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Balanza de Pagos Rosa
Balanza de Pagos Rosa
El valor FOB de las exportaciones de bienes fue mayor en 13,7% con relación a
similar periodo de 2017 (Cuadro 3.2). Este resultado se sustenta en un
incremento de precios en todos los sectores, aunque con mayor incidencia en
los hidrocarburos. Por su parte, los volúmenes exportados fueron superiores a
los de la gestión anterior, debido a un mayor volumen exportado de oro y zinc en
el caso de los minerales. Para los productos no tradicionales, el incremento en
el volumen se observó en la torta y el aceite de soya, azúcar, alcohol y maderas;
así como el inicio de la exportación de urea.
De enero a septiembre de 2018, el valor de las exportaciones de minerales tuvo
un repunte de 7,2%, producto de mejores precios de los principales minerales,
como ser el zinc, oro y estaño, cuyas cotizaciones promedio2 se incrementaron
en 12,7%, 2,9% y 1,3%, respectivamente, con relación a similar periodo de 2017.
Asimismo, los mayores volúmenes exportados de zinc y oro incidieron de manera
positiva en el desempeño del sector. El valor exportado de hidrocarburos
muestra un importante crecimiento (23,6%) debido a la recuperación del precio
del gas natural (26,5%), pese a una ligera disminución en los volúmenes
enviados a Argentina y Brasil respecto a la gestión anterior. Por su parte, el valor
exportado de productos no tradicionales se incrementó en 15,5%, debido a la
recuperación en el volumen exportado de soya y torta de soya, azúcar, alcohol y
maderas. Si bien a nivel agregado los precios de productos no tradicionales
aumentaron respecto a la gestión anterior, a nivel específico se observa un
comportamiento heterogéneo con incrementos para el caso de la harina y la torta
de soya; mientras que se redujeron los precios del aceite de soya, madera,
quinua y castaña. Debe destacarse además la exportación de urea a partir del
mes de febrero de 2018, y que a septiembre alcanzó un valor acumulado de
$us34 millones. Lo anterior refleja que todos los sectores fueron dinamizadores
de las exportaciones, aunque en valor los hidrocarburos fueron los que más
impulsaron el incremento ($us462 millones), mientras que los no tradicionales
tuvieron un impacto más moderado ($us182 millones; Gráfico 3.2)
IMPORTACIONES FOB SEGÚN CLASIFICACIÓN SEGÚN USO O DESTINO
ECONÓMICO (CUODE)
Las importaciones de bienes de consumo tuvieron una disminución en valor de
5,2%, debido a un menor volumen comprado al exterior. Entre los productos que
más redujeron su volumen importado, en términos relativos, son los vehículos
particulares, adornos y aparatos de uso doméstico, además de los alimentos. La
adquisición de bienes intermedios tuvo un incremento en valor de 8,3%,
explicado por un alza en el valor unitario en este tipo de bienes, mientras que en
términos de volumen se observó una caída, con excepción del volumen
comprado de combustibles. Las compras de bienes de capital tuvieron un
incremento en valor de 5,8%, que se atribuye a un mayor precio en la adquisición
de estos productos, ya que la importación en términos de volumen se redujo
respecto a la anterior gestión, siendo la caída más significativa la relacionada a
equipo de transporte
SERVICIOS
La balanza de servicios, al tercer trimestre de 2018, presentó un déficit de
$us1.382 millones. En este período, las exportaciones de servicios crecieron en
1,4%, mientras que las importaciones fueron mayores en 8,1%, respecto a
similar periodo de la gestión anterior. El rubro Viajes registró un crecimiento
destacable, acorde a la mayor actividad del turismo receptor por encima del
emisor. De igual manera, las importaciones del resto de servicios registraron
tasas de crecimiento importantes debido al dinamismo del mercado interno
(Cuadro 3.4). Las exportaciones de servicios alcanzaron a $us1.184 millones.
Por rubro, se observa desempeño favorable en la mayoría de los servicios.
Destacan los incrementos en Transportes y Viajes debido a un mayor flujo de
visitantes extranjeros; Otros servicios empresariales y; Telecomunicaciones
informática e información. A su vez, las importaciones de servicios ($us2.566
millones) crecieron como resultado del incremento en la importación de la
mayoría de los servicios. Resaltan los aumentos en los rubros de
Telecomunicaciones, Informática e Información, Viajes y Transportes, asociados
al mayor flujo de viajeros nacionales al exterior, así como de Gastos de
realización por la mayor exportación de minerales; Construcción por el
dinamismo de la inversión pública en los proyectos de las empresas Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Empresa Nacional de Electricidad
(ENDE) y Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB).
SENSACION DE BIENESTAR Y TEMOR POR LA ECONOMIA
La economía boliviana, a lo largo de su historia, ha funcionado de la siguiente
manera: exporta pocos productos e importa mucho para satisfacer las
necesidades de inversión y consumo (incluyendo alimentos, ropa, etc.). Sus
exportaciones se basan en la explotación de recursos naturales no renovables
con muy pocos encadenamientos hacia atrás y hacia adelante, luego, no tienen
mayor incidencia en el crecimiento de otros sectores. En forma complementaria,
mantiene un dólar barato, bajos aranceles y pocas o ninguna restricción para-
arancelaria.
Durante el boom de las exportaciones, este modelo arrojó saldos significativos
en Balanza de Pagos y en el presupuesto fiscal impulsó el crecimiento (aunque
moderado) de la economía, facilitó el aumento y diversificación de las
importaciones, indujo la disminución del desempleo y de la inflación y permitió
aumentar considerablemente el gasto público. Todo esto dio una importante
sensación de bienestar a la población.
Pasado el boom, el modelo de economía plural trajo la novedad de la adopción
de políticas económicas anti-cíclicas, lo que básicamente significa mantener alto
el gasto público y promover el gasto privado a partir del incremento de los
salarios reales. Con esto, se mantiene los beneficios del periodo del boom pero
con significativos saldos negativos en Balanza de Pagos y en el presupuesto del
sector público, lo que significa vivir con deuda.
El déficit en Balanza de Pagos es financiado con reservas internacionales
acumuladas durante el boom, mientras que el déficit del sector público es
financiado a través de endeudamiento externo e interno. Ambas formas de
financiamiento son posibles durante algún tiempo más, pero son fuente de gran
vulnerabilidad interna y externa, pues las obligaciones que generan pueden
volverse insostenibles en un futuro no muy lejano, quizás en un par de años.
Mantener una política de gasto público elevado no es irracional mientras que
tenga un buen destino, pero, existe críticas muy bien fundamentadas sobre
inversiones mal planificadas, millonarios pagos de compensaciones por
expropiaciones y derroche en el gasto corriente.
En un horizonte corto de tiempo, hay miedo que el gasto público sea insostenible
así como el servicio de la deuda externa, pero el temor más grande se refiere a
la sostenibilidad de un modelo basado en exportaciones de recursos naturales y
en la escasa producción de otros bienes.
Algunos especialistas predicen que las exportaciones de gas a Argentina y Brasil
están en peligro en el muy corto plazo (dos a cinco años) por falta de inversiones
en exploración. Lo cierto es que los recursos naturales se acabarán algún día y
entonces Bolivia se encontrará más pobre que nunca, pues no habrá
desarrollado otros sectores productivos ni tendrá los recursos necesarios para
importar.
Bolivia sigue estando en el grupo de los cuatro países más pobres de América
Latina junto con Honduras, Nicaragua y Haití, pero lo más grave es que su
ingreso per cápita se aleja poco a poco del promedio latinoamericano.
Para evitar su empobrecimiento, Bolivia requiere iniciar un proceso de
transformación productiva basado en el fomento de otros sectores productivos
como la agropecuaria, la manufactura y los servicios. Ello demanda muchos
cambios en torno a un objetivo estratégico central: aumentar la productividad de
los factores de producción, es decir, producir más con lo mismo (tierra, trabajo,
capital).
Ello necesita mejorar las instituciones (poderes de Estado, universidades,
justicia, etcétera), la educación y el marco normativo (políticas de comercio
exterior, monetaria, cambiaria, deuda pública), establecer sinergias con el sector
privado y manejar cuidadosamente el presupuesto público. Requiere también
políticas específicas de apoyo a la agropecuaria, a la manufactura y a las
exportaciones. Pero todo ello no tendría sentido sin adoptar a todos los niveles
actitudes de esfuerzo para salir adelante, que sea a través del trabajo, de los
estudios, de la creatividad, de la valentía para hacer frente al riesgo en nuevas
inversiones, etc.
Para encaminarnos en un verdadero proceso de cambio, hay algunas buenas y
sorprendentes noticias. Estas se refieren a movimientos de convergencia hacia
niveles latinoamericanos de muchas variables sociales, por ejemplo, nutrición,
mortalidad infantil, alfabetización, urbanización, provisión de servicios básicos,
consumo de electricidad, IDH, etc. Pero, económicamente no parece haber
convergencia. Este contraste puede llevar a la pérdida de recursos humanos vía
migración y a nuevas dificultades en el camino al desarrollo.
https://www.bcb.gob.bo/webdocs/publicacionesbcb/2019/04/13/Bop%20Ene-
Sep%202018.pdf
https://www.paginasiete.bo/opinion/2018/7/24/sensacion-de-bienestar-temor-por-la-
economia-188191.html