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Universidad Nororiental Privada “Gran Mariscal de Ayacucho”.

Facultad de Ingeniería.
Escuela de Ingeniería de Mantenimiento.
Núcleo El Tigre.
Asignatura: Química.

Teoría
Molecular.
Profesor: Bachiller:
Julio González. Alexander Arreaza. C.I: 26.295.160
Sección. I

El Tigre, mayo del 2019.


Desarrollo.
1) Tabla periódica.
También denominado Sistema Periódico, es un esquema de todos los
elementos químicos dispuestos por orden de número atómico creciente y en
una forma que refleja la estructura de los elementos. Los elementos están
ordenados en 7 hileras horizontales, llamadas períodos, y en 18 columnas
verticales, llamadas grupos.
Los grupos o columnas verticales de la tabla periódica fueron clasificados
tradicionalmente de izquierda a derecha utilizando números romanos seguidos
de las letras “A” o “B”, en donde la “B” se refiere a los elementos de transición.
En la actualidad ha ganado popularidad otro sistema de clasificación, que ha
sido adoptado por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC,
siglas en inglés). Este nuevo sistema enumera los grupos consecutivamente del
1 al 18 a través de la tabla periódica.
2) Elementos químicos.
Un elemento químico es un tipo de materia constituida por átomos de la misma
clase. En su forma más simple, posee un número determinado de protones en
su núcleo, haciéndolo pertenecer a una categoría única clasificada con el
número atómico, aun cuando este pueda desplegar distintas masas atómicas.
3) Propiedades periódicas.
Son propiedades que presentan los elementos químicos y que se repiten
secuencialmente en la tabla periódica. Por la colocación en la misma de un
elemento, podemos deducir que valores presentan dichas propiedades así
como su comportamiento químico.
Tal y como hemos dicho, vamos a encontrar una periodicidad de esas
propiedades en la tabla. Esto supone, por ejemplo, que la variación de una de
ellas en los grupos va a responder a una regla general. Esto nos permite, al
conocer estas reglas de variación, cuál va a ser el comportamiento químico de
un elemento, ya que dicho comportamiento, depende en gran manera, de sus
propiedades periódicas.
Hay un gran número de propiedades periódicas. Entre las más importantes
destacaríamos:
- Estructura electrónica: distribución de los electrones en los orbitales del
átomo.
- Potencial de ionización: energía necesaria para arrancarle un electrón.
- Electronegatividad: mide la tendencia para atraer electrones.
- Afinidad electrónica: energía liberada al captar un electrón.
- Carácter metálico: define su comportamiento metálico o no metálico.
- Valencia iónica: número de electrones que necesita ganar o perder para el
octete.
3.1) Valencia.
Es el número de electrones que le falta a un elemento químico para completar
su último nivel de energía. Estos electrones son los que se ponen en juego
durante una reacción química o para establecer un enlace químico con otro
elemento.
La valencia fue reemplazando este concepto por el de números de oxidación
que finalmente representan lo mismo. A través del siglo XX, el concepto de
valencia ha evolucionado en un amplio rango de aproximaciones para describir
el enlace químico, incluyendo la estructura de Lewis (1916), la teoría del enlace
de valencia (1927), la teoría de los orbitales moleculares (1928), la teoría de
repulsión de pares electrónicos de la capa de valencia (1958) y todos los
métodos avanzados de química cuántica.
3.2) Electronegatividad.
Es la capacidad de un átomo para atraer a los electrones, cuando forma un
enlace químico en una molécula. Cuanto mayor sea, mayor será su capacidad
para atraerlos.
3.3) Potencial de ionización.
La energía de ionización o potencial de ionización es la energía necesaria para
separar un electrón en su estado fundamental de un átomo de un elemento
en estado gaseoso.
Esta energía corresponde a la primera ionización. La segunda energía de
ionización representa la energía precisa para sustraer el segundo electrón; esta
segunda energía de ionización es siempre mayor que la primera, pues el
volumen de un ion positivo es menor que el del átomo y la fuerza electrostática
atractiva que soporta este segundo electrón es mayor en el ion positivo que en
el átomo, ya que se conserva la misma carga nuclear.
3.4) Afinidad electrónica.
La afinidad electrónica o electroafinidad se define como la energía liberada
cuando un átomo gaseoso neutro en su estado fundamental (en su menor nivel
de energía) captura un electrón y forma un ion mononegativo.
Dado que se trata de energía liberada, pues normalmente al insertar un
electrón en un átomo predomina la fuerza atractiva del núcleo, tiene signo
negativo. En los casos en los que la energía sea absorbida, cuando ganan las
fuerzas de repulsión, tendrán signo positivo; se expresa comúnmente en el
Sistema Internacional de Unidades, en kJ·mol-1
4) Enlaces químicos.
Conocemos como enlaces químicos a la fusión de átomos y moléculas para
formar compuestos químicos más grandes y complejos dotados de estabilidad.
En este proceso los átomos o moléculas alteran sus propiedades físicas y
químicas, constituyendo nuevas sustancias homogéneas (no mezclas),
inseparables a través de mecanismos físicos como el filtrado o el tamizado.
4.1) Enlace iónico.
Tiene lugar entre átomos metálicos y no metálicos, y consiste en una
transferencia permanente de electrones desde el átomo metálico hacia el
átomo no metálico, produciendo una molécula cargada eléctricamente en
algún sentido, ya sea cationes (+1) o aniones (-1).
4.2) Enlace covalente.
Ocurre entre átomos no metálicos y de cargas electromagnéticas semejantes
(por lo general altas), que se juntan y comparten algunos pares de electrones
de su última órbita (la más externa), y conseguir una forma eléctrica más
estable. Es el tipo de enlace predominante en las moléculas orgánicas y puede
ser de tres tipos: simple (A-A), doble (A=A) y triple (A≡A), dependiendo de la
cantidad de electrones compartidos.
4.2.1) Enlace covalente simple.
Los átomos enlazados comparten un par de electrones de su última capa (un
electrón cada uno). Por ejemplo: H-H (Hidrógeno-Hidrógeno), H-Cl (Hidrógeno-
Cloro).
4.2.2) Enlace covalente doble.
Los átomos enlazados aportan dos electrones cada uno, formando un enlace
de dos pares de electrones. Por ejemplo: O=O (Oxígeno-Oxígeno), O=C=O
(Oxígeno-Carbono-Oxígeno).
4.2.3) Enlace covalente triple.
En este caso los átomos enlazados aportan tres pares de electrones, es decir,
seis en total. Por ejemplo: N≡N (Nitrógeno-Nitrógeno).
4.2.4) Enlace covalente dativo.
Un tipo de enlace covalente en que uno solo de los dos átomos enlazados
aporta dos electrones y el otro, en cambio, ninguno.
4.3) Enlace metálico.
Se da únicamente entre átomos metálicos de un mismo elemento, que por lo
general constituyen estructuras sólidas, sumamente compactas. Es un enlace
fuerte, que junta los núcleos atómicos entre sí, rodeados de sus electrones
como en una nube, y cuesta mucho esfuerzo separarlos.
5) Metales.
Se denominan metales a los elementos químicos caracterizados por ser buenos
conductores del calor y la electricidad. Poseen alta densidad y son sólidos a
temperatura ambiente (excepto el mercurio); sus sales forman iones
electropositivos (cationes) en disolución.
6) No metales.
Los no metales son elementos químicos que no son buenos conductores de la
corriente eléctrica y el calor. Son muy débiles, por lo que no se pueden ni
estirar ni convertir en una lámina.
De los 118 elementos que se conocen, sólo 25 son no metales; su química a
diferencia de los metales, es muy diversa, a pesar de que representa un
número muy reducido, la mayoría de ellos son esenciales para los sistemas
biológicos.
7) Molécula.
La molécula es la partícula más pequeña que presenta todas las propiedades
físicas y químicas de una sustancia, y se encuentra formada por dos o más
átomos. Los átomos que forman las moléculas pueden ser iguales (como
ocurre con la molécula de oxígeno, que cuenta con dos átomos de oxígeno) o
distintos (la molécula de agua, por ejemplo, tiene dos átomos de hidrógeno y
uno de oxígeno).
7.1) Molécula simple.
Aquellas que están formadas por un átomo o por la asociación de átomos de
un sólo tipo. Por ejemplo, el oxígeno atómico o monoxígeno (O), el dioxígeno,
más conocido como oxígeno molecular (O2), y el ozono o trioxígeno (O3) son
sustancias simples, porque sus moléculas están formadas sólo por átomos de
oxígeno. Otro ejemplo lo constituyen el diamante y el grafito, que son
sustancias simples por estar formadas por átomos de una única clase.
7.2) Molécula compuesta.
En química, un compuesto químico o molécula compuesta es una sustancia
formada por la combinación de dos o más elementos distintos de la tabla
periódica. Los compuestos son representados por una fórmula química. Por
ejemplo, el agua (H2O) está constituida por dos átomos de hidrógeno y uno de
oxígeno.
8) Nomenclatura de compuestos químicos.
Es un conjunto de reglas o fórmulas que se utilizan para nombrar los
compuestos químicos. La IUPAC (Unión Internacional de Química Pura y
Aplicada) es la máxima autoridad en esta materia, y se encarga de establecer
las reglas correspondientes.
8.1) Nomenclatura tradicional.
Consiste en indicar la valencia del elemento de nombre específicos con una
serie de sufijos y prefijos, las cuales se indican de la siguiente forma:
Cuando el elemento sólo tiene una valencia, simplemente se coloca el nombre
del elemento precedido de la sílaba “de” y en algunos casos se puede optar a
usar el sufijo –ico.
K2O, óxido de potasio u óxido potásico.
Cuando tiene dos valencias diferentes se usan los sufijos -oso e -ico.
… -oso cuando el elemento usa la valencia menor: Fe+2O-2, hierro con la
valencia +2, óxido ferroso
… -ico cuando el elemento usa la valencia mayor: Fe2+3O3-2, hierro con
valencia +3, óxido férrico [2]
Cuando tiene tres distintas valencias se usan los prefijos y sufijos.
Hipo- … -oso (para la menor valencia)
… -oso (para la valencia intermedia)
… -ico (para la mayor valencia)

Cuando entre las valencias se encuentra el 7 se usan los prefijos y sufijos.


Hipo- … -oso (para las valencias 1 y 2)
… -oso (para la valencias 3 y 4)
… -ico (para la valencias 5 y 6)
Per- … -ico (para la valencia 7):
Ejemplo: Mn2+7O7-2, óxido permangánico (ya que el manganeso tiene más de
tres números de valencia y en este compuesto está trabajando con la valencia
7).
8.2) Nomenclatura IUPAC.
Es un sistema de nomenclatura para nombrar las sustancias químicas,
específicamente compuestos inorgánicos y compuestos orgánicos.
Nomenclatura IUPAC es la nomenclatura química de uso más frecuente en
todo el mundo. Desarrollado por IUPAC (Unión Internacional de Química Pura
y Aplicada, en inglés International Union of Pure and Applied Chemistry), las
reglas para nombrar compuestos químicos están contenidas en dos
publicaciones, el Libro Azul para compuestos orgánicos y el Libro Rojo para
compuestos inorgánicos.
8.2.1) Nomenclatura sistemática.
Esta es el primer tipo de nomenclatura que se basa en nombrar los compuestos
usando prefijos numéricos griegos que indican la atomicidad de cada uno de
los elementos presentes en cada molécula. La forma de nombrar los
compuestos en este sistema es: prefijo-nombre genérico + prefijo-nombre
específico.
8.2.2) Nomenclatura estequiométrica.
También llamada nomenclatura por atomicidad o estequiometria, es el sistema
recomendado por la iupac. Se basa en nombrar a las sustancias usando prefijos
numéricos griegos que indican la atomicidad de cada uno de los elementos
presentes en cada molécula.
8.2.3) Nomenclatura de stock.
Consiste en leer el compuesto con sus componentes y sus valencias. Primero
se indica el elemento del que hablamos, después, el elemento con el que se ha
juntado. Como ya conocemos la valencia del elemento importante, solo
necesitamos indicar la del elemento con el que se ha juntado.
9) Reacciones químicas.
Una reacción química, también llamada cambio químico o fenómeno químico,
es todo proceso termodinámico en el cual dos o más sustancias (llamadas
reactantes o reactivos), se transforman, cambiando su estructura molecular y
sus enlaces, en otras sustancias llamadas productos. Los reactantes pueden ser
elementos o compuestos. Un ejemplo de reacción química es la formación de
óxido de hierro producida al reaccionar el oxígeno del aire con el hierro de
forma natural, o una cinta de magnesio al colocarla en una llama se convierte
en óxido de magnesio, como un ejemplo de reacción inducida.
9.1) Combinación.
Es un proceso elemental en el que dos o más sustancias químicas reaccionan
para generar un solo producto. Elementos o compuestos sencillos que se unen
para formar un compuesto más complejo. La siguiente es la forma general que
presenta este tipo de reacciones:
A+B→C
Donde A y B representan cualquier sustancia química y C el compuesto
resultante.
9.2) Desplazamiento.
Se describe la dependencia de los niveles de energía magnética del núcleo
atómico con el ambiente electrónico de la molécula. El núcleo de un átomo
puede poseer un momento magnético (espín nuclear), el que entrega
diferentes niveles de energía. El desplazamiento químico se genera cuando una
variación en los niveles de energía es producida por algún campo magnético
exterior. El campo magnético total sentido por un núcleo es la superposición
del campo exterior y del campo local inducido por el movimiento de los
electrones en los orbitales moleculares (por otra parte, los electrones poseen
un momento magnético propio).
9.3) Doble desplazamiento.
También llamada de doble descomposición o metátesis, es una reacción entre
dos compuestos que generalmente están cada uno en solución acuosa.
Consiste en que dos elementos que se encuentran en compuestos diferentes
intercambian posiciones, formando dos nuevos compuestos. Estas reacciones
químicas no presentan cambios en el número de oxidación o carga relativa de
los elementos, por lo cual también se le denominan reacciones NO – REDOX.
9.4) Descomposición.
Es un proceso que experimentan algunos compuestos químicos en el que, de
modo espontáneo o provocado por algún agente externo, a partir de una
sustancia compuesta se originan dos o más sustancias de estructura química
más simple. Es el proceso opuesto a la síntesis.

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