La paradoja de los alimentos genéticamente modificados
Fabián Mass Fuentes, Juan Payares Guerra
Ingeniería de Alimentos Universidad de Córdoba Actualmente estamos ante una situación difícil con los alimentos genéticamente modificados o alimentos transgénicos, el punto es que por un lado, estos pueden brindar la oportunidad de subsanar gran parte del hambre del mundo (por no decir que puedan acabarla por completo), con el desarrollo de cultivos resistentes a los cambios climáticos o resistentes a herbicidas, o bien ya sean productos que satisfagan las dietas alimenticias requeridas por las personas a diario. Por otro lado existen posiciones que se empeñan en crear una incertidumbre acerca de estos alimentos, pues argumentan que no existen estudios en los que se compruebe que los organismos genéticamente modificados (OGM) a largo plazo no van hacerle daño a las personas, por lo que muchos países y organizaciones no aceptan este tipo de alimentos, pero lo cierto es que si no los consumimos directamente como transgénicos, sí ingerimos a diario derivados de OGM como por ejemplo los jugos azucarados que contienen edulcorantes obtenidos a partir de remolacha azucarera. Se habla también de que la tecnología de organismos genéticamente modificados viola los procesos biológicos provocando consecuencias inciertas al mezclar material genético de distintas especies. Todo esto da lugar a una paradoja: Tenemos la solución para acabar el hambre en el mundo pero pueda que nos haga daño en el futuro. Según la FAO 821 millones de personas padecen hambre y más de 150 millones de niños sufren retraso del crecimiento, lo que pone en peligro el objetivo de erradicar el hambre (FAO, 2018), esto es bastante preocupante, el hambre es un problema que afecta a muchos países subdesarrollados, y el aumento de las cifras nos da a entender que se necesita hacer algo más para reducir su aumento y garantizar la seguridad alimentaria en países que la padecen. En la misma publicación citada de la FAO se habla de que los cambios en el clima ya están socavando la producción de algunos cultivos principales como el trigo, arroz y maíz en las regiones tropicales y templadas. Estos datos dejan ver la importancia de desarrollar cultivos que mediante la manipulación genética puedan ser resistentes a condiciones climáticas desfavorables, estas plantas son los organismos genéticamente modificados (OGM), La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los OGM de la siguiente manera: "Organismos (es decir, plantas, animales o microorganismos) en los que el material genético (ADN) se ha alterado de una manera que no se produce de forma natural por el apareamiento y / o la recombinación natural", es decir se introducen genéticamente nuevos rasgos o características en un organismo, lo que les da características que no les eran propias como en el caso del clima les dan resistencia a condiciones adversas de temperatura, pero también los herbicidas pueden ser un problema, pues al momento de fumigar las plantas contra insectos o la misma maleza estos compuestos pueden ocasionar daños a las plantas, entonces la modificación genética puede ser la solución a este tipo de problemas. Los detractores de los OGM hablan de posibles riesgos para la salud al consumirlos, pues alegan que estos organismos puedan ocasionarle a las personas esterilidad, problemas inmunes, envejecimiento acelerado, regulaciones de insulina defectuosas, cambios en los órganos principales y el sistema gastrointestinal. Como dice una vieja frase “la ciencia sin conciencia se vuelve contra el hombre” y es algo real, tampoco se puede pretender que para tapar un hueco se destape otro, deben hacerse estudios en personas para verificar a largo plazo si en realidad los OGM hacen daño al ser humano. Los avances científicos son imparables y debe haber una ética, es cierto que los OMG están controlados rigurosamente por organismos como la FDA (Food and Drug Administration: Administración de Medicamentos y Alimentos) en los estados unidos, pero tampoco hay que dejar suspicacias, las personas dudan en realidad de estos alimentos, piensan que les van a hacer daño, pero lo cierto es que ya consumimos alimentos que son derivados de estos productos transgénicos y no sabemos que esto es así. Para el año 2008, de los 157 millones de hectáreas de maíz sembrado en el mundo, 37,3 millones de hectáreas fueron de maíz transgénico, que corresponde al 24% del área total de maíz y al 30% de los cultivos genéticamente modificados (GM) sembrados en el mundo (ISAAA, 2009). ¿Se han puestos a pensar todos los alimentos derivados de este maíz transgénico? Solo para mencionar algunos: Aceite de maíz, harina de maíz, snaks salados, cereal, jarabe de maíz de alta fructosa que es un endulzante artificial que se utiliza en prácticamente todos los productos procesados: helados, confitería, postres, dulces, sopas instantáneas, café instantáneo, y por último, gomas de mascar y caramelos, los endulzantes artificiales de la goma de mascar como el sorbitol, son un derivado del maíz (Linfer, 2018). Y de ñapa les dejamos estos datos, el señor Henry Vanegas, gerente general de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales (Fenalce), dijo que “así dupliquemos la producción nacional de maíz (de 1,5 a 3 millones de toneladas), las importaciones van a seguir creciendo en un 40% para los próximos ocho años” y según una publicación Colombia ya está importando más de cinco millones de toneladas de maíz y el 96% de ese maíz proviene de los estados unidos (donde se cultiva maíz transgénico). Eso es solo un ejercicio que hicimos con el maíz, para ver qué tan libres de transgénicos estamos, y eso que en Colombia medio se produce maíz, ahora que tal la soya, que en eso sí que estamos mal en producción, o la avena que es un producto tan común en los hogares, esa avena es importada, hay que hacer el ejercicio de averiguar qué productos estamos importando y si son OGM, y pensábamos que no estábamos consumiéndolos, es la realidad, si en verdad estos productos nos hacen daño entonces estamos condenados a morir por consumirlos, pues tamos inundados de ellos. Algo preocupante es lo referido a la estabilidad de los OGM pues según, al alterar la información genética no solo se altera la estructura del genoma modificado, sino que lo hace inestable en el tiempo, produce disrupciones o activaciones no deseadas de genes del huésped y afecta directa o indirectamente el estado funcional de todo el genoma y las redes regulatorias (Álvarez-Buylla 2009, 2013), esto es quizá lo quemas preocupa a las personas, arriesgarse a desarrollar un cáncer o cambios en el organismo que se convierta en un problema para la salud, esta inestabilidad y falta de fundamentos aumenta esa brecha entre detractores y defensores de los OGM. Cuando se escucha la palabra transgénico que es la más común, la asociamos con algo que quizá no consumiríamos porque no sabemos si nos va a hacer daño o no, y si usted es una de las personas que se reúsa a consumir OGM, debería saber que posiblemente los está consumiendo y no lo sabe, ¿ha comido un delicioso filete de pescado? Posiblemente ese pesado fue alimentado con transgénicos. No se trata de convencer a nadie, cada persona tiene sus propios argumentos y tal vez los que se han dedicado a la investigación de los OGM no han sabido comunicar el fin de estos alimentos. Pero lo cierto es que posiciones sí hay, a favor y en contra, muchos han hablado acerca del beneficio que traerían para la seguridad alimentaria en países donde el hambre abunda porque las condiciones ambientales no favorecen a ciertos cultivos, la resistencia a cambios climáticos en plantas puede hacer que la producción llegue a esas zonas áridas o frías donde no es posible sembrar algunos alimentos. Para terminar, más allá de los problemas de salud que puedan ocasionar los OGM, el problema socio-económico es algo evidente y algo que no tiene discusión, pocas compañías tienen las semillas para cultivar, seis empresas tienen el control del 100% de las semillas transgénicas en el mundo (ETC Group, 2013), las mismas compañías venden los insumos que necesitan los campesinos para cultivar, y como necesitan que sus plantas no mueran por los herbicidas se ven obligados a comprar las semillas resistentes, que las producen las mismas empresas, por lo que esto se constituye en un negocio redondo y lo peor es que los campesinos no pueden guardar semillas de los cultivos para una próxima siembra porque esto sería un delito, pues las semillas están patentadas por las grandes compañías, las discusiones sobre esto van y vienen, para evitarse problemas estas compañías se las ingeniaron para crear unas semillas “ suicidas”, estas semillas una vez cosechadas se vuelven estériles, por lo que los campesinos no las pueden volver a sembrar. ¿Será que este “monopolio” por llamarlo así está relacionado con todo lo que hablamos anteriormente? ¿Será que todo el cuento de OMG es solo un negocio? ¿Será que las grandes compañías solo quieren vender sus productos? La respuesta es incierta, cada quien saca sus propias conclusiones, y es responsable de lo que consume, cada día tenemos más productos transgénicos o derivados de estos, si usted no quiere consumirlos entonces tiene que ser muy observador, mirar etiquetas, consumir productos orgánicos, aunque es algo tedioso y quizá se cuele uno que otro derivado. La paradoja se vuelve más grande, los OMG nos pueden ayudar a resolver ciertos problemas como el hambre pero quizá nos hagan daño en el futuro o puede que estos sean solo un engaño de las grandes compañías. Bibliografía Álvarez Buylla, E. y Piñeyro Nelson, A. (2013). El maíz en peligro ante los transgénicos Un análisis integral en el caso de México, 568 pp. México: UNAM-UCCS. ETC Group, (2013). “Quién nos alimentará, ¿La cadena industrial de producción de alimentos o las redes campesinas de subsistencia?” En ETC Group, disponible en http://www.etcgroup.org/es/content/quien-nos- alimentara. FAO (2018), El hambre en el mundo sigue aumentando, advierte un nuevo informe de la ONU. Disponible en http://www.fao.org/news/story/es/item/1152167/icode/. ISAAA, 2009, Global status of comercialized Biotech/GM crops: 2008 the first thirteen years, 1996 to 2008. Briefs N° 39. Linfer (2018), Los 10 Alimentos Derivados del Maíz Más Comunes https://www.lifeder.com/alimentos-derivados-del-maiz/ World Health Organization (2016) http://wwwwhoint/foodsafety/areas_work/food-technology/faq-genetically- modified-food/en/Google Scholar