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La intrascendencia de la enseñanza de las matemáticas en la

población de entre 12 a 20 años en el municipio de Acapulco.

Marco teórico

Antecedentes del tema

Se denomina aprendizaje al proceso de adquirir conocimientos, habilidades,

valores y actitudes, facilitado mediante el estudio, la enseñanza o la experiencia. Dicho

proceso puede ser entendido a partir de diversas posturas. Durante el proceso educativo

se distinguen el proceso de enseñanza y el proceso de aprendizaje, es importante

aprender a diferenciarlos, debido a que ambos serán de importancia durante el

desarrollo del tema. La enseñanza en este caso, forma parte intrínseca y plena

del proceso educativo y posee como su núcleo básico al aprendizaje. La enseñanza,

incluido el aprendizaje, constituye en el contexto escolar un proceso de interacción e

intercomunicación entre varios sujetos y, fundamentalmente tiene lugar en forma

grupal, en el que el maestro ocupa un lugar de gran importancia como pedagogo, que lo

organiza y lo conduce, pero tiene que ser de tal manera, que los miembros de

ese grupo (alumnos) tengan un significativo protagonismo y le hagan sentir una

gran motivación por lo que hacen. El ser humano tiene la disposición de aprender -de

verdad- sólo aquello a lo que le encuentra sentido o lógica. El ser humano tiende a

rechazar aquello a lo que no le encuentra sentido. El único auténtico aprendizaje es el

aprendizaje significativo, el aprendizaje con sentido. Cualquier otro aprendizaje será

puramente mecánico, memorístico, coyuntural: aprendizaje para aprobar un examen,

para ganar la materia, etc. El aprendizaje significativo es un aprendizaje relacional. El

sentido lo da la relación del nuevo conocimiento con: conocimientos anteriores, con

situaciones cotidianas, con la propia experiencia, con situaciones reales, etc. (Juan E.
León). La historia de las matemáticas muestra que las definiciones, propiedades y teoremas

enunciados por matemáticos famosos también son falibles y están sujetos a evolución. De

manera análoga, el aprendizaje y la enseñanza deben tener en cuenta que es natural que los

alumnos tengan dificultades y cometan errores en su proceso de aprendizaje y que se puede

aprender de los propios errores.

Base teórica

La modelación matemática es un proceso involucrado en la obtención de un

modelo matemático. Un modelo matemático de un fenómeno o situación problema es

un conjunto de símbolos y relaciones matemáticas que representa, de alguna manera, el

fenómeno en cuestión. El modelo permite no sólo obtener una solución particular, sino

también servir de soporte para otras aplicaciones o teorías. En la práctica, ese conjunto

de símbolos y relaciones puede estar vinculado a cualquier rama de las matemáticas, en

particular, a los instrumentos fundamentales de las aplicaciones matemáticas

(Biembengut, 1999, p. 20). Un aspecto de la actividad científica, en particular de la

actividad matemática, consiste en crear modelos. La elaboración de un modelo

matemático requiere, por parte del modelador, conocimientos tanto matemáticos como

no matemáticos, además de una buena dosis de intuición y creatividad para interpretar el

contexto y discernir cuáles son las variables involucradas (Biembengut y Hein, 1999,

pp. 12-13). Con el desarrollo del aprendizaje actual, el método debe de ser más práctico

que teórico, emplear la participación didáctica para que los alumnos muestren interés y

se interesen más allá de solo aprender para olvidar después de cierto tiempo.

Los cambios que ocurren en diversos sectores de la sociedad muestran que

dependemos, cada vez más, del conocimiento y de la creatividad. Esto tiene

implicaciones y ejerce efectos sobre nuestra tarea como educadores, pues, en los
cambios cada vez más rápidos y de mayor intensidad, lo que permanece es el

conocimiento. Ese crecimiento en la importancia relativa del conocimiento como factor

de producción, esa creciente identificación del mundo del conocimiento con el mundo

del trabajo han conducido a transformaciones en el significado del trabajo para las

cuales los educadores, en los diversos niveles de escolarización y en los diversos

espacios del conocimiento, todavía no parecen haber dedicado suficiente atención

(Machado, 1997, p. 16).

La idea de muchos defensores de la modelación en la enseñanza es la de que

cada alumno pueda elegir un tema de algún área de su interés, hacer una investigación al

respecto, proponer cuestiones y, bajo la orientación del profesor, elaborar un modelo

matemático. En estos términos, el alumno pasa a ser (co) responsable de su aprendizaje

y el profesor, un orientador (Bassanezi, 2002). Tales defensores creen que el

aprendizaje se vuelve más rico, considerando que el alumno no sólo aprende

matemática inserta en el contexto de otra área del conocimiento, sino que también

despierta su sentido crítico y creativo.

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