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La Antropología como disciplina científica, a mediados del S. XIX, se orientó a explicar la presencia
de la alteridad social y cultural postulando la separación entre el Nosotros y el Otro.
En un primer momento constitutivo de ésta disciplina, se planteó dicha dicotomía en términos de
diferencias que serían irreductibles, considerando al Otro en tanto diferente, salvaje. En el
segundo momento, se apuntó a relativizar la tajante separación y apareció la idea de diversidad
cultural. Por último, se planteó una nueva perspectiva; la relación desigual entre un Nosotros
Occidental y un “Otro”. Las principales corrientes teóricas son el evolucionismo, el funcionalismo,
el estructuralismo y el neomarxismo; que intentaron explicar el proceso de construcción de la
otredad señalando tres modos clave: la diferencia, la diversidad, y la desigualdad.
En cuanto a su objeto de estudio, la antropología es definida como el estudio de la Otredad
cultural. En cuanto a su método, la particularidad de la antropología reside en su forma de
trabajar: la observación participante.
Por un lado, están quienes siguieron estudiando aquellas sociedades o culturas que podían seguir
considerándose “primitivas” antes de que desaparecieran completamente, realizando una especie
de “Antropología de Salvataje”. Otros antropólogos, en cambio, se propusieron estudiar las
transformaciones que las sociedades no occidentales estaban sufriendo y se centraron en explicar
la desigualdad cultural como producto de la dominación de occidente. La Antropología tuvo un
giro teórico y metodológico importante: apareció el marxismo, que permitió explicar la
desigualdad y la dominación. Se difundió la idea de que la dominación y la desigualdad eran un
atributo posible en toda sociedad, en todo tiempo y espacio; lo que llevó a que los antropólogos
se especializaran, ya no en las “sociedades primitivas”, sino en problemas que toda sociedad o
cultura presentaban; y dicha especialización permitió nuevamente la aplicación del método
comparativo.
En esta etapa se sumaron nuevos “sujetos” de conocimiento: los antropólogos “nativos” que
estudiaban sus propias sociedades: en este caso, el antropólogo mismo era quien marcaba la
distinción respecto del otro, lo que modificó la base de la observación participante y se introdujo
el “extrañamiento” como recurso metodológico.