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Desde el punto de vista fisiológico, constituye un dializado o ultrafiltrado del plasma con

aproximadamente 20% de las proteínas del mismo y un alto contenido de hialuronato. Así,
cuando se soporta una carga o simplemente se realizan movimientos de flexión y extensión,
se constituye un sistema de bomba metabólica, donde el líquido sinovial transporta los
nutrientes a los condrocitos del cartílago, removiendo del mismo, cuando se libera la
presión, los productos de desecho.
Presente normalmente en todas las articulaciones diartroidales en cantidades que varían
desde algunos microlitros en pequeñas articulaciones, hasta 3 a 4 mL en grandes
articulaciones, tiene en promedio un pH de 7.4, filancia de 1 a 5 cm, < de 200 células
(predominantemente).

Las propiedad hidrodinámica del líquido sinovial es el mecanismo mas importante de la


lubricación articular, lográndose tasas de fricción cartilaginosa de muy bajo grado, inclusive
menor a la que se genera cuando un hielo se desplaza en una superficie de vidrio.
En el pasado el efecto lubricante del líquido sinovial se atribuyó principalmente al ácido
hialurónico, sustancia que hoy sabemos contribuye fundamentalmente a su alta viscosidad.
Así, actualmente se sabe que la sustancia con mayor efecto lubricante es la glucoproteína
denominada lubricina, también producida como el ácido hialurónico por las células de
revestimiento de la membrana sinovial y los condrocitos, producto que se une a la superficie
del cartílago para formar una delgada capa de moléculas de agua, evitando de manera muy
eficiente la fricción articular, es decir, la función primordial de la lubricina es repeler una
superficie cartilaginosa de la otra.

CAVIDAD ARTICULAR
La cavidad articular es un espacio que existe entre los huesos que forman una articulación,
y por lo general está ocupado por el líquido articular producido en la membrana sinovial. La
temperatura normal de una cavidad articular como la rodilla es de 32°; no obstante, esta
puede incrementarse hasta 37° o más durante procesos inflamatorios agudos sépticos. En
cambio, en procesos inflamatorios crónicos como la artritis reumatoide, la proliferación
excesiva puede ocasionar cierta isquemia, y la temperatura puede llegar a valores
normales. Por último, la disminución del espacio de la cavidad articular es un signo
radiológico que ocurre de manera temprana en la enfermedad articular degenerativa.

RESUMEN Y CONCLUSIONES
Los músculos, huesos, tendones, ligamentos, cartílago articular, líquido sinovial, etc., son
elementos que interactúan de manera coordinada para asegurar el funcionamiento y
movimiento del organismo en direcciones específicas.
El conocimiento de la anatomía, fisiología e histología del aparato musculoesquelético, muy
particularmente de las articulaciones diartroidales y las diversas estructuras que las
conforman, es fundamental para el buen entendimiento de la fisiopatología de las diferentes
enfermedades reumáticas.

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