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Neuroimagen en el ictus

Neuroimage in the stroke

J. Olier, F.J. Jiménez

INTRODUCCIÓN co y la causa específica responsable del


síndrome clínico, de forma que se pueda
El ictus es una de las primeras causas
instaurar rápidamente el tratamiento más
de muerte en el mundo occidental y la
apropiado1.
mayor causa de incapacidad entre la
población adulta. Ictus es el desarrollo
súbito de un defecto neurológico y puede ICTUS ISQUÉMICO
estar producido por un variado espectro Isquemia es un término fisiopatológico
de enfermedades. Sin embargo, la inmensa que indica un flujo sanguíneo insuficiente
mayoría de los ictus se pueden agrupar en para la función celular normal. Infarto es
dos categorías: isquémicos (aproximada- un término patológico que indica un daño
mente el 85%) y hemorrágicos (del 10 al tisular permanente producido por la isque-
15%). El 85% de los ictus isquémicos son mia. Frecuentemente hay una falta de
tromboembólicos y más de la cuarta parte correlación entre las alteraciones histoló-
son de origen cardiaco. La causa más fre- gicas y el estado clínico del paciente. Por
cuente de ictus isquémico es la arterios- ejemplo, la isquemia con daño tisular defi-
clerosis, aunque existen múltiples etiologí- nitivo (infarto) no siempre produce un
as (enfermedad oclusiva arterial de déficit neurológico2.
pequeño vaso, encefalopatía hipóxico-
isquémica, trombosis venosa y de los
senos durales, jaqueca, encefalopatía
Correlación anatomorradiológica de
hipertensiva, disección arterial, vasculitis, la isquemia
lupus eritematoso sistémico, poliarteritis La isquemia cerebral se produce cuan-
nudosa, drepanocitosis o enfermedad de do hay una reducción global o local del
moya-moya). La arteriopatía hipertensiva flujo sanguíneo del cerebro. Cuando la per-
es la causa de la mayor parte de los ictus fusión cerebral disminuye por debajo de
hemorrágicos, aunque hay otras etiologías un nivel crítico (de 10 a 22 ml / 100g / min),
menos frecuentes, como la angiopatía ami- se dispara una cascada de mecanismos
loidea, los aneurismas o las malformacio- bioquímicos dentro del tejido isquémico,
nes vasculares. La función del radiólogo que provocan un aumento de la osmolari-
consiste en confirmar el diagnóstico clíni- dad celular, con la consiguiente entrada de

ANALES Sis San Navarra 2000; 23 (Supl. 3): 47-57.

Sección de Neurorradiología. Hospital de Nava- Correspondencia


rra. Pamplona. Jorge Olier Arenas
Sección de Neurorradiología
Hospital de Navarra
Irunlarrea, 3
31008 Pamplona

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agua desde el compartimento extracelular diagnóstico radiológico diferencial con


(edema citotóxico) 2. Además, el funciona- otros procesos patológicos. El efecto de
miento celular se paraliza y las membra- masa del edema puede comprimir los capi-
nas citoplásmicas de la región afectada se lares aun funcionantes y propagar la isque-
deterioran. Si la irrigación del área isqué- mia. El efecto de masa crece paralelamen-
mica se restablece, las células vasculares te con el edema, entre los primeros tres a
endoteliales alteradas permiten la salida siete días y se estabiliza durante la segun-
agua y de macromoléculas al espacio peri- da semana.
vascular (edema vasogénico)2. El edema
El edema también es la causa de las
citotóxico comienza casi inmediatamente
alteraciones radiológicas intrínsecas del
y continúa entre treinta y sesenta minutos
tejido isquémico. El incremento de agua
después del ictus. Este tipo de edema, que
disminuye la densidad del cerebro afecta-
ocupa un espacio anatómico real, produce do, que aparece en la tomografía computa-
muy poco efecto de masa. El edema vaso- rizada (TC) con un brillo inferior al del teji-
génico se desarrolla seis horas después y do sano. La señal de resonancia del tejido
alcanza su mayor magnitud entre dos y edematoso se prolonga en las secuencias
cuatro días después del ictus. El edema habituales, lo que provoca una disminu-
vasogénico ocupa el espacio intersticial ción de señal en las imágenes de resonan-
(virtual), sobre todo en la sustancia blanca cia magnética (RM) ponderadas en T1 y
(edema digitiforme), y produce un mayor una señal brillante en las imágenes ponde-
efecto de masa. No obstante, el efecto de radas en T2. Estos cambios de señal son
masa de un infarto suele ser relativamente independientes del tamaño del infarto
escaso respecto al tamaño del área afecta- (lacunar, segmentario o masivo) y de su
da, lo que es un signo muy importante de etiología (Fig. 1).

Figura 1. Izquierda: TC axial. Extenso infarto isquémico de la arteria cerebral media derecha (fechas).
Llama la atención el escaso efecto de masa con relación al gran tamaño de la lesión. Dere-
cha: RM axial ponderada en T2. Infarto protuberancial izquierdo agudo (flechas).

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Muchos infartos isquémicos sufren estabilidad de la región de penumbra


transformaciones hemorrágicas. Estas depende de la circulación colateral y
hemorragias, suelen ser petequiales y se puede recuperarse o acabar necrosándo-
producen dos o más semanas después del se. Cuanto mayor sea el grado de isquemia
infarto, generalmente sin consecuencias y su duración más irreversible será la
clínicas3. En aquellos individuos con lesión, tanto en la región central como en
émbolos proximales y grandes infartos la de penumbra. Aunque la actividad eléc-
distales, la trombolisis y la recuperación trica sea silente, la viabilidad del tejido es
del flujo sanguíneo de alta presión dentro posible con perfusiones de 10 a 12 ml / 100
de la región isquémica tienden a provocar g/min. El pronóstico del paciente depende
hemorragias secundarias precoces, de de la extensión del corazón central del
peor pronóstico (más del 30% de los infarto y de la evolución del área de
pacientes con una obstrucción proximal penumbra isquémica y por tanto del diag-
de la arteria cerebral media sufren una nóstico precoz y del tratamiento que limi-
hemorragia secundaria precoz). Otra te su extensión2.
causa de infartos hemorrágicos, en este
La reparación biológica del tejido
caso periféricos y de pequeño tamaño, es
comienza uno o dos días después del infar-
la trombosis venosa (Fig. 2). La hemorra-
to, con la proliferación de microglía en su
gia aguda es muy densa (brillante) en la TC
periferia, que fagocita el tejido necrosado.
y puede pasar desapercibida con RM en la
En los márgenes de la lesión se forman capi-
fase hiperaguda. A medida que la sangre
lares que carecen de barrera hematoencefá-
extravasada se oxida cambian sus caracte-
lica (BHE). Esta es una de las causas del real-
rísticas de señal, que disminuye en la TC y
ce con contraste intravenoso que puede
aumenta durante la fase subaguda en las
aparecer en esta fase del infarto. Las altera-
secuencias de RM.
ciones de la densidad (TC) y de la señal de
Un foco isquémico contiene dos regio- RM pueden disminuir o incluso desaparecer
nes: una región central de infarto, donde la durante la segunda semana después del
reducción del flujo sanguíneo es mayor, y ictus. Este fenómeno se conoce como efecto
una región periférica de penumbra. La de niebla, que probablemente está produci-

Figura 2. Trombosis venosa e infartos corticales. Izquierda: Secuencia sagital de RM ponderada en T1,
que demuestra una trombosis del seno sagital superior y del seno recto (flechas). Derecha:
La imagen axial ponderada en T2 demuestra varios infartos corticales de pequeño tamaño,
alguno de ellos hemorrágico (flecha).

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do por la diapedesis de hematíes dentro del sensible que la TC para demostrar peque-
tejido edematoso, tanto en la sustancia gris ños incrementos en la proporción de agua
de la corteza, como en la sustancia blanca durante las primeras horas de evolución
subcortical. Simultáneamente, puede haber de la isquemia. En el 82% de los pacientes
un realce intenso de contraste de la zona con el diagnóstico clínico de infarto agudo,
afectada1. Por lo tanto y ocasionalmente, la RM demuestra alteraciones en las pri-
sólo los estudios con contraste pueden meras 24 horas del ictus, en comparación
demostrar estos focos de infarto subagudo. con el 58% de las TC4. La RM define mejor
El efecto de masa y el edema disminuyen la extensión del infarto, pero sus secuen-
hacia la tercera semana y los procesos de cias estándar pueden ofrecer falsos negati-
atrofia comienzan a agrandar los surcos y vos en el 10 ó el 20% de los pacientes con
los ventrículos adyacentes. Con el paso del infarto agudo. Por el contrario, la RM es
tiempo, el tejido patológico aumenta su con- mucho menos eficaz que la TC para
tenido en agua y se hace menos denso, demostrar hemorragias agudas. Esta cir-
hasta que queda convertido en una cavidad cunstancia, unida a su menor accesibilidad
residual (encefalomalacia), fácilmente visi- y servidumbres de duración del estudio y
ble en los estudios de TC y RM por su con- necesidad de colaboración del paciente,
tenido líquido (Fig. 3). hacen de la TC el método de elección en el
diagnóstico diferencial del ictus en su fase
inicial.
El estudio radiológico
No obstante, si el infarto es muy peque-
La acumulación precoz de agua en el ño o habita en una región de difícil estudio
cerebro isquémico se puede demostrar (fosa posterior), la TC es mucho menos
con técnicas de TC y de RM. La RM es más resolutiva que la RM (Fig. 4).

Figura 3. Encefalomalacia. Izquierda: TC axial que demuestra una encefalomalacia macroquística en el


territorio de la arteria cerebral posterior izquierda. Derecha. Infartos lacunares crónicos
paraventriculares (flechas).

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Figura 4. Infartos isquémicos con TC negativa. Izquierda: RM axial ponderada en T2. Infarto bulbar
posterolateral derecho (flecha), en un paciente con disección de la arteria vertebral derecha
(flecha hueca). Derecha: Imagen de RM ponderada en densidad protónica, que demuestra un
pequeño infarto isquémico rolándico, en la región de la circunvolución de la mano izquierda
(flecha).

Los estudios con contraste intraveno- arterial de vasos pequeños), tema que se
so pueden tener un valor pronóstico, aun- trata ampliamente en este número mono-
que su indicación debe valorar el índice gráfico.
riesgo/beneficio. El realce del parénquima
afectado es un signo subagudo, que puede El aspecto radiológico del infarto trom-
ser visible desde el segundo día después boembólico de gran tamaño depende del
del ictus y sobre todo a partir del sexto territorio del vaso obstruido y de su nutri-
día. Un realce parenquimatoso intenso en ción colateral. Por lo tanto, es preciso un
los tres primeros días suele asociarse con perfecto conocimiento de los territorios
secuelas neurológicas mínimas o reversi- vasculares principales para interpretar
bles. Este realce precoz parece estar rela- correctamente los hallazgos de las imáge-
cionado con una isquemia incompleta, que nes, teniendo siempre presentes las posi-
permite la llegada de una cantidad consi- bles variantes individuales. Estos infartos
derable del medio de contraste hasta el suelen afectar a la sustancia gris y a la sus-
tejido isquémico, desde vías colaterales. tancia blanca (Fig. 1). Habitualmente tie-
Por el contrario, el realce parenquimatoso nen forma triangular o rectangular y nor-
progresivo de los estadios subagudos pro- malmente están bien delimitados.
bablemente refleja un daño sobre el lecho Comparativamente, las neoplasias y las
vascular y una rotura de la BHE por una inflamaciones tienden a localizarse en la
isquemia completa1. sustancia blanca o en la unión entre las
sustancias blanca y gris y se extienden a la
En el diagnóstico diferencial radiológi- corteza de manera secundaria. Además,
co, es útil dividir las lesiones isquémicas estos procesos no están restringidos a las
según la importancia del vaso obstruido. fronteras de un territorio vascular. Las
Así, podremos tener oclusiones de arterias lesiones no isquémicas suelen ser más
de calibre grande o mediano, que produci- redondeadas o amorfas, están mal delimi-
rán áreas de infarto de tamaño correlativo, tadas y habitualmente producen un edema
u oclusiones de ramas de pequeño diáme- de la sustancia blanca de aspecto digitifor-
tro, que producirán infartos lacunares. El me, y mucho más efecto de masa que un
tipo de infarto permite asumir etiologías infarto agudo. Como es esperar, el desa-
diferentes (arteriosclerosis o enfermedad rrollo súbito y la evolución temporal del

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infarto no son frecuentes en las neoplasias Angiografía con resonancia


o en las inflamaciones. magnética (ARM) y angio-TC

Los infartos lacunares constituyen del Las angiografías por TC y RM son téc-
16 al 25% de todos los ictus y suelen ser nicas complementarias muy útiles en el
múltiples. Las lagunas deben estar produ- diagnóstico de la patología isquémica cere-
cidas por el estrechamiento u oclusión de bral, sobre todo cuando la etiología afecta
las pequeñas ramas perforantes de la arte- a los vasos cervicales5 (Fig. 5). El valor de
ria cerebral media, la arteria cerebral pos- la angiografía por TC o RM reside en el
terior, la ACP, el tronco basilar y las arte- diagnóstico de lesiones potencialmente
rias coroideas. Las estructuras profundas tratables por medios quirúrgicos o endo-
del cerebro están irrigadas por vasos gan- vasculares (ataques isquémicos transito-
glionares, con pocas conexiones colatera- rios y placa de ateroma ulcerada) o cuyo
les, que son más susceptibles de infarto. diagnóstico influya en el tratamiento médi-
Los infartos lacunares aparecen como co (disección arterial). La sensibilidad y la
pequeñas alteraciones ovoideas de la especificidad de la ARM en las lesiones de
señal de TC y RM, que se sitúan en los gan- la arteria carótida cervical son de aproxi-
glios basales, el tálamo, la cápsula interna, madamente el 90%, sobre todo si se com-
el tronco encefálico y la sustancia blanca bina con secuencias estándar. Sin embar-
periventricular (Fig. 3). Los infartos lacu- go, esta técnica tiende a sobrestimar el
nares pueden captar contraste en las fases grado de estenosis de la bifurcación caro-
aguda o subaguda. Con el paso del tiempo, tídea6. La angio-TC ofrece una mayor reso-
estas lesiones se hacen quísticas y son difí- lución anatómica de las lesiones y es espe-
ciles de distinguir de los espacios perivas- cialmente útil en la patología de la
culares de Virchow-Robin (EVR), que son bifurcación carotídea, aunque exige la
más frecuentes cerca de la comisura ante- administración de contraste intravenoso5.
rior, rodeando a las arterias lenticuloes- Ambas técnicas tienen un índice bajo de
triadas. falsos negativos y, cuando son normales,
permiten excluir de forma eficaz la posibi-
lidad de una estenosis grave de la carótida
Técnicas de imagen complementarias o una disección.

La Radiología ha experimentado un Espectroscopia por RM (ERM)


progreso técnico espectacular en la última
década. Al clásico escáner de rayos X (TC) La ERM es un método de medición de
se incorporó en los años ochenta la RM. las concentraciones milimolares de los
Los años noventa han sido testigo del metabolitos cerebrales, como el lactato,
desarrollo de la TC helicoidal, con las múl- los aminoácidos grasos, los metabolitos
tiples posibilidades de reconstrucción del fósforo y otros compuestos metabóli-
bidimensional y tridimensional y de obten- cos relevantes, como los neurotransmiso-
ción de estudios angiográficos que, en res. Inmediatamente después de una isque-
muchos casos, suplantan a la angiografía mia aguda hay una pérdida progresiva de
convencional. En esta década también han ATP intracelular y de fosfocreatina (PCr).
explotado las posibilidades de la RM, con La ERM del P31 puede demostrar estas alte-
el desarrollo de técnicas nuevas, como las raciones durante los primeros minutos de
secuencias de difusión, perfusión, espec- la isquemia, frente a los cambios de la
troscopía y angiografía. Estas técnicas, que señal de las secuencias convencionales de
no siempre están disponibles, abren nue- RM, que son visibles entre una hora y
vas posibilidades en el diagnóstico de la media y tres horas después de la oclusión
patología vascular y pueden ser muy útiles arterial. Se piensa que el aumento de la
en el pronóstico y en el tratamiento de la concentración de lactato, con niveles nor-
enfermedad vascular isquémica. A conti- males de N-acetil aspartato (NAA), puede
nuación hacemos un breve resumen de representar una isquemia tisular potencial-
algunas de estas técnicas y de su interés mente recuperable. Sin embargo, aparte
potencial. del contexto experimental, la ERM tiene

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Figura 5. Izquierda: Angio-TC y aneurisma de la arteria cerebral media izquierda (flecha). Derecha:
ARM cerebral normal.

poca importancia en la manipulación del ción del movimiento protónico aparente,


ictus, teniendo en cuenta la asociación de con el aumento de la osmolaridad o ser
problemas médicos y logísticos en el una combinación de todos estos factores.
paciente con isquemia aguda7. Independientemente de la causa, la dismi-
nución de la difusión es un indicador sen-
Imagen de difusión sible de la isquemia cerebral precoz, en un
momento en que las lesiones del tejido son
Las imágenes de difusión son técnicas potencialmente reversibles, y permite dis-
recientes de RM, más sensibles a la isque- tinguir las lagunas isquémicas agudas de
mia cerebral precoz que las secuencias los focos de leucoaraiosis8,9.
convencionales. La imagen de difusión es
sensible al movimiento microscópico de
Imagen de perfusión
los protones del agua. Así, las áreas que
tengan una difusión rápida están sujetas a Los estudios de perfusión utilizan la
un grado mayor de atenuación de la señal susceptibilidad paramagnética o superpa-
que las áreas con difusión lenta. Se cree ramagnética de medios de contraste como
que este aumento de sensibilidad es el el gadolinio, quelatos de disprosio o partí-
resultado de la reducción de la movilidad culas de hierro oxidado. Al contrario de
de los protones del agua intracelular las imágenes convencionales de RM con
(edema citotóxico), mientras que las alte- contraste, en las imágenes de perfusión la
raciones de la señal de las imágenes con- susceptibilidad del efecto T2 tiene una
vencionales ponderadas en T2 reflejarían influencia más amplia y se extiende hacia
el edema vasogénico. No obstante, la el cerebro adyacente, más allá de la luz de
causa exacta de esta disminución no se ha los vasos. Por lo tanto, las regiones isqué-
podido determinar y también podría estar micas aparecen relativamente hiperinten-
relacionada con la menor temperatura de sas respecto al cerebro normalmente per-
los tejidos sin perfusión, con la pérdida de fundido. En teoría, un paciente con
las pulsaciones cerebrales y la disminu- isquemia aguda, estudios de perfusión

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positivos y estudios de difusión negativos, tes y la inferior tonos paulatinamente más


puede padecer un daño cerebral isquémi- oscuros en la escala de grises. La zona de
co reversible8,9. transición (línea de puntos) corresponde-
ría a la señal o densidad del parénquima
ICTUS HEMORRÁGICO cerebral. El hematoma se distingue con
dificultad del parénquima cuando su brillo
El ictus de naturaleza hemorrágica es está cerca de la zona de transición. Como
mucho menos frecuente que el isquémico se puede observar, la TC es mucho más
(aproximadamente 1 de cada 6). Hemorra- sensible para la hemorragia aguda.
gias de cualquier localización pueden pro-
ducir defectos neurológicos agudos, aun- En los estudios de TC la sangre aguda
que esto es mucho más frecuente en las es muy densa y va perdiendo densidad a
lesiones intraparenquimatosas. La sangre medida que pasa el tiempo, hasta que se
extravasada y la evolución del coágulo equilibra con la densidad del agua al cabo
sufren modificaciones radicales en su de pocas semanas. En las imágenes de RM
aspecto radiológico, sobre todo con RM. ponderadas en T1, los hematomas agudos
Su patrón evolutivo produce una señal son hipointensos durante unos pocos días,
variable, que depende de la forma específi- para hacerse después muy intensos. En las
ca de la hemoglobina presente. El aspecto imágenes ponderadas en T2, los hemato-
de la hemorragia también depende del mas agudos, que son más brillantes que el
compartimento cerebral afectado, suba- cerebro circundante, casi son indistingui-
racnoideo, subdural, epidural, intraventri- bles del edema no hemorrágico. En 24
cular o parenquimatoso10. horas se hacen muy hipointensos. En apro-
ximadamente una semana invierten su
señal y se hacen mucho más intensos que
Evolución radiológica de la el cerebro adyacente y poco tiempo des-
hemorragia pués desarrollan un borde hipointenso. La
En la figura 6 se presenta una gráfica TC es el método más útil para demostrar
aproximada de los cambios de brillo de los una hemorragia aguda y especialmente la
hematomas para distintas técnicas radio- hemorragia subaracnoidea, que suele
lógicas. La mitad superior de la gráfica pasar desapercibida con RM. La RM tiene
indica tonos progresivamente más brillan- la ventaja de determinar el componente

TC

RM T2

RM T1
RM T1

TC

RM T2

horas 3 días 1 semana 1 año


(oxihemoglobina) (dexoxihemoglobina) (metahemoglobina) (hemosiderina)

Figura 6. Evolución de los hematomas.

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hemorrágico y la antigüedad de las lesio- tante, las malformaciones vasculares intra-


nes no agudas (las hemorragias crónicas parenquimatosas (arteriovenosas o crípti-
son indistinguibles del agua con TC)11. cas), y los aneurismas que se rompen
La mayoría de las hemorragias tienen hacia la corteza cerebral, pueden producir
un halo edematoso en la periferia del coá- hemorragias intraparenquimatosas. La
gulo. Este edema suele estar producido localización de estas hemorragias es capri-
por el efecto de masa del hematoma. En chosa, relacionada con la topografía de la
ocasiones el hematoma está rodeado de malformación, y suelen afectar a la base
un edema digitiforme de la sustancia blan- cerebral en el caso de los aneurismas. El
ca, relacionado con alteraciones de la efecto de masa de la hemorragia puede
hemodinámica local. Este tipo de edema borrar los signos sobre su etiología, aun-
es más frecuente en el caso de neoplasias, que la TC con contraste o la RM, en
aunque no se considera un signo de diag- muchas ocasiones, demuestran los vasos
nóstico concluyente10. patológicos (Fig. 7C, 7D).

Las hemorragias asociadas a los tumo-


Etiología de las hemorragias res primarios o metastásicos pueden ser
intraparenquimatosas similares a las hemorragias parenquimato-
La mayoría de los ictus hemorrágicos sas no neoplásicas. La heterogeneidad de
están relacionados con la hipertensión la lesión puede ser un signo para distinguir
arterial. Etiologías menos frecuentes son ambas etiologías. Un patrón heterogéneo,
la angiopatía amiloidea, los aneurismas, de hemorragias repetidas, va a favor de
las malformaciones vasculares, las neopla- neoplasia, mientras que la uniformidad
sias y la ya comentada isquemia. sugiere una etiología benigna. El realce
Las hemorragias hipertensivas tienen nodular con gadolinio también puede ser
dos características distintivas: su localiza- útil para diagnosticar una neoplasia hemo-
ción, mucho más frecuente en los núcleos rrágica. El edema vasogénico dura más
grises de la base encefálica y el contexto tiempo en las neoplasias hemorrágicas,
clínico adecuado. Las hemorragias de otra que en los sangrados no neoplásicos. La
topografía pueden considerarse atípicas y evolución de la oxidación de la hemoglobi-
estar producidas por una etiología diferen- na es similar en los tumores y en los hema-
te (Fig. 7B). tomas benignos. No obstante, la concentra-
ción de oxígeno es menor en el centro de
La angiopatía amiloidea es una altera- un tumor que en el centro de un hematoma
ción anatomopatológica, más frecuente en no neoplásico de tamaño similar, porque el
la enfermedad de Alzheimer, que se asocia hematoma neoplásico está rodeado por
a fragilidad vascular y hemorragias cere- tejido necrótico avascular. Los medios
brales. Los enfermos suelen ser de edad poco oxigenados retrasan la desnaturaliza-
avanzada y con signos de envejecimiento ción oxidativa de la hemoglobina.
cerebral acusado. Estas hemorragias sue-
len ser muy periféricas (subpiales) y a Las hemorragias neoplásicas también
veces reiteradas (Fig. 7A). pueden tener un borde periférico de
Las malformaciones vasculares y los macrófagos rellenos de hemosiderina,
aneurismas tienen paredes frágiles, que como los hematomas crónicos. Un anillo
pueden romperse en determinadas condi- de hemosiderina continuo sugiere un
ciones hemodinámicas. Muchas malforma- hematoma no neoplásico, mientras que un
ciones vasculares (meníngeas) y la mayor anillo discontinuo puede ser neoplásico
parte de los aneurismas que sangran lo (por los episodios de crecimiento tumo-
hacen al espacio subaracnoideo. No obs- ral).

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Figura 7. Diferentes tipos de hemorragia encefálica. A. TC axial. Hemorragia aguda periférica occipital
izquierda y angiopatía congófila. B. TC axial. Hemorragia hipertensiva talamocapsular dere-
cha aguda. C. RM axial ponderada en T2. Hemorragia lacunar pontina derecha aguda (deso-
xihemoglobina), en un paciente con parálisis del motor ocular externo derecho. D. RM axial
ponderada en T1. Hemorragia temporal subaguda (metahemoglobina), por rotura de un
aneurisma de la arteria cerebral media izda (flecha).

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