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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para la Educación Universitaria


Universidad Nacional Experimental De Los Llanos Central “Rómulo Gallegos”
San Juan De Los Morros – Edo. Guárico
Área de Ciencias Económicas y Sociales
Contaduría Pública 3er año Sección “M1”

AHORRO & CRÉDITO

PROFESORA: BACHILLER:
Liz Jaramillo López Jeankelly C.I: 14.452.240
Torres Wilmary C.I: 27.664.027

San Juan de los Morros, Abril de 2019


INTRODUCCIÓN

El ahorro es un tema de discusión siempre presente en los


diversos ámbitos académicos, políticos y sociales del país.
Es así porque el ahorro es considerado un elemento esencial en el
proceso de acumulación del capital y para el crecimiento económico.
En términos agregados, el ahorro es el proceso mediante el cual una
economía reserva parte de su producto y lo utiliza para generar
ingresos en el futuro. Las personas, las empresas y los gobiernos
ahorran.

El crédito puede ser de gran ayuda si se utiliza de la manera


correcta. Puede ayudarlo a realizar inversiones como la apertura de un
negocio o sencillamente a realizar la adquisición de un bien tales como
una casa o un auto. También puede utilizarse para pagar la educación.

Utilizar crédito puede ser conveniente ya que le permite realizar


compras grandes, para las que no tiene suficientes ahorros. Sin
embargo, el crédito puede acumular una deuda que puede salirse de
control si usted no lo administra con cuidado o si gasta demasiado.
AHORRO

Tradicionalmente, se asoció la avaricia con el afán desmedido por ahorrar. El


ahorro es la acción de separar una parte de los ingresos que obtiene una
persona o empresa con el fin de guardarlo para su uso en el futuro, ya sea
para algún gasto previsto o imprevisto, emergencia económica o una posible
inversión.1 En términos de teoría económica el ahorro se refiere a la parte de
la renta o ingreso no dedicada a consumo, sino a otros fines y es un concepto
económico importante. Existen diversas modalidades de ahorro así como
diversos instrumentos financieros destinados para incrementar el ahorro que
se pretende realizar.

CLASIFICACIÓN

El ahorro se puede clasificar en ahorro privado y en ahorro público.

El ahorro privado es aquel que realizan las organizaciones privadas que no


pertenecen al estado (básicamente familias, instituciones sin ánimo de lucro
y empresas).

El ahorro de una empresa privada autónoma, equivale a su beneficio, menos


la parte de éste que es repartida a sus propietarios o accionistas en forma de
dividendos o participación en beneficios.

El ahorro de las familias es igual a la renta disponible familiar menos el


consumo privado y los impuestos.

El ahorro público lo realiza el estado, el cual también recibe ingresos a través


de impuestos y otras actividades, a la vez que gasta en inversión social, en
infraestructura (carreteras, puentes, escuelas, hospitales, etc.), en justicia, en
seguridad nacional, etc. Cuando el Estado ahorra quiere decir que sus
ingresos son mayores que sus gastos y se presenta un superávit fiscal, el caso
contrario conduciría a un déficit fiscal que maneja su AFORE5 debido a que
deben escoger la que les ofrezca mejores servicios puesto que es donde
depositarán su confianza y su dinero durante sus años laborales. Además es
importante que los usuarios de las AFORES conozcan los derechos que tienen
y como deben solicitar la pensión al momento de retirarse o en su defecto, su
liquidación.

DETERMINANTES DEL AHORRO

* MAGNITUD DE INGRESOS: Si el consumidor espera que sus ingresos


futuros sean mayores que los actuales, no existirá apenas estímulo para el
ahorro. En cambio, si cree que sus ingresos van a disminuir, el estímulo será
mayor. Esto sería como una planificación del consumo y de los ingresos
obtenidos.

* CERTIDUMBRE DE LOS INGRESOS FUTUROS: Es evidente que con ingresos


inciertos en el futuro, el incentivo para l ahorro es mayor que cuando esos
egresos futuros están más asegurados.

* GRADO DE PREVISIÓN DE FUTURO: Por falta de imaginación, o por


cualquier otro motivo, puede ocurrir que se infravaloren las necesidades
futuras respecto a las actuales, lo que supone vivir más en el momento actual
y despreocuparse del futuro; esto acarrea un ahorro inferior.

* NIVEL DE RENTA ACTUAL: Cuanto más alta sea la renta actual, más se
ahorrará, ya que gastando más quedan menos necesidades que satisfacer;
entonces es preferible atender a la previsión de una necesidad futura antes
que al consumo actual.

* EXPECTATIVAS SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LOS PRECIOS FUTUROS: Si se


espera que los precios de los bienes van a ser más altos en el futuro, la
tendencia al ahorro será menor que si se esperan unos precios estables o
unos precios inferiores.

* EL TIPO DE INTERÉS: Un cierto flujo, tal vez no muy grande, puede


esperarse del premio que se espera obtener de la renta ahorrada, es decir,
del tipo de interés. Si este es alto, es probable una mayor tendencia a ahorrar
que si es bajo.
* EL SALARIO: se considera salario a la remuneración del factor de
producción trabajo. Dependiendo del salario que uno reciba se verá si se
ahorra o no. Si una persona obtiene un salario mensual bastante alto, lo más
probable es que ahorre la cantidad que no gasta de su salario. Mientras más
alto es el salario, hay más probabilidad de ahorro.

* LA INFLACIÓN: es un desequilibrio en el mercado, acumulativo que se auto


alimenta, se acelera por sí mismo y es difícil de controlar. Mientras mayor es
la inflación, menor es el ahorro.

Puede también ahorrarse para capitalizar y mejorar la posición social, por el


hecho de ser propietario, o por pretender alcanzar una situación de poder
económico, o para dejar un patrimonio a los descendientes. "Este último
factor influyente en el ahorro, probablemente el menos racional de todos,
desempeña un papel decisivo en la formación del ahorro total, puesto que si
el ahorro no fuera más que un "consumo aplazado", resultaría que el ahorro
"neto" sería nulo, ya que se consumiría."

¿QUÉ ES LA CAPACIDAD DE AHORRO?

La capacidad de ahorro es la capacidad que tenemos para poder separar algo


de dinero del total que ingresamos en nuestra economía particular con el
objetivo de guardarlo para ser utilizado en el futuro.

Para conseguir ahorrar es condición sine qua non el que gastemos menos de
lo que ingresamos, de esta forma podremos reservar dicha diferencia bien
guardada en un lugar seguro con el objetivo de poder cubrir imprevistos
futuros o para poder vivir mejor cuando nos jubilemos.

Se puede conservar lo ahorrado en diferentes sitios: lo podemos tener


guardado en una hucha o debajo del colchón, en un depósito bancario o
invertidos en algo seguro, como puede ser en Renta Fija o en un Plan de
Pensiones, por ejemplo. Da igual el sitio en donde lo tengamos, lo importante
es poder ahorrar, es decir, tener capacidad de ahorro.
DEFINICIÓN DEL CRÉDITO

El origen etimológico de la palabra crédito nos remonta al latín creditum, que


significa “cosa confiada”. Por lo tanto, la noción de crédito aparece vinculada
con tener confianza.

Un crédito es una cantidad de dinero que se le debe a una entidad (por


ejemplo, un banco) o a una persona.

En otro sentido, el término crédito se utiliza como sinónimo de autoridad,


fama o reputación: “El jugador todavía tiene crédito para revertir la
situación”.

En el campo educativo, por lo general en las universidades, un crédito es una


unidad de valoración de una asignatura, que equivale a un cierto número de
horas lectivas: “Necesito 40 créditos para poder cursar esa materia”.

Por último, los créditos son los títulos que mencionan a las personas que
participaron en el rodaje de una película o en la producción de un programa
de televisión. Suelen aparecer al comienzo al final de la emisión. El lugar que
un artista ocupa en los créditos refleja su importancia o fama; en cambio,
quienes tienen participaciones menores pueden ni siquiera aparecer en los
títulos.

¿CUÁLES SON LAS DIFERENCIAS ENTRE UN CRÉDITO Y UN PRÉSTAMO?

Es muy común que estos dos términos se confundan sobre todo en aquellos
ámbitos en los que no hay una cultura financiera, sin embargo, es necesario
explicar que pese a que para muchos decir “tengo que pedir un préstamo” o
“voy a pedir un crédito” es exactamente lo mismo, existen muchas
diferencias entre ellos, las cuales explicaremos a continuación.

En un préstamo, el banco pone a disposición de un cliente una cantidad fija


de dinero, la cual deberá ser devuelta en un lapso de tiempo determinado,
junto a unos intereses también pautadas previamente. Se trata de una
operación que se realiza a medio o largo plazo y que se va amortizando en
cuotas regulares que pueden ser de tipo mensual, trimestral, semestral o
anual. Así el cliente puede planificar la forma y cuotas en las que irá
devolviendo el dinero que se le prestó. En la mayoría de los casos los
préstamos se conceden a clientes particulares para que les den un uso
privado y, a la hora de firmar el contrato, se piden ciertas exigencias, como
un aval o una garantía real. Una vez firmado éste, el préstamos se ingresará
en la cuenta que el cliente ya posee y desde el primer día que se hace
efectivo, comienzan a calcularse los intereses de acuerdo a la cantidad que el
banco le ha prestado.

En el caso de los créditos, el banco ofrece al cliente una cuenta de crédito, en


el cuál el cliente podrá acceder a la cantidad que necesite (habiendo una
cantidad máxima determinada en el contrato). En general la forma en la que
el cliente paga dicho crédito es de forma regular cuando el banco le hace
llegar la liquidación por el dinero utilizado, a lo que se le suman los gastos e
intereses impuestos por la entidad.

En ambos casos se presta dinero y la persona se compromete a devolver lo


en un determinado plazo de tiempo y, también en ambos casos, el banco
obtiene sus ganancias de los intereses que impone al contrato.

Por último tanto en el primero como en segundo caso, el acreedor (quien


concede el crédito) tiene el derecho de exigir y cobrar el dinero en el tiempo
pautado y, en caso de que la persona no cumpla con el pago, el acreedor
podrá tomar represalias legales contra él (como demandarlo y llevarlo a
juicio).

Existe un tipo de crédito que se conoce como crédito de consumo y que


consiste en un préstamo que ofrece una entidad financiera a una persona o
empresa a fin de que puedan comprar bienes o disponer de un determinada
cantidad de dinero para una operación determinada.

Algunos de los productos que pueden adquirirse a través de un crédito de


consumo son automóviles, muebles, electrodomésticos, complementos de
entretenimiento, ordenadores, adornos y productos para decorar y también
bienes inmateriales como viajes o actividades de ocio.
Cabe mencionar que algunos organismos, como supermercados proponen
adherirse a una cuenta de consumo, donde el cliente obtiene una tarjeta de
crédito que le permitirá comprar productos de ese lugar y pagar a plazos.

CLASIFICACIÓN DE LOS CRÉDITOS

Son cheques pagados al proveedor en el futuro es un contrato en el cual el


acreditado queda obligado a invertir el importe del crédito, precisamente en
la adquisición de materias primas y materiales en el pago de los jornales,
salarios y gastos directos de explotación indispensablemente para los fines
de su empresa créditos a sola firma, sobre sus antecedentes personales y
comerciales es el uso que se hace a las cuentas por pagar de la empresa, del
pasivo a corto plazo acumulado, como los impuestos a pagar, las cuentas por
cobrar y del financiamiento de inventario como fuentes de recursos.

Si el concurso tiene un objeto este es sin duda, la redistribución del


patrimonio del deudor o, en su caso, la ordenación de su actividad, en ambos
casos, para el pago de los créditos reconocidos que forman lo que se conoce
como masa pasiva. Estos créditos son conocidos como créditos concursales, y
la Ley Concursal establece una ordenación en atención a diversas
características de los mismos, formando categorías o clasificaciones que
determinan el orden en el pago del crédito. En concreto, y dentro de los
créditos concursales, la Ley Concursal distingue entre los créditos
privilegiados (con privilegio especial o general), los créditos ordinarios y los
créditos subordinados.

Los créditos incluidos en la lista de acreedores se clasifican, a efectos del


concurso, en privilegiados, ordinarios y subordinados.

LOS CRÉDITOS PRIVILEGIADOS SE CLASIFICAN, A SU VEZ, EN:

• Créditos con privilegio especial, si afectan a determinados bienes o


derechos, y
• Créditos con privilegio general, si afectan a la totalidad del patrimonio
del deudor.

Se entienden clasificados como créditos ordinarios aquellos que no se


consideran privilegiados ni subordinados.

La principal característica de los créditos subordinados es que su cobro se


realiza en último lugar detrás de los créditos privilegiados y de los créditos
ordinarios. Las razones para su postergación son:

• • La tardía comunicación.

• • Su naturaleza sancionadora.

• • Su carácter accesorio.

• • La condición personal de sus titulares (personas especialmente


relacionadas con el concursado), salvo capitalización de créditos por socios,
en cumplimiento de un acuerdo de refinanciación.

La calificación de un crédito como subordinado tiene, además, otras


consecuencias para su titular. En efecto, los titulares de créditos
subordinados:

• • Están vinculados por el contenido del convenio aunque no votaran a


favor del mismo (artículo 134.1 Ley Concursal 22/2003).

• • No pueden formar parte de la administración concursal (artículo 27


Ley Concursal 22/2003).

• • No tienen derecho de voto en la junta de acreedores (artículo 122.1.º


Ley Concursal 22/2003).

• • Quedan afectados por las mismas quitas y esperas que las


establecidas en el convenio para los créditos ordinarios (artículo 134.1 Ley
Concursal 22/2003), y

• • Verán extinguidas las garantías de cualquier clase de que fueran


titulares (artículo 97.2 Ley Concursal 22/2003).
CRÉDITOS CON PRIVILEGIO ESPECIAL

Los privilegios especiales llevan aparejada la posibilidad de promover


una ejecución al margen del procedimiento concursal (ejecución separada)
sobre el bien o derecho afecto.

Su principal característica es que se pagarán con cargo a los bienes y


derechos afectos, ya sean objeto de ejecución separada o colectiva (artículo
155.1 Ley Concursal 22/2003), salvo que la administración concursal opte por
atender su pago con cargo a la masa y sin realización de bienes y derechos
(artículo 155.2 Ley Concursal 22/2003).

Para evitar la realización de los bienes o derechos afectos, la administración


concursal puede abonar los créditos con privilegio especial durante la
tramitación del concurso, a diferencia de lo que sucede con los restantes
acreedores.

En el caso de que el titular de un crédito privilegiado no haya promovido la


ejecución separada durante la fase común del concurso, los privilegios se
traducirán en caso de convenio, en la no sujeción al mismo del acreedor
privilegiado y en el caso de liquidación en el derecho del acreedor
privilegiado al cobro sobre el objeto afectado antes que los titulares de un
privilegio general. No quedarán vinculados por el convenio que, en su caso,
se apruebe, salvo que hubieran votado a favor (artículo 134.2 Ley Concursal
22/2003); o cuando voten a su favor determinados porcentajes recogidos en
dicho precepto legal, computados entre la misma clase de acreedores con
privilegio general, distinguiendo el artículo 94.2 Ley Concursal 22/2003entre
cuatro subclases de los mismos:

• 1.º Laborales, entendiéndose por tales los acreedores de derecho


laboral.

• 2.º Públicos, entendiéndose por tales los acreedores de derecho


público.
• 3.º Financieros, entendiéndose por tales los titulares de cualquier
endeudamiento financiero con independencia de que estén o no sometidos a
supervisión financiera.

• 4.º Resto de acreedores, entre los cuales se incluirán los acreedores


por operaciones comerciales y el resto de acreedores no incluidos en las
categorías anteriores.

Son créditos con privilegio especial (artículo 90 Ley Concursal 22/2003):

• - Los créditos garantizados con hipoteca voluntaria o legal, inmobiliaria


o mobiliaria, o con prenda sin desplazamiento, sobre los bienes hipotecados
o pignorados.

• - Los créditos garantizados con anticresis, sobre los frutos de inmueble


gravado.

• - Los créditos refaccionarios, sobre los bienes refaccionados, incluidos


los de los trabajadores sobre los objetos por ellos elaborados mientras sean
propiedad o estén en posesión del concursado.

• - Los créditos por cuotas de arrendamiento financiero o plazos de


compraventa con precio aplazado de bienes muebles o inmuebles, a favor de
los arrendadores o vendedores y, en su caso, de los financiadores, sobre los
bienes arrendados o vendidos con reserva de dominio, con prohibición de
disponer o con condición resolutoria en caso de falta de pago.

• - Los créditos con garantía de valores representados mediante


anotaciones en cuenta, sobre los valores gravados.

• - Los créditos garantizados con prenda constituida en documento


público, sobre los bienes o derechos pignorados que estén en posesión del
acreedor o de un tercero. Si se trata de prenda de créditos, bastará con que
conste en documento con fecha fehaciente para gozar del privilegio sobre los
créditos pignorados. La prenda en garantía de créditos futuros sólo atribuirá
privilegio especial a los créditos nacidos antes de la declaración de concurso,
así como a los créditos nacidos después de la misma, cuando en virtud del
artículo 68 se proceda a su rehabilitación o cuando la prenda estuviera
inscrita en un registro público con anterioridad a la declaración del concurso.

El privilegio especial solo alcanzará la parte del crédito que no exceda del
valor de la respectiva garantía, calculada tras deducir de los nueve décimos
del valor razonable del bien o derecho sobre el que esté constituida la
garantía, las deudas pendientes que gocen de garantía preferente sobre el
mismo bien, sin que en ningún caso el valor de la garantía pueda ser inferior
a cero, ni superior al valor del crédito privilegiado ni al valor de la
responsabilidad máxima hipotecaria o pignoraticia que se hubiese pactado.

A estos exclusivos efectos se entiende por valor razonable:

• a) En caso de valores mobiliarios que coticen en un mercado


secundario oficial o en otro mercado regulado o de instrumentos del
mercado monetario, el precio medio ponderado al que hubieran sido
negociados en uno o varios mercados regulados en el último trimestre
anterior a la fecha de declaración de concurso, de conformidad con la
certificación emitida por la sociedad rectora del mercado secundario oficial o
del mercado regulado de que se trate.

• b) En caso de bienes inmuebles, el resultante de informe emitido por


una sociedad de tasación homologada e inscrita en el Registro Especial del
Banco de España.

• c) En caso de bienes distintos de los señalados en las letras anteriores,


el resultante de informe emitido por experto independiente de conformidad
con los principios y las normas de valoración generalmente reconocidos para
esos bienes.

Los informes previstos en las letras b) y c) no serán necesarios cuando dicho


valor hubiera sido determinado para bienes inmuebles por una sociedad de
tasación homologada e inscrita en el Registro Especial del Banco de España
dentro de los doce meses anteriores a la fecha de declaración de concurso o,
para bienes distintos de los inmuebles, por experto independiente, dentro de
los seis meses anteriores a la fecha de declaración del concurso. Tampoco
serán necesarios cuando se trate de efectivo, cuentas corrientes, dinero
electrónico o imposiciones a plazo fijo. El informe previsto en la letra b),
cuando se refiera a viviendas terminadas, podrá sustituirse por una
valoración actualizada siempre que, entre la fecha de la última valoración
disponible y la fecha de la valoración actualizada, no hayan transcurrido más
de seis años. La valoración actualizada se obtendrá como resultado de aplicar
al último valor de tasación disponible realizado por una sociedad de tasación
homologada e inscrita en el Registro Especial del Banco de España, la
variación acumulada observada en el valor razonable de los inmuebles
situados en la misma zona y con similares características desde la emisión de
la última tasación a la fecha de valoración. En el supuesto de no disponerse
de información sobre la variación en el valor razonable proporcionado por
una sociedad de tasación o si no se considerase representativa, podrá
actualizarse el último valor disponible con la variación acumulada del precio
de la vivienda establecido por el Instituto Nacional de Estadística para la
Comunidad Autónoma en la que se sitúe el inmueble, diferenciando entre si
es vivienda nueva o de segunda mano, y siempre que entre la fecha de la
última valoración disponible y la fecha de la valoración actualizada no hayan
transcurrido más de tres años.

En todo caso, el coste de los informes o valoraciones será liquidado con cargo
a la masa y deducido de la retribución de la administración concursal salvo
que el acreedor afectado solicitase un informe de valoración contradictorio,
que deberá emitirse a su costa. También se emitirá a su costa el informe
cuando se invoque por el acreedor afectado la concurrencia de circunstancias
que hagan necesaria una nueva valoración.

Los bienes o derechos sobre los que estuviesen constituidas las garantías,
que estuvieran denominados en moneda distinta al euro, se convertirán al
euro aplicando el tipo de cambio de la fecha de la valoración, entendido
como el tipo de cambio medio de contado. Si concurrieran nuevas
circunstancias que pudieran modificar significativamente el valor razonable
de los bienes, deberá aportarse nuevo informe de experto independiente.
En el caso de que la garantía a favor de un mismo acreedor recaiga sobre
varios bienes, se sumará la resultante de aplicar sobre cada uno de los bienes
la regla prevista en el primer párrafo de este apartado, sin que el valor
conjunto de las garantías pueda tampoco exceder del valor del crédito del
acreedor correspondiente. En caso de garantía constituida en proindiviso a
favor de dos o más acreedores, el valor de la garantía correspondiente a cada
acreedor será el resultante de aplicar al valor total del privilegio especial la
proporción que en el mismo corresponda a cada uno de ellos, según las
normas y acuerdos que rijan el proindiviso.

CRÉDITOS SUBORDINADOS

Los créditos subordinados son la categoría contraria a los créditos


privilegiados, pues postergan el cobro del crédito y lo hacen hasta el último
lugar de la escala gratulatoria, es decir, no sólo después de los créditos
privilegiados sino también de los créditos ordinarios.

La subordinación, como criterio de ejercicio de derechos concursales significa


no poder votar el convenio y, probablemente, tampoco cobrar, por su
atrasada posición liquidataria (artículo 158 Ley Concursal 22/2003).

Son créditos subordinados (artículo 92 Ley Concursal 22/2003):

• - Los créditos que, habiendo sido comunicados tardíamente, sean


incluidos por la administración concursal en la lista de acreedores así como
los que, no habiendo sido comunicados o habiéndolo sido de forma tardía,
sean incluidos en dicha lista por el juez al resolver sobre la impugnación de
ésta. No quedarán subordinados por esta causa, y serán clasificados según
corresponda, los créditos del artículo 86.3, los créditos cuya existencia
resultare de la documentación del deudor, los que consten en documento
con fuerza ejecutiva, los créditos asegurados con garantía real inscrita en
registro público, los que constaren de otro modo en el concurso o en otro
procedimiento judicial, y aquellos otros para cuya determinación sea precisa
la actuación de comprobación de las Administraciones públicas.
El acreedor moroso, por tanto, queda relegado a la condición de
subordinado. Esta subordinación se produce de forma automática una vez
transcurrido el plazo establecido para efectuar la comunicación del crédito.
Se sanciona a los acreedores que, al no hacer la comunicación en el
momento oportuno, entorpecen la marcha del concurso y perjudican al resto
de los acreedores. La subordinación alcanza a toda clase de créditos,
cualquiera que sea su clase o categoría.

• - Los créditos que por pacto contractual tengan el carácter de


subordinados respecto de todos los demás créditos contra el deudor.

• - Los créditos por recargos e intereses de cualquier clase, incluidos los


moratorios, salvo los correspondientes a créditos con garantía real hasta
donde alcance la respectiva garantía.

El carácter subordinado afecta a los intereses de cualquier tipo, salvo los que
correspondan a créditos con garantía real (por ejemplo, hipoteca o prenda) y
hasta donde alcance la respectiva garantía, que formarán parte del crédito
con privilegio especial que puede satisfacerse con preferencia absoluta sobre
el bien o derecho afecto (artículo 155.1 Ley Concursal 22/2003).

• - Los créditos por multas y demás sanciones pecuniarias.

• - Los créditos que como consecuencia de rescisión concursal resulten a


favor de quien en la sentencia haya sido declarado parte de mala fe en el
acto impugnado.

• - Los créditos derivados de los contratos con obligaciones recíprocas a


que se refieren los artículos 61, 62, 68 y 69, cuando el juez constate, previo
informe de la administración concursal, que el acreedor obstaculiza de forma
reiterada el cumplimiento del contrato en perjuicio del interés del concurso.

• - Los créditos de que fuera titular alguna de las personas


especialmente relacionadas con el deudor a las que se refiere el artículo
siguiente, excepto los comprendidos en el artículo 91.1.º cuando el deudor
sea persona natural y los créditos diferentes de los préstamos o actos con
análoga finalidad de los que sean titulares los socios a los que se refiere el
artículo 93.2.1.º y 3.º que reúnan las condiciones de participación en el
capital que allí se indican. Los acreedores que hayan capitalizado directa o
indirectamente todo o parte de sus créditos en cumplimiento de un acuerdo
de refinanciación adoptado de conformidad con el artículo 71 bis LC 22/2003
o la disposición adicional 4ª LC 22/2003, no tendrán la consideración de
personas especialmente relacionadas con el concursado a los efectos de la
calificación de los créditos que ostenten contra el deudor como consecuencia
de la refinanciación que le hubiesen otorgado en virtud de dicho acuerdo.
Asimismo, se exceptúan de esta regla los créditos por alimentos nacidos y
vencidos antes de la declaración de concurso que tendrán la consideración
de crédito ordinario.

Si el deudor es persona física se consideran especialmente relacionados con


él:

o • El cónyuge del concursado o quién lo hubiera sido en los dos años


anteriores a la declaración de concurso su pareja de hecho inscrita o las
personas que convivan con análoga relación de afectividad o hubieran
convivido habitualmente con él dentro de los dos años anteriores a la
declaración de concurso.

o • Los ascendientes, descendientes y hermanos del concursado, o de su


cónyuge o de su pareja de hecho.

o • Los cónyuges de los ascendientes, descendientes y hermanos del


concursado.

o • Las personas jurídicas controladas por el concursado o por las


personas citadas en los números anteriores o sus administradores de hecho o
de derecho. Se presumirá que existe control cuando concurra alguna de las
situaciones previstas en el artículo 42.1 del Código de Comercio.

o • Las personas jurídicas que formen parte del mismo grupo de


empresas que las previstas en el número anterior.
o • Las personas jurídicas de las que las personas descritas en los
números anteriores sean administradores de hecho o de derecho.

Se consideran especialmente relacionados con el concursado, persona


jurídica:

o • Los socios y, cuando éstos sean personas naturales, las personas


especialmente relacionadas con ellos conforme a lo dispuesto en el apartado
anterior, que sean personal e ilimitadamente responsables por las deudas
sociales y aquellos otros que, en el momento del nacimiento del derecho de
crédito, sean titulares directa o indirectamente de, al menos, un 5 por ciento
del capital social, si la sociedad declarada en concurso tuviera valores
admitidos a negociación en mercado secundario oficial, o un 10 por ciento si
no los tuviera. Cuando los socios sean personas naturales, se considerarán
también personas especialmente relacionadas con la persona jurídica
concursada las personas que lo sean con los socios conforme a lo dispuesto
en el apartado anterior.

o • Los administradores, liquidadores y los apoderados con poderes


generales, así como quienes lo hayan sido durante los dos años anteriores a
la declaración del concurso. Los acreedores que hayan capitalizado directa o
indirectamente todo o parte de sus créditos en cumplimiento de un acuerdo
de refinanciación adoptado de conformidad con el artículo 71 bis o la
disposición adicional cuarta, de un acuerdo extrajudicial de pagos o de un
convenio concursal, y aunque hayan asumido cargos en la administración del
deudor por razón de la capitalización, no tendrán la consideración de
personas especialmente relacionadas con el concursado a los efectos de la
calificación de los créditos que ostenten contra el deudor como consecuencia
de la refinanciación que le hubiesen otorgado en virtud de dicho acuerdo o
convenio. Salvo prueba en contrario, no tendrán la consideración de
administradores de hecho los acreedores que hayan suscrito el acuerdo de
refinanciación previsto por el artículo 71 bis o la disposición adicional cuarta,
por las obligaciones que asuma el deudor en relación con el plan de
viabilidad, salvo que se probase la existencia de alguna circunstancia que
pudiera justificar esta condición.

o • Las sociedades que formen parte del mismo grupo que la sociedad
declarada en concurso y sus socios comunes, siempre que éstos reúnan las
mismas condiciones que en el número 1.º de este apartado.

Salvo prueba en contrario, se presumen personas especialmente


relacionadas con el concursado los cesionarios o adjudicatarios de créditos
pertenecientes a cualquiera de las personas mencionadas anteriormente,
siempre que la adquisición se hubiese producido dentro de los dos años
anteriores a la declaración de concurso.
CONCLUSIÓN

En general, la importancia de ahorrar, se puede resumir en cinco


palabras cumplir, prevenir, formar, desarrollar y avanzar, palabras, tan
simples para unos, pero importantes para otros, especialmente, para
todos aquellos que logaran implementar el ahorro, como parte de su
vida, siendo consientes, de los beneficios y ventajas de esta,
previniendo grandes consecuencias, basándose principalmente, en el
futuro, pues es ahorrar, una palabra del presente y del futuro, pues se
crea, se piensa, se analiza, desarrolla y se forma en el momento, y se
piensa cumplir en el futuro, pues está en caminada hacia él, para tener
algo claro y concreto, previniendo crisis o derrotas, y cumpliendo con
deseos o placeres, que se tienen presentes en el mismo momento en
el cual se decide ahorrar.

Al finalizar este trabajo , obtuvimos la conclusión de que los


créditos son de suma importancia para nosotros mismos o para una
empresa si nos encontramos en una mala situación financiera o por si
queremos agrandar nuestro negocio, como por ejemplo si queremos
obtener un crédito para poder comprar maquinaria o equipo para
producir más artículos y así obtener más ganancias lo cual eso nos
beneficia ya que las ganancia pueden ser muy grandes ya que
tendremos más maquinaria y así produciremos más y con esas
ganancias se podrá liquidar el crédito que solicitamos. También antes
de solicitar un crédito tenemos que ver varios aspectos para que ese
crédito si nos ayude y no nos perjudique, tenemos que tener cuidado
en eso.
En fin gracias a este trabajo realizado logramos entender más a fondo
el tema de créditos.
BIBILIOGRAFIA

https://www.crowdlending.es/blog/capacidad-de-ahorro

https://es.wikipedia.org/wiki/Ahorro

https://www.monografias.com/trabajos15/ahorro-inversion/ahorro-inversion.shtml

https://www.google.com/search?q=elementos+e+instrumentos+del+credito&tbm=isch&source=i
u&ictx=1&fir=UhRLDxO5kNCbcM%253A%252CFMTqrVBW1614kM%252C_&vet=1&usg=AI4_-
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https://prezi.com/ryo37f0lf0vq/clasificacion-del-credito/

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