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Esto me lo pidió Adrián y lo comparto por si alguien quiere curiosear. El motivo
seguramente es la caña que os doy con el cine que no veis. Seguramente mi afición por
el llamado séptimo arte, los buenos ratos pasados con él, las imágenes que quedan en
mi retina, me llevan a pensar que es un camino complementario a los libros para
entender el mundo y a uno mismo. Que ahora lo que lo pienso vienen a ser ambas la
misma cosa.
Por otro lado hacer una lista, escoger, es un ejercicio a medias entre la tortura, la vanidad y la estulticia: tortura
porque dejar fuera es muy difícil, porque cada vez que piensas qué escogerías cambias la selección volviendo a
devanarte los sesos y porque muchas de ellas en realidad preferiría verlas con vosotros/as para compartir la
emoción, que es por lo que hace estas cosas (aunque soy un coñazo para los visionados, comento, me emociono,
señalo cosas que todo el mundo ve…) , vanidad porque hay un océano de cine que no he visto y porque creer que mi
mirada tiene algún valor para alguien fuera de mí es la representación perfecta de aquella frase del Eclesiastés
“vanidad de vanidades y todo es vanidad”, y estulticia porque la pasión es intransferible, aquello que nos enardece
lo hace porque toca en nosotros/as teclas que a otra persona dejan indiferente. Cernuda dejó escrito que “el deseo
es una pregunta cuya respuesta nadie sabe” y esa sigue siendo una gran verdad, el deseo nos une en tanto pulsión,
pero su objeto nos separa. Lo que nos conmueve y apasiona a veces es una sorpresa incluso para uno/a mismo.
Así que:
‐ La lista iba a ser 10 de cada, pero hay añadidos por si algún/a ya la conocéis.
‐ No se trata de poner pelis o libros “que tengas que ver/leer antes de morir”, o para transmitir valores –
la red está llena de ese tipo de listas, y esto no es catequesis – aunque todas los tengan, el objetivo es
descubrir, disfrutar, sorprenderse, reflexionar..., así que hay para ver con palomitas y amigos/as, a otro
tipo de cosas más intensitas. Acordaros que los dioses maldicen a quien convierte el arte en una
gymkana, o una competición de méritos. Guiaros por el placer y abandonad lo que no os aporte, ya
tendrá su momento. O no. O tirad la lista y haced la vuestra, que será lo más inteligente.
‐ Yo solo os diré de cada película…lo que me apetezca, si queréis saber más ya sabéis, Filmaffinity. Con los
libros haré igual, así que buscad reseñas.
PELICULAS
Matar a un ruiseñor: Porque todo el mundo debe aspirar, alguna vez en la vida, a ser Atticus
Finch.
Un lugar en el mundo: Porque, aunque no lo sepamos, eso es lo que buscamos. A veces sin
saberlo.
El hombre que mató a Liberty Valance: Porque una lista de películas sin un western no tiene
sentido. Pero sobre todo porque aquí se pone en juego esa lucha entre la justicia entendida
como ley y la ley de los hombres, entre la civilización y la tradición, entre John Wayne y James
Stewart. Y el cocinero es John Ford.
¿Quién puede matar a un niño?: ¡Una de terror! Porque el terror no tiene que salpicar de
sangre la pantalla y dar sustos sobrenaturales. El miedo está dentro de nosotros, solo hay que
agitarlo.
Mi vida sin mi: Porque hay que descubrir a “la” Coixet. Y porque la valentía no está en
enfrentarse a otros sino a uno/a mismo/a, a nuestra desaparición, sin convertirlo en una
tragedia sino mirando qué dejamos aquí.
Lost in translation: Por Bill Murray. Por Scarlett Johansson. Por la mirada de Sofia Coppola a la
soledad y a la ternura. Por los encuentros entre extraños. Y por Japón.
Un día perfecto: Una mirada irónica, pero muy real y lejos de grandilocuencias, al mundo
del cooperativismo, con los restos de la guerra de Yugoslavia de fondo. Grande León de
Aranoa, y Benicio, y Tim.
Anatomía de un asesinato: ¡Una de juicios, por favor ¡ Pero una que pone nuestros prejuicios
en cuestión y nos hace sonreír, con unas actuaciones memorables – esa Eve Arden haciendo
de secretaria ‐ y una banda sonora inolvidable para amantes del jazz.
Hola ¿Estás sola?: Dos amigas lanzándose al mundo, aprendiendo a vivir y buscándose la
vida y una directora con una mirada propia. Y Candela, por supuesto.
Timbuktú: Un poema con un triste final, un alegato a favor de la convivencia, y una muestra
de lo que es el integrismo.
El viaje de Chihiro: El estudio Ghibli ¡Cuánto hay que aprender de la animación nipona! Sin
hilo argumental, sin explicaciones, con magia, y una banda sonora de altura.
Historias de Filadelfia: ¡Una comedia, por favor! Pues aquí está, unos diálogos de lujo y unos
personajes inteligentes (abstenerse forofos de Dos tontos muy tontos, American Pie, Virgen a
los cuarenta….y seguidores de Adam Sandler en general).
Apocalipsis Now: ¡Una de guerra, por favor! Tomároslo con calma, pero aguantad hasta el
final. En realidad no es una película bélica, es Joseph Conrad y Nietzsche revisitados. Y oleréis
el napalm por la noche.
La vaquilla: Porque se pueden contar las historias desde el humor sin por ello dejar de decir lo
que queremos. Y porque “en pelotas todos somos iguales”. Y Berlanga, por supuesto.
Los exiliados románticos: Cine de hoy con gente de hoy. Fresco y sin subrayados pero con
relleno.
La noche del cazador: Bueno dejadme acabar con un capricho. Una extraña película de un
gran actor, machacada por la crítica y que permanece para que el predicador siga
explicándonos la historia de la humanidad con sus nudillos.
Y El olivo, y Antes del amanecer, y Lejos de los hombres, y El verdugo, y También la lluvia, y la Misión y En
el calor de la noche, y Las uvas de la ira, y La caída de los dioses y Las tortugas también vuelan (cuidado) y
Babel y Noche en la Tierra, y El Jinete de Ballenas, y El club de la Geografía, y El Beso de la mujer Araña, y
El método y, Antes de la Lluvia y En Tierra de Nadie…
Esto no es un catálogo, es una sugerencia. Pero hay muy buen cine por todos lados….si os apartáis de las
carteleras.
LIBROS
Lo de los libros es aún más complicado, porque esos los construimos nosotros, ponemos rostros y acentos, y
acaban resonando dentro nuestra al margen de lo que los/las autores/as hayan buscado con ellos. En fin allá voy,
con la misma vocación antipedagógica de antes:
Poesía: ¡¡¡ Encontrad la vuestra!!! Clásicos o contemporánea, Juan Ramón o Rafael Espejo, Patricia
de Benito o Machado, José Hierro o Benjamín Prado, Pessoa o Emily Dickinson, o García Montero al
que conocisteis. Buscad las palabras con no os dejen indiferentes, que sean ecos de lo que os suena
dentro. Poemas hay muchos, pero poesía no tanta, no abandonéis porque cuando llega, arrasa.
100 años de soledad / El amor en los tiempos del cólera (G. García Márquez): La magia amasando la
literatura y una escritura exuberante. El siglo XX sin García Márquez no se entiende.
Seda/ Homero Iliada (Alessandro Baricco): Un poema en prosa, Seda, para releer. Y el placer de
descubrir la Iliada a través de las voces de sus protagonistas.
Deseo de ser punk (Belén Gopegui): “Creo que tener dieciséis años, llamarse Martina y no haber
tenido música es un asqueroso desastre. Porque si la hubiera tenido sentiría que pertenezco a algún
sitio, supongo”
El largo adiós (Raymond Chandler): ¡Una novela negra, por favor! “Quizá la mejor novela policial que
se haya escrito nunca” dijo de ella Ricardo Piglia. Y uno de los mejores comienzos de la historia de la
literatura.
Héroes (Ray Loriga): Escritura como puñetazos cargados de rock y ternura
Historias del Kronen (M.Ángel Mañas): Una foto de la realidad sin filtros…excepto Nietzsche.
Ana Karenina (L. Tolstói): Un hombre y una mujer se aman. Así empieza la literatura. Para lectores
de maratón. Pero el mundo no sería igual sin la literatura rusa.
El Aleph ( J.L.Borges)/ La autopista del sur (J. Cortázar): ¡Una de relatos! Pues ahí van los maestros.
Los aires difíciles /Malena es nombre de tango (Almudena Grandes): Porque en Cádiz sabemos de
aires. Y porque Almudena mira la realidad tan de cerca que la atraviesa.
El pintor de batallas (A. Pérez Reverte): Los supervivientes no siempre son inocentes, y quien ha
vivido muchas guerras lo sabe.
Moby Dick (H.Melville): Una buena traducción y a bucear en el alma de los hombres y sus bestias.
Hermano de hielo (Alicia Kopf): Hablar de uno mismo y de las relaciones filiales a través de la
exploración del ártico. Diferente, absorbente.
El nombre del viento/El temor de un hombre sabio (P. Rothfuss): “Todo hombre sabio teme tres
cosas: la tormenta en el mar, la noche sin luna y la ira de un hombre amable”
Impresionante.
Si empezáis y no está ahí lo que buscáis dejadlo. Hay mucha literatura. Aunque a algunos libros hay
que darles tiempo hasta llegar al corazón.
Alejandro Albaladejo del Castillo