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Para el común de la gente no es fácil entender el idioma de la música clásica que data del

período Clásico (1750 – 1820).


De alguna manera influyó el que por aquella época, solo las personas cultas y prestantes
pudieran acceder a conservatorios y conciertos: los padres llevaban a sus hijos a los
conservatorios para que fueran instruidos en la música culta desde niños. Un experiencia
musical temprana daba las bases para un estudio posterior.
Otros padres buscaban la enseñanza musical por razones sociales o en un esfuerzo por
impartirles un sentido útil de la auto-disciplina y un buen desempeño académico, mientras
que otros consideraban el conocimiento de las obras como parte de una buena cultura
general.
Pero las cosas han cambiado, con el pasar de los tiempos se ha ido masificando y cada vez
hay más oportunidad para quienes tienen gusto por estudiar y aprender sobre la música
clásica.
Según Gilberto Saa Navia, Ingeniero Civil, estudioso de la música clásica y a quien desde
muy pequeño su madre inscribió, junto a sus cinco hermanos, en el conservatorio de música
en Popayán, de donde es oriundo, las cosas han cambiado.
“Hoy en día hay muchas oportunidades para estudiar música y más grupos
musicales donde pueden trabajar o conformar los propios. En mi época los profesores eran
europeos, pero ahora los hay colombianos y latinoamericanos muy buenos”, dice.
Existen escuelas, universidades, academias, diccionarios especializados, programas de
formación dedicadas a la enseñanza y la Internet que se ha convertido en una
herramienta importante para aprender y conocer lo más básico del tema, sin necesidad de
asistir a la academia.
La introducción de algunas notas u obras de esta música en los ritmos populares como
en la música folclórica, crossover, bandas sonoras de películas y fragmentos en publicidad,
también han ayudado a que el común de la gente reconozca alguno de los instrumentos y
obras, como el violín, el piano, la flauta y la trompeta, sin embargo, hay otros que no son
tan conocidos como la viola, oboe, corno, fagot, contrabajo, flauta traversa y la flauta de
pico.
Música para ser oída
Saa Navarro explica que la música culta está hecha exclusivamente para ser oída, razón
por la que los conciertos suelen tener un ambiente solemne, en el que se espera que el
público esté en silencio para evitar distraer al músico y a los oyentes. “Cualquier ruido
los puede desconcentrar y eso sería muy grave, por eso hay maestros a los que no les
importa suspender el concierto”, dice.
Complejidad musical
Generalmente, las obras de música clásica muestran una gran complejidad musical gracias
al uso que hace el compositor en el desarrollo, modulación (cambios de tonalidad),
variación antes que la exacta repetición, frases musicales que no siempre tienen la misma
longitud, contrapunto, polifonía y una armonía sofisticada. Además, muchas obras clásicas
de larga duración (de 30 minutos a 3 horas) son construidas a partir de jerarquías de
unidades más pequeñas: las frases, los periodos, las secciones y los movimientos.
El éxito de los interpretes
Muchas veces el rechazo o admiración que producen los ejecutantes o músicos se debe a
las interpretaciones que hacen a las obras de un compositor. En algunos casos, el mismo
autor le pida al intérprete una mejor realización de sus intenciones originales que la
que él mismo pudo lograr y de esta forma los ejecutantes alcanzan un gran éxito y
reconocimiento por su musicalidad, aunque no compongan.
En la música clásica la improvisación juega un papel menor. Era mucho más frecuente en
el Barroco que en el siglo XIX y siglo XX, y recientemente la interpretación de aquella
música por músicos clásicos modernos ha sido enriquecida por el resurgimiento de antiguas
prácticas improvisadas.
Durante el periodo clásico, Mozart y Beethoven improvisaban a veces las cadencias de
sus conciertos para piano (y animaban a otros a hacer lo mismo), pero también tendían a
dar cadenzas escritas para que otros solistas pudiesen usarlas.
Orígenes
Según Wikipedia, la música clásica surgió tomando elementos de otras tradiciones
musicales como la música de la antigua Grecia, la antigua Roma y la música de la Iglesia
católica (principalmente el canto gregoriano).
Los hitos que definieron su rumbo, sin embargo, fue el descubrimiento y posterior
desarrollo de la polifonía – muchas voces- así como el posterior desarrollo de la armonía,
la revolución musical conocida como el Ars nova y la evolución de la notación musical,
además del estudio de la estética musical.

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