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…SÓLO HAY UNA

Ser Madre es un difícil, hermoso y necesario arte. La "mamá" es quien da


equilibrio al hogar..., la que necesita amarse para Amar, la que debe buscar
siempre la serenidad, porque si se altera, los demás en la casa también se
alteran.

La madre es quien necesita cultivar su espíritu para encontrar en Dios la


fortaleza para poder cumplir con su misión, que muchas veces le exigirá seguir
adelante, sin temores a pesar de los contratiempos.

La madre es la que nunca "descansa" de sus hijos, es la que comprende


mejor que nadie que los hijos son un signo de la confianza que Dios tiene a los
hombres, al darles una nueva vida para que la cultiven y ayuden a crecer.

La madre es la que enseña el amor a sus hijos, porque lo ama como es y


por el hecho de ser su hijo. Es importante que la madre quiera que su hijo tenga
buena conducta, pero lo amará por ser su hijo y no por la buena conducta.

La madre es quien sabe tener una mirada distinta en la familia, que la hará
capaz de darse cuenta de cuál de los hijos está más necesitado en cada
momento.

¿En quién primero piensa un hijo que está en problemas? En la Madre. ¿A


quién recurre primero cuando está enfermo? A la Madre.

¿Quién será la primera persona que correrá a ver qué le pasó si está
llorando? Su Madre.

Una Madre de verdad seguirá siendo Madre, aunque pasen los años y el
hijo crezca, no importará la edad que tenga, seguirá siendo su Hijo, seguirá
velando por él, seguirá pensando como está o si ya regresó, seguirá sufriendo
por él si es que se ha equivocado en su camino y estará siempre dispuesta a
darle otra oportunidad. El corazón de la madre no deja de pensar en su hijo, no
importa la edad que tenga ni los caminos que haya tomado, siempre tendrá un
lugar para recordarlo y en silencio seguir pidiendo a Dios que lo proteja.

Es bueno que nosotros, hijos, pensemos en nuestra Madre, que le pidamos


a Dios que nos dé un corazón, un sentimiento, una mirada parecida a la de ella,
que sepa pensar, escuchar, velar, sufrir por aquellos a quienes amamos.

Y como no pensar también en este día en nuestra Madre del Cielo, la


Virgen María, aquella que nos trajo a Jesús, aquella que cuida y acompaña a
todos sus hijos, en especial a aquellos que no tienen cerca de su mamá de la
tierra, que ella acerque a Jesús y sepa proteger a todos sus hijos bajo su manto
de amor y ternura. Por eso cada día digámosle a nuestras mamis.

¡Feliz día Mamá!

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