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Los esquemas de relevadores de sobrecorriente son los que requieren de mayor atención para
su ajuste, dado que dependen de las condiciones de operación del sistema.
Los diferentes aspectos que contempla un estudio de coordinación y que serán revisados en
éste documento, no pueden de ninguna manera ser considerados como reglas de aplicación,
sino como criterios que permitirán en base a la experiencia individual ser modificados o
acrecentados.
Son pues éstos apuntes una guía para la coordinación de protecciones, de manera especial
para los relevadores de sobrecorriente.
Es pues necesario como primer paso definir qué condiciones de operación se tienen de manera
normal y cuáles son las condiciones de emergencia que pudieran presentarse. Una vez que se
efectúa la coordinación se deberán analizar los casos más probables de operación en
condiciones de emergencia.
La corriente en la(s) fase(s) fallada(s) en el sistema por unidad (p.u.) con Z1=Z2, será:
Ia= 1 / Z1
Ia= 3 / ( 2Z1+Zo )
Aún cuando el cálculo es sencillo aplicando las fórmulas anteriores con los valores de las
impedancias equivalentes de secuencia positiva y cero al nodo deseado, en muchos casos es
necesario conocer la distribución de la corriente de falla, así como identificar qué corriente es la
que utiliza el relevador para operar, ésta puede ser de fase ó de corriente residual ( 3Io ).
c) Transformadores de Instrumentos.
Desde el aspecto funcional, sabemos que un TC nos permite transformar la corriente de fase
primaria a un valor manejable dentro de los equipos de protección.
Donde:
Ie XM =Es la reactancia de
magnetización.
Si la corriente de excitación requerida para desarrollar el voltaje secundario (Vs) suficiente para
manejar la corriente secundaria (Is) a través de la carga secundaria ( Rs + RB + jXB ) no excede
el valor correspondiente (Es) de la curva de excitación secundaria, se dice que el TC opera
abajo de la saturación, como se aprecia en la figura siguiente:
ZB ≥ Vs / 20 x 5 = Vs / 100
Es conveniente tener en mente que cuando se tiene una protección diferencial la situación es
diferente y puede tenerse operaciones no deseadas si alguno de los juegos de TC´s tiene
problemas de saturación.
Es posible a partir de la curva de excitación definir con la corriente máxima de falla en amperes
secundarios y conociendo el burden del circuito secundario, cuál es la corriente de excitación y
por lo tanto la corriente secundaria que tomará la protección.
1) La corriente de falla máxima no deberá exceder por diseño 20 veces la corriente nominal
del TC ( RTC ≥ 20 Icc máx )
2) La carga conectada al mismo ( ZB ) deberá ser menor que el voltaje de designación entre
20 veces la corriente nominal secundaria ( ZB ≤ Vs / 100 )
3) La corriente de carga máxima en la ubicación de los TC’s deberá ser menor que la RTC
seleccionada en un determinado porcentaje, generalmente RTC ≥ 150 – 200 % de la I de
carga máxima.
Una vez satisfechos los datos anteriores podemos considerar que la selección de la relación de
transformación es adecuada, en caso negativo, deberemos buscar optimizar la selección
cubriendo al menos dos de los incisos anteriores.
Con los valores de cortocircuito que nos arroja el cálculo y seleccionada la RTC adecuada,
estaremos en condiciones de entregar las señales de corriente al esquema de protección que
vigilará que las condiciones de operación del elemento que supervisa sean las adecuadas, es
decir, que no existan condiciones de sobrecorriente que pudieran dañarlo.
Dependiendo de la ubicación de los TC’s que alimentan al esquema así como del circuito de
control del o los interruptores al cual se conectará la señal de salida para disparo, podemos
considerar un esquema como protección primaria ó de respaldo.
Estrictamente hablando, la corriente de falla a tierra también pasa a través de los relevadores
de fase, sólo que éstos, al tener que tomar en cuenta la corriente de carga tienen ajustes más
altos y esto nos permite establecer los dos tipos de coordinación. Esta condición no es sin
embargo una regla que deba observarse estrictamente como veremos más adelante.
Cuando efectuamos el cálculo de ajustes cubrimos de forma implícita ésta condición, aunque
es sin embargo conveniente revisar ésta situación si los niveles de falla que estamos
manejando son altos.
Otra limitante aunque no tan fuerte es en cuanto a la curva tiempo-corriente que nos
proporciona el fabricante, es decir, nos define un tiempo mínimo para una corriente de
operación máxima que generalmente está en función del ajuste de corriente mínima de
operación (Tap). Si la corriente de operación es superior al valor máximo que indica la curva no
tenemos ya un tiempo de operación definido y por lo mismo podemos considerar que no es ya
muy adecuado para utilizarlo en una coordinación aunque muchas veces es imposible hacerlo.
Una vez que conocemos los relevadores que conforman los esquemas de protección y su
ubicación en nuestra red, podremos definir cuáles entrarán en la coordinación de fase y de
tierra.
Ésta se lleva a cabo entre dos relevadores adyacentes, uno de ellos es el que ocupa la función
de protección primaria de su elemento y para fallas en éste su tiempo de operación deberá ser
instantáneo, el otro ocupa la función de respaldo y su tiempo de operación para ésa misma
falla deberá estar entre 300 y 400 milisegundos más alto.
1) Relevadores de fase
Sin embargo, debemos tomar en cuenta la corriente de falla máxima que se presentará así
como el valor máximo marcado en la curva tiempo-corriente del fabricante.
TAP ≥ I cc máx
(RTC) MTAP MAX
Selección de Instantáneo. Con el mismo criterio que los de fase, sólo que con corriente
de falla a tierra.
Finalmente, un relevador puede operar con diferentes tipos de curvas tiempo-corriente, éstas
en general se clasifican como sigue:
Tiempo Definido ( D ).- Para todo el rango de corriente, el tiempo de operación es constante.
Tiempo Inverso ( I ).- A mayor corriente menor tiempo de operación, las variaciones son
pequeñas
y por lo tanto también lo es su pendiente.
2) Que los tiempos mínimos entre cada curva no sean menores a 300 ó 400 milisegundos.
3) En el caso de que existan recierres, la curva de la protección del equipo que los tiene se
deberá multiplicar por el número de recierres existentes ( los tiempos ) y verificar que
ésta no quede a 300 milisegundos de su respaldo. Relativo a este punto, existe otra
forma de verificarlo en el cual intervienen los tiempos de recierre y los tiempos de
operación y reposición de los relevadores involucrados.
Z1=1.0 pu
Z0=2.0 pu 50 amp (I NOM)
c) Calcular los ajustes de los Relevadores de Protección del Transformador 51T y 51NT
(RTC, TAP y PAL).
d) Calcular los ajustes de los Relevadores de Protección del Alimentador 50/51 y 50N/51N
(RTC, TAP, PAL y Unidad Instantánea, ésta última Protección, protegerá el 75% de la
longitud del Circuito Alimentador).