El machismo y el poder

Es evidente la existencia de respeto, temor e incluso sumisión por parte de los pobladores

hacia un gobierno dictatorial, empoderado, visto como un olimpo, precedido por una

divinidad como era “El Generalísimo”, pero ¿esta situación de sumisión sería suficiente para

que las mujeres fueran consideradas como un objeto, un animal o algo desechable? Hechos

habituales como acostarse con esposas de subordinados o llegar hasta el punto de violar a una

escolar, eran cometidos frecuentemente por personas con poder. Entonces podría decirse que

un desagradable machismo se encuentra fuertemente encarnado en los gobiernos absolutistas,

en donde los hombres son considerados personas gratas.

En esta novela se observa como un hombre con poder como lo era Trujillo, podía

manipular a sus subordinados y aprovechar en acostarse con las esposas de estos,

considerándolas como animales u objetos y que este podía alardear de ellas como si fueran

trofeos.

“Yo he sido un hombre muy amado. Un hombre que ha estrechado entre sus brazos a las

mujeres más bellas de este país. Ellas me han dado la energía para enderezarlo… ¿Saben

ustedes cuál ha sido la mejor de todas las hembras que me tiré?…La cabeza de cabellos

plateados buscó y encontró…! La mujer de Froilan¡…Froilan había heroicamente

sonreído, reído, festejado con los otros la humorada del Jefe” (IV,p 45).

También es notoria la sencillez con la que se relaciona a la mujer como un objeto sexual,

objetos que, dependiendo de la condición económica y social, necesitarían un menor o mayor

esfuerzo para poder “usarlas”.

“¿A cuántas dominicanas sedujo, secuestró, violó, el bello Ramfis? A las criollas no les

regala Cadillacs ni abrigos de visón, como a las artistas de Hollywood, después de

tirárselas o para tirárselas. Porque, a diferencia de su pródigo padre, el buen mozo

 Ramfis es, como doña María, un avaro. A las dominicanas se las tira gratis, por el honor

de ser tiradas por el príncipe heredero, el capitán del invicto equipo de polo del país, el

teniente general, el jefe de la Aviación” (VII,p77).

De igual forma desde el momento en el que “cerebrito”, padre de Urania, ofreciera a esta

para probar su lealtad hacia Trujillo. Observamos como otra vez las mujeres son un medio

para negociar, sin importar de que sea una hija o esposa.

Se colige que cuando existe poder por parte del género masculino, especialmente en el

ámbito político como lo es una dictadura, la mujer es considerada un ser inferior y

manipulable capaz de satisfacer necesidades carnales.