INTERPRETACION DE LA LEY DE LOS CONTRATOS

El derecho y el hombre evolucionan en base de los acontecimientos que vinculan

a la persona en sus quehaceres habituales, sin embargo, el derecho plasma los
actos más importantes y los positiviza en reglas para regular el comportamiento
de la persona en sociedad.

Los juristas distinguen a su criterio de las acciones de la persona los hechos

jurídicamente más notables, para luego asignarles una valoración en función de
las normas e instituciones públicas, de esta manera el jurista constituye sucesos
jurídicos en base a las acciones fácticas

El autor considera que no es suficiente solo saber la situación fáctica, sino que
conlleva que hay que mirarlo desde una perspectiva legal, de esta manera la
legalidad comprende un factor determinante para la interpretación de la ley al
igual que de los contratos.

También aúna a su escrito sobre las principales formas interpretativas, de

manera que diferencia principios y métodos, de la primera forma se desprende,
El principio de búsqueda de la voluntad de las partes, donde enfatiza que se
debe buscar la voluntad en común de las partes en relación del compromiso, el
principio de buena fe, donde se actúe fielmente a los pactos establecidos, es
decir da origen a una colaboración mutua para alcanzar la finalidad convenida y
el principio de conservación del contrato, a criterio del autor las cláusulas
convenidas serán cumplidas eficientemente. Con respecto a la segunda forma
interpretativa, el autor resalta dos conceptos afines donde corresponde en un
sentido objetivo donde los términos sean claros, precisos y no deje incertidumbre
alguna y un sentido subjetivo donde radica en la coherencia y en la fase de
realización o cumplimiento.

Ha criterio personal considero que además de darle un sentido objetivo también

se debe darle una connotación subjetiva al momento de la elaboración del
contrato, además que al elaborarlo no solo se debe orientarse únicamente hacia
un enfoque expreso, también hay que considerar cual es el fin que se quiere
llegar al realizarlo siguiendo principios doctrinarios que sirven de guía para evitar
interpretaciones erróneas que a futuro puedan causar un desmedro a cualquiera
de las partes o incluso a ambos contratantes.
LA FINALIDAD DEL CONTRATO: ALGUNAS REFLEXIONES EN CLAVE DE
JUSTICIA CONTRACTUAL, A PROPÓSITO DE LA FRUSTRACIÓN DEL
CONTRATO

La noción del contrato está relacionado a su sentido de causa, siendo más

relevante ya que no se discute aspectos de validez del acto jurídico ni dejársele
a la presunción de la ley, sino más bien señala el autor, que debe estar enfocado
a una noción teleológica. Además, según el autor señala que, al tener dicha
noción, determina un propósito convenido y conocido entre las partes de la
relación jurídica determinando su utilidad y su relación a la satisfacción de los
intereses.

El autor resalta la importancia del fenómeno contractual teniendo carácter

instrumental en la vida social de las personas, originando una cooperación entre
sí, respondiendo a un criterio conmutativo dando noción de equidad y justicia, de
esta manera establece parámetros para evitar el abuso de derecho y la buena
fe.

Además, el autor menciona sobre la figura de la frustración de contrato donde se

menciona la preminencia de dar mayor importancia al interés del acreedor
evitando que se rompa el equilibrio en el negocio y deviniéndose en una acción
injustamente exigible.

A mi opinión basándome en el texto del autor concuerdo que el contrato es una

herramienta indispensable para el sustento de las personas que viven en
comunidad y para su desarrollo en el ámbito legal en concordancia con el
derecho de las obligaciones, ya que establece los parámetros exigibles. De esta
manera cumple con un propósito teleológico cuya finalidad determina una
intención practica y acordada entre los sujetos de la obligación contractual
enfocando su utilidad y satisfaciendo sus intereses de los contratantes.

Y con respecto a la figura menciona con anterioridad considero establecer cuál

es el objetivo planteado al momento de la elaboración del contrato, de esta
manera se previera que devenga en una frustración hacia el acreedor, por
consiguiente, no se le podría exigir una prestación injusta.