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GUÍA DE ESTUDIO HISTORIA, GEOGRAFÍA Y CS.

SOCIALES

Nombre: ___________________________ Curso: 8º Año Fecha: __________

EL RENACIMIENTO (Siglos XV y XVI)

La Creación de Miguel Ángel

La sociedad de la Edad Media había situado a Dios en el centro del universo, explicando el mundo y la
sociedad a través de él. Sin embargo, a partir de finales del siglo XIV, varios pensadores comenzaron a
ubicar al hombre en el centro del mundo y a interesarse por las posibilidades que ofrecía la existencia
terrenal al ser humano. Se denominó Renacimiento al movimiento por el cual las artes, la cultura, las
ciencias, las letras, la propia vida de los pueblos, sufrió una sacudida en busca de la belleza y de
la verdad. Las causas que lo motivaron fueron múltiples, y diversos los factores que determinaron su
aparición. Algunos de tipo netamente material, y otros de índole religiosa o filosófica. La principal
característica de este movimiento cultural fue la admiración profunda por la antigüedad greco-latina.

ACTIVIDADES:

1. Explica las principales causas que permitieron la aparición del Renacimiento.


2. Nombra los principales artistas del Renacimiento
3. Realiza una pequeña reseña histórica de Leonardo Da Vinci
Resurgimiento urbano y comercial

Aunque durante el Medioevo nunca se extinguió completamente la vida urbana en Europa, después de
las invasiones germanas, las ciudades más importantes decayeron, situación que se mantuvo durante el
apogeo del feudalismo, hasta los últimos siglos de la Edad Media.
El aumento de la producción agrícola, que se desarrolló entre los siglos XI y XII d.C., gracias a las nuevas
técnicas y herramientas aplicadas a la agricultura (como el arado sobre ruedas, los molinos de viento y
agua y el barbecho), produjo un excedente en la producción, que permitió alimentar una población más
grande y con mayores necesidades.

Esto impulsó el resurgimiento de las ciudades y el desarrollo del comercio, ya desde el siglo XI, pero con
más fuerza desde el siglo XIII.
Este resurgimiento urbano comenzó a manifestarse cuando los artesanos y mercaderes se instalaron en
las cercanías de un castillo o un monasterio, o bien cerca de un río o del mar. Atraída por los productos o
las posibilidades de intercambio, la población fue aumentando. Las ciudades medievales eran
aglomeraciones pequeñas que muy pocas veces superaban los 10.000 habitantes. Generalmente se
rodeaban de murallas que servían tanto de protección física como de demarcación de su protección
jurídica. Desde tiempos del Imperio Romano, las ciudades conservaron cierta autonomía, que se
manifestaba en la generación de sus propias autoridades así como en su capacidad para administrarse
por sí mismas.
En tiempos del feudalismo, por regla general, las ciudades no estaban sujetas a un señorío directo sino
que dependían de señores lejanos, que no controlaban a sus habitantes de la misma forma que lo hacían
en el campo, con los siervos de la gleba, por ejemplo. Por eso, en estas ciudades se gozaba de mayores
libertades personales y, en términos jurídicos y para el pago de impuestos, se respondía a reyes o a
señores territoriales mayores y lejanos.
Las nuevas ciudades estaban en constante crecimiento demográfico pues se transformaron en polos de
atracción para los inmigrantes rurales que, arriesgándose a perder la protección de un señor, buscaban
libertad y oportunidades de trabajo en el comercio y la artesanía. La migración cualificada (personas que
dominaban un oficio), que podía significar un aporte para el bien común, siempre fue bienvenida en las
ciudades. Ellas también se convirtieron en centros administrativos, políticos, industriales y en mercados
donde se traía la producción agrícola excedente para intercambiarla por productos manufacturados y
materias primas.
Estos primeros centros urbanos se llamaron burgos, y sus habitantes, los burgueses; basaban su poder
en el dinero y no en la posesión de tierras, como los nobles. Se dedicaron al comercio, aumentaron sus
capitales y poco a poco fueron adquiriendo el control de la economía de las regiones que habitaban.
La burguesía, que poseía una mentalidad favorable a los cambios, participó activamente en el
reordenamiento social y económico que vivió Europa desde fines del siglo XI. Con una concepción del
mundo más dinámica, este grupo buscó sus propias áreas de participación creando organizaciones que
la representaran: consejos municipales, gremios, sociedades y ligas. Por otra parte, agilizó el proceso de
descomposición de la sociedad feudal y se convirtió en un importante aliado de los reyes, que combatían
a la nobleza feudal en su lucha por dar forma a las poderosas monarquías nacionales.
Esta alianza entre la burguesía y los reyes contra la nobleza feudal se dio en países como Gran Bretaña,
Francia, España y Portugal, donde los monarcas, más pragmáticos, tendieron a consolidar su poder,
conformando estados nacionales. El caso de Alemania, Italia y Flandes fue distinto, porque en ellos las
ciudades, ya en el siglo XII y con el objeto de defender sus libertades (amenazadas por las aspiraciones
universales del poder imperial) y enfrentar desafíos comunes, se unieron en ligas –la Liga Hanseática y la
Liga Lombarda– lo que anticipa los esfuerzos que deberá realizar la burguesía contra el poder real, más
tarde, en las otras naciones europeas.

Observa la siguiente imagen y responde la siguiente pregunta.

¿Qué aspectos de una ciudad crees que propiciaban el contagio de enfermedades y pestes?

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