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LA DRAMATIZACIÒN

La dramatización es el proceso de creación de las condiciones dramáticas en las que


intervienen distintos tipos de expresión: lingüística, corporal, plástica y musical. Crea una
estructura que se caracteriza por la presencia de los elementos fundamentales: personajes,
conflicto, espacio, tiempo, argumento y tema.
"Independencia de Venezuela" Obra de Teatro

NARRADOR:
Cinco de Julio amanece de Mil ochocientos once, el sol de la independencia se asoma en el
horizonte.
Siete Provincias se juntan uniendo sus corazones, siete Provincias que tiran y viejas cadenas
rompen.
Con fuerza la Independencia viene llegando al galope, con la tierra Americana que vitorea su
nombre.
Del pecho brota ese grito que Venezuela recorre, ese grito libertario desafiando a los cañones.
El fervor en cada calle alza su voz y responde, con el eco de la patria desde el mar hasta los
montes.
Caracas bella y hermosa desnuda sus emociones, con sueños de Independencia que juramentan
los hombres.
Retumba el clarín al viento encendiendo corazones, solemne cinco de Julio de Mil ochocientos
once.

JUAN GERMÁN ROSCIO:


En este solemne día aquí en Congreso reunidos, tenemos para la patria los corazones unidos.
Esta tierra necesita buscar su propio destino, prepararse para el cambio de andar un nuevo
camino.
Alcemos la voz al cielo para hacer este pedido, que Dios proteja esta tierra del odio del enemigo.
De esos leones que vienen con sus garras y colmillos, a cercenar las ideas con el filo del cuchillo.
Compatriotas, ciudadanos, que con fervor han venido, con corazones hidalgos para encontrar
nuestro sitio.
Alcemos la voz al cielo que llegue hasta el infinito, el grito de Independencia con soberano
designio. Que en este solemne día en este suelo querido, sintamos el alma henchida, cargada de
patriotismo.

FRANCISCO DE MIRANDA:
Soy Francisco de Miranda compatriota y ciudadano, representante del pueblo, de Caracas,
diputado.
Esta tierra nos invita y nos hace este llamado, que marchemos todos juntos sin descanso
batallando.
Que rompamos las cadenas que intentan esclavizarnos, con el yugo y los grilletes a través de
tantos años.
Compatriotas a la lucha que el fervor y el entusiasmo, en este solemne día, de este suelo sean
aliados.
Nos asiste la razón el reclamo soberano, ese grito de la sangre que se escucha en todos lados.
Orgulloso saco el pecho para alzar la voz en alto, con la fe y con la esperanza de que todos nos
unamos.
Que vayamos por la senda del camino libertario, reclamando Independencia sin bajar jamás los
brazos.

NARRADOR:
Sesionan los diputados poniendo todo su empeño, clarines de Independencia se hacen oír en el
viento.
Juan Antonio Rodríguez preside firme el Congreso, con todos los congresales para ponerse de
acuerdo.
Las voces suben de tono, suben de tono los nervios con el canto libertario que les palpita por
dentro.
Cada voz es un mensaje que busca horizontes nuevos, una puerta de esperanza para este querido
suelo.
Es día cinco de Julio se agitan los sentimientos, tranquila observa Caracas como suceden los
hechos.
Adentro los diputados se alzan de sus asientos, con palabras encendidas en el solemne Congreso.
Cada opinión es un canto que estalla ardiente en el pecho, llamando a la Independencia a reclamar
sus derechos.

SIMÓN BOLÍVAR:
Algunos ya me conocen mi nombre es Simón Bolívar, llamo aquí a la Independencia en este
bendito día.
Aquí en Caracas reunidos con la proclama encendida, que una patria soberana jamás será
dividida.
Yo sé que algunos pretenden seguir con la antigua vida, unidos a la corona por conveniencia y
codicia.
Pues tienen miedo a perder con esta proclama escrita, posesiones y fortunas que el poder les
ofrecía.
Es tiempo de nuevos vientos de hacer flamear en la cima, el solemne pabellón inmenso de la
justicia.
Pues cada vida es un surco donde crece la semilla, ese brote libertario que en esta tierra se agita.
Que venga la Independencia eterna, bella y altiva, a darnos con su presencia el sentir de su valía.

NARRADOR:
Suena el clarín de la gloria y en cada rincón estalla, y cada pecho se enciende igual que un volcán
en llamas.
Un trueno ruge en el viento a través de la distancia, con tropeles de centauros que a su lado la
acompañan.
En blanco corcel del cielo Independencia cabalga, con sus ojos de luceros mostrando toda su
gracia.
Con su figura de luz envuelve a toda Caracas, y se para ante el Congreso con el batir de sus alas.
Los congresales la miran sentados desde sus bancas, Independencia imponente como un pabellón
se alza.
Trae en sus manos estrellas talladas en oro y plata, con una estela celeste que deja por donde
pasa.
Desnuda toda esa fuerza que le palpita en el alma, y suelta al aire las notas ardientes de sus
palabras.

INDEPENDENCIA:
Aquí vengo con mi filo para cortar las cadenas, soy la sangre de los pueblos corriendo en todas las
venas.
Despliego eterna mis alas en el cielo y en la tierra, soy ese grito sagrado que a cada pueblo libera.
Soy la semilla y el brote el espíritu que enfrenta, con el valor y el coraje a toda fuerza siniestra.
A los justos acompaño cabalgando por la huella, contra toda intolerancia que la vida no respeta.
Aquí vengo a este Congreso a empuñar esta bandera, que se alza soberana más allá de las
estrellas.
Aquí vengo compatriotas a la marcha de esta gesta, a este histórico momento que palpita en
Venezuela.
He llegado con mi grito con mi luz a las conciencias, soy la sangre de los pueblos, soy la santa
Independencia.

FRANCISCO DE MIRANDA:
Aquí está la Independencia que ha llegado a este Congreso, a envolvernos en sus brazos al
amparo de su pecho.
Ha traído con su luz nueva luz al firmamento, nuevos bríos a la causa de coraje y de respeto.
Santa Madre Independencia portadora de mil sueños, con tu filo vas cortando las cadenas de este
suelo.
Has plantado la semilla que en el surco irá creciendo, con su tallo hacia el futuro escalando hacia
los cielos.
Aquí está la Independencia la doncella de este pueblo, que a la carga ya se lanza con galope de
llaneros.
Viene aquí para traernos todo el fuego de su aliento, esa fuerza indescriptible del más puro
sentimiento.
Esa fuerza que contagia, que cadenas va rompiendo, ha llegado hasta nosotros para unir este
Congreso.

JUAN GERMÁN ROSCIO


Que este día sea una fiesta de valor y de confianza, un camino diferente que pondremos hoy en
marcha.
La igualdad es el mensaje, el derecho, la esperanza, que los nobles diputados juramentan en el
acta.
Esta acta que sublime con paciencia nos aguarda, que desfilen nuestras firmas en provecho de la
causa.
Aquí están los diputados de Barinas y Caracas, Margarita y Barcelona al llamado de la patria.
Con Trujillo y Cumaná con sus voces que se alzan, y con Mérida que firme a la lucha se abalanza.
Aquí estamos todos juntos al compás de las palabras, al compás de tantos sueños que esta tierra
nos reclama.
Aquí está la Independencia bella, altiva y soberana, que ha llegado a este Congreso con su fuerza
libertaria.

NARRADOR:
Los oradores se lanzan sin fronteras, ni medidas, a seguir a Independencia aunque les cueste la
vida.
No todos están de acuerdo algunos pocos afirman, que romper con la corona sería una idea
suicida.
Que ser súbditos conviene para esta tierra bendita, pregona Vicente Maya sacerdote de “La Grita”.
Independencia de pie eterna, bella y altiva, muestra su estampa guerrera con su mirada infinita.
Las campanas en el aire con su galope repican, el nombre de Independencia que en cada pecho
palpita.
El Congreso en su debate en cada palabra agita, el gran pensamiento unido que tiene la mayoría.
Se alzan voces a los cielos con ecos de algarabía, que vierten en el Congreso siete provincias
unidas.

SIMÓN BOLÍVAR:
Hace tiempo que esta tierra necesita ya de un cambio; y ha llegado Independencia a guiarnos con
sus pasos.
A mostrarnos el camino empuñando con sus manos, la bandera y el coraje, el valor y el
entusiasmo.
Esa fuerza que genera el sentir Venezolano, cual cañón de la batalla que acompaña a los
soldados.
Que es el grito de la sangre que nos une como hermanos, esa luz del horizonte que se alza como
un faro.
Levantemos ya los sables que al grillete hay que cortarlo, trescientos años de calma me parecen
demasiados.
Ha llegado hoy el momento de quitarnos este lazo, de enfrentar a quien pretenda de venir a
mancillarnos.
Aquí está la Independencia que adelante va marchando, con la pólvora en las venas y la fuerza de
sus brazos.

JUAN GERMÁN ROSCIO:


Venezuela, Venezuela ¡ay! tierra del sentimiento, ¡ay! tierra de mis amores donde se tejen mis
sueños.
¡Ay! tierra de un cielo limpio donde derrama el lucero, semillas de luz al surco que se convierten en
versos.
¡Ay! tierra de mis entrañas que me palpita por dentro, que murmura como un río con el cantar de
sus ecos.
Que se hace flor y poesía verde laurel bajo el cielo, corcel de guerra en el llano, paloma blanca en
el viento.
Que da a beber de la savia y nos acuna en su pecho, con ese amor infinito transparente de su
aliento.
¡Ay! tierra de mis encantos brillante vergel inmenso, que entregas en cada fruto la paz de tu amor
eterno.
Venezuela, Venezuela, Venezuela de mis sueños, tu grito de Independencia retumba en el
universo.

NARRADOR:
Enciende los corazones Juan Roscio con sus palabras, con esa arenga patriota que vierte letras
del alma.
Aplaude Simón Bolívar junto a Yáñez y Miranda, la voz de la mayoría va inclinando la balanza.
Los patriotas convencidos están por firmar el acta, con la misma Independencia que apoya esta
noble causa.
La voz de los diputados en el aire se entrelaza, al grito de Independencia que en todos lados
estalla.
Venezuela abre la puerta a la fe y a la esperanza, que tendrá que defender con el peso de las
armas.
De pie Peñalver insiste señalando a la distancia, el corte definitivo con la corona de España.
Independencia triunfante su sable al cielo levanta, y el corcel de la victoria por Venezuela cabalga.

SIMÓN BOLÍVAR:
Yo voto a la Independencia y quiero poner mi firma. Por una nueva nación empeño también la vida.
Hoy ha llegado la hora, hoy ha llegado ese día, de que unamos corazones por nuestra soberanía.
Aquí pondremos los pechos coraje más valentía, la sangre roja y patriota que adentro nuestro
palpita.
Así como el Orinoco que corre libre y se agita, así queremos correr sin el yugo que esclaviza.
Hermanos Venezolanos América fuerte grita, y pide liberación sangrando con sus heridas.
Afilemos nuestros sables que la lucha se avecina, y firmemos hoy el acta liberando nuestras vidas.
Viva aquí la Independencia que a ser libres nos invita. Viva eterna Venezuela ¡ay! querida patria
mía.

INDEPENDENCIA:
Yo soy el grito del pueblo soy la gloria y el camino, soy el sable que reluce y pelea con su filo.
Soy el surco y la semilla, el sueño del campesino, ese corcel que arremete desafiando al enemigo.
Soy bandera de esperanza en la vida de mis hijos, y a combatir la opresión con fuerza siempre me
tiro.
Soy el lucero de noche que guía a los peregrinos, el oleaje que se alza para embestir como un río.
Mi filo corta cadenas del odio y del egoísmo, y a todas partes sin pausa a la codicia persigo.
Mi nombre es Independencia y asisto a los oprimidos, a todo tirano enfrento luchando a brazo
partido.
Soy la “Madre Independencia” y a Venezuela he venido, pidieron Independencia e Independencia
he traído.

NARRADOR:
Ya firman los diputados el acta de Independencia, nace una nueva nación sobre la faz de la tierra.
Es día cinco de Julio día que marca la huella, el camino libertario histórico de esta gesta.
Colocan los diputados su firma de puño y letra, de hacer realidad el sueño que al horizonte
despliegan.
Afuera el pueblo a los gritos con pañuelitos festeja, y tira abajo los yugos, los cepos y las cadenas.
El Congreso es una llama ardiente de una caldera, un gran bastión que se une ferviente con sus
ideas.
En el mástil de la patria el verde laurel flamea, con el canto de la vida que roza hasta las estrellas.
Es día cinco de Julio es día de Independencia, que estalla en los corazones al grito de Venezuela.

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