Está en la página 1de 1

RAFAEL ALBERTI

CANTO RÍO CON TUS AGUAS EL MAR, LA MAR

Canto, río, con tus aguas: El mar. La mar.


El mar. ¡Sólo la mar!
De piedra, los que no lloran. ¿Por qué me trajiste, padre,
De piedra, los que no lloran. a la ciudad?
De piedra, los que no lloran. ¿Por qué me desenterraste
del mar?
Yo nunca seré de piedra. En sueños, la marejada
Lloraré cuando haga falta. Me tira del corazón.
Lloraré cuando haga falta. Se lo quisiera llevar.
Lloraré cuando haga falta. Padre, ¿Por qué me trajiste
Acá?
De piedra, los que no gritan.
De piedra, los que no ríen. PREGÓN
De piedra, los que no cantan.
¡Vendo nubes de colores:
Yo nunca seré de piedra. las redondas, coloradas,
gritaré cuando haga falta. para endulzar los calores!
reiré cuando haga falta.
cantaré cuando haga falta. ¡Vendo los cirros morados
y rosas, las alboradas,
NOCTURNO los crepúsculos dorados!

Toma y toma la llave de Roma ¡El amarillo lucero


Porque en roma hay una calle cogido a la verde rama
En la calle hay una casa del celeste duraznero!
En la casa hay una alcoba
En la alcoba hay una cama ¡Vendo la nieve, la llama
En la cama hay una dama Y el canto del pregonero!
Una dama enamorada,
Que toma la llave, QUIERO RETRATARME
Que deja la cama,
Que deja la alcoba, Quiero retratarme, quiero
Que deja la casa, con mi traje de lancero,
Que sale a la calle, con mi casco y su plumero.
Que toma una espada, ¡Y quiero ser el primero!
Que corre en la noche,
Matando al que pasa, ¡TAN BIEN COMO YO ESTARÍA!
Que vuelve a su calle,
Que vuelve a su casa, ¡Tan bien como yo estaría
Que sube a su alcoba, en una huerta del mar,
Que se entra en su cama, contigo, hortelana mía!
Que esconde la llave, En un carrito, tirado
que esconde la espada, por un salmón. ¡Qué alegría
quedándose Roma vender bajo el mar salado,
sin gente que pasa, amor, tu mercadería!
sin muerte y sin noche –¡Algas frescas de la mar,
sin llave y sin dama. algas, algas!

También podría gustarte