I. LA PLANEACION
1. Sobre la planeacién
La planeacién ha sido un tema central en los discursos y las practicas del
desarrollo. La planificacién es considerada como una herramienta vital para
pensar y crear el futuro. En general, para Carlos Matus:
«Planificar significa pensar antes de actuar, pensar con método, de manera
sistematica; explicar posibilidades y analizar sus ventajas y desventajas,
proponerse objetivos, proyectarse hacia el futuro, porque lo que puede o no
ocurrir maiiana decide si mis acciones de hoy son eficaces o ineficaces. La
planificacién es la herramienta para pensar y crear el futuro. Aporta la visién
que traspasa la curva del camino y limita con la tierra virgen aiin no transitada
y conquistada por el hombre, y con esa vista larga da soporte a las decisiones
de cada dia, con los pies en el presente y el ojo en el futuro. Se trata por
consiguiente de una herramienta vital. O sabemos planificar 0 estamos obligados
a la improvisacién (...) La planificacién no es otra cosa que el intento del
hombre por gobernar su futuro, por imponer la razén humana sobre las
circunstancias». (Huertas, 1994),
Debe quedar claro que planear es programar, optimizar recursos; saber hacia
dénde se va y como llegar.
Este concepto «encarna la creencia que el cambio social puede ser mani-
pulado y dirigido, producido a voluntad». Asi, la idea de que los paises 0 las
localidades pobres podrian moverse mas 0 menos facilmente al lo largo del
camino del progreso mediante la planificacién, ha sido siempre tenida como
una verdad indudable (Escobar, 1999:55).
En la planificacién se conjugan aspectos técnicos y politicos. «En sentido
estricto, la planeacién es aquel proceso técnico cuyo objeto de trabajo es la
organizacién de un conjunto de actividades a través del tiempo para hacer
posible el cumplimiento de metas institucionales y objetivos sociales. En sentido
amplio, la planeacién es un proceso politico y técnico que busca la realizacion
de futuros deseados a través de la participacién, la negociacién y la concertacién
de intereses y necesidades en conflicto. En un sentido idealista, planear es
analizar el devenir y pensar el futuro para tomar decisiones sobre la evolucién,
de la sociedad» (Suarez, 2000).Q Arizaldo Carvajal Burbano
El profesor Yehezkel Dror define la planificacién como «el proceso de
preparacién de un conjunto de decisiones respecto a la actividad en el futuro,
basdndose en investigacién, reflexién y pensamiento sisteméticos». Gaston
Berger, un representante de la planificacién que enfatiza la construccién del
futuro, la define de la siguiente manera: «La planificacion es una reflexién
sobre el futuro que conduce a una ciencia de la practica porque pretende conocer
las condiciones de la accién presente sobre las cuales se pretende decidir una
6ptima orientacién. El futuro no es un reflejo del pasado sino, ademés, por
poder visualizarse, es susceptible de ser disefiado y construido con creatividad
e imaginacién, de forma activa porque es el hombre quien maneja su vida»
(citados en Castillo, 1999).
Podriamos seguir dando definiciones de la manera como puede ser entendida
la planificacién. No obstante, para objeto de este estudio deseamos partir de la
nocién de planificacién como un cuerpo de teoria general que puede ser aplicado
a cualquier actividad humana donde es necesario un esfuerzo por alcanzar un
objetivo. Esta nocién, muy cercana al tipo ideal weberiano de accién social
racional con arreglo a fines, puede resultar muy amplia. No obstante, tiene la
ventaja que nos permite entender que pueden existir diferentes modelos de
planificacién y que su objeto no puede reducirse a la optimizacién de la
produccién econémica (Castillo, 1999:5).
Ruth Saavedra (2003) concluye que la planificacién del desarrollo «es un.
proceso de accién social, esta estrechamente ligado dirigir 0 gobernar, lo cual
implica concebir su teoria y su praxis no solamente como proceso técnico,
sino también politico, facilitador de la toma de decisiones, de la gestion social,
de la participacién y la concertacién entre los diferentes actores sociales, —
quienes, como se observa en la realidad, actian con diversa racionalidad, vision
y estrategias muchas veces contradictorias entre si. Ello significa entender que
la planificacién esta «al servicio de formas de racionalidad social superiores— —
las propias de gobernar una sociedad, no las de un gobierno particular- y por lo
tanto que es un proceso sustantivo para la sociedad».
En este sentido, la planificacién del desarrollo busca darle coherencia, —
congruencia racionalidad, rumbo y direccién a la gestion gubernamental, # 4
legitimada a través de la participacién y concertacién con los diferentes actores
Planeacién participativa: Diagnéstico, plan de desarrollo y evaluacién de proyectos. 4B
sociales que conforman la sociedad. Sin embargo (...), la accién social
gubernamental tiene un cardcter planificado slo cuando es consecuencia de
un esfuerzo conciente de anticipacién al futuro, de reduccién de los margenes
de incertidumbre, de incoherencias e incongruencias que la afectan, y que
ademis legitime los medios adecuados para el logro de esa situacién futura
deseada y posible. Ello es diferente «al andar errético de una administracion
que sélo considera un conjunto de acciones rutinarias sin vision de futuro»
(Saavedra, 2003:45).
En nuestro contexto se ha hecho énfasis en la dimensién técnica del proceso,
descuidando los aspectos politicos y culturales del mismo. La planificacién se
apoya en practicas consideradas racionales u objetivas, «pero que son en realidad
altamente ideoldgicas y politicas». Y, como lo expresa Escobar, la ciencia y la
planificacién son vistos como neutrales, deseables y universalmente aplicables;
mientras, en verdad, se estaba transfiriendo una experiencia civilizatoria entera
y una particular racionalidad al Tercer Mundo mediante el proceso del
«desarrollo», Se estaba asegurando un funcionamiento del poder.
Practicas institucionales como la planificacién e implementacién de
proyectos, por otra parte, da la impresién que la politica es el resultado de
actos discretos, racionales, y no el proceso de conciliar intereses en conflicto,
un proceso en el que se hacen elecciones, se efectian exclusiones y se imponen
visiones del mundo (Escobar, 1999:68).
2. La planeacién pai pativa
La planificacién participativa hace hincapié en situar a los ciudadanos en el
centro de las decisiones. Aqui se utiliza el término «participacién» en su sentido
mas amplio, para incluir aquellos procesos de transparencia, apertura, de toma
de decisiones, de «dar voz» tanto en escenarios publicos como corporativos.
Asi, desde una perspectiva integral de desarrollo, la participacién no se refiere
tnicamente al hecho de votar. Los procesos participativos comprenden el
dialogo abierto, asi como el amplio y activo compromiso ciudadano. Durante
muchos afios se ha venido discutiendo la relaci6n entre democracia y desarrollo,
de la importancia de la participacién en estos procesos. Diversas experiencias
-en desarrollo local- muestran que los Pprocesos ampliamente participativos
(de «dar voz», apertura y transparencia) promueven un desarrollo a largo plazo4 Arizaldo Carvajal Burbano
verdaderamente exitoso. Esto no significa que dichos procesos garanticen el
éxito o que no existan riesgos inherentes a dichos procesos; significa, en cambio,
«que el comprender la importancia que tienen los procesos abiertos,
transparentes y participativos para el desarrollo, nos ayuda a disefiar politicas
-estrategias y procesos- con mayores posibilidades de conducir al crecimiento
econdmico a largo plazo y a reforzar las virtudes de los procesos mismos»
(Stiglitz, 2000:4). La planeacién participativa es un paso importante para
construir una verdadera democracia local. Pero, como afiade Escobar, «la
planificacién ‘participatoria’ o de nivel local, en realidad, es mas frecuentemente
concebida no en términos de un poder popular que la gente pueda ejercer, sino
como un problema burocratico que la institucién del desarrollo debe resolver»
(Escobar, 1999:73).
‘Alvaro Obando (2003) ahonda en los sentidos sociales y politicos de la
planeacién participativa. Expresa que los sentidos de la planeacién participativa
como propuestas de la ciudadanja, parten de entender que ésta es un proceso
de construccién social con caracteristicas de continuidad y sostenibilidad, que
busca la identificacién, la explicacién y la orientacién de las transformaciones
producidas y tambien las pretendidas para la ciudad, las comunas y las zonas.
«El hecho de que la planeacién participativa sea un escenario estratégico para
las comunidades y organizaciones sociales, donde convergen diversos intereses
y motivaciones, hace que en ella, concurran miradas y expectativas variadas; a
lo que se le suma la compleja realidad de las comunidades y zonas con sus
problematicas estructurales y contextuales del desarrollo y a la vez elementos
potenciadores del mismo» (p.13).
En el campo de la planeacién participativa, el autor hace una interesante
clasificacién de ocho estrategias con referencia a la misma. Veamos:
Estrategia de formacién de identidad
Para Obando (2003:15), los planes de desarrollo formulados con referentes
globales externos a la propia cosmovisién de las sociedades especificas, en la
generalidad de los casos fueron y contintian siendo desprovistos del elemento
fundador de la identidad. Contradiciendo ese modelo de planificacién y
desarrollo excluyente de la particularidad, la especificidad y la dindmica propia,
Arocena (citado en Obando, 2003) sefiala: «Nuestros estudios sobre procesos
Planeacién participativa: Diagnéstico, plan de desarrollo y evaluacién de proyectos 45
de desarrollo local han mostrado la importancia de la dimensi6n identitaria. No
es posible la existencia de procesos exitosos de desarrollo local sin un
componente identitario fuerte que estimule y vertebre el potencial de iniciativa
de un grupo humano». En este orden de ideas, la planeacién participativa se
mira en tanto construccién y apuesta colectiva, procesada en el conocimiento
de su propia historia, de la realidad particular, de la cotidianidad, de la
multiplicidad de relaciones que establecen sus actores zonales y locales en
conexién con la ciudad, fortifica las vecindades, las interrelaciones y las
solidaridades.
Al concebirse la planeacién participativa como un escenario de consensos
de varios actores, en unas realidades concretas y un territorio determinado, se
convierte simultaneamente en un proceso de identificacién y autoidentificacién
frente a otros externos y a la vez es un entramado de relaciones que se vuelven
factor de desarrollo en la medida en que potencia el caudal conocido y el no
explorado para movilizarlo en funcién de los intereses comunitarios (p.15).
Asi, la formacién de identidad en estos términos es la aproximacién al
nosotros, a la mismicidad colectiva de unas comunidades que mediante los
procesos planificadores de su propio desarrollo aplica la capacidad de la
iniciativa propia que incorpora imaginarios y suefios de futuro. «La formacién
de identidad desde la que parte y, al mismo tiempo propicia la planeacién
participativa, es la que emerge y se consolida en las cotidianidades comunitarias
y sociales en cada interaccién comunicativa y participativa con ellos y frente a
los otros» (p.16).
Lo sefialado anteriormente, «nos hace pensar que las propuestas de planes
participativos de desarrollo, no sdlo son construcciones internas de comunidades
que optan por esta estrategia para transformar realidades concretas, sino que
también son construcciones propias que se ponen en juego en contraposicion
aunos modelos excluyentes de desarrollo y a la vez tienen el 4nimo de insertarse
en ambitos culturales e identitarios mas globales como las ciudades y las
regiones».
Refiriéndonos a la planeacién participativa como estrategia ciudadana para
fortificar y construir identidades, el planteamiento de Cortina, pone el referente
de la identidad como sustrato desde el que se legitima la ciudadania. La