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Presenta
Fabio Leonardo Cifuentes Villalobos
faleocifuentes64@gmail.com
Maestra
Dra. María del Refugio Navarro Hernández
Cifuentes Villalobos Fabio Leonardo (2019). J. M. Keynes y las consecuencias de una paz
mal negociada.
Palabras clave: Keynes, Reforma Rural Integral, acuerdo de paz, desarrollo agrícola, Misión
Rural.
Resumen: Enviado por el Tesoro Británico como su representante, Keynes viaja a Francia para
asesorar los preparativos del Tratado de Versalles que buscaba dar fin a la Primera Guerra
Mundial. Convencido de que los términos del Tratado eran inferiores al verdadero objetivo que
él consideraba debía ser la reconstrucción europea, Keynes dimite de su cargo y la historia
termina dándole la razón con el origen de un nuevo conflicto que más parece la continuación
del anterior. Haciendo un paralelo con la que es considerada una paz mal negociada, el autor
busca establecer puentes y lecciones por aprender con un análisis de la viabilidad del primer
punto de los Acuerdos de Paz de La Habana. Las partes en diálogo ven en el capítulo de
Reforma Rural Integral el sustento de una paz estable y duradera, pero la filosofía que esconde
dicha negociación puede frustrar un anhelo histórico de la sociedad colombiana y dar origen a
nuevos conflictos o la continuación del anterior.
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Keywords: Keynes, Integral Rural Reform, peace agreement, agricultural development, Rural
Mission.
Abstract: Sent by the British Treasury as its representative, Keynes travels to France to advise
the preparations for the Treaty of Versailles that sought to end the First World War. Convinced
that the terms of the Treaty were inferior to the real objective that he considered should be the
European reconstruction, Keynes resigns from his position and the story ends up giving him
the reason with the origin of a new conflict that seems more the continuation of the previous
one. Making a parallel with what is considered a poorly negotiated peace, the author seek to
establish bridges and lessons to be learned with an analysis of the viability of the first point of
the Havana Peace Accords. The parties in dialogue see in the chapter of Integral Rural Reform
the sustenance of a stable and lasting peace, but the philosophy that hides this negotiation can
frustrate a historical yearning of the Colombian society and give rise to new conflicts or the
continuation of the previous one.
INTRODUCCIÓN
En noviembre de 1918 Alemania aceptó el armisticio propuesto por los aliados dando así fin a
las confrontaciones bélicas de la Primera Guerra Mundial. Seis meses después Alemania es
llamada a Francia a negociar el fin formal de la guerra, pero cuando se sienta a la mesa se
encuentra con la sorpresa de un acuerdo de rendición de una guerra que jamás perdió.
El presente ensayo busca advertir, al igual que lo hizo Keynes en su momento, sobre los
posibles riesgos que existen en el Acuerdo de Paz que se firmó en el año 2016 entre las FARC-
EP y el gobierno colombiano. Como en el Tratado de Versalles, el problema que se derivó no
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fue territorial, político, ni ideológico sino económico, el análisis a realizar para el caso
colombiano se focalizará precisamente en este aspecto, que en lo referente al Acuerdo de La
Habana es el primer punto o también conocido como la Reforma Rural Integral (RRI).
La reflexión que constituye este artículo puede dividirse en tres partes: la primera es un
diagnóstico de la situación del campo basado en el Informe Nacional de Desarrollo Humano
del año 2011 escrito por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y dirigido
por el profesor Absalón Machado. La segunda parte hace una descripción de los aspectos más
relevantes del primer punto del Acuerdo de Paz de La Habana, el punto que consideramos
contiene la viabilidad económica de una paz estable y duradera. La tercera parte se enfoca en
el análisis de los costos de la institucionalidad establecida en los Acuerdos de Paz que hace La
Misión para la Transformación del Campo del DNP en el año 2015 y que es dirigida por José
Antonio Ocampo. Cerraremos la reflexión con una serie de consideraciones.
Los Acuerdos
Rezan los acuerdos de paz con las FARC-EP, que el campo colombiano debe ser sujeto a
transformaciones sustanciales. Sin embargo, el paradigma de fondo que motiva esta
transformación es distinto en ambos bandos. Para el gobierno es necesario resarcir el impacto
del conflicto en el campo y con esto lograr que deje de ser un caldo de cultivo para futuros
conflictos. Por otro lado, las FARC-EP encuentran en la situación precaria del campo
colombiano el origen del conflicto.
Según la Misión para la Transformación del Campo (DNP 2015) el 60% de los territorios
municipales del país pertenece a la ruralidad y este espacio está ocupado por poco más del 30%
de la población. En estos territorios puede verse la gran heterogeneidad en su composición
social y prácticas económicas; mostrando regiones con buen desarrollo empresarial a pesar de
sus prácticas de producción tradicionales de bajo rendimiento y también otras regiones con
marcado atraso económico. Todo esto transversalizado por la concentración de la tierra, las
dinámicas del paramilitarismo y narcotráfico. Los indicadores de pobreza multidimensional
muestran claramente el atraso del campo en estos temas y no permiten dilucidar un avance y
una salida ni siquiera a largo plazo. Si bien en los últimos diez años ha habido gran mejoría, es
evidente la brecha entre campo y ciudad en acceso a pensiones, protección social, salud y
educación de calidad, así como en otros servicios públicos. Para la Misión Rural la clase media
en el campo representa la desalentadora cifra de 11% sobre el total, mientras el 89% es
población pobre o vulnerable de caer en la pobreza. Cabe aclarar que la mejoría en la situación
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social rural ha sido más consecuencia del asistencialismo o los programas gubernamentales que
debido a mejores condiciones económicas de la producción agropecuaria.
El comportamiento económico del sector rural es por lo menos decepcionante, siendo incluso
su participación en el PIB una de las más bajas de América Latina (DNP, 2015). Este proceso
encuentra su explicación en el modelo económico colombiano que sustenta el desarrollo en el
crecimiento económico y éste a su vez en una política puramente extractivista.
Entre las pretensiones del Acuerdo y el éxito de la Reforma Rural Integral se encuentra el
diagnóstico del sector rural colombiano realizado por PNUD en el 2011. En términos del
Acuerdo la viabilidad del sector rural en la que descansa la posibilidad de una paz estable y
duradera se encuentra la triste realidad de un sector al cual que el Estado como política
sistemática ha decidido dar la espalda. No es fortuito que la incidencia de la pobreza y la miseria
presente los niveles más inaceptables en el campo.
Este modelo no sólo no promueve el desarrollo humano, sino que es excluyente y en cambio
promueve la desigualdad, debilita las organizaciones campesinas y la institucionalidad rural.
El resultado no puede ser distinto al 86% del Gini de tierras o al 80% del microfundio en
pobreza extrema. Digamos que un proceso de destrucción de la economía campesina no puede
terminar diferente. Ante este panorama se requieren soluciones profundas e integrales, este es
el campo que debe ser superado por la RRI, un problema del cual se espera que Estado y
gobernantes estén a la altura.
La Reforma Rural Integral, como punto central del Acuerdo de Paz (2016), busca la
transformación estructural del campo colombiano, con el fin de mejorar sus condiciones y
cerrar la brecha que existe entre el campo y la ciudad. Para esto se propone metas como la
erradicación de la pobreza, la promoción de la igualdad, la garantía de los derechos de la
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población y la integración entre las regiones. Se piensa así, que las transformaciones
encaminadas en este sentido harán posible la no repetición del conflicto.
Uno de los problemas históricos más profundos que presenta el campo colombiano ha sido la
concentración de tierra; y uno de los mecanismos que contempla el Acuerdo para combatir esta
concentración está a cargo del Fondo de Tierras para la Reforma Rural Integral que tiene como
propósito combatir esta concentración a través de la democratización de la tierra mediante la
distribución gratuita de esta, que en sus primeros 12 años contempla una disponibilidad de 3
millones de hectáreas. Asimismo, se considera que el acceso debe ser integral, esto quiere decir
que el gobierno tiene la obligación de ejecutar planes de acompañamiento en materia de
vivienda, asistencia técnica, capacitación, proyectos productivos, entre otros.
Por otra parte, se crean los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), que
buscan subir los niveles de calidad de vida en el campo de manera eficiente. Para esto se tendrán
planes de acción diferentes para cada región que tengan en cuenta las características propias en
el ámbito cultural, social, político y ambiental. De esta forma se establecen las necesidades que
cada región requiere para su transformación, necesidades que el Plan Nacional de Desarrollo
PND tendrá que acoger.
Adicional a lo anterior, el Gobierno debe encargarse de ejecutar los Planes Nacionales para la
RRI; estos tienen como finalidad la erradicación de la pobreza de manera sustancial, así como
también la superación de la desigualdad. De esta forma la brecha entre el campo y la ciudad irá
disminuyendo.
Para lograr estos objetivos, el gobierno debe crear la infraestructura necesaria que permita la
integración regional. Para esto se crearán 3 planes diferentes, el primero se creará a través del
Plan Nacional de Vías Terciarias, que dará cuenta de la infraestructura vial necesaria que
permita el acceso al mercado y logre una reducción de costos; el segundo, el Plan Nacional de
Riego y Drenaje, estará encargado de promover el acceso democrático al agua y así lograr
impulsar el desarrollo agrícola; y el tercero es el Plan Nacional de Electrificación y
Conectividad Rural, que busca impulsar las condiciones a través de la conectividad y la
cobertura eléctrica.
Por último, dentro de estos Planes Nacionales para la RRI también está un primer componente
de desarrollo social, que busca la erradicación de la pobreza y mejorar las condiciones en
materia de salud, educación y vivienda; y un segundo componente que tendrá como tarea
promover la producción agrícola a través de programas de acompañamiento, subsidios,
créditos, entre otros. De esta forma está estructurado el primer punto de la RRI, que busca la
transformación estructural del campo con el fin de garantizar la no repetición del conflicto
armado. (Gobierno Nacional de Colombia y FARC-EP, 2016).
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Misión Rural - DNP y los costos de la RRI
La Misión Rural del DNP (2015) elabora un documento llamado El Campo Colombiano, Un
Camino Hacia el Bienestar, Allí, además de plantear un diagnóstico económico del campo
colombiano, realiza una estrategia que permite su viabilizarían hacia un desarrollo sostenible
tanto de la producción agraria como de la población campesina. Plantea una estructura de
costos basada en lo propuesto en los Acuerdos de La Habana que va desde el 2016 hasta el
2030. La estrategia concluye un costo de 195.5 billones de pesos para darle cumplimiento a los
programas de inclusión productiva, social e infraestructura, lo que con unas perspectivas
modestas de crecimiento económico representaría un 1.2% del PIB. Es de notar que el
documento de la Misión Rural si bien apunta a dar solución a la problemática agraria indicada
en los Acuerdos, no contempla ni establece rubros rigurosamente específicos del Acuerdo. (Ver
Anexo 1).
Consideraciones Finales
Keynes hace cien años nos enseñó que la paz entendida como revancha sólo da origen a nuevas
guerras y nos enseñó a través de un análisis netamente económico que si las partes que negocian
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utilizan los tratados para reivindicar su razón o sacar provecho del posconflicto y que mientras
los pueblos y sus dirigentes no estén dispuestos a la reconciliación, a pasar la página del
conflicto y a encaminarse en el verdadero objetivo que debe ser la reconstrucción de la
sociedad, esos mismos pueblos van a estar condenados a repetir el horror.
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Anexo: Estrategias Contempladas por la Misión Rural:
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Referencias
Gobierno Nacional de Colombia y FARC-EP (2016). Acuerdo final para la terminación del
conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD (2011) “Informe Nacional de
Desarrollo Humano 2011. Colombia Rural: Razones para la Esperanza”.