Está en la página 1de 2

DESCRIBIR UN ANTIBIOGRAMA

El antibiograma es una prueba microbiológica que se realiza para determinar la sensibilidad de una colonia
de bacterias a un grupo de antibióticos. Estos antibióticos pueden ser de amplio espectro para exterminar
o controlar el crecimiento o de reducido espectro para matar a dichos microbios.
Para determinar el tipo de antibiótico que se utilizará en el antibiograma se tiene en cuenta el origen o
localización de la infección. Por lo tanto, es necesario que una toma bacteriológica de finalidad diagnóstica
permita el aislamiento de algún microorganismo que se pueda considerar como responsable de la
enfermedad.
Cuando se realiza este examen
El antibiograma se realiza cuando mediante una prueba diagnóstica (exudado, raspado o toma de líquido de
alguna cavidad) se consigue aislar algún microorganismo considerado como responsable de la enfermedad.
Posteriormente, se procede a determinar la resistencia de la bacteria aislada a uno o varios antibióticos en
un laboratorio de microbiología mediante el estudio de la actividad de los antimicrobianos frente a los
microorganismos responsables de las infecciones.
El método utilizado con mayor frecuencia para evaluar la sensibilidad de las bacterias a los agentes
antimicrobianos es el denominado prueba de difusión del disco. Esta técnica fue estandarizada por Kirby y
Bauer en 1966, de allí que dicho método también se le conozca con el nombre de “prueba de Kirby-Bauer”.
Es un método sencillo y fácil de realizar en los laboratorios de rutina que sólo brinda información cualitativa
o semicuantitativa sobre la sensibilidad de un microorganismo a un antibiótico determinado. Sin embargo,
los resultados obtenidos son de gran valor clínico para iniciar, mantener o modificar una antibioticoterapia.
Materiales
• Placas con agar Mueller Hinton
• Solución salina estéril
• Patrón 0.5 del estándar de McFarland
• Pinzas
• Asa de platino
• Discos de antibióticos
• Regla milimetrada
• Tablas de los criterios estandarizados del CLSI.
• Hisopos estériles
Procedimiento
1. Cepa bacteriana a estudiar: Debe provenir de un cultivo fresco, preferiblemente de un cultivo en agar, de
manera que podamos comprobar la pureza de la cepa.
2. Inóculo: Se transferirán una o dos colonias del cultivo a un tubo que contenga solución fisiológica estéril.
En el caso de bacterias exigentes (Ej: especies de Haemophilus, especies de Streptococcus, etc.), las colonias
se transferirán a un tubo que contenga caldo Mueller Hinton. En cualquiera de los casos, el crecimiento
bacteriano se ajustará a la turbidez del patrón 0.5 del estándar de McFarland.
3. Se introducirá un hisopo de algodón estéril dentro del tubo que contiene el inóculo estandarizado en el
paso anterior. El exceso de líquido se eliminará haciendo rotar suavemente el hisopo contra las paredes del
tubo.
4. Con el hisopo debidamente humedecido, se inoculará en tres o cuatro direcciones toda la superficie de
una placa con agar Mueller Hinton, girando sucesivamente dicha placa en ángulos de 900 . Se deja secar el
inóculo a temperatura ambiente durante algunos minutos (no más de 20 minutos).
NOTA: El agar Mueller Hinton se suplementará con 5% de sangre de carnero en los casos que se esté
estudiando la sensibilidad en especies de Streptococcus o Corynebacterium. En cepas de Neisseria y
Haemophilus se tendrán en cuenta las recomendaciones del Clinical Laboratory Standards Institute (CLSI,
2007).
Nunca utilice agar sangre, agar chocolate, agar tripticasa soya, agar nutriente, agar Luria Bertani, BHI entre
otros, para la realización de antibiogramas convencionales.
5. Se colocarán con una pinza estéril hasta un máximo de 6 discos de antibióticos en forma equidistantes,
presionándolos suavemente contra la superficie de agar.
6. Se colocarán las placas a 36 0 C, en atmósfera aeróbica durante toda la noche.
7. Lectura: Se realizará después de 18 horas de incubación. Con una regla milimetrada, se medirá la zona
clara alrededor del disco de antibiótico, el cual se corresponde con la inhibición del crecimiento bacteriano.
Estos datos se compararán con los diámetros de zona establecidos para cada antibiótico en las tablas de
interpretación internacional. La interpretación de los halos de inhibición nos permitirán expresar los
resultados como sensible, sensibilidad intermedia o resistente. Estas categorías indican lo siguiente:
• Sensible (S): la infección debida al microorganismo aislado puede ser tratada apropiadamente con el
antibiótico a la dosis recomendada, de acuerdo a la gravedad de la infección. Sin embargo, para la
prescripción definitiva del medicamento, el médico tratante tendrá en cuenta algunos factores tales como
biodisponibilidad del antibiótico en el tejido o sistema afectado, presentación del medicamento, edad del
paciente, condiciones patológicas subyacentes o fisiológicas, entre otras.
• Intermedia (I): indica que el antibiótico tiene aplicabilidad clínica en sitios corporales donde el antibiótico
alcance concentraciones terapéuticas adecuadas, como es el caso de β-lactámicos y quinolonas en el
tracto urinario. En otros casos, puede utilizarse el medicamento con seguridad en dosis elevadas que no
alcancen los niveles de toxicidad pero que garanticen actividad terapéutica. Sin embargo, es
recomendable evitar el uso de la categoría “intermedia” cuando sea posible.
• Resistente (R): la bacteria aislada no es inhibida por el antibiótico a las concentraciones terapéuticas
ideales o la bacteria ha generado mecanismos de resistencia que evaden la actividad del antibiótico, por
lo tanto, la eficacia clínica de éste no es confiable. Es recomendable que ante el aislamiento de un
microorganismo multirresistente clínicamente significativo se ensayen otras pruebas de susceptibilidad
adicionales (CIM), tal es el caso de cepas de Staphylococcus resistentes a la vancomicina.
8. El reporte de los resultados del antibiograma debe ser realizado en forma clara y precisa y enviados en
forma inmediata al médico tratante.
Utilice la siguiente tabla para registrar los resultados obtenidos en el antibiograma:

También podría gustarte