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Constructores de Otredad

La Antropología como disciplina científica, a mediados del S. XIX, se orientó a explicar la presencia
de la alteridad social y cultural postulando la separación entre el Nosotros y el Otro.
En un primer momento constitutivo de ésta disciplina, se planteó dicha dicotomía en términos de
diferencias que serían irreductibles, considerando al Otro en tanto diferente, salvaje. En el
segundo momento, se apuntó a relativizar la tajante separación y apareció la idea de diversidad
cultural. Por último, se planteó una nueva perspectiva; la relación desigual entre un Nosotros
Occidental y un “Otro”. Las principales corrientes teóricas son el evolucionismo, el funcionalismo,
el estructuralismo y el neomarxismo; que intentaron explicar el proceso de construcción de la
otredad señalando tres modos clave: la diferencia, la diversidad, y la desigualdad.
En cuanto a su objeto de estudio, la antropología es definida como el estudio de la Otredad
cultural. En cuanto a su método, la particularidad de la antropología reside en su forma de
trabajar: la observación participante.

Momentos Constitutivos de la Antropología


Ni el objeto de la antropología ni su método han sido los mismos a lo largo del tiempo, ni siquiera
en un mismo espacio. Pueden distinguirse tres momentos constitutivos de la Antropología en
Europa y Estados Unidos. En dichos momentos se desarrollaron teorías que fueron dominantes y
que definieron y explicaron de manera distinta el quehacer antropológico.

Evolucionismo (Fines del S. XIX)


El primero momento surge a fines del siglo XIX, durante el cual la Antropología se constituyó como
ciencia. A la par de los cambios socioculturales que trajo consigo la revolución industrial,
Occidente se expandió sistemáticamente por el mundo, sobre otros pueblos y otras culturas. El
encuentro intercultural despertó una actitud de asombro por parte de Occidente, y dio origen a la
pregunta fundamental de la antropología, ¿Por qué el otro es distinto que nosotros?
La primera teoría que logró dominar el discurso antropológico e intentó explicar dicha diferencia
fue el evolucionismo, que respondió la pregunta antropológica a través del concepto de evolución.
La teoría evolucionista no se limitó a explicar la otredad cultural sino que “construyó” su objeto y
lo explicó a partir de la “diferencia cultural”, el “otro” como diferente al “nosotros” desde una
perspectiva de inferioridad. El otro era inferior, salvaje.
En este primero momento, el método de estudio de la antropología fue el comparativo, el método
“de moda” en las ciencias naturales; y la recolección de datos se daba por medio de encuestas e
inventarios (era una antropología “de escritorio”, el antropólogo no estaba en contacto con esas
culturas a las cuales estudiaba). El hombre era concebido como una dualidad cuerpo-espíritu, y en
base a esta dualidad, surgieron la Antropología física y la Antropología Cultural.
La antropología emprendió el estudio de las sociedades primitivas, no complejas, no desarrolladas,
sin historia y sin Estado.

Funcionalismo y Estructuralismo (Entre las Guerras Mundiales):


En el segundo momento, ubicado cronológicamente entre las dos guerras mundiales, se
produjeron dos hechos importantes en la antropología: la crisis del evolucionismo como
paradigma único y la aparición del estructuralismo y el funcionalismo.
Se puso en cuestión el primitivismo y la atemporalidad: las culturas se habían desarrollado durante
cientos de años, no se habían quedado estancadas y que no hubieran seguido el camino de
occidente no significaba atraso ni estancamiento. El propio concepto de cultura como algo estático
se puso en cuestionamiento: las culturas se transformaban, mutaban continuamente y se
interpenetraban las unas a las otras.
Se elaboraron teorías alternativas, y todas tuvieron en común la crítica al evolucionismo.
Criticaron en primer lugar las técnicas que utilizaron los evolucionistas: el antropólogo debe
transformarse en etnólogo e ir a buscar en las otras culturas los datos con los cuales se construyen
las teorías. Se inventa la observación participante como técnica privilegiada de la antropología, lo
que implica el traslado del investigador a otras sociedades, en contacto directo con las otras
culturas; para poder dar cuenta de las diferencias y semejanzas culturales.
Otra de las críticas fue respecto del método comparativo, porque fue aplicado teniendo como
referencia de la comparación los valores de la sociedad occidental. El método comparativo fue
sustituido por el relativismo, que implicaba la imposibilidad de comparar ya que cada cultura es
una configuración distinta y entendible sólo en sus propios términos.
Aparecen la Antropología Social y la Antropología Cultural. La AS se va a interesar por la forma en
que se organizan los hombres, mientras que la AC se va a interesar por la manera en la que viven y
piensan sus vidas y el mundo.

Estructuralismo y Neomarxismo (Después de la Segunda Guerra):


A partir de la década del 50 se producen simultáneamente dos tipos de transformaciones. Por una
parte, se produce la transformación de las sociedades primitivas (la desaparición física, una
disminución cuantitativa y acelerada de sus miembros, y la transformación cualitativa
principalmente hacia formas occidentales de vida y la consecuente desaparición cultural) y por la
otra se modificaron también las prácticas de los antropólogos.

Por un lado, están quienes siguieron estudiando aquellas sociedades o culturas que podían seguir
considerándose “primitivas” antes de que desaparecieran completamente, realizando una especie
de “Antropología de Salvataje”. Otros antropólogos, en cambio, se propusieron estudiar las
transformaciones que las sociedades no occidentales estaban sufriendo y se centraron en explicar
la desigualdad cultural como producto de la dominación de occidente. La Antropología tuvo un
giro teórico y metodológico importante: apareció el marxismo, que permitió explicar la
desigualdad y la dominación. Se difundió la idea de que la dominación y la desigualdad eran un
atributo posible en toda sociedad, en todo tiempo y espacio; lo que llevó a que los antropólogos
se especializaran, ya no en las “sociedades primitivas”, sino en problemas que toda sociedad o
cultura presentaban; y dicha especialización permitió nuevamente la aplicación del método
comparativo.

En esta etapa se sumaron nuevos “sujetos” de conocimiento: los antropólogos “nativos” que
estudiaban sus propias sociedades: en este caso, el antropólogo mismo era quien marcaba la
distinción respecto del otro, lo que modificó la base de la observación participante y se introdujo
el “extrañamiento” como recurso metodológico.

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