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Procesal Civil II
Procesal Civil II
Sección: 005
Civil II.
Elaborado por:
C.I.V. 21.752.602
Conforme al artículo 754 del Código de Procedimiento Civil, “Es Juez competente para
conocer de los juicios de divorcio y de separación de cuerpos el que ejerza la
jurisdicción ordinaria en Primera Instancia en el lugar del domicilio conyugal”. En
consecuencia, ejerciendo la jurisdicción ordinaria el Juez de Primera Instancia en lo
Civil, será a este a quien corresponda el conocimiento de tales juicios. En aquellas
circunscripciones judiciales donde existan Tribunales de Familia, a estos
corresponderá el conocimiento de tales juicios.
La nueva Ley Orgánica Sobre Protección del Niño y del Adolescente, establece una
excepción a la competencia establecida en el señalado articulo 754, al atribuir el
conocimiento de los juicios de divorcio a los tribunales de Protección del Niño y del
Adolescente en Sala de Juicio, cuando en el matrimonio “haya niños o adolecentes” y
cuando “uno o ambos cónyuges sean adolescentes”. (Parágrafo Primero, Artículo
177). Tal excepción no está prevista tratándose de la separación de cuerpos, sea
contenciosa o por mutuo consentimiento.
1.2 Legitimados.
A. Que la demanda la intente uno de los cónyuges. Al establecer el artículo 191 del
Código Civil que “La acción de divorcio y la de separación de cuerpos, corresponde
exclusivamente a los cónyuges, siéndoles potestativo optar entre una y otra”, está
señalando la naturaleza personalísima de la acción. Solo ellos, los cónyuges, podrán
proponer la demanda de divorcio o de separación de cuerpos. Ello no obsta para que
puedan intentarla a través de apoderado. La proposición de la demanda por alguien
distinto a los cónyuges o sus apoderados, permitirá alegar la falta de cualidad e interés
para proponer la demanda contra quien lo haga.
D. Que esta fundada en una causa legal. Las causas en que se funde la demanda de
divorcio o de separación de cuerpos, debe ser alguna de las previstas expresamente
como causales únicas de divorcio en los artículos 185, 185-A y 189 del Código Civil.
B. Segundo Acto Conciliatorio: Celebrado ese acto, deberán las partes comparecer
pasados que sean 45 días más, a la hora que fije el tribunal para celebrar el 2do acto
conciliatorio. En la celebración de este acto se deberán cumplir con los mismos
requisitos que se establecen para el acto anterior, pero en este acto el demandante
además de su comparecencia personal deberá manifestar que insiste en continuar con
el procedimiento, mejor dicho con la demanda y su incumplimiento acarreará al igual
que la inasistencia, la extinción del proceso.
El artículo 757 del Código de Procedimiento Civil (in fine) establece que “Si el
demandante insiste en continuar con la demanda, las partes quedaran emplazadas
para la contestación en el quinto día siguiente”. Se observa que la disposición no
señala, que el juez deba acordar el emplazamiento de las partes para la constatación
de la demanda, sino que las mismas “quedaran emplazadas”, con lo cual pareciera no
hacerse necesario auto expreso del Tribunal a tal efecto. Es cierto que las partes están
a derecho y que la normas que regulan el procedimiento de divorcio y de separación
de cuerpos, por ser de orden público, no son relajables y deben respetarse por las
partes; sin embargo creemos que se hace necesario el emplazamiento para la
contestación de la demanda mediante auto expreso del Tribunal que se dicte en el
segundo acto conciliatorio, pues como puede observarse de lo dispuesto en el artículo
756, el emplazamiento que originalmente se le ha hecho a las partes al admitirse la
demanda, lo es para el segundo acto conciliatorio, pero no se ha producido hasta ese
momento el emplazamiento para la constatación de la demanda. Sea que se entienda
que las partes quedan emplazadas de pleno derecho, sea que el tribunal acuerde el
emplazamiento, la constatación de la demanda tendrá lugar al quinto día siguiente a
aquel en que se celebre el segundo acto conciliatorio.
1.7 Juicio Ordinario: Contestada la demanda o dada por contestada según la
presunción que hablamos antes, la causa continuará por todos los trámites del
procedimiento ordinario, dice el primer párrafo del Artículo 759.
1.8 Pruebas Admisibles: En los juicios de divorcio son admisibles todo tipo de
pruebas pero con las limitaciones que derivan del hecho de ser un juicio de eminente
orden público.
Con relación al divorcio fundamentado en la causal 5ª del 185 del Código Civil, dice el
C.P.C. en su artículo 760, que si se presentan copia auténtica de la sentencia firme
donde conste la condenatoria a presidio del juez deberá declarar que no hay lugar a
pruebas y procederá a sentencia la causa en el lapso legal (60 días).
1.9 Sentencia: Vamos a hablar aquí un poco sobre la actuación del Ministerio Público
como partes de buena fe en este tipo de juicios.
Dice el Artículo 133, en su segundo parágrafo que “En… en los casos indicados en el
ordinal 2º del mismo artículo (se refiere al 131), no podrá promover ninguna prueba.
Sin embargo, tanto en ese caso, como en los demás del Artículo 131 el Ministerio
Público podrá intervenir en la evacuación de las pruebas promovidas por las partes,
dentro de los límites de lo alegado y probado en autos, pero no puede interponer
apelación ni cualquier otro recurso contra las decisiones dictadas. Sobre este último
punto existen opiniones contradictorias, algunos opinan que esa prohibición de
apelación solo está referida a las pruebas y a las decisiones que se tomen con
respecto a las mismas, y otros, entre los cuales me incluyo, consideran que la
prohibición de apelación se refiere a todo el juicio de divorcio, incluso la de la
sentencia definitiva.
En el Código anterior se estipulaba que estas sentencias tenían consulta obligatoria
con el superior, consulta que fue eliminada a partir del año 86 y hoy en día si no se
interpone el recurso de apelación, pasado el lapso, para interponerlo se podrá poner, a
pedimento de parte, en estado de ejecución la sentencia.
La ejecución de esta sentencia se hace por disposición expresa del Artículo 506 del
Código Civil, con la inserción de la misma en los libros del Registro Civil, es decir, una
copia se remite con oficio del tribunal que la dictó a la autoridad civil de la Parroquia o
Municipio donde se contrajo el matrimonio que se está disolviendo y otra, al registro
principal al que pertenece la Parroquia para que se inserte una marginal en cada uno
de los libros.
En este caso no hay controversia ni litigio, pues ambos cónyuges de mutuo acuerdo
concurren al tribunal y solicitan al Juez competente que declare con lugar la
separación de cuerpos que tienen convenida, culminando con el decreto del Tribunal
que declara consumada la misma. La separación de cuerpos por mutuo
consentimiento está regulada en las disposiciones contenidas en los artículos 189 y
190 del Código Civil, así como por los artículos 762 al 765 del Código de
Procedimiento Civil.
3) Indique las medidas cautelares que se pueden solicitar y ser acordadas por el
juez, tanto en el procedimiento de Divorcio como en el procedimiento de
separación de cuerpos.
Además de las medidas cautelares típicas previstas en el Libro Tercero del Código de
Procedimiento Civil --- prohibición de enajenar y gravar bienes inmuebles, embargo de
bienes muebles y secuestro de bienes determinados ---, en los juicios de divorcio y de
separación de cuerpos, incluido el procedimiento contemplado en el articulo 185-A del
Código Civil, el juez está facultado para dictar otras medidas, provisionales conforme
al artículo 191 del mismo código. Tales medidas son:
E. Confiar a terceros la guarda y custodia de los hijos menores del matrimonio, por la
duración del juicio (Ord. 2ª).
Además de estas tutelas contenidas en el Artículo 191 del C.C, el juez, a pedimento de
parte puede decretar las medidas típicas e incluso innominadas, que aseguren los
bienes de la comunidad conyugal. Estas medidas no se suspenderán después de
declarado el divorcio o la separación, sino porque exista acuerdo de las partes o por
haber quedado liquidada la comunidad de bienes. Las otras medidas que aseguran
pensiones alimentarias si se pueden levantar.
En este supuesto y a diferencia de lo que ocurre con las medidas cautelares que se
decretan con base al artículo 585 del C.P.C, no puede exigirse el cumplimiento de
todos los requisitos indicados en esta norma de carácter general, aunque si resultan
aplicables las exigencias de litigio pendiente, la presunción grave del derecho que se
reclama y la prueba de tal hecho, pero no porque deba aplicarse supletoriamente el
citado artículo 585, sino porque es una de las exigencias del propio artículo 646 que
requiere una prueba documental especifica del derecho reclamado.
Segundo Supuesto: En los demás casos podrá exigir que el demandante afiance o
compruebe solvencia suficiente para responder de las resultas de la medida.
Sobre la fianza, hay quienes afirman que la misma no tiene que ser de las señaladas
en el artículo 590 del C.P.C, por no exigirlo la norma. Sin embargo tratándose de una
figura jurídica (la fianza para garantizar las resultas de una medida cautelar), que no
tiene una regla particular en las normas que regulan el procedimiento especial,
necesariamente tendremos que recurrir a las disposiciones que regulan “casos
semejantes o materias análogas”, como regla de aplicación supletoria de la ley,
prevista en el artículo 2 del Código Civil y por ello, la fianza que el juez puede acordar
debe corresponderse con lo establecido en el numeral 1º del artículo 590 del C.P.C,
esto es deber tratarse de “Fianza principal y solidaria de empresas de seguro,
instituciones bancarias o establecimiento mercantiles de reconocida solvencia”.
En cuanto a la solvencia del solicitante de la medida, si bien al juez le ésta dado optar
por tal posibilidad para acordarla, en vez de exigir el afianzamiento, la determinación
de esa solvencia no puede ser subjetiva, en razón de que la valoración de las pruebas
que se produzcan con la finalidad de demostrarla, si bien es una actividad privativa de
la potestad jurisdiccional, la misma no depende del conocimiento privado del juez, sino
que deriva de la apreciación conforme a las normas que al efecto fijan los artículos 507
al 510 del CPC. Sin embargo, la prudencia del juez al decidirse por aceptar el
otorgamiento de la medida atendiendo a la solvencia patrimonial del solicitante, debe
ser la regla aplicable, pues en todo caso la responsabilidad personal de juez estará
comprometida, de resultar insuficiente o inexistente el patrimonio del solicitante de la
medida.
En ambos casos del segundo supuesto de la norma, ante la solicitud del demandante
para que se decrete alguna de las medidas cautelares indicadas en la norma, con
base a alguno de los documentos que no permiten su decreto en forma obligatoria
para el juez, este deberá hacer un pronunciamiento previo a aquél que acuerde la
medida cautelar, que está relacionado con la declaración de exigir al solicitante la
constitución de la fianza conforme al numeral 1º del artículo 590 del CPC y fijar el
monto por el cual debe constituirse o la exigencia de demostrar su solvencia
patrimonial, en ambos casos para garantizar al demandado las resultas de la medida,
intimando al solicitante para que consigne el documento constitutivo de la fianza o las
pruebas que acrediten la solvencia patrimonial, debiendo siempre verificar tanto el
documento constitutivo de la fianza o valorar las pruebas producidas para demostrar la
solvencia y con base al resultado de tal verificación y análisis, pronunciarse sobre la
medida, acordándola o negándola.