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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE SANTO DOMINGO

Primada de América
Fundada el 28 de Octubre del 1538

Facultad de Humanidades

SUSTENTANTE
JULIO LORENZO

MATRICULAS
100-528929

TEMA
TRABAJO FINAL

ASIGNATURA
FUNDAMENTO DE LA HISTORIA SOCIAL DOMINICANA

SECCIÓN
F-9

PROFESOR
LICDA. MARÍA DE LA CRUZ BURDER

Santo Domingo Norte


29 de Noviembre del 2018
Introducción

En la primera ocupación militar norteamericana del territorio dominicano se produjeron


acontecimientos y reacciones de protestas contra la presencia de las tropas
norteamericanas que desembarcaron en los primeros días del mes de mayo de 1916, y a
favor de la soberanía perdida. Pero más allá de las protestas, las acciones de la prensa y
del sector nacionalista se convirtieron en la punta de lanza del movimiento que se
desarrolló a favor de la desocupación y la independencia del pueblo dominicano. Las
luchas de la prensa, los nacionalistas, las agrupaciones culturales y la sociedad en
sentido general, trajeron como consecuencias la búsqueda de mecanismos que
facilitaran la desocupación militar. Llegado el momento, los Estados Unidos hicieron
varias ofertas para esa desocupación, siendo las más importantes las contenidas en los
planes de los presidentes Wilson y Harding. Al final, los negociadores dominicanos
terminaron llegando al “entendido de evacuación” conocido como Plan Hughes-
Peynado.
Acontecimientos que Impulsaron la Intervención Norteamericana de
1916 -1924

 El rechazo por parte del gobierno el Juan Isidro Jiménez a algunas medidas que
pretendían hacerle asumir el gobierno de EE.UU., como la aprobación del
contralor norteamericano.

 Levantamiento de generales Horasitas en el norte.

 La ocupación militar norte americana de Haití en 1915.

 Aumento del poder del Desiderio Arias, quien siendo secretario de guerra y
marina se revelo contra Jiménez en abril de 1916.
Intervención Norteamericana 1916 - 1924

La ocupación militar norteamericana de 1916, no constituyó una acción política militar


única a República Dominicana, no, era parte de un plan de imposición y
expansión económica del gendarme del norte; los Estados Unidos y sus instituciones
financiera que se movilizaban a ultramar para el dominio de América Latina y otras
zonas del planeta.

El plan intervencionista sobre las repúblicas de Panamá, Colombia, Venezuela y


nuestro vecino de Haití, y los Estados Unidos mejicanos, entre otros.

Pero los acontecimientos que precedieron la intervención de 1916 en el país, le


imprimen carácter peculiar a los hechos en República Dominicana,
porque contribuyeron y crearon las condiciones favorables a la intervención.

En este contexto es de destacar las luchas intestinas entre los líderes de la época por
alcanzar el gobierno, causas permanentes de inestabilidad política y social.

Siguiendo con los hechos, cuando el general Ramón Cáceres llego al solio presidencial,
el Estado dominicano tenía grandes deudas con la banca internacional, Cáceres agregó
ingredientes en el orden financiero y social que agravaron la situación del país.

¿Qué hizo la administración de Ramón Cáceres?: el matador de Lilis, promovió y


aplicó leyes agrarias despojando de tierras comuneras a campesinos, principalmente en
zonas cañeras, para atraer y favorecer a inversionistas del capital internacional para que
establecieran empresas en el país, y como si esto fuera poco, el presidente
Cáceres firmó la convención Dominico Americana de 1907 medida que enajenó al
gobierno dominicano del control de las rentas nacionales (especialmente las Aduanas).

En fin, el endeudamiento y los compromisos del Estado dominicano más allá de sus
posibilidades económicas y solvencia, fueron de los argumento esgrimidos por los
expedicionarios para justificar la intervención.
Llegada de los Norteamericano

El 13 de mayo de 1916, el contraalmirante William Banks Caperton obligó al secretario


de Guerra de la República Dominicana Desiderio Arias, quien había ocupado el cargo
durante el gobierno de Juan Isidro Jiménez Pereyra, a abandonar Santo Domingo bajo la
amenaza de realizar un bombardeo naval a la ciudad.

Tres días después de que Desiderio Arias abandonara el país, un contingente del Cuerpo
de Marines de Estados Unidos desembarcó y en dos meses tomó el control de la nación
imponiendo en noviembre de 1916 un gobierno militar bajo el mando del
contraalmirante Harry Shepard Knapp.

Los marines impusieron el «orden» en la mayor parte de la república, con excepción de


la región oriental. A consecuencia de la ocupación, el presupuesto del país se equilibró,
disminuyó la deuda externa y se retomó el crecimiento económico. La fuerza de
ocupación propició la realización de importantes proyectos de infraestructura como la
creación de nuevas carreteras que unieron todas las regiones del país por primera vez en
la historia. También se creó la Guardia Nacional, una organización militar profesional
que sustituyó a las fuerzas partidistas de carácter caudillista que habían librado una
lucha interminable por el poder.
Resistencia

La mayoría de los dominicanos, se resintió por la pérdida de su soberanía a manos de


los extranjeros. El país quedó en manos del Departamento de Marina estadounidense.

Resistencia militar

A lo largo de la ocupación de 1916 hubo enfrentamientos y oposición a la presencia de


las tropas extranjeras, de igual magnitud que en 1655 contra los ingleses; que en 1808
contra la ocupación francesa; superior a la resistencia nacional contra los haitianos entre
1822-1844 y contra los ocupantes españoles entre 1861-1865.

Tan pronto supo de la presencia norteamericana en San Pedro de Macorís, Gregorio


Urbano Gilbert la enfrentó a tiros, ajusticiando al Teniente C.M. Bulton, por lo que fue
juzgado y condenado a 99 años de trabajos públicos, escapó y se unió a la resistencia
campesina de Ramón Natera, en El Seybo y más tarde a Augusto César Sandino, en
Nicaragua.

En Puerto Plata, el gobernador Apolinar Rey se insurreccionó en la comunidad de El


Aguacate, luego se entregó y partió hacia Cuba. En San Francisco, el jefe de la plaza,
Nico Ventura combatió hasta morir heroicamente junto a otros, levantando la insignia
nacional; luego se levantó el gobernador, General Manuel de Jesús Sosa (a) Lico, con
más de 60 hombres.

En Baní, la población se fue al monte y conminó a las tropas invasoras a abandonar el


lugar, toda la noche fue de intenso tiroteo.

Desde Montecristi, las tropas penetraron al Cibao y al llegar a Esperanza unos 80


hombres, dirigidos por el General Carlos Daniel y el Capitán Máximo Cabral,
entablaron desigual combate. Allí cayeron M. Cabral, Francisco Peña, Carlos Jiménez,
Belarminio Rodríguez, Bernardo Gutiérrez, Agustín Cabral y Magdaleno Zapata.
Santiago fue fácil presa de los ocupantes dada la actitud capitulante de las autoridades
de preparar la entrada del coronel Pendleton y sus 1,500 hombres.
En San Pedro, Los Llanos, El Seibo, La Romana, Higüey y Hato Mayor, los campesinos
(los gavilleros) dieron combates de larga duración como resultado de la existencia de un
movimiento social campesino opuesto a la disolución de sus modos de vida que
objetaba el despojo de tierras que desde 30 años atrás se efectuaba y con la ocupación se
constituyó en Resistencia Popular Armada.

La respuesta de las tropas de desalojar las poblaciones de los bateyes y pequeñas aldeas
y reconcentrarlas con métodos terroristas irritaba a los habitantes que en respuesta se
unían a los guerrilleros, otros daban informaciones falsas a las tropas, desorientándolas.
El método de guerra irregular no era conocido por los oficiales ocupantes y creyendo
amedrentar a las pequeñas aldeas como San Felipe y El Coco, que fueron arrasadas,
provocaban aumentos de los combates.

Fue en República Dominicana donde primero se usó el aeroplano en lucha contra los
patriotas del Este, según Hoepelman en sus Documentos históricos; los pobladores de
Yerbabuena, El Toro y Sabana Grande fueron diezmados por ataques aéreos en abril de
1919.
La generalización de la represión a la población civil se incrementó con torturas,
golpizas, asesinatos y prisiones indiscriminadas según Bruce J. Calder en Impacto de la
Intervención Norteamericana. El caso de Cayo Baéz, torturado sádicamente es
emblemático, según lo describió el Dr. Heriberto Pieter, quien lo curó y protegió.

Dice Don Vetilio Alfau que en julio de 1919 Marcial Guerrero y otros entraron a
Higüey ondeando la bandera dominicana y vociferando consignas nacionalistas, lo que
prueba que la represión no surtía los efectos esperados de acorralar la resistencia
armada.
Resistencia Civil

La movilización que los intelectuales dominicanos emprendieron contra el desembarco


de cientos de marines estadounidenses y la instalación de un gobierno militar al mando
del comandante Harry S. Knapp, se caracterizó, desde un inicio, por ser una resistencia
pacífica, cívica, "de derecho y no de fuerza", que se mantuvo desligada aunque no del
todo indiferente a las mismas- de las resistencias armadas que se levantaron en las zonas
rurales del país. Aunque originalmente el movimiento se aglutinó alrededor de la figura
del depuesto presidente Francisco Henríquez y Carvajal, nunca fue homogéneo ni del
todo cohesionado; por el contrario, estuvo integrado por organizaciones y
personalidades con diferentes ideologías y posturas -algunas de la cuales entraron en
confrontación casi al final de la intervención, y se desplegó en escenarios diversos, tanto
en República Dominicana como en el extranjero. En territorio dominicano, las ciudades
de Santo Domingo, Santiago de los Caballeros y Puerto Plata fueron sus principales
espacios de acción y actuación, en tanto que en el extranjero, las campañas de protesta,
cabildeo y propaganda lograron extenderse a ciudades de Cuba, Estados Unidos,
España, Argentina, Chile, Brasil y Uruguay. Desde mi punto de vista son reconocibles
cuatro etapas en la historia de esta resistencia. La primera protesta masiva que
impulsaron conjuntamente estas organizaciones dentro de República Dominicana fue la
llamada Semana Patriótica, celebrada en junio de 1920. Este acontecimiento consistió
en la realización, por varias semanas y en distintos espacios públicos, de "actos,
espectáculos y diversiones" cargados de propaganda y retórica patriótica, cuya finalidad
fue recaudar fondos a favor de la "resistencia diplomática" de Francisco Henríquez y
Carvajal. Una primera semana patriótica se festejó en Santiago de los Caballeros y,
dado el éxito alcanzado, el evento se repitió en otras ciudades, incluida la
capital. Afirma Max Henríquez Ureña que gracias a estas manifestaciones cívicas se
recaudaron más de cien mil dólares que fueron girados a la Junta Nacionalista del
Exterior para que iniciara nuevas faenas diplomáticas y propagandísticas, tales como la
instalación en Nueva York de una oficina de información, la Dominican Republic
Information Bureau, a cargo de los escritores Manuel F. Cestero y Manuel Flores
Cabrera, y la realización de dos misiones diplomáticas a sudamérica encomendadas a
Federico Henríquez y Carvajal, Max Henríquez Ureña y Tulio Manuel Cestero.
Los guerrilleros Gabielleros

Cuando la primera intervención norteamericana en República Dominicana (1916-1922);


un grupo de hombres y mujeres nacionalistas, se opusieron y levantaron su voz de
protesta.

A partir de ese momento, fueron ferozmente perseguidos, encarcelados y torturados.


Los que escaparon, huyeron hacia la parte Este de la isla y desde alli organizaron su
resistencia. Los norteamericanos los etiquetaron con el mote de Gavilleros. Los
acusaron de ladrones y saqueadores y muchos de ellos fueron asesinados y otros
murieron mientras eran salvajemente torturados para que se auto incriminaran y/o
delataran a otros. Las tropas norteamericanas peinaron todo el país desarmando a la
poblacion pero a pesar de todo, hubo un grupo de rebeldes que se mantuvo contra la
autoridad extranjera. Los “gavilleros” operaban al este del país y estaban conformados,
en gran medida, por campesinos que habían sido despojados de sus tierras durante el
apogeo de la industria azucarera de gran capital extranjero, iniciado a finales del siglo
XIX e incentivado en los primeros quince años del siglo XX. Se escondían en las zonas
montañosas y atacaban mediante el método de la guerra de guerrilla, contando para ello
con la colaboración del grueso de la población de la región e incluso con la de los
propios administradores de los ingenios que, a fin de evitar la quema o asalto de sus
campos, bodegas y bateyes, les suministraban dinero y comida.

Sólo pudieron ser afectados seriamente cuando las operaciones en su contra contaron
con el concurso de los soldados dominicanos de la Guardia Nacional, que si cometian
tropelias y saqueos para acusar a los Gavilleros. En 1922 aceptaron una amnistía general
ofrecida por el gobierno de ocupación bajo el entendido de que se instauraría el
Gobierno Provisional dominicano acordado en el Plan Hughes-Peynado de ese año.

Sus líderes más importantes fueron Vicente Evangelista, Ramón Natera, Martín
Peguero, José Piña, Luciano Reyes, Pedro Tolete, Marcial Guerrero y Félix Laureano.
Conclusión

A pesar de la retirada de las tropas de ocupación, se mantuvo la preocupación respecto a


la recaudación y uso de los ingresos aduaneros del país. Para solucionar este problema,
representantes de Estados Unidos y del gobierno de República Dominicana se reunieron
en una convención y firmaron un tratado el 27 de diciembre de 1924, mediante el cual
se cedió a Estados Unidos el control sobre los ingresos aduaneros del país. Este tratado
fue motivo de un largo resentimiento entre Estados Unidos y el pueblo dominicano
hasta que en 1944, el tratado Trujillo-Hull derogó el anterior y los ingresos aduaneros
del país volvieron de nuevo a ser administrados por el gobierno dominicano.

Una de las consecuencias de la ocupación fue el ascenso al poder de Rafael Leónidas


Trujillo. Trujillo, miembro de la Guardia Nacional creada a principio de 1919 por
Estados Unidos y no obstante a ser una persona de calidad moral cuestionable, recibió
altas calificaciones por parte de los oficiales militares estadounidenses y finalmente, se
convirtió en jefe de personal del ejército del país en 1928.

A raíz de las elecciones fraudulentas de 1930, Trujillo se convirtió en presidente del


país. A pesar de que el Departamento de Estado de Estados Unidos vio en Trujillo una
especie de "Frankenstein, que cobró vida gracias a los Marines de Estados Unidos" y
que probablemente sería causa de nuevos levantamientos, fue apoyado por el gobierno
estadounidense cuando sus tácticas de mano dura evitaron la necesidad de una
intervención militar. Gracias al beneficio del control de Estados Unidos sobre las
aduanas del país, Trujillo pudo desviar fondos para su ejército y suprimir la disidencia
interna.

La corrupción política, la fuerza militar, la tortura, el asesinato, el nepotismo, los


monopolios comerciales y el manejo personalista del tesoro nacional de la República, le
permitió a Trujillo acallar a sus opositores y amasar una fortuna superior a los $800
millones de dólares de la época.
Bibliografía

 http://debateplural.com/2016/12/28/la-resistencia-la-presencia-yanqui-republica-

dominicana-1916/

 http://elgavillerord.blogspot.com/2011/04/quienes-fueron-los-gavilleros.html

 https://es.wikipedia.org/wiki/Ocupaci%C3%B3n_estadounidense_de_la_Rep%

C3%BAblica_Dominicana_(1916-1924)

 http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-

719X2015000200004
Anexo

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