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Pasión y Muerte, y se abstiene de celebrar el sacrificio de la Misa, por lo que conserva el altar
totalmente desnudo, las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos. No puede darse la
sagrada comunión (más que a modo de viático), hasta la Vigilia Pascual.
Liturgia.
La celebración de la Vigilia Pascual se hace en la noche, al oscurecer del sábado, antes de
medianoche. Es ya la Misa pascual del Domingo de Resurrección.
El sacerdote y los ministros se revisten desde el principio con los ornamentos blancos de la Misa
la cual se divide en:
1ª parte, el fuego nuevo, nos recuerda que para poder vivir con luz debemos tener a Cristo
que es la luz de nuestra vida. Por eso, el sacerdote dice: "Que la luz de Cristo, resucitado y
glorioso, disipe las tinieblas de nuestro corazón y de nuestro espíritu". Elementos presentes: se
apagan las luces, bendición del fuego nuevo, preparación del Cirio Pascual y pregón pascual de
alegría.
2ª parte, la liturgia de la palabra, se recorre el camino de amor que Dios ha seguido desde
nuestros primeros padres, pasando por la elección de un pueblo y, con su venida al mundo, la
consumación de su promesa de no dejarnos solos. Se entona el Gloria, se tocan las campanas.
3ª parte, liturgia bautismal. En esta parte, los catecúmenos reciben el Bautismo. Se bendice el
agua, se rocía al pueblo con agua bendita y se renuevan las promesas bautismales de todos los
presentes. Nos alegrarnos porque los recién bautizados son ya parte de la Iglesia y lucharán
mano a mano por alcanzar el cielo. No se recita el Credo.
4ª parte, liturgia eucarística, Cristo, Dios vivo, desciende a la hostia en la última parte de la
Vigilia Pascual. No sólo para quedarse sino para entrar en nosotros y poder dialogar de corazón
a corazón. Esta es la razón de ser de esta parte de esta misa.
Después de recorrer cada parte de esta celebración litúrgica, se puede decir que bien vale la
pena este tiempo que pasamos en familia como Iglesia celebrando la cercanía de Dios que
resucita liberándonos de la muerte y abriéndonos las puertas del cielo, el recordar la historia de
nuestra salvación, y la bienvenida de nuevos miembros de la Iglesia.
Podemos aprovechar para hacer de la Vigilia Pascual una oportunidad para agradecer
sinceramente a Cristo su sacrificio y su resurrección.
La Vigilia Pascual
Era costumbre, durante los primeros siglos de la Iglesia, bautizar por la noche del Sábado
Santo, a los que querían ser cristianos. Ellos se preparaban durante los cuarenta días de
Cuaresma y acompañados por sus padrinos, ese día se presentaban para recibir el
Bautismo.
También, ese día los que hacían penitencia pública por sus faltas y pecados eran admitidos
como miembros de la asamblea.
Actualmente, la Vigilia Pascual conserva ese sentido y nos permite renovar nuestras
promesas bautismales y acercarnos a la Iglesia con un espíritu renovado.
El sacerdote llevará a cabo la bendición del fuego. Luego de la procesión, en la que se van
encendiendo las velas y las luces de la Iglesia, el sacerdote canta el Pregón Pascual.
El Pregón Pascual es un poema muy antiguo (escrito alrededor del año 300) que proclama
a Jesús como el fuego nuevo.
b) Liturgia de la Palabra:
Una las lecturas más importantes es la del libro del Éxodo, en la que se relata el paso por
el Mar Rojo, cómo Dios salvó a los israelitas de las tropas egipcias que los perseguían. Se
recuerda que esta noche Dios nos salva por Jesús.
c) Liturgia Bautismal:
Suelen haber bautizos este día, pero aunque no los haya, se bendice la Pila
bautismal o un recipiente que la represente y se recita la Letanía de los Santos.
Esta letanía nos recuerda la comunión de intercesión que existe entre toda la
familia de Dios. Las letanías nos permiten unirnos a la oración de toda la Iglesia
en la tierra y la Iglesia triunfante, de los ángeles y santos del Cielo.
El agua bendita es el símbolo que nos recuerda nuestro Bautismo. Es un símbolo que nos
recuerda que con el agua del bautismo pasamos a formar parte de la familia de Dios.
A todos los que ya estamos bautizados, esta liturgia nos invita a renovar nuestras promesas
y compromisos bautismales: renunciar a Satanás, a sus seducciones y a sus obras.
También, de confirmar nuestra entrega a Jesucristo.
TEMA 9: ¡¡RESUCITO!!
1. OBJETIVOS
PARTIMOS DE LA EXPERIENCIA
PASOS:
- Los apóstoles dicen que han visto a Jesús, que se les ha "aparecido"... ¿No serán
alucinaciones?..Los evangelistas narran estas apariciones como una PRESENCIA
REAL Y hasta carnal de JESUS. Come, camina con los suyos, platica con ellos,
les muestra las llagas, etc. Por eso los discípulos que lo vieron tenían la seguridad
de que no era un espíritu o un ángel. El que murió y fue sepultado era el mismo
que resucitó. Las apariciones por tanto, no fueron visiones subjetivas sino hechos
objetivos.
- Estos encuentros con el resucitado transforman la vida de ellos. Vuelve la
confianza, el ánimo, la fortaleza, la entrega. Comienzan a ser testigos de Jesús y a
proclamar su causa. Nada los detiene: ni persecuciones, ni fracasos, ni amenazas
de muerte.
- Por eso el argumento definitivo para afirmar la resurrección de Jesús se basa en
las apariciones a los discípulos. Jesús, efectivamente, fue visto por los suyos, los
que le conocieron y convivieron con él. Y son éstos los que aseguran con fe y
valentía el hecho de la resurrección. Un hecho incuestionable y seguro.
- Otra dificultad: ¿Qué nos querían decir los apóstoles al anunciar que Jesús. había
resucitado? ¿Qué entendían por resurrección?..No es lo mismo RESUCITAR Y
REVIVIR. Revivir es volver a la vida que se tenía antes de la muerte, para volver a
ser otra vez un hombre mortal. (Esto es lo que ocurrió en el caso de Lázaro que
fue revivido por Jesucristo). Resucitar, en cambio, es vencer definitivamente a la
muerte y escapar ya para siempre de ella...Este es el caso de Jesús. Jesús no
revivió, sino que resucitó.