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Prueba de Lenguaje
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La Añañuca
Es una flor típica de la zona norte de nuestro país, que crece específicamente entre Copiapó
(Región de Atacama) y el valle de Quilimarí (Región de Coquimbo). Pocos saben que su
nombre proviene de una triste historia de amor.
Un día, llegó al pueblo, un minero que andaba en busca de un tesoro. Al conocer a Añañuca,
surgió el amor entre ambos, por lo que decidieron casarse.
La pareja fue feliz durante un tiempo, pero una noche, el joven tuvo un sueño donde un
duende le revelaba el lugar en donde se encontraba la mina que por tanto tiempo buscó. A la
mañana siguiente, sin avisarle a nadie, ni siquiera a su mujer, partió a buscarla.
Añañuca, desolada, lo esperó y esperó, pero pasaban los días, las semanas, los meses y el
joven minero nunca regresó.
Se dice que éste habría sido víctima del espejismo de la pampa o de algún temporal,
causando su desaparición y, presuntamente, su muerte.
Añañuca pronto murió, producto de la gran pena de haber perdido a su amado. Fue enterrada
por los pobladores en pleno valle en un día de suave lluvia. Al día siguiente, salió el sol y
todos los vecinos del pueblo pudieron ver un sorprendente suceso. El lugar donde había sido
enterrada la joven se cubrió por una abundante capa de flores rojas.
Desde ese momento, se asegura que esta joven se convirtió en flor, como un gesto de amor a
su esposo, ya que de esta manera permanecerían siempre juntos. Así fue que se le dio a esta
flor el nombre de Añañuca.
a) Se murió.
b) Se fue de viaje.
3) ¿Estás de acuerdo con el actuar del joven e ir a buscar la mina? ¿Por qué?
Manuel Xavier Rodríguez y Erdoíza (1785-1818) es una figura legendaria en la historia chilena.
Hombre acaudalado, abogado de profesión, diputado, secretario de guerra, capitán de Ejército y
Director Supremo. Pero ninguno de todos sus cargos oficiales, le dio tanta fama como su trabajo
en la clandestinidad, durante el periodo de la Reconquista. En múltiples ocasiones cruzó la
cordillera de los Andes trayendo y llevando mensajes secretos de José de San Martín y preparando
el terreno en Santiago para la ofensiva del Ejército Libertador. Llegó a ser el hombre más buscado
del reino. Su biografía está llena de escenas de aventuras en las que aparece burlando a sus
perseguidores una y otra vez, disfrazado de fraile o de huaso, o desnudo en la noche
escabulléndose por entre decenas de soldados talaveras y cruzando a nado el río Mataquito.
Su relación con otros caudillos de la Independencia osciló entre la alianza más estrecha y el más
profundo de los odios. Trabajó codo a codo con José Miguel Carrera, de quien había sido
compañero durante la enseñanza primaria en el colegio Carolino, lo cual no impidió que Carrera lo
enviara a la cárcel varias veces. Con Bernardo O'Higgins, su vínculo fue aún más complejo; Manuel
Rodríguez era para él un personaje muy incómodo y detestado, pero a la vez, necesario para la
causa patriótica.
Manuel Rodríguez murió asesinado en Til-Til, cuando sólo contaba con treinta y tres años de edad.
Su figura, romántica y popular, se convirtió en un mito que ha inspirado tanto a poetas y
compositores chilenos, como a cineastas, constituyendo el tema de la primera película chilena El
húsar de la muerte, de Pedro Sienna.
a) Persuadir.
b) Informar
c) Divertir.
a) Literario
b) No literario
c) Lirico.
IV. lee comprensivamente el mito, para luego completar un organizador gráfico. (10
puntos)
El carro de sol
Cuenta la leyenda que Helios era el Dios que todos los días daba la vuelta al cielo con el carro del
Sol, proporcionando luz y calor al mundo.
Faetón era hijo de Helio y fue educado en la Tierra de su madre, en Egipto. Todos los días veía a su
padre a lo lejos, pero nunca le visitaba. Se encontraba disgustado, pues ningún amigo le creía que
era hijo del Dios Helios, por lo que Faetón pensó en ir a visitar a su padre y pedirle un favor. Tras
varios días de viaje, llegó al palacio.....
Helios lleno de tristeza, salió a buscar su carro, lo encontró en Etiopía, la tierra estaba seca y sin
vegetación, los caballos andaban sin rumbo, el Dios se acercó y los condujo lleno de tristeza hacia
su reino.