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BORRADORES Y TINTA

Es triste realmente observar hechos como los representados en la película la noche de los
lápices una historia real ocurrida en argentina, ver como la ilusión de unos jóvenes que
estaban luchando por un derechos humano fundamental, una educación digna y es
inevitable comparar la situación de los jóvenes argentinos con la que viven día a día
nuestros jóvenes , Colombia es uno de los países mas desiguales del mundo, vemos como
la corrupción esta en forma sistemática acabando con la credibilidad de nuestras
instituciones y mas aun en el punto educativo como la calidad de la educación se ve
deteriorada, nada mas poner como ejemplo lo ocurrido en Santander o en Cartagena lo que
hicieron con el PAE (programa de alimentación escolar) donde observamos un récord
mundial los tamales y las pechugas mas costosas del mundo, esta claro que la protesta
social esta permitida y es un derecho consagrado en nuestra constitución, y en forma
personal creo que es importante alzar la voz en protesta, y también esta claro que en
muchos casos existen personas que buscan sabotear dichas manifestaciones pacificas y
se vuelven un foco de vandalismo, como también no puedo ser ciego por mi función publica
y no admitir que ahí compañeros que se han excedido en el uso de la fuerza, y es la primera
comparación con la películas la represión social, debemos siempre tener presente que el
uso legitimo de la fuerza debe ser el ultimo recurso y dar el ejemplo en nuestro
comportamiento, otro punto de comparación con la película y tal vez en lo que a mi
concierne uno de los que mas ha manchado la gloriosa historia de la fuerza publica
colombiana y mas en particular al ejercito nacional es el conocido como los falsos positivos
o caso de las madres de Soacha, observamos una terrible vulneración de derechos
humanos y unos delitos de lesa humanidad, la desaparición forzada de alrededor de 19
jóvenes colombianos, que fueron al parecer secuestrados, engañados y asesinados y
luego de eso vestidos como militantes de un grupo insurgente y pasados como dados de
baja en combate, es un hecho que hasta hoy no ha sido del todo esclarecido, pero sin duda
un gran lunar para nuestras fuerzas del orden, que por nada del mundo puede volver a
repetirse, es fundamental incluir en la doctrinal militar y policial, como fundamento
´primordial la defensa y el respeto de los derechos humanos, la vida debe ser el centro de
todo lo que somos como fuerza pública, seguido e la dignidad humana como base de ese
respeto, igualmente debemos preguntarnos como estamos socialmente, por que dicho
respeto debe ser forjado en el seno de nuestros hogares, la familia debe ser la primera
escuela que nos enseñe a respetar, a entender que todos somos diferentes y que todo
podemos pensar de manera distinta, pero que eso precisamente es los que nos hace
humanos y como tal vivir en forma digna es lo mínimo que merecemos, creemos esa
conciencia, por eso los lápices tiene borrador para poder corregir nuestros errores,
hagamos un borrón y cuenta nueva y conozcamos nuestra historia para así no estar
destinados a repetirla y los derechos humanos estén en tinta que no se pueda cubrir.

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