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13.

ALTERNATIVA DE PODER

Como prueba palmaria de lo q.u e podía dar de sí la "apasio-


nante situación" de no disfrutar de la legalidad sin estar por
eso condenados a la clandestinidad, el PSOE celebró del 5 al 7
de diciembre de 1976 su primer congreso en España desde 1932.
En la pugna de reconocimientos exteriores que todavía mante-
nía con otros partidos socialistas, y en su afán de conquistar
respetabilidad ante un público que poco había oído hablar de
ellos, sus dirigentes aparecieron rodeados por el presidente de
la Internacional Socialista, Willy Brandt, y algunos jefes de go-
bierno europeos como Olof Palme, de Suecia; Bruno Kreisky,
de Austria, y Anker Joergeson, de Dinamarca. El viejo líder de la
izquierda socialista italiana, Pietro Nenni, presentó también,
como el chileno Carlos Altamirano y el británico Michael Foot,
personalmente su saludo a los congregados, que en medio del
entusiasmo provocado por la conquista de tantas parcelas de li-
bertad, afirmaron la identidad de clase, de masas, marxista y
democrática del partido, rechazaron cualquier posible acomo-
do con el capitalismo, renovaron su "perspectiva autogestiona-
ria", proclamaron la solidaridad con "los pueblos oprimidos
por el imperialismo'', confirmaron la "ruptura democrática
como único proceso racional y pacífico que culminará con la
devolución al pueblo de su soberanía" y apoyaron la doble es-
trategia de negociación con el poder y movilización responsa-
ble de las masas a la vez que recordaban "la vocación republica-

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na del PSOE'', compatible con su promesa de aceptar la "deci- la última, los milagros de la dialéctica que permitían propugnar
sión del pueblo sobre la forma de Estado". Renovando la vi- en el plano ideológico y no propugnar en el práctico la misma
gencia del "método dialéctico de transición al socialismo", el cosa al mismo tiempo por la misma persona2.
congreso llamaba a la movilización popular pero anunciaba
también su intención de participar en la "lucha parlamenta-
ria" para lo que proponía a todos los partidos un "compromiso EJE DE LA UNIDAD SOCIALISTA
constitucional" con el objeto de liquidar los "elementos auto-
cráticos del régimen" y elaborar una Constitución "que garan- Aparte de un crecimiento más bien moderado de militan-
tice las libertades fundamentales" 1. cia en los dos años transcurridos desde Suresnes, el congreso
Se hicieron así presentes más que nunca en las resoluciones de Madrid había confirmado que el PSOE era el partido en el
del congreso las dos almas de la socialdemocracia clásica, mani- que la Internacional Socialista, y muy especialmente el Partido
festándose como antiguamente en forma de verbo radical y prác- Socialdemócrata Alemán, habían depositado -todas sus espe-
tica moderada: a la vez que propugnaban la ruptura democráti- ranzas. Los socialistas españoles disfrutaron de la compañía de
ca y reafirinaban su objetivo final de acabar con el capitalismo, Brandt, que además de ofrecer sus consejos sobre financiación
con lo que satisfacían las exigencias del alma revolucionaria, los de la nueva actividad política, mantuvo una entrevista con Adol-
socialistas mostraban no tener demasiada prisa ni intención de fo Suárez en la que no se mostró preocupado por la eventual
recurrir a medios extraordinarios para alcanzarlos, pagando así ilegalidad del PCE hasta que se celebraran las primeras elec-
tributo a las demandas de su alma reformista. Toda la cuestión ciones generales. Disfrutaron también de la generosa ayuda
consistía en no derivar de lo enunciado en el programa máximo económica alemana, destinada, como declaró Brandt en una
las exigencias de acción contenidas en el programa mínimo, algo posterior visita, al "programa de investigación y de educación
a lo que la socialdemocracia de los tiempos de preguerra se ha- que sigue el PSOE'', y canalizada a través de la Fundación Ebert,
bía adaptado sin mayor problema. Para el grupo sevillano, la que había abierto una oficina en Madrid. Brandt se mostrará
dialéctica permitía mantener la pureza de los principios y la afir- orgulloso de que bajo su dirección, "el SPD haya ayudado a la
mación íntegra del ideal socialista a la vez que se defendía en la democracia española a ponerse en pie con algo más que bellas
práctica diaria una táctica acompasada a la relación de fuerzas palabras" y el director de la Fundación reconocerá haber gas-
realmente existente. Tal fue el gran descubrimiento de Felipe tado en España algo más de 27 millones de marcos durante el
González: no renunciar a los principios, e incluso afirmarlos en- periodo 1976-803 . Objeto del oscuro deseo de los otros grupos
fáticamente, a condición de que los principios no se inmiscuye- socialistas, que envidiaban al PSOE sus "grandes recursos eco-
ran en la acción. Como lo explicaba al presentar el balance del nómicos" y, sobre todo, "la protección de la IS y muy concreta-
congreso, "la tendencia hacia la transformación total de la socie- mente del PSD alemán"4 , ese apoyo fue fundamental para dos
dad se expresa mucho más en el nivel ideológico que en el tácti- de los objetivos que se había propuesto la dirección socialista
co'', lo cual le permitía asegurar con absoluta seriedad que no desde Suresnes: por una parte, negociar con el gobierno; por
"es verdad, dicho así'', que el PSOE "propugne la República fe- otra, constituir al PSOE en partido hegemónico de la izquier-
deral", por más que en la resolución sobre nacionalidades, pun- da, lo que requería previamente ser reconocido como eje de la
to primero, se leyera, dicho así, que: "El PSOE propugna la ins- unidad del resto de partidos socialistas. Que el apoyo principal
tauración de una República federal, integrada por todos los procediera de Alemania y no de Francia se revelaría luego de
pueblos del Estado español". Eran, una vez más, pero no todavía no escasa importancia para que el PSOE definiera sus objeti-

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vos políticos no al modo de los socialismos del sur, necesitados principales partidos políticos, característicos de los procesos
de alianzas a derecha o izquierda para gobernar, sino al nórdi- de transición por transacción entre elites. Aunque lo habitual
co, capaz de ir a las elecciones liberado del complejo comunis- parece ser lo contrarioº, en este caso los "hombres nuevos" ju-
ta y dispuesto a conseguir una mayoría electoral suficiente garon el papel predominante, mientras los líderes más experi-
para gobernar en solitario. mentados pugnaban por acceder al centro de la escena. Mu-
De momento, lo importante era hablar con el gobierno, ne- cho habló esos días Felipe González con Adolfo Suárez a solas,
gociar, como había solicitado la comisión de los nueve, los siete para demostrar que el PSOE no agotaba "su capacidad nego-
puntos aprobados en la cumbre que la oposición había celebra- ciadora con el gobierno en la comisión de los nueve". Ya en la
do a principios de noviembre en Las Palmas, días antes de que primera ocasión en que Suárez recibió a la comisión, después
la huelga general convocada por la Coordinadora de Organiza- de las tres horas que ocuparon en la conversación, retuvo a
ciones Sindicales pusiera de manifiesto su relativa debilidad y González una hora más para debatir los temas de la legaliza-
de que el referéndum sobre la Ley para la Reforma Política ción del llamado sector histórico del PSOE y del patrimonio
confirmara la iniciativa del gobierno. Así, mientras el gobierno del partido, más unas consideraciones generales sobre política
iba suprimiendo las instituciones franquistas, la oposición no internacional, de Latinoamerica al mundo árabe. A los pocos
tenía más margen de acción en este terreno que mostrar su días, y acompañado esta vez por Gutiérrez Mellado, Suárez ha-
"unánime satisfacción" ante tales medidas. Con el nuevo año, la bló nuevamente durante dos horas con González sobre la re-
comisión de los nueve decidió resolver el delicado problema gulación del sindicalismo español y la titularidad del nombre
que el gobierno le había planteado al negarse a recibir, solo o de socialista. González mantuvo, como siempre, el derecho de
en compañía, a ningún comunista, y nombró una subcomisión su partido "a representar las siglas PSOE con carácter exclusi-
de cuatro miembros con objeto de que negociara con el gobier- vo y excluyente" 7.
no dos de los siete puntos de su programa: la ampliación de la Fue precisamente el inesperado permiso del gobierno para
amnistía y el reconocimiento de los partidos políticos sin inter- que los históricos inscribieran su partido lo que motivó la do-
vención alguna del gobierno, dejando la negociación de los ble ruptura que el PSOE necesitaba para emprender su propio
principios políticos del proceso electoral para otras comisiones vuelo. Denunciando al gobierno por no cumplir sus compro-
que ya se irían nombrando cuando la ocasión lo exigiera. Los misos y con el tono convenientemente airado dada la circuns-
nueve se redujeron a cuatro y Tierno y Pujo! pasaron a un dis- tancia, González anunció la retirada de su partido de la comi-
creto segundo plano mientras Canyellas, González, Jáuregui y sión negociadora y a la vez montó su primera ofensiva contra
Satrústegui se disponían a visitar a Suárez 5 . Suárez, a quien Brandt, de paso nuevamente por Madrid, acu-
La cuestión central de la primera entrevista entre Suárez y só de haber empleado un "truco sucio" por permitir que junto
la subcomisión fue la legalización de los partidos, que la oposi- al PSOE "aparezca otro con una hache". De esta manera, a la
ción se negaba a dar por resuelta con el paso por la ventanilla vez que marcaba el terreno en que habría de solventarse la
dispuesto por el gobierno el aúo anterior y que por fin se sol- contienda electoral y señalaba con el dedo al adversario princi-
ventó con el decreto de 10 de febrero que permitió a todos los pal, González se desvinculaba de una coalición en la que su
partidos de la oposición, comunistas incluidos, solicitar el re- partido aparecía como un igual, todo lo más como uno más
gistro. A pesar de que las conversaciones entre gobierno y opo- entre los primeros, y el protagonismo recaía en la coalición.
sición tuvieron este carácter colectivo, enseguida comenzaron Un partido que pretendía medir su fuerza electoral no podía
también los encuentros cara a cara entre los dirigentes de los acudir coligado a una convocatoria electoral y puesto que las

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elecciones estaban a la vista, y el partido había pasado de la to- "una corriente y una dinámica unitaria" y exigían, ante la inmi-
lerancia a la legalidad, y había iniciado ya campañas masivas nencia de las elecciones, "acelerar el debate y la negociación
de afiliación y propaganda, con apertura pública de locales entre las tres organizaciones socialistas"9 .
y conquista de nuevas parcelas de libertad, mejor sería apa- Debate y negociación no era precisamente lo que tenía en
recer cuanto antes con voz, nombre y cara propios ante los vista Felipe González como método para alcanzar la unidad.
electores, que disponían de pocos meses para identificar una Ante la creciente polémica, en la que de nuevo ocupaba pri-
entre las múltiples opciones que la efervescencia de grupos les mera fila Enrique Tierno, González reiteró los cuatro princi-
iba a ofrecer. pios que regirían la política de alianzas electorales del PSOE
Si importante para su conversión en interlocutor privilegia- con el resto de partidos socialistas. El PSOE, tal como se había
do del gobierno, el apoyo de la socialdemocracia alemana fue aprobado en el congreso de diciembre, afrontaría con su nom-
crucial sobre todo para mantener firme la voluntad de los diri- bre histórico las primeras elecciones. Sobre ese punto no ha-
gentes del PSOE de convertir a su partido, como ya se decía en bía nada que hablar: "No es posible negociar esta sigla, como
la declaración de una delegación de la Internacional Socialista tampoco es posible negociar el programa máximo'', afirmó ro-
que visitó España en enero de 1976, en "eje de cristalización de tundo González, y todavía remachó: la sigla que debe afrontar
la unidad de los socialistas españoles". Desde entonces, Gonzá- el reto electoral es la del PSOE. Ésa era su conocida apuesta,
lez había mostrado bien a las claras lo que entendía por "eje'', con ella se había enfrentado a la vieja dirección y a ella se ate-
pero si se exceptúa a los históricos del PSOE que no siguieron nía. Ninguna sorpresa pues a este respecto. Por tanto, punto
a Salazar y Salcedo, nadie acudió a la llamada. Ahora, después segundo, el debate sobre el proceso unitario debía transcurrir
del congreso de diciembre y una vez conocidos los resultados por derroteros distintos a los del "falso dilema de la desapari-
del referéndum y despejada la vía a las elecciones, los socialis- ción de todas las siglas o la mezcla de las existentes en una
tas de los 23 grupos que la delegación de la Internacional ha- alianza electoral". Ni lo que pretendía la FPS y algunos militan-
bía contado en las postrimerías del franquismo plantearon de tes del PSOE madrileño, refundir grupos socialistas para re-
nuevo la necesidad de alcanzar alguna forma de unidad 8 . En fundar el socialismo; ni lo que defendía Enrique Tierno y aca-
Madrid, algunos miembros de las organizaciones del PSOE, bará por proponer el PSP, una "unión electoral" con un
PSP y FPS comenzaron a escribir conjuntamente artículos en nombre propio seguido de una ristra de siglas, podía de nin-
los periódicos resaltando la urgencia de la apertura de un pro- gún modo aceptarse. Lo único que cabía hacer era, punto ter-
ceso unitario y minimizando lo que podía separar a unos parti- cero, debatir los programas y, punto cuarto y último, negociar
dos que, como el PSP, hacían hincapié en el socialismo de iz- las candidaturas. Por supuesto, el primer secretario del PSOE
quierda, la FPS, que insistía en la autogestión, y el PSOE, que estaba abierto a emplear todas las capacidades de los cuadros
acababa de reafirmar su carácter de partido de clase. Todas de de todos los partidos en la elaboración de ese programa y a in-
izquierda, todas marxistas, "las bases" de las tres organizacio- cluir a los dirigentes de esos grupos en las candidaturas socia-
nes debían entablar un amplio debate que, por su parte, 40 listas a condición de que aparecieran bajo la sigla del PSOE
destacados militantes de cada una de ellas estaban dispuestos a aunque no pertenecieran a este partido, decisión que queda-
lanzar firmando un manifiesto en pro de la unidad. Bono, De ría para después de las elecciones 10 .
Blas, Barrionuevo, Ramos, Lamo de Espinosa, Fernández Or- Estas propuestas pasaron de los artículos escritos por el pri-
dóñez, Satrústegui, Puerta, Leguina, Bustelo, Del Moral, Ro- mer secretario a las resoluciones adoptadas por el comité fede-
cha, De Vicente testimoniaban con sus firmas la existencia de ral. Reunido los días 13y14 de febrero, el comité consideró in-

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deseables los pactos electorales de coyuntura que podrían con- un hito histórico: la implantación de un socialismo que con-
tribuir a "consolidar situaciones carentes de justificación". No vertiría a "una Cataluña oprimida culturalmente y expoliada
quería, pues, servir de instrumento para que otros grupos so- económicamente en una nacionalidad soberana y autogober-
cialistas se consolidaran a su costa y permanecieran en vida ac- nada por sus ciudadanos" 12 •
tiva. Como socialistas que eran, su propia ideología les impe- Procesos similares estaban en marcha, a principios de abril,
día "cuestionar la existencia de un solo partido socialista". ¿No en Galicia, con un acuerdo entre la Federación Socialista Galle-
era una sola la clase obrera? Pues uno también había de ser el ga del PSOE y el Partido Socialista Galega, en Murcia, en Balea-
partido de la clase obrera. Lo cual en modo alguno quería de- res y en León. El comité federal, para facilitar el proceso de uni-
cir que se excluyeran las "candidaturas comunes" a condición dad acelerado por la inminencia de las elecciones y eliminar las
de que se presentaran "bajo la sigla que siempre tuvo el socia- posibles resistencias de los grupos que tenían relaciones orgá-
lismo". El PSOE era patrimonio común de la clase trabajadora nicas con Unión Sindical Obrera, permitió que la incorpora-
y el comité federal, en un alarde de generosidad, invitaba a "to- ción al partido de los socialistas procedentes de otras organiza-
dos los socialistas a compartir ese pasado". Ni que decir tiene ciones no exigiera la afiliación a l!GT, como era obligado 13 . En
que, examinada la oferta del PSP para crear lo que llamaba el PSP, algunos de sus dirigentes intentaron convencer a Tierno
Unidad Electoral Socialista, fue rechazada sin mayor debatell. de lo ventajoso que sería aceptar la generosa oferta del PSOE,
Las propuestas del comité federal resultaron tentadoras para meter en sus listas entre 25 y 50 candidatos bien situados y for-
los dirigentes de algunos de los partidos y grupos socialistas que mar luego grupo propio, con lo que se habrían beneficiado de
se dispusieron a entrar en el juego abierto por el PSOE. Enrique "una parte del peso histórico del nombre del Partido Socialista
Barón, por t:iemplo, negoció un prometedor tercer puesto en la Obrero Español" que les permitiría "lograr una independencia
candidatura de Madrid, se llevó consigo a buena parte de Con- posterior a favor de nuestros ideales e intereses". Tierno, sin
vergencia Socialista de Madrid, miembro hasta entonces de la embargo, no hizo caso de "los maquiavélicos de mayor astucia"
FPS, e inició un proceso de fusión con la perspectiva de celebrar, y firmó un acuerdo electoral con lo que quedaba de la FPS, es-
pasadas las elecciones, un congreso de unidad. En Cataluña, pecialmente con el PSA de Rojas Marcos, dándole el nombre
las cosas habían madurado también suficientemente para que de Unidad Socialista, aunque la ristra de siglas en un primer
el PSC (Congrés) firmara con la Federación Catalana del PSOE momento soñada quedó reducida a dos 14 .
una coalición electoral que les permitiría presentar una candi-
datura unitaria y que el gobernador civil de Barcelona consi-
deró como "la más brillante y rentable operación política" rea- A LAS ELECCIONES
lizada por el PSOE en la transición. El 4 de abril, Reventós y
Triginer anunciaban un acuerdo que no se limitaba a la pre- Mientras el PSOE echaba las bases para enfrentarse con po-
sentación de la candidatura conjunta sino que ponía en mar- sibilidades de éxito a la convocatoria electoral, quedaba el no
cha la creación de un nuevo partido que buscaría su "articula- leve problema del reconocimiento, sin excepción alguna, de
ción con el PSOE en la perspectiva de unidad de todos los todos los grupos y partidos políticos que desearan presentarse.
socialistas del Estado''. La novedad, respecto a la oferta inicial, La mayor preocupación para el gobierno consistía en resolver
consistió en que el PSC-C impuso su presencia diferenciada la legalización del partido comunista, que tropezaba con fuer-
con una fórmula inédita que consistía en anteponer sus siglas tes resistencias en el seno de las fuerzas armadas y con no pocas
a las del PSOE. Bien merecía la pena si en efecto se trataba de en el mismo gobierno, en algunas embajadas y en la opinión

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pública. El gobierno había logrado, con el referéndum sobre mitiera recuperar la calle, obligar a la gente a meterse en sus
la Ley para la Reforma Política, disolver el aparato institucio- casas y conseguir que todo volviera al viejo orden militarizado.
nal de la representación orgánica del régimen franquista. Ese La provocación comenzó en la calle, en pleno centro de Ma-
singular triunfo había reforzado su posición, lo que le permi- drid, con el asesinato -un tiro en la espalda- de un joven en
tió suprimir a finales de diciembre el Tribunal de Orden Públi- una manifiestación pro amnistía. Los autores estaban vincula-
co y preparar el desmantelamiento del resto del aparato buro- dos a una de las organizaciones con más abolengo en la extre-
crático del franquismo, muy especialmente, el Movimiento ma derecha, Fuerza Nueva, fuerza matriz de diversos grupos
Nacional y la Organización Sindical, feudos de la ultradere- terroristas y, especialmente, de los Guerrilleros de Cristo Rey.
cha. El momento político se caracterizaba, pues, por un claro Al día siguiente, en una manifestación de protesta por ese ase-
retroceso de los franquistas, con riesgo cierto de desaparición; sinato, un bote de humo lanzado por la policía acabó con la
un afianzamiento del centro reformista y un avance de la opo- vida de una joven estudiante, circunstancia que aprovecharon
sición democrática que, de la presión en la calle, había pasado terroristas con la misma adscripción y relacionados con la Or-
a la mesa de negociación. Sin embargo, las reglas que regirían ganización Sindical para reprodu<;ir la brutal imagen de la gue-
el nuevo sistema político estaban todavía en discusión y, en lo rra civil llevando contra la pared a ocho abogados y un conser-
que se refería al orden público, no habían desaparecido las del je de un despacho laboralista vinculado a Comisiones Obreras
antiguo. Todavía no había transcurrido un año desde que, a y al Partido Comunista. Cinco de ellos murieron a consecuen-
propuesta del Ministerio de la Gobernación, cuyo titular era cia del fusilamiento y otros cuatro quedaron gravísimamente
entonces Manuel Fraga, se había decretado, con motivo de heridos.
sendas huelgas, la militarización de Correos y de Renfe. Las El terrorismo, para convertirse en arma política eficaz, ade-
fuerzas del orden público que, de acuerdo con la Ley Orgáni- más de contar con apoyos sociales o con complicidades en las
ca del Estado de 1967, formaban parte de las fuerzas armadas fuerzas de seguridad, tiene que lograr el propósito de intimida-
con el mismo título que los ejércitos de Tierra, Mar y Aire, se- ción y debilitamiento de las instituciones inherente a sus aten-
guían actuando con su característica brutalidad, con la secuela tados. En enero de 1977, los terroristas lograron exactamente
de muertos y heridos por "ráfagas de ametralladora" como ha- lo contrario. Decenas de miles de personas acompañaron a los
bía ocurrido en Vitoria. Los tribunales militares seguían ins- cadáveres de los abogados y del conserje asesinados poniendo
truyendo sumarios relacionados con alteraciones del orden así de manifesto la voluntad de la gran mayoría de los españo-
público. Por otra parte, la oposición de un sector del ejército a les no ya de continuar adelante con el proceso de negociación
las reformas en marcha había quedado clara con la dimisión sino de acelerarlo legitimando a todos los que en él participa-
del general De Santiago como vicepresidente del gobierno en ban . La conquista de la legalidad por el Partido Comunista
septiembre del año anterior en protesta por el proyecto de re- que todos, excepto ellos mismos, habían dejado para después
forma sindical y con el masivo voto contra la Ley para la Refor- de las elecciones, avanzó aquella tarde más que en los dos años
ma Política del estamento militar representado en las Cortes anteriores porque ese entierro destruyó, en quienes todavía la
dos meses después 15 . conservaban, la imagen del comunista como alguien excluido
La inminente legalización de los partidos fue el momento de la nación, un extranjero, el enemigo, que el franquismo ha-
elegido por los grupos de la extrema derecha que se quedaban bía construido durante años. La legitimidad simbólicamente
fuera del sistema en gestación para golpear con fuerza con ob- alcanzada aquel día se convirtió en el más sólido soporte para
jeto de extender un clima de pánico generalizado que les per- conseguir la legalidad. La opinión pública sufrió un vuelco es-

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pectacular: si en octubre de 1976, sólo se declaraban a favor de el orden público ni la oposición democrática retornó a sus
la legalización del PCE un 25 por 100 de los españoles, mien- cuarteles de invierno. Por el contrario, se aceleró el proceso de
tras el 35 por 100 se manifestaba en contra, en abril, era ya el negociación entre la oposición y el gobierno que dio como re-
55 por 100 el que se declaraba a favor quedando sólo un 12 por sultado el decreto-ley sobre normas electorales promulgado el
100 que lo hiciera en contra 16 . 18 de marzo de 1977. La fórmula de acuerdo consistió en la
La emoción causada por aquel crimen horrendo, además adopción para el Congreso del sistema proporcional corregi-
de legitimar al PC y abrirle la puerta de la legalidad, acabó por do por el método de D'Hondt y voto de lista. Con el propósito
paralizar a quienes se pretendía provocar a la acción: el ejército también de corregir la proporcionalidad e impedir la prolife-
no se movió y ni siquiera se decretó el estado de excepción. Esta ración de partidos se estableció un mínimo del 3 por 100 de
consecuencia del atentado la debieron de comprender inme- votos por distrito, sin restos nacionales, para obtener represen-
diatamente los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero tación y se asignó un mínimo de dos diputados y un escaño
de Octubre, los GRAPO, que, como los Guerrilleros, eran gru- más por 144.500 habitantes o fracción de 70.000 para cada cir-
pos armados procedentes de formaciones políticas, en este cunscripción. Se pensaba que, de esta manera, las provincias
caso de un llamado Partido Comunista de España (reconstitui- menos pobladas, que eran también las menos industrializadas
do). Como los Guerrilleros, también ellos pretendían paralizar y urbanizadas y en las que, en principio, predominaba el voto
el proceso y, como ellos, no veían otro modo de conseguir su conservador, resultarían sobrerrepresentadas en relación con
objetivo que provocar a las fuerzas armadas: si lograban que el las más industrializadas y de predominio de izquierda. Por otra
ejército interviniera y revelaban la naturaleza represora del ré- parte, el sistema adoptado fue el de lista cerrada y bloqueada
gimen, tal vez el pueblo se levantaría. Aparte del odio que sen- que no permite a los electores establecer un orden de prefe-
tían hacia la policía y la guardia civil por los brutales métodos rencia entre los candidatos de cada lista ni mezclar candidatos
represivos utilizados en zonas que atravesaban profundas crisis de dos o más listas, de tal manera que resultan elegidos auto-
industriales, como Cádiz, Vigo y Bilbao, de donde procedían máticamente los candidatos situados en sus primeros puestos,
muchos de ellos, la elaboración ideológica que les condujo al lo que otorgaba a los organismos directivos de los partidos po-
atentado indiscriminado, con la elección de víctimas al azar, era líticos y de las coaliciones electorales un decisivo poder sobre
un amasijo de leninismo, maoísmo y tercermundismo, útil para el resultado final de las elecciones. Para el Senado, el sistema
justificar como paso adelante en la revolución el asesinato de mayoritario previsto en la ley de Reforma se corrigió asignan-
cualquier policía que tropezaran en su camino. do a cada votante un máximo de tres opciones de los cuatro es-
Fue la reacción popular a los asesinatos de esa semana de caños atribuidos a cada circunscripción, de manera que el me-
enero, la decisión tomada por miles de personas de no ceder al jor situado de las minorías tuviera también representación.
miedo y salir a la calle para acompañar a los muertos, la ratifi- Pocas s~manas después de alcanzado el acuerdo sobre el
cación del compromiso democrático por los medíos de comu- procedimiento electoral, el 9 de abril de 1977, al caer la noche
nicación, la conducta seguida por los dirigentes del Partido del Sábado Santo, el partido comunista era legalizado y queda-
Comunista, la calma y autocontrol del Gobierno -que de to- ba despejado el camino hacia las primeras elecciones libres
das formas acabó por suspender la inviolabilidad de domicilio que se celebrarían en España desde el 16 de febrero de 1936.
y el hábeas corpus para casos de terrorismo- lo que impidió El PCE, mucho más activo y mejor organizado que el PSOE en
que esa confluencia de terroristas de extrema derecha y de ex- la larga fase de oposición a la dictadura franquista, aparecía en
trema izquierda alcanzara su objetivo: no volvió a militarizarse público liderado por políticos experimentados aunque gravi-

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tara sobre ellos la incógnita de saber hasta qué punto su vincu- una política de defensa del pleno empleo, con estímulos a la
lación más que simbólica con la guerra civil, les supondría una creación de nuevos puestos de trabajo, financiación de la Se-
ventaja o un rechazo electoral. En todo caso, y aunque se sin- guridad Social a cargo de los presupuestos generales del Esta-
tieran dueños de un capital histórico de incierta rentabilidad, do, aumento de inversión pública en industrias y servicios, re-
la implantación social de los partidos comunista y socialista se ducción de la jornada laboral a cuarenta horas y de la edad de
mantenía débil: los españoles, que se mostraban en las encues- jubilación a los sesenta años. Insistieron además en que la res-
tas de opinión cada vez más interesados por la política, que co- puesta socialista a los problemas del día debía ser también "de
menzaban a preferir como valores prioritarios la libertad y la carácter moral, devolviendo a nuestro pueblo la confianza en
democracia por encima de la paz y el orden y que abarrotaban los hombres públicos", y tuvieron buen cuidado de presentar
los mítines convocados por los partidos políticos ya legalizados, al socialismo sin conexión alguna con el leninismo ni con la
no parecían dispuestos, sin embargo, a afiliarse a esos mismos dictadura del proletariado e identificarlo con la conquista de
partidos. De ahí tal vez que, sin conocer el arraigo y atractivo la libertad y la democracia. "La libertad está en tu mano" y "so-
de los partidos históricos, la presentación ante los electores pro- cialismo es libertad" fueron los dos mensajes más repetidos du-
curó rebajar todos los contenidos radicales de los programas rante la campaña, junto a la promesa de un cambio de vida
recientemente aprobados y ofrecer su cara más amable y tran- que se cifraba en acabar con el paro y con la emigración e im-
quilizadora. pedir que el coste de la crisis recayera sobre los sectores popu-
El PSOE destacó en su programa electoral el carácter cons- lares18.
tituyente de las nuevas Cortes, a las que asignaba la tarea de Una incipiente exaltación de la personalidad de Felipe Gon-
elaborar una constitución democrática que erradicara "los re- zález como símbolo del nuevo partido a quien todos los candi-
siduos autoritarios heredados del régimen anterior". La acción datos debían aparecer vinculados y con quien debían manifes-
inmediata se dirigiría a impedir cualquier retraso en la consoli- tarse identificados completaba el cuadro de una campaña que
dación de la democracia, que pasó a constituirse así en el eje además de introducir modernas técnicas electorales renovó en
de la política socialista. No se procedería a nacionalizaciones, las costumbres políticas españolas el gusto por el tradicional
aunque no se descartaba que se realizaran algunas en el sector mitin monstruo. El líder llegaba a la plaza de toros o al campo
eléctrico y de crédito, pues el problema central, tal como lo veía de fútbol cuando el mitin ya había empezado, lo que le permi-
Felipe González, no era "de nacionalizar, sino de reactivación tía realizar una "entrada triunfal, rodeado del servicio de or-
económica": los socialistas, dijo, "no tenemos especial pasión den" y dirigirse a un público ya caldeado. Una Comisión Téc-
por el tema de las nacionalizaciones". Los socialistas querían nica Electoral Federal, bajo la dirección de Alfonso Guerra, se
convertir "a nuestro país en una sociedad similar a la de nues- convirtió en "cuartel general" desde el que se transmitían las in-
tros vecinos europeos" y, sin renunciar a la neutralidad "desde dicaciones de campaña a las diferentes federaciones. Hubo pro-
el punto de vista militar", comenzaron a presentarse como los fusión de vallas, murales, pegatinas, pósters, dípticos, volatinas,
poseedores de la llave que podía abrir la puerta de Europa, anuncios y las novedades de la caravana que llevaba a los candi-
idea que reforzaron con algunas visitas de parlamentarios eu- datos de pueblo en pueblo y de la avioneta, llamada jet, que por
ropeos y la elección de Madrid como sede de la 11 Conferencia sí sola simbolizaba la modernidad del nuevo liderazgo socialis-
de Partidos Socialistas del Sur de Europa 17 . Propugnaron, sin ta. Asegurando su voluntad de proporcionar una información
decirlo con ese nombre todavía vitando, un clásico programa transparente, los socialistas reconocieron un presupuesto para
socialdemócrata, con la ampliación del Estado de bienestar y la campaña de 500 millones de pesetas y su primer secretario,

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Los SOCIALISTAS EN LA POLÍTICA ESPAÑOL-\, 1879-1982 SANTOsJuu,í.

sin dar ninguna cifra, no tuvo inconveniente en declarar que el ilustraban un libro anterior de González para La Gaya Ciencia,
PSOE había recibido ayudas de los partidos socialistas de otros desaparecieron de la iconografia. La figura de Pablo Iglesias,
países, ofrecidas por pura solidaridad, sin contrapartida. Las re- con su casi centenaria fama de santidad laica era suficiente para
cibieron también, en forma de crédito, de algunos bancos, aun- presentar al PSOE como depositario de un tesoro de renova-
que el establishment bancario tradicional todavía discriminaba ción moral de la vida pública2 1.
sus ayudas por razones ideológicas: Banesto, por ejemplo, sólo Tal vez en la conjugación de ese recurso a una tradición situa-
financió a los partidos de centro y derecha, mientras el Santan- da más allá del recuerdo inmediato y de su presentación como
der dirigió sus preferencias hacia el partido de Manuel Fraga. partido de la renovación de la vida política radique una de las cla-
Popular, Bilbao y Caja de Madrid "optaron por no discriminar ves de su éxito electoral. Los electores que se dirigieron a las ur-
a nadie" 19 . nas el día 15 de junio de 1977 mostraron el claro propósito de no
No debió ser indiferente para un electorado que se autoubi- desperdiciar su voto dispersándolo en partidos con escasas posi-
caba mayoritariamente en posiciones de centro y centro-izquier- bilidades de ganar. Si la oferta fue atomizada, el voto resultó con-
da que los dos candidatos en los que se personificaba estas op- centrado y, en consecuencia, la proporcionalidad corregida no
ciones fueran jóvenes, no suscitaran recuerdos de la guerra civil benefició a la derecha sino a los partidos mayoritarios, indepen-
y no llevaran grabados en sus rostros las marcas del exilio ni las dientemente de su ideología, y castigó duramente a los minorita-
señales de la represión durante la dictadura. Del candidato so- rios: mientras el PCE con el 9,2 por 100 de los votos consiguió 20
cialista, Cambio 16 había escrito -y El Socialista, muy complaci- diputados, el PSP, con la mitad, no llegó más que a seis. Por el
do, reproducía el texto- que se trataba de un hombre "guapo, otro lado, UCD obtuvo un extraordinario beneficio en la rela-
desenvuelto, de mirada un tanto dura, de verbo rápido y direc- ción de escaños sobre votos, 47 sobre 34,6 por 100, pero el PSOE
to, no exento de rigor, imagen de un socialismo de ducha dia- tampoco salió malparado: sus 5,3 millones de votantes represen-
ria, puño en alto y la otra mano en el corazón"; nada que ver taban el 29 por 100 de los 18,6 millones que se habían acercado a
con un represaliado del franquismo 20 . Felipe González era so- las urnas, pero sus 118 escaños elevaban esa proporción hasta el
bre todo un hombre joven, que aparecía con camisa a cuadros 33,7 por 100. De todas formas, lo importante fue que su éxito se
abierta, chaqueta desabrochada, tres rosas en una mano que no repartió casi por igual en todas las circunscripciones: triunfó en
acababa de cerrarse en puño y un sol naciente a la espalda; cinco provincias andaluzas, pero también en Valencia y Barcelo-
nada que ver, por tanto, con el socialismo obrero de antes de la na, lo que significaba un hito en su centenaria historia. No sólo
guerra. Aun si se recordaba de vez en cuando que el PSOE era eso: el PSOE refundado mantenía el voto de un considerable sec-
el mismo partido de hacía cien años, los socialistas no pusieron tor de la vieja clase obrera y ganaba a la mayoría de la nueva, pues
ningún empeño en hablar de las generaciones intermedias: si triunfaba en sus feudos tradicionales, como Oviedo -mostran-
acaso a Felipe González le vino alguna vez a la memoria un dis- do así "la persistencia intergeneracional de las simpatías ideoló-
curso de Indalecio Prieto, allá por "el año veintidós en que dijo: gicas "- pero también en las nuevas barriadas obreras de las
soy socialista a fuer de liberal". Las referencias a la "heroica lu- grandes ciudades, como Madrid, donde Comisiones Obreras ha-
cha de los mineros asturianos" o la identificación de los socialis- bía sido la única fuerza sindical durante los últimos quince años
tas como "revolucionarios", que todavía pueden encontrarse de franquismo. Pero no fue únicamente voto obrero lo que reco-
en el libro de González y Guerra escrito para la editorial Albia a gió en esta primera cita con las urnas: en ocupación y edad de sus
principios de ese mismo año, desaparecieron del discurso elec- votantes, el PSOE reproducía de forma muy aproximada la distri-
toral como las fotos de Marx, Lenin o Rosa Luxemburg que bución del electorado en su coajunto; si acaso, se produjo una

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sobrerrepresentación de obreros cualificados y de personas con oposición responsable que les permitiera "representar a lama-
menos de treinta y cinco años de edad. La típica coalición electo- yoría de los ciudadanos apoyándose en el trípode poder parla-
ral socialdemócrata, con votantes de clase obrera y clases medias, mentario, poder sindical y poder municipal''. Las elecciones
de empleados y profesionales, hizo así su aparición desde las pri- vinieron a ratificar, en definitiva, la opción de llegar al gobier-
meras elecciones, antes de que nadie pudiera argumentar que el no en solitario, sin necesidad de coaliciones a derecha ni iz-
PSOE se estaba transformando de partido de movilización de quierda23.
masas en partido electoral o catch all. En realidad, desde su mis- Pero aquellos resultados electorales, con un equilibrio casi
ma refundación, el PSOE fue un partido orientado a presentarse simétrico entre izquierda y derecha, con un partido mayorita-
a las elecciones con la aspiración de alcanzar el mayor número rio en cada uno de los campos ideológicos flanqueado por
de votos posible: los afiliados sólo comenzaron a afluir cuando el otro minoritario, con una acusada presencia de los partidos
camino hacia las urnas se hubo despejado y la movilización como nacionalistas del País Vasco y Cataluña, y con la tarea pendien-
instrumento de presión dejó de tener sentido 22 . te de elaborar una Constitución no favorecían los planes del
PSOE de pasar a una oposición solitaria desde la que lanzarse a
la conquista del poder. Ni era posible desarrollar una política
CONSENSO A REGAÑADIENTES basada en una mayoría parlamentaria, que nadie tenía; ni la
diferencia notable entre los dos partidos más votados y sus in-
De los resultados obtenidos en la primera contienda electo- mediatos seguidores favorecía la formación de un gobierno de
ral a la que el PSOE se presentaba en solitario en todos los dis- concentración o de unidad nacional como rápidamente pro-
tritos, Felipe González dedujo dos conclusiones: por una par- puso el PCE; ni servía a los intereses de los dos grandes dirigir
te, el partido socialista se había convertido en "el partido de la la política marginando al resto de los partidos con representa-
alternativa"; ése era su mayor éxito en las elecciones; además, ción parlamentaria. La fuerza de las cosas imponía que Suárez,
el PSOE había resultado "vencedor como fuerza política a una como dirigente del partido o de la coalición más votada, for-
considerable distancia de cualquier otro competidor". Insis- mara un gobierno de minoría con UCD y que buscara, para las
tiendo en la naturaleza de UCD como coalición de más de una grandes cuestiones pendientes, fórmulas de consenso mien-
docena de pequeños partidos, el PSOE, sin descartar de plano tras seguía en las Cortes una política susceptible de encontrar
la posibilidad de entrar en un gobierno de coalición, pasaba a aliados en las diferentes minorías. A las elecciones se había lle-
ser, en opinión de su primer secretario, la única alternativa de gado por un proceso de negociación y pacto, de cesión y acuer-
poder. En nuestro país, declaraba el comité federal, "ya está do; su resultado imponía una política de consenso que, por
perfilada una clara alternativa de poder socialista" y, para afian- una parte, permitiera encontrar una salida a la crisis económi-
zarla, el PSOE exigía la rápida apertura del proceso constitu- ca y, por otra, elaborar un texto constitucional con posibilida-
yente en el Parlamento, la convocatoria inmediata, para antes des de ser aceptado por la mayoría de la nuevas Cortes.
de fin de año, de elecciones municipales, y el fortalecimiento Tal era el interés del gobierno, pero tal era también, sobre
de los vínculos fraternales con UGT. Los socialistas pensaban todo, el del partido comunista, con un resultado electoral muy
que afianzados ya en el Parlamento, consolidado el sindicato por debajo de sus expectativas. La salida a la italiana de la dic-
hermano y con la perspectiva de llegar pronto a los Ayunta- tadura quedó arruinada con el escaso 9 por 100 de los votos
mientos se estaban dando pasos de gigante para la conquista que fueron a parar a las arcas comunistas. No por eso renun-
de todo el poder. Para acelerar la marcha, debían ejercer una ció Carrillo a una estrategia largo tiempo acariciada: como en

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1930-31 la proclamación de la República había llevado al po- vocó un fuerte nerviosismo en los dirigentes del PSOE que per-
der a un gobierno provisional que, después de las elecciones cibieron de inmediato el peligro de quedar aplastados entre los
constituyentes, continuó en ejercicio hasta que se promulgó la brazos de la tenaza. Era el gran momento de Suárez y Carrillo,
Constitución, así ahora los dos grandes asuntos que el nuevo alimentado por la extraña y mutua fascinación que había surgido
gobierno debía afrontar, la crisis económica y la elaboración entre los secretarios generales del Movimiento y del Partido Co-
de una constitución, exigían la concertación de todos los parti- munista-los "totalitarios" excluidos de sus tratos por el resto de
dos en algo parecido a un gobierno provisional constituyente la oposición hasta comienzos de los años setenta-, y podía pen-
con todos igualados por el mero hecho de participar en él. Ca- sarse que los resultados obtenidos por ambos, más cortos de lo
rrillo pretendía pesar en la dirección de la política más de lo esperado, no tenían por qué ser definitivos. Los comunistas die-
que el número de sus diputados le hubiera permitido en una ron por seguro que su magra cosecha se debía al efecto de la pro-
situación de normalidad democrática. Su gobierno de concer- paganda franquista, destinado a diluirse antes de las siguientes
tación obedecía a esa intención constituyente, como el núme- elecciones con una política serena y responsable ..
ro de sus diputados empttjaba al PSOE a una oposición que en Intranquilos por lo que pro~etía ser el comienzo de una
un futuro inmediato le abriera el camino hacia un gobierno de larga amistad, los socia_listas observaron que en el Parlamento,
mayoría. UCD pretendía "quebrar la estrategia del PSOE, aislándolo en
El primer ámbito en que tal concertación podía desarro- las votaciones"; en política económica y social, el gobierno ten-
llarse era el de la política económica y social, no sólo porque el día a "favorecer a los comunistas en detrimento de la Unión Ge-
PCE parecía aventajar al PSOE, si no en votos, sí en "poder sin- neral de Trabajadores" y por lo que se refería a las elecciones
dical" y podía aportar a esa política la fuerza de un sindicato municipales, nadie tenía excesivo interés en su convocatoria in-
con arraigo en la clase obrera, sino porque así pensaba Suárez, mediata. Al trípode de los poderes contemplado por el PSOE el
con un acuerdo por la izquierda, bloquear el crecimiento so- día después de las elecciones le estaban serrando todas las patas
cialista y enfriar sus expectativas de conquistar la mayoría. Los con lo que ya comenzaba a ser célebre consenso. No había más
datos de las elecciones habían convencido a Suárez de que la remedio que meterse en él con objeto de fabricar desde dentro
única manera de cortar el camino al PSOE consistía en desa- una posición propia que no hiciera pasar al partido socialista
rrollar hasta el límite de lo posible una política de izquierda, como enemigo de la concertación en un tiempo de grave crisis
en lo que se ha visto un error de percepción, puesto que UCD económica y de vacío constitucional. Ante "la coincidencia obje-
estaba formada mayoritariamente por partidos de derecha, o tiva de intereses" en u-e Suárez y Carrillo, el PSOE decidió "iniciar
el resultado de un déficit de legitimidad democrática que le una política de ofensiva contra la operación que (veía) fraguar-
habría empujado a situarse en un terreno ajeno. En realidad, se desde el poder" y comenzó, por una parte, a tomar contacto
sin embargo, la concertación interesaba por igual a Suárez y a con empresarios, poderes fácticos y con sectores del mismo go-
Carrillo y no hacía más que repetir la vieja fórmula de la tena- bierno con el propósito de no quedar atenazado entre UCD y
za: si tenía éxito, Suárez habría consolidado su posición y el PCE y, por otra, desbordar al gobierno, "asumiendo la coalición"
PCE habría arrebatado al PSOE la hegemonía de la izquierda, y aprovechando la circunstancia para exigir compensaciones
dejándolo sin política y, sobre todo, sin terreno en el que con- sindicales y presentar un programa propio con que hacer fren-
solidar su posición como" alternativa de poder". Y de hecho, la te a la crisis 24 .
política de concertación enu-e UCD y PCE, con aperturas co- Desde 1974 se había producido un considerable incremen-
yunturales hacía las minorías nacionalistas y regionalistas, pro- to de la movilización obrera, con un número de huelgas y una

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extensión de los conflictos no conocidos desde los años trein- acuerdo con la nacionalización de las empresas eléctricas para
ta, hasta el punto de rebasar dos años después los cien millo- reestructurar y planificar esa parte básica del sector energéti-
nes de horas de trabajo perdidas con algún momento cercano co, la consolidación del INI, el control del Estado sobre los
a laa huelga general indefinida, como ocurrió en Madrid en grandes bancos, la atención prioritaria a la política de empleo
enero de 1976. Al mismo tiempo, la inflación no dejó de cre- con el compromiso de no abandonar a su suerte a los sectores
cer hasta situarse en valores por encima del 25 por 100 en los necesitados de readaptación como los astilleros y los vehículos
primeros años de la transición mientras el paro subía hasta al- pesados. Se abrieron además subcomisiones para negociar me-
canzar pronto magnitudes de dos dígitos. Las razones políticas didas de política educativa, urbanística, fiscal y financiera, de
-lucha por la democracia- se unieron así a las económicas tal manera que lo proyectado como un acuerdo rápido que se
-la subida de salarios por encima de la inflación y las protes- firmaría sobre la marcha, se convirtió en una negociación en
tas contra el paro- para mantener en los primeros años de la la que cada cual pudo exponer la totalidad de su programa
transición un alto nivel de conflictividad laboral. Los sindicatos para encarar la crisis económica. El PSOE aprovechó para pre-
habían conquistado también la legalidad y, con ella, nuevos afi- sentar su programa económico, y su primer secretario en una
liados, mientras el gobierno estaba demasiado inmerso en los intervención muy dura con el gobierno y el partido comunis-
problemas políticos como para conceder prioridad a las cuestio- ta, recordó a éste que en democracia "cada uno tiene un papel
nes económica: siguió una política de concesiones y contem- y no el que se quiere arrogar; tiene el que el pueblo le da" y
porización cuyo resultado más inmediato fue el empeoramien- anunció a aquel que se mantendría vigilante y exigente para que
to de la situación económica en términos de inflación, paro, cumpliera "la parte de este programa que le corresponde"25 .
déficit de la balanza de pagos y nivel de reservas, sin que por La Unión General, que trataba de resindicalizar su política, esti-
ello descendiera el nivel de conflictividad obrera. Fue en estas mó necesaria la moderación salarial aunque mantuvo sus reser-
condiciones cuando el nuevo vicepresidente para Asuntos Eco- vas sobre la capacidad del gobierno para contener los precios.
nómicos, Enrique Fuentes Quintana, propuso un amplio pac- En definitiva, éste fue el resultado más notable de los Pactos de
to social cuya sustancia consistía en controlar los aumentos sa- la Moncloa: el crecimiento salarial se contuvo y los precios,
lariales en niveles inferiores a la inflación prevista, con el vago que se habían disparado hasta el 26,4por100 en 1977, bajaron
compromiso de impulsar medidas de carácter redistributivo, al 15,3 aunque se mantuvieron en torno al 14 por 100 en los
como una reforma fiscal y mejoras sociales. La propuesta fue años siguientes. Para UGT, su presencia al lado del PSOE en la
acogida con entusiasmo por el PC y Comisiones Obreras, pero negociación de los pactos fue el inicio de una política que en
al obligarle a guardar su alternativa de poder para tiempos me- sólo dos años la convirtió, como reivindicaba, en "un instrumen-
jores, situó al PSOE y a UGT en dificil posición, de la que inten- to fundamental de negociación" con los gobiernos y la patronal,
taron salir endureciendo los términos -plazos y contenidos- base de un sistema neocorporativista con el importante matiz
de la negociación. de la competencia intersindical, mantenida desde entonces con
"Puesto que se exige sacrificios a los trabajadores, es im- Comisiones Obreras, y el relativamente bajo nivel de afiliación
prescindible darles el protagonismo que les corresponde en sindical 26 .
las decisiones de las empresas y en los órganos de la Adminis- Más importante para lo que interesa a las grandes líneas de
tración del Estado": éste fue, expresado por Miguel Boyer, el la política socialista fue el consenso constitucionaL Felipe Gon-
primer punto de la negociación, las contrapartidas sindicales. zález dio pruebas de entenderlo así en la primera declaración
Pero había más. Boyer seguía enumerando las condiciones del política de carácter general pronunciada en el Congreso el 27

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de julio de 1977, cinco días después del clamoroso silencio con des, con especial mención de la libertad sindical y el derecho
el que su grupo parlamentario recibió al Rey en la ceremonia de huelga; definir un marco autonómico que respondiera a las
de solemne constitución del primer Parlamento democrático aspiraciones de "los diversos pueblos que componen España" y
desde la guerra civil. En su discurso, González reafirmó la tradi- recoger "los problemas presupuestarios, sanitarios y educacio-
ción parlamentaria de su partido, del que destacó la "continui- nales". Muy urgente le parecía al primer secretario del PSOE
dad histórica" y su "facultad renovadora'', continuidad y reno- que las Cortes elaboraran una ley Electoral para las próximas
vación que constituyen la visión canónica de la historia interna elecciones municipales 27 .
del PSOE desde 1974, del mismo modo que presión y negocia- Creada, en efecto, la Comisión de Asuntos Constitucionales
ción han pasado a definir su política durante la transición a la y Libertades Públicas, la ponencia elegida para elaborar el ante-
democracia. González planteó como los tres objetivos básicos proyecto de Constitución estuvo integrada finalmente por siete
de la legislatura "la liquidación de los restos autocráticos y de la miembros, de los que tres correpondieron a UCD y dos habrían
división entre los españoles; la construcción de un nuevo mar- correspondido al PSOE que, sin embargo, al rechazar la opción
co de convivencia democrática y la creación de las normas y me- por nueve miembros que hubiera dado un puesto al represen-
canismos que permitan ... cambiar la vida, estabilizando la dec tante del PSP, cedió uno de los suyos a la minoría vasco-catala-
mocracia". Reiteró al gobierno la exigencia de una amplia y na, procediendo los dos restantes de AP y PCE. Miguel Herre-
completa amnistía, de libertad de todos los partidos, reparando ro, José P. Pérez Llorca y Gabriel Cisneros, por UCD; Gregario
el error histórico de haber excluido a los republicanos de la eta- Peces-Barba, por PSOE; Manuel Fraga por AP;Jordi Solé Tura
pa constituyente, el restablecimiento de los derechos de los ciu- por PCE-PSUC y Miquel Roca por las minorías vasca y catalana
dadanos y colectividades que aún tenían la condición de venci- -aunque la primera le negaría muy pronto representativi-
dos y la derogación inmediata de la legislación represiva del dad- fueron los siete diputados encargados de redactar, bajo
largo periodo que entonces se cerraba. En fin, González señaló la regla de la confidencialidad inmediatamente acordada, el
como urgente tarea de las Cortes, y recordando que tal había anteproyecto de Constitución. Nunca antes, en la historia cons-
sido el eje de la campaña electoral socialista, "la necesidad de titucional española, un grupo de diputados procedentes de par-
dotarnos de una Constitución". Ya este respecto, agradeció al tidos y posiciones ideológicas, no ya diferentes sino enfrenta-
gobierno su desvelo al prometer el envío al Congreso de un dos en cuestiones fundamentales se había aplicado a la tarea de
proyecto elaborado por expertos de derecho constitucional, oí- redactar una Constitución con el propósito de que fuera acep-
dos todos los partidos, pero lo rechazó afirmando que tal pro- table para todos.
yecto debía ser resultado del trabajo de una comisión de dipu- La confidencialidad y el secreto venían exigidos, a su vez,
tados creada al efecto. Los partidos, por lo demás, no tenían por por la necesidad de llegar a acuerdos en los que los diferentes
qué ser oídos, como era el caso con los procuradores en tiempos interlocutores tuvieron que cambiar frecuentemente de alia-
del franquismo, sino que a ellos correspondía la tarea de elabo- dos y ceder en puntos que parecían fundamentales para arran-
rar en comisión el proyecto que finalmente se discutiría en el car a su vez concesiones irrenunciables, que no se habrían com-
pleno. En resumen, González afirmaba el carácter constituyen- prendido bien por los electores y militantes de cada partido y ni
te de las Cortes y además de exigir "la inmediata creación de siquiera por la totalidad de sus dirigentes. Así, por lo que res-
una Comisión Constitucional", señalaba cuáles debían ser, se- pecta, a sus primeras metas, AP renunció enseguida a la preten-
gún el partido que representaba, sus principales contenidos. sión de unas leyes constitucionales parciales, y UCD a una cons-
Así, la Constitución debía comprender un Estatuto de liberta- titución muy breve que dejara para el futuro el desarrollo de su

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articulado, en favor de un texto amplio en el que se constitucio- ciones a Lavilla y Herrero, artífices de la política de acercamien-
nalizaran todos los derechos y las libertades fundamentales, to a Alianza Popular, y la confió a Fernando Abril, vicepresiden-
como pedían los partidos de izquierda. El PCE no puso obstácu- te del gobierno, que inmediatamente entró en conversaciones
lo alguno a una definición de la forma de Estado que chocaba con una delegación socialista, encabezada por Alfonso Guerra,
con su anterior historia con el argumento de que se trataba de con objeto de proponerle un amplio pacto constitucional 3º.
una monarquía parlamentaria, mientras el PSOE se reservó du- A pesar de que no todos los problemas desaparecieron, des-
rante toda la discusión el derecho a presentar en Comisión un de una célebre cena de la noche del 22 al 23 de mayo el acuer-
voto particular en favor de la forma republicana, tal como ha- do fue rápido y fácil entre centristas y socialistas para todas las
bía acordado en una reunión de diputados y expertos celebra- cuestiones pendientes y reforzó la tendencia a los acuerdos en-
da en el parador de Sigüenza. Por su parte, UCD y AP admitie- tre líderes políticos evitando el debate público que ya se había
ron sin discusión el término "nacionalidades" presentado por puesto en práctica desde los primeros pasos de la transición: en
Miquel Roca, un concepto que habría de provocar serios con- la mañana del 23, sin que en las Cortes hubiera pasado nada,
flictos internos en ambos partidos cuando se prodttjeron las las votaciones de los artículos discutidos que venían producien-
primeras filtraciones, a través de la revista Cuadernos para el diá- do un resultado tipico de 19 frente a 17 pasaron como por en-
logo, del texto del anteproyecto2 8 . salmo a resolverse por amplia mayoría: UCD y PSOE formaron
La ponencia presentó el anteproyecto de Constitución el un bloque que hizo caer uno tras otro, a gran velocidad, los ar-
23 de diciembre y terminó el estudio de las enmiendas a princi- tículos pendientes31 . En la cuestión educativa, y como los socia-
pios de abril de 1978, no sin que antes se produjera la salida del listas aceptaron constitucionalizar las subvenciones estatales a
representante socialista, Gregorio Peces-Barba, con el argumento la enseñanza privada, los centristas hicieron concesiones en lo
del endurecimiento de UCD en la cuestión de la enseñanza aun- relativo a la dirección de los centros privados de enseñanza fi-
que motivada realmente por la estrategia de pactos del partido nanciados por el Estado; la discusión sobre regulación del dere-
mayoritario, destinada a marginar a los socialistas 29 . Firmado, cho de huelga terminó retirando UCD su primera propuesta
sin embargo, por todos los ponentes, el anteproyecto pasó a la de constitucionalizar el cierre patronal; para la futura regula-
Comisión Constitucional que comenzó a debatirlo el 5 de mayo ción del derecho al aborto, el PSOE aceptó sustituir la constitu-
de 1978. Con el comienzo de la discusión parlamentaria, nece- cionalización del derecho a la vida de "todas las personas" por
sariamente pública, se produjo un sensible cambio de alianzas un indeterminado "todos" en el que podían caber también los
en la política de UCD que comenzó a buscar el apoyo de Alianza fetos no nacidos; y por lo que se refería a la pena de muerte, la
Popular con objeto de conseguir una corta pero suficiente ma- abolición total que habrían deseado socialistas y comunistas fue
yoría para sacar adelante los artículos discutidos. Inquieto por limitada aunque sólo en caso de guerra y no para la jurisdicción
la amenaza del PSOE de retirarse de la comisión si se aceptaba militar, como había sido la primera propuesta centrista. Por
una enmienda centrista restrictiva de las garantías de los dete- otra parte, no fue dificil tampoco llegar a un acuerdo sobre el
nidos, y preocupado por la posibilidad de que el PSOE pasara orden económico/social contemplado en el proyecto constitu-
a la oposición enarbolando la bandera de la reforma constitu- cional, con el reconocimiento expreso, por los socialistas, de la
cional, Adolfo Suárez decidió imprimir un giro completo a la economía de mercado y, por UCD, de la intervención del Esta-
política seguida por los representantes de UCD en la comisión do. Por lo que se refería a la organización territorial del Estado,
constitucional y llegar a acuerdos con el PSOE negociados fuera UCD propugnó la generalización de las autonomías, previstas
del Parlamento. Suárez desplazó de la dirección de las conversa- en un primer momento y en su plenitud únicamente para las

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Los SOCIALISTAS EN LA POLÍTICA ESPANOLA, 1879-1982 SANTOSjULIÁ

nacionalidades históricas, a todas las regiones, aunque con di- vó de la República a la Monarquía como forma política del Esta-
ferentes modalidades de acceso y diversos plazos para la asun- do español. "No aceptar ninguna solución al futuro de nuestro
ción de competencias. En definitiva, el consenso entre los dos pueblo sin que haya una consulta electoral libremente expre-
partidos mayoritarios fue posible gracias a una buscada ambi- sada" era la posición oficial del PSOE respecto a la monarquía
güedad en las fórmulas aprobadas para evitar el triunfo de una a principios de 1974, concordante con la mantenida durante
posición y la derrota de la contraria. más de dos décadas por los congresos del exilio. A mediados del
Alcanzado el acuerdo en las cuestiones fundamentales gra- año siguiente, esa posición no había cambiado ni un milímetro:
cias al consenso de UCD-PSOE en reuniones informales extra- "el PSOE sólo aceptará el gobierno y la forma institucional sali-
parlamentarias, las protestas de los otros grupos consiguieron da de la voluntad del pueblo". De acuerdo con ella, el PSOE se
ampliar la transacción a CDC y PCE. No fue posible, sin embar- declaraba republicano, prometía seguir siéndolo "si el pueblo
go, incorporar a la totalidad de AP ni al PNV, que se quedó solo español eligiera la Monarquía como forma de Estado", recha-
en su intento de que se restablecieran por la Constitución los zaba la posibilidad de una monarquía arbitral durante un pe-
derechos forales del pueblo vasco. Sin cambios que afectaran a riodo provisional y, en consecuencia, se opuso a la tentativa de
la sustancia de los acuerdos logrados por centristas y socialistas, la Junta Democrática de "hacer de donjuan el árbitro del paso
con la participación de comunistas y catalanes, el proyecto pasó, de la dictadura a la democracia". La proximidad de la muerte de
tras recibir mil enmiendas en el Congreso y otras tantas en el Franco extendió por los medios de la oposición, socialistas in-
Senado, la discusión parlamentaria hasta su aprobación final cluidos, la duda sobre las posibilidades del príncipe Juan Carlos
por ambas Cámaras el 31 de octubre de 1978. En el Congreso de conducir como jefe del Estado un periodo de transición a la
obtuvo 325 votos favorables, 6 en contra y 14 abstenciones, mien- democracia. Su personalidad se confunde con la del régimen
tras que en el Senado obtenía 226 a favor, 5 en contra y 8 abs- decadente, manifestaba Alfonso Guerra a una revista francesa:
tenciones. Los votos en contra del Congreso procedieron de 5 el futuro de España no es Juan Carlos, concluía32 . Y si el hijo
diputados de AP y del diputado de Euskadiko Ezquerra, mien- no era el futuro, el padre era definitivamente el pasado.
tras se abstenían el PNV en bloque y varios diputados más de AP Por debajo de esta posición oficial, los dirigentes socialistas
y del Grupo Mixto. Sometido el texto a referéndum, la partici- mantenían en las misma fechas, en privado sobre todo, pero tam-
pación quedó muy por debajo de la alcanzada por la ley para la bién en público, una política matizadamente distinta. González
Reforma Política: votó sólo el 67,11por100 del censo electoral, se entrevistó con un emisario del príncipe Juan Carlos, Nicolás
siendo los votos a favor del "sí" el 87 ,87 por 100 de los emitidos Franco, ante el que se habría mostrado muy moderado respecto
mientras que por el "no" se inclinaba el 7,83. La Constitución a las posibilidades de la monarquía en España. Con Areilza, en
fue así aprobada por cerca del 59 por ciento del total del censo, octubre de 1975, González y Boyer hablaron de la monarquía fu-
aunque en el País Vasco la abstención solicitada por el PNV hizo tura dando por supuesta su inevitable condición democrática y,
descender esa proporción a sólo el 43 por 1 OO. aunque quizá fuera "hombre que vende más mercancía de la que
tiene", Areilza habría dicho a López Rodó que había conseguido
del PSOE de Felipe González la aceptación de la monarquía sin
V OTO PARTICULAR POR LA REPÚBLICA PARA LEGillMAR LA MONARQUÍA someterla a referéndum. En realidad, no tenía nada que conse-
guir: González había dicho ya en una entrevista a Cambio 16, que
Antes de que esto ocurriera, los socialistas hubieron de com- él era, en principio, republicano, pero que ante el hecho consu-
pletar de manera más bien tortuosa el largo camino que les lle- mado, creía que "el primer acto del Rey debería ser la apertura

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Los SOCIALISTAS EN LA POLiTI CA ESP,\ÑClL\ , 1879-1982 SANTOS JULIA

de un proceso constituyente, con las libertades políticas y sindica- ción del partido volvía a ser matizada. En noviembre de 1976,
les, así como la puesta en libertad de los presos de una manera in- el régimen totalitario seguía representado por la monarquía,
mediata". Nada nuevo, por otra parte: Prieto se lo había dicho a que tenía su origen en la suplantación y desconocimiento de la
Vejarano y Llopis a Satrústegui. Todos eran republicanos, todos voluntad soberana del pueblo. A pesar de ese origen, sin em-
propugnaban un periodo de transición sin signo institucional, bargo, la monarquía tenía un medio de legitimarse, uno solo:
pero todos hicieron saber a sus interlocutores que, ante una si- la celebración de una consulta electoral sin trampas. O la mo-
tuación monárquica de hecho, los socialistas atemperarían su narquía se compromete decididamente en la instauración de
política a la iniciativa del Rey3 3 . un régimen pleno de democracia en España o el pueblo traerá
La muerte de Franco y la instauración de hecho de la monar- la democracia al margen de la monarquía, se podía leer en El
quía no cambió esta política. El traspaso de poder significaba la Socialista, y cualquier lector podría percibir en esa disyuntiva la
continuidad del régimen, escribió el órgano oficial del partido, permanente ambigüedad que los socialistas mantuvieron so-
pero introducía un nuevo factor al incrementar sus conu-adic- bre las posibilidades de que disponía la monarquía para legiti-
ciones internas. Los socialistas no anunciaron ninguna actitud marse: consulta electoral o plebis~ito sobre la forma de gobier-
definida respecto a lo que pensaban hacer una vez que la situa- no. Pero lo que nunca exigió el PSOE fue que la consulta
ción de hecho era de verdad un hecho y se limitaron a indicar electoral o el plebiscito se celebraran sin el Rey en la jefatura
que ni la continuidad del régimen ni una democratización con- del Estado; al contrario, la misma disyuntiva daba por sobren-
trolada modificarían sustancialmente la situación y que, por tan- tendido que si en efecto la monarquía instauraba un régimen
to, la única posibilidad de estabilidad para la monarquía depen- democrático, los socialistas no discutirían su legitimidad 35 .
día de la decidida apertura de un proceso constituyente 34 . Una vez aceptados en la práctica los resultados del referén-
Pensaban, pues, como si lo importante no radicara en la instau- dum sobre la ley para la Reforma Política, los socialistas no hi-
ración misma de la monarquía, aunque fuera como resultado cieron más que abundar en lo ya sabido: no eran monárquicos
de las previsiones legales de la dictadura, sino en el futuro, en lo y hasta pensaban que la forma republicana de Estado respon-
que el Rey y el gobierno estuvieran dispuestos a hacer. En el caso día más y mejor a los deseos de participación y libertad del pue-
de que se abriera un proceso constituyente, la monarquía ten- blo espaüol; pero en aquellos momentos, iniciado ya el tránsito
dría, a los ojos de los socialistas, altas posibilidades de conseguir del autoritarismo a la democracia, "el tema monarquía-repúbli-
su estabilidad y su legitimidad. ca no es el tema prioritario. La democracia, la libertad, es el ob-
Proceso constituyente por encima del signo institucional jetivo preferente a cubrir por los socialistas". Como escribían
en el que tuviera lugar fue la política sostenida por el PSOE González y Guerra en un libro publicado a principios de 1977,
durante todo el año 1976: las conversaciones con Fraga, pri- si la institución monárquica somete a plebiscito su aceptación y
mero, con Suárez después iban en esa dirección. No discuti- si el pueblo la apoya, "los socialistas aceptaremos la decisión po-
rían el signo institucional y ni siquiera exigirían un gobierno pular, aunque continuemos sin ser monárquicos". Para nosotros,
provisional siempre que el Rey impulsara un proceso constitu- añadían, la legitimidad sanguínea es un atavismo. La única legi-
yente que tendría como uno de sus momentos culminantes al- timidad posible es la que nace de la decisión libre y soberana
gún tipo de ratificación popular de la forma de gobierno mo- del pueblo, que puede y debe decidir la forma institucional del
nárquica. Indudablemente, antes del referéndum no faltaron Estado. Y a la pregunta: ¿cómo ve el futuro de la institución mo-
ocasiones en las que algún dirigente socialista expresara su re- nárquica?, respondían: "La monarquía actual tiene una posibi-
chazo al proyecto de restauración monárquica, pero la posi- lidad histórica de futuro. Si el monarca, con su intervención de-

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S.\.~ l <>S.f L Ll.Í

cidida, asumiera la responsabilidad de acelerar el ritmo del pro- idea de la Monarquía designarla por Franco, un argumento ver-
ceso democratizaclor, la figura monárquica podría ganarse un daderamente curioso porque votación tenía que haber en todo
respaldo popular que garantizaría su supervivencia. Si por el caso, como la hubo sobre todos los demás artículos. Pero más
contrario, el Rey no participa activamente en el cambio, si fre- singular es aún el resultado que el ponente atribuye a la defensa
na la auténtica devolución de la soberanía al pueblo, la monar- del voto particular por el PSOE: a la defensa de un voto favora-
quía habría despilfarrado su existencia eternamente. El proble- ble a la República se habría debido nada menos que el estableci-
ma es doble para la monarquía: apoyar el cambio democrático, miento de la legitimidad racional de la Corona y la recupera-
e imprimir a éste el impulso necesario:rn. ción de su legitimidad histórica empañada por la idea de la
Era evidente, pues, que el PSOE no discutiría en la práctica monarquía del 18 de julio. Gracias a Jos socialistas la monarquía
la legitimidad de la monarquía si en efecto se celebraban elec- recuperó, por tanto, su legitimidad racional e hislórica 3 ~1 •
ciones libres. Pero que no se discutiera en la práctica no quería Misterios de la dialéctica. En verdad, lo que los socialistas
decir que se aceptara en la teoría. Es, de nuevo, la conocida dia- hicieron fue mantener como había dicho González una posi-
léctica de propugnar y no propugna1~ según se tratara de ideo- ción "simplemente definitoria" en favor de la República que ni
logía y práctica, al mismo tiempo la misma cosa. Felipe Gonzá- siquiera tuvo el efecto, atribuible más bien a las propuestas de
lez lo dirá ahora con palabras si cabe más elocuentes que las Fraga o ele Solé Tura, de reb~jar el elevado nivel de competen-
destinadas a matizar la resolución propugnando una Repúbli- cias ele la Corona que hubiera deseado uno de los ponentes de
ca federal aprobada en diciembre. Nuestro partido es republi- UCD, Miguel Herrero. Peces-Barba, que como tocios los dipu-
cano, pero "nuestra posición no es beligerante, es simplemente tados socialistas habría corrido a sostener la monarquía en el
definitoria" 37 . De nuevo, el valor en sí de la afirmación ideoló- caso de que hubiera existido Ja menor posibilidad de que su
gica como seüa de identidad pero no como guía de una prácti- voto progresara, ya advirtió desde el primer momento que un
ca: se es republicano pero no se hará nada por la república; no eventual rechazo en la Comisión y en el Pleno de los votos par-
se es monárquico, pero no se hará nada contra la monarquía. ticulares del PSOE no significaría "nuestra desafección por la
Nada, excepto mantener los votos particulares de supresión Constitución resultante" hasta el punto de que si el Rey llama-
del artículo 1.3 del anteproyecto de Constitución, que la forma ba a formar gobierno a un primer secretario socialista ni éste
de Estado es la monarquía parlamentaria, y de sustitución del tendría que retractarse de nada para concurrir a palacio, ni el
Título III por otro que contemplaba a un presidente de la Re- Rey se haría violencia alguna al llamarlo. Peces-Barba ya imagi-
pública ostentando la jefatura del Estado por una duración de naba la escena, mientras Solé Tura, más pragmático, conside-
seis años, sin posibilidad de inmediata reelección y elegido en raba inútil afirmarse como republicano, prefería llegar a una
sesión conjunta de las Cortes en la que participarían también constitución que "limitara los poderes del jefe de Estado" y ha-
cinco representantes por cada Territorio Autónomo 3x. Los so- cía depender su postura favorable o no a la monarquía como
cialistas decidieron mantener esos votos particulares en el de- forma de gobierno de esa limitación 40 .
bate de la ponencia y defenderlos hasta que se prodLtjera una Si la primera intención fue defender el voto particular en la
votación en alguna sesión de la Comisión de Asuntos Constitu- Comisión y en el Pleno, la decisión final consistió en defende r-
cionales. Peces-Barba encontró razonable y prudente el argu- lo únicame nte en la Comisión y abstenerse ele votar, sin defen-
mento que se adLtjo, a saber, que si no se planteaba, nunca se der voto particular alguno, el artículo 1.3. en el Pleno. De lo
produciría una votación sobre el tema de la Corona en las Cor- primero se encargó Luis Gómez Lloren te que dio lectura a un
tes democráticas y se carecería de argumentos para superar la escrito elaborado por el Grupo parlamentario. Con retórica

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Los SOc.JALISTAS EN L~ POLÍTICA ESPA ÑOLA, 1879-1982 SANrosjULIÁ

adecuada a la circunstancia, Gómez Llorente dijo que su gru- grado la tensión y abstenerse de votar el artículo 1.3 en el Ple-
po asumía "la obligación de replantear todas las instituciones no. Más anunciaron la abstención, más enfáticamente repitie-
básicas de nuestro sistema político sin excepción alguna. In- ron que aceptaban "plenamente el resultado que se produzca
cluso la forma política del Estado y la figura del Jefe de Esta- en esta Cámara" y que votarían favorablemente al conjunto del
do". Así pues, se trataba de una obligación: los diputados y el Título II, que era decir que una vez aceptado por el Pleno, con
público se enteraban ahora por vez primera de que el PSOE no la abstención socialista, el artículo 1.3, el PSOE se sentía libera-
podía aceptar la monarquía "meramente como una situación do del peso de mantener su voto particular y votaría también
de hecho". Los socialistas no ocultaban sus preferencias repu- el artículo 1.3 cuando votara la totalidad del Título 41 .
blicanas por honradez, por lealtad a su electorado, porque que- Y así, se abstuvieron en el voto particular pero votaron el tí-
rían ser consecuentes con sus ideas y porque lo sentían como tulo referente a la jefatura del Estado. Se acabaron con esto las
un mandato. Pero que nadie se asustara: ni pretendían "fragili- ambigüedades y, sobre todo, se liquidó una más de las disonan-
zar" al nuevo régimen ni por su actitud "quedaría en precario" cias entre ideología y práctica: los socialistas votaban por prime-
ninguna de sus instituciones. Desde allí mismo, los socialistas ra vez en su historia una constitución monárquica. Pero a todo
aseguraban que acatarían democráticamente el resultado de la el mundo le quedó una sensación de incomodidad que Felipe
votación en Comisión de su voto particular. González quiso despejar con su reiterada declaración del voto
Un brindis al sol, una defensa puramente testimonial, dije- socialista favorable a la Constitución en toda su integridad. El
ron de inmediato los demás partidos. Y así parecía en efecto. primer secretario del PSOE tuvo el "honor de explicar ante la
Pero desde el punto de vista del PSOE había algo más: la afir- Cámara" su "voto favorable a toda la Constitución" y quiso "re-
mación de una identidad separada de la práctica había produ- saltar que desde el artículo primero hasta la disposición deroga-
cido buenos réditos electorales, les había hecho atractivos a un toria y final'', e inmediatamente, por si algún distraído no hubie-
amplio sector del electorado que se identificaba como de iz- ra estado atento, repitió: "Como digo, desde el artículo primero
quierda pero que no tenía ningún interés en "fragilizar" la de- hasta la disposición derogatoria", y no satisfecho, volvió a gol-
mocracia. Los socialistas eran republicanos pero no iban a ha- pear en el mismo clavo: "Por eso nosotros aceptamos la Consti-
cer saltar las instituciones. Ésa era toda la sustancia del asunto: tución desde el artículo primero hasta la disposición derogato-
habían aceptado con su práctica la ya famosa situación de he- ria, hasta la disposición final". No lo dijo explícitamente, pero
cho, incluso habían proclamado una y otra vez que las posibili- en fin, parecía que su partido aceptaba también el artículo 1.3,
dades de estabilidad de la monarquía y de legitimación de la aunque tanta insistencia, remachada aún con otras perífrasis que
Corona dependían de su voluntad de convocar elecciones li- venían a decir lo mismo, era como una manifestación de mala
bres y abrir un proceso constituyente. Las elecciones habían te- conciencia por la presentación y defensa del voto particular en
nido lugar y el proceso, más que abierto, iba ya muy avanzado, la comisión y la abstención en el pleno 42 .
pero los socialistas, excepto alguna aislada voz que consideró En realidad, antes de iniciar sus trabajos la ponencia consti-
un "sinsentido plantear el tema de una imposible restauración tucional, existía la conciencia generalizada, compartida por
republicana", se resistieron al explícito reconocimiento de le- los socialistas, de que "se trataba de un tema ya decidido que
gitimidad de la Corona por su papel en la transición y manifes- no se podía cuestionar sin poner en riesgo todo el proceso
taron con su voto particular que no aceptaban la situación de he- constituyente"43 • A ese incuestionamiento de la monarquía ha-
cho. Así llegó su voto a la Comisión y, una vez rechazado como bían contribuido, desde el primer momento, los mismos socia-
todo el mundo sabía y ellos deseaban, ya pudieron rebajar un listas que siempre habían vinculado a la voluntad democratiza-

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Los SOCIALISTAS EN LA POLiTICA ESPAÑOLA , 1879-1982

dora de la Corona sus posibilidades de estabilidad y legitimi-


dad. Ése fue el principio que guió públicamente su política 14. LA GRAN CONVERSIÓN
desde la misma muerte de Franco y aun antes en privado: la
monarquía sería legítima si en efecto impulsaba un proceso
constituyente. Pero cuando el proceso constituyente tocaba a
su fin y todos reconocían el papel que el Rey había desempe-
ñado en el éxito de la operación, los socialistas le regatearon el
reconocimiento e insistieron en la defensa de su voto particu-
lar. La abstención en el Pleno podía levantar dudas razonables
acerca de la aceptación por el PSOE de la monarquía como
forma política del Estado español. Por eso, un Felipe González
particularmente reiterativo se encargó de reafirmar una y otra

Constit~ción
vez que los socialistas votaban toda la Constitución ... desde el
artículo prímero hasta la disposición derogatoria final. Con Inmediatamente que la se hubo proclamado, el
eso, ya podía ir la ejecutiva de su partido, por vez primera en la PSOE exigió Ja celebración de elecciones municipales seguidas
44
centenaria historia, de visita a la casa del Rey . por la disolución de las Cámaras y la convocatoria de nuevas
elecciones generales. Si en 1977 se había quedado a las puertas
del gobierno, ahora, conseguida la unidad de todos los grupos
los socialistas, afirmado un liderazgo político, consolidado el
sindicato hermano y con la experiencia de dos años de trabajo
parlamentario, no les quedaba la menor duda de que iban a
ganar. El triunfo sería, desde luego, más apabullante si las mu-
nicipales se celebraban antes que las generales, debido a lo
que Miguel Boyer llamaba las "prolongaciones populares muy
importantes" del PSOE, "las sindicales en el campo obrero y
toda la serie de actividades ciudadanas de las que ha carecido
UCD". Pero aun si, como finalmente ocurrió, las generales iban
en primer lugar por los miedos de UCD a iniciar la confronta-
ción en los municipios, el PSOE acudiría a ellas convencido
del triunfo y con auténticas ganas de llegar al gobierno. Las
contradicciones en el interior de UCD, los rumores de que al-
gunos diputados podían "saltar de ella para entrar en la opera-
ción de Osario, Fraga y Areilza" alimentaban una expectativa
de triunfo que, sin embargo, se vio frustrada por unos resulta-
dos muy lejos de lo esperado 1. Era menester hacer un alto en
el camino, identificar la causa y poner remedio. El PSOE entró
así en un debate sobre lo que era o, más exactamente, sobre las

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