qué Sylvie tiene tantas dificultades~ cuando habla
Da entonces sus primeros pasos. A continuación, la marcha tan bien", decían.
llegó con baitflnte rapidez. Mucho más adelante volvió a En el análisis, su trabajo y su evolución eran progresivos
hablar de este incidente de la playa, diciendo: "Las olas y regulares, no asumían el aspecto caótico de progresos
querían comerme" . .Aií, a partir de esa primera palabra, fulminantes y retrocesos espectaculares que se observaban
"arena", el lenguaje se desarrolló rápidamente. en el exterior. De una sesión a la otra, Sylvie retomaba el hilo
Cuando Sylvie progresaba por un lado, retrocedía por el interrumpido. Llegó el tiempo de las sesiones frente al espejo,
otrl). Cada adquisición se "pagaba" con un recrudecimiento de los juegos de las escondidas. Hubo acercamientos agresi-
de la angustia y, por lo tanto, de los síntomas. En este período vos de nuestros cuerpos, cuyo lado lúdicro ella percibía:
de adquisición de la marcha y el lenguaje, se rehusó aun más ¡podíamos entonces atropellarnos o darnos palmadas "para
obstinadamente a entrar en contacto con el agua, llegando reírnos"! Para mi gran sorpresa, un día me persiguió por el
incluso a no querer entrar más al baño. Ya no aceptaba departamento diciéndome: "Soy el lobo, te como". Esta pe-
bañarse sino con la condición de hacerlo vestida. Es probable queña frase representaba un paso considerable hacia la
que este comportamiento, así como la renquera, que reapa- superación de sus angustias de devoración. Luego hubo la
reció durante algún tiempo, tuvieran relación con el episodio exploración de su respiración. En lo que llamaban sus
traumático antes mencionado. bronquitis asmatiformes, aparecidas a continuación del trau-
La evolución de Sylvie se produjo de manera desconcertan- matismo de la alimentación, Sylvie bloqueaba la respiración,
te. Su lenguaje se hacía cada vez más elaborado. Daba se ahogaba. En análisis, tomó conciencia de su respiración y
testimonio de una agudeza de observación y, a veces, de una

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de su aliento al respirar junto a mi cara y luego soplando -Nos hace la vida imposible, esto no puede seguir más ...
sobre mí, lo que a mi vez yo hacía sobre su mejilla o su mano. Nadie ha comprendido a esta chiquilla salvo usted. La
Después, soplando junto con ella la llama de una vela, yo necesita más a usted pero, en el plano afectivo, usted y su
intentabamaterializaresealiento,siendoesosjuegosconmi- abuela no bastan. En el plano educativo, en la institución
hicieron de ella una niña bien formada, dentro de su psicosis.
go la oportunidad de intercambios, de diálogos sobre los Sólo una psicoterapia intensiva la sacará.
descubrimientos que implicaban: el calor, el frío, el viento, el
agua que apaga el fuego, otros tantos elementos anterior- A las palabras del padre, la madre agregó:
mente experimentados como peligrosos.
Duran te mucho tiempo se negó a tocar la plastilina, si bien -Estamos preparándole un paraíso terrenal.
aceptaba atribuir roles a los personajes que yo modelaba
bastamente. Esta repugnancia obedecía, me parece, al con- En efecto, Sylvie partió al extranjero, a una institución
tacto y a los cambios de forma, así como no soportaba ver a su apreciada por su trabajo con los psicóticos, y demasiado
madre manipulando la masa de tarta. Poco a poco, llegó a po- distante para que yo tuviera la oportunidad de volver a verla.
ner su mano sobre la mía cuando yo modelaba y, por fin, co- Recién volvió a Francia a los veinte años. Es con su acuerdo
menzó a hacerlo ella misma, al mismo tiempo que emprendía que presento este trabajo, del que "espera que sea útil a
el dibujo. Yo advertía que, paralelamente, las angustias con- quienes tienen a su cargo niños como ella". Que aquí sea
cernientes a la pérdida de sus excrementos se atenuaban. A calurosamente agradecida por ello.
continuación se introdujeron los juegos con la muñequita, en
los que pudo expresar sus angustias más arcaicas y luego to-
da la problemática de la relación con su madre, en argumen- *
tos en los que no dejaba de hacerme desempeñar un papel. * *
A los siete años, después de un episodio agudo de desper-
sonalización con alucinaciones, Sylvie debió concurrir tres
veces por semana (martes, miércoles y jueves) a un hospital ¿Bajo qué constelación hace Sylvie su entrada en este mun-
de día en París. Esos días era recogida por su abuela paterna, do? Constelación familiar, se entiende, aquella donde el
y regresaba a la casa de sus padres el fin de semana. A los sujeto se inscribe mucho antes de su nacimiento. ¿Qué lugar
nueve años ingresó a otra institución, a la que concurría toda ocupó en la red compleja de lazos de parentesco, en el linaje?
la semana, siendo retirada también de allí por su abuela ¿Qué marcas va a recibir de las pulsiones, de los deseos de sus
todas las tardes. progenitores? Cuando se habla de los "antecedentes", es
Cuando llegó a los once años y entró en la fase prepuberal, grande la tentación de quedarse en lo descriptivo y lo
el concurso de diversas circunstancias cristalizó la inquietud anecdótico. Por motivos de discreción, en primer lugar, y
de sus padres con respecto a su futuro. Yo asistía a una porque no todo debe ponerse en el mismo plano cuando se
repetición de lo que había pasado ocho años antes pero, esta trata de identificación y estructura, no retendré sino lo que
vez, el padre parecía el más preocupado y también el más me pareció significativo en el desarrollo de su historia.
decepcionado, en la medida en que, sin duda, había esperado La madre de Sylvie es la tercera de cinco hijos. Ocupa por
una total normalización. He aquí lo que me dijo en el lo tanto el mismo lugar que aquélla en la fratria.
transcurso de uno de nuestros últimos encuentros:

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Su hermano mayor murió a causa de una meningitis a los una vez, al comienzo del análisis de la niña, y me enteraré de
catorce años, cuando ella tenía nueve. Se le había hecho una que en la adolescencia, entre los doce y los dieciocho años, fue
trepanación cuatro años antes, luego de un accidente. Es bulímica (¿se declaró esta bulimia luego de la muerte de su
posible que ése sea el origen de las preocupaciones de la hermano?). A los dieciocho años decidió adelgazar, se encerró
señora H" en cuanto a una eventual "lesión cerebral" de su en su cuarto, "no alimentándose más que con café y cigarri-
hija. Su familia sufrió varias muertes violentas o acciden- llos", y perdió, dice, 35 kilos en dos meses. Nunca recuperó el
tales. peso, pero siguió siendo una gran fumadora. Hay en ello una
El padrtl Je la señora H" es un personaje importante. Ella fijación oral que no puede dejar de ponerse en relación con las
lo describe como "muy autoritario ... no permite la indepen- dificultades alimentarias de Sylvie. Después del bachillerato
dencia de sus hijos. Todo debe pasar por él. Con mi padre, uno y de vagos estudios para los que se sentía poco motivada, se
nunca es un adulto"; agrega: "Adoraba a mi padre, era un casa y, luego de algunos años sin hijos, trae al mundo "tres
tirano". niñas en treinta y tres meses", siendo Sylvie la tercera.
El intervendrá de manera muy precisa en el destino de ¿Qué dice la señora H" de esos embarazos tan seguidos? El
Sylvie. La señora H" habla de ello en estos términos: "No primer hijo es, para ella, una cosa maravillosa a la que no
soporta que los niños lo fastidien. Un niño debe obedecer. deja de "contemplar, de fotografiar", habla de "arrobamien-
Respetar la voluntad de un niño es impensable". Si uno de to", "admiración" y dirá también: "era mi posesión". Cinco
ellos tiene mal carácter, es preciso meterlo en vereda. Habla meses después del parto vuelve a quedar encinta, y trae al
mucho con frases hechas, por ejemplo: "Hay que alejar el mundo otra niña. La señora H" está "decepcionada". Ni bien
problema que nos fastidia", "Suiza es el lugar donde se educa repuesta, se inicia \In tercer embarazo, que al principio
bien a los niños". Considera a su hija como una madre rechaza: no quiere ese tercer hijo, pero, ¿qué hacer? Los
ejemplar, una santa, que se sacrifica por sus hijos. Incluso le médicos de su región "se ponen rojos de furia cuando se les
explica a Sylvie todo el reconocimiento que debe sentir hacia habla de control de la natalidad, y en esa época ni se
una madre semejante, pero desaprueba la actitud maternal mencionaba la IVG [interrupción voluntaria del embarazo]".
y piensa que la niña debería ir a una institución especializa- Habla de ese período con una aceptación sorprendentemente
da en el extranjero, por ejemplo en Suiza. Esta presión se pasiva de la situación, una asombrosa actitud de resigna-
ejerce a través de cuestiones de dinero. ción. Vivió ese tercer embarazo en medio de una "hermosa
La madre de la señora H" es una figura desdibujada. Su indiferencia". Parecía ignorarlo, y cuando se presentó en la
hija la describe como "eterna víctima y eterna niña. Necesi- clínica, un poco antes de la fecha prevista para el parto, "se
taba a sus hijos para vivir, y los tomaba como testigos en los rehusó a participar en el nacimiento": "No quería hacer el
conflictos que perturbaban a su pareja". Está totalmente esfuerzo", dice. Sacarán a la niña con forceps. Esta actitud
ausente del discurso de la señora H", y me enteraré de su evoca un estado depresivo subyacente.
muerte de manera incidental, a causa de la falta a una Después del nacimiento de Sylvie, rechazará con vigor
sesión, en el transcurso del segundo año del tratamiento de todo nuevo embarazo, y tomará ella misma las decisiones
Sylvie. que se imponen para no tener más hijos.
A la señora H" no le gusta hablar de sí misma ni de su El niño nace. Una vez más una niña. Para ella, es grande
pasado, no conversa conmigo más que de sus relaciones con la decepción por no haberle dado un hijo a su marido. Hay que
Sylvie, y entonces la anima la pasión. N o la veré sola más que encontrarle un nombre a la niña. Un día en que le hice una

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pregunta sobre la elección de ese nombre, me dio esta todo transcurrió normalmente, la beba se desarrolló sin
respuesta sorprendente: había escogido los nombres de sus problemas. La señora H* debía pensar que hacía lo que había
hijas tomando para cada uno dos letras del suyo, la e y la i. que hacer, alimentar a la niña y verificar que los cuidados se
Si ella se hubiera llamado Jasmine, por ejemplo, la mayor efectuaran con "higiene y competencia". Pero, ¿qué ocurría
habría sido Valérie, la segunda Amélie y la menor Margue- con el placer? Sin duda experimentaba el placer llamado
rite. Esta madre sentía que tenía que hacer de sus hijas algo "animal" de toda mujer que amamanta, placer del cuerpo que
idéntico, "parecido". Si hubiera tenido varones, "habría sido prolonga el vínculo de vida, de dependencia del niño con
diferente, se llamarían Stéphane o Bertrand". respecto a su madre. Pero estaba cansada, superada ya por
Sylvie nació un 1o de mayo. Remarco que, cuando la señora los gritos de esos tres bebés y agobiada por la responsabilidad
H• evoca su nacimiento, agrega infaltablemente: "No hubo que creía debía asumir sin conocer sus reglas. Habría queri-
sustitución de niños". A menudo expresa su inquietud sobre do recuperar una vida de pareja sin hijos (reiterará este
la vida y el porvenir de sus tres hijas. Teme el rapto. Tiene anhelo cuando Sylvie tenga once años). Pero Sylvie tenía seis
miedo de que se hagan violar, que se queden embarazadas a semanas. Decidió por lo tanto destetarla e ir a hacer un
los catorce años, que ella misma muera de cáncer y las deje tratamiento. El amamantamiento se interrumpió, se pasó a
solas. Estos temas vuelven de manera repetitiva, sin que los la mamadera y la beba fue confiada a su abuela paterna
elabore más en profundidad, y su sentido seguirá siendo quien, viviendo en París, la llevó a su casa durante todo el
misterioso. mes dejulio.
Menciono aquí esos temores fantasmáticos porque se Sylvie pierde a la madre y el pecho, es un período de
refieren sobre todo al período preadolescencia-adolescencia malestar: llantos, insomnio, rechazo de la mamadera, a
de las niñas, período durante el cual la misma séñora H* pesar de la voluntad de la abuela. Pierde también las señales
conoció dificultades. Los temas de la separación y la muerte visuales de su ambiente, su cuarto, su cama y los rostros
son predominantes en él. Cuando Sylvie llegue a esta edad, habituales. Manifiesta el sufrimiento de la ruptura en el
las manifestaciones un poco desordenadas del inicio de la lugar más investido de su cuerpo, la boca, y se niega a
pubertad reavivarán las angustias de la señora H* y plan tea- alimentarse. No puede conciliar el sueño.
rán en la realidad la cuestión de la separación. No obstante, nada demasiado grave: no ha perdido peso.
De regreso en su casa después del parto, la señora H* se Su madre regresa. Estamos en agosto.
vale de un personal que la ayuda en las tareas domésticas y La señora H* vuelve descansada, dispuesta a retomar su
los cuidados que deben brindarse a los niños. Repite con rol de madre durante un mes. Sylvie se revela una beba
frecuencia que, no habiéndole enseñado nadie a criar a sus difícil, pone mala cara frente a la mamadera; la madre
hijas, se sentía perdida a causa de los consejos contradicto- prueba sin éxito con la cucharita, vuelve a la mamadera.
rios que recibía. Nunca menciona a su madre al respecto. ¡Esta niña comienza a irritarla, al rechazar así lo que se le
Sylvie es puesta a mamar y lo hace bien. La señora H* ofrece! En el análisis, Sylvie introducirá recuerdos de ese
descansa y piensa iniciar un tratamiento para curarse de los período, especie de recuerdos-pantalla en los que, como en un
trastornos circulatorios que le provocaron sus embarazos. Si montaje surrealista, encontramos un bebé, unas nalgas, una
hubiera habido observadores que filmaran a esta madre galería, un tocadiscos, un delantal. .. Este ensamblaje asumi-
amamantando a su hija, sin duda no habrían podido ver nada rá la forma de una escena petrificada como la que precedió al
que atrajera su atención. Durante seis semanas, en efecto, adormecimiento de la Bella Durmiente del Bosque, dado que

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todo va a quedar en suspenso. Apenas de regreso, la madre Estamos en noviembre, Sylvie tiene por lo tanto seis
va a volver a partir. meses. La señora H* trata de volver a darle la mamadera, la
La señora H* se va de vacaciones con su marido, dejando niña la rechaza. Frente a esa beba que grita y se niega a
la casa al servicio doméstico y las niñas a las niñeras. Sylvie alimentarse, la señora H* se siente en seguida interpelada.
va a ser confiada a una muchacha de dieciocho años, que llega Esta es la forma en que expresa las cosas en las primeras
apenas unas horas antes de la partida de los padres. Esta entrevistas conmigo:
muchacha agrada en seguida a la señora H*, puesto que pre-
tende saber ocuparse de los niños, sobre todo de los dificiles. Desde muy pequeña tiene mal carácter, querría manejarme
Parece enérgica y segura de sí; su competencia y su autoridad a su antojo, yo no puedo ceder, hace falta autoridad. Desde los
nueve meses (es un error, se trata de los seis) siempre
tranquilizan a la señora H*, que parte sin inquietud. rechazó la mamadera, hacía huelga de hambre ... Es como si
Georgette va a decidir interrumpir las mamaderas y hacer yo hubiera hecho todo para quebrarla, pero no se puede
comer a Sylvie con la cucharita. Pero la pequeña se rehúsa. ceder, es malo tener en cuenta las manías de los niños. Es
Georgette insiste, y va a obligar a la niña. La abuela paterna, como ahora con la escupidera, le doy hasta quince chirlos por
que había ido a visitar a sus nietas, observó la escena y la día, pero no me rindo.
cuenta así:
Si transcribo estas palabras, es porque no quedaron aisla-
Escuché unos aullidos espantosos, Sylvie estaba atrapada das. Reflejan la manera en que la señora H* se situó siempre
sobre las rodillas de esa muchacha, que le apretaba la nariz en relación con su hija.
para hacerle abrir la boca y hundirle en ella la cuchara de Desde este encuentro, Sylvie va a tener su lugar en el
papilla. La pequeña se sofocaba, trataba de debatirse. Fue corazón de la vida pulsional y fantasmática y de las figuras
claramente a partir de ese momento cuando la beba cambió,
se puso triste ... va a apagarse, va a quedarse horas en el suelo edípicas del deseo de su madre. Este lugar designado va a
golpeteando los flecos de la alfombra ... ya no sonríe y no l!le revelarse inmutable, sin escapatoria, marcado por una ver-
lleva nada a la boca... tiene una mirada gris, habríase dicho dad absoluta, que la señora H* hereda de su padre y tal vez
que ya no tenía ganas de vivir... de la generación que lo precede. Con Sylvie va a retomar una
partida jugada con su propio padre, en una relación que
Es cierto que las fotos tomadas antes y después de este excluía toda intervención de terceros. Si bien las relaciones
período muestran un cambio radical; de una beba sonriente madre-hija evolucionaron con el análisis, las convicciones de
y tónica, Sylvie pasó a ser una cosita blanda e inexpresiva. la señora H* sobre el lugar del poder en el sistema de educación
Este episodio traumático me parece determinante en la casi no se modificaron. Sin embargo, había cierto humor,
eclosión de la psicosis. cuyos rasgos podemos poner de relieve en las palabras de
Mientras Sylvie se encuentra en ese estado de estupefac- Sylvie.
ción, su madre regresa. Lo que ocurre entonces va a acarrear En la relación con su marido, la señora H* no experimenta
cierto modo de relación entre ellas dos y a comprometer todo estos tormentos. Aprecia la solidez, el buen sentido de este
el futuro de la niña, dado que el comportamiento de ésta hombre que le ofrece una vida social agradable y una relación
asumirá de inmediato, para su madre, un sentido muy de pareja que la satisface. Por ello, quiere preservar a
preciso, que le dicta su propia estructura inconsciente, y cualquier costo esta armonía. ¿Por qué, entonces, molestarlo
sobre el cual casi no volverá. Veamos los hechos.

22 23
r~ ·~~-

con las niñas? Ella guarda para sí esta preocupación. Incluso


suele tomar sola decisiones importantes para sus hijas, como mas alimentarios: "Es preciso que se la obligue para que sea
poner pupilas a las grandes. Las niñas son asunto suyo: en libre. Si no se la obliga, es como si se le impidiera alimentar-
todo el resto, descansa en su marido, en quien tiene toda la se"(!). Llamaba tics a sus movimientos estereotipados, y los
confianza. imitaba para hacer que cesaran, reforzando con ello la
El padre de Sylvie es veterinario en las provincias, recorre angustia de la niña. Para él, Sylvie tenía algunas pequeñas
el campo para tratar a los animales de granja y está "muy dificultades que se le pasarían al crecer, pero sobre todo "una
atrapado por su trabajo". Este hombre realista no se carga vocación de jorobar a su madre". Salvo ese pequeño detalle,
con consideraciones psicológicas, las que por lo demás no era una linda niñita, a veces extraña, que decía palabras
necesita en su profesión. Para él, los niños, la casa, son curiosas, un poco a la manera de Alicia en el País de las
"asunto de su mujer". Hijo único, su padre murió cuando él Maravillas, pero todo eso se arreglaría. Este hermoso opti-
tenía ocho años, y la madre volvió a casarse dos años después, mismo y la trivialización de los trastornos me parecieron
con un hombre al que siempre consideró, dice, como su padre. durante mucho tiempo tranquilizadores en comparación con
Parece que en esa pareja existe una especie de consenso las palabras dramáticas de la madre, por el hecho de que
acerca de la repartición de los roles paterno y materno. El Sylvie amaba a su padre y junto a él parecía feliz y apacigua-
señor H* se siente poco implicado en su papel de padre, poco da. N o vi lo que esta actitud podía implicar de anulación del
interesado en las "historias de las chiquillas": en el límite, no ser mismo de la niña, de desconocimiento de su singularidad.
quiere saber nada. ¿Se debe esto a su propia situación edípica Uno podía ser optimista y confiar en el futuro de Sylvie, sin
de hijo único de una madre viuda, luego vuelta a casar, una negar no obstante sus trastornos, sus angustias, su sufrí-
madre muy cercana y muy cariñosa, que sin duda asumió míen to. N o reconocer su fragilidad podía, en efecto, provocar
sola la educación de su hijo? comportamientos traumatizantes.
Aunque la señora H* haya sufrido estando sola, por ·ejem- Cuando Sylvie escuchaba a su padre decir que "los proble-
plo durante sus embarazos o frente a las dificultades de su mas de los niños eran asunto de su mujer", en su interroga-
tarea, su discurso demuestra que no hace ningún caso de la ción sobre el deseo paterno encontraba a los animales.
palabra paterna en lo que se refiere a los hijos, para los cuales Hojeaba con pasión las revistas veterinarias, y yo la escuché
no se remite más que a las reglas de educación que le inculcó canturrear: "Sylvie es un pato, el martes es un redondel, el
su propio padre. miércoles una dama y el jueves una gruesa lengua de
Si, por motivos diffciles de delimitar, esta situ ación parece ternera, una gruesa lengua que hace pedos (ruidos con la
no tener consecuencias importantes en las hijas mayores, no boca), me pone nerviosa, tengo ganas de matarla". Cuando
ocurre lo mismo con Sylvie, que va a cristalizar sobre su apareció la cuestión de su apellido, se llamó a sí misma
persona los complejos de su padre y su madre, y a encarnar "Sylvie Veterinaria".
por sí sola el retorno de lo reprimido de varias generaciones. Cuando fue al hospital de día en París, vivía en lo de su
Cuando el señor H* -que me había formulado la pregunta: abuela paterna. Me di cuenta muy pronto de que esta abuela
¿es idiota o no tiene nada?- comprobó que Sylvie estaba lejos repetía las palabras de su hijo: "Sylvie tiene dificultades,
de ser idiota, se tranquilizó. Siendo la niña sana, su compor- decía, pero con amor y paciencia se saldrá". Es cierto que, por
tamiento y sus síntomas fueron reducidos a una lógica instinto, supo encontrar actitudes de cuidado materno que
irremediable. Decía, por ejemplo, con respecto a los proble- permitieron que la niña progresara. Su amor y su dedicación
fueron una ayuda considerable en el tratamiento.

24
25

l
r El síntoma del niño está en condiciones de responder a lo que
Pero la abuela cayó enferma: Sylvie era agotadora. La hay de sintomático en la estructura familiar. El síntoma [... ]
institución habló de una familia de acogida, lo que ulceró a se define en ese contexto como representante de la verdad.
los padres. Sylvie abandonaba la infancia y parece que, por Puede representar la verdad de la pareja familiar. Este es el
motivos particulares de cada uno, la angustia por el porvenir caso más complejo, pero también el más abierto a nuestras
se había apoderado de todos. Fue en ese momento cuando se intervenciones.
decidió la separación y la partida de la niña al extranjero.
Para su abuela eso fue un desgarramiento, pero sufrió Esta apelación a un tercero que es la demanda de análisis
también por haber fracasado allí donde pensaba tener éxito: de los padres para su hijo, cualesquiera sean las motivacio-
curar a la niña que le había confiado su hijo, ser esa buena nes para ello, subtiende el renunciamiento a su omnipoten-
madre-grande,* que, protegiendo y amando a Sylvie, borra- cia y cobra, para el niño, valor de castración. No considerar
ría todas sus "pequeñas dificultades", como decía. Pero la más al hijo como objeto de goce implica la aceptación de que
tarea superaba sus fuerzas y puso en peligro no sólo su salud se aparte de uno y que busque por sí mismo la verdad de su
sino también la tranquilidad de su pareja ¡tan invasora era deseo, rumbo cargado de sentido porque es una marca de
Sylviel amor: "El amor [... ] puede postularse sólo en este más allá
Parece que en el linaje paterno la niña ocupaba un lugar donde, en primer lugar, renuncia a su objeto", nos dice
un poco simétrico al que tenía en el linaje materno: por un Lacan. 2
lado, hija imaginaria de la pareja madre-abuelo materno, Si este consenso no se logra al comienzo, la marcha
por el otro hija imaginaria de la pareja padre-abuela pater- analítica se pervierte y se multiplican los pasajes al acto.
na. Sin embargo, los fantasmas y los deseos a ella referidos Estos son frecuentes en las instituciones, donde los padres
eran radicalmente diferentes en los dos linajes. son mantenidos a distancia. Por ejemplo, el niño "no entra"
Muchos analistas, con el pretexto de que un niño es un en análisis, hace "como si", y pueden verse encuentros
analizan te de pleno derecho -y lo es-, no quieren considerar psicoterapéuticos que duran años, con una modalidad lúdi-
más que el material de la sesión, sin tener en cuenta ni la cra estéril, sin que suceda nada esencial porque en la
existencia ni el discurso de los padres. Si hay una regla que transferencia falta la dimensión sujeto del supuesto saber.
me parece que no tolera excepciones, es que para comenzar ¿No son los padres mismos quienes atribuyen este lugar al
un trabajo analítico con un njño pequeño, que a~n vive bajo niño, cuando lo "confian" a alguien que tiene un saber que
la dependencia de su familia, es indispensable la 1uz verde de ellos no poseen?
los dos padres, aunque éstos estén exentos de toda obligación ¿Cómo estar autorizado a "hablar de los padres, a criticar-
financiera, como se ve en las instituciones. Este acuerdo de los a sus espaldas"? ¿No es una traición? Es así como lo
los padres significa para el niño que su síntoma le pertenece expresan algunos niños. Entonces se habla "a un lado", de
en propiedad, y que tiene derecho a abandonarlo sin sentirse cosas sin importancia, sejuegajunto con ellos, el psicotera-
culpable por el hecho de poner en peligro el equilibrio de la peuta se convierte en un buen compinche al que se tiene la
familia o el de uno de sus integrantes. Lacan nos lo recuerda dicha de reencontrar cada semana.
en su carta a J. Aubry: 1 Por el lado de los padres se observan fantasmas de rapto,
"se les ha tomado a su hijo, ¿con qué derecho?" Se sienten
*En el original, mere-grand, inversión de grand-mere, abuela (N.
despojados, culpables: ¿por qué no quieren escucharlos? En
del T.).

26 27
r ocasiones reaccionan con violencia, pero las más de las veces
ponen fin brutalmente al análisis o cambian al niño de
institución.
preciso mantener con firmeza ciertas reglas, que los padres
in ten tan por todos los medios transgredir o hacer transgredir
al analista. Puede suceder, por ejemplo, que acepten a
Si el contacto con los padres o con quienes crían al niño regañadientes hablar delante de su hijo, sabiendo que lo que
(nodriza, padrastros) es necesario antes de comenzar el digan podrá ser retomado y comentado en la sesión que sigue,
análisis, escucharlos en el transcurso de éste no es, en mientras que lo que el niño diga en ella cae en la esfera del
cambio, una regla habitual sino un paso que sigue ligado a secreto profesional y nunca les será revelado, salvo voluntad
múltiples consideraciones: en primerísimo lugar la edad del expresa de aquél. Desde luego, esto puede prestarse a malos
niño, dado que el trabajo analítico con un bebé o un niño muy entendidos, no dejando el niño de mezclar las cartas, por
pequeño no es seguramen te el mismo que el que se realiza con ejemplo informando a los padres de palabras que ha dicho
un preadolescente o un adolescente; el deseo del niño que, atribuyéndolas al analista, o manifestando ante ellos una
muy pronto, sabe si tiene o no ganas de que sus padres hablen reticencia a asistir que en realidad no sien te, lo que puede ser
delante de él. Se trata de su análisis y, desde el principio, se su manera de recordarles su apego y su fidelidad. ¡No hay
entiende que es él quien decide. Es frecuente ver, en el más que ver la evidente satisfacción con que la madre
transcurso del análisis de algunos niños más grandes, una informa al analista el poco entusiasmo que pone el niño para
demanda hecha al analista para que éste se encuentre con los concurrir a la sesión! Todo esto forma parte del juego y pue-
padres cuando, por ejemplo, las tensiones se vuelven dema- de ser retomado en la sesión que sigue.
siado fuertes en el seno de la familia; la estructura del niño, La regla de la neutralidad del analista es igualmente dificil
por último, y el niño psicótico encarna, más que cualquier de mantener con los padres. Es fuerte la tentación pedagógi-
otro, el objeto a en lo real. ¿Qué lugar tiene en la estructura ca ante la demanda apremiante de consejos, de opiniones
familiar? ¿De qué no dicho es portador? ¿De qué es el sobre la conducta a sostener. Pero, al margen de algunas
revelador? En ese nivel, el discurso de los padres permite un respuestas de sentido común, dejarse 11evar puede hacer que
primer señalamiento. ¿N o confirma el mismo La can se salga peligrosamente del marco del análisis y de su ética.
Emitir un juicio de valor y, en el peor de los casos, desvalo-
la observación pertinente que hizo el doctor Cooper, en el rizar la conducta de los padres puede entrañar consecuencias
sentido de que para obtener un niño psicótico se precisa, al desastrosas para el niño. Por eso, ¿no debería decírsele a éste,
menos, el trabajo de dos generaciones, siendo él mismo el al comienzo, que son sus padres, que seguirán siendo lo que
fruto de la tercera?3 son y que debe "contar con ello"?
Este problema del abordaje de las relaciones padres-niño
Escuchar a los padres es un acto que suscita muchas reservas plantea cuestiones esenciales, que merecerían que uno se
en los analistas, disfrazándose a menudo su resistencia tras demorase en ellas. N o haré aquí más que recordar que la idea
consideraciones teóricas tales como la pureza del análisis, la preconcebida de la psicogénesis y la organogénesis provoca
imposibilidad de controlar la transferencia, etcétera. Algu- una toma de posición ética. En efecto, si la psicosis del niño
nos analistas jóvenes temen el encuentro con imágenes está inscripta en los genes, de ello resulta que los padres no
paternas aún dominantes o reactualizadas por su propio tienen nada que ver, que ellos mismos son víctimas de esa
análisis en curso. fatalidad. Y sil a psicosis tiene causas relacionales, los padres
Las dificultades, me parece, obedecen al hecho de que es son responsables, por lo tanto "culpables". Ahora bien, un

28 29
,-.r
anatema semejante -la mala madre tiene las espaldas l!stá allí, que escucha, nos sorprendemos de la catarata de
anchas- puede tener efectos extremadamente nocivos sobre reacciones que desencadenan sus palabras.
el tratamiento de estos niños. Es cierto que este cuestiona- Me acuerdo de un varón de once años, Eric, que concurría
miento de la responsabilidad de los padres implica una por un grave fracaso escolar surgido bastante bruscamente.
ambigüedad fundamental, dado que esta cuestión apela a Le pregunté a su padre, que ese día lo acompañaba: "¿Y
otras dos, estructurales, la de la causalidad del sujeto y la de usted, cómo la pasó a esa edad?" En la respuesta que dio
la libertad. ustaba la respuesta a la cuestión del hijo: ambos procuraban
Ser responsable, ser capaz de inducir la locura en el otro, por ese medio escapar a una madre profesora, cuyas exigen-
supone que las conductas humanas son el reflejo de una cias escolares y su obsesividad los agobiaban. El padre había
elección deliberada, con la intención de perjudicar y destruir. encontrado una escapatoria a la influencia materna gracias
Ser irresponsable, no saber lo que se hace, implica que esas a una enfermedad grave e invalidante de su propio padre,
mismas conductas excluyen toda libertad, son fundamental- que había desviado la atención de la madre. ¡Era pagar cara
mente "alienadas". Antiguo dilema: ¿libertad?, ¿destino inal- su liberación! En la descripción que hacía de su madre, uno
terable? El hombre no ha cesado de examinar esta problemá- creía ver y escuchar a su mujer, la madre de Eric, a tal punto
tica. Recordemos lo que decía Lacan en 1946, en un Congreso que ni uno ni otro pudieron dejar de tomar conciencia de ello.
sobre "La psicogénesis" organizado por Henry Ey: "El ser del Se lanzaron entonces una mirada cómplice y no pudieron
hombre no sólo no puede ser comprendido sin la locura, sino abstenerse de reír... El padre dijo: "¡Sin embargo, tú no vas
que no sería el ser del hombre si no llevara en él a la locura n hacer las mismas bol udeces que yo! ¡Todo el trabajo que me
como límite a su libertad":' costó salir, luego!" Eric, empero, no se convirtió en el acto en
Para nosotros, analistas, el concepto de inconsciente sigue el primero de la clase, pero el trabajo del análisis, sobre las
siendo el corazón de la cuestión, el sujeto no puede ser más identificaciones adípicas en especial, podía comenzar. Dos
que sujeto barrado, ~.y su causación se hace en los procesos años después, renunció por fin a su síntoma... mientras su
de alienación y separación que Lacan articuló.5 ¡Pero el madre empezaba un psicoanálisis.
inconsciente perturba siempre otro tanto, y a los analistas les Si a menudo me ocurre que no vuelvo a ver a los padres
gustaría también olvidar el escándalo que pone de relieve en cuando el análisis del niño ya se inició, o si los veo episódica-
la concepción del sujeto! ¿Recuerda Lacan su costado subver- mente en ciertos momentos cruciales del desarrollo de la
sivo? Se le reprocha su pesimismo, incluso se lo llega a cura, es raro que con un niño psicótico, como paciente
calificar de "ahumano".6 Sin embargo, cuando abordamos a privado, la cosa sea posible. El estatuto del niño o del ado-
los padres, es preciso que, a la manera del dedo que indica lescente psicótico es, en efecto, completamente singular, y
una dirección, les hagamos perceptible esta dimensión: el requiere que se tome en consideración la dinámica familiar
niño es revelador de una verdad que ellos ignoran. Esta y el lugar del niño en la economía libidinal de los padres. El
verdad no es abordable de entrada, pero el analista puede niño psicótico está, más que cualquier otro, prisionero de una
hacerla surgir, y cada uno puede sorprenderla y sorprender- palabra que da fe y es ley, palabra única, discurso a una sola
se. En los efectos de transmisión y repetición que se observan voz, la de una madre o un padre. Atrapado en el sitio de las
en ella, el sentido puede entonces bascular. conminaciones repetitivas que retoma en eco, está "preso en
Cuando los padres evocan, por ejemplo, su propia infancia su totalidad en una cadena significante primitiva que prohí-
y los problemas con que se toparon a la edad de ese niño que be la apertura dialéctica". 7

30 31
~ Así, veamos a Sylvie, en posición de objeto aniquilado por presente, se trata de ella, pero el tono de la voz ya no es el
la angustia, sufrir, desde los primeros meses de su vida y de mismo, y la madre me mira. Entonces, es la niña quien la
manera repetida, los imperativos maternos, e inscribirse de mwruta y se asombra de que esa voz terrible exprese ahora
entrada en una problemática determinada. ¿No da la señora uflicción y pida ayuda. Sylvie, como todo niño psicótico, en el
H* un sentido definitivo a toda manifestación de la niña 1wmetimiento en que se encuentra no puede imaginar una
retomando un enunciado en el cual quedó fijado su ser madre desamparada que pregunte: "¿Qué pasa? ¿Qué hay?
mismo? Esos enunciados superyoicos en forma de aforismos, Usted que sabe, dígamelo". Escuchar esas palabras puede
que le legó su padre, no son retomados por ninguna tercera eonducir a un primer cuestionamiento sobre la castración
palabra, tienen fuerza de ley, de una ley pervertida dado que materna: "¿Entonces no lo sabe todo? ¿Entonces no lo puede
se inscriben en una relación dual, incestuosa, que perdura y todo? ¿N o es completa?" Este puede ser también un principio
se repite sin que se inscriban en ella ni la escena primaria de interrogación sobre el deseo del Otro. "Ella ha dicho esto,
la sucesión de las generaciones. ¿Dónde está el Nombre-del- pero, ¿qué quiere?" Este rumbo puede constituir asimismo el
Padre? Recordemos esta afirmación de Lacan con respecto a primer paso para salir del estatuto de puro objeto entregado
la forclusión: al goce del Otro, y comenzar un recorrido de sujeto.
El analista introduce en efecto esta tercera posición, que
No es únicamente la manera en que la madre se adapta a la es vicaria del Nombre-del-Padre, sobre todo cuando la madre
persona del padre de la que convendría ocuparse, sino del hace caso a su palabra en lo que corresponde a su hijo. "Es en
caso que hace a su palabra, digámoslo, a su autoridad; los intervalos del discurso del Otro donde surge esto para el
de otra manera al lugar que reserva al Nombre-del-Padre en niño: me dice eso pero, ¿qué es lo que quie:t:e?". 9 Aquí, es a
la promoción de la ley. 8 · través del discurso de los padres dirigido al analista en
presencia del niño que puede hacerse un señalamiento del
Cuando la señora H* dice: "Soy yo quien debe hacer las Che vuoi? Lo que corresponde al lugar de Sylvie en el deseo
reacciones de mis hijos", el sujeto de la enunciación está inconsciente de la madre y el padre aparece en los intervalos
claramente en ese "hacer" que nos designa la identidad de la del discurso de éstos. Esta palabra puede ser repetida luego
madre y la hija: ella soy yo, yo soy ella, la trampa se cierra. por el niño en la sesión y le permite reencontrar un vínculo,
Sentimos asomarse un enfrentamiento imaginario mortal: dar un sentido a sus recuerdos inmovilizados, al mismo
"Es ella o yo". tiempo que deslindarse de la historia del Otro y tomar la
Ahora bien, cuando la señora H* me habla, cuando viene distancia necesaria para hablar en su propio nombre. Ese
a contarme su angustia, su fracaso en lo que se juega con su trabajo de desconexión y conexión es infinitamente más
hija, se introduce ya un corte entre ellas dos, aunque sea al rápido en estas condiciones que cuando se deja que la
~ivel de la mirada y la voz. Sylvie no se encuentra ya en el repetición se instale en la transferencia. Dado que en el niño
cara a cara en el que no conoce más que una mirada psicótico la repetición está hecha de rituales que adormecen
imperativa y una voz colérica. Puesto que cuando la señora la vigilancia del terapeuta, cuando no provocan su cansancio
H* habla a los demás, a sus hijas mayores, a su marido, su voz y su desaliento. Introducir el corte al mismo tiempo que
es diferente, pero en esos momentos Sylvie no está allí, eso restablecer una cadena significante resume el trabajo de
no le incumbe, el lazo entre las dos está interrumpido. Y análisis con estos niños.
cuando la señora H* me habla de Sylvie, ésta está muy En su Seminario del21 de mayo de 1969, Lacan afirmaba:

32 33
, Damos por sentado que las relaciones infantiles tensionales
que se establecen en tomo a cierto número de términos,
la locura, donde reinan el desorden y la paradoja? El riesgo
padre, madre, nacimiento de las hermanas, etc., no cobran es quedarse pegado en él, abandonando todo rumbo lógico
ese peso de sentido más que a causa del lugar que ocupan con (hacerse el loco con los locos), o privilegiar tal o cual aspecto
respecto al saber, al goce y a cierto objeto, que es en relación de un caso y, mediante un recorte neto y decisivo, aplicarle
con ellos que van a ordenarse las relaciones primordiales con tal o cual construcción teórica tan seductora como convincen-
el deseo. Explorar la modalidad de presencia con la cual cada te para que la jugarreta funcione.
uno de los tres términos ha sido ofrecido al sujeto, es efecti- N u estro paso será más lento y menos espectacular. Consis-
vamente ahí donde reside la elección de la neurosis. 10 tirá en acercarse a la psicosis mediante pequeños avances,
teniendo en mente a la vez la complejidad, la multiplicidad
Esta exploración es igualmente valedera para la psicosis de los abordajes posibles y lo que se dice es una "evolución
pero, no habiendo salido el sujeto de su sometimiento al Otro, normal" en nuestra cultura, para retomar los puntos de
a veces pasa por la palabra de este Otro. balanceo de una estructura a la otra. Así, evocaremos en
¿No es el saber inconsciente que hemos señalado al pasar primer lugar al niño al que se gusta observar, con el que es
del síntoma del niño a la palabra del gran Otro y a la inversa? un placer vivir, luego a aquel que se nos "confia" para que
Era claro que el goce estaba también en el corazón de la viva mejor. Ese me parece un rodeo obligado antes de
relación en su inserción en el fantasma y la pulsión. En reexaminar la psicosis de Sylvie.
cuanto al objeto, dejamos su estudio para más adelante.

Vamos a dejar a Sylvie por un tiempo. Estuvo ausente


durante varios años y no trabajé sobre su caso, sino que éste
Notas
me trabajaba; pensaba en ella, en el desarrollo de su historia,
y poco a poco los momentos cruciales de su análisis cobraban
sentido para mí, al mismo tiempo que lo daban a lo que
escuchaba de mis pacientes psicóticos adultos. Lo que me l. J. LACAN, textos Jirigidos a J. AUBRY, op. cit.
2. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 247 [El Seminario de
había enseñado aportaba una nueva luz a ciertas nociones Jacques Lacan. Libro XI. Las psicosis, Buenos Aires, Paidós,
tales como la represión, la estructura del fantasma, la 1993].
naturaleza del objeto a. En ella creí sorprender esas forma- 3. Discurso de clausura de las Jornadas sobre el psicoanálisis en
ciones en estado naciente, a menudo con distorsiones percep- el niño, 1967.
tibles de entrada. 4. J. LACAN, Ecrits, pág. 176.
Pasó todo un tiempo de maduración antes de que retomara 5. J. LACAN, Ecrits, "Position de l'inconscient", pág. 830 y sig.
el legajo; "tiempo de meditación" 11 , decía Lacan. Pero ese ["Posición del inconsciente", en Escritos, Il, México, Siglo
largo desvío me permitió confrontar mi observación de los XXI, 1978].
6. J. LACAN, Ecrits, pág. 827.
niños que no son psicóticos con la de los autistas o los es-
7. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 215
quizofrénicos. Captar la diferencia fundamental que los 8. J. LACAN, Ecrits, pág. 579.
separa, y los puntos de ruptura entre unos y otros me parece 9. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 194.
el único rumbo posible para abordar la psicosis. 10. J. LACAN, Séminaire XVI, "D'un autre a l'Autre" (inédito).
¿Se puede, en efecto, ingresar sin dificultad en el mundo de 11.J.LACAN,Ecrits,pág.205.

34
35
" 11
NACIMIENTO DEL SUJETO

El deseo del hombre es el deseo del Otro, es


cuanto Otro que desea (lo que demuestra el ~~
alcance de la pasión humana). 1

Si el gran Otro designa el lugar del tesoro de los significantes,


es también el lugar a partir del cual se origina el deseo del
sujeto, "sitio ocupado en general por la Madre'? dice Lacan.
Tres puntos siguen siendo predominantes en la dimensión de
este Otro, "su demanda, su goce y, bajo una forma que se
mantiene en concepto de signo de interrogación, su deseo". 3
En este advenimiento del sujeto deseante al corazón del
Otro, el goce sigue siendo la apuesta permanente, y el objeto
a está en el centro de la partida. La problemática del objeto a
será abordada más precisamente después de que hayamos
enfocado en un primer momento, según una modalidad
pluridimensional, las relaciones precoces madre-lactante.
Lo que el niño debe construir de su imagen inconsciente del
cuerpo -en el sentido de ser, de primera representación
del cuerpo, muy anterior a la imagen especular-, lo hace en
referencia al cuerpo del Otro, a sus pulsiones, a sus fantas-
mas, a su deseo.
Lacan no deja de escandir esta evidencia, y nosotros de
olvidarla, a tal punto estamos captados por el ser de la
palabra:

37
r Ese lugar del Otro no debe tomarse en otra parte que en el
cuerpo, no es intersubjetividad sino cicatrices sobre el cuerpo
de las veces al niño. "Noqueríasalir'', "Me desgarró", "Estuvo
a punto de matarme". Las palabras. escuchadas en esos
instantes pueden cobrar valor de oráculo: "Salió bien para
tegumentario, pedúnculos a conectar en sus orificios para
que hagan en ellos las veces de asideros, artífices ancestrales hacer sufrir a su madre", "Es pequeño pero quiere vivir", "Es
y técnicos que lo carcomen. 4 el vivo retrato de su abuelo", etcétera.
El discurso que se construye alrededor del niño, y que
Los autores que estudiaron la psicosis del niño son unáni- variará poco, viene a ocultar un no dicho extremadamente
mes en el reconocimiento de una distorsión de la relación complejo, en el cual se bañan las primeras relaciones. Lo que
madre-hijo, pero sus constataciones a menudo siguen siendo no puede decirse en el trastocamiento emocional que rodea
vagas, y los acontecimientos informados aproximativos; se al nacimiento va a elaborarse y a estructurar la relación con
trata en general de depresión grave de la madre en el el niño, no reapareciendo el contenido de este período post-
momento del nacimiento (depresión del post partum), de natal más que bajo la forma de una elaboración secundaria,
separación brutal con ruptura del lazo afectivo madre- como retorno de lo reprimido.
lactante o de cualquier otro traumatismo de los primeros Es sorprendente que un autor como Kanner, que ha
meses o años de vida. El relato de los mismos es pobre, inventado el concepto de "autismo precoz", haga principiar
puramente descriptivo y anecdótico. Para ceñir de más cerca los síntomas en el sexto mes de vida, y ubique la diferencia
lo que es determinante en esta fase postnatal del niño que va entre el autismo y la esquizofrenia infantil en el hecho de que
a volverse psicótico, es preciso además tener alguna noción el primero se manifiesta desde el inicio del segundo semestre,
de lo que ocurre con una evolución llamada normal. en tanto la segunda principiaría después de dos años de
Lo que sucede en los primeros meses de vida de un niño desarrollo normal. De este modo, sobreentiende que no
sigue siendo impreciso. Hasta una época reciente, los únicos podría descubrirse nada antes de los seis meses o que
testimonios que teníamos de ello nos los proporcionaban los durante este período no pasa nada esencial. 5 Ahora bien,
padres o los pediatras. Ahora bien, el relato que hacen veremos que en Sylvie todo parece haberse jugado entre los
los padres del parto y de las primeras relaciones con el recién cuatro y los seis meses. Los estudios recientes sobre el recién
nacido parece a la vez confuso y estereotipado; es dificil nacido nos aportan, por lo demás, la certeza de que, lejos de
obtener precisiones en cuanto a las fechas de las separacio- ser una no man's land, los primeros meses de vida son
nes, hospitalizaciones, enfermedades, que el olvido ha recu- determinantes para el futuro del sujeto. De resultas de ello,
bierto, y a nuestras preguntas las madres responden mos- ¿por qué ese ocultamiento de todo lo que corresponde a este
trándonos la libreta sanitaria del niño, como para excusarse período, de lo que se anuda de fundamental para el sujeto en
por no haber conservado recuerdos. Está, por otra parte, la esos primeros momentos? ¿Por qué esa represión masiva de
historia de la llegada del niño, reconstituida a la manera de lo que se denomina lo arcaico? ¿Y por qué todo discurso que
la elaboración de un mito; se suceden los "flashes", a menudo intente levantar una punta del velo que cubre los orígenes
inconexos y sin vínculo aparente, pero es esta historia la que encuentra tanta resistencia?
se repite incansablemente: circunstancias que rodearon al En una primera aproximación, diría que el niño está en el
parto, comodidad de la clínica, recepción del personal, "bru- corazón de la problemática inconsciente de su padre y su
talidad" o "gentileza" del médico o de la partera, dolor o madre. En cuanto objeto a, viene a revelar, sin develar su
facilidad del dar a luz, atribuidos por otra parte la mayoría sentido, la estructura inconsciente del sujeto puesto que

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38
,-
toma ubicación en las pulsiones, los fantasmas, los deseos y Discurso común
despierta las identificaciones más primitivas de quienes lo y discurso médico
reciben. Ahora bien, el inconsciente es siempre perturbador,
y en la relación con el niño las formaciones del inconsciente
no siempre son de un orden tan sutil como pueden serlo los En primer lugar, un saber popular intuitivo sobre el emba-
lapsus y los chistes, y aparecen en las palabras, las conduc- razo y la maternidad, con todas las costumbres asociadas a
tas, las obras masivamente repetitivas y ciegas. Tal vez esta ellos, es transmitido oralmente por las mujeres que, guardia-
característica sea la que exija una represión tanto más nas de la vida y la muerte, desde siempre han "asistido" a las
intensa y sostenida en el tiempo. Si se exceptúa el discurso parturientas y los agonizantes; ese saber se refiere tanto a
analítico pronunciado sobre el niño -discurso subversivo los fantasmas de la mujer encinta como al comportamiento
desde el principio, dado que Freud barrió con la pretendida del recién nacido. Los hombres escuchan esos relatos con oído
inocencia infantil desde los Tres ensayos sobre una teoría indulgente, incluso divertido, pero los parteros se mantienen
sexual-, si se omite el enfoque que de la infancia hacen poe- las más de las veces incrédulos, cuando no los condenan
tas y novelistas, a menudo con un acento de verdad que no abiertamente calificando de oscurantistas las palabras de
se encuentra en otras partes, lo que resta son diversos las madres sobre sus recién nacidos. Fueron necesarios los
discursos sobre la maternidad, el nacimiento, el recién descubrimientos recientes para confirmar la veracidad de las
nacido: ¿cuáles? intuiciones maternas cuando atribuyen a sus lactantes gran-
Cambian con las épocas, y no hay más que leer la litera- des capacidades perceptivas y un misterioso saber sobre el
tura reciente (Ph. Aries y E. Badinter, por ejemplq)6 para mundo que los rodea.
darse cuenta de su variación a lo largo del tiempo. Me Por otra parte, todas las sociedades establecieron reglas
consagraré a demostrar el giro discordante que han asumido para recibir al niño, quien desde su llegada al mundo ocupa
en las últimas décadas, ocultando el discurso médico un un 1ugar definido en el cuerpo social. Los ritos dan testimonio
saber ancestral transmitido de generación en generación. N o de esta pertenencia y subrayan la ruptura con el cuerpo
será sino después de esta evocación que podremos plantear materno, introduciéndolo desde el principio en el orden
la cuestión de los orígenes del sujeto y de los tropiezos de su simbólico (fiestas, padrinazgo, "presentación" del niño en
devenir en la psicosis, apoyándonos por una parte en la todas las formas rituales, etcétera). El padre puede partici-
enseñanza de Lacan y por la otra en investigaciones referi- par en el nacimiento a través de ciertas costumbres como la
das al desarrollo sensorial del recién nacido y a las interac- cavada, o muy simplemente asistiendo al parto y asegurando
ciones precoces madre-lactante. los primeros cuidados del bebé, como se hace hoy en día. Los
Esos trabajos, emprendidos desde hace unos veinte años mitos dan cuenta igualmente de la gran riqueza del imagina-
en varios países, sobre todo anglosajones, aportan nuevos rio desplegado en torno a la llegada de un niño. Ritos y mitos
elementos que se integran perfectamente a la enseñanza de están en general de acuerdo con el discurso de las madres, y
J. Lacan de quien, una vez más, puede ponderarse cuán lo retoman en un contexto que tiene fuerza de ley. En sus
adelantado estaba a su tiempo. obras, Bernard This supo restituirnos la verdad inconsciente
contenida en esas costumbres y esos mitos. Se inspira en ellos
para trabajar en pro de la humanización de las condiciones
del parto y de un mayor respeto al recién nacido y al niño. 7

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,- En oposición a este discurso tradicional se constituyó el ron contra lo que había de inhumano, por no decir de sádico,
discurso científico, cuyo impacto se ha convertido en prepon- en la manera de tratar a las mujeres, mujeres a las que se
derante por lo mucho que trastocó los datos admitidos desde castigaba por abortar negándoles, por ejemplo, la anestesia
hace siglos: los principios de higiene y los progresos de la en el momento de una revisación uterina, o a quienes se les
medicina hicieron retroceder a la muerte que hacía estragos imponía una manera determinada de dar a luz a sus hijos. Se
entre las jóvenes madres y los niños muy pequeños; tres o produjeron los primeros intentos de reconsiderar la cuestión,
cuatro generaciones antes de la nuestra, una mujer de cada y el "parto sin dolor" de la década de 1950 representó una
diez moría al parir, y sólo un niño de cada dos superaba los inmensa esperanza para ellas. Poco a poco, las mentalidades
primeros años de vida. evolucionaron, pero hechos recientes demostraron hasta qué
¿Cómo no venerar, a causa de ello, ese saber todopoderoso punto era dificil hacer vacilar al poder médico: el "parto sin
que hace retroceder a la muerte en semejante proporción? En violencia" desencadenó las pasiones, y hemos visto a los
lo sucesivo, el destino de una mujer ya no es pasarse la vida partidarios del "a favor" y del "en contra" enfrentarse con una
dando a luz: ¿no hacía falta, en efecto, tener al menos diez agresividad inaudita, como si la mujer estuviera en el centro
hijos para que tres o cuatro llegaran a la edad adulta, de una apuesta ideológica en torno a la vida y la muerte. En
asegurando con ello el linaje? Con frecuencia, al cabo de esos esta disputa, parece que se la quiere colocar ante una elec-
embarazos incesantes estaba la muerte, ya fuera por agota- ción: o arriesgarse a morir si escoge dar a luz con alegría, o
miento, ya a causa de una complicación en el parto. El niño sufrir la indiferencia y la soledad en un lugar de elevada
mismo ya no es ese ser de destino incierto, acechado por un tecnificación médica. Esta dramatización, estas elecciones
Dios cruel que se rodeaba de cohortes de ángeles; en lo insensatas, evocan un tiempo no tan lejano en el que, en caso
sucesivo es precioso, ya no más consagrado al azul y al de parto dificil, se plan te aba la cuestión de saber si había que
blanco* si escapa a la muerte, sino entregado al saber salvar a la mujer o al niño. ¡Espantoso dilema para quien
pediátrico. 8 Su cuerpo se vuelve un mecanismo complejo que debía responder! Aquí, era el padre quien debía elegir entre
necesita exámenes profundos y cuidados suministrados en la vida de su mujer o la de su hijo.
un medio aséptico y altamente especializado. Ese cuerpo
esencialmente biológico puede, a partir de ello, ser sometido
a una estricta programación: horario del amamantamiento,
alimento calculado, vacunaciones, etc. ¿Se atreven las ma- Otro discurso, psicológico
dres a dar su opinión o a transgredir una prescripción? Son
condenadas en el acto, calificadas de malas, peligrosas,
atrasadas. En la década de 1950 un americano, Spitz, reaccionó contra
La discordancia de estos discursos se acentuó hasta hacer los excesos del discurso médico enunciando algunas verda-
desaparecer casi completamente al primero. Fue entonces des que pasaron por novedades, cuando el buen sentido
cuando los médicos y los parteros reaccionaron; se levanta- popular habría podido enunciarlas desde mucho tiempo
atrás si no hubiera estado subyugado y reducido al silencio
por el poder médico. Spitz describía el "hospitalismo", 9
*Promesa hecha a la Virgen de vestir al niño con esos colores si le síndrome ligado a la carencia afectiva: los niños privados de
concedía la supervivencia (N. del T.). sus madres en el primer mes se volvían "lloriqueantes"; en el

42 43
r segundo mes, esos llantos se transformaban en gritos; en el una verdad y sirven aún de referencia en los medios médicos,
tercero, se observaba un rechazo del contacto que podía pediátricos e incluso pedopsiquiátricos. Las recuerdo aquí a
llegar hasta el "marasmo" y la "letargia" si la situación se causa del poder de impacto que conservan, a fin de situar
mantenía. Spitz comunica la observación de 91 lactantes mejor la posición psicoanalítica actual sobre esta cuestión.
criados por sus madres durante los tres primeros meses y Ferviente admirador de Freud, el doctor Spitz pretende
luego confiados al orfelinato, donde "recibían cuidados per- sin embargo superar a su maestro por medio de la "observa-
fectos, alimentación, alojamiento, higiene, etc."; estando ción directa". He aquí lo que dice Anna Freud, que prologa el
cada enfermera encargada de diez niños, éstos "no recibían libro de su amigo, El primer año de vida del niño, en 1958:
por lo tanto más que la décima parte de las provisiones
afectivas maternales" (!). Después de haber pasado "por los El doctor Spitz se vale de la observación directa y de
estadios antes descriptos", manifestaban un atraso motor los métodos de la psicología experimental, a diferencia de los
evidente y yacían inertes en sus camas, con la expresión otros autores psicoanalíticos que prefieren confiar única-
mente en la reconstrucción de los procesos de desarrollo a
idiotizada y una deficiente coordinación ocular. A fines del partir del análisis en períodos ulteriores [... ). Spitz se opone
segundo año, estos niños alcanzaban un 45% en las pruebas, a los autores analistas que pretenden encontrar en el lactan-
nivel de la idiotez. A los cuatro años, muchos de ellos no te, muy poco después del nacimiento, una vida mental
sabían caminar, ponerse de pie ni hablar. Un 37% murió en complicada.
dos años. Al compararlos con un grupo de 220 niños criados
por sus madres, de los cuales "no murió ni uno", Spitz ¡Vemos a qué rival hace alusión aquí A. Freud! Spitz
concluyó que "la depresión anaclítica y el hospitalismo nos sostiene, en consecuencia, como la mayoría de los analistas,
demuestran que la ausencia de toda relación objeta! provo- que el estado inicial es perfectamente indiferenciado. Nada
cada por la carencia afectiva interrumpe todo desarrollo en de proceso intrapsíquico desde el nacimiento, todo es cosa de
todos los sectores de la personalidad". "maduración". Esto es lo que escribe:
¿Cómo pudieron estas observaciones considerarse como
una revelación, cuando no hacían sino confirmar el saber En razón de su umbral de percepción extremadamente
elevado, el recién nacido no percibe el mundo exterior. Este
ancestral que decía que, para vivir, un recién nacido tiene umbral elevado sigue protegiendo al niño durante las prime-
tanta necesidad de calor y amor como de alimento, si no es ras semanas, incluso durante los primeros meses, contra las
porque ese saber había sido anestesiado por la evolución percepciones que provienen del entorno. Durante este perío-
fulminante de la medicina? Sin embargo, y en contra de la do, hay fundamentos para decir que el mundo exterior es
evidencia, la organización médica se adapta mal a estas inexistente para el recién nacido; lo que percibe, lo percibe en
consideraciones psicológicas. Algunos servicios pediátricos función del sistema interoceptor.
sienten aún repugnancia a considerar en el mismo nivel la
salud mental y la salud fisica de sus pequeños enfermos, Y más adelante:
siendo que, en el niño, una no puede ir sin la otra. En ese estadio primitivo, el niño no está en condiciones de
Si bien la noción de hospitalismo sacudió los espíritus y distinguir el objeto; y por objeto entiendo no sólo el objeto
provocó reacciones saludables, las concepciones de Spitz libidinal sino todas las cosas que lo rodean. En la hipótesis
sobre el desarrollo del niño parecen en la attualidad absolu- más favorable, las respuestas del recién nacido son de la
tamente erróneas. N o obstante, siguen considerándose como naturaleza del reflejo condicionado. 10

44 45
r A Spitz no parece incomodarle la contradicción implícita La dificultad de abordar los orígenes, el desconocimiento
entre sus observaciones y su teoría. ¿Cómo puede un niño de los procesos en discusión y la represión asociada a los
sufrir y morir por la ausencia de su madre si no la distingue mismos hacen que quienes se preocupan por ellos se impli-
del mundo que lo rodea? Es cierto, debía mantener, como tan- quen sin saberlo, y marquen con su deseo inconsciente sus
tos otros más adelante, la creencia en el narcisismo primario elaboraciones teóricas.
de Freud, el recién nacido indiferenciado del mundo exterior. Los psicoanalistas de niños tienen un aire de descubrido-
Esta noción, siempre vigente, es una ventaja para muchos res que fascina a las multitudes; ¿van a revelar el misterio de
autores, que llegan incluso a hablar de "autismo normal", la vida, de sus primeros momentos? Su pasión se ve reforzada
como lo hace Margaret Mahler. Lacan siempre se alzó contra por lo desconocido que seguirá rodeando a los orígenes y sus
esta concepción, no temiendo aportar un desmentido a Freud. convicciones no son por ello sino más afirmadas y se acompa-
A propósito de la pulsión y el autoerotismo, nos dice: ñan con frecuencia de anatemas contra los que no las
comparten. Lacan subraya con humor que en cada enfoque
Los analistas concluyeron de ello que -como eso debía situar-
se en alguna parte en lo que se llama desarrollo, y dado que teórico es posible señalar lo que corresponde al deseo del
la palabra de Freud es la palabra del evangelio- el lactante analista y, agregaría yo, a su fantasma fundamental. Dice:
debe tener a todas las cosas que lo rodean por indiferentes.
Uno se pregunta cómo pueden sostenerse las cosas, en un La contribución que cada uno aporta a la transferencia, ¿no
campo de observadores para quienes los artículos de fe es, aparte de Freud, algo donde su deseo es perfectamente
tienen, en relación con la observación, un valor tan abruma- legible? Les haré el análisis deAbraham a partir, simplemen-
dor. Dado que, en fin, si hay algo de lo que el lactante no da te, de su teoría de los objetos parciales [... ] podría también
la idea, es de desinteresarse de lo que entra en su ·campo entretenerme puntuando los márgenes de la teoría de Feren-
de percepción. 11 czi con una célebre canción de Georgius, Soy hijo-padre. 12
Si el discurso psicologizante de Spitz aparecía como reac- La cosa es aún más evidente para los analistas de niños.
ción a un discurso médico que hace del ser humano un objeto Sabemos sobre qué experiencia personal fundó Bettelheim
robotizado, surgía también en oposición a cierto discurso su práctica, y hasta qué punto la noción de "buena madre"
analítico que provocaba sospechas y resistencias: la buena sostuvo el edificio teórico de Winnicott.
lógica cartesiana no podía sino desconfiar de los enfoques un
poco locos del universo infantil que realizaban Melanie Klein
y otros. ¡Con esta "tripera genial", como la calificaba Lacan,
lo arcaico tomaba un aspecto demasiado repelente! Del niño objeto a
En cuanto a la ''vivencia infantil" revisada y corregida por al objeto a del niño
la neurosis de transferencia en el análisis del adulto, suscita
aún muchas reservas. No obstante, fue a través de las
modificaciones, de las reorganizaciones secundarias como Después de este primer señalamiento de los discursos soste-
Freud se abrió un camino que le permitió remontar hasta la nidos con respecto a la maternidad, el nacimiento y el niño
sexualidad infantil, puesto que nunca tomó directamente en recién nacido, prosigamos la exploración de la díada madre-
análisis a un niño, no hablándole J u anito sino por intermedio hijo a partir del axioma lacaniano: el niño está en posición de
de su padre. objeto a.

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r~

El niño realiza la presencia del objeto a en el fantasma [... ] . concepto lacaniano, retomado de "Más allá del principio del
El niño, en la relación dual con la madre, le da, inmediata- placer", de Freud, es el que debemos tener presente en las
mente accesible, lo que falta en el sujeto masculino: apare- páginas que siguen.
13
ciendo en lo real el objeto mismo de su existencia. Utilizaré el orden cronológico para señalar en cada etapa
de la vida. del niño el impacto que tienen sobre él las
Partiendo de esta posición de objeto a debe constituirse ser pulsiones, los fantasmas y el deseo de quienes están encar-
de deseo, es decir construir sus propios objetos. En esta gados de criarlo, no designando forzosamente a los progeni-
posición de a está en primer lugar obligado a vivir, a desear, tores los términos padre y madre empleados en este texto. Si
a gozar exclusivamente en los límites de deseo y de goce del decidí tomar en cuenta la temporalidad, es porque los víncu-
Otro. ¿Cómo pasa del ser anterior a la palabra al ser de deseo? los se modifican con el tiempo: a su manera, el niño se vuelve
¿Cómo se produce esta operación de "recubrimiento"? Es creador de los roles paren tales, a la vez que ve que su estatuto
difícil sorprender su desarrollo pues se elabora al margen del de objeto se transforma y tiende a borrarse. El interés
discurso, en el intervalo de los significantes. libidinal que se pone en un bebé recién nacido o en un niño
pequeño que no tiene todavía el habla no tiene nada que ver
Es en cuanto su deseo está más allá o más acá de lo que ella con el que se pone en un niño más grande o en un adolescente
dice, de lo que intima, de lo que hace surgir como sentido, es que se debate en sus identificaciones edípicas. ¡Al escuchar
en cuanto su deseo es desconocido, es en ese punto de falta
a los padres, uno a veces se pregunta si hablan del mismo
donde se constituye el deseo del sujeto. 14
niño!
El niño está al acecho de todos los indicios que, al rep~tirse,
le hacen señas: en la presencia del Otro, es su voz tierna o
dura, su mímica, su sonrisa, los gestos más o menos adapta-
dos a su comodidad, es también la palabra que acompaña El deseo del niño
todo eso, y los significantes repetitivos alrededor de su
persona. Registra todo, deja de lado ciertos signos misterio-
sos, ciertas asociaciones incongruentes que algún día podrán Tal vez el embarazo y la maternidad sean, con el mismo título
reaparecer. No puede orientarse en el discurso (S) más que que la femineidad, ese continente negro del que hablaba
a medida de lo que construye de su cuerpo a través de la Freud. ¿Qué quiere una mujer cuando dice querer un hijo?
demanda y el deseo del Otro. Un deseo de embarazo no es el deseo de traer un niño al
¿Qué partida se juega entre el Otro (.~)y el niño en posición mundo, y esto parece desconcertar a los médicos, a los
de objeto para que éste logre elaborar sus propios objetos? legisladores, a los hombres en general, aunque sean futuros
Retomaré para este estudio las estructuras en las que se padres. Una mujer puede "caer" encinta después de algún
encuentra este objeto: objeto de la pulsión '13 OD; preso en el "acto fallido", por ejemplo el olvido de la píldora, y seguir
fantasma g Oa; causa del deseo. ignorando el sentido de ese pasaje al acto, que a menudo se
Será necesario apreciar en estas tres dimensiones lo que salda con un aborto. ¿Qué desea? ¿Asegurarse en su cuerpo
se anuda entre el Otro y el niño en posición de a. El de que es verdaderamente una mujer? Las razones que da de
denominador común de los tres -pulsión, fantasma, deseo-, sus actos son las más de las veces ajenas al sentido que puede
y que obedece a la presencia del objeto, es el goce. Este encontrar en ellos si se analiza. Una mujer puede desear un

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hijo con pasión, sometiéndose por ejemplo a todas las moles- El embarazo
tias de un tratamiento contra la esterilidad, y algún tiempo
después rechazar con el mismo encarnizamiento otro emba-
razo y correr riesgos mortales para suprimir al niño. Que el El niño por llegar está presente en el imaginario de la mujer,
deseo de dar vida esté tan entremezclado con el de suprimirla es objeto de ensoñaciones, de proyectos, fuente de angustia.
arriesgando la propia me perturbaba profundamente cuan- Alrededor de él se hace todo un trabajo de elaboración, como
do era una joven médica y la interrupción voluntaria del lo observamos en el análisis de las mujeres embarazadas.
embarazo no existía. Está la violencia ejercida contra el Pero, presente en el imaginario, tiene sobre todo esa presen-
cuerpo en una especie de confusión entre el cuerpo propio y cia real en el cuerpo, quizá tanto más real por el hecho de que
el del niño, que depende de identificaciones profundamente actualmente es posible verlo en la ecogra:fla desde el inicio del
reprimidas. embarazo, e identificar su sexo antes del nacimiento. Lo que
En esta antinomia entre el deseo de embarazo y el de dar ocurre en los intercambios de esos dos cuerpos vivientes aún
a luz un niño hay toda la distancia que separa de un lado sigue siendo misterioso. La mujer experimenta como incon~
una experiencia de vivir en el cuerpo durante nueve meses trolable el crecimiento del cuerpo del niño que se produce en
experiencia ligada a una problemática fantasmática actual, lo más recóndito de su propio cuerpo. Esto puede darle un
un vínculo amoroso, por ejemplo, o edípico, cómo hacerle un sentimiento de plenitud fálica: estar por fin entera, colmada;
hijo al padre o a la madre, y del otro la realidad de un niño en oposición, puede sentirse parasitada, vampirizada por un
al que habrá que conducir a la edad adulta con todas las huésped que lleva ya su propia vida. Estas posiciones extre-
cargas personales que eso implica; "sacrificios, abneg¡lción", mas van a condicionar la acogida dada al niño, pero en los dos
decían nuestras madres, para quienes la maternidad estaba casos se plantea el problema de asegurar el anudamiento de
menos idealizada y asumía muy a menudo la máscara del lo real, lo simbólico y lo imaginario a través de lo real del
"deber". Hacer niños, transmitir la vida que les había sido cuerpo del niño. En Roma, en 1974, decía Lacan:
dada, correspondía a una deuda a pagar, deuda que introdu-
cía desde el principio en el orden simbólico. Con frecuencia es ¿Por qué escribí en el plano del círculo de lo real la palabra
esta toma de conciencia, ese sentimiento de que criar a un "vida"? Es que indiscutiblemente de la vida, después de ese
niño es "superior a sus fuerzas", es decir a su capacidad de término vago que consiste en enunciar el "gozar de la vida",
don actual, lo que precipita a las mujeres en la interrupción de la vida no sabemos ninguna otra cosa y todo a lo que nos
voluntaria del embarazo. A menudo vi a jóvenes psicóticas induce la ciencia es a ver que no hay nada más real, lo que
desear con fuerza un embarazo y manifestar esta reacción de quiere decir nada más imposible. 15
retroceso ante la inminencia de un hijo en lo real, borrándose
el goce prometido de tener un niño para sí frente a la El niño in utero es ese real imposible de la vida que
evidencia de que un niño existe en sí y no es propiedad de prolifera, pero está también misteriosamente ligado a la
nadie. trama imaginaria y simbólica del inconsciente materno. De
la madre del esquizofrénico decía Lacan en el Seminario
sobre la angustia: "El niño en su vientre no es ninguna otra
cosa que un cuerpo cambiantemente cómodo o molesto, es
decir la subjetivación de a como puro real". 16 Si ese lazo no

50 51
r imaginarizado, no simbolizado con el niño in utero existe, no El caso de la señora B*
será patógeno, me parece, más que si se mantiene después
del nacimiento. Cuando el niño sigue siendo para la madre
un fragmento de su propio cuerpo separado de ella, fragmen- Pude verificar en una mujer joven en análisis que una
to viviente cuyas necesidades fisiológicas es preciso satisfa- fractura en el vínculo simbólico con el niño podía ocasionar
cer ante todo para asegurar su buen funcionamiento, cuando su muerte real. La señora B*, embarazada de cinco o seis
el imaginario materno es estéril y lo simbólico está ausente, meses, hablaba del niño que esperaba diciendo que debía ser
debe temerse lo peor en cuanto al futuro de un sujeto tal. "forzosamente un varón". Esta creencia se inscribía en un
Ciertas técnicas (la haptonomía) 17 que incitan a los padres contexto que no relataré aquí (era, en particular, la última
a anudar un lazo afectivo con el niño in utero, en especial de una serie de mujeres). En ese momento de su embarazo,
mediante el tacto y la voz, tienen por efecto facilitar desde después de una ecograffa, el obstetra le anuncia una niña. Su
antes del nacimiento la inscripción de lo real del cuerpo del marido está decepcionado, su suegra le dice: "Mi pobre
niño en el orden imaginario y simbólico. De este modo, la muchacha, no tiene más que volver a empezar", su propia
madre puede poner en marcha, durante el embarazo, un madre la compadece. ¿Pero no estaba ésta secretamente
proceso de reconocimiento del niño por llegar como distinto satisfecha de esta decepción que conoció tantas veces? En la
de su propio cuerpo y referirlo a un tercero, en particular al sesión, la señora B* se queja de contracciones, el obstetra al
padre. Esta preparación para la llegada de un hijo, con el que acaba de ver quiere internarla pues teme un parto
trabajo de elaboración significante que se opera en ella, es prematuro. Le pregunto si la niña es viable, me dice que no.
realizada por la pareja en presencia de una persona con la La invito entonces a sentarse frente a mí para que hablemos
cual se establece un vínculo transferencia!. Esta práctica de esa niñita. Pensó en un nombre, por lo que voy a poder
muestra hasta qué punto el útero es un órgano "histerizable", nombrarla en la conversación. ¿Cómo imagina a Virginie?
afirmación evidentemente tautológica si se hace referencia ¿Qué piensa Virginie de sus abuelas? ¿Y de su madre que la
a la etimología. Mediante las contracciones parciales o tota- echa? Yo "utilizaba" la transferencia; al contradecir a las
les del músculo, así como por su relajamiento, que condicio- abuelas, le mostraba mi deseo, que reveló ser también el
nan el movimiento del feto, el útero y su contenido van a suyo, de que esa niñita viniera al mundo. Más aún, al actuar
responder, en consecuencia, a la demanda y al deseo del Otro así yo daba una existencia real, concreta a la niña y a su deseo
por intermedio de la voz y el tacto. ¿El deseo no está allí en su supuesto de vivir, mientras que para la madre la inscripción
connotación de amor manifestado al niño? La persona del de ese futuro hijo en el linaje no parecía poder hacerse.
monitor interviene como mediador del deseo, su palabra Después de esta intervención, las contracciones cesaron, la
induce un efecto inmediato sobre el estado emocional de la señora B* dio a luz a término y Virginie fue muy bien recibida.
pareja, y por ello sobre el funcionamiento del cuerpo materno Verificamos allí el impacto directo de lo imaginario sobre
y su contenido. el desarrollo del embarazo. El útero, por la misma razón que
cualquier otro órgano, puede ser el asiento de fenómenos
histéricos, embarazo "nervioso" (del que Breuer bien se
habría abstenido), esterilidad "psíquica", desconocimiento
del estado de embarazo hasta el momento del parto, etc. Pero
cuando eso toca directamente al desarrollo del niño, por

52 53
r
--~

ejemplo cuando se interrumpe su crecimiento, o cuando detención del crecimiento o la muerte del niño merece que
muere, la cuestión se plantea de manera diferente: entramos uno se interrogue sobre las vías de transmisión de lo psíquico
en contacto con fenómenos vinculados más directamente con a lo somático, interesando aquí el efecto mortífero no a un
la psicosomática, con su cortejo de lesiones orgánicas. órgano del cuerpo sino a un ser viviente que habita ese
cuerpo.

Niños hipotróficos Nacimiento y conocimiento

Anne Raoul-Duval ha realizado, en el servicio del Profesor El niño está allí en lo real, es un tiempo de suspensión antes
Papiernik en el Hospital Béclere de Clamart, un estudio de que los ritmos de la vida se reanuden. El cuerpo de la
sobre "la relación entre el deseo de un hijo y la aparición de madre se distiende después de la tempestad del parto y el
niños hipotróficos". Estudió 42 casos de madres que dieron a niño, si no ha sufrido, está asombrosamente presente y como
luz niños hipotróficos. Se trata de niños nacidos en término atento a lo que sucede. Estos primeros instantes después del
pero cuyo crecimiento se lentificó o interrumpió in utero, sin nacimiento son un período sensible para la creación del lazo
ninguna razón somática. En todas estas madres se encuen- madre-hijo. En los animales, en esta fase postnatal tiene
tran algunas constantes: una indiferencia total frente al lugar un proceso de apego; si el animal, el cabrito por ejemplo,
embarazo y una "no representación imaginaria del nifio por es separado de su madre al nacer, durante al menos una
llegar". La futura madre no reconoce las modificaciones de su hora, aquélla ya no lo quiere cuando se lo devuelven. Si al
cuerpo, continúa con su modo de vida anterior sin hacer nacer se lo deja cinco minutos para luego sacárselo durante
proyectos para el parto y la acogida del niño. En general no una hora, acepta retomarlo y alimentarlo. ¿Existe un factor
tiene leche y nunca se observa la depresión post partum, lo biológico que determine también un período sensible en los
que es comprensible dado que no tiene que hacer el duelo por seres humanos? Lo ignoramos. Pensamos, en cambio, que
lo que no existió: el niño imaginario. La pulsión de muerte una mujer que ha vivido durante nueve meses con una
parece en acción ell estos embarazos que, por otra parte, presencia familiar en el interior de su cuerpo necesita que esa
pueden saldarse con la muerte del niño in utero. Los antece- presencia interna se concrete en un contacto externo de piel
dentes de las madres son a menudo "pesados" y diftcilmente a piel, que ese peso en el interior de su vientre se convierta
delimitables en un estudio de este tipo. La autora piensa que en es te peso, esta masa inquieta sobre su vientre. Hay de este
siempre tuvo lugar un "fracaso inicial en la relación con la modo continuidad de la presencia y aceptación de la realidad
madre" y algo así como una profunda depresión, "compensa- del niño.
da mediante una sobrecarga intelectual o social". La ausen- Un niño que desaparece al nacer, al que la madre no ve ni
cia total de deseo, la ausencia de representación en torno al toca, puede permanecer sin existencia real para ella, como
embarazo están más allá de lo que puede parecer como un si no hubiera nacido, como ya muerto. En general, no se le
rechazo del niño. ¿No se percibe en ello algo del orden de la muestra el recién nacido a una madre que desea hacerlo
forclusión? El hecho de que esta situación provoque una adoptar. Los servicios de prematuros sufren enormes dificul-

54
55
r tades en el momento de restituir los niños a unas madres que
no establecieron ningún lazo con su lactante al nacer. Cuan-
do el parto se realiza en un servicio lindante con el de
neonatología donde toman a su cargo al prematuro, cuando
la madre puede verlo, cuando puede controlar directamente
Otro del significante sino también el Otro deseante. Estos
intercambios circulares aparecen en lo que yo digo es un
conocimiento, puesto que el niño y la madre crean entre ellos
una relación que seguirá siendo siempre única, singular. Un
recién nacido no es un ser viviente indiferenciado, llega con
lo que sucede y hablar con el equipo, se crea y se perpetúa un un capital genético y un pasado. Su singularidad va a con-
lazo en el tiempo de la internación, y el regreso al hogar se dicionar en parte las respuestas maternas, las que a su vez
hace menos problemático. La ausencia de ese primer vínculo inducirán otras respuestas en el niño, que a su turno,
en los prematuros tal vez explique el hecho de que es en esta etcétera. Estas idas y vueltas son difíciles de captar, dado que
categoría donde se encuentra el mayor porcentaje de niños escapan a la conciencia y no se aprehenden más que en sus
maltratados. efectos: los síntomas del niño las más de las veces. Pero, en
Cuando las madres se atreven a hablar, dicen, por ejem- esa relación circular, el Otro sigue siendo el que contiene "el
plo: "Necesité algunos días para darme cuenta de que era su fantasma de la omnipotencia", es "lo dicho primero que
madre, no es evidente", "No lo veía así", "No me enganché en decreta, legisla, aforiza, es oráculo" ,21 y el niño debe pasar por
seguida con él", etcétera. este sometimiento para llegar a ser él mismo sujeto.
Es extremadamente difícil poner en evidencia lo que Pero, ¿qué ocurre con el ser del niño al nacer?
ocurre en los intercambios precoces madre-lactante. Si apa-
recen desórdenes, se culpa a la madre o al niño. Un autor
como Soulé, 18 siguiendo a Kanner, piensa que un niño autista
puede volver loca a su madre. Cuando la psicosis a parece más El capital del niño
tardíamente, es corriente pensar que es la madre quien
provocó el trastorno. Esto es simplificar demasiado el proble-
ma. Recordemos lo que nos dice Lacan. Habla del "sujeto Está constituido por las características físicas y por todo lo
definido como el efecto del significante" y prosigue: que, en el devenir, está ligado a la herencia, a los genes. En
un primer momento, es la apariencia física la que cobra
Aquí, por cierto, los procesos deben articularse como circula- importancia: ¿el niño parece sano?, ¿entero? "¿No le falta
res entre el sujeto y el Otro: del sujeto llamado al Otro, al
sujeto de lo que él mismo ha visto aparecer en el campo del nada?", preguntan las madres. ¿Es lindo?, ¿"bien proporcio-
Otro, volviendo allí desde el Otro. Ese proceso es circular nado"? ¿El sexo responde o no a lo que esperaban los padres?
pero, a causa de su naturaleza, sin reciprocidad. Para ser Si es un lindo niño, con un buen peso, ya satisface a su gente y
circular, es disimétrico. 19 se le está agradecido. Si está mal formado, si es pequeño, sur-
ge de inmediato la pregunta: "¿De quién es laculpa?""Nofui
Es la "relación circular pero no obstante no recíproca" 20 que capaz de hacer un niño normal, hay algo malo en mí", piensa
Lacan menciona no sólo con respecto a la cadena significante la madre. "¿Por qué pasó esto, piensa el padre, yo no tengo
(proceso de alienación) sino también cuando se trata de la nada que ver?" "¿Hay casos semejantes en una de las dos fa-
separación, que es la pérdida original del objeto. Aquí inten- milias? ¿No sería mejor que muriera?", etcétera. Las reac-
taremos poner en evidencia ese proceso complejo de circula- ciones van a precipitarse y a poner en marcha unos compor-
ridad entre la madre y el niño en el cual aquélla no es sólo el tamientos en cadena: rechazo, sobreprotección, angustia,

56 57
r que provocan muy pronto manifestaciones somáticas en el
niño, manifestaciones que, a su vez, refuerzan las conductas
cio de un agravamiento del estado de su padre, tal VIl IU
muerte. El parto transcurre bien, pero la niñita parecía pooo
de los padres (circularidad). Señalemos aquí la importancia de dispuesta a vivir; se encontraba aparentemente en un estado
la intervención médica que puede, en estos casos, ser rápida- letárgico, durmiendo día y noche, no aceptando el alimento
mente benéfica o totalmente desestructurante, tomando la más que dos o tres veces cada 24 horas; a causa de ello, la
palabra del médico, en esos momentos de desconcierto, un leche de la madre se agotaba, por lo que empezaron a darle
valor de verdad absoluta, a menudo con una connotación mamaderas. Sin embargo, todos los exámenes eran norma-
profética. les. La madre pensaba que la niña había sufrido a causa de
El niño llega {> ~ mundo con una experiencia vivida, no es su propio sufrimiento, que había en ella vida pero también no
una arcilla informe, sorda, ciega, animada únicamente por vida. La pediatra, que conocía las cualidades de esta madre,
una vida vegetativa. Desde el sexto mes de gestación22 tuvo una actitud de confianza y sostén, y no intervino
escucha los sonidos, sobre todo las frecuencias graves (¿la voz médicamente sino que se contentó con vigilar a la recién
del padre?), distingue los sonidos del lenguaje de los no nacida sin manifestar demasiada inquietud. Aconsejó a la
lingüísticos, percibe la voz de la madre paralelamente a los madre que respetara esa actitud de "regresión", pero que
ruidos internos: respiración, gorgoteos intestinales. Puede aprovechara los raros momentos de vigilia para alimentar a
ya chuparse el pulgar y tragar el líquido amniótico. Hay un la niña y para hablarle mucho. Después de dos o tres meses
ritmo de vigilia y de sueño y sensaciones cenestésicas en sus la beba salió de ese estado de estancamiento y se desarrolló
movimientos y desplazamientos. Es acunado por el ritmo de de una manera completamente normal. Contrariamente a
los latidos cardíacos de la madre y se agita si éstos se todo lo que cabía esperar, el abuelo se curó. ¡Siente por esta
aceleran. Si su madre está estresada, también él sufre las nieta una ternura particular y pretende, provocando la risa
descargas de adrenalina, un gran ruido lo hace sobresaltar de la niña, que fue ella quien le salvó la vida!
y acelera su ritmo cardíaco. Si al nacer la niñita no hubiera encontrado una acogida
Hay observaciones que muestran que las experiencias que particularmente cálida y el deseo de que viviera, deseo de la
pudo sufrir en su vida intrauterina son susceptibles de dejar madre pero también del padre y de las dos familias, ¿no se
marcas al nacer. He aquí dos ejemplos, de los que puedo dar habría dejado deslizar hacia la muerte? ¿Qué consecuencias
testimonio personalmente. habría tenido una internación, con lo que implica de aisla-
miento, de multiplicación de los exámenes, de alimentarla
probablemente a la fuerza? ¿Habría salido entonces de su
torpor? ¿No habría ingresado en el autismo?
De los sufrimientos Un perjuicio físico con sufrimiento in utero puede marcar
antes del nacimiento a un sujeto con tanta más fuerza por el hecho de que nada de
ello aparecerá en la cadena significante.
Es el caso de Pierre, quien, en su infancia, sufría de
El padre de una joven embarazada estaba internado en un terrores nocturnos, en el transcurso de los cuales gritaba
estado muy grave, que dejaba pocas esperanzas de supervi- comprimiéndose la garganta con las dos manos. Su angustia
vencia. Al final de su embarazo, ella se sentía especialmente era tal que era preciso despertarlo con la mayor prontitud
angustiada, esperando a la vez la llegada del niño y el anun- para hacer que cesara esa pesadilla, de la cual sin embargo

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nada podía decir al despertar. La madre, que se analizaba, reconocimiento: a los seis días se vuelve hacia el hisopo
relacionó esta angustia de estrangulamiento y el hecho de impregnado con el olor de la madre, desechando los otros. La
que Pierre hubiera nacido con un doble círculo del cordón y comodidad de la forma de transportarlo y una temperatura
un nudo en éste, nudo que había hecho al evolucionar en un ambiente adaptada son importantes, dado que el niño ha
exceso de líquido amniótico (hidramnios). Al final del emba- perdido el contacto envolvente del líquido amniótico. Un
razo el niño ya no se movía, y la madre lo había creído muerto. recién nacido al que se pone desnudo en una habitación fría
De hecho, con cada movimiento el cordón umbilical no sólo le manifiesta signos de desazón evidentes, grita y se debate
apretaba el cuello sino que el estrechamiento del nudo echando los brazos hacia atrás.
provocaba una anoxia por paro circulatorio, de donde la Entre los primeros signos de reconocimiento, citemos la
angustia de una muerte real. La madre participó a Pierre de voz: la madre habla a su recién nacido. ¿Reconoce éste la voz
este descubrimiento; esto disminuyó en mucho el aspecto que percibió in utero? Después de algunos días de vida,
aterrorizador de sus pesadillas, la angustia se atenuó, pero
aun en la edad adulta subsiste una fragilidad en el nivel de reacciona ante la voz de su madre de una manera particular,
la garganta, con algunas preocupaciones hipocondríacas y esto en ausencia de toda otra fuente de información aparte
referidas a esta zona corporal. de la puramente auditiva ... A los cinco días, se chupa más el
No hay por lo tanto una ruptura tan fundamental como se pulgar si escucha la voz de su madre que si se trata de una
voz extraña. 23
creía entre las percepciones in utero y las que siguen al
nacimiento; al margen de la visión, se comprueba en ellas Pero el signo más importante de reconocimiento entre la
cierta continuidad. madre y el recién nacido es la mirada. Antaño se creía que los
recién nacidos eran ciegos; cuando las madres afirmaban que
los niños las miraban fJjamente desde el nacimiento, estas
observaciones eran puestas en la cuenta del "enceguecimien-
Los primeros días to" del amor materno. Las investigaciones recientes demues-
tran que en el recién nacido existe la visión:
El recién nacido está aquí; nena o varón, con pelo o sin él, Hay una fijación rudimentaria desde el primer día de vida,
rubio o morocho, silencioso o ya gritón, con los ojos abiertos que se hace estable al quinto [... ]. Un recién nacido puede
o cerrados; ¡la madre descubre por fin a ese huésped que la seguir con los ojos un estímulo a lo largo de un arco de 90°,
habitaba desde hacía meses! En general, después de un acompañar esta búsqueda ocular con una rotación conjunta
de la cabeza [... ]y suspender sus movimientos corporales. 24
primer contacto "pegajoso" sobre su vientre, no siempre
apreciado, mientras el cordón aún no está cortado, cuando la En consecuencia, la visión es posible, pero la mirada es una
madre puede estrechar contra sí al niño desnudo lo acaricia actividad de relación que sobreviene en grados diversos
con la punta de los dedos, le da el pecho que lame o del que según las madres y los niños. Algunas dicen haber experi-
a veces mama desde el primer momento; al abrazarlo, mentado el primer impulso de amor hacia su hijo cuando éste
percibe su olor. Al octavo día, el80% de las madres reconocen las miró con una atención sostenida.
por el olor la batita de su bebé. Una madre siempre está orgullosa de sorprender la mira-
También el recién nacido ha emprendido un trabajo de da de su recién nacido fija en ella; en efecto, su rostro es lo más

60 61
r atractivo que hay para el lactante: está cerca de él (el recién
nacido no se adapta a la lejanía), se mueve (un objeto en
En el momento de este primer encuentro del nifto con tl
mundo y con su madre, todas las aberturas de su cuerpo
están listas para recibir las informaciones, la nariz para
movimiento atrae muy especialmente su atención), emite
estimulaciones sonoras. Cuando la madre cree sorprender husmear los olores, la boca para tomar el pezón, los oídos
esa mirada sobre ella, la interpreta como un signo de recono- abiertos a los ruidos y a la voz, la mirada atraída por el rostro
cimiento, sobre todo si está acompañada por una sonrisa. que se inclina sobre él. En cuanto a la madre, manifiesta
Multiplica entonces los comentarios. Se siente reconocida paralelamente una primera apropiación del cuerpo de su hijo
como madre y esto refuerza su vínculo con el niño. A causa en el tacto, el olfateo, los besos, el acunamiento, la contem-
de ello, enriquece sus intercambios con él en los juegos y las plación. Este encuentro puede producirse en el placer o el
verbalizaciones, otras tantas conductas que estimulan las displacer y también puede no ocurrir en absoluto, por recha·
reacciones interesadas del niño, las que, a su vez, son zo masivo de la madre o a causa de una imposibilidad médica,
retomadas por la madre. prematuridad, malformación, enfermedad de la madre o del
Del mismo modo, puede haber evitación de la mirada. tJn bebé, por ejemplo.
investigador americano, Daniel Stern, 25 filmó a una madre Luego ese tiempo de descanso termina, las exigencias de
atendiendo a sus dos gemelos, de los cuales uno tenía la vida se reanudan, el niño debe ser alimentado.
perturbaciones en el desarrollo. Observó que entre ella y este
último la mirada era sistemáticamente evitada, sin poder
descubrir cuál de los dos inducía esta evitación, así como los
movimientos de retirada que la seguían. Pero el análisis del Alimentarse
film imagen por imagen mostró que, las más de las veces, era
la madre quien iniciaba el movimiento de retirada, sólo un
cuarto de segundo antes que el bebé. Otro autor americano26 Los descubrimientos de los últimos años sobre la extrema
hizo poco más o menos la misma observación en unos precocidad de las capacidades de percepción y de alerta del
mellizos, de los cuales uno se volvió autista. Este no inter- lactante han cambiado la aprehensión que se tenía del
cambiaba ninguna mirada con su madre a los t:res meses de mundo de la infancia; el bebé ya no es únicamente un tubo
edad, momento de la observación. digestivo, sino "una persona". A causa de ello, la oralidad, si
El interés, al que podría llamarse innato, del lactante por bien conserva toda su importancia, debe ser reconsiderada
el rostro humano es sorprendente cuando se lo puede poner en sus relaciones con otras funciones.
en evidencia, como lo hizo Brazelton. En ciertas condiciones, La pulsión oral se inscribe de entrada en el nivel de la
el recién nacido puede reproducir las mímicas del rostro que necesidad, ser alimentado. Si el hambre no se sacia, llegan el
tiene frente a él. En sus films, Brazelton entra en contacto sufrimiento y la muerte. Allí, el niño se encuentra en una
con un bebé, le habla, le saca la lengua, lo que el niño repite impotencia absoluta, en un estado de total dependencia del
en el acto. Estamos lejos de las observaciones de Spitz, para Otro que asegura su supervivencia. Esta dependencia existe
quien el rostro humano era percibido hacia los tres meses también en el plano motor; el pequeño humano tiene necesi-
(sonrisa del tercer mes) y el materno reconocido a los ocho, dad del adulto para sus desplazamientos, aunque sean
proviniendo la angustia del octavo mes de esta discrimina- mínimos. Si bien puede girar la cabeza, sin la asistencia del
ción entre un rostro extraño y el de la madre. 27 otro no puede mover el cuerpo para encontrar una posición

62 63
,..

confortable. Esta incapacidad motriz se debe a lo inacabado hacia la región torácica y la encrucijada aerodigestiva. La
de su sistema nervioso motor. La desproporción entre la primera percepción es el hambre y la primera expresión el
inmadurez del sistema nervioso de relación y el desarrollo grito. En el instante en que el hambre lo atenaza, ¿el niño no
extremadamente agudo de las capacidades perceptivas es es más que un vacío doloroso, un grito? Pero llega el alimento,
sorprendente, y merece una reflexión. Aunque al principio de y es el placer: placer de la succión y placer interno del har-
la vida los períodos de vigilia sean cortos, el recién nacido tazgo. En ese momento, el niño es esto: boca-pecho y plenitud
registra en esos momentos una increíble cantidad de infor- interna.
maciones. Volveremos a ello. Recordemos rápidamente el esquema neurológico del re-
Si está claro que el bebé humano es, por lo tanto, un ser cién nacido (esquema corporal). Su sistema nervioso motor
débil, desprovisto, que va a permanecer largo tiempo como central y periférico es aún muy inmaduro, los movimientos
tributario del Otro para satisfacer sus necesidades vitales, voluntarios extremadamente limitados. Las sensibilidades
también es un ser al acecho de todo lo que pasa a su alrededor, están muy disociadas, es decir que, en las exteroceptivas, el
que no se pierde nada de las idas y venidas de su entorno, que contacto es anterior al calor y al dolor (para la sensibilidad
escucha todo, los gritos, las disputas, las palabras intercam- cutánea existen tres haces diferentes: contacto, dolor y
biadas, las que le dirigen los adultos. Sufre su manipulación calor). En cuanto al sistema sensitivo interno, es predomi-
y observa las expresiones de sus rostros. Si no tuviera esas nante la sensibilidad interoceptiva, ligada al funcionamien-
solicitaciones a su alrededor, sería idiota. El Otro se convier- to interno, digestivo, cardíaco, respiratorio, mientras que la
te de por sí en el lugar primordial donde se incorpora la vida, sensibilidad profunda, músculos, huesos, postura, equili-
la demanda se impone sobre la necesidad y el deseo va a brio, no se desarrollará sino mucho más adelante. Es impor-
anudarse en él en la palabra. Los lugares, los agujeros de su tante subrayar esta predominancia de la sensibilidad inter-
cuerpo en donde se originan la necesidad y la demanda, boca, na, que ulteriormente va a borrarse.
ano, ojos, oídos, en lo sucesivo no funcionan más que en Después de la tensión del hambre viene el apaciguamien-
relación con los significantes del Otro. El cuerpo es atrapado to, tiempo de calma y de bienestar, en el que el niño debe
de entrada en la red relacional con el Otro, hecha de signos percibir su repleción gástrica, los movimientos intestinales
y significantes a descifrar. No hay que olvidar que la pulsión, de la digestión, asociados a sus latidos cardíacos y a la
si bien conserva su rostro silencioso, se expresa mediante la respiración. Ese cuerpo ahíto, seguro en los brazos de la
demanda, por lo tanto mediante significantes: SOD. ¿De qué madre o próximo al sueño, ¿permanece en la memoria como
manera se hace esta recuperación significante del cuerpo? recuerdo de plenitud, de bienestar... , de felicidad? ¿No es este
estado cercano al nirvana el que procura recuperar el toxicó-
mano en la droga? Pero el "principio del nirvana expresa la
tendencia de la pulsión de muerte", nos dice Freud en "El
De la necesidad al deseo problema económico del masoquismo" (1924), y el narcisismo
primario, que sería "anobjetal", corresponde tal vez a ese
estado mítico de completud perdido para siempre.
Desde el nacimiento hay una ruptura en el cuerpo del recién N o hay goce puro del funcionamiento de la vida. Si el recién
nacido, cuya central vital relacional, hasta entonces situada nacido parece pasar la mayor parte de su tiempo en un sueño
en medio del abdomen, en la zona umbilical, se desplaza reparador al que uno imagina muy dichoso, es porque

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!""""'"

afronta simultáneamente dos actividades agotadoras: en- ocultado la adopción. Se presentaban como débiles mentales
gordar (aumenta 1/100 de su peso por día) y vincular, que no podían aprender nada (no saber nada). Ahora bien, el
integrar las informaciones que se atropellan, se superponen, primer dibujo, en la primera sesión, demostró que su incons-
las provenientes del interior del cuerpo y las venidas del ciente sí sabía.
exterior. Como la experiencia de satisfacción de la alimenta- Por otra parte, ¿puede subestimarse, como lo hacen los
ción es concomitante de la presencia del Otro, lo que el recién autores, el rol del observador, aun cuando trate de hacerse
nacido advierte desde el primer día, todo sentimiento interno olvidar lo más posible? En esta simulación, aparece un poco
de displacer, hambre, dolor, es pasmos intestinales, etc., será como un voyeur que intenta penetrar algún secreto, a la
en un primer momento igualmente atribuido a este Otro; el manera del periodista de la película Blow up 28 que no deja de
Otro nutricio, bienhechor, tutelar, es al mismo tiempo el Otro escrutar unas fotos tomadas por casualidad, para encontrar
malo, peligroso. El recién nacido tendrá que descifrar esta en ellas un indicio que se sustrae sin cesar. ¡También aquí
madeja de datos múltiples y contradictorios para construir subsisten misterios! ¿Por qué, se preguntan esos investiga-
sus objetos y su imagen del cuerpo propio. dores con un asombro un poco ingenuo, el mismo comporta-
Continuemos también nosotros nuestra exploración de la miento observado en varias madres puede engendrar resul-
díada madre-hijo, con las idas y vueltas obligadas de uno a tados tan desemejantes en los niños? Algunos de ellos, más
otro. Sería tentador captarla como un todo, pero eso signifi- sagaces, evocan entonces la dimensión del inconsciente
caría olvidar que, por más circulares que sean, esas relacio- materno: inconsciente, "capacidad de ensoñación" de la madre,
nes siguen siendo perfectamente disimétricas. otros tantos elementos que escapan al ojo de la cámara.
En los estudios anglosajones referidos a las interacciones
precoces, las madres que amamantan o juegan con sus hijos
son largamente observadas, filmadas, registradas. Estas
películas son interesantes, pero dejan la curiosa impresión Presencia del Otro
de ser "anteriores al sonoro", no sólo por ser mudas sino
porque les falta algo del orden de la palabra. La relación del
niño con el lenguaje, en efecto, no está hecha únicamente de Si hablo de presencia, es claro que se trata de presencia real.
intercambios de onomatopeyas con la madre. El niño está Si el niñ.o está inscripto de entrada en un sistema significan-
sumergido en un universo de discursos. "Ello habla de él", te, si ello habla de él antes de que nazca, no es puro
como dice Lacan, ello habla mucho de él alrededor de él, y no significante, y tampoco puro cuerpo biológico. Procuramos
sólo el personaje nutricio; padre, hermanos, hermanas, abue- aquí delimitar la articulación de los dos. ¿Cómo se postula el
los están interesados en el recién llegado, y los comentarios Otro como presencia real y lugar del significante?
van a buen paso. También se puede olvidar su presencia y Volvamos a partir arbitrariamente del punto de vista de
decirlo todo delante de él: "Es tan pequeño, no puede enten- nuestro lactante. Tiene hambre. Grita. Ese grito hace apa-
der". Entonces se habla de todo, incluso de cosas que más recer a la madre y el alimento. Pronto cobra para el niño, por
tarde se le ocultarán. Es así como, en el análisis de los niños, lo tanto, valor de llamado, se vuelve significante. Pero ese
se encuentran con claridad en los dibujos, en los síntomas, significante está en manos del Otro, que da sentido al
esos secretos de familia que, "es seguro, nunca le fueron llamado: "¿Tienes frío? ¿Tienes hambre? ¿Quieres venir a
develados". Observé a dos niños a quienes se les había mis brazos? ... Eres mala", le dice la señora H* a Sylvie. En

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esta interpretación se trasluce el deseo inconsciente de la vómitos, anorexia, cólicos, diarreas, etcétera. El mericismo
madre. "Es del imaginario de la madre que va a depender la del niño es un síntoma que explica claramente esta carga de
estructurasubjetivadelniño", 29 dijoLacanen 1966. Yen otra la mucosa digestiva. El niño regurgita los alimentos absor-
parte: "El sujeto, in initio, comienza en el lugar del Otro, en bidos pero sin vomitarlos, los guarda en la boca, los mastica
cuanto allí surge el primer significante". 30 y vuelve a tragarlos. Puede suceder que vomite una parte, lo
El niño tiene una gran capacidad de adaptación a la que plantea problemas de desnutrición. Esta especie de
voluntad del Otro; se aviene a todo, a los horarios aberrantes, rumia se produce cuando está solo, y el componente "autoeró-
a los ritmos impuestos, al demasiado o demasiado poco tico" que se menciona a este respecto muestra con claridad
alimento. Sin embargo, si la interpretación de sus necesida- que el objeto puede ser tanto el pulgar que se chupa, que
des está demasiado distorsionada, si su satisfacción no es interesa únicamente a la zona bucal, como el bolo alimenti-
suficientemente relevada por la función simbólica, manifes- cio, que pasa y vuelve a pasar de la boca al estómago.
tará su intolerancia con el arma que tiene a su disposición: El placer oral está acompañado también por la voz de la
su cuerpo. Trastornos intestinales, regurgitaciones, trastor- madre, que el recién nacido reconoce al cabo del quinto día.
nos cutáneos, etc., serán su respuesta. Si es desbordado por La mímica y la mirada que acompañan a las palabras
la incoherencia y la perversión del Otro o es víctima de su también están presentes para sostenerlo en esta posición de
indiferencia, su respuesta podrá ser el autismo o la psicosis. interlocutor privilegiado.
Si las necesidades del cuerpo y la actividad fisiológica El lactante identifica muy pronto otros signos de la presen-
están atrapadas desde el principio en los significantes del cia del personaje nutricio y de su permanencia, por ejemplo
Otro, ¿cómo percibe el recién nacido los signos de la preseJ;lcia la manera en que la madre lo sostiene. Conocí a un bebé que
de ese Otro? ¿Cómo integra signos y significantes en la no aceptaba tomar la mamadera más que si deslizaba un
construcción de su propia imagen del cuerpo? brazo por la espalda del adulto que lo tenía. Su madre lo
El niño, en los brazos de su madre en el momento de había colocado así cuando le daba el pecho, y esta postura se
mamar, no quita los ojos del rostro materno, sobre todo si le había hecho necesaria para alimentarse.
aquélla lo mira. Al mes, este contacto visual alcanza un Lo que el recién nacido percibe como presencia del Otro
100%; disminuye después de los tres meses, dirigiendo ligado a sus actividades fisiológicas puede asumir un carác-
entonces el niño su mirada a quien pasa a su alrededor. ter insólito. Puede ser, por ejemplo, la máquina o el tubo por
En los brazos maternos, en el momento del placer intenso donde pasa su alimento, puede ser el equipo de asistencia
de la succión y la deglución, el recién nacido percibe, con el respiratoria del que el niño ya no puede prescindir. Algunas
gusto de la leche, el olor de la madre. Gusto y olor son observaciones de prematuros ponen en evidencia este fenó-
concomitantes, y se sitúan en la zona bucal y en la encruci- meno. Cuando el prematuro permanece mucho tiempo con
jada aerodigestiva. Este reconocimiento del olor de la madre asistencia respiratoria, se hace muy dificil suprimir el tubo
se logra muy pronto: adquirido desde el sexto día de vida, cuando la respiración podría ser normal. Ante las tentativas
desde entonces está ligado a la presencia materna y al placer de extubación, el niño reacciona mediante un comportamien-
de mamar. Pero no olvidemos que a él se asocia la percepción to de angustia: agitación, braquicardia (lentificación cardía-
de la saciedad gástrica. En efecto, la sensibilidad visceral es ca), hipoxemia (se pone cianótico); le resulta imposible gritar
muy viva en el recién nacido, y esto tal vez constituya un debido al aplastamiento de las cuerdas vocales por el tubo. Si
toque de atención para toda la patología de esta edad: entonces se repone la intubación sin conectar la ventilación

68 69
il

un lactante normal. La perspectiva de esta operación tras-


asistida, todo puede volver a estar en orden. La sola presen- tornó a los padres, la misma significaba sin duda que el niño
cia del tubo basta para tranquilizar al niño y permitirle una debía vivir, y sin una maquinaria demasiado pesada, pero les
respiración normal. La máquina, en ese caso, ¿no se coloca en costaba aceptar esa intervención mutiladora. Tal vez advir-
el lugar de una parte de su cuerpo, con un mínimo de tieron el rol decisivo que tenían que desempeñar en lo
inscripción en el Otro, pedazo de cuerpo a la vez separado y sucesivo. La madre empezó a ir todos los días a atenderlo y
"conectado" con el Otro? pidió que la operación de traqueotomía se difiriera. Se
planteó todo un trabajo de reconocimiento mutuo, e incluso
descubrió una manera de sostener al niño contra sí misma,
con la espalda bien calzada en su pecho, lo que aliviaba a
Corentin, el prematuro Corentin en el momento en que se le sacaba el tubo respira-
torio. Al principio, el malestar del niño era intenso, pero poco
a poco su sufrimiento se atenuó y se transformó en cólera, lo
La observación de un niño muy prematuro31 nos lo demues- que subyugó a su madre. Seis semanas después, pudo vivir
tra. Corentin nació a los seis meses de embarazo, con un peso sin máquina ... y sin traqueotomía: el Otro estaba allí y su
de 900 gramos. Por ello, su supervivencia dependía del buen cuerpo podía por fin inscribirse en ese Otro. Las partes de su
funcionamiento de un equipo complicado y de los cuidados cuerpo que no tenían ex-sistencia más que en lo real de la
intensivos de un personal altamente calificado. Sus padres máquina pudieron ser recuperadas en la relación significan-
atravesaban fases de esperanza y de desaliento, temiendo, te con la madre y en su deseo. Lo real pudo borrarse ante un
en especial, eventuales secuelas neurológicas de esta prema- mundo simbólico que se abría ante él.
turidad. Cuando Corentin adquirió un desarrollo suficiente La cuestión del borrado de lo real ligado al nacimiento del
y la autonomía de sus funciones vitales, el equipo que lo objeto y el sujeto será retomada cuando abordemos la psico-
asistía advirtió que era imposible suprimir el aparato. Cada sis. La historia deCoren tin y su tubo puede evocar otros casos
tentativa de extubación, que provocaba los trastornos vitales en los que el cuerpo no simbolizable encuentra su existencia
que mencioné antes, terminaba en un fracaso, lo que tuvo por en una máquina. Ya en 1919TauskescribíaDelagénesisdel
efecto "desmotivar" a las personas que se ocupaban de él. "aparato de influir" en el curso de la esquizofrenia32 y, más
Estas interpretaban la actitud de Corentin como una nega- recientemente, B. Bettelheim, con el caso de Joe, nos da un
tiva a vivir, y respondían a ello mediante un "abandono". ejemplo típico de lo que es el cuerpo máquina en la psicosis. 33
Los mismos padres iban cada vez menos a verlo. Corentin Antes de examinar más precisamente el impacto del
parecía mantenerse vivo exclusivamente a través de las significante sobre el cuerpo del niño, demorémonos un poco
máquinas, a la manera de un ser robotizado. Fue entonces más en la problemática de los objetos, en el sentido de objetos
cuando el médico jefe del servicio pensó que la situación no a de Lacan: pecho, heces, voz, mirada, etc. (Lacan menciona
podía seguir así. Convocó a los padres para exponerles el otros con respecto a la pulsión). 34 Se imponen observaciones,
problema; contemplaba la posibilidad de practicar una tra- y sigue habiendo preguntas en cuanto al vínculo que se
queotomía para introducir una asistencia respiratoria per- establece muy pronto entre varios de esos objetos. Desde
manente, operación que permitiría al niño llevar una vida hace mucho tiempo Fran~oise Dolto hizo hincapié sobre las
más normal y que la crianza fuera posible. Corentin podría imágenes del cuerpo a las que llama olfativa, táctil, oral,
salir de la cama, ser alimentado, acunado, manipulado como

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70
anal, etc. Ella fue la primera en comunicar observaciones de cuenta del "montaje de la pulsión [... ] en el sentido en que se
recién nacidos que sorprendieron mucho en su momento: por habla de montaje en un collage surrealista''. 36
ejemplo, la de un lactante que se dejaba morir de hambre La experiencia primordial de satisfacción, por lo tanto, no
después de la partida de su madre. F. Dolto aconsejó entonces queda aislada, está ligada a otras percepciones, y se introdu-
envolver las mamaderas con ropa interior de la madre, y el ce una red que se fija de manera definitiva. Mamar es un acto
niño volvió a alimentarse. Concluyó de ello que que se repite de cinco a siete veces por día durante los
primeros meses, pero no representa la experiencia relacional
el narcisismo fundamental del sujeto está enraizado en las exclusiva del lactante. Los períodos de vigilia se hacen cada
primeras relaciones repetitivas que acompañan al mismo vez más largos y se multiplican las oportunidades de inter-
tiempo a la respiración, la satisfacción de las necesidades
nutritivas y la satisfacción de deseos parciales olfativos, cambios con el entorno, aseos, cambiadas,juegos, en el curso
auditivos, visuales, táctiles, que ilustran la comunicación de de los cuales circula la palabra.
psiquismo a psiquismo del sujeto-bebé con el sujeto-su- Es con respecto a estas actividades de cuidado materno
madre.35 que vamos a ver cómo la madre imprime en el cuerpo de su
hijo la marca de su deseo y cómo, a partir de esas marcas, el
A los cinco días, sin embargo, es dificil pensar que el Otro niño va a desprenderse de su estatuto de objeto librado al
tenga una existencia muy establecida: los vínculos "de psi- goce del Otro y, mediante cortes sucesivos, a construir sus
quismo a psiquismo" no están sino débilmente constituidos. El propios objetos. En consecuencia, volvamos una vez más a la
comportamiento del recién nacido hace aparecer como mucho madre.
más notable la necesidad primera de una asociación, de un
doble punto de referencia, y la importancia para el niño de
encontrar los mismos signos: proceso, por lo tanto, de co-
nexión y repetición. El vínculo que se constituye entre por lo El niño en la economía pulsional
menos dos percepciones y la necesidad de verificar su perma- del Otro
nencia, ¿conforman el mínimo indispensable para fundar la
existencia del Otro y, por eso mismo, la del sujeto? El hecho
de que la necesidad oral no pueda satisfacerse sino retomada, No hay ninguna necesidad de ir muy lejos en un análisis de
ya desplazada, asociada a otros indicios de la presencia del adultos, basta con ser médico de niños para conocer ese
Otro, muestra que el ciclo de las sustituciones y los despla- elemento que da peso clínico a cada uno de los casos que
zamientos se instaura desde el nacimiento. ¿Esta conexión tenemos que manejar y que se llama pulsión. 37
inicial alrededor de la oralidad vendría a taponar desde el
principio el acto de devoración, como si el primer objeto, el En el Seminario XI, Lacan retoma el concepto freudiano de
objeto oral, estuviera ya perdido antes de existir? Pero no pulsión (nos mantenemos en el marco de las pulsiones
hay objeto primero, hay, desde el origen, unos objetos, que se parciales) con sus cuatro términos: Drang, el empuje, Quelle,
organizan en red o en serie a partir del cuerpo de la madre, la fuente, Objekt, el objeto, y Ziel, la meta. Los articula
indicios de su presencia, exponentes de su deseo. La hetero- poniendo al frente su disyunción y el lugar del objeto, para él
geneidad de esos objetos y el azar de su conexión tal vez den el objeto a: "La pulsión da la vuelta, lo que debe tomarse aquí
con la ambigüedad que le da la lengua francesa, a la vez turn,

72 73
...
de donde parte el circuito que envuelve al objeto a para volver
límite alrededor del cual se gira, y trick, juego de escamo- a formar su rizo sobre ese mismo borde, y esto en un goce que
teo".38 Lacan insiste mucho sobre el carácter circular del no puede mencionarse. En efecto, si bien la pulsión se
recorrido de la pulsión y sobre "la ida y vuelta donde se articula sobre la demanda~ OD, por lo tanto sobre la palabra,
estructura". 39 La fuente es la zona erógena sobre la cual conserva su cara silenciosa. ¿No habla Freud del silencio de
se riza el circuito. En resumen, las pulsiones?
En los primeros contactos madre-lactante, hemos visto la
esta estructura fundamental [.. .] es algo que sale de un borde, importancia de la relación de los cuerpos. ¿No sería esta
que duplica su estructura cerrada, siguiendo un trayecto que prevalencia pulsional responsable del silencio que rodea los
da la vuelta y cuya consistencia no asegura ninguna otra cosa primeros instantes, y de la incapacidad de dar cuenta de él
sino el objeto, en calidad de algo que debe ser rodeado. 40
con palabras? Freud fue el primero en atreverse a evocar en
Es este objeto el que nos interesa más particularmente términos claros el placer que la madre experimenta en los
cuidados que da a su hijo:
aquí, este objeto que
Las relaciones del niño con las personas que lo cuidan son
de hecho no es más que la presencia de un hueco, de un vacío para él una fuente continua de excitaciones y satisfacciones
cuya instancia no conocemos sino bajo la forma del objeto a. sexuales que parten de las zonas erógenas. Y ello tanto más
El objeto a no es el origen de la pulsión oral. No es introducido por el hecho de que la persona encargada de los cuidados (en
en calidad del primitivo alimento, lo es por el hecho de que general la madre) testimonia al niño sentimientos que deri-
ningún alimento satisfará nunca la pulsión oral, si no es van de su propia vida sexual, lo abraza, lo acuna, lo considera
rodeando el objeto eternamente faltante. 41 sin duda alguna como el sustituto de un objeto sexual
completo [... ]. La pulsión sexual, lo sabemos, no es desperta-
El objeto a, objeto perdido, faltante, es aquello alrededor de da solamente por la excitación de la zona genital. 43
lo cual gira la pulsión.
¿De qué manera llega el niño a este lugar? En la pulsión, El cuerpo del niño in utero puede ser sentido como frag-
Trieb, estamos lo más cerca del cuerpo; los términos mismos mento del cuerpo propio de la madre con el mismo derecho
de zona erógena, empuje, satisfacción dan cuenta de ello. que uno de sus órganos. Las manifestaciones histéricas y
Ahora bien, "Que haya algo que funda el ser, y será segura- psicosomáticas del embarazo lo atestiguan. Separado del
mente el cuerpo". 42 Las dos tópicas freudianas, con la distin- cuerpo de la madre, "resto" de un encuentro sexual, su
ción del inconsciente y el ello, son retomadas por Lacan, que impotencia, su indigencia hacen de él el modelo del objeto
acentúa su disparidad postulando en un primer momento: más próximo narcisisticamente, al menos por un tiempo.
"El inconsciente está estructurado como un lenguaje" y En la imagen del niño prendido al pecho, Freud lo subraya,
haciendo del sujeto el f/J de la cadena significante, mientras la voluptuosidad está, en general, del lado del niño:
que, en la continuación de su enseñanza, pone más el acento
sobre la dialéctica del deseo y hace del objeto a una referencia Cuando se ha visto al niño saciado abandonar el pecho, volver
esencial. Este objeto condensa lo que hay del goce, concepto a caer en brazos de su madre y, con las mejillas rojas y una
sonrisa dichosa, dormirse, no se puede dejar de decir que esta
que debe entenderse en oposición al placer, éste siempre imagen sigue siendo el modelo y la expresión de la satisfac-
ligado a lo prohibido y a la ley. Con la pulsión estamos lo más ción sexual que conocerá más adelante. 44
cerca del cuerpo, puesto que las zonas erógenas son el borde

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74
La voluptuosidad de la madre rara vez se menciona. Es directamente la pulsión oral: esta boca ávida que, de cinco a
cierto que para una madre es dificil hablar de ese algo siete veces por día, la conmina a dar el alimento puede darle
perturbador que experimenta en la comunicación de cuerpo el sentimiento de ser acaparada, absorbida, de "hacerse
a cuerpo con el niño. Una de ellas me decía que siempre la manducar'' por ese pequeño vampiro. Pero al vampiro mismo
sorprendía sentir una subida de la leche cuando escuchaba le concierne de otra manera la devoración: se defiende todo lo
los gritos de su lactante. El pezón es una zona fuertemente que puede de creer que se come a su madre -el objeto a
erógena y la succión del bebé puede procurar un placer separador es el garante de ello-, pero no por eso la angustia
intenso, que a veces llega hasta el orgasmo. ¿Es "confesable"? de devoración está siempre menos pronta a surgir con los
En primer lugar, la madre puede sentirse sorprendida, luego fantasmas que la acompañan.
inquieta o culpable; en todos los casos, se guarda bien de Esas bocas que se tienden hacia él para "devorarlo" a besos
hablar de ello. En ocasiones interrumpe el amamantamiento no son forzosamente tranquilizadoras. Los pintores que han
para poner fin a esta incongruencia. Entre un hombre que representado a la Virgen con el niño a menudo mostraron la
quiere retomar la vida sexual y gozar de su cuerpo y un bebé actitud de retirada de éste, la distancia que intenta poner con
que se alimenta de la misma fuente, puede sentirse presio- respecto al cuerpo materno, como si se defendiera de una
nada a hacer una elección. proximidad demasiado grande.
¿Cómo está atrapado el niño en este bucle de las pulsiones La pulsión oral es también ese placer, esa excitación que
maternas? Recordemos que en todo ser hablante existe, por el niño percibe cuando se presta a los juegos de acercamiento
estructura, una pulsión preponderante -de la que la psicolo- y retirada en los que el Otro simula devorarlo. La expresión
gía dedujo los tipos de carácter oral, anal, narcisista, fálico, de su rostro, su mohín, muestran que está entonces a medio
etc.- y que esta pulsión dominante entra en la composición camino entre las lágrimas y la risa; si se ríe, es porque pudo
del fantasma fundamental. superar su angustia. Los niños más grandes sienten gran
placer ante el juego del "¿Lobo estás?", con la espera excitan-
te de la aparición del lobo que va a arrojarse sobre ellos para
comerlos. Por otra parte, muchos cuentos infantiles retoman
La pulsión oral estos temas de la devoración.
y la pulsión anal del Otro Las secuencias de juego erotizado con el adulto velan lo
real de la devoración, y lo reintroducen en lo pulsional para
hacer de ello goce. Los relatos para niños vuelven a colocar
Vayamos a la pulsión oral. ¿Qué es? Se habla de los fantas- las pulsiones en un imaginario colectivo y, también allí,
mas de devoración, hacerse manducar. En efecto, cada uno hacen surgir un goce que a menudo se mantiene muy
lo sabe, está verdaderamente allí, confinando con todas las próximo a la angustia. El lenguaje aporta a ello una dimen-
resonancias del masoquismo, el término otrificado de la sión complementaria: permite el develamiento pulsional al
pulsión oral. ¿Pero por qué no poner las cosas entre la espada
y la pared? Puesto que nos referimos al lactante ante el
mismo tiempo que lo contiene gracias a la ritualización del
pecho, y como la crianza es la succión, digamos que la pulsión relato mediante el empleo de locuciones tales como "Erase
oral es el hacerse chupar, es el vampiro''. 45 una vez", la utilización del pretérito indefinido, poco usado en
la vida corriente, etcétera.
A la madre, con su recién nacido, no puede no incumbirle A partir de la pura necesidad vital de alimentarse, el niño

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va a construir, por lo tanto, un mundo imaginarlo, donde se las madres tomaban esas prescripciones al pie de la letra. En
reencuentran las huellas de la carga pulsional de la madre. la actualidad, la alimentación se hace más bien a la carta,
Para la señora If, las dificultades alimentarias de Sylvje según el peso, el gusto y el apetito del niño.
adquirieron de entrada una connotación peyorativa en rela- Cuando se trata de los más pequeños, es raro que la madre
ción con su propia problemática oral, dado que su bulimia de exija un control de la función de excreción, si bien aún se las
adolescente seguida de una descarga brutal y masiva del ve poner a sus lactantes en la escupidera a horas regulares.
alimento no son sino graves manifestaciones de angustia de La zona anal es una parte del cuerpo del bebé muy investida
expresión oral. Y revivió esta fijación oral con Sylvie. por la madre; ésta se preocupa del número y la cantidad de
Cada madre, por lo tanto, va a dar a sus cuidados maternos las deposiciones, del estado de las nalgas, y las cambiadas
un estilo en relación con su propia dominante pulsiomd y los que siguen al amamantamiento son la ocasión de manipula-
fantasmas que la acompañan. Una madre que pone en ciones del cuerpo: se lo lava, entalca, perfuma, viste. No
primer plano la relación de alimentación, por ejemplo, estará faltan los comentarios. (Este interés se reencuentra en la
particularmente ansiosa si tiene un bebé que come poco. abundancia de avisos publicitarios sobre marcas de paña-
Fr~nte a las mamaderas tomadas por la mitad se sentirá una les.) La preponderancia de la pulsión anal en la madre
mala madre nutricia; inquieta, multiplicará las comidas, lo provoca una erogenización de la función de excreción del
que aumenta las regurgitaciones, las que, a su vez, van a niño. Ahora bien, el recorrido del bolo alimenticio es más
reforzar su angustia y a provocar actitudes de atiborrarnien- percibido en el lactante que en el adulto. Por ello, toda carga
to. frente a un niño menudo, sin apetito, que "verdadera- privilegiada del Otro sobre esta zona inducirá una respuesta
mente no le hace honor", tendrá conductas de rechazo, no anatómica y fisiológica directa. Pude comprobar la inmedia-
entenderá: "¿Por qué hace eso?" Y a partir del "Come, tez de esta respuesta en un intercambio entre una madre y
entonces ... para darme el gusto, un bocado para papá, mamá, su hija de tres años. Esta no dejaba de reclamar chocolate, lo
etc.", el niño se volverá anoréxico y soñará con alimentarse que le ocasionó esta observación: ''Ya basta, si comes dema-
de la nada. siado te dolerá la panza y no podrás hacer más caca". Tras lo
A la inversa, algunos niños glotones, bulímicos, insacia- cual la niña se precipitó a la escupidera y volvió con la misma
bles, pueden angustiar a una madre "poco dada a la comida", rapidez a llevársela a su madre, mostrando en su interior un
más atraída por los intercambios lúdicros o de lenguaje con lindo excremento.
su lactante, que a causa de ello experimentará una decep- Tuve en análisis a una niña de diez años que presentaba
ción: "No piensa más que en comer. ¿Qué es lo que le falta graves trastornos del tránsito intestinal. Había sufrido va-
para que reclame todo el tiempo? ¿Hay que ponerlo a racio- rias resecciones del colon, luego de episodios oclusivos que se
namiento?" Estas madres, a menudo ex anoréxicas, repri- atribuían a una longitud excesiva del mismo. Me la había
men a veces sádicamente la succión del pulgar. enviado el cirujano, que se negaba a intervenir en lo sucesivo.
Con frecuencia, las madres perciben un peligro en dejarse En efecto, periódicamente la niña era llevada con urgencia a
llevar por sus apreciaciones personales para alimentar al su servicio a causa de "episodios oclusivos" extremadamente
niño, por lo que se remiten al saber médico y dejan que el dramatizados. La puesta en observación demostró que no se
pediatra decida por ellas. Cuando los médicos daban regíme- trataba más que de un estreñimiento pertinaz. Estas crisis
nes uniformes para las diferentes edades del niño, los riesgos de bloqueo del tránsito intestinal daban lugar a grandes
de trastornos alimentarios eran tanto más grandes cuando escenas familiares: niña que aullaba de dolor, padre y madre

78 79
,..
en vela toda la noche practicando baños calientes y otras La historia de Lucie
manipulaciones para que "¡la caca salga de una vez!" En
análisis, el síntoma de la niña reveló ser una puesta al día
de la estructura de la madre, gran obsesiva preocupada, He aquí otra observación. Lucie había nacido con una luxa-
desde el nacimiento de su hija, por esa caca "que ya no quería ción congénita de la cadera. Esta malformación requirió una
entregar. Supositorios, termómetro en el trasero, ¡todo era internación de 18 días a la edad de cinco meses, en las
inútil!" En sus dibujos, la niña representaba sus intestinos condiciones de incomodidad que le son inherentes: cuerpo
como un cordón umbilical que la unía a la madre. Con el inmovilizado sobre la espalda, piernas separadas, manteni-
análisis, los síntomas orgánicos desaparecieron con bastante das en tracción. La madre estuvo muy atenta a que la niña
rapidez, pero el trabajo de readecuación estructural fue no sufriera a causa de la internación: se quedaba junto a ella
largo, tanto por el lado de la madre como por el de la niña. prácticamente durante todo el día, garantizando los cuida-
Cuando la madre presta un interés particular a una parte dos y la alimentación y jugando con ella para distraerla de
del cuerpo del niño con el goce asociado a él, marca para esa inmovilidad obligada. El tratamiento se prolongó duran-
siempre con su sello esa zona corporal. Así, Lacan nos te cuatro meses mediante un yeso que iba desde la cintura a
recuerda que la noción de cuerpo fragmentado designa antes los pies y luego con un entablillado noche y día, por otros dos.
que nada una fragmentación libidinal: Cuando éste se suprimió durante el día para volver a
ponérselo a la noche, la actitud de Lucie sorprendió mucho a
El psicoanálisis implica, desde luego, lo real del cuerpo y de sus allegados. Si bien parecía feliz de mover las piernas y de
lo imaginario de su esquema mental. Pero, para reconocer en patalear libremente de día, cuando, en el momento de
él su alcance en la perspectiva que se funda en el desarrollo, acostarse, su madre llegaba con el entablillado en la mano,
en primer lugar es preciso reparar en que las integraciones
más o menos parcelarias que parecen constituir su ordena- manifestaba una alegría extrema y se ponía de inmediato en
miento funcionan allí, antes que nada, como los elementos de posición de ser atada e inmovilizada. Cuando Lucie veía
una heráldica, de un blasón del cuerpo. Como queda confir- aparecer a su madre con el objeto que, durante meses, había
mado en el uso que se hace de ello para leer los dibujos simbolizado las marcas del amor que ésta le había prodigado,
infantiles. 46 no podía sino manifestar alegría y una excitación feliz ante
ese reencuentro. Ese objeto bárbaro, pero objeto mediador
En los primeros dibujos se encuentra a menudo, en una entre las dos, investido de toda una experiencia vivida en
forma identificable, la zona corporal particularmente inves- conjunto, perdió poco a poco su interés frente a las múltiples
tida y erotizada en la relación con el Otro. solicitaciones del mundo exterior.
En el caso antes mencionado, los intestinos estaban ins- Por lo demás, algunos pequeños hechos anexos vienen a
criptos de entrada como el vínculo que unía a la niña con su apuntalar esta observación.
madre. También he visto a la cabellera representar ese La hermana de Lucie, dos años mayor que ella, tuvo
mismo papel de enlace con el Otro, en los dibujos de una niña durante el período de cuidados dados a su hermanita "proble-
que exhibía una alopecía que producía calvicie. Esta niña, mas" muy dolorosos en sus pies: ¿eczema, micosis? El diag-
que tenía una cabeza perfectamente calva, se representaba nóstico fue vago. Esas lesiones desaparecieron cuando Lucie
con una bella cabellera retorcida que constituía un puente no tuvo que recibir más cuidados. Sucedía que esta hermana
entre ella y su madre. dibujaba niños con grandes cabezas, cuerpos minúsculos y

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sin piernas. Ante el asombro que suscitaban estas represen- rugiente lo hace llorar, dulce y "ac.ariciador" lo tranquiliza y
taciones, respondía: "Para las mamás es mucho mejor tener adormece. Agreguemos que los lactantes captan perfecta-
hijos sin piernas". En cuanto a Lucie, a los tres años conserva mente la diferencia entre la voz femenina y la masculina.
un interés completamente específico por los zapatos de los Voz y mirada, nos dice Lacan, son los dos objetos que
adultos. Pasea en su cochecito de muñecas las botas de su atañen más específicamente al deseo, estando el pecho y las
padre o las chinelas de su madre, usando en sus pies los heces implicados más bien en la demanda. ¿Es este orden
zapatqs -d,e sus hermanas mayores. más elevado el que hace que la voz de por sí pueda ser puro
Estas observaciones, que pueden parecer triviales, mues- goce? Los aficionados al canto y a la ópera carecen de
tran en qué medida el interés privilegiado que la madre palabras para hablar de su pasión. Tomé nota, en una revista
prestó a una parte del cuerpo del niño, aquí las piernas, lo de música, de una entrevista a la actriz Marie-Christine
marca de manera indeleble. De esta carga corporal el niño Barrault, que expresa así este goce:
puede hacer que nazca un objeto que va a ingresar en un ciclo
de desplazamientos y sustituciones. La imagen inconsciente Mis grandes emociones en la ópera son las voces de las
JD.ujeres. Creo que en la voz hay algo femenino, algo profun-
del cuerpo libidinal se mantiene relativamente estable, damente carnal, sensual, algo de un abandono que corres-
mientras que el objeto prosigue su camino, vistiéndose de ponde al goce femenino. Es lo que a menudo me procura la
fantasma, deslizándose en el deseo. Los zapatos, aquí, po- sensación de experimentar una ópera más que de escucharla,
drían ser el preludio a un objeto fetiche. Para Lucie, sus es decir no sólo entenderla con la cabeza sino también con los
piernas, sus pies son lo que tiene de más precioso, los rodea oídos, con la piel, con los pies, como si fuera porosa, como si
con pulseras, collares, se complace en hacerlos desapa:r;ecer me abriera por todas partes, en un estado de goce completa-
en las botas de su padre. Corre y se mueve con mucha mente ffsico que inunda el cuerpo entero. Es allí donde la
agilidad, habida cuenta de sus antecedentes. Si, más adelan- escucha se reúne con el acto de cantar, en esta apertura a un
te, se convirtiera en bailarina, bien podría ser que ignorara flujo, a un transmitir, a un experimentar [... ]. 47
el porqué de su vocación.
Esta voz, que penetra por el oído sin que uno pueda
protegerse de ella, puede convertirse en persecutoria. De
hecho, las alucinaciones auditivas son más frecuentes que
La voz y la mirada del Otro las visuales o cenestésicas. Los psicóticos, que en su mayor
parte hoy en día reciben quimioterapia, hablan poco de sus
alucinaciones. Sin embargo, es posible deducirlas de ciertas
A los gritos del niño responde la voz de la madre, voz que actitudes de escucha, la mano sobre el oído, labios que se
habla, voz que canta, portadora de significantes. Pero los mueven. Ante la pregunta: "¿Qué escucha allí?", sucede que
significantes no van a cobrar sentido más que con posterio- el paciente responde con el relato de fenómenos alucinato-
ridad. Esta retroacción caracteriza precisamente a la cadena rios, que oculta habitualmente a sus allegados y a menudo
al psiquiatra.
significante. Sería abusivo pensar que el recién nacido "com-
prende" lo que se le dice. Si bien es cierto que las palabras se Sylvie era perseguida por las voces que salían de los
inscriben en su memoria desde el primer instante de la vida, aparatos de radio, de televisión, etc. Después de haber estado
no obstante no escucha más que un tono de voz: colérico y aterrorizada, anonadada por la voz colérica del adulto que le

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ordenaba que comiera, exigía volver a experimentar la la madre, varias veces por día, untaba con pomadas de
sensación de penetración: "Ponte furiosa, le decía a su madre, diversos colores.
con una verdadera furia, más fuerte". En otros mamen tos, in- Desde las primeras sesiones del análisis Paul-Marie se
tentaba protegerse de la intrusión del mundo exterior tapán- puso a dibujar, en un estado de gran excitación, volcanes
dose los oídos, cerrando los ojos y apretando las mandíbulas. cuyos chorros de lava multicolor se difundían en torno. Lo
Si de por sí la voz puede ser objeto de goce, la mirada, en apasionaban las "erupciones" volcánicas, de las que no
cuanto objeto de la pulsión escópica, entra en general en las ignoraba nada. Estaba también fascinado por las piedras
estructuras más complejas, tales como el fantasma, el reco- preciosas y contaba la historia de personas que, a la noche,
nocimiento en el espejo, con el narcisismo y las identificacio- ocultaban sus joyas en la casa y las exponían sobre el techo
nes yoicas que se derivan de ello. La mirada nos conduce durante el día, ¡para mostrar cuán ricas eran! La mayoría de
también al camino del goce estético. las veces se trataba de rubíes y esmeraldas. Yo pensaba
Estas cuestiones serán abordadas en un capítulo ulterior, entonces en las placas eruptivas coloradas de su rostro y su
pero informaremos aquí de una observación en la que la cuello, que exhibía con un placer evidente. El eczema se borró
pulsión escópica de la madre va a marcar directamente el desde la tercera sesión, cuando decidió (no daré aquí los
cuerpo del niño, bajo la forma de una enfermedad de la piel. detalles de esa decisión) que de ahí en más él mismo se
untaría con la pomada, cosa pensable porque se la aplicaba
a su hamster, curiosamente también atacado de eczema. La
madre sufrió mucho por ser inútil en lo sucesivo:" ¿Entonces
Paul-Marie y su eczema ahora me toca a mí escamotearme?", me dijo, e hizo una
ciática que la inmovilizó durante algunas semanas, exacta-
mente igual que en los comienzos de su embarazo. Paul-
Este chico de ocho años me había sido derivado por un Marie y su padre se ocuparon de las tareas de la casa con una
dermatólogo a causa de un eczema importante, tratado sin alegría y una complicidad que asombraron a la madre. Pero
grandes resultados desde hacía años. Hijo único, Paul-Marie la calidad de ésta fue el factor que permitió al niño revisar su
sabía que seguiría siéndolo: embarazo tardío, deseado apa- posición libidinal y perder su síntoma. Desde las primeras
sionadamente por la madre que estuvo paralizada por una sesiones se había iniciado en ella un trabajo de duelo, y fue
ciática desde el primer mes, embarazo rechazado por el en su cuerpo mismo donde vivió esta castración. Al mostrarle
padre, poco dispuesto por razones personales a cargar con un a su hijo que renunciaba a guardarlo como su objeto, su
rol paterno. Para no molestar a su marido con este bebé que "piedra preciosa", supo designarle la vía de su deseo.
manifestaba su presencia un poco demasiado ruidosamente, La pulsión escópica, el goce del ver en la madre, habían
la mujer "lo escamoteó" (es su expresión) lo mejor que pudo, inducido en el niño, en lugar de a, un hacer ver y un hacer
disimulándolo lo más posible ante un padre que tenía interés tocar, el eczema. Mirada y tacto estaban asociados, por lo
en conservar su tranquilidad. Si Paul-Marie estaba disimu- demás, en una pesadilla repetitiva:
lado a la mirada paterna, la madre, en cambio, no se cansaba
de contemplarlo, de admirarlo. La mayoría de las veces lo Un pulpo gigante, enorme, sobre el techo de la casa de en
tenía junto a ella, para "aprovecharlo al máximo". El eczema frente ... con ojos grandes como un placard (!). Tiene ocho
justificó un interés renovado en ese cuerpo "precioso" al que brazos, ocho tentáculos, dos hileras de ventosas para atrapar

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a las presas, en sus "dedos" hay veneno y hasta puede
pellizcar... ese veneno se libera en el mar para hacer minús- los hongos venenosos, pero, me dice, "no me sentiré apasio-
culas mareas negras ... nado por ser «ginecologista»". A mi pregunta sobre ese
"ginecologista", contesta: "son los que buscan saber si uno
Esos brazos venenosos que atrapan a su presa y la pellizcan tiene eczema, saber si uno es ansioso y sentimental". ¿Es una
dejan huellas. En cuanto a los ojos, Paul-Marie se vaciará alusión al ideal del yo del analista? En ese "ginecologista"
uno: un accidente, dijo la madre. Tranquilamente sentado escuché la con tracción de ginecólogo y psicoanalista, pero no
junto a ella en un sillón, puso con la misma calma el cañón dijo nada más sobre ello. En cambio, ¿no coincide su defini-
de un revólver de juguete sobre su ojo y disparó. Conserva de ción del analista con la del sujeto supuesto saber, el que
ello una cicatriz blanca y una pérdida casi completa de la "busca saber si uno tiene eczema, saber si uno es sentimen-
agudeza visual de ese lado. tal"? ¿Y no hace falta sentir pasión por este oficio para
Cuando el síntoma se borró, advertí en su análisis una desempeñarlo? ¿Qué deseo sostiene una pasión semejante?
gran eflorescencia fantasmática. El objeto mirada estaba
siempre allí, pero velado en argumentos en los que venía a
colocarse el significante fálico, como aquel en el que un
fantasma negro con ojos fosforescentes se lleva a su bien ama-
La pulsión sadomasoquista
del Otro
da después de múltiples peripecias. Paul-Marie fabricó un
fantasma de yeso que saca de su bolsillo: en las fosas
orbiculares aparece y desaparece la luz de una bombita
eléctrica que puso en el interior. El cuchillo con el ·cual El sadomasoquismo es un término comodín que recubre
cortaba las rocas que tenían piedras preciosas se va a varias realidades y del que se apoderó el lenguaje corriente,
contribuyendo a la confusión.
convertir en "mágico" y servirá para múltiples usos, como
cortar en dos una mariposa que se revelará macho de un lado Habría motivos para distinguir lo que corresponde a la
y hembra del otro (su doble nombre de pila). Una bola de pulsión, al fantasma y a la perversión sadomasoquistas. En
plastilina y el cuchillo van a ser los protagonistas de aventu- su Seminario sobre "La angustia", Lacan subraya el carácter
ras increíbles, por ejemplo: "La bola se manduca a los absolutamente "heterogéneo" del masoquismo y, a este
fantasmas glotones para no dejar más que sus ojos. Se hace respecto, habla de "masoquismo femenino, masoquismo
«corta~ por el cuchillo, lo que sin embargo no la descorazo-
erógeno y masoquismo moral". 48
na", etcétera. El femenino y el masculino bailan su ronda. En la relación del adulto con el niño, ciñámonos por el
A través de los relatos que Paul-Marie introduce en el momento a la pulsión y al fantasma, reservando para más
análisis, se produce toda una revisión fantasmática de los adelante una reflexión sobre la perversión a propósito de
Sylvie.
elementos primitivos, en. un montaje que Lacan califica de
surrealista. Pero, paralelamente, puede apreciarse el impac- La pulsión propiamente dicha, con su carácter "acéfalo",
to de lo pulsional sobre las funciones yoicas. Paul-Marie se está, en el caso del sadomasoquismo, más cerca del actuar
interesa apasionadamente por los grandes descubrimientos perverso que el fantasma, en el cual se encuentran implica-
sobre los orígenes de las rocas, de la materia. Su yo ideal se dos no sólo el objeto sino el sujeto en cuanto S. Esta pulsión
dibuja, será vulcanólogo, químico o micólogo, para estudiar interesa en el más alto grado a la configuración que enuncié
al principio, la del niño en posición de objeto a para el Otro,

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dado que en toda posición sadomasoquista el objeto está que los hombres ponen en educar y enseñar (¡y cuántas
siempre en primer plano. Dice Lacan en el Seminario XI. 49 disputas ideológicas que despierta!), el poder bascula con
mucha facilidad hacia su abuso y se vuelven vagos los límites
El sujeto asumiendo el rol del objeto, es exactamente esto lo entre el punto en que se detiene el goce de uno y comienza la
que sostiene la realidad de la situación de lo que se denomina libertad del otro. Las conductas sádicas en la educación de los
pulsión sadomasoquista, y que no está más que en un solo niños se perpetúan gracias a las buenas intenciones de las
punto en la situación masoquista misma. Es por el hecho de que alardean. Con la ley de la repetición y la inversión
que el sujeto se hace objeto de una voluntad otra que no sólo pulsional, se transmiten de una generación a la otra (cf. R.
se clausura sino que se constituye la pulsión sadomaso-
quista. Queneau, Zazie dans le métro). Como cada uno guarda en la
memoria de su cuerpo el recuerdo de una situación sadoma-
En esta posición masoquista, el sujeto se hace objeto, soquista infantil ("Pegan a un niño" es un fantasma trivial),
"siendo esta encarnación de sí mismo como objeto la meta la perversión sádica con el niño no tiene el aspecto especta-
declarada". 50 Lo que parece menos evidente, y que Lacan cular y escandaloso de la perversión sádica sexual. Es cierto
pone de relieve, es que en el deseo sádico el sujeto ocupa que, en las conductas sádicas con el niño, no se encuentran
también este lugar del objeto, "sin saberlo, en beneficio de tan netamente el ritual, el ceremonial, la puesta en escena,
otro". 51 "Procura realizarse, hacerse aparecer como puro y el dolor no es buscado abiertamente como meta. N o
objeto, fetiche negro".52 obstante, si dolor, marcas en el cuerpo, sufrimiento, angustia
El niño, en su estatuto natural de objeto, es altamente no aparecen como objetivo directo, no por ello se encuentran
susceptible de inducir en el Otro una posición sádica. ¿Existe, menos en el corazón de la relación cuando se repite y se
en efecto, relación humana tan disimétrica y complementa- instaura como tal.
ria como aquella en que un sujeto posee la omnipotencia, el Esta perversión que no dice su nombre tal vez sea, para la
poder implícito de vida y muerte sobre otro cuya existencia mujer con el niño, el equivalente de la perversión sexual en
y devenir están completamente a su merced? Estos senti- el hombre. Habremos de volver a esta cuestión a propósito de
mientos de omnipotencia, de poder absoluto pueden ser la evolución de Sylvie y de las relaciones del niño psicótico con
experimentados hasta el vértigo en ciertos seres, ellos mis- su entorno.
mos en posición de debilidad en su vida relacional, quienes Antes de examinar las consecuencias sobre el niño de las
se viven en este lugar de objeto a la vez con delicia y pulsiones y las conductas sádicas del adulto, en especial de
humillación. Los pasajes al acto sádicos sobre el niño son una la madre, distinguiremos otras dos problemáticas.
recuperación en espejo de la posición masoquista que conoce Aunque a menudo se la asocie, esta perversión sádica es en
el sujeto. Se trata allí de un fracaso de la inscripción del niño efecto distinta de lo que corresponde a los deseos de muerte
en lo simbólico, y esta violencia corresponde al orden del más o menos conscientes de los padres hacia el niño. A esos
enfrentamiento imaginario. anhelos de muerte éste responde en lo real mediante pasajes
Todo adulto que se interesa en el niño está atrapado en la al acto múltiples: accidentes, fractura de miembros, intoxi-
tentación de modelarlo a su imagen, de imponerle su visión caciones con los productos domésticos, etc. Estos niños, bien
de las cosas, de someterlo a su voluntad. ¿Son los proyectos conocidos en los servicios pediátricos, no siempre son recono-
educativos y pedagógicos algo distinto a eso? En esta pasión cidos como en peligro de muerte, tan masivas son las resis-
tencias cuando se trata de poner en duda un amor parental

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universal. El asesinato del niño debe ser silenciado. Sin
embargo, uno sabe señalarlo en otras sociedades y en otros niño es demasiado invasor; acabada la tranquilidad, nos
tiempos, pero nunca en la propia casa. 53 acapara, nos "quita el aire"; demanda todo sin dar nada a
También es preciso diferenciar las agresiones al cuerpo del cambio; cuanto más se le da, más exige, con rabietas por
añadidura; etcétera.
niño de lo que corresponde a la ambivalencia del amor
maternal. Lacan subraya la demarcación que debe hacerse El odio puede ser primario y definitivo, cuando el niño es
entre la reversibilidad de la pulsión y las variantes del amor: el fruto de un encuentro deshonroso. En una película de los
hermanos Taviani, Kaos (1984), sobre novelas cortas de
La reversión de la pulsión es ahí algo totalmente distinto a la Pirandello, una madre no puede soportar la vista de su hijo
variación de ambivalencia que hace pasar al objeto del campo mientras que, en la mirada de éste, se adivina todo el amor
del odio al del amor y a la inversa, según que sea provechosa que siente por ella y como una súplica punzante. Ella desvía
o no para el bienestar del sujeto". 54 la cabeza y se aleja. El espectador sabe cuál es el horror que
la visión de su hijo le despierta cada vez: el rostro del hombre
En otra parte habla de "odienamoramiento". que la violó después de haber decapitado a su marido. ·
El amor no siempre está en el lugar de la cita a la llegada En las familias con varios hijos, la mayoría de las veces uno
del niño; tampoco el odio, por lo demás. El no deseo de su solo parece representar todo el "mal" que cada uno lleva
presencia, "el anhelo de que no exista", como dice Bettelheim consigo, chivo expiatorio detestado pero indispensable. Pue-
con respecto a los padres del niño autista, seguramente es de suceder que sea discapacitado o psicótico. Pero dejemos
peor que cierta violencia. La depresión materna en el mo- por el momento el "odienamoramiento" para volver a la
mento del nacimiento, con la indiferencia que la acompaña, pulsión.
el vacío relacional, el desinterés por el niño son tal vez lo más La pulsión sadomasoquista es la que marca con más
determinante en la producción de la psicosis, puesto que aquí fuerza el cuerpo libidinal del sujeto infans, e induce con la
se trata de la puesta en juego masiva de la pulsión de muerte: mayor determinación sus fantasmas y su deseo. La violencia
sí, pulsi6n de muerte y no deseo de muerte, que son dos ejercida sobre el cuerpo, el dolor impuesto son signos fácil-
conceptos que no hay que confundir. En Sylvie, la carga mente identificables del goce y el deseo del Otro. El niño
materna estaba constituida por una gran violencia, pero esta maltratado es el que se siente cómodo en lo más profundo de
misma violencia era fuerza de vida e iba a mantenerse como la intimidad del padre que maltrata, en perfecta identifica-
un elemento dinámico en el transcurso del análisis. ción con él vía el objeto. La moral, la actitud de reprobación
Las variaciones del amor que uno manifiesta a su hijo son escandalizada de la opinión pública, el horror que engendran
además una de esas evidencias que más vale callar, tanto se tales situaciones hacen olvidar que el vínculo entre la vícti-
idealiza en nuestras sociedades ese amor. Winnicott, que sin ma y su verdugo es a menudo más fuerte que todos los lazos
embargo valoró los cuidados maternales y exaltó el amor que de amor y ternura. La película Portero de noche, 55 que
una madre debe manifestar a su hijo, tuvo palabras muy abordaba con mucha verdad esta cuestión, no tuvo sino un
duras para describir el odio que se mezcla con este amor. Su éxito escandaloso. Recientemente, en el transcurso de
artículo de 1947, "El odio en la contratransferencia", comien- un proceso, un adolescente pidió volver a vivir con su madre,
za así: "La madre odia a su niño desde el principio [. .. ]". Sigue que sin embargo le había hecho sufrir sevicias durante varios
la enumeración de todos los buenos motivos de este odio: el años, en particular encerrándolo en un placard. Esta actitud
fue interpretada como: "La ha perdonado". Ahora bien, lo

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poco que se conoce de la vida de la madre hace pensar que este Tanto en las pulsiones como en los fantasmas prevalece el
hijo era lo que tenía de más cercano, aquel cuyo destino era orden imaginario, a causa del predominio del objeto y la
reproducir su propia suerte: el de una niña sin padre, imagen del cuerpo. Pero el niño experimenta la captación en
golpeada y rechazada por una madre a la que adoraba. el fantasma del Otro a través del lenguaje, aquí el lenguaje
El niño maltratado cuyo cuerpo está marcado de cicatrices mínimo de la demanda: "Es imposible [... ] pasar por alto el
rara vez va a "presentar una denuncia", aun cuando esté en hecho de que no hay demanda que no pase por alguna razón
edad de hacerlo. Esas marcas son una señal de pertenencia, por los desfiladeros del significante", 57 escribe Lacan. Desde
y el goce que se asocia a las marcas y al dolor refuerza el el principio mismo de su vida, el niño está inscripto en el
vínculo que lo une al otro que lo maltrata. Si se separa significante. El anudamiento de lo simbólico y lo imaginario
brutalmente a estos niños de su medio y de su verdugo, se hace mucho antes de que el sujeto hable, y el corte con el
aparecen bruscamente graves trastornos, tales como desper- objeto es concomitante de la recuperación en el lenguaje. En
sonalización o ingreso en la psicosis. 56 Con frecuencia caen en el Fort-Da, el objeto carretel y su manipulación, presencia-
la delincuencia, llevando una vida escandida por la violencia. ausencia, son connotados por los significantes fort y da. En
Si quieren tener hijos es, dicen, para "reparar" todo el mal la psicosis, veremos que esas operaciones de anudamiento no
que recibieron, para dar el amor que no tuvieron. Pero el hijo están tan bien coordinadas.
que vendría a garantizar la imagen de buenos padres que A medida que el niño adquiere un mejor dominio de su
quieren ser se revela, en la realidad, decepcionante y muy cuerpo y del lenguaje, por asunción de su imagen especular
pronto se convierte en perseguidor, volviendo a dar inicio al y su ingreso en la palabra, las identificaciones cambian de
ciclo de la represión sádica. registro; la identificación con el objeto "a" tiende a borrarse,
ingresa en la problemática edípica y el trazo un ario se vuelve
entonces una referencia identificatoria esencial.
Es en los tropiezos del discurso del Otro, en los no dichos,
Lugar del niño en todo lo que hace del Otro el sujeto de la enunciación
en los fantasmas parentales inconsciente, donde el niño señala la falta de ser y el signifi-
cante de una falta en el Otro, S (Á.). 58 Es de esta falta que va
a hacer el cauce de su propio deseo, "dos faltas que se
Desde antes de nacer el niño tiene su lugar en los fantasmas recubren", dice Lacan. De este recubrimiento (la operación
de los padres, en sus ensoñaciones, en los proyectos que de separación, la intersección), escribe: "Esta función se
hacen en torno a su llegada. El niño real provoca la emergen- modifica aquí por una parte tomada de la falta a la falta, por
cia de una nueva organización y modifica ciertas determina- lo cual el sujeto llega a encontrar en el deseo del Otro su
ciones preexistentes. A través de lo que evocamos de la equivalencia con lo que él es como sujeto del inconsciente". 59
pulsión en los casos que expusimos brevemente, es posible Esta operación de inconsciente a inconsciente, ¿no podría
señalar las estructuras más elaboradas del fantasma. Por dar cuenta del diálogo de sordos que se instaura entre padres
ejemplo, para la madre de Paul-Marie, desde la concepción e hijos, diálogo de sordos entre buenos entendedores, donde
parece haberse construido un fantasma del tipo "Escamo- cada uno es llevado, sin saberlo, a revelar la verdad del otro?
tean a un niño", fantasma que ya puede señalarse en su He aquí algunas preguntas que revelan esta búsqueda del
historia edípica. saber sobre el deseo del Otro, el Che vuoi?, que ilustran la

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parece decir ese transexual que de Michel se convirtió en
mezcla de los géneros y el deslizamiento que puede efectuar- Michele.
se de un plano al otro, de la pulsión al deseo, de lo imaginario "Si es preciso ser débil para ser amado, lo seré", parece
a lo simbólico: pensar el hermano mayor de un niño mogólico. Y deja de
comprender y pensar. Fracaso escolar y regresión.
¿Qué soy para el Otro? "¿Hay que estar muerto para ser amado? ¿Ya lo estoy?
¿Quién soy para el Otro? ¿Quién soy?", se pregunta Lucien, que se convierte en algo así
¿Qué quiere ese Otro de mí? ¿Que lo haga feliz? ¿Que lo como un muerto vivo cuando lee su nombre en una tumba, la
colme? ¿Cómo? ¿Sólo yo? ¿Que borre las heridas de su vida? del hermano bienamado de la madre, cuyo nombre lleva
¿Qué ve mi madre en mí? ¿La mirada de su madre? ¿El (nombre de pila y apellido).
rostro de su padre? ¿La maldad de su hermano?
¿A quién ama ella a través de mí? ¿A su padre? ¿A su
hermana menor? ¿A ella, bebé en los brazos de su madre?
¿Con quién sueña ella cuando me mira? ¿Con el niño Sylvie en el corazón
maravilloso de sus sueños? ¿Con la niña que ha sido? ¿Con el de la red libidinal
hombre que ama? de toda una familia
¿Porqué me hicieron? ¿Por azar? ¿Voluntariamente? ¿Qui-
sieron una niña o un varón?
¿Para quién me hizo ella? ¿Para el hombre que ea mi Mientras que la identificación con el objeto tiende a borrarse
padre? ¿Pensando en ese otro hombre al que tanto admjra, y en el pas~e del ser al tener ese objeto se construye progre-
su ídolo? ¿Para su propio padre? ¿Para darme a su madre? sivamente, el niño psicótico está en posición de no dejar de
¿Como regalo? "revelar la verdad de este objeto". Le falta la "mediación
Y mi padre, ¿por qué le hizo un hijo a esta mujer? ¿Por qué paterna", que le permitiría renunciar a esta función y entrar
a ella y no a otra? ¿Por qué dejármela en los brazos? ¿Por en la significancia fálica. Notemos el carácter de fljeza de esta
qué está tan celoso de mí? ¿Por qué no se interesa en mí? posición. ¿Acaso no escribe Lacan que "La distancia entre la
¿Por qué me dio el nombre de pila de su padre? ¿Por qué dice identificación con el ideal del yo y la parte tomada del deseo
que no tengo nada de él? de la madre, si no tiene mediación (la que normalmente
asegura la función del padre), deja al niño abierto a todas las
El niño entiende lo que se dice más allá de las palabras, lee tomas fantasmáticas. Se convierte en el «objeto» de la madre
entre líneas en la saga familiar. En lo que es, en lo que se y ya no tiene otra función que revelar la verdad de este
convierte, revela la verdad oculta del Otro, y su propio objeto"?60
destino, que él cree único y singular, está ya inscripto en la Más adelante intentaremos una reconstrucción imagina-
historia de quienes lo precedieron, lo que no le impide creer ria de la vivencia de la beba Sylvie frente al traumatismo y
en su libertad. El psicoanálisis es sensible por naturaleza a a los reencuentros fallidos con su madre. Pero procuremos en
los signos de este sometimiento y a las respuestas que el este momento señalar el lugar que ella ocupa en la economía
sujeto le aporta. He aquí algunas. libidinal de esta madre, de la pareja de los padres y de la
"Seré esa Michele nacida y muerta antes de mí, cuyo familia ampliada.
recuerdo está más vivo para mis padres que mi presencia",
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En un primer momento domina la indiferencia, el desinte-
rés de la madre ante una lactante con la cual no puede niños, cambiadas, baños, etc., en un clima que puede supo-
establecer más que un contacto de cuerpo a cuerpo en el nerse de indiferencia afectiva. Sylvie no conoce las miradas
placer compartido del amamantamiento. Sin embargo, rom- intercambiadas durante el amamantamiento, el placer de
pe ese vínculo después de seis semanas y deja a la niña, a la los juegos que siguen a la alimentación, los diálogos con la
que no reencontrará sino a la edad de seis meses, excepción madre, toda esa red significante que se constituye alrededor
hecha del intermedio a los tres meses. A su regreso, la actitud del objeto y a la que J.-A. Miller ha llamado tan bellamente
negativa de Sylvieva a hacer el papel de un revelador y a fijar la "charlita del deseo". En su Seminario de 1956-1957, "La
a la niña en su posición de objeto de identificación y de goce a relación de objeto", Lacan es muy claro acerca de la prepon-
la vez, en una relación sadomasoquista. derancia que conserva el objeto cuando nada viene a susti-
tuirlo.
A la luz de lo que sabemos de la alerta precoz del recién
nacido y de la importancia de los intercambios relacionales Es por el hecho de que la madre falta al niño que la llama que
en este período, formularemos algunas observaciones e hipó- éste se engancha a su pecho y que hace de ello algo más
tesis sobre las particularidades del período de cuidados significativo mientras la tiene en la boca, mientras se satis-
maternos para Sylvie. face con ella y no puede ser separado. 61
Durante seis semanas va a conocer una satisfacción total
de la necesidad; su hambre es calmada de inmediato en un Es lo que parece pasarle a Sylvie. La carga de las conduc-
clima de dulce calor, de contacto estrecho de piel a piel en los tas orales, que nada llega a relevar, es masiva; el goce de esos
brazos de la madre y con su olor. En la misma etapa, tiene la instantes es "compensación a la frustración del amor". Un
percepción de la saciedad y la repleción gástrica, así como· de poco más adelante en su Seminario, Lacan agrega: "El niño
los movimientos de su peristaltismo intestinal, muy vivo en aplasta la insaciabilidad fundamental de la relación en la
el niño prendido al pecho, que en general hace sus deposicio- captación oral con la cual adormece eljuego"62 (juego en torno
nes en el momento de mamar. a la presencia-ausencia).
Esta primera red de percepciones podría constituir un La boca y la encrucijada aerodigestiva -no olvidemos el
principio de construcción del cuerpo: pezón en la boca, gusto olor de la madre ligado al placer de la succión y al gusto de
de la leche, olor de la madre con su contacto envolvente, la leche- son para Sylvie una zona del cuerpo sobreinvestida,
sensaciones internas y percepción de la zona anal al evacuar lugar de satisfacción casi exclusivo. Cuando llega Georgette,
las deposiciones, en un momento de placer intenso. La se inicia su cuarto mes de vida. No tuvo tiempo para consti-
necesidad que tendrá más adelante de ser envuelta en los tuir una red de vínculos sustitutivos de esa madre perdida,
delantales de la madre para paliar su ausencia de límites reencontrada, de nuevo perdida. Por otra parte, el vacío
corporales, ¿no tiene su origen en este período de la crianza, libidinal y afectivo y la poca solicitación en la relación la
cuando podía esconderse en unos brazos acogedores? Estas dejaron sin sostén, desamparada, sin las primeras represen-
percepciones son concomitantes, y su representación forma taciones del cuerpo que se constituyen en torno a los inter-
un conjunto soldado, inmóvil tal vez, pero que se mantiene cambios de los cuidados maternales. Parece no tener más que
aislado. En efecto, cuando termina de mamar, Sylvie es la succión del pulgar como lugar de reencuentro de la
retomada por brazos extraños. Niñeras o empleadas domés- presencia materna. Ahora bien, lo que sucede con la llegada
ticas se suceden y se encargan de los cuidados debidos a los de Georgette cobra para este ser ya frágil el aspecto de un

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el que la madre misma ha sido y que continúa siendo en el
cataclismo: el placer de la succión es brutalmente interrum- fantasma de su padre, el objeto en la posición masoquista (cf.
pido, el único lugar de goce que la unía a la madre es violado, supra). Puesto que, en la relación con su padre, la señora H•
destruido, y se convierte en lugar de sufrimiento; dolor, había tomado claramente el partido de "hacerse objeto de
asfixia, alaridos: Sylvie ya no es más que esto. Sumergida, una voluntad otra" en la alternativa de someterse o desapa-
anonadada, no percibe más que la voz colérica y el contacto recer: "Convertirse en adulto era imposible", dice, ese pasaje
corporal de ese otro que la aprieta entre sus piernas. ¿Cómo podía ser fatal para quien se arriesgara en él. Aunque
sobrevivir a este desborde de la excitación, a este maremoto, reconozca tener con su padre relaciones tormentosas, el
si no haciéndose la muerta, cerrándose al mundo? ¿No vínculo entre ellos sigue siendo muy fuerte: "Era un tirano,
constituye entonces la retirada autística la única parada yo lo adoraba". ¿Cómo pudo la señora H• inscribir a Sylvie en
posible? este mismo lugar de objeto que ella ocupaba para su propio
Los gritos y el rechazo del alimento son interpretados padre?
inmediatamente por la señora H* como: esta niña quiere En la relación con él, probablemente se había constituido
hacer que me vaya, me hace frente, me provoca, hace una un fantasma inconsciente que se formularía de este modo:
"huelga de hambre". Es una guerra declarada. Ante mi "Fuerzan a un niño". Este fantasma pudo ser totalmente
pregunta acerca de si no había pensado que en una beba de reprimido con las dos primeras hijas, que se presentaron
seis meses esos síntomas podían ser causados por un sufri- como bebas tranquilas, adaptadas al ritmo impuesto. En el
miento real, me responde que nadie se lo dijo. ¡Que Sylvie tercer embarazo, la señora H• parece asombrosamente pasi-
manifiesta mediante los gritos su descontento por el abando- va y sometida: al cuerpo médico que condena la regulación de
no de su madre no deja lugar a dudas! Todo niño que se los nacimientos, a su marido, a los principios, a la naturaleza,
reencuentra con sus padres después de una ausencia más o etc. Lo que se desencadena cuando reencuentra a Sylvie a los
menos prolongada les hace pagar, mediante su comporta- seis meses contrasta con la indiferencia que le manifestaba
miento agresivo o reivindicativo, el pesar que le provocó estar hasta entonces. A .m regreso de las vacaciones, ve lo que
separado de ellos. sucede entre Georgette y la niña. Hay colusión entre un
De entrada, la señora H* va a recordar el vocabulario fantasma inconsciente y la realidad de un acto. Y de entrada
paterno para calificar la situación: "Es malo dejarse manejar tiene la convicción -por otra parte, otra lo descubrió antes
por los niños; hay que meterlos en vereda", etcétera. Más que ella- de que "Sylvie tiene mal carácter". Va entonces a
adelante, cuando la situación evolucione, los significantes retomar las conductas de atiborramiento sádico con una
que sirvieron para calificar a su padre -déspota, tirano- total buena conciencia, por el bien de la niña. El discurso que
serán retomados para Sylvie. se instaura en torno a ese fantasma y a su pasaje al acto va
¿Pueden las categorías lacanianas aportar alguna ilumi- a volverse muy rico, las astucias de los perseguidos-persegui-
nación a esta situación? dores son innumerables. Analizaremos más adelante el
En su carta a Jenny Aubry,63 Lacan escribe: "El niño devenir de esta relación.
realiza la presencia del objeto a en el fantasma. Sustituyendo En este modo de actuar, Sylvie es verdaderamente el
a este objeto satura la modalidad de falta en la que se objeto de una pulsión que yo calificaría de sadomasoquista.
especifica el deseo (de la madre), cualquiera sea su estructu- Si la primera hija era el objeto de la contemplación, donde
ra especial: neurótica, perversa o psicótica". ¿Qué objeto prevalecía, por lo tanto, la pulsión escópica, pero también
realiza Sylvie en el fantasma de esta madre?Yo respondería:

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estaba en posición de falo para la madre, Sylvie se encuentra madre-abuelo materno, ese abuelo que va a decidir su
en una posición de bisagra, en la que es a la vez la perseguida partida y a subvenir a los gastos de su estada en el extran-
y el objeto perseguidor. La señora H* se convierte en la jero. Es por otra parte el hijo que el padre da a su propia
perseguidora cuando se identifica con su padre todopoderoso madre, a quien parece decirle: ámala, mejórala, tú que eres
y destructor, y en la perseguida cuando Sylvie invierte la una buena madre.
situación y la tiraniza. ¿No son su propia imagen y su propio Esta problemática edípica, pervertida en los dos linajes en
destino los que asigna a su hija? Se comprende por ello de qué grados diversos, deja entrever uno de los niveles en los que
manera esta lucha a muerte entre madre e hija se engancha puede señalarse la forclusión de la metáfora paterna.
con el goce -goce que, recordémoslo, implica un inmenso
sufrimiento de una y otra parte. ¿No afirma Lacan que el niño
psicótico pasa a ser, en su posición de objeto, un "condensador
para el goce"?64
Algunos años después del comienzo del análisis de su hija,
la señora H* me dirá: Notas
Sylvie era una niña demasiado precoz, es así que tuve esa
actitud con ella, no respetaba su personalidad. Era yo quien l. Jacques LACAN, Écrits, pág. 814.
debía hacer (sic) todas las reacciones de mis hijas, si se 2. !bid., pág. 813.
oponían era preciso que las hiciera cambiar de opinión. La 3. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia" (inédito), clase del12
mayor era mi posesión, con la segunda la cosa se agravó y con de diciembre de 1962.
la tercera estalló. Si no hubiera tenido a Sylvie, también las 4. Ornicar?, no 29, pág. 17.
habría quebrantado. 5. Gérard BERQUEZ, L'autisme infantile- lntroduction a une
clinique relationnelle selon Kanner, PUF, 1983.
Ciertamente, la señora H* hace estas reflexiones con 6. Philippe ARIES, Essai sur l'histoire de la mort en Occident, du
posterioridad, en una especie de retorno al pasado, con la Moyen-Age a nos jours, Seuil, "Histoire", 1975 [La muerte en
parte de reconstitución que eso implica. Pero resuena en Occidente, Barcelona, Argos Vergara, 1982]; Mourir autrefois,
ellas esta "precocidad", en eco a la tiranía de su padre -con Archives Gallimard Julliard; Elisabeth BADINTER, L'amour
en plus, Flammarion.
él, era "imposible", sin correr riesgos "fatales", convertirse en 7. Bernard THIS, Nattre, Aubier; Nattre et sourire, Aubier; Le
adulto-y el "hacer todas las reacciones de mis hijas", donde Pere, acte de naissance, Seuil [El padre, acto de nacimiento,
sella su deseo de hacer de ellas réplicas de sí misma, pero Buenos Aires, Paidós]; La requete des enfants a nattre.
donde se perfila también el obrar intrincado en la pulsión. 8. Philippe ARIES, L'enfant et la vie familiale sous l'Ancien
Así, en posición de objeto de la pulsión, objeto en torno al Régime, Seuil, "Histoire", 1973 [El niño y la vida familiar en el
cual se construye el fantasma, Sylvie se sitúa, en el deseo de Antiguo Régimen, Madrid, Tauros].
sus padres, en la encrucijada de los dos linajes -como lo 9. René A. SPITZ, La premiere année de la vie de l'enfant, prefacio
hemos visto en el capítulo I-, en un lugar que no interesa al de Anna Freud, PUF, 1958 y 1963 [El primer año de vida del
deseo de la pareja parental sino al de cada uno de los dos niño, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica].
padres en su propia posición edípica. Ella refuerza el vínculo 10. Subrayado nuestro.
11. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 174.

100 101
12. lbid., pág. 145.
13. J. LACAN, "Notes a Jenny Aubry'', publicadas en anexo a 33. B. BETTELHEIM, La Forteresse vide, Gallimard, 1967 [La
Enfance abandonée, Scarabée, 1983, y en Ornicar?, n° 37, fortaleza vacta, Barcelona, Laia].
pág. 13. 34. J. LACAN, Écrits, pág. 817.
14. J. LACAN, Ornicar?, no 37,pág.13,Le Séminaire,libroXI, pág. 35. F. DOLTO, L'lmage inconsciente du corps, Seuil, 1984, pág. 67
199. [La imagen inconsciente del cuerpo, Buenos Aires, Paidós].
15. J. LACAN, Lettre de l'École freudienne, no 16, pág. 201. 36. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 154.
16. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia", clase del 23 de 31.lbid.
enero de 1963. 38.lbid., pág. 153.
17. Documento de trabajo editado por Le Coq Héron, n° 9, 39.lbid.
"L'Haptonomie", 112 boulevard Saint-Germain, 75006 París. 40.lbid., pág. 165.
18. SOULE, Essai de compréhension de la mere d'un enfant 41.lbid., pág. 164.
autistique, comunicación al Congreso de psicoanalistas de len- 42. J. LACAN, Le Séminaire, libro XX, pág. 100 [El seminario de
guas romances, París, mayo de 1977. Jacques Lacan. Libro XX. Aún, Buenos Aires, Paidós].
19. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 188 (subrayado 43. S. FREUD, Trois essais sur la théorie de la sexualité, Galli-
nuestro). mard, "Idées", 1962 [''Tres ensayos sobre una teoría sexual", en
20. J. LACAN, Écrits, pág. 840. Obras Completas, Madrid, Biblioteca Nueva, 1968).
21. lbid., pp. 808 y 814. 44. Ibid.
22. Todas las informaciones sobre las percepciones del recién 45. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 178.
nacido son extraídas de los Cahiers du nouveau-né, n° 5, "L'aube 46. J. LACAN, Ecrits, pág. 804.
des sens", obra colectiva sobre las percepciones sensoriales 4 7. Entrevista a Marie-Christine BARRAULT, "La voix du corps",
fetales y neonatales, bajo la dirección de Etienne Herbinet· y Cahiers du Festival, no 1, junio de 1985, Festival de Aix-en-
Marie-Claire Busnel, Stock, 1983. Provence.
23. J. MEHLER y colab., lnfant Recognition of Mother's Voice 48. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia".
Perception, 1978. 49. J. LACAN, Le Séminaire; libro XI, pág. 168.
24. Cahiers du nouveau-né, n° 5, op. cit. 50. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia", clase del 16 de
25. Daniel STERN, Mere-enfant, les premieres relations, Pierre enero de 1963.
Mardaga éditeur, 1977. 51. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 169.
26. L. F. KUBICEK, High-Risk lnfans and Children, Adult and 52. J. LACAN, Écrits, pág. 773, y Seminario sobre "La angustia",
Peer Interactions, Academic Press, 1980. clase del16 de enero de 1963.
27. R. A. SPITZ, La Premiere année de la vie de l'enfant, op. cit. 53. Documento, "Les enfants perdus de Khomeiny'', L'Evénement
28. En la película de Antonioni, de 1967. du jeudi del 30 de mayo al 5 de junio de 1985.
29. J. LACAN, Seminario sobre "La lógica del fantasma" (inédito), 54. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 187.
clase del 16 de noviembre de 1966. 55. De Liliana Cavani, 1980.
30. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 180. 56. Trabajo realizado en la institución "Le Relais", en Ivry.
31. Observaciones comunicadas por Christine BARDEY. Tesis de 57. J. LACAN, Écrits, pág. 811.
maestría de psicología clínica y patológica (no publicada), 58.J.LACAN,Écrits,pág.818.
defendida en la Universidad París VIII Saint-Denis, junio de 59.lbid.' pp. 842-843.
1985. Residencia efectuada en el servicio de neonatología del 60. J. LACAN, Notes a Jenny Aubry, op. cit.
Hospital de Pontoise, servicio del doctor Leraillez. 61. J. LACAN, Seminario sobre "La relación de objeto" (inédito),
32. V. TAVSK,LaPsychanalyse, n°4, "Lespsychoses",PUF, 1958. clase del 6 de enero de 1957. Subrayado nuestro.

102
103
r
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62. !bid., clase del22 de febrero de 1957. Subrayado nuestro. CLINICA DEL OBJETO
63. J. LACAN, Notes a Jenny Aubry, op. cit.
64. Discurso de clausura de las Jamadas sobre el psicoanálisis de
niños, 1967, Recherches especial, "Enfance alienée", JI.

¿Cómo, de la posición de ser ese objeto, el niño llega a la


situación de tenerlo?
Objeto a abandonado en las manos del Otro pero con todos
los sentidos alerta, está atrapado en el centro de una vasta
red de signos y significantes que se corresponden y a los que
debe descifrar. Por caminos que aún siguen siendo misterio-
sos, identifica los indicios del goce del Otro, sus objetos
privilegiados, sus significantes amos, otros tantos materia-
les que utiliza para construir su cuerpo libidinal. Este primer
cuerpo, fragmentado por las diferentes funciones fisiológi-
cas, especie de cuerpo rompecabezas, no sostiene su comien-
zo de unificación más que en la permanencia del Otro, en el
retorno asegurado de su presencia, en la repetición de las
mismas satisfacciones, en los ritmos que se suceden: vigilia-
sueño, amamantamiento-cambiadas-juegos con la madre,
excitación-reposo, desaparición y reaparición de las mismas
personas en momentos identificables en función de los ritmos
biológicos, por ejemplo el padre presente al despertarse y en
el momento del sueño, etcétera. La continuidad de los
cuidados, el retorno de lo idéntico, la repetición de los mismos
indicios son indispensables para asegurar la cohesión de este
primer sujeto, y permitir la introducción de lo que serán sus
cimientos, es decir sus objetos a, objetos sobre los cuales se
apoya el primer encadenamiento significante, la primera
inscripción simbólica. Si esa red asociativa precoz de percep-

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ciones y de construcción de los objetos en torno de la presencia híbrido entregado a todas las readecuaciones. Esta ambigüe-
del gran Otro no pu,ede constituirse, ninguna "reunión" es dad está en el origen de la corriente analítica que hizo de la
posible, el cuerpo sigue siendo un real estallado y, sobre sus "relación de objeto" una concepción psicologizante, convir-
fragmentos no totalizables, va a incorporarse un lenguaje a tiéndose el objeto en el componente de una personalidad más
la medida de esta dispersión. En el niño psicótico, esto va o menos acabada y siendo el objetivo confeso de un psicoaná-
de la ecolalia a la incoherencia verbal total. lisis transformar un objeto "pregenital" en objeto "genital".
Para Sylvie, cuyo cuerpo se mantiene sin límites, piel con Lacan se rebeló contra semejante interpretación del pensa-
orificios cuyas funciones nunca son identificables, el lengua- miento freudiano, que hacía que la ética analítica se desliza-
je será a la imagen de ese cuerpo, caótico, desarticulado. La ra hacia unas perspectivas de terapia adaptativa.
constitución de los objetos a asegura al sujeto que puede En su Seminario sobre "La relación de objeto" (1956-
habitar su cuerpo, dar lugar a la inscripción significante y, 1957), intenta dar coherencia y rigor a este concepto. Reto-
por ello, sostener su identidad. mando la teoría kleiniana del objeto, subraya sus ambigüe-
Con su concepto de objeto a, Lacan enriqueció su enfoque dades:
del sujeto, e hizo salir al psicoanálisis de los callejones sin
salida donde lo mantenía una interpretación demasiado Insisto sobre la bipolaridad o la oposición que hay entre el
rítgida y reductora del pensamiento freudiano, puesto que objeto real, en la medida en que el niño puede estar frustrado
esta noción de objeto puede dar lugar a múltiples desliza- en él, y, por otra parte, la madre en cuanto está en posición
de acordar o no este objeto real. Ello supone una distinción
mientos de sentido. Ahora bien, aunque para Freud el objeto entre el pecho y la madre. Es de lo que habla la señora
siguió siendo en esencia el de la pulsión, extendió progresi- Melanie Klein cuando habla de objetos parciales y, para la
vamente el concepto de ésta (pulsiones de vida, pulsiones de madre, de objeto total. Lo que se estudia, en esta posición, es
muerte) y la noción de objeto se volvió más flexible. que esos dos objetos no son de la misma naturaleza. Ya se los
Cuando Freud habla de pulsiones del yo o de autoconser- distinga o no, se mantiene que la madre en cuanto agente es
vación, el objeto de la satisfacción corresponde al objeto instituida por la función de la llamada. Es tomada como
llamado "parcial", el pecho para la pulsión oral, el excremen- objeto marcado y connotado por una posibilidad de más o de
to para la anal, por ejemplo. Pero sobre esas pulsiones menos en cuanto presencia-ausencia, en cuanto la frustra-
parciales "se apoya" la pulsión sexual y el objeto pasa a ser ción realizada por cualquier cosa que se relacione con la
madre como tal es frustración del amor, en cuanto lo que
una persona: "Llamamos objeto sexual a la persona que proviene de la madre como respuesta a esa llamada es algo
ejerce la atracción sexual y meta sexual a la acción a la cual que es un don, es decir distinto al objeto.
empuja la pulsión",t escribe. Cuando habla de elección de
objeto, entiende también objeto de amor, y en su artículo En su brillante simplicidad, esta larga cita nos recuerda
"Introducción al narcisismo" aísla dos de ellas: la elección un punto fundamental del psicoanálisis de niños, a saber la
narcisista y la elección anaclítica. Pero sin embargo deja in traducción de lo simbólico a partir del objeto y la preponde-
abierta la cuestión: la distinción entre pulsiones del yo y rancia de este orden en el nacimiento del sujeto. A causa de
pulsiones sexuales "es una mera contradicción auxiliar, que ello, Lacan denuncia la reducción abusiva a lo imaginario de
sólo conservaremos mientras se revele útil". 2 todo enfoque del sujeto, tal como lo imaginan los kleinianos.
El objeto que designa al mismo tiempo el objeto de la Esta preponderancia imaginaria es aun perceptible en la
pulsión y el de amor se convierte por lo tanto en un concepto práctica kleiniana, donde la madre, incluso objeto total, es el

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receptáculo de producciones fantasmáticas que se refieren a mucho tiempo en apaciguarse; quienes escuchaban a Lacan
este objeto parcial, bueno, malo, perseguidor, etc., sin que se sin entenderlo siempre continuaban actuando en pro del
sepa nunca "qué lugar reserva esta madre al Nombre-del- triunfo de esta verdad, mientras que él proseguía su camino
Padre en la promoción de la ley". 3 y diversificaba su búsqueda, no vacilando en volver a poner
La necesidad de retomar la cuestión del objeto, por lo en cuestión algunos puntos de su enseñanza. Al releer los
tanto, se impuso muy pronto a Lacan. Ocurrirá lo mismo con seminarios a los cuales asistimos, se pondera el efecto de
el afecto, cuya utilización era también vaga y abusiva. Pero fascinación que ejercían ciertas formulaciones lacanianas
objeto y afecto están ligados, y Lacan se pasará el año del que en el acto se convertían en emblemas con los cuales
Seminario sobre "La angustia" (1962-1963) tratando de esta- algunos procuraban adornarse y que otros manejaban con
blecer las relaciones del objeto con la angustia y algunos otros desenvoltura y a veces arrogancia, lo que, de todas maneras,
afectos como la conmoción, la emoción, etc., y con el goce. tenía como resultado enmascarar lo esencial de su pensa-
Quienes le reprocharon haber hecho poco caso del afecto, miento.
¿habían entendido todo lo que, año tras año, elaboraba en Rindamos aquí homemaje a Jacques-Alain Miller, que
torno a este objeto? supo captar, en la enseñanza de Lacan, los momentos claves,
En su Seminario sobre "La Etica" nos había hablado de las las nuevas propuestas, y restituirlas en su continuidad,
relaciones del goce con la cosa, das Ding. El objeto a permitía poniendo de relieve la evolución de un pensamiento vivo, con
un enfoque más operatorio de este goce, una disyunción sus vacilaciones, sus cuestionamientos, sus tropiezos, sus
fundamental entre goce y placer, ilustrando, con ello, la escorias. Volvió a ubicar ciertas formulaciones en la actuali-
naturaleza del síntoma, la reacción terapéutica negativa, dad de la época, y recordó que Lacan debía defenderse sin
ciertos aspectos de la perversión, etcétera. Al asociar goce y cesar contra los salvajes ataques del medio analítico, lo que
angustia en el momento de emergencia del objeto a (en da un tono polémico a muchos de sus textos. Pero el aporte
especial en su Seminario sobre "La angustia") nos procuraba esencial de esta nueva lectura es la valoración de la comple-
una herramienta que nos permite un mejor abordaje de la mentariedad lógica de los dos enfoques del sujeto hechos por
psicosis. En mi práctica de psicoanalista de niños, el Semina- Lacan: por una parte, el sujeto de la cadena significante, el
rio sobre "La relación de objeto" y el de "La angustia" han ~de la alienación y, por la otra, el ser del sujeto, cuya causa
estado entre los que me resultaron más útiles (¿no decía se refiere al deseo del Otro, al objeto a, resto de la operación
Lacan: "¡Lo que les digo, es preciso que les sirva!"?), y tuve la de separación. "No es cuestión de que el sujeto se lance hacia
oportunidad de lamentarme de que no hubiera vuelto a hacer la alienación si ésta no se complementa con la ganancia de ser
un seminario sobre las psicosis después de su descubrimiento que entraña la separación. Se trata aquí de una articulación
del objeto a. al mínimo entre el significante y el objeto", afirmaba en su
La insistencia que puso en subrayar la importancia de este curso titulado "Del síntoma al fantasma, y vuelta" (1982-
objeto en la causación del sujeto no siempre fue entendida. 1983, inédito).
Entre los miembros de su Escuela, sobre todo los más Si Freud tuvo la inquietud de elaborar una segunda tópica,
antiguos, muchos se quedaron en el aporte inicial de su parece que Lacan sintió la necesidad de insistir, en la
enseñanza, a saber la primacía del lenguaje en la estructura segunda parte de su enseñanza, sobre la cuestión del objeto,
del sujeto. Es verdad que el alboroto provocado por este como lo subraya Miller en su artículo "D'un autre Lacan"
enfoque lingüístico de los fenómenos inconscientes tardó (Ornicar?, no 28): "El discurso analítico [... ] es lo producido

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por la articulación de estos dos pares: S1-S2 , $-a". Más atrás, ¿De qué naturaleza
escribe:
es el objeto a?

El sujeto del significante está siempre deslocalizado, y carece


de ser. No está ahí más que en el objeto que viste al fantasma. El objeto a es un hilo conductor, una pieza maestra en la
El pseudo-Dasein del sujeto es el objeto, llamado a. elaboración lacaniana del ser del sujeto. Atrapado en la ope-
ración de hendidura del sujeto (lchspaltung), encuentra su
En el segundo momento de su enseñanza, Lacan examinó lugar en el fantasma, la transferencia, el síntoma, e inspira-
por lo tanto la cuestión del objeto y lo real. Hasta el final de rá a Lacan las fórmulas de la sexuación en el Seminario Aún.
su vida se preocupó por ello, procurando, mediante el rodeo Pero, ¿cuáles son sus orígenes? Con toda lógica, la cuestión
de la topología, representar ese "irrepresentable", delimitar de la emergencia del objeto se le planteó desde los primeros
ese resto "insoslayable" (ef. los seminarios "RSI" y "El sínto- tiempos de su elaboración. El Seminario sobre "La angustia"
ma", publicados en Ornicar?). es indiscutiblemente el más rico en enseñanzas sobre lo que
En mi enfoque de la psicosis del niño, seguiré un camino nos ocupa aquí: el nacimiento del sujeto y el surgimiento del
inverso al de Lacan, partiendo del objeto para abordar, en un objeto. Puesto que, si bien su concepto del objeto a se modificó
segundo momento, los fenómenos del lenguaje. En efecto, la con el correr de los años, Lacan nunca volvió sobre algunas
separación del objeto parece ser necesaria para que el niño de sus características propuestas en aquel momento; si
pueda sacar adelante el proceso de alienación significante abandonó algunas de sus formulaciones, mantuvo otras a lo
con la represión vinculada a él. Aunque estas dos operaciones largo de toda su enseñanza. Es sobre estas últimas que me
de causación del sujeto -alienación, separación- vayan a la apoyaré.
par, las alteraciones de la lengua en el psicótico no pueden El mismo dice que su concepción del objeto a tuvo como
comprenderse más que si se las vuelve a situar en lo impo- punto de partida una reflexión de Winnicott sobre el objeto
sible de la separación del objeto. Este imposible es también transicional. En 1951, éste produjo una comunicación titula-
el estatuto de lo real en el cual se mantiene el objeto. da "Objetos transicionales y fenómenos transicionales";'
Precisemos aquí que nuestro enfoque no se supone en Partía de una observación trivial que todas las madres co-
modo alguno exhaustivo, y no pretende dar cuenta de la nocen, la existencia en muchos niños de un objeto privilegia-
teoría lacaniana. Simplemente queremos dar testimonio de do del que no pueden prescindir. Cada uno pudo ser testigo
la· importancia que tuvo en nuestra práctica, en la que del drama, de la angustia y los llantos que puede provocar la
siempre fue indisociable de la experiencia clínica. Puesto pérdida de este objeto, por ejemplo en el momento de dor-
que lo que comprendí y retuve de la enseñanza de Lacan y de mirse.
los controles que hice con él estuvo siempre ligado a lo que Lo que parece haber atraído el interés de Lacan en este
escuchaba todos los días de la boca de mis pacientes. A la texto de Winnicott es la noción de "zona intermedia" entre la
inversa, mi práctica de la psiquiatría y del psicoanálisis fue madre y el niño, donde se sitúan a la vez el objeto y la
marcada profundamente por su pensamiento y su aporte "ilusión". Esto es lo que dice Winnicott:
teórico.
La zona intermedia separa lo subjetivo de lo que es percibido
objetivamente. El objeto es a la vez realidad interior y

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r
exterior[... ] primera posesión no-yo [... ].Esta zona interme- El lugar del corte
dia es una zona de ilusión donde el niño crea y recrea el pecho
a partir de su capacidad de amar. 5
Lacan entrevé la significación que puede asumir un objeto Lacan postula que la separación no se realiza, como existe la
semejante en la teoría del sujeto, y completará su alcance con costumbre de decir, entre la madre y el niño, porque una y
su concepción del gran Otro, a pesar de que Winnicott seguirá otro están desde siempre a la vez separados y unidos por un
otro camino: según sea la madre "suficientemente buena" o objeto intermediario, que no pertenece en propiedad ni a una
"no suficientemente buena", inducirá en el niño, a través del ni al otro, la placenta, "objeto pegado que da al niño, en el
objeto, un "verdadero self' o un "falso self'. Al mismo tiempo interior del cuerpo de la madre, su carácter de nidación
que efectúa estos escapes teóricos a las antípodas de las parasitaria". 7
posiciones lacanianas, destaquemos que Winnicott conti- El pecho también es un órgano "pegado": "Es entre el pecho
nuará a pesar de todo defendiendo su concepción del "espacio y la madre por donde pasa el plano de separación que hace
potencial" que habitan el fantasma, la creación y la imagina- del pecho el objeto perdido que está en causa en el deseo". 8
ción.6 Es interesante notar que en ese artículo Winnicott En su Seminario sobre "La angustia", no deja de subrayar
diferencia claramente su objeto transicional del objeto inter- el carácter "amboceptor" del objeto. El pecho no es la madre,
no de Melanie Klein: tampoco se confunde con el niño, pertenece a los dos y va a
convertirse en el objeto en torno al cual se anuda el encuen-
El objeto transicional-dice- no es un objeto interno sino una tro. Lacan lo expresa así en aquel momento (1962):
posesión, y no es tampoco un objeto externo. El ni:fio p:uede
utilizar un objeto transicional cuando el objeto interno es Falta al objeto primero, el pecho, para funcionar auténtica-
viviente, real y suficientemente bueno. Puede por lo tanto mente como ruptura del vínculo con el Otro, le falta su pleno
representar el pecho externo pero indirectamente, teniendo vínculo con el Otro. Es por eso que hice hincapié en que no es
en cuenta el pecho "interno". el vínculo que hay que romper con el Otro, es a lo sumo el
primer signo de ese vínculo.
Advirtamos aquí la confusión que reina en torno a este
pecho. ¿Qué representa? ¿El objeto de satisfacción de la Durante ese año también insiste sobre el carácter de
necesidad? ¿A la madre? ¿El amor de la madre? ¿Sus "buenos cesibilidad del objeto: "Los puntos de fijación de la libido se
cuidados"? ¿Un objeto alucinado? hallan siempre alrededor de algunos de esos momentos de
Lacan intenta aportarle un poco de coherencia y rigor a cesión subjetiva". Hacía alusión aquí a la "conmoción anal"
esta cacofonía. En su Seminario sobre "La relación de obje- (emisión de una deposición) del Hombre de los Lobos, que
to", hace una especie de llamada al orden referida al orden sobrevenía a la vista de la escena traumática. Es así como
simbólico (véase la cita más atrás) y retoma los conceptos de todos los objetos: heces, voz, mirada, etc., pueden "entrar en
privación, frustración y castración que articula en el agente el campo de la realización del sujeto".
y el objeto: la privación es una falta real, un agujero, el objeto El carácter de exterioridad del objeto es fundamental para
es simbólico en ella; la frustración, un daño imaginario para comprender su devenir, la manera en que "entra en el campo
un objeto real; la castración, una deuda simbólica en relación de realización del sujeto'? fantasmas, síntomas, deseo, sin
con un objeto imaginario. olvidar la angustia vinculada a este mismo corte.

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"
En aquel momento, Lacan ponía el acento sobre la reali- El objeto como perdido
dad corporal del objeto, pedazo de cuerpo separado que iba a
desempeñar su papel en la constitución del sujeto, en cuanto
causa oculta, dado que, para convertirse en operante, este ¿Por qué se lo llama perdido? Perder consiste en "estar
objeto deberá ocultarse, velarse cada vez más. Más adelante privado provisoria o definitivamente de la posesión o de la
insistirá más sobre los fenómenos de borde, sobre el "trazo del disposición de algo"; 10 ¿este objeto ya no está entonces en
corte". posesión del sujeto, o a su disposición? Se le dice perdido y sin
El8 de mayo de 1963 decía esto: embargo corre por todas partes; se lo entrevé en las esquinas
de todas las calles, en las encrucijadas de las "rutas naciona-
Es el pedazo camal, como tal arrancado a nosotros mismos, les" o de los "pequeños caminos" .11
el que circula en el formalismo lógico tal como fue ya Si uno cree haberlo perdido, es porque piensa haberlo
elaborado por nuestro trabajo para uso del significante. Es
este objeto como perdido en los diferentes niveles de la poseído. Ahora bien, nada es menos seguro. Siendo el destino
experiencia corporal donde se produce el corte el que es el del hombre pensarse U no a partir de una existencia fundada
apoyo, el sustrato auténtico de toda función como tal de la sobre las rupturas y las separaciones, no puede sino soñar
causa. con una unidad primitiva. Los mitos acerca de la completi-
tud, de "la esfericidad del Hombre primordial", 12 de la unidad
Prosigue: "La causa está ya alojada en la tripa", y habla de quebrada y la búsqueda eterna de su mitad o de su comple-
"tripa causal". mento pertenecen a todos los tiempos y todas las culturas. A
N o olvidemos que este objeto está también prendido al esos mitos responden otros mitos o relatos sobre fragmentos
cuerpo del Otro, más particularmente cuando se trata del de cuerpos perdidos, desaparecidos, irrecuperables, tal como
pecho, de la mirada, de la voz. el del cuerpo de Osiris descuartizado en catorce partes, de las
cuales nunca se encontrará el pene. Lacan evoca también al
Este objeto a es el acceso al Otro: el goce no conocerá al Otro Shylock de El mercader de Venecia y su libra de carne y a
si no es mediante este resto, a. Santa Agata llevando sus pechos en un plato de estaño. 13
En el se:rninario del 30 de enero de 1963 dice:
Se trata del resto de una operación de corte, y no obligato-
riamente desecho, como se dice con demasiada frecuencia. Me gustaría enunciar esta fórmula: desde que ello se sabe,
Ese resto es el de un encuentro y una separación. "La función que algo real viene al saber, hay algo perdido, y la manera
del resto [... ] es irreductible, sobrevive a toda la experiencia más segura de enfocar ese algo perdido es concebirlo como un
del encuentro con el significante", dice Lacan en 1963. En fragmento de cuerpo.
consecuencia, a es lo que cae de la relación con el Otro, y un
"resto" en el encuentro con el significante. Este resto, hete- Lo que está perdido está claramente del lado de lo real, del
rogéneo a la cadena significante, no simbolizable, está por lo lado de lo no simbolizable, de lo no dialectizable, del lado de
tanto claramente del lado de lo real. este irreductible, en el corazón de la construcción del sujeto,
es lo "no sabido original" de que habla Lacan en el seminario
sobre "La angustia".
A la imagen de un hombre esférico, entero, va a sustituirla

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la de un ser agujereado; pero, sobre esta misma hiancia, el Lo simbólico, al dirigirse hacia lo real, nos demuestra la
sujeto construye un órgano irreal. "Este órgano, con ser verdadera naturaleza del objeto a [ ...] a fin de cuentas no se
llamado irreal, está en contacto directo con lo real". 14 Lacan resuelve más que por su fracaso, por no poder sostenerse en
hace del corte anatómico que marca la huella de la pérdida el abordaje de lo realY
del objeto el borde erógeno donde va a fijarse el órgano que
figura la libido, órgano que denomina "laminilla". En el Por lo tanto, es verdaderamente en posición de objeto
Seminario XI la define así: perdido en cuanto a lo real como el objeto a se convierte en el
lugar mismo del nacimiento del ser y el sujeto, es el "separare,
La laminilla tiene un borde y va a insertarse en la zona aquí se parere, engendrarse a sí mismo". 18 Este objeto es por
erógena, es decir en uno de los orificios del cuerpo en cuanto lo tanto el sostén de la libido; es "semblante de ser" 19 ••. soporte
estos orificios -toda nuestra experiencia lo demuestra- están del ser; es lo que permite el acceso al Otro: "Es en cuanto
ligados a la apertura-cierre de la hiancia del inconsciente. 15 sustitutos del Otro que esos objetos son reclamados y se hace
de ellos causas del deseo". 20
El hecho de que el sujeto funde su existencia sobre una Y de este lugar viene la demanda, que introduce lo sim-
pérdida y que establezca su continuidad de ser a partir de bólico:
rupturas y de separaciones, ¿no constituye una paradoja?
Lacan lo expresa así: El objeto a es lo que supone un vacío de demanda, de la que
no es sino al situarla por la metonimia [. .. ] que podemos
El interés que el sujeto presta a su propia esquizia está ligado imaginar lo que puede suceder con un deseo que ningún ser
a lo que lo determina, a saber un objeto privilegiado, surgido soporta. 21
de alguna separación primitiva, de alguna automutilación
provocada por la aproximación misma de lo real, cuyo nom- La historia de Paul-Marie (cf. capítulo II de la presente
bre en nuestra álgebra es objeto a. 16 obra) ilustra con claridad este conjunto de funciones. Atrapa-
do como objeto en la pulsión escópica y el fantasma materno,
¿Cómo va a servir el objeto, perdido en el origen, en un responde a ello elaborando su propio goce en un hacer ver con
segundo momento para restablecer la continuidad amenaza- su eczema, e identificándose con ese objeto, cuando es piedra
da de ruptura, bajo la forma de otros objetos, cuyo tipo mismo preciosa, pasa del interior al exterior de la casa (cuerpo
es el objeto transicional? materno). Esta construcción es trastornada por el análisis: la
El objeto a está perdido, pero alrededor de ese lugar que modifica; la piedra preciosa está ahora oculta en el cuerpo de
quedó vacío hormiguean los elementos más heteróclitos, la mujer, al que corta en dos con el cuchillo mágico que se alza
que no demoran en reagruparse para dar cuerpo al sujeto. en el cuerpo del hombre. Ingresa así en la problemática
En este lugar se forma toda la cadena de los objetos de fálica. En el mismo momento, los contenidos fantasmáticos
sustitución, objetos marcados por el rótulo del Otro, objetos se diversifican, haciendo intervenir otros objetos, oral y anal
que pueblan el imaginario pero en los que también se anuda en particular. El objeto oral asume una connotación persecu-
la relación con lo simbólico, porque todos ellos pasan por los toria vinculada con la madre (anorexia, vómitos precoces). El
desfiladeros de la demanda y el deseo. En el Seminario objeto escópico, del que podría captarse el acercamiento a lo
"Aún", Jacques Lacan dice: real mediante la mutilación que se inflige al vaciarse el ojo
con su revólver de juguete, está ahora en el corazón de una

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"
(recubiertas de yeso o de entablilladas) tienen claramente el
elaboración simbólica en torno al deseo de saber. Ya muy valor de objeto caído, a la vez exterior al sujeto y represen-
dotado, es ahora el primero en el conocimiento de los volca- tándolo.
nes, y lo apasiona la geología. Será un gran sabio. Se ve aquí Antes de examinar cómo se constituye el objeto a en el
asomar el ideal del yo y el trazo unario de identificación con momento princeps de la separación, hemos intentado aquí
un padre que es también un gran maestro en un saber. definir su función. Objeto perdido, siempre "eludido, velado"
En la pequeña Lucie (cf. nuestro capítulo Il), el objeto se en las estructuras en que se manifiesta, tales como el
articula de manera diferente. Es un pedazo de cuerpo atra- fantasma y el deseo, hiancia que constituye punto de llama-
pado en lo real de una malformación, objeto de cuidados, de da al goce, escapa a la significantización, como la vida y la
preocupaciones, elemento significante mayor en el discurso muerte. Si es un punto ciego en el corazón del ser, es también
del Otro que se relaciona con ella. Para ella sus piernas se piedra angular sobre la cual se erige el sujeto. Sobre él se
convierten en la causa del amor maternal (causa, sin embar- apoya la función fálica, función siempre faltan te en el psicó-
go, no exclusiva, porque en ese caso sería psicótica). Esta tico. J.-A. Miller lo recordaba en Montpellier, en 1983:
interpretación es retomada por la hermana mayor que,
teniendo problemas en sus pies y deseando niños sin piernas, En las neurosis, es el fantasma el que ocupa ese punto de falta
designa de qué lado está el goce materno y tal vez la marca (significación fálica). El objeto a no tiene allí más valor que
de su amor. el de contener la función de la castración. En las psicosis, el
Es en torno a este lugar, a este sitio donde lo real está en objeto a de que se trata es puro real -en cuanto no está
cuestión, que Lucie va por lo tanto a jugar y fantasmizar. En incluido en él el {-<p) de la castración imaginaria- y, por ello,
la cadena de los objetos que se articulan en esta zona no funciona "naturalmente" como causa del deseo.
corporal, los zapatos son los primeros. El calzado no es aquí
un objeto transicional: Lucie posee un osito que cumple esta El destino del objeto a es por lo tanto introducirse en las
función. Los zapatos parecer ser más bien el componente de formaciones del inconsciente y desaparecer en las construc-
una producción fantasmática, los utiliza en sus juegos; se la ciones cada vez más complejas que sostiene: en el fantasma,
ve contarse historias cuando se pasea con los de su padre o el deseo, el síntoma, la imagen narcisista i(a), la histeria (a
su madre. Puede también servirse de ellos en unos compor- oral), la obsesión (a anal). "Busquen el objeto en cuanto
tamientos cuyo sentido sigue siendo enigmático: en la guar- sincopado", dice Lacan. Es preciso releer, en el Libro XI de su
dería, por ejemplo, tuvo la oportunidad de mezclar y esconder Seminario, la fábula del menú redactado en chino para
los zapatos de todos los niños, y esto en un tiempo récord, sin comprender hasta qué punto el objeto puede ocultarse detrás
que nadie se diera cuenta, lo que tuvo por efecto crear un de los significantes, sin perder por ello su peso de presencia
desorden indescriptible a la llegada de las mamás y un asom- en la causación del sujeto y su deseo.
bro combinado con inquietud en la maestra. A causa de su naturaleza cesible, este objeto a deducido del
En este caso preciso, el objeto no entra en las categorías cuerpo, mediador en una dialéctica que se inicia con el Otro,
clásicas de Lacan -pecho, heces, mirada, voz-, no es verda- va a servir de modelo a otros objetos que forman parte del
deramente cesible, siéndolo al mismo tiempo, sin embargo, mundo exterior. ¿El primero de ellos no es la mamadera?
con respecto a la vivencia corporal de esta niña. Sus piernas Viene a continuación el objeto transicional. Lacan lo presen-
inmovilizadas, sustraídas a la dinámica corporal durante ta así:
varios meses, percibidas y vistas como objetos inanimados

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Este carácter de cesión del objeto se traduce por la aparición
en la cadena de objetos cesibles que pueden ser sus equiva- Partirá de lo que entonces llama la división significante del
lentes [.. .] tengo la intención de incorporarle la función del sujeto.
objeto transicional.

A continuación hace referencia a los objetos que constitu- A S Goce


yen una serie a partir del objeto a:
a Angustia
El sujeto se realiza en los objetos que son de la misma serie,
que son del mismo lugar, digamos en esa misma matriz que
la función de la a minúscula [... ] es lo que, desde hace tiempo, S Deseo
se denomina las obras.

Habría mucho para decir sobre la necesidad que tiene el Según el esquema que conserva, apenas con algunas
hombre de producir objetos, sobre su pasión de crear. Pero variantes, a lo largo de todo el año, coloca arriba, de un lado,
están también todos los objetos que se multiplican en el al Otro no barrado y del otro al S no barrado, connotando en
mundo. actual y que debe poseer. En su momento, Lacan ese nivel al goce. Uno puede sorprenderse de encontrar una
había tomado uno de ellos, el automóvil, para una pequeña Ayuna S no barradas. Lacan lo explica en dos ocasiones: "Ese
demostración sobre el yo ideal y el ideal del yo. Algunos sujeto que escribo S podría ser, en este nivel, mítico, previo
objetos asumen un lugar considerable en la dinámica del a todo el juego de la operación [...] lo llamaremos míticamente
sujeto -no hay más que pensar en los objetos del coleccionista el sujeto del goce". 22 Más adelante hace alusión a la Cosa. En
o en los dejados en herencia en las familias. su Seminario sobre La ética, la Cosa designa claramente ese
Abordemos ahora el proceso de separación. Su fracaso en "antes de que se formen las categorías", que podría figurar
la psicosis debería compararse con lo que es la forclusión en allí.
el nivel significante. La angustia aparece, nos dice, en el segundo tiempo, en el
Me parece que es en el Seminario sobre "La angustia" momento de la separación del objeto a. Lacan comenta así
donde La can ciñe de más cerca el mecanismo de la separación esta operación: "El sujeto debe constituirse en el Otro y a
y nos da los elementos que permiten que, a nuestro turno, nos aparece como resto de la operación. El nivel de la angustia es
interroguemos sobre ese momento determinante. constitutivo de la aparición de la función a, y es en tercer
término que aparece el g como sujeto del deseo". 23
Ese pasaje del segundo al tercer término es indiscutible-
mente problemático en el psicótico. La historia de Sylvie nos
Goce y angustia enseña que es la angustia la que subsiste allí donde debería
aparecer el objeto, pareciendo excluido todo proceso de sepa-
ración. El objeto a que, por definición, es un objeto perdido y,
En este Seminario, Lacan se interroga sobre el comienzo del por ese hecho mismo, causa del deseo indestructible, ese
objeto, lo que a nosotros, interesados como estamos en los objeto, aquí, no puede perderse, no ofreciendo el Otro al
niños neuróticos o psicóticos, nos preocupa particularmente. sujeto las condiciones favorables para asumir y compensar
esa pérdida. En Sylvie puede verse el fracaso del proceso de

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fenómenos del doble y la despersonalización que me parecen
corte en su cuerpo y en el cuerpo del Otro, fracaso que no más situados sobre la vertiente psicótica.
permite advenir al objeto a; por ser así no cesible, el objeto se Empero, la angustia psicótica, la del esquizofrénico en
mantiene como puro real. particular, tiene un carácter completamente específico que
Pero esta reflexión sobre la angustia en la que Lacan la diferencia de las otras, la del neurótico por ejemplo, o la que
persistió durante un año entero debe ser retomada aquí en conoce cualquier hijo de vecino (angustia existencial). Lo
una perspectiva más precisa, la de la clínica del objeto en la cual no quiere decir que los puntos de referencia fundamen-
psicosis. ¿Qué ocurre en ese tiempo de separación, en ese tales que nos dejó Lacan, a saber el a y lo real, no sean
tiempo de la angustia en que el ser queda en suspenso? En operatorios en todas las estructuras donde se manifiesta la
ese punto reside uno de los enigmas de la psicosis. angustia: neurosis, psicosis o perversión.
Si durante ese año Lacan no se interesa específicamente
en la angustia del psicótico, la aborda sin embargo a través
de los fenómenos del doble, de la despersonalización, del
Unheimliche, y el estudio que realiza sobre la angustia, lo La angustia psicótica
real y el objeto nos proporciona una masa de informaciones
acerca de las cuales reflexionar y trabajar.
Ya hemos subrayado que el objeto revelaba su presencia Si bien hay este indecible de la angustia, el psicótico la grita
allí donde había goce. En la psicosis, el goce tiene un matiz por todo su ser e intenta vencerla con todos los medios que
específico, se le dice "desbocado", no obstruido por la ley, no quedan a su disposición: retraimiento autístico, creación
sometido al principio de realidad; podría situarse en lo. alto artística o delirante, pasajes al acto, proyecciones paranoi-
del esquema, al lado de la Cosa. Esto nos remite a ciertas cas, etcétera.
observaciones de Lacan sobre lo imposible del amor para el Fenomenológicamente, no puede negarse la especificidad
psicótico, lo que tiene como corolario que puede ser el único de esta angustia, que es casi palpable. Prontamente identi-
en conocer a La mujer. ficable en la relación con estos pacientes, arrastra al otro al
En él, angustia y goce están estrechamente mezclados, y desamparo y puede suscitar actitudes reactivas en el tera-
nada es más sorprendente que verlo metamorfosear sus peuta: multiplicación de las interpretaciones, ejercicio de un
terrores en goce. Sylvie hará de sus angustias de devoración poder represivo ...
un imperativo de goce, forzando al Otro a forzarla, deman- Esta angustia es sufrimiento indecible. Schreber nos dice
dando así la repetición de un ritual sádico. cómo la domestica. Otros autores, como Antonin Artaud, la
Tanto en la angustia como en el goce existe un imposible hablan sin cesar, en una profusión verbal que a veces repele
de decir que se expresa mediante el obrar: pasajes al acto al lector por sus repeticiones, sus contradicciones, su incohe-
agresivos o suicidas, retraimiento autístico, fenómenos so- rencia. Es sufrimiento del alma, pero también sufrimiento en
máticos, agitación, postración, etcétera. Sin embargo, el el cuerpo que se dispersa, sufrimiento de persecución porque
sujeto puede hacer el relato de ello con posterioridad. ¿No se todo se convierte en agresión hacia un ser eternamente
habla de las "formas de la angustia"? Lacan les pasa revista "supliciado, crucificado". 24
en este Seminario e identifica también sus modalidades en A. Artaud se rebela contra los que la imitan, los que hacen
las diferentes estructuras -por ejemplo, en la neurosis obse- de la locura un esteticismo. Adhiere al grupo surrealista, del
siva y en la relación sadomasoquista-, y se demora en los
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que será excluido en 1926. En El ombligo de los limbos locura una "experiencia trascendental" de la misma calidad
escribe esto: que la "experiencia mística". Así escribía R. D. Laing en
1969:
[.. .] Tristan Tzara, André Breton, Pierre Reverdy... su alma
no está fisiológicamente atacada, no lo está en su sustancia, La locura no es necesariamente un hundimiento (break-
lo está en todos los puntos donde se une con otra cosa, no lo down), puede ser una brecha (break-through). Puede ser
está fuera del pensamiento [... ] Ellos no sufren y yo sí, no sólo liberación y renovación del mismo modo que esclavitud y
en el espíritu sino en la carne y en mi alma día tras día. muerte existencial. 28
También acusa al poeta de jugar con el lenguaje, de sacar Semejante concepción de la locura, al excluir la dimensión
placer de él, mientras que las palabras llevan su peso de real del sufrimiento y la angustia, se topó con el callejón sin salida
y el sinsentido o el deslizamiento de sentido son para él creado por esta misma denegación. Las grandes experiencias
sufrimiento del ser. Cuando tiene que traducir J abberwocky liberadoras al parecer no liberaron más que a los histéricos,
de Lewis Carroll, he aquí lo que dice: mientras que muchos psicóticos se reintegraban al medio
psiquiátrico tradicional, medio que, sin embargo, iba a
No hice la traducción de Jabberwocky. Traté de traducir un evolucionar bajo la influencia de esas nuevas ideas.
fragmento pero me aburrió. Nunca me gustó este poema que Todos los autores que se dedicaron a la psicosis buscaron
me parece de un infantilismo afectado[ ... ] No me gustan los
poemas o las lenguas de superficie que respiran ocios felices calificativos para esta angustia. Freud la llamó "angustia de
y logros del intelecto, en los que éste se apoya sobre el ano fin del mundo, angustia de catástrofe", Winnicott "angustia
pero sin poner en él el alma y el corazón. El ano es siempre psíquica", Schreber, que sabe de qué habla, ''asesinato del
error, y no admito que se pierda un excremento sin desgarrar- alma"; se le dice también angustia de anonadamiento, de
se por perder con él también el alma, y no hay alma en fragmentación, de desintegración, de desencarnación, hun-
Jabberwocky [...]. 26 dimiento. Meltzer utiliza, para el autismo infantil, el término
inglés dismantling (traducido por desmantelamiento). 30
La angustia del esquizofrénico es sufrimiento del cuerpo, un Tanto en la angustia como en el goce el cuerpo está en
cuerpo del que algunas partes se mantienen en un real primera línea; en la angustia psicótica se encuentra en el
imposible: "El ano es siempre terror". punto más alto. A. Artaud no deja de gritar esta angustia
Esta angustia puede hacer huir a los que están sanos. A. -sufrimiento que desde el cuerpo contamina el espíritu-,
Artaud tuvo la experiencia de ello durante una velada "dolor plantado en mí como una cuña eri el centro de mi
memorable en el Vieux-Colombier, el 13 de enero de 1947. realidad más pura". Habla también "de arrancamiento, de
Debía hacer allí su "reaparición parisina" luego de una desmoronamiento corporal". Para su cuerpo ya muerto la
estadía en el asilo. Su comportamiento grotesco sobre el muerte no existe. Dice: "Estoy estigmatizado por una muerte
escenario despertó al principio protestas, luego la angustia acucian te en la que la muerte verdadera no es un terror para
creció y sumergió a los espectadores, aunque "Gide y Adamov mí", y en otra parte: "Estoy muerto desde hace tiempo, estoy
hayan subido al escenario para abrazar al autor", intentando ya suicidado. Me suicidaron". Describe también la angustia
así poner fin a una "tensión insostenible" ... "Velada espanto- que envenena su vida y que sólo la morfina calma:
sa, inútil, vergonzosa'',2 7 dijo J.-L. Barrault.
La antipsiquiatría de la década de 1960 quería hacer de la Hay un mal contra el que el opio es soberano; ese mal se llama

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Angustia, en su forma mental, médica, fisiológica, lógica o
farmacéutica, como ustedes quieran. Un modo irreductible según el cual ese real se presenta en la
La Angustia que hace a los locos, la Angustia que hace a los experiencia, tal es por lo tanto eso de lo que la angustia es la
suicidas, la Angustia que hace a los condenados, la Angustia señal, tal es ese punto donde nos encontramos, la guía, el hilo
conductor al cual les pido que se sujeten.
que hiere a la vida ...31

Y algunos pintores, en especial Francis Bacon, nos dan una Retoma aquí la señal que Freud atribuía a la angustia
visión de lo que podría ser el cuerpo sufriente del esquizo- para designar un dispositivo que el yo pone en acción ante un
frénico. peligro, pero relacionando esa señal con la inminencia de lo
real. Agrega:
Retomemos el Seminario sobre "La angustia" para dete-
nernos en la operación de separación, a la vez punto de
Sólo la noción de real, cuya función es aquella de la que parto
angustia y lugar donde se trama el goce. para oponerle la del significante, nos permite decir que este
Ese año (1962-1963), Lacan no dejaba de escandir dos Etwas frente al cual la angustia opera como señal es del
proposiciones enigmáticas; en efecto, a menudo comenzaba orden de lo irreductible de ese real. Es en ese sentido que me
sus seminarios recordando que la angustia "no es sin objeto atreví a presentarles la fórmula de que la angustia es, entre
y es lo que no engaña". Dice el9 de enero de 1963: todas las señales, la que no engaña.

Tal es exactamente la fórmula donde debe suspendérse esa Ahora bien, lo real es verdaderamente la cuestión clave en
relación de la angustia con un objeto [... ] En ese "no sin" [pas el enfoque de la psicosis.
sans] ustedes reconocen la fórmula que ya tomé con referen- Desde 1953-1954, Lacan lanzó esta formulación:
cia a la relación del sujeto con el falo, "no es sin tenerlo"·[ ... ]
Ese "no sin" es cierto tipo de conexión condicional que une el Lo que no llegó a la luz de lo simbólico aparece en lo real [. .. ]
ser y el tener en una especie de alternancia. lo real en cuanto es el dominio de lo que subsiste al margen
de la simbolización. 32
Por lo tanto, el objeto está allí cuando hay angustia, sin
que pueda determinarse con precisión la naturaleza del No dirá otra cosa veinte años más tarde, en su Seminario
mismo y su modo de presencia: "La angustia sostiene esa "R.S.I.": "Lo real es lo expulsado del sentido. Es lo imposible
relación de no ser sin objeto, aunque no se sepa de qué objeto como tal, es la aversión del sentido" .33 En seguida, menciona-
se trata". rá la angustia en estos términos: "Lo simbólicamente real, o
¿En qué momento, en qué condiciones el objeto que debe sea lo que de lo real se connota en el interior de lo simbólico,
asegurar los cimientos del sujeto y su goce puede engendrar es la angustia". 34 Por último, Lacan retomará esta cuestión
la angustia? La respuesta a esta pregunta no se manifiesta de lo real en "El atolondradicho", pareciéndole entonces que
sino después de haber tomado en consideración el segundo la topología es "el único acceso concebible a ese real". 35
aforismo. La angustia es, por lo tanto, el acercamiento a aquello que
Si el significante engendra intrínsecamente el engaño, lo de lo real escapa a toda recuperación simbólica, siendo el
real no engaña, y la angustia es el signo de la inminencia de sujeto lo que de lo real llega a la significación. Por otra
ese real. Desde el comienzo de este Seminario, Lacan postula parte, en su curso de 1983-1984, "De las respuestas de lo
lo real como "hilo conductor" de su reflexión: real", J.-A. Miller había retomado esta frase de "El atolon-

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r

dradicho": "El sujeto como efecto de significación es respues- ausencia de constitución del objeto a, el psicótico no puede
ta de lo real". Este efecto de significación no puede surgir más sostener solo su existencia de sujeto. Sólo la presencia del
que proveniente del Otro a partir de lo real del cuerpo del Otro tiene peso. "Cuando no hay alguien, no hay nadie".
sujeto gracias a lo que se separa de éste, ese pedazo tomado Sylvie no es entonces más que una boca abierta de donde se
sobre el cuerpo que va a volverse dialectizable a través de la escapa el grito. Si este grito es a pesar de todo existencia, si
demanda, luego el deseo. es tal vez llamada, la respuesta no es significante en nada y
Es en ese punto del proceso donde las cosas se "agarrotan" no puede volverse estructurante pues a esta llamada le falta
en el psicótico. la falta, a saber ese mínimo de construcción imaginaria y
simbólica que se apoya sobre la ausencia. En su Seminario
sobre "La angustia", Lacan afirma que

Volvamos a hablar de Sylvie La angustia no es la señal de una falta sino de algo que
ustedes deben concebir como la carencia de este apoyo de la
falta. ¿Qué es lo que provoca la angustia? No es, contraria-
¿Pero cómo se presenta, en la clínica, ese imposible de la mente a lo que se dice, la alternancia de la presencia-
ausencia de la madre, cosa que prueba el hecho de que el niño
separación en el cuerpo? ¿Cómo, en el lugar donde debería se complazca en renovar el juego presencia-ausencia: esta
producirse el anudamiento con lo simbólico, se mantienen lo posibilidad de la ausencia, eso es la seguridad de la presencia.
real y la angustia? Hemos visto en los capítulos I y II la Lo más angustiante para el niño es que, justamente, la
manera en que se presentaban las cosas en Sylvie, para relación sobre la cual se instituye la falta que lo hace deseo
quien toda separación es vivida en una angustia loca, un es perturbada cuando no hay posibilidad de falta, cuando la
terror que pasa a sus aullidos y sus conductas autodestruc- madre le está todo el tiempo encima y en especial limpiándole
tivas. Ciertos comportamientos, tales como gestos estereoti- el culo, modelo de la demanda que no podría desfallecer. 36
pados, balanceos, golpeteos, rechinar de los dientes, etc.,
parecen destinados a obstruir en parte esta angustia. El Esta madre hiperpresente, que satisface todas las deman-
adulto psicótico puede tener a su disposición maniobras más das incluso antes de que se expresen, que no deja ningún
eficaces para prevenirse de ella, siendo la brecha abierta en lugar a la emergencia de un deseo propio en el niño, que corta
su ser menos cataclísmica que en el niño, puesto que pudie- de raíz toda elaboración fantasmática mediante una satis-
ron introducirse ciertas estructuras como el reconocimiento facción demasiado grande en lo real, esta madre es bien
de la imagen especular. En Sylvie, por lo tanto, el corte es conocida por sus efectos patógenos, cuyo ejemplo tipo es la
imposible en todos los niveles. anorexia mental. Pero, en la psicosis, la falta de la falta es
Al margen de la presencia del adulto, Sylvie no sostiene su una carencia más estructural: no pudiendo el objeto a libe-
existencia más que con el grito. La madre expresa las cosas rarse, desprenderse, no hay ninguna posibilidad de fantas-
en estos términos: "Cuando no hay alguien no hay nadie". mización y de recuperación simbólica en torno de la presencia
Aquí, ninguna vocalización, ninguna oposición significante del Otro; es el anonadamiento, la desaparición absoluta, el
comparable al Fort-Da del nieto de Freud, sino un grito agujero en lo real. ¿Y cómo podría el niño estar seguro en su
continuo, especie de llamado desesperado. Ningún carretel, soledad, si no construyó nada con el Otro y si no posee ningún
tampoco, nada que se parezca a un objeto sustitutivo. En objeto puesto en circulación a partir de él? Su sentimiento de

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,.
identidad corporal obedece, en efecto, a un primer cuerpo Hay una aparente contradicción entré la intolerancia a la
fantasmizado, tejido por una red mínima de vínculos entre ausencia y esta especie de ausencia donde se éo:tifina el niño
los objetos a y las primeras parejas significantes provenien- autista. Sylvie parece sumergida en este aparente dilema,
tes del Otro. Ya itlgresó en el mundo simbólico y, a causa de requiriendo la presencia del otro y al mismo tietnpo recha-
ello, conoce la falta, esa falta a partir de la cual prosigue la zándola. Experimenta la necesidad de asegurarse de que el
conquista de su ser de deseo. Si este primer anudamiento otro está verdaderamente allí mediante la mirada y peque-
imaginario-simbólico no se ancla en lo real "organísmico", el ños golpeteos que da con la punta de los dedos sobre las
sujeto permanece en un vacío insostenible, un fading, una personas. Sin embargo, no tolera ningún movimiento de
ausencia radical, con la angustia vinculada a ella. Y ese acercamiento del otro, para ella todo es agresión: cortarle el
vacío, ese agujero no tiene nada que ver con el "sentimiento pelo o las uñas, lavarle los dientes o las orejas, desnudarla se
de vacío" del que se queja el neurótico. El psicótico adulto se transforman en una prueba de fuerza a la cual sus allegados
dice más bien un muerto vivo. a veces renuncian. En cuanto a las inyecciones, desencade-
Ya he subrayado la precocidad de estas primeras conexio- nan un terror indescriptible.
nes que hacen de lo real biológico una entidad nunca pura, El ser del niño psicótico sin ex-sistencia imaginaria y
estando lo viviente, desde el origen, preso en el sistema simbólica parece enganchado a lo real de la percepción: ésta
significante del Otro. Puede barruntarse en el bebé más puede ser la vista del otro o su contacto (presen~a real); a
pequeño una actividad fantasmática precoz, mucho antes de veces, el objeto frío o cortante apretado en su mano, el
que vuelva a representar con un carretel la experiencia de la remolino indefinido sobre sí mismo a la manera de un
separación, que se manifiesta por una actitud corporal trompo, el gesto repetido tienen peso de existencia. Pero
inducida por la madre, chupeteo del pulgar, gorjeos y otros estos puntos de referencia son frágiles, y todo lo que amenaza
signos o significantes que mantienen su vínculo con el Otro romper este conjunto perceptivo y los rituales que lo acom-
y su continuidad de sujeto en ausencia de este Otro. pañan desencadena la angustia y el enloquecimiento.
Para Sylvie, no existe nada de todo ello; no pudo elaborar Kanner puso el acento sobre esta intolerancia del psicótico
ningún imaginario sólido alrededor de la presencia materna, a los cambios, de la que hace el síntoma primero del autismo
los primeros vínculos parecen haber sido barridos por el al que denominó "inmutabilidad". Es cierto que los cambios
trauma, siendo la primera red asociativa tanto más frágil por de lugar, de personas, las modificaciones de horarios, los
estar esencialmente vuelta hacia la satisfacción de la nece- progresos realizados, los imprevistos de la vida, todo lo que
sidad oral. A Sylvie le hace falta la presencia de alguien junto es nuevo precipita al niño psicótico en la angustia y la
a ella para asegurar que existe, como únicamente la percep- regresión.
ción de la punta del pecho en la boca le aseguraba que el Otro Para cualquier niño, la repetición es estructurante e
estaba allí. Poco importa, por lo demás, quién es este otro. incluye lo simbólico: en el juego del Fort-Da "el orden de la
Contrariamente a los niños de esta edad que reclaman al significancia va a ponerse en perspectiva'',37 dice Lacan. No
personaje alimentador, para Sylvie no importa de quién se ocurre lo mismo con el ritual psicótico, que exige un retorno
trate: deja de gritar cuando está en brazos de un adulto, bien de lo mismo, una repetición que recuerda los ritmos fisioló-
envuelta por ropa que da un límite a su cuerpo. No puede gicos: agitación-calma, violencia-pasividad, etc., tendiendo
quedarse sola en una habitación y sus gritos, a la noche, el todo a una mecanización tranquilizante.
conmocionan a todos los habitantes de la casa. Sylvie está dividida entre la preocupación por mantener

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un aislamiento autístico para protegerse de la intrusión del De muy pequeño, mucho antes de hablar, el mno se
mundo exterior, y el deseo de quedarse pegada a ese otro, de ejercita en dominar la ausencia del Otro de una manera
verificar constantemente su presencia. A los nueve años, me lúdicra, por ejemplo a través de los juegos de las escondidas
dirá en sesión: con el adulto o con los niños de su entorno. Ese "cucú-me fui,
cucú-aquí estoy", aparición-desaparición, lo pone alegre, a
No quiero ir a la escuela, los chicos me golpean, quiero menudo con una punta de angustia que se trasluce en las
quedarme pegada contra mí. risas cuando la desaparición se prolonga. Nada de ello es
posible con Sylvie. Si me voy a otra habitación empujando la
En las sesiones de análisis, cuando una interpretación de puerta, se pone a aullar. Por lo demás, las puertas seguirán
mi parte, un progreso en ella o cualquier otro acontecimiento siendo su "pesadilla" y hasta una edad avanzada le resultará
llegaban a sorprenderla, intentaba abstraerse: se tapaba los imposible tocarlas y menos aun abrirlas y cerrarlas. A los
oídos para no escucharme más, cerraba muy fuertemente los nueve años me dirá:
ojos y rechinaba los dientes. En ciertos períodos de su vida,
cuando surgía una dificultad, por ejemplo una internación de Hay cosas que no me gustan, comer y abrir las puertas. Nací
su madre, retomaba los comportamientos autísticos de sus así, una niña a la que no le gustan las puertas, esta puerta no
primeros meses: postrada en el suelo entre dos sillones, podía me agrada, estoy en mi derecho, la cosa existe, los bebitos, no
pasarse días enteros gimiendo y hamacándose. es libre ...
Pero la mayoría de las veces reclamaba la presencia del
otro; en primer lugar, cuando era una beba, mediante sus Tardíamente, por lo tanto, hacia los cinco años, la cuestión
gritos, y luego esta exigencia se convirtió en el rasgo domi- de la presencia-ausencia se presentó en el análisis.
nante de su comportamiento, hasta asumir la forma de una En el transcurso de una entrevista con su madre, estando
organización paranoica. Su reivindicación con respecto al las tres en mi consultorio, se puso a jugar con el cortinado de
otro era permanente, acusaba a sus allegados de querer su una puerta ventana que da a un balcón. Reanudó el juego
muerte cuando no se satisfacían sus demandas: "Ocúpate de sola conmigo en las sesiones siguientes. Iba a esconderse
mí, protégeme ... ", "Cuando algo me molesta, son ustedes detrás de la cortina, desde donde, sin embargo, podía verme.
quienes tienen que ocuparse y librarme de eso", les decía a Jugando al juego de su ausencia, yo la llamaba: "¿Dónde
sus padres. Esta dificultad para sentirse "ser" en ausencia estás?", manteniendo así mi presencia mediante la voz. En
del otro se traslucía en su lenguaje. A los diez u once años, en seguida se atrevió a pasar un breve instante y luego cada vez
sesiones donde imaginaba juegos con la muñequita, me más tiempo detrás del doble cortinado, desde donde ya no me
decía: "Tú eres la mamá y yo no existo"; "tú eres la maestra veía. Al principio, yo seguía hablándole e incluso llegué a
y yo no existo" o "Eres tú la maestra y yo existo, son alumnos tocarla a través de la colgadura, después toleró el silencio y
transparentes, yo no existiré, estoy en lugar de los alumnos". el aislamiento. Repitió ese juego durante varios meses, pero
"¿Se necesita a alguien a los once añ.os? ¿Tu marido te no pudo jugar verdaderamente a las escondidas sino muy
protege? ¿Proteges a tus hijos?" Pero, en el análisis, no fue tarde: remitiéndola la reaparición del compañero a su temor
sino después de un largo trabajo de reconocimiento de su de ser agredida o devorada, el pánico la clavaba en su sitio.
cuerpo y del mío que se presentó en las sesiones la cuestión Pero esos juegos en el análisis le permitieron sostener una
de la alternancia presencia-ausencia. primera identificación de su cuerpo. Podía des a parecer de mi

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vista y yo de la suya sin que por eso ella dejara de existir. Se
hizo posible un principio de reconocimiento en el espejo. Tal
vez su historia de los niños "transparentes" tuviera que ver
con la cortina transparente de la ventana detrás de la cual
había comenzado a ocultarse.

El cuerpo
y su representación

El cuerpo de Sylvie aparece sin límite de piel Sus dibujos


permiten seguir la evolución de su representación.
En uno de los primeros que hizo, hacia los seis años de
edad, se ven dos personajes de aspecto casi fetal, enterrados
a medias; sólo el más grande tiene un esbozo de piernas. Con
referencia a ellos, Sylvie evoca el episodio de la playa en el
que, habiéndose encolerizado su madre mientras ella jugaba
en la arena mojada, había perdido el uso de las piernas.
En otro dibujo un poco más adelante la misma represen-
tación del cuerpo se depura, pero sin modificarse verdadera-
mente; la misma forma se cubre de ropa pero sin que el cuerpo
asuma un modelado más preciso. El rostro, en cambio, se
diferencia y conserva un aspecto un poco inmóvil, a semejan-
za de su muñeca Barbie, que en esa época no la abandona. La
cabellera, que siempre tuvo mucha importancia para Sylvie,
pasa a ser el elemento esencial. Aun más adelante, la ropa
cobrará a veces una amplitud tal que llegará a ahogar a la
persona.
En muchos dibujos figura una imagen de doble, con
intrincación de dos personas. Esto se acerca a lo que postu-
lábamos antes con respecto a la ausencia: Sylvie es el otro,
existe por el otro. En los momentos de gran regresión, su
madre dice: "La cosa va muy mal, ya no sabe si es ella o yo".
Para Sylvie, la representación tipo de su imagen del Tres representaciones del cuerpo de Sylvie
cuerpo es uno sin exterior ni interior, prolongado por piernas De arriba hacia abajo: a los seis, a los ocho y a los nueve años

134 135
que no lo son; la cabeza es ese guisante entre dos enormes En una nota de 1927, agrega:
orejas y los brazos sin manos se parecen más bien a alas.
Siempre hay algo "malvado, malo" en esta imagen. La El yo se deriva en definitiva de las sensaciones corporales,
"malvada bestia" es tanto ella como su madre, o medio principalmente de las que tienen su fuente en la superficie
mundo. Hablando de los niños de su escuela, dirá, por del cuerpo. De este modo, puede ser considerado como una
ejemplo: proyección mental de la superficie del cuerpo. 38

Rémi es mi ángel, Marc mi enemigo ... yo me voy a volver un Con el estadio del espejo y la imagen especular Lacan
asesino con los malos, seré un asesino que mate a los malos, completará esta concepción freudiana de la imagen del
defenderé a los buenos, seré una "asesiana"... cuerpo que ponía el acento sobre la prevalencia de las
percepciones, en particular del tacto. La envoltura corporal
A esos cuerpos informes donde se confunden interior y es la que va a constituir una barrera protectora contra la
exterior intenta construirles un límite gracias a la envoltura intrusión del Otro y el mundo exterior, es la garante de cierta
facticia que representa la ropa. Quiere ser envuelta, estar integridad corporal, de una intimidad preservada. El recién
muy apretada entre los delantales de su madre; en la nacido y el niño están abiertos al Otro y al mundo por todas
guardería pide que la aten con lazos a su silla. Esta conten- las ventanas que son los orificios sensoriales, ojos, oídos,
ción, que para cualquier niño sería insoportable, parece boca, ano. Ahora conocemos qué trabajo de integración
brindarle cierta calma y seguridad. De la misma forma, para subjetiva se hace a partir de los objetos salidos de esos
alimentarse, es decir para que su boca pueda abrirse y orificios, y cuán problemático puede revelarse ese trabajo en
dejarse penetrar por la cuchara y el alimento líquido, le la psicosis.
resulta preciso sentir el cuerpo apretado, protegido por las En este caso, el límite que constituye la envoltura piel se
piernas del adulto. hace esencial para el mantenimiento de un semblaDte [sem-
La piel que delimita el adentro del afuera, el continente del blant] de cohesión del sujeto. El psicótico adulto a menudo
contenido, es a la vez órgano de contacto con el Otro y zona hace alusión a ello. No puede habitar esa caparazón abierta
de separación. En la formación de la imagen del cuerpo, es a todos los vientos y, frente al espejo, mira perplejo a ese otro
probablemente el elemento perceptivo más primitivo. El que tal vez sería él mismo, sin reconocerlo completamente:
niño in u tero tal vez sienta sobre la piel el contacto del líquido "Estoy perdiéndome de vista", me decía una joven esquizo-
amniótico y el tacto es lo que, desde el nacimiento, lo acerca frénica que escrutaba su rostro en el espejo. Otro joven
más a la madre, pero también marca el límite de la separa- psicótico, que ya había hecho varios intentos de suicidio, me
ción. En "El yo y el ello" Freud escribe: decía en sesión:
El cuerpo propio, y sobre todo su superficie, es un lugar del Sé que podría matarme, eso debería sucederme, sería fácil,
que pueden provenir simultáneamente percepciones exter- después la cosa iría mejor ... habría una gran calma, una
nas e internas. Es visto como un objeto extraño, pero al calma plena y no una calma vacía ... como un cubo. Yo sería
mismo tiempo libra al tacto sensaciones de dos especies, de una forma y no una extensión, una masa y no un líquido, una
las que una puede asimilarse a una percepción interna. capa de gas o no sé qué ... es más satisfactorio, sería yo quien
fuera eso, quien existiera, quien se convirtiera en algo
definitivo. En lugar tic ser adulto, estaría muerto, es la

136 137
r misma cosa. Soy cualquier cosa según los momentos, no
cuerpo al capricho del deseo del Otro. Las caricias de la
existo, mientras que los muertos ganan, no tienen que hacer madre, los besos, los masajes del cuerpo del bebé que se
esfuerzos para ser ellos mismos ... quiero ser respetado en practican en algunas poblaciones, la India por ejemplo, las
cuanto yo, en mi identidad ... que no se me imponga nada, que expresiones de placer, los intercambios de palabras, las risas
ya no tenga que luchar ... que acompafian los contactos y las manipulaciones, son otras
tantas piedras aportadas a la edificación del cuerpo erógeno.
El cuerpo muerto, en cuanto forma definitiva, viene aquí Las zonas erógenas de la superficie corporal forman una
a garantizar por fin la existencia del sujeto. Este demanda heráldica secreta para cada uno, y las caricias dadas y
que ya no se lo obligue a vivir, que se lo deje poner fin a una recibidas son un placer del amor que merece algo mejor que
existencia de vacío o de "cualquier cosa". Hablando de su el calificativo de "preliminar". Del mismo modo, la calidad de
identidad reencontrada en la muerte, hará más adelante una piel, su textura, su brillo, un lunar, ¿no son el pequeño
alusión a su nombre inscripto en la tumba. detalle que va a "inflamar" el deseo?
Si la representación del cuerpo puede ser "proyección Para el nifio psicótico, la piel que dibuja los contornos del
mental de superficie", como dice Freud, también es volumen, cuerpo no adquirió esa función de objeto a, garante de la
forma en el espacio. Esta noción de espesor del cuerpo a subjetivación del ser, no adquirió su función de continente,
menudo es problemática en el psicótico que se vive en dos de límite en lo imaginario; como los otros objetos a, sigue
dimensiones. Parece que es a partir de los desplazamientos siendo un puro real. La madre de Sylvie había comprendido
del cuerpo del recién nacido en el espacio, asociados al lo que había de imposible en la demanda de su hija de ser
contacto de la madre mientras lo transporta, que se elabora envuelta apretadamente en sus delantales, y decía: "Habría
esta noción de espacio y volumen del cuerpo. que envolverla con palabras". ¡La palabra, desdichadamen-
El lactante debe percibir los cambios del ambiente durante te~ no había pasado al principio entre ellas dos!
las idas y vueltas de la madre cuando está en sus brazos, al En muchos niños psicóticos, la piel es un lugar privilegiado
mismo tiempo que se desarrolla la percepción cinestésica de mutilación: raspones profundos, mordeduras de los ante-
cuyo centro se encuentra en el oído interno. Las posturas y brazo•, arrancamiento de los pelos, etcétera. ¿No serían el
los desplazamientos de su cuerpo están estrechamente liga- dolor y la1 huellas dejadas en el cuerpo los únicos puntos de
dos al modo de presencia del Otro. El gusto de los niños por referencia identificatorios del sujeto, de la misma manera
las músicas ritmadas, que retoman espontáneamente gol- que el nifio psicótico es el objeto oral en su temor de ser
peando las manos, o el placer de la danza, ¿no tienen sus devorado, o el objeto anal cuando se ve desaparecer con sus
raíces en este primer cuerpo en movimiento? Esta primera heces por el agujero del inodoro?
representación inconsciente del cuerpo será retomada e El adulto psicótico busca también hallar los límites de su
integrada más adelante en la imagen especular. En un cuerpo por medios a menudo inesperados. Una joven psicó-
próximo capítulo estudiaremos el trabajo de reconocimiento tica a la que yo analizaba en una clínica psiquiátrica había
en el espejo que se realizó en el transcurso del análisis de debido ser ubicada en un servicio cerrado a causa de pasajes
Sylvie. al aeto agresivos contra los médicos, los internos y el personal
El cuerpo cobra por lo tanto forma y sentido no sólo a través asistente. Su violencia era extrema y cada acercamiento
de los objetos a que se originan en los orificios naturales, sino resultaba en un cuerpo a cuerpo espectacular con el interlo-
también en lo que se marca y recorta en la superficie de ese cutor. A pesar de las advertencias del personal, para su

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138
r
sesión la recibí sola en un consultorio, habiendo llevado juegos fue hacer rodar hacia mí autitos que yo le devolvía,
conmigo únicamente papel y pintura porque la creía en un luego pudo empujarme, atropellarme, cosa que yo volví a
estado de confusión paranoide y pensaba que no podría hacer con ella y que le pareció un juego por primera vez. Todo
hablar pero que aceptaría pintar o dibujar. eso ocurría en el marco del análisis, pero Sylvie conservaba
No fue ése el caso, la encontré muy calma y le hablé de mi en el exterior su miedo a la agresión y se construyó con el paso
asombro. Le pregunté si tenía la intención de agredirme y si de los años un sistema paranoico en el que de un lado estaban
podía decir algo de su comportamiento. Me respondió que no los "buenos" y del otro los "malos".
tenía ganas de echarse encima de mí pues conmigo "no era
igual"; cuando se peleaba con alguien, decía que encontraba
la presencia de su cuerpo y sus límites, "¡existía por fin!"
Riendo, había agregado: "Además, usted, usted no me tiene El objeto oral
miedo", lo que revelaba el doble aspecto de su goce, el del
cuerpo a cuerpo con el otro y el que tenía al provocar para
sorprender la angustia en su interlocutor. Detengámonos ahora en el objeto oral, que parece haber
Si Sylvie pide al otro que garantice su identidad corporal estado en el origen de la psicosis de Sylvie, siguiendo siempre
("Protégeme"), teme, al mismo tiempo, todo acercamiento la orientación lacaniana, que hace de esta operación de corte
porque debe ser forzosamente agresivo. Conoció, sin embar- a la vez el punto de angustia y el lugar en el que se origina
go, el contacto y el calor del cuerpo materno durante las seis el deseo. En el Seminario sobre "La angustia", Lacan señala:
primeras semanas de su vida, pero parece que esos primeros
objetos, contacto, olor, desaparecieron bajo el efecto del El punto de angustia está más allá del lugar donde se detiene
traumatismo y que todo su ser fue contaminado por el miedo el fantasma en su relación con el objeto [... ]. Es la zona que
a ser destruida, aniquilada por el otro. Este terror a la separa goce y deseo la falla donde se produce la angustia [... ] .
agresión perduró hasta su adolescencia, lo que complicó las La angu.stia es este mismo corte sin el cual la presencia del
tareas de las instituciones y la familia, ya que se quejaba sin significante, su funcionamiento, su entrada en lo real son
cesar de los "ataques" de los niños y hacía que sus allegados impensables.
compartieran su "delirio" de persecución.
En el análisis, su relación conmigo se estableció muy Es dificil hablar de esta primera angustia oral de separación
pronto mediante el contacto, la voz y el movimiento. Yo la del objeto, no siendo el corte mismo, tal vez, más que un
llevaba en los brazos y me paseaba así, hablándole. Evitaba momento mítico. Tratemos, a pesar de todo, de hacer una
todo lo que sabía que era angustian te para ella y le dejaba la reconstitución imaginaria, permaneciendo lo más cerca po-
iniciativa del contacto; ella exploraba mi rostro con la punta sible de la clínica. Lo que comprobamos, tanto en Sylvie como
de los dedos, llegando hasta meter la mano en mi boca, tocaba en cualquier niño psicótico, es claramente esto: que la
los objetos por intermedio de mi mano, sobre la cual ponía la angustia subsiste en lugar del objeto que habría debido
suya cuando yo, por ejemplo, manipulaba la plastilina. producirse.
Cuando yo la tocaba, lo hacía con la punta de los dedos, con Recordemos que el primer corte, entre la madre y el hijo,
una caricia ligera como la que ella hacía con sus golpeteos. al que se creía radical, no es sino relativo ya que siempre hay
Poco a poco, se sirvió de los objetos. Uno de sus primeros un objeto entre los dos, la placenta o el pecho, que no

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pertenecen completamente ni a una ni a otro. En Cuentos tiempo. Su proximidad es real: los atributos del cuerpo de la
orientales, 39 Marguerite Yourcenar relata la leyenda de una madre tales como olor, contacto, dolor, etc... son percibidos de
madre muerta por emparedamiento, cuyos pechos, que son manera seguida y reaparecen regularmente en el tiempo.
lo único que emerge de la piedra, continúan produciendo Otros elementos más exteriores también pueden asociarse
leche, fuente a la cual va~ alimentarse cada día su niño. Esta por vínculos de vecindad: lugares, personas, objetos del
figuración del objeto como tal es bastante alucinante. Ya medio ambiente. Entre todos estos elementos parece crearse
antes de mamar por priJilera vez, hemos visto al recién una red asociativa, hasta formar una especie de trama. Pero,
naciQ.o tomar conocimiento del mundo que lo rodea, y supo- para ello, es necesario que haya a la vez continuidad de la
nemos que "sabe" muy pronto que no es a la madre a quien experiencia y discontinuidad.
come. La continuidad está hecha del retorno regular del mismo
¿Qué es lo que nos permite pensar que hay separación conjunto perceptivo y significante, de los mismos puntos de
precoz entre el objeto y el Otro? referencia exteriores asociados al placer de la boca.
A partir de nuestros conocimientos actuales sobre la La discontinuidad es la cesación, la detención, la desapa-
precoeidad del desarrollo del aparato sensorial, podemos rición de esos elementos en un momento dado. Pero allí no
S\lbsumir el papel de las percepciones en el conjunto del todo está perdido, la ausencia no es el vacío, es el momento
desarrollo del sujeto. en que el recién nacido va a "evocar"-¿"alucinar", "fantasmi-
La. boca del recién nacido es la zona primera. En un reflejo zar", qué término utilizar?- su placer oral gracias a uno o
arcaico, se dirige hacia el lado en el que puede recibir el varios indicios que se vinculan con él (el pulgar para chupar,
sustento; b~sta con ro2;ar uno de los costados del rostro para por ejemplo) y, a causa de ello, a encontrar en sí mismo la
que el lactante gire la cabeza hacia ese lado, con la boca· presencia del Otro.
abjerta y~ lista a prenderse del pezón. Pero esta boca llena Algunos niños muy pequeños dejan de angustiarse e
con la punta del pecho o con la tetina, animada por movimien- interrumpen sus llantos cuando se les proporcionan uno
tos de succión, lugar de una satisfacción intensa que invade o varios elementos de esta primera organización: una pren-
el interior del cuerpo, no se mantiene como lugar exclusivo da interior de su madre que conservó su olor, un pequeño
del placer; a ella van a asociarse otras percepciones, tales objeto que vio sobre ella, una música que conoce, algunas
como el olor de la madre, el contacto corporal, la voz, a veces palabras que ella suele decirle, etcétera.
el dolor, cuando el recién nacido tiene espasmos gástricos Así, la presencia de uno o varios de estos signos deducidos
debidos, por ejemplo, a una estenosis del píloro. Además, van en el cuerpo del sujeto o en el del Otro (cuando no es el objeto
a asociarse al placer de la boca el componente del ambiente, transicional mismo) desempeña el papel de agrupadora para
los objetos que rodean al niño, los ruidos, los colores, las una elaboración fantasmática a la que podría calificarse de
palabras que circulan entre las personas que habitan en el identificación originaria.
lugar. Sylvie desgranará así los objetos que estaban allí en ¿Cómo se crean las relaciones entre los diversos objetos a?
el momento en que su madre volvió a atenderla durante un ¿Cómo se anudan los lazos que los reagrupan para constituir
mes, cuando ella tenía tres: sillón, galería, bebé, delantal, lo que sería la primera introducción del "ello"?
tocadiscos. Se advierte aquí la presencia del significante, que El goce es el factor común a la formación del objeto y a su
reaparece con posterioridad en un semblante de discurso. devenir, "el goce, matriz de nuestra presencia en el mundo",
Los indicios aparecen en cierta contigüidad de espacio y de decía J.-A. Miller en su curso del21 de noviembre de 1984.

142 143
Goce del Otro que deja su huella sobre el cuerpo-objeto del que se abren unas hendiduras que dan origen a cosas
niño y contamina los objetos a que éste va a producir. Tal diversas, morcillas, piedras preciosas, amanitasfaloides, así
objeto va a convertirse en preponderante para el niño si éste como unos "objetos no identificados". Paul-Marie despliega
lo señala como objeto pulsional fundamental del Otro, inclu- una actividad fantasmática desbordante, donde se encuen-
so en su fantasma originario. Este objeto se vuelve entonces tran sus objetos privilegiados, la mirada, el objeto oral, el
precioso, marcado por un "plus" agálmico o por un "plus" objeto anal, retomados en una problemática sexual, las
invertido que puede hacer de él un objeto fóbico. amanitas faloides, las hendiduras de la montaña que da a
Pero un objeto a no desempeña solo su papel, siempre luz, etcétera. Todo eso está en plena efervescencia, antes de
exige otro. Su asociación se hace al capricho de misteriosas que la represión venga a borrar y redistribuir las cartas.
correspondencias, como si hubiera transferencia de goce de Lacan precisó con claridad que sería falaz creer que esos
uno a otro. objetos hacen su aparición en perfecto orden. Recusa la
Lacan nos da una imagen de estos reagrupamientos sucesión de los estadios. Dice:
incongruentes, donde el significante representa su papel,
cuando habla del montaje de la pulsión. (De igual modo, La descripción de los estadios formadores de la libido no debe
ciertas puestas en escena perversas recurren a objetos referirse a una pseudomaduración natural, que se mantiene
triviales asociados de manera curiosa a la cadena significan- siempre opaca. [... ] No hay ninguna relación de engendra-
te que enuncia el fantasma.) miento de una de las pulsiones parciales con respecto a la
'· siguiente.41
El montaje de la pulsión es un montaje que, en primer lugar, Es cierto que la espera oral es primitiva, pronto se convier-
se presenta como si no tuviera ni pies ni cabeza, en el sentido·
en que se habla de montaje en un collage surrealista. La te en demanda al Otro; luego viene la demanda del Otro, que
imagen que se nos ocurre mostraría el funcionamiento de se fija en el objeto anal que debe producirse, estando la
una dínamo conectada a la toma de gas, saliendo de ella una mirada y la voz más directamente ligadas al deseo, al don, al
pluma de pavo real que va a hacer cosquillas en el vientre de amor. Pero ningún objeto se borra cuando aparece el otro, se
una linda mujer, que permanece allí para hacer más bella la cruzan, se unen, interfieren hasta "organizarse en torno a la
cosa. Un mecanismo parecido puede invertirse. Se desenro- angustia de castración". 42 El objeto a está entonces incluido
llan los hilos, son éstos los que se convierten en la pluma de en el (-<¡>) de la castración imaginaria, siendo esta última
pavo real, la toma de gas pasa a la boca de la dama y una operación problemática en la psicosis.
rabadilla sale en medio. 40

En los análisis de niños, puede captarse en vivo este género


de metamorfosis. Paul-Marie, después de la desaparición de La estructura del ello
su síntoma, jugaba a redistribuir sus objetos a a capricho de
su fantasía. Los ojos fosforescentes (mirada) del fantasma
negro paralizan a la dama blanca, aquélla rapta y la lleva ' Al principio de su enseñanza, Lacan postulaba que "el ello
al bosque, donde amanitas faloides gigantes (los hongos habla". En 1967 vuelve a esta fórmula: "Era un error". Eric
están asociados a su eczema) empiezan a agrandarse y a Laurent lo recordaba en las Jornadas de la ECF (École de la
transformarse en volcanes. El volcán se resquebraja y se ve Cause Freudienne) de octubre de 1984:

144 145
borradura, presentifica el objeto perfume. Si Baudelaire
En el Seminario sobre "La lógica del fantasma", Lacan separa habla de la prevalencia de este objeto, de su poder de
el sujeto del inconsciente y el ello, y hace aparecer a estos dos evocación o, como diríamos nosotros, de su lugar de a en el
valores como desunidos [... ]. En el ello reina el silencio de las
pulsiones [. .. ] ese silencio es perfectamente compatible con ($ Oa) del fantasma, subraya también los lazos que lo unen
una estructura gramatical.43 a los otros objetos:

Es difícil hablar del ello sin desnaturalizarlo; como el goce, [... ] Los perfumes, los colores y los sonidos se responden.
escapz- -" "lrden del discurso. Lacan escribe: Hay perfumes frescos como la piel de los niños,
Dulces como el oboe, verdes como las praderas,
El goce está prohibido como tal a quien habla, o al menos [no Y otros, corruptos, ricos y triunfantes,
puede] ser dicho más que entre líneas para quienquiera sea Que tienen la expansión de las cosas infinitas,
sujeto de la Ley, puesto que la Ley se funda en esta misma Como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso,
prohibición". 44 Que cantan los transportes del espíritu y los sentidos.
(Correspondencias)
Ciertos autores, sin embargo, nos hacen acercar a través
de las metáforas poéticas a lo que puede ser este goce Ciertos artistas tienen el geQ.io de captar las secretas
,J..I
vinculado a los objetos a y las figuras de placer que éstos correspondencias entre los diferentes objetos a. La danza es
organizan. Todos recuerdan el gusto de la magdalena de un ejemplo de ello. Al decir de Maurice Béjart, es "movimien-
Proust y toda la nostalgia del paraíso de la infancia que tos, formas, ritmos, es el espacio, la música, el cuerpo
despierta en él. En Las flores del mal, Baudelaire intenta humano". En un espectáculo coreográfico, en efecto, están
también decir este goce de "la infancia recuperada [... ]ese reunidos varios acercamientos al goce: en primer lugar la voz
niño que ve todo como novedad, que está siempre ebrio". ¿Qué que, con el canto, puede constituir su único sostén, luego la
ebriedad encontró en el cuerpo materno, cuyo recuerdo música, en la que predomina ya la melodía, ya el ritmo. El
parece buscar en los perfumes? Habla de la preponderancia cuerpo está presente en lo que hace ver (pulsión escópica) de
de ese objeto a para él, objeto pivote del fantasma originario: perfecto en sus formas, en su belleza plástica, pero también
en sus actitudes y su movimiento. Algunos coreógrafos
Cuando con los ojos cerrados, en una tarde cálida de otoño, privilegian la postura, como Nicola'i, cuya danza remite a
Respiro el olor de tu pecho caluroso imágenes muy arcaicas del cuerpo, o Carolina Carlson que
Veo extenderse orillas felices nos muestra un cuerpo disimétrico y disociado, cada uno de
Que deslumbran los fuegos de un sol monótono.
(Perfume exótico) cuyos segmentos parece bailar su propia danza. Otros prefie-
ren el cuerpo en movimiento en coincidencia con el ritmo
La mirada se excluye aquí para dar todo su lugar al musical, cuerpo que se eleva, rebota, escapa a la mate-
perfume que viene a despertar la voluptuosidad. rialidad.
El espectador olvida entonces su propio cuerp' se convier-

'
/:~~~
Como otros espíritus bogan en la música 1
te en el ser leve y aéreo que lo cautiva. Vi a una niña de ocho
El mío, ¡oh mi amor! nada en tu perfume. años que no podía quedarse quieta en un espectáculo de
'
(La cabellera) ballet, se agitaba, esbozaba gestos; atrapada sin saberlo en
Allí es lo escuchado, la música, la que, en un semblante de : una identificación especular que no podía controlar. El
.
'

..,
147
146

i
argumento del ballet, con el sentido que el coreógrafo procura del ello en relación con lo real, cuando hayamos avanzado en
transmitir, sentido sobre el cual cada uno borda a su antojo, el conocimiento del objeto a del psicótico. Pero desde ahora
viene a perfeccionar la dicha de un encuentro consumado. El podemos admitir que a partir de un real fisiológico como el
sujeto puede entonces franquear los límites de lo real y hambre, tensión primordial si las hay, se produce una
dejarse llevar a la escena. ¡Una escena que bien podría ser"la satisfacción cuyo agente es el Otro. En la partida que se libra,
Otra escena"! el Otro se mantiene en un primer momento como el conductor
También Shakespeare supo hablar, en una lengua llena deljuego. De esta partida va a salir un sujeto, con la condición
de imágenes, de esta secreta correspondencia entre los de que se respeten ciertas reglas.
sentidos. Habiendo recién asesinado a Polonia, oculto detrás
de las colgaduras de la cámara de la reina, Hamlet acusa a
su madre en estos términos:
Condiciones mínimas
¿Tenéis ojos? No llaméis a esto amor, porque a vuestra edad para que se produzca un sujeto
el tiempo del ardor ha pasado, la sangre se calma y puede
escuchar a la razón ... Sentidos tenéis, sin duda ... pero esos
sentidos, dadlo por seguro, se han perdido ... ¿Qué demonio,
entonces, puede engañaros así? Ojos sin tacto, un tacto sin Para que se anuden lo real, lo simbólico y lo imaginario, para
miradas, un o(do sin visión ni tacto, un olfato sin nada más que los objetos a ocupen el lugar que les corresponde en la
que un enfermizo residuo de sentido no podr(an errar más geografia del cuerpo, una boca para comer, oídos para
[... ]'5 escuchar, ojos para ver, etc., tomado todo en la dimensión
tanto imaginaria como metafórica, para que una conexión
¿Sería eso lo que se denomina "desorden de los sentidos"? significante se apoye sobre estos objetos, es preciso que se
Lo que aquí aparece como desorganización, disyunción de las cumplan ciertas condiciones.
percepciones, no está lejos de pasar por un signo de desorden Debe mantenerse una coyuntura tal que el desarrollo del
mental. sujeto infans se produzca sin demasiados riesgos. He aquí
Es dificil aventurarse en el dominio del "ello" donde reina sus elementos esenciales:
"el silencio de las pulsiones", un silencio de muerte; dificil
hablar del goce y la angustia, dado que se mantienen al • l. Los cuidados dados al niño deben llevarse a cabo con
margen de la simbolización. No obstante, la estructura un mínimo de permanencia y regularidad, para respetar los
psicótica nos remite sin cesar a una organización cercana a ritmos vitales.
la del ello. Mientras que la metáfora fálica y la forclusión del Con respecto a la pulsión, dice Lacan en el Libro XI del
Nombre-del-Padre son más fáciles de aprehender a causa de Seminario: "La constancia del empuje prohíbe toda asimila-
nuestro mejor conocimiento de las leyes del lenguaje, la ción de la pulsión a una función biológica, la que siempre
naturaleza del ello y su articulación con la cadena significan- tiene un ritmo". 46 Sin embargo, es a partir de los ritmos
te siguen siendo problemáticas. biológicos como se construye la pulsión; se trata verdadera-
El troquel que·, en la escritura del fantasma, reúne y mente de construcción, pues el objeto de la pulsión no es en
desune a la vez el$ y el a, no reveló aún todas sus posibili- nada el objeto de la necesidad. El objeto pulsional es el objeto
dades de lectura. Volveremos más adelante a la estructura a. Si lo real es "lo que siempre vuelve al mismo lugar",47 es en

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primer lugar lo real orgánico, con sus ritmos funcionales, lo red de comunicación entre los diversos objetos a y vincularlos
que recorta el tiempo: digestión-apetito, vigilia·suefio, ciclo a los primeros significantes, es preciso proporcionarle los
que se articula pronto en la noche y el día. materiales necesarios, lo que en el discurso pedopsiquiátrico
Ese real es alternancía. Desde luego, no se trata aquí de la se llama la estimulación. Un niño abandonado a su soledad,
oposición significante SeS~ pero, ¿no puede pensarse que las incluso bien alimentado y limpio, estará forzosamente mar-
primeras oposiciones sigmticantes se apoyan sobre ese real cado por la debilidad. Estemos reconocidos a Spitz por haber
donde reina ya un orden de sucesión? Si el Otro no respeta proclamado en voz muy alta los estragos del hospitalismo.
este orden natural, si las cadencias fisiológicas del niño son Habría motivos para distinguir los modos en que se
trastornadas más allá de un cierto umbral de tolerancia, presenta esta insuficiencia del Otro y para no generalizar
pueden aparecer perturbaciones graves. Una ciencia nueva, apresuradamente, so pena de hacer psicología de bazar.
la cronobiología, pone de relieve la importancia de ciertos Estos modos van de la pobreza intelectual del medio nutricio,
ciclos biológicos desconocidos hasta hoy. con rarefacción de los intercambios de lenguaje, a la incon-
• 2. El recién nacido también tiene necesidad de repetici6n, sistencia de una madre depresiva habitada por pulsiones de
de una repetición que le viene en lo real. Digamos que tiene muerte. En todos estos casos, resulta de ello una insuficien-
sus costumbres, y que las aprecia. A veces se piensa que debe cia de las primeras elaboraciones subjetivas. Los recién
haber un solo personaje alimentador durante los primeros nacidos que sobreviven a ese desierto afectivo son seres a
meses, lo que no es verdad más que en parte. Si el ;recién merced del menor avatar existencial.
nacido reconoce muy pronto a su madre, acepta también que Con frecuencia uno se asombra de la brutalidad con la que
otras personas se ocupen de él, con la condición de tener un niño puede entrar en la psicosis, y se pregunta sobre lo
tiempo para identificarlas y que los momentos en que perma- bien fundado de observaciones tales como la del que se vuelve
nece con ellas tengan una duración limitada. Parece apre- psicótico después de una estadía hospitalaria de corta dura-
hender perfectamente el tiempo que pasa, sin duda en ción, o la del otro a quien su madre, a su vuelta de la clínica
relaciQn con su "reloj" biológico, y puede así prever el retomo obstétrica, encuentra mudo. Sin embargo, este tipo de casos
de las cosas. En las guarderías, los lactantes se agitan y jalona la literatura analítica. Pero las observaciones de un
dirigen sus miradas hacia la puerta cuando se acerca la hora desencadenamiento aparentemente brutal de la psicosis no
en que las madres van a buscarlos. tienen en cuenta el estado del niño en el momento del
Si los personajes alimentadores cambian sin cesar, si las "minidrama". Los niños más profundamente perturbados no
costumbres de vida son constantemente perturbadas, el niño son los que presentan la sintomatología más ruidosa. Quie-
no puede elaborar ninguna perspectiva significante, lo que nes se volverán psicóticos son la mayoría de las veces niños
puede constituir una puerta abierta a la regresión o a la "sin problemas ... tan buenos y obedientes", perfectos en su
psicosis. El desorden y la incoherencia en que se sumerge se papel de objeto a que colma a la madre.
convierten en el caos mismo de su ser. Todo esto se observa Hace falta mucho tiempo para consolidar estructuras frá-
corrientemente en los niños confiados a la D.D.A.S.S. [Direc.. giles al principio, y en niños de alto riesgo un trauma, aun de
ción de Asuntos Sociales y Sanitarios] que pasan de nodriza apariencia mínima, puede desencadenar un estado psicótico.
en nodriza. Sabemos en qué estado llegan a los centros de No obstante, seamos prudentes en cuanto al término de
cuidado, cuando no es la cárcel la que los recibe más adelante. psicosis. Si en ocasiones se habla de "pre-psicosis" con respec-
• 3. Para que el recién nacido pueda establecer una primera to a los niños, es tal vez para reservar un diagnóstico siempre

150 151
dificil de formular y un pronóstico que a menudo aporta los que "no les falta nada" en el plano de las necesidades
sorpresas, manifestándose reversibles, contra todo lo que corren el riesgo de descompensarse más fácilmente.
cabía esperar, ciertas sintomatologías pesadas. En Sylvie, la primera construcción va a ser barrida por el
• 4. La ruptura de las primeras relaciones puede producir- impacto de un real insoslayable, el atiborramiento sádico
se por un desborde pulsional. El niño no puede resistirse a la que, por su violencia, pone término a toda "respuesta". Es
violencia de ciertos traumas, y tiene lugar el hundimiento. Se posible imaginar que, en circunstancias un poco diferentes,
constituye un vacío definitivo sobre el cual no puede cons- la niña habría producido un síntoma: vómitos, enfermedad,
truirse nada sólido. El término de forclusión da cuenta con etcétera. Pero Sylvie no responde, se borra en una especie de
claridad de esta pérdida irreparable en el corazón del sujeto. inexistencia en la que no sobrevive más que una actividad
Podemos referirnos aquí a la historia de Sylvie. ¿Qué pasó estereotipada de golpeteos, ni siquiera se chupa ya el pulgar,
con ella? • es el autismo. En lugar de la emergencia del objeto subsiste
Hemos puesto en evidencia la violencia del trauma sobre lo puro real, la angustia.
una organización fragilizada por una satisfacción demasiado Un episodio sobrevenido en análisis nos permite compren-
grande de la necesidad, aparejada a una ausencia de inter- der mejor qué ocurre con lo real de este objeto.
cambios significantes con la madre. En el texto de los
Escritos, "La significación del falo", Lacan insiste sobre este
más acá de las necesidades y de la demanda que es el don, don
de lo que no se tiene y que se llama amor. Puede suceder que ¡Come, SylvieJ
la satisfacción de la necesidad sea rebajada a "no ser ya sino
el aplastamiento de la demanda de amor". 48 El término de
"aplastamiento", que emplea a menudo en su Seminario Cuando tenía alrededor de cinco años, en el transcurso de
sobre "La relación de objeto", da cuenta de lo que ocurre una sesión Sylvie me dice que tiene hambre. Le pregunto qué
cuando un exceso de satisfacción pone fin a toda apertura quiere comer. Un yogur, me responde. Los padres se quejan
sobre la demanda y por ello sobre el deseo. El término evoca sin cesar de lo que para ellos tenía de obligatorio la puesta en
al niño ahíto dormido sobre el pecho de su madre, sin otra escena de cada comida, pero yo misma nunca había sido
perspectiva para los dos que esa dicha inmediata. Pero se testigo de esas sesiones de forcing. Sabía que en la institución
mantiene la cuestión de esa "demasiada satisfacción de la que frecuentaba se pasaba el día sin comer, sin orinar ni ir
necesidad" y de la "frustración de amor". La demasiada satis- al retrete, pues el equipo se negaba a obligarla. Ese día,
facción se vuelve más patógena por el hecho de interrumpirse entonces, le llevo un yogur que pongo en un plato con azúcar,
en un momento dado. El trauma puede ser provocado por la y le doy una cuchara. Yo misma lo pruebo y le digo: "Aquí
cesación brusca del goce de un niño colmado, sobre todo tienes, puedes comer, está rico". Me retruca: "Oblígame". Le
cuando ese goce es antes que nada satisfacción de la necesi- contesto que ella sabe muy bien que no la obligaría nunca,
dad, pues el sujeto se queda sin posibilidades de metabolizar que pienso que puede comer sola o, al menos, tratar. En el
la pérdida. La primera partida de la madre de Sylvie, cuando momento en que va a llevarse a la boca la primera cucharada,
no tenía más de seis semanas, ya constituiría por lo tanto un rechaza el plato con violencia, se levanta de la silla, visible-
trauma. Muchos niños frustrados y maltratados desde el mente muy angustiada, y se pone a gritar: "¡No comer Sylvie,
nacimiento no hacen una psicosis, mientras que aquellos a no comer Sylvie!"

S'
152 153
No comprendí en el acto el sentido de este ataque de El punto de angustia está más allá del lugar en el que se
pánico, pero más tarde creí captarlo. detiene el fantasma en su relación esencial con el objeto
La conminación "¡Come, Sylvie!" fue pronunciada en pri- parcial, es lo que aparece en la prolongación del fantasma,
mer lugar por la madre, pero sobre todo por Georgette. Esta que permanece subyacente a cierto modo de la relación oral
frase le atravesaba los oídos, al mismo tiempo que todo su y que se expresa bajo la imagen de la función llamada del
cuerpo estaba sometido a la agresión del Otro. Pero los oídos vampirismo[ ... ]. Es preciso distinguirla realidad del funcio-
son los únicos orificios del cuerpo que no pueden clausurarse, namiento organísmico de lo que de éste se esboza más allá,
eso es lo que nos permite distinguir el punto de angustia y el
por lo que Sylvie cerraba la boca, apretaba los dientes al punto del deseo.
punto de desgastarlos, se cubría los ojos, no evacuaba sus
deposiciones ... pero no podía taponarse las orejas. Por lo Sylvie apenas comerá sola a los siete años. Me dirá
demás, en sus dibujos éstas son desmesuradamente gran- entonces: "Ahora como sola. Hago como Georgette, me meto
des, mientras que el resto del cuerpo es casi inexistente. a la fuerza la cuchara en la boca". Es la voz del superyóla que
El "¡Come, Sylvie!" gritado en sus oídos estaba asociado a se hace escuchar y que ella repite, identificándose sin duda
una angustia de muerte que, me parece, se vinculaba sobre con el perseguidor que manipula un cuerpo máquina.
todo con la asfixia (durante toda su infancia hará bronquitis Pude ver una película filmada un día de fiesta en la
asmatiformes). Sobrevivía desapareciendo en cuanto sujeto institución que ella frecuentaba en esa época. Había una
en el acto mismo de la devoración. En el "¡Come, Sylvie!", mesa cubierta de repostena, a la que Sylvie se acercaba y de
Sylvie comía a Sylvie, pero si comer era comerse a sí misma la que luego se alejaba, perdida en la masa de los otros niños.
también era comer al otro, ser comida por el otro. Habiendo Repitió varias veces esta maniobra, luego fue a tocar las
sucedido que la criada (conservo el significante utilizado por masas, tomó una, luego otra y, viendo que nadie le prestaba
la familia) quedara encinta, Sylvie preguntó "por qué se atención, se las llevó a la boca. Este fue el comienzo de la
había comido a su bebé". constitución del objeto oral, que prosiguió a través de
Para cualquier niño, para cualquier adulto, en un segundo la relación con su abuela. Esta, al mismo tiempo que le daba
plano tras el fantasma subsiste la angustia de devoración, de comer, aceptaba que ella la alimentara en una especie de
que puede manifestarse mediante producciones imaginarias comportamiento en espejo.
(como las historias de vampiros) o en procesos más elabora- En el análisis, los juegos maternales continuaron hasta
dos como la incorporación, ligada a la oralidad, pero donde el una edad muy avanzada. Durante mucho tiempo, la alimen-
objeto se mantiene siempre velado. Aquí el objeto es puro real tación se mantuvo ligada a actos mortíferos: el bebé era
y la angustia está indefectiblemente asociada a él. aplastado, pinchado, reventado, muerto, cortado, explota-
Este terror de Sylvie frente al alimento que ni siquiera se ban bombas, cosas todas que me pedía que yo ejecutara dado
atrevía a tocar, como si el pedazo de pan fuera a morderla, me que ella estaba demasiado aterrorizada para tocar por sí
hacía pensar en el cuadro de Goya, Saturno devorando a sus misma a la muñequita.
hijos. Este cuadro, evocado con frecuencia en el discurso de Yo retomaba con frecuencia su palabra interpelándola
los analizantes, remite a las angustias arcaicas ligadas al sobre el lugar del bebé: "¿Qué es lo que tiene, que grita? ¡No
canibalismo. En su seminario del15 de mayo de 1963, Lacan quiero que me pinchen! ¡Por qué no me tomas en tus brazos?,
evocaba este más acá del objeto del fantasma anclado en lo etcétera." Trataba de permutar los papeles. No fue sino muy
real y la angustia. tarde, cuando tenía alrededor de diez años, cuando la vi por

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primera vez tomar la muñequita, acunarlay decirle palabras absorción, en lo real, del cuerpo de una madre muerta. En la
tiernas. segunda, se identifica la dimensión metafórica, "tragarse los
Esta angustia ligada al exceso de real del objeto puede, en cuentos". Para ella, toda la historia de la anorexia podía
el discurso de los psicóticos, extenderse a sus cuerpos. El articularse con su problemática edípica.
objeto oral está en el centro de los fenómenos de anorexia y Si un analizan te de larga data puede expresar, con tono re-
bulimia, que la mayoría de las veces están asociados en el signado, los límites del análisis: "Cuando uno está en el cuer-
mismo sujeto con una sucesión en el tiempo, sucediendo los po, no puede decir nada más. ¿Qué puede atraparse en esta
períodos de bulimia a las fases de anorexia. Es interesante masa de carne?", el psicótico vive esta imposibilidad misma.
señalar que la angustia sólo se manifiesta cuando el sujeto En una clínica psiquiátrica para estudiantes psicóticos,
es bulímico. U na gran experiencia con estos casos, en pacien- las materias más diffciles de enseñar no son ni las matemá-
tes jóvenes de instituciones psiquiátricas, me llevó a distin- ticas ni la ffsica sino la biología. Ocurren en ese curso
guir dos discursos muy diferentes según la estructura en la fenómenos diffciles de dominar por el profesor. El encuentro,
cual se inscriben. Una joven anoréxica de estructura histé- por parte del psicótico, de lo real de un cuerpo muerto, por
rica no habla de su cuerpo y de la comida en los mismos ejemplo en las disecciones, va a redoblar la angustia de su
términos que una psicótica. propio cuerpo, al que a menudo califica de muerto vivo. La
Unajoven psicótica que presentaba crisis de bulimia en el presencia de pedazos de cuerpos etiquetados, catalogados, lo
transcurso de las cuales podía comer cantidades inverosími- remite a su propio cuerpo fragmentado. El profesor se
les de masas, me decía: enfrenta con comportamientos curiosos, cuando no asiste a
un desencadenamiento delirante. Citaré algunos. 49
Para mí, mi cuerpo es un enemigo, es él el que come, que Vania ingiere, durante una clase de trabajos prácticos, el
engorda, que es feo[ ... ]. Le tenía horror a la leche. Mi madre
me alimentó hasta los seis meses. Yo hacía teatro para tragar encéfalo en formol de un carnero y dice: "No me hará nada,
todo lo que tenía leche. De pequeña, no tenía este sentimiento no sentiré nada porque está en formol". Las nociones de
de disociación entre mi cuerpo y yo [.. .].Les muestro algo que división celular y de reproducción plantean problemas a
es feo, ¿cómo podría la gente saber que amo lo bello en este menudo insuperables. Dominique quería saber por qué, en
cuerpo feo, cómo podría saber que tengo mal gusto? los diferentes estadios de la gametogénesis, las células
"cambiaban de sexo como si no supieran en qué querían
Esta misma joven, que alternaba períodos de anorexia y de convertirse"; en efecto, la misma célula masculina se deno-
bulimia puntuados por intentos de suicidio, también decía: mina sucesivamente un espermatocito, una espermátide,
"Desde la muerte de mi madre ya no puedo comer carne, mientras que la célula femenina es un óvulo.
tengo miedo de comer a mi madre". Otra joven anoréxica, "Lo real es asimismo la anatomía", 50 dice Lacan. Para
pero histérica, decía: "No puedo tragar a mamá con todos los Dominique, la diferenciación sexual sigue siendo confusa
cuentos que prueba para hacerme engullir". porque está directamente pegada al género, masculino o
En la primera se manifiesta la angustia de un cuerpo femenino, de la célula sexual misma. La ausencia de la
consumible que tiene mal gusto, con la recuperación signifi- castración simbólica no permitió la represión de lo real
cante y aberrante del cuerpo feo,* así como el riesgo de anatómico. La no superación de ese real despierta la angustia,
que el sujeto intenta reducir mediante una interpretación de
* En francés las voces laid (feo) y lait (leche) son homófonas, circuns-
tancia que la autora señala escribiendo laid(t). (N. del T.) apariencia lógica.

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enemas, "no sabía con certeza cuál de los dos orificios (boca,
¿Y el objeto anal en Sylvie? ano) ingería y cuál eliminaba, y no controlaba ni uno ni otro,
de donde sus comportamientos de defecación ritualizados". 53
En cualquier niño hay inquietud y perplejidad al dar al
Como el objeto oral, el objeto anal no puede ser escindido. Otro lo que éste pide, sobre todo cuando ese algo proviene del
Sylvie se niega a que le saquen los pañales y quiere conservar interior de su cuerpo. La paradoja de esta situación fue
los excrementos directamente sobre la piel. La pérdida de sus subrayada por Freud. Lacan comenta en estos términos el
materias fecales parece equivaler a su propia desaparición. texto freudiano:
Esta angustia se amplificó aun más a causa de las exigencias
excesivas de la madre, que pone a la niña "hasta quince veces Esta demanda de la madre: "guárdalo - dalo", si lo doy,
por día en la escupidera" y sanciona cada "negativa" con una ¿adónde va eso? [...] Ese mantoncito de mierda es obtenido a
paliza. la demanda, se lo admira: "¡Qué linda caca!", pero por lo
En cierta medida, todo niño se identifica con el objeto. "Lo mismo esta demanda implica también que sea desaprobado,
que está allí en esa primera relación con la demanda del Otro porque a pesar de todo se le enseña que no hay que guardar
demasiadas relaciones con esa linda caca, como no sean
es a la vez él y eso no debe ser él",51 dice Lacan en referencia satisfacciones sublimatorias; si se lo embadurna, evidente-
al objeto anal. Esta identificación es siempre subyacente e mente, todos saben que es con eso que se hace54 •
inherente a la estructura misma del sujeto. Hemos hablado
largamente del camino que conducía de la posición de ser ese A veces el niño tiene dificultades para hacer frente a esta
objeto a la que consistía en tenerlo, en construirlo, proceso de situación. La demanda cada vez más acuciante del Otro
separación que se lleva a cabo conjuntamente con el de la puede llevarlo a negarse a dar ese objeto tan codiciado, para
alienación en el lenguaje. Para el psicótico, el objeto conserva experimentar su primer sentimiento de autonomía, de domi-
su estatuto de real y no puede, en muchos casos; ser recupe- nio de su cuerpo. Puede también cuestionarse sobre lo que
rado en la actividad fantasmática ni borrarse en las estruc~ oculta esa demanda (Che vuoi?). La negativa del niño es a
turas simbólicas del deseo. En lugar de poner en marcha el menudo proporcional al encarnizamiento con que su madre
proceso de castración, de permitir la entrada en el orden trata de obtener el objeto. ¿No revela esta demanda el deseo
significante, su pérdida equivale a una pérdida real, una subyacente de conservar el dominio del cuerpo de su vástago,
mutilación. En la medida en que el objeto no está incluido en al que ella misma no quiere "soltar"?
la dialéctica con el Otro, el niño sigue siendo ese mismo objeto Este objeto anal entra en los cuidados y las preocupaciones
y se ve sufrir la misma suerte, la desaparición, el anonada· maternas desde el nacimiento y luego, llegado el momento,
miento. Hemos visto las angustias de devoración que suscita se vuelve algo de lo que puede sacar partido. El Otro pide al
el objeto oral. De igual modo, el objeto anal conserva un poder niño que lo presente como regalo, pero para desembarazarse
de destrucción en el niño psicótico. Muchos autores ponen de de él en el acto. Aunque haya equivalentes sublimatorios,
relieve esta problemática. M.Klein hizo hincapié sobre la vio- este objeto conserva un peso de real que no tienen los otros
lencia destructora que se asocia a las heces; recordemos tam- objetos: por ejemplo, cuando el niño comienza a ir solo al
bién el caso de Joe, estudiado por B. Bettelheim, y todos sus baño, se vuelve loco si no ve sus excrementos antes de dejar
rituales de defecación: "Tocar la pared con una mano apre- correr el agua. Las preocupaciones acerca de la defecación
tando las lámparas, con la otra sujetar el pene",52 etcétera. forman parte de las inquietudes cotidianas de los adultos,
Marcia que, como Sylvie, había sufrido la prueba de los

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que cristalizan en esta función múltiples fantasmas relacio- Después de la muerte una se vuelve la abuela, las señoras en
nados con el funcionamiento de sus cuerpos: buena salud si lo del doctor que pone pomada, ella también está muerta;
hay regularidad en las excreciones, "deposiciones de buen papá pone pomada en el trasero de las vacas. ¿Sylvie está
aspecto", o fantasmas de podredumbre interna, angustias de muerta?"
muerte ligadas al bloqueo de la función. Después de esta nueva agresión al cuerpo y de las circuns-
El objeto anal es por lo tanto fuente de un interés que tancias que la rodean, a las cuales Sylvie da un sentido casi
jamás se agota, siempre en la encrucijada de la angustia y el delirante, se inicia un período crítico del análisis. Ya no tengo
goce. Las bromas escatológicas son las primeras en aparecer ningún contacto con ella; parece no verme más, su rostro ya
en los niños; los "sorete-caca" y otras palabrotas los llenan de no tiene expresión, se presenta como una niña autista. Tiene
alegría y, en general, son retomadas por los niños mayores también fenómenos alucinatorios, habla de manera incom-
de la familia, que hacen de ellas sus delicias hasta una edad prensible a alguien que sería su doble, y esto con las entona-
avanzada. Si bien la acogida de los padres es a menudo ciones de voz de su madre, quien me dice:
ambigua, algunos grupos sociales como los campesinos con-
servaron el gusto por este lenguaje un poco crudo, que La cosa va muy mal en casa, se acabó, ya no sabe si es ella o
emplean con naturalidad, "sin ofender". 55 yo, llama mamá a sus hermanas y a su padre ... quiere que su
Sylvie se angustiaba especialmente con todo lo que tocaba voluntad venga de otra parte, son siempre las mismas
a esa parte del cuerpo. En las sesiones con la muñequita, preguntas: "¿Tengo frío? ¿Cómo me llamo?", etcétera.
simulaba penetrarle el ano con un lápiz y decía: "No puede
hacer caca, tiene una pielcita, no puede, no puede". Como la Es en esta época cuando se pensará en una separación con
boca que había que abrirle a la fuerza, el orificio anal debía respecto al medio familiar. Irá a vivir a lo de su abuela
quedar cerrado, tanto horror encubría la perspectiva de paterna y pasará el día en una institución especializada.
penetración. Cualquier intervención en ese nivel, termóme- La intervención en lo real sobre el orificio anal destruyó la
tro, supositorios, enemas, era vivida de manera dramática y primera elaboración de la imagen del cuerpo que se iniciaba
podía hundirla en un estado de total desamparo. Relataré en la transferencia. Como después del trauma oral, Sylvie se
aquí un acontecimiento que se produjo cuando tenía alrede- vuelve autista. De hecho, el trabajo analítico va a ser
dor de seis años. retomado progresivamente y me daré cuenta de que lo
La evacuación de las deposiciones provocaba una angustia adquirido conmigo no se ha perdido sino únicamente conge-
tal que Sylvie las retenía lo más posible. Un día, después de lado durante un tiempo. Veremos, con referencia al lenguaje,
una semana de retención, el médico consultado, temiendo el sentido que Sylvie dio a esta intervención del médico.
una oclusión intestinal, le administró un enema. Fue una
experiencia de la que la niña no se repuso durante mucho
tiempo, por el hecho de que ese médico murió, lo mismo que
la abuela materna que a veces lo consultaba. Se desarrolló Sobre la voz
entonces en ella una serie de asociaciones en torno del
trasero, la muerte, el médico y el padre que era doctor de las
vacas. He aquí lo que me dijo en una sesión: "Cuando se está La voz es portadora de palabras, "en cuanto imperativo, en
muerto, arreglan el trasero, ponen pomada en el trasero. cuanto reclama obediencia o convicción, no se sitúa en

160 161
relación con la música sino en relación con la palabra", 56 dice una situación de privilegio entre los dos: el "objeto transi-
Lacan. Para Sylvie, estaba la voz imperativa del Otro: cional".58
"¡Come!", "¡Haz caca!", pero también los sonidos que salían
del tocadiscos cuando su madre la atendía. ¿Qué sucedió para
que el objeto voz se pusiera a existir de por sí, de manera
aislada, y tomara esa connotación no sólo superyoica sino El pseudo-objeto transicional
persecutoria? Sylvie, en efecto, se sentía aterrorizada por la del psicótico
voz que salía del tocadiscos. En una inversión de la situación
que caracteriza la evolución de su psicosis, exigirá que su
madre ponga una voz gruesa, una voz colérica para poder Se trata de un objeto tomado del ambiente familiar del niño,
llevar a cabo ciertos actos, como comer, orinar, defecar, etc. pedacito de tejido, viejo objeto de peluche que ha estado en
En su Seminario sobre "La angustia", Lacan intenta contacto prolongado con su cuerpo y conserva su olor. Este
determinar lo que constituye el carácter angustiante del objeto está ligado a las esferas oral y respiratoria. El niño, en
objeto y su lado persecutorio. N o son los pechos o los ojos sobre las manipulaciones más o menos complejas, lo chupa y lo
una bandeja los que provocan el malestar, pero cuando esos respira: puede, por ejemplo, enroscar un mechón de su pelo
ojos lo miran a uno, cuando la muñeca se anima, comienza al mismo tiempo que chupa el objeto o uno de sus dedos,
a asomar la inquietud. En referencia a Edipo vaciándose los chuparse el pulgar haciéndose cosquillas en la nariz con un
ojos, Lacan se pregunta: extremo de la manta, etcétera. Cada niño encuentra rápida-
mente un modo específico de utilización de este objeto y no lo
¿Es eso la angustia, la posibilidad que tiene el hombre de cambia nunca. Algunos lactantes se chupan el pulgar desde el
mutilarse? No, es propiamente lo que por medio de esta nacimiento, costumbre que pudieron contraer in utero, como
imagen me esfuerzo por designarles, es que una imposible
vista los amenaza con sus propios ojos por el suelo. 57 lo demuestran las ecograffas. El niño reclama este objeto en
los momentos de so1 3dad, cuando se aburre o procura dormir-
Cuando el objeto parcial se pone a tener vida propia, el se. Su utilización frecuente y prolongada puede ser un signo
universo bascula: se dejan escuchar voces que la mayor parte de sufrimiento, de tristeza, a veces de regresión.
de las veces dicen injurias y "porquerías", los muertos vuel- Este objeto no es el objeto a, el que está atrapado en el
ven, las miradas de la gente en la calle son acusadoras, las cuerpo mismo, del que es un derivado y que se presenta como
puertas se abren solas, etcétera. Estos fenómenos que en las prolongación del objeto oral y del respiratorio. En su Semi-
películas fantásticas nos dan miedo "de mentira", son vividos nario sobre "La angustia", Lacan habla de él de esta forma:
por el psicótico en una gran proximidad: no puede despertar- Este objeto al que (Winnicott) llama transicional es verdade-
se y reencontrar, cuando lo desee, la realidad tranquilizante ramente el que yo llamo un objeto cesible, trocito arrancado
de su cuerpo unificado y un mundo en que los objetos son a algo, la mayoría de las veces unas mantillas. Se ve con
verdaderamente inanimados, tienen su lugar y no amena- claridad el soporte que el sujeto encuentra en él. No se
zan a los hombres. disuelve en él, se conforta en su función de sujeto en relación
Esto nos lleva a hablar de un objeto que no es el objeto a, con la confrontación significante. No hay carga de a, hay, por
que no es un trivial objeto del mundo exterior, sino que ocupa decirlo así, investidura, existe en la relación de a algo que
reaparece después de su desaparición. 59

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Por lo tanto, Lacan es muy claro, el objeto transicional no niño psicótico pierde su manojo de llaves o su pequeño auto,
es el a, aparece cuando a está perdido, "después de su se le puede dar otra cosa más o menos semejante y se quedará
desaparición". Conforta al sujeto que debe afrontar el mundo contento, dado que no está apegado "sentimentalmente" a él.
del lenguaje, entrar en el ''juego simbólico", según dice A propósito de Marcia, quien en algunos aspectos se parece
también. Se presenta en continuidad con el objeto oral, pero mucho a Sylvie, Bruno Bettelheim nos habla del "manoseo",
está ya encargado de todas las reminiscencias de la relación traducción del verbo to twiddle y de twiddling. Estas activi-
con el cuerpo de la madre y con lo percibido del cuerpo propio dades estereotipadas son para él "no sólo autohipnosis sino
del niño. Es el objeto intermediario "marcado por la primitiva comportamiento de descarga". Dice también:
sustitución".
Sin ninguna duda, este objeto viene a sostener un fantas- Los estímulos exteriores están oscurecidos y "ahogados" en
las sensaciones que el niño provoca en sí mismo. Su propio
ma en torno a la relación de cuidado maternales. Es evocador comportamiento transforma su estado de ''vigilia" en una
del vínculo con el Otro, y el niño conforta en él su identidad. atención todopoderosa frente a sí mismo y anula realmente
El nombre dado a este objeto va a confirmar su doble la percepción de la realidad.
pertenencia, se trata a menudo de un significante que el niño
escucha en los intercambios que tiene con su madre. Un chico Considera que es preciso respetar estas actividades que
lo llamaba "totin". De hecho, ese significante derivaba de la "protegen de un mundo intrusivo y espantoso, al mismo
palabra "coquin" ["pillo"]: la persona que lo atendía, mien- tiempo que aportan una satisfacción alucinatoria a los
tras lo cuidaba, cambiaba y jugaba con él, solía tratarlo de deseos". 60
"pequeño pillo". Captamos allí en vivo la intrincación de las El ritual de Marcia, que necesitaba taparse los oídos y las
dos operaciones: la aparición del objeto con la serie que se narinas para poder comer con los dedos, hace pensar en el de
introduce y la inscripción significante que se hace en el Sylvie, que no podía alimentarse más que con el cuerpo
mismo momento. Ese significante, "totin", secundariamente fuertemente ceñido por las piernas del adulto.
reprimido, podrá reaparecer en una cadena significante don- En Marcia el ritual fue perfeccionado por las educadoras,
de será totalmente irreconocible. Veremos ejemplos de este "que le taparon los oídos por ella, lo que liberó algunos de sus
tipo de represión cuando abordemos los problemas de len- dedos para comer". Su "manoseo" se producía cerca de la
guaje en la psicosis. boca, pero en el niño psicótico es raro que esté ligado a
El objeto que utiliza el niño psicótico no tiene esta función actividades de succión. Sylvie manoseaba indefinidamente
de objeto transicional. Sus características son completamen- entre los dedos un pedazo de material plástico, pero no se
te distintas. llevaba nada a la boca. Sin embargo, no dejaba de rechinar
Rara vez se trata de un objeto suave al tacto. La mayoría los dientes.
de las veces es duro y frío, en ocasiones cortante: autito, He relatado el caso de Marcia porque a menudo me
botella vacía, etc. El niño psicótico busca, con este objeto, una pregunté sobre el sentido de esas prácticas y la manera de
sensación a veces en el límite del sufrimiento cuando, por abordarlas en la clínica. No me parece que la naturaleza de
ejemplo, lo aprieta en su mano o se acuesta sobre él en la las soluciones de B. Bettelheim pueda hacer desaparecer
cama. Advirtamos este rasgo particular: si en el momento de esos interrogantes. Es cierto que, en su institución, la toma
acostarse no se encuentra el objeto transicional, para cual- en guarda permanente del niño se produce a lo largo de
quier niño es un drama, nada puede reemplazarlo; pero si un muchos años. No deja de mencionar la importancia del

ti
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tiempo y el confort del medio ambiente para tratar las Notas
psicosis. El enfoque analítico me parece de otro orden.
Sin temor a equivocarnos, podemos afirmar aquí que a la
inversa del objeto transicional, que permite al niño sostener
l. FREUD, Trois essais sur la sexualité, Idées, Gallimard.
un fantasma alrededor de la relación con el Otro y de la falta
2. FREUD, "Pulsions et destin des pulsions", Métapsychologie,
creada por su ausencia, el niño psicótico utiliza el objeto en Idées, Gallimard.
una maniobra que renueva para perderse en ella, para 3. J. LACAN, Ecrits, pág. 579.
"disolverse". Los rituales vienen a llenar un vacío, un agujero 4. D. WINNICOTT, Psychiatrie de l'enfant.
en lo real, el objeto es proveedor de sensaciones y no nuevo 5. D. WINNICOTT, De la pédiatrie a la psychanalyse, "Objets
impulso para lo imaginario. El gesto estereotipado, la repe- transitionnels et phénomEmes transitionnels", pág. 109, Payot,
tición de lenguaje, ecolalia o estribillo, son otras tantas 1969 [Escritos de pediatría y psicoanálisis, Barcelona, Laia].
actividades que tranquilizan por su retorno asegurado. Así 6. D. WINNICOTT, Jeu et réalité. L'espace potentiel, Gallimard,
como el lactante "aplasta eljuego simbólico" en la actividad 1971 [Realidad y juego, Buenos Aires, Gedisa].
de succión, el niño más grande se pierde en un acto que 7. J, LACAN, Seminario sobre "La angustia" (inédito).
8. J. LACAN, Écrits, pág. 848.
reproduce indefinidamente. Sylvie, retomando sin duda una 9. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia".
expresión familiar, llamaba a sus trozos de plástico sus 10. Petit Robert.
"pequeñas drogas". 11. J. LACAN, Séminaire III, Les Psychoses, pág. 520 [El Semina-
Estos rituales psicóticos son aquello sobre lo que se apoya rio de Jacques Lacan. Libro 3. Las psicosis, Buenos Aires,
el análisis. Con ellos, el niño refuerza su autismo y su Paidós, 1993].
aislamiento del mundo, y los intentos por sacarlo resultan eri 12. J. LACAN, Écrits, pág. 845.
cóleras elásticas y redoblamiento de la angustia. 13. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia".
Sylvie renunció progresivamente a estos estereotipos cuan- 14. J. LACAN, Ecrits, pág. 847.
do, después de un largo trabajo analítico, pudo servirse de 15. J. LACAN, Séminaire XI, pág. 181.
sus manos para modelar, recortar, dibujar. Esto demandó 16. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia".
17. !bid.
años, y aquéllos nunca desaparecieron totalmente. En el 18. J. LACAN, Ecrits, pág. 843.
análisis me apoyé desde el principio en esas actividades, que 19. J. LACAN, Séminaire XX. Encare, pág. 87.
eran las únicas que realizaba. Al utilizar ritmos y asociarlos 20. !bid., pág. 114.
a la palabra y al canto, pude atraer su atención y establecer 21. !bid., pág. 144.
muy pronto un contacto con ella. A pesar de que rechazaba 22. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia".
todo acercamiento, pude comenzar a tocarla, haciéndolo con 23. !bid.
la levedad que ella misma ponía al rozar con sus golpeteos el 24. Europe, revista literaria mensual, noviembre-diciembre de
cuerpo de los otros o los objetos. 1984.
25. A. ARTAUD, L'Ombilic des limbes, Poésie, Gallimard, pág. 39.
26. A. ARTAUD, Lettres de Rodez, GLM, 1946 [Cartas desde
Rodez, Madrid, Fundamentos].
27. Palabras transmitidas en la revista Obliques n° 10-11, "Ar-
taud", Editions Borderie.
28. R. D. LAING, La Politique de l'expérience, Essai, Stock, 1969
[La polttica de la experiencia, Barcelona, Crítica].
166
167
IV
29. Léanse, a este respecto, M. BARNES y J. BERKE, Mary EL ESPEJO CIEGO
Barnes, un voyage a travers la folie, Seuil, 1971.
30. D. MELTZER, Explorations dans le monde de l'autisme,
Payot, 1980 [Explorando el autismo, Buenos Aires, Paidós].
31. A. ARTAUD, L'Ombilic des limbes.
32. J. LACAN, Ecrits, pág. 388.
33. Ornicar?, no 5, pág. 20.
34. ''Vers un signifiant nouveau", Ornicar?, n° 17-18, pág. 9.
35. Scilicet, no 4, pág. 42.
36. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia", clase del 5 de
diciembre de 1962.
37. J. LACAN, Séminaire XI, pág. 60.
38. FREUD, Essais de psychanalyse, Petite Bibliotheque Payot, El espejo, "encrucijada estructural", decía Lacan. 1 ¿Puede
pág. 230.
ayudarnos el comportamiento de Sylvie frente al espejo a
39. Marguerite YOURCENAR, Nouvelles orientales, Gallimard
[Cuentos orientales, Madrid, Alfaguara]. entrar más profundamente en el mundo de la psicosis?
40. J. LACAN, Séminaire XI, pág. 154. Antes de abordar esta cuestión, precisemos algunos pun-
41. !bid., pág. 62, pág. 164. tos que nos permitirán salir de los límites bastante estrechos
42. !bid.' pág. 62. donde aún se encierra con demasiada frecuencia al "estadio
43. Actes de l'ECF, no 7. del espejo". Si su "invención'? que data de 1936, comienza a
44. J. LACAN, Ecrits, pág. 821. agitar al mundo psicoanalítico, conviene releer los textos que
45. W. SHAKESPEARE, Hamlet, acto III, escena IV, Gallimard, Lacan le consagra en sus Escritos reubicándolos en su época,
La Pléiade, pág. 667 [Hamlet, en Teatro completo, 3 volúmenes, teniendo en la memoria el aporte ulterior del pensamiento
Buenos Aires, El Ateneo, 1948]. lacaniano, en especial su trabajo sobre la lengua y el objeto
46. J. LACAN, Séminaire XI, pág. 150. a. El propio Lacan lo subraya en el momento de la redacción
47. !bid., pág. 49.
48. J. LACAN, Écrits, pág. 691. de los Escritos, en 1966, en el texto titulado "De nuestros
49. Michelle CLAQUIN, Mémoire D.E.S.S., 1974, Psychoclinique, antecedentes":
no publicada.
50. Scilicet, n° 7-8. Nos encontramos con que volvemos a colocar estos textos en
51. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia". un futuro anterior: se habrán adelantado a nuestra inserción
52. B. BETTELHEIM, La Forteresse vide, pág. 337. del inconsciente en el lenguaje.
53. !bid., pág. 270.
54. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia".
No olvidemos que en aquel tiempo el combate que libraba
55. Y. VERBIER, Fa~ons de dire, fa~ons de {aire, Gallimard, contra un bastardeo del psicoanálisis daba a sus artículos un
"Sciences humaines", 1980. tono altamente polémico.
~ ¡
56. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia". En 1959, diez años después de "El estadio del espejo", en
57. !bid. el mismo espíritu de un retorno a Freud, responde a la
58. Cf. WINNICOTT, De la pédiatrie a la psychanalyse. comunicación de D. Lagache, "Psicoanálisis y estructura de
59. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia". la personalidad", en su artículo "Observación sobre el infor-
60. B. BETTELHEIM, La Forteresse vide, pág. 212 y sig.

168
.-• 169
me de Daniel Lagache", donde encontramos la continuación
del "estadio del espejo". indispensable para todo reconocimiento especular. La acti-
Lo que Lacan describía en 1949 como "primera captación tud de Sylvie frente al espejo nos aclarará este punto.
por la imagen donde se dibuja el primer momento de la Así pues, la etapa del espejo es verdaderamente la "encru-
dialéctica de las identificaciones", 3 va a desarrollarlo diez cijada estructural" donde se cruzan y se intrincan los regis-
años después sirviéndose aún del espejo pero, esta vez, en el tros de lo real, lo simbólico y lo imaginario, manteniéndose,
modo "analógico", para precisarnos la naturaleza de las sin embargo, este último como prevalente. Este anudamien-
identificaciones. Mediante juegos de espejos (esféricos, pla- to incluye también al objeto a, y veremos cómo la carencia de
nos), figura las instancias del yo, del yo ideal y del ideal del uno de estos parámetros compromete en el niño psicótico el
yo. De este modelo óptico dirá lo siguiente: reconocimiento de su imagen.
Antes de considerar la angustia del psicótico frente al
Los nexos que van a aparecer en modo analógico se refieren espejo, veamos qué ocurre con el descubrimiento dichoso que
claramente a unas estructuras (intra)subjetivas como tales, hace un niño "normal" de su imagen. Lacan sitúa esta etapa
representando en ellas la relación con el otro y permitiendo entre los seis y los dieciocho meses. En el momento en que

.
distinguir la doble incidencia de lo imaginario y lo simbólico. 4 escribe "El estadio del espejo", en la década de 1950, insiste
sobre la "prematuridad natal fisiológica", sobre "el desampa-
Entrevemos allí lo que anunciaba en 1949 al hablar de la ro original del recién nacido". No obstante, subraya igual-
asunción de la imagen especular como de una "matriz mente la precocidad del reconocimiento del Otro, "la percep-
simbólica en la que el yo [je] se precipita en una forma ción muy precoz en el niño de la forma humana, [... ] desde los
primordial". 5 En ese texto de 1959 aparece la complejidad de
las identificaciones, a las que ya no se puede reducir a·
formaciones puramente imaginarias (imagos). En efecto, se
precisa la naturaleza simbólica del ideal del yo: "El ideal del
yo es una formación que viene a este lugar simbólico. Y es en
lo que corresponde a las coordenadas inconscientes del yo". 6
f
'

..
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primeros meses e incluso, en cuanto al rostro humano, desde
el décimo día". 9
Lacan nunca creyó en el aislamiento del recién nacido y
siempre criticó violentamente la interpretación que dan los
a11alistas del concepto freudiano de autoerotismo. 10 Su insis-
tencia sobre la inmadurez del pequeño humano, sobre su
El lugar y la importancia del gran Otro son destacados: estado de indiferenciación, podría hacer pensar que el descu-
Nos equivocaríamos si creyéramos que el gran Otro del brimiento qe su imagen en el espejo tendría valor de revela-
discurso puede estar ausente de ninguna distancia tomada ción, de momento mítico de identificación por nueva reunión
por el sujeto en su relación con el otro, que se opone a aquél 1;-· de los fragmentos del cuerpo. Pero esto sería simplificar
como el pequeño, por ser el de la díada imaginaria. demasiado las cosas y deformar el pensamiento de Lacan.
¿Qué ve el niño de seis meses en el espejo? Un bebé, y en
Prueba de ello es "el gesto por el cual el niño ante el espejo primer lugar piensa que allí hay otro niño, lo señala con el
[... ] se vuelve hacia quien lo lleva". 7 El objeto a ya está allí en dedo, lo interpela en su jerigonza, trata de tocarlo ... , se
la representación de las flores, o sea "los objetos mismos enfrenta al frío del espejo. Como a esta edad aún está en
donde se apoya la acomodación que permite al sujeto percibir brazos de su madre, en su contacto, en su olor, y la ve,
la imagen i(a)". 8 En la continuación de su enseñanza, Lacan perplejo, frente a él, se vuelve hacia ella. La madre, en
va a precisar la importancia de este objeto a, ya aprehendido general, comenta la situación: lo nombra, le habla, ríe, acerca
aquí bajo la forma de i(a). Este es la clave de bóveda

170
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la cabeza a la suya, etcétera. Al crecer, el niño va a multipli-

171
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car los juegos frente al espejo, con el júbilo del que habla los fantasmas referidos al cuerpo propio (es la a de /3 Oa),
Lacan: agita las manos, hace muecas, acerca la boca al estando representada la recuperación del cuerpo biológico en
cristal, se divierte apareciendo y desapareciendo en él, etc. la red significante por la$ del fantasma. Los fantasmas de
Esta serie de comportamientos va a permitirle identificar los que nuestro cuerpo es el componente principal forman
esta imagen como suya: el niño que ve es verdaderamente él. parte de nuestra existencia más íntima, y fundan nuestro ser
¿Puede decirse, sin embargo, que el niño se "reconoce" en de goce, "goce del cuerpo en cuanto es goce de la vida", dice
el espejo? No, dado que no sabe de entrada que lo que ve es Lacan. 12 De este modo, nuestro cuerpo, construido con todas
una ilusión, un reflejo, que no es otro él mismo, su doble, el las marcas que le imprime el Otro, se nos escapa, habla sin
que está frente a él. Testimonio de ello es el comportamiento que lo sepamos (psicosomática), nos traiciona y lo "habita-
observado hasta los treinta meses: el niño, a pesar de estar mos" con mayor o menor comodidad. Lacan nos lo recuerda
habituado a verse, a reconocerse en el espejo, e incluso a en la clase delll de mayo de 1976 de su Seminario: 13
designar con su propio nombre su imagen, de vez en cuando
va a mirar atrás en busca del personaje reflejado. Si su madre Tener relación con el propio cuerpo como extraño es una
se coloca a su espalda y el niño la ve en el espejo dándole posibilidad. Es verdaderamente lo que expresa el uso del
bombones, en vez de volverse hacia ella para tomarlos tiende verbo tener: uno tiene su cuerpo, no lo es en ninguna medida,
y es eso lo que hace creer en el alma, luego de lo cual se llega
la mano hacia su reflejo. La madre de un gemelo al que yo a pensar que se tiene una, lo que es el colmo.
analizaba me contaba que el niño había comprendido muy
tarde qué era su imagen en el espejo dado que veía lo mismo Así, pues, en un momento esta primera organización del
que lo que tenía frente a él habitualmente, a saber su cuerpo se va a enfrentar a una imagen, la del espejo. El
hermano mellizo. · pasaje de una a la otra, que no se produce sin perplejidad,
El reconocimiento de la imagen en cuanto tal, es decir como implica una conmoción fundamental. En cierta forma, la
reflejo, ilusión, está ligado a la construcción del cuerpo 't imagen especular viene a recubrir la primera construcción
imaginario. Veremos las consecuencias de su fracaso en la cuyo proceso de borrado se acelera a partir de entonces. En
psicosis. 1948, Lacan hablaba de "ruptura de plano, de discordan-
Así, pues, este momento del espejo es verdaderamente una cia"12 entre lo que en esa época llamaba Umwelt elnnenwelt.
etapa pivote en la estructuración del sujeto, puesto que es a Se esboza entonces un trabajo de fusión, de reunión de lo que
la vez punto de llegada y punto de partida. el sujeto percibía de su ser y de lo que en lo sucesivo sabe "dar
Ya hemos mencionado el trabajo de estructuración del a ver" de éste. En 1966, retomando a posteriori "El estadio del
cuerpo que se lleva a cabo durante los primeros meses de espejo", subraya el punto capital de este cambio de registro,
vida, en relación con la demanda y el deseo del Otro. La
el intercambio de las miradas:
importancia de esta primera vivencia corporal es tan grande
que el niño de seis meses posee ya una conciencia de su Lo que se manipula en el triunfo de la asunción de la imagen
cuerpo, el sentimiento de su autonomía, a pesar de la del cuerpo en el espejo es el objeto más evanescente que sólo
insuficiencia de su desarrollo motor y la inmadurez de su debe aparecer al margen: el intercambio de las miradas,
sistema nervioso (esquema corporal). Esta construcción del manifiesto en el hecho de que el niño se vuelve hacia quien
cuerpo se hace gracias a la introducción del objeto a ligado a de algún modo lo asiste, aunque sólo sea por asistir a su
las funciones orgánicas, objeto que viene a ocupar su lugar en juego. 13

1
172 173
El intercambio de las miradas

En un primer momento, el niño, en este intercambio de


' sólo la investigación psicoanalítica supo analizar en su
relación con la imagen del cuerpo propio. Esta pasión aporta
a toda relación con esta imagen, constantemente representa-
da por mi semejante, una significación que me interesa tanto,
es decir que me hace estar en una dependencia tan grande de
miradas que va de la madre real, cuyo contacto percibe, a la '1 esta imagen, que viene a conectar con el deseo del otro todos
que ve en el espejo, quiere asegurarse de que lo que ve junto los objetos de mis deseos, más estrechamente que con el deseo
al rostro familiar es verdaderamente el suyo propio. Hasta que ellos suscitan en mf.1 5
entonces, si bien pudo contemplar y jugar con sus manos, sus
pies y su cuerpo, no vio nunca su cara. Para él, tiene la de su El espejo está, por lo tanto, en la encrucijada estructural
madre. Winnicott lo subraya: "El primer espejo es el rostro de las instancias de lo real, lo simbólico, lo imaginario y el
de la madre". El niño va a hacer el descubrimiento de un objeto. Es una plataforma giratoria en el trabajo de estruc-
rostro, el suyo, que coexiste con una masa corporal a la que turación del sujeto, punto bisagra donde se reúnen el cuerpo
identificará como suya, y eso en un acercamiento cinético: fantasmizado ligado a la relación con el gran Otro y la imagen
adelantar la mano, retirarla, acercarse y alejarse, volverse especular que determina la relación con los pequeños otros.
regularmente hacia su madre. De este modo va a apropiarse El comportamiento de Sylvie delante de él viene a confirmar-
poco a poco de esta imagen en movimiento, constituyendo el lo a contrario.
vínculo entre su experiencia corporal (sensaciones cinestési- .~
~

1'
cas, en particular) y la imagen que de ella capta en el espejo. ~
Lo que describo da cuenta, antes que nada, de la visión. La.s
miradas intercambiadas con la madre son de otro orden, ·¡o
Sylvie y el espejo
corresponden a lo que está "más allá de las apariencias", 1" y "¡ \
se refieren sobre todo al deseo del Otro, pues en este inter- (

j
cambio se transmite todo el conocimiento, todo el amor que A la entrad~ de mi consultorio hay un gran espejo. Hasta los
sienten uno por el otro, todo lo tejido entre ellos desde el cuatro años, Sylvie se desviaba al acercarse y, si yo me
primer día. detenía con ella delante de él, parecía presa del miedo e
Retomaremos esta cuestión de la mirada y la visión a ~ intentaba huir.
propósito de Sylvie.
El punto de llegada en el que el niño puede.reconocerse en
J~
Un día, ante mi sorpresa, se planta adelante y hace con los
~ brazos gestos corno de nadadora. Durante las sesiones si-
su forma es también un punto de partida. En efecto, lo que i~ guientes vuelve a acercarse, se mira y luego se aleja sin que
~
está descubriendo es que la mirada que en lo sucesivo fija
sobre sí mismo es la mirada del otro. Se ve desde el lugar del 1
h esto parezca angustiarla. Después de este período de expec-
f tativa, me pide que me siente en el suelo a dos o tres metros
otro, en lo que "d'a a ver'' en su "ser en el mundo", punto de del espejo (de este modo estoy poco más o menos a su altura)
partida de todas las identificaciones yoicas. De ahí en más lo y emprende idas y vueltas entre él y la analista, yo inmóvil
habita la "pasión imaginaria", y ella apresurándose mucho. Pone su cabeza junto a la mía,
con nuestros cabellos tocándose (la cabellera tiene una gran
cuya naturaleza ya era entrevista por el linaje de los mora- importancia para ella), "nos" mira en el espejo y luego,
listas en lo que se llamaba el amor propio, pero cuya dinámica

174 175
dejándome en mi inmovilidad, se acerca lentamente a su
1
suyos, mirando esta escena en el espejo donde de mi cabeza
imagen. Vuelve en seguida, me toca el pecho, después mi sólo ve la cabellera. Se oculta detrás de mí y se levanta
boca y la suya y repentinamente se arroja sobre mí, me vigilando la reaparición progresiva de su imagen. Me levanta
golpea, simula comerme gritando "¡Mala, mala!" Durante un brazo y se acerca al espejo con un brazo en alto, etcétera.
todo este tiempo comento lo que sucede, mientras me nombro Le digo: "se diría que es preciso que yo esté como muerta para
y la nombro. '+ que te veas y te sientas, Sylvie, completa y bien viva". Dice
Este primer acercamiento al espejo será seguido por un entonces, pegando su vientre contra mí e hinchándolo:
período de regresión y de agravamiento de los síntomas: hace "Tengo un bebé ahí adentro".
una otitis; pierde sus adquisiciones y ya no hace nada sola; Más adelante exigió que las dos estuviéramos de pie frente
no duerme y grita durante la noche; no va más al retrete y se al espejo y que yo la hiciese saltar sosteniéndola por las
niega a que llamen al médico. "Rechazo aun más feroz de la manos. Se acercaba a su reflejo y se miraba hacer muecas, al
escupidera", dice la madre. mismo tiempo que dialogaba conmigo; muy a menudo se
En las sesiones está muy angustiada. Se golpea el pecho levantaba la pollera y trataba de ver en el espejo la imagen
gritando "¡Vientre de leche!" y se pega en el vientre diciendo de sus nalgas. Todos esos juegos cesaron poco a poco, si bien
"caca ahí". La madre se queja de que Sylvie pide que la hubo oportunidad de retomarlos algunos instantes al final de
mimen, lo que ella se niega a hacer pretextando "que es preciso
que comprenda que es grande y que ser mimada es una locu-
ra". En sesión, quiere quedarse en mis brazos, sobre mis rodi- l¡
, la sesión. Fueron seguidos por una serie de comportamientos
que en ese momento me intrigaron y, es preciso decirlo,
·,:,. impacientaron: exigía de los otros que asumieran la misma
llas, así puede mirarme y no deja de decir, con un tono calmo -j·
~ \~) j actitud que ella en espejo, lo que llamaba "lecciones de
y una sonrisa: "Buenos días, Cordié", a lo que respondo: "Bue- :.~ gimnasia": levanta los brazos, baja la cabeza, abre la boca,
nos días, Sylvie". En la casa "la cosa va siempre muy mal, se o\}
cierra los ojos ... lo hacía con sus hermanas y su maestra e
puso agresiva, arranca las flores deljardín, destruye todo, ya '·~: intentó repetirlo conmigo. Me negué con bastante prontitud,
(.
no quiere salir del auto, se queja de que le duele la ropa, los lo que desencadenó su cólera: "La quiero más a Mireille
zapatos. En la guardería hace que la aten a la silla". En se-
sión, renueva su demanda de quedarse en mis brazos, pero ~ porque hace igual que yo".
En el tiempo que siguió a este reconocimiento en el espejo,
su discurso gira repetitivamente alrededor de los significan-
tes "solapa", "pliegue", "blusa", "delantal". Evita el espejo.
1 ~,
yo había anotado:
;:\,:
No es sino tres meses después de este primer intento cuan- r·· Comienzo de un período en que establece conmigo juegos
do vuelve a acercarse a él. Me hace sentar en el suelo, pero :·•
,.;,
agresivos, como atropellarme, cosa que a mi vez hago con
esta vez hace que doble las piernas y ponga la frente sobre las ·~·
,)'i
ella. Así puede por fin vivir el contacto de un modo lúdicro,
rodillas, de modo tal que no pueda ver lo que pasa (lo que no '·
·( y se ríe a carcaj a das por primera vez. Retoma los juegos de las
me impide echar una mirada a la pantomima que se desarro- lt escondidas. Puede comenzar a tocar la plastilina. Los padres
lla, al mismo tiempo que respeto la consigna que me parece :} me dicen que en su casa se puso a recortar imágenes diciendo:
1 "Es Cordié", y que "así cree que me hace mal".
consiste en no cruzar mi mirada con la suya en el espejo).
A partir de entonces, y durante numerosas sesiones, va a Fue a los cinco años, alrededor de un año después del primer
intentar aprehender su imagen en referencia a mi cuerpo. acercamiento al espejo, cuando empezó a utilizar el "yo" [']e"].
Acerca su cabeza a la mía y toca mis cabellos y luego los


176 ),_ 177
Esta lenta aproximación al espejo no debe considerarse agresivos indiscutiblemente alivian a ese sujeto inmoviliza-
como un avance terapéutico. Si el comportamiento de Sylvie do, maniatado, bloqueado en su impotencia y sus contradic-
es semejante a todas las otras manifestaciones de la psicosis, ciones.16
puede sin embargo ilustrarnos sobre la manera en que el Este primer acercamiento al espejo va a ocasionar una
niño psicótico aprehende su cuerpo. Pues la capacidad de regresión y un redoblamiento de la angustia. Siempre sucede
Sylvie para expresarse con palabras, mientras vive en un así en los niños psicóticos (en el adulto puede asumir otras
gran desamparo, nos permite, en particular, situar el objeto formas): una nueva adquisición, un progreso en la relación
mirada en la psicosis. Retomemos los hechos tal como los con el otro, una etapa franqueada desencadenan el pánico y
advertí en esa época. un reforzamiento de los sistemas de protección.
¿Por qué esa evitación, esa angustia hasta los cuatro años, Por lo tanto, después de este primer descubrimiento del
cuando entrevé furtivamente su imagen? ¿Qué es lo que la espejo Sylvie se repliega. Sus oídos se taponan con una otitis
espanta de tal forma? Lo ignoro, y no puedo más que señalar dolorosa, sus manos ya no tocan nada, ya no "quiere" (no
que lo que capta su mirada por primera vez y que permite un puede) evacuar sus deposiciones. En las sesiones me habla de
principio de reconocimiento de su imagen es su cuerpo en su cuerpo, en un interito de señalización de su continente,
movimiento, tanto mejor identificado por ser tan ampulosos de una localización de su superficie y su contenido, donde
sus gestos "de nadadora". Pero se queda perpleja ante lo que reina la confusión: vientre de leche, caca, bebé. ¿Es ella
percibe como doble reduplicación: Cordié aquí, Cordié allá, y madre, leche, bebé, caca? Esos objetos que no se han despren-
esa otra que sería ella, a la vez aquí y allá. Vuelve entonces dido de lo real permanecen como no identificables, no utiliza-
a hacer frente al espejo los gestos que hizo conmigo desde el bles, no pueden tener la función de agujero alrededor del cual
comienzo del análisis, los que la llevaron al reconocimiento se construye el fantasma y se fundan la demanda y el deseo.
de su existencia propia en relación con el cuerpo del analista, En su Seminario sobre "El objeto del psicoanálisis" (1965-
secuencias de acercamiento y alejamiento, trabajo de aproxi- 1966), Lacan retoma las figuras del cross-cap y el toro, que
mación y separación en la relación de transferencia. Pero lo había introducido en 1962 en el Seminario sobre "La identi-
que ve allí no responde a lo que yo llamaría, a falta de algo ficación", a fin de dar cuenta con más precisión de la manera
mejor, el "sentimiento de existencia" que adquirió poco a poco en que, a partir de la demanda, el sujeto llega a desear, y
en sus intercambios conmigo; allí, delante del espejo, se cómo esta dialéctica se articula con la problemática del objeto
enfrenta con laimagenquetanto le costó aprehender, a saber y de la cadena significante. El agujero, en estas figuras,
la separación de su cuerpo y el mío, y a la vez lo que constituye representa un lugar vacío, punto de falta y punto de apoyo del
su reunión, la pareja madre-hija. Lo que ve en ese tiempo sujeto. El 30 de marzo de 1966 Lacan subrayaba, por lo
primero no es su rostro, así como tampoco intercambia demás, que ese agujero representa el lugar del objeto a,
conmigo miradas de reconocimiento: se queda fascinada por "mantenimiento-montura sostén de la hendidura del su-
la imagen de una boca y un pecho, visión insostenible que jeto"P
reaviva el trauma. De nuevo reina la confusión entre ella y En Sylvie, la naturaleza de este objeto no permite sostener
el Otro -comer, ser comida- pues se desencadena la cólera el ser del sujeto; a causa de ello, todo "recubrimiento" 18 por la
que es tal vez el esbozo de una toma de distancia: me da imagen especular sólo puede ser nulo y no producido, o
golpes y me trata de mala. La violencia, en efecto, desempeña irrisorio.
un papel de primer nivel en la psicosis, los pasajes al acto En el transcurso de este período de angustia y regresión,

178 179
Sylvie intenta recomenzar su vida desde el inicio, reencon- técnica. Así, al "Mímame" de Sylvie respondí ofreciéndole el
trar conmigo la envoltura corporal que constituían los brazos consuelo de brazos envolventes que volvían a dar forma y
de su madre, imagen lejana, apaciguadora: "Mímame". Pero límites a su cuerpo, suscitando al mismo tiempo un intercam-
entonces, esto también significa decir "Amame", a lo que su bio de miradas y palabras que expresaban el reconocimiento:
madre da la misma respuesta: "No". "Buenos días, Cordié", "Buenos días, Sylvie".
¿Por qué, se preguntarán, no recurrió esta analista al En el tiempo que sigue a este primer acercamiento al
utensilio indispensable que es la mamadera? Esta pregunta espejo, Sylvie se queja de que le duele la ropa, le duelen los
está lejos de ser desdeñable, implica el progreso psicoanalí- zapatos. Se hace atar a la silla. Su discurso está de nuevo
tico mismo y la ética del psicoanálisis. En efecto, ¿hay que parasitado por los significantes referidos a la vestimenta.
responder en ese punto en lo real? Si bien no hay, por cierto, ¿Qué pensar de una actitud semejante?
razón para instituir una reglas inmutables del psicoanálisis Vemos en ella la prueba de que la asunción de la imagen
con los psicóticos, no por ello alimento y heces entran menos especular sólo es posible si el niño ya habita su cuerpo. N o
en el ciclo de la demanda, demanda que ya no se apoya sobre puede reconocerse en el espejo más que si ya ha construido
la necesidad en un niño de cuatro años, cualquiera sea su una representación de sí mismo a través de la red asociativa
estructura. No ocurre lo mismo con la mirada y la voz, centrada en las aberturas de su cuerpo en relación con el
portadora de significantes, que pertenecen al registro del cuerpo, las demandas y el deseo del gran Otro. Esta primera
deseo y lo simbólico, que incumbe en el más alto grado al identificación, profundamente reprimida, es el cimiento de
psicoanálisis que se pretende "lacaniano". nuestro ser más íntimo, lo que Lacan, llegado el caso,
Si un niño psicótico en análisis con una kleiniana la recibe expresaba así: "El hombre está, a pesar de todo, más próximo
diciéndole: "Buenos días, señora pene", 19 palabra retomada a sí mismo en su ser que en su imagen en el espejo". 20 Si ese
de inmediato e interpretada abundantemente por la analis- primer paso no se da, si el cuerpo queda en suspenso, la
ta, Sylvie asumía con respecto a mí un tono completamente imagen del espejo se mantendrá inhabitada, envoltura va-
distinto: "Contigo, siempre hay que hacerse preguntas, estoy cía, marioneta, bolsa de piel o peor, como para Sylvie, bolsa
harta. La abuela no hace preguntas, hace lo que yo quiero", de ropa. Puede suceder incluso que no haya ningún recono-
donde se ve cómo un niño identifica... ¡a qué escuela pertene- cimiento en el espejo. Vi a una niña psicótica acercarse sola
ce su analista! a éste y señalar su imagen con el dedo diciendo: "Mamá".
La escuela de Lacan es la del rigor. El nos enseñó que el Esta niña no se reconocía una existencia propia, era el cuerpo
lugar del analista no está del lado de lo imaginario, que no de su madre, y el rostro entrevisto en el espejo no podía ser
debe representar un papel ni proponerse como modelo de sino el de ésta.
identificación. Está en el lugar del muerto y, en la transferen- En el caso de Sylvie, la vuelta a las sesiones frente al
cia, es el sujeto supuesto saber. ¿En razón de qué debería espejo, tres meses después de la primera experiencia, nos
ocupar otro lugar el psicoanalista de niños? ¿Por qué debe- permitió captar este imposible del cuerpo en la psicosis,
ría ser la buena madre que ofrece la mamadera o el padre que donde lo real, lo simbólico y lo imaginario no logran hacer
refunfuña? Por cierto, un niño psicótico reclama una presen- nudo.
cia de cuerpo y de palabra mucho más importante que Durante mucho tiempo me pregunté por qué exigía que yo
cualquier otro analizante, pero las reglas fundamentales se ocultara mi mirada para poder emprender su trabajo de
mantienen, aun cuando a veces sea necesario readecuar la exploración de su imagen especular. Puesto que poco tiempo

180 181
antes había solicitado el intercambio de miradas cuando gen -"Estoy perdiéndome de vista", decía una joven esquizo-
estaba en mis brazos, procurando asegurarse de que era frénica delante del espejo-o creer en la aparición de un doble.
reconocida, aceptada, tal vez amada. ¿Por qué, entonces, Puede suceder también que, por su efecto de falsa estructu-
debía excluirse esa mirada frente al espejo? Esa pregunta me ración, la imagen especular se vuelva prevalente y arrastre
al sujeto a una fascinación mórbida.
taladró en la cabeza durante varios años, hasta que un
pasaje del Seminario sobre "La angustia" atrajo mi atención: Si mi mirada pudo ser apaciguadora para Sylvie cuando
estaba en mis brazos, el cruce de nuestras miradas en el
espejo se vuelve angustiante.
La despersonalización comienza con el no reconocimiento de
la imagen especular [... ]. De hecho, es porque lo que se ve en ¿Qué implica una mirada? "¿Cómo situar el campo escópi-
el espejo es angustiante que no puede proponerse al recono- co? [...] es deseo en el Otro, apertura, aspiración por el Otro
cimiento del Otro. [... ] Si se establece entonces una relación [... ]¿el objeto de la mirada? Engancharlo [... ]". 24 Ahora bien,
especular tal que el niño pueda dar vuelta la cabeza, relación la mirada que siempre conoció Sylvie es la de la madre,
de la que está demasiado cautivo 21 para que ese movimiento mirada que se desvía, que elude la interrogación de la ni-
sea posible, entonces la relación dual desposee 21 al sujeto de ña, mirada cargada de cólera, asociada a una voz que grita
su relación con el gran Otro. Este sentimiento de desposesión imperativos, mirada que fascina y aterroriza a la vez. La
se verifica en la psicosis. 22 imagen de la pareja que formamos ella y yo en el espejo, ¿no
es por ello la réplica de la otra, la que forma con su madre?
El hecho de que el sujeto se convierta en "cautivo" de una La agresión a mi cuerpo sería la prueba. En ese momento, mi
relación especular angustian te que lo "desposee" de la rela- mirada se vuelve embarazosa, y tal vez Sylvie se pierda
ción con el gran Otro es más flagrante en la psicosis del en ella.
adulto, en la que ese fenómeno de fascinación tiene como Por lo tanto, sin mi mirada pero en presencia de mi cuerpo
corolario, en los momentos agudos, unas experiencias Q.e inerte Sylvie va a hacer la experiencia de su autonomía, en
doble, de despersonalización y de "inquietante extrañeza" cuanto cuerpo en movimiento. Ya no es la niñita de seis
delante del espejo. meses impotente y limitada en su motricidad, su esquema
corporal está consumado. Toma conocimiento de todas las
Los puntos de referencia del conocimiento especular son para partes visibles de su cuerpo en relación con el mío, y verifica
nosotros llamados de una semiología que va de la más sutil
despersonalización a la alucinación del doble. 23 que ella misma comanda sus movimientos. Experimenta la
permanencia de su ser desapareciendo y reapareciendo
Pero para estar "desposeído" aun es preciso haber estado detrás de mí (estos juegos de presencia-ausencia van a
en posesión de la cosa. Ahora bien, el niño psicótico no conoció perdurar en el análisis y a hacer avanzar considerablemente
nunca una relación satisfactoria con el gran Otro que funda- el trabajo).
ra su ser primero, por lo que no encuentra entonces más que El gesto que hace para intentar ver qué pasa por el lado de
un espejo ciego, reflejo vacío de significación que no lo mira la zona anal, parte del cuerpo tan problemática en ella, evoca
en absoluto. la anécdota contada por Lacan "de una niña que se enfrenta
Cuando el nexo entre cuerpo fantasmizado e imagen desnuda al espejo: su mano como un relámpago, cruzando
especular no está roto sino parcialmente, el sujeto puede con un torpe través la falta fálica". 25 Pero con Sylvie, ¿llega-
experimentar un sentimiento de extrañeza frente a su ima- remos alguna vez a la falta fálica?

182 183
Lo que va a seguir del descubrimiento de su forma corporal
en movimiento corresponde claramente a esta "captación" de mundo carece de espesor. Más adelante, cuando se exprese
la que habla Lacan. La forma superficie-vestimenta y la bien, tendrá la oportunidad de decir: "Cuando mamá es
función de dominio dinámico, que experimenta y vuelve a mala, el mundo es plano, ya no tiene relieve". Meltzer señala
representar con júbilo, van a volverse primordiales en su vida. el mismo fenómeno en un pequeño paciente:
Esta función, que hasta entonces delegaba en su madre,
haciendo eco en esto al deseo materno -"Soy yo quien debe Durante varios meses un niño había dibujado puertas y
portales, generalmente con cancelas complicadas [... ]. Un
hacer las reacciones de mis hijas"-, va a ejercerla en lo día, dibujó con esfuerzo sobre un costado de la página una
sucesivo sobre su propio cuerpo. Pero, en lugar de ser el punto casa decorada vista de frente, mientras que en el otro dibujó
de partida de las identificaiones yoicas, va a cobrar un un pub de atrás. De este modo el niño demostraba su
aspecto superyoico. Su cuerpo se mantendrá como una espe- experiencia de un objeto en dos dimensiones: cuando uno
cie de mecánica articulada a la cual da órdenes, a la que entra por la puerta de adelante, sale simultáneamente por la
maneja como un doble. Asimismo, cuando coma sola dirá: puerta de atrás de un objeto diferente, es efectivamente un
"Ahora, hago como Georgette, me meto a la fuerza la cuchara objeto sin interior. 27
en la boca", donde se ve cómo Todos los esquizofrénicos, cuando hablan con posteriori-
dad de los episodios agudos de sus psicosis, dan testimonio de
[... ] en el eslabón roto de la cadena simbólica [... ] sube de lo
imaginario esta figura obscena y feroz donde es preciso ver la extrañeza del mundo, de lo que rezuma entonces de
la significación verdadera del superyó. 26 angustia y pesadilla. El relato de Renée, la paciente de M. A.
Sechehaye, describe un mundo que de un solo golpe pierde su
Sylvie va a intentar ejercer este dominio sobre el otro en aspecto familiar, en el que las cosas pierden todo sentido,
espejo, dando órdenes a las que califica de "lecciones de toda conexión entre ellas. Es lo que llama "realidad":
gimnasia". Rechazaré muy pronto ese juego repetitivo y Los ruidos se recortan en la inmovilidad, separados de su
estéril. objeto y sin ninguna significación [. .. ]. Había perdido el
sentido de la perspectiva [... ]. Todo me parecía artificial, una
mecánica eléctrica [... ] encontraba una casa de cartón, her-
manos y hermanas robots [... ]. 28
La visión y la mirada
en la psicosis Esta "irrealidad" engendra una angustia tal que un sujeto
no puede sobrevivir a ella, y a menudo el delirio permite la
nueva puesta en orden o el repoblamiento de ese mundo:
Que Sylvie se quejara de que le dolían la ropa o los zapatos Es sólo mediante las articulaciones simbólicas que la entre-
me había dejado perpleja. Que me identificara con las lazan a todo un mundo como la percepción cobra su carácter
imágenes que recortaba de las revistas me había asombrado de realidad. 29
igualmente. Pero en la psicosis se encuentra con frecuencia
esta visión bidimensional. Sylvie se ve y se sien te plana como Christian, uno de mis pacientes esquizofrénicos, describía
una imagen. También la representación de los otros y del así su percepción del mundo, antes de repoblarlo, también él,
con su delirio:

184
185
-Tengo una angustia en el plano de los objetos, estoy como tiene un estatuto particula_r, no es tan fácil de delimitar como
encerrado en los objetos, estoy aprisionado adentro, no veo los objetos oral o anal.
más que las cosas insignificantes. En esos momentos estoy Cuando dicta su seminario de Los cuatro conceptos funda-
desconcertado, tengo la impresión de ya no ser más que una mentales del psicoanálisis, la muerte de Merleau-Ponty y la
mirada. Veo mi mirada en el cristal, no puedo desviarla de los publicación de la última obra de éste, Lo visible y lo invisible,
objetos. Me gustaría uer cosas que no ueo, creería en ellas más son para él el punto de partida de una reflexión sobre el "más
fácilmente. allá de las apariencias" que implica la mirada. Este semina-
rio es de una gran riqueza de reflexión sobre la esquizia de la
-¿Hizo ya pinturas, dibujos?
mirada y la visión con las visiones del sueño, el despertar del
-Si los hiciera, dibujaría un universo hiperrealista, un
cenicero, colillas. No me gusta este universo, es la naturaleza soñador, la estructuración del espacio, el cuadro, el montaje
oculta ... Tengo un sentimiento curioso en el plano de la de la pulsión, etcétera.
mirada, una fascinación mórbida por la superficie de las A partir de esos textos y de nuestra experiencia clínica,
cosas. Tengo la impresión de que mi mirada se vuelve veamos cómo se presenta la esquizia de la visión y la mirada.
viscosa, que se pega a los objetos, en los objetos veo esencial- El ojo no es, evidentemente, una simple placa fotográfica.
mente las manchas, en lugar de uer al otro no veo más que la La visión no puede ser sino mirada dirigida al mundo. ¿No se
superficie de sus ojos. habla del "mundo del esquizofrénico", del "mundo visto con
ojos de niño"?
Christian nos describe aquí un mundo pleno de objetos que
se pegan al ojo, que lo envuelven como una trampa. Lo que En nuestra relación con las cosas, tal como está constituida
llama mirada es, de hecho, visión sin mirada, reflejo plano de por el camino de la visión y ordenada en las figuras de la
un mundo reducido a su superficie y, en el otro, sólo encuen- representación, algo se desliza, pasa, se transmite de nivel en
tra un ojo ciego, sin vida. nivel, para estar siempre allí en alguna medida elidido,32 es
¿Cómo entender lo que nos dicen estos pacientes? ¿De qué eso lo que se llama la mirada.33
se trata en lo que Freud pone en primer plano en la psicosis,
a saber la "pérdida de la realidad"? Lacan nos permite ver un Lacan vuelve a esta elisión en varias ocasiones. Nos dice:
poco más claro.
En "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible El origen, la base, la estructura de la función del deseo como
de la psicosis", con referencia a las alucinaciones verbales, tal es [... ] este objeto central, a, en cuanto está no sólo
retoma la distinciónpercipiens-perceptum, "la diferencia de separado sino elidido, siempre en un lugar distinto a aquel
las subjetividades interesadas en la mira delperceptum". 30 en que el deseo lo sostiene y sin embargo en relación profunda
En el Seminario sobre "El objeto del psicoanálisis" nos con él Este carácter de elisión no es en ninguna parte más
recuerda "la impureza delperceptum escópico", a causa del manifiesto que en el plano de la función del ojo, y es en ello
hecho de que el percipiens está "marcado por el significan te" que el sostén más satisfactorio de la función del deseo, el
al mismo tiempo que por "efectos de la pulsión". 31 Así, con el fantasma, está siempre marcado por un parentesco con los
modos visuales [.. .].a•
paso de los años, La can retomará su interrogación alrededor
de la mirada en cuanto objeto a, abordándola por diferentes
La mirada tiene por lo tanto la particularidad de ser un
rodeos, multiplicando los enfoques, pues este objeto, que

186 187
elemento predominante en los fantasmas y, en contacto El goce estético frente al cuadro, esa "trampa para la
directo con el deseo, no es tributaria de la necesidad y la mirada", según la expresión de Lacan, nos hace entrever ese
demanda, como el objeto oral o el anal, siendo su relación con más allá, ese mensaje venido del inconsciente. En la con tem-
el goce completamente privilegiada. Así, pues, esta elisión de plación, la emoción estética designa ese lugar, a la vez lugar
la mirada preside la estructuración del fantasma y las de ausencia y de plenitud, a propósito del cual podríamos
manifestaciones del ello. Lacan dirá también: evocar la proximidad de la Cosa.
En la psicosis, la mirada no llega a hac~r "agujero" y a
La mirada en cuanto objeto a, [...] y por ser un objeto a
reducido, a causa de su naturaleza, a una función puntifor- sostener la visión. No pudo advenir algo de la pérdida, que
me, evanescente, deja al sujeto en la ignorancia de lo que hay habría permitido la constitución del objeto a mirada en la
más allá de la apariencia [... ].35 erogenización de la relación con el Otro. La percepción
permanece entonces como visión sin mirada.
Las visiones del sueño ofrecen una idea general de este El mundo, en Christian, está pegado a su ojo sin distancia-
más allá de la apariencia. En las imágenes oníricas que el miento y, en el otro, nove más que un ojo ciego que perdió su
sujeto crea, en el argumento, en las palabras pronunciadas, mirada. Si trata de fijar un punto para escapar a esta
se entrevé ese otro lugar donde se desliza el sujeto del influencia de los objetos, ese punto se mantiene como man-
inconsciente. Las asociaciones no levantarán más que un cha fascinante de la que no puede extraerse, donde se pierde,
pequeño borde del velo sobre esta "otra escena" que el sujeto, donde desaparece sin que pueda hablarse aquí de algo del
al despertar, a m en u do se niega a reconocer como suya: "Este orden de la contemplación y el goce. La realidad no puede
sueño no tiene ningún sentido, es idiota, no soy yo ... ". despegarse de un real invasor, ese real que J.-C. Milner
Si la esquizia de la mirada es patente en el sueño, es menos define como "un agregado donde no se establece ningún
evidente en el estado de vigilia, donde vínculo, ninguna propiedad, ninguna similitud". 38 Del en-
cuentro con ese real surge la angustia; así puede compren-
hay elisión de la mirada, elisión de lo que no sólo ello mira, derse el sentido de estas palabras de Christian, que durante
sino que ello muestra. En el campo del sueño, al contrario, lo mucho tiempo me parecieron enigmáticas: "Me gustaría ver
que caracteriza a las imágenes es que ello muestra. 36 cosas que no veo, creería en ellas más fácilmente". Cuando no
hay nada más allá de las apariencias, cuando el universo está
Si, en el sueño, "ello muestra", si las imágenes del sueño irremediablemente vacío, con un vacío más allá de la muerte,
no pueden ser más parlantes, el espectáculo del mundo en el Christian intenta suicidarse para reunirse con "su mundo
estado de vigilia, ello nos mira: "El espectáculo del mundo se propio" (su delirio) donde "los niños de luz" lo esperan desde
nos aparece como omnivoyeur", dice Lacan, y además: "No toda la eternidad.
veo más que desde un punto, pero en mi existencia soy Tiene también la oportunidad de volver a dar sentido a los
mirado de todas partes". 37 Si, en el estado de vigilia, yo no creo fenómenos, cuando la palabra se sustrae y las matemáticas
las imágenes, el espectáculo del mundo me incumbe por el son impotentes para dar cuenta del orden del mundo (Chris-
hecho de que lo interpreto sin saberlo. Si el mundo me es tian es investigador en matemáticas). He aquí lo que dice:
familiar, es porque lo he hecho mío sin saberlo, y es en el "Cuando ya no hago matemáticas, pienso en la comunicación
desconocimiento de este más allá de las apariencias donde se no verbal. Me basta con tomar el metro y comienzo a sentir
funda mi ser. la presencia de los otros en el plano de la mirada, es

188 189
--
r demasiado fuerte, es peligroso, las ondas relacionales que
circulan entre los individuos". Un día, me acusa de hipnoti-
zarlo durante la sesión, y otra vez me dice:

Estaba muy angustiado al salir de su casa, esa angustia no


indiferenciados; pero hay una forma que va a volver, ele
manera ritmada y repetitiva, con el placer de la succión y 11
apaciguamiento del hambre, el rostro y la mirada de la
madre, asociados a su voz modulada, donde identifica muy
rápidamente algunos fonemas. Estos primeros intercambios
provenía de mí, estaba atrapado en un juego con sus otros están cargados de significaciones por venir.
pacientes, por su intermedio, me hice comunicar la angustia La mirada, nos dice Lacan, en cuanto objeto a retomado en
de alguien que viene a su casa. el circuito pulsional, tiene la particularidad de estar de
entrada ligada al deseo, no se apoya en ninguna necesidad,
Interpretaciones delirantes alrededor de la mirada, que en ninguna demanda vital, y son tal vez esta "inconsisten-
pueden inscribirse en la transferencia. Cuando la comunica- cia", esta "evanescencia" las que aseguran de manera privi-
ción verbal se le escapa, la mirada se pone a funcionar en sí, legiada su inserción en el fantasma y su enganche con el goce.
para sí, y a dar sentido. Se convierte en "ondas relacionales", Las perversiones exhibicionista y voyeurista atestiguan lo
"peligrosas" (es el mal de ojo),{ascinum, mirada del analista que puede ser este goce centrado en la pulsión escópica.
que lo hipnotiza, lo hace desaparecer y puede también
transmitirle la angustia de los otros. El mundo se pone a
hablar en torno a la mirada.
En un libro muy bello, El hombre jazmín, 39 Unica Zürn nos ¿Qué puede leerse
habla de un universo que le hace signos por todas partes. Sus en una mirada?
alucinaciones visuales se parecen a imágenes de sueños, y
sentimos hasta qué punto, en la psicosis, sueño, delirio,
percepción de la realidad se mezclan íntimamente, sin que se Lacan, en el transcurso de su Seminario, da una serie de
encuentre en ellos la ruptura que instaura el fenómeno del connotaciones de apariencia contradictoria. (Pero, ¿por qué
despertar. El objeto escópico, la mirada, ya no asegura la debería el deseo ser unívoco?)
esquizia de la visión, de donde el retorno con fuerza de lo real En el Libro XI del Seminario hace referencia al mal de ojo:
y el repoblamiento imaginario resultante. "Hay en quien mira un apetito del ojo, el ojo pleno de
Ocurre lo mismo con la esquizia que separa al sujeto que voracidad es el mal de ojo", y de esa mirada mala puede
duerme y sueña del que acaba de despertarse y recupera la provenir la desdicha. "Apetito", "voracidad", estamos muy
conciencia. Esta barrera misma puede ser borrada. En cerca de la pulsión oral. Y en los Escritos, al citar a San
Christian, los procesos del sueño se mezclan con la realidad Agustín que describe "al niño mirando con una mirada
y, como en el sueño, las imágenes se ponen a hablar, a envenenada a su hermano de leche", nos recuerda la violen-
"mostrar". cia de la invidia en esta contemplación a la que califica de
¿Qué lugar, qué importancia puede atribuirse a la mirada "absorción espectacular". 40
en el trabajo de construcción del sujeto? Pero la mirada no es sólo eso, también puede ser apacigua-
Al nacer, el recién nacido abre los ojos y parece sorprendi- dora:
do, asombrado, ya interrogador ante lo que se le presenta.
Encuentra en primer lugar la luz, luego formas y colores aún Es [... ) en el nivel del deseo escópico donde, si la estructura

190 191
,.....--

dol deseo está lo más plenamente desarrollada en su aliena- de embarazo que duró treinta y tres meses. "¡Tres embarazos
ción fundamental, también el objeto a está más enmascarado en treinta y tres meses!", repite, agobiada. ¿Qué mujer joven
y donde con él el sujeto está, en cuanto a la angustia, más
que comenzara su vida en pareja no estaría marcada por
seguro.U
semejante acontecimiento? La señora H* lo está hasta el
En las angustias muy arcaicas en torno a la pulsión oral asco. Se siente molesta frente a la mirada pedigüeña de esa
caníbal, la mirada, viniendo a desmentir lo real de la devo- beba: "Esta niña era demasiado precoz, me miraba con un
ración, puede en efecto tener ese resultado apaciguador. aire extraño, no podía soportarla".
En el Seminario sobre "La angustia", Lacan subraya otro En un primer momento, sintiendo impotencia para res-
ponder a lo que percibe confusamente como demanda de
carácter del objeto a escópico:
amor, probablemente desvía los ojos, se ausenta ante la
En el nivel escópico que es propiamente el del fantasma, mirada-llamada de su hija. La sobrecarga de la zona oral y
aquello con lo que nos relacionamos [... ] es la potencia en el la .ausencia de comunicación por la mirada y la palabra
Otro [... ] que es el espejismo del deseo humano [... ]la forma seguramente fueron aquí condiciones favorables para la
dominante, fundamental de toda posesión, la posesión con- eclosión de la psicosis.
templativa [... ]. 42 En un segundo momento, Sylvie va a encontrar una
mirada hostil, plena de cólera y furor. Más tarde, exigirá ser
Para el niño, el vozarrón [grosse voix], el "gesto adusto" obligada para intentar recuperar en el goce masoquista la
["gros yeux"] son en efecto las insignias de la potencia del mirada y la voz de cólera de la madre.
Otro, y es sobre ellas que se apoya el superyó. . ¿Cómo va a determinar esa mirada dirigida a ella la
El fascinum tiene por efecto matar literalmente a la vida: naturaleza de la que ella misma dirigirá a las cosas? Si "el
"el fascinum es precisamente una de las dimensiones en las mundo es simétrico del sujeto", si es "el equivalente, la
que se ejerce directamente la potencia de la mirada". 43 Por su imagen espejo del pensamiento" (Lacan), el mundo de Sylvie
definición, el fascinum es "encanto, maleficio". Fascinar es será a la imagen de la mirada materna, hostil, inquietante.
"dominar, inmovilizar por la sola potencia de la mirada" .44 Si Además de los objetos esféricos, recordatorio del "mal" pecho,
para cualquier hijo de vecino fascinar tiene el sentido, un todo es peligro: las olas del mar van a comerle los pies, los
poco bastardeado, de seducir, cautivar, encantar, veremos animales la aterrorizan, el mundo se volvió perseguidor, por
que en la psicosis conservó el sentido fuerte de reducir al otro igual razón que ella misma era para su madre un objeto
a la nada por la potencia de la mirada, hay borradura del perseguido-perseguidor.
sujeto bajo la mirada del Otro.
Volvamos ahora al caso de Sylvie. ¿Qué hipótesis puede
formularse sobre el lugar a dar a la mirada en la aparición
de su psicosis? Y, en primer lugar, ¿qué mirada dirigía la Notas
señora H* a sus hijas?
Lo que dice de ello es significativo. La mayor había sido
para ella un "objeto de adoración, de contemplación". Se l. J. LACAN, Écrits, pág. 113.
pasaba el tiempo mirándola, fotografiándola. Cuando llega 2. [bid., pág. 67.
Sylvie, ya no está en la misma disposición, sale de un estado 3. lb id.' pág. 112.

192 193
4. lbid., pág. 674. :14. J. LA CAN, Seminario sobre "La angustia", clase del22 de mayo
5. lbid., pág. 94. de 1963.
6. !bid., pág. 677. :IG. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 73.
7. !bid., pág. 678. :16. lb id.' pág. 72.
8. Ibid., pág. 676. :11. lbid., pp. 71 y 69 respectivamente.
9. !bid., pág. 112. :18. J. C. MILNER, Les Noms indistincts, Seuil, 1983.
10. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 174. :39. Unica ZÜRN, L'Homme jasmin, Gallimard, 1970 [El hombre
11. J. LACAN, "Le Sinthome", Ornicar?, no 11, pág. 7. jazmín, Barceiona, Seix Barral].
12. J. LACAN, Ecrits, pág. 111. 40. J. LACAN, Ecrits, pág. 114.
13. lbid., pág. 70. 41. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia", clase del3 de julio
14. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 74 y ss. de 1963 (subrayado nuestro).
15. J. LACAN, Ecrits, pág. 427. 42. lbid., 12 de junio de 1963 (subrayado nuestro).
16. Cf. por ejemplo A. ARTAUD, "Le théatre de la cruauté", Le 43. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 107.
Théátre et son double, Gallimard [El teatro y su doble, Buenos 44. Petit Robert.
Aires, Sudamericana].
17. Seminario inédito, notas personales.
18. Informe del Seminario sobre "El objeto del psicoanálisis",
Ornicar?, no 29, pág. 13.
19. D. MELTZER, Le Monde de l'autisme, Payot.
20. J. LACAN, "La troisieme", intervenciones en el VII Congreso
de la Ecole Freudienne de Paris, Roma, 1974, Lettres de ''Ecole
Freudienne, no 16 ["La tercera", en Intervenciones y textos, 1,
Buenos Aires, Manantial].
21. Subrayado nuestro.
22. J. LACAN, Seminario sobre "La angustia", clase del 23 de
enero de 1963.
23. J. LACAN, Écrits, pág. 71.
24. J. LACAN, Seminario sobre "El objeto del psicoanálisis", clase
del 1o de junio de 1966.
25. J. LACAN, Écrits, pág. 70.
26. !bid., pág. 434.
27. D. MELTZER, Le Monde de l'autisme.
28. M. A. SECHEHAYE, Journal d'une schizophrene, PUF, 1950
[La realización simbólica. Diario de una esquizofrénica, Méxi-
co, Fondo de Cultura Económica].
29. J. LACAN, Ecrits, 392.
30. !bid., pág. 533.
31. Ornicar?, no 29, pág. 13.
32. Subrayado nuestro.
33. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 70.

194 195
V
~~L LENGUAJE LOCO

El lenguaje apareció bastante tarde en Sylvie, pero muy


pronto si se considera la gravedad de su psicosis.
Las primeras palabras pronunciadas en sesión (cf. capítu-
lo I) fueron "arena" y "pies Cordié". "Papá" y "mamá" ya
formaban parte de su vocabulario. Pero comenzó a hablar
sólo después de siete meses de análisis, cuando tenía tres
años y siete meses, e hizo rápidos progresos.
El lenguaje aparecido en una niña cuyo cuerpo estaba tan
a -estructurado, tan fragmentado, tiene algo de sorprendente
y nos enseña lo que ocurre con los procesos de separación y
alienación, así como con su articulación.
Veremos cómo sectores completos del discurso permane-
cen en una desorganización total, forclusión ligada más
específicamente en Sylvie a todo lo que se refiere al cuerpo.
Recordemos que hablaba desde hacía tiempo cuando empezó
a reconocerse en el espejo (cinco años).
Hay en ella -como en todos los psicóticos, lo que se olvida
demasiado a m en u do- coexistencia y superposición de varios
discursos. Uno queda sorprendido por la inteligencia de
algunos de ellos, por su capacidad de reflexión, y en ese
momento surge siempre una pregunta: "¿Está usted bien
seguro de que es psicótico (o psicótica)?" Me la formularon con
frecuencia cuando hablaba de Sylvie. Esto equivale a pre-
guntarse si era psicótica cuando deliraba y ya no cuando

197
,.........-

hablaba "normalmente". ¿Ya no será psicótica ahora, que que se manifestase con claridad que en el límite de ese
puede vivir sola y tener una profesión? ¿Lo será todavía? Si lenguaje del cual no había forma de hacerla salir había otro. 1
ya no hay síntoma en lo social, ¿hay aún "enfermedad"? Esta
cuestión implica de por sí una concepción reductora de la Y prosigue con el significante "galopinar", que en esta
enfermedad mental, de la que la clasificación americana (el paciente llegó a revelar en un momento el desorden psicótico.
D.S.M.) es uno de sus representantes. En Sylvie, habida cuenta de su edad, el lenguaje "loco"
Por cierto, no hay "pruebas" de la psicosis -como tampoco asume formas múltiples, no forzosamente delirantes. Por
virus ni madre esquizofrenógena-, hay una estructura psicó- ejemplo, pronuncia frases en eco, las que escucha y repite a
tica, más o menos identificable, que puede revelarse o no. Es propósito. Esta ecolalia se identifica con prontitud. Yo no
sobre esta estructura que Lacan nos enseñó a interrogarnos. dejaba de preguntarle cada vez: "¿Quién dice eso? ¿Dónde
Sylvie era por lo tanto una niña que podía pasar por escuchaste pronunciar esas palabras?"
"normal" en ciertos momentos y a los ojos de algunos, lo que ¿Quién no se ha sentido impresionado por esos niños que
no dejaba de desencadenar fenómenos de intolerancia y "charlan como personas mayores" y disertan sobre los proble-
rechazo cuando aparecía alguna rareza en su conducta, mas de la hora con una soltura aparente? Los padres a
especialmente en los medios institucionales que frecuenta- menudo se enorgullecen de escuchar de boca de su vástago el
ba. Podía, en efecto, sostener un discurso elaborado, coheren- eco de su propia voz, sin darse cuenta de qué vacío cubre ese
te, crítico, y a menudo juzgaba a las personas y las situacio- discurso. Algunos jóvenes esquizofrénicos tienen de este
nes con mucha agudeza. Era "protestona", "gruñona", sin modo la apariencia de superdotados, tan grandes son su
que el interlocutor comprendiera siempre qué angus~ias se memoria y su agilidad para manipular cifras y palabras.
escondían detrás de sus exigencias y reivindicaciones. Así, Hemos mencionado los momentos de gran regresión en
pues, pasaba por histérica y se hablaba de su mal carácter. Sylvie, en los que vuelve a hundirse en el autismo, como el
El aspecto de "hermosa niña, inteligente, un poco rara, que que siguió al traumatismo anal. Parece entonces alucinada.
presenta algunas dificultades y tics que se arreglarán con el Dirigiéndose a alguien que sería su doble, pronuncia frases
tiempo y mucho amor" era puesto en primer plano, sobre todo sin orden. En los pocos momentos de lucidez que le quedan,
por su abuela paterna y su padre. formula la pregunta"¿Estoy muerta?".
Los psicóticos adultos pueden sentirse aun más molestos
que los niños en el discurso común, y para un observador es
a menudo dificil descubrir la falla que signa la psicosis. Lacan
lo recuerda en el libro III del Seminario, Las psicosis: La invasión
del significante "delantal"
Quienes asisten a mi presentación de enfermos saben que la
última vez presenté una psicótica muy evidente, y recorda-
rán el tiempo que tardé en extraer el signo, el estigma que En el lenguaje psicótico, aparecen ciertos significantes que se
probaran que se trataba claramente de una delirante y no repiten e invaden todo el campo psíquico. En el libro III del
meramente de una persona de carácter dificil que se pelea Seminario, Lacan plantea la cuestión de esta repetición
con los que la rodean. insensata:
El interrogatorio superó largamente la hora y media antes de

198 199
¿Cuál es la significación de esta invasión del significante que La palabra galería, que nunca había escuchado de su boca,
llega hasta a vaciarse de significado a medida que ocupa más m;ociada con "un delantal para su nalgas", me intrigaba.
lugar en la relación libidinal, e inviste todos los momentos, Intenté hacerla asociar: "¿Qué galería?", "¿Las nalgas del
todos los deseos del sujeto? 2 bebé estaba contra el delantal?" Pero no pudo decirme nada
Veamos algunos ejemplos de este fenómeno en el caso de más. Le propuse que preguntáramos a su madre, después de
Sylvie. Ciertas palabras volvían con insistencia durante un la sesión, qué pensaba de esta galería.
largo período. Alrededor de los diez años, sólo habla de Al principio, la señora H* se muestra muy asombrada:
"delantal": quería ser envuelta en los delantales de su madre; ;,una galería? En efecto, la casa que ocupaban cuando Sylvie
cuando llega a mi casa, se precipita sobre la empleada era una beba tenía una. Luego empieza a recordar: vivían en
doméstica para levantarle el delantal; me pregunta por qué esa casa cuando ella volvió de su tratamiento, y había
no tengo uno, ¿mis hijos sí? Golpetea su pedazo de material recuperado a Sylvie que estaba en lo de su suegra (la pequeña
plástico llamándolo "delantal" ... Este tipo de síntoma es Lenía por lo tanto tres meses). ¡Pero es imposible que se
desesperante para el analista porque da la impresión de que acuerde de eso! Durante un mes, antes de su segunda
todo se detiene, que todo está fija do en esta misma repetición. partida, la señora H* se había ocupado de sus hijas. Era
El trabajo ya no avanza, el niño está absorbido en su ritual verano y, en efecto, se había instalado en la galería, donde
y en el significante que hace las veces de él, significante que había puesto sillones y un tocadiscos. En cuanto al delantal,
no representa al sujeto para otro significante, pues la cadena me explica que, "por higiene", usaba uno grande, especial
parece rota, pero en el cual el sujeto se identifica y se pierde: para cuidar a las niñas. Cuando cambiaba a Sylvie, la
acostaba sobre él. Le gustaba escuchar música mientras se
La significación de esas palabras tiene por propiedad remitir ocupaba de las hijas. Había olvidado todo eso, y repite que es
esencialmente a la significación como tal. Es una significa- imposible que su hija se acuerde de cosas tan antiguas. Yo
ción que en lo fundamental no remite a otra cosa que sí también me lo pregunto. Pero otro hecho vendrá a confirmar
misma, que se mantiene irreductible. El propio enfermo la precocidad de la fijación de ciertos significantes que
subraya que la palabra tiene peso en sí misma (J. Lacan, El escapan a la represión, que por lo tanto no son ni sustituibles
Seminario. Libro Ill).
ni movilizables y reaparecen, como lo veremos, en lo real.
En este período, durante la sesión, yo fabricaba con la En los comienzos del tratamiento, yo intentaba hallar
plastilina unos monigotes bastante sumarios y le pedía que algunos puntos de referencia cronológicos en la historia de
imaginara una historia. Todavía no tocaba el material, pero Sylvie, empresa dificil porque la señora H* se equivocaba con
aceptaba verme manipularlo. Ese día hice dos personajes, las fechas y mezclaba los períodos. Le pregunté el nombre de
uno grande y otro pequeño, y le pregunté qué podía pasar la niñera que se había ocupado de Sylvie cuando ella se
verdaderamente entre ellos. Me contó entonces una historia ausentó, la que había obligado a la niña a comer. Ya no se
de la que no entendí nada, pero en la que advertía la acordaba, ¡había tenido tantas! La semana siguiente, en el
aparición de ciertos significantes inhabituales en ella. Se momento de despedirse, mientras Sylvie estaba sobre sus
trataba de una galería, un sillón, una mamá, un bebé, de rodillas, me dijo: "Recordé el nombre de esa muchacha, se
música, de un delantal para su nalgas. Prosiguió en seguida llamaba Georgette". En ese preciso instante, Sylvie, presa de
con sus relatos habituales: el bebé es malo, lo cortan, lo terror, se lanzó hacia atrás y cayó de las rodillas de su madre.
pinchan, le ponen un enema, etcétera. Quedamos estupefactas tanto una como la otra. Sin ninguna

200 201
duda el nombre de Georgette había desencadenado este él, se pierde en el ritual manipulatorio en lugar de hallar
ataque de pánico, cuando probablemente no había sido consuelo. El mismo objeto-delantal vuelve en un real fijado,
pronunciado desde la época del trauma. Era evidente que ese invasor: búsqueda de un delantal en las personas, necesidad
significante había conservado todo su impacto angustiante de ser envuelta en los delantales de su madre como vicarios
a través del tiempo. de la envoltura corporal. Significante y objeto tienen la
N un ca olvidé esos dos episodios. N o obstante, me parecie- misma función. Freud había examinado esta cuestión de la
ron tan extraordinarios que llegué a preguntarme si no los representación del objeto y la cosa en el esquizofrénico, en su
había soñado, si no me había equivocado. ¿No había interpre- Metapsicología. a
tado con demasiada rapidez las reacciones de Sylvie? Esos El significante tiene aquí el mismo estatuto que el objeto,
significantes, delantal, nalgas, galería, señalados en un no remite a otro en una cadena sino que constituye un
discurso incoherente, ¿verdaderamente eran tan importan- significante de confección que tiene un papel de enganche, de
tes? La prosecución del tratamiento demostró que no se detención para el sujeto. En Sylvie, las palabras que se
trataba de significantes ordinarios. El primer par ScS 2, repiten, las "fórmulas que se reiteran" se refieren siempre al
delantal-nalgas, permite salir del callejón sin salida en que cuerpo o, al menos, a lo que hace las veces de éste para ella:
se mantenía Sylvie. Y el nombre de Georgette le permite la envoltura vestimenta.
asociar a partir de su angustia de devoración. En el SeminarioXILacan menciona este fenómeno: "Cuan-
Cualquier niño "normal" habría reconocido el delantal do no hay intervalo entre S1 y S , cuando la primera pareja
como uno de los atributos de la madre, un objeto deducido de de significantes se solidifica, se tolofrasea [... ] esta solidez,
su cuerpo que habría entrado en una primera cadena asocia- esta toma en conjunto de la cadena significante primitiva es
tiva en torno a la relación maternal. Habría podido servir lo que prohíbe la apertura dialéctica". 4
para la fabricación de un objeto transicional, pedazo de trapo Estos fenómenos de detención, esta muerte de las palabras
que recordara el contacto o el color de ese delantal envolven- evocan la muerte p!íquica y se encuentran siempre en los
te, cercano a la vez al cuerpo de la madre y al del niño. Ese psicóticos.
objeto transicional se habría llamado "delantal" o un signi- Aún hace falta precisar lo que de específico tiene en la
ficante de consonancia cercana como saben inventarlos los psicosis este tipo de interrupción, de suspensión, de mortifi-
niños, e a t a l o a t a l ... Sylvie había registrado ese cación del pensamiento. En efecto, en el neurótico ciertas
significante primordial pues su madre debía pronunciarlo a formaciones psíquicas tiene en parte ese carácter de fijeza,
m en u do delante de ella: "Espera, me voy a poner mi delantal" así el recuerdowpantalla o el fantasma. ¿No podría decirse,
o "De nuevo me ensuciaste el delantal". Pero debería haber por ejemplo, que esta escena: "un niño en los brazos de su
sido reprimido y permanecido en estado de huellas incons- madre, corttra su delantal floreado, en una galería colmada
cientes. Es posible imaginar que hubiera dejado, en el sujeto de música" sería un recuerdo-pantalla? ¿O que evocaría un
ya adulto, un gusto por cierto color, por el contacto de cierta fantasma del tipo "Un niño hace sus necesidades en el
tela, sin que éste pudiera descubrir el origen de esa atracción. delantal de su madre, que se enfurece"?
¿Qué ocurre en Sylvie con el objeto y el significante? Consideremos estas dos hipótesis.
El pedazo de material plástico que golpetea incansable-
mente llamándolo "delantal" no es para ella en absoluto un
objeto transicional. Como lo expresa Lacan, se "disuelve" en

202 203
,..--'
¿Se trata de un recuerdo-pantalla? naturaleza de la temporalidad que interviene en los recuer-
dos-pantalla:
El recuerdo-pantalla es una formación que toma en cuenta Deben su conservación no a su propio contenido, sino a una
toda la trayectoria de un sujeto; como el síntoma, está del relación de asociación entre ese contenido y otro reprimido.
lado de la metáfora, y resulta del trabajo de olvido, represión
y revisiones que puntúa el devenir del sujeto. Hace pantalla Puede tratarse de un desplazamiento retrógrado. El re-
a lo reprimido, pero es también retorno de lo reprimido. cuerdo de infancia surge, en efecto, en una época posterior de
Freud se interesa en él desde 1899. En su artículo "Über la vida. Freud cita el caso de un hombre joven que se
des Erinnerungen"5 analiza uno de sus propios recuerdos de acordaba de su dificultad para diferenciar la m y la n cuando,
infancia, cuando, con su primo, a los dos o tres años, había a los cinco años, aprendía a leer, dificultad que vinculaba con
arrancado de las manos de su prima un ramo de cardillos. su deseo de conocer "la diferencia entre los varones y las
Gracias a todas las asociaciones que cunden alrededor de niñas". Más adelante habría querido que la tía que le había
este recuerdo, Freud subraya su carácter complejo: "Detrás enseñado a leer lo informara sobre estas cuestiones: "Fue en
del carácter anodino (de estos recuerdos) se oculta por lo la época en que adquirió este conocimiento cuando se desper-
corriente una profusión insospechada de significaciones". tó en él el recuerdo de la lección del abecedario", escribe. En
Llega a asimilar la naturaleza de los recuerdos-pantalla a la este caso, un recuerdo de infancia surge en ocasión de un
formación del síntoma: acontecimiento contemporáneo significativo.
Puede suceder también que
El proceso que encontramos aquí: conflicto, represión, susti-
tución con formación de compromiso, vuelve en todos los una impresión indiferente de una época posterior se instale
síntomas psiconeuróticos y brinda la clave para comprender en la memoria en concepto de recuerdo-pantalla, porque se
la formación del síntoma. conecta con un acontecimiento anterior cuya reproducción
directa es obstaculizada por ciertas resistencias.
Destaca igualmente el parentesco del recuerdo-pantalla
con el fantasma. El análisis permite a menudo el desciframiento de este tipo
En 1914, pasa al contenido del sueño, con todos los efectos de recuerdos.
de desplazamiento y condensación que descubre: El recuerdo-pantalla puede también ocultar otro que le es
contiguo en el tiempo, "contemporáneo o simultáneo", dice
Estos últimos [los recuerdos-pantalla] contienen no sólo Freud. De un acontecimiento traumático, el sujeto no conser-
algunos elementos esenciales de la vida infantil, sino incluso vará más que el recuerdo de un detalle anodino inadvertido
todo lo esencial. Representan los años olvidados de la infan- por todos.
cia exactamente del mismo modo que el contenido de los La noción de "a posteriori" ("apres-coup"] (Nachtriiglich)
sueños representa sus pensamientos [... ]. 6 de Freud es esencial para captar qué ocurre con el trauma.
El Hombre de los Lobos sólo comprende a posteriori, median-
En un artículo de 1914 aparecido en Psicopatología de la te el análisis de su sueño, la escena traumática que había
vida cotidiana, "Recuerdos de infancia y recuerdos de cober- observado cuando tenía dieciocho meses. La imagen estaba
tura" (traducción de la época), Freud se interesa por la

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allí, lo real estaba allí, pero el sentido sólo pudo surgir con la y ya no lo está, pero también en el instante posterior: un poco
aparición de la cadena significante. más, y estaba por haber podido estar-, lo que habla allí,
Lacan va a ampliar la cuestión de la temporalidad y los desaparece por no ser más que un significante. 10
avatares de la memoria desde 1945, en "El tiempo lógico y el
aserto de certidumbre anticipada" 7 y luego, algunos años ¿Cómo "sabe" un sujeto que es verdaderamente el que ha sido
más tarde, en "Función y campo de la palabra y el lenguaje": y el que será? ¿Qué relación entre él y el niño cuyos hechos y
gestos se le cuentan, entre él y el adolescente cuyo retrato
Lo que se realiza en mi historia no es el pasado definido de lo y cuyos actos le parecen los de un extraño? Ese saber que no
que fue puesto que ya no es, ni siquiera el perfecto de lo que entraña ningún conocimiento es el del inconsciente y el ello:
ha sido en lo que soy, sino el futuro anterior de lo que habré comanda nuestros actos, nuestros sueños, nuestros fantas-
sido para lo que estoy en trance de devenir. 8 mas, y asegura la permanencia de nuestro ser y la perenni-
dad de nuestro deseo.
En "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo", en Paradójicamente, para que haya sentimiento de continui-
referencia al vector retrógrado del grafo, precisa: dad en la vida del sujeto debe haber necesariamente ruptura.
Para que el sujeto "sepa" que es quien ha sido y quien
Efecto de retroversión por el cual el sujeto se convierte en deviene, debe ser cortado irremediablemente de esa parte de
cada etapa en lo que era como antes y no se anuncia -él habrá sí mismo que lo hace vivir, pensar y actuar, de ese "punto
sido- sino en futuro anterior. 9 de extimidad" del que habla Lacan.
Dicho de otra manera, "las dos operaciones fundamentales
Ahora bien, el diccionario nos enseña que "el futuro anterior en que conviene formular la causación del sujeto, separación
expresa la anterioridad en relación con otro momento del y alienación", deben llevarse a cabo: cierre del inconsciente
porvenir" y que retroactivo significa "que ejerce una acción con la represión, separación del objeto con la constitución del
sobre lo que es anterior, sobre el pasado". objeto a, lo que Lacan, retomando el lchspaltung de Freud,
La subjetividad implica por lo tanto lo seguido del sujeto llama "hendidura del sujeto".U
en el tiempo en que el presente está preñado de un pasado El hecho de que los recuerdos-pantalla y los fantasmas
modificado a medida que se elabora el futuro. Ese surgimien- del psicótico no tengan la textura que se les conoce en el
to de un sujeto, contemporáneo de su borrado en la cadena neurótico o en el sujeto llamado normal obedece al mal
significante, es puesto de relieve en el parágrafo de "Posición desarrollo de estos procesos: la separación, ya lo hemos visto,
del inconsciente" en el que Lacan precisa el sentido del es siempre problemática, la pérdida del objeto nunca cumpli-
concepto de alienación: da; el objeto a, manteniéndose puro real, no puede desempe-
ñar su función. La alienación misma está perturbada, como
"El registro del significante se instituye por el hecho de que lo comprobamos en lo que es la lengua en Sylvie. La elección
un significante representa a un sujeto para otro significante. del vel de la alienación con la represión que se une a ella es
[... ] Produciéndose el significante en lugar del Otro aún no imposible.
identificado, hace surgir allí al sujeto del ser que no tiene
todavía la palabra, pero al precio de fijarla. Lo que había allí En Sylvie, lo que podría ser un recuerdo-pantalla, la
pronto a hablar -esto en los dos sentidos que el imperfecto del escena que puede resumirse así: "Una madre sentada en un
francés da a había, ponerlo en el instante anterior: estaba allí sillón en una galería sostiene a su hija contra sí, sobre su

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delantal, mientras escucha música", no implica aparente- tos que, haciendo nudo y cadena, aseguran la osamenta de
mente elaboración secundaria, está allí fijada como un un sujeto y mantienen su identidad en el tiempo. Se identi-
relámpago, sin que sea posible señalar en ella un trabajo fica en ella lo que podría ser un recuerdo-pantalla y la
cualquiera de desplazamiento, de condensación, de repre- manera en que éste se inscribe en el destino del personaje.
sión. De los elementos que se yuxtaponen a ella, Sylvie En las primeras imágenes de la película asistimos a la
retiene el delantal (próximo al objeto anal) y la voz. muerte de Kan e. Con su último suspiro, pronuncia la palabra
Los pedazos verbales (significantes) y los pedazos de cosas Rosebud, al mismo tiempo que deja escapar de su mano una
(objetos) cohabitan en su multiplicidad y conservan su proxi- bola de vidrio que contiene copos de nieve artificial. El
midad, se mantienen como fragmentos imposibles de inte- misterio de ese significante, Rosebud, se mantendrá hasta la
grar en una continuidad histórica, no se borran en los última imagen. El mismo intriga a los periodistas, que se
avatares de la relación con el Otro y los encuentros de la vida, preguntan sobre su significación: ¿Es el nombre de una
se resisten a toda transformación y no entran en cadenas mujer? ¿El de un gran amor? El film constituye el intento de
asociativas que los harían desaparecer bajo la barra de lo penetrar el misterio de es te hombre. Desfilas u vida con todas
reprimido y eternizarse así en el inconsciente. Si reaparecen, sus ambigüedades y sus compromisos. Sólo descubriremos el
es en estado bruto, sin ninguna modificación, no pueden sentido de Rosebud al final: es el nombre inscripto en un
conducir al ello y al inconsciente porque jamás entraron en trineo con el cual Kanejugaba cuando era niño. Habíamos
ellos. Así el sentimiento de permanencia del ser, que asegura visto ese trineo en una escena capital del comienzo de la
la sólida presencia de la Otra escena, falta en el psicótico. película.
Los elementos de la escena relatada por Sylvie (extrema- Esta escena clave de la historia de su vida podría ser un
damente precoz, tenía tres meses) están allí tal como debie- recuerdo-pantalla, tiene la estructura de éste. Se ve en ella
ron ser percibidos en el origen, en una contigüidad fijada a un niño de unos diez años que vuelve de una excursión en
para siempre, inmutables, inutilizables. No reconocidos, no trineo por el campo nevado. Al llegar junto a la casa, ve a su
reunidos, no integrados con posterioridad (nachtraglich) en madre con un desconocido. Aquélla le anuncia que debe ir a
una cadena asociativa, no pudieron entrar en la constitución la ciudad con el hombre, quien se encargará de su instrucción
de un recuerdo-pantalla o un fantasma. N o pueden dar lugar y educación. El niño recibe un tanto mal al intruso, que viene
a un trabajo de desciframiento como el de un sueño dado que a arrancarlo de sus juegos, de su familia, de su infancia y, con
carecen de misterio. Representan, sin embargo, el último rabia, le arroja el trineo sobre las piernas.
recuerdo, el único vestigio que Sylvie conservará de su madre Esta escena, a la manera de un recuerdo-pantalla, contie-
antes de su desaparición, poco antes de que, a su turno, el ne todo el destino del sujeto, y sin duda Kane lo habría
trauma llegue a anonadarla. descubierto si hubiera hecho un análisis. Pero el genio de
Para ilustrar esta noción de continuidad, este sentimiento Welles nos lo da a entender sin subrayarlo nunca. De un solo
que hace que nos reconozcamos en nuestros pensamientos, vistazo se identifica en ella el lugar del dinero y el poder en
nuestros actos, nuestros sueños pasados, presentes y futu- el deseo materno, la insignificancia del padre real, la rebelión
ros, aun cuando nos sorprendan en el más alto grado, del niño que llega a agredir físicamente, con su trineo, al
evocaremos la película de Orson Welles, El ciudadano [Citi- hombre que viene a separarlo de su madre y que representa
zen Kane]. una figura paterna temible.
La historia del héroe ilustra la complejidad de los elemen- El trineo está asociado a los juegos de la infancia, a una

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cierta felicidad, así corno al instante fatal en que deberá ¿Se trata de un fantasma?
perderlos. Este objeto será olvidado y terminará en el fondo
de un granero, pero el significante asociado a él, Rosebud,
está siempre vivo en el sujeto y se adherirá a otro objeto, la También aquí es preciso matizar nuestras palabras.
bolita de vidrio que, cuando se la sacude, hace que aparezca Del mismo modo que el psicótico puede emitir un discurso
la nieve. Esta es la que constituye el nexo entre el trineo y perfectamente adaptado y llevar una vida corriente, tiene
este irrisorio pequeño objeto. fantasmas corno cualquier hijo de vecino. Si en el neurótico
E1 anciano, al morir, no pide volver a ver el trineo de su en análisis los fantasmas son dificilrnente accesibles y "con-
infancia, estrecha en su mano la bola de vidrio pronunciando fesables", las cosas son un poco diferentes en el psicótico. Este
la palabra Rosebud. A través de este significante y este puede evocar con una crudeza inaudita algunas de su~
objeto, reencuentra lo que siempre ha sido, su ser más íntimo elucubraciones imaginarias y callar lo que constituye el
que nadie sospechó detrás de las múltiples imágenes que dio punto crucial de su psicosis; no le resulta posible decir
a ver a sus contemporáneos. En el momento de entrar en la "el fondo de su pensamiento". Lo que oculta al psiquiatra, al
muerte, se reúne con lo que era allí, en el comienzo de su vida analista, a los allegados, constituye su verdad más íntima;
adulta, en el instante que marcaba ya el pasaje de la infancia la mayoría de las veces se trata de una formación que oscila
perdida a la edad madura. Borrado desde mucho tiempo entre el delirio y el fantasma, un fantasma al que podría
atrás de la memoria, el objeto original desapareció entre las llamarse fundamental.
llamas, con todos los residuos de una vida que uno deja tras La frecuentación de los adolescentes y los adultos psicóti-
de sí, en los sótanos y los graneros, mientras que el signifi- cos nos enseña más sobre la naturaleza de los fantasmas en
cante referido a ese objeto subsiste cambiando de cadena: la psicosis que la clínica del niño psicótico, en especial la
represión, sustitución, desplazamiento están en acción, pero práctica del psicodrama analítico individual en institucio-
el afecto y la emoción despertados por este significante nes, donde el trabajo se hace a partir de la puesta en escena
perduran, y un objeto, que reemplazó al primero, signa el de los fantasmas, seguida de la interpretación del juego
reencuentro del sujeto consigo mismo. dramático y del discurso producido.
Desde la primera lección de su Seminario sobre "La En las psicosis del adolescente o del adulto joven puede
angustia" Lacan sitúa lo que ocurre con el afecto en su manifestarse un tipo de actividad fantasmática que me
relación con el significante: "Lo que dije del afecto es que no parece específica de la estructura psicótica. He aquí un
está reprimido, y ello, Freud lo dice, está fuera de lugar, va ejemplo.
a la deriva. Se lo reencuentra, desplazado, loco, invertido, La señorita C* ingresa a la clínica en ocasión de un episodio
rnetabolizado, pero no está reprimido. Los que sí lo están son agudo prontamente resuelto. Sale y retoma sus estudios
los significantes que lo amarran". corno externa en esta misma clínica universitaria. Había
Por lo tanto, los cortes y las modificaciones no afectan en interrumpido toda actividad desde hacía alrededor de dos
nada al sujeto sino que, muy por el contrario, lo confortan en años, tiempo durante el cual había permanecido enclaustra-
su identidad, con la condición de que el inconsciente haga su da en su casa, sin que sus allegados se inquietaran especial-
trabajo, lo que no es el caso en la psicosis. mente por ello. En el transcurso de su estada en la clínica
¿Pero por qué en Sylvie la escena de la galería no tiene la siempre rechazó los medicamentos y todo acercamiento
estructura de un fantasma? psicoterapéutico, deseo que fue respetado. La veré a su

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pedido en unas entrevistas preliminares, aproximadamente donde prosigue su análisis conmigo. Si ahora se presenta con
un año después de que retomara sus estudios. Comienza su vertiente depresiva, es porque su "delirio" ha evoluciona-
entonces un análisis conmigo, análisis dos veces interrumpi- do: ahora sabe que nunca será una estrella del tenis. A partir
do y retomado. de entonces, el resto es "irrisorio, la vida no tiene interés, la
Se queja de sus dificultades de contacto, de sus dificultades nada está en ella", más vale la muerte. Sin embargo, conti-
escolares, el menor fracaso la hace dudar de sí misma y de núa "soñando despierta" todo el día con el tenis. A mi
todo (de hecho, es una brillante alumna, la mejor de su clase). pregunta: "¿Le causa placer pensar en todo eso?", me res-
Conmigo se queda las más de las veces silenciosa, concluyen- ponde:
do secamente la sesión con un "No sirve para nada que venga
a verla". Poco a poco se pone a evocar, con muchas reticen- Me causa placer porque no es la realidad, pero es desgarra-
cias, unas ensoñaciones que giran alrededor del tenis, y que dor, eso vuelve sin cesar, como si el argumento estuviera ya
podrían formularse así: "U na joven campesina se convierte muerto. Cuando una piensa algo, después, está pensado, lo
en campeona internacional de tenis". En la realidad, juega olvida, pero allí pienso en eso todo el tiempo, es el hecho de
verdaderamente un poco, pero sin más; en cambio, su espí- pensar todo el tiempo y cuando estoy adentro, cuando lo
ritu está acaparado por todo lo que se refiere a ese deporte, pienso, es como si ya estuviera muerta, estoy adentro un día
y luego otro, después del día, no hay temor del después
sigue todos los torneos en los courts o en televisión, se ve [transcribí textualmente sus palabras].
llegar a la cumbre de una carrera brillante. Gracias a este
logro puede por fin conocer gente, tener "intercambios" con Esta formulación nos aclara el carácter del fantasma
los otros. Cuando está sola, conversa en voz alta con su psicótico. Empleamos aquí el término de fantasma con
supuesto entrenador, lo que a pesar de todo inquieta un poco algunas reservas, pues el delirio no está lejos, aunque toda
a su madre. convicción en cuanto a la realidad de los hechos haya ahora
Era dificil apreciar qué grado de creencia acordaba a estas desaparecido. La señorita e· dice: "No es la realidad", la
producciones imaginarias. Sabía claramente que "tener éxi- realidad le da miedo; hablar, conocer gente la aterrorizan,
to sería duro, tal vez imposible, pero eso la ayudaba a vivir". siente que el mundo a su alrededor le es hostil.
Durante mucho tiempo pensé que se trataba de uno de los El fantasma ya no es aquí una actividad marcada con el
fenómenos propios de la estructura histérica que se encuen- sello del inconsciente, ya no tiene ese doble carácter de
tra en la adolescencia, donde las identificaciones con un yo movimiento y fijeza debido al hecho de que el sujeto se
ideal son preponderantes y absorben a un sujeto preso en la encuentra en todos los lugares del argumento. Por otra parte,
angustia de castración y las transformaciones que ésta es a pesar y gracias a esta fluidez, a esta vacilación, que el
engendra. sujeto puede confortar en él a su ser.
Habiendo aprobado brillantemente sus exámenes, no En el caso de la señorita C* se vuelve invasor: "Pienso en
pudo sin embargo adaptarse a la vida universitaria. Sufre a eso todo el tiempo, estoy adentro". Ya no hay entonces una
causa de la separación con respecto a su familia y no tiene función de "sostén del deseo", sino más bien de detención, de
ningún contacto con los jóvenes de su edad, no sintiendo protección contra la angustia del anonadamiento, con la
"ningún punto en común con ellos". Vuelve por lo tanto a vivir misma calidad que todos los rituales que utiliza el psicótico:
en su casa y se encierra de nuevo en su habitación. No estereotipos, estribillos, etc. El goce está en el wachacar.
obstante, toma el tren todas las semanas para venir a París,

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Podrían señalarse múltiples sentidos. No obstante, no se deseo, con la represión que le está asociada. La a contiene
trata aquí de retorno de lo reprimido a la manera del aquí, con toda evidencia, el(-<¡>) de la castración, la significa-
síntoma, sino más bien de una construcción hecha de cual- ción fálica está presente.
quier modo, que hace las veces de prótesis imaginaria a un La $ del fantasma recuerda que el sujeto está sometido,
sujeto que no pudo recorrer su itinerario simbólico. En lugar desde el primer instante de su vida, al proceso de alienación
de ser reactivación del deseo, el fantasma se mantiene como y de represión originaria. Este proceso también está falseado
un fin en sí mismo. Su preponderancia puede entonces en la psicosis. Pervertidas las leyes del lenguaje, lo que
volverse tan fuerte que rompe las barreras de lo imaginario debería articularse de la cadena significante en el fantasma
y procura realizarse en pasajes al acto. en relación con a se hace en el desorden.
En la fascinación por el tenis entran numerosos elemen- Su pongamos un fantasma alrededor del objeto oral, que se
tos, que se dibujan con el paso de las sesiones. El césped de enunciaría "Comen a un niño", fantasma siempre más o
Wimbledon, donde vio por primera vez evolucionar a una menos presente en el niño así como en numerosos mitos,
joven de blanco, es tan verde como las praderas de su cuentos y relatos. En Sylvie, para quien el objeto oral
comarca nativa, y la jugadora que intercambia sin falta conserva su impacto de real con lo que entraña de temores de
pelotas como se intercambian palabras habría podido ser devoración, el lenguaje mismo está subvertido, y el impera-
ella. Estas imágenes vistas en televisión tuvieron un efecto tivo "¡Come, Sylvie!" se convierte en "Come a Sylvie", cómete
revelador y fueron el punto de partida de su pasión por el tú misma.
tenis. Este tipo de producción no exige ninguna interpreta- En el Seminario XI Lacan dice:
ción, permanece allí mientras el sujeto la, necesita y el
analista es únicamente testigo de su existencia. El fantasma es el sostén del deseo, no es el objeto el sostén del
Recordemos aquí el materna lacaniano $ O a, a fin de deseo. El sujeto se sostiene como deseante en relación con un
comprender mejor lo que constituye la especificidad del conjunto significante siempre mucho más complejo. Esto se
fantasma psicótico. ve bastante en la forma de argumento que asume, donde el
En el fantasma, a está siempre elidida, velada; ahora bien, sujeto, más o menos reconocible, está en alguna parte,
esquizado, dividido, habitualmente doble, en su relación con
hemos visto que en la psicosis el objeto a no se desprende sino ese objeto que la mayoría de las veces no muestra su verda-
en parte de su estatuto de real, siendo esta proximidad de lo dera figura. 12
real perceptible en todas las producciones psicóticas. Por
ejemplo, la frase: "Me miran por la calle" no tendrá el mismo En la psicosis el fantasma ya no tiene la función de "sostén
contenido en una histérica o en un esquizofrénico, para quien del deseo".
las miradas tendrán una connotación persecutoria. Para El sujeto psicótico se detiene en el fantasma y no puede ir
Christian, las miradas eran portadoras de "ondas relaciona- más lejos, a causa del fracaso de la castración simbólica. "El
les" y representaban un peligro real. Se salvaba, se escondía deseo es la Ley", nos repite Lacan, pero esta Ley es inacce-
en los cafés donde hacía matemáticas para recobrar el ánimo, sible al psicótico. Se mantiene entonces en el goce del
pero también podía estar listo para contraatacar si tenía con desarrollo imaginario, que es su semblante de ser de él, el
él algún instrumento para defenderse. Una histérica gozará argumento gira en el vacío (ya está muerto, dice la señorita
con esas miradas que la desvisten sin que tenga que hacerlo C*). A veces puede procurar realizarlo, como lo hace Chris-
realmente, o desarrollará una fobia (agorafobia) que signa su

214 215
tian, para experimentar su consistencia, o hacerlo bascular bra "delantal", entre ellos la palabra "solapas". En cierto
completamente del lado del delirio. período, toda su actividad de pensamiento giraba alrededor
Esta escena de un niño sobre las rodillas de su madre no de este término: se pasaba días hojeando revistas para
tiene por lo tanto la estructura de un fantasma, a lo sumo es buscar solapas en los vestidos de los figurines de modas y los
la última imagen de la presencia materna. El objeto delantal pintarrajeaba con los lápices de colores. Preguntaba: "¿Por
asociado al orificio anal y el significante que le corresponde qué no tienes un vestido con solapas?" o "Quiero un vestido
retornan en lo real. con solapas", etcétera.
Entre los siete y los ocho años señalé en el análisis el que Los padres estaban superados. Yo también, dado que en
sería el fantasma fundamental de Sylvie, y que podría esos períodos Sylvie estaba totalmente ausente de lo que
enunciarse "Maltratan a un niño". Este fantasma se consti- ocurría a su alrededor, completamente absorbida por su
tuyó en relación con una realidad traumática y no pudo "obsesión", según el término empleado por la familia. Yo
consolidarse más que en referencia a los fantasmas mater- misma había agotado todas mis asociaciones sobre esa
nos. En su evolución, Sylvie tenderá a realizarlo con su "solapa" [revers], había vuelto a las primeras imágenes del
madre, hasta establecer con ella una relación sadomaso- cuerpo, sitio, reverso, la envoltura vestido, así como a la
quista. imagen en el espejo, sin olvidar todos los juegos de palabras
He aquí algunos extractos de las sesiones de su octavo año: posibles alrededor del significante mismo: de vuelta hacia
[reuenu vers], el verde [le vert], etcétera.
Tendrías hijos dañinos, Rose sería la más gentil, Alain el más Ahora bien, un día que su padre la había llevado a la sesión
irritante. y me hablaba de ella, Sylvie se puso a girar alrededor de él,
Vamos a hacer los malos padres que abandonan a su hijo, tú se alejaba, volvía, lo golpeteaba como solía hacer con los
les dirías insultos.
Doudonne el conejo. Georgette dice: "Estás castigada". "El" le adultos a los que quería. Después se le acercó, puso la cabeza
tenía miedo a los conejos, yo cuando era chica. Simulan lo que sobre las solapas de su saco, me miró y dijo con un aire
será la guerra. Las bombas van a caer sobre el bebé, llora, extático: "Papá - solapas". De ese modo designaba las
Georgette tenía bombas que caían en la cabeza, el señor le va solapas como un atributo del padre -por la misma razón que
a pegar a Georgette, la bomba cae, el señor atacó al bebito. la blusa, los pliegues, el delantal eran los de la madre- y
Una señora con un niño todo desnudo, le pone los pañales, planteaba la cuestión de la diferencia sexual en función de
pisa a su bebito, es una malvada señora que quiere aplastar una particularidad de la vestimenta. Pero esto está muy lejos
a su bebé para castigarlo. de cualquier acercamiento edípico, de cualquier significación
fálica: Sylvie permanece en la confusión más total. He aquí
Para concluir mi exposición sobre la naturaleza del fantas- lo que dirá a los siete años:
ma en la psicosis, citaré esta anécdota: una joven psicótica
me decía, al final de su análisis: "sé que no estoy curada pero Yo defenderé a mi marido, no quiero un marido herido,
ahora ya no tengo miedo a mis fantasmas". Sus fantasmas quiero un hombre que se deje pegar encima, que tenga
asesinos, siempre en el límite de alguna realización, ya no la hermosas solapas, así, así será mi muñeca. Me casaré de
espantaban porque los había reconocido como tales. blanco.
Retomemos la evolución del lenguaje en Sylvie.
Otros significantes tuvieron la misma suerte que la pala-

216 217
¿Qué hacer con los significantes El lenguaje "delirante" en Sylvie
del sujeto en el análisis?

A los siete años, Sylvie llega un día a la sesión extremada-


En el caso del delantal intenté, mediante eljuego, introducir mente angustiada. Su madre me dice que está muy mal, que
ese significante en el análisis. Le pedía a Sylvie que inven- retoma sus comportamientos regresivos (aislamiento, este-
tara una historia donde hubiera una mamá que atendiera a reotipos, etc.), mientras en los últimos tiempos estaba mucho
su bebé en una galería, por ejemplo. Muy a menudo ella me mejor, alegre, dinámica. He aquí el texto integral de esa
exigía que fuera la madre de la muñequita, debía pincharla, sesión, que reproduje en ese mismo momento.
"forzarla", etc. Yo no aceptaba repetir durante mucho tiempo
la misma cosa, introducía variantes, cambios de papeles. Al -¿Los hombres son ricos para comer? ¿Al papá le sale sangre
principio Sylvie tenía miedo, luego se dejaba atrapar por el cuando mete la semilla en el trasero? ¿Pone un delantal o un
juego. Yo le decía: "Si tú fueras la mamá y yo el bebé, ¿qué saco para meter la semilla? ¿Las mamás sangran en la clínica
dirías? ¿Y si yo fuera otra mamá?", etcétera. El juego se de maternidad [clinique d'accouchement}? ¿Y cuando no hay
bebé? Clínica de maternidad, clínica de maternidad (lo repite
ampliaba, se diversificaba. Llegó un momento en que ya no varias veces) ... me gusta esa palabra.
habló del delantal. -¿Por qué te gusta esa palabra?
Ese significante había sido resituado por la madre en su -Termina en "ment" como lavement [enema), adoro la
propia historia y, por ello, en la de Sylvie. ¿Era eso lo que palabra "clínica de maternidad".
había permitido un principio de movilización? Parecía que
después de haberse detenido en una imagen, la película Yo sospechaba que un acontecimiento traumático la había
hubiera vuelto a correr, aun cuando el guión no era el trastornado. El contexto evocaba un aborto [avortement] ("no
previsto al comienzo, pues las cosas se jugaban ahora en la hay bebé... clínica de maternidad"), pero, ¿qué habría en
transferencia. Con el paso de los años, trocó sus viejos torno a los hombres y la sangre?
recuerdos por los del análisis. Me decía: "¿Te acuerdas de Después de la sesión de Sylvie, que ese día no dijo casi nada
cuando yo era chica y me llevabas en brazos? No quisiste más de tan postrada que estaba, le pregunté a su madre qué
forzarme a comer el yogur" (este episodio nos había marcado había pasado en esos últimos días. Me enteré de que el señor
mucho a las dos). Para mi gran sorpresa, un día pudo tomar H*llevaba a su hija con él cuando hacía sus visitas veterina-
al bebé en sus brazos y acunarlo con palabras tiernas. rias y que Sylvie había estado presente en el parto manual
El trabajo analítico permitió sin duda la ruptura de de una vaca, practicado por su padre.
bloques asociativos fijados en una repetición estéril. El ¿Qué puede entenderse en ese discurso, incoherente a
objeto retomaba su lugar de objeto corriente y el significante primera vista? Retomémoslo frase por frase.
se borraba, se hundía por completo y liberaba a la cadena "¿Los hombres son ricos para comer?" Creo que cuando
significante, como si por fin se produjera la represión. Esto habla de los hombres Sylvie lo entiende en oposición a las
no significa decir que los pocos significantes referidos a la mujeres y no en el sentido de seres humanos, de especie
imagen del cuerpo no conservaran siempre un estatuto humana. Para ella comer tiene la connotación de devoración,
especial en la medida en que servían de vicarios de la como lo subrayé en el "no comer Sylvie". Comer es de igual
diferenciación sexual. modo ser comido, comer al otro y autodevorarse. Pero esta

218 219
,.......T!

operación está vinculada exclusivamente con las mujeres, bebés, o la ausencia de bebé, no ocultando la señora H* su
son la niñera y luego la madre las que agreden, las que negativa a tener más hijos y la necesidad en que entonces se
fuerzan el orificio oral. Aquí, hace la pregunta: ¿y los hom- encuentra de ingresar a una clínica para una interrupción
bres? voluntaria del embarazo. Por lo demás, dice: "Es suficiente
¿Por qué la hace? Sin duda, después de ver desaparecer el con Sylvie".
brazo de su padre en el agujero de la vaca. ¿Pero qué agujero? La niña asiste por lo tanto a una especie de escena
Hay en ella una confusión tal en el plano de los orificios que primaria pesadillesca, en la que su padre mete una semilla
tal vez pensó que el padre iba a desaparecer en su totalidad, en el trasero de una vaca, con el peligro de hacerse absorber
como lo hace el alimento en el agujero de la boca. en él, y todo con mucha sangre.
Estas escenas de absorción por la boca o el ano tienen "¿Pone un delantal o un saco para meter la semilla?" Hemos
múltiples representaciones en el arte, del Saturno devoran- visto qué insignias marcaban la diferencia sexual. Las
do a sus hijos (¡visión monstruosa que Gaya había expuesto mujeres tenían delantales, blusas, pliegues; los hombres,
en su comedor!) a las de cuerpos perforados, mutilados, sacos, solapas. Ahora bien, aquí el padre debió ponerse un
grotescos en la obra de Jerónimo Bosch. En la catedral de gran delantal para operar, un gran delantal blanco mancha-
Bolonia, un cuadro titulado El Juicio Final muestra al diablo do de sangre. Se advierte la confusión de Sylvie: ¿el padre -un
absorbiendo a los pecadores por el ano. hombre, con su saco y sus solapas- se convierte en mujer
Ciertas creencias religiosas pueden despertar estas an- cuando se cubre con un delantal para meter la semilla? El
gustias arcaicas. Vi a un joven psicótico ponerse a delirar débil enganche de Sylvie a los signos de la diferenciación
después de las lecciones de catecismo, donde había escucha- sexual ya no resiste.
do decir que en la comunión los fieles absorbían el cu'erpo y "¿Las mamás sangran en la clínica maternidad? ¿Y cuan-
la sangre de Cristo. Si una absorción semejante es "de verdad do no hay bebé?" Sylvievuelve con su madre después de haber
verdadera", como dicen los niños y a veces los esquizofréni- visto que su padre no sacaba un bebé ternero, como debería
cos, hay motivos para experimentar alguna inquietud, cierta haber hecho, sino una cosa sanguinolenta (la placenta). ¿Le
perplejidad y hasta terror, suscitados por una suerte tal. pasa lo mismo a su madre cuando va a la maternidad y no hay
Sylvie plantea las preguntas que atestiguan esta inquie- bebé? Ya mencioné en qué estado de regresión se hundía
tud: ¿la criada se comió a su bebé? cuando la madre se ausentaba por este motivo.
"¿Al papá le sale sangre cuando mete la semilla en el El morfema "ment", en accouchement [parto] y lavement
trasero?" Ha visto claramente sangre, vio la mano ensan- [enema], viene a constituir un vínculo entre dos orificios
grentada del padre. En cuanto a la semilla, se trata verosí- corporales que parece confundir.
milmente de la "semilla del papá". En la escuela y en otras De este modo, podemos imaginarnos qué angustia llegó a
partes Sylvie escucha hablar de la fecundación y el nacimien- reavivar la manipulación del padre con la vaca, cuando se
to -la educación sexual obliga. Ese machacar se les propina recuerda lo que Sylvie había dicho a propósito del enema
tanto más a los niños psicóticos por creer que así se los puede infligido por el médico y la penetración forzada que había
devolver a la "realidad", pues "¡Dios sabe lo que van a sufrido. Recuerdo esta secuencia anterior:
buscar!" Aquí, el padre muy bien puede meter la famosa
semilla, por el hecho de que es posible que en Sylvie se Cuando se está muerto, arreglan el trasero, ponen pomada
produzca una asociación entre la fecundación, la sangre y los en el trasero. Después de la muerte una se vuelve la abuela,

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las señoras en lo del doctor que pone pomada, ella también reavivar la angustia de la desorganización primitiva con la
está muerta; papá pone pomada en el trasero de las vacas. irrupción, una vez más, de un real imposible. Es sorprenden-
¿Sylvie está muerta? te constatar aquí que la incoherencia del discurso responde
ala a-estructuración del cuerpo.
En esa época yo ignoraba que Sylvie acompañaba a su Hablando con propiedad, este discurso no es delirante,
padre en las visitas. El acto del médico seguramente ya pues Sylvie no reconstruye nada alrededor de su cuerpo
estaba vinculado a la imagen del padre metiendo pomada en disociado. (El síndrome de Cottard es un ejemplo típico de
el trasero de las vacas. La muerte aparecía en esta cadena lu recuperación delirante de un cuerpo esquizofrénico.) En
asociativa a causa de la muerte del médico y la abuela. De ella la confusión sigue siendo total, aunque el discurso sea
donde la pregunta: ¿las señoras que van al doctor están correcto en el plano sintagmático.
muertas?, y yo, Sylvie, ¿estoy muerta? En cierta época, se volvió muy "opositora". Como su madre
Así, pues, para ella el cuerpo está constituido por múltiples no dejaba de quejarse ante mí, decidí abordar la cuestión en
agujeros expuestos a la penetración del Otro. Todos los Hesión.
orificios son equivalentes, no habiéndose podido establecer
ninguna estructuración, ningún ordenamiento. La introduc- -¿En este momento siempre dices no?
ción de los objetos a en la relación con el Otro, de la que habría -Es mi nombre, tengo derecho a decirlo.
debido resultar la geografía de su cuerpo, no se ha producido. -Desde luego, pero tu nombre, ¿cuál es?
Los intercambios verbales con la madre completan el -Es Cordié.
conocimiento del cuerpo pues los primeros significantes se -Cordié soy yo, ¿y tú?
refieren a los orificios y a su función. El niño identifica muy -Sylvie veterinaria.
pronto esos significantes, "sabe" que se come con la boca, que
los sonidos salen de ella, que la evacuación de las deposicio- Este pequeño diálogo confirma la ausencia de inscripción
nes se hace por el otro extremo del cuerpo, y reconoce su olor. en lo simbólico. En efecto, debemos guardarnos de confundir
Así como más adelante jugará con los significantes,juega con el "no" de la denegación con el "no" del rechazo; ahora bien,
la permutación de los orificios. Si la cuchara de la comida aquí se trata de un "no" de impugnación. Sylvie se rehúsa a
aterriza en su ojo o en su nariz, lo considera muy gracioso y obedecer ante la intimación del Otro, procura mantener un
se ríe a carcajadas. Muchas rimas y canciones retoman la estatuto de personita independiente y, por qué no, autorita-
enumeración de las partes del cuerpo y el rostro, y los niños ria y de "mal carácter", pues ésta es una etiqueta que le
no se cansan de escucharlas y repetirlas, al principio median- pegaron desde su más tierna infancia. Pero el trabajo de
te el gesto y luego por la palabra: "Frente amplia, hermosos elaboración que conduce al niño del "no" del rechazo a la
ojos", etcétera. Al principio el niño las muestra, luego retoma conciencia de su identidad, cuyo significante insoslayable es
la canción desde el momento en que puede hacerlo. el nombre, está aquí parasitado por la homofonía. Sylvie no
En el análisis, al explorar mi rostro y mi cuerpo, Sylvie recorre el trayecto lógico de uno a otro. Para ella, su patro-
rehizo conmigo ese camino (cf. capítulo 1), pero ese trabajo de nímico no está vinculado en nada a la filiación y la sucesión
construcción de su cuerpo en referencia al mío no pudo borrar de las generaciones, no es Sylvie H., hija del señor y la señora
completamente el desorden primordial. En la secuencia H., sino Sylvie Cordié en la transferencia, o Sylvie veterina-
antes mencionada, vemos de qué manera el trauma viene a ria. El padre imaginario es, para ella, un padre "animal"; me

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atrevo a usar esta expresión para destacar qué significante sión a una niña con los ojos desorbitados de sorpresa frente
amo se une a la persona del padre, significante que la niña a un acontecimiento que acababa de producirse, me dijo:
señala como referido al deseo y cuyo impacto se encuentra en "¡Bueno, se puede decir que no cree en sus propios ojos!" Yo
numerosos síntomas. pensaba que la expresión "no creer en los propios ojos" exigía,
para ser empleada oportunamente, un dominio del lenguaje
que iba a la par con una buena imagen del cuerpo. La
posibilidad de escape metafórico, aquí más bien metonímico,
Las palabras de niño sólo puede realizarse si el cuerpo erógeno está construido y,
a causa de ello, puesto entre paréntesis. Recordemos que el
trabajo de corte con el objeto a se cumple paralelamente a la
Contrariamente a lo que podía esperarse, los progresos del introducción sintáctica: "Es con las imágenes que cautivan a
lenguaje no contribuyeron a apaciguar a Sylvie. Si bien todo su eros de individuo viviente como el sujeto viene a atender
el trabajo de análisis había sido facilitado por una palabra a su implicación en la secuencia significante". 13
precoz que le permitía emitir un discurso común relativa- Basta con prestar oídos atentos al decir del niño para
mente adaptado, la lengua seguía estando para ella repleta ubicar el momento de toma en el lenguaje. Lo que los adultos
de trampas. Olvidamos hasta qué punto la lengua se aleja a califican ya de "tonterías" cuando no captan su sentido, ya de
cada momento de la literalidad para servirse de tropos por "palabras de niño" cuando los divierte, puede enseñarnos
sustitución, de los que los más corrientes son la metáfora y mucho sobre la función del inconsciente. Al interrogar a las
la metonimia. Al niño pequeño no parecen molestarlo más de palabras infantiles, los orígenes del lenguaje nos parecen
la cuenta las figuras de estilo en las que un gato ya no es un menos misteriosos. He aquí algunos ejemplos, cuya misma
gato: deja la cuestión en suspenso hasta un esclarecimiento. trivialidad es el mejor garante del fabuloso trabajo que debe
ulterior. No ocurría lo mismo con Sylvie, toda metáfora o hacer el niño para descifrar el lenguaje y apropiárselo. Es la
metonimia referente al cuerpo la hundía en la angustia y la manera en que el sujeto va a llevar a cabo esta operación lo
perplejidad. Sólo citaré algunos ejemplos. que constituirá la diferencia entre el neurótico y el psicótico:
Escuchando decir a su madre, en relación con una compra: "Si el neurótico habita el lenguaje, el psicótico está habitado,
"Me costó un ojo de la cara", se preocupa por los ojos de poseído por el lenguaje", 14 decía Lacan.
aquélla y por los suyos, sumergida de nuevo en angustias de Una madre se esfuerza por calzar a su hija de dieciséis
mutilación. meses, que le tiende un pie: "Ese no es el pie bueno", dice la
Hubo un tiempo en que jugaba en sesión con un pincel que madre, a lo que la niña responde: "Pin-pon, pin-pon". En "pie
se metía en los ojos con el riesgo de lastimarse. N o comprendí bueno" ["bon pied"] había entendido "bombero" [''pompier"],
inmediatamente el sentido de esta actitud. Más adelante significante asociado a un ruido que conocía bien.
descubrí que estaba en relación con la expresión "Me entró U na niña de alrededor de un año me mira batir huevos. Le
por los ojos". "No tiene pelos en la lengua" era entendida, de digo: "Ves, hago una omelette". Agita entonces las manos
igual modo, en primer grado. como le habían enseñado a hacer para remedar la canción
Todo lo que correspondía al cuerpo permanecía en ella en Ainsi font les petites marionettes [Así hacen las pequeñas
un real insuperable. En esa época hice la comparación con un marionetas]. Hay que suponer aquí una doble conexión, la
niño mucho más pequeño que Sylvie quien, viendo en televi- consonancia del sufijo ette en omelette y marionette (también

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se encuentra el sonido o) y el gesto de agitar las manos que acceso a un lenguaje cada vez más apto para responder a los
acompaña a las dos. Estos dos significantes, que se vincula- imperativos de la comunicación, en tanto que los errores del
ron por el azar (o podría decirse por lo arbitrario) de la trayecto y las falsas asociaciones serán reprimidos.
homofonía y lo gestual, van a separarse y a adquirir su En la comunicación, el niño se aplica, cuando no se hace el
significación cuando la niña los encuentre en otro contexto, tonto o el bebé, a respetar la sintaxis y el uso corriente del
por ejemplo "Come tu omelette". Van a establecerse entonces vocabulario. Un error de su parte (una palabra de niño) lo
nuevas conexiones, que permitirán su separación y su utili- entristece, está avergonzado, molesto, y la risa del adulto lo
zación posible en otras cadenas de discurso, pero las prime- humilla. En cambio, si trata de jugar libremente con los
ras asociaciones reprimidas dejan sus huellas en el incons- significantes, manifestando así su dominio de la lengua, se
ciente: es lo que Lacan llama "lalengua". muestra ingenioso a su manera, inventa palabras nuevas,
Un niño muy pequeño habla de la torre "escalera" refirién- deforma las que conoce o transgrede su sentido. Se ejercita
dose a la torre Eiffel. Hizo una asociación perfectamente solo, habla "al foro" o con sus compañeros de juego, y si dirige
lógica entre el monumento y una gran escalera plantada en sus bromas al adulto se muestra decepcionado si éste no se
París. Este mismo chico, que habló muy precozmente, dice regocija con ellas. He aquí lo que dice Lacan a este respecto:
también "lecciones de elástica" ["élastique"] por lecciones de
gimnasia ["gymnastique"]. ¿Cómo no lamentar aquí que el interés por el niño demostra-
do por el análisis del desarrollo no se detenga en ese momen-
Otra niña, de tres o cuatro años, pasó algunos días de to, en la linde misma del uso de la palabra, donde el niño, que
vacaciones con una familia católica, mientras que sus padres designa mediante un babau lo que en ciertos casos uno se
son agnósticos. A su vuelta, comenta así la oración de la aplicó a no mencionarle sino con el nombre de perro, refiere
noche: "Hacían en el nombre del padre, del hijo y del ese babau aproximadamente a cualquier cosa, y luego en el
dentífrico". El "dentífrico" es aquí un significante que cons- momento ulterior en que declara que el gato hace guau y el
tituye un vínculo entre los ritos de ir a la cama en su casa y perro miau, mostrando con sus sollozos, si se pretende
nuevos ritos que le parecen muy extraños. corregir su juego. que en todo caso ese juego no es gratuito?16
El niño está sumergido en un baño de lenguaje en el que
identifica la aparición de algunos significantes que se repi- Algunos significantes son más aptos que otros para man-
ten, en asociación con otros. La significación, es decir la tener cierto grado de confusión y de asociaciones descabella-
posibilidad de utilizar esos significantes "correctamente" en das. Daré un ejemplo. Todos los niños conocen el TGV, el tren
la lengua común, es precedida por una larga fase de expec- de gran velocidad que ejerce una especie de fascinación sobre
tativa, donde debe hacer un trabajo de conexión y desco- ellos. Pero este significante TGV está próximo a muchas
nexión. otras siglas, por lo que pude notar su perplejidad cuando, en
la conversación, creen escuchar TGV siendo que los adultos
El mecanismo lingüístico se mueve en su totalidad sobre hablan de BCG, PDG o IVG. Pienso en una niña que,
identidades y diferencias, no siendo éstas más que la contra- cantando un estribillo de moda, "El es play-hoy o PDG",
partida de aquéllas 15 traducía "El es play-hoy o TGV'': su padre tomaba regular-
mente el TGV cuando volvía a casa.
dice F. de Saussure. Este trabajo de señalamiento, que Podemos imaginarnos la confusión de un niño cuya madre
comienza desde los primeros días de vida, permite al niño el va a la clínica para una IVG (interrupción voluntaria del

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~

embarazo) o cuando llevan a la hermanita al médico a MADAME (saliendo al encuentro de su amiga). -¡Querida,
ponerle la BCG. La emoción o la angustia provocadas por queridísima Peluche! ¡Desde hace cuántos agujeros, cuántos
estas situaciones, ausencia de la madre, gritos de la herma- guijarros no tenía el aprendiz de azucarada!
nita, pueden sumarse al trastorno debido a la confusión de MADAME DE PERLEMINOUZE (con mucha afectación). -¡Ay!
los significantes e inducir un síntoma, por ejemplo una fobia, ¡Querida! ¡Yo misma estaba muy, muy vidriosa! Mis tres
hogazas más jóvenes tuvieron limonada, una tras otra.
por qué no la fobia a los trenes o a las estaciones, o una Durante todo el principio del corsario, no hice más que anidar
angustia de partida. los molinos, correr a lo del ludión o a lo del taburete, pasé
Algunos reprocharon a Lacan que jugara con la homofonía pozos vigilando su carburo, dándoles garras y monzones. En
y que alimentara el barroquismo de su escritura, pero, ¿no síntesis, no tuve una migaja para mí.
quería destacar con ello la intrusión constante del incons- MADAME. -¡Pobre querida! ¡Y yo que no me rascaba nada!
ciente en el discurso, lo que con justa razón denomina "el lado
irremediablemente descabellado que el inconsciente alimen- Notamos que la sustitución puede hacerse en el nivel de un
ta por sus raíces lingüísticas"? 17 Hintagma; por ejemplo, "el aprendiz de azucararla" ["le
En general, al niño no parecen molestarle las zonas de mitran de vous sucrer"] evoca, en el contexto, lo que subtiende
sombra que subsisten en el discurso, se mueve con soltura en de oralidad al beso, de lo que la expresión popular "chuparse
los "aproximadamente" y hasta puede jugar con ellos, asu- la jeta" ["se sucer la poire"] da cuenta con claridad.
miendo a veces los blancos de la cadena incluso el papel de Cuando se hace la sustitución de un significante por otro,
relevos para lo imaginario. ¿No se debe el éxito de los Pi tufos '·1 de sustitución tiene siempre una relación con el significan-
en gran parte a la libertad de asociación que hace del te original, pero esa relación es de naturaleza muy diversa:
significante pitufo y de sus derivados -pitufar, pitufita- puede ser un vínculo homofónico del significante en su
palabras comodines en un discurso perfectamente estructu- Lotalidad o en una de sus partes, por ejemplo peluche por
rado en el plano sintáctico y en el ordenamiento del relato? ¡wrruche [cotorra], la m de "no tengo una migaja para mí"
Estos significantes, en forma de onomatopeya, desencade- (por minuto), el aba de "yo que no me rascaba (por figuraba)
nan la risa, como si el lenguaje de los gnomitos azules, nada", etcétera.
atiborrado de estos significantes sin significado, tuviera La puesta en evidencia de estos deslizamientos y su efecto
alguna relación con lo que el niño escucha en torno a sí, un llevado hasta el absurdo constituyen el resorte mismo de lo
discurso fragmentado, entrecortado de palabras que no cómico en algunos artistas, como Raymond Devos. Esta
conoce y cuya significación necesita adivinar. Pero, cuando corrupción del lenguaje, si bien provoca risa cuando es
escucha hablar a los Pitufos, puede burlarse de la significa- intencional y controlada, es fuente de angustia en el psicótico
ción pues en ellos el sentido no subsiste menos, sostenido por que la vive en lo más profundo de su ser (cf. A. Artaud).
la imagen y completado en su fantasía. El Seminario de Lacan sobre Las psicosis no es más que un
Lacan evoca un equivalente de este proceder en "La largo análisis de la relación del psicótico con el lenguaje.
instancia de la letra", a propósito de la obra teatral de J. Como el adulto psicótico (habría que examinar el discurso
Tardieu, Un mot pour un autre [Una palabra por otra]. Si del maníaco, menos extraño de lo que parece), el niño
bien el orden sintagmático se respeta, la sustitución repetida psicótico no tiene una relación lúdicra con la lengua. Decirle
de los significantes provoca un efecto de "embriaguez", dice, que el perro hace miau haría vacilar su mundo ya frágil. Toda
y de risa. He aquí un breve extracto: metonimia, toda metáfora que se refieran al cuerpo le son

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¡IIIIII'T'

inaccesibles o desencadenan una angustia de despedaza- El "significado" del decir no es nada más que ex-sistencia en
miento. lo dicho (aquí en el dicho de que no todo puede decirse). O sea:
Para llevar más lejos nuestra investigación sobre el naci- que no es el sujeto, el cual es efecto de dicho. 19
miento del sujeto parlante, es decir del sujeto barrado por la
represión originaria, represión siempre problemática en la La lingüística es cosa del decir, la lingüistería se interroga
psicosis, tomaremos dos ejemplos, el de Sylvie con sus Mobre lo dicho.
hombres-solapas y el de la pequeña So phi e, de tres años, que , Lacan repensó los conceptos freudianos a la luz de las
dibujaba en una mesa con su hermana mayor, de cinco. Yo leorías lingüísticas de las que hizo una herramienta de
misma me dedicaba a mis ocupaciones y las niñas no toma- lrabajo increíblemente fecunda, al mismo tiempo que subra-
ban en cuenta mi presencia. La mayor dice a su hermana: "Yo yaba constantemente sus límites. Conocía todo el aporte de
hago el azul y el rojo". Sophie responde: ''Yo no hago más que lu lingüística, desde San Agustín a los lingüistas modernos,
el verde [vert], mi papá hace el gusano [ver], a mí me gusta el Su ussure, Benveniste, Karl Bühler, Chomsky, J akobson. Su
verde". Esta conversación atrajo mi atención sobre el signi- trabajo sobre la lengua lo colocó en la encrucijada de dos
ficante gusano, que se refería al padre y que se empleaba ciencias, la lingüística y el psicoanálisis, y es esta situación
aquí en una significación subvertida: el padre era ingeniero bisagra la que reivindica en su artículo "Subversión del
y hacía investigaciones con el cristal [verre]. Algún tiempo sujeto y dialéctica del deseo". He aquí lo que dice de su
después les compré cartucheras y Sophie me pidió una verde, posición:
porque, me dijo, "es el color que prefiero".
Dejemos por un momento a Sylvie, Sophie y las otras para ¡ El inconsciente, a partir de Freud, es una cadena de signifi-
cantes que en alguna parte (en otra escena, escribe) se repite
hacer un desvío por la lingüística, y ver cómo puedé ayudar- 1 e insiste para interferir en los cortes que le ofrece el discurso
nos esta ciencia a llevar más lejos nuestra investigación efectivo y la cogitación a la que informa.
sobre el lenguaje psicótico. En esta fórmula, que no es nuestra sino por estar de acuerdo
Para desenmarañar los orígenes del lenguaje, las circuns- tanto con el texto freudiano como con la experiencia que éste
tancias de aparición de la palabra y el hecho de que el , ha abierto, el término crucial es el significante, reanimado de
psicótico contravenga las leyes del discurso, es preciso inte- la retórica antigua por la lingüística moderna, en una doctri-
rrogarse sobre la naturaleza misma de la lengua: "Un día, me na cuyas etapas no podemos señalar aquí, pero de la que los
di cuenta de que era dificil no ingresar en la lingüística a , nombres de Ferdinand de Saussure y Roman Jakobson
partir del momento en que se descubrió el inconsciente", 18 indicarán la aurora y la culminación actual [... ).2°
dice Lacan. La lingüística que toma en cuenta el inconsciente
será denominada por él "lingüistería". Prosigue: "Lo que
digo, que el inconsciente está estructurado como un lenguaje,
no pertenece al campo de la lingüística[ ... ]" y, anunciando su Lingüística y lingüistería
texto "El atolondradicho", añade: "Que digan queda olvidado
detrás de lo que es dicho en lo que se entiende". En "El '
atolondradicho" acentuará el doble registro del decir y lo , ¿Dónde se detiene la lingüística, dónde comienza la lingüis-
dicho: tería? Vamos a intentar precisarlo dado que es en el desliza-
miento de la una a la otra donde buscamos la clave del
lenguaje psicótico.

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231
yr--

!'
La lingüística se pretende ciencia cada vez más exacta, La lengua forma un sistema [... ] De la base a la cumbre, desde i
los sonidos a las formas de expresión más complejas, la
define las reglas de una lengua que es un instrumento al lengua es una disposición sistemática de partes. Se compone
servicio del pensamiento, "toma por objeto la realidad intrín- de elementos formales articulados en combinaciones varia-
seca de la lengua y apunta a constituirse como ciencia formal, bles, de acuerdo con ciertos principios de estructura. 23
rigurosa, sistemática", dice Benveniste. 21
Todas las teorías lingüísticas están subtendidas por la En cuanto al sentido, esto es lo que plantea:
idea de dominio, ya se trate del sujeto siempre amo de su
palabra y en su totalidad en su discurso, o de la lengua Postulo que hay dos dominios o dos modalidades de sentido,
misma, a la que el lingüista intenta dominar codificándola al que distingo respectivamente como semiótica y semántica.
extremo. El título mismo de la obra de Noam Chomsky, La El signo saussuriano es en realidad la unidad semiótica, es
lingüística cartesiana, y su subtítulo, Un capítulo de la decir la unidad provista de sentido [... ] Mientras que la
historia del pensamiento racionalista, dicen mucho sobre semántica es el «sentido» resultante del encadenamiento, del
esta idea general. ajuste a la circunstancia y de la adaptación de los diferentes
signos entre sí. Eso es absolutamente imprevisible. 24
Un mundo separa al sujeto tal como lo concibe el lingüista,
sujeto al que dirigen un pensamiento lógico y la razón, y al Benveniste confiesa cuán embarazoso es este imprevisible
sujeto en el sentido freudiano, sujeto del inconsciente, sujeto para el lingüista:
barrado, f$, sometido al lenguaje y portador de un saber que
ignora. He aquí que surge el problema que atormenta a toda la
Si las teorías lingüísticas in ten tan repertoriar, clasificar y lingüística moderna, la relación forma-sentido que varios
definir lo más exactamente posible las leyes que rigen la lingüistas querrían reducir a la sola noción de la forma, pero
lengua, todas distinguen dos dominios en esta búsqueda, dos · sin lograr librarse de su correlato, el sentido. ¿Qué no se ha
enfoques que van a manifestarse cada vez más divergentes. intentado para evitar, ignorar o expulsar al sentido? Por más
Saussure fue uno de los primeros en marcar la dualidad que se haga, esta cabeza de Medusa está siempre allí, en el
entre la lengua y el habla. Dice: centro de la lengua, fascinando a quienes la contemplan. 25

Una parte de la lengua es social en su conjunto e indepen- Más cerca de nosotros, el lingüista Claude Hagege, en una
diente del individuo, la otra, secundaria, tiene por objeto la obra cuyo éxito público fue bastante inesperado, L'Homme de
parte individual del lenguaje, es decir el habla [... ]. paroles (1985), enumera lo que constituye el estudio de la
forma, por lo tanto el objeto mismo de la lingüística: la
Agrega, sin embargo, que hay "interdependencia de la fonología estudia los sistemas de sonidos; el léxico es el
lengua y el habla". 22 repertorio de las palabras de una lengua; la sintaxis, nuestra
Esta distinción se traduce de manera diferente según los gramática; la morfología permite identificar las palabras
autores: lengua y habla, dice Saussure; otros hablan de la unas en relación con las otras. "Los signos, dice, son lo que
forma y el sentido, del esquema y el uso, de código y mensaje. circula, lo que es común a todos los usuarios, su disposición
En cuanto a Benveniste, separa semiótica y semántica. es un asunto personal". Aquí, Claude Hagege plantea a su
Define en primer lugar a la lengua en cuanto estructura y turno la cuestión del sentido, empresa temeraria también
luego considera el sentido: para él.

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.,..,

Y, para analizar lo más cercanamente posible este fenóme- estudio de la lengua hasta su extremo, fueran por fin a
no, vuelve a multiplicar las categorías. Reagrupa en tres penetrar sus secretos y a alcanzar una claridad en el decir
zo:oas a los componentes del sentido: la zona A, el sentido que excluyera todo malentendido, toda ambigüedad, "un
como representación, comprende el significado de los signos, fantasma de lo perfecto de la lengua", como dice C. Hagege.
la semántica de la sintaxis, etc.; la zona B, el sentido como Gérard Millar evoca ese fantasma en un artículo sobre "El
efecto, con la aptitud cultural, el grado de conocimiento de los lapsus y el psicótico"; 27
enunciantes, etc.; y la zona e, llamadasignificancias incons-
cientes, sin más precisión. Es significativo que esta zona C Si el lenguaje fuera un instrumento, si ese instrumento
esté plantada allí, sin correspondencia aparente con las otras sirviera a la comunicación, si la comunicación fuera la
categorías, apéndice inclasificable, siempre igualmente em- refracción de los pensamientos, podría entonces deplorarse
barazosa. la inadecuación del lenguaje y soñar con un intercambio sin
En la teoría saussuriana del signo en cuanto producto de pérdida entre los sujetos que hablan, un intercambio trans-
la relación significante sobre significado, a primera vista parente, incluso no de lenguaje[ ...] Pero los seres parlantes
están justamente atravesados por una experiencia estricta-
pm~de pensarse que la significación va de suyo. Ahora bien, mente contraria, de lo que da testimonio la psicosis. Son
Lacan, retomando el algoritmo saussuriano para destacar a atravesados por significantes que no quieren decir nada,
la vez su alcance y sus límites, escribe lo siguiente en "La significantes desconectados. Más hablan, más difunden el
instancia de la letra": malentendido, sin ninguna esperanza de armonía, sin nin-
guna posibilidad de que termine por coincidir: las palabras
En efecto, la temática de esta ciencia está desde ese momento siempre hilan al lado. La significación es imaginaria, y es por
suspendida en la posición primordial del significante y el eso que la comprensión siempre es loca. Decir con Lacan que
significado, como órdenes distintos y separados inicialmente el hombre está enfermo del significante tiene esta consecuen-
por una barrera resistente a la significación [... ]. cia: es insoportable que el significante quede siempre fuera
de nuestro alcance, inaccesible, imposible de reabsorber.
En ese texto, Lacan insiste sobre la prioridad a dar al
significante. "Sólo las correlaciones del significante con el La lingüística se convierte por lo tanto en una ciencia de
significante dan el patrón de toda búsqueda de significación", conceptos cada vez más eruditos, de expresión cada vez más
escribe. Y más adelante: esotérica. Con el mismo título que la fllosofia, interroga al
hombre en su especificidad, la palabra. La literatura contem-
Puede decirse que es en la cadena del significante donde el poránea refleja esta preocupación: Derrida, Barthes, Kriste-
sentido insiste, pero que ninguno de los elementos de la va y muchos otros examinan el fenómeno del lenguaje y la
cadena consiste en la significación de que es capaz en el escritura. De América nos vienen teorías sobre la comunica-
momento mismo. La noción de un deslizamiento incesante ción inspiradas en la cibernética, que dieron origen a la
del significado bajo el significante se impone, por lo tanto corriente terapéutica llamada sistémica.
[... ].26 Nuestra ambición como psicoanalistas es a la vez modesta
y más arriesgada: procuramos penetrar el misterio que
Si el sentido no puede ser delimitado y escapa a toda subsiste cuando las teorías sobre la lengua han dicho su
formalización, los lingüistas acosan a la significación, a la última palabra.
que~ esperan cada vez más despojada, como si, al empujar el

23·4 235
....,.,

Así, pues, interrogamos a este indecible, este resto inepto Es lo que ha hecho recientemente Nathalie Charraud en
para la codificación, lo que "de la verdad se hace escuchar un ensayo de esclarecimiento y de síntesis sobre la cuestión
entre líneas" 28 y que demanda un enfoque original que La can del "saber inconsciente". En un artículo notable, 30 pone en
califica de "lingüistería". evidencia la convergencia de las tesis de Freud, Saussure y
El abordaje de la psicosis le planteó, de manera aguda, el lJacan sobre la lengua, permitiéndole su formación de mate-
problema de los límites de la lingüística. Así, su Seminario mática aportar una piedra más a este edificio. Su manera de
sobre Las psicosis es una larga reflexión sobre lo que la abordar la cuestión del lenguaje extrayendo sus parámetros
psicosis revela de un no ordenamiento del sujeto en la cadena fundamentales y volviéndolos a colocar en la punta de la
significante. N o obstante, es preciso subrayar que el paso de búsqueda lacaniana, da un nuevo impulso a la discusión,
Lacan se apoyó siempre sobre un conocimiento profundo de plantea nuevos interrogantes y le aporta una respuesta
las leyes de la lingüística, a la que por otra parte él mismo perfectamente operacional, en particular en la psicosis.
define como "el estudio de las lenguas existentes en su Pero, ¿qué es lo que permite a N athalie Charraud sostener
estructura y en las leyes que se revelan en ella". 29 que las tesis de Freud, Saussure y Lacan se reúnen y se
¿Cómo se dice el inconsciente en un sistema regido por un completan y de qué manera ese punto de convergencia da
código estricto? ¿Cuál es la estructura del inconsciente en inicio a una nueva reflexión?
relación con la estructura de concatenación de la cadena He aquí lo que se desprende de su texto.
significante? ¿Qué relación sostiene el psicótico con la len-
gua, él que parece hacer poco caso de las leyes del discurso
que enuncia la lingüística? Preguntas cruciales si las hay, y
que Lacan no deja de retomar desde que pronunció su Freud,Saussure,Lacan
aforismo "el inconsciente está estructurado como un lengua-·
je", variando sus formulaciones.
Retomando en primer lugar los conceptos freudianos de Desde La interpretación de los sueños, Freud descubre el
condensación y desplazamiento, planteó las figuras de la lenguaje del inconsciente, poniendo en evidencia la natura-
metáfora y la metonimia donde el inconsciente se dice. En el leza de las asociaciones de significantes y sus combinaciones
grafo del deseo, muestra la in tricación del objeto y el discurso posibles, en particular la condensación y el desplazamiento.
del Otro en la constitución del sujeto. Descubre así que el inconsciente tiene un lenguaje propio,
De J akobson tomará prestados los términos de enunciado con su estructura, su sintaxis y su lógica: "En el análisis del
y enunciación para destacar, en la enunciación, el lugar del sueño, Freud no pretende darnos otra cosa que las leyes del
sujeto del inconsciente (el ne expletivo). Su texto "El atolon- inconsciente en su extensión más general", escribe Lacan, 31
dradicho" marca una vez más el corte entre el decir y lo dicho. y hace esta observación:
En cuanto al concepto de "!alengua" y el de "alienación", Desde el origen se ha desconocido el papel constituyente del
constituyen otras tantas avanzadas en el trabajo de elucida- significante en el estatuto que Freud asignaba de entrada al
ción que prosigue sin descanso. Advirtamos sin embargo que inconsciente y en los modos formales más precisos. [... ]
su búsqueda no produce un saber cerrado y consumado: lo formalización [... ] muy por delante de las de la lingüística a
modifica sin cesar y nos lo trasmite para que prosigamos la las que podría demostrarse sin duda que aquélla, por su peso
tarea. de verdad, ha abierto el camino. 32

236 237

-------
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generadora de un cierto orden de valores; la oposición entre
Demasiado por delante, sin duda, pues algunos sólo retu- estos dos órdenes nos hace comprender mejor la naturaleza
vieron del deseubrimiento freudiano el carácter simbólico del de cada uno de ellos. Los mismos corresponden a dos formas
sueño. Esta interpretación exclusiva dio lugar a utilizaciones de nuestra actividad mental.
dudosas, como las que hicieron los surrealistas (A. Breton), Por una parte, en el discurso y en virtud de su encadenamien-
las que Freud, por lo demás, apenas apreció. to, las palabras contraen entre sí relaciones fundadas sobre
En el Entwur(, Freud intenta topologizar esas asociacio- el carácter lineal de la lengua, que excluye la posibilidad de
nes tomando como modelo la red neurológica, lo que no está pronunciar dos elementos a la vez. Estos se alinean uno tras
tan lejos como se cree de las investigaciones actuales sobre otro en la cadena del habla. Estas combinaciones que tienen
el funcionamiento del sistema nervioso central. Si bien no por soporte la extensión pueden denominarse sintagmas. De
modo que el sintagma se compone siempre de dos o más
conocía las sinapsis, era como si presintiera su descubri- unidades consecutivas [. .. ] Colocado en un sintagma, un
miento. término sólo adquiere su valor porque se opone al que lo
N athalie Charraud hace notar que en ese texto Freud precede o al que lo sigue, o a ambos.
distingue los "complejos fljos y las cargas cambiantes", Por otra parte, al margen del discurso, las palabras que
siendo los primeros el asiento de los procesos primarios y ofrecen algo de común se asocian en la memoria, y se forman
correspondiendo las segundas a los procesos secundarios: así grupos en el seno de los cuales reinan relaciones muy
"Esta lucha entre los tractos fijos y las cargas cambiantes diversas. De este modo, la palabra «enseñanza, hará surgir
caracteriza al proceso secundario del pensamiento", escribe. inconscientemente en el espíritu una multitud de otras
Esta distinción entre el lenguaje del sueño -donde reina el palabras (enseñar, reseñar, etc., o bien esperanza, holganza,
etc., o bien educación, aprendizaje); por uno u otro lado, todas
proceso primario con sus deslizamientos de sentido, sus tienen algo de común entre sí.
mecanismos de desplazamiento y condensación en estado Ya se ve que estas coordinaciones son de muy distinta especie
casi puro- y el proceso secundario -sede de un pensamiento que las primeras. No tienen por soporte la extensión; su
vigil, ordenado, controlado-vuelve a encontrarse en Saussu- asiento está en el cerebro; forman parte del tesoro interior
re, quien señala muy claramente la antinomia de los dos que constituye la lengua en cada individuo. Las llamaremos
registros. relaciones asociativas.
Si se conoce bien la teoría saussuriana del signo, no se La relación sintagmática es in praesentia: descansa sobre
conoce tan bien el capítulo V de su Curso de lingü{stica dos o más términos igualmente presentes en una serie
general, titulado "Relaciones sintagmáticas y relaciones efectiva. Al contrario, la relación asociativa une los términos
in absentia en una serie mnemónica virtual [... ]
asociativas". Curiosamente, esta comunicación de una im- Mientras que un sintagma evoca en seguida la idea de un
portancia capital fue olvidada y sólo rara vez retomada por orden de sucesión y un número determinado de elementos,
los lingüistas. ¿Estaba también él demasiado adelai).tado a los términos de una familia asociativa no se presentan ni en
su tiempo? ¿Se escapaba del marco demasiado bien definido número definido ni en un orden determinado.
de la lingüística? Reproducimos casi íntegramente el pasaje
que atestigua el punto de convergencia con el pensamiento Aquí, Saussure marca con claridad "la oposición de los dos
freudiano: órdenes", la diferencia fundamental de los dos registros de la
lengua, la cadena del discurso con su carácter lineal, su orden
Las relaciones y las diferencias entre términos lingüísticos se de sucesión y el otro, in absentia, donde dominan las relacio-
despliegan en dos esferas distintas, de las que cada una es

238 239
!ll"f'

nes asociativas, donde la palabra hace surgir "inconsciente- de nuestra ciencia, diacrónico todo lo que se refiere a las
mente una multitud de otras palabras". Saussure era lin- evoluciones. [... ] De igual modo, sincronía y diacronía desig-
güista y, por ello, no podía sacar todas las consecuencias de narán respectivamente un estado de la lengua y una fase de
su descubrimiento de las "familias asociativas". Como los evolución. [... ]
demás lingüistas, se detiene allí donde comienza el dominio
del inconsciente (sin embargo, la palabra proviene de su mi en tras que para Lacan, la diacronía interesa a la sucesión
pluma). m el tiempo de la cadena significante, de la que la frase
Nathalie Charraud retoma este concepto de familias aso- constituye el modelo, y ya no a la evolución de la lengua en su
ciativas para volver a darle su lugar en lo que va a redefinir ('()njunto.
como la estructura topológica del inconsciente. Puesto que La sincronía no tiene una estructura lineal, reina en ella
Lacan dirige su crítica esencialmente al algoritmo saussu- un gran desorden, al que sólo el orden diacrónico vendrá a
riano, mostrando la supremacía del significante, pero no corregir.
menciona el concepto de "familia asociativa", si bien comple- Lacan opone los dos órdenes en estos términos:
ta ese algoritmo con un comentario que se parece mucho a la
relación in absentia de Saussure. No hay nada en el mundo salvo el significante que pueda
soportar una coexistencia -que el desorden constituye (en la
Para hacerlo, retoma la palabra "árbol" utilizada por sincronía)- de elementos en los que subsiste el orden más
aquél en su demostración del signo y despliega asociaciones indestructible al desplegarse (en la diacronía): fundándose
alrededor de este significante. Subraya sus implicaciones este rigor del que es capaz, asociativo, en la segunda dimen-
subyacentes, desarrollando lo que Saussure ejemplificaba sión, incluso en la conmutatividad que muestra al ser inter-
con el término de "enseñanza": "Basta con escuchar poesía cambiable en la primera. 34
[... ] para que en ella se haga oír una polifonía y para que todo
discurso demuestre alinearse en los diversos pentagramas
de una partitura.
Diacronía y sincronía
Ninguna cadena significante, en efecto, que sostenga como
colgado de la puntuación de cada una de sus unidades todo
lo que se articula de contextos atestiguados, en la vertical, si Con el paso de los años, Lacan va a acentuar la dicotomía
puede decirse así, de ese punto. 33 entre esos dos registros. Como lo recuerda Nathalie Cha-
rraud,
Lacan hablará de diacronía en cuanto a lo que se refiere a
la cadena significante, y de sincronía en cuanto a lo que se por razones de estructura, el inconsciente ex-siste en el
articula en la vertical. Es preciso señalar, para evitar toda lenguaje en el sentido de la lingüística. Ex-sistiría también
en el habla si ésta no manifestara, mediante tropiezos y
confusión, que Saussure utiliza estos términos con una juegos de palabras, que algo distinto se dice en el enunciado
acepción diferente. que profiere. 35
Para él-lo cito-,
Si el inconsciente es lo "dicho" en el "decir", veamos cómo
es sincrónico todo lo que se relaciona con el aspecto estático se presenta este decir.

240 241
~

La cadena significante tiene una estructura de concatena- constituyen el lenguaje: efectos determinados por el doble
ción, juego de la combinación y la sustitución en el significante,
según las dos vertientes generadoras del significado que
anillos cuyo collar se sella en el anillo de otro collar hecho constituyen la metonimia y la metáfora; efectos determinan-
de anillos. Tales son las condiciones de estructura que deter- tes para la institución del sujeto. En esta prueba aparece una
minan -como gramática- el orden de las progresiones cons- topología, en el sentido matemático del t~rmino, sin la cual se
tituyentes del significante hasta la unidad inmediatamente advierte al instante que es imposible notar solamente la
superior a la frase [... ].36 estructura de un síntoma en el sentido analítico del tér-
mino.39
Reconocemos allí las leyes de la lingüística. La cadena
obedece a la temporalidad, hay desenvolvimiento en el Nathalie Charraud va a demorarse sobre esta estructura
tiempo, orden de sucesión (Pierre pega a Paul), número topológica y a precisarnos sus particularidades: la misma no
determinado de elementos. induce ni un orden ni una métrica¡ los significantes, en el
En su curso del19 de diciembre de 1984, J.-A. Miller ponía inconsciente, no están ordenados (cf.la lotería); "no tienen un
el acento sobre la orientación del grafo de Lacan, represen- orden determinado, no se los puede alinear en una cadena,
tando la flecha la sucesión lineal de la cadena significante y ni siquiera en el espacio [... ] no están en número definido, es
correspondiendo el otro vector al querer decir, a la intención decir que su conjunto es un conjunto abierto cuyos elementos
de significación. Esta dimensión temporal, que subtiende al no pueden enumerarse exhaustivamente [... ]",lo que implica
concepto de ordenamiento subjetivo, se opone a lo que está en que, "en el nivel propiamente asociativo y topológico, los
montón, en el desorden de la estructura sincrónica. Lacan significantes no tienen lugares definidos" (contrariamente a
emplea la imagen de la lotería para ilustrar la inorganiza- la cadena en la que no puede invertirse: Pi erre pega a Pa ul). 40
ción de lo "cardinal" que se opone a la sucesión de lo
"ordinal". 37 Pero el equilibrio entre los dos registros no se La noción de agrupamientos asociativos [o familia asociati-
alcanzará precisamente en la psicosis. va] [...] abre el camino a la estructura topológica de vecindad.
Para calificar la estructura sincrónica que coexiste con la Un agrupamiento asociativo es una vecindad en el sentido de
estructura diacrónica del habla (estructura sincrónica que que introduce una «Unidad» de orden superior: ya no nos
parece invasora y no contenida en el psicótico ), Lacan emplea ocupamos de un elemento en su relación eventual con otro
sino de una familia de elementos que será significativa en
en un momento de su enseñanza el término de "saber cuanto tal.·41
inconsciente": "El inconsciente es el testimonio de un saber
en cuanto que en gran parte escapa al ser parlante". 38 ¿De El modelo que más se acerca nos es dado en el sueño. Al
qué naturaleza es este saber inconsciente? Lacan habla dormir, el sujeto experimenta su libertad de asociación, ya no
entonces de "estructura topológica en el sentido matemático está sometido al imperativo de querer decir, de la intencio-
del término". nalidad, de la comunicación. Los significantes se agrupan al
capricho de su deseo, no obstante con cierta censura. Se
Se trata de encontrar, en las leyes que rigen esta otra escena asocian según una lógica propia que Freud calificó de proceso
[.. .] a la que Freud, en referencia a los sueños, designa como primario.
la del inconsciente, los efectos que se descubren en el nivel
de la cadena de elementos materialmente inestables que

242 243
r-

Condensación, desplazamiento, palabra enseignement [enseñanza], ponía, al lado do lo1


asociación sinónimos, el significante "armement" ['1armamento"] ln qut'
debía parecer por lo menos incongruente a sus contemporá-
neos. "El significante es tonto", decía Lacan, y agregaba:
Un significante o un sintagma del sueño se encuentran en el
centro de una red asociativa, que puede ser muy extensa. Es con estas tonterías que vamos a hacer el análisis y que
entramos en el nuevo sujeto que es el del inconsciente. 43
Freud destaca cuán pobre es el contenido manifiesto compa-
rado con el latente: Las conexiones entre los significantes que hemos sorpren-
dido en el niño son del mismo orden que las del sueño antes
Cuando se compara el contenido del sueño y los pensamien- de que el proceso secundario haya establecido un principio de
tos del mismo, se advierte en primer lugar que hay allí un significación.
enorme trabajo de condensación. El sueño es breve, pobre, En el sueño, puede haber deslizamiento de un orden a otro,
lacónico comparado con la amplitud y la riqueza de los
pensamientos del mismo. 42
haciendo la imagen las veces del significante oculto (el sueño
es un jeroglífico). Tal paciente sueña que está acostada con
A propósito de su sueño de la monografia botánica sobre la su marido y ve pasar un alce (élan] por debajo del lecho
cual nos trasmite numerosas asociaciones, escribe: conyugal. Este animal se asociará, entre otras cosas, al
marido impotente, que no siente ningún "impulso" ["élan"]
Los elementos "botánica" y "monografía" son encrucijadas hacia ella. La imagen del animal viene a figurar aquí el
donde los pensamientos del sueño pudieron encontrarse en significante con sus múltiples implicaciones.
gran número porque ofrecían a la interpretación numerosos Las relaciones de vecindad en el sueño deberán explorarse
sentidos. Puede decirse [... ] que cada uno de esos elementos mediante la asociación libre.
está sobredeterminado, representa varios pensamientos del Si el saber inconsciente se desencadena en el sueño,
sueño.
procura decirse en unas formaciones que conocemos bien,
Llama "condensación" a este reagrupamiento. síntoma, chiste, lapsus, figuras de estilo, poesía, etc. Pero es
Si el signo ~ representa la noción de vecindad, en el sueño donde la estructura del inconsciente se muestra en
la condensación podría representarse así: el estado más puro, con las asociaciones inesperadas, las
puestas en escena que encuentran su eco en el fantasma.
Cuidémonos, sin embargo, de poner en el mismo plano el

~ lenguaje del sueño y el del niño, el poeta y el loco. La


diferencia reside en la zona de pasaje, en el modo de supera-
ción de lo diacrónico a lo sincrónico y a la inversa. En el punto
Pero no puede considerarse la condensación sin asociarle de ruptura de una estructura con la otra se sitúa el proceso
otro mecanismo, el desplazamiento. de represión y, cuando se trata del sueño, el fenómeno del
Este reviste múltiples formas, un significante puede ocu- despertar.
par el lugar de otro porque está próximo a él por homofonía Hemos sorprendido en el niño el nacimiento de esas
o por cualquier otra forma de vecindad, similitud, asonancia, familias asociativas. Vimos que en torno al significante TGV
etcétera. Saussure, en la familia asociativa alrededor de la puede agrupar múltiples asociaciones de vecindad, y que

244 245
para Sylvie la IVG de mamá estaba asociada a los términos "En cada etapa de la vida del sujeto", la familia se agranda
"sin bebé", "clínica maternidad", "aborto". tanto más porque se trata de significantes amos. Se agranda
No todas las conexiones de esas familias son equivalentes. también, pero de otra manera, a causa de significantes a los
Veremos que ciertos significantes amos, que tienen una que llamaría neutros, cuando el sujeto perfecciona su apren-
relación estrecha con el deseo del Otro y están en conexión dizaje de una lengua, por ejemplo. Vemos psicóticos que
íntima con el objeto a, conocen una suerte particular: van a manejan perfectamente la lengua y que sólo deliran en torno
volver en organizaciones en el corazón de las cuales el goce a ciertos complejos muy precisos.
dirige el juego, tales como el síntoma, el fantasma, la Para que el niño acceda al lenguaje, y luego al habla, debe
conducta sexual, el deseo. hacer en cada mamen to un trabajo de conexión y desconexión
Estos significantes privilegiados van a suscitar nuevas de los significantes, trabajo siempre influido por la natura-
conexiones, ya que la particularidad de esos conjuntos es la leza del deseo del Otro.
de permanecer abiertos (contrariamente a algunos otros Tomemos significantes relativamente neutros, como "ome-
que, en el psic6tico, se cierran). lette" y "marioneta". El sinsentido de su conexión va a
Freud señaló en el Hombre de los Lobos 44 la atracción que manifestársele muy pronto al niño que va a separarlos, a
ejercen significantes primordiales referidos al goce sexual. captar su significación común y a utilizarlos ulteriormente
La V que indic& la quinta hora es también la V de las piernas en el habla.
abiertas de la mujer, la V de la mariposa listada de amarillo Saussure nos dice que un término dado es "como el centro
como la pera llamada Grouscha (el nombre de la joven de una constelación, el punto donde convergen otros térmi-
criada), las alas qe la Wespe, la avispa con rayas amarillas nos coordinados cuya suma es indefinida". 46 Alrededor de la
a quien le arranca las alas en el sueño al mismo tiempo que palabra enseñanza, nos transmite sus asociaciones per-
suprime la primera letra de su patronímico, una W. sonales:
En el sueño de la monografia botánica, existen varios
estratos en las asociaciones, de los cuales uno, más antiguo, enseñanza
podría referirse a un recuerdo de infancia, recuerdo-pantalla [enseignement]
/
relatado en otra parte, del "libro de imágenes desgarrado".
A propósito del Hombre de los Lobos, dice Lacan: /
/
''
En cada etapa de la vida del sujeto, algo ha llegado, en cada /
/
''
instante, a modificar el valor del indicio determinante que
constituye ese significante original [... ] el sujeto como X no
enseñar
enseñamos
aprendizaje
educación
cambio
[changement]
'
clemente
[clément]
se constituye más que por la Urverdrangung, por la caída etc. etc. armamento justamente
necesaria de ese significante primero [... ] pero no puede [armement] [justement]
subsistir allí como tal. [... ] En ese X que está ahí debemos etc. etc.
considerar dos caras, el momento constituyente en el que cae
la significancia, que articulamos en un lugar en su función en
el nivel del inconsciente, pero también el efecto de retorno,
que se opera por esta relación que puede concebirse a partir En estas asociaciones pueden discernirse dos tipos de
de la fracción. 45 conexión.

246 247
r
l. "Aprendizaje-educación" tienen significaciones vecinas por la madre que el niño la recibe. No la aprende". 49 Encon-
que el sujeto va a diferenciar poco a poco. N. Charraud tramos aquí el anudamiento de la lengua y el objeto en el
comenta así la cosa: "La significación de una palabra desean- surgimiento de un sujeto.
sa sobre la cuadrícula de las vecindades alrededor de la En el primer capítulo comentamos largamente la impoten-
misma [.. .] pero también en el hecho de que cada una de esas cia y la dependencia absoluta del pequeño humano con
palabras pertenece a vecindades que no se recubren." respecto a las buenas intenciones del Otro, así como su alerta
Aquí es preciso recordar que "un significante toma su precoz a la relación con el Otro y el mundo (!'le lo rodea. Todos
significación de las vecindades en que entra, y de la diferen- los significantes de este Otro del que dependen la conserva-
cia que existe entre ese significante y los otros significantes ción de su vida y su bienestar van a tomar, por lo tanto, la
vecinos". El "hablar bien" implica una diferenciación cada connotación de goce o de displacer que este Otro le dé. Lacan,
vez más fina entre significantes vecinos. que insistió tanto sobre la estructura del lenguaje y del
inconsciente, no la disoció nunca de la cuestión del deseo y
2. Pero Saussure hace, en torno al significante "enseigne- el objeto.
ment", otro tipo de conexión, que me parece interesante De este modo, ciertos significantes presos en el deseo del
destacar, con las palabras ''justement", "clément", "arme- Otro van a tener un gran peso en la constitución del ser del
ment". Estas asociaciones están sin duda en relación con la sujeto. Desempeñan un papel preponderante en el corazón
singularidad del sujeto y su inscripción en su historia. Esta de las familias asociativas, en particular en la estructuración
serie, en la que la aproximación por consonancia está en del fantasma ($ Oa) que da sus cimientos al ser.
primer plano, se ubica además del lado de lo que Lacan llama
"!alengua". Estos significantes forman parte de un stock más
o menos reprimido que va a alimentar la reserva inconscien-
te. Podrían volver a la superficie en un sueño, por ejemplo, Ejemplos clínicos
o en un delirio si el sujeto se vuelve psicótico. En Aún, dice lo
siguiente:
Hemos visto en un chico al significante "coquin" ["pillo"]
Lalengua sirve a muy otras cosas que la comunicación. Es lo transformarse en "totin" para designar su objeto transicio-
que la experiencia del inconsciente nos ha mostrado, en
cuanto éste está hecho de !alengua, esta !alengua de la que nal, y al Rosebud del héroe de Orson Welles hacer su
ustedes saben que la escribo en una sola palabra, para reaparición en otra cadena, cargada de afectos.
designar lo que es cosa de cada cual, !alengua llamada Retomemos el significante VER [gusano] de Sophie. Una
materna, y no por nada llamada así. 47 niña de tres años que ha hablado pronto conoce múltiples
acepciones de esta palabra. Sabe qué es un ver [lombriz] de
La lengua materna no se elabora en la indiferencia, se tierra, utiliza la preposición vers [hacia], el verse de "Sírveme
impregna de los afectos que subrayan el mensaje del gran [verse-moi] el chocolate"; tal vez escuchó hablar de los vers
Otro. La exacerbación de la relación psicótica con la madre [versos] de la poesía que aprende su hermana mayor. Conoce
en el esquizofrénico Wolfson está ahí para recordárnoslo. 48 el uerre [vaso] en que bebe, ¿pero sabe que es de uerre [vidrio]?
"Desde el origen, dice La can, hay una relación con «lalen- Sabe cuál es el color vert [verde], porque empezó a colorear
gua» que merece llamarse con justa razón materna porque es muy pronto. ¿Por qué, entonces, al escuchar a su padre

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~

"Hijo natural" era verdaderamente el significante primor-


hablar, muy animado, de sus experiencias con el "verre" dial que, desde su concepción, había designado al sujeto por
["cristal"], entendió "vert"? N o lo sabremos nunca pero, en lo llegar. Ese significante reprimido en su acepción primera, y
sucesivo, el verde se asociará a un misterioso objeto del deseo luego reaparecido en el análisis, se había transformado en
del padre. una bola de nieve y marcado de múltiples maneras el destino
Comprenderá muy pronto (si no lo hizo antes) que no es del sujeto.
"verde" lo que su padre fabrica; poco importa, el "padre La colusión del significante y el objeto del deseo del Otro
verde" reprimido continuará obrando en el inconsciente, y tal (alienación-separación) funda no sólo el ser del sujeto sino
vez dirija algunas de sus elecciones ulteriores. que decide su orientación sexual. Un caso informado por Paul
Analizaremos más adelante la diferencia entre este "padre Lemoine con el título de "El hombre de la Bic"51 es significa-
verde" y el "padre solapa" de Sylvie, que fija al sujeto en una tivo en este sentido. Se trata de un hombre que no puede
identificación sin salida, pues estos significantes bloquean la tener una relación sexual sino con la condición de marcar el
apertura de la familia asociativa y representan al sujeto no cuerpo de su parte naire con un bolígrafo Bic, con trazos que
por otros significantes, sino en su fijeza mortal. denomina "tatuajes". Este rito tiene por origen unas pala-
Podríamos multiplicar los ejemplos del tipo "padre verde", bras de su madre: "Si yo perdiera a uno de mis hijos en la
en los cuales el sinsentido de lo reprimido originario hace muchedumbre, lo reconocería por un lunar en el brazo".
irrupción en el análisis bajo la forma de enunciación de un Ahora bien, aunque todos sus hermanos tienen un lunar, él
síntoma o un fantasma. Se trata allí claramente del signifi- no. Ese día estaban en la feria y él se encontró perdido entre
cante primordial de la alienación significante (S2), "sig- los autitos chocadores [autos-tamponneuses]. En la adoles-
nificante unario surgido en el campo del Otro". 50 cencia, marcará su propio cuerpo con tatuajes practicados
He aquí algunos ejemplos. con las almohadillas [tampons] de oficina de la fábrica
Un paciente homosexual "pagaba" con un grave ataque paterna. Gracias a esta inscripción sobre su cuerpo, podrá
corporal toda realización efectiva de su homosexualidad: masturbarse y tenderá también a exhibirse. En la adultez
perforaba una úlcera gástrica, tenía un grave accidente de será el cuerpo del otro el que marcará, esta vez con el
auto, desencadenaba una enfermedad somática, etcétera. bolígrafo Bic.
En su análisis re a parecía a m en u do el significan te "natural"; Aquí, la intricación del significante y el objeto viene a
decía, por ejemplo, que la homosexualidad no era un compor- articular un fantasma voyeurista-exhibicionista que se es-
tamiento "natural", se aplicaba a respetar una alimentación tructura en la adolescencia en el modo de la perversión
"natural" que habría debido protegerlo de la úlcera, etcétera. fetichista.
Un día, lo interrogué sobre ese significante repetitivo. Recibí La palabra materna asocia el reconocimiento de sus hijos
entonces una respuesta inmediata, que me sorprendió mu- a una marca en el cuerpo que a él le falta. Esta ausencia de
cho:"¿Olvidó pues que soy un hijo natural?" Este paciente no etiqueta lo condena a "estar perdido". Ahora bien, el día en
había conocido nunca a su padre, y había sido criado en una que escucha esta palabra, se siente perdido en la muchedum-
gran intimidad en cuerpo y pensamiento por una madre sola. bre en medio de los autitos chocadores.
Esta no había tenido (según lo que decía) más que una sola Es probable que, con posterioridad [apres-coup], en el
relación sexual en su existencia, con un hombre al que transcurso del estirón de la pubertad, la vista de la almoha-
apenas conocía, mientras estaba de campamento (¡en la dilla sobre el escritorio paterno haya despertado una co-
naturaleza!) y dormía "sola en una carpa".

251
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nexión reprimida alrededor del trauma inicial, en una espe- cuestión. Queda, en la transferencia, el trabajo alrededor del
cie de momento de revelación. En el trauma en forma de objeto a.
recuerdo-pantalla, la marca que falta sobre el cuerpo y cobra Una paciente se quejaba de síntomas referidos a la pérdi-
valor de objeto causa del deseo materno está asociada a la da, por ejemplo el miedo a perderse, no reencontrar el
angustia, angustia de no tenerla, por lo tanto de no ser camino, temor que durante mucho tiempo había atribuido a
reconocido por la madre. Esta angustia esencial ligada a la una ausencia del sentido de la orientación. En sus sueños,
pérdida de la madre se asocia a una angustia creada por una perdía su auto, perdía a sus hijos en la multitud, perdía sus
situación real, la muchedumbre y los autitos chocadores. En documentos de identidad. Toda su angustia de castración se
ese complejo emocional de pérdida del objeto se encontró centraba en ese significante "perdido", que el análisis reveló
atrapado el significante tampon, tamponneuses, tamponner. ligado a la muerte. En su infancia provinciana, las palabras
Este significante, sin duda reprimido durante varios años (el "muerte" o "deceso" estaban excluidas del vocabulario co-
análisis podría confirmarlo), vuelve a la superficie (retorno rriente cuando se trataba de personas. Si el gato o el perro
de lo reprimido) a la vista de las almohadillas (tampons) podían estar muertos, por otra parte escuchaba decir: "Han
paternas, en el momento en que el muchacho debe afirmar perdido a su abuelo", "Han perdido un hijo", lo que la
su virilidad. Va entonces a marcarse el cuerpo con el sello angustiaba tanto más por el hecho de que las personas así
paterno, la almohadilla que identifica las producciones del perdidas no eran ni buscadas ni encontradas. En torno a este
padre, mientras que el sello materno le faltó. ¿No restablece significante se había tejido una familia asociativa muy rica:
de este modo una pertenencia al lado paterno, inscribiendo por ejemplo, cuando se había "perdido a alguien", éste se
literalmente sobre su cuerpo el nombre de su padre, que convertía en "pobre". ¿No se dice, hablando de los muertos,
exhibe y que lo hace gozar? El doble origen materno y paterno "el pobre Fulano"?
de este acto fetichista debía subrayarse. Sin embargo, este El significante tabú "muerto" fue sustituido por el signifi-
enfoque no es exhaustivo y no da cuenta enteramente de la can te "perdido", metáfora que la niña no pudo entender como
complejidad de la posición edípica de este muchacho, ni de las tal, tan cargada de angustia estaba. Al reprimir ese sentido
conexiones inconscientes a partir del significante "tampon" y conservar el literal de "perdido", la angustia subsiste y
¿Qué hacer en el análisis con este significante tapón? contamina toda la familia asociativa en torno a ese signifi-
Lacan nos dice que cante S 2 •
Puede concebirse aquí la dificultad de la niña para separar
la interpretación no apunta tanto al sentido como a reducir ciertos significantes cargados de afectos o cuyo empleo esta-
a los significantes en su sinsentido para que podamos encon- ba prohibido. La conexión primordial se mantiene en el
trar los determinantes de toda la conducta del sujeto. 5 2
inconsciente, atrayendo a ella otros elementos para formar
Aquí, la prevalencia concedida al objeto a (la marca sobre "tractos fijos sin ser inmutables". Esta niña aprendió muy
la piel) es tal que la movilización de ese significante en el rápidamente a servirse de los significantes "perdido" y "po-
análisis no modificaría, sin duda, la economía libidinal del bre", que no estaban en absoluto bloqueados como en la
sujeto. El goce tomado en esta organización pulsional en psicosis, pero los mismos continuaron obrando en el incons-
torno a un objeto muy preciso parece poco susceptible de ser ciente y siguieron siendo para siempre portadores de la
desplazado por la liberación en el análisis del significante en angustia de castración.
Los reagrupamientos de significantes en familias se pro-

252 253
,.....

ducen por analogía, consonancia, simultaneidad de registro. son para nosotros mucho más representativas que el efecto
Cuando un niño empieza a hablar muy precozmente en un de sorpresa que provocan en ellas la semejanza de los
medio familiar que sabe escuchar, es posible sorprender a vocablos y las equivalencias puramente homofónicas en que
cada instante ese trabajo de conexión y desconexión de los conffan para su empleo (Santiago = Carthago, Chinesen-
falsos nexos, que se producen al capricho de la historia de thum =Jesum Christum, etc., S. 210-XV).53
cada cual y constituyen la trama de lo que Lacan llama
!alengua. Algunas asociaciones significantes son comunes a El eco de esos primeros malentendidos subsiste, sin plan-
los usuarios de una lengua dada (lo que, por otra parte, hace tear problemas, en el habla del adulto analfabeto en el que
tan dificil la traducción poética): en francés, por ejemplo, la escritura, la ortograffa y el estudio de la gramática no han
"mer'' ["mar"] y "mere" ["madre"]. No hay más que evocar los llegado a corregir los primeros errores.
recuerdos de las canciones de la infancia o de las plegarias Cuando Albert Cohen hace hablar a Mariette, la domésti-
aprendidas de memoria para recuperar esos encuentros ca de Bella del Señor, 54 utiliza ese lenguaje popular, en el que
incongruentes. las faltas de sintaxis son vecinas a las deformaciones de
Una niña preguntaba a su madre:"¿ Qué es, mamá, la bella palabras.
«que»?" Perplejidad de la madre: "Sí, ya sabes, «la bella que He tomado nota de algunas de estas expresiones en una
hela ahí>> [«la belle que voila»] ". En efecto, en la canción "Los persona que sólo conocía el lenguaje oral. Decía "tunda" de
laureles están cortados" la nota se demora en el "que". almohada en vez de funda; la pintura está "descuajada" en
En una plegaria, un niño escuchaba" ... sibenito es el fruto vez de descascarada; "extracán" en vez de astracán; "decapa-
de tu vientre, Jesús" Ese "sibenito" permaneció durante do" por discapacitado; "porlita" por borlita; "inadaptado" por
mucho tiempo como una palabra cargada de misterio (esta inadaptado, donde se ve lo que la lengua tiene de arbitrario
plegaria, es cierto, evoca el misterio del alumbramiento). con respecto a la utilización lógica que de ella pueden hacer
Las conexiones inesperadas jalonan el discurso de los los analfabetos y los niños, asociaciones a las cuales deben
niños, que nos revelan su contenido mediante las preguntas renunciar cuando la escritura impone sus leyes.
que hacen a lo largo del día cuando saben que tendrán una Las contraposiciones de letras constituyen, para quien
respuesta del adulto. ¿Por qué? ¿Qué es? ¿Qué quiere decir?, domina la lengua, una manera de subvertirla invirtiendo o
pregunta el niño para facilitar su trabajo de señalamiento, deformando letras, significantes o sintagmas. En esta mani-
que es sobre todo un trabajo de separación de los significan- pulación, el jugador, buscando la revelación de un sentido
tes, ligados la mayoría de las veces según el modo homofóni- oculto, en general picaresco, detrás de otro, reencuentra algo
co. "El cielo está nublado". El niño: "¿Porquétiene un tapado?" del placer del niño que escruta el habla del adulto para
"Tomen ese carro". El niño: "¿Por qué es Carlos?" "Este apropiársela y demolerla en seguida en una carcajada.
niño es un malcriado". El niño: "¿Qué le van a hacer si está Pero el placer que procura la corrupción de la lengua sólo
mariado?" puede sobrevenir en un sujeto que está ya inscripto en ella
Es este tipo de asociación el que vuelve a salir a la y que conoce las leyes del discurso, dado que no puede haber
superficie en el discurso psicótico. A propósito de Schreber, y transgresión más que si hay ley y prohibición. En una
del vocablo que designa a los "pájaros milagrosos, pájaros palabra, es preciso que se haya producido la represión y que
que hablan" que Freud traduce "gansas blancas", Lacan los dos órdenes del discurso estén en su lugar.
añade: estas manifestaciones Vamos ahora a intentar definir qué es esta barrera de la

254 255
'1"""

represión que el sujeto franquea alegremente en múltiples 21. Emile BENVENISTE, Problemes de linguistique générale,
formas, chiste, poesía, figuras de estilo, etc., y que el psicótico Gallimard, 1966, t. 1, pág. 20 [Problemas de lingüística general,
no podría superar porque en él es casi inexistente. Para él, la México, Siglo XXI, 2 volúmenes].
subversión de la lengua no es un juego, es fractura de su ser 22. F. de SAUSSURE, op. cit., pág. 112.
23. E. BENVENISTE, op. cit., t. I, pág. 21.
mismo, como lo expresaba A. Artaud cuando se veía en la 24. !bid., t. II, pág. 21.
imposibilidad de traducir a Lewis Carroll. 25. !bid., t. l.
26. J. LACAN, Écrits, pág. 502.
27. Gérard MILLER, Ornicar?, no 32, pág. 160.
28. J. LACAN, Écrits, pág. 505.
29. !bid., pág. 496.
30. N. CHARRAUD, "La topologie freudienne", Ornicar?, no 36,
Notas pág. 21.
31. J. LACAN, Écrits, pág. 514.
32. !bid., pág. 512.
33. !bid., pág. 503.
34. !bid.' pág. 658.
l. J. LACAN, Le Séminaire, libro III, Les Psychoses, pág. 42. 35. N. CHARRAUD, op. cit.
2. !bid., pág. 247. :36. J. LACAN, Ecrits, pág. 502.
3. S. FREUD, "L'inconscient",Métapsychologie, Idées, Gallimard. :37. !bid., pág. 658.
4. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 215. :38. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pp. 126-127.
5. S. FREUD, Névrose, Psychose et Perversion, PUF, 1973, 39. J. LACAN, Ecrits, pág. 689 (subrayado nuestro).
113 y SS. 40. N. CHARRAUD, op. cit., pág. 26 (subrayado nuestro).
6. S. FREUD, "Remémoration, répetition, élaboration", la 41. !bid., pp. 23-24.
que psychanalytique, PUF. 42. S. FREUD, La Science des reves, cap. VI [La interpretación de
7. J. LACAN, Écrits, pág. 197. los sueños, en Obras completas, Madrid, Biblioteca Nueva,
8. !bid.' pág. 300. 1968].
9. !bid., pág. 808. 43. J. LACAN, Le Séminaire, libro XX, pág. 22.
10. !bid.' pág. 840. 44. S. FREUD, Cinq psychanalyses, PUF, 1954, pág. 397; J.
11. !bid., pág. 842. LACAN, Ecrits, pág. 664.
12. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 168. 45. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 227 (subrayado
13. J. LACAN, Écrits, pág. 710. nuestro).
14. J. LACAN, Le Séminaire, libro III, pág. 284. 46. F. de SAUSSURE, op. cit.
15. Ferdinand de SAUSSURE, Cours de linguistique générale 47. J. LACAN, Le Séminaire, libro XX, pág. 126.
pág. 151, Payot, Bibliotheque Scientifique, 1964 [Curso 48. Louis WOLFSON, Le Schizo et les langues, Gallimard, Con-
lingüística general, Buenos Aires, Losada, 1978]. naissance de l'inconscient, 1970.
16. J. LACAN, Ecrits, pág. 708. 49. Scilicet, n° 6-7, pág. 42.
17. !bid., pág. 811. fíO. J. LACAN, Le Séminaire, libro II, pp. 92 y 213 [El Seminario
18. J. LACAN, Le Séminaire, libro XX, pág. 19. de Jacques Lacan. Libro 2. El yo en la teoría de Freud y en la
19. J. LACAN, "L'étourdit", Scilicet, no 4, pág. 29. técnica psicoanalítica, Buenos Aires, Paidós].
20. J. LACAN, Écrits, pág. 799.

256 257
,....~

51. Ornicar?, no 28, pág. 207. VI


52. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 192. REPRESION O FORCLUSION
53. J. LACAN, Écrits, pág. 562.
54. AlbertCOHEN, Belle du Seigneur, Gallimard, pág. 681 [}Jella
del Señor, Barcelona: Anagrama).

Desde que hay un inicio de cadena significante, hay repre-


sión: juicio (Bejahung) y represión van a la par: "¿Qué falta
hace que Freud agregue a su indicación que un juicio debe
ocupar el lugar de la represión, si no es porque la represión
está ya en el lugar del juicio?" ,1 dice Lacan.
"Es el significante el que es reprimido, puesto que no se
puede dar otro sentido en estos textos [freudianos] a la
palabra: Vorstellungsrepriisentanz". 2 En cuanto a los afectos,
Lacan, después de Freud, plantea expresamente que no son
reprimidos sino únicamente desplazados.
Represión del significante, por lo tanto, y desplazamiento
del afecto. Así como hay represión del significante y forma-
ción del inconsciente, hay desplazamiento del afecto e insta u-
ración del ello.

Naturaleza de la represión

Al poner el acento sobre la heterogeneidad fundamental de


los órdenes sincrónico y diacrónico, mencionamos a la repre-
sión. El mecanismo de la represión no obedece a ninguna otra
cosa que a la disparidad fundamental de esas dos estructuras

258 259

-~
r
y su imposibilidad de coexistir en una sola expresión. El donde la verdad del sujeto se oculta y a la vez se revela en
habla es de concatenación, obedece a un orden lógico, tempo- unas alternancias de develamiento fulgurante y cierre. La-
ral. Así pues, las relaciones topológicas inconscientes, las de can lo subraya:
lalengua, no podrían decirse más que en los cortes de la
cadena. Dice Nathalie Charraud: Es en las dimensiones de una sincronía donde se debe situar
el inconsciente [. .. ] en el nivel del sujeto de la enunciación en
La represión no es por lo tanto de orden cuantitativo ni cuanto que, según las frases, según los modos, se pierde tanto
cualitativo sino de estructura: los significantes tienen un como se reencuentra y que, en una inteijección, en un
nivel de organización propia, el cual constituye el inconscien- imperativo, en una invocación, incluso en un desfallecimien-
te que no puede transcribirse tal cual en ellenguaje. 3 to, es siempre él quien les plantea su enigma [... ]. 5

Todos los ejemplos que cité ponen en evidencia el trabajo Si bien hay lugar para distinguir una represión primaria
de represión permanente que el sujeto debe llevar a cabo para y una represión secundaria, el proceso en sí sigue siendo el
mantener su presencia en el discurso y hacer escuchar su mismo. En su curso dell o de diciembre de 1982, J.-A. Miller
palabra. Puesto que para ello debe respetar las leyes que decía que
rigen el código, la lógica, un sentido supuesto comunicable,
y dejar correr el "discurso latente" ,4 evitando que se manifies- la represión originaria no es otra cosa que esta sustitución
te demasiado. significante primera a la que el sujeto no vuelve sino para
En la época del Seminario sobre Las psicosis, La can llama vehiculizarla bajo los significantes. [... ] Si la represión origi-
discurso "latente" al que no es un discurso en sentido estricto, e
naria como tal es, por definición, inaccesible, el fantasma
sino más bien las asociaciones inconscientes que acompañan fundamental es accesible. [... ] El fantasma fundamental es el
que responde a la represión originaria.
al discurso manifiesto, y que el sujeto psicótico puede captar
como provenientes del exterior. La represión secundaria es más fácil de aprehender.
Una joven psicótica, Florence, que sufre de automatismo Hemos dado numerosos ejemplos de ella. Cuando analiza el
mental, me dice: olvido del nombre Signorelli, Freud se remonta en sus
asociaciones hasta el nudo significante reprimido: el signar,
Escucho a los otros que repiten y se burlan de lo que pienso,
ya no me atrevo a pensar, he perdido mi libertad. Escucho el Herr, la muerte desaparecida.
voces que me aconsejan bien o mal, estoy segura de que esas Freud, al introducir la función de la denegación, nos indica
voces no provienen de mí ... la gente dice en su conversación su naturaleza. El términoAufhebung "que significa a la vez
frases que corresponden justamente a lo que pienso en ese negar, suprimir y conservar", 6 es evocador de este mecanis-
momento, me contradicen, tienen opiniones diferentes. mo. Mediante la denegación, el sujeto reconoce el contenido
de un saber inconsciente que niega; "presentar lo que se es
La diferencia fundamental de las estructuras del conscien- en el modo del no serlo" consiste claramente en revelar un
te y el inconsciente implica por lo tanto el fenómeno de la saber inconsciente que no podría confesarse so pena de
represión, la barra de la$ correspondiente a la separación de trastornar la coherencia del yo.
esos dos órdenes; lo que existe en montón en lo cardinal sólo El analista siempre se sorprende al ver hasta qué punto el
puede decirse en lo ordinal. El corte entre los dos es el lugar sujeto puede permanecer ignorante de las groseras astucias

260 261
,.....

del inconsciente. Incluso los "viejos analizantes" que "ya no


se la creen" conservan una ingenuidad conmovedora en su
denegación. La señora X, que se queja sin cesar de las aten-
estos tropos, a los que cada autor considera ..rón tllilttmA
lingüístico al que se refiere. Para noaotroa, la dl1tlnalón
~
fundada que hacemos entre las familias asociativa• y 1•
ciones que su marido dirige a su hija adolescente, puede decir cadena del discurso aclara el mecanismo de 11a1 ftru raa
sin pestañear: "No es que esté celosa de Virginie, pero..." donde algo de la sincronía inconsciente se dice en la diacronfa
El psicótico está atrapado en la contradicción misma. Es a del habla.
la vez esto y no esto. Para salir de ella, acusa al otro de Lacan escribe:
enviarle malos pensamientos. Al hablar de sus voces, Floren-
ce dice: "Tienen opiniones diferentes". La chispa creadora de la metáfora no brota de la puesta en
presencia de dos imágenes, es decir de dos significantes
igualmente actualizados. Brota entre dos significantes de los
cuales uno sustituyó al otro ocupando su lugar en la cadena
La metáfora y el sujeto significante, manteniéndose el oculto presente en su co-
nexión (metonímica) con el resto de la cadena.9

La represión no puede ser distinguida del retorno de lo En la producción de la metáfora, es importante subrayar
reprimido por el que aquello de lo que el sujeto no puede la conexión metonímica, que implica que la sustitución se 11;
hablar lo grita por todos los poros de su ser. 7 hace en primer lugar en el interior de una vecindad y que en
seguida otro significante ocupa el lugar del que tiene una
Desde el principio de su enseñanza, Lacan va a hacer de relación con el resto de la frase. Nathalie Charraud lo
la metáfora y la metonimia los equivalentes de la condensa- comenta así:
ción y el desplazamiento, mecanismos que Freud descubrió
en el sueño. Pero lo que Lacan dice en ese momento no agota Mientras que la metonimia adhiere a la estructura de vecin-
la cuestión que retomamos hoy a la luz de los datos topo- dad, la metáfora la complica. La metáfora brota de la confron-
lógicos. tación de dos metonimias: la que existe entre la palabra
La metáfora permite captar lo que puede ser la barrera de excluida y el resto de la frase (metonimia reprimida) y la que
es creada por la frase misma [...].
la represión, y de qué naturaleza es el borde que participa
de las dos estructuras. La manera en que se realiza el pasa- La autora representa de esta forma esas figuras:
je de una a otra, esta especie de juego de escamoteo es casi
imposible para el psicótico, en quien algunos dominios se
mantienen prohibidos a la metáfora. En Sylvie, es todo lo que e=:>
9J
se refiere al cuerpo; en los psicóticos adultos, es el imposible vecindad
falo. La representación topológica de la metáfora permite
captar cuál es la dificultad particular con que tropieza el sustitución
psicótico cuando se enfrenta con esas figuras retóricas.
~
Russell Grigg, en un artículo reciente a propósito de
"Jakobson y Lacan - Sobre la metáfora y la metonimia", 8
metonimia metáfora frase
demuestra qué difícil es dar una definición exhaustiva de

262 263
r
Tomando el ejemplo de "No lloréis más, tristes fontanas", adquirido una gran libertad de manipulación de los signifi-
Russell Grigg escribe (op. cit.): cantes, que pasan así de uno a otro lado de la barrera de la
represión, lugar de separación de los dos órdenes del lengua-
Es remitiendo o aplicándose al significante latente más bien je. A partir de ello, el sinsentido que caracteriza a las
que al manifiesto que ha ocupado su lugar (metonimia) como asociaciones inconscientes va a venir a revelar al sujeto su
los significantes vinculados por contigüidad engendran la verdad en el corte mismo que lo funda.
metáfora [... ] Aquí los elementos no metafóricos remiten al
ténnino latente "ojos" y no al manifiesto <<fontanas», mien- Lo que descubre esta estructura de la cadena significante es
tras que el efecto metafórico es producido por la manera la posibilidad que, justamente en la medida en que la lengua
completamente particular en que los términos latente y me es común con otros sujetos, tengo [... ] de servirme de ella
manifiesto son evocados simultáneamente. para significar una cosa completamente distinta a lo que dice
(Lacan).
Yo agregaría: en el enunciado mismo de la frase, y en
especial a causa de la naturaleza del verbo llorar. Los múltiples sentidos que, gracias a las figuras de estilo,
R. Grigg subraya que "las metáforas no se apoyan sistemá- se dicen sin decirse al decirse, confortan al sujeto en su
ticamente sobre una similitud entre los términos: algunas división misma y son para él un recurso permanente. Aqué-
dependen más de una «colisión» que de una «Colusión» de llas implican que la represión ha funcionado, que la castra-
imágenes". (¡Ya sabemos qué asociaciones extravagantes ción simbólica está cumplida, a saber que no todo puede
reinan en las familias asociativas!) decirse, que "la Palabra puede mentir, es decir postularse
Si conservamos en la memoria la doble sustitución que se como Verdad" .10
produce en el discurso metafórico, podremos medir la dificul- Ahora bien, en el psicótico la división estructural que
tad del psicótico para inscribirse en él. Pues esta doble · mantiene separados los dos órdenes no pudo llevarse a cabo,
sustitución -la primera en el interior de la familia asociativa, el proceso primario es invasor y se verá que el sinsentido es
la segunda en relación con la concatenación significante- la locura misma, dado que este sinsentido no puede mante-
implica que la separación de los significantes se ha llevado a nerse fuera del discurso, en la "reserva inconsciente", tiende
cabo, pero que subsisten vínculos en el interior de las familias a manifestarse de manera permanente, a parasitar el habla,
asociativas cuyo contenido es compartido supuestamente lo que justifica que haya podido decirse del psicótico que
con los usuarios de la misma lengua (ciertas metáforas presenta "un inconsciente a cielo abierto".
surrealistas, por ejemplo, pueden mantenerse absolutamen-
te herméticas a sujetos no psicóticos, incluso muy cultos). Así
pues, necesidad de tractos fijos pero no inmutables entre los
significantes: la familia se mantiene abierta y hasta puede ¿De qué manera la metáfora
integrar a otros miembros. incumbe al sujeto?
Esta primera sustitución se injerta sobre la linealidad de
la cadena significante a fin de producir sentido en el sinsen-
tido, operación que pone en juego el discurso manifiesto. Por su forma misma, el habla remite por lo tanto sin cesar a
Estas operaciones de sustitución implican que el sujeto ha un material reprimido, que el propio sujeto percibe confusa-

264 265
-
mente o ignora, que el interlocutor escucha o no escucha y codificado entre el significante y el significado y la de la
que el psicoanalista toma en cuenta en la transferencia. linealidad de los significantes. 11
Esta dimensión sincrónica del habla, que corre por detrás
del discurso manifiesto, incumbe al sujeto por diversos La "puesta en sordina" de todo sentido dado lo lleva al
motivos. Este está implicado en ella de manera diferente infinito del sentido, la emancipación del sentido conduce a la
según el lugar que ocupe en la producción de esas figuras. extensión máxima de la significación.
El sujeto se devela en ella sin saberlo: es el caso de los La expresión poética, "ese sacrificio del que las palabras 11
)1¡
lapsus, olvidos, tropiezos del habla, neologismos, etcétera. son víctimas", según Georges Bataille, es una corrupción '.1!
Estos pueden ser fuentes de molestia para el sujeto cuando voluntaria del lenguaje. Para producirse y ser entendida,
son demasiado reveladores de un pensamiento o un deseo implica que se conocen las leyes que rigen el discurso y el
que quiere callar. En nuestros días, el lapsus rara vez es sentido de las palabras en su trivialidad, condición absoluta
inocente y no pasa inadvertido: hay quienes no vacilan en de la transgresión y la emergencia de un sentido nuevo.
fundarse en la cultura psicoanalítica ambiente para permi- Lacan, en el libro 3 del Seminario, multiplica las variaciones
tirse una interpretación "salvaje". alrededor de la expresión "la paz del atardecer". Destaca los
El sujeto puede procurar traducir ese doble lenguaje: hay diferentes impactos que puede tener sobre un sujeto y las
entonces intencionalidad manifiesta. Mediante su progreso asociaciones que sugiere, y añade:
a través de una lengua voluntariamente subvertida, intenta
comunicar al otro lo que lo horada desde su mundo interior, Pasa algo diferente si somos nosotros quienes hemos llamado
a la vez "extraño y familiar". a esa paz del atardecer, si hemos preparado esta formulación
antes de exponerla o si sorprende, si nos interrumpe, apaci-
guando el movimiento de las agitaciones que nos habitan.1 2

De la poesía a las palabras-valijas Estas metáforas jalonan nuestra vida íntima, no siempre
sabemos de dónde vienen, las retomamos como en eco,
cuando el poeta las crea. El psicótico desconfla de ellas cuan-
La poesía es violencia hecha al lenguaje. Para Jakobson, do tocan a su ser: para él, sinsentido y sentido están dema-
constituye "la organización misma de esta violencia". En la siado entremezclados para que un encuentro tal pueda ser
óptica que nos interesa, diríamos que el sinsentido o portador de un sentido nuevo.
la ambigüedad organizada del lenguaje poético es intento de La poesía, como toda manifestación del arte, puede perma-
transcripción de la estructura topológica del inconsciente en necer como letra muerta.
la cadena del discurso. La metáfora poética es a la vez Para ser sensible a ella, el sujeto debe tener capacidades
transgresión y puesta en evidencia de las leyes del habla, de remisión a un material inconsciente rico y relativamente
participa de los dos sistemas. Haciendo alusión a Saussure, abierto; la barrera de la censura debe ser flexible, y las
que hacia el final de su vida se había interesado en los familias asociativas estar bien provistas. Pero la transgre-
anagramas poéticos, J akobson escribe: sión es fuente de placer cuando el sujeto ha adquirido un
buen dominio de la lengua y cuando para él las palabras
El anagrama poético franquea las dos leyes fundamentales siguen estando cargadas de todos los afectos de los que
del habla humana proclamadas por Saussure, la del vínculo nacieron (inclusión del objeto a). Puede entonces jugar con

266
267
~
ellas, gozarlas sin riesgo, lo que le está prohibido al psicótico. cantes que no pueden plegarse al orden del discurso, no
El mismo tipo de salto de la barrera de la represión se pudieron ser ni liberados (separación de los significantes) ni
encuentra en la producción del chiste, voluntad de acerca- metabolizados. Estos significan tes no entraron en el ciclo que
miento al otro en un placer compartido, "ser entendido más Lacan llama la simbolización. Van a permanecer como una
allá de lo que digo puesto que lo que digo verdaderamente no herida abierta en el corazón del ser del sujeto y a poner en
puede hacerse en tender". 13 Aún es preciso, para ser entendí- juego su existencia misma. Se mantienen agrupados según
do, "formar parte de la parroquia". procedimientos aberrantes (que inten taremos precisar), que
"Los aristocuadros", ¡es "depormidable"! La práctica del prohíben su normal puesta en circulación y forman el "núcleo
neologismo, del juego de palabras y de la palabra-valija se de inercia dialéctica" 14 del que habla Lacan en el libro 3 del
convirtió en un fenómeno de sociedad. Recurriendo a la Seminario.
duplicidad del significante, el slogan publicitario acentúa su Estos significantes forcluidos gravitan en torno a lo que
impacto. "Dubo... Dubon... Dubonnet" había despertado constituye el fundamento del ser, a saber su cuerpo, sus
sorpresa, a partir de entonces estamos acostumhrados a los orígenes, la vida, la muerte, el sexo. Si esa falta de inscripción
juegos de palabras y enigmas que plantean los anuncios es estructural, debemos encontrarla tanto en el autismo
publicitarios, los títulos de Libération o los del Canard infantil como en la psicosis adulta, con esta diferencia: que,
enchatné. Concisos, rápidos, dicen mucho en pocas palabras en el adulto, el delirio viene en ocasiones a camuflar ese vacío
y poco tiempo, hacen sonreír, causan placer: ¿no está dispues- existencial. El mismo enfoque debería en consecuencia a por-
to el lector a creer que podría haberlos inventado, dado que tar luz tanto a la psicosis de Sylvie como a la de Christian,
los entiende? matemático de renombre cuyo caso ya he mencionado.
¿Cómo es que el proceso de corte, por lo tanto de represión,
puede ser inexistente en la psicosis, haciendo de esos pacien-
tes unos "mártires del inconsciente"? 15
¿Hay represión en la psicosis? Para "comprender" esa ausencia, nos referiremos al con-
cepto de alienación, que completaremos mediante un enfo-
que lingüístico.
Sí y no. El recién nacido llega a un mundo lleno de ruidos pero,
Sí, el proceso de re:presión está en acción en el psicótico que entre ellos, está el de las palabras: hablan a su alrededor,
es, él también, una$. ¿Cómo podría ser de otra forma para hablan de todo, hablan de él, le hablan. Y entre esos vocablos
alguien que vive, habita y se comunica mal que bien con sus que le llegan en desorden, poco a poco va a identificar aso-
semejantes? También él ha hecho un trabajo de aprendizaje ciaciones de palabras, repeticiones, y lo que las acompaña
de la lengua, para adquirir a veces un dominio indiscutible habitualmente: sonrisas, acunamiento, contacto, dolor, etcé-
de la misma: tanto las Memorias del Presidente Schreber tera. Todo se registra y deberá ser descifrado mediante un
como los escritos de muchos autores a los cuales hemos hecho trabajo de reagrupamiento y recorte de los significantes, de
referencia (A. Artaud, U. Zürn, etc.) lo atestiguan. conexiones y desconexiones sucesivas, de nuevas asociacio-
No, pues ese trabajo sufre fracasos, rupturas fundamen- nes, hasta que eme:rja un sentido. Ese trabajo implica una
tales que precisamente ponen en dificultades toda la cons- elección, el veZ de la alienación que Lacan representa así (Le
trucción del sujeto. Hay agrupamientos enteros de signifi- Séminaire, libro XI, pág. 192):

268 269
11111''

De donde división del sujeto: cuando éste aparece en alguna


parte como sentido, en otra se manifiesta como fading, como
desaparición [...] El Vorstellungsreprasentanz es el signifi-
cante binario. 18

Para que haya represión, es preciso por lo tanto que haya


conexión entre 8 1 y 8 2• Comprobamos en Sylvie la represión
del significante en el nexo "Padre-verde". Esta conexión va a
mantenerse fija pero no inmutable, puesto que si la represión
sobrevino en el significante verde asociado al padre, ese
significante queda libre y va a poder ser utilizado en el
lenguaje del niño. N o obstante, ese 8 2 de la conexión reprimi-
da va a atraer a él (punto de atracción) otras asociaciones y
Esto es lo que dice de ello en "Posición del inconsciente": 16 a mantenerse activo en el ello y el inconsciente.
A propósito del Vorstellungsrepréisentanz, Lacan agrega:
la alienación es cosa del sujeto. En un campo de objetos, no
es concebible ninguna relación que engendre alienación Ese significante viene a constituir el punto central de la
salvo la del significante. [. .. ] Un sujeto no se impone en éste Urverdrtingung, de lo que, al pasar al inconsciente, será,
sino porque hay en el mundo significantes que no quieren como Freud lo indica en su teoría, el plinto de Anziehung, el
decir nada y que deben descifrarse. [... ] La alienación reside punto de atracción, por el que serán posibles todas las otras
en la división del sujeto al que acabamos de designar· en su represiones, todos los otros pasaje~ similares al lugar de la
causa. [. .. ] Esta estructura es la de un vel [... ] es preciso [... ] Unterdrackt, de lo que ha pasado por debajo como signifi-
derivarlo de lo que se denomina, en la lógica llamada mate- cante.19
mática, una reunión [... ].
En el caso de Sophie, el corte significante, en su aspecto de
En el Libro XI del Seminario precisa lo que implica esa sinsentido, no implica en absoluto alguna petrificación del
elección: "El sentido sólo subsiste amputado de esa parte de sujeto, no es más que una piedrita en el camino identificato-
sinsentido que es, hablando propiamente, lo que constituye, rio que el niño recorre en la configuración edípica. El verde
en la realización del sujeto, el inconsciente"P Refiere esa puede quedar en el inconsciente como un atributo del padre,
elección del significante al concepto freudiano de Vorste- no por ello éste tiene menos su lugar en el orden del deseo y
llungsreprasentanz: la ley. Pero no ocurre lo mismo para Sylvie con su "padre-
solapas".
Podemos localizar este Vorstellungsreprasentanz en nuestro En la psicosis, esta alienación, en cuanto elección a hacer
esquema de los mecanismos originales de la alienación, en el para que el significante se estabilice en el orden del discurso
primer acoplamiento significante que nos permite concebir
que el sujeto aparece en primer lugar en el Otro, en tanto que y por otra parte se borre (sentido y sinsentido ), no se produce.
el primer significante, el significante unario, surge en el O bien hay detención sobre una conexión alrededor de un
campo del Otro y representa al sujeto para otro significante, sinsentido primitivo que normalmente "pasa por debajo"; se
otro significante que tiene por efecto la aphanisis del sujeto. ven así significantes que se quedan agrupados, pegados

270
271
r podría decirse, en el desorden de una primera registración Hemos señalado en una secuencia del análisis de Sylvie el
constituida por ejemplo en torno a un trauma, una gran momento de fijación del significante "delantal"; éste se
emoción o un objeto sobreinvestido. O bien, a la inversa de agrupó, en el origen, con otros significantes que lo fechan:
esta pseudoelección exclusiva, la ausencia de elección (au- "nalgas bebé", "galería", "música", "sillón". Ese agrupamien-
sencia de vel alienante) provoca un deslizamiento indefinido to se hace alrededor del personaje materno no evocado por la
de los significantes. Así pues, puede haber en la psicosis niña. Esta familia asociativa se constituye, advirtámoslo,
demasiado o demasiado poco tracto entre los significantes. por contigüidad de percepción. Si el niño asoció bien las
En el fenómeno de la holofrase, "la primera pareja de palabras con las cosas, en ese momento o con posterioridad,
significantes [S 1-S..2] se solidifica[ ... ] Esta solidez, esta torna las palabras quedaron inseparables de un recuerdo que las
en su totalidad de la cadena significante primitiva, es lo que fija para siempre para representar al sujeto. Sylvie está
prohíbe la apertura dialéctica",20 el efecto de aphanisis -de enteramente absorbida por la repetición del significante
"eclipse del sujeto", dice también Lacan- no puede producir- "delantal" que, apartado de su contexto, se convierte en el
se dado que el significante no está libre en su conexión con el signo de su existencia corporal, y luego de la existencia de las
otro (no hay represión). mujeres en general. Pero no hay ningún escape simbólico que
dé a ese delantal el poder evocador de una escena de reen-
cuentros con la madre, por ejemplo. Es lo opuesto delfort-da.
Cuando Sylvie ve a su padre extraer los restos de la
El bloqueo significante placenta de la vaca, la angustia de su cuerpo abierto sin
límites se reaviva. Todo su "saber" sobre el cuerpo, los
orificios, la sexualidad, vuelve a aflorar de una manera
Está la forma que asume la significación cuando ya no remite interrogativa. Encontramos allí el desorden de las conexio-
a nada. Es la fórmula que se repite, que se reitera, que se nes inconscientes en las familias asociativas: man, manger
machaca con una insistencia estereotipada. Es lo que pode- [comer], maman [mamá], lavement [enema], accouchement
mos llamar, en oposición a la palabra, el estribillo. 21 [parto]. Las mujeres-delantal y los hombres-solapas ya no
son garantes de ningún orden, cualquiera sea. La violación
Hemos visto el ejemplo típico de ello con los significantes del orificio que ella cree anal la remite a los otros traumatis-
"delantal" y "solapas" de Sylvie. La "madre-delantal" y el mos: violación de la boca (comer Sylvie) y del ano (el enema
"padre-solapas" no se amplían más que a "mujer-delantal", infligido por el médico).
"hombre-solapas". El significante, repetido incansablemen- El objeto, que no pudo borrarse de lo real, se mantiene
te en cualquier circunstancia, parece desempeñar el mismo indefectiblemente adherido a un significante, significante
papel que el objeto cortante que el niño aprieta en sus manos, imposible de movilizar y por lo tanto de reprimir. Esos
o que los gestos estereotipados que Sylvie ejecuta con los complejos inmóviles son el equivalente de la muerte del
dedos; colma un vacío insoportable, la ausencia de sí mismo
sujeto.
que el psicótico no puede tolerar cuando se enfrenta al mundo En la cura, todo intento de interpretación, es decir de
o a la demanda del Otro. Antes que afrontar la angustia de introducción de un nuevo sentido que abra el complejo
vivir, el niño autista se abandona completamente a ese vacío inmóvil, es absolutamente inútil. La niña se aferra al "delan-
existencial. tal" o a las "solapas" corno a un salvavidas. Sólo muy pro-

272 273
r,
gresivamente, gracias al trabajo en la transferencia, veré a potencial de suposición: "Yo sería la mamá". En ese caso, el
esos significantes desaparecer, reaparecer en la circulación vínculo entre el objeto delantal y los dos significantes "delan-
y por lo tanto volver a serdialectizables. El objeto volvió a ser tal" y"mujer'' no sería ni exclusivo ni inmóvil, podría sostener
un objeto corriente y el significante, trivial. un fantasma y cobrar más o menos importancia en la vida del
¿Puede hablarse en ese momento de represión? Tal vez, sujeto, sin poner enjuego, de todas maneras, su identidad.
dado que no reaparecerán en esta coyuntura y cuando Sylvie La psicosis del adulto no está exenta del mecanismo de
empre11:d::t una formación profesional en el oficio de la moda contracción significante. Así Christian (el matemático), en
quizá podamos descubrir allí un retorno de lo reprimido. los momentos de despersonalización intensa, se procura
Esos significantes-estribillos no son en absoluto una con- puntos de referencia. Puede entonces sumergirse en la
densación, a la manera de los significantes clave que se investigación matemática, pero en el hospital, donde se
encuentran en los sueños, en la encrucijada de varias fami- sentía "zozobrar", ya no tenía ese recurso; se convertía en el
lias asociativas (cf. el sueño freudiano de la monografia que leía Le Monde y fumaba cigarros "Habanos", lo que
botánica). El delantal o las solapas no remiten a nada más traducía de esta forma: "Erá ese personaje, el señor Monda-
que sí mismos. banas". Su nombre estaba "grillado", decía, su sentimiento
Tampoco son metafóricos. Así como se habla de mujer- de existencia no descansaba entonces más que sobre esta
niña, de mujer-flor, la mujer-delantal podría muy bien nueva alianza significante que repetía incansablemente,
representar el papel de metáfora. Pero eso supondría que los hasta encontrar una energía nueva para construir un delirio.
significantes delantal y mujer están separados, y por lo tanto
son integrables en una infinidad de cadenas. Dado q~e si un
vínculo metafórico puede deshacerse tal como se hace, aquí
ello no es posible. Los significantes mujer y hombre quedan Eco y memoria
ligados a la diferenciación de la envoltura vestimenta. ¡Esta-
mos a años luz del complejo de castración!
Por lo demás, es asombroso leer, de la pluma de numerosos El niño puede restablecer el discurso del Otro en su integri-
autores, que el lenguaje del esquizofrénico es esencialmente dad sin cambiarle nada, del simple sintagma a monólogos
metafórico. Se trata de un contrasentido. Asimismo, me enteros. Es dificil saber qué "comprendió" de él. A menudo
parece que el término simbólico utilizadq para calificar las son los imperativos del otro y los comentarios sobre él mismo
producciones esquizofrénicas debe ser matizado: se trata de los que repite, haciendo así revelaciones a veces asombrosas
una simbólica, pero en ningún caso del orden simbólico en el sobre su medio familiar.
sentido de Lacan. Sylvie, en sus momentos regresivos, "era" su madre diri-
El vínculo metonímico tampoco es evidente. El delantal no giéndose a ella: la misma voz, las mismas palabras. Cuando
representa a la madre ni a la mujer, en el sentido de una regurgita así las conversaciones del adulto, el niño puede, en
sustitución significante. Una niña puede jugar a que es la un primer momento, parecer notablemente inteligente.
mamá o una señora poniéndose los zapatos o el delantal de Estas observaciones nos sugieren dos advertencias.
su madre; son ésos juegos identificatorios en los que un objeto La palabra es intención de comunicación, implica un
tomado en el cuerpo del Otro viene a dar sentido. Por lo trabajo sobre la lengua, es decir una profunda implicación del
demás, la niña emplea, en la frase que propone el juego, el sujeto, en la elección permanente que tiene que efectuar entre

274 275
.,...

los significantes para hacerlos entrar en el orden lineal del dejan en apariencia ninguna huella. En los relatos de recuer-
discurso. Pero este orden es también el del pensamiento, que dos de infancia, el lugar central es ocupado por el afecto,
es un querer decir y de be, para hacerse entender, abandonar alrededor del objeto vienen a fijarse los significantes y
las asociaciones inconscientes que lo doblan (represión per- conjuntamente construyen la memoria del sujeto.
manente). En el discurso psicótico, al no realizarse ese Si bien parece que todo está registrado, pocos elementos
trabajo de elección, el sujeto puede retomar por su cuenta, sin van a ser susceptibles de formar la trama de los recuerdos,
participación personal, el mensaje del otro: no hay mensaje y menos aún de resurgir por un levantamiento de la repre-
invertido. sión en el análisis.
Mi otra advertencia va en el mismo sentido. Se refiere a la El olvido de los recuerdos de infancia es cosa trivial. Es por
naturaleza específica de la memoria en el psicótico. Al releer eso que el retorno de ciertos recuerdos extremadamente
el texto de Freud (carta no 52 a Fliess) y el comentario que del precoces en los niños psicóticos (a los dos meses en Sylvie)
mismo hace Lacan en el Libro III del Seminario, 22 puede parece tan poco creíble. Sin embargo, el hecho es ése. Esta
ponderarse hasta qué punto la memoria está ligada a la resurgencia es, en mi opinión, la prueba de la existencia de
organización inconsciente de los significantes y al principio una memoria integral que duerme en el fondo de nuestro ser.
del placer. En el sujeto normal, lo poco que emerge de esta memoria
El recién nacido y luego el niño hacen esta selección en enterrada sufrió las transformaciones y las represiones que
todas las circunstancias de la vida, a fin de no ser sumergidos impone la vida; en el niño psicótico, al contrario, las escenas
en la masa de las percepciones que emanan del exterior o del aparecen con una crudeza hiperrealista, como sobre un clisé
interior de sí mismos, o en el flujo de los discursos que los fotográfico fijado para siempre. Esta "prodigiosa memoria de
atraviesan. Este fenómeno se parece al proceso de "acostum- los psicóticos" (M. Mahler) sigue siendo un fenómeno pertur-
bramiento" puesto en evidencia por los neurólogos. El "acos- bador. Transformación y represión, sin duda, no desempeña-
tumbramiento" es la adaptación gradual a una estimulación. ron su papel de borrado de las huellas.
En las células nerviosas se indica por un cese o una reducción Ciertas experiencias patológicas ponen en evidencia el
de la producción de influjos nerviosos. Este proceso implica hecho extraordinario que es nuestra memoria inconsciente.
que el sistema nervioso tiene un papel activo, inhibidor, Ignoramos que llevamos en nosotros, inscriptas sin que lo
sobre la difusión de las excitaciones. Al cabo de cierto tiempo, sepamos en nuestro espíritu y nuestras células, todas nues-
el bebé ya no reaccionará ante la repetición del mismo tras experiencias vividas, todas las palabras escuchadas.
estímulo visual, auditivo o de otra clase. Parece que, desde Bajo la hipnosis, por ejemplo, un sujeto puede ponerse a
el momento en que lo reconoce, su sistema nervioso lo hablar una lengua "desconocida". La investigación podrá
neutraliza. Esto es muy semejante al concepto de paraexci- reconocer en ella la lengua en que le hablaba su nodriza en
tación de Freud. la primera infancia. Muchas experiencias llamadas "para-
Es mediante esta selección permanente como se construye psicológicas" no son más que retornos velados de esta "memo-
la historia del sujeto. Siempre resulta sorprendente escuchar ria perdida".
a los propios hijos relatar sus recuerdos de infancia. Detalles Fui testigo de un hecho similar. En el transcurso de un
percibidos como sin importancia por el adulto pueden cobrar psicodrama, un joven psicótico cuyos orígenes maternos eran
un relieve considerable en la memoria de aquéllos y, a la chinos deseó, en una escena, representar el papel de su
inversa, verdaderos dramas vividos por sus allegados no madre. Se puso entonces a hablar, con mucha exci l;ación, una

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r-"
coherencia. Estas manifestaciones nos dan una idea de lo que
lengua que se parecía mucho al chino, con sus rupturas de puede ser el flujo de lenguaje en el cual el sujeto infans está
tono y sus acentos tan característicos. Sin embargo, decía no inmerso antes de que se introduzca el orden del discurso y del
tener más que un vago recuerdo de haber escuchado a su
"buen sentido".
madre expresarse en esta lengua, tal vez cuando, siendo Antaño, en los asilos donde permanecían la vida entera,
pequeño, lo llevaba a visitar a sus compatriotas a escondidas los enfermos mentales, en su ociosidad, emborronaban tone-
del padre. Pensamos que esta madre se dirigía a sus niños de ladas de papel. Dirigían esta correspondencia a personajes
pecho en su lengua materna. La reaparición inopinada de ese de los cuales esperaban un auxilio -no encontrando, por lo
lenguaje que nuestro paciente decía ignorar tenía algo de demás, ningún o casi ningún oído complaciente que los
alucinante para nosotros, y él mismo se sintió muy per- escuchara-, al Procurador de la República, al médico jefe del
turbado. establecimiento, a veces a los amigos, raramente a la familia
El niño psicótico parece incapaz de hacer una selección de (cf. las Cartas de Rodez de A. Artaud o las Cartas de Camille
las informaciones que lo asaltan. El trauma, en todas sus Claudel).
formas, parece la mayoría. de las veces responsable de este Algunos de esos escritos fueron recogidos y publicados con
impedimento, pero son concebibles otras causas; el niño es el título de Ecrits Bruts. 24 Se encuentra en ellos lo que
entonces como una materia pasiva que registra todo sin constituye la esencia misma del pensamiento y el lenguaje
discernimiento. De esta ausencia de elección resulta el caos, psicóticos. Las asociaciones topológicas, que caracterizan al
el objeto se pone a representar solo su parte y se vuelve fero~, orden inconsciente, forman aquí la trama desordenada del
y las palabras, por su lado, no aferrándose a nada, declaman discurso y le hacen perder toda continuidad lógica: despropó-
en el vacío. sitos, desorganización de la frase, distorsión de las palabras,
repeticiones provocan en el interlocutor o el lector un senti-
miento de malestar, de incomprensión, de cansancio y, a
veces, de rechazo. He aquí algunos extractos.
El discurso desencadenado
Carta dirigida al señor Presidente de la República, Vincent
Auriol, en 1948, por Henri Bes, interno." "Et cet ancien
A la inversa de las conexiones significantes inmóviles, puede PROFESSEUR DE MATHEMATIQUES, Point, Vincent,
haber desencadenamiento de los significantes, funciona" (points vains, sans; poins, vain sans,: poings vains, sang;
miento desbocado de las familias asociativas, remitiendo de, poins, VINCENT AURIOL; POINT vint, sans parti pris, en
inmediato un significante a una multitud de otros. El siste .. 1932, m'annoncer la nouvelle de la mort de notre ancien
ma topológico funciona con prioridad, y nada llega a detener · PRESIDENT PAUL DOUMER, l'ayant apprise par radio-
esta deriva. Ya no hay "puntos de almohadillado" para phonie; Usessaud;) Et cet ancien PROFESSEUR DE MA-
"detener el deslizamiento indefinido de la significación". 23 THEMATIQUES, POINT VINCENT, ancien MAIRE de la
Ese lenguaje descarnado puede volver a aflorar en la.
psicosis bajo formas singulares. En los momentos psicóticos 'Reproducimos en primer lugar el texto francés, repleto de juegos de
agudos -accesos delirantes o estados confusionales, por palabras, en especial por homofonía; a continuación, una traducción
ejemplo-, el sujeto puede restituir este tipo de registro an completamente provisional que intenta dar una lejana idea de cómo
suena el original (N. del T.).
de que un delirio organizado llegue a aportarle alguna

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278
r commune de Chapaize, (et par CORPS m'atteint; hep art,
corps mat, hein!; et parque «Or» mat, hein! et parque «Or»,
El señor Beril me persigue en mis gustos porque tengo moj1>r
gusto que él que quiere siempre interceptar etcátera quo
matin; aie pare, orme atteins; et par COR, m'atteint; haie par ahora es de improviso que no puedo decir las cosas como son
corps, mats, he in; et part, corps mat, hein; épars, corps mats, que quince años con el señor Beril o catorce eso no se aabo
he in; et pare corps mats, hein; et par CORPS, MATE, HEIN!; remunerar en una hora y en una hora yo no soy Nostradamua
aie part, corps mat, hein; ET PARQUE, HORS M'ATI'EINT; dice pero su entonación me cae en el corazón que yo soy como
et pare, Cormatin". tú que no sé responderte en seguida dice que hablas muy bajo
[''Y este ex PROFESOR DE MATEMATICAS, Punto, Vin- ahora y que ya no quieres hablar bien alto por qué kelaneles-
cent, (puntos ven, san; punos, van san,; puños van santo; tikosti postiramaisi policía secreta de los locos policía secreta
punos, VINCENT AURIOL; PUNTO viene, sin tomar parti- también constatar que los makalam de prokalamam proka-
do, en 1932, a anunciarme la noticia de la muerte de nuestro lastarrokalarlemsbrokelelaisstormmakalaisto. .. ayer fue
ex PRESIDENTE PAUL DOUMER, habiéndose enterado verdaderamente la persecución pero aquí con todo estamos
por radiofonía; Usessaud;) Y este ex PROFESOR DE MATE- en lo de los locos que dice J acqueline por qué hablas todo el
MATICAS, PUNTO VINCENT, ex ALCALDE de la comuna tiempo de otra cosa cuando te respondo y bien señor helo aquí
de Chapaize, (y parte del CUERPO me ataca; epa arte, porque mi pregunta era la buena Cyrano de Bergerac.
cuerpo mat, ¡acá! y par "te" cuero, me ata; y parque, huero
ataca; y par CUERNO, me ataca; imparte cuerpo, mat, aca; En estas producciones encontramos la incoherencia, la
y parte, cuerpo mat, aca; inarte, cuerpo mata, aca; y para- huida de las ideas descripta por los psiquiatras, las conexio-
cuerpo mata, aca; y par CUERPO, MEATA, ¡CA!; hay aparte,
cuerpo mat, aca; Y PARQUE, FUERO ME ATACA; y pare, nes homofónicas, la desarticulación de los significantes en
Cueromata".] favor de juegos de palabras que no lo son, las confusiones de
personas y palabras: ¿quién habla?, ¿a quién?, ¿para decir
Carta dirigida al director de un establecimiento por Sa- qué? El proceso psicótico se muestra aquí en una expresión
muel D.: exacerbada, que tiende a desaparecer con el empleo de la
quimioterapia.
Descriptest-Descripción de mi mutismo.: Bola de papel apre- Este mismo tipo de intrusión del proceso primario puede
tada en las esquinas, manos. arrojada entravés de la habita- observarse en estado naciente, podría decirse, en el niño. Los
ción: Representa la Absolvanamuere .... Me hace falta un observadores pudieron registrarlo en jóvenes psicóticos en
alojamiento oficial, ofitial pararas pirar, rasprirar; raspirlar, las instituciones: 25
rasprirlar como Realizador, Realizador, veracítico, simple,
Weracítico doble ... Quiero estar solo, muy solo ... Demando LA EDUCADORA -Yves, tienes las manos llenas de cola.
Mando salir de este Piedraje, abandonarlo; ... no quiero que YVEs -La cola, el alcohol... el amigo que te desea el mal
se lo perpetúe .... me opongo a que se me conduzca, que se me (divisa antialcohólica escuchada en la TV).
encerradure de nuevo, en, dentro de un Hospicio; no quiero. C. (escuchando pronunciar el nombre "Emilio") -San Emi-
uno no está en sea casa. Y el tiempo fue espantamiento ... No lio, San Emilión, ¿veinte millones es mucho?
quiero que me borren de la circulatoda, circulación que todos, VÉRONIQUE -Un huevo "a la coque" [pasado por agua], a la
todas, todo tienen derecho. toca [toque] ... ¡tocado!
LA EDUCADORA (dirigiéndose a Yves) -¡Sopla, Yves!
Registro de las palabras pronunciadas por Jacqueline YVEs -Sopla, soplaflor, coliflor. ¡No me gustan las coliflores!
ante el médico que la recibe (habla de su compañero): YvoN (que tiene una rabieta) -Tengo una crisis de cólera,

280 281
,.,.-·
una crisis petrolera y muy pronto todo el mundo va a ir en "Si el neurótico habita el lenguaje, el psicótico está habitado,
carroza o a pie (alusión a la crisis petrolera). poseído por el lenguaje [...] la relación de exterioridad del
sujeto con el significante es sobrecogedora". 26
No se trata, desde luego, de juegos de palabras que el niño Christian ataca ese problema con todos los recursos de su
haría a sabiendas, sino de un habla parasitada por asociacio- saber matemático y su excepcional inteligencia. Dice:
nes en rueda libre que la hacen inepta para la comunicación.
Para comunicarme, debo comprender el sistema de pensa-
miento de la gente, debo mirarme con ese sistema, pero éste
es sistemáticamente minado por la mentalidad campesina,
su manera de hablar alusiva ... yo consideraba como idiotas
"Un aprendizaje externo" los discursos usuales, no me daba cuenta de que es a través
de ese discurso como la gente se comunica, las personas son
animales extraños.
En contrapunto con ese lenguaje desbocado, retomaremos el
caso de Christian, quien puede delirar pero de igual modo Evoca allí su dificultad para tomar en cuenta el más allá
hablar de su delirio, que puede mantenerse en un difícil de la palabra, lo que se dice entre líneas. Oscila entre dos
equilibrio entre dos mundos, el de la locura y el otro, siempre imposibles: ora el significante no remite más que a sí mismo,
listo a pasar de uno al otro, pero comentando los dos. Transita ora remite a todos los demás (topología discreta, topología
así del sueño al fantasma, del fantasma al delirio y del delirio grosera)27 • Lo expresa así:
~PM~e~~~ . En un momento, cuando me hablaban de un gato [chat]
Soportó varias internaciones en un hospital psiquiátrico entendía CHA-CHA, ahora tengo la deformación inversa, pro-
en el transcurso de episodios extremadamente agudos, y curo saber quién es el gato, qué gato, por qué el gato.
sabe hablar mejor que nadie del drama de la psicosis. El
retorno a sí mismo que hace entre las crisis, la distancia que Puede así detener su pensamiento sobre dos significantes,
toma con respecto a sus síntomas, se ven muy facilitados por tal como Mondabanos, o interpretar hasta el infinito ciertos
el tratamiento neuroléptico que tomó el compromiso formal discursos.
de seguir regularmente: le impuse esta condición para em- Las interpretaciones múltiples lo hunden en angustias de
prender con él el trabajo analítico. despersonalización. En efecto, ¿dónde está la verdad cuando
En las sesiones habla de su delirio, de los momentos de todas las verdades son posibles? Por ejemplo, luego de una
extremo goce que este estado le procuraba y de los dolorosos velada en la que es invitado por un científico que debe juzgar
despertares que lo seguían: retomo a un mundo inquietante su trabajo de investigación, va a recordar y analizar todo lo
(contaminación por la mirada, portadora de ondas maléfi- que dijo esa persona. Si le habló de los rascacielos de Nueva
cas), pero sobre todo incapacidad de comunicarse. Su proble- York de los que se rompían los cristales de los últimos pisos,
ma es, en efecto, de comunicación. ¿No es la queja principal quiso significarle que su trabajo era demasiado ambicioso y
que nos plantean todos los psicóticos? ¿Cómo comunicarse? que por querer subir demasiado alto uno se arriesgaba a
¿Qué quiere decir hablar? Christian expresa este imposible romperse la cara. Al hablarle de un instrumento de música
mediante la frase siguiente: "Aprendí a hablar, pero fue un que no sostenía la nota, también lo ponía en guarda. Toda la
aprendizaje externo", lo que coincide con lo dicho por Lacan: conversación era así analizada como puramente alusiva e

282 283
...-

interpretada en un sentido que podía parecer plausible. A delirio, pero ésta implica el encierro. Llega el momento en
medida que Christian multiplicaba las interpretaciones, yo que ya no lo soporta. Hace entonces una demanda de análisis
misma me preguntaba sobre lo bien fundado de sus observa- para encontrar el remedio a su locura, con la esperanza de
ciones: ¿no había advertido en ese hombre alguna perpleji- que la "grilla" analítica sea más eficaz que la "grilla" mate-
dad que hacía eco a sus propias dudas sobre la validez de su mática para la comprensión.
trabajo?
Resultándole el sistema de pensamiento de la gente impe-
netrable o demasiado rico de significaciones, Christian va a
intentar descubrir sus leyes gracias a la lógica matemática. El imposible anudamiento
Lo dice con mucha claridad: "Mi idea es la comprensión de la
circulación de información" y, hablando del lenguaje: "Hay
dos maneras de ver las cosas, o son fenómenos alea torios o es No hemos "desmenuzado" el lenguaje de la psicosis sino
preciso atribuirles un sentido. Con las matemáticas, está el después de una larga marcha que pormenorizó el nacimiento
cálculo de las probabilidades para hacer el nexo entre las dos del objeto. Ahora nos es preciso volver a él para intentar
cosas, se trata de descifrar el azar". captar lo que, en el psicótico, es un imposible anudamiento
Va a consagrarse solo a sus investigaciones para hallar el de los dos. Puesto que el no ordenamiento del significante que
"objeto matemático" que dé cuenta del funcionamiento del acabamos de mencionar no puede considerarse en sí, es
pensamiento, gracias al cálculo de las probabilidades y al es- función de la presencia más o menos efectiva de esos objetos
tudio de los fenómenos cuánticos. Este objeto matemático que modelan el cuerpo erógeno.
debería responder tanto del discurso psicótico como del De por sí, el lenguaje no puede participar en el ordena-
usual, ¡perturbadora coincidencia con lo que intentamos miento del mundo, le hace falta el Otro, el Otro del discurso,
hacer! desde luego, pero también el Otro del deseo. Henos aquí en
el punto más dificil de nuestra búsqueda, en el corazón de la
Me enfrenté a un mundo que los objetos matemáticos que problemática del sujeto, que se ubica en la articulación de su
conocía no describían (alude aquí a su delirio místico extre- doble causación.
madamente rico). Procuro fabricar un objeto que correspon- En "Posición del inconsciente", Lacan define "las dos
da a ese mundo. La experiencia de ese mundo me da la operaciones fundamentales [alienación, separación] en que
certeza de que ese objeto existe; entre ellogos y el cosmos hay
una relación dialéctica[ ... ] Concebí un monstruo matemático conviene formular la causación del sujeto". Entre el sujeto y
que permitiría mostrar que la razón es un proceso como el Otro, "el inconsciente es corte en acto", dice, y este corte
cualquier otro para dirigirse, el sistema de las Pitias no es "comanda las dos operaciones". 28
más aberrante que un proceso racional. Era preciso un marco Esta operación de alienación significante con el veZ al que
en el que entraran esas cosas, las posibilidades semánticas el psicótico no vuelve, sólo puede concebirse asociada a otra
están en la realidad objetiva [... ]. operación, la de la separación del objeto donde se forma la
causación del sujeto. Lacan la define así:
De un lado las Pitias, del otro la razón: la coexistencia
dolorosa de los dos órdenes es patente en él. Preso en esa [... ] estructura del borde en su función de límite, pero
contradicción, prefiere la "verdadera" vida, la que tiene en su también en la torsión que motiva la intrusión del inconscien-

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"'"'
te [... ) Reconoceremos allí lo que Freud llama Ichspaltung o tido, por ausencia o por exceso de goce, por ejemplo, el proceso
hendidura del sujeto, y captaremos por qué [... ] la funda en
una hendidura no del sujeto sino del objeto (fálico especial-
de separación del objeto es interrumpido y el trabajo de
mente).29 metabolización de los significantes se detiene.
Cuando Sylvie es violada en su cavidad bucal y respirato-
Esta operación de separación concierne por lo tanto al ria, no hay separación posible del objeto oral y el "¡Come,
objeto, la alienación es cosa del significante, la separación es Sylvie!" que atraviesa sus oídos no será entendido en el
la pérdida del objeto que Lacan, en este texto, presentifica sentido que le da el discurso común, sino comprendido como
bajo la forma de la laminilla. un imperativo de autodevoración.
Ese término de separación no debe prestarse a confusión, no El tono de cólera que acompaña a esas palabras no puede
se trata aquí de la separación de los significantes entre sí sino redoblar el horror del acto sádico. El significante "come"
sobre la cual hemos insistido para analizar la operación queda entonces ligado exclusivamente al acto de devoración.
de alienación significante, sino de la separación del objeto No hay aquí construcción posible de un fantasma. Para ello,
que comentamos en la primera parte de este trabajo. habría sido preciso que el objeto oral fuera apartado y
La complementariedad de esas operaciones se revela en el asociado a múltiples combinaciones significantes surgidas
punto de torsión que nos interroga: "No es cuestión de que el de la relación con el Otro (tomar la rica leche caliente, comer
sujeto se lance a la alienación si ésta no se complementa con la papilla preparada por mamá) como con otros tantos
la ganancia de ser que entraña la separación", dice J.-A. significantes susceptibles de constituir familias asociativas
Miller el 9 de marzo de 1983. a partir de las cuales el sujeto elaboraría su fantasma. En
¿Qué ocurre con esta "torsión para la cual la separación Sylvie, el objeto no está liberado, la angustia subsiste, no
representa el retorno de la alienación"?30 "¿Cómo puede el puede formarse ninguna asociación significante. Sólo será
sujeto reconocerse en otra parte que en el significan te cuando exigida la repetición del trauma, en cuanto la misma repro-
el Otro del significante no hace más que ocultar la presencia duce indefinidamente el horror del encuentro con el Otro,
del deseo?", se preguntaba J.-A. Miller en 1983. cuerpo a cuerpo que se convierte en goce obligado.
Hemos visto al psicótico bamboleándose en la lengua, Para que se produzca el sujeto, es preciso por lo tanto que
oscilando de la perplejidad a la creencia absoluta, nunca haya habido elisión del objeto (real) según las modalidades
seguro de lo que enuncia, sin poder elegir entre un sí y un no; que le impone el deseo del Otro (cf. capítulos 111 y IV). Esta
un "ser" o un "no ser", lo que lo hace dudar de su palabra y pérdida va a efectuarse al mismo tiempo que la registración
de la del Otro, pero también declararla pura verdad. de los significantes que deben descifrarse. Se introducen
¿No puede atribuirse esta ausencia de toma de lenguaje; familias asociativas alrededor del objeto a, y es sobre estos
en el sentido de toma de palabra, a un defecto dé constitución agrupamientos de significantes que el niño va a hacer el
del objeto? ¿El punto de almohadillado no sería el peso mismo trabajo de señalamiento (conexión~desconexión) que condu-
que el objeto asegura al ser, especie de identificación primera ce a la introducción de las dos estructuras de lenguaje:
que se constituye al mismo tiempo que se fijan los primeros estructura topológica del inconsciente y estructura de conca-
significantes? Hemos mencionado, en los capítulos preceden- tenación de la cadena del discurso, con la represión que esto
tes, la fuerza de impregnación del deseo del Otro sobre el implica. En el fantasma, esas operaciones han sido llevadas
sujeto en formación. Si ese deseo es exageradamente perver- a cabo, el objeto está separado, fundido en la estructura
sincrónica y en la cadena del discurso.

286 287
""".
El fantasma se enuncia, en efecto, bajo la forma de una de represión", por "cercenamiento";31 el término de forcl usión
frase (cadena), por ejemplo "Comen a un niño". En ella el es más tardío. Y cuando dicta su Seminario sobre las psicosis
objeto no es real, el niño no es un bife; si lo comen, es porque no posee aún el concepto del objeto a.
comer tiene múltiples connotaciones significantes (familias Lo que rastrea, entonces, es "la no integración del sujeto
asociativas) ligadas al deseo del Otro. psicótico al registro del significante", ese "algo que falta en la
El fantasma realiza el anudamiento del objeto y el signi- relación con el significante en la primera introducción en los
ficante, implica que el sujeto sea pasado por las dos operacio- significantes fundamentales". 32 Habla de "desposesión pri-
nes de alienación y separación, que rematan su división y mitiva del significante"33 y se interroga sobre "la falta de un
confortan su posición de extimidad. El fantasma realiza el significante que lleve al sujeto a volver a poner en causa el
saber inconsciente, claveteado al cuerpo, que el sujeto desco- conjunto de los significantes".
noce pero que asegura su identidad primera: el sujeto puede Es en el texto de los Escritos, "De una cuestión preliminar
estar en él en todos los lugares, sólo por ello ex-siste mejor. a todo tratamiento posible de la psicosis", donde parecerá
Pero no hay nada de eso en la psicosis: conservando el más evidente la cuestión del deseo. A partir de ese momento,
objeto una parte demasiado grande de real, no puede dar sus si la forclusión concierne al significante, interesa al deseo.
cimientos al sujeto. Nada llega a poner límite al cuerpo y He aquí una de las fórmulas que Lacan propone en ese
nada detiene el devanar indefinido de los significantes. Si el texto:
niño, desde que habla, transgrede sin vergüenza las leyes del
lenguaje porque construyó muy tempranamente su "otra La Verwerfung será pues tenida por forclusi6n del significan-
escena", garante de su estabilidad y su seguridad, ~1 niño te. En el punto donde, ya veremos cómo, es llamado el
psicótico, abierto a todos los vientos, teme el poder mortífero Nombre-del-Padre, puede por lo tanto responder en el Otro
un puro y simple agujero, el cual por la carencia del efecto
de las palabras y las cosas. No posee la "levedad del ser" que metafórico provocará un agujero correspondiente en el lugar
confiere el derecho aburlarse de las reglas del bien decir y del de la significación fálica. 34
buen sentido.
En la escritura de la metáfora, el Nombre-del-Padre viene
a sustituir al deseo de la madre.
Así, pues, el Nombre-del-Padre in teresa a la vez a la ley del
Figuras de la forclusión significante y a la ley del deseo:

Para ir ahora al principio de la forclusión (Verwerfung) del


Nombre-del-Padre, es preciso admitir que el Nombre-del-
Lo que acabamos de enunciar como imposible en el psicótico Padre redobla en el lugar del Otro el significante mismo del
-imposible separación de significantes entre sí, de donde el ternario simbólico, en cuanto constituye la ley del signifi-
acceso dificil a la metáfora, imposible borrado del objeto- nos cante.35
lleva naturalmente a la cuestión de la forclusión .
.Cuando Lacan se interroga, siguiendo a Freud, sobre la Otro del discurso, Otro del deseo. Ley del significante, ley
castración y la represión en el "Hombre de los Lobos", va a del deseo: estos dos aspectos de la ley signan la castración
traducir Verwerfung, ese "no quiere saber nada en el sentido simbólica.

288 289
r El significante se nos resbala entre los dedos y nunca lo puede despertar la inscripción en el linaje, por ejemplo el
dice todo, la madre está prohibida, el sujeto debe renunciar acceso a la maternidad o la paternidad.
a poseerla. En los dos casos, el corte libera al significante y He aquí algunos casos que ahora nos son familiares.
el objeto. La ley es respetada, ley que es por lo tanto a la vez Schreber era el objeto a de un padre paranoico, hasta
la del discurso y la del deseo. ¿No es el Nombre-del-Padre el identificarse con una mujer para satisfacer a ese Padre-Dios
doble corte en acto y ~el falo el significante privilegiado de y encontrar así su propio goce. Esta posición inconsciente,
esta marca donde la parte del lagos se conjuga con el que se mantuvo forcluida durante mucho tiempo, va a
advenimiento del deseo"? 36 Esta conjunción de la que habla aparecer cuando construya su delirio con elementos extraí-
Lacan es la esencia misma de la metáfora paterna, que dos de los significantes amos de ese padre. Lacan, en una
anuda ellogos, es decir el significante, al deseo del que el nota agregada en 1966 a su "Cuestión preliminar [... ]",
objeto a es la causa. recuerda la importancia de la identificación de Schreber con
La forclusión del Nombre-del-Padre es el defecto primor- el objeto a:
dial que hace que un sujeto no pueda acceder ni a la ley del
significante ni a la ley del deseo. La forclusión corresponde Lo que el análisis descubre [...] es el ser mismo del hombre
a la vez al mantenimiento del sujeto en una posición de objeto que viene a tomar su lugar entre los desechos donde sus
librado al goce del Otro sin que la prohibición del incesto primeros retozos encontraron su cortejo, por cuanto la ley de
la simbolización en la que debe comprometerse su deseo lo
pueda tener fuerza de ley, y a la detención del trabajo atrapa en su red por la posición de objeto parcial donde se
significante (doble inscripción, represión) que es para él ofrece al venir al mundo, a un mundo en el que el deseo del
detención de muerte. En esta configuración no hay una Otro hace la ley.a7
referencia tercera ni surgimiento fálico. ·
Al querer buscar demasiado la forclusión de la metáfora Sylvie, a causa de un trauma del que no se repondrá, no
paterna por el lado de una realidad cualquiera del padre, se podrá tener nunca un cuerpo viviente, con esa vida que va de
corre el riesgo de extraviarse. Esta imposible integración de suyo, en la cual no se piensa. Su cuerpo seguirá siendo a
la ley no puede, en efecto, buscarse en el solo desfallecimiento imagen de sus muñecas Barbie, que cambian de identidad al
del elemento tercero que barra el deseo materno. No obstan- cambiar de ropa.
te, quienes se interrogan sobre la forclusión de la metáfora Para Christian, es la muerte la que está en cuestión, no la
paterna en la perspectiva lacaniana tienen a veces la tenden- verdadera muerte, que para él no existe, sino una muerte que
cia a comprometer esta interpretación simplista, olvidando es angustia de la nada y que lo habita desde la infancia:
que Lacan habló más adelante de los nombres del padre.
Esta imposible castración simbólica que signa la psicosis El primer sentimiento extraño que tuve de niño fue el miedo
tiene repercusiones diferentes según la edad en la que se a la muerte, no concebía la muerte, era el miedo a la nada,
manifiesta. En el sujeto infans, interesará más específica- una angustia, la impresión de percibir mi propia nada.
Soñaba con que iba a encontrar la vacuna de la inmortalidad,
mente al cuerpo. El psicótico adulto puede haber salvado, sin una vacuna contra esa muerte, era un enfoque científico del
demasiados estragos, la primera estructuración del cuerpo, problema. No concebía lo que era la búsqueda de la dicha,
y asumir mal que bien su imagen especular. La problemática pero debía comprender por qué muero. Fue por eso que elegí
psicótica gravitará entonces en torno a las cuestiones de la dedicarme a las matemáticas. Era preciso que luchara contra
vida, la muerte, la identidad sexual, con la angustia que la muerte como Pasteur contra la rabia.

290 291
,..
Christian se convertirá en un gran matemático para interior, a la agresión insoportable de las percepciones:
vencer esta angustia psicótica. demasiado ruido, demasiados gritos, privación de sueño, de
La misma falla, el mismo drama se reencuentran en todos alimento, exceso de dolor fisico, asfixia y angustia respirato-
estos pacientes. La fractura está donde se funda el ser, más ria. Esta marejada incontrolable desencadena un efecto de
o menos velada por estructuras que la recubren y que estupefacción del organismo, de detención de los procesos
permiten al sujeto vivir, a pesar de todo, entre sus seme- evolutivos.
jantes. El trauma puede ser considerado también según un modo
negativo. Provendría entonces de la ausencia de estimula-
ción, de la ausencia de interés afectivo hacia un niño preso de
un medio ambiente deshumanizado.
¿Por qué, cómo, la psicosis? Pero todas estas justificaciones de la aparición de una
psicosis no deben hacernos olvidar que nuestras experien-
cias vividas se inscriben en las células nerviosas de nuestro
¿Por qué esta detención súbita de las operaciones de vida, cerebro.
esta interrupción brutal del proceso de simbolización en Freud, en su "Proyecto", intentaba construir su modelo
ciertas zonas de menor resistencia? Si hubiera una respuesta psíquico sobre la estructura neuronal del cerebro. J akobson
a este porqué, no podría ser unívoca, tendría que tomar en trató de descifrar las modalidades del habla y el lenguaje
cuenta los fenómenos psíquicos y el funcionamiento del estudiando las diversas afasias y en la clínica encontramos
sistema nervioso central. Pero atengámonos, por el momen- casos de psicosis en los que no podemos descubrir ningún
to, a lo que nos muestra con toda evidencia la clínica: la trauma. El niño pertenece a una fratria en apariencia
importancia del trauma. indemne, ha sido deseado, acogido como los otros; la estruc-
El trauma es lo que hiere, provoca una ruptura, lo que tura de los padres no parece particularmente patógena, al
rompe. Puede ser la ruptura brutal del lazo vital con el Otro. menos por lo que se puede descubrir en las entrevistas con
Hemos explorado algunas figuras de este tipo, del hospitalis- ellos en oportunidad de tomar a cargo al niño para un
mo de Spitz -con las experiencias de separación de los tratamiento psicoterapéutico.
lactantes, que mueren o quedan idiotas- a las rupturas más Amélie entra en esta categoría. Su madre cuenta que a la
sutiles, de efectos menos espectaculares pero igualmente inversa de los otros hijos no se movía mucho en su vientre. Al
destructores. nacer, la niña se presenta como una gran hipotónica, una
El trauma puede resultar también de la perversión del "muñeca con sonido", un "trapo blando". El retardo psicomo-
Otro, que bloquea el proceso de integración del niño mante- tor fue tomado en consideración desde el principio, por lo que
niéndolo a la fuerza en una posición de objeto. El niño sufre es seguida en el plano psicológico y motor. No se descubrió
entonces, sin ningún distanciamiento posible, los asaltos de ninguna anomalía cromosómica o de otro tipo. Amélie es
ese Otro y se encuentra entrampado para siempre; la res- inteligente, pero se presenta como una psicótica tratada
puesta a esta violencia es en ocasiones el "anonadamiento", desde siempre, afectivamente muy dependiente de su fami-
como dice Christian. lia, de carácter dificil. Los momentos de angustia psicótica se
El trauma puede ser igualmente una respuesta al desbor- traducen por comportamientos repetitivos: las mismas de-
damiento de las excitaciones provenientes del exterior al mandas, las mismas preguntas, las mismas enunciaciones

292 293
r··

repetidas incansablemente. La problemática del cuerpo frag- algunas sinapsis se fija, y ello bajo el efecto de esti m ulaciones
mentado se agravó a causa de múltiples intervenciones internas pero también externas. Dicho de otra manera, la
quirúrgicas (trasplantes en la columna vertebral para corre- ESS sería la memorización, la fijación de los efectos entre-
gir las deformaciones debidas a la hipotonía), con los largos mezclados de la doble programación genética (lo innato) y
períodos de inmovilización que implican. epigenética (lo adquirido), así como de la autoorganizaci6n.
Este tipo de psicosis evoca el papel que podría desempeñar La evolución neuronal, el desarrollo del SNC del que forma
un defecto de la organización biológica. El debate acerca del parte la estabilización sináptica, está ligada a la epigénesis,
origen "orgánico" de las psicosis sigue abierto y no podemos es decir a las experiencias que vive el recién nacido en el
eludirlo, de la misma manera que no podemos desconocer la medio intrauterino y luego el niño en su medio familiar y
importancia de los tratamientos neurolépticos que, cuando social.
son bien llevados, aportan un bienestar evidente a algunos A. Bourguignon recuerda que el "Proyecto de una psicolo-
pacientes. Christian no habría podido salir del hospital y gía para neurólogos" (Entwurf) de Freud prefiguraba la
emprender su análisis si no hubiera aceptado paralelamente teoría de la ESS. Freud no habla de sinapsis sino de "barrera
ser tratado así. No será sino algunos años más tarde cuando de contacto" y supone que, en el sistema de neuronas afecta-
pueda dejar de tomar medicamentos. das a la memoria, las barreras de contacto se modifican de
Para abordar esta cuestión, me referiré a un artículo de manera perdurable por la repetición de las excitaciones que
André Bourguignon titulado "Fundamentos neurobiológicos crea en su nivel un estado de "tracto". "Ahora es en el nivel
para una teoría de la psicopatología. Un nuevo modelo".38 de las sinapsis donde se busca la explicación del proceso de
aprendizaje y memoria".
Las sinapsis existirían en estado lábil o estable.

La estabilización selectiva La sinapsis conserva su competencia si tiene un mínimo de


de las sinapsis actividad; si la red no funciona, el programa genético no
puede realizarse y las sinapsis degeneran.

Cuando se habla de psicosis no pueden silenciarse los descu- Sin entrar en los detalles de esta teoría, vemos ya que
brimientos de las tres últimas décadas sobre el funciona- todas las experiencias vividas por el niño, todas las estimu-
miento del sistema nervioso central (SNC). La teoría de la laciones venidas del ambiente, de cualquier naturaleza, ya
ESS (Estabilización Selectiva de las Sinapsis) nos interesa sean perceptivas, emocionales, cognitivas, crean conexiones
en el más alto grado, si bien subsiste mucha oscuridad en sus sinápticas definitivas o lábiles y estructuran así el SNC. De
enunciados. Intentemos poner de relieve sus grandes líneas. modo que habría una memoria inscripta en la red neuronal.
La sinapsis de que se trata es la unión entre las neuronas. "Esta doble programación genética y epigenética estaría en
En su nivel, la transmisión es eléctrica o química, y se realiza el origen de la profunda tendencia a la repetición que es lo
entonces mediante los neurotransmisores. propio de casi todos nuestros comportamientos", dice el
Esta teoría pone en evidencia la interacción recíproca de autor.
lo innato y lo adquirido, de lo biológico y lo psíquico.
La ESS es el proceso mediante el cual la actividad de Los circuitos neuronales son sucesivamente inscriptos (esta-

294 295
r
1
bilizados) y luego borrados (retomo al estado lábil) para ser
reinscriptos en conjuntos cada vez más complejos. Todo
ocurre como si toda nueva adquisición entrañara una reorga-
nización general del conjunto. Se trata por lo tanto de
autoorganización.
¿Se pensó que si la quimioterapia interviene de manera
ciega y masiva sobre la regulación química de las conexiones
sinápticas, el psicoanálisis tiene también un efecto físico-
químico sobre las redes neuronales? Se sabe lo que el
psicoanálisis aporta al tratamiento de las enfermedades
psicosomáticas graves, de la rectolitis hemorrágica a la
El acostumbramiento (mencionado más atrás) que permi-
te al organismo aprender y no responder a un estímulo epilepsia.
Como lo dice Henri Atlan:
repetitivo que ha perdido su significación, es un ejemplo de
autoorganización. Al ritmo de los descubrimientos, cuanto más respuestas hay
Esta se apoya, por lo tanto, sobre el zócalo neurobiológico más preguntas se manifiestan ... 39
determinado por el genoma (capital genético) y la epigénesis,
para aumentar la complejidad del sistema.
Sin extrapolar desmesuradamente, se imponen algunas
reflexiones: ¿Hay psicosis
Es evidente que una gran deficiencia del genoma no antes de la psicosis?
permitirá el desenvolvimiento normal de la programación
epigenética, a fortiori el trabajo de autoorganización (psico-
sis y debilidad por insuficiencia del capital genético, por El defecto psicótico inherente al ser puede no manifestarse
ejemplo lesiones neonatales del SNC). · durante mucho tiempo.
Está claro que un trauma puede bloquear las conexiones En el caso de los niños, la psicosis puede revelarse en
sinápticas por desbordamiento e incapacidad del sistema oportunidad de un acontecimiento en apariencia anodino,
para tratar un gran número de datos a la vez. La plasticidad pequeña intervención quirúrgica, nacimiento de un herma-
del SNC tiene límites, y la programación genética es relati- no, etc., habiendo podido la estructura psicótica pasar inad-
vamente estable y limitada. vertida hasta entonces (niños colmados, a los que les falta la
¿Qué ocurre entonces en el nivel de las sinapsis libres y falta). La aparición de la psicosis en un niño puede ser
móviles? ¿Existe una relación entre esta cuestión y la de las reveladora de la psicosis latente de uno o de los dos padres.
imposibles conexiones significantes de la psicosis? Es un caso de manifestación extremadamente frecuente.
Los avatares de la epigénesis, mala calidad o insuficiencia Cuando el niño es tratado, se asiste entonces a la eclosión de
del aporte relacional con la madre y el medio ambiente ponen una psicosis en uno de los padres.
en peligro el desarrollo mismo del SNC, su estructura fisico- En el adulto, la psicosis puede declararse en un momento
química y la actividad de las células, lo que podría explicar en que el sistema protector que el sujeto ha introducido se
la irreversibilidad de ciertos trastornos precoces. En efecto, derrumba. Esos momentos intensos son aquellos en los que
¿alguna vez se curó una psicosis? evoluciona la cuestión de su estatuto de sujeto: adolescencia,
El proceso de autoorganización de la estructura neuronal paternidad, maternidad, etc., pero también aquellos en los
con el fenómeno de acostumbramiento, ¿no recuerdan extra- que debe "tomar la palabra" cuando, por ejemplo, tiene que
ñamente el mecanismo de la represión? ... manifestarse abiertamente y revelar su verdad oculta detrás

296 297
~
de las identificaciones yoicas. "Tomarla palabra, dice Lacan, interpretar su conducta, ser ellos mismos sus propios tera-
entiendo la suya, todo lo contrario de decir sí, sí, sí a la del peutas, al punto de no recurrir al verdadero -a aquel que
vecino", 40 ya que decir sí, sí, sí al vecino, vivir "en un capullo sigue siendo su principal "testigo", su "punto fijo", como decía
como una polilla" es algo en lo que muchos psicóticos no Christian- más que cuando lo juzgan indispensable.
declarados se destacan. Una "vieja" psicótica, después de más de diez años de
¿De qué está hecho el sistema protector? De la permanencia, tratamiento, me decía, en referencia al saber que había
de la estabilidad y la tolerancia del ambiente, de la poca adquirido sobre su psicosis y que se negaba a revelar a cada
exigencia de los allegados frente a un sujeto al que se siente nuevo médico del dispensario: "Compréndame, es inútil
retraído y frágil, pero sobre todo de lo que este mismo sujeto contarles todo a esos jóvenes que no entienden nada, ahora
ha. construido, digamos la palabra poco apreciada por los sé a qué sostenerme, a qué atenerme". El lapsus decía la
analistas, de su personalidad. ("Recordemos que la persona verdad.
es una máscara", dice Lacan.)41 Para ilustrar la importancia de las estructuras yoicas en
la psicosis, retomaré el caso de Christian. Durante veinticin-
ca años vivió como cualquier hijo de vecino, ocultando sin
embargo a sus allegados sus angustias y sus preocupaciones
El yo en la psicosis metaftsicas (la muerte, el anonadamiento), así como unos
esbozos de delirio de persecución. Describe muy bien el
"personaje" que se había fabricado: siempre se aplicó a
Hemos hablado poco del papel de la estructura yoica en el representar el papel de "bromista genial" que había endosa-
psicótico, que constituye sin embargo uno de los debates do desde la infancia, y se dice perdido "si sale de ese
esenciales de la literatura analítica: ¿qué ocurre con el yo, el personaje", Así es como habla de ello:
superyó, el ideal del yo, la fuerza del yo, las defensas del yo,
el derrumbamiento del yo en la psicosis? En el internado, necesitaba a los compañeros para escapar a
Hemos seguido la orientación lacaniana, que privilegia el la qepresión, tenía el papel de bromista genial, eso me
estudio del sujeto. Las estructuras yoicas, sin embargo, van gustaba, es un papel que siempre procuré volver a desempe-
a desempeñar un papel en el momento de eclosión de la ñar. Estoy muy apegado a la imagen de mí vista desde el
psicosis, la forma que ésta asumirá y su cicatrización. exterior, estaba cortado y atento a esta imagen de mt. [... ] Me
siento diferente a los demás y debo trat::J.l' de ser como ellos,
La identificación con el ideal del yo es importante en el lo que me obliga a hacer un ejercicio de estilo.
psicótico. Eventualmente, éste encontrará un modelo identi-
ficatorio en el ideal del yo del analista, a saber la teoría. Pues ¿Se puede expresar mejor la importancia y la fuerza de las
el trabajo analítico permite también "reparar" los estragos identificaciones imaginarias al mismo tiempo que su fragili-
causados por el estallido del sujeto, por ejemplo en el trans- dad? Christian dice a menudo cuán atento estaba amante-
curso de un episodio agudo. Así, algunos psicóticos, luego de ner esa imagen de sí mientras que estaba cortado de ella,
muchos años de tratamiento psicoterapéutico, se vuelven como a distancia, callando sus angustias y sus temores casi
imbatibles en cuanto a la teoría analítica, hasta llegar a dar delirantes, en especial en el plano de la mirada. La función
la impresión de que el conocimiento que tienen puede hacer estructurante del ideal del yo, que había reservado a las
en ellos economía de una organización delirante. Se les ve matemáticas, lo sostuvo duran te muchos años, pero ese ideal

298 299
,.,.
estaba minado desde el principio, pues llevaba en su seno el Notas
germen de su fracaso: no se hace matemáticas para vencer
a la muerte. Cuando apareció el proyecto de "hacer una
empresa de conocimiento total", hizo "explotar" el sistema (es l. J. LACAN, Écrits, pág. 670.
el término empleado por él). 2. !bid.' pág. 714.
El acontecimiento se produjo cuando debió "tomar la 3. N. CHARRAUD, Ornicar?, n° 36.
4. J. LACAN, Le Séminaire, libro III, pág. 236.
palabra", es decir defender su trabajo de investigación frente 5. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 28.
a un personaje que iba ajuzgarlo (¿encuentro de Un-padre?). 6. J. LACAN, Écrits, pág. 881.
Perdía al mismo tiempo a su amigo de siempre, "su doble", 7. !bid., pág. 386.
como decía, quien se negó a seguirlo en el camino en que se 8. Russell GRIGG, Ornicar?, no 35.
internaba, a saber hacer de las matemáticas esa "empresa de 9. J. LACAN, Écrits, pág. 507.
conocimiento total". Tuvo el "vértigo del éxito" del que habla 10. !bid., pág. 807.
Lacan en Las psicosis. Christian, en efecto, lo había logrado 11. R. JAKOBSON, Questions de poétique, Editions du Seuil,
todo hasta ese momento, "era y seguiría siendo el primero, "Poétique", 1973, pág. 137.
decía, el mundo le pertenecía". 12. J. LACAN, Le Séminaire, libro III, pág. 156.
Entra entonces en una psicosis aguda que durará tres 13. J. LACAN, Séminaire sur "Les formations de l'inconscient"
(1958), Bulletin de Psychologie, no 154, 155, 156.
años, durante los cuales vivió una experiencia delirante con 14. J. LACAN, Le Séminaire, libro III, pág. 32.
temas místicos y matemáticos. En ese delirio tenía por fin su 15. !bid., pág. 149.
lugar en un mundo que cobraba sentido: "Como Pitágoras, 16. J. LACAN, Écrits, pp. 840-841.
dice, yo había reunido los elementos irracionales místicos y 17. J. LACAN, Le Séminaire, libro XI, pág. 192.
la razón". 18. !bid., pág. 199.
En el Seminario de las psicosis, 42 Lacan insiste sobre la 19. !bid.
relación imaginaria dual que se mantiene en el psicótico, a 20. !bid., pág. 215.
falta de mediación simbólica. Esa relación dual implica la 21. J. LACAN, Le Séminaire, libro III, pp. 43-44.
violencia del enfrentamiento especular o la fascinación de la 22. lb id.' pág. 172.
captura imaginaria. Estas posiciones son siempre prevale- 23. J. LACAN, Écrits, pág. 805.
24. Écrits Bruts, textos presentados por Michel Thévox, PUF,
cientes en la psicosis y van a marcar con su sello la naturaleza
Perspectives Critiques, 1979.
de la transferencia. 25. Alfred y Fran~oise BRAUNER, L'Expression poétique chez
La cuestión del superyó será evocada en referencia a l'enfant, PUF, 1978.
Sylvie. 26. J. LACAN, Le Séminaire, libro III, pág. 284.
27. N. CHARRAUD, op. cit., pp. 36-37.
28. J. LACAN, Ecrits, respectivamente pp. 828-829 y 828.
29. !bid., pág. 842 ("torsión" subrayado por nosotros).
30. !bid., pág. 844.
31. !bid., pág. 386.
32. J. LACAN, Le Séminaire, libro III, pp. 285-286.
33. !bid., pág. 229.

300 301
r-·
34. J. LACAN, Ecrits, pág. 558. VII
35.1bid., pág. 578. ¿CURAR LA PSICOSIS?
36.1bid., pág. 692 ("conjuga" subrayado por nosotros).
37.1bid., pág. 582.
38. André BOURGUIGNON, en La Psychiatrie de l'enfant, vol.
XXIV, 2/1981, pág. 445 y ss., PUF. Todas las citas están
extraídas de este artículo.
39. Henri ATLAN, A tort et a raison. lntercritique de la science et
du mythe, Seuil, 1986.
40. J. LACAN, Le Séminaire, libro 111, pág. 285.
41. J. LACAN, Ecrits, pág. 671.
42. J. LACAN, Le Séminaire, libro 111, pp. 101 y 230.

La pregunta no deja de planteárseles a quienes tienen un


supuesto saber sobre ella: ¿Curar qué? ¿Curar a quién?
Los síntomas ya no son lo que eran, y la concepción del
sujeto cambió mucho. La evolución de las costumbres hizo
desaparecer de nuestros consultorios a las bellas histéricas
que conocieron Freud y Charcot; la quimioterapia ha modi-
ficado las manifestaciones de la locura; el tratamiento pre-
coz, psicoterapéutico e institucional de las psicosis infantiles
transformó su devenir. Algunos de los niños a los que antaño
se decía retrasados mentales se convirtieron en adultos que
presentan una sintomatología desconcertante, aún mal co-
nocida.
A causa de esta evolución, la nosología, el pronóstico y las
perspectivas de la psicosis se han modificado profundamen-
te, el término curar se vuelve obsoleto y emergen otros
significantes: cicatrización, estabilización, neurotización,
reinserción, etcétera.
¿Qué ocurrió con Sylvie? La dejamos al salir de la infancia.
Tiene once años, frecuenta un externado durante la semana,
en la que vive en lo de su abuela, y vuelve con su familia los
fines de semana. Los padres hacen entonces gestiones para
que ingrese en una institución reputada por ser la única del
mundo capaz de comprender a los niños psicóticos y de saber

302 303
r tratarlos: "Le preparan un paraíso terrenal", dicen. ¿Cómo pregunta -¿qué espera de mí?- y la respuesta -que siga
llegaron a esa decisión? siendo su objeto de goce-. La prosecución del análisis le va a
La evolución de Sylvie en el análisis nos ayudará a permitir descentrarse de su posición de objeto librado al goce
comprender mejor ese desenlace. del Otro, retomando por su cuenta esta identificación para
hacer de ella un imperativo de goce.
En el análisis, construye poco a poco, con dificultades, sus
objetos a. Su cuerpo toma forma, se ve por fin en el espejo y
De la psicosis a la perversión ya no se siente anonadada por la angustia. Va entonces a
jugar una partida cautelosa con su madre. Va a exigir la
realización de lo que aparecía como un fantasma materno.
En nuestro primer capítulo hemos analizado el lugar que De "Ponen en vereda a un niño" se pasa a "¡Quiero que me
ocupaba Sylvie para su madre. Frente a un padre todopode- pongas en vereda, fuérzame, grita aun más fuerte, oblígame
roso al que adoraba, la señora H* se había callado, sometién- a comer!"
dose al orden paterno, e iba a exigir que Sylvie lo hiciera a su Escuchó que su madre decía: "Soy yo quien debe hacer
vez. A su vuelta, cuando la niña tiene seis meses, la señora todas las reacciones de mis hijas". Escuchó también estas
H* está fascinada por la escena salvaje de atiborramiento, y terribles palabras: "No puedo más, no sé de qué soy capaz, es
la evidencia estalla: la beba tiene mal carácter, es preciso ella o yo". Sylvie las toma al pie de la letra y lanza una especie
"ponerla en vereda". Lo que fue decisivo en la aparición de la de desafío al orden materno en el que los niños deben
psicosis es que un comportamiento traumatizan te haya sido someterse o desaparecer. Le dice: goza, sé mi amo, me pongo
retomado por el gran Otro, que iba a darle un sentido y a (literalmente) en tus manos, hazme vivir o mátame si te
vincularlo a su problemática inconsciente. N o todos los niños atreves, me hago el objeto de tu goce.
maltratados en el plano corporal se vuelven psicóticos; es Este objeto está separado del fantasma, dice Lacan, quien
evidente que hace falta otra cosa. habla así de la perversión:
Se libra entonces una lucha a muerte entre perseguido y
perseguidor. Las dos viven en un círculo en el que nadie Acentúa apenas la función del deseo en el hombre, en cuanto
penetra, lo mismo el padre que los demás, con la excepción del éste instituye la dominación, en el lugar privilegiado del
analista que va a quebrarlo. El padre de Sylvie es cómplice goce, del objeto a del fantasma por el que sustituye el Jt [... ]
Sólo nuestra fórmula del fantasma permite poner de mani-
de esta situación: ¿quién le habría mandado meterse en este fiesto que el sujeto aquí se hace el instrumento del goce del
lío?; por otra parte, los hijos son asunto de las mujeres y Otro (Ecrits, pág. 823).
Sylvie es asunto de su madre ... de las madres, la suya y la
de Sylvie. Al hacer de su cuerpo un objeto fetiche para el goce del
En la cura, esta relación de enfrentamiento especular va Otro, impone así su ley a cambio. Ya no desaparece en la
a evolucionar. Sylvie no está completamente "rota", reanuda identificación con el objeto a sino que, al contrario, la reivin-
su vida y va a manifestarlo. Multiplica las "escenas" con su dica de manera provocadora.
madre, al mismo tiempo que está más calma fuera de su Del trauma inicial que permaneció inscripto en su cuerpo
presencia e incluso puede frecuentar el jardín de infantes. En de niña psicótica hace una exigencia de violencia, reclama
el análisis, escucha a su madre y descubre a la vez la

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r
una repetición, bajo la forma del desafío. Esta violencia se cuyo poder es también el del dinero, y realizan bajo su mirada
parece cada vez más a esos rituales masoquistas en los que un juego minado de antemano,
los participantes saben hasta dónde llegar para que no ir Después de varios años de ese juego, el anhelo expresado
demasiado lejos. El sufrimiento, el dolor, sí, pero no la al principio por el abuelo, "A estas niñas hay que mandarlas
muerte. Sylvie instituye una especie de contrato tácito. a Suiza", va a realizarse.
Quiere ser obligada, pero sólo con ciertas cosas, en ciertas La estructura subyacente a esta posición pseudoperversa
condiciones y con ciertas personas: en primer lugar su madre, se revela en la angustia que subsiste a través de la relación
luego sus educadores; en cuanto a los demás, no deben de Sylvie con el mundo y los demás. Fundamentalmente
tocarla, al menor contacto grita que la violan o la persiguen. tiene miedo y pide ser protegida: miedo a la violencia de los
Esta manera de ser que se vuelve cada vez más insoportable nifíos en el colegio, miedo a los objetos que se ponen a vivir,
para sus allegados es, de hecho, su manera de buscar la miedo a los animales, miedo a la noche, al día, miedo a las
"comunicación" (cf. Christian). A mi pregunta:"¿Por qué eres palabras. Esta aparente contradicción le vale molestias,
tan <~odida con tu madre»?" (leitmotiv del padre), responde: dado que, en buena lógica, ¡no se puede tener miedo cuando
"¿Tendré alguna vez a mi mamá si no la busco?" se manifiesta tanta exigencia, reivindicaciones y agresi-
Esta exigencia pone al otro, sobre todo a la madre, en una vidad!
posición insostenible. Si acepta la violencia sobre el cuerpo de Esta posición va aparejada con el reordenamiento del
Sylvie, incluso si intenta hacerlo con humor, es el engranaje mundo que va a operar: de un lado los buenos, del otro los
sádico y el acaparamiento total. (¡Sylvie se convierte en un malos, especie de esbozo de delirio paranoico que logra hacer
tirano mucho más tiránico que el verdadero, el padre.de la compartir a su familia. La institución, con sus educadores y
señora H*!) Si se rehúsa a prestarse a ese juego, es la muerte, sus niños, se convierte en una guarida de malvados que la
pues Sylvie detiene todas sus funciones fisiológicas: alimen- atacan y persiguen. Los educadores son incapaces, cómplices
tarse, beber, ir al baño, etcétera. Ahora es ella quien escruta de esta violencia. ¿Acaso no hablan de buscarle una familia
la angustia en el rostro del Otro. de acogida, ante el desfallecimiento de la abuela, agotada por
Si bien esta problemática puede tener una forma perversa, las exigencias de su nieta? La analista misma se vuelve
no se trata aquí de perversión en sentido estricto. Antes bien, sospechosa: si la abuela desfallece, ya no soy "suficiente",
estamos en un proceso de redisposición de la estructura haría falta que me ocupara de ella todo el tiempo y, cuando
psicótica, en una tentativa de salir del túnel. pido un poco más de reflexión o de preparación para esa
Es en la relación con la Ley donde la diferencia es manifies- partjda que me parece muy precipitada, se interpreta esto
ta. Si el perverso plantea un desafío a la Ley -Lacan insiste como una hostilidad de mi parte a ese proyecto.
en ello- es porque no ignora nada de esta Ley. Está perfec-
tamente inscripto en la problemática edípica, mientras que,
en Sylvie, todo acercamiento a la castración simbólica es
impensable. En ella no hay Ley que constituya una barra al La partida de Sylvie
gran Otro. La Ley es para ella el superyó materno, con sus
imperativos feroces, heredados de un abuelo mandón, siem-
pre allí para imponer sus opiniones. De hecho, Sylvie y su De modo que la obsesión de Sylvie es ser "protegida". N o deja
madre son las hijas pervertidas de un maestro de aforismos, de hacerme preguntas a ese respecto: "¿Proteges a tus

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r hijos?", "¿Tu marido te protege?", "¿Por qué mis padres no me sus padres pasan algunos días de vacaciones en la ciudad de
protegen?" X, cerca de la Escuela; luego ella pasará una cortas estadías
La protección que reclama va a encontrarla en la Escuela en Francia. Permanecerá diez años en la institución X.
de X, que es un verdadero asilo contra la agresión del mundo, Regresa, y su madre sigue tan inquieta como siempre por
un sitio al abrigo de la violencia, un lugar donde el precepto lo que puede pasar. Los psiquiatras consultados en Francia
fundamental es el respeto a los niños, principio que los padres hablaron de una familia de acogida (como hace diez años)
ponen en primer plano en oposición a lo que sucede en las para que la muchacha pueda llevar una vida más autónoma,
instituciones francesas. reaprender el francés y tal vez iniciar una formación profe-
Sylvie hará con sus padres uno o dos viajes a X, para tomar sional. Pero la vida es dificil cuando ya nada te protege.
contacto con la Escuela. Se perturba, se inquieta, me pregun- "Habría que encontrar otra Lise que se quedara junto a ella",
ta si es un país de forzados (creo que se trata de ser "forzada" dicen.
o no) y me declara que allí se va a morir de hambre. Luego La historia de Sylvie es singular. Esta niñita de tres años,
todo el mundo se pone de acuerdo en la admisión, incluida que presenta una psicosis grave, es tratada en primer lugar
ella. Esta decisión fue facilitada por el hecho de que una joven por el psicoanálisis, luego ingresa en unos externados médi-
educadora, que habla francés, va a iniciar a Sylvie en la co-pedagógicos al mismo tiempo que prosigue el trabajo
lengua del país. Lise es bilingüe y aprendió francés cuando analítico. A los once años es apartada de la mañana a la
era muy chica con una madre de este origen. De entrada, se noche de su medio, de su familia, y se va a vivir diez años en
siente atraída por Sylvie y muy dispuesta a ocuparse de ella. un internado muy lejos de su país de origen.
Sylvie asombra, intriga, no se parece a los otros niños de A su vuelta, se presenta un poco como esos adultos jóvenes
la Escuela de X. Las cartas me dicen que allí prosiguen "el que han declarado una psicosis en el momento de la adoles-
notable trabajo" que hizo conmigo, que sigo presente en su cencia. Conservan una especie de fragilidad, con identifica-
"discurso interior" y en el pensamiento de los educadores. ciones yoicas que pueden dar ilusiones, pero corren el peligro
De esta forma, Sylvie va a tener lo que siempre había de hundirse ante los incidentes de la existencia. No por ello
soñado, una presencia constante junto a ella. Lise, su educa- el resultado es menos alentador para una psicosis infantil
dora, está ahí casi todo el día y a menudo a la noche, es de una muy precoz con manifestaciones de autismo.
dedicación ejemplar y la ama "como a la niña de sus ojos". Le
enseña la lengua del país, que Sylvie hablará luego de sólo
ocho meses de estadía. En cuanto a la comida, Lise va a jugar
con ella a forzarse una a otra, pues en la institución no La experiencia de otra institución
fuerzan a los niños, se "influye" sobre ellos. Se ocupa también
del cuerpo de la niña, que vuelve a aprender a caminar bien
con unas plantillas especiales; su cintura cobra flexibilidad La experiencia de Sylvie me lleva a valerme de una experien-
y ya no se desplaza como una sonámbula. Lise se quedará cia realizada desde hace treinta años junto a jóvenes psicó-
varios años junto a Sylvie y prolongará un año su trabajo en ticos en una institución que tiene la misma estructura que la
la Escuela de X para no abandonarla demasiado pronto. escuela donde ella estuvo. La sobrevaloración del trabajo
Durante el primer año la niña no verá a ningún miembro hecho en el extranjero me incita a hablar de esta realización
de su familia, las visitas están prohibidas. Los siguientes, para destacar su originalidad e interés. Esto nos llevará a

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""' comparar dos enfoques diferentes de la psicosis con sus
consecuencias prácticas en cuanto al tratamiento del joven
psicótico.
conoció en la Escuela X una época en la que todo lo que había
sido su vida anterior era lo "malo" que tenía que olvidar.
¿Es posible dejar desarrollar impunemente y estimular
La Escuela de X está asociada a la Universidad. El director ese proyecto? ¿Verdaderamente es posible pensar que unos
y los educadores son profesores o alumnos de ésta en procura buenos padres-educadores van a reparar los estragos come-
de la obtención de un diploma. Los niños que no están tidos por los "malos padres" y a permitir que el niño vuelva
demasiado aquejados tienen la posibilidad de seguir cursos a empezar de cero?
en los locales mismos de la Escuela. Si bien la teoría psicoa- Esta posición me parece puramente imaginaria y no tiene
nalítica está presente en el enfoque que tienen allí ele la en cuenta en absoluto lo que nos enseñó el psicoanálisis sobre
enfermedad mental, no hay tratamiento psicoanalítico ele los el complejo de castración y el trabajo de identificación que se
niños, siendo el trabajo antes que nada pedagógico. opera en él.
Lª idea del fundador era que el comportamiento psicótico Las clínicas de la "Fondation Santé des Etudiants de
era una respuesta a un mundo de frustración y violencia; si France" están asociadas, como la Escuela X, a la Universi-
el mundo cambia, el comportamiento desaparece, de donde el dad. Existen varias, en París y en las provincias. Aquella
proyecto de no ocuparse más que del niño, de separarlo de su donde trabajo desde hace veinte años toma a su cargo, en
medio familiar y brindarle un ambiente acogedor, permisivo internado o en hospital de día, a estudiantes afeCtados por
y tranquilizante. trastornos psicológicos, neurosis graves o psicosis. Incluye
El niño puede repetir indefinidamente sus síntomas, éstos un departamento de estudios, con profesores que trabajan
son tolerados e incluso alentados, pues se supone que lo para adaptar su enseñanza a este tipo de alumnos. Muchos
protegen de un terror demasiado grande. Nadie lo urge a tienen una formación psicoanalítica e intentan, en colabora-
renunciar a ellos, el tiempo no cuenta. ción con los asistentes, llevar a buen puerto ese dificil trabajo
Esta nueva experiencia de vida debe llevar a un nuevo de aprendizaje escolar o universitario para sujetos profunda-
· nacimiento. El fantasma de "renacimiento" implica que el mente perturbados. En colaboración con los trabajadores
primero se borre, que el pasado desaparezca. Es preciso por sociales, se esfuerzan a continuación por facilitar la forma-
lo tanto que el niño sea radicalmente apartado de sus padres. ción profesional y la inserción social de los pacientes.
Durante el primer año, la separación es total; no obstante, los Los pensionados son repartidos en varios servicios, com-
padres recibirán informes sobre el comportamiento de su hijo puestos por el médico institucional de tiempo completo (la
(no olvidemos que ellos envían el dinero de la pensión, que es gran mayoría son psiquiatras de formación analítica), inter-
mucho). nos y el equipo asistente, enfermeros, enfermeras, psicólo-
Cuando el niño desea asumir esta separación (se supone gos, asistentes sociales, especialistas en psicomotricidad,
que Sylvie lo hizo a su llegada), esto se interpreta como una etcétera.
demanda de curación, y se dice de él que es valeroso y está Un poco aparte, el grupo de los médicos psicoterapeutas
listo al sacrificio. Escuché un comentario muy despréciativo -todos psicoanalistas- toma en tratamiento a los pacientes
del Director sobre un niño que lloraba y reclamaba a sus que les derivan los médicos institucionales. Los pacientes
padres. La educadora que relataba la cosa escuchó que le pueden comenzar el tratamiento durante su hospitalización,
respondía: "Es porque usted no lo ama lo suficiente". En esta continuarlo después de su salida o durante su estadía en el
actitud subyace una condena implícita de los padres. Sylvie hospital de día. Los analistas los atienden cara a cara cuando

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r
se trata de psicoterapia analítica o echados si hacen un ocupaba en el seno de un grupo cuya cohesión reforzaba, al
análisis. Algunos de ellos practican el "psicodrama analítico mismo tiempo que su propio encierro. Podrá entonces hacer
individual", en el que el paciente aporta una idea, un fantas- una demanda personal de psicoterapia, demanda tan proble-
ma, un tema que pone en escena y representa con un equipo mática en el psicótico.
de terapeutas psicoanalistas. Puede suceder que esos pacientes vuelvan a representar
El enfoque terapéutico es por lo tanto muy diversificado y en el psicodrama las conversaciones familiares, ocupando
la perspectiva totalmente diferente a la de la Escuela X. sucesivamente el lugar de todos los protagonistas, lo que les
Puesto que si la regresión psicótica es aceptada y compren- permite evaluar las identificaciones irn!:>.ginarias que los
dida, sin embargo no es favorecida. Existe un pequeño sostienen. Elj u ego tiene un efecto revelador, con sus quid pro
servicio cerrado para "poner al abrigo" en caso de crisis, pero quo, sus falsos reconocimientos, sus lapsus, sus silencios, sus
no se hace nada para perpetuar los síntomas, sino todo lo actos fallidos, sus expresiones emocionales. Lo importante es
contrario. que todo eso se hable y luego se retome en el cara a cara con
El tiempo es precioso en un período de gran actividad el analista director del juego. Se trata claramente de un
psíquica como la adolescencia, de donde un a poyo muy activo trabajo analítico, el pasaje alternado del juego escénico al
en los estudios y la existencia de ayuda psicológica bajo discurso asociativo con el analista permite al sujeto un
formas diversificadas. señalamiento simbólico, que se apoya sobre un imaginario
que se rehace al mismo tiempo que se deshace.
Simultáneamente, se trata de un trabajo psicoanalítico en
esos jóvenes pacientes que van a retomar con posterioridad,
La familia en la cura analítica, los elementos de un episodio delirante,
a la manera del análisis de un sueño. Pues con mucha
frecuencia es después de un acceso delirante, y a veces
Si bien hay separación de la familia para eljoven que ingresa después del paso por un hospital psiquiátrico, cuando ingre-
a la clínica, no hay corte, todo lo contrario. Puede volver a su san a la clínica.
casa durante el fin de semana, y va a hacerse un importante N o hay nada de eso en la concepción de la Escuela X. Si bien
trabajo para liberar las identificaciones mortíferas en las que tenemos en cuenta la importancia de las identificaciones
permanece entrampado. yoicas en cuanto "muletas" para el psicótico, las considera-
Ese trabajo se realiza con el médico institucional, asistido mos necesarias pero no suficientes, y nuestra meta no es
por otros miembros del equipo que reciben al paciente con su reforzarlas a cualquier costo sino intentar un anudamiento
familia. Este enfoque de la familia es conducido según con el orden simbólico.
modalidades propias de cada uno pero que, con poco más de La diferencia estructural que mantenemos entre el gran
una excepción, no tienen el carácter de terapias sistémicas. Otro y el pequeño otro nos permite discernir, en el análisis del
El paciente elabora en general una primera toma de concien- psicótico, lo que se refiere a su relación con el gran Otro y lo
cia (así como lo hizo Sylvie al escuchar a su madre hablándo- que corresponde al orden imaginario, identificación especu-
me) de su posición de objeto atrapado en la constelación lar con el pequeño otro en particular (cf. Christian y su doble).
familiar. Estas entrevistas van a redistribuir las cartas, Contar únicamente con la segunda, "enseñar al psicótico a
desplazar las cargas y descentrar al paciente del lugar que reprimir", a reforzar sus identificaciones imaginarias, como

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r Sylvie con Lise ("hacer parecido", decía Sylvie), equivale a
consolidar una construcción artificial para ocultar una alie-
nación tanto más grave por el hecho de que nunca saldra a
¿Cómo no sentir todos que las palabras de las que depende-
mos nos son de algún modo impuestas? Es claramente en eso
en lo cual aquel al que se llama enfermo va a veces más lejos
la luz. que quien se denomina hombre normal. La palabra es un
Esta apuesta de tomar a los psicóticos en análisis, en la parásito. La palabra es un enchapado. La palabra es la forma
de cáncer de la que está aquejado el ser humano. ¿Por qué un
institución y luego de su partida, se realiza desde hace hombre llamado normal no se da cuenta de eso?3
treinta años. No haré estadísticas para apreciar los resulta-
dos. Pero no hablemos de "curación", como se jactan algunos. La locura puede concebirse entonces como verdad del
Más bien de estar mejor, de vivir mejor, de una vida no hombre, verdad de un saber que cada uno lleva en sí sin
exenta de sufrimiento pero a la que pueden manejar por sí saberlo y que lo conduce ciegamente hacia su destino, ese
mismos, que permite que ocupen su lugar en la sociedad y ya saber que Lacan evocaba con estas palabras terribles:
no en el asilo.
Un saber que no entraña el menor conocimiento, en el hecho
de que está inscripto en un discurso del que, como el esclavo-
mensajero de la costumbre antigua, el sujeto que lleva bajo
Las paradojas de la psicosis su cabellera el codicilo que lo condena a muerte no sabe ni su
sentido ni su texto, ni en qué lengua está escrito y ni siquiera
que se lo tatuaron en su cuero cabelludo afeitado mientras
Una "paradoja" (de para, contra, y doxa, opinión), opinión dormía. 4
"contraria a la opinión común", según dice el diccionario, es
una formación que une lo inconciliable, lo contradictorio. El sujeto tiende a ignorar la división que lo funda, mien-
Hay siempre paradojas en lo que se denomina ambivalencia, tras que el psicótico no puede desconocerla, pues vive su
ambigüedad, antinomia, discordancia. Numerosos autores 1 alienación a cada instante en lo que tiene de imposible para
hacen de este funcionamiento mental y de este modo de él. El es ese saber mismo del inconsciente que lo mantiene en
comunicación una característica esencial de la psicosis. la contradicción, y a veces en la disociación.
Algunos llegan hasta prescribirla para sacar al esquizofréni- Al no poder desconocer su alienación, ¿sería el loco, por lo
co de su propio funcionamiento paradójico. 2 tanto, el único hombre libre? "Los hombres libres, los verda-
Después del viaje alrededor de la psicosis que acabamos de deros, son los locos [... ] es por eso que en su presencia ustedes
realizar, intentemos enunciar algunas de estas paradojas. se sienten con justa razón angustiados". Al sostener esa
El esquizofrénico no está esquizado más que porque no ha paradoja frente a una asamblea de psiquiatras poco prepa-
llevado a cabo su esquizia, el psicótico se siente dividido sólo rados a escuchar un discurso semejante, Lacan no podía, a su
porque no lo está y el sujeto sano no cree haber escapado a turno, aportar sino molestia y angustia.
la alienación sino porque ha logrado la suya. Si el psicótico desvaría, es verdaderamente porque nos
Lacan no dejaba de recordar la paradoja, a la cual nos remite a nuestra propia locura, que es la verdad que llevamos
enfrenta el psicótico, que es el funcionamiento mismo del en nosotros y que no dejamos de mantener a distancia
inconsciente. En 1976 decía lo siguiente: mediante la represión. La mentira que alimentamos signa
nuestra normalidad y nos permite la comunicación con

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r
nuestros semejantes: "El hombre que en el acto de palabra Si Freud pensaba que los psicóticos no eran analizables,
corta con su semejante el pan de la verdad comparte la Lacan escribió "De una cuestión preliminar a todo tratamien-
mentira", 5 decía Lacan. to posible de la psicosis" a fin de postular sus fundamentos
Sólo el bufón* del rey puede decir la verdad, pero esta estructurales, al mismo tiempo que se reservaba la res-
verdad no la revela sino bajo el aspecto de chistes, farsas y puesta.
payasadas, que son otras tantas formas caricaturescas de la Pero, como tomamos a los psicóticos en análisis, sería
locura. conveniente interrogarnos sobre ciertos puntos cruciales:
Al hombre sano no le gustan las paradojas más que en la ¿Qué trabajo se opera con los pacientes, que no es el levan-
medida en que se burla de ellas o las domina mediante tamiento de la represión? ¿Qué adecuaciones aportar a la
la inteligencia: sofismas, contraverdades, mistificaciones, cura de los psicóticos? ¿No nos encontramos en la necesidad
humor son otras tantas maneras de escapar a la significación de repensar ciertos conceptos, como la transferencia?
profunda que encubren. La paradoja del psicótico no está sólo en la expresión del
La frecuentación de los psicóticos es una confrontación lenguaje, se refiere también al estatuto del objeto y puede
permanente con un pensamiento amasado con paradojas. Al tener consecuencias por lo menos sorprendentes.
abolir las leyes de la lógica, al salir del sistema de codificación De la identificación con el objeto en el inconsciente, Lacan
que permite la comunicación, el psicótico se postula como decía:
representante viviente del inconsciente. Si bien no interpre-
ta como el analista, entrevé qué contradicciones habitan a Estos objetos parciales o no [... ] el sujeto sin duda los gana o
ese otro que le habla, y cuando las revela salvajemente se los pierde, es destruido por ellos o los preserva, pero sobre
atrae las peores dificultades. De donde esos intercambios todo es esos objetos, según el lugar en que funcionan en su
insensatos en las familias de los psicóticos, en los que ya no fantasma fundamental [... ]. 6
se sabe quién está loco y quién vuelve loco al otro.
Esta lucidez del psicótico, este don de "doble visión", podría En cuanto al psicótico, se queda en la identificación con un
decirse, puede pasar por una provocación. Si el entorno del objeto que no se fundió en el fantasma fundamental, con
paciente es el primero al que le incumbe, el analista no un objeto próximo a lo real. Es carne, excremento, pero de
escapa a ello. igual modo objeto del mundo real, mesa, máquina, robot,
Tradicionalmente, el análisis se hace con los neuróticos, etcétera. Cuando el objeto ya no es parte recipiente del
puesto que el trabajo que se opera en ellos concierne a la fantasma y causa oculta del deseo, vuelve del exterior a la
represión. Ahora bien, el psicótico, en quien el problema es manera de esos ojos dirigidos al suelo que fijan al sujeto por
precisamente la ausencia de la barrera de la represión, su mirada inquietante.
subvierte la regla y corrompe a quien quiere seguir aplicán- No retomado en una organización imaginaria y significan-
dola en todo su rigor. El analista corre entonces el riesgo de te, el cuerpo del niño psicótico sigue siendo yuxtaposición,
convertirse en el analizante de su propio analizante, y ser ensamblaje, ajuste de fragmentos (cf. el caso de Florence, en
reducido a la impotencia. el Epílogo). Para encontrar alguna coherencia y un poco de
realidad, lo identificará con una máquina sobre la cual pueda
ejercer cierto dominio (cf.la máquina de influir de Tausk, el
* Fou [loco], una de cuyas acepciones es bufón. (N. del T.)
niño Joe de Bettelheim), máquina cuyo funcionamiento

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r podrá confiar a un Otro todopoderoso, como lo hacía Sylvie "oxidada" y quejarse ulteriormente de estar "oxidada" a
con su "Fuérzame, hazme vivir o morir". causa de su reumatismo, hizo una amalgama grotesca entre
Una tarde de 1967, en el hospital Sainte-Anne, dirigiéndo- los dos significantes y la identidad de los cuerpos y los objetos
se a una asamblea de psiquiatras con un tono particularmen- -su madre bien podía ser una mesa oxidada o un "secapla-
te provocador, según parece destinado a sorprender y pertur- tos", objeto y significante a los que estaba tan aficionada
bar su confort, por no decir su conformismo, Lacan enunció como a "delantal"- porque ella misma era un enredo de
una serie de paradojas de las que la más llamativa fue para tuberías ocultas bajo hermosos ropajes.
mí una reflexión sobre el objeto a en la psicosis. Para marcar El sujeto puede de igual modo pensar que ya está muerto,
la ausencia de esquizia de este objeto, dijo: pero que los objetos están vivos y van a atacarlo. Sylvie no se
atrevía a tocar el alimen tp con los dedos, como si el pedazo de
El loco no tiene demanda de a, él tiene su pequeña a, es por pan fuera a morderla o devorarla.
ejemplo lo que llama sus voces. [... ] No se sostiene en el lugar En cuanto a la muerte, para estos pacientes no es obliga-
del gran Otro por el objeto a, lo tiene a su disposición. [...) El toriamente el final de la vida, puede presentarse en numero-
loco es verdaderamente el hombre libre, digamos que tiene su sas figuras paradójicas. El sujeto puede darse muerte cre-
causa en el bolsillo, es causa de sí, es por eso que está loco. [... ] yendo matar a algún otro. Por lo demás, frente a todo suicidio
de psicótico se plantea una pregunta: ¿quién mata a quién?
También puede matarse para existir por fin, ser al no ser
más: ser un cadáver, ser un nombre sobre una tumba.
La confusión entre lo viviente Christian intentaba suicidarse para unirse a la "congrega-
y lo inanimado ción de los Niños Anónimos" que lo esperaba desde toda la
eternidad.
El suicidio mismo tiene a menudo algo de irreal en su
Ese defecto estructural que es la no separación del objeto realización, o más exactamente de surreal, tan descalificada
entraña una paradoja subyacente en toda organización está en él la realidad: tal esquizofrénico se abre el vientre y
psicótica: la confusión entre lo viviente y lo inanimado. esconde sus intestinos abajo de la cama; tal otro, privado de
En general, un sujeto se sabe vivo sin que haya que todo instrumento contundente, se frota el pecho con cortezas
demostrárselo, mientras que para el psicótico la vida no va de pan hasta llegar al corazón y morir a causa de ello.
de suyo. Sylvie preguntaba por qué sus muñecas no crecían, El psicótico mitiga esta incertidumbre fundamental en
y por otra parte hacía la pregunta: ¿Estoy muerta? Muchos cuanto a la vida y la muerte mediante construcciones más o
psicóticos adultos llegan a ese punto, se dicen muertos vivos, menos astutas que le aportan alguna estabilización. Lo que
y los enfermos catatónicos que se veían antaño doblados en no pudo realizar de la Spaltung primordial, intenta restable-
posición fetal, en un extremo de su cama de hospital, durante cerlo de otra manera: es del exterior que le viene lo que no se
años enteros (lo que Schreber conoció), no estaban lejos de inscribió en "la otra escena": el diablo actúa en él, el animador
figurar esta muerte. de televisión le habla personalmente y le envía ondas,
Las personas vivas del entorno del psicótico pueden existir etcétera. Inventa sistemas complejos que hacen sostenerse
a la manera de los objetos inanimados. al mundo, programa su vida y la de los demás, evacua la
Sylvie, que había visto a su madre limpiar una mesa duplicidad que lo habita en el delirio.

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r
He aquí lo que me decía Thibaut, un joven psicótico que, El psicótico desvaría, suscíta en su interlocutor pero
a pesar de un alto nivel de estudios en matemáticas, no también en su analista reacciones a menudo paradójicas.
lograba integrarse en una profesión por la cantidad de Puede arrastrar al otro a la confusión, la angustia y el
problemas que le planteaban las relaciones humanas: desamparo, que dan como corolario reacciones secundarias
de defensa, agrésividad, rechazo, acompañadas a menudo
En las reuniones estoy inmóvil, ya no tengo armas. Soy capaz por el sentimiento de tener que "salvar el pellejo".
de analizar los problemas intelectualmente pero incapaz de El interlocutor puede también anular una parte del men-
integrarlos en el plano afectivo -no estoy informado afectiva-
mente-. Me imagino a los seres vivos funcionando como los saje, como si tuviera que restablecer la coherencia del
mecánicos, el cerebro y el corazón funcionan como máquinas. discurso mediante un trabajo de represión permanente, no
Debo preparar mi vida de antemano como con las piezas de entiende entonces más que lo que quiere entender, lo que
ajedrez, un ajedrez y no una ruleta, debo reducir el lugar del tiene un efecto despreciativo sobre quien quiere expresarse.
azar. Tengo miedo a las reacciones de los demás, no compren- (Sylvie no era sino agradablemente extraiía a los ojos de su
do su comportamiento, sus gestos, sus actitudes, estoy sin padre.) Sintiéndose incomprendido, el paciente reitera su
armas con el mismo título que un muchacho que no compren- demanda, que provoca la misma respuesta, diálogo de sordos
diera el lenguaje de la gente y rompiera la TV y quemara los infinito entre el psicótico y el otro. El psic6tico puede así
libros. Lo que le pido a las personas es que sean objetos minar al analista poniéndolo en vilo en su teoría o su
benévolos que tengan siempre el mismo papel, la misma
función. Necesito que se ordenen en una pirámide, en esca- práctica.
lera más bien, debo saber en qué lugar están. Sujeto supuesto saber, el analista no siempre puede serlo
para el psicótico, que piensa que el Otro sabe y no sabe, pero
Lo que se destaca en la escucha de los psicóticos es la también que sabe todo o no sabe nada.
permanencia del discurso paradójico, "coexistencia de Pitias Si el analista se atiene a la regla de la atención "flotante",
y la razón", decía Christian, coexistencia del sí y el no, de lo corre el riesgo de flotar cada vez más, de dejarse arrastrar al
verdadero y lo falso, de lo bueno y lo malo, de lo alegre y lo abandono, la locura o el adormecimiento (¡para Searles, el
triste, del amor y el odio, confusión que traduce bien esa paciente se convertía en el "terapeuta simbiótico"!). 8
ausencia de contradicción que reina en el inconsciente y el Si su atención es demasiado sostenida, tendrá tendencia
ello: a restablecer la coherencia del discurso borrando sus contra-
dicciones internas, y en devolución escuchará que le repro·
Los procesos que se desarrollan en el ello no obedecen a las chan "ser como los demás": "Usted quiere que yo sea normal
leyes lógicas del pensamiento; para ellos, el principio de pero no me da los medios. No me indica un método".
contradicción es nulo. En él subsisten emociones contradic- En cuanto a la "neutralidad benévola", el psicótico puede
torias sin contrariarse, sin sustraerse las unas a las otras. [... ] tener a la neutralidad por indiferencia absoluta, ausencia
En el ello, nada que pueda compararse a la negación [... ] nada real, vacío, y a la benevolencia por amor total capaz de
que corresponda al concepto de tiempo. [... ] Los deseos que no invertirse en malevolencia persecutoria. Por lo demás, este
surgieron nunca fuera del ello, así como las impresiones que sentimiento persecutorio no siempre carece de fundamentos,
permanecieron enterradas en él como consecuencia de la ¡tan exasperantes pueden volverse estos pacientes!
represión, son virtualmente imperecederos. 7

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lf"

Double bind actitud que, como buen conocedor del inconsciente, el hijo
percibe en seguida y a la cual responde en espejo retirando el
brazo. El movimiento de retirada es percibido por la madre
Bateson, en 1956, establece la teoría del double bind, tradu- como proveniente de su hijo, su propio retroceso se mantuvo
cido como "doble vínculo" o "doble coacción" (llamado tam- sin duda inconsciente. Va entonces a hacer recaer en él la
bién traba, callejón sin salida, control). Esta teoría tuvo, y responsabilidad por la ambivalencia que preside su relación,
conserva aún, numerosas implicaciones teóricas y terapéu- por su "yo te amo, yo tampoco", odienamoramiento que
ticas del otro lado del Atlántico. excluye tanto el acercamiento (peligroso para la madre) como
La familia sería la responsable de la locura de uno de sus la distancia, pues el "Querido, tus sentimientos no deberían
miembros debido a un modo de comunicación de tipo paradó- avergonzarte y asustarte" se aplica sin duda de igual modo
jico. El enfermo presunto ilustraría asílas paradojas familia- a ella misma. La agresión al enfermero no es más que un
res de la comunicación. La madre, en particular, sería desplazamiento, es a su madre a quien el paciente tendría
"esquizofrenógena" a causa de los mensajes contradictorios que matar para no perderse.
que transmite a su hijo. ¿No reencontramos aquí, caricaturizado, lo que dijimos
Watzlawick describe así este double bind: acerca de las manifestaciones del inconsciente y el ello, lama-
nera en que el sujeto se traiciona en su palabra y sus actos
Se emite un mensaje que, a) afirma algo, b) afirma algo sobre con los que deja adivinar, sin saberlo, la ambivalencia de sus
su propia afirmación, e) estas dos afirmaciones se excluyen. pulsiones y su deseo? Nos encontramos ante una aparente
[... ] Si el mensaje es una conminación, es preciso desobede-
cerla para obedecerla [... ] el sentido del mensaje es por lo contradicción entre el decir y el hacer, aparente pues las pala-
tanto indecidible. El receptor del mismo es puesto en la bras no desmienten del todo a los actos. De hecho, parece
imposibilidad de salir del marco fijado por el mensaje. 9 haber un error sobre la persona. La madre acusa a su hijo por
la ambivalencia de su vínculo, desconociendo que es suya.
Todos los ejemplos citados ponen el acento sobre la ambi- Esta acusación: "N o me quieres más. Me quieres demasiado,
güedad del mensaje emitido. La observación princeps de tienes vergüenza de tus sentimientos" es a la vez verdadera
Bateson sigue siendo valedera. Se trata de la madre de un y falsa.
joven esquizofrénico que va a ver a su hijo al hospital. El Es verdadera en cuanto expresa la verdad del paciente,
enfermo parece feliz de volver a verla, la recibe con esponta- errónea cuando esos sentimientos son atribuidos únicamente
neidad y le pasa el brazo alrededor de los hombros. La madre a él. La madre descalifica a su hijo negando lo que éste recibió
da de inmediato la impresión de retroceder. El enfermo retira perfectamente del doble mensaje que le dirige, pero él no
el brazo. La madre le dice: "¿Así que no me quieres más?" El puede poner en cuestión este mensaje ni sospecharlo ni
enfermo se ruboriza y ella agrega: "Querido, tus sentimien- reprimirlo dado que es esquizofrénico, por lo tanto preso en
tos no deberían avergonzarte y asustarte con tanta facili- su totalidad de sus contradicciones y subyugado por una
dad". El enfermo la deja en el acto y, poco después, se excita madre todopoderosa cuyo objeto sometido sigue siendo.
y agrede a un enfermero. Todos los niños están sometidos a las conminaciones
En este ejemplo, es evidente que la madre manifiesta un paradójicas de los adultos, de las que el prototipo mencionado
poco ruidosamente su molestia ante el contacto físico de su por Watzlawick es "Sean espontáneos": "Posición insosteni-
hijo mediante su actitud de retroceso cuando éste la abraza, ble, dice el autor, pues, para obedecer, tendría que ser

322 323
r
espontáneo por obediencia, por lo tanto sin espontaneidad". bula frente a uno vestida con un traje de baile con una pollera
Pero este tipo de conminación es muy trivial, y dudo que ultracorta, en una actitud provocativa" y lo acusa de tener
por sí sola pueda volver esquizofrénico a un niño. ¡Hemos "deseos lúbricos"... ¡"Las interacciones de esos dos niveles sin
comprobado con cuántas dificultades nos topamos al querer relación uno con el otro estuvieron a punto de hacerme perder
encontrarle causas a la psicosis! la razón", escribe Searles!
Frente al absurdo de una orden, el buen sentido popular De manera general, el niño no reacciona como un robot a
aconseja "tener en cuenta las cosas", "dejarlo correr" o decir, las conminaciones del adulto, no las toma al pie de la letra.
como Zazie: "Charlas, charlas". Charla siempre. Es lo que Ocurre con las conminaciones paradójicas como con todas las
hace el niño cuando percibe la ambigüedad del mensaje. demandas del Otro, comenzando por la demanda anal. El
Pues, ¿qué madre no deja adivinar permanentemente su niño escucha la demanda, responde o no a ella, pero se
ambivalencia frente a un ser que nunca responderá perfec- plantea más o menos abiertamente la cuestión del deseo. "Me
tamente a su expectativa? dice eso pero, ¿cuál es su deseo? ¿Qué sentido tiene eso?"
Si la ambigüedad es inherente a todo mensaje y la ambi- Todo sentido debe tener en cuenta el contexto. La conmi-
valencia a todo sentimiento, son indiscutiblemente prepon- nación paradójica: "¡Parte! Eres libre" puede suscitar las
derantes en los padres del psicótico: los deseos de muerte asociaciones "Al separarte de mí, me matas", "Te quiero
están apenas velados y las pulsiones son tan violentas que tanto como para pedirte que me deje! a pesar de mi pena",
exigen comportamientos de compensación que acentúan a su "Note preocupes si lloro, pero si a ti también te da pena sabré
turno la discordancia de la relación: hiperprotección, pala- que me quieres", etcétera. Me parece entonces que la pregun-
bras almibaradas desmentidas por el tono de la voz y el gesto, ta esencial es: ¿qué hace cada uno con sus propias paradojas
etcétera. El niño, en ese caso, no va a la zaga y responde a la y con las paradojas del otro?
vez a los votos conscientes e inconscientes de los padres por Nos encontramos allí en el punto de partida de la consti-
el desorden de su discurso y de su conducta. tución del sujeto. Si los dos sistemas, consciente e inconscien-
En este tipo de intercambios, uno puede preguntarse te, están en su lugar, si el objeto está separado y cumple su
quién vuelve loco a quién. función, la paradoja no molesta en absoluto al sujeto porque
H. Searles, en L'Effort pour rendre l'autre fou, 10 se pierde constituye la esencia misma de su estructura, a saber la
en los comienzos. Después de haber dicho: división que lo funda. La paradoja sólo se vuelve insoportable
si pierde ese estatuto e invade la escena, la de lo consciente.
De acuerdo con mi experiencia clínica, el individuo se con-
vierte en esquizofrénico en parte a causa de un esfuerzo
continuo -amplia y totalmente inconsciente- de la o las
personas importantes de su entorno para volverlo loco, De la contraparadoja
curiosamente relata una experiencia en que es su paciente
quien lo enloquece, en este caso una joven esquizofrénica Los psiquiatras no son del parecer de Zazie. Han declarado
particularmente seductora; es cierto que es dificil conservar la guerra a la paradoja e intentan circunscribirla y reducirla.
la sangre fría delante de una muchacha "muy atractiva Lo que el psicótico no puede realizar con sus pobres medios,
fisicamente" que habla de política y filosofia mientras "deam- por ejemplo al identificarse con una máquina, van a hacerlo

324 325
r· los científicos identificando su trabajo con lo que ocurre en la se sentiría feliz, en su miseria neurótica, de agradecer por su
cibernética: es la teoría sistémica. curación a un personaje que posee el Saber, que le demuestra
U na vez más, al inconsciente le van a hacer marcar el paso. un interés evidente y que está animado por un deseo tan
Es preciso poner fin a esta cabeza de Medusa, a esta hidra grande de verlo cambiar! Freud, que había curado más
irritante que renace sin cesar. La elección que el sujeto no rápidamente a las histéricas imponiéndoles las manos o
puede hacer, van a ayudarlo a llevarla a cabo. practicando la hipnosis que dejándolas asociar libremente, lo
Los procedimientos utilizados no carecen ni de imagina- sabía. Pero, ¿a largo plazo?
ción ni de eficacia, pero, cualesquiera sean sus formas, hace
falta un Amo. El terapeuta ya no debe ser pasivo y silencioso,
tiene que participar activamente en la lucha que el paciente
libra contra sus tendencias opuestas.
Notas
En la terapia sistémica, el inconsciente, aunque se reco-
nozca su existencia, será dejado a un lado, el terapeuta l. P. C. RACAMIER, "Les paradoxes du schizophrEme", 38• Con-
ayudará al paciente en su lucha atacando el mal mediante el gres des psychanalystes de langues romanes, Revue franr;aise
mal, lo que es la prescripción paradójica. de psychanalyse, 5-6 de diciembre de 1978.
He aquí lo que dice Watzlawick: 11 2. P. WATZLAWICK, J. WEAKLANDyR. FISCH, Changements,
Paradoxes et Psychothérapie, Seuil, 1975 [Cambio, Barcelona,
Prescribir el síntoma no es más que una forma posible de las Herder].
múltiples y diferentes intervenciones paradójicas que pue- 3. J. LACAN, Seminario "El síntoma", clase del17 de febrero de
den subsumirse en la expresión "dobles coacciones terapéu- 1976, Ornicar?, no 8, pág. 15.
ticas"; dobles coacciones que no son sino una imagen en 4. J. LACAN, Écrits, pág. 803.
espejo de una doble coacción patógena [... ] se formula una 5. lbid., pág. 379.
conminación cuya estructura es tal que refuerza el compor- 6. lbid., pág. 614.
tamiento que el paciente espera ver cambiar, aquélla crea 7. S. FREUD, Nouvelles conférences sur la psychanalyse, Galli-
con eso una paradoja puesto que se le pide que cambie mard,pp. 103-104.
manteniéndose sin cambiar. [... ] Este reforzamiento es el 8. Harold SEARLES, Le Contre-transfert, Gallimard, Connais-
vehículo del cambio. sance de l'inconscient, 1981.
9. P. WATZLAWICK, J. HELMICK-BEAVIN y D. JACKSON,
Con ello, al obligar al paciente a hacer lo que no quiere Une logique de la communication, Seuil, 1972.
(síntoma), se lo obliga a renunciar a él... ¡La elección se hace 10. Harold SEARLES, L'Effort pour rendre l'autre fou, Gallimard,
entonces de la mano del amo! Connaissance de l'inconscient, 1977.
11. G. BATESON, BIRDWHISTELL, GOFFMAN, HALL, JACK-
Otras técnicas vuelven a conceder el honor a la hipnosis. SON, SCHEFLEN, SIGMAN y WATZLAWICK, La Nouvelle
Milton H. Erickson la emplea en sus terapias. Bajo el efecto Communication, Seuil, 1981 [La nueva comunicación, Barcelo-
de la misma, el paciente se vuelve más receptivo, colabora na, Kayrós]; M. SELVINI PALAZZOLI, L. BOSCOLO, G.
mejor y está más dispuesto a salir de sus conflictos y a aceptar CECCHIN y G. PRATA, Paradoxe et Contre-paradoxe. Un
el cambio. nouveau mode thérapeutique face aux familles a transaction
Tales intervenciones han demostrado su eficacia, por lo schizophrénique, ESF, 1978 [Paradoja y contraparadoja, Bue-
menos inmediata, sobre los síntomas. ¡Quién de nosotros no nos Aires, Paidós].

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326

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1

EPILOGO

Dejemos aquí a esas nuevas terapias que quieren hacernos


olvidar a ese viejo recalcitrante del inconsciente, y cedamos
las palabras finales a Florence, que dirá, con sus pro-
pias palabras, lo que hemos intentado traducir en lenguaje
erudito.
Esta joven presenta trastornos importantes que oculta
cuidadosamente a sus allegados, lo que le permite cierta vida
social. He aquí cómo se expresa en sesión:
Estoy completamente dispersa, ya no siento los límites ni de
mi cara ni de mi cuerpo, siento los hombros y las nalgas ... Soy
una idea, no un cuerpo, no me gusta que me toquen, no me
gusta que me entren en los otros [sic]. Ayer, tenía la impre-
sión de ser muy pequeña, un óvalo, un cuerpo sin brazos, la
cabeza, sin límite, sólo un óvalo. No tengo fronteras en mis
pensamientos, no puedo enmarcarme, no logro delimitar las
formas de mi cara, cuando se interesan en mí, mis brazos se
agitan, los pies se elevan, un profe me miró, bailé, cuando
desapareció la cosa se detuvo ... Me siento como un hombre en
la parte baja de la espalda, no siento más que los huesos, no
tengo voluptuosidad, soy como un robot ... trato de mirarme
en el espejo, trato de sentir, pero el espejo me devuelve una
imagen tonta ...
Veo que soy al revés de los demás. En los demás, hay comu-
nicaciones secretas, intercambios que no capto en absoluto,
ca~ezco totalmente de espíritu, soy esquizofrénica.

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LA ANALISTA -¿Qué quiere decir "esquizofrénica"? dependiente de alguien, no vale la pena que haga esfuerzos
FLORENCE -Quiere decir que no recibo afecto de los demás. si me manipulan.
Cuando digo algo, no veo todo el sentido que eso puede tener, Voy a suicidarme, ¿qué vale una vida? De todas maneras, no
para mí es de tierra a tierra, cómo tomar conciencia con mi conozco la vida.
pensamiento, veo cosas, las siento por mi cuerpo, no puedo LA ANALISTA -Suicidarse, ¿qué es?
expresarlas, querría ser un baldío pero estoy cortada, la vida, FLORENCE -Actuar sobre mí misma para tener un resultado
no es así de fácil. por fin, que lo sienta, tengo ganas de partir, de dejar mi lugar
Pongo mis sentidos en el exterior de mí misma para ir hacia como recuerdo porque no es más que eso, yo, recuerdos de mí.
la gente, trato de exteriorizarme, me digo: ¿cómo hacen para
pensar eso? No tengo nada en el corazón, no puedo hacerme
una opinión personal, no recibo las cosas como un don sino
como un aguante (sic).
Pienso todo el tiempo en mi ano, pongo los labios como culo
de pollo, no entendí qué era la sexualidad, mis padres me
dieron una mala educación.
Hay cosas que no entiendo: "veintidós los canas", "eso me
hace una hermosa pierna". Me llevo bien, no sé llevarme, no
sé cómo hacer.
Tengo en mí una fuerza atractiva polarizante que me des-
orienta, una fuerza como dos imanes que se rechazan, de eso
saqué la conclusión de que me hago el amor a mí misma, debo
ser feliz pero no me doy cuenta.
La gente no para de transformarse, C. (su profesor de
guitarra) perdió veinte kilos en unos días, cuando llegan a
transformarse así, ¡eso es tranquilizador!
Renaud dijo en la radio: hay gente que me detesta, otros que
me adoran, yo no formo parte ni de un campo ni del otro, lo
detesto y lo adoro.
Estoy obligada a tener reacciones, no vienen espontánea-
mente, para no tener un aspecto muerto es preciso que
invente, eso me reduce al esqueleto, hay vacíos en mí, no
formo un todo enganchado, para hablar me hace falta cerrar
diferentes partes de mí.
El tiempo avanza retrocediendo como si el tiempo empujara
mis pensamientos y yo avanzara hacia ellos. No tengo para
nada nariz, si tuviera una nariz sabría conducirme.
Escucho voces en el metro, corría más lentamente que de
costumbre, en treinta segundos, yo había llegado a París,
estoy en otra parte, alguien me manipula en mis actos y mis
pensamientos, es alguien que provoca mi curación, soy

330 331
r
INDICE

l. LA HISTORIA DE SYLVIE ...................................................... 7

11. NACIMIENTO DEL SUJETO ................................................. 37


Discurso común y discurso médico .................................. 41
Otro discurso, psicológico ................................................ 43
Del niño objeto a al objeto a del niño .............................. 4 7
El deseo del niño .............................................................. 49
El embarazo ..................................................................... 51
El caso de la señora B* .................................................... 53
Niños hipotróficos ............................................................ 54
Nacimiento y conocimiento ............................................. 55
El capital del niño ........................................................... 57
De los sufrimientos antes del nacimiento ....................... 58
Los primeros días ............................................................ 60
Alimentarse ..................................................................... 63
De la necesidad al deseo .................................................. 64
Presencia del Otro ........................................................... 67
Corentin, el prematuro .................................................... 70
El niño en la economía pulsional del Otro ...................... 73
La pulsión oral y la pulsión anal del Otro ...................... 76
La historia de Lucie ........................................................ 81
La voz y la mirada del Otro ............................................ 82
Paul-Marie y su eczema .................................................. 84
La pulsión sadomasoquista del Otro .............................. 87

333
r Lugar del niño en los fantasmas parentales .................. 92
Sylvie en el corazón de la red libidinal
de toda una familia ..................................................... 95
Diacronía y sincronía .................................................... 241
Condensación, desplazamiento, asociación ................... 244
Ejemplos clínicos ........................................................... 249
III. CLíNICA DEL OBJETO ................................................... 105 VI. REPRESIÓN O FORCLUSIÓN ............................................ 259
De qué naturaleza es el objeto a ................................... 111 Naturaleza de la represión ............................................ 259
El lugar del corte ........................................................... 113 La metáfora y el sujeto ................................................. 262
El objeto como perdido .................................................. 115 ¿De qué manera la metáfora incumbe al sujeto? ......... 265
Goce y angustia ............................................................. 120 De la poesía a las palabras-valijas ............................... 266
La angustia psicótica .................................................... 123 ¿Hay represión en la psicosis? ....................................... 268
Volvamos a hablar de Sylvie ......................................... 128 El bloqueo significante .................................................. 272
El cuerpo y su representación ....................................... 134 Eco y memoria ............................................................... 275
El objeto oral ................................................................. 141 El discurso desencadenado ............................................ 278
La estructura del ello .................................................... 145 "Un aprendizaje externo" .............................................. 282
Condiciones mínimas El imposible anudamiento ............................................ 285
para que se produzca un sujeto ................................ 149 Figuras de la forclusión ................................................. 288
jCome, Sylvie! ................................................................ 153 ¿Por qué, cómo la psicosis? ............................................ 292
¿Y el objeto anal en Sylvie? ........................................... 158 La estabilización selectiva de las sinapsis .................... 294
Sobre la voz ................................................................... 161 ¿Hay psicosis antes de la psicosis? ................................ 297
El pseudo-objeto transicional del psicótico ................... 163 El yo en la psicosis ......................................................... 298
IV. EL ESPEJO CIEG0 ......................................................... 169 VII. ¿CURAR LA PSICOSIS? ................................................. 303
El intercambio de las miradas ...................................... 174 De la psicosis a la perversión ........................................ 304
Sylvie y el espejo ........................................................... 175 La partida de Sylvie ...................................................... 307
La visión y la mirada en la psicosis .............................. 184 La experiencia de otra institución ................................ 309
¿Qué puede leerse en una mirada? ............................... 191 La familia ...................................................................... 312
Las paradojas de la psicosis .......................................... 314
V. EL LENGUAJE LOCO ....................................................... 197 La confusión entre lo viviente y lo inanimado .............. 318
La invasión del significante "delantal" ......................... 199 Double bind ................................................................... 322
¿Se trata de un recuerdo-pantalla? ............................... 204 De la contra paradoja ..................................................... 324
¿Se trata de un fantasma? ............................................ 211
¿Qué hacer con los significantes del sujeto EPíLOGO ................ . ........................................... 329
en el análisis? ............................................................ 218
El lenguaje "delirante" en Sylvie .................................. 219
Las palabras de niño ..................................................... 224
Lingüística y lingüistería .............................................. 231
Freud, Saussure, Lacan ................................................ 237

334
335
.,
Cuando sus padres la llevan por primera vez al analista,
Sylvie tiene tres años. La habitan la angustia y el terror: no
tolera ningún contacto; es casi imposible lavarla o peinarla,
sus gritos lo impiden.
Sus padres ya han consultado muchos especialistas y la niña
ha sido sometida a múltiples exámenes neurológicos que
no han permitido detectar ninguna anomalía; los tests psi-
cológicos, por el contrario resultan "catastróficos".
El cuerpo médico es unánime: se trata de un grave retraso
del desarrollo, que requiere de una atención "de por vida"
en un hospital psiquiátrico.
Desesperados;, los padres deciden consultar a una célebre
especialista parisina que trata con éxito niños gravemente
enfermos. Más bien pesimista, ésta los deriva a Anny Cordié
para que la niña comience un psicoanálisis.
Un niño psicótico es el relato de esa cura, que durará ocho
años. Es también la tentativa de definir, a partir de las en-
señanzas de Jacques Lacan, el origen, la estructura y el posible
tratamiento de la psicosis.
Anny Cordié, neuropsiquiatra y psicoanalista, es miembro
de la Escuela de la Causa Freudiana.

Ilustración de tapa: Gustavo Roldán

Psicología
I.S.B.N. 950-602-315-8
Código N2 547
. Contemporánea

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