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CARMEN GÓMEZ LAVEAGA

INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA
INTUITIVA DE CONJUNTOS
(CARDINALES Y ORDINALES)

FACULTAD DE CIENCIAS, UNAM


20
Gómez Laveaga, Carmen
Introducción a la teoría intuitiva de conjuntos : cardinales y
ordinales / Carmen Gómez Laveaga. -- 2a reimp. -- México : UNAM,
Facultad de Ciencias, 2011.
x, 129 p. ; 22 cm. -- (Temas de matemáticas) (Las prensas de cien-
cias)
Bibliografía: p. 125-126
Incluye índice
ISBN 978-970-32-4705-9

1. Teoría de los conjuntos. 2. Números cardinales. 3. Números


ordinales. I. Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de
Ciencias. II. t. III. Ser. IV. Ser.

511.322-scdd21 Biblioteca Nacional de México

Introducción a la teoría intuitiva de conjuntos (cardinales y ordinales)


1D edición, 2007
D reimpresión, 15 de noviembre 2011

© D.R. 2011. Universidad Nacional Autónoma de México.


Facultad de Ciencias.
Ciudad Universitaria. Delegación Coyoacán,
C. P. 04510, México, Distrito Federal.
editoriales@ciencias.unam.mx

ISBN: 978-970-32-4705-9

Diseño de portada: Laura Uribe

Prohibida la reproducción parcial o total de la obra por cualquier medio,


sin la autorización por escrito del titular de los derechos patrimoniales.

Impreso y hecho en México.


A mis queridas Aurora y Sabina
Índice

Introducción vii

Capı́tulo 1. Nociones básicas 1


§ 1.1 Conjuntos . . . . . . . . . . . . . . . 1
§ 1.2 Relaciones . . . . . . . . . . . . . . . 7
§ 1.3 Funciones . . . . . . . . . . . . . . . 9
§ 1.4 Relaciones de equivalencia . . . . . . . . 13
§ 1.5 Relaciones de orden . . . . . . . . . . . 16
§ 1.6 Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . 21

Capı́tulo 2. El Axioma de Elección y sus equivalencias 29


§ 2.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . 29
§ 2.2 Equivalencias del Axioma de Elección . . . . 30
§ 2.3 Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . 36

Capı́tulo 3. Números cardinales 37


§ 3.1 Cardinales . . . . . . . . . . . . . . . 37
§ 3.2 Operaciones entre cardinales . . . . . . . 44
§ 3.3 Conjuntos finitos . . . . . . . . . . . . 50
§ 3.4 Conjuntos numerables y conjuntos infinitos . . 58
§ 3.5 Sistemas de Peano . . . . . . . . . . . . 66
§ 3.6 Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . 80

Capı́tulo 4. Números ordinales 85


§ 4.1 Conjuntos bien ordenados . . . . . . . . . 85
§ 4.2 Suma y producto de números ordinales . . . 99
§ 4.3 Representantes para números ordinales
según von Neumann . . . . . . . . . . . 114
§ 4.5 Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . 123
Bibliografı́a 125
Índice alfabético 127
Introducción
Este libro es una introducción a la teorı́a de conjuntos haciendo énfasis
en la teorı́a de cardinales y ordinales. Los conceptos básicos de la teorı́a
de conjuntos se manejan intuitivamente, omitiendo la lógica formal y la
axiomática de la teorı́a de conjuntos.
El único axioma que se presenta es el Axioma de Elección junto con
algunas de sus equivalencias siendo una de estas el Lema de Zorn. Este
último se usa repetidamente en muchas demostraciones, de tal manera que
el estudiante al terminar de leer el libro habrá adquirido un buen manejo
de tan importante resultado. Los motivos por los cuales se presentan los
cardinales antes de los ordinales son principalmente dos. El primero es
que el desarrollo que se hace es bastante intuitivo (más que la Teorı́a de
von Neumann) y de alguna manera se presentan los conceptos de cardinal
y ordinal como independientes, algo que no sucede en el desarrollo de la
Teorı́a de números ordinales y cardinales que hace von Nuemann, ya que
en ésta los cardinales son ciertos números ordinales. El segundo motivo,
y que a mi juicio lo hace muy atractivo, es la gran cantidad de bellos
resultados que aparecen en esta presentación y que de otra manera no
sucederı́a. Véase, por mencionar un ejemplo, la presentación de Sistemas
de Peano para concluir con la definición de los números naturales.
Si bien es cierto que las definiciones de número cardinal y número
ordinal presentan un problema en el sentido de que no se dice exactamente
qué objetos de la Teorı́a de Conjuntos son, en realidad lo que se usa es el
hecho de cuándo dos conjuntos (conjuntos bien ordenados) tienen el mismo
cardinal (ordinal) y en ningún momento se necesita saber qué conjunto es
el número ordinal. A partir de esto podemos desarrollar la teorı́a sin ningún
problema.
En la Sección 4.4 del Capı́tulo 4 se presenta la manera en que von Neu-
mann introdujo los representantes para números ordinales y de aquı́ para
los números cardinales, y se hace una muy breve introducción para que el
lector tenga una idea de cómo se introducen los ordinales y los cardinales

vii
Introducción

según von Neumann, que es la manera en que, por lo general, actualmente


se maneja.
Podrı́a mencionar un tercer motivo que es el siguiente: para un estu-
diante de matemáticas es importante, dentro de su cultura general, tener
algún conocimiento sobre números cardinales y ordinales, y creo que es-
te libro los introduce rápidamente en el tema cubriendo una parte del
desarrollo de ellos.
En el Capı́tulo 1 se introducen los conceptos básicos que se requie-
ren para el estudio de los temas posteriores. La mayorı́a de los teoremas
ahı́ presentados no se demuestran.
El Capı́tulo 2 está dedicado al Axioma de Elección, uno de los axiomas
de la Teorı́a de Conjuntos. Ahı́ se presentan varias equivalencias, entre las
cuales, como ya hemos dicho, se encuentra el Lema de Zorn.
Los Capı́tulos 3 y 4 corresponden a la teorı́a de cardinales y ordinales
respectivamente.
Cabe mencionar que los números naturales (Sistemas de Peano) se
presentan al final del Capı́tulo 3 y se puede observar que antes de este tema,
no hemos hecho uso de ellos en ningún momento, por lo que los ejercicios
propuestos hasta antes de la introducción de los números naturales no los
involucran en ningún momento.
El lector interesado en un estudio axiomático de la Teorı́a de Conjuntos
puede referirse a [Ad], [Am], [En], [He], [Hr],[Th] [Fr 1], [Fr 2], [Ha],
[Ku] y [Zu].
Agradezco a los estudiantes Ernesto Mayorga Saucedo y Rolando Gómez
Macedo por el excelente trabajo que con paciencia realizaron al escribir
este libro en LATEX.
Por último quiero manifestar también mi agradecimiento a los árbitros
que revisaron con todo cuidado este libro y que gracias a sus sugerencias
se ha mejorado.

viii
Capı́tulo 1

Nociones básicas
§ 1.1 Conjuntos

Intuitivamente un conjunto es una colección de objetos. A estos objetos


los llamaremos elementos del conjunto. El sı́mbolo ∈ denota la pertenen-
cia, es decir, si A es un conjunto y x es un elemento de A, lo denotaremos
por x ∈ A.
Lo anterior también se puede leer: x es elemento de A ó x está en A.
De este modo, un conjunto está determinado por sus elementos. Ası́, dos
conjuntos A y B serán iguales si y sólo si tienen los mismos elementos, es
decir, es verdadera
A = B ⇐⇒ ∀x (x ∈ A ⇔ x ∈ B) .
Para decir que un objeto x no pertenece a un conjunto A utilizaremos
la notación x∈ / A.
Los conjuntos A y B serán distintos, y lo denotamos A = B, si existe
al menos un objeto x que hace verdadera la siguiente proposición
(x ∈ A ∧ x ∈
/ B) ∨ (x ∈ B ∧ x ∈
/ A).
Para describir un conjunto A generalmente se utiliza una propiedad
p (x) que solamente satisfacen los elementos de este conjunto, es decir,
si los elementos del conjunto A son los únicos que hacen verdadera la
proposición p (x), entonces
A = {x | p (x) es verdadera}.
Ejemplo 1.1.1.
(a) ∅ = {x | x = x} es el conjunto vacı́o y no tiene elementos ya que la
proposición p(x) : x = x es falsa para cualquier x.
(b) {a} = {x | x = a} es el unitario de a; conjunto con un único elemento
y este elemento se puede describir mediante la proposición p(x) : x = a.

1
2 Nociones básicas

(c) {a, b} = {x | x = a o x = b} es el conjunto cuyos únicos elementos son


a y b y la proposición que determina estos elementos es p (x) : x = a o
x = b. A este conjunto se le llama el par no ordenado de a y b.
(d) En forma análoga se pueden definir trı́os, cuartetos, quintetos no or-
denados {a, b, c}, {a, b, c, d}, {a, b, c, d, e},... etc.
El orden en que escribamos los elementos de un conjunto no lo altera,
pues lo que determina a un conjunto son sus elementos sin importar el
orden en que éstos se den. Ası́, tenemos las siguientes igualdades
{a, b} = {b, a} ; {a, b, c} = {b, a, c} = {c, b, a} = ...etc.
Definición 1. 1.1. Dados dos conjuntos A y B, diremos que A es un
subconjunto de B, y lo denotaremos por A ⊆ B, si cada elemento de A
es también elemento de B. Esto es
A ⊆ B ⇐⇒ ∀ x (x ∈ A ⇒ x ∈ B) .
def
Si A es un subconjunto de B y A = B diremos que A es subconjunto
propio de B, lo que indicaremos por A ⊂ B o por A  B.
Teorema 1.1.1. Dos conjuntos A y B son iguales si y sólo si cada uno
de ellos es subconjunto del otro, es decir
A = B ⇐⇒ A ⊆ B ∧ B ⊆ A.
Teorema 1.1.2. Sean A, B, C conjuntos arbitrarios. Entonces
(1) ∅ ⊆ A.
(2) A ⊆ A.
(3) Si A ⊆ B y B ⊆ C entonces A ⊆ C.
Definición 1.1.2. Sean A y B conjuntos arbitrarios. La unión de A y
B, denotado por A ∪ B, es el conjunto
A ∪ B = {x | x ∈ A o x ∈ B} .
Proposición 1.1.3. Sean A, B, C conjuntos. Entonces
(1) A ∪ ∅ = A, A ∪ A = A.
(2) A ⊆ A ∪ B, B ⊆ A ∪ B.
(3) A ∪ B = B ∪ A.
(4) (A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C).
(5) A ⊆ B si y sólo si A ∪ B = B.
Definición 1. 1.3. Sean A y B conjuntos, la intersección de A y B,
denotada A ∩ B, es el conjunto
A ∩ B = {x | x ∈ A y x ∈ B} .
§ 1.1 Conjuntos 3

Proposición 1.1.4. Sean A, B, C conjuntos. Entonces


(1) A ∩ ∅ = ∅, A ∩ A = A.
(2) A ∩ B ⊆ A, A ∩ B ⊆ B.
(3) A ∩ B = B ∩ A.
(4) (A ∩ B) ∩ C = A ∩ (B ∩ C).
(5) A ⊆ B si y sólo si A ∩ B = A.
La unión y la intersección son operaciones sobre conjuntos que tienen
la propiedad de que cada una de ellas es distributiva respecto a la otra, es
decir,
Proposición 1.1.5. Si A, B y C son conjuntos. Entonces
(1) A ∩ (B ∪ C) = (A ∩ B) ∪ (A ∩ C).
(2) A ∪ (B ∩ C) = (A ∪ B) ∩ (A ∪ C).
Nota 1. Existen varias formas de expresar la idea de conjunto como los
son, familia de objetos, colección de elementos, etc. y nosotros usaremos
con libertad este lenguaje.
Ası́ también cuando queremos hacer hincapié al referirnos a la natura-
leza de los elementos de un conjunto, usaremos frases como “un conjunto
cuyos elementos son conjuntos” o “familia de conjuntos”, ya que en es-
tos casos lo que queremos hacer es trabajar con estos conjuntos que son
elementos de un conjunto dado.
Definición 1.1.4.
(i) Diremos que dos conjuntos A y B son ajenos si A ∩ B = ∅.
(ii) Sea F un conjunto cuyos elementos son conjuntos. Diremos que los
conjuntos de F son ajenos dos a dos, si cualesquiera dos conjuntos que
pertenecen a F son ajenos.
Definición 1.1.5. Dados dos conjuntos A y B su diferencia es el con-
junto
A − B = {x | x ∈ A y x ∈
/ B} .
La diferencia de conjuntos, vista como una operación en los conjuntos,
en general no es ni asociativa ni conmutativa y tampoco distribuye ni a la
unión ni a la intersección. Sin embargo sı́ se tiene que
Proposición 1.1.6. (Leyes de Morgan) Si A y B son conjuntos, entonces
(1) A − (B ∪ C) = (A − B) ∩ (A − C).
(2) A − (B ∩ C) = (A − B) ∪ (A − C).
Los conceptos de unión e intersección de dos conjuntos pueden genera-
lizarse a familias arbitrarias de conjuntos de la siguiente manera.
4 Nociones básicas

Definición 1.1.6. Sea F una familia de conjuntos. La unión de todos los


conjuntos A que pertenecen a F es el conjunto

A = {x | Existe A ∈ F tal que x ∈ A} .
A∈F

Definición 1.1.7. Sea F una familia no vacı́a de conjuntos. La intersec-


ción de todos los conjuntos A que pertenecen a F, es el conjunto

A = {x | para toda A ∈ F se tiene que x ∈ A} .
A∈F

Observación 1.1. Para la unión no es necesario pedir que la familia F


de
 conjuntos sea no vacı́a ya que en este caso se tiene naturalmente que
A = ∅. Sin embargo en el caso de la intersección es indispensable que
A∈∅
F = ∅, ya que 
x∈ A ⇐⇒ x ∈ A ∀A ∈ F,
A∈F
y en el caso en que F = ∅ se cumplirı́a trivialmente que, para todo conjunto
A y para toda x ∈ A 
x∈ A,
A∈∅
debido a que no existe ningún conjunto A que pertenezca a ∅. Dicho de
otra manera, para demostrar que

x∈/ A,
A∈∅

deberı́amos exhibir un conjunto A ∈ ∅ tal


 que x ∈ / A, lo que evidente-
mente no se puede hacer, y por lo tanto A serı́a igual a un “conjunto
A∈F
universal” en el sentido de que cualquier conjunto serı́a elemento de él;
pero como veremos después de la Nota 2, no existe tal conjunto.
Nota 2. Aceptaremos como un hecho que dado un conjunto A y una
proposición p(x), la colección de elementos de A que hacen verdadera a
p(x) es un conjunto (axioma de separación), es decir, a partir de A y la
proposición p(x), {x ∈ A | p(x) es verdadera} es un conjunto.
Por otra parte es importante mencionar que debemos tener cuidado
cuando construimos la colección de objetos que hacen verdadera una pro-
posición, es decir, colecciones del tipo {x | p(x) es verdadera} deben ser
consideradas con cuidado, ya que pueden llevar a colecciones “muy gran-
des” de objetos que no necesariamente son conjuntos. Este tipo de colec-
ciones son llamadas clases propias y se puede trabajar con ellas correc-
tamente. Es más, en el álgebra, que es una parte muy importante de la
§ 1.1 Conjuntos 5

Matemática, por poner un ejemplo, se trabaja con estas clases y son de


gran importancia. Existe una axiomática que respalda el trabajo con estas
clases que incluye tanto clases como conjuntos y además cualquier teorema
acerca de conjuntos que pueda ser probado con la axiomática de clases,
puede ser probado con la axiomática de Zermelo-Fraenkel (incluyendo el
axioma de elección) e inversamente. Desde este punto de vista es mucho
más enriquecedor para la matemática trabajar con esta axiomática que
con la clásica (Zermelo-Fraenkel) y ası́ teorı́as que tienen gran relevancia
en la matemática moderna, como, por ejemplo, la de categorı́as (de es-
tructuras algebraicas, espacios topológicos, etc.), se pueden estudiar sin
ningún problema.
Lo importante aquı́ es poder decidir si una colección de objetos es un
conjunto o no. Un buen ejemplo de clase propia es la colección de todos los
conjuntos. Si aceptáramos que esta clase es un conjunto esto nos llevarı́a
a un conjunto universal U , lo que produce contradicciones en la Teorı́a
de Conjuntos.

Teorema 1.1.7. U = {x | x es conjunto} no es un conjunto.

Demostración. Supongamos que U es un conjunto y sea

C = {x ∈ U | x ∈
/ x}.

C es un conjunto debido a lo dicho en el primer párrafo de la Nota 2, y


por lo tanto C ∈ U .
Una de las siguientes afirmaciones debe ser verdadera y sólo una

C∈C oC∈
/ C.

Sin embargo ninguna de las dos lo es.


1o / Si C ∈ C, por definición de C, se debe tener que C ∈ / C y por lo
tanto tendrı́amos que C ∈ C y C ∈/ C lo que es una contradicción.
2o / Si C ∈
/ C, como C ∈ U , entonces C ∈ C. Por lo tanto se tiene que
C∈C yC∈ / C, que es una contradicción.
Concluimos entonces que U no es un conjunto. 

El siguiente resultado, como puede verse, es un teorema equivalente al


Teorema 1.1.7.

Teorema 1.1.8. Dado un conjunto A, existe un conjunto B tal que B no


pertenece a A.
6 Nociones básicas

Definición 1. 1.8. Dado un conjunto A, el conjunto potencia de A,


denotado por P(A) es el conjunto

P(A) = {C | C ⊆ A}.

Definición 1.1.9. El par ordenado de a, b, denotado por (a, b), es el


conjunto
(a, b) = {{a}, {a, b}}.

Teorema 1.1.9. (a, b) = (c, d) si y sólo si a = c y b = d.

Demostración. Supongamos que (a, b) = (c, d), es decir

{{a}, {a, b}} = {{c}, {c, d}}.

Caso 1: a = b. En este caso {{a}, {a, b}} = {{a}}, lo que significa, por
hipótesis, {{c}, {c, d}} = {{a}} y entonces a = b = c = d.
Caso 2: a = b. Como {a, b} es un elemento de {{c}, {c, d}} se debe tener
que {a, b} = {c} o {a, b} = {c, d}. El primer caso no puede suceder ya que
esto implicarı́a que a = b, que no es el caso. Entonces se debe tener que
{a, b} = {c, d} y por lo tanto c = d. Por otro lado, como {a} ∈ {{c}, {c, d}}
y c = d entonces {a} = {c}, ası́ a = c. Ahora, ya que {a, b} = {c, d}, a = b
y a = c, entonces b = d.
El inverso es obvio. 

El concepto de par ordenado podrı́a definirse de varias maneras (ver


Ejercicio 1.11) ya que el objetivo es que satisfaga el Teorema 1.1.9.

Definición 1.1.10. El producto cartesiano de los conjuntos A y B es


el conjunto
A × B = {(a, b) | a ∈ A y b ∈ B}.

Proposición 1.1.10. Sean A, B y C conjuntos. Entonces


(1) Si A y B  son conjuntos tales que A × B = A × B  , entonces A = A
y B = B.
(2) A × ∅ = ∅.
(3) Si A = ∅ y B = ∅, entonces A × B = ∅.
(4) A × (B ∪ C) = (A × B) ∪ (A × C); (A ∪ B) × C = (A × C) ∪ (B × C).
(5) A × (B ∩ C) = (A × B) ∩ (A × C); (A ∩ B) × C = (A × C) ∩ (B × C).

En el Capı́tulo 2 definiremos, en general, el producto cartesiano de una


familia arbitraria de conjuntos.
§ 1.2 Relaciones 7

§ 1.2 Relaciones
Definición 1.2.1.
(i) Una relación de un conjunto X a un conjunto Y es una pareja orde-
nada R = (R, X × Y ), donde R ⊆ X × Y .
(ii) El dominio de la relación R, denotado por Dom(R), es el conjunto
Dom(R) = {x ∈ X | existe y ∈ Y tal que (x, y) ∈ R}.
(iii) La imagen de la relación R, denotado por Im(R) o Ran(R), es el
conjunto
Im(R) = Ran(R) = {y ∈ Y | existe x ∈ X tal que (x, y) ∈ R} .
Nota 3. Usualmente, abusando del lenguaje, al referirnos a una relación
R = (R, X × Y ) usaremos únicamente al subconjunto R de X × Y , en
lugar de la pareja ordenada R = (R, X × Y ) y dejando en claro que
es una relación de X a Y . Esto es, en vez de usar la pareja ordenada
R = (R, X × Y ), diremos simplemente que R es una relación de X a Y
y en este caso, el dominio Dom(R) y la imagen Im(R) de la relación, se
denotarán Dom(R) y Im(R) respectivamente.
De acuerdo a la definición de relación y usando la nueva notación,
queda claro que
Teorema 1.2.1. Las relaciones R de X a Y y R de X  a Y  son iguales
si y sólo si X = X  , Y = Y  y R = R .
En el caso de que R sea una relación de X a X, simplemente diremos
que R es una relación en X.
Definición 1.2.2. Sea R una relación de X a Y . La relación inversa
R−1 de R es la relación de Y a X, dada por
R−1 = {(y, x) ∈ Y × X | (x, y) ∈ R} .
El dominio y la imagen de la inversa de una relación son la imagen y el
dominio de la relación respectivamente.
Ejemplo 1.2.1.
(a) Para cualesquiera conjunto X y Y , ∅ es una relación de X a Y y se
llama la relación vacı́a.
(b) Sea X cualquier conjunto y sea ∆X la siguiente relación de X a X
∆X = {(x, x) | x ∈ X}
Entonces Dom(∆X ) = X, Im(∆X ) = X y (∆X )−1 = ∆X .
8 Nociones básicas

(c) Sean X cualquier conjunto y P(X) el conjunto potencia de X. Sea R


la relación de X a P(X) definida por R = {(x, y) | x ∈ y}. Entonces
Dom (R) = X, Im (R) = {y ∈ P (X) | y = ∅} ,
R−1 = {(y, x) | (x, y) ∈ R} = {(y, x) | x ∈ y} .
Definición 1.2.3. Sean R1 y R2 relaciones de A a B y de B a C respec-
tivamente. La composición de R1 con R2 , denotada por R2 ◦ R1 , es la
relación de A a C definida por
R2 ◦ R1 = {(x, z) | existe y ∈ B tal que (x, y) ∈ R1 y (y, z) ∈ R2 }.
Ejemplo 1.2.2. Sea X un conjunto, R1 la relación de X a P (X) definida
por
(x, A) ∈ R1 ⊆ X × P (X) si y sólo si x ∈ A,
y sea R2 la relación de P (X) a P (P (X)) definida por
(A, B) ∈ R2 ⊆ P (X) × P (P (X)) si y sólo si B = {A} .
La composición R2 ◦ R1 es la relación de X a P (P (X)) que está dada
por (x, B) ∈ R2 ◦ R1 ⊆ X × P (P (X)) si y sólo si existe A ∈ P (X) tal
que x ∈ A y B = {A}.
Teorema 1.2.2. Sea R1 una relación de X a Y , R2 una relación de Y a
Z y R3 una relación de Z a W . Entonces
(1) R3 ◦ (R2 ◦ R1 ) = (R3 ◦ R2 ) ◦ R1 .
(2) (R2 ◦ R1 )−1 = R1−1 ◦ R2−1 .
(3) R1 ◦ ∆X = R1 y ∆Y ◦ R1 = R1 .
Demostración.
(1) Por definición R3 ◦ (R2 ◦ R1 ) y (R3 ◦ R2 ) ◦ R1 son ambos sub-
conjuntos de X × W (R2 ◦ R1 ⊆ X × Z y R3 ◦ R2 ⊆ Y × W ).
Sólo falta demostrar que R3 ◦ (R2 ◦ R1 ) = (R3 ◦ R2 ) ◦ R1 . Con-
sideremos (x, w) ∈ R3 ◦ (R2 ◦ R1 ), entonces existe z ∈ Z tal que
(x, z) ∈ R2 ◦ R1 y (z, w) ∈ R3 . Ahora como (x, z) ∈ R2 ◦ R1 ,
existe y ∈ Y tal que (x, y) ∈ R1 y (y, z) ∈ R2 . Si (y, z) ∈ R2 y
(z, w) ∈ R3 , entonces (y, w) ∈ R3 ◦ R2 y ya que (x, y) ∈ R1 , se
tiene que (x, w) ∈ (R3 ◦ R2 ) ◦ R1 y por lo tanto
R3 ◦ (R2 ◦ R1 ) ⊆ (R3 ◦ R2 ) ◦ R1 .
La otra inclusión se demuestra de manera análoga.
§ 1.3 Funciones 9

(2) Como R1−1 ⊆ Y × X, R2−1 ⊆ Z × Y y R2 ◦ R1 ⊆ X × Z, entonces


R1−1 ◦ R2−1 ⊆ Z × X y (R2 ◦ R1 )−1 ⊆ Z × X.
Sea (z, x) ∈ (R2 ◦ R1 )−1 . Entonces (x, z) ∈ R2 ◦ R1 y por lo tanto
existe y ∈ Y tal que (x, y) ∈ R1 y (y, z) ∈ R2 . De aquı́ se tiene
que (y, x) ∈ R1−1 y (z, y) ∈ R2−1 y ası́ (z, x) ∈ R1−1 ◦ R2−1 . Por lo
tanto (R2 ◦ R1 )−1 ⊆ R1−1 ◦ R2−1 .
La otra inclusión se demuestra de manera análoga.
(3) Se deja como ejercicio al lector. 

Definición 1.2.4. Sea R una relación de X a Y , A ⊆ X y B ⊆ Y . La


imagen de A bajo la relación R y la imagen inversa de B bajo la
relación R son, respectivamente, los conjuntos
R [A] = {y ∈ Y | existe x ∈ A y (x, y) ∈ R} ,
−1
R [B] = {x ∈ X | existe y ∈ B y (x, y) ∈ R} .
Ejemplo 1. 2.3. Sea X = {a, b, c, d} y Y = {x, y, z}. Consideramos la
relación de X a Y , R = {(a, x), (c, x), (c, y), (d, y)}.
Si A = {a, b}, A = {b}, B = {x, y}, B  = {z}, entonces f [A] = {x},
f [A ] = ∅, f −1 [B] = {a, c, d} y f −1 [B  ] = ∅.

§ 1.3 Funciones

En esta sección estudiaremos ciertas relaciones entre conjuntos, lla-


madas funciones. Ellas son de gran importancia ya que nos permiten, de
alguna manera comparar dos conjuntos, y en muchas ocasiones podemos
obtener información de un conjunto a través de otro dado.
Definición 1.3.1. Sean X y Y conjuntos y f una relación de X a Y . f
se llama función de X a Y si
(1) Dom (f ) = X,
(2) Si (x, y) , (x, y  ) ∈ f entonces debe ser y = y  .
Definición 1. 3.2. Si f es una función de X a Y , el dominio de la
función es el dominio de la relación (ver página 7, Definición 1.2.1). La
imagen o rango de la función es la imagen o rango de la relación (ver
página 7, Definición. 1.2.1). Al conjunto Y se le llama el codominio o
contradominio de la función.
10 Nociones básicas

Ejemplo 1.3.1.
(a) Sean X = {a, b, c}, Y = {X, ∅}.
f1 = {(a, X), (b, X), (c, ∅)} es una función de X a Y .
f2 = {(a, X), (b, ∅)} no es función de X a Y ya que Dom (f ) = {a, b} = X.
f3 = {(a, ∅), (b, X), (c, X), (a, X)} no es función de X a Y ya que
(a, ∅), (a, X) ∈ f y X = ∅.
(b) Para cada conjunto X, existe una única función f de ∅ en X, que es
f = ∅, llamada la función vacı́a.
(c) Sea X un conjunto. f = {(x, A) ∈ X × P(X) | x ∈ A} es función si y
sólo si X = ∅ o X tiene un único elemento.
(d) Para cada conjunto X, f = {(x, x) | x ∈ X} es una función de X a X,
llamada la función identidad de X y la denotaremos por 1X .
(e) Si X y Y son conjuntos y yo un elemento fijo de Y , la función de X a
Y dada por f = {(x, yo ) | x ∈ X} se llama la función constante igual a
yo .
(f ) Si X y Y son conjuntos arbitrarios no vacı́os, la función π1 , de X × Y
a X dada por π1 = {((x, y) , x) | (x, y) ∈ X × Y } se llama la proyec-
ción de X × Y sobre X y la función π2 de X × Y a Y definida por
π2 = {((x, y) , y) | (x, y) ∈ X × Y } se llama la proyección de X × Y
sobre Y .

Notación 1.1. Para indicar que f es una función de X a Y generalmente


se utilizan los siguientes sı́mbolos
f
f: X / Y o bien X /Y .

Si (x, y) ∈ f , al elemento y lo denotaremos por f (x). No hay posibilidad


de confusión ya que para cada x ∈ X , f (x) queda determinada de manera
única por la definición de función.

Ejemplo 1.3.2. Con esta nueva notación en los incisos (a), (d), (e) y (f )
del Ejemplo 1.3.1 tenemos
(a) f1 : {a, b, c} −→ {X, ∅} dada por f1 (a) = X, f1 (b) = X y f1 (c) = ∅.
(d) 1X : X −→ X definida por 1X (x) = x para toda x ∈ X.
(e) f : X −→ Y dada por f (x) = y0 , donde y0 es un elemento fijo de Y.
(f ) π1 : X × Y −→ X dada por π1 (x, y) = x y π2 : X × Y −→ Y dada
por π2 (x, y) = y.

Teorema 1.3.1. Sean f : X −→ Y y g : X  −→ Y  funciones, f = g si y


sólo si X = X  , Y = Y  y f (x) = g (x) para todo x ∈ X.
§ 1.3 Funciones 11

Definición 1.3.3. Sea f : X −→ Y una función y X  ⊆ X. La función


g : X  −→ Y dada por g (x) = f (x) para cada x ∈ X  se llama la res-
tricción de f a X  y la denotaremos por f |X  .
En particular 1X |X  : X  −→ X se la llama la función inclusión de

X en X.
Definición 1.3.4. Sean f : X −→ Y una función, A ⊆ X y B ⊆ Y .
(i) f [A] = {f (x) | x ∈ A} se llama la imagen de A bajo la función f .
(ii) f −1 [B] = {x ∈ A | f (x) ∈ B} se llama la imagen inversa de B
bajo f .
Definición 1.3.5. Sean f : X −→ Y y g : Y −→ Z funciones. La compo-
sición de f con g es la función h : X −→ Z con regla de correspondencia
h (x) = g (f (x)). A la función h se le denota por g ◦ f . En diagramas
f g
X /Y /Z
/
g◦f
Ejemplo 1.3.3.
(a) Si f : X −→ Y , entonces f ◦ 1X = f y 1Y ◦ f = f
(b) Sean i1 : X −→ X × X e i2 : X −→ X × X definidas por
i1 (x) = (x, x0 ) e i2 (x) = (x0 , x) donde x0 es un elemento fijo de X.
Entonces para cualesquiera x, y ∈ X,
(π1 ◦ i1 ) (x) = x = (π2 ◦ i2 ) (x) , (π1 ◦ i2 ) (x) = x0 = (π2 ◦ i1 ) (x) ,
(i1 ◦ π1 ) (x, y) = (x, x0 ) , (i1 ◦ π2 ) (x, y) = (y, x0 ) ,
(i2 ◦ π1 ) (x, y) = (x0 , x) , (i2 ◦ π2 ) (x, y) = (x0 , y) .
Definición 1.3.6. Sea f : X −→ Y una función
(i) f se llama inyectiva si para cualesquiera x1 , x2 ∈ X, f (x1 ) = f (x2 )
implica x1 = x2 .
(ii) f se llama suprayectiva o sobre si Im (f ) = Y .
(iii) f se llama biyectiva si es inyectiva y suprayectiva.
Teorema 1.3.2. Sean f : X −→ Y y g : Y −→ Z funciones
(1) Si f y g son inyectivas, entonces g ◦ f es inyectiva.
(2) Si f y g son suprayectivas, entonces g ◦ f es suprayectiva.
(3) Si f y g son biyectivas, entonces g ◦ f es biyectiva.
Teorema 1.3.3. Sean f : X −→ Y y g : Y −→ Z funciones
(1) Si g ◦ f es inyectiva, entonces f es inyectiva.
(2) Si g ◦ f es suprayectiva, entonces g es suprayectiva.
(3) Si g ◦ f es biyectiva, entonces f es inyectiva y g es suprayectiva.
12 Nociones básicas

Definición 1.3.7. Sea f : X −→ Y


(i) Una función g : Y −→ X es un inverso izquierdo de f si g ◦ f = 1X .
(ii) Una función h : Y −→ X es un inverso derecho de f si f ◦h = 1Y .
Teorema 1.3.4. Sea f : X −→ Y una función. Son equivalentes
(i) f es inyectiva,
(ii) f tiene un inverso izquierdo,
(iii) Para cualesquiera funciones g, h : Z −→ X, f ◦ g = f ◦ h implica
g = h.
Teorema 1.3.5. Sea f : X −→ Y una función. Son equivalentes
(i) f es suprayectiva.
(ii) f tiene un inverso derecho.
(iii) Para cualesquiera funciones g, h : Y −→ Z, g ◦ f = h ◦ f implica
g = h.
Teorema 1.3.6. Una función f : X −→ Y es biyectiva si y sólo si existe
una única función g : Y −→ X tal que g ◦ f = 1X y f ◦ g = 1Y .
Nota 4. La función g del Teorema 1.3.6 se llama la función inversa de
f y se denota por f −1 . Es claro de los Teoremas 1.3.4 y 1.3.5 que si f es
una función biyectiva, entonces f −1 es una función biyectiva.
Con el concepto de función podemos dar una nueva descripción de una
familia de conjuntos. En muchas ocasiones es muy cómodo trabajar con
conjuntos, en particular cuando se trata de familias de conjuntos, distin-
guiendo a sus elementos por subı́ndices, como por ejemplo {Λx , Λy , Λz }
ó {Λi | i ∈ I} donde I = {x, y, z}.
Formalicemos este concepto un poco mejor. Sea C un conjunto a cuyos
elementos pretendemos indicar con los ı́ndices i de un conjunto I y sea
ϕ : I −→ C una función suprayectiva. Podemos describir a C como la
imagen de ϕ de tal manera que si denotamos ϕ(i) = Λi ∈ C, tendremos
que C se puede describir como C = {Λi | i ∈ I} ó como C = {Λi }i∈I y
ası́ diremos que C es un conjunto indicado, con I como el conjunto de
ı́ndices. Es decir, si C = {Λi }i∈I entenderemos que está dada una función
suprayectiva ϕ : I −→ C, tal que ϕ(i) = Λi y en este caso C recibe el
nombre de familia indicada.
Ejemplo 1.3.4. Si I = {a, b, c, d} y F= {Ai }i∈I es una familia de subcon-
juntos de X, esto significa que F = {Aa , Ab , Ac , Ad } donde Ai ⊆ X para
i = a, b, c, d. Entonces
 
A= Ai = {x | existe i ∈ I tal que x ∈ Ai } = Aa ∪ Ab ∪ Ac ∪ Ad .
A∈F i∈I
§ 1.4 Relaciones de equivalencia 13

§ 1.4 Relaciones de equivalencia

Definición 1.4.1. Sea X un conjunto y R una relación de X a X. Diremos


que R es una relación de equivalencia en X, si satisface las siguientes
condiciones
(1) Para cada x ∈ X, (x, x) ∈ R , (Propiedad reflexiva)
(2) Si (x, y) ∈ R, entonces (y, x) ∈ R, (Propiedad simétrica)
(3) Si (x, y) ∈ R y (y, z) ∈ R, entonces (x, z) ∈ R . (Propiedad transitiva)

Es inmediato de la definición que, si R es una relación de equivalencia


entonces Dom(R) = X, Ran(R) = X.
Nota 5. Si R es una relación de equivalencia en un conjunto X y x, y ∈ X
son tales que (x, y) ∈ R, escribiremos x ∼R y en lugar de (x, y) ∈ R, y
cuando no pueda haber confusión omitiremos la R de la siguiente manera
x ∼ y. En caso de que (x, y) ∈
/ R lo denotaremos como x  y.
Ejemplo 1.4.1.
(a) Sea X cualquier conjunto. Entonces ∆X = {(x, x) | x ∈ X} y X × X
son relaciones de equivalencia en X. Con la notación dada en la Nota 5,
la relación ∆X queda definida por
x ∼ y si y sólo si x = y
(b) Sean X = {a, b, c} y R = {(a, a), (b, b), (c, c), (a, b), (b, a)} es una rela-
ción de equivalencia en X. R = {(a, a), (b, b), (c, c), (a, c)} no es de equi-
valencia ya que no satisface (ii) de la Definición 1.4.1, es decir, no es
simétrica, ya que (a, c) ∈ R y (c, a) ∈
/ R .
(c) Sea X = {a}. La única relación de equivalencia en X es {(a, a)}.
Notación 1.2. En lo que sigue en ∼R omitiremos la R cuando no haya
posibilidad de confusión.
Definición 1.4.2. Sea R una relación de equivalencia en X y a ∈ X. La
clase de equivalencia de a respecto a R, (o la R-clase de equivalen-
cia de a) es el subconjunto de X definido por
[a]R = {x ∈ X | x ∼ a}
Nota 6. Debido a que a ∼ a para toda a ∈ X en una relación de equi-
valencia R, entonces a ∈ [a], y por lo tanto, [a]R = ∅ para toda a ∈ X.
Cuando no es posible que haya confusión a la clase de [a]R la denotaremos
simplemente por [a].
14 Nociones básicas

Teorema 1.4.1. Sea R una relación de equivalencia en X. Son equiva-


lentes
(1) [a] = [b].
(2) a ∼ b.
(3) [a] ∩ [b] = ∅.
Demostración.
(1) ⇒ (2) Como a ∈ [a] = [b], entonces por definición a ∼ b.
(2) ⇒ (3) Supongamos que a ∼ b y sea x ∈ [a]. Entonces x ∼ a y, por
transitividad, x ∼ b. lo que significa que x ∈ [b] y ası́ [a] ∩ [b] = ∅.

(3) ⇒ (1) Supongamos [a]∩[b] = ∅ y sea x ∈ [a]∩[b]. Entonces x ∼ a y x ∼ b


y por ser R transitiva y simétrica se tiene que a ∼ b. Si y ∈ [a]
entonces y ∼ a y por lo tanto, nuevamente por transitividad y ∼ b
y ası́ y ∈ [b]. Análogamente se prueba que [b] ⊆ [a]. 
Dada una relación de equivalencia R, a cualquier x ∈ [a]R se le llama
un representante de la clase [a]R .
Corolario 1.4.2. Sea R una relación de equivalencia en X. Si a, b ∈ X,
entonces [a] = [b] o [a] ∩ [b] = ∅.
Veremos ahora que si R es una relación de equivalencia, el conjunto
de clases de equivalencia, es decir, {[a] | a ∈ X} tiene ciertas propiedades
muy especiales. Para ello introducimos la siguiente
Definición 1.4.3. Sea X un conjunto y {Xi }i∈I (ver página 12) una fami-
lia indicada de subconjuntos de X. Diremos que {Xi }i∈I es una partición
de X si satisface las condiciones siguientes
(1) Xi = ∅ para cada i ∈ I,
(2) Xi ∩ Xj = ∅ para cada i, j ∈ I con Xi = Xj ,
(3) Xi = X.
i∈I

Ejemplo 1.4.2.
(a) Para cualquier conjunto X = ∅, {X} es una partición de X.
(b) Sean X = {a, b, c, d, e}, X1 = {a, b}, X2 = {c} y X3 = {d, e}.
{X1 , X2 , X3 } es una partición de X.
(c) Sea X = {a, b, c}. Sean X1 = {a, b} y X2 = {a, c}. {X1 , X2 } no es una
partición de X ya que X1 ∩ X2 = ∅ con X1 = X2 , es decir, no satisface la
condición (ii) de la definición.
§ 1.4 Relaciones de equivalencia 15

Veremos ahora que cada relación de equivalencia en un conjunto X


induce una partición en X, e inversamente, cada partición de X induce
una relación de equivalencia en X. Para ello definimos
R = {relaciones de equivalencia en X} y P = {particiones de X},
para fines prácticos, para cada relación de equivalencia R (ó R ∈ R),
denotemos por PR = {[a]R | a ∈ X}.
Lema 1.4.3. Sea X un conjunto y R una relación de equivalencia en X,
entonces PR = {[a] | a ∈ X} es una partición de X.
Demostración. De la Nota 6 y del Corolario 1.4.2 (página 13) se tiene
 [a] = ∅ y [a] ∩ [b] = ∅ si [a] = [b]. Por último, es inmediato que
que
[a] = X. 
a∈X

Si X es un conjunto y P = {Xi }i∈I una partición de X, definimos


RP como la siguiente relación en X, para a, b ∈ X decimos que a esta
relacionado con b (a ∼RP b) si y sólo si a y b pertenecen al mismo conjunto
Xi .
Lema 1.4.4. Sea X un conjunto y P = {Xi }i∈I una partición de X,
entonces RP es de equivalencia.
Demostración. Claramente RP es reflexiva y simétrica.
Si a ∼RP b y b ∼RP c, entonces existen i, j ∈ I tales que a, b ∈ Xi y
b, c ∈ Xj . Pero como cada elemento de X pertenece a uno y sólo uno de
los Xi se tiene que i = j por lo que a ∼RP c, y ası́ ∼RP es transitiva. Por
lo tanto ∼RP es de equivalencia. 
Definimos
η : R → P como η (R) = PR
y
ν : P → R como ν (P ) = RP .
Los Lemas 1.4.3 y 1.4.4 muestran que η y ν están bien definidas, ası́ que
para terminar con el trabajo sólo falta el siguiente
Teorema 1. 4.5. Si η y ν son las funciones definidas arriba entonces
η ◦ ν = 1P y ν ◦ η = 1R.
Demostración. En primer lugar mostraremos que η ◦ν = 1P. Sea P ∈ P,
con P = {Xi | i ∈ I}. Debemos mostrar que PRP = P , es decir,
PRP = (η ◦ ν)(P ) = η(RP ) = P .
16 Nociones básicas

Sea [a]RP ∈ PRP . Por ser P una partición, a ∈ Xj para algún j ∈ I y


dado i ∈ I, si i = j, a ∈
/ Xi . Entonces
[a]RP = {b ∈ X | a ∼RP b}
= {b ∈ X | existe i ∈ I tal que a, b ∈ Xi } = Xj ,
esto es, [a]RP ∈ P . Por lo tanto PRP ⊆ P .
Sea ahora Xj ∈ P . Dado a ∈ Xj tenemos que [a]RP = Xj , i.e.,
Xj ∈ PRP y por lo tanto P ⊆ PRP .
Para finalizar la demostración veremos que ν ◦ η = 1R. Sea R una
relación de equivalencia en X. Entonces
(ν ◦ η) (R) = ν (PR ) = ν ({[a]R | a ∈ X})
ahora demostraremos que a ∼R b si y sólo si a ∼ν(PR ) b.
Tomemos a ∼R b. Entonces, por el Teorema 1.4.1, a, b ∈ [a]R ∈ PR y
por lo tanto a ∼ν(PR ) b.
Por otro lado si a ∼ν(PR ) b, entonces existe Xi ∈ PR tal que a, b ∈ Xi .
Como Xi = [c]R para alguna c ∈ X, entonces a, b ∈ [c]R lo que implica
que a ∼R b.
Por lo tanto ν (PR ) = R, y ası́ ν ◦ η = 1R . 
Dada una relación de equivalencia R en X, denotaremos por XR al
conjunto de clases de equivalencia respecto a R y lo llamaremos el con-
junto cociente de X respecto a R. Existe además una función natural
 : X → XR definida por  (a) = [a] a la que llamaremos la función
canónica de X en su conjunto cociente XR. Esta función es suprayec-
tiva y además (x) = (y) si y sólo si x ∼ y.

§ 1.5 Relaciones de orden

En esta sección estudiaremos un tipo de relación de gran importancia


para nuestro estudio que es la relación de orden en un conjunto.
Definición 1.5.1. Una relación R de X a X se llama orden parcial
sobre X si satisface
(1) (a, a) ∈
/ R para toda a ∈ X,
(2) Si (a, b), (b, c) ∈ R, entonces (a, c) ∈ R.
Un orden parcial lo denotaremos por <, y si X es un conjunto con
un orden parcial <, en este caso diremos que (X, <) es un conjunto
parcialmente ordenado.
§ 1.5 Relaciones de orden 17

Además si x, y ∈ X y x < y diremos que x es menor que y, y si no


sucede que x < y lo denotaremos por x ≮ y.
Proposición 1.5.1. Sea < un orden parcial sobre X. Si a < b entonces
b ≮ a.
Demostración. Es inmediato de la definición de orden parcial. 

Definición 1. 5.2. Si < es un orden parcial sobre X, por a ≤ b (a es


menor o igual a b) entenderemos que se cumple, a < b ó a = b.
Es claro, debido a que < es un orden parcial, que las dos posibilidades,
a < b y a = b, mencionadas en la definición sólo puede cumplirse una de
ellas y no ambas.
Proposición 1.5.2. Sea < un orden parcial sobre X. Entonces
(1) a ≤ a para toda a ∈ X,
(2) Si a ≤ b y b ≤ a, entonces a = b,
(3) Si a ≤ b y b ≤ c, entonces a ≤ c.
Inversamente.
Proposición 1.5.3. Sea ∼ una relación sobre X que satisface
(1) a ∼ a para toda a ∈ X,
(2) Si a ∼ b y b ∼ a, entonces a = b,
(3) Si a ∼ b y b ∼ c, entonces a ∼ c.
Entonces la relación sobre X definida por
“a < b si y sólo si a ∼ b y a = b”,
es un orden parcial.

De las Proposiciones 1.5.2 y 1.5.3 tenemos entonces que los órdenes


parciales < y las relaciones ≤ que satisfacen las tres propiedades mencio-
nadas en la Proposición 1.5.3 están en correspondencia biyectiva y por lo
tanto trabajamos con < o ≤ indistintamente, esto es, si queremos demos-
trar que un conjunto (X, <) es parcialmente ordenado debemos verificar
que se cumplan las condiciones (a) y (b) de la Definición 1.5.1, mientras
que si usamos ≤ debemos demostrar que (X ≤) satisface las condiciones
(1), (2) y (3) de la Proposición 1.5.2.
Dado un orden parcial < sobre X, diremos que a y b con comparables
si a = b o a < b o b < a. En caso de que no se cumpla ninguna de las tres,
diremos que a y b son no comparables.
18 Nociones básicas

Ejemplo 1.5.1.
(a) Sea A un conjunto y X = P(A), el conjunto potencia de A. Definimos
para B, B  ∈ P(A), B < B  si B ⊂ B  .
< es un orden parcial sobre P(A). Además si A tiene más de un elemento
entonces existen elementos en P(A) que no son comparables respecto a
esta relación.
(b) Sea X = {a, b, c, d}. Definimos el siguiente orden en X, a < b, b < c,
c < d, a < c, a < d, b < d. Se puede ver fácilmente que < es un orden
parcial en X. Además a diferencia del ejemplo anterior, en este caso todos
los elementos están relacionados, es decir, para cualesquiera dos elementos
de X uno de ellos es menor que el otro.
Definición 1.5.3. Sea (X, ≤) un conjunto parcialmente ordenado y a ∈ X
(i) a se llama máximo (mı́nimo) si para todo elemento a de X se tiene
que a ≤ a (a ≤ a ) .
(ii) a se llama maximal (minimal) si no existe a ∈ X tal que a < a
(a < a).
Un elemento máximo (mı́nimo) es comparable con cada elemento de
X, lo que no sucede en general con los maximales (minimales), es más,
puede suceder que un maximal (minimal) no sea comparable con ningún
elemento de X, salvo con sı́ mismo.
Si un elemento a es máximo (mı́nimo) entonces es maximal (minimal).
El recı́proco en general no es cierto. Más adelante veremos que para ciertos
órdenes, maximal coincide con máximo y minimal con mı́nimo.
Proposición 1.5.4. En un conjunto parcialmente ordenado (X, ≤) a lo
más hay un máximo (mı́nimo).
Demostración. Como un máximo (mı́nimo) es comparable con todos los
demás elementos de X, si hubiese dos máximos (mı́nimos) a y a entonces
tendrı́amos que a ≤ a y a ≤ a; por la Proposición 1.5.2 (2) se tiene que
a = a . 
A diferencia de un máximo (mı́nimo) puede haber varios maxima-
les (minimales) en un conjunto parcialmente ordenado. Por ejemplo si
A = {a, b}, entonces (P(A) − {A}, ⊂) tiene dos maximales que son {a} y
{b}, sin embargo como tiene mı́nimo que es ∅, solamente tiene un minimal
que por supuesto es ∅.
§ 1.5 Relaciones de orden 19

Definición 1.5.4. Un orden parcial en un conjunto X se llama orden


total o lineal si cualesquiera dos elementos de X son comparables, es
decir, si a, a ∈ X entonces a < a o a < a o a = a . A un conjunto con
un orden total se le llama conjunto totalmente ordenado.
Dado que partimos de un orden parcial en la definición de orden to-
tal, en realidad no es necesario pedir que se cumpla sólo una de las tres
propiedades de a < b o b < a o a = b, ya que el hecho de ser < un orden
parcial no permite que se satisfaga más de una (Proposición 1.5.1).
Ejemplo 1.5.2.
(a) Dado un conjunto X, (P(X), ⊆) es un conjunto totalmente ordenado
si y sólo si X tiene a lo más un elemento.
(b) Sea X = {a, b, c, d}. Definimos el siguiente orden en X : a < b, b < c,
c < d, a < c, a < d, y b < d, entonces (X, <) es un orden total.
Definición 1. 5.5. Sea (X, ≤) un conjunto parcialmente ordenado y
Y ⊆ X. Diremos que un elemento a ∈ X es una cota superior (co-
ta inferior) de Y en X, si para todo elemento x de Y se tiene que x ≤ a
(a ≤ x). Si el conjunto de cotas superiores (inferiores) de Y tiene mı́nimo
(máximo), a éste se le llama supremo (ı́nfimo) de Y en X.
Ejemplo 1.5.3. 
(a) Sea X un conjunto y (P(X), ⊆), entonces si B ⊆ P(X), C es el
 C∈B
supremo de B en P(X) y C es el ı́nfimo de B en P(X).
C∈B
(b) Sea X un conjunto. Consideremos el conjunto parcialmente ordenado
(P(X),
 ⊆), y sea ∅ = A ⊆X y B = P(A) − {A} ⊆ P(X), entonces
C es el ı́nfimo de B y C = A es el supremo de B. Nótese que en
C∈B C∈B
este caso el supremo de B es A y no pertenece al conjunto B.
Definición 1.5.6. Un subconjunto Y de un conjunto parcialmente orde-
nado (X, <) se llama una cadena en (X, <) si (Y, <) es un conjunto
totalmente ordenado.
Un caso particular de orden total es el de buen orden que definimos a
continuación.
Definición 1.5.7. Sea < un orden parcial en X. < se llama un buen
orden si cada subconjunto no vacı́o de X tiene mı́nimo, y en este caso
decimos que (X, <) es un conjunto bien ordenado.
20 Nociones básicas

Proposición 1.5.5. Si < es un buen orden entonces es un orden total.


Demostración. Dados a, b ∈ X, basta tomar {a, b} y aplicar el hecho de
que < es un buen orden. 
§ 1.6 Ejercicios 21

§ 1.6 Ejercicios

1.1. Demuestre los Teoremas 1.1.1 y 1.1.2.


1.2. Demuestre las Proposiciones 1.1.3, 1.1.4 y 1.1.5.
1.3. Sean A, B y C conjuntos, demuestre que
(i) A ∩ (B − C) = (A ∩ B) − (C).
(ii) (A ∪ B) − C = (A − C) ∪ (B − C).
(iii) A − (B ∪ C) = (A − B) − C.
1.4. Si A, B y C conjuntos, demuestre que
A − (B − C) = (A − B) ∪ (A ∩ C)
de lo anterior deducir que es posible definir la intersección de conjuntos a
partir de la diferencia.
1.5. Sean A, B y C conjuntos, demostrar que
(i) A − B = A si y sólo si A ∩ B = ∅.
(ii) A − (B − C) = (A − B) − C si y sólo si A ∩ C = ∅.
1.6. Demuestre las Proposiciones 1.1.6 y 1.1.10.
1.7. Sean A, B y C conjuntos. Pruebe que
(i) C = A ∪ B si y sólo si A ⊆ C, B ⊆ C y para todo conjunto X, si
A ⊆ X y B ⊆ X, entonces C ⊆ X.
(ii) C = A ∩ B si y sólo si C ⊆ A, C ⊆ B y para todo conjunto X, si
X ⊆ A y X ⊆ B, entonces X ⊆ C.
1.8. Demuestre el Teorema 1.1.8.
1.9. Para cualesquiera dos conjuntos A y B definimos
A + B = (A − B) ∪ (B − A)
llamada la diferencia simétrica de A y B, y A ∗ B = A ∩ B.
(i) Pruebe que para cualquier conjunto X, (P(X), +, ∗) es un anillo con-
mutativo con unidad, es decir, para cualesquiera A, B, C ∈ P(X) se tiene
que
(a) (A + B) + C = A + (B + C),
(b) A + B = B + A,
(c) Existe 0 ∈ P (X) tal que A + 0 = A,
(d) Para cada A ∈ P (X) existe B ∈ P (X) tal que A + B = 0;
(e) (A ∗ B) ∗ C = A ∗ (B ∗ C),
(f ) A ∗ B = B ∗ A,
22 Nociones básicas

(g) Existe I ∈ P (X) tal que A ∗ I = A,


(h) A ∗ (B + C) = (A + B) ∗ (A + C).
(ii) Demuestra que cada elemento de P (X) es idempotente, es decir
A ∗ A = A.
1.10. Si (R, +, ∗) es un anillo, un ideal I del anillo R es un subconjunto
de R que cumple
(a) I es un grupo abeliano con la suma restringida de R, es decir,
para toda a, b, c ∈ I se tiene
(i) (a + b) + c = a + (b + c)
(ii) a + b = b + a
(iii) Existe un elemento en I que denotaremos 0 tal que a + 0 = a
(iv) Para toda a ∈ I existe b ∈ I tal que a + b = 0
(b) ∀r ∈ R y ∀b ∈ I r ∗ b ∈ I.
Con respecto al ejercicio anterior. Muestra que si A ⊆ X, entonces
P (A) es un ideal de P (X).
1.11. Sean X y Y conjuntos Definimos x, y = {{x, ∅}, {y, {∅}}} donde
x ∈ X y y ∈ Y . Demostrar que x, y = x , y   si y sólo si x = x y y = y  .
Esta es una definición alternativa para la pareja ordenada (x, y).
1.12. Sea X un conjunto. Un subconjunto K de P (X) es una dirección
en X si satisface
(a) K = ∅ y ∅ ∈
/ K,
(b) Para todo A, B ∈ K existe C ∈ K tal que C ⊆ A ∩ B.
Probar que para todo a ∈ X, Na = {Y ⊆ X | a ∈ Y } es una dirección
en X.
1.13. Sea X un conjunto. Un subconjunto F de P (X) es un filtro en X
si satisface
(a) F es una dirección,
(b) Para todo B ⊆ X, si existe A ∈ F tal que A ⊆ B, entonces
B ∈ F. Probar que el conjunto Na del ejercicio anterior es un filtro.
1.14. Sea F un filtro en un conjunto X y sea A ⊆ X. Probar que
FA = {L ∩ A | L ∈ F} es un filtro en A si y sólo si L ∩ A = ∅ para
todo L ∈ F.
1.15. Sean K1 y K2 direcciones en X1 y X2 respectivamente. Si
K = {A × B| A ∈ K1 y B ∈ K2 }
entonces K es una dirección en X1 × X2 .
§ 1.6 Ejercicios 23

1.16. Demuestre el inciso (3) del Teorema 1.2.2.


1.17. Sea {Ri }i∈I una familia de relaciones de A a B y sea R una relación
de B a C. Probar que  
 
R◦ Ri = (R ◦ Ri ).
i∈I i∈I
1.18. Probar los Teoremas 1.3.1, 1.3.2 y 1.3.3.
1.19. Dé un ejemplo de funciones f : A −→ B y g :−→ C tales que g ◦ f
sea inyectiva y g no lo sea.
1.20. Probar los Teoremas 1.3.4, 1. 3.5 y 1.3.6.
1.21. Dé un ejemplo de funciones f : A −→ B y g : B −→ C tales que
g ◦ f sea suprayectiva, pero f no lo sea.
1.22. Sean f : A −→ B y g : B −→ C funciones. Probar
(i) g ◦ f es inyectiva si y sólo si f es inyectiva y g|Im(f ) : Im (f ) −→ C es
inyectiva,
(ii) g ◦ f es suprayectiva si y sólo si g|Im(f ) : Im (f ) −→ C es suprayectiva.
1.23. Probar que si f : A −→ B y g : B −→ C son funciones biyectivas,
entonces g ◦ f es biyectiva y además (g ◦ f )−1 = f −1 ◦ g −1 .
1.24. Sea f : A −→ B una función. Probar
(i) Si S ⊆ T ⊆ A entonces f [S] ⊆ f [T ],
(ii) Si U ⊆ V ⊆ B entonces f −1 [U ] ⊆ f −1 [V ],
(iii) Sea F : P (A) −→ P (B) definida por F (S) = f [S] y
G : P (B) −→ P (A) definida por G (U ) = f −1 [U ]. Si f es suprayec-
tiva entonces F ◦ G = IP(B) y si f es inyectiva entonces G ◦ F = IP(A) .
1.25. Sea f : A −→ B una función. Sean S, T ⊆ A y U, V ⊆ B. Probar
(i) f [S ∪ T ] = f [S] ∪ f [T ],
(ii) f −1 [U ∪ V ] = f −1 [U ] ∪ f −1 [V ],
(iii) f [S ∩ T ] ⊆ f [S] ∩ f [T ] y f [S ∩ T ] = f [S] ∩ f [T ] si y sólo si f es
inyectiva,
(iv) f −1 [U ∩ V ] = f −1 [U ] ∩ f −1 [V ].
1.26. Generaliza el ejercicio anterior para uniones e intersecciones arbi-
trarias.
1.27. Sea f : A −→ B una función. Probar
(i) Para todo U ⊆ B, f −1 [B − U ] = A − f −1 [U ],
(ii) Para todo S ⊆ A, B − f [S] ⊆ f [A − S] si y sólo si f es suprayectiva,
(iii) Para todo S ⊆ A, f [A − S] ⊆ B − f [S] si y sólo si f es inyectiva.
24 Nociones básicas

1.28. Sea m un elemento fijo de un conjunto X y sea f : X −→ X la


función constante igual a m. Probar
(i) f ◦ g = f para toda función g : X −→ X.
(ii) Recı́procamente, si f : X −→ X es una función tal que f ◦ g = f para
toda función g : X −→ X, entonces existe m ∈ X tal que f (x) = m para
todo x ∈ X.
1.29. Sea f : A −→ A una función. Probar
(i) Si S, T ⊆ A tal que f [S] = S y f [T ] = T entonces
f [S ∪ T ] = f [S] ∪ f [T ].
(ii) Generalice (i) para cualquier familia arbitraria de subconjuntos de A.
(iii) Existe un único subconjunto S de A, máximo con respecto a la inclu-
sión de conjuntos con la propiedad de que f [S] = S.
(iv) Si S, T ⊆ A son tales que f restringida a cada uno de ellos es inyectiva,
¿es necesariamente f inyectiva en S ∪ T ?
1.30. Sean A, B conjuntos y sean π1 y π2 las proyecciones de A × B en
A y B respectivamente. Probar que para cualquier conjunto X y para
cualesquiera funciones f : X −→ A, g : X −→ B existe una única función
h : X −→ A × B tal que π1 ◦ h = f y π2 ◦ h = g.
1.31. Sean A, B, C, D conjuntos y sean f : A −→ C y g : B −→ D
funciones. Definir una función natural h : A × B −→ C × D tal que si f y
g son biyectivas, entonces h es biyectiva.
1.32. Sean A, B, C y D conjuntos y f : A −→ C, g : B −→ D funciones.
Definir una función “natural” k : F unc (C, B) −→ F unc (A, D), donde
para conjuntos arbitrarios L y M , F unc (L, M ) denota el conjunto de
funciones de L en M .
1.33. Sean A, B y C conjuntos. Definir una función “natural”
f : F unc (A, F unc (B, C)) −→ F unc (A × B, C)
y probar que ésta es una biyección.
1.34. Sean A, B y C conjuntos. Definir una función “natural”
f : F unc (C, A × B) −→ F unc (C, A) × F unc (C, B)
y probar que ésta es una biyección.
§ 1.6 Ejercicios 25

1.35. Sea B un conjunto, {fi }i∈I una familia de funciones tal que para
cualesquiera i, j ∈ I, fi (x) = fj (x) para todo x ∈ Dom
 (fi ) ∩ Dom (fj ).
Probar que existe una función f con dominio D = Dom (fi ) tal que
i∈I
para cada i ∈ I, f (x) = fi (x) para todo x ∈ Dom (fi ).
1.36. Sea B un conjunto, {Ai }i∈I una familia de conjuntos y sea, para
cada i ∈ I, fi : Ai −→ B una función. Suponga que paracada i, j ∈ I,
fi |(Ai ∩Aj ) = fj |(Ai ∩Aj ) . Probar que existe una función f : Ai −→ B tal
i∈I
que f |Ai = fi para todo i ∈ I.
1.37. Sea f : X −→ Y una función. Probar
(i) Si F es un filtro en X(véase, Ejercicio 1.13), entonces f (F) es una di-
rección en Y (véase, Ejercicio 1.12 ). Además, si f es suprayectiva entonces
f (F) es un filtro en Y ,
(ii) Si K es una dirección en Y , entonces f −1 (K) es una dirección en X
si y sólo si G ∩ f (X) = ∅ para todo G ∈ K.
1.38. Demuestre el Corolario 1.4.2.
1.39. Sea R una relación en un conjunto X. Probar que R ∪ R−1 es la
relación simétrica más pequeña que contiene a R y que R ∩ R−1 es la más
grande contenida en R.
1.40. Sea R una relación reflexiva y transitiva en un conjunto X. Probar
que R ◦ R = R.
1.41. Sea R una relación en un conjunto X. Probar que R es de equivalen-
cia si y sólo si ∆X ⊆ R y R ◦ R−1 ◦ R = R, donde ∆X = {(x, x) | x ∈ X}.
1.42. Sean R1 y R2 relaciones de equivalencia en un conjunto X. Probar
que R2 ◦ R1 es una relación de equivalencia en X si y sólo si
R2 ◦ R1 = R1 ◦ R2 . Probar además que cuando esta condición se satisface
entonces R2 ◦ R1 es la intersección del conjunto de todas las relaciones de
equivalencia en X que contienen a R1 y R2 .
1.43. Sea R una relación de equivalencia en un conjunto X. Sea A ⊆ R
tal que la imagen de la proyección π1 en A es X. Probar que R ◦ A = R y
que si S es cualquier relación, entonces (R ∩ S) ◦ A = R ∩ (S ◦ A).
26 Nociones básicas

1.44. Sean A y B conjuntos y f una función de A a B. Sea


Rf = {(x, y) ∈ A × A | f (x) = f (y)} .
Probar
(i) Rf es una relación de equivalencia en A y la llamaremos la relación
de equivalencia asociada a f .
(ii) Si F = {(a, f (a)) | a ∈ A} entonces Rf = F −1 ◦ F .
1.45. Sea R una relación de equivalencia en un conjunto X y sea
 : X −→ X/R la función canónica (ver página 16) de X en X/R. Probar
que R es la relación de equivalencia asociada a .
1.46. Sea R una relación de equivalencia en un conjunto X, sea
 : X −→ X/R la función canónica de X en X/R y sea A un sub-
conjunto de X. Diremos que A es saturado respecto a R si para cada
a ∈ A, [a] ⊆ A. Probar
(i) A es saturado respecto a R si y sólo si A es unión de clases de equiva-
lencia respecto a R.
(ii) A es saturado respecto a R si y sólo si −1 ( (A)) = A.
1.47. Sea R una relación de equivalencia en un conjunto X, sea  la
función canónica de X en X/R y sea B un subconjunto de X. Probar
(i) −1 ( (B)) es el subconjunto saturado más pequeño de X con respecto
a la inclusión que contiene a B. Llamaremos a este conjunto saturación
de B respecto a R.
(ii) Sea f una función de X en un conjunto Y . Existe una función
h : X/R −→ Y tal que f = h ◦  si y sólo si para todo (x, y) ∈ R se
tiene que f (x) = f (y).
1.48. Sean f : X −→ Y una función, R y S relaciones de equivalencia en X
y Y respectivamente, R y S las funciones canónicas de X en X/R y de Y
en Y /S respectivamente. Probar que existe una función h : X/R −→ Y /S
tal que h ◦ R = S ◦ f si y sólo si para todo (x, y) ∈ R se tiene que
(f (x) , f (y)) ∈ S.
1.49. Sean R y S relaciones de equivalencia en un conjunto X, tal que
S ⊆ R. Defina una relación de equivalencia “natural” R/S en X/S de tal
manera que exista una biyección de X/R en (X/S)/(R/S).
1.50. Sea f : X −→ X una función. Un subconjunto A de X se llama
f -invariante si f (A) ⊆ A. Un conjunto f -invariante se llama inescindi-
ble si no puede ser expresado como unión ajena de conjuntos no vacı́os
f -invariantes. Probar que A se expresa de manera única como unión ajena
§ 1.6 Ejercicios 27

de conjuntos inescindibles f -invariantes (Sugerencia: Defina una relación


de equivalencia adecuada).
1.51. Demuestre las Proposiciones 1.5.1 y 1.5.2.
1.52. Sea X un conjunto tal que P (X) es una cadena respecto a la
inclusión. ¿Qué se puede decir de X?
1.53. Se dice que un conjunto parcialmente ordenado (X, <) es una
retı́cula si cada pareja de elementos {x, y} de X tiene supremo e ı́nfi-
mo en X y en este caso los denotaremos x ∨ y y x ∧ y respectivamen-
te. La retı́cula X será distributiva si para todo x, y, z ∈ X se tiene que
x ∧ (y ∨ z) = (x ∧ y) ∨ (x ∧ z).
Probar que cualquier cadena es una retı́cula distributiva.
1.54. Se dice que X es una retı́cula completa si cada subconjunto de X
tiene supremo e ı́nfimo en X. Sea X un conjunto. Probar que (P (X) , ⊆)
es una retı́cula completa.
1.55. Sea (X, <) un conjunto parcialmente ordenado con la propiedad de
que cualquier subconjunto de X tiene supremo. Suponga además que X
tiene mı́nimo. Probar que X es una retı́cula completa. (Sugerencia: Dado
un subconjunto Y de X, considere el conjunto de cotas inferiores de Y ).
1.56. Sea X una retı́cula en la que cualquier subconjunto acotado superior-
mente tiene supremo. Probar que cualquier subconjunto de X, acotado
inferiormente, tiene ı́nfimo.
1.57. Sea C una cadena y X un conjunto parcialmente ordenado. Sea
f : C −→ X una función inyectiva tal que para todo a, b ∈ C, si a < b
entonces f (a) < f (b). Probar que si f (a) < f (b) entonces a < b.
1.58. Sea X una retı́cula completa (ver, Ejercicio 1.54) y sea f : X −→ X
una función tal que para todo a, b ∈ X, si a < b entonces f (a) < f (b).
Probar que f deja fijo a algún elemento de X , es decir, existe x ∈ X tal
que f (x) = x. (Sugerencia: Considere el conjunto {a ∈ X | a < f (a)}).
1.59. Sean (A, <) un conjunto bien ordenado y B ⊆ A. Demostrar que
(B, <B ) es un conjunto bien ordenado, donde <B es el orden < de A
restringido a B.
Un subconjunto S de una cadena (C, <) se llama segmento inicial
(segmento final), si para toda x ∈ C si x < a (a < x) para alguna a ∈ S,
entonces x ∈ S.
28 Nociones básicas

1.60. Diremos que un subconjunto S de una cadena (C, <) es convexo


si tiene la siguiente propiedad: Para todo x ∈ C, si existen a, b ∈ S tales
que a < x < b, entonces x ∈ S. Probar que un subconjunto convexo S de
una cadena (C, <) es la intersección de un segmento inicial de C con un
segmento final de C.
Capı́tulo 2

El Axioma de Elección y sus


equivalencias
§ 2.1 Introducción

En este capı́tulo presentamos el Axioma de Elección junto con algunas


de sus equivalencias entre las que se encuentran el Lema de Zorn, cuya
importancia se hace evidente en los siguientes capı́tulos.
En el capı́tulo 1 definimos el producto cartesiano de A × B de una
pareja de conjuntos A y B. En esta sección introduciremos la definición
del producto cartesiano de una familia arbitraria de conjuntos.
Definición 2.1.1. Dada una familia de conjuntos no vacı́os {Ai }i∈I , una
función de selección para esta familia es una función

f : {Ai }i∈I −→ Ai
i∈I
tal que f (Ai ) ∈ Ai para toda i ∈ I.
Esto corresponde a la idea de que dada una familia no vacı́a de conjun-
tos no vacı́os, se puede elegir simultáneamente un elemento de cada uno
de los conjuntos de la familia.
Definición 2.1.2. Dada una familia de conjuntos {Ai }i∈I , su producto
cartesiano es el conjunto
× Ai = {f | f es una función de selección para la familia {Ai }i∈I }.
i∈I

En el Capı́tulo 1 vimos, en la Proposición 1.1.10 inciso (3), que si A


y B son conjuntos no vacı́os entonces A × B es no vacı́o. Sin embar-
go para el producto cartesiano de una familia no vacı́a de conjuntos no
vacı́os no se puede demostrar que este resultado es verdadero, es decir que

29
30 El Axioma de Elección y sus equivalencias

× Ai = ∅. Debido a que no tenemos las herramientas necesarias en la


i∈I
Teorı́a de Conjuntos para hacerlo. Es por esto, entre otras razones, que
debemos introducir como uno de los axiomas que sustentan a la Teorı́a de
Conjuntos, al llamado Axioma de Elección que dice
Axioma de Elección Dada una familia no vacı́a de conjuntos no
vacı́os, existe una función de selección para esta familia.
Este axioma es evidentemente otra forma de decir que el producto
cartesiano de una familia no vacı́a de conjuntos no vacı́os es no vacı́o.
Notación 2. 3. A los elementos (funciones de selección) f ∈ × Ai , los
i∈I
denotaremos por f = (ai )i∈I para cada i ∈ I, donde f (Ai ) = ai para toda
i ∈ I.
Ası́ pues, con esta notación tenemos que
× Ai = {(ai )i∈I | ai ∈ Ai ∀ i ∈ I}.
i∈I

Cabe mencionar que en el caso en que I = {m, n}, × Ai no coincide


i∈I
con el producto cartesiano Am × An definido en el capitulo 1, sin embargo
se puede demostrar sin ninguna dificultad que existe una biyección entre
estos dos conjuntos.

§ 2.2 Equivalencias del Axioma de Elección

Teorema 2.2.1. Son equivalentes


(1) Axioma de Elección. Para cada  familia C no vacı́a de conjuntos no
vacı́os existe una función f : C −→ C tal que f (C) ∈ C.
C∈C
(2) Principio maximal de Hausdorff. Cada conjunto parcialmente
ordenado tiene una cadena maximal.1
(3) Lema de Zorn. En un conjunto parcialmente ordenado (X, <) si cada
cadena en X tiene cota superior en X, entonces (X, <) tiene al menos un
maximal.
(4) Teorema de Zermelo. Cada conjunto acepta un buen orden, es decir,
para cualquier conjunto X, existe una relación binaria < sobre X tal que
(X, <) es bien ordenado.
1Una cadena C en un conjunto parcialmente ordenado X es maximal si para cual-
quier cadena C  en X, si C ⊆ C  , entonces C = C  .
§ 2.2 Equivalencias del Axioma de Elección 31

Demostración.
(1) =⇒ (2) Sea (X, <) un conjunto parcialmente ordenado y sea
Cad(X) = {C ⊆ X | C es una cadena}.
Como ∅ es una cadena en (X, <), entonces ∅ ∈ Cad(X) y ası́ Cad(X) = ∅.
Consideremos el conjunto parcialmente ordenado (Cad(X), ⊆). Para cada
C ∈ Cad(X), definimos
Comp(C) = {a ∈ X | para todo b ∈ C a ≤ b ó b ≤ a}.
Por definición de cadena (véase Definición 1.5.6 pág. 19) C ⊆ Comp(C)
y además Comp(C) − C = ∅ si y sólo si C no es una cadena maximal.
Sea
Cad0 (X) = {C ∈ Cad(X) | Comp(C) − C = ∅} ⊆ Cad(X).
Si Cad0 (X) = ∅ entonces toda cadena C en X es maximal y el resul-
tado se tiene. Supongamos ahora que Cad0 (X) = ∅, esto implica que la
familia {Comp(C) − C}C∈Cad0 (X) = ∅ y por construcción cada elemento
de dicha familia es no vacı́o; ası́ tenemos una familia no vacı́a de conjuntos
no vacı́os. Por el Axioma de Elección, existe una función

ϕ : {Comp(C) − C}C∈Cad0 (X) / {Comp(C) − C} ,
C∈Cad (X)0

tal que ϕ(Comp(C) − C) ∈ Comp(C) − C. Sea ψ la función de Cad0 (X)


a {Comp(C) − C}C∈Cad0 (X) dada por ψ(C) = Comp(C) − C. Finalmente
consideramos la función

f = ϕ ◦ ψ : Cad0 (X) / {Comp(C) − C}
C∈Cad (X) 0

que satisface f (C) ∈ Comp(C) − C.


Definimos
g : Cad(X) / Cad(X)

 / C ∪ {f (C)} si C no es maximal
C C si C es maximal
Mostraremos que g tiene un punto fijo, es decir, existe C ∈ Cad(X) tal
que g(C) = C, lo que significa que efectivamente existe en Cad(X) una
cadena maximal. Para esto introducimos el concepto de torre
32 El Axioma de Elección y sus equivalencias

Definición 2. 2.1. Sea τ ⊆ Cad(X). Diremos que τ es una torre si


satisface las siguientes condiciones
(1) ∅ ∈ τ ,
(2) Si C ∈ τ entonces g(C) ∈ τ ,
 Si {Ci }i∈I es una cadena (respecto a ⊆) de cadenas en τ entonces
(3)
Ci ∈ τ .
i∈I

La intersección de todas las torres es una torre:


Sea G = {τ ⊆ Cad(X) | τ es una torre}, G = ∅ ya que Cad(X) ∈ G,
es decir, Cad(X) es una torre
(1) Ya hemos mencionado que ∅ ∈ Cad(X).
(2) Si C ∈ Cad(X), entonces, si C es maximal en Cad(X), g(C) = C
y ası́ g(C) ∈ Cad(X) y en el caso en que C no es maximal,
g(C) = C ∪ {f (C)} y por ser C una cadena y f (C), por defini-
ción, es comparable con todos los elementos de C, se tiene que
C ∪ {f (C)} es una cadena en X.
Por lo tanto g(C) = C ∪ {f (C)} ∈ Cad(X). 
(3) Si {Ci }i∈I es una cadena de cadenas en Cad(X), Ci ∈ Cad(X)
 i∈I
porque si a, b ∈ Ci , entonces a ∈ Ci para alguna i ∈ I y b ∈ Cj
i∈I
para alguna j ∈ I. Pero como {Ci }i∈i es una cadena, Ci ⊆ Cj o
Cj ⊆ Ci y por lo tanto a, b ∈ Ci o a, b ∈ Cj y debido a que Ck es
una cadena en X, entonces a ≤ b o b ≤ a.

Afirmamos que τo = τ es una torre:
τ ∈G
(i) ∅ ∈ τ0 ya que para todo τ ∈ G, ∅ ∈ τ .
(ii) Si C ∈ τ0 entonces g(C) ∈ τ para todo τ ∈ G y por lo tanto g(C) ∈ τ0 .
(iii) Si {Ci }i∈I es una cadena de cadenas en τ0 entonces para
 cada i ∈ I
y para cada τ ∈ G, Ci ∈ τ y por ser τ una torre entonces Ci ∈ τ para
 i∈I
cada τ ∈ G. Por lo tanto Ci ∈ τ0 .
i∈I
Por definición τ0 es la mı́nima torre. Ahora veremos que es una cadena
de cadenas, y para esto veremos que el conjunto de los elementos que son
comparables con τ0 coincide con τ0 .
Sea τ1 = {C ∈ τ0 | para todo C  ∈ τ0 , C ⊆ C  ó C  ⊆ C}. τ1 es una
torre
(i) Claramente ∅ ∈ τ1 ya que ∅ ⊆ τ para todo C ∈ τ0 .
(ii) Sea {Ci }i∈I una cadena de cadenas en τ1 . Como cada Ci ∈ τ1 entonces
§ 2.2 Equivalencias del Axioma de Elección 33

dado C ∈ τ0 , C es comparable con cada uno de ellos, ası́ que puede ocurrir
uno de dos casos
(a) Existe i ∈ I tal que C ⊆ Ci ,
(b) Para todo i ∈ I, Ci ⊆ C.  
En el primer caso, como Ci ⊆ Ci , entonces C ⊆ Ci , y en el
 i∈I i∈I
segundo caso Ci ⊆ C. Por lo tanto Ci ∈ τ1 .
i∈I i∈I
(iii) Sea C ∈ τ1 probaremos que g(C) ∈ τ1 .
τ0 = {D ∈ τ0 | D ⊆ C ó g(C) ⊆ D} ⊆ τ0
es una torre:
(a ) ∅ ∈ τ0 .
(b ) Si {Di }i∈I es una cadena de cadenas en τ0 , tenemos dos casos
Existe i ∈ I tal que g(C) ⊆ Di , o para todo i ∈ I,
Di ⊆ C.
 
En el primer caso g(C) ⊆ Di y en el segundo Di ⊆ C por lo que

i∈I i∈I
en ambos casos tenemos que Di ∈ τ0 .
i∈I
(c ) Sea D ∈ τ0 . Queremos probar que g(D) ∈ τ0 .
Como D ∈ τ0 entonces D ⊆ C o g(C) ⊆ D.
En el primer caso, si D = C, entonces g(C) = g(D) y g(D) ∈ τ0 .
Supongamos entonces que D  C.
Como D ∈ τ0 y τ0 es una torre, se tiene que g(D) ∈ τ0 , y debido a
que C ∈ τ1 , entonces g(D) ⊆ C o C ⊆ g(D). Si g(D) ⊆ C, se tiene que
g(D) ∈ τ0 y si C ⊆ g(D) = D ∪ f (D), por el hecho de que
D ⊂ C ⊆ D ∪ f (D), debe ser que C = D ∪ f (D) = g(D) y por lo
tanto g(D) ∈ τ0 .
En el segundo caso, es decir, g(C) ⊆ D, se tiene que g(C) ⊆ g(D) y
ası́ g(D) ∈ τ0 .

Por lo tanto τ0 es una torre y por se τ0 la mı́nima torre, entonces


τ0
= τ0 .
Concluimos entonces que g(C) ∈ τ1 .
Por otro lado por ser τ1 una torre contenida en τ0 , se debe tener τ1 = τ0
y por lo tanto τ0 es una cadena de cadenas.

Afirmamos que D = C es una cadena maximal.
C∈τ0
34 El Axioma de Elección y sus equivalencias

Como D es una cadena D ⊆ g(D). Por otro lado, como D ∈ τ0 , entonces


g(D) ∈ τ0 y ası́ por la definición de D, g(D) ⊆ D, por lo que g(D) = D lo
que significa que D es maximal.
(2) =⇒ (3) Sea (X, ≤) un conjunto parcialmente ordenado y supongamos
que cada cadena en X tiene cota superior en X. Sea C una cadena maximal,
cuya existencia está garantizada por hipótesis; y sea a ∈ X una cota
superior de C.
Afirmamos que a es maximal en X. Si no lo fuera, entonces existirı́a
d ∈ X tal que a < d y por lo tanto d ∈/ C. Entonces C ∪ {d}, que contiene
propiamente a C serı́a cadena, lo que contradice el hecho de que C es una
cadena maximal en X.
(3) =⇒ (4) Sea X un conjunto y consideremos
A = {(B, ≤B ) | B ⊆ X y ≤B es un buen orden}.
Definimos en A la siguiente relación
(B, ≤B ) ≤A (D, ≤D )
si B ⊆ D, el orden de D restringido a B coincide con el de B y
si b ∈ (D − B), entonces a <D b para todo a ∈ D.
No es difı́cil demostrar que ≤A es un orden parcial y queda como ejerci-
cio. Demostraremos que toda cadena en A tiene cota superior para poder
aplicar el Lema de Zorn
Sea C una cadena en A y sea
F = {B | existe un buen orden ≤B en B tal que (B, ≤B ) ∈ C }.
F es una cadena respecto a⊆, debido a la manera en que está definido
≤A . Ası́ pues, dados a, b ∈ B, existe B ∈ F tal que a, b ∈ B.
B∈F 
Veamos que C tiene una cota superior en A. Sea E = B y ≤E
B∈F
definido en E por a ≤E b si a ≤B b para alguna B ∈ F y a, b ∈ B.
Dejamos como ejercicio demostrar que ≤E está bien definido, es decir,
no depende de B (esto es, se debe demostrar que si para cualquier otro
conjunto C ∈ F, en donde también a, b ∈ C, entonces a ≤B b si y sólo si
a ≤C b) y que a ≤E b es un orden parcial.
≤E es un buen orden
Sea T ⊆ E y T = ∅. Probaremos que T tiene un mı́nimo. Como T = ∅,
entonces existe B ∈ F tal que T ∩B = ∅ y ası́ tenemos que ∅ = T ∩B ⊆ B
§ 2.2 Equivalencias del Axioma de Elección 35

y como ≤B es un buen orden entonces T ∩ B tiene mı́nimo t0 . Veremos


que t0 es el mı́nimo de T .
Sea t ∈ T . Si t ∈ B entonces t0 ≤B t y por lo tanto t0 ≤E t. En el caso
en que t ∈/ B, como t ∈ D para alguna D ∈ F entonces debe ser D = B y
B ⊆ D, y ya que t ∈ (D − B), se tiene que t0 <D t y por lo tanto t0 <E t.
Entonces t0 es el mı́nimo de T .
Es claro entonces que (E, ≤E ) ∈ A y además es una cota superior de
C. Por el Lema de Zorn, (A, ≤A ) tiene un maximal (M, ≤M ). Por último
mostraremos que M = X.
Supongamos que M ⊂ X y sea a ∈ (X − M ). Sea C = M ∪ {a} y
≤C definido en C por ≤C |M =≤M y b <C a para todo b ∈ M . Se puede
verificar fácilmente que ≤C es un buen orden sobre C, ası́ que (C, ≤C ) ∈ A.
Además como M ⊂ C entonces (M, ≤M ) < (C, ≤C ), lo que es un absurdo.
Por lo tanto M = X y ≤M es un buen orden sobre X.
(4) =⇒ (1) Sea C una familia no vacı́a de conjuntos no vacı́os, y sea E
la unión de todos los conjuntos de C. Por hipótesis E acepta un buen
orden ≤. Para cada C ∈ C, sea xC el elemento mı́nimo de C. Definimos
f :C / E por f (C) = xC . f satisface entonces que f (C) ∈ C. 
36 El Axioma de Elección y sus equivalencias

§ 2.3 Ejercicios

2.1. Sea {Ai }i∈I una familia


  conjuntos. Para cada j ∈ I, definimos
de
pj : × Ai −→ Aj por pj (ai )i∈I = aj . Demostrar que pj es suprayectiva.
i∈I

2.2. Sea {Ai }i∈I una familia de conjuntos y B un conjunto arbitrario. Sea
para cada i ∈ I, fi : B −→ Ai una función. Demostrar que existe una
única función F : B −→ × Ai tal que pj ◦ F = fj , donde pj está definida
i∈I
como en el Ejercicio 2.1.
2.3. Demostrar el inverso del Ejercicio 2.2. Sea {Ai }i∈I una familia de con-
juntos y X un conjunto junto con una familia de funciones
pi : X −→ Ai que satisfacen que dado cualquier conjunto B y una fa-
milia de funciones fi : B −→ Ai con i ∈ I, existe una única función
F : B −→ X tal que pj ◦ F = fi . Demostrar que existe una biyección entre
X y × Ai
i∈I

2.4. Demuestra que son equivalentes


(1) Axioma de Elección. Para cada  familia C no vacı́a de conjuntos no
vacı́os existe una función f : C −→ C tal que f (C) ∈ C.
C∈C
(2) Dada una familia no vacı́a {Ai }i∈I de conjuntos no vacı́os y ajenos dos
a dos, existe un conjunto cuya intersección con cada miembro de la familia
es un unitario.
2.5. Con la notación de la página 31 demuestra que
Comp(C) − C = ∅ si y sólo si C no es una cadena maximal.
2.6. Sea X un conjunto y considera
A = {(B, ≤B ) | B ⊆ X y ≤B es un buen orden}.
Demuestra que el orden definido para A en la página 34, es un orden
parcial.
2.7. Con la notación del ejercicio anterior, sea C una cadena en A y sea
F = {B | existe un buen orden ≤B en B tal que (B, ≤B ) ∈ C}.

Toma E = B y ≤E definido en E por a ≤E b si a ≤B b para alguna
B∈F
B ∈ F y a, b ∈ B. Demuestra que ≤E está bien definido (ver página 34).
Capı́tulo 3

Números cardinales
§ 3.1 Cardinales

En este capı́tulo estableceremos una relación binaria entre conjuntos,


llamada equipotencia, que intenta reflejar cuándo dos conjuntos “tienen
la misma cantidad de elementos”. Esta idea corresponde a lo siguiente:
dos conjuntos son equipotentes si se puede establecer una corresponden-
cia uno a uno entre los dos conjuntos. El concepto de equipotencia entre
dos conjuntos se define rigurosamente y no debe ser confundida con la
idea intuitiva de “tener la misma cantidad de elementos”. Por ejemplo,
podrı́amos decir que Z, el conjunto de los números enteros, tiene más
elementos que N, el conjunto de los números naturales, ya que N es un
subconjunto propio de Z. Sin embargo sabemos que podemos establecer
una función biyectiva entre estos dos conjuntos y por lo tanto son equipo-
tentes. Por lo anterior nunca utilizaremos las frases “tiene más elementos
que . . .”o “ tiene la misma cantidad de elementos que . . .”, puesto que esto
puede conducir a malas interpretaciones desde el punto de vista intuitivo.
Definición 3.1.1. Dos conjuntos A y B son equipotentes si existe una
función biyectiva de A en B.
Notación 3.4. Si A y B son equipotentes, lo expresaremos como A ∼ B.
Proposición 3.1.1. La relación ∼ entre conjuntos definida arriba tiene
las siguientes propiedades
(1) A ∼ A para cualquier conjunto A,
(2) si A ∼ B entonces B ∼ A,
(3) si A ∼ B y B ∼ C entonces A ∼ C.

37
38 Números cardinales

Demostración.
(1) 1A : A → A, la función identidad es biyectiva.
(2) Si f : A → B es biyectiva entonces f −1 : B → A es biyectiva.
(3) Si f : A → B y g : B → C son biyectivas, entonces g ◦ f : A → C
es biyectiva. 

Nota 7. Aún cuando la clase de todos los conjuntos no es un conjunto, la


relación de equipotencia, restringida a una familia (conjunto) de conjuntos,
es una relación de equivalencia en dicha familia (Proposición 3.1.1) y por lo
tanto, ésta induce una partición en clases de equivalencia, donde cada clase
de equivalencia consta de los conjuntos de la familia que son equipotentes
entre sı́.
En realidad no definiremos el concepto de número cardinal, sino cuándo
dos conjuntos tienen la misma cardinalidad. En la Teorı́a de Conjuntos
existe una manera formal de definir número cardinal, que por el enfoque
que se le ha dado a este libro no lo discutiremos aquı́, pero que sı́ mencio-
namos en la sección 4.4 del capı́tulo 4 del libro. Sin embargo presentamos
a continuación cómo A. Tarski introdujo los números cardinales mediante
dos axiomas
1. Cada conjunto está asociado con un objeto, el cual es su número
cardinal.
2. Dos conjuntos son equivalentes (equipotentes) si y sólo si tienen
el mismo número cardinal.
Si denotamos por |A|, al número cardinal de A, de esta manera, dos
conjuntos son equipotentes si y sólo si tienen el mismo número car-
dinal o tienen la misma cardinalidad, es decir, A es equipotente a B
si y sólo si |A| = |B|.
Existe un método para escoger un representante en cada clase de equi-
potencia y desde este punto de vista éste serı́a el cardinal asociado a la
clase.
Ejemplo 3.1.1.
(a) |∅| = |A| si y sólo si A = ∅. Denotamos |∅| = 0
(b) |{x}| = |A| si y sólo si A consta de un solo elemento. Denotaremos
1 = |{x}|.
(c) Si A y B constan ambos de un único elemento y A ∩ B = ∅ entonces
|A ∪ B| = |{∅, {∅}}|. Denotaremos 2 = |{∅, {∅}}|
Definiremos ahora un orden sobre los cardinales.
§ 3.1 Cardinales 39

Definición 3.1.2. Sean A y B conjuntos. Diremos que |A| es menor o


igual que |B| (|A| ≤ |B|) si existe una función inyectiva de A en B.
Demostraremos no sólo que ≤ es un orden parcial sino que es total. Para
esto empecemos demostrando que esta definición es correcta, es decir, que
no depende de los representantes
Proposición 3.1.2. Sean A1 , A2 , B1 , B2 conjuntos tales que |A1 | = |A2 |,
|B1 | = |B2 |. Entonces |A1 | ≤ |B1 | si y sólo si |A2 | ≤ |B2 |.
Demostración. Sean f : A1 −→ A2 y g : B1 −→ B2 funciones biyectivas
(las cuales existen por hipótesis) y supongamos que |A1 | ≤ |B1 |. Entonces
existe una función inyectiva h : A1 −→ B1 . La función
g ◦ h ◦ f −1 : A2 −→ B2
es inyectiva y por lo tanto |A2 | ≤ |B2 |. Análogamente se prueba la otra
implicación. 
Proposición 3.1.3. La relación ≤ satisface
(1) |A| ≤ |A| para cualquier conjunto A.
(2) Si |A| ≤ |B| y |B| ≤ |C| entonces |A| ≤ |C|.
Demostración.
(1) La función identidad 1A : A −→ A es inyectiva.
(2) Si f : A −→ B y g : B −→ C son funciones inyectivas, entonces
g ◦ f : A −→ C es una función inyectiva. 
Si la propiedad antisimétrica fuera válida para ≤, es decir, |A| ≤ |B|
y |B| ≤ |A| implica |A| = |B|, tendrı́amos definido un orden parcial sobre
los cardinales. En realidad es ası́, como lo muestra el siguiente teorema
Teorema 3.1.4. (Schröder-Bernstein) Si A y B son conjuntos tales
que |A| ≤ |B| y |B| ≤ |A|, entonces |A| = |B|.
Demostración. Por hipótesis sabemos que existen funciones inyectivas
ϕ : A −→ B y ψ : B −→ A. Si alguna de ellas es biyectiva terminamos
aquı́. Ası́ que supongamos que ninguna de las dos es biyectiva.
Construiremos, a partir de ϕ y ψ la función deseada.
Sea Ω = {X ⊆ A | (A − ψ(B − ϕ(X))) ⊆ X}. Ω tiene las siguientes
propiedades:
(1) Ω = ∅ ya que A ∈ Ω
(2) Si X ∈ Ω, entonces [A − ψ(B − ϕ(X))] ∈ Ω.
Como X ∈ Ω entonces A − ψ(B − ϕ(X)) ⊆ X y aplicando ϕ obtenemos
que ϕ[A − ψ(B − ϕ(X))] ⊆ ϕ(X).
40 Números cardinales

Tomando complementos respecto a B tenemos


B − ϕ[A − ψ(B − ϕ(X))] ⊇ B − ϕ(X).
Aplicando ψ, ψ(B −ϕ[A−ψ(B −ϕ(X))]) ⊇ ψ(B −ϕ(X)). Y por último,
tomando complementos respecto a A, obtenemos
A − ψ(B − ϕ[A − ψ(B − ϕ(X))]) ⊆ A − ψ(B − ϕ(X))
y por lo tanto [A − ψ(B − ϕ(X))] ∈ Ω.
Consideremos ahora la intersección de todos los conjuntos que perte-
necen a Ω, es decir, sea 
X0 = X.
X∈Ω
Tenemos que X0 ∈ Ω, ya que para cada X ∈ Ω
X0 ⊆ X
ϕ(X0 ) ⊆ ϕ(X)
B − ϕ(X0 ) ⊇ B − ϕ(X)
ψ(B − ϕ(X0 )) ⊇ ψ(B − ϕ(X))
A − ψ(B − ϕ(X0 )) ⊆ A − ψ(B − ϕ(X)) ⊆ X.
Hemos probado que para cada X ∈ Ω, A − ψ(B − ϕ(X0 )) ⊆ X. Por lo
tanto A − ψ(B − ϕ(X0 )) ⊆ X0 y ası́ X0 ∈ Ω.
Por otro lado, como A − ψ(B − ϕ(X0 )) ∈ Ω, entonces
X0 ⊆ A − ψ(B − ϕ(X0 ))
y ası́
A − ψ(B − ϕ(X0 )) ⊆ X0 ⊆ A − ψ(B − ϕ(X0 )).
Por lo tanto A − ψ(B − ϕ(X0 )) = X0 , es decir
ψ(B − ϕ(X0 )) = A − X0 .
Definimos ahora una biyección de A en B de la siguiente manera

⎨ ϕ (a) si a ∈ X0
f (a) =
⎩ −1
ψ (a) si a ∈ A − X0 ,
donde
ψ −1
A − X0 / B − ϕ(X0 )
y
ϕ|X0
X0 / ϕ(X0 ) .
§ 3.1 Cardinales 41

Claramente f está bien definida ya que X0 ∩ (A − X0 ) = ∅. Además


como A − X0 ⊆ Im(ψ), para cada a ∈ A − X0 existe una única b ∈ B
(esto por ser ψ inyectiva) tal que ψ(b) = a.
Además f es inyectiva ya que ϕ y ψ −1 lo son y no existen un a ∈ X0
y a ∈ A − X0 tales que ϕ(a) = ψ −1 (a ) pues se tiene que
ψ −1 (A − X0 ) = B − ϕ(X0 ) y [B − ϕ(X0 )] ∩ ϕ(X0 ) = ∅.
Por último veamos que f es suprayectiva. Si b ∈ B, entonces b ∈ ϕ(X0 )
o b ∈ B − ϕ(X0 ).
1◦ / Si b ∈ ϕ(X0 ), entonces b = ϕ(a) para alguna a ∈ X0 . Por la
definición de f , f (a) = ϕ(a) y por lo tanto b = f (a).
2◦ / Si b ∈ B − ϕ(X0 ), entonces ψ(b) ∈ ψ(B − ϕ(X0 )) = A − X0 y
nuevamente por la definición de f , f (ψ(b)) = ψ −1 (ψ(b)) = b.
Como en ambos casos b ∈ Im(f ), concluimos que f es suprayectiva, y
por lo tanto biyectiva, por lo que |A| = |B|. 

Corolario 3.1.5. La relación ≤ definida sobre los cardinales es un orden


parcial.
Demostración. Es una consecuencia de la Proposición 3.1.3 y el Teorema
3.1.4. 

Teorema 3.1.6. El orden parcial ≤ definido sobre cardinales es un Buen


Orden.
Demostración. (Hönig [Hö])
Sea Ω un conjunto no vacı́o de cardinales y para cada α ∈ Ω sea Aα
tal que |Aα | = α. Sea A = × Aα el producto cartesiano de los conjuntos
α∈Ω
Aα .
Recordemos que cada elemento de A lo denotamos por (aα )α∈Ω donde
aα ∈ Aα . Sea Ω0 la familia de todos los subconjuntos B de A que tiene la
propiedad de que dos elementos distintos de B tienen sus correspondientes
coordenadas distintas, es decir, es verdadera
(*) B ∈ Ω0 ⇐⇒
(∀(xα )α∈Ω ∈ B ∀(yα )α∈Ω ∈ B ((xα )α∈Ω = (yα )α∈Ω ⇒ ∀ α ∈ Ω xα = yα )).
Consideremos ahora la familia Ω0 con el orden parcial de la inclusión.
Afirmamos que (Ω0 , ⊆) satisface la hipótesis del Lema de Zorn.
Si L ⊆ Ω0 es una cadena en (Ω0 , ⊆), entonces B0 = ∪{S | S ∈ L}
pertenece a Ω0 , ya que si (xα )α∈Ω = (yα )α∈Ω son elementos de B0 , entonces
42 Números cardinales

existen B, B  ∈ L tales que (xα )α∈Ω ∈ B y (yα )α∈Ω ∈ B  , y como L es una


cadena se tiene B ⊆ B  o B ⊇ B  , ası́ que (xα )α∈Ω y (yα )α∈Ω pertenecen
ambos al mismo conjunto de L y como este conjunto satisface (∗), entonces
para cada α ∈ Ω, xα = yα .
Por otro lado, para cada B ∈ L, B ⊆ B0 por lo que B0 es cota superior
de L. Por lo tanto, por el Lema de Zorn, existe un maximal B en Ω0 y esto
significa que B ⊆ A y si B  C ⊆ A, entonces C no tiene la propiedad
(∗). Consideremos ahora la proyección pα : A −→ Aα , pα ((aβ )β∈Ω ) = aα .
Afirmamos que existe un cardinal β ∈ Ω tal que (pβ |B )(B) = Aβ .
Si esta afirmación no fuera verdadera, entonces tendrı́amos que para toda
α ∈ Ω pα (B)  Aα y entonces Aα −pα (B) = ∅. Por el Axioma de Elección,
podemos tomar, para cada α ∈ Ω, aα ∈ Aα −pα (B). Entonces (aα )α∈Ω ∈ A
y este elemento tiene la propiedad de que para cada (xβ )β∈Ω ∈ B, xα = aα
para todo α ∈ Ω.
Esto nos dice que B ∪ {(aβ )β∈Ω )} satisface la condición (∗), y además
contiene propiamente a B, lo que es imposible pues B es maximal con esta
propiedad. Por lo tanto para alguna β ∈ Ω se debe tener (pβ |B )(B) = Aβ .
Afirmamos que esta β es elemento mı́nimo de Ω, es decir β ≤ α para todo
α ∈ Ω.
Veremos que para cada γ ∈ Ω existe una función inyectivaf : Aβ −→ Aγ .
Sea aβ ∈ Aβ . Como (pβ |B )(B) = Aβ , entonces existe (xα )α∈Ω ∈ B tal
que pβ ((xα )α∈Ω ) = aβ , es decir, la β-ésima coordenada de (xα )α∈Ω es aβ .
Además este elemento (xα )α∈Ω es único ya que pertenece a B, por lo que si
coincide con otro elemento de B en la β-ésima coordenada entonces estos
elementos son iguales porque B satisface la condición (∗). Esto significa
que (pβ |B )−1 : Aβ −→ B es inyectiva.
Por otro lado, para cada α ∈ Ω, pα |B : B −→ Aα es inyectiva, pues si
(xα )α∈Ω = (yα )α∈Ω entonces, como pertenecen a B, se tiene que xα = yα
para toda α ∈ Ω y ası́ (pα |B )((xα )α∈Ω ) = (pα |B )((yα )α∈Ω )
Por lo tanto la función f = (pγ |B ) ◦ (pβ |B )−1 : Aβ −→ Aγ es inyectiva
y ası́ β ≤ γ para cada γ ∈ Ω. 

Corolario 3.1.7. El orden parcial ≤ definido sobre los cardinales es total.


Nota 8. Sean A y B conjuntos. |A| < |B| si y sólo si existe una función
inyectiva de A en B, pero no existe una función suprayectiva de A en
B. La primera afirmación, la existencia de una función inyectiva, es por
la definición de ≤ y la segunda es debido a que si existiera una función
suprayectiva de A en B, entonces cualquier inverso derecho de la función
§ 3.1 Cardinales 43

serı́a una función inyectiva de B en A, lo que implicarı́a que |B| ≤ |A|,


y por lo tanto por el Teorema de Schröder-Berstein, se deberı́a tener
|A| = |B|, que no es el caso.

En el siguiente teorema, debido a Cantor, veremos que dado un cardinal


siempre existe uno mayor, es decir, no existe un cardinal máximo.

Teorema 3.1.8. (Teorema de Cantor)


Dado un conjunto A, se tiene que |A| < |P(A)|.

Demostración. Evidentemente la función g : A −→ P(A) definida por


g(a) = {a} es inyectiva. Ahora sea f : A −→ P(A) cualquier función.
Veremos que f no puede ser suprayectiva.
Sea A0 = {x ∈ A | x ∈ / f (x)}. Afirmamos que A0 no pertenece al
rango de f . Supongamos lo contrario, es decir, que para alguna x ∈ A,
f (x) = A0 .
Existen dos posibilidades
1◦ / Si x ∈ A0 , por definición de A0 , entonces x ∈
/ f (x) = A0 . Por lo tanto
x ∈ A0 y x ∈ / A0 , ¡absurdo!
2◦ / Si x ∈/ A0 , entonces x ∈ f (x) = A0 . Por lo tanto x ∈ A0 y x ∈ / A0 ,
¡absurdo!
En ambos casos llegamos a un absurdo y ası́, A0 no pertenece al rango
de f y por lo tanto f no es suprayectiva. 

Sea {Ai }i∈I una familia de conjuntos. Se dice que la unión Ai es
i∈I
ajena si para cualesquiera i, j ∈ I, Ai ∩Aj = ∅ si Ai = Aj , y lo denotamos


por Ai .
i∈I

Proposición 3.1.9. Dada una familia de conjuntos {Ai }i∈I , existe una
familia de conjuntos {Bi }i∈I tal que para cualesquiera i, j ∈ I, Bi ∩Bj = ∅
si i = j y |Bi | = |Ai | para toda i ∈ I.

Demostración. Definimos Bi = Ai × {i}.


Entonces para i, j ∈ I con i = j Bi ∩ Bj = ∅ y |Bi | = |Ai | para cada
i ∈ I, ya que la función fi : Ai −→ Ai × {i} = Bi dada por fi (a) = (a, i)
es biyectiva. 

Nota 9. Al proceso de la Proposición 3.1.9 lo llamamos hacer la unión


de la familia {Ai }i∈I una unión ajena, y como hemos dicho, la denotamos
44 Números cardinales


• •
por Ai . Por ejemplo, A ∪ A denota la unión de dos conjuntos B y B 
i∈I
donde B ∩ B  = ∅ y |A| = |B| y |A | = |B  |.


En general Ai denota la unión de una familia de conjuntos (no im-
i∈I
porta quienes sean estos conjuntos) {Bi }i∈I donde Bi ∩ Bj = ∅ para i = j
con i, j ∈ I y |Ai | = |Bi |.
Como se verá más adelante, para nuestro propósito no existe problema
alguno en la elección de la familia {Bi }i∈I pues lo que nos interesa no son
en sı́ los conjuntos Bi , sino la propiedad que tienen de ser ajenos dos a
dos y de que |Bi | = |Ai | para todo i ∈ I.
Como justificación de la nota anterior tenemos
Lema 3. 1.10. Sean {Ai }i∈I y {Bi }i∈I familias de conjuntos tales que
para i = j 
en I, Ai ∩Aj = ∅ = Bi ∩ Bj , y para cada i ∈ I, |Ai | = |Bi |.
Entonces | Ai | = | Bi |.
i∈I i∈I
Demostración.
  Para cada i ∈ I, sea fi : Ai −→ Bi biyectiva. Definimos
f : Ai −→ Bi como f (x) = fi (x) si x ∈ Ai . f está bien definida ya

i∈I i∈I
que Ai es una unión ajena. Además f es biyectiva pues cada fi lo es y
 i∈I
Bi es una unión ajena. 
i∈I

§ 3.2 Operaciones entre cardinales

Definiremos ahora la suma de números cardinales.


Definición 3. 2.1. Sean α y β cardinales, A y B conjuntos tales que
α = |A| y β = |B|. La suma de los cardinales α y β es

α + β = |A ∪ B|.
Como siempre, comprobaremos que la suma está bien definida.
Proposición 3.2.1. La suma de cardinales no depende del representante
tomando en cada una de las clases, es decir, si |A| = |A | y |B| = |B  |
• •
entonces |A ∪ B| = |A ∪ B  |.
Demostración. Es una consecuencia inmediata del Lema 3.1.10. 
§ 3.2 Operaciones entre cardinales 45

Proposición 3.2.2. Sean α, β y γ cardinales. Entonces


(1) α + β = β + α.
(2) (α + β) + γ = α + (β + γ).
(3) α + 0 = α.
Demostración. Sean A, B y C conjuntos tales que α = |A|, β = |B| y
γ = |C|. Los resultados de la proposición se obtienen de lo siguiente
• •
(1) A ∪ B = B ∪ A.
• • • •
(2) (A ∪ B) ∪ C = A ∪ (B ∪ C).

(3) A ∪ ∅ = A. 

Proposición 3.2.3. Sean α y β cardinales. Si α ≤ β, entonces


(1) Existe un cardinal γ tal que β = α + γ.
(2) α + γ ≤ β + γ para cualquier cardinal γ.
Demostración.
(1) Sean A y B conjuntos tales que α = |A| y β = |B|, y sea f : A −→ B

una función inyectiva. Si A =Im(f ), entonces B = A ∪ (B − A ) y por lo
tanto |B| = |A| + |B − A |. Ası́ que γ = |B − A | es el cardinal deseado.
(2) Sean A, B y C conjuntos, ajenos dos a dos, tales que α = |A|,
β = |B| y γ = |C|. Como α ≤ β entonces existe una función f : A −→ B
que es inyectiva.
• •
La función h : A ∪ C −→ B ∪ C dada por

⎨ f (x) si x ∈ A
h(x) =

x si x ∈ C.
Es una función inyectiva (verificarlo) y por lo tanto, α + γ ≤ β + γ. 
Hemos definido la suma de cardinales en forma binaria. Sin embargo
podemos definir la suma arbitraria de cardinales, generalizando la anterior
definición.
Sea I un conjunto arbitrario (de ı́ndices), ϕ una función que asocia a
cada i ∈ I un cardinal αi = ϕ(i). Denotamos esta función como {αi }i∈I y
la llamaremos una familia de cardinales.
Definición 3. 2.2. Sea {Ai }i∈I una familia de conjuntos, y para cada


i ∈ I, sea αi = |Ai |. Definimos αi = | Ai |.
i∈I i∈I

Esta definición está bien justificada debido al Lema 3.1.10.


46 Números cardinales

Nota 10. Cuando I = {i, k} la Definición 3.2.2 coincide con la Definición


3.2.1.
Proposición 3.2.4. Sea {Ai }i∈I una familia de conjuntos.

(1) Si σ : I −→ I es una función biyectiva, entonces |Ai | = |Aσ(i) |,
i∈I i∈I
(2) Si {Ik }k∈K es una partición de I, entonces |Ai | = ( |Ai |),
i∈I k∈K i∈Ik
(3) Sean {Bj }j∈J una familia de conjuntos, J  un conjunto ajeno a I ∪ J,
|J  | = |J| y sea τ : J  −→ J una función biyectiva. Sea, para cada j ∈ J  ,
Bj = Bτ (j) . Entonces

⎨ Ak si k ∈ I
|Ai | + |Bj | = |Ck |, donde Ck =
⎩ 
i∈I j∈J k∈I∪J  Bk si k ∈ J  .
Demostración. Los resultados se obtienen de

• 

(1) Ai = Aσ(i) .
i∈I i∈I

• • 

(2) Ai = ( Ai ).
i∈I k∈K i∈Ik
• 
• 

(3) Si I ∩ J = ∅, ( Ai ) ∪ ( Bj ) = Ck donde
i∈I j∈J k∈I∪J

⎨ Ak si k ∈ I
Ck =

Bk si k ∈ J. 

Ejemplo 3.2.1. Si para cada i ∈ I Ai = {∅}, entonces |Ai | = |I|.
i∈I
Definamos ahora el producto de cardinales.
Definición 3. 2.3. Sean α y β cardinales, A y B conjuntos tales que
α = |A| y β = |B|. El producto de α y β es
α · β = |A × B|.
Proposición 3.2.5. El producto de cardinales no depende de los conjuntos
escogidos A y B.
Demostración. Sean A, A , B y B  conjuntos tales que |A| = |A | y
|B| = |B  |, es decir, existen funciones biyectivas f : A −→ A y
g : B −→ B  . La función F : A × B −→ A × B  definida por
F ((x, y)) = (f (x), g(y)) es biyectiva y por lo tanto |A × B| = |A × B  |. 
§ 3.2 Operaciones entre cardinales 47

Ejemplo 3. 2.2. Recordemos que 0 = |∅|, 1 = |{x}|, 2 = |{x, y}| con


x = y. Sea α un cardinal cualquiera y A un conjunto tal que α = |A|.
(a) α · 0 = 0 · α = 0, ya que A × ∅ = ∅ × A = ∅.
(b) α · 1 = 1 · α = α, ya que |A × {x}| = |{x} × A| = |A|.
(c) 2α = α + α. Si B = {b, b }con b = b , entonces
2α = |B| · |A|
= |B × A|

= |({b} × A) ∪ ({b } × A)|
= |{b} × A| + |{b } × A|
= |A| + |A|
= α + α.
Observe que como b = b , ({b} × A) ∩ ({b } × A) = ∅.
El producto de cardinales tiene las siguiente propiedades.
Proposición 3.2.6. Sean α, β y γ cardinales. Entonces
(1) α · β = β · α.
(2) (α · β) · γ = α · (β · γ).
(3) α · 1 = α.
(4) α · (β + γ) = α · β + α · γ.
(5) α · ( βj ) = α · βj .
j∈J j∈J

Demostración. Estos resultados se obtienen de


(1) A × B ∼ B × A.
(2) (A × B) × C ∼ A × (B × C).
(3) A × {b} ∼ A.
• •
(4) A × (B ∪ C) ∼ (A × B) ∪ (A × C).
• •
(5) A × ( Ai ) ∼ (A × Ai ). 
i∈I i∈I
Análogamente como se hizo para la suma, podemos definir el producto
arbitrario de cardinales.
Definición 3.2.4. Sea (αi )i∈I una familia de cardinales y {Ai }i∈I una
colección de conjuntos tales que para cada i ∈ I, αi = |Ai |. El producto de
los cardinales αi , denotado por αi , es el cardinal del producto cartesiano
i∈I
de {Ai }i∈I , es decir,

αi = | × Ai |.
i∈I
i∈I
48 Números cardinales

Proposición 3.2.7. Si para cada i ∈ I, Ai y Ai son conjuntos tales que


|Ai | = |Ai |, entonces | × Ai | = | × Ai |, es decir, el producto de cardinales
i∈I i∈I
está bien definido.
Demostración. Para cada i ∈ I, sea fi : Ai −→ Ai biyectiva. La función
F : | × Ai | −→ | × Ai | dada por F ((ai )i∈I ) = (fi (ai ))i∈I es una función
i∈I i∈I
biyectiva. 

Proposición 3.2.8. Sean (αi )i∈I y (βj )j∈J dos familias de cardinales y
sea α un cardinal fijo.
(1) Si σ : I −→ I es una función biyectiva, entonces αi = ασ(i) ,
i∈I i∈I
(2) Si {Ik }k∈K es una partición de I, entonces αi = ( αi ),
i∈I k∈K i∈Ik
(3) Si σ : I  −→ I y τ : J  −→ J son funciones biyectivas con I  ∩ J  = ∅,
entonces
  ⎛ ⎞ ⎧
   ⎨ ασ(k) si k ∈ I 
αi · ⎝ βj ⎠ = γk , donde γk =

i∈I j∈J 
k∈I ∪J  βτ (k) si k ∈ J  ,
 

(4) α · βj = (α · βj ).
j∈J j∈J

Demostración. Sean, para cada i ∈ I y j ∈ J, αi = |Ai | y βj = |Bj | y


sea α = |A|. En cada uno de los incisos la función dada es biyectiva.
(1) f : × Ai −→ × Aσ(i) , dada por f ((ai )i∈I ) = (aσ(i) )i∈I .
i∈I i∈I
(2) f : × Ai −→ × ( × Ai ), dada por f ((ai )i∈I ) = ((ai )i∈Ik )k∈K .
i∈I k∈K i∈Ik

Aσ(k) si k ∈ I 
(3) f : ( × Ai ) × ( × Bj ) −→ × Ck , donde Ck =
i∈I j∈J k∈I  ∪J  Bτ (k) si k ∈ J 
• 

(4) f : A × ( Bj ) −→ (A × Bj ), f ((a, b)) = (a, b). 
j∈J j∈J

Definición 3.2.5. Sean A y B conjuntos. Definimos el conjunto AB como


AB = {f : B −→ A | f es función}.
Ejemplo 3.2.3. Para cada conjunto A se tiene
(a) A∅ ∼ {∅}.
(b) A{x} ∼ A.
(c) A{x,y} ∼ A × A.
§ 3.2 Operaciones entre cardinales 49

Definiremos ahora, para cada par de cardinales α y β, la potencia αβ .


Definición 3. 2.6. Sean α y β cardinales, A y B conjuntos tales que
α = |A| y β = |B|. Definimos αβ = |AB |.
Proposición 3.2.9. Sea A, B, A y B  conjuntos tales que |A| = |A |, y

|B| = |B  |. Entonces |AB | = |(A )B |.
Demostración. Sean f : A −→ A y g : B −→ B  funciones biyectivas.

Entonces la función H : AB −→ (A )B dada por H(h) = f ◦ h ◦ g −1 es
biyectiva ya que
1◦ / Si f ◦ h ◦ g −1 = f ◦ h ◦ g −1 entonces, por ser f y g biyectivas, h = h .

2◦ / Si q ∈ (A )B , entonces la función f −1 ◦ q ◦ g es tal que
H(f −1 ◦ q ◦ g) = f ◦ (f −1 ◦ q ◦ g) ◦ g −1 = 1A ◦ q ◦ 1B = q.

De 1◦ / y 2◦ / tenemos entonces que |AB | = |(A )B |. 

Observación 3.2. Con respecto al Ejemplo 3.2.3, tenemos que


(1) α0 = 1.
(2) α1 = α.
(3) α2 = α · α.
Proposición 3.2.10. Sean α, β y γ cardinales. Entonces
(1) (αβ )γ = αβγ .
βi βi
(2) Si (βi )i∈I es una familia de cardinales entonces α =α i∈I .
i∈I
(3) Si |I| = β entonces αβ = αi , en donde αi = α para cada i ∈ I.
i∈I

Demostración.
(1) Sean A, B y C conjuntos ajenos dos a dos tales que α = |A|, β = |B|
y γ = |C|. La función
F : {f : C → AB } −→ {f : B × C → A}
definida por F (f )(b, c) = (f (c))(b) es biyectiva (demuéstrelo).

(2) Sean, para cada i ∈ I, βi = |Bi | y α = |A|, donde los conjuntos Bi


son ajenos dos a dos. La función

( Bi )
G : × ABi −→ A i∈I
i∈I
definida por G((fi )i∈I )(x) = fi (x), donde fi : Bi −→ A y x ∈ Bi , es
biyectiva.
50 Números cardinales

(3) Sea A un conjunto tal que |A| = α. La función


H : AI −→ × Ai , donde Ai = A para cada i ∈ I,
i∈I

dada por H(f ) = (f (i))i∈I , es una biyección. 

En el Teorema de Cantor vimos que para cualquier conjunto A,


|A| < |P(A)|. Sin embargo, no nos dice qué tan grande es |P(A)| respecto
de |A|. El siguiente teorema nos permite conocer el cardinal de P(A) en
función del cardinal de A.
Teorema 3.2.11. |P(A)| = 2|A| .
Demostración. Veremos que existe una biyección de P(A) en
{0, 1}A = {f : A → {0, 1} | f es función}.
Definimos H : P(A) −→ {0, 1}A como sigue
Si B ⊆ A, H(B) : A → {0, 1} es la función dada por

⎨ 1 si x ∈ B
H(B)(x) =

0 si x ∈ A − B
H es biyectiva.
1◦ / Si B = B  , entonces B −B  = ∅ ó B  −B = ∅. Como en cualquiera
de los casos la demostración es análoga, supondremos que B − B  = ∅ y
sea x ∈ B − B  . Entonces H(B)(x) = 1 y H(B  )(x) = 0 por lo que
H(B) = H(B  ) y ası́ H es inyectiva.
2◦ / Si f ∈ {0, 1}A , sea B = {x ∈ A|f (x) = 1} ⊆ A. Entonces H(B) = f
por lo que H es suprayectiva.
Por lo tanto |P(A)| = |{0, 1}A | = |{0, 1}||A| = 2α . 

§ 3.3 Conjuntos finitos

Definiremos ahora el concepto de conjunto finito y de aquı́ el de cardinal


finito.
Definición 3.3.1. Sea A un conjunto y P(A) el conjunto potencia de A
con el orden parcial determinado por ⊆. Diremos que A es finito si cada
cadena no vacı́a de elementos de P(A) tiene máximo.
§ 3.3 Conjuntos finitos 51

Esto es, si τ es una cadena no vacı́a contenida en P(A), existe C ∈ τ


tal que para cada C  ∈ τ se tiene que C  ⊆ C.
Diremos que A es infinito si A no es finito.
Proposición 3.3.1. Si A y B son conjuntos tales que |A| = |B|. Entonces
A es finito si y sólo si B es finito.
Demostración. Sea f : A −→ B una función biyectiva y supongamos
que A es finito. Demostraremos que B es finito.
Sea τ una cadena no vacı́a de elementos de P(B) y sea
τ  = {f −1 [C]|C ∈ τ }.
τ  es una cadena no vacı́a de elementos de P(A) ya que si f −1 [C] y
f −1 [C  ]
pertenecen a τ  entonces como C y C  pertenecen a τ , se tiene que
C ⊆ C  ó C  ⊆ C y de aquı́ f −1 [C] ⊆ f −1 [C  ] ó f −1 [C  ] ⊆ f −1 [C].
Como A es finito entonces τ  tiene un máximo D. Como D ∈ τ  , enton-
ces D = f −1 [E] para alguna E ∈ τ y por ser f biyectiva f [D] = f [f −1 [E]].
Afirmamos que E es el máximo de τ . En efecto si C ∈ τ , entonces
f −1 [C] ∈ τ  por lo que f −1 [C] ⊆ D = f −1 [E] y por lo tanto
C = f [f −1 [C]] ⊆ f [D] = f [f −1 [E]] = E.
Por lo tanto B es finito.
La demostración es la misma si suponemos que B es finito, basta in-
tercambiar f por f −1 . 

Ejemplo 3.3.1.
(a) ∅ es un conjunto finito. La única cadena en (P(∅), ⊆) es {∅}.
(b) {∅} es finito ya que las únicas cadenas en (P(∅), ⊆) son {∅}, {{∅}}
y {∅, {∅}} y evidentemente todas tienen máximo.
A partir de conjuntos finitos dados, podemos construir otros conjuntos
finitos, como lo dice el siguiente teorema
Teorema 3.3.2. Sea A un conjunto finito. Entonces
(1) Si B ⊆ A entonces B es finito,
(2) A × {x} es finito,
(3) Si C es un conjunto finito entonces A ∪ C es finito. En particular
A ∪ {x} es finito.
52 Números cardinales

Demostración.
(1) Si τ es una cadena de subconjuntos de B, en particular es una
cadena de subconjuntos de A y como A es finito entonces τ tiene máximo.

(2) Como A ∼ A × {x} y A es finito entonces, por la Proposición 3.3.1,


A × {x} es finito.

(3) Sea τ una cadena en (P(A ∪ B), ⊆). Entonces es fácil ver que
τ1 = {C ∩ A|C ∈ τ } y τ2 = {C ∩ B|C ∈ τ } son cadenas en (P(A), ⊆) y
(P(B), ⊆) respectivamente y por lo tanto, por hipótesis, τ1 tiene elemento
máximo D y τ2 tiene máximo E.
Sean C1 , C2 ∈ τ tales que D = C1 ∩A y E = C2 ∩B. Como τ es cadena,
entonces C1 ⊆ C2 o C2 ⊆ C1 . No se pierde generalidad si suponemos que
C1 ⊆ C2 .
Afirmamos que C2 es el máximo de τ .
Sea C ∈ τ . Entonces C ∩ A ∈ τ1 , y C ∩ B ∈ τ2 , por lo que C ∩ A ⊆
C1 ⊆ C2 y C ∩ B ⊆ C2 , ası́ que C = C ∩ (A ∪ B) = (C ∩ A) ∪ (C ∩ B) ⊆ C2 .
Por lo tanto A ∪ B es finito. 

Definición 3.3.2. Un orden parcial ≤ en X se llama doble buen orden


si es un buen orden y cada subconjunto no vacı́o de X tiene máximo.
Teorema 3. 3.3. Las siguientes afirmaciones son equivalentes para un
conjunto A
(1) A es finito,
(1 ) Cada cadena no vacı́a de conjuntos en (P(A), ⊆) tiene mı́nimo,
(2) Cada familia no vacı́a de conjuntos en (P(A), ⊆) tiene un maximal,
(2 ) Cada familia no vacı́a de conjuntos en (P(A), ⊆) tiene un minimal
(Tarski),
(3) Si B  A entonces A no es equipotente a B (Dedekind),
(4) A acepta un doble buen orden.
Demostración. Si A = ∅ las equivalencias son triviales, por lo que su-
pondremos que A = ∅.
Dejamos como ejercicio la demostración de (1) si y sólo si (1 ) y (2) si
y sólo si (2 ).
(1) ⇒ (2) Sea D una familia no vacı́a de conjuntos en (P(A), ⊆). Como
cada cadena por hipótesis tiene máximo entonces está acotada y por lo
tanto D tiene un maximal por el Lema de Zorn.

(2) ⇒ (3) Supongamos que B  A y que ϕ : A −→ B es biyectiva.


§ 3.3 Conjuntos finitos 53

Sea τ = {X ⊆ B|X  ϕ−1 (X)}. τ = ∅ ya que B  ϕ−1 (B) = A.


Además, si X ∈ τ entonces ϕ−1 (X) ∈ τ pues ϕ−1 (X)  ϕ−1 (ϕ−1 (X)).
Por hipótesis τ tiene maximal X0 . Pero esto es un absurdo porque
X0  ϕ−1 (X0 ) y ϕ−1 (X0 ) ∈ τ . Por lo tanto ϕ no puede ser biyectiva.

(3) ⇒ (4) Por el Teorema de Zermelo, A acepta un buen orden ≤. Proba-


remos que cada subconjunto no vacı́o de A tiene máximo.
Sea ∅ = S ⊆ A y sea s0 el mı́nimo de S. Supongamos que A no tiene
máximo. Entonces para cada s ∈ S existe s ∈ S tal que s < s , es decir,
{t ∈ S|s < t} = ∅ y por ser ≤ un buen orden este último conjunto tiene
mı́nimo.
Construiremos una función inyectiva, pero no suprayectiva, de A en A.
Definimos ϕ : A −→ A por

⎨ x si x ∈ A − S
ϕ(x) =

mı́n{t ∈ S|x < t} si x ∈ S.
Claramente ϕ es inyectiva (demuéstrelo), y no es suprayectiva ya que
s0 , el mı́nimo de S, no pertenece al rango de la función y eso significa que
A es equipotente con un subconjunto propio de A, lo que contradice la
hipótesis. Por lo tanto S debe tener máximo y ası́ A acepta un doble buen
orden.

(4) ⇒ (1) Sea ≤ un doble buen orden en A, y sean x0 y x1 el mı́nimo y el


máximo de A respectivamente, es decir, x0 ≤ x ≤ x1 para todo x ∈ A.
Para cada x ∈ A sea Ax = {a ∈ A|a ≤ x} y sea S = {x ∈ A|Ax es finito}.
Como S es un subconjunto no vacı́o de A, ya que x0 ∈ S, entonces S tiene
máximo que denotamos por y. Demostraremos que y = x1 y ası́ tendremos
que Ay = Ax1 = {a ∈ A|a ≤ x1 } = A es finito.
Supongamos que y < x1 y consideremos T = {a ∈ A|y < a}. Nueva-
mente T es un subconjunto no vacı́o de A, ya que x1 ∈ T , y por lo tanto
tiene mı́nimo y0 y ası́ y < y0 .
Afirmamos que Ay0 = Ay ∪ {y0 }.
1◦ / Por ser y < y0 , se tiene que Ay ⊆ Ay0 y como y0 ∈ Ay0 , entonces
Ay ∪ {y0 } ⊆ Ay0 .
2◦ / Si x ∈ Ay0 , entonces x ≤ y0 . Si x = y0 evidentemente y0 ∈ Ay ∪{y0 }.
Supongamos entonces que x < y0 . Si y < x, debido a que x ∈ T y que
y0 es el mı́nimo de T , debe ser y0 ≤ x que contradice la hipótesis de que
x < y0 . Por lo tanto x ≤ y y ası́ x ∈ Ay . En ambos caso hemos probado
que x ∈ Ay ∪ {y0 }, por lo que Ay0 ⊆ Ay ∪ {y0 }.
54 Números cardinales

Como Ay0 = Ay ∪ {y0 } es finito, ya que Ay y {y0 } lo son (Teorema


3.3.2 (3)), ası́ tendrı́amos y0 ∈ S, pero esto es imposible ya que y < y0 y
y es el máximo de S. Por lo tanto y = x1 y ası́ Ay = Ax1 = A es finito. 

Corolario 3.3.4. Un conjunto A es finito si y sólo si cada buen orden en


A es un doble buen orden.
Definición 3.3.3. Un cardinal α es un cardinal finito si existe un con-
junto finito A tal que |A| = α. En caso contrario diremos que α es un
cardinal infinito.
Nota 11. Aceptaremos que existe un conjunto infinito (Este es en realidad
uno de los axiomas de la Teorı́a de Conjuntos formal).
Proposición 3.3.5. Sean α y β cardinales con α ≤ β y B un conjunto
tal que |B| = β. Entonces existe un subconjunto A de B tal que |A| = α.
Demostración. Sea A un conjunto tal que |A | = α. Como α ≤ β existe
una función inyectiva f : A −→ B. Entonces f  : A −→ f (A ) definida
por f  (a) = f (a) es una función biyectiva, por lo que A y f (A ), que es
un subconjunto de B, tienen la misma cardinalidad α. 
El equivalente del Teorema 3.3.2 para cardinales finitos es
Teorema 3.3.6. Sean α y β cardinales.
(1) Si α es finito y β ≤ α entonces β es finito.
(2) Si α y β son finitos entonces α + β es finito.
Corolario 3.3.7. Sean α y β cardinales.
(1) Si β es infinito y β ≤ α entonces α es infinito.
(2) Si α es infinito entonces α + β es infinito. En particualr α + 1 es
infinito.
Corolario 3.3.8. Si α es finito y β es infinito entonces α < β.
Demostración. No puede ser que β ≤ α ya que por el Corolario 3.3.7, se
tendrı́a que α es infinito, que por hipótesis no lo es. 

Teorema 3.3.9. Sea {Ai }i∈I una familia


 de conjuntos finitos ajenos dos
a dos, en donde I es finito. Entonces Ai es finito.
i∈I

Demostración. Mostraremos que Ai acepta un doble buen orden y
 i∈I
por el Teorema 3.3.3 Ai debe ser finito.
i∈I
§ 3.3 Conjuntos finitos 55

Como I y cada Ai con i ∈ I son finitos, cada uno de ellos acepta un


i (i ∈ I), respectivamente.
doble buen orden que denotaremos por <I , <
Definimos un doble buen orden < sobre Ai como sigue
i∈I


⎨ a <i b si a, b ∈ Ai para algun i ∈ I
a < b si y sólo si

i <I j si a ∈ Ai , b ∈ Aj y j = i

Verifiquemos que efectivamente, < es un doble buen orden


1◦ / < es un orden parcial.

(i) a ≮ a para toda a ∈ Ai es evidente.
i∈I
(ii) Supongamos que a < b y b < c. Basta considerar los siguiente tres
casos:

Caso 1 : a, b, c ∈ Ai para alguna i ∈ I. Entonces a <i b y b <i c y


como <i es un orden parcial entonces a < c.
Caso 2 : a, b ∈ Ai y c ∈ Aj con i = j. Como a, b ∈ Ai y b < c,
entonces i <I j y ası́ a < c.
Caso 3 : a ∈ Ai , b ∈ Aj y c ∈ Ak con i = j, j = k, k = i. Entonces
i <I j, j <I k y por lo tanto i <I k, por lo que a < c.

2◦ / < es un doblebuen orden.


Sea ∅ = S ⊆ Ai . Entonces S ∩ Ai = ∅ para alguna i ∈ I.
i∈I
Sean i0 = mı́n{i ∈ I|S ∩ Ai = ∅} y j0 = máx{i ∈ I|S ∩ Ai = ∅}. Como
∅ = S ∩ Ai0 ⊆ Ai0 , ∅ = S ∩ Aj0 ⊆ Aj0 e <i0 , <j0 son ambos doble buen
orden, podemos tomar su mı́nimo y su máximo a0 y a1 respectivamente,
es decir, a0 = mı́n(S ∩ Ai0 ) y a1 = máx(S ∩ Aj0 ).
Afirmamos que a0 = mı́n S y a1 = máx S.
Sea a ∈ S. Como a ∈ Ai para alguna i ∈ I se tiene que i0 ≤I i ≤I j0 .
Si i = i0 entonces a0 , a ∈ S ∩ Ai0 y como a0 es el mı́nimo en S ∩ Ai0
entonces a0 ≤ a. 
Si i0 <I i entonces a0 < a por definición del orden en Ai .
i∈I
Análogamente para i ≤I j0
Si i = j0 entonces a1 , a ∈ S ∩ Aj0 y ası́ a ≤ a1 . 
Si i <I j0 entonces a < a1 por definición de orden Ai .
i∈I
Ası́ que en cualquier caso a0 ≤ a ≤ a1 .
56 Números cardinales

Por último, como Ai posee un doble orden, por el Teorema 3.3.3,
 i∈I
Ai es finito. 
i∈I

Corolario 3.3.10. Si {Ai }i∈I es una familia de conjuntos en donde I es


finito y para cada i ∈ I, Ai es finito, entonces Ai es finito.
i∈I

Demostración. Sean, para cada i ∈ I, Bi = Ai × {i}. Cada Bi es finito


 que Bi ∼ Ai . Por el Teorema 3.3.9, como Bi ∩ Bj = ∅ si i = j, entonces
ya
Bi es finito.
i∈I  
Claramente la función f : Bi −→ Ai dada por f ((a, i)) = a,
i∈I i∈I
donde(a, i) ∈ Bi = Ai × {i} es suprayectiva. Por lo tanto, por el Ejercicio
3.12, Ai es finito. 
i∈I

Corolario 3. 3.11. Si A y B son conjuntos finitos entonces A × B es


finito.

Demostración. A × B = (A × {b}) donde cada término de la unión
b∈B
es un conjunto finito ya que A × {b} ∼ A es finito y como B también lo
es, por el Teorema 3.3.9, A × B es finito. 

Teorema 3.3.12. Si {Ai }i∈I es una familia no vacı́a de conjuntos finitos,


donde el conjunto de ı́ndices I es finito, entonces × Ai es finito.
i∈I

Demostración. Como I es finito, podemos considerar un doble buen


orden ≤ en I (véase el Teorema 3.3.3). Sea
I  = {i ∈ I| × Aj es finito} ⊆ I.
j≤i

Demostraremos que el máximo de I pertenece a I  . I  = ∅ ya que


i0 = mı́n I ∈ I  . Probaremos que máx I  = máx I. Sea j0 = máx I 
y supongamos que j0 < máx I. Entonces {i ∈ I|j0 < i} = ∅ y sea
j1 = mı́n{i ∈ I|j0 < i}. Sabemos que × Ai es finito y Aj1 es finito por
i≤j0
hipótesis, entonces por el Corolario 3.3.11 × Ai ∼ ( × Aj )×Aj1 es finito,
i≤j1 j≤j0
lo que implica que j1 ∈ I  , que es un absurdo, por lo tanto j0 = máx I y
entonces × Aj = × Ai es finito. 
j≤j0 i∈I
§ 3.3 Conjuntos finitos 57

Corolario 3.3.13. Sea I finito y {αi }i∈I una familia de cardinales finitos.
Entonces αi y αi son finitos.
i∈I i∈I

Corolario 3.3.14. Si A y B son conjuntos finitos entonces P(A) y AB


son finitos.
Demostración.
(i) Como AB = {f : B → A|f es función} entonces AB ∼ × Ax , donde
x∈B
Ax = A para toda x ∈ B (Proposición 3.2.10 (3)), y como A y B son
finitos, tenemos que × A es finito.
x∈B
(ii) Como P(A) ∼ {0, 1}A (Teorema 3.2.11), y por (i) {0, 1}A es finito,
entonces P(A) es finito. 

Corolario 3.3.15. Si α y β son cardinales finitos entonces α + β, α · β,


αβ son cardinales finitos. En particular 2α es finito.
Proposición 3.3.16. Sean k, m y n cardinales finitos. Entonces
(1) m + n = k + n =⇒ m = k.
(2) m · n = k · n y n = 0 =⇒ m = k.
(3) n ≤ m ≤ n + 1 =⇒ m = n o m = n + 1.
Demostración.
(1) Supongamos que k ≤ m y sean A, B y C conjuntos tales que B ⊆ A,
C ∩ A = ∅, |A| = m, |B| = k y |C| = n.
k + n = |B| + |C| = |B ∪ C|,
(recordamos que C ∩ B ⊆ C ∩ A = ∅),
m + n = |A| + |C| = |A ∪ C|.
Tenemos que B ∪ C ⊆ A ∪ C, y por hipótesis |B ∪ C| = |A ∪ C|. Por lo
tanto A ∪ C = B ∪ C, ya que si fueran distintos, entonces tendrı́amos que
A ∪ C es equipotente a un subconjunto propio, B ∪ C, lo que contradice
el hecho de que A ∪ C es finito. Por último, como A ∩ C = ∅ se tiene que
A = B y de aquı́ k = m.

(2) Supongamos que k ≤ m y sean A, B, C conjuntos como en (1).


Tenemos entonces que B × C ⊆ A × C y, por hipótesis, |B × C| = |A × C|.
Pero por ser A × C finito, debe ser A × C = B × C, y como C = ∅, ya que
por hipótesis |C| = n = 0, podemos afirmar entonces que A = B y por lo
tanto k = m.
58 Números cardinales

(3) Sean A, B conjuntos tales que A ⊆ B, |A| = n, |B| = m.


Si A = B, es decir n < m, existe b ∈ B tal que b ∈ / A. Entonces
A ∪ {b} ⊆ B y por lo tanto n + 1 = |A ∪ {b}| ≤ |B| = m. Pero por
hipótesis tenemos que m ≤ n + 1. Por lo tanto m = n + 1. 

§ 3.4 Conjuntos numerables y conjuntos infinitos

Como ≤ es un buen orden en los cardinales, entonces cualquier conjunto


no vacı́o de cardinales tiene elemento mı́nimo. Ası́ pues, si α es un cardinal
infinito, el conjunto no vacı́o {β|β cardinal infinito y β ≤ α} tiene mı́nimo.
Denotamos por ℵ0 a éste mı́nimo, es decir, ℵ0 es el mı́nimo cardinal
infinito.
Definición 3.4.1. Un conjunto A se llama numerable si |A| = ℵ0 .
Veamos ahora algunas propiedades de los conjuntos numerables.
Proposición 3.4.1. Sean A y B conjuntos infinitos tales que |A| = ℵ0 y
B ⊆ A. Entonces |B| = ℵ0 .
Demostración. Como B ⊆ A entonces |B| ≤ |A|, y por ser B infinito y
|A| = ℵ0 el mı́nimo cardinal infinito, entonces debe ser |B| = ℵ0 . 

Proposición 3.4.2. Si N y F son conjuntos tales que N es numerable,


F es finito y F ⊆ N , entonces N − F es numerable.
Demostración. Como N = F ∪ (N − F ), si N − F fuera finito entonces
N serı́a finito, que sabemos que no lo es por hipótesis, ası́ que N − F es
infinito y por la Proposición 3.4.1 |N − F | = ℵ0 . 

Corolario 3.4.3. Para todo cardinal finito n se tiene ℵ0 + n = ℵ0 .


Corolario 3.4.4. Si α es un cardinal infinito y n es un cardinal finito
entonces α + n = α.
Demostración. ℵ0 ≤ α ya que α es infinito, y por (i) de la Proposi-
ción 3.2.3, α = ℵ0 + β para algún cardinal β. Entonces, aplicando las
propiedades asociativa y conmutativa en la suma de cardinales,
α + n = (ℵ0 + β) + n = ℵ0 + (β + n)
= ℵ0 + (n + β) = (ℵ0 + n) + β
= ℵ0 + β = α. 
§ 3.4 Conjuntos numerables y conjuntos infinitos 59

Nota 12. El hecho de que un conjunto N sea infinito nos permite asegurar
la existencia de elementos a, b ∈ N tales que a = b. Esto es por la siguiente
razón; como ∅ es finito y N es infinito, entonces N = ∅, por lo que
podemos tomar un elemento a ∈ N . N − {a} es infinito ya que si fuera
finito, entonces por el Teorema 3.3.2 (N − {a}) ∪ {a} = N serı́a finito,
que no lo es. Nuevamente, como N − {a} = ∅, entonces podemos tomar
b ∈ N − {a} y ası́ a, b ∈ N y a = b. En realidad se puede demostrar más,
como lo muestra el Ejercicio 3.48.
Teorema 3.4.5. Dado un conjunto numerable N , existen subconjuntos
numerables A y B de N tales que A ∩ B = ∅.
Demostración. Sea
A = {(A, fA , B)|A, B ⊆ N, A ∩ B = ∅ y fA : A → B función biyectiva}
A = ∅ ya que, por ser N infinito, podemos tomar a, b ∈ N tales que a = b
(Nota 12) y por lo tanto ({a}, f, {b}) ∈ A, donde f (a) = b.
Definimos un orden parcial ≤ sobre A como sigue
(A, fA , B) ≤ (A , fA , B  ) si A ⊆ A , B ⊆ B  y fA |A = fA

≤ es un orden parcial
(a) Claramente (A, fA , B) ≤ (A, fA , B) para cada (A, fA , B) ∈ A.
(b) Si (A, fA , B) ≤ (A , fA , B  ) y (A , fA , B  ) ≤ (A, fA , B), entonces
A ⊆ A , B ⊆ B  , fA |A = fA y A ⊆ A, B  ⊆ B y fA |A = fA . Enton-
ces A = A , B = B  y fA = fA y por lo tanto (A, fA , B) = (A , fA , B  ).
(c) Si (A, fA , B) ≤ (A , fA , B  ) y (A , fA , B  ) ≤ (A , fA , B  ) entonces
A ⊆ A , B ⊆ B  , fA |A = fA , A ⊆ A , B  ⊆ B  , fA |A = fA . Ası́ que
A ⊆ A , B ⊆ B  , fA |A = (fA |A )|A = fA |A = fA y de aquı́
(A, fA , B) ≤ (A , fA , B  ).

(A, ≤) tiene un maximal


Para esto probaremos que (A, ≤) satisface la hipótesis del Lema de
Zorn. Tomemos una cadena C en (A, ≤) y sean
C0 = {A ⊆ N |existen B ⊆ N y fA : A → B tales que (A, fA , B) ∈ C}
C1 = {B ⊆ N |existen A ⊆ N y fA : A → B tales que (A, fA , B) ∈ C}.
 
Sea X = A, Y = B y fX : X −→ Y dada por fX (a) = fA (a) si
A∈C0 B∈C1
a ∈ A. fX está bien definida ya que si a ∈ A ∩ A , como A y A forman
parte de (A, fA , B) y (A , fA , B  ) respectivamente y pertenecen a C que
60 Números cardinales

es una cadena, entonces uno de ellos está contenido en el otro, digamos


A ⊆ A , y ası́ fA |A = fA , lo que significa que fA (a) = fA (a).

Es claro que (X, fX , Y ) ∈ A ya que X, Y ⊆ N , X ∩ Y = ∅ y fX es


biyectiva (ejercicio 3.17). Dejamos también como ejercicio demostrar que
(X, fX , Y ) es una cota superior de C. Por el Lema de Zorn (A, ≤) tiene un
maximal que denotamos por (A0 , fA0 , B0 ).

Veremos ahora que A0 y B0 son los conjuntos buscados.


A0 es infinito. Si A0 fuera finito, como fA0 es biyectiva, entonces B0
serı́a finito y por lo tanto también A0 ∪ B0 , y por la Proposición 3.4.2,
N −(A0 ∪B0 ) es infinito, por lo que podemos tomar una pareja de elementos
distintos x, y de N − (A0 ∪ B0 ). Definimos fA0 ∪{x} : A0 ∪ {x} −→ B0 ∪ {y}
por

⎨ fA0 (a) si a ∈ A0
fA0 ∪{x} (a) =

y si a = x
Se tiene que
(A0 ∪ {x}, fA0 ∪{x} , B0 ∪ {y}) ∈ A
y
(A0 , fA0 , B0 ) < (A0 ∪ {x}, fA0 ∪{x} , B0 ∪ {y}),
lo que contradice que (A0 , fA0 , B0 ) es maximal en A. Por lo tanto A0 es
infinito. De lo anterior se tiene que B0 es infinito. Además A0 ∩ B0 = ∅
y como A0 , B0 ⊆ N se tiene que, por la Proposición 3.4.1,
|A0 | = |B0 | = |N | = ℵ0 . 

Corolario 3.4.6. ℵ0 + ℵ0 = ℵ0 .
Demostración. Sea N un conjunto tal que |N | = ℵ0 . Por el Teore-
ma 3.4.5, existen subconjuntos A y B de N tales que A ∩ B = ∅ y
|A| = |B| = ℵ0 . Entonces
ℵ0 + ℵ0 = |A| + |B| = |A ∪ B| ≤ |N | = ℵ0 .
Pero por otro lado ℵ0 ≤ ℵ0 + ℵ0 (Ejercicio 3.14) y de ambas desigual-
dades concluimos entonces que ℵ0 = ℵ0 + ℵ0 . 
En realidad el Teorema 3.4.5 es cierto para cualquier conjunto infinito
§ 3.4 Conjuntos numerables y conjuntos infinitos 61

Teorema 3.4.7. Se A un conjunto infinito. Entonces existen conjuntos


C y C  tales que
(1) C ∩ C  = ∅.
(2) |C| = |C  | = |A|.
(3) |C ∪ C  | = |A|.
Demostración. Sea
A = {(B, fB )|B ⊆ A y fB : B → ({0}×B)∪({1}×B) es función biyectiva}.
A = ∅ ya que como A es infinito ℵ0 ≤ |A| y entonces, por la Proposición
3.3.5, A contiene un subconjunto numerable N y, por el Teorema 3.4.5,
existe una función biyectiva f : N −→ ({0} × N ) ∪ ({1} × N ). Definimos
un orden parcial en A como sigue
(B, fB ) ≤ (B  , fB  ) si y sólo si B ⊆ B  y fB  |B = fB .
Efectivamente ≤ es un orden parcial ya que
(1) (B, fB ) ≤ (B, fB ) para cada (B, fB ) ∈ A.
(2) Si (B, fB ) ≤ (B  , fB  ) y (B  , fB  ) ≤ (B, fB ) entonces B ⊆ B  ⊆ B y
ası́ B = B  y fB  = fB |B  = fB |B = fB . Por lo tanto (B, fB ) = (B  , fB  ).
(3) Si (B, fB ) ≤ (B  , fB  ) y (B  , fB  ) ≤ (B  , fB  ) entonces B ⊆ B  ⊆ B 
y fB  |B = fB , fB  |B  = fB  implica que fB  |B = fB , por lo que
(B, fB ) ≤ (B  , fB  ).
Como en ocasiones anteriores, la idea es encontrar un elemento maximal
(B0 , f0 ) en A y demostrar que |B0 | = |A|. Para esto probaremos que A
satisface la hipótesis del Lema de Zorn
Sea C una cadena en (A, ≤) y sea
C0 = {B ⊆ A | existe fB : B → ({0} × B) ∪ ({1} × B) con (B, fB ) ∈ C}.

Ahora, sea B = {B | B ∈ C0 } y fB : B −→ ({0} × B) ∪ ({1} × B)
definida por fB (b) = fB (b) si b ∈ B; fB está bien definida pues si B, B  ∈ C
con B ⊆ B  y b ∈ B∩B  entonces fB (b) = fB  (b) ya que fB es la restricción
de fB  a B. Además fB es inyectiva, ya que para cualesquiera b, b ∈ B
si fB (b) = fB (b ) entonces existe un conjunto B de C0 donde b, b ∈ B y
ası́ fB (b) = fB (b ) y por lo tanto b = b . También es suprayectiva, pues
si (i, b ) ∈ ({0} × B) ∪ ({1} × B), entonces (i, b ) ∈ ({0} × B) ∪ ({1} × B)
para algún B ∈ C y como fB es biyectiva existe b ∈ B(⊆ B) tal que
fB (b) = (i, b ). Por lo anterior, (B, fB ) ∈ A. Además es una cota superior
de C y, por el Lema de Zorn, (A, ≤) tiene un maximal (B0 , f0 ).
Afirmamos que A − B0 es finito, pues si no lo es entonces contiene un
subconjunto numerable N , y con este N podemos construir un elemento
62 Números cardinales

(D, fD ) de A tal que (B0 , f0 ) < (D, fD ), esto es, si D = B0 ∪ N y


fD : D −→ ({0} × D) ∪ ({1} × D)
definida por fD |B0 = f0 y fD |N es una función biyectiva de N en
({0} × N ) ∪ ({1} × N ), cuya existencia queda asegurada por el Teore-
ma 3.4.5. Entonces tendrı́amos que (D, fD ) es un elemento de A que es
mayor que (B0 , f0 ) lo que es imposible ya que (B0 , f0 ) es maximal en A.
Por lo tanto A − B0 debe ser finito. Además se tiene que
|A| = |B0 ∪ (A − B0 )| = |B0 | + |A − B0 | = |B0 |,
siendo la última igualdad justificada por el Corolario 3.4.3. Finalmente
|B0 | = |({0} × B0 ) ∪ ({1} × B0 )| = |({0} × B0 )| + |({1} × B0 )| = |B0 | + |B0 |.
Ası́ que C = {0} × B y C  = {1} × B son los conjuntos deseados. 

Corolario 3.4.8. Si α es un cardinal infinito entonces α + α = α.


Proposición 3. 4.9. Sean α y β cardinales con al menos uno de ellos
infinito. Entonces
α + β = máx{α, β}.
Demostración. Supongamos que β ≤ α. Por la Proposición 3.2.3 (1),
existe un cardinal β  tal que α = β + β  . Como β ≤ α, por la Proposición
3.2.3 inciso (2), β + α ≤ α + α. Entonces
α = β + β  ≤ β + α ≤ α + α = α.
Por lo tanto α + β = α. 

Veamos ahora algunas propiedades más del producto de cardinales.


Proposición 3.4.10. Sea n un cardinal finito. Entonces ℵ0 · n = ℵ0 .

 F y N conjuntos tales que |F | = n y |N | = ℵ0 .


Demostración. Sean
Entonces N × F = (N × {x}). Como F es finito, por el Teorema 3.3.3
x∈F
F admite un doble buen orden ≤. Sean x0 y x1 el mı́nimo y el máximo de
F respectivamente y consideremos el siguiente conjunto

A = {x ∈ F | (N × {z}) es numerable}.
z≤x

A = ∅ ya que x0 ∈ A y por ser A finito (Teorema 3.3.2 (1)), tiene


máximo y0 . Demostraremos que y0 es igual a x1 y por lo tanto tendremos
que N × F es numerable.
§ 3.4 Conjuntos numerables y conjuntos infinitos 63

Si y0 < x1 entonces (N × {z}) es numerable y F − A = ∅. Sea
z≤y0 
y1 el mı́nimo de (F − A). Tenemos que [ (N × {z})] ∪ (N × {y1 }) es
z≤y0
numerable (Corolario 3.4.6) por lo que y1 ∈ A. Pero esto es un absurdo ya
que y0 < y1 (recordamos
 que y0 es el máximo de A). Por lo tanto y0 = x1
y entonces N × F = (N × {x}) es numerable. 
x≤x1

Proposición 3.4.11. Si n es un cardinal finito y α un cardinal infinito.


Entonces α · n = α.
La demostración se deja como ejercicio al lector.
Teorema 3. 4.12. Si N es un conjunto numerable entonces N × N es
numerable.
Demostración. Como queremos encontrar una función biyectiva de
N × N en N , la idea es considerar los subconjuntos B de N tales que
existe una función inyectiva de B × B en N y demostrar que existe uno
numerable. Ası́ que si tal conjunto existe debemos buscar entre los maxi-
males con esta propiedad.
Sea A = {(B, fB ) | B ⊆ N y fB : B × B → N es inyectiva}. Definimos
en A un orden parcial ≤ como sigue
(A, fA ) ≤ (B, fB ) si y sólo si A ⊆ B y fB |A = fA .
No es difı́cil demostrar que ≤ es un orden parcial sobre A.
Para ver que (A, ≤) tiene un maximal demostraremos que satisface la
hipótesis del Lema de Zorn
Sea C una cadena en (A, ≤),
C0 = {B ⊆ N | existe fB : B × B → N tal que (B, fB ) ∈ C}

yB= B.
B∈C0
Observemos que si (x, y) ∈ B × B, podemos encontrar un conjunto
B ∈ C0 tal que x, y ∈ B pues C0 es una cadena respecto de ⊆. Además,
por la definición de orden en A, si x, y son elementos de otro conjunto B 
de C0 entonces fB (x, y) = fB  (x, y).
Definimos ahora fB : B × B −→ N de la siguiente manera;
fB (x, y) = fB (x, y) si (x, y) ∈ B × B.
La observación hecha en el párrafo inmediato anterior a éste asegura
que fB está bien definida. Probaremos ahora que (B, fB ) es una cota
superior de C.
64 Números cardinales

Evidentemente B ⊆ N y fB es inyectiva ya que si fB (x, y) = fB (x , y  ),


nuevamente por la observación anterior existe B ∈ C0 tal que
x, y, x , y  ∈ B. Entonces, por la definición de fB , fB (x, y) = fB (x , y  )
y por lo tanto (x, y) = (x , y  ), ya que fB es inyectiva.
Si (B, fB ) ∈ C, entonces B ⊆ B y por definición de fB , fB |B = fB ,
por lo tanto (B, fB ) es una cota superior de la cadena C en (A, ≤).
Por el Lema de Zorn existe un elemento maximal (D, fD ) en (A, ≤).
Supongamos que D es finito. Entonces D × D es finito y por lo tanto
N − fD (D × D) es infinito. Por otro lado , si x ∈ N − D y D = D ∪ {x},
tenemos que (D × D ) − (D × D) es finito y, por la Proposición 3.4.2, y
el Corolario 3.3.8 existe una función inyectiva
h : (D × D ) − (D × D) −→ N − fD (D × D).
Definimos fD : (D × D ) −→ N por

⎨ fD (x, y) si (x, y) ∈ (D × D)
fD (x, y) =

h(x, y) si (x, y) ∈ (D × D ) − (D × D).
Como fD y h son inyectivas y
(D × D) ∩ [(D × D ) − (D × D)] = ∅ = fD (D × D) ∩ [N − fD (D × D)]
se tiene que fD es inyectiva. Además, por definición, fD |D = fD , por lo
que (D , fD ) ∈ A y (D, fD ) < (D , fD ) lo que es imposible ya que (D, fD )
es maximal en A. Por lo tanto D es infinito y como fD es inyectiva se
tiene que fD (D × D) es infinito y por ser fD (D × D) un subconjunto de
N , entonces fD (D × D) es numerable. De aquı́ concluimos que N × N es
numerable. 

Corolario 3.4.13. ℵ0 · ℵ0 = ℵ0 .
Teorema 3.4.14. Sea A un conjunto infinito. Entonces A × A ∼ A.
Demostración. La demostración es similar a la del Teorema 3.4.12. Sea
A = {(B, fB ) | B ⊆ A B infinito y fB : B → B × B es biyectiva}. A = ∅
ya que por ser A infinito, contiene un subconjunto numerable N y por el
Teorema 3.4.12, N × N ∼ N .
Definimos un orden parcial en A dado por
(B, fB ) ≤ (B  , fB  ) si y sólo si B ⊆ B  y fB  |B = fB .
Que ≤ es un orden parcial y que (A, ≤) tiene un maximal queda
como ejercicio. Sea (D, fD ) un maximal de (A, ≤). Demostraremos que
|D| = |A|. Lo primero que haremos será demostrar que |A − D| < |D|
§ 3.4 Conjuntos numerables y conjuntos infinitos 65

Observemos primero que D es infinito, ya que (D, fD ) pertenece (A, ≤).


Supongamos que |A−D| ≥ |D|. Entonces A−D es un conjunto infinito
puesto que D lo es. Por la Proposición 3.3.5, existe un subconjunto E de
A − D tal que |E| = |D|. Entonces, debido a que E ∩ D = ∅,
|(D × E) ∪ (E × D) ∪ (E × E)| = |D × E| + |E × D| + |E × E|
= |D| · |E| + |E| · |D| + |E| · |E|
= |D| · |D| + |D| · |D| + |D| · |D|
= |D| + |D| + |D| = |D| = |E|.
Por lo tanto existe una función biyectiva
g : E −→ (D × E) ∪ (E × D) ∪ (E × E).
La función fD∪E : D ∪ E −→ (D ∪ E) × (D ∪ E) dada por

⎨ fD (x) si x ∈ D
fD∪E (x) =

g(x) si x ∈ E,
está bien definida ya que D ∩ E = ∅, y es biyectiva puesto que restringida
a cada uno de los conjuntos D y E lo es y además
[(D × E) ∪ (E × D) ∪ (E × E)] ∩ (D × D) = ∅.
Por lo tanto (D ∪ E, fD∪E ) ∈ A. Además (D, fD ) < (D ∪ E, fD∪E ), lo que
es un absurdo ya que (D, fD ) es maximal en (A, ≤).
Por lo tanto se tiene |A − D| < |D| y de aquı́ se obtiene que
|A| = |D ∪ (A − D)| = |D| + |A − D| = máx{|D|, |A − D|} = |D|,
y como fD : D −→ D × D es biyectiva, obtenemos el resultado deseado,
es decir, A × A ∼ A. 

Corolario 3.4.15. Si α es un cardinal infinito entonces α · α = α.


Corolario 3.4.16. Si α y β son cardinales y al menos uno de ellos es
infinito, entonces α · β = máx{α, β}.
Demostración. Ejercicio 3.19. 

Como ℵ0 es el primer cardinal infinito, entonces para todo cardinal α,


α es finito si y sólo si α < ℵ0 . Esto nos dice que ℵ0 no tiene antecesor
inmediato, o lo que es lo mismo, el conjunto de los cardinales finitos no
tiene máximo. Daremos un nombre especial a este tipo de cardinales
Definición 3.4.2. Un cardinal α se llama cardinal lı́mite si para todo
β < α se tiene que β + 1 < α.
66 Números cardinales

Ejemplo 3.4.1. 0 y ℵ0 son cardinales lı́mite.


Con el orden que hemos definido en cardinales, y escritos en forma
ascendente, la sucesión de ellos comenzarı́a como sigue
0, 1, 2, . . . , ℵ0 , ℵ1 , ℵ2 , . . . , ℵω , ℵω+1 , ℵω+2 , . . .
donde ℵi+1 es el cardinal que inmediatamente le sigue a ℵi , es decir, no
existe ningún cardinal entre ℵi y ℵi+1 . ℵ0 es el primer cardinal lı́mite
infinito y ℵω es el cardinal lı́mite que le sigue, etc.
Al cardinal ℵi+1 , se llama sucesor de ℵi y para un cardinal finito n
su sucesor es n + 1 (Proposición 3.3.16). Ası́ pues, cada cardinal tiene
un sucesor, pero no todo cardinal es sucesor de otro, precisamente los
cardinales lı́mite son aquellos que no son sucesor de un cardinal.
Se sabe que el cardinal de los números reales es 2ℵ0 y que ℵ0 < 2ℵ0
(Teorema 3.1.8). Como ℵ1 es el mı́nimo cardinal mayor que ℵ0 , y ≤ es
un orden total, entonces debe ser ℵ1 ≤ 2ℵ0 . Sin embargo no se conoce un
subconjunto del conjunto de los números reales cuyo cardinal sea ℵ1 .
Basados en la axiomática de la Teorı́a de Conjuntos (Zermelo-Fraenkel),
incluyendo el axioma de elección, Kurt Gödel (1906-1978) demostró que,
suponiendo la consistencia de la Teorı́a de Conjuntos, no se puede probar
que ℵ1 < 2ℵ0 y por otro lado, Cohen demostró (1964) que, suponiendo la
consistencia de la Teorı́a de Conjuntos no se puede probar que ℵ1 = 2ℵ0 .
Por lo tanto, suponer lo que se conoce como Hipótesis del Continuo, que
es, ℵ1 = 2ℵ0 , o suponer su negación, que es, ℵ1 < 2ℵ0 , es, en cualquiera de
los dos casos, consistente con la axiomática de la Teorı́a de Conjuntos.
De manera más general, dado el cardinal infinito ℵi se tiene que
ℵi+1 = 2ℵi ó ℵi+1 < 2ℵi .
Suponer que sucede alguna de las dos afirmaciones es independiente de
los axiomas de la Teorı́a de Conjuntos. A la hipótesis de que ℵi+1 = 2ℵi pa-
ra todo cardinal infinito ℵi se le conoce como la Hipótesis Generalizada
del Continuo.

§ 3.5 Sistemas de Peano

En esta sección introduciremos los Sistemas de Peano para definir los


números naturales. Más explı́citamente, los números naturales serán los
elementos de un Sistema de Peano para lo cual, por supuesto, demostra-
remos que dos Sistemas de Peano son “isomorfos”. Además construiremos
§ 3.5 Sistemas de Peano 67

un modelo para un Sistema de Peano basado en los cardinales finitos.


Existen otros modelos concretos de Sistemas de Peano, construidos en la
Teorı́a de Conjuntos.
Definición 3.5.1. Un Sistema de Peano es una terna (N,s,n0 ) donde
N es un conjunto llamado el conjunto soporte, n0 ∈ N y s : N −→ N es
una función, tales que
(a) n0 ∈/ Im(s),
(b) s es inyectiva,
(c) Para cada T ⊆ N, si n0 ∈ T y si para toda
n ∈ N(n ∈ T =⇒ s(n) ∈ T )
entonces T = N.
Nota 13. Al elemento n0 de la Definición 3.5.1 lo llamaremos el elemen-
to distinguido del sistema de Peano.
Los pasos a seguir en el estudio de Sistemas de Peano son los siguientes
1. Demostrar la existencia de un Sistema de Peano y ası́ toda la
teorı́a que se deduzca de un Sistema de Peano es no contradicto-
ria.
2. Demostrar que cualesquiera dos Sistema de Peano son “isomor-
fos” (vea la Definición 3.5.2), es decir, existe un único Sistema de
Peano salvo isomorfismos, y entonces definiremos el conjunto de
los números naturales como cualquier Sistema de Peano.
3. Trabajar con un Sistema de Peano, introduciendo la suma, el
producto y una relación de orden.
Proposición 3.5.1. Si (N, s, n0 ) es un Sistema de Peano, entonces N es
infinito.
Demostración. s : N −→ N es inyectiva, entonces s es biyectiva sobre su
imagen y como n0 ∈/ Im(s), por el Teorema 3.3.3 (1)(3), se tiene que N
es infinito. 
Construcción de un Sistema de Peano

Sea F = {n | n es cardinal finito}. Definimos la función s : F −→ F de


la siguiente manera
s(n) = s(|An |) = |An ∪ {an }|
donde para cada n ∈ F, An es un conjunto tal que |An | = n y an ∈
/ An .
68 Números cardinales

El elemento distinguido será 0 = |∅|.

Demostraremos que (F, s, 0) es un sistema de Peano


(1) 0 ∈
/ Im(s).
Supongamos que 0 = s(|A0 |) = |A0 ∪ {a0 }|. Entonces ∅ ∼ A0 ∪ {a0 },
lo que es un absurdo, ya que A0 ∪ {a0 } = ∅.
(2) s es inyectiva.
Supongamos que s(n) = s(m), es decir, |An ∪ {an }| = |Am ∪ {am }|
donde, como sabemos, an ∈ / An y am ∈ / Am .
Queremos demostrar que n = m, es decir, que existe una biyección de
An en Am . Por hipótesis existe una función biyectiva
f : An ∪ {an } −→ Am ∪ {am }.
Si f (an ) = am entonces f |An : An −→ Am es biyectiva. Si f (an ) = am ,
definimos g : An −→ Am como sigue

⎨ f (a) si f (a) = am
g(a) = .

f (an ) si f (a) = am
Es fácil ver que g es biyectiva y se deja como ejercicio al lector.
(3) Sea T ⊆ F tal que 0 ∈ T y tal que para cada
n ∈ T (n ∈ T ⇒ s(n) ∈ T ).
Demostraremos que T = F.
Supongamos que T = F y sea A un conjunto finito tal que n = |A| ∈ / T.
El conjunto {X ⊆ A | |X| ∈ / T } es no vacı́o puesto que A pertenece a este
conjunto. Como A es finito, por el Teorema 3.3.3, ({X ⊆ A | |X| ∈ / T }, ⊆)
tiene un elemento minimal que denotamos por X0 . Entonces |X0 | ∈ / T

implica que X0 = ∅ ya que 0 = |∅| ∈ T . Sean x ∈ X0 y X = X0 − {x}.
X   X0 y por ser X0 minimal en ({X ⊆ A | |X| ∈ / T }, ⊆), tenemos que
m = |X  | ∈ T y por lo tanto, por hipótesis, s(m) = s(|Am |) = s(|X  |) ∈ T .
Pero s(|X  |) = |X  ∪ {x}| = |X0 |. Entonces |X0 | ∈ T , lo que contradice la
hipótesis de que |X0 | ∈/ T , por lo tanto T = F.
Concluimos entonces que (F, s, 0) es un Sistema de Peano.
Corolario 3.5.2. El conjunto de todos los cardinales finitos es infinito.
Demostración. Consecuencia de la Proposición 3.5.1 y del Sistema de
Peano construido anteriormente. 
Veamos ahora que cualquier conjunto infinito contiene un Sistema de
Peano.
§ 3.5 Sistemas de Peano 69

Teorema 3.5.3. Sea A un conjunto infinito. Entonces existe un subcon-


junto N de A, n0 ∈ N y una función s : N −→ N tales que (N, s, n0 ) es
un Sistema de Peano, es decir, todo conjunto infinito contiene un sistema
de Peano.
Demostración. Como A es infinito, entonces existe una función inyectiva
s : A −→ A tal que s(A)  A. Sea n0 ∈ A − Im(s) y consideramos el
siguiente conjunto
U = {B ⊆ A | n0 ∈ B y tal que x ∈ B ⇒ s(x) ∈ B}.

U=
 ∅ ya que A ∈ U. Sea N = B. Claramente N ∈ U.
B∈U
Afirmamos que (N,  s, n0 ) es un Sistema de Peano, donde 
s : N −→ N
está definida por s = s|N .
Como n0 ∈ / Im(s) y 
s es inyectiva, sólo tenemos que demostrar que se
satisface (c) de la definición de Sistema de Peano.
Sea T ⊆ N tal que n0 ∈ T y tal que cada vez que x ∈ T ,  s(x) ∈ T .
Debemos probar que T = N. 
Por las propiedades de T , tenemos que T ∈ U, y como N = B,
B∈U
entonces N ⊆ T . Por lo tanto N = T . 

Teorema 3.5.4. Si (N, s, n0 ) es un Sistema de Peano, entonces n0 es el


único elemento de N que no pertenece a Im(s).
Demostración. Mostraremos que N = Im(s) ∪ {n0 }.
Como (N, s, n0 ) es un Sistema de Peano, para demostrar que
Im(s) ∪ {n0 } = N veremos que Im(s) ∪ {n0 } (⊆ N) satisface las hipótesis
de la condición (c) de la definición de Sistema de Peano
n0 ∈ Im(s)∪{n0 } y si x ∈ Im(s)∪{n0 }, entonces s(x) ∈ Im(s)∪{n0 }.
Por lo tanto Im(s) ∪ {n0 } = N. 

Teorema 3.5.5. (Teorema de Recursión)


Sea (N, s, n0 ) un Sistema de Peano, y sean X un conjunto, x0 ∈ X y
ϕ : X −→ X una función. Entonces existe una única función F : N −→ X
tal que F (n0 ) = x0 y F (s(n)) = ϕ(F (n)) para toda n ∈ N, es decir el
siguiente diagrama conmuta
n_0 ∈ N s / N
F F
  ϕ 
x0 ∈ X /X
donde F (n0 ) = x0 .
70 Números cardinales

Demostración.
Existencia. Sea
U = {A ⊆ N × X | (n0 , x0 ) ∈ A y (n, x) ∈ A ⇒ ((s(n), ϕ(x)) ∈ A)}.
U = ∅ ya queN × X ∈ U.
Sea F = A.
A∈U
Demostraremos que F ∈ U, DomF = N y que F es la función deseada.
(I) F ∈ U
Es inmediato de la definición de F.
(II) DomF = N.
Debemos demostrar que para cada n ∈ N, existe x ∈ X tal que
(n, x) ∈ F. Sea
B = {n ∈ N| existe x ∈ X tal que (n, x) ∈ F}.
Demostraremos que B = N aplicando (c) de la definición de Sis-
tema de Peano
(i) n0 ∈ B ya que (n0 , x0 ) ∈ F.
(ii) Sea n ∈ B. Mostraremos que s(n) ∈ B. n ∈ B implica que
existe x ∈ Xtal que (n, x) ∈ F y como F ∈ U, entonces
(s(n), ϕ(x)) ∈ F. Luego s(n) ∈ B y por lo tanto B = N.
(III) F es función.
Sea C = {n ∈ N | existe una única x ∈ X tal que (n, x) ∈ F}.
Probaremos que C = N, como hicimos en (II), usando el hecho
de que N es un Sistema de Peano.
(i) n0 ∈ C. Sabemos que (n0 , x0 ) ∈ F ası́ que supongamos
que (n0 , x1 ) ∈ F donde x1 = x0 y consideramos el conjunto
A = F −{(n0 , x1 )}. Demostraremos que A ∈ U lo que nos lleva
a un absurdo ya que en este caso se tendrı́a A ⊂ F ⊆ A. Evi-
dentemente (n0 , x0 ) ∈ A. Si (n, x) ∈ A, por ser éste elemento
de F se tiene que (s(n), ϕ(x)) ∈ F y como s(n) = n0 debido
a que n0 ∈ / Im(s) (Teorema 3.5.4), entonces (s(n), ϕ(x)) ∈ A.
Por lo tanto A ∈ U que es un absurdo. Concluimos entonces
que x1 = x0 y ası́ n0 ∈ C.
(ii) Supongamos que n ∈ C. Veremos que existe un único y ∈ X
tal que (s(n), y) ∈ F, es decir s(n) ∈ C. Sea x el único elemen-
to de X tal que (n, x) ∈ F, supongamos que (s(n), y) ∈ F con
y = ϕ(x) y sea A = F − {(s(n), y)}. Probaremos que A ∈ U.
1/◦ (n0 , x0 ) ∈ A puesto que n0 = s(m) para toda m ∈ N, y
§ 3.5 Sistemas de Peano 71

esto implica que (n0 , x0 ) = (s(n0 ), y).


2/◦ Supongamos que (m, k) ∈ A.Veremos que (s(m), ϕ(k))∈A.
Si (s(m), ϕ(k)) = (s(n), y), entonces m = n dado que s es in-
yectiva y y = ϕ(k) donde k = x ya que y = ϕ(x). Por lo tanto
tendrı́amos que (n, k), (n, x) ∈ A con k = x, lo que es imposi-
ble puesto que x es el único elemento de X tal que (n, x) ∈ A.
Por lo tanto (s(m), ϕ(k)) = (s(n), y) y ası́ (s(m), ϕ(k)) ∈ A.
Tenemos entonces que A ∈ U, lo que nuevamente no puede ser
debido a que esto implicarı́a que A ⊂ F ⊆ A.
Por lo tanto s(n) ∈ C y entonces C = N.
Por último, F es la función deseada, esto es, F satisface
ϕ(F(n)) = F(s(n)).
Unicidad. Supongamos que existe otra función ψ  : N −→ X tal que
ψ  (n0 )
= x0 y ψ  (s(n)) = ϕ(ψ  (n)). Demostraremos que ψ  = ψ usando
(c) de la definición de Sistema de Peano
1◦ / ψ  (n0 ) = x0 = ψ(n0 )
2◦ / Supongamos que ψ  (n) = ψ(n). Demostraremos que ψ  (s(n)) =
ψ(s(n)).
ψ  (s(n)) = ϕ(ψ  (n)) = ϕ(ψ(n)) = ψ(s(n)). 

Cabe mencionar que existe otro tipo de demostración para este teore-
ma, sin embargo es de mayor grado de dificultad, ya que utiliza el orden
usual de un Sistema de Peano (Números Naturales), por lo que tendrı́amos
que introducir antes este orden. En lugar de eso lo que nosotros hace-
mos aquı́ es demostrar primero el Teorema de Recursión y a partir de él
definimos la suma de números naturales y finalmente usando la adición
definimos el orden.
Definición 3. 5.2. Dos Sistemas de Peano (N, s, n0 ) y (N , s , n0  ) son
isomorfos si existe una función biyectiva F : N −→ N tal que
F (n0 ) = n0  y F (s(n)) = s (F (n)), es decir el siguiente diagrama
s /N
N

F F
 s 
N / N

conmuta.
72 Números cardinales

Corolario 3.5.6. Cualesquiera dos Sistemas de Peano (N, s, n0 ) y


(N , s , n0  ) son isomorfos.

Demostración. Como (N, s, n0 ) y (N , s , n0  ) son Sistemas de Peano, por


el Teorema de Recursión, sabemos que existe una única función
F : N −→ N tal que F (n0 ) = n0  y F (s(n)) = s (F (n)) y existe una
única función F  : N −→ N tal que F  (n0  ) = n0 y F  (s (n)) = s(F  (n)).
La composición F  ◦ F : N −→ N es tal que (F  ◦ F )(n0 ) = n0 y
(F ◦ F )(s(n)) = s((F  ◦ F )(n)), y como la identidad 1N también satisface


que 1N (n0 ) = n0 y 1N (s(n)) = s(1N (n)), se tiene, por la unicidad dada


en el Teorema de Recursión, que F  ◦ F = 1N .
Análogamente se demuestra que F  ◦ F = 1N .

s /
N N
F F
 s /  
N N 1N

F F
 s /  
1N  N N
F F
  s /  
N N
Por lo tanto F es biyectiva, F (n0 ) = n0  y F (s(n)) = s (F (n))
(Además es la única con esta propiedad). 

Como ya hemos demostrado que existe un único Sistema de Peano,


salvo isomorfismos, de aquı́ en adelante denotaremos la función s : N −→ N
de un Sistema de Peano por ( ) y la llamaremos función sucesor y
al elemento distinguido n0 ∈ N lo denotamos por 0. Más adelante se
encontrará el sentido de la nomenclatura de s.
Usando el Teorema de Recursión definiremos la suma en un Sistema
de Peano, y el producto, como se verá en su momento, se definirá a través
de la suma y el mismo Teorema de Recursión.

Teorema 3. 5.7. Sea (N, ( ) , 0) un Sistema de Peano. Entonces existe


una única función ψ : N × N −→ N tal que para cada m ∈ N, ψ(m, 0) = m
y ψ(m, n ) = (ψ(m, n)) .
§ 3.5 Sistemas de Peano 73

Demostración.
Existencia. Sea m ∈ N, fijo y sean X = N, ϕ = ( ) y x0 = m. Por el
Teorema de Recursión, existe una única función
ϕm : N −→ N tal que ϕm (0) = m y ϕm (n ) = (ϕm (n)) .
Haciendo esto para cada m ∈ N, podemos definir ψ : N × N −→ N por
ψ(m, n) = ϕm (n). Claramente ψ satisface las condiciones del teorema, ya
que ψ(m, 0) = ϕm (0) = m y ψ(m, n ) = ϕm (n ) = (ϕm (n)) = (ψ(m, n)) .

Unicidad. Supongamos que ψ1 : N × N −→ N también satisface el


teorema. Probaremos que para cada m, n ∈ N ψ(m, n) = ψ1 (m, n).
Sea m ∈ N fijo y sea T = {n ∈ N | ψ(m, n) = ψ1 (m, n)} ⊆ N.
Probaremos que T = N.
1◦ / 0 ∈ T , ya que ψ(m, 0) = m = ψ1 (m, 0).
2◦ / Supongamos que n ∈ T . Entonces ψ(m, n) = ψ1 (m, n).
Ambas funciones satisfacen el teorema, ası́ que ψ(m, n ) = (ψ(m, n)) y
ψ1 (m, n ) = (ψ1 (m, n)) y como ψ(m, n) = ψ1 (m, n) entonces
(ψ(m, n)) = (ψ1 (m, n)) . Por lo tanto ψ(m, n ) = ψ1 (m, n ) y de aquı́
n ∈ T .
Entonces T = N y ası́ ψ(m, n) = ψ1 (m, n) para toda n ∈ N y como m
es arbitrario, entonces ψ = ψ1 . 

Notación 3.5. ψ(m, n) = m + n y la llamaremos suma de m y n.


Con esta notación el Teorema 3.5.7 nos dice que + : N × N −→ N es la
única función tal que para toda m, n ∈ N, m + 0 = m y m + n = (m + n) .

En el Ejemplo 3.1.1, denotamos por 0 al cardinal de ∅ y por 1 al cardi-


nal de {∅}, y como ya hemos demostrado que el conjunto de los cardinales
finitos junto con 0 y la función s dada en la página 67 es un Sistema de
Peano, se tiene que s(0) = 1. Con la notación recién introducida, tenemos
que 0 = 1. Como ya hemos visto que cualesquiera dos Sistemas de Peano
son isomorfos, tenemos entonces que los elementos distinguidos de ellos se
identifican entre sı́ mediante este isomorfismo, ası́ que quedan identificados
entre sı́ también los sucesores correspondientes. Es por esto que, abusan-
do un poco de la notación, denotamos 1 como el sucesor del elemento
distinguido, en el siguiente
74 Números cardinales

Corolario 3.5.8. Sea (N, ( ) , 0) un Sistema de Peano. Si 1 = 0 entonces


n = n + 1 para toda n ∈ N.
Demostración. n + 1 = n + 0 = (n + 0) = n . 

Teorema 3. 5.9. La suma + en N tiene las siguientes propiedades


(1) Para todas m, n, r ∈ N, (m + n) + r = m + (n + r). (propiedad asociativa)
(2) Para todas m, n ∈ N, m + n = n + m. (propiedad conmutativa)
(3) Para toda m ∈ N, m + 0 = m. (existencia de elemento neutro)
(4) Para todas m, n, r ∈ N, (n + m = r + m ⇒ n = r). (ley de cancelación)

Demostración. Demostraremos (1) y (4) y dejamos como ejercicio la


demostración de (2). Sobre (3), ya se mencionó inmediatamente después
de dar la Notación 3.5.

(1) Recordemos del Teorema de Recursión que, para cada m ∈ N, la


función ϕm : N −→ N es la única que satisface ϕm (0) = m y
ϕm (x ) = (ϕm (x)) .
Como
(ϕm ◦ ϕn )(0) = ϕm (ϕn (0))
= ϕm (n + 0)
= ϕm (n) = m + n,
y
((ϕm ◦ ϕn )(x )) = ϕm (ϕn (x ))
= ϕm ((ϕn (x)) )
= (ϕm (ϕn (x)))
= ((ϕm ◦ ϕn )(x))
entonces, por la unicidad, ϕm+n = ϕm ◦ ϕn .
Por lo tanto para toda r ∈ N, ϕm+n (r) = (ϕm ◦ ϕn )(r), y ası́
(m + n) + r = m + (n + r).

(4) Sea T = {m ∈ N | n + m = r + m ⇒ n = r} ⊆ N. Demostraremos


que T = N usando (c) de la definición de Sistema de Peano.
1◦ / 0 ∈ T ya que n + 0 = r + 0 ⇒ n = r.
2◦ / Sea m ∈ T . Entonces n + m = r + m ⇒ n = r.
Supongamos que n + m = r + m . Entonces (n + m) = (r + m) , y
como ( ) es inyectiva se tiene que n + m = r + m, que por hipótesis de
inducción, implica que n = r y ası́ m ∈ T .
Por lo tanto T = N. 
En la página 44 definimos una suma en el conjunto de cardinales. Si
restringimos esta suma a los cardinales finitos F, por el Corolario 3.3.15,
§ 3.5 Sistemas de Peano 75

esta suma está bien definida en F, la suma de cardinales finitos es un


cardinal finito. Por otro lado, como ya hemos visto, (F, s, 0) es un Sistema
de Peano y como tal se tiene definida una suma (Teorema 3. 5.7). Veremos
a continuación que estas dos sumas en realidad son la misma.
Proposición 3.5.10. La suma definida en el conjunto de cardinales finitos
F coincide con la suma definida para el Sistema de Peano (F, s, 0).
Demostración. Por el Teorema 3.5.7 basta demostrar que la función
ψ : F −→ F dada por ψ(|A|, |B|) = |A| + |B|, donde + denota la suma
definida para cardinales la cual satisface, ψ(|A|, |∅|) = |A| y
ψ(|A|, s(|B|)) = s(ψ(|A|, |B|)):
(a) ψ(|A|, |∅|) = |A| + |∅| = |A|
(b) Sea c ∈
/ A ∪ B. ψ(|A|, s(|B|)) = |A| + s(|B|)
= |A| + |B ∪ {c}|

= |A ∪ (B ∪ {c})|

= |(A ∪ B) ∪ {c}|
= s(|A| + |B|)
= s(ψ(|A|, |B|)). 
Introduciremos ahora el producto en un Sistema de Peano
Teorema 3.5.11. Sea (N, ( ) , 0) un Sistema de Peano. Entonces existe
una única función Ψ : N×N −→ N tal que para cada m, n ∈ N Ψ(m, 0) = 0
y Ψ(m, n ) = Ψ(m, n) + m.
Demostración.
Existencia. Sea m ∈ N fijo. Para X = N sea ϕ : N −→ N dada por
ϕ(n) = n + m y sea x0 = 0. Por el Teorema de Recursión existe una única
función Φm : N −→ N tal que Φm (0) = 0 y ϕ(Φm (n)) = Φm (n ).
Sea Ψ : N × N −→ N definida por Ψ(m, n) = Φm (n). Ψ satisface las
condiciones del teorema pues Ψ(m, 0) = Φm (0) = 0 y
Ψ(m, n ) = Φm (n ) = ϕ(Φm (n)) = ϕ(Ψ(m, n)) = Ψ(m, n) + m.
Unicidad. Supongamos que Ψ1 : N × N −→ N satisface también
que Ψ1 (m, 0) = 0 y Ψ1 (m, n ) = Ψ1 (m, n) + m, para todo m, n ∈ N. Para
m fijo, sea T = {n ∈ N|Ψ(m, n) = Ψ1 (m, n)}. Probaremos que T = N.
1◦ / 0 ∈ T ya que Ψ(m, 0) = 0 = Ψ1 (m, 0)
2◦ / Sea n ∈ T , es decir, Ψ(m, n) = Ψ1 (m, n). Entonces
Ψ(m, n ) = Ψ(m, n)+m = Ψ1 (m, n)+m = Ψ1 (m, n ). Por lo tanto n ∈ T .
Entonces T = N y ası́ Ψ(m, n) = Ψ1 (m, n) para todo m, n ∈ N. 
76 Números cardinales

Notación 3.6. Ψ(m, n) = m · n y la llamaremos el producto de m y n.


Con esta notación tenemos m · 0 = 0 y m · n = m · n + m.
Teorema 3.5.12. Sea (N, ( ) , 0) un Sistema de Peano. El producto tiene
las siguientes propiedades
(1) Para m, n, r ∈ N, (m · n) · r = m · (n · r). (propiedad asociativa)
(2) Para m, n ∈ N, m · n = n · m. (propiedad conmutativa)
(3) Para m ∈ N, m · 1 = m. (existencia de elemento neutro)
(distribución del producto
(4) Para m, n, r ∈ N, r · (m + n) = r · m + r · n. respecto a la suma)
(ley de cancelación
(5) Para m, n, r ∈ N, (r · m = r · n y r = 0 ⇒ m = n). para el producto)

Demostración.
(3) m · 1 = m · 0 = m · 0 + m = m.
(4) Sean m y r fijos y sea T = {n ∈ N | r · (m + n) = r · m + r · n} ⊆ N.
Demostraremos que T = N usando (c) de la definición de Sistema de
Peano.
1◦ / 0 ∈ T ya que r · (m + 0) = r · m = r · m + 0 = r · m + r · 0.
2◦ / Supongamos que n ∈ T . Entonces
r · (m + n ) = r · (m + n) = r · (m + n) + r = (r · m + r · n) + r =
r · m + (r · n + r) = r · m + r · n
Dejamos como ejercicio la demostración de (1), (2) y (5). 
Definimos ahora una relación de orden en un Sistema de Peano.
Definición 3.5.3. Sea (N, ( ) , 0) un Sistema de Peano. Dados m, n ∈ N,
diremos que n < m si existe r ∈ N − {0} tal que n + r = m.
En el caso en que se use ≤, tendremos que n ≤ m si y sólo si existe
r ∈ N (ya no pedimos r = 0) tal que n + r = m.
Teorema 3.5.13. Sea (N, ( ) , 0) un Sistema de Peano. < es un orden
parcial en N.
Demostración.
(1) a ≮ a, ya que si existiera r ∈ N tal que a + r = a, entonces
a + r = a + 0, lo que implica, por el Teorema 3.5.9, que r = 0.
(2) Si a < b y b < c entonces, por definición existen r1 , r2 ∈ N−{0} tales
que a+r1 = b y b+r2 = c, Entonces a+(r1 +r2 ) = (a+r1 )+r2 = b+r2 = c,
y como (r1 + r2 ) = 0 (ver Ejercicio 3.36), entonces a < c. 
§ 3.5 Sistemas de Peano 77

Proposición 3. 5.14. Si (N, ( ) , 0) es un Sistema de Peano, entonces


n < n y 0 ≤ n para toda n ∈ N.
La demostración se deja como ejercicio al lector.
Teorema 3.5.15. El orden < definido en un Sistema de Peano (N, ( ) , 0)
es total.
Demostración. Sea T = {m ∈ N|∀ n, n = m ⇒ n < m o m < n)}.
Demostremos que T = N haciendo uso de (c) de la definición de Sistema
de Peano.
1◦ / 0 ∈ T por la Proposición 3.5.14.
2◦ / Supongamos que m ∈ T y sea n ∈ N tal que n = m .
Si n = m entonces, por la Proposición 3.5.14, n < n = m .
Si n = m, como m ∈ T , entonces n < m o m < n. Analicemos estos dos
casos
(a) Si n < m, por ser m < m , entonces n < m .
(b) Si m < n, entonces existe r ∈ N − {0} tal que m + r = n y por ser
r = 0 existe q ∈ N tal que q  = r, esto es q + 1 = r. Entonces
n = m + r = m + (q + 1) = (m + 1) + q = m + q.
Como por hipótesis n = m , entonces q ∈ N − {0} y por lo tanto m < n.
Hemos demostrado que si n = m , entonces n < m o m < n. Luego

m ∈ T y ası́ T = N. 
Recordemos que n = n + 1.
De aquı́ en adelante denotaremos por N a un Sistema de Peano y por
0 a su elemento distinguido.
Proposición 3.5.16. Para todo x ∈ N, si n ≤ x ≤ n + 1 entonces x = n
o x = n + 1.
Demostración. Supongamos que n < x. Probaremos que x = n + 1.
Como n < x, existe r ∈ N, r = 0 tal que n + r = x.
Sea r0 ∈ N tal que r = r0 + 1. Entonces x = n + (r0 + 1) = (n + 1) + r0 .
Por lo que, por definición de orden, n + 1 ≤ x. Pero también tenemos, por
hipótesis, que x ≤ n + 1. Por lo tanto x = n + 1. 

Teorema 3.5.17. El orden ≤ en N es un buen orden.


Demostración. Sea A ⊆ N, A = ∅ y supongamos que A no tiene mı́nimo.
Sea T = {x ∈ N | ∀ a ∈ A x < a}. T ⊆ N − A  N.
78 Números cardinales

Utilizando (c) de la definición de Sistema de Peano, probaremos que


T = N, lo que será un absurdo ya que T es un subconjunto propio de N.
1◦ / 0 ∈ T , ya que 0 ≤ n para toda n ∈ N (Proposición 3.5.14), y 0 no
puede ser elemento de A pues, por hipótesis, A no tiene mı́nimo.
2◦ / Supongamos que n ∈ T . Entonces n < a ∀ a ∈ A y por lo tanto
n + 1 ≤ a ∀ a ∈ A.
Si n + 1 = a para alguna a ∈ A entonces n + 1 serı́a el mı́nimo de
A contradiciendo la hipótesis, ası́ que n + 1 < a ∀ a ∈ A y por lo tanto
n + 1 ∈ T . Entonces T = N, y como ya hemos dicho, esto no puede ser.
Por lo tanto A debe tener mı́nimo. 

Teorema 3.5.18. Para cada n ∈ N, el conjunto In = {x ∈ N | x < n} es


finito.
Demostración. Sea T = {n ∈ N|In es finito}. T satisface
(a) 0 ∈ T ya que I0 = {x ∈ N|x < 0} = ∅ es finito.
(b) Supongamos que n ∈ T , es decir, In es finito. Si x < n = n + 1,
entonces x < n o x = n, ya que por la Proposición 3.5.16 no existe m ∈ N
tal que n < m < n + 1. Entonces
In+1 = {x ∈ N|x < n + 1}
= {x ∈ N|x < n o x = n}
= {x ∈ N|x < n} ∪ {n} = In ∪ {n}.
Pero por hipótesis In es finito lo que, por (3) del Teorema 3.3.2, implica
que In+1 es finito. Por lo tanto n + 1 ∈ T . Entonces T = N. 
Ya hemos demostrado que cualesquiera dos Sistemas de Peano son iso-
morfos, en particular cualquier Sistema de Peano es isomorfo a (F, ( ) , 0),
donde F es el conjunto de los cardinales finitos. En el teorema siguiente
damos explı́citamente este isomorfismo.
Teorema 3.5.19. Sea (N, ( ) , 0) un Sistema de Peano, y F el conjunto
de cardinales finitos. Entonces la función f : N −→ F dada por
f (n) = |{x ∈ N | x < n}|
es un isomorfismo de (N, ( ) , 0) sobre (F, ( ) , 0).
Demostración. 1◦ / f es inyectiva
Si n = m, entonces n < m o m < n. Supongamos n < m. Entonces
In = {x ∈ N | x < n}  {x ∈ N | x < m} = Im ya que claramente In ⊆ Im
y además n ∈ Im y n ∈
/ In . Por lo tanto por ser In e Im finitos
|{x ∈ N | x < n}| < |{x ∈ N | x < m}|,
§ 3.5 Sistemas de Peano 79

lo que significa que f (n) = f (m).

2◦ / f es suprayectiva
Sea T = Im(f ). Probaremos que T = F.
(i) 0 ∈ T ya que f (0) = |{x ∈ N | x < 0}| = |∅| = 0. (Recordemos que
0 ≤ n para toda n ∈ N)
(ii) Supongamos que c ∈ T . Probaremos que c + 1 ∈ T .
Como c ∈ T , existe n ∈ N tal que f (n) = c. Entonces
f (n ) = |{x ∈ N | x < n }|
= |{x ∈ N | x < n} ∪ {n}|
= |{x ∈ N | x < n}| + |{n}|
= c + 1.
Esto es, c + 1 ∈ T . Por lo tanto T = F y entonces f es suprayectiva.
Finalmente de (i) y (ii) observemos que f (0)=0 y f (n )=f (n) + 1=
f (n) . Por lo tanto f es un isomorfismo. 
De este teorema se desprenden los siguientes corolarios. Las demostra-
ciones se dejan como ejercicios al lector.
Corolario 3.5.20. Si n ∈ F, entonces |{x ∈ F | x < n}| = n.
Corolario 3.5.21. Un conjunto A es finito si y sólo si existe n ∈ F tal
que A ∼ {x ∈ F | x < n}.
Por último, a cada elemento de un Sistema de Peano lo llamaremos un
número natural, ası́ que, el conjunto de los números naturales será cual-
quier Sistema de Peano.
80 Números cardinales

§ 3.6 Ejercicios

3.1. Demostrar las siguientes afirmaciones


1. |∅| ≤ |A|.
2. Si |A| ≤ |∅|, entonces A = ∅.
3. Si A ⊆ B, entonces |A| ≤ |B|.
4. |A| ≤ |P(A)|. ¿Puede ser que |A| = |P(A)|, para algún conjunto
A?
5. |A| ≤ |A × A| para cualquier conjunto A.
6. Si B = ∅, entonces |A| ≤ |A × B|. ¿Qué puede decir en el caso
B = ∅?
7. Sean A y B conjuntos. Entonces |A| ≤ |B| si y sólo si existe una
función suprayectiva de B en A.
3.2. Demostrar que si |A| ≤ |B| entonces |P(A)| ≤ |P(B)|.
3.3. Complete la demostración de la Proposición 3.2.2, estableciendo las
biyecciones mencionadas.
3.4. Complete la demostración de la Proposición 3.2.4, mostrando las
igualdades de los conjuntos propuestos.
3.5. Complete la prueba de la Proposición 3.2.6, estableciendo las biyec-
ciones necesarias en cada caso.
3.6. Compruebe que la función dada en la demostración de la Proposición
3.2.7 es biyectiva.
3.7. Demuestre la Proposición 3.2.8.
3.8. Demuestre las equivalencias (1), (1 ) y (2), (2 ) del Teorema 3.3.3.
3.9. Demuestre que un conjunto A es finito si y sólo si para todo subcon-
junto propio B de A no existe una función inyectiva de A en B.
3.10. Demuestre el Corolario 3.3.4.
3.11. Demuestre el Teorema 3.3.6.
3.12. Si A es finito y f : A −→ B es suprayectiva entonces B es finito.
3.13. Demuestre los Corolarios 3.3.7, 3.3.13, 3.3.15, 3.4.3 y 3.4.8.
3.14. Complete la demostración del Corolario 3.4.6 verificando que
ℵ0 ≤ ℵ0 + ℵ0 .
§ 3.6 Ejercicios 81

3.15. Demostrar que si n y m son cardinales donde al menos uno de ellos


es infinito, entonces n + m = n · m.
3.16. Sean α, β y γ cardinales tales que α = β + γ. Demostrar que γ ≤ α.
3.17. Demuestre que la función fX dada en la demostración del Teorema
3.4.5 es biyectiva y que (X, fX , Y ) es cota superior de la cadena C.
3.18. Demuestre la Proposición 3.4.11.
3.19. Demuestre el Corolario 3.4.16.
3.20. Demostrar que si a es un cardinal infinito y b es un cardinal finito,
entonces ab = a.
3.21. Sean a, b y c cardinales. Demostrar que
1. Si a ≤ b, entonces ac ≤ bc , ¿Cuándo se da la igualdad?
2. Si b ≤ c, entonces ab ≤ ac
3.22. Sean {ai }i∈I y {bi }i∈I dos familias
de números
cardinales tales que
para cada i ∈ I, ai < bi . Demostrar que ai < bi .
i∈I i∈I

3.23. Sean α y β cardinales tales que β es infinito y 2 ≤ α ≤ 2β . Demostrar


que αβ = 2β
3.24. Sean α, β y γ cardinales tales que β y γ son infinitos, α = 2β
y 2γ ≤ α. Demostrar que αγ = α. (Sugerencia: Utilizar la fórmula del
producto para cardinales infinitos.)
3.25. Si f : A −→ B es una función, la gráfica de f es el subconjunto
{(a, f (a))|a ∈ A} de A × B.
1. Probar que la función Gf : A −→ A × B, definida por
Gf (a) = (a, f (a)) es una biyección de A sobre la gráfica de f .
2. Sean A y B conjuntos de cardinalidad α y β respectivamente,
tal que β es infinito y α ≤ β. Demostrar que el cardinal γ del
conjunto de funciones inyectivas de A en B es β α . (Sugerencia:
Pruebe que γ ≤ β α usando la parte (1), la otra desigualdad es
trivial.)
3.26. Sea A un conjunto de cardinalidad infinita α . Pruebe que el número
de funciones biyectivas de A en sı́ mismo es 2α . (Sugerencia: Establezca
que αα es cota superior, use el Ejercicio 3.23 y exhiba 2α biyecciones,
expresando A como la unión ajena de dos subconjuntos, ambos de cardi-
nalidad α y observe que las funciones inyectivas, de uno de ellos en el otro
82 Números cardinales

pueden ser extendidas a una función biyectiva de A en A y finalmente use


el Ejercicio 3.25 (2)).
3.27. Sea X una retı́cula (véase la definición en el Ejercicio 1.53) en la
cual cada cadena tiene una cota superior. Probar que X tiene un único
elemento maximal.
3.28. Sea X una retı́cula en la cual cada cadena tiene supremo e ı́nfimo
en X. Probar que X es completa (Para la definición de retı́cula completa,
véase el Ejercicio 1.54).
3.29. Dados los cardinales α y β, estudie las soluciones γ de α · γ = β.
3.30. Demostrar que si A es numerable, entonces {X ⊆ A | X es finito}
es numerable.
3.31. Demostrar que si cada subconjunto numerable de un conjunto to-
talmente ordenado X es bien ordenado, entonces X es bien ordenado.
3.32. Sea |A| = α. ¿Cual es la cardinalidad de {f : A −→ A|f es biyectiva}?
3.33. Sea |A| = α. ¿Cual es la cardinalidad de {X ⊆ A | X es numerable}?
3.34. Demuestre que la función g : An −→ Am definida en la §3.4 página
68 es biyectiva.
3.35. Demostrar que el producto que se definió para cardinales finitos es
el mismo que el que se definió para un Sistema de Peano.
3.36. Demostrar que si r1 , r2 ∈ N y r1 = 0 ó r2 = 0, entonces r1 + r2 = 0.
3.37. Demostrar, usando el Teorema de Recursión, que el producto de
cardinales finitos es conmutativo.
3.38. Complete la demostración del Corolario 3.5.2.
3.39. En cada uno de los siguientes casos demostrar que el conjunto A
dado es numerable.
1. Sea n ∈ N − {0}. A = {A ⊆ N| |A| = n},
2. A = {A ⊆ N|A es finito}.
3.40. Demostrar que {A ⊆ N|A es infinito} no es numerable.
3.41. Sean A y B conjuntos finitos de cardinalidad n y m respectivamente.
1. Probar que P(A) es de cardinalidad 2n ,
2. Dedúzcase del inciso anterior que no existe un conjunto cuyo
conjunto potencia es numerable,
§ 3.6 Ejercicios 83

3. Probar que la cardinalidad del conjunto de funciones de A en B


es mn ,
4. Probar que si n ≤ m, entonces la cardinalidad del conjunto de
m!
funciones inyectivas de A en B es (n−m)! .
3.42. Sea A un conjunto de cardinalidad n y r ∈ N − {0} fijo. Sean
k1 . . . , kr ∈ N − {0} tales que k1 + · · · + kr = n. Probar que la cardinali-
dad del conjunto de particiones de A en r subconjuntos Ak1 , . . . , Akr de
n!
cardinalidad k1 . . . , kr respectivamente es k1 !·...·kr!
.
3.43. Demuestre los incisos (2) y (3) del Teorema 3.5.9.
3.44. Demuestre los incisos (1), (2) y (5) del Teorema 3.5.12.
3.45. Demuestre la Proposición 3.5.14.
3.46. Demostrar que si n, m ∈ N y n < m, entonces n + 1 ≤ m
3.47. Demuestre los Corolarios 3.5.20 y 3.5.21.
3.48. Sea A un conjunto infinito. Probar que para todo n ∈ N, A contiene
un subconjunto B tal que |B| = n.
Capı́tulo 4

Números ordinales
§ 4.1 Conjuntos bien ordenados

En este capı́tulo estudiaremos los conjuntos bien ordenados.


Observación 4.3. Si (A, <A ) es un conjunto bien ordenado y B ⊆ A,
denotaremos por <A |B al orden de A restringido a B. Sin embargo, por
comodidad y cuando no haya confusión continuaremos usando <A en vez
de <A |B .
Definición 4.1.1. Dado un conjunto bien ordenado (A, <A ) y a ∈ A, el
segmento inicial de A determinado por a es el conjunto
Aa = {x ∈ A | x <A a}.
Proposición 4.1.1. (Aa , <A ) es un conjunto bien ordenado.
Demostración. Ejercicio 1.59. 
Ejemplo 4.1.1.
(1) Sean (A, <A ) un conjunto bien ordenado, consideremos a = mı́n<A A y
b = mı́n<A (A − {a}). Entonces Aa = ∅ y Ab = {a}.
(2) Si N es el conjunto de los números naturales con el orden usual y
n ∈ N, entonces Nn = {0, 1, 2, ..., n}.
Proposición 4.1.2. Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado.
(a) Si a ∈ A y b <A a entonces (Aa )b = Ab , es decir, el segmento inicial de
Aa , determinado por b coincide con le segmento inicial de A determinado
por b.
(b) Para cualesquiera elementos a, a ∈ A, a <A a si y sólo si Aa ⊂ Aa .
Demostración.
(a) 1o / x ∈ (Aa )b implica que x ∈ Aa y x <A b , y como Aa  A ya
que a ∈
/ Aa , entonces x ∈ A y x <A b, por lo que x ∈ Ab .

85
86 Números ordinales

2o / x ∈ Ab implica que x ∈ A y x <A b. Como b <A a, por hipótesis,


entonces x <A a, por lo que x ∈ Aa y ası́ x ∈ (Aa )b .
(b) Se deja como ejercicio al lector. 
Teorema 4.1.3. Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado y B ⊆ A. Son
equivalentes
(a) ∀ b ∈ B ∀ x ∈ A (x < b ⇒ x ∈ B).
(b) B = A ó ∃ a ∈ A (B = Aa ).
Demostración.
(b) ⇒ (a) Se deja como ejercicio al lector.
(a) ⇒ (b) Supongamos que A − B = ∅ y sea a = mı́n<A (A − B). Demos-
traremos que B = Aa .
Es claro que Aa ⊆ B, por ser a el mı́nimo de A − B.
Inversamente, sea x ∈ B y supóngase que a < x (a = x ya que a ∈
/ B). Por
hipótesis, se debe tener a ∈ B, lo que es imposible ya que a ∈/ B, luego
x < a y por lo tanto x ∈ Aa . 
Teorema 4. 1.4. Principio de Inducción Transfinita. Sea (A, <A )
un conjunto bien ordenado y T ⊆ A. Si para cada a ∈ A se tiene que es
verdadero que Aa ⊆ T implica a ∈ T , entonces T = A.
Demostración. Supongamos que T = A y sea z = mı́n<A (A − T ).
Entonces, Az ⊆ T , pero por hipótesis esto implica que z ∈ T, lo que es
una contradicción ya que z ∈ (A − T ). Por lo tanto A = T. 

Teorema 4.1.5. Teorema de Recursión Transfinita. Sea (A, <A ) un


conjunto bien ordenado, B un conjunto arbitrario y

G: B Aa −→ B
a∈A
una función. Entonces existe una única función f : A → B que hace
conmutativo el siguiente diagrama
 Aa G
B /B
a∈A
O z<
z
z
H z
z f
z
A

donde H : A −→ B Aa es la función dada por H(a) = f |Aa ; es decir,
a∈A
para toda a ∈ A, f satisface que f (a) = G(f |Aa ), donde f |Aa es la función
f restringida a Aa .
§ 4.1 Conjuntos bien ordenados 87

Demostración.
Existencia. Sea T ⊆ A el conjunto que consta de todos los elementos
x ∈ A tales que existe una única función fx : {y ∈ A | y ≤ x} −→ B que
satisface fx (y) = G(fx |Ay ) para todo y ≤ x.
Supongamos que Aa ⊆ T . Demostraremos que a ∈ T y por el Princi-
pio de Inducción Transfinita tendremos entonces que T = A, con lo que
quedarı́a demostrada la existencia de f del teorema.
Para esto observemos que para x, z ∈ Aa (⊆ T ), con x ≤ z, por la
unicidad de las funciones fx y fz se debe tener que fz |{y∈A|y≤x} = fx ,
ası́ que si tal función única fa existiese, entonces fa |{y∈A|y≤x} = fx para
todo x < a. Esto nos da la idea de que para definir la función fa es
suficiente definirla en a, ya que para las x < a debe coincidir con fx . Para
definirla en a debemos tomar en cuenta que debe satisfacer la condición
requerida. Definamos pues fa : {y ∈ A | y ≤ a} −→ B como sigue

⎨ fx (x) si x < a
fa (x) =

G(fa |Aa ) si x = a
Evidentemente esta función satisface la condición requerida para que
a ∈ T y por lo tanto T  = A. Definimos entonces la función buscada,
f : A −→ B como f = fx , donde
x∈A
 

f (a) = fx (a) = fa (a)
x∈A
y
f (a) = fa (a) = G(fa |Aa ) = G(f |Aa )para todaa ∈ A.
Unicidad. Supongamos que f y g son dos funciones de A en B que
satisfacen f (a) = G(f |Aa ) y g(a) = G(g|Aa ) para toda a ∈ A y sea
T = {x ∈ A | f (x) = g(x)}. Mostraremos que T = A aplicando Inducción
Transfinita.
Supongamos que Aa ⊆ T . Entonces f |Aa = g|Aa y esto implica que
G(f |Aa ) = G(g|Aa ), lo que significa f (a) = g(a) y por lo tanto a ∈ T . 

Definición 4. 1.2. Sean (A, <A ) y (B, <B ), conjuntos bien ordenados.
Una función f : A −→ B preserva el orden si a <A a implica
f (a) <B f (a ).
88 Números ordinales

Definición 4. 1.3. Sean (A, <A ) y (B, <B ), conjuntos bien ordenados.
Diremos que (A, <A ) y (B, <B ) son isomorfos (o semejantes, o del
mismo tipo de orden), y lo denotaremos por (A, <A ) ∼ = (B, <B ), si
existe una función biyectiva f : A −→ B que preserva el orden.
Proposición 4.1.6. La relación de isomorfismo entre conjuntos bien or-
denados es reflexiva, simétrica y transitiva.
Demostración. Ejercicio 4.1. 

Proposición 4.1.7. Si f : (A, <A ) −→ (B, <B ) es un isomorfismo de


conjuntos bien ordenados entonces f −1 : (B, <B ) −→ (A, <A ) es un iso-
morfismo de conjuntos bien ordenados.
Demostración. Ejercicio 4.2. 

Proposición 4.1.8. Si f : (A, <A ) −→ (B, <B ) es un isomorfismo de


conjuntos bien ordenados y a ∈ A, entonces (Aa , <A ) ∼
= (Bf (a) , <B ).
Demostración. Sea a ∈ A Demostraremos que f |Aa es un isomorfismo
de conjuntos bien ordenados sobre Bf (a) .
Para cada x ∈ Aa , f (x) ∈ Bf (a) ya que, por hipótesis, f preserva el orden.
f es inyectiva, pues es la restricción de una función inyectiva.
Como f es suprayectiva, para cada y ∈ Bf (a) existe x ∈ A tal que
f (x) = y. Sólo tenemos que demostrar que x ∈ Aa . Si x ≥ a entonces
y = f (x) ≥ f (a), lo que no puede suceder, ya que y ∈ Bf (a) . Por lo tanto
x < a. 

Teorema 4.1.9. Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado y f : A −→ A


una función que preserva el orden. Entonces a ≤ f (a) para cada a ∈ A.
Demostración. Sea S = {x ∈ A | x > f (x)} y supongamos que S = ∅.
Por ser A un conjunto bien ordenado, S tiene un mı́nimo z. Entonces
z > f (z). Por otro lado como f preserva orden, f (z) > f (f (z)) lo cual
implica que f (z) ∈ S lo que es imposible pues z es el mı́nimo de S. Por lo
tanto S = ∅ y entonces x ≤ f (x) para toda x ∈ A. 

Corolario 4. 1.10. Si f, g : (A, <A ) −→ (B, <B ) son isomorfismos de


conjuntos bien ordenados entonces f = g. Esto es, si (A, <A ) ∼
= (B, <B )
entonces existe un único isomorfismo de (A, <A ) en (B, <B ).
§ 4.1 Conjuntos bien ordenados 89

Demostración. La función g −1 ◦ f : (A, <A ) −→ (A, <A ) es un isomor-


fismo de conjuntos bien ordenados (ejercicio 4.3) y por lo tanto respeta el
orden y por el Teorema 4.1.9, x ≤ g −1 ◦ f (x) para todo x ∈ A, y nueva-
mente como g preserva el orden, g(x) ≤ f (x). Análogamente se demuestra
la otra desigualdad considerando la función f −1 ◦ g. 

Corolario 4.1.11. Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado. Para cual-
quier a ∈ A no puede existir un isomorfismo de conjuntos bien ordenados
de (A, <A ) en (Aa , <A ).
Demostración. Supongamos que para alguna a ∈ A, la función
f : (A, <A ) −→ (Aa , <A ) es un isomorfismo de conjuntos bien ordena-
dos. Entonces por el Teorema 4.1.9 a ≤ f (a), pero por otro lado, como
f (a) ∈ Aa entonces f (a) < a lo que es una contradicción. Por lo tanto no
puede existir tal isomorfismo. 

Corolario 4.1.12. Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado y a, a ∈ A.


Si existe un isomorfismo de conjuntos bien ordenados de (Aa , <A ) en
(Aa , <A ) entonces a = a .
Demostración. Supongamos a < a . Entonces por (a) de la Proposi-
ción 4.1.2 tenemos que (Aa )a = Aa y por lo tanto tendrı́amos que
((Aa )a , <A ) ∼
= (Aa , <A ) lo que es imposible debido al Corolario 4.1.11. 

Proposición 4.1.13. Si (A, <A ) es un conjunto bien ordenado, entonces


({Aa | a ∈ A}, ⊆) es un conjunto bien ordenado y
(A, <A ) ∼
= ({Aa | a ∈ A}, ⊆).
Demostración. Que ({Aa | a ∈ A}, ⊆) es un conjunto bien ordenado es
consecuencia inmediata de (b) de la Proposición 4.1.2.
La función f : A −→ ({Aa | a ∈ A}, ⊆) dada por f (a) = Aa es claramente
un isomorfismo de conjuntos bien ordenados. 

Teorema 4. 1.14. Sean (A, <A ) y (B, <B ) conjuntos bien ordenados.
Entonces se cumple una y sólo una de las siguientes afirmaciones
(1) Existe un isomorfismo de conjuntos bien ordenados de (A, <A ) en
(B, <B ).
(2) Existe b ∈ B tal que existe un isomorfismo de conjuntos bien ordena-
dos de (A, <A ) en (Bb , <B ).
(3)Existe a ∈ A tal que existe un isomorfismo de conjuntos bien ordenados
de (Aa , <A ) en (B, <B ).
90 Números ordinales

Demostración. Sea A = {a ∈ A | ∃b ∈ B (Aa , <A ) ∼ = (Bb , <B )}. Defini-


 ∼
mos f : A −→ B por f (a) = b donde (Aa , <A ) = (Bb , <B )
1o / f está bien definida y es inyectiva, ya que por el Corolario 4.1.12,
(Bb , <B ) ∼ = (Bb , <B ) si y sólo si b = b .
2 / f preserva el orden. Sean a < a en A , y h : (Aa , <A ) ∼
o
= (Bf (a) , <B )
y g : (Aa , <A ) ∼= (Bf (a ) , <B ) isomorfismos de conjuntos bien ordenados.
Entonces Aa  Aa y ası́ g(a) < f (a ). Por otro lado, debido a la Pro-
posición 4.1.8, g|Aa : Aa −→ ((Bf (a ) )g(a) , <B ) es un isomorfismo, donde
(Bf (a ) )g(a) = Bg(a) por la Proposición 4.1.2. Por lo tanto se tiene que
f −1 g|A
a
(Bf (a) , <B ) ∼
= (Aa , <A ) ∼
= (Bg(a) , <B )
lo cual implica, por el Corolario 4.1.12, que f (a) = g(a) y de aquı́ se tiene
entonces que f (a) < f (a ) y ası́ f preserva el orden.
Demostraremos ahora que A = A ó A = Aa para algún a ∈ A y
que f (A ) = B ó f (A ) = Bb para algún b ∈ B. Para esto es suficiente
demostrar, haciendo uso del Teorema 4.1.3, que
∀ a ∈ A ∀ x ∈ A (x < a =⇒ x ∈ A ).
Sean a ∈ A y x ∈ A con x < a. Entonces por ser a elemento de A
existe un isomorfismo g : (Aa , <A ) −→ (Bb , <b ) para algún b ∈ B. Como
x ∈ Aa , por la Proposición 4.1.8
(Ax , <A ) ∼
= ((Bb )g(x) , <B ) = (Bg(x) , <B ),
este último isomorfismo nos dice entonces que x ∈ A . Por lo tanto A = A
o A = Aa para alguna a ∈ A.
Análogamente, usando el mismo argumento se demuestra que
f (A ) = B o f (A ) = Bb para algún b ∈ B.

Debido a lo anterior, se pueden presentar 4 posibilidades, que son


(i) A = A y f (A ) = B,
(ii) A = A y f (A ) = Bb , para algún b ∈ B,
(iii) A = Aa y f (A ) = B, para algún a ∈ A,
(iv) A = Aa y f (A ) = Bb , para algún a ∈ A y para algún b ∈ B.
Pero la última posibilidad no puede suceder ya que en este caso se
tendrı́a que (Aa , <A ) = (A , <A ) ∼
= (f (A ), <B ) = (Bb , <B ) y esto impli-

carı́a que a ∈ A = Aa lo cual es evidentemente un absurdo.
Por lo tanto sólo puede darse una de las tres primeras y es claro que
solamente una de ellas se cumple. 
§ 4.1 Conjuntos bien ordenados 91

Como hicimos para los números cardinales, introducimos los números


ordinales, a la manera de Tarski, mediante los siguientes axiomas
1. Cada conjunto bien ordenado está asociado con un objeto, el cual
es su número ordinal.
2. Dos conjuntos bien ordenados son isomorfos (del mismo tipo de
orden) si y sólo si tienen el mismo número ordinal.
Al ordinal de un conjunto bien ordenado (A, <A ) lo denotaremos por
ord(A, <A ).
Usando este concepto de número ordinal, desarrollaremos la teorı́a de
números ordinales.
De aquı́ en adelante, cuando escribamos α = ord(A, <A ), se dará por
hecho que (A, <A ) es un conjunto bien ordenado. Como en cardinales,
definimos a continuación un orden sobre ordinales.
Definición 4.1.4. Sean α = ord(A, <A ) y β = ord(B, <B ). Diremos que
el ordinal α es menor que el ordinal β, y lo denotaremos por α < β,
si existe b ∈ B tal que (A, <A ) ∼
= (Bb , <B ).
Como hemos definido el orden entre los números ordinales en función
de un representante, como en el caso de cardinales debemos demostrar que
no depende del representante elegido, esto es,
Proposición 4.1.15. Si (A, <A ) ∼ = (A , <A ) y (B, <B ) ∼
= (B  , <B  ), en-

tonces (A, <A ) = (Bb , <B ) para algún b ∈ B si y sólo si
(A , <A ) ∼
= (Bb  , <B  ) para algún b ∈ B  .
Demostración. Esto resulta del hecho de que si g : (B, <B ) → (B  , <B  )
es un isomorfismo, entonces por la Proposición 4.1.8, para toda b ∈ B se
tiene que (Bb , <B ) ∼ 
= (Bg(b) , <B  ). Entonces
(A , <A ) ∼
= (A, <A ) ∼
= (Bb , <B ) ∼ 
= (Bg(b) , <B  ). 

Observación 4.4. Como estamos trabajando con conjuntos bien ordena-


dos, y entre estos hemos definido un orden, para evitar confusiones cuando
trabajemos con el orden de un conjunto, lo denotaremos como lo hemos
venido haciendo, con el subı́ndice del conjunto, de tal manera que cuan-
do aparezca < (sin subı́ndice) nos estaremos refiriendo al orden de los
ordinales que acabamos de definir.
92 Números ordinales

Teorema 4.1.16. < es un orden total.


Demostración.
1o / < es un orden.
(i) Por el Corolario 4.1.11, (A, <A ) no puede ser isomorfo a (Aa , <A ) para
toda a ∈ A, por lo que para cualquier ordinal α, α ≮ α.
(ii) Sean α = ord(A, <A ), β = ord(B, <B ) y γ = ord(C, <C ) con α < β y
β < γ.
Existen b ∈ B y c ∈ C tales que f : (A, <A ) −→ (Bb , <B ) y
g : (B, <B ) −→ (Cc , <C ) son isomorfismos de conjuntos bien orde-
nados. Entonces g ◦ f : (A, <A ) −→ (Cg(b) , <C ) es un isomorfismo de
conjuntos bien ordenados y por lo tanto α < γ.
2o / < es un orden total
Es una consecuencia inmediata del Teorema 4.1.14 

Teorema 4.1.17. Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado, <B un orden
total en un conjunto B y f : A −→ B una función biyectiva que preserva
el orden. Entonces <B es un buen orden en B.
Demostración. Sea S ⊆ B y S = ∅. Mostraremos que S tiene elemento
mı́nimo.
Como S = ∅ y f es biyectiva, entonces ∅ = f −1 (S) ⊆ A y por ser <A un
buen orden, f −1 (S) tiene elemento mı́nimo z.
Afirmamos que f (z) es el elemento mı́nimo de S.
Sea b ∈ S, por ser f supreyectiva b = f (a) para alguna a ∈ A. Entonces
a ∈ f −1 (S), por lo que z ≤ a, y como f preserva el orden, f (z) ≤ f (a) = b.
Por lo tanto f (z) es el mı́nimo de S. 
Para cada ordinal α = ord (A, <A ), denotaremos por W (α) al conjunto
W (α) = {β | β es un ordinal y β < α}
Nota 14. W (α) es un conjunto, ya que si β = ord(B, <B ) < α, enton-
ces (B, <B ) ∼
= (Aa , <A ) para alguna a ∈ A, lo que significa que B es
equipotente con un subconjunto de A.
Teorema 4.1.18. Sea α = ord(A, <A ). Entonces (W (α), <) es un con-
junto bien ordenado y ord(W (α), <) = α.
§ 4.1 Conjuntos bien ordenados 93

Demostración. Sea F : (A, <A ) −→ (W (α), <) definida por


F (a) = ord(Aa , <A ).
1o / F preserva el orden (y por tanto es inyectiva)
Sean a, b ∈ A con a < b. Por (b) de la Proposición 4.1.2, Aa  Ab . Esto im-
plica, por el Corolario 4.1.12, que Aa  Ab y como (Aa , <A ) = ((Ab )a , <A ),
entonces F (a) = ord(Aa , <A ) < ord(Ab , <A ) = F (b).
2o / F es suprayectiva
Sea β ∈ W (α) y β = ord(B, <B ). Como β < α, existe a ∈ A tal que
(B, <B ) ∼
= (Aa , <A )
Entonces F (a) = β.
Por el Teorema 4.1.17, (W (α), <) es bien ordenado y entonces
(A, <A ) ∼
= (W (α), <). 
Teorema 4. 1.19. Cada conjunto no vacı́o de ordinales tiene elemento
mı́nimo.
Demostración. Sea C un conjunto no vacı́o de ordinales y sea γ ∈ C.
Si W (γ) ∩ C = ∅, entonces evidentemente γ es el mı́nimo de C.
Supongamos que W (γ) ∩ C = ∅. Como W (γ) es un conjunto bien orde-
nado (Teorema 4.1.18), entonces W (γ) ∩ C tiene elemento mı́nimo, el cual
claramente es también el mı́nimo de C. 
Generalmente en un conjunto se pueden definir varios buenos órdenes
que no son isomorfos entre sı́, como se puede ver en la Nota 16 de la página
96. Sin embargo para el caso de un conjunto finito, sólo existe un buen
orden, salvo isomorfismos, como lo muestra el siguiente
Teorema 4.1.20. Sea A un conjunto finito y <1 , <2 buenos órdenes de
A. Entonces (A, <1 ) ∼
= (A, <2 ).
Demostración. Si no fueran isomorfos, entonces el ordinal de uno es me-
nor que el ordinal del otro. Supongamos que ord (A, <1 ) < ord (A, <2 ). En-
tonces (A, <1 ) ∼
= (Aa , <2 ) para alguna a ∈ A, y como Aa  A, tendrı́amos
que A es equipotente a un subconjunto propio de él, lo que es imposible
ya que A es finito. 
Debido entonces a que existe un único buen orden (salvo isomorfis-
mos) en un conjunto finito, para cada conjunto finito A de cardinalidad
n, denotaremos ord(A, <) = ord(n).
Teorema 4. 1.21. Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado y C ⊆ A.
Entonces (C, <A ) es un conjunto bien ordenado y
ord(C, <A ) ≤ ord(A, <A ).
94 Números ordinales

Demostración. Claramente (C, <A ) es un conjunto bien ordenado,


puesto que cada subconjunto de C lo es también de A, por lo que ca-
da subconjunto no vacı́o de C tiene mı́nimo.
Como cualesquiera dos ordinales son comparables basta demostrar que
para todo x ∈ C, no puede existir un isomorfismo de conjuntos bien orde-
nados f : (A, <A ) −→ (Cx , <A ).
Supongamos que sı́ existe tal función f para alguna x ∈ C. Entonces
f (x) ∈ Cx , por lo que f (x) < x, lo que es imposible ya que, por el Teorema
4.1.9, x ≤ f (x). Por lo tanto ord(C, <A ) ≤ ord(A, <A ). 
Consideremos ahora un conjunto bien ordenado (A, <A ) y sea
α = ord(A, <A ). Sea x tal que x ∈ / A y A = A ∪ {x}. Definimos <A
por <A |A =<A y a <A x ∀a ∈ A. Entonces (A , <A ) es un conjunto
bien ordenado. Denotamos por α = ord(A , <A ).
Es claro que α no depende del elemento x que le agregamos al conjunto
A.
Teorema 4.1.22. Para cada ordinal α, α < α .
Demostración. iA : (A, <A ) −→ (Ax , <A ) dada por iA (a) = a es un
isomorfismo de conjuntos bien ordenados. 

Teorema 4.1.23. Si α y β son ordinales tales que α ≤ β ≤ α , entonces


β = α o β = α .
Demostración. Sean
α = ord(A, <A ), β = ord(B, <B ) y α = ord(A , <A ),
recordemos que A = A ∪ {x}, x ∈ / A, <A |A =<A y a < x ∀a ∈ A y
supongamos que α < β. Entonces (A, <A ) ∼ = (By , <B ) para alguna y ∈ B.
Si β < α , tendrı́amos que existe un isomorfismo de conjuntos bien or-
denados f : (B, <B ) −→ (Aa , <A ) para alguna a ∈ A . Entonces, por
la Proposición 4.1.8, (By , <B ) ∼
= ((Aa )f (y) , <A ) = (Af (y) , <A ), y por lo
tanto (A, <A ) ∼ 
= (Af (y) , <A ).
Por otro lado, si f (y) = x, por la definición de A , f (y) ∈ A y por
ser f (y) < x se tiene que (Af (y) , <A ) = (Af (y) , <A ) y por lo tanto
(A, <A ) = (Af (y) , <A ), lo que es imposible (Corolario 4.1.11). Entonces
debe ser f (y) = x, pero f (y) ∈ Aa implica que x = f (y) < a y esto último
contradice el hecho de que x es el máximo de A . Concluimos entonces que
β = α . 
§ 4.1 Conjuntos bien ordenados 95

Definición 4.1.5. Dado un ordinal α, a α lo llamamos el sucesor de α.


Esta definición está justificada debido al Teorema 4.1.23, ya que α es
el número ordinal que le sigue inmediatamente a α, es decir, no existe un
ordinal β = α y α tal que α < β < α .
Proposición 4.1.24. Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado que tiene
máximo a y sea α = ord(Aa , <A ). Entonces α = ord(A, <A ).
Demostración. Es inmediato, ya que A = Aa ∪ {a} y x < a ∀x ∈ Aa . 

Proposición 4.1.25. Sea α = ord(A, <A ). α es sucesor de un ordinal si


y sólo si A tiene máximo.
Demostración.
⇒) Supongamos que α es sucesor de β, es decir, β  = α, y sea
β = ord(B, <B ). Entonces β < α y por lo tanto se tiene que
(B, <B ) ∼
= (Aa , <A ) para alguna a ∈ A.
Como β  = α, entonces A = Aa ∪ {a} donde x < a para toda x ∈ Aa . Por
lo tanto a es el máximo de A.
⇐) Es la Proposición 4.1.24. 
El conjunto vacı́o con orden vacı́o es el mı́nimo ordinal, ya que es menor
o igual que cualquier ordinal, ası́ que el conjunto vacı́o no es sucesor de
ningún ordinal. Existen otros números ordinales que tampoco son suceso-
res de ningún número ordinal, por ejemplo el ordinal del conjunto de los
números naturales con el orden usual. A este tipo de ordinales les daremos
un nombre especial
Definición 4.1.6. Un ordinal α = 0 se llama ordinal lı́mite si no es
sucesor de ningún ordinal.
Teorema 4.1.26. Cada conjunto X de números ordinales tiene supremo.
Es decir, existe un número ordinal δ tal que x ≤ δ para todo x ∈ X y δ es
el mı́nimo con esta propiedad.

Demostración. W (γ) es un conjunto de números ordinales, ası́ que
γ∈X 
por el Teorema 4.1.19, ( W (γ) , <) es bien ordenado con el orden usual
γ∈X
de ordinales. Sea δ = ord( W (γ), <). Mostraremos que δ es cota supe-
γ∈X 
rior de X. Esto es porque para cualquier γ ∈ X, W (γ) ⊆ W (γ) y por
γ∈X
96 Números ordinales

lo tanto, por el Teorema 4. 1.18 y 4. 1.21,



γ = ord(W (γ), <) ≤ ord( W (γ) , <) = δ,
γ∈X

por lo que δ es cota superior de X. Ahora, el conjunto


{η | η es ordinal y γ ≤ η ≤ δ para toda γ ∈ X}
es no vacı́o (ya que δ pertenece a él) y por el Teorema 4.1.19, tiene mı́nimo
que es precisamente el supremo de X. 

Nota 15. En el ejercicio 4.4 se pide demostrar que el supremo de X del


Teorema 4.1.26 es justamente el ordinal δ dado en la demostración.
Teorema 4.1.27. Sea α = 0 un ordinal. Son equivalentes
(1) α es ordinal lı́mite,
(2) Para todo ordinal β, β < α =⇒ β  < α,
(3) α es el supremo de W (α).
Demostración.
(1) ⇒ (2) Sea β < α y supongamos que α ≤ β  Entonces β < α ≤ β 
Por el Teorema 4.1.23, como α = β, entonces α = β  . Pero esto último
es imposible ya que, por hipótesis, α es un ordinal lı́mite. Por lo tanto
β  < α.

(2) ⇒ (3) 1o / α es cota superior de W (α), ya que, para toda β ∈ W (α)


β < α.
2o / Supongamos que el ordinal γ es una cota superior de W (α). Proba-
remos que α ≤ γ. Si γ < α, entonces, por hipótesis, γ  < α, por lo que,
por la definición de W (α), γ  ∈ W (α) y esto implica que por ser γ cota
superior de W (α), γ  ≤ γ, lo que, evidentemente, es un absurdo, ası́ que
α ≤ γ y por lo tanto α es el supremo de W (α).

(3) ⇒ (1) No puede ser que α sea sucesor de algún ordinal β, ya que en
este caso W (α) tendrı́a como elemento máximo a β, y por lo tanto serı́a
el supremo de W (α), por lo que deberı́a ser β = α, lo que es imposible, ya
que α = β  . Entonces α debe ser ordinal lı́mite. 

Nota 16. A cada ordinal α = ord(A, <A ) le podemos asociar el cardinal


c(α) = |A| (cardinal de A). Claramente, si ord(A, <A ) = ord(B, <B ) en-
tonces |A| = |B|. Sin embargo, si dos conjuntos A y B tienen el mismo
§ 4.1 Conjuntos bien ordenados 97

cardinal y (A, <A ), (B, <B ) son conjuntos bien ordenados, no necesaria-
mente se tiene que ord(A, <A ) = ord(B, <B ). Por ejemplo, si consideramos
el conjunto N, de los números naturales, con el orden usual <N , es decir,
el de un Sistema de Peano, y consideramos ahora el orden <N , definido
como sigue:
Para n = 0 y m = 0 n <N m si n <N m y n <N 0 para toda n = 0.
<N es un buen orden y (N, <N ) no es isomorfo a (N, <N ), ya que (N, <N )
tiene máximo y (N, <N ) no lo tiene.
Como cada conjunto no vacı́o de ordinales tiene primer elemento, denota-
remos por  al primer ordinal infinito, es decir, si α es un ordinal
infinito,
= mı́n{β | β es un ordinal inf inito y β ≤ α}.
Teorema 4.1.28.
(1) El ordinal de un conjunto finito de n elementos es n.
(2) ord(N, <N ) = .
Demostración.
(1) Ya hemos demostrado que dos buenos órdenes sobre un conjunto
finito son isomorfos (Teorema 4.1.20), ası́ que para un conjunto finito F ,
con n elementos, y <F un buen orden sobre F , entonces
(F, <F ) ∼
= (W (n), <) = n.
(2) Como es el primer ordinal infinito, y todo ordinal finito es menor
que entonces
(W ( ), <) = ({β | β es un ordinal y β < }, <)
= ({β | β es un ordinal f inito}, <)
= ({β | β es un cardinal f inito}, <)

= (N, <N ).
Finalmente, como = ord(W ( ), <), entonces = ord(N, <N ). 

Este último teorema nos dice que podemos identificar los cardinales
finitos con los ordinales finitos, es decir, ord(n) = c(n) = n. Entonces la
sucesión de números ordinales comenzarı́a de la siguiente manera
0, 1, 2, 3, . . . , ,  , (  ) , . . . , 1 , 1 , ( 1 ) , . . . , 2 , 2 , ( 2 ) , . . .
donde , 1 , 2 , ... son los primeros ordinales lı́mites y ( i ) es el sucesor
de i .
98 Números ordinales

Sea (A, <A ) un conjunto bien ordenado y α = ord(A, <A ). Sabemos,


por el Teorema 4.1.18, que α = ord(W (α), <). Entonces debe existir un
isomorfismo de conjuntos bien ordenados f : (W (α), <) −→ (A, <A ). Po-
demos entonces presentar a los elementos de A con subı́ndices ordinales
(todos ellos menores que α), respetando el orden de A, como sigue
Sea β elemento de W (α). Denotamos por aβ al elemento de A tal que
f (β) = aβ . Con esta notación tenemos que para β, γ < α y aβ , aγ ∈ A,
aβ <A aγ si y sólo si β < γ. En particular podemos “enumerar” los
números cardinales infinitos con su buen orden, quedando esta sucesión
de la siguiente manera
(*) ℵ0 , ℵ1 , ℵ2 , . . . , ℵ , ℵ , ℵ( ) , . . . , ℵ1 , ℵ1 , ℵ(1 ) , . . . , ℵ2 , ℵ2 , ℵ(2 ) , . . .
Dado un número ordinal α, denotamos por c(α) a la cardinalidad de
un representante para el ordinal α, es decir, si α = ord(A, <A ), entonces
c(α) = |A|.

Hemos visto que dados dos ordinales, no necesariamente iguales, sus


conjuntos representantes pueden tener el mismo cardinal (véase Nota 16
página 96), sin embargo lo que sı́ es cierto es que dados dos ordinales α y
β, α < β implica c(α) ≤ c(β), ya que un representante de α es W (α), que
a su vez es subconjunto de W (β) que es un representante de β. Ası́ que
tiene sentido estudiar todos los ordinales cuyos conjuntos representantes
tienen el mismo cardinal. Por ejemplo para , el mı́nimo ordinal infinito,
se tiene que
c( ) = c(  ) = c((  ) ) = . . . = ℵ0 .
Usando la notación dada en (∗) , para cada cardinal ℵα (donde α es
un ordinal), definimos Z(ℵα ) y α como sigue
Z(ℵα ) = {β | β es ordinal y c(β) = ℵα } y α = mı́n Z(ℵα )
Teorema 4.1.29. Sea α un número ordinal infinito. Entonces
(1) c(Z(ℵα )) = ℵα .
(2) ord(Z(ℵα ), <) = α .
Demostración.
(1) W ( α ) = {β|β es ordinal y β < α }
= {β|β es ordinal y c(β) < ℵα }
= {β|β es ordinal y c(β) ≤ ℵα }
= {β|β es ordinal y c(β) < ℵα o c(β) = ℵα }
= {β|β es ordinal y c(β) < ℵα } ∪ {β|β es ordinal y c(β) = ℵα }
= {β|β es ordinal y β < α } ∪ {β|β es ordinal y c(β) = ℵα }
= W ( α ) ∪ Z(ℵα ).
§ 4.2 Suma y producto de números ordinales 99

Teniendo en cuenta que la última unión es ajena y tomando el cardinal


de estos conjuntos en cada lado, obtenemos
|W ( α )| = |W ( α )| + |Z(ℵα )|
c( α ) = c( α ) + |Z(ℵα )|
ℵα = ℵα + |Z(ℵα )|
Por lo tanto, por la Proposición 3.4.9
ℵα = máx{ℵα , |Z(ℵα )|}
y como ℵα < ℵα , entonces ℵα = |Z(ℵα )|.

(2) Debido a que Z(ℵα ) ⊆ W ( α ), se tiene que


ord(Z(ℵα ), <) ≤ ord(W ( α ), <) = α .
Si ord(Z(ℵα ), <) < α tendrı́amos, por la definición de α , que
c(Z(ℵα )) < ℵα ,
lo que es un absurdo ya que, por el inciso (1), c(Z(ℵα )) = ℵα . Por lo tanto
ord(Z(ℵα ), <) = α . 

§ 4.2 Suma y producto de números ordinales

Introduciremos ahora la suma y producto de números ordinales. Es


importante notar que esta suma y producto no tienen las mismas propie-
dades de las suma y producto de los números cardinales. Es más, veremos
por ejemplo, que en general la suma no es conmutativa. Sin embargo en el
caso concreto de los ordinales finitos ya hemos visto que podemos identifi-
carlos con los números cardinales finitos y veremos que esta identificación
se extiende a la suma, de tal manera que coinciden ambas sumas.
Definición 4. 2.1. Sea (I, <I ) un conjunto bien ordenado (conjunto de
ı́ndices) y sea {αi }i∈I una familia de números ordinales. La suma de los
ordinales  

αi = ord Ai , <
i∈(I,<I ) i∈I

αi = ord(Ai , <i ) para cada i ∈ I, Ai ∩ Aj = ∅ si i = j y el orden


donde 
< en Ai está definido como sigue
i∈I
a < b si y sólo si a <i b para a, b ∈ Ai o a ∈ Ai , b ∈ Aj con i <I j.
100 Números ordinales

En lo que sigue < indicará el orden para la unión de conjuntos de la


definición anterior.
Nota 17. Es importante hacer ver que la definición de suma depende
del orden en el conjunto ordenado I de ı́ndices. Ası́ que debemos tener
mucho cuidado con este conjunto puesto que si damos otro orden < en
I, entonces será muy posible, como lo veremos más adelante, que las su-
mas correspondientes no sean iguales, es decir, la suma, en general, no es
conmutativa.
Justifiquemos ahora la definición de suma, es decir,
Proposición 4.2.1.
(1) Para cada familia de números ordinales {αi }i∈I existen representantes
de cada uno de ellos que son ajenos dos a dos. 
(2) El orden < definido para la suma es un buen orden en Ai .
i∈I
(3) Si (Bi , <) ∼
= (Ai , <i ) donde Bi ∩ Bj = ∅ si i = j, entonces
 
ord( Ai , <) = ord( Bi , < ).
i∈I i∈I

Demostración.
(1) Basta tomar Bi = Ai × {i} con el orden inducido por el de Ai , es
decir (a, i) < (a , i) si y sólo si a <A a .

(2) No es difı́cil demostrar que


 < es un orden. Probemos entonces que
es un buen orden. Sea ∅ = C ⊆ Ai . Sea m = mı́n{i ∈ I | C ∩ Ai = ∅}.
i∈I
Es fácil ver que el mı́nimo de C ∩ Am es el mı́nimo de C.

(3) Queda como ejercicio. 


En el caso particular de I = {1, 2} con el orden usual 1 < 2, escribire-
mos simplemente α1 + α2 . En general Si I = {1, 2, 3, . . . , n}, escribiremos
α1 + α2 + . . . + αn
y para I = N, con el orden usual, escribiremos

αi = α0 + α1 + α2 + α3 + . . .
i∈(N,≤)

Nota 18. Hemos visto (Teorema 4.1.20) que cada conjunto finito A admite
un único buen orden (salvo isomorfismo), ası́ que si α = ord(A, <A ) es un
ordinal finito con |A| = n, ya hemos visto que ord(A, <) = ord(n) = n y
ası́ tenemos entonces que ord(n) + ord(m) = ord(n + m). Por lo anterior
§ 4.2 Suma y producto de números ordinales 101

podemos ver que la suma de dos ordinales finitos coincide con la suma de
números naturales, es decir, ord(n) + ord(m) = c(n) + c(m) = n + m. Por
lo tanto si nos restringimos a la suma finita de ordinales finitos, esta suma
es conmutativa. Sin embargo, en el caso en que alguno de los ordinales
sea infinito, aún cuando se trate de una suma finita, esta propiedad no se
cumple. Por ejemplo 1 + = y + 1 =  .
Teorema 4.2.2. Sean α, β y γ números ordinales. Entonces
(1) (α + β) + γ = α + (β + γ)
(2) α < β ⇐⇒ existe γ = 0 tal que α + γ = β
(3) α < β ⇐⇒ γ + α < γ + β
(4) α < β =⇒ α + γ ≤ β + γ
Demostración. Sean α = ord (A, <A ), β = ord (B, <B ) y γ = ord (C, <C )
donde A, B y C son ajenos dos a dos.
(1) Es inmediato. Note que en la definición de suma no se usaron parén-
tesis.
f
(2) Supongamos α < β y sea b ∈ B tal que (A, <A ) ∼ = (Bb , <B ).
Sea <A∪(B−Bb ) definido en A ∪ (B − Bb ) como sigue: <A∪(B−Bb ) |A =<A ,
<A∪(B−Bb ) |B−Bb =<B |B−Bb y a < c para todo a ∈ A y para todo
c ∈ B − Bb . <A∪(B−Bb ) es un buen orden en A ∪ (B − Bb ) (fı́jese que
es el buen orden definido para la suma de α + ord(B − Bb , <B−Bb )).
La función F : (A ∪ (B − Bb ), <A∪(B−Bb ) ) −→ (B = Bb ∪ (B − Bb ), <B )
definida por ⎧
⎨ f (x) si x ∈ A
F (x) =

x si x ∈ B − B0
es un isomorfismo. Por lo tanto si γ = ord(B − Bb , <B ) se tiene que
α + γ = β, donde γ = 0 ya que B − Bb = ∅.
Inversamente, si para algún ordinal γ = ord(C, <C ) = 0, α + γ = β,
donde β = ord(A∪C, <A∪C ), la función iA : (A, <A ) −→ ((A∪C)c , <A∪C )
donde <A∪C es el buen orden dado para la suma α + γ dada por iA (x) = x
∀ x ∈ A y donde c es el mı́nimo de C, es un isomorfismo. Por lo tanto
α < β.
(3) Supongamos α < β y sea f como en (2). Recordemos que el orden
en C ∪ B está definido como sigue

⎨ x <c y si x, y ∈ C
x < y ⇐⇒ x <B y si x, y ∈ B

x∈C yy∈B
102 Números ordinales

Entonces para b ∈ B, (C ∪ B)b = C ∪ Bb , por lo que la función


F : (C ∪ A, <C∪A ) −→ (C ∪ Bb , <C∪B ) dada por

⎨ x si x ∈ C
F (x) =

f (x) si x ∈ A
f
es un isomorfismo y por lo tanto γ + α < γ + β donde (A, <A ) ∼ = (Bb , <B ).
Inversamente si γ + α < γ + β entonces por el inciso (2) ya demostrado,
existe un ordinal µ = 0 tal que γ + α + µ = γ + β.
No puede ser β ≤ α ya que si ası́ fuera, entonces necesariamente por
(2) existirı́a un ordinal δ ≥ 0 tal que β + δ = α por lo tendrı́amos que
γ + β + δ + µ = γ + α + µ = γ + β, donde δ + µ = 0 (Ejercicio 4.8), pero
esto implicarı́a por (2), que γ + β < γ + β lo que evidentemente es un
absurdo. Por lo tanto debe ser α < β.
(4) Supongamos α < β y sea f como en (2). Entonces la
función F : (A ∪ C, <A∪C ) −→ (Bb ∪ C, <B∪C ) definida por

⎨ f (x) si x ∈ A
F (x) =

x si x ∈ C

es un isomorfismo, donde ord(Bb ∪ C, <B∪C ) ≤ ord(B ∪ C, <B∪C ) debido


al Teorema 4.1.21. Entonces α + γ ≤ β + γ. 

El siguiente ejemplo muestra que en (4) la igualdad se puede dar 0 < 1


y sin embargo 0 + = 1 + = .
Definiremos ahora el producto de dos ordinales y esto lo hacemos a
través de la suma de ordinales.

Definición 4.2.2. El producto de dos ordinales α y β es



α·β = αb
b∈(B,<B )

donde ord(B, <B ) = β y αb = α ∀ b ∈ B.

Volviendo a la definición aquı́ presentada, la idea es tomar la unión


(ajena) de A tantas veces como elementos tiene B, con el orden definido
para la suma. Es evidente que el producto no depende de la elección de
los representantes.
§ 4.2 Suma y producto de números ordinales 103

Para cualesquiera ordinales α y β, se cumple que c(α · β) = c(α) · c(β)


por lo siguiente
⎛ ⎞
  
c(α · β) = c ⎝ αb ⎠ = c(αb ) = c(α) = c(α) · c(β).
b∈(B,<B ) b∈(B,<B ) b∈(B,<B )

En el caso particular de números naturales n y m se tiene que


c(ord(n) · ord(m)) = c(ord(n)) · c(ord(m))
= c(n) · c(m)
= c(n · m)
= c(ord(n · m)).
Por el Teorema 4.1.20, existe un único conjunto bien ordenado finito
(salvo isomorfismos) y al que hemos denotado por n si su cardinalidad
es n. Entonces para cualesquiera m, n ∈ N, si c(ord(n)) = c(ord(m)), se
puede afirmar que ord(n) = ord(m). Pero hemos visto que
c(ord(n) · ord(m)) = c(ord(n · m)).
Por lo tanto se debe tener que ord(n) · ord(m) = ord(n · m). Por lo tanto
también en el caso del producto podemos utilizar sin lugar a confusión la
notación n · m.
En el ejercicio 4.11 se presenta otra manera de definir el producto de
dos ordinales, usando el producto cartesiano de los representantes de cada
uno de los ordinales y el orden antilexicográfico.

Evidentemente podemos generalizar, sin ningún problema, el producto


de dos ordinales al producto de un número finito de ordinales. Sin embargo
para un conjunto bien ordenado infinito de ordinales surgen complicaciones
y por tal motivo no trataremos ese caso.
Teorema 4.2.3. Sean α, β y γ números ordinales. Entonces
(1) (α · β) · γ = α · (β · γ),
(2) α · (β + γ) = α · β + α · γ,
(3) α < β y γ =  0 =⇒ γ · α < γ · β,
(4) α < β =⇒ α · γ ≤ β · γ,
(5) γ · α = γ · β y γ = 0 =⇒ α = β.
104 Números ordinales

Demostración. Sean α = ord (A, <A ), β = ord (B, <B ) y γ = ord (C, <C )
(1) Por el ejercicio 4.11, α · β = ord(B × C, <B×C ), donde <B×C es el
orden antilexicográfico en B × C. Entonces

α · (β · γ) = αi ,
i∈(B×C,<B×C )

donde αi = α para toda i ∈ B × C. Para cada c ∈ C aparece el conjunto


B × {c} que es isomorfo a B, ası́ que B aparece tantas veces como indica
C con su orden. Entonces

α · (β · γ) = αi (con αi = α para toda i ∈ B × C )
i∈(B×C,<
B×C ) 

= αb
c∈(C,<C ) b∈(B,<B ) c
   

(con αb = α para toda b ∈ B y αb = αb para cualesquiera c, c ∈ C.)
b∈(B,<B ) b∈(B,<B )
c c

= (α · β)c (donde (α · β)c = α · β para toda c ∈ C )
c∈(C,<C )
= (α · β) · γ

(2) Consideramos B ∩ C = ∅

α · (β + γ) = α
i∈(B∪C,<B∪C )

donde, recordamos <B∪C está dado como en la definición 4.2.1.


Por la asociatividad de la suma

α= α+ α
i∈(B∪C,<B∪C ) i∈(B,<B ) i∈(C,<C )
= α · β + α · γ.

(3) Sea α < β y γ = 0. Entonces por (2) del Teorema 4.2.2, existe δ = 0
tal que α + δ = β, luego γ · (α + δ) = γ · β, que es, por el inciso anterior,
γ · α + γ · δ = γ · β y como γ · δ = 0 (Ejercicio 4.9), entonces γ · α < γ · β.

(4) Sea α < β. Entonces α · γ está representado por un subconjun-


to ordenado de un representante de β · γ, luego por el Teorema 4.1.21,
α · γ ≤ β · γ.

(5) Es consecuencia inmediata de (3). 


§ 4.2 Suma y producto de números ordinales 105

Nota 19.
(i) En general
el producto no es conmutativo
2· = 2 = 2 + 2 + 2 + 2 + . . . = y · 2 = + = .
i∈(N,≤)
(ii) En general no vale la ley distributiva por la derecha
( + 1) · 2 = ( + 1) + ( + 1)
= + (1 + ) + 1
= + +1
= ·2+1
= · 2 + 2
= · 2 + 1 · 2.
(iii) Un ejemplo del caso del inciso (4) del teorema anterior donde se
da la igualdad serı́a
1 < 2 y sin embargo 1 · = 2 · ya que 1 · = 1 + 1 + 1 + . . . = y
también 2 · = .
Lema 4. 2.4. Para cada conjunto A = ∅ de números ordinales y cada
número ordinal α se tiene que α + supA = sup{α + β | β ∈ A}.
Demostración. Para cualquier β ∈ A se tiene que β ≤ supA y por lo
tanto por (3) del Teorema 4.2.2 α + β ≤ α + supA para toda β ∈ A, por
lo que α + supA es cota superior de {α + β | β ∈ A}.
Veamos ahora que es la mı́nima
Sea δ < α + supA. Si δ < α, entonces δ < α + β para cualquier β ∈ A,
por lo que en este caso δ no puede ser cota superior de {α + β | β ∈ A}.
Si δ ≥ α, entonces por (2) del Teorema 4.2.2, existe un ordinal γ tal que
α + γ = δ. Entonces α + γ < α + supA, y por (3) del Teorema 4.2.2 resulta
que γ < supA, lo que implica que existe ρ ∈ A tal que γ < ρ y por lo tanto
δ = α + γ < α + ρ ≤ α + supA, por lo que δ no puede ser cota superior de
{α + β | β ∈ A}. Por lo tanto α + supA = sup{α + β | β ∈ A}. 

Teorema 4.2.5. Sean α, β y γ números ordinales tales que γ < α · β.


Entonces existen números ordinales η y δ únicos tales que
γ = α · η + δ donde η < β y δ < α.
Demostración.
Sean α = ord(A, <A ) y β = ord(B, <B ). Entonces
α·β = α. Sea γ = ord(C, <C ); un representante de α · β es
b∈(B,<B )


( Ab , <Σ ) donde Ab ∩ Ab = ∅ si b = b , (Ab , <Ab ) ∼
= (A, <A ) y
b∈(B,<B )
106 Números ordinales

<Σ es el orden dado en la definición 4.2.1. Como γ < α · β, entonces


•
un representante de γ está dado por un segmento inicial de Ab .
b∈(B,<B )


Esto es (C, <C ) ∼
= (( Ab )ab0 , <Σ ), donde ab0 ∈ Ab0 (el b0 −ésimo
b∈(B,<B )
ejemplar de A en la suma). Por la manera en que está definido el orden
•
en Ab se tiene que
b∈(B,<B )


• 

C∼
=( Ab ) (Ab0 )ab0 .
b∈(Bb0 ,<B )



Si definimos η = ord( Ab , <Σ ) y δ = ord((Ab0 )ab0 , <A ), enton-
b∈(Bb0 ,<B )
ces γ = α · η + δ, donde claramente η < β y δ < α. 

Corolario 4.2.6. Cada número ordinal γ se puede expresar de la forma


γ = ·β+n
para algún ordinal finito n.
Demostración. Aplicando el Teorema 4.2.5, basta exhibir un número
ordinal λ tal que γ < · λ. Sea λ = γ + 1. Multiplicando por γ a la
derecha en la desigualdad 1 < tenemos, por (4) del Teorema 4.2.3
γ ≤ · γ < · γ + = · (γ + 1) = · λ. 

Nota 20. · β es ordinal lı́mite ó cero. Entonces el Teorema 4.2.5 nos


dice que todo número ordinal infinito es la suma de un ordinal lı́mite y de
un ordinal finito.
Definiremos ahora la potencia de un número ordinal.
Lo más natural serı́a definir, para dos números ordinales α y β, la
potencia αβ como el producto de α, “β veces”. Sin embargo debido a
que no hemos definido el producto de ordinales con un número infinito
de factores, nos vemos en la necesidad de introducir la definición de otra
manera. Para esto utilizaremos el Teorema de Recursión Transfinita.
Consideremos un número ordinal α = 0 fijo.

Sea A el conjunto de todos los números ordinales menores que un núme-


ro ordinal “muy grande”(lo que significa que se tomará tan grande como
§ 4.2 Suma y producto de números ordinales 107

sea necesario en cada aplicación concreta). Sea O la clase de los números


ordinales y sea G la función que a cada aplicación f del segmento W (β) de
A en los ordinales le hace corresponder un número ordinal de la siguiente
manera1 ⎧
⎨ 1 si β = 0
G(f ) = f (γ) · α si β = γ + 1

sup{f (γ) | γ < β} si β es un ordinal lı́mite.
Por el Teorema de Recursión Transfinita, existe una única función
Fα : A −→ O tal que a cada número ordinal β le hace corresponder un
número ordinal Fα (β) tal que para todo β, Fα (β) = G(Fα |W (β) ).
Definición 4.2.3. Sean α y β números ordinales y Fα la función construi-
da en el párrafo inmediato anterior a esta definición. Definimos

⎨ Fα (β) si α = 0
αβ =

0 si α = 0.
Nota 21. Para α = 0, αβ no se puede definir como Fα (β) ya que entonces
se tendrı́a

⎨ 1 si β = 0 ó β es un ordinal lı́mite,
0β = F0 (β) =

0 si β es un sucesor.
que no es lo que uno esperarı́a.
Para α = 0, tenemos
α0 = 1,
αβ = αγ+1 = αγ · α para un ordinal β sucesor de γ,
αβ = sup{αγ | α < β} para un ordinal lı́mite β.
Analicemos algunos casos particulares
Si β = ord(n) es un número natural, como es de esperarse para α = 0,
αβ es el producto de α con sı́ mismo n veces, es decir,
αβ = αord(n) = α · α 
· . . . · α.
n−veces

1Aún cuando el codominio de una función debe ser un conjunto en esta ocasión
hemos tomado la clase de los números ordinales para facilitar la escritura de la demos-
tración, pues la imagen dependerá del dominio considerado. Además en la Teorı́a de
Conjunto formal se puede demostrar que la imagen de G es un conjunto y entonces el
Teorema de Recursión Transfinita es aplicable a A y G.
108 Números ordinales

Tomando cardinalidades tenemos que


c(αn ) = c(α
 ·α·α
· . . . · α) = c(α) · c(α) · c(α) · . . . · c(α) = c(α)n .
  
n−veces n−veces
Por lo anterior si además α = ord(m), entonces
c(ord(m)ord(n) ) = c(mn )
y por el hecho de que hay un único orden, salvo isomorfismos, definido
en un conjunto finito, se tiene que ord(m)ord(n) = ord(mn ). Por lo tanto
para el caso en que α y β son finitos, la potencia αβ coincide con la
definida para números cardinales, de manera que, como lo hemos hecho
hasta ahora, directamente lo denotaremos por mn.
Por otro lado, por ejemplo, para α = 2 y β = , se tiene
2
= (ord(2))
= sup{2n | n ∈ N} = ,
ası́ que c(2
) = c( ) = ℵ0 .
Sin embargo c(2)c(
) = 2ℵ0 . En este caso entonces
c(2
) = ℵ0 < 2ℵ0 = c(2)c(
)
por lo que la igualdad c(α)β = c(α)c(β) no es verdadera en el caso en que
el exponente es infinito. Por lo anterior en el caso en que β es infinito
debemos tener cuidado en nuestra notación ya que por ejemplo no es lo
mismo 2
que 2ℵ0 puesto que en el primer caso estamos tratando con
números ordinales y en el segundo con números cardinales. Esto es, en
general para α = ord(A, <A ) y β = ord(B, <B ), la notación αβ no tiene
nada que ver con AB que es el conjunto de funciones de B en A.
Teorema 4.2.7. Sean α, β y γ números ordinales. Si α = 0, 1 y β < γ,
entonces αβ < αγ . Para α = 1, se tiene que αβ = 1.
Demostración. Lo demostraremos por inducción transfinita sobre γ, con-
siderando β fijo.
Hipótesis de inducción. Supongamos que vale para todo δ < γ, es decir,
β < δ implica αβ < αδ . Debemos demostrar que αβ < αγ .
Sea β < γ. Se presentan tres casos
(1) γ = 0. En este caso no hay nada que demostrar.
(2) γ = δ + 1. Como β < γ, entonces β ≤ δ y usando la hipótesis de
inducción, tenemos, que αβ ≤ αδ < αδ · α = αδ+1 = αγ .
(3) γ es un ordinal lı́mite. En este caso β < γ implica (β + 1) < γ, luego
por la definición de αγ en este caso
αγ = sup{αµ | µ < γ} ≥ αβ+1 = αβ · α > αβ .
§ 4.2 Suma y producto de números ordinales 109

Por último, es claro que para α = 1, αβ = 1. 

Lema 4. 2.8. Para cada número ordinal α = 0 y cada conjunto X no


vacı́o de números ordinales se tiene
αsup X = sup{αβ | β ∈ X},
donde sup X denota el supremo de X.
Demostración. Para todo γ ∈ X es cierto que γ ≤ sup X, y por el Teore-
ma 4.2.7, αγ ≤ αsup X , por lo que αsup X es cota superior de
{αβ | β ∈ X}.
Veamos ahora que es la mı́nima cota superior
Sea δ < αsup X . Demostraremos que en cualquiera de los tres casos que
se pueden presentar, para sup X, que sea 0, un sucesor o un número limite,
δ no es cota superior de {αβ | β ∈ X}.
(1) sup X = 0. Entonces debe ser X = {0}. Como α0 = 1, entonces
la única posibilidad para que δ < αsup X = α0 = 1 es que δ = 0
que evidentemente no es cota superior de {αβ |β ∈ X} = {1}.
(2) sup X = µ + 1. En este caso, evidentemente sup X ∈ X y por
lo tanto αsup X ∈ {αβ |β ∈ X}, lo cual implica que δ no es cota
superior de {αβ |β ∈ X}.
(3) sup X es un ordinal lı́mite. Entonces, por definición,
αsup X = sup{αβ | β < sup X}
ası́ que δ < αsup X = sup{αβ | β < sup X} implica que existe un
ordinal β < sup X tal que δ < αβ . Pero si β < sup X, entonces
existe γ ∈ X tal que β < γ por lo que, αβ ≤ αγ (la igualdad se
da en el caso α = 1). Finalmente, se tiene entonces que δ < αγ
para alguna γ ∈ X, por lo que δ no puede ser cota superior de
{αβ |β ∈ X}.

En los tres casos hemos demostrado que δ no puede ser cota supe-
rior de {αβ |β ∈ X}. Por lo tanto, αsup X es la mı́nima cota superior de
{αβ |β ∈ X}, es decir, αsup X = sup{αβ |β ∈ X}. 

Lema 4.2.9. Para cada conjunto X de números ordinales y para cualquier


ordinal α,
α · sup X = sup{α · β| β ∈ X}.
110 Números ordinales

Demostración. α · sup X es cota superior de {α · β| β ∈ X} ya que


β ≤ sup X implica que α · β ≤ α · sup X por (3) del Teorema 4.2.3.
Veamos ahora que es la mı́nima cota superior.
Sea δ < α · sup X. Por el Teorema 4.2.5, existen ordinales µ y ρ tales
que δ = α · µ + ρ, donde µ < sup X y ρ < α. Como µ < sup X, existe
σ ∈ X tal que µ < σ, luego µ + 1 ≤ σ, y por (3) del Teorema 4.2.3,
α(µ + 1) ≤ α · σ. Entonces δ = α · µ + ρ < α · µ + α = α(µ + 1) ≤ α · σ.
Como σ ∈ X, esto implica que δ no es cota superior de {α · β| β ∈ X}.
Por lo tanto, α · sup X es la mı́nima cota superior de {α · β| β ∈ X}, es
decir, α · sup X = sup{α · β| β ∈ X}. 

Lema 4.2.10. Si α es un ordinal y α = 0, entonces para todo ordinal β,


αβ = 0.
Demostración. Ejercicio 4.12. 

Teorema 4.2.11. Sean α, β y γ números ordinales. Entonces


(1) αβ · αγ = αβ+γ
(2) (αβ )γ =αβ·γ
Demostración. Los dos resultados son claros para α = 0, ası́ que supon-
gamos α = 0, y en este caso tendremos, por el Lema 4.2.10, que αβ = 0
para todo ordinal β.
(1) Por inducción sobre γ. Supongamos que para δ < γ se tiene que
α αδ = αβ+δ . Consideramos los tres casos posibles para γ.
β

(i) γ = 0. Entonces αβ · α0 = αβ · 1 = αβ = αβ+0


(ii) γ = δ + 1 y por lo tanto δ < γ. Entonces
αβ ·αγ = αβ ·αδ+1 = αβ ·αδ ·α = αβ+δ ·α = α(β+δ)+1 = αβ+(δ+1) = αβ+γ .
(iii) γ ordinal lı́mite. Entonces
αβ · αγ = αβ · sup{αδ | δ < γ}
= sup{αβ · αδ | δ < γ} (Lema 4.2.9)
= sup{α β+δ | δ < γ} (hipótesis de inducción)
= αsup{β+δ|δ<γ} (Lema 4.2.8)
= αβ+sup{δ|δ<γ} (Lema 4.2.4)
= α β+γ .
(2) Nuevamente por inducción sobre γ. Supongamos que para δ < γ se
tiene que (αβ )δ = αβ·δ . Veamos cada uno de los tres posibles casos para
γ.
§ 4.2 Suma y producto de números ordinales 111

(i) γ = 0. Entonces (αβ )0 = 1 = α0 = αβ·0 .


(ii) γ = δ + 1, por lo que δ < γ. Entonces
(αβ )γ = (αβ )δ+1
= (αβ )δ · αβ (inciso (1))
= αβ·δ · αβ (hipótesis de inducción)
= αβ·δ+β (inciso (1))
= α β(δ+1) (Teorema 4.2.3 inciso (2))
= αβ·γ .
(iii) γ un ordinal lı́mite. Entonces
(αβ )γ = sup{(αβ )δ | δ < γ}
= sup{αβ·δ | δ < γ} (hipótesis de inducción)
= αsup{β·δ|δ<γ} (Lema 4.2.8)
= αβ·sup{δ|δ<γ} (Lema 4.2.9)
= β·γ
α .


En general no es cierto que αγ · β γ = (α · β)γ . Por ejemplo 2


· 2
=
(2 · 2)
puesto que (2 · 2)
= 4
= y 2
· 2
= · = 2 = .
Teorema 4.2.12. Sea ξ > 1 un ordinal fijo. Entonces cada número ordinal
α > 0 se expresa de manera única como α = ξ ν0 · η0 + ξ ν1 · η1 + . . . + ξ νr · ηr ,
donde r es finito, ν0 > ν1 > . . . > νr ≥ 0 y 0 < η0 , η1 , . . . , ηr < ξ.
Demostración. Para demostrar este teorema probaremos primero las si-
guientes afirmaciones.
Dado un número ordinal α
(A) Existe un número ordinal β0 tal que α < ξ β0 el cual es mı́nimo con
esta propiedad.
Basta demostrar que existe por lo menos un ordinal γ tal que α < ξ γ ,
ya que del conjunto de los γ con esta propiedad podemos tomar el mı́nimo.
Demostraremos que α < ξ α+1 por inducción transfinita sobre α.
Supongamos que para todo δ < α, es cierto que δ < ξ δ+1
(1) Si α = 0, entonces evidentemente 0 < ξ 0+1 = ξ.
(2) Si α = δ + 1, entonces, por hipótesis de inducción, como δ < α, se tiene
que δ < ξ δ+1 = ξ α , lo que implica δ + 1 ≤ ξ δ+1 . Entonces
α = δ + 1 ≤ ξ δ+1 < ξ δ+1 · ξ = ξ δ+2 = ξ α+1 .
(3) Si α es ordinal lı́mite, entonces, por hipótesis de inducción, para cual-
quier ordinal δ < α se tiene que δ < ξ δ+1 . Entonces para cualquier δ < α
112 Números ordinales

se tiene
δ < ξ δ+1 ≤ sup{ξ γ+1 | γ < α} = ξ sup{γ+1|γ<α} = ξ sup{γ|γ<α} = ξ α
donde la penúltima igualdad se da porque α es ordinal lı́mite. Por lo tanto
ξ α es cota superior de {γ | γ < α} cuyo supremo es α. Entonces
α ≤ ξ α < ξ α+1 .

(B) El ordinal β0 de (A), que es el mı́nimo con la propiedad α < ξ β0 ,


debe ser sucesor de algún ordinal ν0 , es decir, β0 = ν0 + 1.
β0 = 0 ya que ξ 0 = 1 ≤ α. Tampoco puede ser ordinal lı́mite, ya que si lo
fuera, por la minimalidad de β0 se tendrı́a que ξ δ ≤ α para todo δ < β0 y
por lo tanto ξ β0 ≤ α, lo que es una contradicción.

Probemos ahora el teorema.


Como α < ξ β0 = ξ ν0 · ξ, por el Teorema 4.2.5, existen ordinales únicos
η0 y α1 tales que α = ξ ν0 · η0 + α1 donde η0 < ξ y α1 < ξ ν0 . Además
η0 > 0, pues si η0 = 0, se tendrı́a α = α1 < ξ ν0 ≤ α, donde la segunda
desigualdad es debido a que β0 es el mı́nimo tal que α < ξ β0 y ν0 < β0 .
Ası́ llegarı́amos a que α < α que es un absurdo.
Si α1 = 0 aquı́ terminamos y en este caso r = 0 y 0 < η0 < ξ.
Si α1 > 0, repetimos el proceso anterior, es decir, tomamos el mı́nimo
ordinal β1 tal que α1 <ξ β1 y como antes, se tiene que β1=ν1+1 para algún
ordinal ν1 . Claramente ν0 > ν1 y ξ ν1 ≤ α1 < ξ ν1 +1 = ξ ν1 · ξ. Volviendo a
aplicar el Teorema 4.2.5, existen η1 y α2 tales que α1 = ξ ν1 · η1 + α2 donde
0 < η1 < ξ y α2 < ξ η1 . Entonces α = ξ ν0 · η0 + ξ ν1 · η1 + α2 , donde ν0 > ν1
y 0 < η0 , η1 < ξ.
Mientras tengamos αi = 0, repetimos este proceso. Ası́ pues tenemos una
representación de α
α = ξ ν0 · η0 + ξ ν1 · η1 + . . . + ξ νi · ηi + αi+1 ,
donde ν0 > ν1 > . . . > νi ≥ 0 y para j = 0, ..., i, 0 < ηj < ξ.
Afirmamos que para alguna j finita, αj+1 = 0.
Fácilmente se ve que α = α0 > α1 > α2 > . . . , ası́ que considerando
el conjunto de las αi que son distintas de cero llegamos a la conclusión
de que este conjunto debe ser finito (la prueba de ello se deja al lector y
corresponde al ejercicio 4.10). Por lo tanto si el mı́nimo distinto de cero
es αr , donde r es finito, entonces αr+1 = 0 y
α = ξ ν0 · η0 + ξ ν1 · η1 + . . . + ξ νr · ηr
donde ν0 > ν1 > ... > νr ≥ 0 y 0 < ηi < ξ para i = 0, . . . , r.
§ 4.2 Suma y producto de números ordinales 113

Unicidad. Supongamos que también se tiene que


α = ξ µ0 · ρ0 + ξ µ1 · ρ1 + . . . + ξ µm · ρm donde m es finito,
µ0 > µ1 > . . . > µm ≥ 0
y 0 < ρi < ξ para i = 0, ..., m.
Primero demostraremos por inducción finita sobre m que α < ξ µ0 +1
1) Si m = 0, entonces α = ξ µ0 · ρ0 < ξ µ0 · ξ = ξ µ0 +1 .
2) Supongamos cierto el resultado para m − 1. Entonces
α = ξ µ0 · ρ0 + (ξ µ1 · ρ1 + . . . + ξ µm · ρm )
< ξ µ0 · ρ0 + ξ µ1 +1 ≤ ξ µ0 · ρ0 + ξ µ0
= ξ µ0 · (ρ0 + 1)
≤ ξ µ0 · ξ = ξ µ0 +1 .
Por lo tanto α < ξ µ0 +1 .
Usando el hecho de que
ξ µ0 +1 > α ≥ ξ µ0 · ρ0 ≥ ξ µ0
y por la manera en que se eligió ν0 , es decir, mı́nimo con la propiedad
ξ ν0 +1 > α, debe ser ν0 = µ0 , ası́ que
α = ξ ν0 · η0 + δ1 = ξ ν0 · ρ0 + δ2
donde δ1 = ξ ν1 · η1 + · · · + ξ νr · ηr , δ2 = ξ µ1 · ρ1 + · · · + ξ µm · ρm y además
δ1 < ξ ν1 +1 ≤ ξ ν0 , δ2 < ξ µ1 +1 ≤ ξ µ0 = ξ ν0 y η0 , ρ0 < ξ.
Aplicando la unicidad de la representación en el Teorema 4.2.5, obte-
nemos δ1 = δ2 y η0 = ρ0 . Repitiendo el proceso se obtiene el resultado, es
decir, r = m, ηi = ρi y νi = µi para i = 0, . . . , m. 

Corolario 4.2.13. Cada número ordinal α > 0 admite una representación


α = 2ν0 + 2ν1 + · · · + 2νr ,
donde ν0 > ν1 > . . . > νr ≥ 0.
Demostración. En el Teorema 4.2.12 tomamos ξ = 2 y por lo tanto
ηi = 1 para i = 0, . . . , r. 

Corolario 4.2.14. Cada número ordinal α > 0 admite una representación


α = ν0 · η0 + ν1 · η1 + . . . + νr · ηr
donde r es finito, ν0 > ν1 > . . . > νr ≥ 0 y ηi ∈ N para i = 1, . . . , r.
Además ν0 , ν1 , . . . , νr son finitos si y sólo si α <
.
114 Números ordinales

Demostración. Si ν0 es finito, entonces α < ν0 +1 <


. Inversamente,
si α <
, entonces para el mı́nimo ordinal ζ(= ν0 + 1) tal que α < ζ se
tiene que ζ ≤ . Pero como ya hemos visto que no puede ser un ordinal
lı́mite, entonces ζ debe ser finito y por lo tanto ν0 , ν1 , . . . , νr también lo
son. 

Nota 22. En la representación del Teorema 4.2.12, ν0 no tiene que ser


necesariamente estrictamente menor que α, por ejemplo = 2
. Sin
embargo sı́ podemos afirmar que ν0 no puede ser mayor que α pues como
α < α + 1 y ν0 + 1 es el mı́nimo con esta propiedad, entonces ν0 ≤ α.

§ 4.3 Representantes para números ordinales según von


Neumann

Cuando se trabaja con clases, siempre es conveniente encontrar repre-


sentantes para estas clases que sean lo más simple posible. von Neumann
concibió el número ordinal α como el conjunto de todos los ordinales meno-
res que α. El caso aquı́ es que ya conocemos los números ordinales, ası́ que
para cada número ordinal α, daremos un conjunto denotado por rep(α)
que represente a α. Definiremos por recursión transfinita esta “función”
rep( ), es decir, construiremos una función
rep( ): clase de todos los ordinales −→ clase de todos los conjuntos
Antes de definir esta “función” rep( ), construiremos una corresponden-
cia entre números ordinales y conjuntos que, aunque no sea una función
formalmente hablando pues ni el dominio ni el codominio son conjuntos,
su comportamiento es como el de función y se puede decir esto mismo
sobre la correspondencia que existe cuando se aplica el Teorema de Recur-
sión Transfinita. Si denotamos por O la clase de todos los ordinales y por
C la clase de todos los conjuntos, sea G la función que a cada aplicación
f : W (α) −→ C , le hace corresponder el conjunto
G(f ) = {f (β) | β ∈ W (α)} (= Im(f )).
Por el Teorema de Recursión Transfinita, existe una función única
ϕ : O −→ C tal que ϕ(α) = G(ϕ|W (α)). Esto es
ϕ(α) = rep(α) = {rep(β) | β < α}.
Ejemplo 4.3.1.
(1) rep(0) = ∅.
§ 4.3 Representantes para números ordinales según von Neumann 115

(2) rep(1) = {∅}


(3) rep(2) = {∅, {∅}}.
(4) rep(3) = {∅, {∅}, {∅, {∅}}}.
Veamos que esta representación es efectivamente biyectiva y además ve-
remos cómo podemos recuperar el número ordinal α a partir del conjunto
rep(α). Antes de ver esto, demostremos el siguiente lema
Lema 4.3.1. Para todo número ordinal α, rep(α) ∈
/ rep(α).
Demostración. Por inducción transfinita sobre α.
Hipótesis de inducción: Para cada β < α, rep(β) ∈
/ rep(β).
Si se tuviera que rep(α) ∈ rep(α) = {rep(β) | β < α} existirı́a β < α
tal que rep(β) = rep(α) y como rep(β) ∈ rep(α), entonces rep(β) ∈ rep(β)
lo que contradice la hipótesis de inducción. 

Teorema 4.3.2.
(1) α < β si y sólo si rep(α)  rep(β) (y por lo tanto rep( ) es inyectiva),
(2) α < β si y sólo si rep(α) ∈ rep(β),
(3) (rep(α), ∈) es un conjunto bien ordenado y ord(rep(α), ∈) = α.
Demostración.
(1) Si α < β, entonces
rep(α) = {rep(γ) | γ < α} ⊆ {rep(γ)| γ < β} = rep(β).
Claramente no se puede dar la igualdad porque rep(α) ∈ rep(β) y si
este último fuera igual a rep(α), entonces se tendrı́a que rep(α) ∈ rep(α)
que por el Lema 4.3.1, no puede ser. Entonces rep(α)  rep(β).
Ahora supongamos que rep (α)  rep (β). Si se tuviera que β ≤ α
tendrı́amos entonces, por lo que acabamos de demostrar, que
rep (β) ⊆ rep (α)  rep (β), es decir, rep(β)  rep(β) que es imposible.
Entonces debe ser α < β.

(2) Si α < β, es inmediato que rep(α) ∈ rep(β). Inversamente, su-


pongamos que rep(α) ∈ rep(β) = {rep(γ) | γ < β}. Entonces existe un
ordinal γ < β tal que rep(α) = rep(γ), lo que implica por (1) que γ = α,
y ası́ α < β.

(3) Hemos demostrado en (1) que la función rep( ) es inyectiva, y por


(2), se tiene entonces que (rep(α), ∈) es isomorfo a ({β | β < α}, <) =
(W (α), <). Pero el conjunto bien ordenado (W (α), <) es representante de
α (Teorema 4.1.18). Por lo tanto ord(rep(α), ∈) = ord(W (α), <) = α. 
116 Números ordinales

Corolario 4.3.3. (rep(α), ∈) es un conjunto bien ordenado.


Veamos ahora, cómo se simplifican muchos conceptos sobre números
ordinales, usando la representación de von Neumann
Teorema 4.3.4.
(1) rep(α + 1) = rep(α) ∪ {rep(α)}, 
(2) α es ordinal lı́mite o cero si y sólo si rep(α) = rep(β),
β<α
(3) α es finito si y sólo si (rep(α), ∈) es doblemente bien ordenado.
Demostración.
(1) rep(α + 1)={rep(β) | β < α + 1}
={rep(β)| β ≤ α}
={rep(β)| β < α} ∪ {rep(α)}
=rep(α) ∪ {rep(α)}.
(2) Para cualquier número ordinal α, siempre es verdadera

rep(β) ⊆ rep(α),
β<α

sea α ordinal lı́mite o no.


Sin embargo, en el caso en que α es ordinal lı́mite, 
se tiene que β < α
implica β + 1 < α. Entonces rep(β) ∈ rep(β + 1) ⊆ rep(γ). Ası́ que
 γ<α
rep(β) ∈ rep(α) implica rep(β) ∈ rep(γ). Por lo tanto
γ<α

rep(α) ⊆ rep(γ) ⊆ rep(α)
γ<α

y de aquı́ se tiene la igualdad. 


Inversamente, si rep(α) = rep(β), α no puede ser sucesor, ya que si
β<α 
α = δ +1 para algún ordinal δ, teniendo en cuenta que rep(γ) ⊆ rep(δ)
γ<δ

rep(α) = rep(γ)

γ<α=δ+1
= rep(γ)

γ≤δ 
 
= rep(γ) rep(δ)
γ<δ
= rep(δ) = rep(α),
§ 4.3 Representantes para números ordinales según von Neumann 117

donde la última igualdad se da porque rep(γ) ⊆ rep(δ). Esto es, si α
γ<δ
es sucesor, la unión de los representantes anteriores es el representante de
α − 1. Por lo tanto α debe ser ordinal lı́mite o cero.

(3) α es finito si y sólo si W (α) es finito y W (α) es finito si y sólo si


(W (α), <) es doblemente bien ordenado, pero como
(W (α) , <) ∼= (rep (α) , ∈) ,
visto en la demostración del inciso (3) del Teorema 4.3.2, entonces
(rep(α), ∈) es doblemente bien ordenado. 
Lo que hemos hecho hasta ahora es que, a cada número ordinal α, le
hemos asociado un conjunto que denotamos rep(α). Si para estos con-
juntos no hubiéramos usado el concepto de ordinal, ellos servirı́an para
desarrollar una teorı́a de los números ordinales. Sin embargo, daremos
una caracterización de estos conjuntos donde no intervenga el concepto de
número ordinal y entonces estos conjuntos podrı́an servir para definir a
los números ordinales. Esta caracterización es la siguiente:
Teorema 4. 3.5. Un conjunto C es un conjunto representante para un
número ordinal si y sólo si satisface
(1) C es un conjunto transitivo, esto es, si x ∈ y y y ∈ C , entonces x ∈ C .
(2) (C , ∈) es un conjunto bien ordenado.
Demostración.
⇒) Sea C un conjunto tal que C = rep(α) para algún número ordinal α.
Debemos demostrar que C satisface las propiedades (1) y (2).
(1) Si rep(β) ∈ rep(γ) y rep(γ) ∈ C = rep(α), entonces, por (2)
del Teorema 4.3.2, se tiene que β < γ < α. Por lo tanto β < α y ası́
rep(β) ∈ rep(α) = C .

(2) Es el Corolario 4.3.3.

⇐)Inversamente, sea C un conjunto que satisface (1) y (2). Por (2),


(C , ∈) es un conjunto bien ordenado. Sea α = ord(C , ∈), demostraremos
por inducción transfinita que C = rep(α).

Hipótesis de inducción: Supongamos que la afirmación es verdadera


para todos los conjuntos D con las propiedades (1) y (2) tales que si
ord(D, ∈) = β < α, entonces D = rep(β). Por demostrar que C = rep(α),
donde α = ord(C , ∈).
118 Números ordinales

Afirmamos que cada c ∈ C es un conjunto que satisface también las


condiciones (1) y (2) con ord(c, ∈) < α.
Veamos que c es transitivo
Supongamos que c1 ∈ c2 y que c2 ∈ c. Como c ∈ C y C es transitivo,
entonces c1 , c2 ∈ C , y como ∈ es un orden, entonces c1 ∈ c. Por lo tanto
c es transitivo. Para ver que (c, ∈) es bien ordenado basta demostrar que
c = Cc , es decir, c es el segmento inicial de C determinado por c,
Cc = {d ∈ C | d < c} = {d | d ∈ c} = c.
Entonces (c, ∈) = (Cc , ∈) es bien ordenado por ser un subconjunto
del conjunto bien ordenado (C , ∈) y por ser segmento inicial, se tiene
γ = ord(c, ∈) = ord(Cc , ∈) < ord(C , ∈) = α y como c = Cc satisface
(1) y (2), por hipótesis de inducción Cc = rep(γ). Esto nos indica que
C ⊆ {rep(γ) | γ < α}. Por otro lado cada γ < α determina un segmento
Cc en (C , ∈) con ord(Cc , ∈) = γ, es decir, ord(c, ∈) = γ y esto es c = rep(γ),
por lo que rep(γ) ∈ C . Entonces C = {rep(γ) | γ < α} = rep(α). 
Con esta caracterización de los conjuntos representantes se puede desa-
rrollar una teorı́a de números ordinales en función de estos representantes.
En esta teorı́a un número ordinal en el sentido de von Neumann (s.v.N.)
se define como un conjunto que satisface las propiedades (1) y (2) del
Teorema 4.3.5 y a partir de aquı́ se desarrolla la teorı́a de ordinales en la
que se demuestra que cada conjunto bien ordenado es isomorfo a un único
número ordinal en el sentido de von Neumann.
En particular, cada conjunto (que sabemos que puede bien ordenarse
por el axioma de Elección) es equipotente a un número ordinal s.v.N.,
luego por el buen orden de los números ordinales, para cada conjunto A,
existe un mı́nimo número ordinal s.v.N equipotente a A. A este número se
le llama la cardinalidad de A , s.v.N. Si denotamos por cardv.N A a esta
cardinalidad, entonces
A1 es equipotente a A2 si y sólo si cardv.N. A1 = cardv.N. A2 .
Sin embargo debemos tener cuidado al identificar cardinales con ciertos
números ordinales y números ordinales con ciertos conjuntos con respecto
a las operaciones aritméticas debido a que la suma ordinal de números or-
dinales iniciales, en general no es un número ordinal inicial y en particular
no es el número ordinal de la suma cardinal correspondiente.
Por ejemplo ω1 + ω = ω1 y cardω1 + cardω = ℵ1 + ℵ0 = ℵ1 ,
ord(cardω1 + cardω) = ord(ℵ1 ) = ω1 .
§ 4.3 Representantes para números ordinales según von Neumann 119

Análogamente la potencia ordinaria de dos números ordinales no tiene


como representante, en el sentido de von Neumann la potencia conjuntista
de los respectivos representantes (s.v.N.). Por ejemplo
rep(1)1 = rep(1) = {∅},
mientras que
rep(1)rep(1) ={f | f : rep(1) → rep(1)}
={f | f : {∅} → {∅}}
={{(∅, ∅)}} ⊆ P({∅} × {∅})
En cuanto a la aritmética de los números naturales, puede desarrollarse
en esta teorı́a definiendo un número ordinal s.v.N. C tal que (C , ∈) es
doblemente bien ordenado.
Para desarrollar esta teorı́a, particularmente para la aritmética de los
números naturales, la condición (2) del Teorema 4.3.5, puede expresarse de
otra manera, evitando ası́ el concepto de buen orden, teniendo en cuenta
el siguiente lema
Lema 4.3.6. Sea C un conjunto. Son equivalentes
(1) (C , ∈) es un conjunto bien ordenado.
(2) (C , ∈) satisface
a) Para cada c1 , c2 ∈ C , c1 = c2 si y sólo si c1 ∈ c2 o c2 ∈ c1 ,
b)Para cada D ⊆ C , D = ∅ implica que existe d0 ∈ D tal que
d0 ∩ D = ∅.
Demostración.
(1) ⇒ (2) Sea (C , ∈) bien ordenado. Entonces (a) se satisface obviamente.
Para demostrar (b), sea D ⊆ C y D = ∅.
Sea d0 el mı́nimo de D respecto al orden ∈. Evidentemente ningún
elemento de D puede ser elemento de d0 , esto es, d0 ∩ D = ∅.

(2) ⇒ (1) Primero veremos que ∈ es un orden total.


1◦ / Por (a) cualesquiera dos elementos distintos son comparables.
2◦ / c ∈
/ c ∀ c ∈ C.
Supongamos que c ∈ c y sea D = {c}. Como D = ∅, por (b) existe
d0 ∈ D tal que d0 ∩ D = ∅. Pero d0 = c y como por hipótesis c ∈ C ,
entonces c ∈ c ∩ {c} = d0 ∩ D = ∅ lo que es un absurdo. Entonces c ∈ /c
∀ c ∈ C.
3◦ / ∈ es transitiva sobre C .
Sean c1 , c2 , c3 ∈ C tales que c1 ∈ c2 y c2 ∈ c3 . Debemos demostrar que
c1 ∈ c3 . Sea D = {c1 , c2 , c3 }. Por (b) existe d0 ∈ D tal que d0 ∩ D = ∅.
120 Números ordinales

Como c1 ∈ c2 ∩ D y c2 ∈ c3 ∩ D, entonces la única posibilidad para d0


es que d0 = c1 . c1 = c3 (ya que si c1 = c3 se tendrı́a que c2 ∈ c3 ∩ D =
c1 ∩ D = d0 ∩ D = ∅ que es un absurdo) y c3 ∈ / c1 (ya que si c3 ∈ c1 ,
entonces se tendrı́a que c3 ∈ c1 ∩ D = d0 ∩ D = ∅ que es un absurdo). Por
lo tanto, por (a), c1 ∈ c3 .
Por último veamos que ∈ es un buen orden.
Sea D ⊆ C y D = ∅. Por (b) sea d0 ∈ D tal que d0 ∩ D = ∅. Esto
significa que para todo d ∈ D con d = d0 se tiene, por la comparabilidad,
que d0 ∈ d. Como esto es para todo d ∈ D con d = d0 , entonces d0 debe
ser el mı́nimo de D, lo que muestra que ∈ es un buen orden. 
Para finalizar, presentamos a continuación un muy breve desarrollo de
la teorı́a de números ordinales utilizando el concepto de número ordinal
en el sentido de von Neumann.
La demostración de los siguientes dos lemas se puede ver en la demos-
tración del Teorema 4.3.5.
Lema 4.3.7. Cada elemento de un número ordinal, s.v.N., es un número
ordinal s.v.N..
Lema 4.3.8. Para un número ordinal s.v.N. C , cada c ∈ C es igual a un
segmento inicial de (C , ∈).
Demostración. Véase que Cc = {x ∈ C | x ∈ c} = c. 

Lema 4.3.9. Para dos números ordinales s.v.N. C y C  , si (C , ∈) es iso-


morfo a (C  , ∈), entonces C = C  .
Demostración. Sea ϕ : (C , ∈) −→ (C  , ∈) un isomorfismo. Demostrare-
mos que ϕ(c) = c para todo c ∈ C y entonces se tendrá que C = C  .
Supongamos que U = {c ∈ C | ϕ(c) = c} = ∅ y sea c0 ∈ C el mı́nimo
de U . Entonces para todo d ∈ Cc0 (el segmento inicial determinado por
c0 ) se tiene que ϕ(d) = d, por lo que Cc0 = ϕ(Cc0 ) = Cϕ(c  . Por el Lema
0)

4.3.8, Cc0 = c0 y Cϕ(c0 ) = ϕ(c0 ). Por lo tanto ϕ(c0 ) = c0 , lo que contradice
la elección de c0 . Por lo tanto U = ∅ y ası́ ϕ(c) = c para todo c ∈ C , lo
que significa que C = ϕ(C ) = C  . 

Teorema 4.3.10. La relación C1 < C2 si y sólo si C1 ∈ C2 para números


ordinales s.v.N es una relación de orden total.
§ 4.3 Representantes para números ordinales según von Neumann 121

Demostración.
(i) Para un número ordinal s.v.N. C no se puede dar C ∈ C ya que
si ası́ fuera, un elemento de C (que es C mismo) estarı́a relacionado (con
respecto a ∈) consigo mismo lo que no puede ser ya que ∈ es un orden
total. Por lo tanto C ∈/ C.

(ii) Si C1 , C2 y C3 son números ordinales tales que C1 ∈ C2 y C2 ∈ C3 ,


entonces debido a que C3 es transitivo, se tiene que C1 ∈ C3 .

(iii) Sean C1 y C2 números ordinales s.v.N tales que C1 = C2 y conside-


ramos los conjuntos bien ordenados (C1 , ∈) y (C2 , ∈). (C1 , ∈) y (C2 , ∈) no
pueden ser isomorfos ya que si lo fueran por el Lema 4.3.9, se tendrı́a que
C1 = C2 que por hipótesis no es ası́. Por el Teorema 4.1.14 se tiene que
(C1 , ∈) es isomorfo un segmento inicial de (C2 , ∈) o al revés. Supongamos
que (C1 , ∈) es isomorfo a un segmento inicial de (C2 , ∈), esto es, es un
elemento d ∈ C2 (Lema 4.3.8). Pero por el Lema 4.3.7, d es un número
ordinal s.v.N., por lo que C1 = d y ası́ C1 ∈ C2 . 

Corolario 4.3.11. Para cada número ordinal s.v.N. C se tiene que


C = {c | c es un número ordinal s.v.N. < C }
Demostración.
C = {c | c ∈ C }
= {c | c es un número ordinal s.v.N y c ∈ C }
= {c | c es un número ordinal s.v.N. y c < C }.
La segunda igualdad es por el Lema 4.3.7 y la tercera por el Teorema
4.3.10. 
La demostración del siguiente teorema es un ejercicio más que se deja
al lector.
Teorema 4.3.12. Cada conjunto de números ordinales s.v.N es bien or-
denado respecto al orden <.
Teorema 4. 3.13. Para cada conjunto bien ordenado (∆, <) existe un
único número ordinal s.v.N. C tal que (∆, <) es isomorfo a (C , ∈).
Demostración. Sea (∆, <) un conjunto bien ordenado y consideremos el
conjunto bien ordenado (∆, <) que resulta de ∆ al agregar un elemento a
tal que a < a ∀ a ∈ ∆.
122 Números ordinales

Definimos sobre ∆, por inducción transfinita, una función ϕ que a cada


a ∈ ∆ le hace corresponder un conjunto ϕ(a) tal que
ϕ(a) = {ϕ(x) | x ∈ ∆, x < a}.
Afirmamos que ϕ(a) es un número ordinal s.v.N. y que
ϕ : ∆ −→ ϕ(a) = {ϕ(a) | a ∈ ∆}
es un isomorfismo de (∆, <) en (ϕ(a), ∈).
1◦ / ϕ(a) es un número ordinal s.v.N
ϕ(a) es transitivo ya que si x ∈ y ∈ ϕ(a), entonces x = ϕ(a1 ), y
y = ϕ(a2 ) y a1 < a2 < a, por lo que x = ϕ(a1 ) ∈ ϕ(a).
2◦ / Basta ahora verificar que ϕ : ∆ −→ ϕ(a) es un isomorfismo de
(∆, <) en (ϕ(a), ∈).
Se tiene que ϕ(x) ∈/ ϕ(x) para toda x ∈ ∆. Su demostración la dejamos
como ejercicio.
ϕ preserva orden; si a1 < a2 en ∆, entonces ϕ(a1 ) ∈ ϕ(a2 ). En parti-
cular se tiene que ϕ(a1 ) = ϕ(a2 ) ya que ϕ(a1 ) ∈ / ϕ(a1 ) y por lo tanto ϕ es
inyectiva. Además, si a1 ≮ a2 , entonces a2 ≤ a1 , y ası́ ϕ(a2 ) ⊆ ϕ(a1 ), lo
que significa que ϕ(a1 ) ∈ / ϕ(a2 ) ya que si ası́ lo fuera, por la transitividad
resultarı́a que ϕ(a1 ) ∈ ϕ(a1 ) que ya hemos visto no puede suceder. Por
último ϕ es claramente suprayectiva y por lo tanto ϕ es un isomorfismo,
por lo que (ϕ(a), ∈) es bien ordenado y ası́ entonces (ϕ(a), ∈) es un número
ordinal s.v.N. isomorfo a (∆, <). 
§ 4.5 Ejercicios 123

§ 4.5 Ejercicios

4.1. Demuestra que la relación de isomorfismo entre conjuntos bien orde-


nados es reflexiva, simétrica y transitiva.
4.2. Demuestra que si f : (A, <A ) −→ (B, <B ) es un isomorfismo de
conjuntos bien ordenados, entonces f −1 : (B, <B ) −→ (A, <A ) es un iso-
morfismo de conjuntos bien ordenados.
4.3. Demuestra que si f, g : (A, <A ) −→ (B, <B ) son isomorfismos de
conjuntos bien ordenados, entonces g −1 ◦ f : (B, <B ) −→ (A, <A ) es un
isomorfismo de conjuntos bien ordenados.
4.4. Demostrar
 que el supremo del conjunto X del Teorema 4.1.26 es
δ=( W (γ) , <).
γ∈X

4.5. Sea C una cadena en la cual cada subconjunto numerable está bien
ordenado. Probar que C está bien ordenado.
4.6. Sea (X, ≤) una cadena y sean A y B subconjuntos de X tales que
X = A ∪ B y (A, ≤), (B, ≤) son bien ordenados. Probar que (X, ≤) es
bien ordenado.
4.7. Probar que cualquier cadena tiene un subconjunto cofinal (Un sub-
conjunto A de un conjunto parcialmente ordenado X se llama cofinal en
X si para todo x ∈ X existe a ∈ A tal que x ≤ a) y bien ordenado.
4.8. Demostrar que si α y β son ordinales tales que α ≥ 0 y β > 0,
entonces α + β > 0.
4.9. Demostrar que si α y β son ordinales tales que α = 0 y β = 0,
entonces α · β = 0.
4.10. Demostrar que no puede existir una sucesión monótona decreciente
infinita de números ordinales.
4.11. Sean (A, <A ) y (B, <B ) conjuntos bien ordenados y consideremos
α = ord(A, <A ), β = ord(B, <B ). Definimos el producto de α y β como
α ◦ β = ord(A × B, <A×B )
donde <A×B , llamado el orden antilexicográfico , se define como
(a, b) <A×B (a , b ) si b <B b o (b = b y a <A a )
124 Números ordinales

(i) Demostrar que <A×B es un buen orden en A × B.


(ii) Demostrar que no depende de los representantes A y B.
4.12. Demostrar que si α = 0, entonces αβ = 0, para cualquier ordinal β.
4.13. Demostrar que α < β si y sólo si rep (α) ∈ rep (β).
4.14. Demuestre el Lema 4.3.7. Sugerencia: Véase la demostración del
Teorema 4.3.5.
4.15. Demuestre el Lema 4.3.8. Sugerencia: Véase la demostración del
Teorema 4.3.5.
4.16. Demuestre el Teorema 4.3.12. Sugerencia: Véase la demostración
del Teorema 4.3.2; y note que W (γ) = γ.
Bibliografı́a
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[He] Hernandez, F, Teorı́a de Conjuntos, una introducción, Aportaciones


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[Ku] Kuratowski, K, Set theory, North-Holland, Amsterdam ; New York,


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[Th] Thomas, T, Sets Theory, Springer Verlag, Berlin, 2003.

[Zu] Zuckerman, M, Sets and transfinite numbers, Macmillan, New York,


1974.
Índice alfabético

buen orden, 19 universal (no existencia), 5


vacı́o, 1
cadena, 19 conjuntos
cardinal ajenos, 3
finito, 54 ajenos dos a dos, 3
infinito, 54 del mismo tipo de orden, 88
lı́mite, 65 equipotentes, 37
número, 38 semejantes, 88
clase contradominio de una función, 9
de equivalencia, 13 cota
representante de una, 14 inferior, 19
codominio de una función, 9 superior, 19
cofinal, 123
comparables (elementos), 17 diferencia
composición de conjuntos, 3
de funciones, 11 simétrica, 21
de relaciones, 8 dirección, 22
conjunto doble buen orden, 52
f -invariante, 26 dominio
cardinalidad de un, 118 de una función, 9
bien ordenado, 19 de una relación, 7
cociente, 16
convexo, 28 elemento distinguido, 67
finito, 50
indicado, 12 familia
inescindible, 26 de conjuntos, 3
infinito, 51 indicada, 12
numerable, 58 filtro, 22
parcialmente ordenado, 16 función, 9
potencia, 6 de selección, 29
saturado, 26 biyectiva, 11
totalmente canónica, 16
ordenado, 19 constante, 10

127
128 Índice alfabético

identidad, 10 minimal, 18
inclusión, 11
inyectiva, 11 número
proyección, 10 cardinal, 38
que preserva el orden, 87 ordinal, 91
restricción de una, 11 no pertenencia, 1
sucesor, 72
orden
suprayectiva, 11
antilexicográfico, 123
vacı́a, 10
parcial, 16
Hipótesis total, 19
Generalizada del Continuo, 66 ordinal
limite, 95
imagen sucesor, 95
de un subconjunto bajo una función,
11 par no ordenado, 2
de un subconjunto bajo una par ordenado, 6
relación, 9 partición, 14
de una función, 9 pertenencia, 1
de una relación, 7 potencia
directa de números cardinales, 49
de una función, 11 de números ordinales, 107
de una relación, 9 primer ordinal infinito, 97
inversa Principio de Inducción Transfinita, 86
de una función, 11 producto
de una relación, 9 cartesiano, 6, 29
infimo, 19 de cardinales, 46
intersección, 2 de ordinales, 102
de una familia de conjuntos, 4
inversa rango
de una relación, 7 de una función, 9
inverso relación, 7
derecho de una función, 12 de orden
izquierdo de una función, 12 lineal, 19
isomorfismo parcial, 16
de conjuntos bien ordenados, 88 sobre cardinales, 38
de Sistemas de Peano, 71 sobre ordinales, 91
total, 19
leyes de equivalencia, 13
de Morgan, 3 asociada a f , 26
distributivas de conjuntos, 3 inversa, 7
retı́cula, 27
máximo, 18 completa, 27
mı́nimo, 18
cardinal infinito, 58 saturación de un conjunto, 26
maximal, 18 segmento inicial, 27
menor o igual, 17 Sistema de Peano, 67
Índice alfabético 129

subconjunto, 2
propio, 2
sucesor, 66
suma
de cardinales, 44
de ordinales, 99
supremo, 19

Teorema
de Cantor, 43
de Recursión Transfinita, 86
de Schröder-Bernstein, 39
torre, 32

unión, 2
ajena, 43
unitario, 1
Introducción a la teoría intuitiva de conjuntos (cardinales y ordinales)
editado por la Facultad de Ciencias de la
Universidad Nacional Autónoma de México,
se terminó de imprimir el 17 de diciembre de 2011
en los talleres de Navegantes de la Comunicación Gráfica, S.A. de C.V.
Pascual Ortiz Rubio No. 40, San Simón Ticumac,
Delegación Benito Juárez, C.P. 03660. México, D.F.

El tiraje fue de 500 ejemplares.

Está impreso en papel cultural de 90 grs.


En su composición se utilizó tipografía Modern computer
de 12:14, 18:20 puntos de pica.
Tipo de impresión: offset.

El cuidado de la edición estuvo a cargo de


Mercedes Perelló Valls.

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