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(i) Existe algún punto c ∈ (a, b) tal que f (b) − f (a) = f 0 (c)(b − a).
(ii) Si además existe alguna constante M tal que |f 0 (x)| ≤ M para todo
x ∈ (a, b), entonces |f (x) − f (y)| ≤ M |x − y|, ∀x, y ∈ [a, b] (Fórmula
de los incrementos finitos)
Entonces
(i) Etapa 1:
Supongamos en primer lugar que el segmento [a, b] está contenido en
algún n-rectángulo cerrado R contenido a su vez en U . Por definición, un
n-rectángulo (cerrado) es un producto cartesiano de n intervalos (cerrados)
de R, es decir un conjunto de la forma
R = [c1 , d1 ] × . . . × [cn , dn ].
Evidentemente cada uno de los nuevos puntos que utilizamos en esta des-
composición pertenecen a R, y en cada paso los dos puntos que aparecen
sólo se diferencian en una de las coordenadas. Entonces, la existencia de de-
rivadas parciales en cada punto de R, nos permite aplicar en cada uno de los
pasos anteriores el teorema de valor medio para funciones de una variable,
en efecto vayamos al primer paso y consideremos la función de la variable
48 2.27
Etapa 2:
Veamos ya que la desigualdad anterior se verifica en el caso general. Para
ello vamos a utilizar el siguiente
1 1 1
a = c0 , c1 = c0 + (b − a), c2 = c1 + (b − a), . . . , cp = cp−1 + (b − a) = b
p p p
1
kypk − dk∞ ≤ kypk − dpk k∞ + kdpk − dk∞ ≤ + kdpk − dk∞ → 0,
pk
lo que nos dice que la sucesión {ypk } de puntos de U c converge a d. Pero esto
es absurdo, pues como d ∈ U y U es abierto cualquier sucesión que converja
a d debe tener sus términos a partir de uno en adelante contenidos en U .
Nota. Los teoremas 2.26 y 2.27 pueden extenderse a funciones con valores en
un espacio normado de cualquier dimensión (F, k k). En tal caso la hipótesis
sobre las derivadas parciales habría habría de ser
∂f
k (x)k ≤ M,
∂xj
para cada x bien en (a, b) o en algún abierto conteniendo a [a, b], según
estemos en las condiciones del Teorema 2.26 o en las del Teorema 2.27. La
conclusión, la misma:
Hay varias demostraciones para este lema. Una de ellas, tomada básicamente
del libro de T.M. Flett [12], puede verse en Manual (Lema 8.10(2) y Teorema
8.12). Otra puede verse en el libro de H. Cartan [5]. La demostración que
damos a continuación, quizá la más corta, es la que se basa en el potente
resultado del Análisis Funcional conocido como teorema de Hahn-Banach:
2.1. Consecuencias
2.31 Sea U un conjunto abierto convexo de Rn y f : U → Rp una función
que admite derivadas parciales acotadas en U . Entonces f es lipschitziana
en U.
son continuas en a debe existir alguna B(a, rij ) tal que si x ∈ B(a, rij )
entonces
∂fi ∂fi ∂fi ∂fi ∂fi
(x)− (a) ≤ 1 ⇒ (x) ≤ 1+ (a) ≤ M = (1+máx (a)).
∂xj ∂xj ∂xj ∂xj i,j ∂xi
Tomando r = mı́n rij , de 2.31 se deduce entonces que f es lispchitziana en
B(a, r).
Para que f sea diferenciable en a hemos de ver que
Pn ∂f
f (x) − f (a) − j=1 ∂xj (a)(xj − aj )
(2.8) lı́m = 0.
x→a kx − ak
Para ello vamos a aplicar de nuevo 2.31 a la función
n
X ∂f
g(x) = f (x) − f (a) − (a)(xj − aj ).
j=1
∂xj
Es claro que
∂gi ∂fi ∂fi
(x) = (x) − (a).
∂xj ∂xj ∂xj
Por tanto, aplicando el hecho de que las derivadas parciales de f son con-
tinuas en a, se tiene que para todo ε > 0 existe algún δ > 0 tal que si
x ∈ V = B(a, δ) entonces
∂gi ∂fi ∂f
(x) = (x) − (a) ≤ ε, ∀i, j.
∂xj ∂xj ∂xj
52 2.34
Corolario 2.35 Si todas las derivadas parciales de una función f son con-
tinuas en un abierto U de Rn entonces f es locamente lipschitziana y dife-
renciable en U .
Ejercicios
2N (a) Probar que si k · k es una norma cualquiera sobre Rn , entonces la apli-
cación x → kxk es una aplicación lipschitziana que no admite derivadas
direccionales en 0.
(b) Sea U = {(x, y) ∈ R2 : x2 + y 2 < 1} \ {0} × [0, 1], y consideremos la función
f definida sobre U por
(
y 2 si x > 0 e y ≥ 0
f (x, y) =
0 en otro caso
2P Consideremos la función
(
x sen ln(x2 + y 2 ) si (x, y) 6= (0, 0)
f (x, y) =
0 si (x, y) = (0, 0)
Probar que f es una función continua en todo punto, que admite derivadas parciales
acotadas en R2 \ (0, 0) ¿Es lipschitziana?
∂f ∂f
(x, y) = 1 ; (x, y) = y, ∀(x, y).
∂x ∂y