El mar. ¡Sólo la mar! De piedra, los que no lloran. ¿Por qué me trajiste, padre, De piedra, los que no lloran. a la ciudad? De piedra, los que no lloran. ¿Por qué me desenterraste del mar? Yo nunca seré de piedra. En sueños, la marejada Lloraré cuando haga falta. Me tira del corazón. Lloraré cuando haga falta. Se lo quisiera llevar. Lloraré cuando haga falta. Padre, ¿Por qué me trajiste Acá? De piedra, los que no gritan. De piedra, los que no ríen. PREGÓN De piedra, los que no cantan. ¡Vendo nubes de colores: Yo nunca seré de piedra. las redondas, coloradas, gritaré cuando haga falta. para endulzar los calores! reiré cuando haga falta. cantaré cuando haga falta. ¡Vendo los cirros morados y rosas, las alboradas, NOCTURNO los crepúsculos dorados!
Toma y toma la llave de Roma ¡El amarillo lucero
Porque en roma hay una calle cogido a la verde rama En la calle hay una casa del celeste duraznero! En la casa hay una alcoba En la alcoba hay una cama ¡Vendo la nieve, la llama En la cama hay una dama Y el canto del pregonero! Una dama enamorada, Que toma la llave, QUIERO RETRATARME Que deja la cama, Que deja la alcoba, Quiero retratarme, quiero Que deja la casa, con mi traje de lancero, Que sale a la calle, con mi casco y su plumero. Que toma una espada, ¡Y quiero ser el primero! Que corre en la noche, Matando al que pasa, ¡TAN BIEN COMO YO ESTARÍA! Que vuelve a su calle, Que vuelve a su casa, ¡Tan bien como yo estaría Que sube a su alcoba, en una huerta del mar, Que se entra en su cama, contigo, hortelana mía! Que esconde la llave, En un carrito, tirado que esconde la espada, por un salmón. ¡Qué alegría quedándose Roma vender bajo el mar salado, sin gente que pasa, amor, tu mercadería! sin muerte y sin noche –¡Algas frescas de la mar, sin llave y sin dama. algas, algas!