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CHIMBOTE
TEMA :
Qué conductas y/o actitudes paternas contribuyen al
desarrollo de una personalidad manipuladora?
ALUMNO :
AROSTEGUI RAMOS JESSE
CICLO :
ASIGNATURA :
Teorías de la personalidad
HUANUCO – PERÚ
2019
DEDICATORIA
Dedico este trabajo al creador de todas las cosas, por haberme dado la vida y haberme
permitido llegar hasta este momento tan importante de mi vida; por los triunfos y los
momentos difíciles que me han enseñado a valorar más los días, por ello con toda humildad
que de mi corazón puede emanar, dedico mi trabajo a Dios. De igual forma dedico este
trabajo a mis padres por ser el pilar más importante, por demostrarme siempre su cariño y
apoyo incondicional, que han sabido formarme con buenos sentimientos, hábitos y valores
para poder afrontar los obstáculos de la vida. Asimismo, dedico este trabajo a todos nuestros
docentes que nos comparten sus saberes, por su dedicación ardua en enseñarnos día a día y
por las palabras motivadores que nos puedan brindar.
Qué conductas y/o actitudes paternas contribuyen al desarrollo de una
personalidad manipuladora
Yo pienso que las personas manipuladoras suelen padecer el conocido como complejo de
superioridad, son tóxicas. Son insaciables, te hacen creer inferior a los demás en algunos
casos. También hacen que tú seas el culpable y ellos se hacen las víctimas y por último son
muy mentirosos y suelen ser personas con rasgos cercanos al egocentrismo y narcisismo entre
otros:
CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS MANIPULADORAS
No hace falta que nos traslademos muy lejos en el tiempo o que tengamos que adentrarnos
en ejemplos personales, la historia será el mejor ejemplo:
Una de las figuras más representativas que se suelen utilizar para hablar de manipulación es
Adolf Hitler, descrito como manipulador de masas. Ha sido estudiado desde diferentes
disciplinas – sociología, psicología, historia – para poder comprender globalmente una de las
mayores tragedias históricas y que consiguió que fuera apoyada por muchísimas personas.
Tomándole a él como ejemplo podemos describir algunos rasgos que suelen ser comunes en
las personas que suelen utilizar la manipulación como un medio para relacionarse (sin olvidar
la subjetividad propia del individuo y que esta descripción es en términos generales):
En otras palabras, se podría decir que son personas ególatras, que su mayor amor es hacia sí
mismo y los demás son un medio para alcanzar un fin. Este tipo de personalidad demuestra
que los individuos que se ven afectados por esta, necesitan de admiración y gran pedantería.
EGOCENTRISMO: A psicología afirma que el ego es la instancia psíquica que permite que
un sujeto sea consciente de su propia identidad y se reconozca como yo. El ego medio entre
los deseos del ello y los mandatos morales del superyó para que el individuo logre satisfacer
sus necesidades dentro de los parámetros sociales.
Egocentrismo Se conoce como egoísmo al amor excesivo que una persona tiene sobre sí
misma, el cual la lleva a atender solamente su propio interés, sin interesarse por el bienestar
ajeno. El egoísmo es, por lo tanto, lo opuesto al altruismo.
LA ANTISOCIAL: el individuo o psicópata, tiene desprecio hacia los demás y una conducta
agresiva. La personalidad insegura puede corresponder a varios de estos subtipos
LA PERSONALIDAD COMPULSIVA OBSECIVA: los individuos que la padecen son
muy perfeccionistas y controladores.
Están tan seguros sobre su saber, tan convencidos, que es inviable que uno pueda ganar una
discusión. Es tanta su pasión y seguridad en defender lo indefendible, que incluso el que lo
escucha, por mucho que sepa que es erróneo, puede llegar a plantearse si no será uno mismo
el que está confundido.
FALSA AUTOESTIMA: Cuando una persona se ve abocada a tener que utilizar técnicas
de manipulación de manera constante se puede pensar, en líneas generales que luego habría
que concretar en el caso por caso, que hay una falsa imagen de grandeza detrás de todo ello.
Se sabe solitario y pobre emocionalmente, teniendo que hallar en estas técnicas un medio de
relación rudo y primitivo porque hay una gran inseguridad personal que intenta paliar con
una falsa omnipotencia.
EXPLOTA LAS DEBILIDADES DE LOS DEMÁS: Una persona manipuladora suele ser
observadora y conoce al dedillo los puntos débiles de cada uno, sabiendo cuáles son las teclas
que tiene que tocar para conseguir lo que desea.
Dependiendo de con quién se esté relacionando, sabe cómo emitir los juicios de manera
subliminal o más directa, pero siempre ejerciendo poder la persona, desvalorizándola para
mover los hilos hacia el fin deseado.
No estaríamos hablando de una persona pesimista o con síntomas depresivos, sino que la
victimización es un medio para un fin, dar pena para conseguir lo que se desea en cualquier
momento y lugar.
Fijaros que hay características comunes como puede ser la falta de responsabilidad sobre las
cosas que ocurren, falta de conciencia sobre el otro, las personas son objetos de uso en lugar
de sujetos, etc.
Así que de esta forma los manipuladores consiguen hacerse con el control hallando
recompensa de su presa y además de manera calculada. En el artículo de hoy trataremos de
identificar las actitudes manipuladoras para ponerles freno.
Absolutamente todos tenemos debilidades, y son el instrumento que utilizan para herirte,
puesto que, si titubeas en lo que crees, hay algo que te produce vergüenza y deseas ocultar,
la persona manipuladora tratará de averiguarlo y, si se da la ocasión, podrá usarlo en tu contra.
Muestran pocos reparos a la hora de pisar a quien sea, para ellos el fin justifica los medios.
Cuando van a actuar no les tiembla el pulso para hacer lo necesario con el propósito de
alcanzar sus objetivos, con todo ello sus conductas suelen pasar desapercibidas ya que son
buenos actores.
3. Son insaciables
La manipulación les hace sentir poderosos y, como suele ocurrir con el poder, siempre
desean más. Sus principios morales están algo dañados, al ser conscientes que por sí mismos
son incapaces de alcanzar un objetivo, pero que su capacidad manipuladora puede
proporcionarles llegar a su meta haciendo uso de los méritos ajenos, a espaldas de los demás.
Les colma la ambición, unas ansias que al igual que la droga les produce una especie de
adicción.
4. Necesitan el control
Dado que la manipulación es un arte, podemos decir que el don de manipular consta de
diferentes capacidades y habilidades, se pueden reconocer distintos tipos de manipuladores
dentro de esta categoría. Los conocemos a continuación.
1. El incitador
Un caso típico, en este caso opuesto a los dos anteriores citados. Hace alarde de fuerza, y
no solo, sino además de cierta agresividad. En este caso si eres una persona pasiva cederás
para ahorrar tener que enfrentarte a él. De tal manera que “ad baculum” el manipulador
consigue mediante la coacción lo que quiere, es el caso de las personalidades de tipo
antisocial.
2. El desprestigiador
El narcisismo de este sujeto es especialmente marcado. Simplemente se siente perfecto,
es un mirlo blanco, jamás ha roto un plato. Él es la medida de las cosas, su regla es la única
que vale. Este “don perfecto” hará hincapié en que estas equivocado cada vez que digas algo,
cuando tenga la oportunidad pondrá de relieve tus defectos y te ridiculizará con su sarcasmo.
Son personas que se dedican a juzgar a las demás pero que no suelen mirarse en el espejo si
no es para alabarse a sí mismos.
3. El interpretador
Este tipo en concreto es de especial nocividad cuando de un grupo de personas se trata, ya
pueda ser el trabajo o la familia, tiene una personalidad maquiavélica y retorcida, actúa
extrayendo tus palabras y cambiarles su sentido, un sentido intencionadamente diferente al
mensaje que tu querías comunicar.
S conseguirá que desees haberte tragado tus palabras, que estas no eran apropiadas, que
te has pasado de la raya o que no has pensado lo que decías hiriendo así a otra persona.
Metamorfoseando de esta manera tus palabras, comunicándolas a la persona que más le
conviene y modificando su intención, por lo que puedes acabar siendo el malo de la película.
4. La víctima
A este sujeto el mundo le ha hecho daño, no cesa de lamentarse que todo lo malo le pasa
a él y de preguntarse a sí mismo “¿por qué a mí?”. Se centra mucho en su propio dolor,
escudando sus actitudes y conductas reprobables bajo el victimismo, Siempre es el más
desafortunado, muy por encima de los demás. Este tipo de cuadro conductual suele conocerse
como el síndrome de Job.
Además, induce a pensar que son los otros los que abusan de él, reclama justicia y se tiene
a sí mismo como a un inocente maltratado, de esta manera crea un discurso para que tú te
sientas culpable de su infortunio y lo injusto que es el mundo con él. Entonces, suelen
aprovechar ese discurso para que bajes la defensa y te obligarte a acceder a lo que te pida por
lástima o por culpa. Más tarde te embargará la decepción, porque no es lo tú realmente
querías, pero ya ha conseguido su objetivo mediante su lloriqueo.
5. La rémora
Esta clase de manipulador se vale de tu propio ego. Es capaz de hacerte sentir superior, a
tu lado él es menos que nada, un ser débil y torpe, y está claro, incapaz de hacer nada mientras
que tú sí, de este modo acabarás haciendo lo que él no puede.
Una de las peores consecuencias en los hijos que tienen padres manipuladores es la
incapacidad de tomar decisiones. Los hijos se vuelven personas indecisas, que no tienen la
capacidad de decidir frente a las situaciones más sencillas, y mucho menos en situaciones
complejas.
Asimismo, los pequeños se acostumbran a que sean sus padres controladores los que
tomen todas las decisiones importantes de su vida. Esto puede llegar a incluir qué estudiar,
dónde hacerlo, cuándo casarse y con quién, dónde trabajar y dónde vivir.
2.- Carencia de confianza
El hijo pierde por completo la confianza en sí mismo. No dejarlo tomar sus propias
decisiones es interpretado por el niño como falta de confianza de los padres hacia él.
A la larga, este problema deriva en una pérdida absoluta de la confianza, algo que también
acaba viéndose reflejado a través de una baja autoestima.
«Las estrategias de algunos padres para manipular llegan a extenderse a todos los aspectos
de la vida de sus hijos; tanto en su educación como en su vida sentimental y familiar»
3.- Problemas con los roles de vida
Cuando logran formar su propia familia, estos niños empiezan a tener problemas como
padres o madres. Además, también tienen problemas con el cónyuge y hasta en el trabajo.
Esto es debido a que no saben bien qué actitud deben tomar. De este modo, acaban
teniendo una mala relación con sus hijos, esposas, nietos, hermanos, amigos, etc. Al perder
la capacidad de relacionarse correctamente con ellos, su sociabilidad se ve afectada.
Los padres manipuladores ejercen otro efecto peligroso sobre sus hijos: es que estos llegan
a perder la capacidad de responsabilizarse por sus errores.
Esto, con el tiempo, puede derivar en una serie de problemas, como por ejemplo que los
hijos crean que los padres siempre les salvarán de las dificultades como lo han hecho antes.
Otra de las consecuencias de la inseguridad que adquieren los hijos gracias a sus padres
manipuladores es la incapacidad de emprender. Como no han podido tomar decisiones por
su cuenta prácticamente nunca, se les hace difícil embarcarse en nuevos proyectos.
En el caso de que sí reúnan el valor de emprender un camino, estará marcado por la
inseguridad y ellos presentarán una tendencia a crear conflictos en sus negocios. Por lo
general, los padres llegan a tomar todas las decisiones de negocios de sus hijos.
Tener padres manipuladores es una de las peores cosas que pueden sucederles a los hijos.
Por los motivos aquí citados, hay que hacer un esfuerzo por no convertirse en padres
manipuladores.
En caso de que ya lo seamos, entonces es menester luchar por dejar de serlo. Si crees que
puedes estar comportándote así, evítalo: tendrá consecuencias directas sobre tus hijos.
Existen distintos tipos de manipuladores, como hemos podido ver. Ahora bien, ¿qué
precauciones podemos tomar para evitar caer en sus juegos psicológicos?
1. Ser conscientes
Lo primero que debemos hacer es tomar consciencia de la manipulación. Hay derechos
que son inviolables y que no se pueden traspasar, esos derechos son los siguientes:
3. Tú no tienes culpa
Si contestas no a alguna pregunta de las que hemos citado con anterioridad, considera que
puede que tú seas la víctima y no al revés. Hay ciertos aspectos de la realidad que te circunda
sobre los cuales puedes ejercer un control, sin embargo, la mayoría de las cosas no están en
nuestras manos, así pues, no tienes la culpa de lo que sucede a tu alrededor, de manera que
si empiezas a sentirte de dicha manera, procura averiguar lo que pasa.
Cuestiona:
4. Tómate tu tiempo
No respondas a sus demandas inmediatamente, antes debes reflexionar. Los
manipuladores, frecuentemente, ejercen presión sobre sus víctimas de manera que estas no.
se demoren en el momento de acceder a sus demandas. Saber reconocer estos momentos es
fundamental para no permitir que la presión del momento haga ceder a la racionalidad,
haciendo que los intereses de otros nos pasen por delante.
5. No dudes
No vaciles en tus convicciones y mantente firme en tus afirmaciones. Los manipuladores
son muy hábiles a la hora de interpretar tu comunicación no verbal, si dudas se percatarán de
ello y ejercerán más presión hasta hacer que finalmente cedas.
En conclusión, si te topas con una persona que actúe así es necesario que logres
desenmascararla. Si es posible, debes intentar ayudar a ese individuo para que vaya siendo
consciente de que su conducta afecta negativamente a los demás y, sobre todo, a sí misma.
En cualquier caso, no vaciles y utiliza todas estas herramientas que ahora ya conoces para
evitar ser víctima de su manipulación.
Referencias
(John Dollard y Neal Miller, n.d.)
Bibliografía
Campbell, W. K.; Miller, J. D. (2011). The Handbook of Narcissism and Narcissistic
Personality Disorder: Theoretical Approaches, Empirical Findings, and Treatments. John
Wiley & Sons. p. 154.
Lynam, D.R.; Gaughan, E.T. (2011). «Assessing the basic traits associated with psychopathy:
Development and validation of the Elemental Psychopathy Assessment (en inglés)».
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Paulhus, D. L.; Williams, K.M. (2002). «The Dark Triad of Personality (en inglés)». Journal
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