Y
Vafþrúðnir
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Tiembla ante mis pasos, mi saber opaca el
heroísmo de aquel que se dice más sabio
que yo, que mi sombra cubra tu ignorante
ser.
Vafþrúðnir “Afthrúndir”
El gigante sabio.
Uno de los gigantes en la mitología nórdica; fue anfitrión en una batalla de ingenio en la cual se
enfrentó a Odín. Este último le derrotó, tal cual aparece en el poema Vafþrúðnismál, que esta
escrito en la tercera parte de la Edda poética.
La obra comienza con Odín pidiendo consejos a Frigg (esposa de odin), preguntándole si sería
sabio buscar la morada de Vafþrúðnir. Frigg le aconseja que no emprenda esta búsqueda
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diciéndole que Vafþrúðnir es un gigante extremadamente poderoso, el más poderoso que ella
conoce. Sin embargo Odín no le hace caso. Así Odín partió a ponerse a prueba con el gigante, a
confrontar saber con saber: En el Palacio del padre de Ím Ygg, el Temeroso, entró.
ODÍN: ¡Salud Amigo! De lejos he venido para visitarte, Vafthrúdnir. Ardo en deseos de conocer si tú
eres sabio a medias o todo un sabio, tal como he oído.
AFTHRÚDNIR: ¿Quién eres tú? ¿Quién es el que se atreve a lanzarme palabras provocadoras? A
menos que no seas de los dos el de más saber no abandonarás este Palacio con vida.
ODÍN: Mi nombre es Gagnrád (haciéndose pasar por otra persona), desde el camino llegué a tu
sala necesitado de comida y bebida; mucho he viajado por tu bienvenida, sabio gigante.
VAFTHRÚDNIR: Dime, Gagnrád, por qué hablas desde el suelo y no tomas asiento; debes
demostrarme quién tiene más conocimiento, si el huésped o el viejo anfitrión.
Odín, Padre de Todo, también tenía la reputación de ser el más sabio. Había ganado su inmensa
sabiduría al costo de uno de sus ojos, como pago por poder beber del pozo de Mimir. Ansioso por
probarse a sí mismo que nadie podía superarlo en conocimiento, decidió ponerse a prueba con el
más sabio de los hombres. Para ello, consultó con Frigg quién podría ser el contendiente. Su
esposa le respondió que la persona que buscaba era el gigante Vafthrudnir, pero que enfrentarlo
podía resultar demasiado peligroso, ya que el gigante era un ser muy poderoso. Había conseguido
su vasto conocimiento del mundo y de todo lo que éste contiene consultando a los muertos.
A Odín no le importaba el peligro si con ello podía hacerse del título, de una vez por todas, de ser el
más sabio. Nadie podía poner en duda su reputación. Sin embargo, en una cosa sí escuchó el
consejo de Frigg: iría disfrazado. Viajó a Jotunheim, a la morada del gigante de escarcha, bajo el
nombre de Gangrad ("victoria"). Al llegar al castillo del gigante, éste lo recibió amablemente, como
dictan las leyes de hospitalidad entre los vikingos. Cuando Gangrad le expuso el motivo de su visita,
Vafthrudnir se tomó las cosas con mucha calma. Sonriendo, le dijo que aceptaría poner a prueba
quién de los dos era el más sabio, si hubiera una apuesta de por medio. El vencedor podría
reclamar la cabeza de su oponente.
Aunque aquello estaba tomando un camino que Odín no había previsto, ya había llegado
demasiado lejos para retroceder, así que aceptó. Sólo una regla aplicaría, que quien hiciera la
pregunta debía conocer la respuesta, de otra manera no sería una competencia justa. Ambos
estuvieron de acuerdo y el concurso comenzó.
Primero sería el turno de Vafthrudnir. Comenzó preguntando por los nombres de los caballos que
conducen a Dag y Nött, por el nombre del río que divide Asgard de Jotunheim y por el nombre del
campo donde los dioses enfrentaría al gigante Surtur en su última batalla. A todo contestó Gangrad
correctamente.
Entonces fue el turno de Odín. Preguntó por el nombre del primer gigante de cuyo cuerpo los dioses
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extrajeron el material para todo lo creado, por el nombre del padre de Sól y Mane, por los nombres
de los padres de Dag y Nött, por los nombres de los padres del invierno y el verano, por el nombre
del hijo y el nieto de Ymir, por el lugar de nacimiento de Ymir, por cómo habían nacido los primeros
hijos de Ymir, por cómo había sido el nacimiento de Bergelmir, por cómo se produce el viento, por el
nacimiento de Njord entre los Vanir, por el destino de los Einherjar y de cómo pasan sus días en
Valhalla, por cómo las runas pueden decir el futuro de dioses y gigantes, por cuál sería el destino de
los hombres despues de Ragnarök, por quién sucedería a Sól como astro regidor del cielo después
de la muerte de los dioses, por los nombres de las doncellas que protegen a los hombres de los
gigantes, por los nombres de los dioses que
sobrevivirían a la destrucción del mundo y reinarían en
lugar de Odín y por quién asesinaría a Odín en la
batalla final. A todo esto contestó Vafthrudnir
acertadamente.
"Ningún hombre puede saber lo que en tiempos antiguos le dijiste a tu hijo al oído; con esta funesta
boca, la caída de los dioses y mis cuentos antiguos he contado. Contra Odín en conocimiento me
he enfrentado, pero el más sabio siempre serás tú".
La última pregunta quedó entonces sin respuesta. Nunca sabremos las últimas palabras que Odín
dijo a su hijo más amado antes de enviarlo a las profundidades de Helheim.
(Discurso de Vafthrúdnir)
(ODÍN)
(FRIGG)
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pues no sé de un gigante que tan fuerte sea
como Vafthrúdnir los es.”
(ODÍN)
(FRIGG)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(VAFTHRÚDNIR)
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a prueba pondremos quién sabe más,
el huésped o el viejo thul.”
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
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“Ifing llaman al río que demarca el terreno
de gigantes y dioses;
libre por siempre habrá de correr,
sin helarse, el río.”
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
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(VAFTHRÚDNIR)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
8
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
9
¿de dónde llega el viento, que trasvuela las ondas?,
nunca nadie lo ve.”
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
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(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
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“Tres grandes ríos de las hijas de Mögthrasir
caerán en los desiertos;
las hamingjar van por el mundo,
mas trolls las engendraron.”
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(ODÍN)
(VAFTHRÚDNIR)
(VAFTHRÚDNIR)
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Con Odín compito en sabiduría, mas tú siempre
serás el más sabio.”
Meditación Rúnica
Así pues, aquel que quiera aprender los secretos de la meditación rúnica
deberá ser constante en su empeño y aprender a dominar las runas. Se
necesitara de tranquilidad, relajación y paciencia, así como de cartas que nos
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reflejen las runas sobre las que pretendemos meditar.
1.- Para comenzar podremos realizar alguno de los rituales de protección si así lo deseamos, un buen
ritual sería el rito del martillo. Nos concentraremos visualizando el anillo rúnico a nuestro alrededor. A
continuación adoptaremos una postura cómoda dentro del anillo y dirigiremos nuestra mirada al norte,
al este o en el angulo de la runa meditada en el circulo.
2.-Cogeremos la carta que tenga gravada la runa elegida para la meditación y la colocaremos
en algún lugar que se encuentre a la altura de nuestra mirada. Con la mirada y la concentración puesta
sobre la runa comenzaremos a recitar el Galdr mientras visualizamos la forma de la runa (para un
principiante bastará con recitar el nombre de la runa), esto puede hacerse en voz alta o para nosotros
mismos. Si tenemos un nivel más avanzado podremos visualizar el significado de la runa en segundo
plano mientras recitamos el Galdr. Este punto requiere mucha concentración.
3-. Cerraremos los ojos y continuaremos visualizando la runa en el ojo de de nuestra mente (el llamado
tercer ojo que se encuentra a la altura del entrecejo) y continuaremos visualizando el significado de la
runa junto con su canto. Esta contemplación interior puede resultar muy difícil para el principiante, ya
que al principio le costara mantener la figura rúnica en la mente sin distracciones. Es común que el
practicante tenga que abrir los ojos un par de veces para contemplar y restaurar de nuevo la forma de la
runa en la mente.
4.- Mantened este estado durante varios segundo, hasta llegar si es posible a cinco segundos y
mantened un estado de silencio interior prestando atención. En este momento deberemos entonar la
palabra de la runa de forma fuerte y enérgica puesto que es en este momento en el que, si hemos
realizado bien todo el ejercicio, la runa y el hombre se volverán uno solo.
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6.- Cuando el vinculo se haya roto deberéis dar por terminado el trabajo. Podréis usar una forma como
"Ahora el trabajo ya ha sido realizado" y acto seguido podréis abrir los ojos de nuevo y deshacer el
anillos de runas que creasteis al principio del ejercicio.
Cuanto más constantes seáis en el empeño y más duro trabajéis, menos trabajo os costará alcanzar ese
estado de contemplación rúnica y mas secretos de las runas estarán a vuestro alcance. Descubriréis que
os sentís más intuitivos e inspirados, no como si hubierais descubierto un tesoro, sino como si hubieseis
recuperado una parte de vosotros mismos que se encontraba perdida.
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