Fenómenos al paso de los frentes de una perturbación

Los frentes provenientes de una perturbación de origen polar atlántico presentan una serie de
fenómenos asociados
Existen una gran cantidad de fenómenos meteorológicos asociados al paso de los frentes de una perturbación. En
las latitudes templadas son la principal fuente de inestabilidad atmosférica, exceptuando las perturbaciones
locales. A nivel general se pueden resumir del siguiente modo:
FRENTE CALIDO FRENTE FRIO
ELEMENTO ANTES AL PASO DESPUES ANTES AL PASO DESPUES
Sube
Presión Baja Estable Estable Baja Sube
lentamente

Temperatura Sube un poco Sube Estable Estable Baja Estable

En base a 15º C 12º 15º 18º 18º 10º 5º

iniciales (*)
Visibilidad (*) De 6 a 5 km De 4 a 2 km 1,5 km 1,5 km De 6 a 15 km De 15 a 20 km

Estado de la mar Marejada F. Marejada F. Marejada F. Marejada Gruesa F. Marejada

NW
Viento S ó SW Variable SW ó W W ó SW Variable
aumentando

(*) Valores orientativos

 Fenómenos en el frente cálido

En los frentes cálidos la nubosidad tiene una extensión de 600 a

1.500 kilómetros. En primer se forman los cirros, que son nubes
de gran altitud formadas por cristales de hielo, a 6.000 - 8.000
metros o más de altura. Los cirros tienen un aspecto filamentoso
característico. Con la llegada de los cirros se inicia el descenso
de la presión atmosférica, debido al aire cálido que llega en
altitud.

Después de los cirros aparecen los estratos, con tres familias

consecutivas. En primera línea llegan los cirroestratos que
aparecen como el característico velo transparente y blanquecino
que cubre todo el cielo de una forma más o menos uniforme y
que a menudo provocan el fenómeno del halo con el sol o la
luna. La presión atmosférica continúa bajando, pues se va
espesando la capa de aire cálido, más ligero, que hay sobre el
barómetro.

Los cirroestratos poco a poco van bajando de altitud y se

convierten en altostratos que son nubes medias situadas entre
2.000 y 3.500 metros de altitud que pueden desprender alguna
llovizna. Tienen un aspecto de capas grisáceas o azuladas
superpuestas que no cubren uniformemente el cielo, sino que
dejan pequeñas aberturas por las que se puede ver de forma
difusa el sol o la luna; sin presentar, sin embargo, el fenómeno
del halo. La presión atmosférica sigue bajando de forma gradual
y el viento experimenta su aumento más significativo.
Los cirros anuncian la llegada de una
perturbación
Seguidamente, aparecen los nimbos stratos, de aspecto gris
plomizo uniforme que se sitúan prácticamente sobre el mismo
frente. Normalmente no pueden observarse desde la superficie
debido la mala visibilidad que suele existir en cuanto llegan. C
Color en ellas comienza una lluvia más insistente. La presión atmosférica continúa bajando.

La masa de aire cálido

Tras el paso del frente cálido, llega la masa de aire cálido que está siendo empujada por el aire frío. La presión
alcanza su valor más bajo y se estabiliza. En esta zona hay estratos que suelen venir mezclados con nieblas en el
que son más densas cuanto más fría esté la temperatura del agua del mar. Normalmente dejan ver el sol sin
causar fenómenos de halo. Los vientos rolan significativamente hacia el Oeste.

Llegada y paso del frente frío

La llegada del frente frío marca un sensible

cambio de las condiciones atmosféricas. Su
franja de nubes es más estrecha (unos 300
kilómetros por término medio, por lo que suele
tardar muy poco en llegar desde que se
observan las primeras nubes. Al ser la subida del
aire caliente prácticamente vertical y
relativamente violenta la condensación se
produce en forma de cúmulos nimbos.

Si el gradiente de temperaturas que se

encuentra el aire caliente al ascender es
importante, los cúmulo-nimbos que se forman
Isobaras dominantes el mes de enero
son de gran altura pudiendo llegar hasta los
10.000 metros. Se configuran como potentes torres que se ensanchan notablemente en altitud de forma parecida
a una seta o un sombrero.

Originan chubascos muy intensos, siendo frecuentes las granizadas y las tormentas si el desarrollo vertical de las
nubes es muy alto y brusco. Si, por el contrario, el aire ascendente es estable, los contornos de las nubes son más
suaves, recordando más bien a nimbo stratos, y las precipitaciones más continuas. A su paso los vientos rolan
hacia el NO y alcanzan su máxima intensidad.

A la llegada del frente frío, la presión comienza a subir puesto que empieza a haber aire frío, más pesado, en
altitud. A medida que el aire frío va entrando, la presión sigue aumentando más deprisa que a la velocidad que ha
descendido y el viento va disminuyendo pero manteniéndose en el sector NO. La lluvia amaina y aparecen los
primeros cúmulos que pueden coincidir con la salida del sol. Por esta razón se les denomina "nubes de buen
tiempo". Estos cúmulos son nubes separadas, bien definidas y densas, cuyo aspecto recuerda las bolas de
algodón o una coliflor (Ver la fotografía de arriba).