- Menopausia : La menopausia ocurre porque a medida que se envejece los ovarios agotan
la reserva de óvulos y dejan de producir estrógenos y progesterona. Durante los años
anteriores a la menopausia, la producción de estrógenos y progesterona comienza a disminuir y los periodos menstruales y la ovulación se producen con menos frecuencia. Finalmente, los periodos menstruales y la ovulación cesan de forma permanente y el embarazo ya no es posible de forma natural. El último periodo solo puede identificarse posteriormente, después de no haber tenido la menstruación durante al menos 1 año (las mujeres que no desean quedarse embarazadas deben utilizar un método anticonceptivo hasta 1 año después de su último periodo menstrual). - La perimenopausia es el periodo que comprende los años previos y el año posterior al último periodo menstrual. El número de años de perimenopausia que preceden al último periodo menstrual es muy variable. Durante la perimenopausia, los estrógenos y la progesterona fluctúan ampliamente. Se cree que estas fluctuaciones causan los síntomas menopáusicos experimentados por muchas a partir de los 40 años de edad. - La transición a la menopausia es la parte de la perimenopausia que conduce a las últimas menstruaciones. Se caracteriza por los cambios en el patrón de los períodos menstruales. - Trastorno del sueño : Los trastornos del sueño durante la menopausia tienen diferentes grados de intensidad y pueden ser crónicos o transitorios, incluyen dificultad para dormirse en la noche, inquietud en el reposo nocturno con sueño ligero, despertar temprano, acortamiento de la duración del sueño y despertar a mitad de la noche sin dormir más. 6 La dificultad para dormirse en la noche o iniciar el sueño es característica en pacientes con ansiedad de desempeño en el sueño y relaciones inadecuadas con frustración por su insomnio al momento de irse a dormir. El no iniciar el sueño puede vincularse con un menor impulso para dormir debido a actividad física inadecuada, a sueño diurno excesivo o a tratar de dormir a la hora equivocada por alteración o inversión del ciclo circadiano; es importante considerar también los trastornos de ansiedad, el sueño disfuncional, los hábitos de la persona y los trastornos dependientes de hipnóticos o el síndrome de piernas inquietas.3,4,6 La dificultad para mantener el sueño o la inquietud en reposo pueden ser causadas por trastornos psiquiátricos o médicos, por el síndrome de piernas inquietas, apnea del sueño, trastornos ambientales, pesadillas o ingestión de alcohol.6,14 El acortamiento de la duración del sueño se considera natural si ha estado presente durante la vida adulta, si no se presenta fatiga ni somnolencia durante el día, si la mujer refiere que el sueño breve siempre le resultó reconfortante y si las siestas son poco frecuentes o breves. 19 En el despertar temprano por la mañana se deben considerar la depresión, el uso de hipnóticos de acción corta y el síndrome de fase avanzada del sueño.20 Las investigaciones en laboratorios del sueño detectaron que durante la menopausia se presenta afectación de las fases REM, con acortamiento de su tiempo total y alargamiento de la latencia y, aunque es más intensa con la presencia de sofocos, la correlación entre ambos no es absoluta