Las fuentes del Derecho Administrativo se pueden clasificar como:
Fuentes directas primarias, ordenadas jerárquicamente: La Constitución. Leyes orgánicas y ordinarias, y disposiciones del Gobierno con valor de ley. Reglamentos y disposiciones administrativas. Fuentes directas subsidiarias: Costumbre Principios generales del derecho. Otras fuentes: Tratados internacionales. Las fuentes directas pueden aplicarse sin ningún tipo de intermediación para decidir sobre la cuestión planteada. Sin embargo, las fuentes indirectas sólo podrán aplicarse en el supuesto de ausencia de fuente directa y siempre que con la misma no se violente ninguna de las normas que componen las fuentes directas. EL ACTO ADMINISTRATIVO La Administración Pública, sometida al principio de legalidad, actúa de conformidad con las potestades que el ordenamiento jurídico le confiere. El ejercicio de estas potestades da lugar a los actos administrativos. Así, cuando se sanciona a un empleado público, se está dictando un acto administrativo. La doctrina española actual acepta la noción de acto administrativo formulada por el profesor García de Enterría que define el acto administrativo como una declaración de voluntad, de juicio, de conocimiento o de deseo realizada por la AP en el ejercicio de una potestad administrativa distinta de la potestad reglamentaria. Se caracteriza por las siguientes notas básicas: a) La declaración en la que el acto consiste produce efectos jurídicos. b) El acto administrativo es una declaración intelectual, lo que excluye de su ámbito a las actividades puramente materiales o de ejecución. Así, es acto administrativo la resolución del Municipio que declara un inmueble en estado de ruina, pero no la operación de demolición que puede llevar aparejada. c) La declaración puede ser de voluntad (resoluciones que conceden o deniegan una subvención, etc.), de juicio (un dictamen), de deseo (una propuesta de un órgano a otro) o de conocimiento (una certificación). d) Es un acto unilateral, lo que quiere decir que se produce por la sola decisión de la Administración Pública. De esta forma se excluyen los contratos. e) Es siempre un acto dictado por la Administración Pública. No lo son, los actos de los administrados aun cuando estén regulados por el Derecho administrativo (por ejemplo, la interposición de un recurso). f) El acto se rige por el Derecho administrativo. g) Se produce en el ejercicio de una potestad administrativa distinta de la potestad reglamentaria CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS. En atención al sujeto que dicta el acto Se clasifican en función de la Administración de la que proceden. Se diferencia entre actos administrativos simples, que son el resultado de la voluntad de un solo órgano administrativo, y complejos, que son los que proceden de más de un órgano, ya sean de la misma Administración o, incluso, de entes distintos. Los actos administrativos se clasifican finalmente atendiendo a que el órgano que los haya dictado sea unipersonal, en cuyo caso de suelen denominar actos monocráticos, o colegiado. Los actos dictados por órganos de este carácter han de cumplir con las formalidades especificas que disponen las normas. Por su contenido: A) Actos favorables y de gravamen Se basa en la forma en la que el acto incide en la esfera jurídica de sus destinatarios. El acto es favorable cuando produce efectos jurídicos beneficiosos. Son los actos que amplían el patrimonio jurídico del destinatario, otorgándole “un derecho que antes no existía, o que, al menos, eliminan algún obstáculo al ejercicio de un derecho preexistente”, por ejemplo, los que otorgan una licencia de obra. Los actos de gravamen son los que restringen o limitan la esfera jurídica del interesado (los que le imponen una sanción o le exigen determinada obligación de hacer). Igualmente existen los que se conocen como actos mixtos que son aquellos cuyo contenido comprende aspectos tanto favorables como desfavorables. Seria el caso del acto que concede la autorización solicitada por el interesado, pero imponiéndole determinadas condiciones de obligado cumplimiento. Puede ocurrir, que el acto que es favorable para un sujeto sea de gravamen para otro. Por ejemplo, la resolución que concede beca a unos alumnos y a otros no. Esta distinción tiene consecuencias: a) Los actos de gravamen tienen que estar respaldados por una norma legal b) Los actos de gravamen deben ser motivados c) Los actos favorables pueden tener, en determinados supuestos, efectos retroactivos, cualidad con la que nunca pueden contar los de gravamen d) el régimen de revisión y revocación de unos actos y otros es muy diferente. Dentro de los actos favorables se pueden identificar: a) Actos de admisión: son los que suponen la incorporación de un sujeto al uso de ciertos servicios públicos, como puede ser el que declara el ingreso de una persona en la Universidad b) Actos de autorización: son los que habilitan para el ejercicio de un derecho reconocido por el OJ c) Actos de concesión: son los que crean un derecho inexistente hasta ese momento en el patrimonio del administrado d) Actos de exención o dispensa: los que relevan del cumplimiento de una obligación exigible con carácter general (exenciones tributarias que liberan del pago de un impuesto). Existen diferentes tipos de actos desfavorables: a) Las sanciones administrativas como consecuencia de la comisión de las infracciones tipificadas en las normas. b) Las obligaciones de hacer, como las ordenes de conservación de las edificaciones establecidas en las leyes urbanísticas. c) Las prohibiciones, que se traducen en la imposibilidad de realizar determinadas actuaciones, por ejemplo, exportar un bien de interés cultural fuera del territorio de la UE. d) Los actos expropiatorios, que suponen la privación coactiva de un bien o derecho patrimonial por causa de utilidad pública o interés social. e) las exacciones fiscales que implican la obligación de pagar los impuestos que procedan. B) Actos constitutivos y declarativos Los actos constitutivos son los que crean, modifican o extinguen relaciones o situaciones jurídicas subjetivas. Así, imponen una sanción o conceden una autorización. Los declarativos son los que acreditan un hecho o una situación jurídica existente (certificado de calificaciones que expide un centro universitario). C)Actos reglados y discrecionales En los actos reglados la Administración, ante un presupuesto de hecho, solo cuenta con una respuesta jurídica posible; en los actos discrecionales, el acto puede tener un contenido diverso dependiendo de la propia valoración que haga la Administración Por sus destinatarios Son actos singulares los que tienen unos destinatarios determinados. Los actos generales son los que se dirigen a una pluralidad indeterminada personas Por su forma de manifestación o expresión Son actos expresos las declaraciones formales por parte de la Administración. Los actos presuntos son los que se producen como resultado de la atribución de un determinado sentido a la falta de respuesta por la Administración en los plazos establecidos. Por su significación en el procedimiento y régimen de impugnación: Los actos definitivos, las resoluciones, son los que deciden sobre el objeto del procedimiento. Los actos de trámite son los que “se limitan a propulsar el procedimiento hasta llegar a la decisión final a la que preparan y hacen posible, procurando su mayor acierto.”. El acto de tramite, generalmente, “aparece desprovisto de todo carácter decisorio, de modo que en nada incide, en forma directa o indirecta, sobre la situación jurídica de los particulares afectados.” Los actos definitivos son siempre recurribles en tanto que los de tramite solo pueden ser objeto de impugnación independiente en los supuestos previstos en el art 112.1 LPAC: cuando decidan directa o indirectamente el fondo del asunto, determinen la imposibilidad de continuar un procedimiento, produzcan indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos. La oposición “a los restantes actos de tramite deberá alegarse por los interesados, para su consideración en la resolución que ponga fin al procedimiento.” Las infracciones en las que la Administración haya podido incurrir en el cumplimiento de los distintos tramites del procedimiento podrán invocarse en el recurso que se interponga contra el acto definitivo. Debe también diferenciarse entre actos que ponen fin a la vía administrativa y actos que carecen de esa cualidad. Igualmente resulta de interés la clasificación existente entre actos originarios, los que se pronuncian por primera vez sobre un determinado asunto, y actos confirmatorios que son los que reproducen un acto anterior. El art 28 LJCA excluye del recurso CA estos últimos actos, pues de no ser así, bastaría con que la Administración dictase un acto confirmatorio para reabrir los plazos de impugnación del acto originario consentido, lo que “supondría defraudar las normas que establecen los plazos para recurrir.” Cabe hacer referencia a la categoría de los actos firmes que son aquellos contra los que ya no cabe ningún recurso al haber transcurrido los plazos existentes para su interposición o al haberse hecho ya uso de todos los posibles.
ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO: LA COMPETENCIA, EL CONTENIDO, EL
PRESUPUESTO DE HECHO, EL FIN Y LA FORMA El elemento subjetivo. La competencia El acto administrativo ha de ser dictado por la AP habilitada para ello y por el órgano que tenga atribuida la competencia. El contenido Es la declaración objeto del acto administrativo que “se ajustará a lo dispuesto por el OJ y será determinado y adecuado a los fines de aquellos”. El contenido del acto ha de venir expresamente respaldado por la norma, ha de quedar señalado o fijado con claridad y ha de ser idóneo para alcanzar los objetivos que con él tratan de satisfacerse. Cabe distinguir entre: a) El contenido esencial: es el propio de cada acto según su naturaleza, el que lo identifica como perteneciente a un tipo de acto concreto. b) El contenido implícito: aquel que no figura en el acto pero que se entiende comprendido en él al venir establecido en la normativa que lo regula. c) El contenido accidental: es el que puede existir o no sin detrimento de la existencia y sentido básico del acto. Son las denominadas clausulas accesorias: la condición, el termino y el modo, posibles en los actos administrativos en la medida en que su régimen jurídico propio las permita. La condición supedita el inicio o la cesación de los efectos del acto a la realización de un suceso futuro o incierto. En el primer caso, estaremos ante una condición suspensiva, en el segundo, ante una condición resolutoria. El termino indica la fecha concreta a partir de la cual el acto será eficaz. El modo impone una carga al interesado para poder disfrutar de los efectos del acto. El presupuesto de hecho Es el antecedente fáctico inmediato que determina la propia existencia del acto así como su oportunidad y sentido. Es una circunstancia que la norma recoge sin cuya realización la Administración no podrá dictar el acto administrativo. La falta de presupuesto de hecho invalida el acto administrativo. El fin El fin es el objetivo que la Administración pretende satisfacer al dictar el acto administrativo. Este fin viene siempre establecido por la norma y a él ha de ajustarse su contenido. El principio de proporcionalidad exige al acto la adopción de las medidas más idóneas para la satisfacción del objetivo que se propone conseguir La forma El acto administrativo se ha de producir ajustándose al procedimiento establecido y ha de exteriorizarse respetando las reglas fijadas por el Derecho. “Los actos administrativos se producirán por escrito a través de medios electrónicos a menos que su naturaleza exija o permita otra forma más adecuada de expresión y constancia.” (art 36.1 LPAC). Hay dos exigencias básicas establecidas en la LPAC: su motivación y la notificación o publicación. Destaca la motivación, que consiste en la expresión por la Administración de las razones de hecho y de derecho que justifican y fundamentan el acto administrativo. La motivación satisface una doble garantía. Asegura el buen hacer de la Administración Pública , al constituir “un medio para conocer si su actuación merece calificarse, o no, de objetiva y ajustada al Derecho”, y contribuye a las posibilidades de defensa de los interesados.