La cavitación es un fenómeno físico en el cual el agua o cualquier otro fluido en
determinadas condiciones pasa de estado líquido a estado gaseoso y un momento después
pasa nuevamente a estado líquido. Este fenómeno ocurre comúnmente en sistemas hidráulicos como por ejemplo en alabes de turbinas, rodetes de bombas, hélices de barcos, estrangulamientos bruscos, regulación mediante orificios y en válvulas reguladoras, donde se dan cambios bruscos de la velocidad del fluido, así como también ocurre cuando las presiones que hay en el interior del fluido bajan por debajo del valor de la presión de vapor generando cavidades de vapor dentro del fluido. Un líquido se evapora cuando la energía no es suficiente para mantener las moléculas unidas (fuerza intermolecular), entonces estas se separan unas de otras y aparecen las burbujas de vapor. La cavitación tiene dos fases: la primera cuando la disminución de la presión alcanza y rebasa la presión de vapor del líquido se forman burbujas debido a la liberación del aire contenido en el líquido, y la segunda fase donde las burbujas, por el aumento de la presión de vapor, colapsan, y cuando lo hacen cerca de las paredes de la válvula o de la tubería ocasionan importantes daños.
La cavitación se va a producir en cualquier lugar donde baje la presión, en sifones,
válvulas, bombas. Siempre tiene efectos destructivos porque va a generar una desgasto al material, genera también vibraciones, ruidos, golpeteos y sobretodo efectos energéticos porque se está gastando energía al pasar de un estado al otro.
Para prevenir la cavitación podemos utilizar un filtro de respiradero en el tanque, remover
la filtración en la línea de succión, utilizar una bomba correctamente dimensionada, mantener una temperatura adecuada del fluido, utilizar una succión con presión positiva.