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Analisis de Que Es La Politica de Hannah PDF
Analisis de Que Es La Politica de Hannah PDF
de Hannah Arendt
Introducción
Hannah Arendt nace en Hannover, Alemania en
1906, y muere en los Estados Unidos en 1975.
Arendt fue una pensadora judío-alemana que
sufrió la persecución viva del régimen Nazi en la
Alemania convulsionada de aquellos años. Tuvo
un paso tormentoso por los campos de
concentración y exterminio del nazismo pero
lograría escapar con vida de esa experiencia,
emigrando posteriormente hacia Estados Unidos.
Este antecedente dejaría importantes secuelas en
la escritora, que daría lugar a su obra célebre,
“Los orígenes del Totalitarismo”1.
Arendt es considerada una de las pensadoras más influyentes del siglo XX, pero pese a
ese lugar de privilegio no se puede encasillar su filosofía dentro de una corriente o
escuela específica de pensamiento.2
1
ARENDT, Hannah, “Los orígenes del Totalitarismo”, publicado por primera vez al inglés en 1951,
dedicado a su esposo Heinrich Blücher.
2
Algunos analistas insisten en que Arendt puede ser contenida dentro de las corrientes del
comunitarismo, del idealismo político o el republicanismo. Otros insisten en que Arendt es parte de la
corriente neo-iluminista (Delruelle, Berenstein y Benhabib); neo-aristotélica (considerada por
Habermas); antimodernista (Kateb, Lasch, O’ Sullivan y Wolin -que dicho sea de paso, introduce una
crítica injusta a la escritora-); y posmoderna (Bernauer, Clarke, Linden, etc.). Pero si algo concreto puede
extraerse del sistema de análisis arendteano, es la herencia de las enseñanzas de su profesor y amante
Martin Heidegger.
3
ARENDT, Hannah “¿Qué es la Política?, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2007.
4
Recordemos que Arendt había escapado del totalitarismo alemán, régimen que dejaría marcas en su
pensamiento.
La Política
En la búsqueda de un sentido para la política, el texto se remonta al régimen de
convivencia humana que los griegos conocían. Este se daba en la polis ateniense.
5
ORO TAPIA, Luis, “La idea de la política en Hannah Arendt”, Revista Enfoques, Año VI, Nº 9,
Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 2008.
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La libertad aquí es entendida no solamente como libre albedrío agustiniano (elegir entre el “bien” y el
“mal”), es decir, querer esto o lo otro. Arendt propone la libertad como un rasgo característico de la
espontaneidad de poder-comenzar, de cambiar.
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El ciudadano ateniense, era aquél hombre adulto libre de las penurias de la vida diaria. Aquél que podía
librarse al ocio (en tanto filosofía) y a la política (hablar y votar entre sus iguales del ágora). Es por ello
que política y libertad eran un unísono. El hombre libre ateniense estaba libre de la necesidad de ganarse
el pan ya que en su ámbito doméstico ejercía la dominación. Una dominación entre desiguales: Esposo-
conyugue, Padre-hijo, Amo-esclavo, movilizadas por diferentes criterios de conveniencia (esclavo) o
amor. No sucedía esto en la polis, donde la relación aquí se presentaba entre iguales, entre ciudadanos
políticos (“zoon politikon”).
8
Véase ARISTÓTELES, “La Política” Libro I, 1253-13, sobre la dominación del hombre en la vida
privada.
9
Para los griegos, era el lenguaje lo que diferenciaba al hombre de las bestias.
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Con esta lógica, se puede afirmar que lo político empezaba donde terminaba el mundo de las
necesidades y de la dominación violenta. Lo político aparecía en el espacio entre iguales, donde se
utilizaba la persuasión y la palabra.
11
Hannah Arendt explica que resulta difícil comprender en clave contemporánea a libertad e igualdad
como lo mismo, porque suele unirse el concepto de igualdad con justicia y no con libertad. Pero para
Grecia del V a.C., la libertad no correspondía a una democracia igualitaria en sentido moderno, sino a una
“democracia restringida”, esto es, una aristocracia u oligarquía, una esfera restringida de igualdad, donde
los notables o los pocos mejores se movían entre sus iguales. Una igualdad, dice Arendt, que nada tiene
que ver con la justicia.
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Aquél que se iba de la polis podía dedicarse al comercio y agraciarse con los placeres y beneficios que
se desprendían de esta práctica, podía ser más feliz, pero nunca más libre.
13
ESTRADA MESA, Diego Alejandro, “La Política como Libertad y Poder. Una aproximación a Hannah
Arendt”, Revista Escritos, Vol. 20, Nº 44, Medellín, 2012.
Para Arendt, es la valentía la primera de las virtudes políticas, pues solo se podrá
acceder al mundo de lo político, de lo público, si nos alejamos de nuestra existencia
privada y de la pertenencia familiar al que nuestras vidas están unidas. La valentía
emerge cuando se arroja el hombre al debate entre sus iguales por medio de la palabra y
la persuasión. Es la valentía la que hace políticamente libres a los hombres.
La libertad -per sé- del hombre es su espontaneidad, un poder-comenzar de nuevo que
dinamiza al hombre y lo hace un ser capaz de crear milagros.16 Cuando el hombre
14
Decir que la política es producida por el hombre, equivale a decir que éste puede tener iniciativa
política innovando sobre distintos aspectos de manera individual. No obstante, adquiere sentido político
únicamente cuando aquella iniciativa interactúa entre los otros. Vale decir entonces, que hay acción
política cuando esa iniciativa particular encuentra lugar entre los hombres y culmina de manera conjunta.
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Al decir esto, Arendt describe cómo el hombre queda atrapado por la corriente de la historia, y no
pertenece más a ella como actor sino como un medio. De allí que todo sirva para la consecución del
desarrollo histórico, la coacción, el terror, la muerte.
16
Es precisamente esa espontaneidad la que quita el Totalitarismo al hombre, que ya no lo deja ser libre
sino que lo ata al desarrollo histórico.
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Para Arendt, el concepto de acción está ligado siempre a un colectivo. A diferencia de lo que la
escritora entiende por labor, que transforma la tierra; y el trabajo, que cambia la materia; la acción es
siempre colectiva y no se encuentra apegada a las necesidades de la vida. Tanto labor como trabajo son
conductas privadas del hombre para garantizar su supervivencia. La acción no se encuentra sometida al
imperio de la necesidad, sino a la espontaneidad, en otras palabras, a la libertad de opinar y persuadir a
otros -libertad política-.
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Es imperioso recordar toda vez que sea posible, que lo político en sentido griego, tenía delimitado un
espacio concreto que se daba en la polis. Fuera de ella, no existía política sino dominación. Delimitar un
nuevo escenario donde los ciudadanos pudieran expresarse -mediante la palabra-, rivalizaba con el
sentido propio para el cual el ágora tenía su fin.
Continuando con esta lógica, se hace lícito pensar que para Arendt, al igual que para los atenienses, la
política internacional, no era política propiamente dicha. Más adelante son los romanos quienes
complejizan esta temática, añadiendo derechos a las gentes no ciudadanas. Lo que se conoció como
derecho de gentes. Pero para los griegos, fuera de la polis o eras bárbaro o esclavo. No se puede separar
polis de libertad y política.
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La palabra negocio tiene etimológicamente dos partes. La primera, negación; la segunda, ocio. Negar el
ocio, en sentido griego, era negar la posibilidad de filosofar, porque no se tenía la libertad de escindirse
del mundo de la vida para entrar al mundo de la política. El negocio era ocuparse de los asuntos de la
supervivencia, algo que los ciudadanos en sentido griego, tenían cubierto.
Oro Tapia describe que la verdad inutiliza la discusión de la polis, porque sólo puede
existir una verdad. Entonces allí la política no tiene nada por hacer. La verdad es
autoritaria y despótica.
Arendt de manera categórica acusa a Platón de minar la política en sentido griego, para
sustraerla en la indiferencia académica de unos pocos, contra “los muchos” del ágora.
En otras palabras, acusa a Platón de eliminar la política en tanto libertad y sujetarla a la
única verdad impartida en las aulas de la academia.25
20
ARENDT, Hannah, 2007, Op. Cit., Pág. 81.
21
Del griego, “opinión”.
22
Del griego, “conocimiento”.
23
PLATÓN, “La República”, Trad. Rodolfo Mondolfo, Editorial Eudeba, Buenos Aires, 2005.
24
Sobre este punto, se hace clarificador el texto de NIETZSCHE, Friedrich, “Crepúsculo de los Ídolos o
Cómo se filosofa a martillazos”, Ed. Longseller, Buenos Aires, 2005. En él, Nietzsche acusa a Platón de
eliminar cualquier debate con la creación del mundo de las ideas y propone “eliminar” el “mundo
verdadero”. De esta manera afirma “El mundo verdadero (es) inalcanzable, indemostrable, imprometible,
pero, en tanto pensado, ya es un consuelo, una obligación, un imperativo.” y más adelante sentencia
“(…) hemos eliminado el mundo verdadero: ¿Qué mundo queda aún?¿acaso el aparente?... ¡No!, con el
mundo verdadero hemos eliminado también el aparente (pág. 81).
25
Para Arendt, a diferencia de las escuelas de los sofistas, que intentaban educar para la política; la
academia buscaba imponer la “verdad”.
26
El mundo aparente hace referencia al mundo de la doxa, el mundo que puede mutar y que es flexible a
la interpretación y construcción del hombre. Yuxtapuesto al mundo de las apariencias se encuentra el
mundo inteligible o mundo de las ideas. Un mundo donde no hay lugar a la duda, donde existe la episteme
La Modernidad
Con la modernidad el ámbito de lo religioso se sumerge enteramente al espacio privado,
mientras el mundo de la vida y sus necesidades -que en la antigüedad formaba parte del
mundo privado por excelencia-, irrumpió en lo público.27 Esto conlleva que libertad y
política permanezcan separadas de lo decisivo, y que ser-libre quede ubicado en el
mundo de la vida y la propiedad, donde de lo que se trata ya no es de la palabra o los
acuerdos “entre” los hombres, sino de las actividades de la conservación de la vida -
labor- y la productividad -trabajo-.
De esta manera, la constitución de una “felicidad” se arroja a las fuerzas productivas, al
desarrollo de la labor de la vida. Ya no en lo político en sentido primigenio.
Esta concepción moderna de la política, para la que el Estado es una función de la
sociedad o un mal necesario, se impuso práctica y teóricamente sobre la concepción
antigua referida a la soberanía del pueblo.
Para Arendt, pese a las revoluciones americana o francesa, incluso la húngara, donde
ser-libre constituyó la participación en el Gobierno, estos procesos no se pudieron
traducir en ninguna forma de Gobierno. Por el contrario, la modernidad impuso la
tutela de la violencia como atributo del Estado y a la acción política como un poder
para vigilar o controlar el uso que haga el Estado de esa violencia -constitucional-.
Esto significa que la Edad Moderna entiende de la relación entre política y libertad, a
una política como medio, y una libertad como fin. Pero si bien la relación entre libertad
y política no cambió del sentido antiguo, sí lo hizo el contenido y dimensión de la
libertad.
o conocimiento. La academia tenía como fin lograr que el saber académico alcanzara esas verdades
inmutables; como así la iglesia, que el mensaje cristiano tocara la verdad del hijo de Dios.
27
La escritora no explica aquí porque se produce este proceso.
El Prejuicio
Finalmente, Arendt analiza el papel que el prejuicio representa en el espacio público-
político. Lo entiende como aquello que compartimos todos sin darnos cuenta. Porque ya
no juzgamos, sino establecemos juicios pretéritos.
Sin los prejuicios el hombre como tal no podría vivir, porque una vida sin prejuicios,
exigiría una atención sobrehumana, significaría una constante disposición a dejarse
afectar en cada
momento por toda la
realidad como si cada
día fuera el primero.
Si bien existen prejuicios y tonterías, precisamente el prejuicio deja de tener utilidad
cuando ya no cumplen su función de comprobar parte de la realidad. Pero cuando el
prejuicio se torna peligroso es cuando la gente empieza a convertirlo en teorías
28
ARENDT, Hannah, 2007, Op. Cit., Pág. 94.
29
Del griego, “hogar”, en tanto familia y esclavos -bienes-.
30
ARENDT, Hannah, 2007, Op. Cit., Pág. 96.
Conclusión
Arendt concluye que el Estado se organizó fácticamente como “poseedor de la
violencia”. Preguntarse por el sentido de la política, es preguntarse si estos medios
públicos de violencia tienen un fin o no. Pues, estos medios de violencia que otrora
protegían la vida y libertad, hoy parecen amenazar no solamente esa misma libertad
sino también la vida de los hombres y toda vida orgánica en la Tierra.
Bibliografía
ARENDT, Hannah “¿Qué es la Política?, Editorial Paidós, Buenos Aires, 2007.
ARENDT, Hannah “Los Orígenes del Totalitarismo”, Editorial Alianza, Madrid,
1982.
ARISTÓTELES, “La Política”, Editorial Alianza, Madrid, 1998.
ORO TAPIA, Luis, “La idea de la política en Hannah Arendt”, Revista
Enfoques, Año VI, Nº 9, Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, 2008.
ESTRADA MESA, Diego Alejandro, “La Política como Libertad y Poder. Una
aproximación a Hannah Arendt”, Revista Escritos, Vol. 20, Nº 44, Medellín,
2012.
Nabih Yussef
31
ARENDT, Hannah, 2007, Op. Cit., Pág. 98.