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La Ley nos dice que “establece los procedimientos para el saneamiento de la titulación” pero
la definición del saneamiento, figura propia del Derecho Civil, está establecida en el artículo
1485º del C.C. según el cual “En virtud del saneamiento el transferente está obligado a
responder frente al adquirente, por la evicción, por los vicios ocultos del bien o por sus hechos
propios, que no permitan destinar el bien transferido a la finalidad para la cual fue adquirido o
que disminuyan su valor”.
Para poder estar claros de lo que se quiere, debe establecerse previamente si es a
este“saneamiento” al que se refiere la Ley 27157 o ¿a qué “saneamiento” se refiere?.
El saneamiento previsto en el Código Civil se encuentra ubicado en el Libro VII denominado
“Fuentes de las Obligaciones”, Sección Primera “Contratos en General”; lo que quiere decir
que está destinada a regular las relaciones surgidas entre los contratantes y las originadas por
o con la intervención de terceros permitiendo la acción del adquirente perjudicado contra su
transferente.
Obviamente la presente Ley no se refiere al saneamiento previsto por el Código Civil puesto
que usa el término “saneamiento” unido al de “titulación” y de “unidades inmobiliarias“, con
un sentido distinto, con un sentido único, lo que quiere decir que está destinado a establecer la
propiedad y la inscripción de la unidad inmobiliaria, sentido diferente al de dicho Código, que
va a constituir una figura Jurídica propia, creada por esta Ley, que no se puede entender en
forma separada sino en un texto integrado.
En la Ley no se utiliza directamente el verbo sanear si no la palabra “saneamiento” que según
el Diccionario de la Lengua Española es un substantivo masculino cuyo significado es el de
“Acción y efecto de sanear”.
Así la palabra saneamiento está referida al verbo sanear; verbo que se deriva de la
palabra“sano” del Latín “sanus” cuyos sentidos aplicables para el caso, tomados del
Diccionario de la Lengua Española son (hacer) “seguro, sin riesgo”, “libre de daño o vicio”.
En consecuencia, cuando la Ley dice que establece los procedimientos para el saneamiento
quiere decir que establece los procedimientos para hacer seguro, permanente, sin riesgo, libre
de todo daño o de vicio al título que obtenga aquel que se beneficie con ella; para hacer segura,
permanente, sin riesgo, libre de todo daño o de vicio a la unidad inmobiliaria a la cual se
aplique la presente Ley.
Ese sentido y no otro es que debe entenderse la Ley 27157, que como su propio título dice está
dirigida a la “Regularización de edificaciones”.
Nótese que en este mismo artículo no se habla en singular, no se dice procedimiento, sino que
se habla en plural se dice “procedimientos”, lo que quiere decir que en la Ley se establece más
de un procedimiento; tal vez porque establece varios, uno para cada caso, o tal vez porque en
algunos casos establece pluralidad de alternativas no sabemos con exactitud, pero lo cierto es
que en la Ley se establece más de uno.
Resulta importante destacar que en este primer caso se comprenden dos circunstancias que
son complementarias pero que podrían ser diferentes:
1. a. El saneamiento de la titulación, que va dirigida al sujeto esto es, a determinar la calidad
de propietario; y
2. b. El saneamiento de la unidad inmobiliaria que va a permitir su inscripción en el registro
de la propiedad inmueble.
De los análisis que se hagan posteriormente podremos determinar si en realidad pueden
tratarse de manera separada.
En esta otra parte de la Ley se regula las construcciones que recién se hagan a partir de la
fecha, puesto que las anteriores están comprendidas dentro de las normas de regularización
indicadas en la parte anterior estableciéndose para ello tres opciones y una excepción, que
seguramente se convertirá en regla. Una de las opciones es la escritura pública.
Se establece que para la inscripción de la fábrica se procederá a llenar lo que se
denomina“Formulario Único Oficial”, el mismo que no necesita de intervención notarial
alguna, ni siquiera para legalizar las firmas de los que suscriben.
En su momento nos extenderemos sobre este tema.
1. – Establece el régimen legal de las unidades inmobiliarias que comprenden bienes de propiedad
exclusiva y de propiedad común.
Obviamente se refiere a que se está sustituyendo el régimen de propiedad horizontal
establecido por el D.L. 22112 y D.S. 019-78-VC.
Como la Función Notarial está referida a la regularización, nos ocuparemos sólo de la primera
parte
El Reglamento agregó un caso más, una omisión que obviamente estaba comprendida pero no
expresamente mencionada, el caso de las demoliciones, es decir cuando se ha demolido para
construir o cuando simplemente se ha demolido, sin construir.
Como se están enumerando las carencias que pueden ser regularizadas estas carencias pueden
ser todas juntas o cualquiera de ellas.
Por razonamiento en contrario, podríamos afirmar que con este dispositivo se está excluyendo
a aquellas edificaciones que tienen Licencia de Construcción, Conformidad de Obra,
Declaratoria de Fábrica, independización y Reglamento Interno, así no se encuentren inscritas
en los registros públicos por alguna razón; pero como el solicitante puede excluir esta
información, el Notario nunca tendrá forma de enterarse.
En nada debe preocuparnos que en este artículo se use el término “procedimiento” en singular
y no en plural como se ha hecho anteriormente puesto que se remite a lo establecido en la
presente Ley, es decir a cada caso que esta regula.
Antes de seguir adelante detengámonos en el 1er. párrafo de este artículo cuando dice “Los
propietarios de edificaciones que hayan sido construidas sin licencia de construcción…”. ¿A
qué se refiere? ¿Está normando a las edificaciones que se hubieran hecho antes que se publique
la Ley o, a las edificaciones que se hubieran hecho sin licencia de construcción o alguna de las
otras omisiones allí enumeradas, en cuyo caso no importaría el tiempo en que se hizo u haga
la construcción, sino la omisión cometida que se está regularizando?
Es importante determinar esto, porque si fuera lo primero todo este Título tendría un límite en
el tiempo (que las edificaciones ya deben estar hechas al momento de la publicación de la Ley
no aceptándose las que se hagan después) pero si fuera lo segundo, no habría límite en el
tiempo, podría tratarse de edificaciones hechas después de la publicación de la Ley, desde el
momento que lo importante es la omisión que se regulariza y no el tiempo de la edificación.
Procedamos, entonces.
El Título II de la presente Ley trata sobre la Declaratoria de Fábrica y a pesar que en su
artículo 27º nos dice que el reconocimiento de la existencia de la construcción se
hace“independientemente de la fecha de su construcción” en el artículo siguiente aclara de
manera imperativa que la construcción debe ser “a partir de la vigencia de esta ley” al
agregar “deben optar” y señala dos opciones y más adelante una tercera que es la escritura
pública.
De modo tal que el Título II se refiere a la declaratoria de fábrica sobre construcciones que se
hagan a partir de la vigencia de la ley y en adelante mientras que el Título I se refiere a las
construcciones anteriores. No cabe pensar otra cosa porque, no tendría sentido que el
legislador hubiera legislado dos veces sobre lo mismo y en dos Títulos distintos; más aún,
cuando en el propio Título II se ha previsto la regularización de lo que se construya de aquí y
en adelante, sin cumplir los procedimientos establecidos.
Con todo lo cual queda claro que la regularización se hace de las edificaciones que ya existían
al momento de la vigencia de la presente Ley. Posteriormente mediante Edictos Municipales,
que tienen la misma fuerza que una Ley en su circunscripción territorial, algunas
Municipalidades, Lima por ejemplo, han ampliado la vigencia de las construcciones a
regularizar.
CLASES DE REGULARIZACIÓN
El Reglamento ha establecido dos tipos de trámite de regularización: a) sin saneamiento; y, b)
con saneamiento. Vamos a tratar de cada caso.
a) REGULARIZACIÓN SIN SANEAMIENTO.- Se refiere sólo a la construcción, a la
fábrica o demolición porque el terreno está inscrito a nombre del propietario de la construcción
y sólo esta es la que se debe regularizar. Para ello se establece la participación de dos personas:
1) El Verificador; 2) El Notario.
Indudablemente la construcción tiene una parte técnica que sólo puede comprobarla un
Ingeniero o un Arquitecto y es por eso que se establece la necesidad que esta parte que describe
o comprueba las características de la construcción sea hecho por un profesional inscrito para tal
fin en los registros públicos.
Este Ingeniero o Arquitecto colegiado toma el nombre de “Verificador Responsable”, siendo
su función la de preparar los planos, obtener el Certificado de Parámetros Urbanísticos y
Edificatorios u otorgarlo en caso que la Municipalidad no lo haga en el plazo de 5 días, emitir
el Informe Técnico de Verificación y dejar constancia de las observaciones que pudiera haber.
Además, existe el llamado Verificador Ad Hoc, quien es un especialista perteneciente, según
sea el caso, al Instituto Nacional de Cultura (INC), al Instituto Nacional de Recursos Naturales
(INRENA), el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP) y el Instituto
Nacional de Defensa Civil; su función es la de hacer un informe sobre lo que es materia de
competencia de la entidad a la que representa. Este informe se remite directamente a los
registros públicos y “no constituye requisito previo para la inscripción” en el registro ni impide
su inscripción en caso de hacerse observaciones pues estas “se registrarán como carga” del
inmueble; es decir que la inscripción se hace de todas maneras.
Una vez completado el Formulario y debidamente firmado, el interesado y el Verificador lo
presentan al Notario, con la documentación correspondiente.
De acuerdo con lo dispuesto por el artículo 30° del Reglamento “El Notario examinará la
documentación presentada, realizando las comprobaciones que estime pertinentes para su
verificación. De encontrarla conforme, declarará que los títulos presentados reúnen las
condiciones legales necesarias para dar mérito a la inscripción correspondiente, firmando y
sellando el FOR. En caso contrario rechazará el trámite.”
En buena cuenta el Notario hace un acta extraprotocolar, que muy bien puede ser en el FOR,
sellándolo y firmándolo para que sea presentado al registro a fin de lograr su inscripción.
Una vez inscrita la regularización el registro informa a la Municipalidad respectiva para los
fines a que hubiera lugar.
Hasta aquí el trámite de regularización sin saneamiento.
b) REGULARIZACIÓN CON SANEAMIENTO.- En muchos casos vamos
a encontrar que el dueño de la construcción no aparece en los registros públicos
como el dueño del terreno, en más, hay casos en que ni siquiera el terreno se encuentra
inmatriculado en el registro. En estos casos la regularización es mucho mayor, es más delicada,
debe comprender también al terreno en donde se encuentra la construcción y es por eso que el
reglamento la denomina “regularización con saneamiento”; esto es que debe hacerse más.
Es así que los artículos 21° y 22° de la Ley 27157 establecen que la prescripción adquisitiva de
dominio y la primera inscripción de dominio se declaran notarialmente. Como la primera
inscripción de dominio según lo dispuesto por el artículo 2018° del C.C. se obtiene mediante
títulos que consten en instrumento público con más de 5 años de antigüedad (y a esto
obviamente no se refiere la Ley porque al tener título no están en el supuesto previsto por la
Ley ya pueden lograr su inscripción sin otro trámite) o por título supletorios, resulta claro que
este es el caso regulado por la Ley 27157.
De manera práctica se distinguen claramente ambos trámites: Si el terreno no está inscrito en el
registro el trámite a seguir es el de un Título supletorio; y, Si el terreno está inscrito en el registro
a nombre de otra persona el trámite a seguir es el de prescripción adquisitiva de dominio.
Se establece como requisito que exista el trámite de regularización y que en mérito de este, se
pueda iniciar el saneamiento.
Hay una excepción, el caso de los terrenos que se encuentran en “Zona Urbana” cuya
prescripción adquisitiva de dominio se puede hacer aunque no hubiera construcción o
demolición, según lo dispuesto por el inciso k) del artículo 5° de la Ley 27333.
Para mayor claridad el citado artículo 5° de la Ley 27333 establece el trámite a seguir:
1.- “La solicitud se tramitará como asunto no contencioso de competencia notarial”. En
consecuencia:
1.1.- La petición tiene que ser escrita. No hay solicitudes verbales para estos casos y como el
trámite termina con una escritura pública la solicitud deberá hacerse bajo la modalidad de
minuta.
1.2.- La debe presentar el interesado o su representante. No es admisible que pueda hacerlo
otra persona, así tenga legítimo interés porque la creación del título que originará la
inscripción será comunicado a la Municipalidad para los fines tributarios correspondientes y
ello podría generar perjuicio económico para el propietario, riesgo que no es admisible.
1.3.- Se deberá consignar el nombre, identificación y dirección del solicitante para poderlo
individualizar. Nótese que a diferencia de lo dispuesto en el Código Procesal Civil no se está
solicitando que se consigne el domicilio real y el domicilio procesal del solicitante, sino su
dirección; esto es, un lugar donde se le puedan hacer llegar las notificaciones a que hubiera
lugar.
1.4.- Igualmente deberá consignar el nombre y dirección del titular registral para hacer de su
conocimiento la solicitud de prescripción adquisitiva de dominio. Obviamente, esto ser hará
en tanto y cuanto sea conocido por el solicitante, y aquí me refiero sólo a la dirección porque
el nombre si lo tiene que conocer de no conocerlo, se harán las publicaciones correspondientes.
También deberá indicar quienes más deben ser citados en calidad de interesados, porque muy
bien podría ser que existieran otras personas con derecho que no están inscritas en el registro,
las que sólo conoce el solicitante.
1.5.- Deberá explicar la fecha y forma en que entró en posesión, así como el tiempo que está
en ella, por así disponerlo el Reglamento en su artículo 39° inciso a). Esto se explica porque
el poseedor debe tener “animus dominii” y por lo tanto debe explicar bajo que título y de que
forma entró en posesión, porque si fuera un guardián, jamás podrá adquirir por prescripción.
Por otro lado la posesión puede ser mediata o inmediata, e inclusive puede sumarse los plazos
posesorios, de todo lo cual debe estar informado el Notario.
1.6.- Nombre y dirección de los propietarios o los ocupantes de los predios colindantes, quienes
tendrán que ser notificados, pues son los directamente afectados por la declaración de
prescripción adquisitiva de dominio o por lo menos tienen información que podrán
proporcionar al Notario.
1.7.- Copia Literal de dominio de toda la Partida para que corre con la solicitud la historia
dominal del predio materia de la prescripción.
1.8.- La suscripción de la solicitud por 3 testigos, cuando menos o 6, como máximo, mayores
de 25 años, quienes declararán que conocen al solicitante y especificarán el tiempo que viene
poseyendo el inmueble, ellos prestarán posteriormente su declaración. La finalidad es que los
testigos den información sobre la posesión, el animus dominii y la antigüedad de la misma, es
por eso que suscriben la minuta de petición. No es requisito que sean colindantes, ni siquiera
que sean vecinos.
1.9.- Todos los instrumentos que puedan acreditar la solicitud de prescripción adquisitiva de
dominio.
Es necesario recordar cuando el inciso b) del artículo 5° de la Ley 27333 señala que la solicitud
debe contener los requisitos previstos por el inciso 2) del artículo 505° del Código Procesal
Civil que la descripción del inmueble ya se encuentra inscrita en el registro y por lo tanto
resulta irrelevante repetirla, porque se presume, sin admitir prueba en contrario que todos
conocen el contenido de los asientos registrales, por lo que son innecesarios.
4.- Plazo.- La Ley señala un plazo de 25 días útiles, contados a partir de la fecha de la última
publicación para que pueda terminar el trámite de prescripción adquisitiva de dominio. No
debe entenderse como un plazo máximo, sino como un plazo mínimo, no antes de los 25 días
útiles.
En ese plazo se deberán actuar las declaraciones de los testigos y, en general, las pruebas que
hubiera ofrecido, pero nada impide que se pueda hacer después porque se estaría dando la
oportunidad a que cualquier persona pudiera formular oposición.
En la escritura deberá constar que se declara adquirida la propiedad por prescripción y deberá
insertarse los avisos, el acta de presencia y los demás instrumentos que el Notario considere
necesarios.
La rara redacción del inciso f) del artículo 5° de la Ley 27333, lleva a confusión, porque allí
se habla de “llenar el formulario”, lo que significaría que la declaración de prescripción
adquisitiva de dominio puede hacerse mediante un acta extraprotocolar, tema que debe ser
aclarado, más allá de toda duda.