NOSOTROS

I
J

crqu cu-
en estas columnas.
a franqueza, no nos

. · fle la tijera, esa herra-

..Jnal de los hombre s de
.

:1, indudablemente, prac-

- la concisión, sin poner
idad de los conceptos.
· de hacia tal objeti vo,
nredarnos en una
de postergacione s

3
NOSOTROS
4& ASO XI - X 9 4 6 - ABR. - J U N . 1971 - Pro1, . lnt . 1 .035.537
Revis t a de l pe r so n a l d e las Em pr esas Fia t Ar g entin a s .
Direcció n : Cer r ito 740, Es. Ai r es ; te l . 35 - 30 44, i nt . 44 7

R ES PO~SABLE: José Bosl . • ·· osotros Fiat" es la revista del -qu e ap arecerá ha cia fin es de
REDA CTORES PRINC I PALES: P " blo C lément y Domin¡;o Onofr lo. persona l de Fiat Concord : realiza - agosto- es opon u no p resent a rlo
A ES OR DE ARTE: Febo Re d e ll co . da p ara él y por él mismo , salvo ant es d el 31 de juli o.
la impresión y la ejecución de
I LCS TRADOR E S: Gabriel Sllvlo Di Toto y Enrique Pi c a ss o .
gra bad os. • Puede ser entregado a l corres-
ponsal local, o remitido a la di·
• Está abierta a la colaboración rección de la revista , Cerrito 740,
de cad a integrante de la Empresa ; Buenos Aires .
y, desde luego , también a la de
REDACTORES sus pa rientes , de sus amigos , de • Naturalmente , debe llevar la
E nrique Ah ·nrez , Osvn l do Béra 11g ·e1·, L n is liarla Bozzo, Frank1i11 su s conocidos . firma del autor, con la aclaración
C 6 dro11.1.az, Franco Du ll a JJora, Ang ·el l\Iostaccio y H ~c íor F . Reposf . de ésta y el nombre del sector en
• Ti en e inter és en recibir mate · que él actúa .
ri al de variada índole : noticias ,
ensayos, relatos , reportajes, cartas , • Queda entendido , también , que
fo tografías o dibujos , sobre temas el autor es el único responsable,
COAAESPONSALE& sociales , técnicos , científicos , lite - frente a los lectores, de todos los
rari os, de port ivos u otros . conceptos y / o juicios expresado~
··ro1110VILES. Fábrica Mecáni c a Autos: Teodoro C a- en sus líneas.
CnrJos ~Joncadn. Fábrica Carrocerfas y ~Ion -
Sé lUnnuel González. Seetor Jununento: AI- • Dentro d e lo posible , los textos
hi. _ S ector Ruta Pantunericnua: Antelln • Como es norma periodística ,
deben estar dactilografiados , con ningún original puede ser devuel -
dos espacios entre los renglones , y to , sea publicad!i o no .
RL~. Fábrica Materfer: Luis Gol . ocupar no más de tres carillas ta -
pnrnocchla. Fí 1brica G1'1D: Osear
rto Yalerf. C entro Asistencia Téc - maño oficio . • De tenet se en cuen ta estas in-
osale-s.
dicacione s, se con trib uirá a elevar
10:XE S : Fábrica S ant,o Fe: Abduln • Para que algún trabajo pued a el n ivel de " osotr os Fi~t·. Mu-
Ruta Pa11a.B1ericana: Lidia lJurlllo . fig urar en el pr óximo número ch as gracias.

INDIC •
Fiat Concord de Santa Fe • , . . . . . . . . . . .
La ciudad e:01-dial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La psicología del niño - Alicia .llartíntz
de Olii·e,·a. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Arte infantil en un campamento . . . . . . . .
Campamentos !amiliares - .'1Jiguel Angrl
Ro,M11urz ... . .......... , ........ . ... . . 18
Razonemos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Los conventillos - Clemente N. Ctba/Jo3 . . 20
Ricardo Supisiche, constante poética en la
pintura - Domingo Onofrio . . . . . . . . . . . . 22
Galileo y la fundación del método eiend-
fico - D1·.Carlos Lmrgarzo . . . . . . . . . . . . . 24
Comentarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Comienzo de una obra . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
La ºscuderia" Fiat . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . SO
¿Provincia lismo? (11) .. . . . . . . . . . . . . . . . . 34
ºMercado ALALC" . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Reseña .......... .. .......... , ....... .. 88
Soeiales ............. . ....... , .• , .....
•
Condensar
Desde la fecha de su nacimiento - 31 de
mayo de 1960-- "Nosotros Fiat" man-
tiene la misma cantidad de página s. Son
44 precisas, si contamos también el plie·
go de la cubierta.
El primer número se dirigía a 4.500 per -
sonas: cuantas eran las que trabajaban
en Fiat Concord, por aquel enton ces.
Pero, en poco más de diez años, esta
población activa se ha triplicado , como
consecuencia de la incesante npansión
de la Empresa. Así, hoy. 30 de junio de
1971, entregamo s una edición de H.10 0
ejemplares.
Generalmente, para una publicación pe-
riódica, no hay una relación funcional
enl re el total de sus hoja s y el volumen
de s u tirada. Esa conexión existe , sin
embargo, y desempeña un papel relevan-
te, en el caso especifico de nuestra re-
vista interna.
En efecto, ¿quiénes son los autore s de
"Nosotros Fiat"? Son un porcentaje
constante (au nque restringido) de la
4 misma gente que lo recibe y lo lee. Ló-
10 gicamente, al incrementarse ésta, se pro-
duce un aumento proporcional de aqué-
16 llos. Dicho de otro modo: cuantos más
17 compañeros, tantas más colaboraciones .
Pero , para darles cabida, s iempre dispo-
nemos del mismo espacio que antes.
¿Cómo salir del intrínguli s? Apretán-
donos un poco.
Proponemos un programa riguroso de
economía verbal. Aconsejamos medir la
longitud de los textos, para que no ocu-
pen demasiado lugar en estas columnas.
Hablando con toda franqueza, no nos
gustaría abusar de la tijera, esa herra-
mienta tradicional de los hombre s de
prensa. Es difícil, indudablemente , pra c-
40 ticar la virtud de la concisión, sin poner
en peligro la claridad de los conceptos.
Pero , si no se tiende hacia tal objetirn.
terminaremo s por enredarnos en una
progresión geométrica de postergacione :,
y exclusiones.
Hasta el próximo agosto.
 [Bil][lj][I]
ld1hf(íl,¡:¡,1
en Santa Fe
Hace poco más de dos años, en la localidad santa- Córdoba y de Buenos Aires . Nos limitamos a los
¡esina de Sauce Viejo , una de las principales in - datos más esenciales, ilus.trándolos con un rico sur-
dustrias de esa provincia atravesaba por un mo - tido de imágenes en blanco y negro.
mento mu y crítico. La Planta ya cerraba sus puer-
tas. Un milla r de p ersonas estaban por quedar en
la calle.
El 19 de abril de 1969, después de intensas y deli-
cadas tratativas , Fiat Concord comenzó a utilizar
esas instala cion es, habilitándolas para la produc-
ción de ,tractor es. D esde entonces , el número de
depe n di entes , lejos de disminuir, ha venido en
constant e aum ento. Ya ha llegado a 1.425 opera-
rios y 253 empleados.
Así, pu es, nuestra Emp resa reactivó una fuente de
trabajo qu e se hab ía parali zado . Hoy , de sus líneas
de montaj e salen nu estros modelos 780, 700, 500
y 400, todos de diseño argentino , destinados a im-
pulsar la mecanización rural del país. Como se sa-
be, algunas de tales unidades se exportan a otras
república s la.tinoameri canas.
Y se iniciar á, mu y pronto , la fabricación de tres
nu ev os tipo s -el 800, el 900 y el 1.100- con toda
una gama de distintas ver siones , p roy ectados por
santafesinos , cordobes es y portefíos en el Centro
T écnico Tractor es de Sau ce Viejo. A l lado: T ractores listos para la entrega. El tornero Lu is M archese,
Subra yamo s una circunstancia muy significativa: pu lien do un cigüe,ial. - A rriba: M ecanizado del block-motor: el
operario Alf redo M e/ano y el encargado de línea, R oberto Nardu cci,
Santa Fe rep resenta el centro de gravedad del m er- ant e una f resadora Mi nganti. - A bajo, izqu ierda : Perf oradoras radia·
les para mecanizado del block -mo tor: operarios Norberto Spígaro y
cado argentino de máquinas agrícolas. R icardo R etamar. - D erecha: Salida de piezas del horno de secado
ln fraro t : operario H éctor Bu stos. (Fotograf ías de Domin go Onofrio .)
En la prim era semana de mayo , dos enviados de
"Nosotros Fiat " viajaron a la bien llamada " ciu-
dad cordial ", dond e, durante tres días, fu eron to-
mando apuntes y fotografías del Establecimiento
de Sauce Vi ejo . Los compañeros de allá les brin-
daron una acogida m emorable y les prestaron una
colaboración de ejemplar eficiencia. La Revista
I nter na les agradece todas sus atenciones.
Dedicam os~est'as páginas a una presentación -gene -
ral de ese conjun to fabril , para que puedan cono-
cerlo, de alguna man era, también los lectores de

5
 1: Operarios colocando sopor tes en el cigü eiial d e un m otor: de
izqu ierd a a derecha, Oribe González, José Sureda, H u baldo La res,
Ju an Carlos Portero y Tuli o Murc hi o. - 2: Persp ectiv a de máquinas

.. de varios tipos, en el sector para mecanizado d e los cigüeiiales.

La Fábrica situada en la localidad de Sauce Viejo , PRODUCCION

a linos 14 kms de la ciudad de Santa Fe , está cons -
tituida por siete líneas fundamentales. Son las si- La capacidad productiva es de 10.000 tractores y
guientes: 12.000 motores por año , incluidos los que se mon-
tan en los tractores.
- mecanizado de motores ;
- mecanizado de cuerpos de tractores ; De los primeros , en 1970 se fabricaron 5.620 uni-
- estampado; dades. Las previsiones para el 71 son de 6.200, co-
rrespondientes al 62 % de la capacidad productiva.
- chapistería ;
-pintura; Actualmente , se construye una gama de 4 tipos
- montaje de motores; básicos y 5 tipos derivados de tractores, además de
- montaje de tractores. 3 tipos de motores indu striale s. Los tractores pue-
den e'star provisto s con distintos tipos de acce-
Ocu pa un área de 30 hectáreas. La superficie cu- sonos.
bierta - ofi cina s incluidas- es de 45.000 m 2 , que En un futuro mu y pr óx imo , se incorporarán 3 nue-
e incrementará n en 2.000 , cuando se habiliten el vos tipos básicos d e tr actor es y 2 de motores in-
n u e o come do r y el nuevo vestuario. dustriales .
Cuenta con 500 má quinas-herramientas, más 200 La producción del Establecimiento de Sauce Viejo
para utilaje otros fines . Tiene 2 prensas para cubre un 50 % del mercado nacional de tractores.
e tampado en frío. Para el transporte aéreo de
Desde 1970 hasta la fecha , 550 tractores han sido
pieza , po ee 1 O aparejos que se desplazan sobre
exportados a otros países de América Latina. Los
4.700 m d e rie les.
principales compradores son Chile , Bolivia, Uru-
L a po tencia eléctrica, insta lada, es de 7.000 kW. gua y y Paraguay .

6
3

} : Comienzo de lín ea de monta-

j e de tractores. - 4: Operarios
H éctor Ro.sas y Pedro Saucedo,
t rabajando en la línea de moto-
res. - 5: El operario ]ose Luis
Barraza, en lín ea de tractores. -
6: Sección armado de carrocerías.
7: I nstalacion es de pintura detrás
de la linea de armado de tractores.
 agua. - 4: El obrero Alfr edo Colom é ant e
su plegadora. - 5: Proyector de p erfil es y
m ármol de control, operados por Juan F.
Cristiano y Juan C. Sutter. - 6: Tanque de
agua de la planta y depósito exterior de
fundic iones . - 7: Piscina, mástil y fachada
del edific io de oficinas admi nistrativas. -
8: El operario Ju an M. García ant e un
pantógr afo para cort es de chapas gruesas
en base a diseño. - 9: A las 15, salida de un
turno de operarios. - JO: Departamento d e
Compras. - 11: Depart am ento de Instala -
ciones y Mant enimiento. - 12: Departa-
m ento de Administra ción de la Fábrica .

1: Sistema de aspiración del humo de sol-

dadura, disefíado por el Ing. Franklin Có-
dro maz; obreros soldadores: Sandro De Fa-
=io y Ornar Gallego. - 2: Final de línea de
pint ura: operarios Santiago Lóp ez, L eopol-
do A lsugaray y Hu go Goggi. - 3: Vist a
desde la cima de la torre del tanque d e
3
 9
W2

PERSONAL La Fábrica de Sauce Viejo depende de nuestr a

División Tractores y Camiones, cuyo Director es
El 19 de abril de 1969, cuando Fiat Concord co- el ingeniero Miguel De Giorgio.
menzó a utilizar esas instalaciones , el personal ocu-
pado era el siguiente: PLANES
Operarios ....... . 334 En el copete de esta nota , ya mencionamo s el
Empleados . . . ... . 266 próximo lanzamiento de tres nuevos mod elos: el
800, el 900 y el 1.100.
600
Entre otros propósitos de la Empres a -sup edi ta-
En este momento, las cifras respectivas son: dos, por supuesto , a circunstancias no siemp re fá-
Operarios . . . . . . . . 1.425 ciles de prever- figura la fabricación de :
.. Empleados . . . . . . . 253 - tractores industriales y para movimi ento de
1.678 tierra;
En 1970, el total de horas trabaja das fue de - autoelevadores;
2.480.959 . De éstas, 1.244.473 corr espondi eron a - motores para todo uso agríco la, de tra -
la producción. porte e industrial.
Durante el mismo período , en concepto de suel- Tales , en escueta síntesis , son los line amiento bá-
dos, salarios y cargas sociales, se ab onó la suma d e sicos del Establecimiento de Sau ce iejo. Para mas
m $n 1.820 .120.187 . detalles , volveremos mu y pronto sobre el tema_

9
ORIGE~TES
n ~:JAXDO AT RÁS celos, esceptici sm o y
emidia, y la tenaz opo sición d e in -
ter e contrarios a la creación de un
p uerto más cerca n o al m ar, part e d on
Juan de Garay a "abrir las pu ert as a
la tierra", desde la ciud ad de Asun -
ción , con nueve esp año les y setent a y
cinco criollos, en un a empre sa que ti e-
ne muc ho de aventu ra por los ri esgos
qu e impl ica y los escasos medio s con
que h a sid o dotada su exp edi ción .
Pero tambi én esta empre sa tiene el m é-
rito pri n cipalísimo de un nu evo cri-
te1io de coloniz ación con vistas al fu-
tur o.
H abía n qu edado ya en el pasad o las
am bicio n es de enriqu ecerse con el en-
cuentro del fabul oso p aís de la pl ata,
por otra par te ya en p oder de otros es-
la ciudad
paño les, qu e n o la com par tiría n con
los qu e p enetraron por el an cho r ío
de Sa lí s. cordial
U n grupo viajó por agua y ot ro p or
tierra con la caballad a y la h aciend a
vacun a. Corría el año de 1573.
Ant es de continu ar, es n ecesari o hace r
un a br eve semblanz a del b ravo viz-
caín o. Gara y vino a estas tierr as, de
Esp aña, a los 14 años.
Sob rin o del oidor Juan Ort iz de Zá-
r at e, vivió a su lado en tre pl eitos y
pap eles j ur ídi cos. Bu ena exp erien cia
p ara conocer a los hombr es.
Estu vo present e en toda empresa cons-
truc tiva a la qu e se lo in vit ó. Y, cuan-
do lo hi zo bajo órd enes, tra b ajó con
bu en áni mo .
En 1556, acomp añó a N úñ ez del Pr ado
en la conqui sta del Tu cum án y del
Sur de la actu al Bolivia.
Al año siguient e, se lo vio en el p aso
de Atacam a. Poco despu és, ju gó todo s
Ar riba: Ant iguo Cristo tallado p or los indi os,
ex istent e en el conv en to de San Fran cisco.
Abajo: Una vista del mismo edifici o histórico .
 la cap itu lar del Con-
de a11 Francisco, con las
_ mu en cera ele los congresa-
,. co11 titu\'e nt es del aiio 1853.
sus bienes y los de su propia mujer en
la fundación de Santa Cruz de la Sie-
rra, donde vivió por espacio de 8 años
y fue regidor. Posteriorment e, se ra-
dicó en Asunción del Paraguay .
En 1568, se lo nombró alguacil mayor
de la gobernación del Río de la Plata,
y luego lugarteniente del adelantado
Ortiz de Zárate.
También en la fundación de Santa Fe
se jugó entero.
Salió con lo puesto. Llevó con él todo
lo que tenía, pues invirtió en el viaje
lo suyo, lo de su mujer y lo poco que
le fiaron. Así salió de Asunción, po-
bre, rodeado de muchachos casi ain-
diados, con poca pólvora, un ca ñon-
cito de bronce conseguido casi a los
tirones y algunos instrumentos de he-
rr er ía y carpintería.
Tal vez, no ambicionaba más que he-
rramientas para trabajar.
Es un hecho premonitorio de lo que
Derec ha: Púlpito tallado , ve rclacl·era re liquia
colonial . - Centro : Reloj de sol, construido en
1794 por un erm itaño ele Guadalup e, Francis-
co Jav ier ele la Rosa . - Izquierda: Aljibe con-
servado en el medio ele/ patio del convento.
A bajo, izquierda: Patio interior
d el conven to, donde pueden ob-
servarse las austeras tallas - De -
recha: La amplia galería exterior.
sería el d est ino de Santa Fe, cuya ma-
yor gloria fue y sigue siendo el traba jo.
También constituyen _una avanzada en
la época, sus muchachos. Eran critica-
dos por los viejos españoles d e Asun-
c~ón por díscolos, soberbios e impul-
sivos.
Ellos por su parte no ocultaban su
d esprecio por esos españoles, la mayo-
ría de los cuales son de maduros a
viejos. Sin identificación con los bra-
vos navegantes que desafiaron lo des-
conocido.
Viven solos sus frustracion es, rivalida-
des aldeanas importadas d e sus regio-
nes de España.
11
'.&
1: Casa de Gobierno de la ciudad de Santa
Fe. - 2: Iglesia de Nuestra Señora de los Mi-
lagros, construida en 1680. - 3: Colegio de la
Inmaculada Concepción . - 4: Iglesia Catedral
de Santa Fe. - 5: Una vist a del río Paraná .
Por qu e h ay an dalu ces ch ar lata nes, ga-
llegos hu raños, vascos con sup eriori dad
racia l no disimu lada, castell anos orgu -
llosos de su estirp e y aragoneses rud os.
Los un e, eso sí, la decaden cia de p asar-
la lo m ej or pos ibl e expl ota nd o a los
indi os, y aprovec h and o su s muj eres, y
un com ún desprec io a los n ativos, re -
nega nd o de su propia sang re.
EL SITIO PARA LA
3 FUN DACION
Sema nas navega ndo en u n p aisaj e la-
berínt ico de islas, arroyos, lagu nas , es-
teros y bosq ues, hasta qu e d ieron con
las barrancas de Cayas tá, coro nadas d e
mo n tes.
Las di visaron de lej os, cua nd o el b er -
gantí n avanzaba ro deado de canoas
chicas, qu e los parag u ayos hacían sin
ut ilizar clavos .
.... s
Casi u n siglo despu és, se ut ili zaría el
sistema para constru ir el ar tesonado
del temp lo de San Franc isco en la ciu -
dad n u eva. E l más bell o y mejor tra-
bajado en su género en to da la arqu i-
tec tura españo la, desde Ca li fornia h as-
ta la Arge n tina.
1 me . Se hacen corra les para los cab a-
! Gara y dio ord en de atracar. Habían
llegado a Cayast á después d e recorrer
más de 200 leguas .
Desembarcaron en tierras de indios cal-
chi nes y mocoretás.
12
7
6: Basílica de Guadalup e, ubicada a 5 km del
centro . Motivo de grandes pere grinaciones
anual es. - 7: Pu ent e colgante que se ex ti end e
sobre la laguna Setúbal . Construido por una
firma francesa en 1924, se inauguró en 1926.
P aisaje pob lado por algarroba les y cei-
ba les cente n ar ios, esp inill os, ta las, cha-
ñares y algún ombú. En las islas cer -
canas, los paraguayos reconoc ieron ár -
boles fami liares, qu e sigui ero n d esig-
n ánd ose con sus n ombres gu ar aní es:
ingás, virarós, timb ós, curu p í, etc .
Ab un daban los pu mas, ciervos, vena-
dos, monos, carp inchos, nutr ias, aves -
truces, mulitas, etc.
Ba nd adas de p atos se levan tab an d e
lagun as y bañados cu and o sonab a un
di sparo. L a faun a acuática era t am -
b iél} muy var iada: surubíes, dora dos,
mandubés, mo n cho los, amar ill os, pa-
tíes, bogas, p ej erreyes. La ab und ancia
aseguraba sin prob lemas la sup erviven-
cia de n uestros héro es.
SANTA FE COMIENZA
SU VIDA
El lu gar pa recía id eal, alto, libr e de
crec ient es. En 400 años, n o lo alcanzó
una sola del Paran á.
T ierra férti l y gra nd es pastiza les.
Madera y leña en abundancia.
Se comi enza pronto a trabajar de fir -
l fos, se talan viejos algarro bos con los
cuales se construirán fu ért es horcoT1es.
Va n tomando forma definitiva cómo-
dos ra nchos, abr igados en invierno y
frescos en vera n o.
a
Moderno edificio de Correos. Puede apre-
un mu ral cerám ico realizado por un
de la ciudad . - 9: Vista aérea del puer -
- JO: Túne l subfluvi ·al que une Santa Fe
Paraná : una obra maestra de ingeniería .

L .\. IUDAD 92 93

! traza do ori ginal compr endía 11

manza nas frente al río por 6 de fondo .
tra baj a con alegría, seguramente ,
pu los carpint eros y albañil es serían
I p rop ios dueños de lo s solares.
Jnco nmovi bles constru ccione s con pa-
rede q ue a veces pasaban del metro d e
·pes or. Con techos de paja, y d e te-
jas, desde la época de H erna ndarias.
Gra ndes aposentos, como se los veía •
ha ce 40 años aún en el barrio sur d e
la ciuda d nueva. Tal como se los ve, 94,
actua lm ent e, en Santa Cruz de la Sie- 11: Bulevar Carlos Pellegrini. - za. Est(! simpático cuerpo d.e
rra o Asunción. 12: Paloma r en el parque B el- agentes femeninos depe nd e de
grano - 13: Calle cén trica, San la Dir ección de Tránsito de la
Ca da solar ocupaba un cuarto d e m an-
Martín . - 14: Estación terminal Municipalidad de Santa Fe. -
zana_ En el interior , lo s patio s som-
de ómnibus. - 15: Srta . Ana 16: Vista aérea del puerto y
bre ados por alta s galerías, parr as y na-
María Baric, dirigiendo el trán - parte de la ciudad . - 17: Vista
ra njos, o glorietas de glicin as y madre-
sito en San Jerónimo y Mendo - global de la ciudad de Santa Fe.
elvas.
En el centro de la ciud ad esta b a , a
p laza mayor . A su alred edor se lev an-
ta ban el cabildo, las iglesi as y las resi-
dencias de los vecinos prin cipal es.
El plano de la vieja Santa Fe era el ~95
9& 97
m ismo que el actual, ya qu e fu e copia-
do fielmente al h acer el traslado . To-
da la ciudad estab a rodeada de pr eca-
rias fortificaciones: foso y una em pali ·
zada_ En los alr ededores, las chacras y
las estancias. Sant a Fe, al igual qu e
Santiago del Est ero, Conc epción del
Bermejo y todas las ciudad es que se
fundaron en el Río de la Plata , es un
centro de trabajo agropecuario, fores -
tal y artesanal.

13
 Bajo este signo, nace la histórica ciu-
dad y nace la futura Argentina. Es una
ciudad de gente trabajadora y sacrifi-
cada. Se vive modestamente , pero bien.
Para sembrar, hay que desmontar cada
vara de tierra , pero se trabaja con ahin-
co. Siembran maíz, sandías, zap allo ,
batatas y porotos.
Ya en tiempos de Hernandari as, ex is-
ten grandes algodonales y excelen te
viñedos que permit en fa bri car buen
vino . Se cuentan por mil es las cab eza ·
de vacuno. Los vecin os ya fu nd an es-
tancias en Entr e Rí os. El pa o d el P a-
raná lo hac en a n ado las haci end as,
aprov echando las b aj antes los pa . os
más angosto s. De esos tie mp os se h an
conserv ado nombre s de lugar es, como
El Paso de las Yeguas.
o existe , como en el Alto Perú, el
oro ni la plat a, p ero por lo mismo, no
se ve la opulencia insolente ni la dife -
renci a de clases sociales.
Sin emb argo , se debe pelear duro con-
tra los indios, que son excelent es ji-
net es.
Se asiste a misa armado, y con el oído
al erta en los gritos del cha j á y de Jos
tero s, qu e anuncian gente extr:..ña.
A mediados del siglo XVII era escala
de comercio. Era grande el movimien -
to de los mercaderes, de los cuale s no
• pocos fijaron allí su motada .
Est a es, en síntesis, la vida qu e conoció
la ciudad fundada por Caray.
Allí conv ergieron las grand es corrien-
tes colonizadoras. Fue el n exo de unión
con España , Paraguay, Chile, la Banda
Oriental y el interior del Virreynato
del Río d e la Plata. D e allí salieron
para fundar Buenos Aires ; y tal vez el
primer rollo que se plantó en la pla z::i
mayor de la que sería gran capital d e
la república, perteneció a algún alga-
rrobo centenario cr ecido en Cayastá.
LA CIUDAD ACTUAL
El traslado de la ciudad duró diez años,
desd e 1651 hasta 1660.
Varias razones influyeron en la elec-
ción del sitio que ocupa actualme~te.
El emplazamiento antiguo era muy di-
fícil d e d efender. Rodeado de montes
14
Anti g ua reja 1' ven tana coloni al, q ue p ertenece
a un a casa y a semid erru ida. del barri o Su r.
enmarañados , podía ser at acado p or
tres puntos cardinal es.
P ero lo qu e debió con ma yor fuerza
decidir el tra slado fu eron los fr ecu en -
tes desbord es del Saladillo, que la ais-
laban en su tráfico com ercial con el
interior d el paí s.
Cuando vení an las cr ecient es anual es o
las extraordinaria s cada tr es o cin co
años, la s comunica cion es con el resto
del país se interrumpí an totalm ent e
durante m eses. La ciud ad d ejaba d e
cumplir su corp etido como pu erto y
centro ele int er cambio.
La ubicación nu eva se hizo u nas l 5 le-
guas más al sur. La def ensa fue más
fácil. Sólo hubo nec esidad de cuidar
la parte norte, pu es la prot egían co-
rrientes ele agt)a por los otros tres l a-
dos. El probl ema ele la s comunicacio-
nes se simplificó en gr a n m edida. Y, si
bi en el río Saladillo n o es angosto y
cuando se desborda alcanz a a dos kiló-
m etros, ofrecía dificultad es infinita-
m ente m enor es que el Saladillo.
Sant a Fe se reconstruyó con el mismo
trazado qu e la ciudad vieja, lo cual fa-
cilitó la excav aciones que r ealizq el
dnctor Agustín Zapata G ollán, a quien
le cupo la gloria de des enterrar la ciu-
dad vieja, que había dormido un sueño
d e casi tres siglos.
Ac tualm ent e, la ciudad ele Santa Fe es
una ele las má s pujant es ele la R epú-
blic a en todos los ámbitos de la vida
m oderna.
ac ió y se d esarrolló b ajo el signo d el
traba j o y el comer cio, y su desarrollo
industrial actu al es sost enido .
Visitar la ciudad es un placer en el
sentido más amplio del término.
Se la denomina la ciud ad cordial. Lo
es por la actitud generosa de sus habi-
tant es hacia los visitantes , como tam-
bién por las amplias posibilidad es d e
div ersión y descanso que ofr ecen sus
baln eario s seguros y ele ar enas puras.
L a ciudad cu ent a con mod ernos e im-
portantes museos de artes plásticas: el
Ro sa Galisteo ele Rodrígu ez y el Mu-
nicip al d e Art es Visuales. El de Cien-
cias Naturales Florentino Am eghino ; el
de Estudios Etnográficos y Colonial es,
donde se gu ardan objetos de Cayastá ;
el Mus eo Histórico Provin cial y el Mu-
seo Didá ctico.
R ecorrernos el parque Ju an de Caray ,
cuidado , bi en iluminado por las no-
ch es. Es un parqu e natural, p ero ho y
no est á librado al azar ningún d etall e.
U n capítulo apart e merecen los tem -
pl os ele la ciud ad de Santa Fe.
En prim er lugar, el famo so templo ya
m encionado de San Francisco , en cuya
sala capitul ar se juró la Constitución
d e 1853. En el altar mayor se gu ardan
los restos ele Estanislao López , en cuyo
homenaje Rosas hizo grabar la lápid a
que aún se cons erva.
La iglesia ele Nuestr a Señor a d e los Mi-
lagros se construyó cuando se inició el
trasl ado en 1680. Es atractivo su au s-
tero estilo colonial.
Agrégu ense la basílica d e Guadalup e, a
5 kilóm etros del centro, y la Catedr al.
 5

._r .._..,_ ---

1 - ""1!11'!
• -
1 -
El centro de la ciudad es activo y ofre-
.' -· -- ·---- ce la nota simpática de señoritas diri-
giendo el tránsito.
Atractivas vidrieras y bar es donde se
saborean los típicos lisos de cerveza san -
tafesina.

. fu eo de Estudios
Etnogrdfic os )' Colonia-
- 1: Museo Municipal de Artes Visual es. -
· : A lda bón ele una puerta del Mu :eo Histó-
nco, do nde se guardan va'io scrs re liqui as.
En los num erosos restaurantes puede 4: Vista interior ele una de las salas del Museo
uno del eitars e con los pescados del Pa- Etnográfico. - 5: Fachada del Museo Rosa Ga-
raná: surubíes , dorados , amari ll os, etc. listeo de Rodríguez. - 6: Vista exterior del
Museo Histórico , ubicado en el barrio Sur.
Se levantan, además, mod ernos edifi- -5,,__J
cios que van transformando su fiso-
nomía.
Niuc ho puede hablars e d e esta culta
ciudad. T erminaremos mencionando
el puente colgante, construido en 1924
y hoy sup era do por otro flamante que
empalma con el tún el subfluvial. Este
último, verdadero alarde de ingenie-
ría, comu ni ca en pocos minutos con
Paraná en Entre Ríos , con todas las
connotaciones económicas que esto sig-
nifica. 0
 ELHOMBRE es un ser expresivo. Por
esto, todo lo qu e recibe es imposi-
bl e que lo guarde para sí. Necesita ex-
presar lo; y, para ello, se vale de dif e-
rentes medios de comunicación.
Tomaremos una de las etapas de la
vida del hombr e, la niñez, y el medio
de comunicación más u sual, el dibujo.
La niñez es el período comprendido
entre el fin de la infancia (2 a 3 años)
y el comienzo de la pubertad (12 a 13
años). Es en esta etapa en donde los
grafismos en forma espontánea ocupan
un lugar preponderante, tanto que exis-
te un verdadero lenguaj e del dibujo.
Por intermedio de lo qu e los padre s
ll aman garabatos, el niño expresa toda
su alegría, su tristeza , los div ersos pro -
blemas hogareños y tamb ién las dolen-
cias físicas qu e lo está n pr esionando,
además de las etapas de madurez n eu-
rovegetativa por las que atraviese.
Estos grafismos rudimentarios, simples
en un principio y más complejos a me-
dida que el suj eto crece, son elementos
import antes para el análisis y estudio
d el niño por parte de psicopedagogos
y psicólogos; también de lo s maestros
qu e advierten si el niño tiene o no
probl emas . Estos, en el caso de detec-
ALICIA MARTINEZ DE OLIVERA un puma, en este dibujo el niño reafir-
ma en forma más notoria su agres i-
vi dad .
V)
o El análisis se puede realizar más com-
pletamente, cuando al dibujo el niño
agrega color , si el color predominante
lC es el rojo y los dibujados son la mamá
o el papá. Entonces, la agresividad es-
e tá dirigida a ellos ; o, si es una casita,
al hogar en general.
Si el dibujo de la casa escapa a toda
U) forma tr ad iciona l (es decir, si en vez de
o hacer la típica casita hac e una que es
más bi en el plano de una casa), es algo
positivo, pu esto qu e revela que el niño
se aleja de las circu n sta nci as, de la sub-
jetividad, en la med id a de lo posible,
par a juzgar más clarament e los hechos
de su ho gar.
Si los color es utilizados son grises, ne-
gros, marron es o violáceos, es evid ente
o
_
...
que en este pequeño hay depresión,
tristeza; o, si en vez de utilizar los co-
lor es antes mencionados es el amarillo,
O) indica indif eren cia y frialdad.
o Todas estas características, y otras que
son producto de un análi sis exhaustivo,
deben preocupar si se repiten asidua-
o m ente .

tarlo s, deben enviar el niño a los espe-

cialistas antes mencionados.
En el dibujo, el color adquiere un lu -
gar preponderante, puesto qu e así el
niño puede demostrar con mayor pre -
cisión el grado de sus conflictos, que
generalmente están relacionados con las
figuras parentales (padre, madr e, her-
manos) en un prim er momento; luego ,
ya en edad escolar, se exti en den al nue-
vo ambiente.
La mamá puede percatars e también d e
los problemas que están p er turbando
a su niño, si tiene en cuenta lo siguien-
te: cuando dibuja con lápiz (Faber nú -
mero 2, el usado para la toma de tests
gráficos) y d eja muy marcado el pap el,
tanto que si lo damos vue lt a se ha for-
mado un relieve, es evidente qu e existe
en este niño agresividad.
Si, en vez de dibujar p ersonas, h ace
animales y el realizado es un león, o
u El papá y la mamá deben buscar lo s
V)
o_
o hac er es hablarle con amor y hacerle
_J
FE DE ERRATAS
En el número de marzo, se nos
escaparon dos errores de im-
prenta.
Pág. 23, epígrafe de la figura
6, líneas 5 y 6. Se lee: " ... la
válvula B se cierra y la A se
abre . .. ". Debe leerse: " .. . la
válvula B se abre y la A se
cierra .. . ".
Pág. 17, primera columna, lí-
nea 6. Se lee: " ... Hans Lang-
dorf .. .". Debe leerse : " ... Hans
Langsdorff ... . ".
Pedimos disculpas a los auto-
res y a los lectores.
motivos que están haciendo daño a su
hijo y darles pronta solución, si éstos
están a su alcance. Por ejemplo, si en
el hogar se respira un ambiente de
continuas discusiones y p eleas; si ha
nacido un h erma nito y el niño no ha
sido preparado, pu es lo qu e se debe
comprender gue a él se lo quier e i¡:1;ual;
o en el caso de las parejas separadas o
de las madres que por motivos econó-
micos se vean pr ecisadas a estar todo el
día fuera de su hogar.
Si la solución no está en manos de los
padres, se debe llev ar a lo s niños a lu-
gares esp ecializado s para la atención de
los mismos.
Si el problema es tomado a tiempo, se
evitará la formación de futuras n eu-
rosis.
No olvidemos que sólo en un hogar en
dond e reinen la paz y el amor podrá
crecer un hombr e feliz. 0

16
 En la nota sobre el V Campamento
Educativo para Niños, organizado por
nu estro s Servicios Sociales, mencioná-
bamos el estí mulo de la s manualidades
de los distintos contingentes, dirigidos
los niños en tal es tar eas por la señorita
Mónica García. -

Esta actividad se considera como parte

integrant e del programa y los respon-
sables le dan la misma importancia que
a las demás, como educación física, etc.

Los niños pintan o dibujan o constru-

yen figuras con materiales diversos, y
en ello ,van apareciendo las particula-
ridades y preferencias de cada uno en
un fresco estilo infantil, es decir, con
grac ia y art e, con intuición y regocijo.
Muchos de estos niños acceden por pri-
mera vez a un acto creativo inteligen-
temente dirigido, sin trabas y como un
juego más . Esto los ayuda a crecer y
en parte a salvarse de la timidez y la
ind ecisión .

a rte infantil en un camp ament o

"Ad ecuadam ente uti lizado, el método
del ju ego no debería significar mera
falta de coherencia y de dirección en la
enseñanza -e so sería jugar a la ense-
ñanza, no enseñ ar jugando-; por- el
contrario, dar coherencia y dirección al
juego es convertirlo en art e."
HERBERT R EAD, Educación por
el arte, pág. 245,

17
 E VIDEJ\TEMENTEel tema vacaciones
siempre fue y seguirá siendo moti -
vo de gratas discusiones familiares. Lle-
ga el verano y con él la licencia de
papá, las vacaciones de los chicos, y
para ser justos debemos procurar que
mam á también tom e su merecido des-
canso; así pues, hay que salir de vaca-
ciones. Y comienzan las opiniones, las
sugerencias, las ideas, de la s qu e todos
participan; y por fin se lleg a al acuer-
do: ahora a comenzar los preparativos .
Por unos dí as todo será movimiento y
agitación, en qu e cada uno cumplirá
su tarea con entusiasmo. Primer saldo
positivo que nos dejan las •Vacaciones:
feliz reencuentro de familia en un qu e-
hacer que gusta a todos . Al fin , todo
listo: partimos. Este año, una nov edad
más: no será el hot el, el hosp edaje, la
ho stería ni la tradicional "casa d e cam-
po ". Este año será el cam pam ento .
EL CAMPAMENTO
Ori gin ar iam ente la pa labra campamen-
to designaba un vivac más o menos
estab le de las trop as, y posiblement e
nadi e p ensaba en el significado qu e
tomaría en nuestros días: una cómoda
y div ertid a manera de pasar la s vaca-
cion es. Par a m ás, tal como lo co n oci-
mos en nu estra recie nt e exp er ien cia,
nad a falt a allí: agu a, lu z, gas, con serva-
dor a de víveres, etc.; eso no s h ace sen-
tir en pleno campo como e n nu estr a
propia casa.
Mucho sol, abundante agua, y una
fu er te dosis de humor , son los elemen-
tos ele un exitoso campamento.
Qui en nun ca vivió allí difí cilm ent e
pu eda ten er una idea clara ele lo ag ra-
dable que res ulta. Un campa mento es-
tá lleno de herm osas sorpresas: en él
encontramos un a diminuta casa (la car-
pa) que p ermitirá d escan sar a mamá;
un a gran familia - nu estros tempora-
rios veci n os- qu e serán gen tilm ent e so-
lid ar ios; ju egos y div ersion es novedo -
sas; y sobre tod o, apre nd eremos a va -
lor ar el import ante rol que ju ega en las
relaciones hum anas la simpl e palabr a
cortesía. Segund o saldo positivo d e un os
días d e camping.
NUESTRO CAMPING
Me n ció n especia l m erece el camping
que éste, como años anteriores, organ i-
zaro n los dirigent es del Centro Cultu-
ral y Dep ort ivo Fíat. Es realmente po n-
der abl e el trabajo d e coord in ación , eje-
cuc ión y pu esta en m arch a qu e rea liza
18
MIGUEL ANGEL RODRJG UEZ
campamentos
familiares
el equipo compuesto por los señores
Echav e, Büh ler y Ruffini. Est e últi-
mo , a cargo del campamento en la se-
gund a semana, se mostró muy eficien-
te n o obsta nt e ser el prim er año que
lo h ace. D el señor Bühler ya cono ce-
mo s su capacidad para este tipo ele co -
sas. E n definitiv a, h ay qu e recono cer
que se logró un verdadero "clima d e
fiesta" en este camping al cu al ingr e-
samos como a un pequeño mundo de
diversión: esto tambi én di ch o por qu ie-
n es se encontraban p asea nd o en la mis-
ma Villa.
Evidentemente en la preparación de
nuestro camp amento n ada quedó li-
brado al azar: todo estab a previsto pa-
ra asegur ar la comodid ad y tranquili-
dad de los concurr entes. Ll egar y en -
contr ar la carpa ya instalada en un
lu gar de singul ar belleza como es Vill a
del Dique (de ello h ab larem os en p á-
rrafo ap arte, pu es lo mer ece); saber
que desd e allí pu ed e visitars e cual-
quier punto de nu estras serra nías, con -
tar con ag ua, luz , b años , du ch as, pro-
veedurías , natatorio y por sobr e todo
un grupo de gen te amiga, cordial y
alegre, di spuesta a pasarlo mu y bi en,
es ya motivo sufi cient e para anim ar n os
a ir .
UNA SEMANA FELIZ
N osotros participamos d e la segu nd a
semana del camping , qu e abarcaba tres
lapsos de domingo a domingo. Lamen-
tamos no poder quedarnos más. L a
amable algarabía con que nos recibió
el contingente anterior , nos alegró . .. y
em ocionó . Hubo mú sica, ap lausos, y
una euforia contagiosa . Es tan lindo ser
bi en recibido.
En los días sucesivos hubo de todo: par-
tidos de fútbo l, d e voley, pesca, nat a-
ción, sabrosas contiendas ele truco ; por
las noches , amenas reuniones en qu -e
cada uno mostrab a sus habilidad es de
cantor imitador , humorist a o músico .
El jueves hubo un gran bai le en la
vecina confitería; y el sábado un buen
asado de despedida (que debieron ha -
cer los ocupantes de la s carpas con nú-
mero par, pues habí an perdido el par-
tido de voley de la mañana) y fogón
crioll o con acor deó n, guit arra y r eci-
tados.
El domingo siguiente, al regresar, sen-
tíamos pena por dejar aquello tan "he-
cho p ara vivirlo ". Como ven, sigue
siendo mu y positiva la exp eriencia d el
camping en Calamuchita.
EL LUGA R
Dijim os qu e de Villa del Diqu e h ab la-
ríamos en párrafo aparte; y no por h a-
cer propaganda, sin o ju sticia. La b e-
lleza del lu gar h ab la p or sí sola. Es
un a villa relativamente nu eva, fun-
dada h ace un os 35 años grac ias a la
buena voluntad de los señores Enriqu e
Marandino y Mateo O sell a, que d emo s-
traro n su int eligen cia en la elección
del lu gar ll amad o hoy "La Perla d e
Calamuchita". Está ubicada a orillas
del Embalse d el Rí o Tercero, enca jad a
en suav e zon a montañosa; pos ee más
de 600 h ermosos chalets y tiene pavi -
mentadas las avenid as principales . Ac-
tualm ent e cuenta con una pil eta olím-
pica , ju sto orgullo d el seño r Rin ald i,
int end ent e d e la Vill a, y d el señor Ca-
sin a, secre tario de la Co mun a, que ge n -
tilmente n os visitar a, y con qu ien tu vi-
mos opor tunid ad de cha rl ar un rato .
Nos con tó cosas mu y am en as y m ani-
festó gran predisposición para all an ar
cualqui er dificultad que pudiéramos
ten er. Vaya nu estro r econocimiento a
tanta cord ial atención como la qu e pu-
siero n en ju ego todos y cada un o de
los qu e participaron de algú n modo en
esta lab or de equip o tan bi en lograda.
Qui enes nun ca fu eron a un camping ,
vayan en sus próximas vacacio n es: ve-
rán que es un a nu eva, alegre y feliz
manera de vivir. 0
 p ersas, deducir un a e0sa ele otra. 17) 1' 7'
Hac e que un eje participe del movi- 1
miento ele otro. 18) Embutido ele j a- 2
món, tocino y pimi enta. 19) Digno ele 3
ap etecerse. 20) El qu e trabaja con ras- 4
BL ANC A CESAR, LETICIA DE BANDI tro. 21) Soñador, iluso. 5
y LIDIA S. DE GOMEZ
6
7
IN STRUCCIONES SILABAS 8
9
Encont ra r las 21 pal abras cuyas d efi- -A - A - AN - BI - BI - BLE - BOL 10
nicione s figuran abajo. Trasladar la -BRA-CE-CI-CO - CUER-CHI- 11
primer a y la séptima letra de cad a una CHON - CHUE - DAD - DE - DO 12
a sus r espectiv as casill as. Vertica lmen- - DOR - DRIA - E - EM - EN - EN - 13
te, podrá feerse una frase significativa. GAR - GAR - GIR - GO - GO - GO 14
GO - G RE - HA - I - I - DEA - LA - 15
DEFINICIONES - LE - LI - LIS - LO - MAZ - ME - MO 1b
- NAL - NE - NEU - O - PE - PO - 17
1) Esp ecialista en enf ermedad es nervio- QUI - RAS - RE - RI - RO - RRA 18
sas. 2) Gobi erno de unos cuantos po- - RRE - SAL - SE - SIS - SON - TA - 1
d ero sos. 3) Planta leguminosa ele se- TA - TE - TE - TOR - TREA - VIA 20
m ill as com estibles. 4) Sustancia ql! e el -Y-YEN 21
orga uismo produce para contrarr estar
la acción ele bacterias. 5) Presidente
d e la Arge ntina (2 períodos). 6) Que
compr end e o dura dos lustros. 7) So-
be rbio, orgulloso . 8) Rumiante am eri-
can o, pareód o al búfalo. 9) Igualdad SOLUCIONES DE LOS JUEGOS PUBLICADOS EN EL N<.>44
de ánim o, imparcialidad. 10) Vasija ele
cuello largo y enervado, que se us a en Problemas
qu ími ca. 11) Pri sión hech a en una cons-
1) 469 (El núm ero po sterior es el a ctu al m ás
tru cción subt erránea . 12) Color rojo ele el ant eri or en el prim er caso; m ás el pos-
las nub es h erida s del sol. 13) Provincia terior en el segund o; m ás el a nt eri or en el
de Españ a. 14) Mítica diosa del orgu- terc ero; y a sí sucesivam ent e).
llo y la ven ga nza . 15) Monstruo fabu- 2) 18 (E l núm ero ele la cola d el avión es tr es
veces la dif erenci a entr e lo s núm ero s de la s
loso, formado con faccion es humanas y alas).
de va ria s fi era s. 16) Reunir cosas clis- 3) 6---R (Lo s número s aum entan uno por vez.
El orden ele la s letra s es: prim ero 4, d es-
pu és 5, Juego 6, e tc.).

Ajedrez

D
D D
RA ZONEMOS D
D D
D
D

D
D
Q
_Q_
D
__
± 1
D
D
D
'-- -

D
-:--
1
-IDTf -
2 3

4) (Bla nco m ata en 2 m ovidas)

JQ; C6R - RxC 29: D7AR + mat e
- R 5A D4D + ma te
-C 5A C7AD + m a te
- C-otras D2T + m a te

5) (B lanco mat a en 3 m ovidas)

19: A7T -Tx D 29: T7 AD y T7CR + mat e
- P7C D2T y D SCR + m a te
- P6T DxPC y DSCR + mat e
Esta sección está dedi cada a cru cigramas, pro - -P 5C T4A + C4D (cubr e) ; 39 TxC + mate
blemas · de mat emátic a, de lógica, de ajedrez y -TAxC DxT - C4D (d efiend e torr e); 39: DxC + mat e
otr os provec hosos ej ercicios de gimnasia m en- - TRlR (o 2A) C2A + m a te (o Cx2A + mat e)
tal. L os interes ados pu eden enviar las soluciones - TR -otra s Cx3R + m a te
(y también n u evas colabora ciones) a la Direc- - CA mu eve D4R + mat e
ción _de esta R evista: Cerrit o 740, Cap. Federal.

19
(

REDUCTO de los desposeídos, de los

humildes que no podían darse el
lujo de pagar el alquiler de un depar-
tam ento o una casa; de los que tenían
que allanarse a su particular modali-
da d de vid a casi en común; y también,
últ imo escalón social d e los "venidos
a menos", que enterraban en una sór-
dida pieza la amargura de un fracaso
eco nómico. Pienso que el conventi llo,
O 5 convent 11 o 5
como lo llamamos los argentinos, tiene
carác ter internacional y existió -y exis- Texto: CLEMENTE N. CEBALLOS
te- en todos los países y épocas. D ibujo: SILVIO DI TOTO

Quizás, bajo dif ere ntes cielos, se los

d enomine con otros nombr es; pero creo
que todos los pobr es, argentinos, rusos,
it alianos o yanquis, tienen algo en co-
mú n. Esa abundancia de chiquillos y
el ser un crisol de sueños y un manan-
tial de motivos popu lares de cada país,
donde algun a vez abrevaron los que,
en su pluma, tienen la virtud de re-
fleja r los dif ere ntes matices de la vida .
En la Argentina hubo -y aún quedan -
muchos conventillos; algunos fueron
inmortalizados en obras de teatro (El
Conventillo de la Paloma , entre ellos);
vivieron en las páginas vibrantes de
don Juan Jos é d e Soiza R eilly o, ador-
nados con los arpegios de una música
compadrona, cruzaron derrochando vi-
da en las let ras de un ta ngo o una mi-
longa.
En nuestra Patri a el conventillo no
pued e ser ignorado ni subestimado: fue

20
 · es cuna de mo tivos , hechos y leyendas conventillos y sus habitantes bajo la Los pib es chutiundo pelot a de trapo,
que ya forma n el acervo del folclor e forma de un poema . .. ¿Qué le parece en la resolana una joven cosiendo,
ciudadano . En ellos n aciero n, crecieron al lector si hac emos la pru eba? el viejo que fuma
y e in pira ron figuras de va lía en nu es- siemp re rezongando,
tra li ter atura , poesía y aun políti ca y y en la última pieza, solo con sus
ociología . Somb rero ala gacha lu cían los taitas [sueiio ,
que en el conven tillo sabían viv ir, el muchacho tísi.-:o
E l conventi llo fu e como un corazó n que se está muriendo . ..
grand e -q uiz ás por humilde - d el Pue- pa ,ñuelo anudado
blo. Por él pas earo n su romántica e y un pu cho apagado
pa 'mejor lu cir. Y el vie jo diariero sale a las cansadas
incurab le bohemia Evaristo Carriego,
muy de madrugada
Juan de Dios Filib er to, Quinqu ela
a ganarse el puchero .
Martín y tantos otros qu e en sus letr as, Leones ajus tados,
u m úsica o sus cuadros, trazaron cer- polaina en los timbas,
terame nte la vida humild e pero amplia clavel en la oreja, Percal , ilusiones,
en esp eranzas de sus moradores , ese y si ern domi ngo la vida que pasa.
cosmopo lita conjunto de div ersas na- cantar en la reja su macho decir. Mugr e, ma ::etones ,
cionaiidad es qu e convivían en esas es- Cuchi lla af i!ada perfume a claveles,
pecü:s de ciudad ela s formadas por hi - siemp re preparada f etide z de grasa.
leras d e h abitacion es con sus cocina s al por algún "ta l vez":
frente. sin ser lucha brava, Un patio, dos patios,
todo se arreglaba con un buen revés. piezas en hil era
A veces su población estaba di vidid a -La que da a la calle
en dos o más p atio s y en muchas oca- es de la encargada-
Piropos calien tes
siones éstos se alegraban con bullicio- El grupo chismoso de las lavanderas,
de machos tirdientes qu e saben p elear
sos bail es, en lo s qu e, como diría una lacios band erines de ropa colgada.
P ercantas mimosas,
de antes, se bail ab a bien apr eta clitos,
pétalos de rosa hechos para amar.
"Con las caras juntas y los bigotes de
Vacíos cajones sostienen tablones
tu pareja h aciéndote cosquilla s en la
llenos de tarritos
oreja, mientra s te decía cosas . . . ". Bailes en el patio
de alegres colores,
con su madreselva y añoso jazmín ,
En ellos palpitó la vida humild e p ero dond e las mucha chas
bandoneón del lana , gemir casi
bravía d e los criollo s de la ciudad, y cuidan alhelí es, rosas y malvones.
[humano
aunque cercados por ladrill os, cal o que ex hala el vio lín
cemento, siempre hubo un a planta con Las fabriqu eri tas se van tempranito
flores para pr ender en el ojal del hom- justo cuando vuel ve aquella buscona
bre, o par a enredarla en los cab ell os Farol que en la higu era que pasó la noche en algún garito . ..
d e la p iba. ti tila colgado
qu emando las brevas
Su enan las sirenas, salen las
Aún exi sten y existirán mientras se den que ya han madurado, [marchantas ,
ciertas condiciones de vida; podrán un pibe llorando en el suelo sentado
y un cantor ensaya en "El alma que
cambiar su estructura, quiz ás ya no los y el agua goteando [canta"
veamos recostados a la sombra de un de un pico fa lseado .
gran edificio o en las calles de la Boca, Viejos con ventillos, las Villas Mis eria
tal vez ahora tengan el aspecto de Vi- Se du erme za· abue la de cuando éramos chiquillos.
llas Miserias o, aun, de monobloqu es, bajo el emparrado, Hay todo es como antes ,
pero siempre ser án eso: conventillos; el tango arrastra pasos cadenciosos, cambiaron el frente
y conste qu e no lo digo con un dejo se besan tranquilos los enamorados, pero igual se sient e la vida pasar . ..
ele m enosprecio , sino con mucho d e y ladra a la luna
nostalgia y evoca ción de mi juv entud , ese perro odioso.
porque yo. . . yo también viví, yo so-
Penas y mis eria, risas, alegrías,
ñ é y escribí versos en un conventillo. minifaldas, beatles y televisión ,
El organi llero y su vieja Zorita Cigarrillos rubios, guitarras con cabl es,
que en una esquelita Long-Play y Karat e, sueños e ilusión . . .
El aglutinó en sí a una parte importan- me anunciaba cosas,
te de la pobl ació n y en él tu vo viven- que por ser hermosas
cia un grupo de personajes ya d efiniti- Y en la última casa,
nunca me ocurrían. en algún rincón ,
vamente incorporados al pueblo: El
Taita, el boh emio , la costurerita, el di a- te llenás de tierra , viejo bandon eón . ..
riero o "ca nillita ", etc., como lo s b au- Ba ños con leyendas qu e decir no pu edo, y frente a la cama
tizara Flor encio Sánchez. boliche e'la esquina con v ino en ayer que nos llama,
[barriles, engrudo y papel,
Pero, para qui en los conoció personal- junta de patotas, nos mira sonri ente
m ent e, resulta m ,1s fácil recordar a lo s temor de lo,; gi les. Carlitas Carde[ . . .

21

R. Supisiche nació en Santa Fe en 1912.
Aprendió los principios de su oficio en
la academia "José María R einares" de
esa ciudad. Obtu vo treinta premios,
entre los que destacamos: Primero de
dibujo, Santa Fe, en 1949; Premio Fíat
Someca Concord, Córdoba, 1957; Pri-
mero Salón del Litoral, Paraná , 1958;
Primero Salón 1KA , Córdoba, 1936; Pri-
mero Salón de Tucumán, 1963; Prime-
ro Galerías de l Ob elisco, Buenos Aires,
1964; ele. Efectuó , desde 1936, cin -
cuenta y ocho exposiciones individua-
les en nuestro país y el exterior: Hon-
duras, M éxi co, Nicaragua , J,Vashinglon.
Fue invitado, en 1963, 64 y 65, al Pre-
mio Palan za. lv!erecen destacarse, en
lugar apart e, sus muestras anual es en
la Galería Rubb ers de Bu enos Aries.
22
C UARENTA y seis años de labor , acar iciando la tela, o some-
ti endo a prueba su tambor, amasando con la espátula, por
ejemplo, un gris que , al conjuro de colores vecinos, se con-
vi erte en un extraño azul.
Larga trayectoria coherente para tomar el hilo qu e lo con-
dujo a través de centenares de cuadros, con sutiles cambio ~,
a esta expresión actual aún inédita, qu e conocimos en la
visita a su taller , un día de mayo en la ciudad d e Santa Fe.
Supisiche es cordial, posee esa capacidad de amistad qu e
saben brindar los qu e alcanzan la sabiduría d e quedarse al
cabo de los años con los sedimentos positivos, con los fer-
m entos qu e sólo dest ilan esencias pur as.
Nos transmit e sus recuerdos de Italia: esto es común a todos
los artistas qu e h an tenido oportunidad ele ha cer lo. Su en-
cu entro con Ticiano, Tintoret.J, El Veronés y Carpaccio,
pero más aún con dos ma estros modernos que lo a firma ro n
definitivam ent e en su camino: Carra y Sironi.
En Venecia y Flor encia, hizo una magnífica serie de acu 2:-
r elas, que tendr emos oportunidad de admirar cuando, algu n 3
vez, rea lice su nec esar ia retrospectiva en Bu enos Aires.
Es indudable que el m edio ambient e que lo impr egnó des d 1=
niño, los ríos y lagos que rodean Santa Fe, la pobr e y austera
vida de sus habitantes, le dieron h tón ica y la motivación
d e sus temas.
Pero , si alguna vez rozó la anécdota en sus etapas d e forma-
ción, con claridad fu e d esbrozando su camino d e accesorio s
figurativos, p ara qu eda rse con el esp íritu del paisaj e. de sus
figuras, para llegar en su madurez a expresar un clima, su
clima int erior, en grandes planos , en espacios dond e vibra el
color ele m anera casi mágica .
Un espacio blan co, con un rectángulo donde se insinúa una
figura en p en umbra , un reflejo, y sentirnos en un cu adro
abstracto la s vivencias del pinto r solo en su velero en l os
largo s viaj es a través del río amigo desde siempre.
Sus últimas naturalezas muertas son abiertas, se respiran y 5e
sienten como paisaj es. Son al mismo tiempo ambas cosa s,
pero , esencialmente, el l engu a je pl.ístico ele Su pisiche, la
magia que rescata de las apa riencias, son su soledad poblad a
y sus fantasmas.
Sus gris es, sus transparencias, su materia vi va modul ada 10:n
sutiles tonalidades y texturas, r esponclt ·n fluidam ent e a todas
las exigencias ele su espír itu.
Son fruto de um,_ profunda vocación que lo ha ubi cado ·'.!11
el plano de los granel es ma estros argentinos.
Ricardo Sup1 s1che
constante poética en la pintura
Esto no es, por supuesto, un d efinitivo punto ele ll egada. DOMINGO ONOFRIO
Supisiche nos depara en cada nueva muestra el asombro ele
apreciar cómo un auténtico pintor ofrece cada vez más rique-
za con menos elementos.
Amplios espac ios, apenas un rectángulo o dos qu e pued en
ser una casa, o una botella, o una pequeña esfera de proyec-
ciones cósmicas o insinuación de figuras qu e sentimos tr an- Arriba: "M ujeres h ablando" . Ol eo. 1967. (Col ecc. J, irnda¡.
sidas de seca y solemne pobreza . No en vano Supinisch e con- Izq. : "M ujer con vestid o rojo". Ol eo. 1966 . (Propiedad .
sidera la película "La strada", d e Federico Fellin i, como un a D er. : "Mujeres en un pai saj e anega do ". Oleo. 196 . Pdad . .
obra difícil ele ser superada. 0
23
Dr. CARLOS LU NGA RZO
Retrato de Galileo Galilei (1564- 1642), rejJroducido en la portada de la edición original de una
de sus obras. El qu erubín a la izqui erda sostiene un compás ; el otro, un primiti vo telescopio.
El autor del pr esente artículo (28 años,
casado, amigo del dir ector de "No-
sotros Fiat", qui en le agradece esta co-
lab oración esp ecial) es muc ho más qu e
una simple promesa de la ciencia ar-
!!enti na. Discípulo de l prof esor Mari o
B unue - investigador con ocido en el
GALILEO y la
SI dij éram_os qu e la ciencia pr011ia-
m ent e dicha surge en la época del
R enacimi ento, y consideráramos a los
primeros investigadores sistemáticos de
la astro n om ía y la físi ca, que aparecen
a partir de la revolu ción copern icana,
como los pioneros del desarrollo de las
ciencia s nat ur ales, cometeríamos indu -
dabl emente un a in j usticia, mayor aún
qu e la de los autores que niegan la
existencia ele actitud o traba jo cientí-
fico en los puebl os protoh eléni cos, y
fecha n el comienzo ele la historia ele la
ciencia en el siglo ele oro griego. Por -
que, obviamente, los filósofos que ob -
s~rvaron los fenómenos n a turales, m e-
clita nd o ele manera no al eator ia, sino
sistemáti ca, sobre la s consta nt es evid en-
ciadas · en di versa s apar iciones d e los
mismos, e, inclu so, formula ndo rudi-
ment arias hipót esis sobre sus oríg en es
(po ni end o en prim er plano el vínculo
causa -efecto), son indudabl eme n te c:en-
tífi cos, p ese a qu e su s enunciados pa -
rezca n h oy en dí a muy in genuos, y no
hubi ese mé todo que p ermiti ese verifi-
car su vera cidad.
:clem ás, n o debe m os olvidar el r eia ti-
vismo cultural qu e acompaña a tod o
fenóm en o social. Quizá no sea t eórica -
m ente in corr ecto exigir qu e un ~utor
cumpl a tales y ta les requi sitos lógicos,
matemáticos y m etodoló gicos, para ser
consid era do científi co, p ero debe mos
preguntar nos si, al imponer tales con-
di ciones, no no s esta mo s olviclanclc, qu e
el concepto ele cien cia n o fue siemp re
el mi smo, y qu e le quit amos su cará c-
ter histórico al ex igirle ser como es ah o-
ra. Por eso, h ay qu e con clu ir qu e la
ciencia, en el sentido d e conoc im ient o
sistemático, metódico , funda do w br e
bases racionale , provisto por la con -
templación dinámica de la re al id ad e
incorporado a la vida material del
hombre por la tecno logía, ex iste de sde
que se conoc en las pr im eras com u -
nid ades que e1T.prendi ero n tare a3 eco-
nómi cas e inge ni eril es a escala pr ein -
dustrial (p.c., tr ab ajos ele ar quit ectu -
mundo en tero- ha sido contratado Por ra o ele agr icultu ra en Eg ipt o; conta -
la Univ ersidad de Montreal , Canddá , bilización del patrimonio en anim ales
para dictar un curso magistral de lógi- o vege tales; acuñami ent o de dinero ,
ca simbólica . Un libro ele 200 págin as, etc.), las cuaies gen eraron pronto for-
titulado "AsjJectos críticos del m étod o maciones cultural es, propia s ele la si-
dial éctico" y aparecido en 1970, es la tua ción ele pri vilegio de las clases in -
más recient e de sus publica ci ones . telectua les qu e, in falibl emente, sur gie-
undación del método científico
ron en toda s las sociedades (elucubra-
cio ne s aritmét icas; disquisi ciones filo -
sófico-matemát icas; p ero, esencialm ente
y sobre todo, observaciones, med icio n es
y predicciones astronómicas).
Por eso, vale la pena precisar qué es
lo que se qui ere decir cuando se afir-
ma qu e el físico, matemático y filósofo
Galileo Ga lil ei fue nada menos qu e el
creador del m éto do científico.
En primer lugar, vale la pena hacer
algunas reflexiones sobr e el papel que
el gran pisano atribu ía a la matemáti-
ca, disciplina que, surg id a ele n ecesi-
dades concretas (la operación ele con-
tar y la medi ción d e la tierra), había
alca nza cfo el plano de la abstracción, co-
mo pariente cercana ele la filosofía, en
el pensamiento griego, había logrado
su máxima sistematización, por lo me-
n os en la rama geometría, a tr avés de
la axiomática euclídea, y sufría una
enorme evo lución con los aritméticos
árabes, que est udiab an problemas ele
álgebra y teoría de números cuya ge-
n era lidad los hacía ap li cab les a cual-
qui er discip lin a. Sin em b argo, no s~.
h abía insistido suficient em ent e en el
papel de la matemática como, lisa y lla-
n amente, lenguaje de la ciencia, con-
junto de formas abstractas susceptib les
de ser llenadas por cualquier colección
de conocimientos cuyos componentes
prin cipales pudiesen traducirse en va -
riabl es suj etas a alguna forma ele
m edición o apreciación cua ntit ativa.
Por el contrario , la tradi ción escolás-
tica habí a generado en los cie n tíficos
una desconfianza razonabl e contra to-
do lo qu e fues e formal. L as discusio -
nes de lo s autores medievales , acerca
de probl emas apa rent em ent e lógicos,
pero que, en el fondo, const ituí an un
m ero jue go de pa labras al ejadas de la
investi gación propiament e matemática
qu e había quedado casi exclusivame n-
te en manos de lo s árabes, sirvieron
como la m ejor r eco mendación contra
la utilid ad ele las ciencias forma les. Ya
Franc is Bacon, en su in genios a aunque
poco sist emática teoría ele la ciencia,
abominaba d e la física matemática que
comenzaba a abr ir se paso y reivindica-
ba una ciencia puramente inductiva ,
gruesamente exp er im ental , como rem e-
Arriba: el sistema tolemaico, donde la Ti erra
ocupa el centro. Abajo, el sistema copernica -
no , donde el centro está ocupado por el Sol.
El segundo grabado figuraba en la edición
original ele "De revolutionibus orbiwn cce-
/estium ", que apar eció en Alemania en 1543.
dio en contra ele la inmovilización y
esclerosa mi ento de la ciencia escolás-
ti ca.
Gali leo pone las cosas en su verdadero
lu gar. En su abundante corresponden-
cia (p.e ., las cartas a Cri stin a de Lo-
rena), en muc h os pasajes aislados ele sus
obras , y, fundament alm ente, en la ce-
leb érrim a sentencia d e Il Saggiatore,
;.~-
reivindica el carácter materna ·co del
lenguaje con el cual debe er entendi -
do el universo. L a famosa afirmación
scgú n la cual el estt:clio de la filosofía
presupone el aprendiza j e del idio ma
en el cual ese libro máximo que es el
mundo está escrito, d e tal manera que
las formas y las figuras geométricas son
los caracteres con lo s cuales la natu-
raleza se nos expresa, muestra una pro-
fundísima apreciación del verdadero
pap el ele las ciencias matemáticas, pa-
p el qu e aún siglos d espués suele apa -
recer disimulado entre la vorág in e de
seudodescubrimientos de muchos es-
pecialistas. Para Galileo, la mat emá -
tica no es una cienci a particu lar, ni si-
q ui cra, quizás, es un ciencia; además,
no es tam poco, como se suele creer, una
disciplina especial, con un contenido
tan propio y específ ico como cualquie-
ra otra. Para él, la matemática es un
lenguaje universal , que concierne a
todo aquel que quiera ente nder la na-
turaleza, y no un ga lim atías particular
de los físicos o los astrónomos que per-
manece al margen de la filosofía. Se
reivindic a, así, el viejo espíritu griego
sobre la univers alidad de la matemáti -
ca, pero en carnado en una ciencia fí-
sica que es capaz de demostrar efectiva-
m ente que necesita d e este lenguaj e y
que puede aplicarlo provechosamente.
El papel de la mat emá tica no es redu-
cid o por Ga lil eo, sin embargo, al d e
un lenguaje externo, fenomenalista . Ig-
noro si pu ede hablarse ser iamente de
un conceptua li smo en Galil eo, o, como
muchos han propuesto, es más correc-
to pensar en un nominalismo mat emá -
tico. De todos modos , lo indudable es
la creencia del sabio de que, si el uni-
verso pued e y deb e ser leído en térmi-
nos rna temáti cos, es porque su consti -
tución int erna está ejecutada en esos
mismos términos.
Sin embargo, Galileo está lejos de ser
un estrecho logicista. Para él, el apren -
diza j e d el razo n amien to (o, mejor di -
ch o, la adquisic ión de técnicas eficaces
para ejecutarlo , tarea que estaría re-
gid a por la ciencia lógica, just amente),
no se logra mediante la memorización
de formas abstr actas, como tant a gente
cree ho y en día, sin o grac ias al cultivo
de aquellas áreas de la cul tura huma -
na en dond e el razonamiento aparece
25
..
en esta do pu ro . Sin descu idar q u e q ui-
zás Galil eo m en ospr eciar a la n ecesid ad
de un a críti ca del razon am ient o (a la
cu al sería aj en a la mat emática, por ser
un pro bl em a d e lógica pur a), es inn e-
ga bl e el p rogreso qu e signifi ca su po-
sición contr a los viej os hábitos silo-
gístico s y los fu turo s h ábitos form a-
listas .
En segund o lu gar, junt o a la auténti ca
valor ación d e la mat emát ica, aport a
Galil eo a la filosofía de la cien cia la
p rim era forma sist em ática de mét odo
ex p erime nt al.
Por supu esto qu e, an tes d e Galil eo, se
~xp er>m ent _ab a (aunqu e, dur ant e la
ep oca m ed ieval, las fan tasías se sobr e-
pu sieron mu y a m enudo a los deseos de
iµv estigar y aun a las evid encia s ele la
realid ad). También es cierto qu e, d es-
pu és ele Ga li leo, el método exp erim en-
tal sufr irá un a consolid aci ón : o sea,
q u e es corr ecto decir qu e no salió de
sus m an os tota lm en te term inado. Ne w-
ton un ir á a la exp erim ent aliclacl ele la
cie n cia la sistema ti ciclacl ele la ma tem á -
t ica, y cons trui rá u n sistem a en el q u e
la ver d ad de los pr incip ios es ju st ifi-
cada por la exper ien cia, y la verd ad
ele los resul tados , po r la corr ección del
razon ami en to qu e arran ca d e esos p rin -
cipi os. Lap lace, H ami lton y L agrange
bu scará n las exp resion es pr ecisas p ara
algun os térmi n os vagos, com p ri m ir án
cier tas for mu lacion es dem asia do d ifu-
sas, dará n form a m ás cerrada a la m e-
cáni ca.
P ero Ga lil eo, an te todo , p lanifica la
exp erim en tación . Cu and o Ar ist ó t e l es
inv estiga ba la caíd a ele los cu er po s y
llega ba a la conclu sión d e qu e lo s cu er-
po s m ás p esad os sufrían un a ma yor
aceleración , el estag irit a tra b ajaba in -
dud ablem ent e como un científi co: es-
tudi ab a un fen óm eno n a tural con im-
pl em ent os de car ácter m a ter ial, y ob-
servab a d e m an era sistem áti ca lo s re-
su ltados d e su s exp erien cias. Sin em -
b ar go, obte n ía r esult ado s err ad os, por -
qu e, por ej emplo, su s exper im ent os no
ten ía n en cu ent a aspectos gen era les de
tod o p roc eso físico , como el h ech o de
qu e un m ismo res ult ado estit det ermi-
n ado p or un a con j unción d e fac tores
y n o por un ú ni co fa ctor qu e actúa
continu am en te. L a caíd a de un cu er-
26
Retrato del astrónomo polaco Nico lás Copér-
nico (1473-1543), en una xilografía de la epo-
ca. Demostró que nuestro planetú no está en
n ingú n lugar de privilegio. Tu vo elos pr ecur -
sores: el griego A rista rco ele Samas (siglo III
a.C.) y el fra n ces N icolós ele Oresme (siglo
X I V). Estud ió en Cracov ia, Bolon ia y Paclua.
Portada ele/ "Diálo go sobre los elos maximos
sistemas del mundo" , publicado por Galil eo
en 1632, jJara justificar la teoría h eliocentri ca
de Cop ern.ico contra la concepción geocéntri-
ca ele Ptolomeo . Además de un fundamental
libro de ciencia, es un clásico de la literatura
italiana , escrit o en una prosa ágil y concisa.
po es fun ción ele la at racción qu e eje r -
ce sobr e él la ti erra, p ero tambi én d e
la fu erza resistent e q ue gen era el a ire
co nt ra la cara del m ismo qu e mir a
h acia el suelo: ele ah í qu e un cu erpo
qu e ofrezca m ayor cara ele resistencia
caer á m,ís lentam ent e en la atmó sfera,
aunq u e n o en el vacío . De esta plaó-
fica ción d e las var iable s intervi ni en tes
en un pro ceso (y, con secu ent em ent e, ele
la ma ner a ele seleccionarlas p ara dirigir
la actuación siste m át ica d e un as mi en-
tr as se n eu tra lizan ot ras), surge tam -
bi én la con cep ción gal ileica d e lo que
h oy llamaríamo s idea lización de e::pe-
rien cias.
Ga li leo no se limit a a expe riencias
eje mp lifi cabl es. D e los exp er im ent os
que todos h ace mos y podem os ver, p al-
pa r y m edir, Galileo extrapola, me-
di ant e razonam ient os q u e, a difere n cia
de los cart esian os, n o van a contrapel o
de la realid ad, expe ri en cias id eales. Por
eje mpl o, n adi e vio nunc a una superfi-
cie infin ita, p ero Sim p licio , uno de los
perso n aje s d e los D iscursos, se imagi-
n a p erf ectam ente la ma n era en que
p ued e tr a baja rse con u n a su p erf icie l i-
mita da qu e ac tú e a m a nera d e su p er -
fic ie infinit a, como el lector pu ed e de-
d uci r de algun as ob servacio n es qu e h a-
ce él m ism o a p ropós ito ele ciert os pro-
blem as de m ecánic a.
Por otro lado, Galil eo con sigue siste-
m at izar tambi én la fo rm a d e lr ab aj o
de un científico . L a cienci a n o con-
siste solam ent e en obser var y ex per i-
m en tar, sin o esen cialme nt e en dar for-
m a orgá ni ca a los res ul tados obt en id os
dur ant e las expe rim ent acion es. La pr e-
sen tac ión d e enu n cia d os en los cuales
p u ede n descubri rse d iversos grad os ele
fiab ilid ad (p .e., hipót esis y leyes) ab o-
na esta int erpr etac ión, aunqu e, como
es b ien sabid o, Gali leo, como otros d e-
ter m ini stas d e su t iemp o, tuvo siem -
pr e la espera n za ele que la cien cia arri -
b ara a leyes in d ubi ta b les y no se qu e-
d ara en las m eras h ipó tesis.
Pero, fin alm ent e, qui zá pu ed a d ecirse
qu e el m érit o m ás grand e d el sabi o
p isano es la uni versali dad . D e él en
ad ela nt e, la m ecáni ca n o será un a di s-
cipl in a q u e est udi a un os cu ant os fen ó-
menos aislados ele d iversa significación ,
sin o un a cien cia com p reh ens iva qu e se
id ent ificará con la fil osofía ele la n a-
tu ra leza terr estr e, y q u e, ap enas un si-
glo despu és, se un ificará con su colega
astro n óm ica . 0

discos
NARCISO YEPES
Narciso Yepes (guitarra) y las Orqu es-
tas Nacional y Filarmónica de Espa ña,
dirigidas , resp ectivament e, por Odón
Alonso, Ataúlfo Argenta y R afae l Früh-
comentarios
e, ne
"LA INVITADA "
Tal vez como consecu encia de un a rea -
lid ad innegable, la problemática del
tri áng ulo amoroso sigue sie ndo tema
p ara más de un director. Sobr e un
mismo fondo de d esequilibrio emoc io-
nal, div ersos realizadores h an m ost ra-
do cómo un a presencia aj en a a la pa-
reja puede determ in ar una crisis que
ha ga tamba lear su estabilidad.
La invitada , de Vitt orio D e Seta, es
una película cuyo rasgo carac terís ti co
es su len guaje ; o, m ejor di cho , su fa lta
de lengu aje. No n os referimos al cin e-
m atográf ico: éste es de buena fact ura ,
coh erent e, ll en o d e progr esión dramá-
beck d e Burgos. Obra s de Vivaldi,
Bach , Palau, Rodrigo , Moreno Torro-
ba , Bacarisse, Ohana y otros autores.
Habi endo alcanzado la máx im a gloria
y un a edad mu y avanzada, Andrés Se-
govia - que en este siglo significa gui-
tarra- tiene un her edero legítimo en
Narciso Yepes. Este murciano, nacido
en 1927, ha logrado uno de los más a l-
tos niv eles en su especialidad. Su téc-
ni ca y su musicalidad son proverbiales.
En esta edición, se han reunido 3eis
composiciones par a guitarra y or qu es-
ta, una transcripción también para or-
questa (Vivaldi) y el arreglo del propio
Yepes de la Chacona de la segunda
partida para violín solo de J. S. Bach.
El int erés del repertorio es muy gran-
de. Pu ede adv erti rse la evolución de
comentarios
tica. Tampoco al visu al, ya q ue la im a-
gen es rica en expr esividad. Pero lo s
pe rsonaj es habl an muy poco, o no ha -
blan. Muchas veces, su s pa labras ·~s-
capan al oído del espectador. ¿Qu é
significa este silencio? Es evid ent e que
falta la com unicación. La imposibili -
dad d e exp li carse da lu gar a salid as
m en os cla rific ado ras, como callarse o
huir .
Un jo ven matrimonio - A nn e y Lau -
rent, protagonizados por J oann a Shim-
ku s y J acq u es Perr in - regresa de un
viaje de n egocios. P ero n o vien e solo .
Trae como invitada a la hij a de un
la escritura guitarrística desde músicos
como Palau y Moreno Torroba hasta
Mauricio Ohana. Ha sido resuelto con
mucho inge1üo, en todas las obras con
orquesta, el desafío que pres enta el
posibl e desequilibrio entre el instru-
mento solista y el con junto.
No todas las versiones incluida s en es-
tos discos son noved ades. Algunas, co -
mo el Concierto de Aranjuéz, de Joa-
quín Rodrigo, fueron grabadas hac e
varios años. En consecue n cia, el índ ice
de calidad técnica no siempre es pare -
jo. Constantes, en camb io, ápar ecen la
maestría y la sensibilidad de Yepes , que
no s ofrece una verdadera cátedra d e
ej ecución guit arríst ica.
ALICIA LONG
antig uo profe sor, qu e Íleg~ d e París
para aprend er el francés. La diferen-
cia de idiom as crea la pr im era in comu-
ni cación; y la relación evident e, que
unió a los recién ll ega dos, es adv ertida
por Anne, quien no dice nada y en un
desesp erado arranque sale corriendo d e
la casa . En el estudio dond e trabaja,
es enco ntr ada por Franc is (Mi ch el Pic-
coli), su j efe y re nombrado ar quit ec-
to. Con él inicia una travesía hacia
el sur , donde ambos son esperados por
esposa y amigos , respectivamente. El
viaj e, sembr ado de impr evistos, origi-
na la nu eva situ ación . Tambié n Anne
llegará a la casa de Francis como invi-
tada circunstancial ; y la esposa de él
p ercibirá qu e algo ha pasado . Hay un a
exp licació n, pero el espectador no ll e-
ga a enterars e, pu es un vidr io separa
a la pare j a de Anne, qui en los observa .
Ann e volverá a su marido, tal vez con
mayor comprensi ón , por habe r part i-
cipa do de un triángulo similar a aq u el
qu e la había p erturbado .
La interpretación es exce lent e. Los as-
pectos visuales del film son de una b e-
lleza indi scutibl e.
LUIS IRIBARRI
27
 ..
1: Proyec to del Nu .evo Hospital ltalian o.
2: E l Card. Caggiano imparti endo la ben-
dición. 3: El . Dr. F. Loyúdi ce, D irector
del nosocom io; el Dr. O. Sallustro, Pre -
sident e de l Comit é Pro Obras del Nuevo
H ospita l; y el Dr. G. Miniati, Vicepr e-
sident e D elegado del m ismo . 4: Confe -
rencia ele pr ensa; aut oridad es pr esent es..
28
/!
comienzo de
EL19 DE MAYO , en un a ceremonia que
contó con la presencia d e num ero-
sas personalidad es, se dio comie nzo a
lo s trab aj os de construcc ión d el Nu evo
Ho spit al It aliano d e Bu eno s Air es.
Se trata de un a obra de gran signific a-
ción social; promovida e impul sada por
nue stra Empresa , con la colabor ación
de otras entidad es; y destinada, por su-
puesto , a todos los sectores de la n ación
argent in a.
Par a emp ezar, convi en e recordar su s
ant ecedent es hi stór icos.
H ace 120 años , tr es pioneros con visión
de futuro - Amad eo, Delfino y Rob-
bio - se propusi ero n crear un no soco-
mio para su s compatr iot as res identes
en el país.
La id ea se concr etó. E n 1886, se colocó
la pi edra ba sal del edificio, qu e fu e
inaugura d o · tre s lu stros despu és, en
1901.
En un lapso mu y corto, la institución
una obra
incr ement ó sus actividades asistencia-
les y se conv ir tió en un importantísi-
mo centro de do cenc ia y de investiga-
ción.
En 1906, por ej emplo, el doctor Nico -
lás R ep etto di ctó allí el prim er curso
de Clínica Quirúrg ica, autorizado por
la Fa cult ad de Ciencias Médicas d e la
Universidad de Bu eno s Aires. L si-
gui eron grandes maes tro s como Grapio-
7
lo, L enzi, Marino, Marott a; Pagl ieri,
P awlovsky, Ma ssei, Pal acios, Agra, Got-
ta, Vall s, Ottol enghi , Ta tt o y Ma lbr án,
los cu ales, desd e distint as cáte dr as, h an
venid o forman do legion es de prof esio-
n ales de alto niv el.
-Allí mismo , desde 1961, un equipo en -
cab ezado por el prof esor Fr ancisco Lo -
yúd ice - act u al Dir ector d el Hospit al y
Gerente d e Acción Social de Fiat Con -
cor d- efect uó trasplant es de órganos
en anim ales, antic ip ando técnicas qu e
h abría n de h acerse famosas en todo el
mund o.
¿Otras fechas relevantes? En 1910, se
incorporó al Establecimiento el Poli -
clínico. En 1951, el pabellón para La-
boratorios y Neurocirugía. En 1956, el
cor respondi ente a Ortopedia y Trau-
matología, con 160 camas y 4 quirófa -
nos. En 1962, la Maternidad.

Finalmente, en 1967, por iniciativa d e

nuestra Empresa, se decidió mod erni-
zar todas sus estructuras. Se lanzó una
cam paña para la recol ección de fondos,
que obtuvo la generosa adhesión de
una gran cantidad de suscriptores. La
venta del llamado bono ladrillo logró
un éxito extraordinario, permiti en do
aun a personas d e mod estos recursos
contribuir con un concreto aporte .

El flam ante proyecto - debido a los ar-

quitectos Servente, Testa y Alemán-
2
cubre una superficie de 27.000 metros
cuadrados. Consta de cuatro módulos
similares, el primero de los cuales es el
que ha entrado en la fase ejecutiva.

Articulado en cuatro pisos, tendrá 88

h abitacion es dobles, 30 consultorios y
8 salas de cirugía.

A la ceremonia in augural asistieron el

Cardenal Primado de la Argentina,
Monseñor doctor Antonio Caggiano ; el
Embajador de Italia, doctor P ao lo Ta-
llarigo e Sersale; el Sub secretario de
Salud Pública de la Nación, doctor Ro -
binson D'Aiútolo; el Intendente Mu-
nicipal de la Ciud ad de Buenos Aires,
contador Saturnino Montero Rui z; el
Secretario del Consejo Nacional de
Ciencia y Técnica, doctor Alberto Ta -
quini; el Premio Nobel de Medicina y
Fisiología, doctor Bernardo Houssay;
3 ..
lo s Rectores y D eca no s de varias U ni-
versidades; y otras autoridad es e invi-
tados especiales .
./ ~?;~ ·:~?
ac-...
.:.~ ~--, q·,-t:
J~~--;ts(:::$~;t( ~~)
1

Pronunci aron sendos discursos el inge-

niero Agustín Ro cca, Presidente de la
Sociedad Italiana de Ben eficencia; el
doctor Ob er dan Sallustro, Presid ente
del Comité pro Obr as del Nuevo Hos-
pital Italiano y Di rector General d e
Fiat Concord; el profesor Francisco Lo-
yúd ice; el Intend ente Municipal y el
Embajador d e Italia. ,

A continuación, el Cardenal Caggiano

impartió la bendición a las obras y ma-
nifestó su comp lace nci a por la labor
ll eva da a cabo h asta ah ora. 0

29
'I
I: Una "reliqu ia histórica " en el taller: un
Fia t de 1928. - 2: Miguel Angel Galluzzi, con -
ductor de la "scudería". - 3: T rompa del 1500
"coupé" de Eduardo Rod ríg ue z Canedo . - ·/:
Grupo de colaboradores: de izq. a der. : M. A.
Gallu zzi, Antonio · de Marco, Carlos Scorpanet-
ti, Angel Avergnino, Carlos Yáñ ez, Pascual
R o,iibold, Rober to Pigni, Manuel Costa, Aldo
ff oY,VAMOS A HABLAR de la "Scudería
Fiat", donde se pr eparan y asien-
tan los briosos corceles de acero que
llevan ad elant e el "escudo" circular y
azul de nuestra marca.
Ocasionalm ent e, está presente en los
autódromos y en los circuitos de carre -
ra, dond equiera qu e se ju egu e algo d el
pr estigio de Fiat en un a competencia;
norm al y permanent e, está asent ada en
Boulogne , en la inmediatez d e la Capi-
tal Federal, junto al cruce de la Ruta
P an am er icana con la A venida Rolón .
Es una instalación no más vas ta qu e
las d e tanta s estaciones d e servicio: una
sala de acceso, una escueta oficina al
frente, lue go un arriplio galpón con
una sala de pruebas al fondo, y un en-
trepiso, que oficia de alm acén de pi e-
zas, sobre el taller de tornería.
El sitio es apropi ado, estratégicame nt e
ubicado respecto a las plantas e inst a-
la cion es de Fiat; pero el espacio parec e
(y así lo confirm ará lu ego la gen te q u e
aquí trabaja) in sufi cient e para la ac ti-
vidad d esarrollada .
EL CONDUCTOR
Al frente de la Scudería en con tra m os
a su Dire ctor Técnico: Miguel Angel
30
3
Baldoni . - 5: Sector del taller con varios co-
ches en preparación. - 6: El directo ·r de la
"scudería", M. A . Calluzzi, con el conoc id o
corredor Sabieslaw Zasada, en ocasión del 129
Gran Premio I nternac ional de Turismo YPF
1970. - 7: Vista int erior de un coch e prepara-
do . - 8: D os operarios de la scudería en la
difícil y delicada tarea de ajuste de un motor.
·2 Ga lluz zi, nombre ya conocido po r el
público en genera l, y en particular por
los aficionados a las cosas, h echos y
gentes qu e co nfi g uran el llamado
mundo tuerca.
Desde ado lescente fu e entusiasta moto-
ciclista, y sobr esalió en esta actividad,
q ue sólo admit e varones templados:
campeó n arge ntino en la categoría de
500 e.e. de cilindrada, y camp eón sud-
amer icano d e 1960.
Por ese ent onces pasó a la s cuatro rue-
das, y se afir mó en ellas a medida que
la industria del automóvil se ib a des-
arrollando en el país.
P ero valora mucho sus catorce años de
exper iencia sobre dos ruedas , qu e con-
sidera fundamental para formar un
buen corredor d e automóviles.
La motocicleta y el rugby (otra de sus
La
afic iones juveniles, todavía evident e en
su maciza caja torácica) le brindaron
en 1953 una muy instructiva gira por
Europa, repartida entre el agita do ver -_
dor de las can cha s y el ocre desafían te
"scudería" de los autódro mo s. Así tuvo oportuni-
dad de seguir en Ingl aterra un curso
ele mecánica impartido por la empresa
Norto n , de Birmingham.
FIAT En automovilismo, integró equip os de
N.S.U. y A lfa Romeo. En 1963, emp e-
5 &
7 u
zó a correr con coch e Fiat, prov isto
por la firm a concesionaria "Automo-
tor es Alvear". Ese año, ganó las dos
últimas etapas del Gran Pr emi o y r e-
sultó sexto en la clasificación ~ene-ral.

Era la primera vez qu e un coche argen -

tino se imponí a a i:náquinas import a-
das, como el Lan cia traído por Juan
Manu el Fan gio .

P oster ior m ente, corr ió en el equipo d e

la firma Juli o J. Sergi S. A., que tuvo
b ajo su dirección . As í ob tu vo vario s
triunfos en aut ódrorno y en ruta . El
añ o pa sado, volvió a ll evar u.n Fi at a
los prim eros puestos, r esult ando ter ce-
ro, d etr ás d e Bonarnici y Zasada, el r e-
nombrado vo lant e polaco .

P ero tod o ese brillante d esempeño le

pa r ece secundario frent e a l a tar ea de
pr eparar una m áq u in a de comp et en -
cia: Es más im portante y requiere mris
tesón acond icio nar un coche, que con-
ducirlo en una carrera; y hay m enos
homb res capaces y dispiiestos para ello,
especialmente en este país, semillero de
hábiles volan tes'', afirma.

LOS INICIADORES

E n cuanto a la " Scud erí a Fi at", era ya

h ace añ os un a ambi ción latent e ent re

31
 la gente de esta Empresa y sus casas
concesionarias. En 1966, la iniciativa
de don Enrique Viel Temperley (de
"V iel Automotores"), apoyada por los
señores Rossatti , Ibáñez, Sergi y Gros-
si, concretó esa aspiración. Se integró
así la Comisión Deportiva de Conce-
sionarios Fiat, formada - bajo la Pre-
sidencia honoraria del doctor Oberdan
Sallustro- con los señores Jos é María
Ibáñez (de la firma "Automotores Al-
vear") como presidente; Enrique Viel
Temperley como vicepresidente; y el
doctor Ferrari (de "Montes de Oca Au-
tomotores") 'como secretar io.
LOS COLABORADORES
El equipo humano , indispensable para
encaminar la empeñosa tarea de la
"Scudería", está integrado por ocho téc-
nicos, algunos de ellos capacitados pa-
ra preparar coches de carrera en todo
nivel; empero -manifiesta Galluzzi-,
hay todavía algunas especialidades en
descubierto. Y lo limit ado del elenco
impon e largas jornadas de labor: hay
\~ obreros con promedio de 262 horas de
trabajo en los 25 días hábil es del mes.
"Eso acentúa la austeridad que esta
disciplina exige de estos muchachos
-pondera Galluzzi- pues se trata de
un verdadero sacrificio de tiempo y de
género de vida, animosamente afronta-
do por gente joven, impulsada hacia
esta actividad por una vocación evi-
dente.
Presenta a sus colaboradores: Angel
Avergnino, Aldo Baldoni, Manuel Cos-
ta (su especialista en carrocería), Anto-
nio De Marco, Rob erto Pigni , Pascual
Rombolá, Carlos Scorpanetti y Carlos
Yáñez.
A ellos incumb e la misión escondida
de acondicionar esas máquinas, que
luego llevarán a las pistas y rutas otros
hombres, éstos sí justament e aclamados
por el público: Eduardo Rodríguez Ca-
nedo, Danilo Bonamici, Cristiano Rat -
tazzi, Osear Fangio ("Cacho", hijo del
famoso Juan Manuel), Gianni Novara,
Luis Grossi, Angel E. Di N ezio. Un ri-
mero de nombres aplaudidos, detr ás
del cual hay un p equeño en jambre de
meritorios operarios casi anónimos, fac-
tores importantísimos de todo triunfo.
32
De arriba abajo: Taller de Torn ería y ajus-
te. Sala de prueba de motores, para apreciar
su desempeño en div.ersas condiciones climá-
ticas; observamos al señor Galluzzi con dos
colaboradores en el banco de pruebas "Heenan
& Fraude" para 2.000 revoluciones, único de
este tipo en el país. Armado de un motor.
Tablero de la sala de pruebas presurizada.
LOS COCHES Y EL TALLER
A todos ellos los encontramos en el ac-
tivo taller, donde una decena de coches
es sometida a todas las revisiones, ajus-
tes y modificaciones que las pruebas
req ui ere n, y los reglamentos permiten.
El color anaranjado -co lor de fuego-
adop tado por la "Scudería", parece uni-
formarlos; pero en cada portezuela hay
un nombre: "Danilo Bonamici", "Gian -
ni Novara", "A ldo Baldon.i", "Roberto
Pigni", etc . Son los nombres de los co-
rredores y los mecánicos. Los mucha-
chos del taller -explica Galluzzi- co-
rren como acompañantes; y cada puer-
ta lleva el nombre del hombre que se
ubica junto a ella: es para el caso de
,;zccidentes, se imagina ...
Al fondo del taller, una Sala de Prue-
bas, ahora silenciosa, parece incubar
bramido de motores. Es una sala pre-
surizada, como se dice -informa Gal-
luzzi- o sea, con temperatura y hume-
dad regulables, para apreciar el desem-
peño de los motores en igualdad de
condiciones. Por ejemp lo, después de
una modificación, hay que vo lver a
probar el motor, pero en un ambiente
idéntico al que hubo antes de la ref ar-
ma. O bien, hay que saber cómo se
desempeñaría esa máqui11a en la zona
cuyana, o en el Altiplano, o la Patago-
nia; así que tenemos que reproducir
todos los climas. El banco de pruebas,
un "Heenan & Fraude" para 2.000 re-
voluciones por minuto, es,
único de este
tipo en el país.
En el otro extremo del taller, los recin-
tos separados para tornería, y las ins-
talaciones necesarias para las operacio-
nes sobre piezas aisladas: pues el cen-
tro del galpón constituye el sector de
Montaje, salvo el ángulo destinado a
Chapa y Pintura, dominio de Manuel
Costa.
Pr ecisamente en ese ámbito encontra-
mos la estilizada carrocenía de una cu-
pé 1500, hábilmente modificada en sus
líneas, y transformada ,en novedoso
convertible. Ya la vimos l correr en las
500 Millas de Rafaela . Su elegancia
longilín ea, que parece pedir kilóme-
tros, también tendría rápida aceptación
en un modelo de serie, p ~nsamos.
LAS PROYECCIONES
Sobre ese punto hablamo &,precisamen-
te, con Galluzzi: la event ual posibili -
dad de que una innovaci pn ideada en
la "Scudería" y dictada ¡ inicialmente
por alguna exigenc ia de las condiciones
de competencia deportiva, resulte final-
mente adoptada por la producción re-
gular de la misma marca .
Exactamente, ésa es la prim era finali-
dad de una scudería -conviene Galluz-
zi- y una de las razones de las propias
carreras: marcar camino a la industria.
En un plano estrictamente deporrtivo,
el automovilismo se puede justificar a
sí mismo, como cualquier otro deporte:
la competición, la emoción suscitada y
compartida, la destreza y la serenidad
puestas a prueba y confrontadas, la su-
perioridad premiada; tal como en el
fútbol, el tenis o el básquetbO'l, diga-
mos. Vale decir que el automovilismo
existiría, como la natación o el atl etis-
mo, aunque los automóviles no evolu-
cionaran. Pero, en el plano industrial,
lo que justifica al automo vi lismo -y
explica el apoyo que le brindan las em-
presas fabr icantes- es precisamente su
incidencia sobre la evolución positiva
de la producción. Todas las experien-
cias y observaciones recogidas, todos los
éxitos y fracasos observados en las ca-
rreras, se transmiten a las fábricas; y
también sobre las pistas se ensayan las
solucion es posibles. Esto , en cuanto a
motor es, carrocerías, rodados, todo lo
que hace un coche.
LA RESPONSABILIDAD
Así, pues, autódromos y rutas son los
grandes bancos de pruebas de la indus-
tria del automóvil; por eso cumplen
una misión. Y recogen sus frutos todos
los usuarios de vehículos, aunque no
compartan en absoluto la contagiosa
afición por ese mundo aparte, ese mun-
do de bi elas y radiadores, de parabri-
sas y neumáticos , de rugidos metálicos
y de vértigo, que llaman mundo tu erca.
En ese mundo especial, estruendoso,
riesgoso, estremecido, y a veces angus-
tiado, la versión de nuestra Empresa
es la "Scudería Fiat"; a ella le incumbe
h acer pr esent e el nombre, visible el es-
fuerzo, aceptado el reto leal: portar el
escudo, en suma.
Adelante, pues, con ese escudo, el de
los antiguos e indeclinados laureles . 0

La juventud
La juventud , la juventud que era
un aire azul, un canto sorprendido,
1
un impulso triunfante y un latido
que junto a otro latido se acelera.
La mirada en que el alma reverbera,
el ansia audaz, la prisa y el descuido . ..
Tiempo de amar y descubrir , vivi do
con la dulzura de la primavera!
Ignora el du elo y a la muerte omite.
Aspira a ser eterna y lo proclama.
La ju ventud, que nunca se repite!
Magia fugaz , mi corazón te llora .
Ya ardí en tu luz, ya consumí tu llama.
Cae sobre mí la noche sin aurora.
JORGE BALLESTEROS

Jorge B allesteros (42 años, casado, ori-

ginario de T rene l) actúa en el ámbito
de la Gerencia de R elacion es Pública s.
Es autor de varias obras : el libro de
ve rsos "Sur" (1946, 19 pr emio de la
Comisión Nacional de Cultu ra); el dra-
ma "H echizo en la selva" (1947, edi-
ción auspi ciada por el T eatro del Pue-
blo); la novela corta "L a verdadera
gloria" (1953); y la colección de ensa-
yos "Crisis" (1963). Ha sido miembro
de la Sociedad Ar gentina de Escri tores.

Ilustracion es: D. 0N0FRI0

33
EDADES Y NIVELES
Lo s pu eblo s evolucion an de ma n era
equiparabl e a la de un a p erson a, por
la trasl ación de la s vivencias indi vidu a-
les a la comunid ad. En el cur so de
esa evolu ción, suelen p rod ucir se lap-
sos de apar ente in acción, d e pre sunto
estancami ento y h asta de retroc eso. La
negati va a crecer y la amenaz a de re-
torno a la infa n cia pueden dar se en
la s nacione s y en los hombr es; y a lter-
n arse con fiebres d e crecimien to, q u e,
en el int electo o en el cu erpo, ori gi-
n an desp ro po rcion es tr an sit ori as, p ero
antiest éticas.
Los pu eblos, com o los hombre s, tien en
una infancia in segura y b albu ceant e;
una adol escen cia in establ e, du b it ati va
y soñ adora; una ju ventu d impe tu osa,
r en ova dora, a veces irrev erent e e ico-
noclast a; un a m adur ez aplo ma da y p o-
tente, colmada de suficiencia y even-
tualment e abusiva ; y una vej ez decli -
nante - lent a y m aje stuos a, o r ápid a y
de sastro sa- - que gruñ e su int olera n-
cia ha cia las nu evas oleadas d e vi d a y
cultu ra, o bi en pad ece el tí pico r etro-
ceso senil a sus épo cas dor adas.
Los pu eblos y culturas re accion an d e
modo equi valente a los hombr es qu e
los in tegran . Mientr as son niños , aca -
tan su dep end en cia : ob serva n, adm i-
r an y copi an , bien o ma l. A lo sum o,
cambi an d e sup edit ación, como lo h ace
(indu cid a p or nu evas corr ient es políti-
cosociales) la intele ctu alid ad latino -
ameri can a, esp ecialment e la argentin a,
del siglo p asado: d escuid a la h ere n cia
hi sp ana e imit a la francesa . Con gr a-
ve indi gn ació n d e los trad iciona listas,
qu e nun ca perd on ar on a los ren egados,
ni di sculparo n a la cultu ra ga la p or
h ab er sedu cido a los ingra tos hi spa n o-
parlant es . . .
Pero el camb io era ra d ical, sobr e to -
do en lit er~ tur a : ni siqu iera la escisión
ent re los d efensor es de un a exp resión
cult a e int ern acion al (Gru po d e Flori-
d a) y los pos tul ad ores d e una moda li-
dad aut óctona , telú rica (G ru po de Boe -
d o), propu gn a el acerca mient o d e al-
gun a de las corr ient es a la ent onces d e-
clin ant e r aigam b re ib érica .
La cultur a lat in oam erican a, cua n do
te rm inara de n acer, ser ía tal vez un
p rod ucto h íbr id o, p ero nu evo . (Al fin,
¿qu é ti en e d e malo ser híb rid o? ¿Y
h ay algun a cultu ra qu e no lo sea en
absoluto ?)
Pero, cua nd o la in fancia pasa, llega el
34
momento ele liber arse ele tod as las t u-
telas, sean h ered adas o ado pt adas. En -
to nces, h ay qu e despr end erse tambi én
de la heren cia fr anc esa, emp ezar a ser
no sot ros. m ism os. Como toda adol es-
cen cia, ésta es compli cada, alt ern ati va-
me nt e introv ertid a y expl osiva, basta n-
te n arcisista, y sobr e tod o re zongon a.
Nada en cu entr a bien , en la casa pro -
pi a (¿hay algo más típi co ele la pub er-
tad ?), ni en la ajena , qu e a tisba con
malign o afán de h a llar cosas de scloro-
sas p ara censur ar.
Es el pan orama defi nit or io d e la in -
seguridad : la dud a sobr e los p ropi os
¿ prov1nc1a
mér itos induce a proclam arl ~s a tod o
pulmón, no sea qu e alguien lo s ni egu e
o los ignor e; y, por otra parte, a bus-
car p untos n egros en los dem ás, para
h acern os p erdon ar los nu estro s.
Primordi alm ente , es la h ora de lamen-
tar la dep en dencia de toda otra cul tu-
ra: cosa lógi ca, visto qu e se pro cura la
propia indep en dencia . Entonc es, todo
es dolorida cont empl ación d e nu estro
vergo nzant e colon ialism o cult ural , de
la in corre gibl e ten den cia de intele ctua-
les y arti stas a imitar serv ilment e a los
extran j eros, ele la in grat itud d el pú-
bli co por la obr a aut ócton a, y su obs e-
·:un ensayo del p ensad or itali ano Um-
is m o ?
cuencia por todo lo importa do, así sea
mediocr e y aun ridíc ul o.
Esos son los cuadros su cesivos de la
cu ltu ra argent ina, y lati n oameric ana
en gene_ra l. La infa n cia de la admira -
ción pueril y la imit ació n esmerad a
(camin ar como papá, escrib ir como los
fra n ceses . . . ) abarca desde la I n depen -
denc ia h asta la Pri m era Gu erra Mun -
dial; qu e en nuestro me dio coincidió
con la p r imera pres id en cia d e Ir igo-
yen , lo cual no carece d e significación.
Es el despl azamie n to polí tico de la vie-
ja clase gobernante, red u cida , acauda -
la da y cu lt a, y el acceso al poder de l
En el N 9 44, aceptan do una idea del
señor Gius eppe D e Giorgis , funcio -
nario de Fiat Tu rín, reprodu jimos
Verto Eco, publicado en el sema n a-
rio L 'Espresso y rela tivo al compl e-
jo de provinci alismo qu e pa rece
m ancomun ar nuest ra cultu ra y la de
ese país . In vi tá bam os a una d iscu -
sión sobr e este tema . Nos han res-
po ndid o, hasta ahora, los compa ñe-
ros Pablo del Campo, de Córdoba,
y Est eban B orzone , de Bu enos Ai res.
pueblo llano, proletario o p equ eño
burgué s, con poca ilustración y m u ch a
au tentic idad.
D e ahí en ade lan te, hasta nu estro s días,
transcurr e la adolescencia : ufa n a de
sus crecientes fuerz as, impa ciente por
dem ostrar las, avergonzad a de su supe-
ditación cultu ral, angustiosamente n e-
cesitada de apl auso y est ímul o (h asta
d ar la impr esión, sólo parcial me nte ju s-
ta, ele un a fantást ica vanidad naci on al,
u n a especie de n arcisismo dolor id o); y,
como tod a p ubertad , asombrosame n te
sensible a la op ini ón ajena . ¡Cu ántas
cavilacio nes, ré p licas, discusion es y con -
troversias generó la mera observación
d el conde de Keiserli ng , d e que éramos
un pueblo triste!
Ansioso de manifestaciones pro p i as,
afieb raclamen te deseoso de ocu par su
luga r en el m undo , temeroso has ta lo
enf erm izo de qu e se lo subestima ra , o
no se lo tuviera en cu enta, el pueblo
argentin o magnificaba cualquie r frase
lanzada al pasar por cualquier visitan -
te intern acio na l, así fues e un simpl e
tu rista . Si era u n int electual algo co-
no cido , se be bían su s palabras, a la
pesca de toda alus ión o sesgo la u dato-
ri o o reprobatorio. Paradoja l me n te
(pero con la característica quisq uill osi-
dad de la eda d del pa vo, como decían
nu estras abue las), al tiem po q u e in-
tentábamos afirmar nu estra pers ona li- ·
dad, dejábamos traslucir su ines tab ili-
dad , con esa preocupación obsesiva por
todo lo qu e nos alu di era .
Por supu esto, no sugerimos que h aya,
ni qu e deb er ía h aber, pueblos ind ife-
rentes a su prest igio n acional : sería ta n
ab surdo como pr econi zar qu e el hom-
br e demu estr a ser adulto d espreocu -
pán do se por su reputación . Lo q u e de-
fin e la madurez es la consistencia y las
proyecciones d e los j ui cios adm itido s,
y la autorid ad y fundamento d e quien
los emite. Nuevament e los símiles : pa-
ra un ad olescente, un com entario cáus-
tico o una m irada burl on a sobre su
figur a p u eden constituir p equeñas tra-
gedia s, más sentid as qu e un ap lazo en
el coleg io.
Superar la ado lescencia y llegar al es-
tado adulto -as í sea en esa et apa re la-
tiv a qu e es la j uv en tud - im plica cen-
trar el concep to d e sí mism o, eq u ili-
brar el peso de los dictámen es a je nos.
Somos du eños ele n osotros m ismos sólo
cuando somos nu estros prop ios ju eces:
bien ent end ido , ju eces sensatos y au tó-
n omos , pero no d emasiado indu lgen tes.
En ese pun to está, precisam ente, la
cu ltura arge nt ina: en el d eslin de ele su
prob lemática ado lescencia y su rec1en
inaugura da ju ventud. Es tiempo de
mostrar cord ura.
Sobre esa cor du ra se asie nt a la sereni -
dad para p on derar lo qu e se toma o lo
que se ap ort a, respecto a los o tros pue -
blos y a la cu lt u ra mu ndia l. Ento n ces,
dejamos de torturarn os po r nu estra
pr esunta falt a de origina li d ad, al tiem -
po que - casi sin adver tir lo- d ejamos
de imit ar: p u es ambas cosas son pa ra-
lelas.
No se dej a de imitar cuan d o se qu iere,
sino cua nd o ya no se neces ita h acerlo:
antes de esa hora, se imi ta siempre, in-
clusive (y ta l vez más y peo r q u e n un-
ca) cua nd o uno se propo ne evit arlo .
N i más n i men os q u e el jove ncit o q u e
pretende (ah ora que us a p an ta lón lar-
go y suele fumar en público . . . ) h ablar
con gr ave voz de varón ap lomado , y le
sale un falsete. Y en el coro m un d ial,
por cierto, h ab rá voces d esen ton ad as,
y cierta anarquía; pero, aun así, los
falsetes se advierten enseg uid a .. .
Incorpore m os, pu es, nue stra voz al co -
ro; y, al ver que es acepta da, notemos
otro h ech o au spicioso, ta mb ién signo
de ma yoría de edad: ya no ten emos el
antojo d e ser la p rima v oce.
D e ahora en ade lante, sabremos de
qui énes ap rende r, sin n ecesid~d de imi -
tarlos , y sin sent irnos hu m ill ados; y
algún d ía, a nu estra ve z, a q uién es en -
señar, sin su p ed itarlos n i sen tirnos su-
periores.
PABL O DEL CAMPO
A LA SOMBRA DEL MEDIOEVO
Cr eo qu e el prov in cialismo cult ural es
el prod u cto de la falta o in sufic_iencia
ele lib er tad y de escasez de m ed10s d e
difusión -d e difusión de ideas , en tien-
do, y no de pub licaci ones diar ias y pe -
riód icas, d e redes r adiofó ni cas o tel e-
visivas- y, por end e, de la len titud con
la cu al se prop aga el pensa mi ento . Una
cult u ra es prov in ciana, cua n do su s va -
lores no re cib en el soplo vivificador de
las nuevas corrie nt es y evolu cion an len -
tam ent e.
Pro vincia lismo es, por lo tan to, u na
realida d efect u al y no u n a sensació n
o un comp lejo . Es limi taci ón , y no só-
lo político-adm inis trat iva, sin o tambi én
intel ectua l. Es p ermanenc ia entre es-
quemas viejos y superados , por la im -
posibilida d d e salir de ellos y d e mo -
verse hacia horizo n tes más vas tos. El
provin cian o es un conserva dor de sus
formas de vida , práct icas y espiritua les,
35
 porque las considera las mejores no co-
nociendo otras.
Metternich fue uno de los más gran-
des entre los provincianos de la histo-
ria. Su acción política se atenía al
principio de que lo qu e ha sido será
siempre y se dirigía hacia la preserva -
ción de un mundo ideal -en su ima-
ginación- en el cual las agujas del re-
loj estuvieran inmóviles. No tiene ma-
yor importancia que el mundo def en-
dido por Mett ernich fuera el de las
monarquías absolutas; aunque hubie-
se sido el del liberalismo, su acción se-
ría igualment e despreciable. El minis-
tro de Francisco I, en efecto, conde-
nando la transformación de las estruc-
turas, condenaba la evolución del p en-
samiento y, por ende, la dinámica de
la histori a.
Estamos p erfectamente de acuer do con
que la máquina del Estado, como toda
máquina, debe disponer de frenos. Los
vehículos, hasta los extraterrestres, pre-
cisan de mecanismos que permitan des-
acelerar su movimi ento . Lo que no
imagin amos es. una máquina en la cual
se accionen únicamente lo s frenos . ¿Pa-
ra gué serviría, entonces, el motor ? Y,
también, ¿para qué serviría la máqui-
na? Metternich, a lo mejor, nunca se
hizo esta pregunta.
Los secuaces del gran adalid del re-
surgimiento del Medioevo justifican
su pens am iento con la d efensa de los
va lores tradicional es - que nadi e ame-
naza, por otro lado , en la sustancia, a
no ser en la fantasía d e los ignorantes
y d e los individuo s de mala fe- reuni-
dos, principalmente, estos valores tra-
dicionales, y sintetizados en las mani-
festaciones más superficiales , de color.
En efecto, diría qu e son folclóricas. D el
folclore exaltan el estudio, promu even
la representación. Folk (pueblo) + lo-
re (doctrina) es palabra de origen in-
glés. Lo s ingleses, sin embargo, toma-
ron este concepto de los alemanes. Y
los alemanes han sido, en efecto, sus
más grandes cultores. Las corales ma-
nifestaciones folclóricas que organizan,
encuentran rivales únicamente en It a-
li a.
Los medi evales juegos del puente, en
Pisa, de la p elot a en tr aje d e época, en
Florencia, del palio, en Siena , etc., re-
presentados hoy (por suerte) únicam en -
te para f_ines turísticos, compiten con
la Pasión d e Ob erammegau, la caba l-
gata de San Jorge, de Traunstain, l a
fiesta de los niños d e Dimkelsbül. Son
piezas de teatro, representadas sobre
36
enormes escenarios, que no tienen más,
desde siglos, lazos con el alma popular.
Alguien podría objetar que en Ingla -
terra el culto por el pasado no es me-
nor que en otros países europeos. Es
verdad, pero no como espectáculo, sino
como tradición viva y operante . In-
glaterra tiene todavía una monarquía;
esto, sin embargo, no es folclore. Los
soldados de la guardia de su majestad,
con sus uniformes indiscutiblemente
teatral es, caen en serio desvanecidos,
despu és de horas pasadas bajo el sol,
sin que sus compañeros se muevan de
la posición de firme. Los escoceses des-
filan con las polleras de los colores del
clan al cual pertenecen; y no se ría
el lector, porque son aquéllas las mis-
mas minifaldas que llevaban los legio-
narios de Roma. Y no es disfraz, por-
que la infantería escocesa ha enfrenta-
do, en los campos de batalla de las
guerras más recie ntes, la metralla al
son de sus cornamusas.
Pero, después de contestar a estos ima-
ginarios int er locutor es, volveré a nues-
tros provincianos. Sus evoluciones no
se alejan de los acontecimientos d e la
provincia, porqu e su puesto de obser-
vación no es lo suficientemente alto co-
mo para permitirles superar el linde.
La cultura es como agua estancada en
un pantano, porque falta el viento que
la agite. La nación termina entonc es
por ser una gran provincia, con un
fu er te espíritu seudonacional, provoca -
do por la constante apología del fol-
clore.
¿Qué otra cosa es el nacionalismo, sino
una manif estación d e macroprovincia-
lismo? ¿Una prolongación en el tiempo
de aq u el espíri tu generado por la caba-
ll ería, producto del movimiento ro-
mántico, iniciado en Alemania en los
albores del siglo XVIII? En la Alema-
nia moderna, se h a intentado, directa-
mente, un a total revalua ción del me-
dio evo, a través ele la exhumación d e
m anif estaciones qu e el pret ex to litera -
rio, musical, plástico, ha vue lt o a pro-
poner como modelos valederos, dignos
de ser trasladados a la realidad efec-
tual y nuevamente int erpretados. Las
dos guerras universales, qu e han aso-
lado el mundo, han sido el resultado.
Ahora bien, este fenómeno, en todas
aquellas grandes provincias ll amadas
naciones, ha encontrado y encu entra
todavía der echo de ciudadanía.
La s expres ion es artísticas no se alejan
del espíritu de la provin cia -aunque
sea ésta una na ción - y el interés que
pueden despertar queda , entonces, cir-
cunscripto al ambiente en el cual han
sido creadas. Cuando estas expresiones
abandonan los cánones del conformis-
mo artístico provinciano, son rechaza-
das; las veremos , entonces, ser acepta-
das más allá de los límites de la pro-
vincia, porque en ellas se encuentran
valores comunes a todos los hombres
y que se injertan, por lo tanto, en el
tronco de la universalidad.
P ara la ciencia, me parec e que el dis-
curso a realizar es distinto. El hombr e
d e ciencia siempre se proyecta hacia el
futuro, y no puede, corno el artista, en-
tretenerse con viejos modelos ya supe-
rados, a no ser que renuncie a su cali-
dad de hombre de ciencia. Además,
las ideas, en este campo, se mueven con
una velocidad enorme, ayudadas por el
h echo de ser expr esadas en un lenguaj e
común a todos sus cultores. No tienen,
por lo tanto, por qué maravillarnos los
casos de Maldonado y de Prieto.
Prieto, empujado a dejar su país, en-
cuentra la forma de insertarse, de in-
mediato, en las actividades didáctica s
y culturales europeas, llegando a ocu -
par la cátedra de Saussur e, demostran-
do, si fuere necesario, mi tesis. Lo que
hace ho y Prieto, en la Universidad de
Ginebra , lo hacía ayer en la de Bue-
nos Aires, y podría hacerlo mañana en
cualquier otra universidad del mundo.
Mientras que distinto es el caso de un
artista, y no se m e sugiera el nombre
d e Cortázar.
Cortázar mismo nos dice qu e, si no se
hubies e alejado de la provincia y no
se hubiese trasladado a la metrópoli ,
dond e aquella libert ad y celeridad en
el movimiento de las ideas, de las cua-
les habl aba, exist en en sus más amplias
manif estaciones, y le han permitido li-
berarse del espíritu provinciano, hoy
seguiría en una de las más profundas
formas de solipsismo antropocé ntrico y
sus producciones nun ca hubi era n ll e-
gado a ser realidad.
El provincialismo , para concluir, pue-
de ser, según mi manera d e ver, pa-
rangonado con la estática, así como el
univ ersalismo con la din ámica. Uni-
camente la libertad y la celeridad de
difusión d e las id eas permiten vencer
l a inmovilidad d el provincialismo y
pasar al movimiento del universali s-
mo. Las culturas italiana y argentin a
son provinciales porque la libertad ,
por razon es religiosas , sociales y políti-
cas, ha sido siempr e limit ada en los dos
países.
ESTEBAN BORZO NE
Mercado ALALC: fundamentos macro-
económicos para su evaluación; éste es
el título de una nu eva publica ción de
nuestra OECEI (Oficina de Estudios
para la Colaboración Económica Int er-
n acio nal), presentada hacia fine s da
marzo en un acto al cual asistieron nu-
merosa s autoridades.
El libro (367 pá gin as, gra n cantidad
de mapa s y gráfico s, diagramación pri-
moro sa) es el fruto de la labor d e un
grupo dirigido por el Dr. Gino Mi-
ni ati y coordinado por el Dr. Dani el
Roel Mora, con la participación d el
cont ado r Ign acio Chojo.
El contenido es el siguiente:
Nota preliminar; Introducción; Análi-
sis geodemográfico ; Análisi s del pro-
ducto y del ingreso ; Análisis macrofi -
nanciero; Análisis del sector ext erno;
Análisis de la infraestruc tura; ALALC;
Argentina; Boli via; B rasil; Colombia;
Chile; Ecuador; M éxico; Paraguay;
Perú; Uruguay; Venezuela; Aspectos
institucionales de la ALALC.
La pres ent ació n tuvo lugar en nuestra
Sede Central. El Dir ector Gen eral de
Fíat Concord, Dr. Ob er dan Sallustro,
dio la bi envenida a los invitado s y pro -
nunció un breve discurso.
Entre otras p ersonalidad es, se enco n-
traban el secretario de Estado de Co-
mer cio Exterior, Dr. Ju an Llam azares;
el secretario del CONADE, Dr. Javier
Rafael Villanueva; el subsecretario de
Comercio Exterior , Dr. Emilio Gómez
Lu engo ; los embajadores argentinos en
Brasil , Gral. Osiris Villegas , y ante la
ALALC, Dr. Alfredo Girelli; los em-
bajadores de Brasil, señor Antonio F.
..\zeredo Da Silveira; de Chil e, señor
Ramón Huidobro Domínguez; de Co-
lombia, Gral. Gerardo Ayerbe Chaux ;
de Ecuador, señor Alfonso Barrera Var-
vercle; ele Italia, doctor Paolo Tallarigo
de Zagarise e Sersale; de Paraguay, doc-
tor Manu el Avila; de Perú, señor Gon-
zalo Fernández Puyó; y ele Ven ezuela ,
señor Antonio Martín Araujo; los en-
cargados de negocios ele Bolivia , Méjico
y Uruguay, señor Eduardo Cámara de
Ugarte y doctores Raúl Almanza y Pa-
blo Boschs, respectivam ent e; el repre-
sentante del Banco Interam eric ano de
Desarrollo, Dr. Carlos Paz; el subdirec-
tor del Instituto para la Integración d e
América L a tina (INTAL), Dr. José Ma-
ría Araujo; el gerente general d el Ban-
co Central de la República Argentina,
señor Horacio Alonso; los presid entes
de ACIEL, ingeniero Juan Carlos Fer-
nández Rivas; de la Bolsa de Com er-
mercado cio, señor Federico A. Peña ; de la Cá -
mara de Exportadores, señor Herberto
Lanteri; de la Confederación General
ALALC Económica, señor José B. Gelbard; de
la Sociedad Rural Argentina, Dr . Luis
J. Firpo Miró, y de la Unión Indus-
De arriba abajo: un map a y la por -
tada del libro; el doctor Sallustro trial Argentina, señor Elbio Coelho. 0
hablando durant e el acto de la pre-
sentación de esta obra de la OECEI.
37
E l Embaj ador de Perú, Dr. Gonzalo Fernánd ez Puyó, ha visitado lol
prin cipal es Establ ecim iento s de Fiat Concord: en Ferreyra, Sauce Viejo,
El Paloma r, Caseros y R uta Panam ericana . Aq uí lo vemos (centro de
la fo to) recorrien do la Fábrica de Tr actores, en Santa Fe, acomp añado
por e l In g. Jorge B rach Papa, Director de la me ncionad a Plan ta, y p or el
Ing . Mig uel De Giorgio, Director de la División Tra ctor es y Cam ion es.

Entr e los a i'íos 70 y 7 1, nu eve d e- • alt os fun ciona r ios d e e n tidad es

Otra vez Fiat. Otra vez Cristiano R attazzi. Este compa ñero nu estro - de
qu ien pr esentarnos una sernblama en el N 9 44- se clasifi có pr im ero,
man ej and o ·un 1600, en la clase B de la categoría Turismo An exo J.
(grup o 2), en la comp etencia de 600 kiló me tros Part ido de San Isidro,
qu e se corrió recien temente en el Autód romo Mun icipa l de Bs . Ai res.
La ni ña ent ronizada es Lilia na
Elena Ferrari: 15 abri les, tercer año
ele Bachillerato, hija el.e nu estro
comp a1iero Rugo, que actú a en la
Plant a de Forja . Fue p roclamada
R eina del Carn aval 1971 en las
f iestas organizadas pó r los Centros
Vecinales de Córdoba con la co-
labornción de la Dirección de Tu-
rismo de aq,uella Muni cipalidad.
DESIGNA CIONES
• D el Dr. Bu enaventur a T i-
r aboschi , ·como respo nsab le
d el D epar tament o Admi -
ni str ativo de la Fáb rica
Me cáni ca Au t o móvil es
(desde el 1- 4- 71).
• D el In g. R a úl A . Sánch ez,
com o respon sabl e de la Di-
re cción d e la Fábrica M e-
cáni ca Autom óviles (desde
el 2- 4- 71).
• D el In g. P ed ro J orge R o-
ta, como responsabl e a ni -
vel de G ere ncia D epar ta-
m ent al de la Calid ad de
P ro du cción A u tos (d esde
el 19-5 - 71).
GRADUADOS
No es fácil traba jar y estudi ar al
mi smo ti empo . De ah í qu e mer ez-
can seña lar se, como ejemp los, los
casos d e nu estros comp añ eros q ue
h an consegu ido gr ad uar se d ur an te
su p erm an encia en la Emp resa.
p en d ien tes de la Dir ecció n de Sis-
temas y Orga ni zación - cu yo tit u -
lar es el sefior Alb erto Ma nu el Ga-
ras in o- se ha n recibido e n di stin -
tas esp eciali dad es. H e aq uí sus
nombre s y sus tí tu los:
• R ob e rt o C a s tr o (del Cen tro
Com p ut ación Bu enos Air es): L i-
cenciado en Admini strac ión y
O1·gani zación de Empr esas;
• Genaro H erná n Castro Feijoo
(de l mi smo Cent ro) : In geni ero
Indu str ial;
• J ua n Car los Co llazo (del m ism o
Cent ro): Con tado r P ú blico Na-
cio nal;
• Jor ge L ui s Du ar te (de l m ismo
Cen tro) : In geni ero Electró nico;
• R ub én Da rí o H er n á n d e z (del
m ismo Cent ro): L icen ci11clo ed
Admini stración y Organi zación
de E mp resas;
• Ed uard o Fac und o Oli vera (d el
Departa ment o Orga ni za ción ):
L icenciado en Ad min istración y
Or ga ni zación d e E mpr esas;
• Serg io S e y m an d i (d el Cent ro
Com p utación Bu enos Aires): In -
geni ero I n d ustria l;
• Gin evra Stefa na ti (del Cen tro
Comp u tació n Córd o b a): In ge-
n iera Electróni ca ;
• Norb erto Angel Vanoli (del Cen -
tro Comp u tación Sant a Fe): I n -
geni ero Electr icista.
Sinceras felicitacion es.
VISITA S
Ent r e Córdob a, Santa Fe y Buen os
Air es, nu e stros Establecimien tos
fuero n visitado s por :
• al tos fu n cionario s d e la Empr e-
sa Su bt err án eos de Bs. Air es;
chi len as (CORA , CORFO e I NDAP );
e delegados ele la Aso ciación de
J efes y Ofici ales R eti rados de
las F uerzas Ar m adas d el Para -
guay;
• los emb ajad ores d e Colombia ,
gen eral Gerard o Ayerb e Cha ux ,
y d el Parag uay, doctor Manu el
Avil a.
AGRA DECIMIEN TO
"Señor Dir ector , le ru ego cié publi-
cación a mi ag rad ecimi ento ha cia
nu estr a asistent e social Eva Mart a
Go nzález, p or la d iligent e y hum a-
n a ate nción qu e pres tó en circun s-
ta ncias m uy gr aves par a m í y mi
fa mili a.
"Su pr esencia al lado nu estro en
dí as no labora bl es hi zo qu e pu d ié-
ra mo s sobre ll evar con m ás va lor el
tr a nce p or el cual h emos a trave -
sacio."
J osé A n tonio Fernánd ez
(CA T - Caseros)
CAMPE ON DE PISTOLA
R osar io R od ríg u ez (31 años , Fea .
Tr actor es d e San ta Fe) se des tacó
en el Camp eon ato Tr ansand in o
ll evado a cabo en Santi ago d e Chi -
le h acia fin es d e abril , dond e el
eq u ipo arge ntin o se clasifi có pri-
m ero en pi stola li br e 50 m etros.
En in dividu al, R odrígu ez ocupó el
tercer p u esto .
(Noticia de Abdula R uare)

38
ESTUDIANTE
DISTINGUIDA
Siempre resulta grato destacar el
desempeño de alumnos sobresa-
lient es, por lo qu e tiene de ejem-
plo para los niñ os y jó ven es en
espe cial, y d e legítimo h alago pa -
ra sus proge nitor es; así com o de
sano estímul o (ya qu e no cabe la
vanidad in condu cent e) para el pro-
pio estudiante.
Nos p la ce, pu es, seiia lar al aplau -
so de nuestro s le ctores la b rillante
carrera en cur so de Adriana Fino ,
hij a de nue stro compañero de ta-
rea s José Fino, del taller de Uti-
laj e y Herrami ent as, d e la Fábri-
ca Mecá nica Córdoba .
Estudiante d e Psico-P edag ogía del
Institut o Sup erior d e Educac ión
Difer en ciada "Dr. Domin go Ca -
bred ", de la ciudad m ed iterráne a,
la sefior ita l'i no -qu e cur sa ac-
tualm ent e el 49 Aíío del Profes o -
rado- ob tu vo en los tres años de
alumnado las m ás d estacadas no -
tas en tod as las asignaturas, como
lo demuestra el sigui ente deta lle:
1968: Asistencia Social , 8; Ana to-
mí a y Fisiología , 9; Fil osof ía , 7;
Ped agog ía, 9; Psicología Ge n era l,
8; Psicologí a In fantil , 10; Socio -
log ía, 10.
1969: Neurofisiologí a , 8; Psicolo-
gía de la Adole scen cia, 1O; Psico-
estadístic a, 9; Psicom etría , 9; Psi-
colog ía d e la Educación , 10; Psi-
colog ía del N iiío Excep ciona l, 10;
Psicopat ología , 8.
1970: Didáctica General y Psicolo-
gía de la Educación , 10; Psicofi-
siol og ía, 10; Psicom etría II , 10;
Psi cología de l Ap rendi zaje, 9; Psi-
colog ía Profunda , 10; Psicología
de la Personalidad , 9; Historia de
la Edu cación, JO, con felicitaciones
especiale s de la mesa exa minadora .
Como vemos, primero, segundo y
tercer a ño de una carrera caracte-
rizada por sus severas exig en cias y
la difi cultad d e los ternas a bstra c-
tos (así como la crecida do sis d e
intuición y de solid ar idad qu e re-
qui ere su dominio) significaron
para Adr iana Fino una en comia-
ble secuencia de triunfo s. Es d e
espe rar - y casi d e d esco ntar- qu e
con igua l bri llo continu ar á ha sta
coron ar el Profesorado.
Carmelo M árti res M enclo za (24
mios) actúa en Insp ección de Pro-
JUAN CARLOS MONCADA ducciones ele la Fdbrica de Tra cto-
(Cba.) res, Sant a Fe. Pertenece a nu estro
equi po local de bdsqu et. Su currí-
culum es mu y interesante . Fu e pre-
seleccionado nacional y se destacó
en num erosos campeo natos ele ese
deporte. Es un atleta .excepc ional.
En más de un cotejo, ha realizado
hasta treint ·a goles. (Noticia del
señor Abclula H uare, Santa Fe.)

El 21 de mayo, en Sede Central, finali zó un curso para secretari as. Se

trataron temas como Hi stor ia de la Emp resa y su organiza ción, nocio -
nes de Derecho, Relacion es Públi cas, R elaciones Humanas y R edacción .
Ad em ás, con la colaboración del In stitu to Argentino de Secretarias - a
través de la Prof . Clotilcle Delgado- se desarrollaron temas esp ecíficos
de práctica de secretariado. Arriba: el Prof. Luis M aria Bozzo, de
Capacitación, dictand o una clase sobr e R elaciones Humana s. Abaj o,
de izq. a der ., las participant es Elena Fortuna , María Cristina Tirante,
Stella M aris L oleggio, Noemi Hartung, Marta R einoso, B eatri z Morí,
Noemí Tartara, Ha ydée Ri mo/o, A gustina Cheli, M aría Paglieri, Mar -
ce/a Ma rtín, Mar ía Kaim akam ián y Eisa L eonor Cipr iani. Augurios .
"Los Diablos", ganadores del campeonato ele fútb ol Fiat Córdoba 1970.
De izq. a der., de pi e: Zenón Ovieclo (subclelegaclo), E. Martín, A . Gon-
zdlez, P. López, A . Pérez, J. Mo reno , T . Mon serrat, R . Aciar, C. Longo ,
A. Barnes (delegado). A rrodillados : José Grey, R . Sagardía, H. Ochonga,
R. Coronda, H. Battisti , M. Ocanto . Au nque ausentes en la f oto, inter-
vinieron tambi én J . Gallego, J. Justiniano, H . Fernández y L. R eynoso.

520 coches int ervinie ron en el " ll R all')' 1.000 k ilóm etr os Fíat " orga-
ni zado por el Club Ar gentino ele R egularidad 'Y el Automot; Club
Carlos Paz, auspicia do por la Comisión de ConÚ sionarios Fiat Con-
cord y ganado por el binomio A/do Osear Caldarella- Jorge Luis Del
Buono . Despu és de la _prue ba, un a delegación de partic ipant es visitó
nuestro Cen tro Industrial de Ferreyra. (Fotografía de Walter Sarando.)

39
 Culminación de los cursos de capacitación en Córdoba. Arr iba: En la
cena de clausura , el in geni ero Marian o Gane/lada recibe una plaq ueta NIN O S FIAT
de manos de uno de los alumnos. Abajo : Clase de adi estrami ento para
electricistas. Como trazadore s, obtuvieron sus certificados Víctor Ahuir, Izq., de arriba abajo: Fabiana
Carlos Bagnardi, Lui s Bailey, Julio César Casa/di, Raúl Córdoba, Carlos Andrea y R oela/fo A drián Sar-
Adolfo Fierro, Alb erto García, Mar cos Gozzer, Hw nberto Fernández,
dan elli, nietos ele Félix Sarda-
Alb ert o Martinengo , Fernand o Miranda y Luis Alb erto Silva. Como
electricistas, se habilitaron Alfr edo Bautista , Orlando Cascú, Jorge Cop- nelli (CAT). Der.: Ma rce /o
j1etti, Juan Rolando Murúa, Ma rio Ottonello, Ernesto Oya,ta, Augusto Luis y Esteban Gustavo Poll i-
Pastero, José Pereyra, Osear Spaletti y José Rugo Trignani . Felicitaciones. cini, hijos ele Luis (El Paloma r).

Gagliardi; María Leonor Martínez Br a nd oií n con Ju lio A lb erto To-

con R oberto Galíndez; Margarita
Oiga López con Migue l Angel Ga -
ll ardo; Carmen Bea tri z Monsalvo
con R oberto Eradio García; Clara
Julia Gómez Sequ eira con Rodolfo
Domingo Ghersi; Olga del Valle
Alani s con Alberto Ed uard o Gó -
m ez; Juana Carmen López con Mi-
gu el Angel Góme z; Esther Vicen-
ta Brit os con Alfonso H eredi a;
Luis a Omild a Acosta con R amón
Ric ardo Junco s; Ada Noemí del
Valle Paut asso con R odolfo Ga-
briel Lana; Myri an Crist in a Moli -
n a con Héctor Nata li o López ;
rres; Eisa Lui sa Ava lle con Ma-
nuel Valencia .
Fábrica Carrocerías
y Montaje - El Palomar
Santa Faraci con Osvaldo Ign acio
Asn al, Zunilda H aidée Teves con
Antoni o Ataun , Nilda Teresa Maz-
zuquini con Carlos Alejo Albarra-
cín, N ieves Beatri z Manz ell a con
Juan Carlos Ange lo, Elena del Va-
lle Scque ir a con Carlos Alb erto
Ara n dia , R en é Rob erto Arroyo con
Lidi a Ern estina Cidro n de Arro yo,

sociales Haydée Clar a Esca]an te con Pedro

HONRADEZ
Fernando Contardo , del Ce ntr o
Asiste n cia Técn ic.i, Caseros, h alló
y devolvió un re lyj pu lsera .
CASAMIENT OS
Div isión Automq viles
Fáb rica Mecánica Autos -
Córdoba
Ro sa Ramon a Alvarez con Guiller-
m o Ramón Abba ; Virgilia Leonor
Vega con Migu el Angel Aguirre ;
Silvia Beatriz Martínez con H éctor
R oge lio Ahumada; Ana María d el
Vall e León con Car los Ed ison Al-
b arrací n ; Mercedes Isabel Ulloque
con Ab el Eduardo Ardiles; Glad is
T. M. Cerutti con Pedro Enrique
Arista; Elba Florinda Barrionuevo
con Rugo Eduardo Arrieta; Hilda
Paz con Alfredo Cleofe Avila; Ne -
mesia Elida Ortiz con Héctor Ru -
go Ayala; Rosa M. Carro con Ra -
m ón Barr ion u evo; María Cr istin a
Nigro con Alberto Ju an Beltrano;
Teresa Leonor R odríguez con An -
ton io Bedoya; Lu cía del Carme n
Ocampo con Santiago Genaro Bra-
camont e; María Crist in a Crista l
con Víctor Rugo Brizu ela ; María
Cr istina Guglielmon e con Ferna n-
do H éctor Callad o; Elva Asvisio
con Pedro No lasco Campos; Ele -
n a María Basso con Abra h am Ca-
sarín; J osefa Marilu z Eche varría
con Ju an Fide l Casas ; Beatr iz 01 -
ga Go rdill o con Rugo Fide l Ca -
zón; María Ester Mont e con Juli o
Ricardo Colomba; Ro salí a Elena
Bertoni con Antonio Rub én Cor -
tes; Hayd ée Beat riz Oliva con Ma-
rio Alejandro Crosara ; Gregoria
Luisa Oyúa con Ri cardo Teodo-
miro Cuestas; Magdal ena Pa ulin a
del Va lle Villarreal con Car los Ru -
go Checa ; Ana Luis a Mari nsald a
con Octavio Primo Di lda; Elda
Ada Acevedo con Alfredo Alfonso
Domínguez; Isolina Dominga Va -
ca con Hilario Iren eo Fab io; Car-
men Elena R odríguez con Casimi -
ro An ton io Farías; Loredana Ma -
rina Bastia n i con Roman o ·Evari -
zio Fava ; Dora de l Carmen ' Ríos
con Antonio Aqu in o Ferrar ese; Ju -
li a Elizabé Rampoldi con Osvaldo
Arturo López; Ca rm e n Norma
Sánchez con _Yíctor Ru go Ll ore n s;
María In és Martínez con Ornar
Facundo Ludueña; Norma Zule-
m a Allend e con J osé Alb erto Mal ·
donado; Da n iela Ange l,, Gentili
con Ju an Carl os Mangi er i; Gra -
ciela del Carme n Pereyra con Hu-
go Osear Mar tín ez; J uana Bea triz
Vasile con Gerón imo Mor eno; Mir-
ta Fran cisca P .1redes con Pedro
An to ni o More no; María Ana Pe -
luffo Cristal con Or lando Nava-
rro; María Silvia Aimar con Nés-
tor Cr istóbal Osella; María R osa
Coscia con Rugo Ornar Pa lomba-
rin i; Grac iela María Cont essi con
Ferna ndo Osvaldo Papa; Norma
Bea triz Molina con Car los Peral -
ta ; Celia R osa Domíngue z con Jo-
séé Raúl Pera lta; Cata li na Lucí a
del Va ll e Barrera con Ju an Carlos
Pereyra; Lidia Victoria Corrales
con J osé Antonio Quinteros; Lau-
ra Pob lete con Vicente Pascual
Quinteros; Gracie la Beatriz Bul a-
cios con Angel R odr íg uez; Eisa
Bea triz Tapia con Osvaldo Anto -
nio Sagripant i; Ana María Do-
mínguez con Jos é Liborio Scarlat-
ta ; María Elena Gelé con Gui ller-
mo R amón Sciolla; An a María Ha -
milton con Alberto Rugo Szam-
rey; In és Hortensia Castro con Os -
ear Osvaldo Tora nzo ; Ern estina
Silvia Susana Fastov ky con Ju an
Francisco B argas , María Ter esa
Angé lica Grossi con Eduardo Jo sé
Blanco Bello, María Cristina Yá-
ñez con Luis Alejandro Braun , Sil -
via Este la R íos con Carlos Angel
Buga llo, Mab el Edith Pomar con
Ange l Horacio Cai ni , Marta Ali -
cia Vitelli con Alberto Francis co
Cappuccino, Al icia Ir en e Salvi con
Em ilio Jo sé Carli , E lía María Ce-
molo con Miguel Cap uto , María
Est h er Mor eno con Rog elio Corva-
lán, Lidia Mercedes Vall ejos con
Alfredo Pedro Ca l vano, Su san a
Espera n za Chambret con Claud io
Ramón Carne lli , Adria na Bacca -
rini con R aúl Osear Ch iarotti , R o-
b er to Alfredo D 'Andrea con Hilda
Norm a Ga lli, Gris eld a Cori na Pon -
ce con Gueri no Di Yorio, Elena
Comerci con Osear Humb erto Du -
ca, Stell a Mary del Carmen con
Nico lás Ro berto De Robertis , Ni -
d ia Beatr iz Pal er mo con Ant onio
Di Prinzio , Ana R osario Alvare z
con Esteban Duilio Elirondo, Cla- ·
ra An a Sasso con Francisco Ro -
b erto Frioni, Delia Margar it a Cá-
ceres con Norma ndo Lu cas Falco-
n e, Ramona del Carmen R eyes con '
Magín Marc iano Gauna, Gu ill er•
mina Peña More! con Migu el Ni-
colás Guardia, Norma Susa n a Al-
varez con Edgardc, L eo~<:1 ,Gama-
rra , Antonia Berardi eón Enrique

40
 García , Susana Silvia Bugall o con
Pabl o R ober t o Gutiérrez , Ethel
Isabel Paulina R ey con Jos é Ma-
nu el H erve llo , Norma María An-
drade con Jorg e Humberto Iaco-
vino , María In és Aghe lin con Car-
los Alberto Jaqu e, Delia Ester For-
guez con Osvaldo Latrónico, Yo-
land a Lucía Gut iérrez con Jo sé Li-
zarraga, María Ester Fusetti con
R olando Alb erto Lara, Noemí An -
gela Mauro con Enzo Pa scual Ma -
ni scalco, Roberto Vicent e Martini
con Luisa María Floxo Cantas , Ma-
ría Lucía Furchi con Honorio
Ado lfo Medina, Al icia Angélica
Ag üe ro con Florencio An toni o Oli-
vera, Alicia Teresa Lareu con Car -
los Clemente Pacheco , Eisa Caro li-
n a Yáfiez con Gesua ld o Pisano,
No rma Ciollaro con Domingo R es-
tu ccia, Susana Sepúlveda con Cé-
sar Alb er to R ojas, E lena Beatriz
Allois con Eduardo R egadas, Mar-
ta Cristina Armentano con Rugo
Horacio Rei rosa, Ornar Sa l viani
con Mart a Efron , Ester Hida Mon-
dovi con Amado Dom in go Sán-
ch ez, Juana Corsi con Ricardo
Humb erto Sibau , Bonifacia del
Carme n Paz con Plácido Electo
Sierra, Higinia Olm edo con Artu-
ro Silva Herrera , Adela Luisa Trí -
coli con Gerardo Rugo Souto, Vi-
cent a Di Gerónimo con Jos é Ta-
ra nt o, Clot ilde Clara Abaca con
Julio Gregario Toledo, Ema Froi-
lana R am írez con Jos é Nicolás Ca-
milo Travascio, María Magdalena
Pauluk con Ernesto R oberto Va -
re la, C l ara Marta Ciaralli con
Ed uardo Miguel Va len tino , Ange-
la Ferraro con Dalio Simón Va-
ll ejo.
Sectores Juramento y
Panamericana - Bs. As.
Cri stina Baglioni con Luis Alb erti,
Gracie la Benito con Alb erto Cap-
pon i, Rugo Pér ez con Gracie la
Cuccio li, Susana Zab lovsky con Da-
niel García, Mario Onco con Ma-
ría Rosa Gondar , María Elena Ca-
vallin o con Héctor Lucía, Carlos
Alb ertini con Magda len a Giu sti-
ni an i (ambos dependientes) , José
Mora nd eira con H ayd ée Sisinni ,
Teresa Brítez con Mario Ugarte ,
Pab lo Tita con Luciana Vare ta .
Divi sión Diésel Ferroviaria
Fábrica Grandes Motores
Diésel - Córdoba
Cata lin a Doming a Celiz con Er-
n esto Juan Benítez , Marí a Cristina
Silva con Cándido Carlos Evange-
- .i sta, Teresa d el Va lle Martín ez
con Juli o Alberto Her ed ia, R amo-
na Hayd ée Martínez con Orl ando
Eduardo R eist.
Fábrica Materf er -
Córdoba
Norma Ester Cocch i con Armando
Ornar Binetti, María Dolor es Mar -
tínez con Ado lfo Castillo, Blanca
Faraoni con R amó n Ferreyra , An -
toni a Ester González con J osé Mar-
tín ez, No rma Luisa Torres con Mi-
guel Ornar Mon llor, Angel Héctor
Fissolo con María Angélica Petro-
n e, Ange la d el Valle Lio y con Ig-
nacio Picone, Sara Magdalena Jut -
ton con Rug o Alb erto Rojas, Stella
Maris Chi arrone con José Marí a
Sabbione, Irma Susa na Suárez con
Elía s Salomón Yaliz.
Centro Asistencia
Técnica - Caseros
Matild e Esp inoza con Carlos Al-
b erto Biancofior e, Marta Kagerer
con Juan Carlo s Dos Santos, Ange-
la María Rui z con _Anatol Stryzak.
División Tractores y Camiones
Fábrica Tractores -
Santa Fe
Inésé Esther Lauxman con Dardo
Almada , Em ilce Z. Torres con Ru-
b én Berna !, Hilda Beatriz Safiudo
con Ang el E. Biondi , Alicia E . Da-
gnin o con Eduardo Dru ett a, Ed-
mundo Gera rdo Mai con Liliana
Fernández , Myriam Oiga Terzaghi
con Rolando Feu llet, Nél ida R.
Beltro cco con Pedro Godo y, In és
L. Aira ldi con Ju an F. Giusto li si,
Leonor T . Delaloye con Héctor
Magarifios, Glor ia Rita Vitali con
Alelo Molin aro, Oiga Savinsk y con
Ald o Mengo , Elena Ju ana Caraba-
l lo con Pedro Nieto, Teresita Ber-
ton e con Alcides Obino , Susana
Vinetti con Antonio S. Orofi o, Mir-
ta Gladis Patifio con Benigno Pau-
lini, 1 orma Jun cos con Fernando
Pi sano , María E . Imb ern con En-
rique Porfir io, Magda lena Abrego
con Fern ando R ojas , Ana María
Dome ne con Marcos Quagliardi,
Lili ana Este la López con Vicente
Santacroce , Delia Cr istin a D 'Otta -
vi con Osear A. Schli shting, Nor-
m a Esther Meyer con Dom ing o A.
Sán chez, Iris Belk is Mantica con
Ju an Manu el Vergara.
Sector Ruta Panamericana
Buenos Aires
Juan a Aschettino con R afae l Cas-
tronu ovo, María Luisa Mangian te
con Jorg e Cei, faría de las Mer-
cedes Cleri ce con Mario Giri , Ame -
lí a Emilia Seguí con Carlos A.
Ib arra, Elvira Eisa Kloss con or-
berto Muzzi, Erica Marta Schind -
ler con Medardo Roj as.
Sede Central
Magdal ena C. Gi u stiniani con Car -
los Alber to Alberghin a, Mercede s
Beatriz More no Ocampo con En-
r iqu e Ju an Gu ido D 'And re, María
d el Carmen Pon cato con Ri cardo
E nriqu e Est evo, Gerar do Schu ster
con Nilda Fernández , Ana Lui sa
Ulm ar i con Carlos Alberto Godoy,
Oiga Salvador con H éctor Carlos
Gusso , María Cr istin a Machado
con Elio F. Gra sso, Carlo s Alb erto
Pa lermo con Marta Susana Lago ,
Alejandro María Otón Graven-
horst con Merce d es Estela Mackin-
lay, Graciela N. Yafar Navarro con
Clemente Mig u e l Manchado ,
Adriana Elisa Ebo li con Pedro Ro-
dolfo No tarnicola , Marta Susana
Lago con Carlos Alberto Palermo ,
Ama lia María Lui sa Máxima H e-
rrera con Ed uardo Pa lm ero, Mar-
ta R einalda Ma lu gani con R ober-
to Lui s Pavón , Né lida Delia Gon -
zález con Alberto Pérez, Rub én
Normando de los Santos con Sara
Ri vak , Aldo Domingo Natalio Go -
lia con Nelly H ermi ni a R oig, Mar -
ta El isa Echag üe con Mar io A.
Run co, Jo sé Morgione con Ernesta
Luisa Scappino , H éctor Elíseo
Acos ta con Silvia del Carme n Tis-
sera , Elva Lili Con tre ras con José
Weler.
NACIMIENTOS
División Automóviles
Fábrica Mecánica Autos -
Córdoba
Grac iela J osefin a Acevedo , Gu iller-
mo J avier Adr is, Pab lo Alejandro
Alb arracín, María Valeria Albor-
n oz, Gabriela Beatriz Alvarez , An-
drés Go n zalo Anteq uer a, Fabiana
Andrea Artino Innaria , R oxa n a del
Valle Arr igon i, Gabr iela Noemí
Arroyo , María Jos é Araya, Fernan-
do R odolfo Bagnardi , Cla udio Cé-
sar Ban egas, Néstor Mar tín Ban e-
gas, Gastón Adri _án árcena, In és
Mab el Barr era, Walter J esús Ba-
rrera , H éctor Fabián Barrio nu evo,
Sergio Darí o Ba zán, Pablo Andr és
Bergo metti , Fab ián Alejandro Ber-
tino , Claudia Débora Biocca , Os-
valdo Nazareno Bizzarri, Silvan a
Beatriz Bla setti , Fernando Enrique
Bonaparte , Gustavo Alb erto Bus-
tos, Vilma Mariela Camino , Cris-
tián J avier Cánovas , Elisa Mar ía
Cánovas, Car in a Sandr a Cantarut-
ti , Ornar Osvald o Casas , Verónica
Elizabeth Ceballos , Andr ea Cari-
n a Coll a, Gu stavo H éctor Contr e-
ras , María Ange la Cuevas , Bernar-
do David Chocoba res, Car los Ari el
Delgado , César Salvador Del Po-
polo , Fermín Alej andro Di Pietro ,
Gustavo R oberto Eng lert , Mar celo
Fab ién Escudero, Carina Noem í
Falcó n , Glaclys del Va lle Farías d e
Sáa , Walter Migu el Feclrizzi, Paula
Mari el Fe nelli , Esteban Fra n cisco
Fernán clez, Diego Fernández , Ka -
rina Marta Ferragutto, Ubalclo Mi -
guel Fi lom eni , Marce la Vivian a
Forneris, Carlo s Dani el Fratini ,
Eduardo R ogelio Gamarra, Mar-
celo Rub én Genoucl, Car in a del
Carm en Gerlero, Leon ardo Ga briel
ig ena, Martina Val er ia Gige n a,
Gu stavo And rés Gim én ez, Horaci o
Marcelo Gonzá lez, Di ego Néstor
Goris , Patricia Vivian a Gre y, Al-
b erto Enriqu e Guclifio, Mario Wal -
ter Guevara , Marco s César G ue-
va ra , Carina Valer ia Hereclia, Fer -
nand o J avier H ernáncl ez, H éctor
Hugo H errera , Mario R afae l J ara ,
Norma Caro lin a oci, Fernando Da-
niel Lástrico, Verónic a Alejandr a
Leguizamón , Eduardo Darío Les-
cano , Ru go Daniel López, Gabrie-
la Antoni a Ludu efia, Gabriela Sil -
vina Lcluefia , R aúl Gustavo Lu -
m ell i, J orge Vida! Luna, María de
Laurel es Luna, Laura Viviana Lu-
que, Viviana Noemí Malclonaclo ,
Carl os Abe! Marín , Marcelo R o-
dolfo Márquez , Cla uclio E nriqu e
Martín , Claudia Hebe Martínez,
Marcelo Fabi án Mercado, Eliana
Anab ell a Micoli , Sergio Gustavo
Mon jo , Analía Roxana Moyano,
Germán Gabriel Murú a, Caro lin a
Navarro , Darío Adrián f¡'áfiez, San-
dra In és y Gabrie l a Azucena
Ocampo , María Alejandr a y Nor-
ma Angélica Ocanto , Marcelo Al-
berto O-canto, Jesús Héctor Orihu e-
la, Carina Anclrea Osán, Mario
Julio Pala cio, An alía d el Vall e Pa -
lacios, Jos é Luis Pared es, Rub én
Walter Pellis ero , Gabriela Ale jan-
clra Peralta , Gustavo Martín Pe-
reyra, Silvana Mercedes Piedra, Fa-
bián Alejand ro Pifias, Marisa Isa-
bel Platía , Norma Soledad Ponce,
Mónica Alejandra Pozzolonte , Ge-
rarclo R oclolfo Qu iroga , Liliana
Cristina R aclovani , Néstor R amis ,
Guill ermo Da vid Reinaga Cama -
cho, Eclgardo Fabián Riuli , Gus-
tavo Ju an R ivarola, Migu el An -
gel R ob ledo, Dani el Albin o Ro -
dr ígu ez, Nés tor Osvalclo R odríguez,
Marisa Alejandra Rodr íguez, Es-
tel a Cecili a Rod ríguez, María Cris-
tina Roldán , Pabl o Ariel R omero ,
Rubén Darío Rom ero, Marcelo En-
rique Rom ero , Jos é María Saave -
clra, Cris tián Andr és Sabir , Gabri el
Alfr edo Sánch ez, Mónic a Alejan-
dra Sánchez. Cris tin a de l Valle Sar-
miento, Lili ana Beatriz Sch alb et-
ter , Gab ri ela Etel Sigampa , Fer-
n ando Ant onio Sirag usa, Guid o
Ja vier Sosa, Juan Carlos Sosa, Ma-
ría Estela Sprung , Miriam R oxa na
Stragnari , Soni a Ale jandra Suncl-
b erg , Tub én Gustavo Taborcla ,
Rugo Alb erto Tonón , María Ale-
jandra Torr ás, Rugo Mari ano To-
rr es, Silvana Mariel a Torres, Ale-
jandro César Trías , Marce lo Al-
b er to Trigueros Mag i, Dant e Mar-
tín Vega, Silvana Anclrea Vega ,
Eclith Eli zabeth Vélez, Claudi a An -
clrea Ven en cia, Nés to r Adriá n Ve-
nic a, Rodolfo J avier Verd e, Vivia -
n a Ei sa Villalba , Viviana Beatriz
Villarr eal, Marí a ele la Cruz Vi-
llell a, Analía Fernanda Visintin ,
Lid ia Silvana Zamuclio .
Fábrica Carrocerías
y Montaje - El Palomar
vValter Andr és Ag ui lar , R osa Gra -
ciela Arm ellin o , Claudio Fabi án
Anclrea cchi , Fu 1vi o Maxi mili an o
Ar ru , Kari na Fabiana A vila, Ale-
jandr a Marisol Aulicino , R amón
Aníbal Balbu en a, Art uro Rob er to
Boyer, Karina Beat riz Berna!, Fla -
via n a Biagini , Jor ge Fabi án Bor -
dón , Gise la Fabiol a Borto t, J avier
Alej and ro Brit os, Gu stavo Alejan-
41
dro Bijzitter , Alicia Noemí Borsi -
ni , Alejandro Mario Buenaventu ·
ra, Silvia Beatriz Bongiorno, Ale-
jandro Brucki , Mario Fernando
Giannini, Gonzalo Javier Castro
Serrano, María Grac iela Camillo,
Sergio Marcelo Cicovin , Fabiana
Rosa Colom bo , Karina Marta Cóp·
pola , Alejandro Gabrie l Cañete,
J orge lin a Claudia Castell ini , Ga-
briela Paula Cabrera, Karina Mir-
ta Ciocca, Andrés Fabián Chirillo,
Leticia Silvana Datri , Gladys Bea-
triz D'Amico , Andrea Elizabeth
Decaroli, Ed u ardo N icolás Diome-
de, Verónica Vanessa Marie la Di
Pardo, Paola Florencia Donati ,
Mar isa Lourdes Dosio, Fernanda
Gabriela Esquive!, Silvia Beatriz y
Cla udi a Mercedes Fera, Marcela
Carmen Fiocca, Carolina Fernán·
dez, Flavia Marina Fuster, Laura
Car in a García, Guillermo Miguel
Garone , Pablo Arie l Ghio, Gabr ie-
la Alejandra Gómez, Wa!ter Gri-
maldi , Claudia Fabiana Guzzetti,
Sergio Mario Gasparro, María Ve-
rónica Hagelin , C 1a u di a Lorena
Herdt , Marina Lidia Hintze , Ali -
cia Mabel Iadarola , Patricia Ana·
lía Int rocaso, María Cecilia Jimé -
nez, Diego Christian L abaj , Laura
Isabel La Greca, Andrés Leonardo
López Laurele , Cristián Javier Lo-
sada, Fernando H éctor Machado ,
Cristina Norma Mancuso, Adrián
Fabio Marmiroli , Andrea Ro sana
Marchese , Diego Sergio Marino ,
Gabriel Andrés Marinucci , Clau-
dio Gabriel Mastroberti, Mariela
Adela Marinoni, Migue l Angel
Maciel, Pedro Ed uardo Manzione,
Gabriel Fabián Martínez, Matilde
Jim ena Maslij , Néstor Gabriel
Méndez , Daniela Karina Michel,
Griselda Noemí Mora les, Viviana
Beatriz Navarro, Norma Alejandra
Negri, María Cecilia Osti , Andrea
Fabiana Pérez , Sergio Mariano Piz-
zuti , Marcelo Alejandro Paoltro-
ni , Gustavo Gabrie l Pelle , R osana
Elizebath Ponce, Carla Noemí Pa-
lermo , Andrea Verónica Perlini,
Karina Claudia Ruggiero , Teresa
Roble, R omina Carla Rom a ni , Eli-
zabeth Ada Ri vero, Héctor Dani el
Rodríguez, Daniel Eduardo Rossi ,
Manuel Alberto Salazar Valdivieso,
Adrián Max imili ano Santana, Pa
blo Martín Scarpini, Christian Ja-
vier Schaller, Guill ermo Claudio
Sta ngan ello, Cata lin a Silvana Su-
glia, Norberto Ornar Servidio, Da-
niel Ornar Sevilla, Pablo Marcelo
Ta lm on , Marta Viviana Toloza,
Mónica Beat riz Trejo, Erica Fabia -
na Tocal in i, Damián Alberto Vi-
vani, Maximiliano Roberto Varre-
lla, Jor ge Herná n Vera , Sergio
Gu stavo Varrica , Ju an José Vega,
Claudio Damián Yenco.
Sectores Juramento y
Panamericana - Bs. As.
Lilian Barrera , Soledad Brero , Die -
go D 'Adamo, Juan Farías , Marce -
lo García , Daniela Gr ill o, Ju an
Manuel Karpiuk , Raúl Morani ,
Sananta Navarro, Karina Ontive-
ros, Pablo Rebon , Carlos Soria .
FIAT CONCORO • MOO . 5070 / Vl /7 1/14 . 10 0
División Dié sel Ferroviaria
Fábrica Grandes Motores
Diésel - Córdoba
Marcela Alicia López, Gustavo
Pablo Gabriel Abad , Néstor Mar-
cial Aznal, Sergio David Bergelli,
Ame lía Edita del Valle López ,
Adr ián Londero, Pablo Antonio
Mondino , Norma Viviana Moreno ,
Patricia Alejandra Martín , Karina
Beatriz Melián, César Diego Nieto ,
Pablo Rub én Odetti, Alejandro
Dani el Páez , , '\'alter Adrián Reb e-
chini, Gustavo Eduardo R odrí-
guez , Patricia Cecilia Sarmiento ,
Marta María Skamelka , Ricardo
David Smolinsky , Sonia Elizabeth
Toloza , Cristián Dani el Ute llo-.
Fábrica Materf er -
Córdoba
Gabriel Gustavo Alvarez , Marcelo
Juan Arrascaeta, Irene A u din o,
Mariela Carina Aguirre, Martín
Ornar Baluci , Javie r Alberto Brµ s-
tia , Carlos Horado Bertoli, Jorg e
Ornar Carlopio, Marina Argelia
Corva lán, J orge Daniel Domenech ,
Nancy Celia Díaz, Carina Fadiga-
to, Jorge Arnaldo Felippa, Jorg e
Alejandro Ferreyra , Ana María
Goicoechea , Edgardo Raúl Gómez ,
Carina E. González, Sandra Vivia-
n a y Ro xa na María Galán, Roxa-
n a Alic ia González , Gabriela Mar-
cela González , Osear Eduardo Gon-
zález, Marcela Alejandra Heredia,
Mario Amadeo y María del Car-
men Julio , Rodolfo Claudio Le-
desma, Débora Cintia Mateo , Pau -
lo Rin aldo Mongelli, Arie l Abe!
Montoya, Beatriz Andrea Lescano ,
Fernando César Orellano , Norma
Beatriz Prada , María Elena Priore,
Marcelo Daniel Rodríguez , Laura
In és Rossi , Gonzalo Seba stián Sant,
Gabriela Noemí Sparnochia , Erie
Dina Stanich, Daniel Alejandro
Tiscornia, María Verónica Vida!,
Mónica Alicia Wier sma , Claudia
Bea triz Zalazar.
Centro Asistencia
Técnica - Caseros
Silvina Mariela A gn o n e, María
Eva Aranda , Silvina Analía Ga -
gliard i, Pablo Daniel Galante ,
Analía Laura Susana Man s.i ! la ,
Chrístian Di ego Qu evedo .
División Tractores y Camiones
Fábrica Tractores -
Santa Fe
Ramón Acosta , Mario Basabi lba so,
Miguel Angel Bonino , Osvald o
Cargnel, Julio O. Dal Molin , Sar-
belio Díaz , Agustín Fer n á n d ez,
Héct or Fernández, Carlos Fauva -
rrue , Aurelio Feliciat e, Rub én Gio-
vagnoli , Ri cardo Gómez, Carlos
Gamba , Rubén Hoehl , Raúl A.
Herr era , Juan Carlos H onorat, Ma -
robio López, Abe! Lainatti , Hora-
do Luna , Rubén R. Martínez , Vic-
toriano Ortego, Manuel Oldani ,
- BUSCHI S. A .
J osé Mario Ojeda, Ju an C. Porte-
ro, Elio Pau!on , Rub én Pagone ,
Hugo Anto nio Renzulli , César
Ro ssetti , Elibert o Rojas , H éctor
R ojas , Julio Simez, Angel Spreafi -
co, Ricardo Scheider , Ro b erto Szu-
piani , Alejandro Taraciuk, Leopol-
do Troncoso , Osmar Torren .
Sector Ruta Panamericana
Buenos Aires
Mario Lucio Bern ardi, Paula Su-
sana Campos, Andr ea Patricia Gi-
lib erti, Ju an Pablo Maurente, Mar-
celo César Tosi, Li liana María Vin -
cenzi.
Sede Cent r al
Paola Luciana Castagnasso, Igna-
cio Collazo, Elena Carla Cumino,
Alejandro J osé García González,
Ernesto Esteban Lada, Verónica
María So!dano, Miriam Elizabeth
Yáfiez, Adriana Alejandra Zarra .
CONDOLENCIAS
División Automóviles
Fábrica Mecánica Autos -
Córdoba
J erónimo Rodolfo Abrego (padre);
Héctor Albareto (madre); Daniel
Altamiran o (hija) ; Evaristo y San -
ti'ago Ayala (padre) ; Carlos Ba -
rrios (padre); Marcelino Boglione
(hermano); H éctor Bonsignore
(hermano); Arturo Brocan elli (pa-
dre); Antonio J esús Calandra (pa-
dre) ; Francisco Candelieri (ma-
dre); Rafael P . Candeloro (espo-
sa); Pedro Carloni (padre); Cle -
mente Ceballos (hermana) ; Luis
J orge Cecere (hijo); Juan C. Con-
dana (hermano); Guido Cortese
(padre); Luis Julio Chavez (pa-
dr e); Humberto Farías (hija); Mi-
guel Darío Ferrando (padr e); Ju an
Fiore (padre) ; Alejandro Foche-
sato (madre e hijo); Juan C. Gor-
dillo (madre); Rodolfo Pedro
Gü ell (padre) ; Luis Cami lo Ha-
lim e (padr e); Nicolás Hernández
(padre); José Jodar (padre); Car-
los R emig io Juár ez (esposa); An-
gel Fernando Lucero (h erma na) ;
Luis Ri cardo Marassa (hijo); Ati-
lio Martínez (hijo); Miguel Maz-
zuferi (h erma na ); José Mingolla
·(hijo) ; Remigio Morales (hija);
J esús Manuel Moyano (hermano) ;
Ju an Murúa (padre); Jos é Ismael
Na ni (hijo) ; Ri cardo Abe ! Ortiz
(padre); Camilo Ortolani (madre);
Norberto Sixto , Américo . y Domin-
go Eduardo Osán (padre) ; Ri car-
do Palomeque (madre); Carlo s
Alberto Rom án (padre); Ju an Car·
los Romero (hijo); Angel y Jos é
Igna cio Rampulla (padre); Armi -
nio Romo (madre) ; Manuel Sti-
van ello (madre) ; Jo sé Stragnari
(hija) ; Guido To ledo (hijo); Ger-
mán To ledo (herman) o; Roque
Ullua (p adre) ; Mariano Villalba
(her man a).
Se llamaba Roqu e Juan Carlos
Cicchetti . Nos visitó más de una
vez, en esta sede, acompañado de
alguno de sus familiare s. Era un
chico despierto, sobresaliente en el
estudio, cariñoso, simpatiquísimo .
Junto con su padre Lui s Antonio,
qu e trabajaba en la Fábrica de El
Palomar, fu e víctima de la catás-
trofe f erroviaria de enero del 70. Su
madre, Antonia Abb1·uzzese, y su
abuelo, Roqu e Abbruzzese , lo re-
cuerdan con un constante afecto.
Fábrica Carrocerías
y Montaje - El Palomar
Alfredo Aníba l Medina (madre) ;
Ignacio Eduardo Mejías (padre).
Sectores Juramento y
Panamericana - Bs. As.
Eduardo Setti (dependiente); Ma -
riano Canellada (madre); Juan
Cosimano (madre) ; Ame lía Euse -
bio (padre) ; Mohadile Mahmud
(padre) .
División Diésel Ferroviaria
Fábrica Grandes Motores
Diésel - Córdoba
Carlos Camargo (padre) ; Carlos
Czyrwony (padre) ; Dalmo Gerolin
(padre); Víctor Rugo Moreira (ma-
dr e); Ignacio Quevedo (madre) ;
Macario Ramos (hij a).
Centro Asistencia
Técnica - Casetos
Osear Alfredo Cacciola (esposa);
Jo sé Antonio Fernández (hija); J o-
sé Alberto Módica (h ijo).
División Tractores y Camiones
Fábrica Tractores -
Santa Fe
Luis V. Capelletti (madre); Lelio
Erba (padre); Francisco Espinosa
(pa dre ); Felipe Fox (padre); Ma-
nuel García (padre); Jo aq uín Mén {
dez (madre); Osear Mir (mad re);
Rob erto Nar ducci (padre); Benig-
no Pedro y Armando P aulini (pa -
dre) ; Pedro Páez (padre); H éctor
Sánchez (padr e) ; Rodolfo Suárez
(padre), Ricardo Torres (esposa).
Sede Central ·
Vicente Hugo Lauretti (depe ndien -
te); Juan Manuel Gómez (m adre);
R afae l Jo sé Antonio Giannoni
(hermano); Jo sé A. Martelliti (pa-
dre); Sa ntiago Novaro (, .. adre);
Marta Lago de Palermo (madre) .