Está en la página 1de 4

Moral corporal, trastornos alimentarios

y clase social de José Luis Moreno Pestaña

Centro de Investigaciones

Sociológicas.

Madrid 2010

Jesús Ángel Ruiz Moreno

José Luis Moreno Pestaña construye en en conflicto– pasa a gestionar una parte im-
87
Moral corporal, trastornos alimentarios y clase portante de su existencia. Esa gestión les cierra
social un análisis sociológico de los trastor- ciertas posibilidades en la vida cotidiana pero
nos alimenticios desde las clases sociales sin también les abre otras. Algunas abandonarán
que desemboque en idealizaciones moralizan- ese sistema, otras permanecerán en él. Tal es
tes o totalizadoras de algunas de ellas; antes al el tema de este libro. (p. 18)
contrario analizará desarrollos dinámicos, tra- Esta tensión produce, en ocasiones, pérdidas
yectorias, recorridos y desviaciones no simple- de control que son traducidas en un concepto de
mente de prácticas legitimadas o condenadas, enfermedad mental que se desgaja de la fenome-
sino particularmente de las desviaciones de la nología de la percepción de Merleau-Ponty en la
percepción y el sufrimiento que eso produce en que la premisa básica es la quiebra de los hábitos
el individuo. compartidos:
Las personas entran en tensión corporal, Cuando alguien introduce pautas de un
esta tensión les hace ganar un control enorme contexto en otro contexto, se produce una
sobre una parte de su experiencia llevándoles situación doble; los hábitos nuevos comienzan a
a perder el control de ámbitos importantes volver inhabitable el territorio, hasta entonces,
de sus vidas, esa pérdida de control hace que compartido. […] Solemos llamar enfermo a
ellas y/o sus próximos consideren que están aquel que obstinadamente introduce idénticas
enfermas (porque soportan costes corporales cuestiones sea cual sea la situación, cuya exis-
y espirituales enormes, porque se les percibe tencia se articula en una «escolástica» perma-
distorsionadas tanto en su cuerpo como en su nente: su vida parece gobernada por un único
alma) y, si no son capaces de apaciguarse con medio, por un exclusivo conjunto de pautas de
sus recursos o los de sus próximos, un sistema comportamiento, enhebrada a la consecución
de tratamiento público y/o privado –con redes de un único fin. Deja de estructurarse según
institucionales, profesionales y diagnósticos los hábitos compartidos, para orientarse fun-

* José Luis Moreno Pestaña es profesor de Filosofía en la Universidad de Cádiz e investiga y pública sobre
sociología de la filosofía, sociología del cuerpo y filosofía política. Sobre su trabajo puede consultarse el blog
hexis. Filosofía y sociología disponible en esta dirección http://moreno-pestana.blogspot.com.es»
laberinto nº 43 / 2015

damentalmente según otro: los de un entorno números se convierten en objetos sagrados, en


perecido, los de otro que resulta admisible sólo símbolos que dividen el mundo entre los inte-
dentro de ciertas áreas del presente plural de grados y los marginados. (p. 104)
una persona o los de uno en el que podría vir-
Por último, no desde un apriorismo político,
tualmente participar, pero en el que de hecho,
los que le rodean, no participan. […] La locura, configura las clases sociales. Moreno Pestaña
como arguyó Goffman, se instala en el lugar. utiliza el término de clases populares por la
(p.70-1) apertura teórica que le permite distinguir
prácticas entre campesinos, obreros de origen
Esta definición de enfermedad lleva a rural, etc., mientras los diferencia de las clases
Moreno Pestaña a enfrentar por un lado la dominantes y las diferentes prácticas y funcio-
crítica radical a la psicología y al concepto de namientos de los mercados sociales.
enfermedad mental como dominación de clase En el ámbito de la alimentación, las clases
que desarrolla Foucault (la tesis doctoral de populares se diferencian de las clases medias
Moreno Pestaña realizó una cronocartografía por una disposición alimenticia y un contexto
sociológica de la filosofía de Michel Foucault)1, cotidiano. En primer lugar, la disposición ali-
pero al mismo tiempo asumir elementos de menticia identifica la tendencia a privilegiar
dominio de «la institución» sobre el enfermo ya una alimentación que permita sentirse fuerte.
sea con la victimización –de modo que se infan- En segundo lugar, el contexto cotidiano agrupa
tiliza al enfermo- o la construcción del enfermo en las clases populares a aquellos segmentos
como elemento «contagioso». sociales que carecen de mercados de interac-
Una vez establecido el concepto de enfer-
88 medad –es interesante que traslade el funcio-
ción en los que el ascetismo alimentario reciba
recompensas constantes y no contradictorias-
namiento interno del campo (en el sentido de como es el caso de las clases medias y altas, en
Bourdieu) de la atención al enfermo al Capítulo las que la distinción corporal y sofisticación ali-
7, lo que lo deslinda de la guillotina de Foucault-, menticia (en la forma de conocimientos gastro-
comienza el análisis de los trastornos alimenti- nómicos) es una condición de la sociabilidad.2
cios desde la premisa de la sobrepuja corporal, Quisiéramos destacar de este concepto que
es decir, el aumento de la tensión corporal en la clases populares conlleva que las prácticas ali-
prácticas sociales (en el primer capítulo enmarca menticias reciban recompensas contradictorias;
las transformación del mercado corporal en el es decir, producen una cultura propia con sus
desarrollo del capitalismo desde el siglo XVI) propias prácticas prestigiadas y desprestigiadas,
que se convierte en enfermedad cuando su propio campo de desarrollo. Sin embargo
el cuerpo comienza a convertirse en la esto no se traslada a una alteridad en las «almas
principal fuente de «energía emocional» y en de las clases», Moreno Pestaña insiste en varias
el símbolo que vincula al individuo con sus ocasiones en este matiz que evita el populismo
semejantes. Igual sucede cuando un matemá- conservador (el majismo aristocrático) y la su-
tico especula continuamente sobre números y blimación propagandística.
un hincha de fútbol analiza milimétricamen-
te las progresiones de su club. En un mercado Una cultura propia no significa un aisla-
miento cultural absoluto: las clases populares
de interacción ritual como el configurado por
comparten muchos rasgos de la cultura de
el campo científico de las matemáticas, por
las clases dominantes, viven en el mismo tipo
el mundo de los aficionados, el fútbol y los
de formaciones sociales, comparten valores

1. La tesis doctoral está publicada en dos volúmenes. Moreno Pestaña, Convirtiéndose en Foucault.
Sociogénesis de un filósofo, Montesinos, Madrid, 2006 y Foucault y la política, Tierradenadie ediciones,
Madrid, 2011.
2. Martín Criado y Moreno Pestaña, Conflictos sobre lo sano. Un estudio sociológico de la alimentación en la
clases populares en Andalucía, Junta de Andalucía, p. 16 (de la edición en .pdf disponible en el blog del autor
moreno-pestana.blogspot.com.es).
Reseña bibliográfica

estéticos con ellas y no con los proletarios de que se estigmatiza y se condena, especialmen-
las películas de Eisenstein o con el pueblo de te desde el discurso masculino. Sin embargo,
las películas de Pasolini. (p. 116) en las clases dominantes hay ciertos tipos de
De este modo las prácticas alimenticias de prácticas3 de tensión corporal que incluso
las clases sociales populares están formadas, al podrían ser catalogados como trastornos ali-
estar construida de modo contradictorio, por menticios que están permitidos y prestigia-
habitus de equilibrio y autorregulación en el que dos, dado que el funcionamiento específico del
se combinan regulaciones de dejadez estética mercado corporal dentro de las clases domi-
(las prácticas comunes de las comidas opíparas nantes conlleva una mayor valoración social
en familia, por ejemplo), con la inquietud por sí de la delgadez. En este sentido, nos ha llamado
mismo (la tensión que marca el mercado sexual, particularmente la atención la vinculación de
sin ir más lejos). tensión corporal con el éxito social y el mercado
Hasta ahora hemos hablado de la cons- sexual en el que, en algunos casos, la colección
trucción teórica del trastorno alimenticio de amantes parece el proceso de reproducción
como quiebra de los hábitos compartidos y la ampliada capitalista.
sobrepuja de la tensión corporal para las desvia- Rosana apreció una fuerte confirmación
ciones de estos hábitos; hemos dejado abando- personal cuando le «quitó» (son sus palabras)
nado el trabajo empírico de campo que Moreno el novio a su amiga. Para ella, los hombres cons-
Pestaña realiza para este libro tanto en grupos tituyen un territorio de acumulación de expe-
de discusión como en asociaciones que atienden riencias que explicita con lenguaje próximo
al capitalismo de rapiña y a su conquista per-
a personas con trastornos alimenticios y que
acompañan cada momento de la argumentación manente de mercados en los que someter el
trabajo vivo: «Me gustan que sean fuertes,
89
y cada uno de sus matices.
que tengan mucho carácter y sobre todo que
Y lo hemos dejado porque son en los capítulos sean mayores que yo. Pero en cuanto me han
5 y 6 donde analiza, en el primero, los trastor- contado y yo les he sacado lo que he podido
nos alimenticios de las clases populares y, en el no me interesan, me aburro. ‘¿Qué me estás
segundo titulado «Dominadas por su domina- contando, no me interesa tu vida?’ La verdad
ción», sobre las clases dominantes. Para analizar es que me pasa eso con la gente». Durante sus
los distintos factores que intervienen en estas estudios universitarios, trabajó de camarera
desviaciones, José Luis Moreno Pestaña acude y acentuó los vínculos exclusivamente cor-
al concepto de sobredeterminación de Louis porales. En esos instantes, convertida en el
Althusser: las familias y sus hábitus sociales centro de las miradas de los clientes, explica,
que intervienen en la trayectoria (por ejemplo, se «sentía la dueña del pub» (pese a sólo ser
aquellas mesas en las que no se puede poner una empleada).( p. 220)
más de una comida), la tensión de los mercados Esta reseña no ha aspirado siquiera a entrar
sexual y de trabajo; la movilidad social, etc., en las distintas configuraciones de los tras-
están sobredeterminados en cada caso sin que tornos alimenticios, puesto que nos hubiera
se pueda dar una respuesta última general a la llevado a multiplicar las páginas; nos hemos
causa de los trastornos alimenticios. conformado con recoger simplificadas algunas
Aunque las diferencias del funcionamiento de las premisas teóricas y un ejemplo menor del
de la tensión corporal en la clases sociales no trabajo sociológico, para un texto indispensable
son tantas, sí podemos ver que, por ejemplo, no ya para el estudio de los trastornos alimenti-
la anorexia en las clases populares aparece cios, sino principalmente para el funcionamien-
marcada por la frivolidad, la anorexia es un to social de varios mercados cuya mercancía,
privilegio de adolescentes y estudiantes, por lo como en el último ejemplo, es el cuerpo.

3. José Luis Moreno Pestaña recoge: Como explicaba un psiquiatra en una conferencia ante familiares:
«hay que decirles a estas niñas que adelgazar está bien pero que sus métodos no son los adecuados». Algo
que implica por un lado la asunción de la delgadez como norma y cuestiona exclusivamente los modos
de alcanzarla.
laberinto nº 43 / 2015

90

También podría gustarte