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HISTÓRICOS Y SAPIENCIALES

Curso I Teología

LIBRO DE LOS MACABEOS I Y II

Luis Enrique Fonseca Moreno

Alexander Ascanio Bayona

Pbro. JUAN CARLOS JIMENEZ

Seminario Conciliar de la Arquidiócesis de Tunja

08 de mayo de 2019

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INDICE

I. GENERALIDADES

II. CONTEXTO GENERAL


III. EL PRIMER LIBRO DE MACABEOS

a) Historicidad
b) Autor y fecha de composición
c) Estructura
d) Contenido

 La proscripción del judaísmo y el comienzo de la guerra santa (167-166 a. c.)


 La guerra de liberación bajo judas macabeo (166-160 a. c.)
 Jonatán, jefe de los judíos y sumo sacerdote (160-142 a. c.)
 Simón, sumo sacerdote y etnarca de los judíos (142-134 a. c.)

e) Dimensión teológica

IV. LIBRO SEGUNDO DE LOS MACABEOS

a) Historicidad
b) Autor y fecha de composición
c) Estructura
d) Contenido

 Cartas a los judíos de Egipto y prólogo del autor


 La persecución de Antíoco IV
 La rebelión de Judas Macabeo y la purificación del templo de Jerusalén
 Luchas y victorias de Judas Macabeo bajo el reinado de Antíoco V
 Luchas y victorias de Judas Macabeo bajo el reinado de Demetrio I

e) Dimensión teológica

V. BIBLIOGRAFÍA

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INTRODUCCIÓN

Hay cuatro libros que conocemos con el nombre de Macabeos. Todos ellos deben su nombre
a Judas Macabeo el tercer hijo del sacerdote Matatías que comenzó la sublevación judía
contra los Seléucidas en el año 167 a.C. El nombre Makkabaios que es el apodo de Judas (1
Mac 2,4), procede del hebreo maqqabyahu, que significa “designado por Dios”, aunque
algunos intérpretes lo han entendido en el sentido de “martillo” (que golpea al enemigo) o
como “cabeza de martillo” (aludiendo a un defecto físico). Cada interpretación tiene sus
defensores, pero la primera es, con toda probabilidad, la correcta, puesto que la posición de
liderazgo de Judas (1 MAC 2,66) y el prestigio del que gozaba entre el pueblo (1 Mac 5,63-
64) exigen más bien el significado de “designado por Dios” que aquellas interpretaciones
que se basan en aspectos más bélicos o físicos.

La designación más antigua de 1 Mac, que se originó en hebreo, parece de la que se conserva
en el comentario de Orígenes al Sal 1 en la frase, que está textualmente corrompida. Cuando
corregimos esta frase nos encontramos con el título “el libro de la casa del jefe de los hijos
de Dios”. Existe un título correspondiente en la descripción de Simón (1 Mac 14,27) como
“jefe del pueblo de Dios.

La literatura judía antigua, que desconocía este título, utiliza, en cambio, la designación
“Asmoneos” cuando se refiere a Judas y su familia. La mayoría de los especialistas lo
consideran un nombre ancestral. Así, Josefo, su testigo más antiguo, habla de Asmoniaos,
que era el padre o el abuelo o incluso el bisabuelo de Matatías, el padre de Judas y sus
hermanos. Sin embargo, Zeitlin piensa que el término “asmoneo” no es un nombre personal,
sino un título honorífico que equivaldría al de “príncipe”.

La referencia cristiana explícita más antigua de estos libros, que se encuentra en Clemente
de Alejandría, a comienzos del siglo III. d.C.

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I. GENERALIDADES:

Los libros de los Macabeos son dos escritos independientes, que relatan las luchas del Pueblo
judío contra la dinastía de los Seléucidas, en defensa de su autonomía política y su libertad
religiosa. El título de los mismos proviene del sobrenombre "Macabeo", aplicado primero a
Judas -el principal protagonista de aquella lucha y extendido luego a sus hermanos e incluso
a sus partidarios. Según algunos, este sobrenombre deriva de una palabra hebrea que significa
"martillo", y aludiría a los tremendos golpes que Judas asestaba a sus enemigos; otros
piensan, en cambio, que significa "designado por Dios".

Esta época va desde el año 333 a.C., hasta el 63 a.C., fecha de la llegada de los romanos a
Israel. Pero, sobre todo, entre los años 170-160, cuando se da la revuelta de los Macabeos en
contra de la invasión cultural y religiosa de los griegos. Los lugares donde se viven los
acontecimientos son Siria, las montañas de Judá y Jerusalén.

Los protagonistas de esta historia son la familia de los Macabeos que se enfrentaron con
valentía al rey Antíoco IV.

Este tiempo se caracterizó por la penetración de la cultura griega deteriorando los valores
tradicionales judíos. Esto trajo fuertes conflictos religiosos y culturales. Era como decir que
sus costumbres y Dios no valían. Y que la verdadera religión y las buenas costumbres venían
de Grecia.

Pero la situación de agravó cuando los romanos empezaron a extender su territorio. El rey
Antíoco IV quiso hacerles frente y como eran más débil y no tenía recursos, robó objetos de
oro del templo de Jerusalén. Los judíos expresaron su descontento y Antíoco en vez de
corregir su error comenzó una represión al judaísmo aún más fuerte: prohibió la circuncisión
y otras observancias de la ley. Más aún, metió la imagen de Zeus (dios griego) en el templo
de los judíos. Esa fue la gota que derramó el vaso.

El pueblo indignado por la actuación de Antíoco y cansados de la opresión griega, encabezó


la resistencia. Los primeros en levantarse fueron los Macabeos. Poco a poco se fueron
uniendo otros grupos de gentes valientes y piadosas.

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Fue una lucha desigual, pero la mística y el coraje fueron más fuertes que el ejército de
Antíoco. Ante tanta muerte de gente mártir, el pueblo buscó una explicación y descubrió la
resurrección, porque la vida de tantos inocentes debía tener una recompensa.

La experiencia de Dios centró la defensa de su fe y símbolos culturales: el templo y la


circuncisión.

Los textos que nos recuerdan esta historia de lucha y resistencia son Daniel y I y II de
Macabeos.

I. CONTEXTO GENERAL:

Para comprender los hechos relatados en estos libros, es necesario tener en cuenta el contexto
histórico que dio origen a la rebelión de los Macabeos. En el siglo IV a. C., el Próximo
Oriente experimenta una enorme transformación política y cultural. Alejandro Magno, el
joven rey de Macedonia, se asegura el dominio sobre toda Grecia y luego se lanza a la
conquista del Imperio persa. Cuando una muerte prematura lo sorprende en Babilonia, en el
323 a. C., él deja tras de sí el más vasto Imperio conocido hasta entonces. Con sus conquistas
comienza la época llamada "helenística", cuya principal característica es la difusión de la
cultura y la lengua griegas en toda la cuenca del Mediterráneo.

Pero el Imperio de Alejandro no tarda en desmembrarse. Dos de sus generales se reparten el


Próximo Oriente: Tolomeo, hijo de Lagos, se adueña de Egipto y funda la dinastía de los
"Lágidas"; Seleuco se convierte en el soberano de Siria e inicia la dinastía de los
"Seléucidas". A raíz de esta división, Palestina se encuentra una vez más entre dos fuegos.
Durante un siglo predominan los Lágidas en Egipto, que se muestran respetuosos de las
costumbres nacionales. Pero en el 199 a. C., Antíoco III de Siria derrota al ejército egipcio y
Palestina cae en poder de los Seléucidas. A partir de este momento, la dominación comenzará
a desbordar el ámbito político, para extenderse al terreno cultural y religioso.

La opresión del Pueblo judío entra en su etapa más crítica con el advenimiento de Antíoco
IV, que se hace llamar Epífanes, es decir, "manifestación divina" (175-164 a. C.). Este rey
no se contenta con profanar y saquear el Templo de Jerusalén, sino que también hace edificar

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en la Ciudad santa una fortaleza, donde instala un destacamento de guardia permanente.
Luego promueve un vasto proceso de helenización de las costumbres y prácticas religiosas
locales. Así queda proscrita la Ley de Moisés y se la suplanta por la legislación del Estado.
Esta política de Antíoco encuentra colaboradores entre los judíos de las clases pudientes,
incluso entre los sacerdotes. Muchos, en cambio, prefieren afrontar la persecución y la muerte
antes que renegar de su fe, con la esperanza puesta en el Dios de Israel. Otro grupo,
finalmente, se inspira en el recuerdo de los antiguos héroes nacionales y elige el camino de
la resistencia armada. A este grupo pertenecen el sacerdote Matatías y sus hijos, y ellos
emprenden la guerra de liberación narrada en estos Libros.

II. EL PRIMER LIBRO DE MACABEOS

a. Historicidad

Es la historia de la revuelta de los Macabeos y su triunfo ante los reyes helenistas de Siria.
El 1 Mac es un libro de batallas, con muy poco culto y devoción personal en el que Yahveh
apoya a los combatientes de manera providencial.

Primero de los Macabeos se considera como un documento primario que abarca la historia
de las luchas de los judíos por su independencia en el siglo II a. C. El propósito del libro fue
probablemente legar a la nación judía una historia oficial de su casa real: la monarquía
asmonea. Traza la historia del período desde el encumbramiento de Antíoco IV Epífanes al
trono seléucida en 175 a. C., hasta el comienzo del reinado del rey sacerdote asmoneo Juan
Hircano en 135 a. C.

Sin embargo, el énfasis del libro descansa mayormente sobre las actividades militares, y
tiende a descuidar los aspectos sociales, económicos y religiosos del período. Después de
dar un informe de los hechos que condujeron a la rebelión macabea (1:1-2:70), la parte central
del libro enfoca las acciones militares de Judas (3:1-9:22) y sus hermanos Jonatán (9:23-
12:53) y Simón (13:1-16:24), quienes lo sucedieron en la lucha por la libertad religiosa,
primero, y por la libertad política después.

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b. Autor y fecha de composición

Si bien el libro no proporciona ningún dato sobre la personalidad de su autor, se puede


deducir del texto que era un judío fervoroso y un gran patriota. Vivió y escribió su libro en
Judá, pues muestra un conocimiento minucioso de la geografía y de la topografía de la tierra.
Es posible que participase personalmente en los acontecimientos que narra. Debió de tener
cierto rango social para poder acceder a las fuentes oficiales y a los archivos. Aparece como
un decidido partidario de la familia asmonea, destacando todo lo que esta hace por la
salvación y la gloria del pueblo judío 81Mac 5,63; 14,26; 16,2). Manifiesta su admiración
por todos los miembros de la familia de los Macabeos, de Judas a Juan Hircano. Pone de
relieve el protagonismo de Judas en la obtención de la libertad religiosa, la habilidad de
Jonatán en la expansión del territorio nacional, y la sagacidad y diplomacia de Simón para
asegurar la independencia política.

Este libro fue escrito en hebreo por un judío palestino alrededor del año 100 a. C., y es nuestra
mejor fuente para la historia de los primeros 40 años de las guerras macabeas.

La fecha de composición de 1 Mac se puede determinar bastante bien gracias a los datos del
propio libro (16, 23-24). Acaba con la muerte de Simón con los primeros hechos del sucesor,
Juan Hircano, que reinó del 135 al 106 a.C. ciertamente escribe bajo el reinado de Juan
Hircano, pero no nos da más datos de su reinado, bien porque no los considera favorables a
su manera de pensar, como sabemos por otras fuentes, bien porque no vivió para acabar su
obra. En fin, le facha más probable de composición estaría entre el 140 y el 130 a.C.

c. Estructura

 Capítulo 1 al 2: se hace referencia a las causas de la rebelión de los judíos


 Capítulo 3, 1 al 9, 22. Se narra las hazañas de Judas Macabeo
 Capítulo 9, 23 al 12, 53: se narra la actividad de Jonatán
 Capítulo 13, 1 al 16, 24: abarca el ciclo de Simón Macabeo

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d. Contenido

1 Mac es una obra histórica y teológica bien estructurada. El autor, posiblemente influido por
la obra histórica del cronista, presenta su libro como una continuación de la historia de 1-2
Cr y Esd- Neh hasta su época. Si los jefes macabeos – Judas, Jonatán y Simón – nos recuerdan
a los jueces y reyes de Israel, las plegarias y documentos oficiales de 1 Mac lo aproximan al
libro de Esdras. Dios interviene directamente en la historia de su pueblo; si no tan claramente
como en los libros de Samuel, y Reyes, al menos los macabeos atribuyen a la ayuda divina
sus victorias, y consideran las desgracias ocurridas a los judíos como castigo de sus pecados
(1Mac 4,55; 12,15).

Hay bastante unanimidad entre los estudiosos respecto a la estructura de 1 Mac en cuatro
partes: a) Introducción 1-2; b) Judas 31-9,22; c) Jonatán 9,23-12,53; d) Simón 13-16.

 La proscripción del judaísmo y el comienzo de la guerra santa (167-166 a. c.)

Un rápido bosquejo histórico describe la situación político-religiosa que desencadenó la


rebelión de los Macabeos. En una época en que todas las religiones paganas tendían a
fundirse en un vago sincretismo, Antíoco IV Epífanes decide eliminar los particularismos
dentro de su reino. Con este fin, promueve una especie de "revolución cultural", destinada a
imponer las costumbres y prácticas religiosas del Helenismo.

En abierta oposición contra esta política totalitaria, los sectores más intransigentes del Pueblo
judío reafirman la originalidad de su fe monoteísta y rechazan toda forma de compromiso
con el paganismo. Muchos pagan con la vida su fidelidad a la Ley, pero el sacerdote Matatías
convoca a la guerra santa y se refugia en las montañas, con sus cinco hijos y un grupo de
judíos fieles. Así encabeza un levantamiento popular, que luego será continuado por sus
hijos. El "testamento" de Matatías (2. 49-64) define claramente el sentido de esta resistencia
armada.

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 La guerra de liberación bajo judas macabeo (166-160 a. c.)

Al morir su padre, en el 166 a.C., Judas Macabeo se pone al frente de las improvisadas tropas
judías. A ejemplo de Josué y de los grandes jefes guerreros de Israel, él organiza la resistencia
e imprime un impulso irresistible a la lucha por la independencia nacional considerada como
único medio para alcanzar la libertada religiosa. Sus victorias sobre los generales de Antíoco
IV Epífanes le abren el camino hacia Jerusalén, donde entra después de tres años de guerras
continuas. Allí purifica el Templo y celebra solemnemente la fiesta de su Dedicación.

Después de la muerte de Antíoco IV, Judas Macabeo emprende varias campañas por los
países vecinos, para liberar a los judíos fieles a la Ley y castigar a sus perseguidores. Los
sucesores de Antíoco realizan nuevos esfuerzos por contener la insurrección, pero fracasan
en su intento. Cuando Judas comenzaba a consolidar sus posiciones mediante las
negociaciones diplomáticas, las intrigas de sus propios compatriotas lo obligan a reanudar la
lucha y él muere gloriosamente en el campo de batalla.

 Jonatán, jefe de los judíos y sumo sacerdote (160-142 a. c.)

La muerte de Judas Macabeo infligió un duro golpe a sus partidarios y acrecentó el poderío
de los judíos helenizantes. Pero estos últimos, en lugar de aprovechar la ocasión para unificar
el país, multiplicaron las persecuciones y las venganzas contra sus adversarios. La reacción
no se hizo esperar y, una vez más, estos se replegaron hacia el desierto de Judá, dispuestos a
continuar la lucha religiosa. Al frente de ellos estaba Jonatán, el menor de los cinco hermanos
Macabeos.

Jonatán no poseía la grandeza heroica ni la fe ardiente de su hermano Judas. Pero su actuación


se vio favorecida por las disensiones entre los pretendientes al trono de Siria que le
permitieron concluir con ellos una serie de acuerdos ventajosos. Así él pudo dilatar
progresivamente el territorio sometido a su control y gobernar a Israel con un amplio margen
de autonomía, hasta el momento de su trágico fin.

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 Simón, sumo sacerdote y etnarca de los judíos (142-134 a. c.)

Mientras el reino seléucida se debatía en un laberinto de conflictos internos, Simón, el último


sobreviviente de los hermanos Macabeos, continuó la política de su hermano Jonatán, que se
había fijado como meta la reconstitución del Estado judío. Bajo el gobierno de Simón,
comienza para Israel una era de progresiva independencia y de relativa tranquilidad. Él
reconquista la Ciudadela de Jerusalén, que desde hacía veinticinco años constituía una
amenaza permanente para la Ciudad santa y el Templo. También mantiene relaciones
diplomáticas con los sirios, romanos y espartanos, y logra que estos reconozcan su autoridad.
Finalmente, en una solemne asamblea del pueblo, Simón es proclamado jefe político y
religioso de la nación.

Pero también él, como su hermano Jonatán, es asesinado. Después de la muerte de Simón, el
poder queda en mano de su hijo Juan. De esta manera, los descendientes de Matatías fundan
la dinastía de los Asmoneos, que gobiernan a Israel hasta la conquista romana.

e. Dimensión teológica

Tampoco aquí encontramos uniformidad o continuidad. Las diferencias entre el primero y el


segundo libro de los Macabeos son aún más notables cuando indagamos en sus intenciones
teológicas. 1 Macabeos: respondiendo a sus intereses propagandísticos y de justificación de
la dinastía asmonea, concede más valor a los elementos políticos y patrióticos que a los
religiosos. Es verdad que sus héroes combaten por la ley y el templo, pero más por su 23
valor simbólico y aglutinante que por su contenido. Dios queda en un segundo plano, lo
mismo que la independencia religiosa queda supeditada a la política. Por eso, al autor no le
escandaliza que sus héroes reciban el sumo sacerdocio de manos de los reyes extranjeros o
que la monarquía llegue a recaer en una dinastía no davídica. La absolutización de los valores
nacionalistas y patrióticos le hace combatir a los judíos helenizantes con más saña que a los
enemigos extranjeros, convirtiendo las guerras de liberación en una permanente guerra civil.
El éxito militar legitimó de tal manera la posición de los macabeos, que su autor no dudó en
ver en ellos y en su obra el cumplimiento de las promesas y expectativas mesiánicas.

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III. LIBRO SEGUNDO DE LOS MACABEOS

a. Historicidad

Segundo de los Macabeos no es una continuación de Primero de los Macabeos. Es un


registro independiente y más detallado de los acontecimientos descritos en 1 Macabeos 1-
7, redactado desde el punto de vista de un teólogo moralizador. También comienza con la
entronización de Antíoco IV Epífanes y narra las luchas de los judíos para liberarse de los
sirios. Se admite que la mayor parte del libro, que abarca los primeros 15 años de las
guerras macabeas, es una condensación de la obra histórica en 5 tomos de Jasón de Cirene
(2:19-32). Describe cómo los jasîdîm, “piadosos”, devotos celosos de la Torah y la
ortodoxia legalista, resistieron la helenización forzada de los judíos. El libro enfatiza la
intervención sobrenatural de Dios en favor de los fieles. El autor pretende mostrar “las
apariciones celestiales en favor de los bravos combatientes por el judaísmo” (2:21, NBE),
y dar así instrucción y ánimo a los judíos.

Su relato sólo llega hasta la victoria de Judas Macabeo sobre el general sirio Nicanor en
Bet-horón (162/161 a.C.). Aunque abarca un período mucho más corto que Primero de los
Macabeos, en algunos lugares da más detalles, lo que determina que a veces parezca ser
sólo literatura y no una historia seria.

El libro comienza con 2 cartas, supuestamente de los judíos de Palestina a los judíos de
Egipto, en las que se describe la re dedicación del templo y se los invita a unirse a la
celebración de la fiesta anual de las Luces (1:1-2:18). El autor luego cuenta la historia
que condujo a la revuelta macabea (caps. 3-7); y en el resto de la obra describe los éxitos
de dicha revuelta, las victorias en las batallas (cap. 8), la muerte de Antíoco Epífanes (cap.
9), la purificación y la re dedicación del templo, y las victorias militares subsiguientes
obtenidas por Judas Macabeo en favor de los judíos (caps. 10-15).

En Segundo de los Macabeos se introducen nuevos conceptos doctrinales que no se hallan


en el primer libro, pues se registra la forma en que Judas Macabeo presentó una ofrenda
por los pecados de los muertos y oró para que fueran liberados de sus pecados con la
esperanza de la resurrección (cap. 12:43-45).

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b. Autor y fecha de composición

Por su introducción este libro parece haber sido escrito en Palestina alrededor del año 124
a. C. “Los que están en Jerusalén y en Judea, los ancianos y Judas saludan y desean
prosperidad a Aristóbulo, preceptor del rey Tolomeo, del linaje de los sacerdotes ungidos,
y a los judíos que están en Egipto.” (cap. 1:10 – BJ 1975). Si su habilidad es el manejo de
la lengua griega y el carácter florido y prolijo de su estilo nos muestran que el autor era
un judío alejandrino o, al menos, formado en las escuelas rétores, su corazón fariseo se
transparenta claramente en su celo por la ley y por el culto del templo, en su piedad
profunda y en su creencia firme en la resurrección. El libro se presenta como compendio
de la obra de un tal Jasón de Cirene (2, 19 – 32), a quien no conocemos. La narración de
Jasón abarca desde el año 180 al 160 a.C. es probable que este escribiera su obra poco
después de esta fecha, pues el abreviador, que redujo a uno los cinco volúmenes de Jasón,
debió de completar su trabajo hacia el 124 a.C. (1,9).

c. Estructura
 Capítulo 2, 19 al 32: introducción
 Capítulo 3, 1 al 7, 42: se hace referencia a las acusas de la rebelión
 Capítulo 8, 1 al 10, 8: se narran los primeros éxitos de Judas, la muerte de Antíoco
IV y la purificación del templo
 Capítulo 10, 9 al 15, 36: relatos sobre el liderazgo de Judas hasta la muerte de
Nicanor
 Capítulo 15, 37 – 39: conclusión del libro

d. Contenido

2 Mac es la historia de varias décadas, desde el reino de Seleuco IV (187-175 a.C.) hasta
la derrota del general seléucida Nicanor por los judíos 813 de Adra del 161 a.C.), durante
la administración de Demetrio I (162-150 a.C.). Consta de dos partes, que presentan
forman literarias diferentes, pero íntimamente unidas a causa de su semejante contexto
social. Una parte introductoria, que contiene fragmentos de varias cartas, en las que invitan
a los judíos de Jerusalén a los judíos de Egipto a participar en una fiesta relacionada con

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la fiesta de los Tabernáculos (2 Mac 1,1-2,18). Y el epítome o compendio, propia mente
dicho, de la obra de Jasón, que se centra en la historia del pueblo judío y de su Templo de
Jerusalén (2,19-15,39).

Desde la perspectiva judía, el período descrito en este compendio se caracteriza por el


acento de la tiranía griega, la persecución de los judíos y la subsiguiente guerra victoriosa
de la liberación. El prólogo (2,19-32) y el epílogo (15,37-39) caracterizan el tipo de
historia presentada en el epítome, a la vez que proporcionan información sobre el
contenido de los cc. 3-15. Según el prólogo, el cuerpo del libro no presenta los hechos
detalladamente, sino de forma amena y útil, de modo que ayude a revivir el recuerdo del
pasado, a la vez que proporciona entretenimiento y provecho a sus lectores (2, 25; 15, 37-
39). En este sentido, el autor se compara con el que prepara un symposion, un banquete
agradable e instructivo para sus invitados (2,26). El mismo prólogo sintetiza también los
contenidos del epítome y presenta una descripción de la estructura narrativa. Así, 2 Mac
2,20 indica que la presentación de los acontecimientos está dividida en dos partes,
marcadas por las referencias a las guerras contra Antíoco IV, por un lado, y las guerras
contra su hijo Antíoco V Eupátor (+162 a.C.), por otro punto.

La narración propiamente dicha de 2 Mac se estructura en dos bloques que terminan cada
uno con la institución de una fiesta: la purificación del templo o Hanukká (2 Mac 10, 1 –
8) y la fiesta del 13 de Adar o Día de Nicanor 82Mac 15, 36). El relato se abre con un
elogio del sacerdote Onías (2 Mac 3) y se termina con una plegaria de intercesión (2 Mac
15, 12 – 14). A la narración preceden dos cartas preliminares festivas, dirigidas a los judíos
de Egipto por los de Jerusalén (2 Mac 1, 1-2,18), y el prefacio del abreviador (2 Mac 2,19-
32).

Según F. M. Abel, la temática de 2 Mac seria básicamente cultual: las cartas festivas
estarían pidiendo un desarrollo narrativo o la narración estaría situada en un contexto
litúrgico. Sin embargo, aunque la estructuración del libro obedezca a esta temática, el tono
global del mismo es teológico, con ecos de la teología deuteronómica. En efecto, el Dios
invencible de los judío protegerá el templo y a su pueblo mientras este sea fiel a su Dios.
Sólo que la infidelidad se llama aquí helenismo y la fidelidad tiene dos manifestaciones,

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a saber, la de los mártires y la de Judas y sus soldados. Ambas son fidelidades
complementarias.

 Cartas a los judíos de Egipto y prólogo del autor

Al comienzo del Libro, el autor transcribe dos cartas escritas por los judíos de Jerusalén.
En la primera, estos exhortan a sus hermanos de Egipto a celebrar en unión con ellos la
fiesta de la Dedicación del Templo. Dicha carta está fechada en el 124 a. C., es decir, en
el cuadragésimo aniversario de la Purificación del Santuario realizada por Judas Macabeo
(164 a. C.).

La segunda es anterior y bastante más extensa. Aunque no lleva fecha, parece que fue escrita
pocos días antes de la Dedicación del Templo en el 164 a. C., con el fin de poner de relieve
la importancia de la Fiesta que se iba a celebrar dentro de poco (1. 18). Después de un breve
relato sobre la muerte de Antíoco IV Epífanes, en esta carta se evocan los hechos portentosos
que acompañaron a la restauración del Templo en la época de Nehemías. La mayor parte de
los datos están tomados de escritos apócrifos o de tradiciones populares, que no pueden ser
considerados como documentos históricos. Las dos cartas van seguidas de un Prólogo, donde
el autor explica sus intenciones y su método de trabajo.

 La persecución de Antíoco IV

El segundo acto describe los antecedentes de la persecución del Antíoco IV Epífanes y el


sentido que el autor del libro atribuye a dicha persecución. Cuando el Sumo Pontificado
queda en manos primero de Jasón y luego de Menelao –que favorecían la helenización de
Israel– la ira del Señor se hace sentir sobre su Pueblo, a fin de llamarlo a la conversión por
medio de la adversidad (6.16). El Templo es profanado y saqueado, y muchos israelitas pagan
con la vida su fidelidad a la Ley. Pero la sangre de los mártires es un sacrificio expiatorio que
atrae la misericordia del Señor sobre los que sufren persecución por la justicia. Así lo
expresan las palabras del menor de los siete hermanos martirizados:"¡Ojalá que se detenga
en mí y en mis hermanos la ira del Todopoderoso, justamente desencadenada sobre todo
nuestro pueblo!"(7.38).

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 La rebelión de Judas Macabeo y la purificación del templo de Jerusalén

El relato muestra, en un tercer acto, cómo la ira del Señor se cambia en misericordia, gracias
al sacrificio de los mártires judíos. Judas Macabeo organiza la resistencia y combate
triunfalmente contra los enemigos de su Pueblo. Antíoco IV, el profanador del Templo,
fracasa en su intento de saquear otro santuario y muere en medio de terribles dolores,
reconociendo el poder del Señor que le había infligido un justo castigo (9. 1-29). Judas, por
su parte, purifica el Templo profanado y promulga un decreto instituyendo la fiesta de la
Dedicación (10. 1-8), a la que se refieren las Cartas que figuran al comienzo del Libro.

 Luchas y victorias de Judas Macabeo bajo el reinado de Antíoco V

El cuarto acto de este drama narra las luchas de Judas Macabeo después de la muerte de
Antíoco Epífanes. Durante la regencia de Lisias, que gobernaba en nombre de Antíoco V
Eupator, Judas combate en todas las fronteras contra las tropas reales y contra los pueblos
paganos de los alrededores. Lisias es derrotado y se ve obligado a negociar la paz,
concediendo la libertad religiosa al Pueblo judío. Con especial complacencia, el autor
describe el trágico fin del Sumo Sacerdote Menelao, presentado como el principal adversario
de sus compatriotas (13. 1-8).

 Luchas y victorias de Judas Macabeo bajo el reinado de Demetrio I

En este último acto, un nuevo personaje vuelve a perturbar las relaciones entre el Pueblo
judío y el Imperio de los Seléucidas. Se trata de Álcimo, deseoso de obtener el Sumo
Pontificado con el apoyo del rey Demetrio I Soter (162-150), que se había apoderado del
trono de Siria matando a Lisias y a Antíoco V Eupátor. A causa de las intrigas de aquel
compatriota, Judas Macabeo tiene que enfrentar a Nicanor, un general pagano que blasfema
contra el Templo, pero al fin es derrotado. A partir de entonces, Israel festejará el aniversario
de aquel triunfo memorable –"el día de Nicanor"– instituido en febrero-marzo del 160 a.C.

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e. Dimensión teológica

2 Macabeos: por el contrario tiene una mayor densidad religiosa y mucho menos interés
político y militar; el templo es el eje central de todo el relato. El templo y todo lo que
alberga y significa: la santidad de Dios, expresada en sus santas leyes, el culto, los
sacrificios y el sumo sacerdocio que ejerce una mediación determinante, para bien o
mal, sobre el pueblo. Hace que Dios intervenga en el curso de la historia y de los
acontecimientos, también a través de personajes sobrenaturales. Además destaca el
valor de la oración y del sacrificio, el poder expiatorio y ejemplar del martirio de los
justos y la retribución tras la muerte. La aportación más novedosa es la fe en la
resurrección de los justos y el poder de la intercesión de los santos. Se trata de una
religiosidad que, al margen de miras políticas, busca trascender los valores terrenales.

16
CONCLUSIONES

17
BIBLIOGRAFÍA

 CHARPENTIER, Etienne. Para leer El Antiguo Testamento; Editorial Verbo


Divino, Estrella 1981.
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